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Juicio Nulidad Monforte 69B

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JUICIO DE NULIDAD

CON INCIDENTE DE SUSPENSION


ASUNTO: ESCRITO INICIAL

CC. MAGISTRADOS QUE INTEGRAN LA H. SALA REGIONAL METROPOLITANA


EN TURNO DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA ADMINISTRATIVA
CON SEDE EN LA CIUDAD DE MÉXICO

P R E S E N T E:

MAGDALENA CELIS CHAPA, promoviendo en nombre y representación de la


sociedad denominada OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, SOCIEDAD
ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, personalidad que tengo debidamente acreditada
en la resolución recurrida, con domicilio fiscal en calle Avenida Clavería número 115
interior 3, colonia Clavería, código postal 02080, Alcaldía Azcapotzalco, Ciudad de
México, mismo que señalo para efectos de oír y recibir notificaciones y acuerdos;
señalando para los mismos efectos las siguientes cuentas de correo electrónico:
glez18.legal@outlook.com; iure.romcar@outlook.com y legal.011@outlook.com, de
igual forma autorizando para efectos de oír y recibir notificaciones y acuerdos e
imponerse de autos a los CC. Iván Omar Blanco Zárate, Alan Romero Carapia y/o Helios
González Aguirre, indistintamente con el debido respeto comparezco y expongo:

Por medio del presente escrito, con fundamento en lo dispuesto en los artículos
8, 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 1º, 2º, 3º,
4º, 13, 14, 15, 28, 40, 49, 50, 51, fracción IV, 52 fracción II, y 67, todos de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo (en lo sucesivo LFPCA); artículo
3º, fracción V, y demás relativos y aplicables de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de
Administrativa; presento por este conducto, con el carácter y la personalidad que
ostento DEMANDA DE JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO en contra de la
resolución y autoridad que más adelante señalo.

En tal virtud y en estricto cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 14 de la


LFPCA, me permito señalar los siguientes datos:

I.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL DEMANDANTE: Estos datos han quedado precisados
en el proemio del presente escrito de demanda.

II.- RESOLUCIÓN QUE SE IMPUGNA: Tiene tal carácter la contenida en el oficio


número 600-71-00-02-00-2023-12821 de fecha 08 de noviembre de 2023, emitida por
la Administración Desconcentrada Jurídica del Distrito Federal “1”, de la Administración
General Jurídica del Servicio de Administración Tributaria, a través de la cual dicha
autoridad concluye que mi mandante no probó la materialización de diversos servicios
contenidos en los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet emitidos por la
contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V.

III.- AUTORIDAD DEMANDADA: Tienen dicho carácter:

a) El Administrador Desconcentrado de Auditoría Fiscal del Distrito Federal “1” con


sede en la Ciudad de México, de la Administración General de Auditoría Fiscal
Federal, del Servicio de Administración Tributaria.

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b) El Administrador desconcentrado Jurídico del Distrito Federal “1” de la
Administración General Jurídica del Servicio de Administración Tributaria.

c) El subadministrador desconcentrado Jurídico de la Administración


desconcentrada Jurídica del Distrito Federal “1” de la Administración General
Jurídica del Servicio de Administración Tributaria.

IV.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO PERJUDICADO: No existe tercero


interesado en el presente juicio contencioso administrativo.

V.- FECHA DE NOTIFICACIÓN DE LA RESOLUCIÓN IMPUGNADA: Manifiesto que


tuve conocimiento de la resolución impugnada (señalada en el apartado II de la
presente demanda) el día 15 de noviembre de 2023.

VI.- PRETENSIÓN DEDUCIDA: Que esa Honorable Sala, previa sustanciación del
procedimiento respectivo determine la ilegalidad de la resolución impugnada y en
consecuencia declare su nulidad de manera lisa y llana, por las violaciones incurridas
por la autoridad demandada.

VII.- HECHOS:

1.- Mi poderdante es una persona moral debidamente constituida al amparo de las


leyes mexicanas que siempre ha cumplido en tiempo y forma con sus obligaciones
fiscales.
2.- Con fecha 29 de octubre de 2020, mi representada tuvo conocimiento de que el
contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A DE C.V se encontraba en el listado a que hace
referencia el artículo 69 B del Código Fiscal de la Federación.
3.- Por lo anterior, con fecha 09 de diciembre de 2020, mi poderdante compareció ante
la Administración Desconcentrada de Auditoria Fiscal del Distrito Federal “1”, adscrita a
la Administración General de Auditoría Fiscal Federal del Servicio de Administración
Tributaria, para acreditar en términos del penúltimo párrafo del artículo 69-B del CFF,
que efectivamente se llevaron a cabo las operaciones que amparan los comprobantes
fiscales emitidos por la contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V., en los
ejercicios fiscales 2016 y 2017.
4.- Con fecha 10 de febrero del 2021, le fue notificada a mi poderdante la resolución
contenida en el oficio número 500-71-06-01-03-2021-8667, emitida por el
Administrador Desconcentrado de Auditoría Fiscal del Distrito Federal “1”, de la
Administración General de Auditoría Fiscal Federal, del Servicio de Administración
Tributaria, a través de la cual dicha autoridad concluye que mi mandante no acredita la
efectiva realización de las operaciones realizadas con la contribuyente SINAPRIT
SERVICIOS, S.A. DE C.V.
5.- Por lo anterior, con fecha 29 de marzo de 2021 mi mandante promovió Recurso de
revocación en contra de la resolución contenida en el oficio 500-71-06-01-03-2021-
8667.
6.- Finalmente, el día 15 de noviembre de 2023 tuve conocimiento de la resolución
que por esta vía se impugna.

Inconforme que se encuentra mi poderdante con dicha resolución, me permito


expresar en contra de dicha resolución administrativa los siguientes:

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VIII.- CONCEPTOS DE IMPUGNACIÓN:

PRIMER CONCEPTO DE IMPUGNACION.- La resolución recurrida contenida en


el oficio 600-71-00-02-00-2023-12821 de fecha 08 de noviembre de 2023 es
violatoria de los artículos 16 Constitucional en relación con los artículos 38 fracción IV
del Código Fiscal de la Federación en razón de que no reúne los requisitos de
fundamentación y motivación que establecen dichos preceptos, los cuales manifiestan
lo siguiente:

Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia,


domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito
de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.

Artículo 38.- Los actos administrativos que se deban notificar deberán


tener, por lo menos, los siguientes requisitos

IV. Estar fundado, motivado y expresar la resolución, objeto o propósito


de que se trate.

En la especie, se da la violación a los preceptos en comento, toda vez que de la


revisión que se haga de la resolución impugnada se aprecia que esta no se encuentra
debidamente fundada y motivada, entendiéndose por lo anterior, lo establecido por el
Octavo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito en el siguiente criterio, cuyo rubro y texto
establecen lo siguiente: Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Gaceta
del, Semanario Judicial de la Federación, Tomo: 64, Abril de 1993, Tesis: VI. 2o. J/248
Página: 43, FUNDAMENTACION Y MOTIVACION DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS. De acuerdo con el artículo 16 constitucional, todo acto de
autoridad debe estar suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo
primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y por lo
segundo, que también deben señalarse con precisión, las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la
emisión del acto, siendo necesario además, que exista adecuación entre los motivos
aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configure la
hipótesis normativa. Esto es, que cuando el precepto en comento previene que nadie
puede ser molestado en su persona, propiedades o derechos sino en virtud de
mandamiento escrito de autoridad competente que funde y motive la causa legal del
procedimiento, está exigiendo a todas las autoridades que apeguen sus actos a la ley,
expresando de que ley se trata y los preceptos de ella que sirvan de apoyo al
mandamiento relativo. En materia administrativa, específicamente, para poder
considerar un acto autoritario como correctamente fundado, es necesario que en él se
citen: a).- Los cuerpos legales y preceptos que se estén aplicando al caso concreto, es
decir, los supuestos normativos en que se encuadra la conducta del gobernado para
que esté obligado al pago, que serán señalados con toda exactitud, precisándose los
incisos, subincisos, fracciones y preceptos aplicables, y b).- Los cuerpos legales, y
preceptos que otorgan competencia o facultades a las autoridades para emitir el acto
en agravio del gobernado.

Se da la violación a los preceptos en comento, ya que las resoluciones

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recurridas no reúnen los requisitos exigidos por el artículo 16 Constitucional y 38
fracción IV del Código Fiscal de la Federación, toda vez que la autoridad fiscal cita
algunos artículos que son extensos y complejos, por lo que debió citarlos de forma
completa, es decir artículo, párrafo y fracción más aún que la demandada no aporta
los elementos que permitan verificar si realmente tiene la competencia que dice tener,
por lo que es necesario que la autoridad citara con precisión a que párrafo, apartado,
fracción, inciso o estamento de dicho artículo se refiere y al no hacerlo así no
proporciona los elementos indispensables que permitan saber que realmente la
autoridad que ejerce estos actos existe y es una Unidad Administrativa dependiente
del Servicio de Administración Tributaria, es decir no se sabe si la Administración
desconcentrada de auditoría fiscal, la Administración Desconcentrada Jurídica del
Distrito Federal “1” y más aún la Subadministación Desconcentrada Jurídica se
encuentran ahí contempladas y tiene las facultades que quiere ejercer.

En efecto, la autoridad manifiesta en la resolución recurrida lo siguiente:

“… artículos 7 párrafo primero fracción XVIII, 8 párrafo primero fracción III,


Primero, Tercero y Cuarto Transitorios de la Ley del Servicio de Administración
Tributaria publicada en el diario oficial de la Federación el día 15 de diciembre
de 1995…”

Hasta aquí puede ver su Señoría que no se cumplen con los requisitos de la
debida fundamentación y motivación, ya que en el artículo 7 fracción XVIII contiene
varias facultades de la autoridad y la demandada solamente se limita a plasmar la que
le otorga facultades muy generales al Servicio de Administración Tributaria, mismo
artículo que es extenso y complejo por lo que la autoridad debió de transcribir de todas
las facultades ahí señaladas cual es la que en específico aplica a mi mandante en base
a la resolución recurrida, tal y como lo ha establecido la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.

Luego entonces si se trata de una norma compleja, habrá de transcribirse la


parte correspondiente, con la única finalidad de especificar con claridad, certeza y
precisión las facultades que le corresponden, pues considerar lo contrario significaría
que el gobernado tiene la carga de averiguar en el cúmulo de normas legales que
señale la autoridad en el documento que contiene el acto de molestia, si tiene
competencia por grado, materia y territorio para actuar en la forma en que lo hace,
dejando a mi mandante en estado de indefensión.

En el mismo orden de ideas y como ya se mencionó, la resolución recurrida NO


está debidamente fundada ni motivada en base a los criterios de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación invocados con anterioridad pues no se citan con exactitud los
párrafos que le den competencia real y material a la autoridad demandada, ya que la
autoridad en ambos escritos trata de fundar su competencia con lo siguiente:

8 párrafo primero fracción III de la Ley del Servicio de Administración


Tributaria

Lo anterior establece lo siguiente:

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Artículo 8o. Para la consecución de su objeto y el ejercicio de sus
atribuciones, el Servicio de Administración Tributaria contará con los
órganos siguientes:

III.- Las unidades administrativas que establezca su reglamento interior.

Es decir, la autoridad demandada no cumple con lo exigido con el artículo 16


Constitucional en relación con el artículo 38 fracción IV del Código Fiscal de la
Federación pues no funda ni motiva adecuadamente sus facultades reales y
materiales, esto es no cita el primer párrafo del artículo 8 de la Ley del Servicio de
Administración Tributaria, como si lo hace con otros artículos, sino que solamente cita
la “fracción III” por lo que no acredita su existencia como un ente de gobierno y que
tenga las facultades que ejerce sobre mi mandante, máxime que como se ha descrito
con anterioridad y cumpliendo con el artículo 16 Constitucional y con el criterio de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación para tener por cumplido el requisito de
fundamentación se deben de citar los artículos, párrafo, fracciones, incisos, apartados,
numerales o estamentos que contenga una norma con la finalidad de dar certeza
jurídica al gobernado, lo que en la especie no aconteció.

En el mismo orden de ideas, la demandada plasma en la resolución recurrida lo


siguiente:

6 primer párrafo, apartado A, fracción XXXII, inciso a; 35 primer párrafo


fracción XXVI, y último párrafo numeral 8… del Reglamento Interior del
Servicio de Administración Tributaria, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 24 de agosto de 2015.

Ahora bien, al revisar los preceptos citados por la autoridad en su resolución


recurrida, se aprecia primeramente que en algunos artículos sí cita el primer párrafo de
algunos artículos, no así en el caso del artículo 35 del citado reglamento, de igual
forma al revisar los preceptos citados por la autoridad en el reglamento se aprecia que
no existe el artículo 35 primer párrafo fracción XXVI, y último párrafo numeral 8… del
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria por lo que no se cumple
con el requisito de los artículos 16 Constitucional y 38 fracción IV del Código Fiscal de
la Federación de la debida y correcta fundamentación y motivación para generar
certeza y seguridad jurídica en el gobernado.

La garantía de fundamentación consagrada en el artículo 16 de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de exactitud y precisión
en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad administrativa para emitir
el acto de molestia de que se trate, al atender al valor jurídicamente protegido por la
exigencia constitucional, que es la posibilidad de otorgar certeza y seguridad jurídica al
particular frente a los actos de las autoridades que afecten o lesionen su interés
jurídico y, por tanto, asegurar la prerrogativa de su defensa ante un acto que no
cumpla con los requisitos legales necesarios, lo que en la especie no sucedió por lo que
solicito se anule de forma lisa y llana la resolución recurrida.

Sirve de apoyo a lo anterior el siguiente criterio jurisprudencial:

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NULIDAD LISA Y LLANA POR INSUFICIENTE FUNDAMENTACIÓN.
DEBE DECLARARSE ASÍ CONFORME AL ARTÍCULO 51, FRACCIÓN
IV, DE LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO CUANDO NO OBSTANTE HABERSE CITADO EL
PRECEPTO QUE PREVEA LA COMPETENCIA TERRITORIAL DE LAS
AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS Y NO HABER EMANADO LA
RESOLUCIÓN IMPUGNADA DE UNA PETICIÓN, INSTANCIA O
RECURSO, SE HAYA OMITIDO TRANSCRIBIR LA PORCIÓN
NORMATIVA DEL PRECEPTO EN QUE SE FUNDE (APLICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA 2a./J. 99/2007).: Tribunales Colegiados de Circuito.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXVI,
Septiembre de 2007. Tesis: I.5o.A.79 A. Página: 2557.

Novena Época
"‘Instancia: Segunda Sala
"‘Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"‘Tomo: XXII, septiembre de 2005
"‘Tesis: 2a./J. 115/2005
"‘Página: 310
"‘COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL
MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A
PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES
OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO,
FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS
CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE
TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE.—De lo dispuesto en
la tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal en Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Número 77, mayo de 1994, página 12, con el
rubro: «COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL
DEL ACTO DE AUTORIDAD.», así como de las consideraciones en las
cuales se sustentó dicho criterio, se advierte que la garantía de
fundamentación consagrada en el artículo 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de exactitud y
precisión en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad
administrativa para emitir el acto de molestia de que se trate, al atender
al valor jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que es la
posibilidad de otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a
los actos de las autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y,
por tanto, asegurar la prerrogativa de su defensa ante un acto que no
cumpla con los requisitos legales necesarios. En congruencia con lo
anterior, se concluye que es un requisito esencial y una obligación de la
autoridad fundar en el acto de molestia su competencia, pues sólo puede
hacer lo que la ley le permite, de ahí que la validez del acto dependerá de
que haya sido realizado por la autoridad facultada legalmente para ello
dentro de su respectivo ámbito de competencia, regido específicamente
por una o varias normas que lo autoricen; por tanto, para considerar que

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se cumple con la garantía de fundamentación establecida en el artículo
16 de la Constitución Federal, es necesario que la autoridad precise
exhaustivamente su competencia por razón de materia, grado o territorio,
con base en la ley, reglamento, decreto o acuerdo que le otorgue la
atribución ejercida, citando en su caso el apartado, fracción, inciso o
subinciso; sin embargo, en caso de que el ordenamiento legal no los
contenga, si se trata de una norma compleja, habrá de transcribirse la
parte correspondiente, con la única finalidad de especificar con claridad,
certeza y precisión las facultades que le corresponden, pues considerar lo
contrario significaría que el gobernado tiene la carga de averiguar en el
cúmulo de normas legales que señale la autoridad en el documento que
contiene el acto de molestia, si tiene competencia por grado, materia y
territorio para actuar en la forma en que lo hace, dejándolo en estado de
indefensión, pues ignoraría cuál de todas las normas legales que integran
el texto normativo es la específicamente aplicable a la actuación del
órgano del que emana, por razón de materia, grado y territorio.’

Deriva de la jurisprudencia transcrita que esta Segunda Sala del Alto Tribunal ha
sostenido, entre otras, las consideraciones siguientes:

Constituye un requisito esencial y una obligación de la autoridad fundar en el


acto de molestia su competencia, pues sólo puede hacer lo que la ley le permite; de ahí
que la validez del acto dependerá de que haya sido realizado por la autoridad facultada
legalmente para ello dentro de su respectivo ámbito de competencia, regido
específicamente por una o varias normas que lo autoricen.

Para considerar que se cumple con la garantía de fundamentación establecida


en el citado artículo 16 constitucional, es necesario que la autoridad precise
exhaustivamente su competencia por razón de materia, grado o territorio, con base en
la ley, reglamento, decreto o acuerdo que le otorgue la atribución ejercida, citando en
su caso el párrafo, apartado, fracción, inciso o subinciso; y que en caso de que el
ordenamiento legal no los contenga, si se trata de una norma compleja, habrá de
transcribirse la parte correspondiente, con la única finalidad de especificar con
claridad, certeza y precisión las facultades que le corresponden, pues considerar lo
contrario significaría que el gobernado tiene la carga de averiguar en el cúmulo de
normas legales que señale la autoridad en el documento que contiene el acto de
molestia, si tiene competencia por grado, materia y territorio para actuar en la forma
en que lo hace, dejándolo en estado de indefensión, pues ignoraría cuál de todas las
normas legales que integran el texto normativo es la específicamente aplicable a la
actuación del órgano del que emana, por razón de materia, grado y territorio.

Asimismo, resulta aplicable al caso que nos ocupa la tesis sustentada por el
Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito, visible en la
página 2318 del Semanario Judicial de la Federación, Novena Época, Tomo XXVII, de
Abril de 2008, el cual cita textualmente lo siguiente: COMPETENCIA DE LAS
UNIDADES ADMINISTRATIVAS DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN
TRIBUTARIA. PARA CONSIDERAR DEBIDAMENTE FUNDADOS SUS ACTOS, EN
ELLOS NO SÓLO DEBEN CITAR EL ARTÍCULO PRIMERO, SEGUNDO PÁRRAFO,

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DEL ACUERDO POR EL QUE SE ESTABLECE SU CIRCUNSCRIPCIÓN
TERRITORIAL, PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 18 DE
JULIO DE 2005, SINO QUE ES NECESARIO QUE TRANSCRIBAN EL CITADO
PRECEPTO Y LA PORCIÓN NORMATIVA CORRESPONDIENTE. La simple referencia
de la autoridad, del artículo primero, segundo párrafo, del Acuerdo por el que se
establece la circunscripción territorial de las unidades administrativas del Servicios de
Administración Tributaria, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 18 de julio
de 2005, no cumple con la exigencia de la jurisprudencia 2a./J.115/2005, de la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y Gaceta, Novena Época, Tomo XXII, septiembre de 2005, página 310,
de rubro: “COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL MANDAMIENTO
ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN
EL PRECEPTO LEGAL QUE LES OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANTO EL
APARTADO, FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS CONTENGA,
SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE TRANSCRIBIRSE LA PARTE
CORRESPONDIENTE.”, pues es necesario que para considerar debidamente fundados
sus actos, hagan una referencia completa y detallada del precepto relativo, mediante
su transcripción y la de la porción normativa que delimita su competencia por
territorio.

Aunado a lo anterior se hace evidente la falta de fundamentación por parte de


la autoridad toda vez que no debe perderse de vista que la autoridad que
supuestamente emite la resolución que se impugna es la Administración
Desconcentrada Jurídica del Distrito Federal “1” tal como lo menciona en la página 1 de
la resolución impugnada que cita “En este sentido, esta Administración
Desconcentrada Jurídica del Distrito Federal “1”, emite la resolución cuyos términos
más adelante se precisan, de acuerdo con los siguientes”, sin embargo como podrá
apreciar esta H. Sala en la página 101 quien supuestamente sin conceder firma la
emisión es el Subadministrador Desconcentrado Jurídico de la Administración
Desconcentrada Jurídica del Distrito Federal "1", lo anterior dado que en obedece a las
siguientes imágenes de la resolución recurrida.

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Con lo anterior se queda por demás demostrado que además de que la
autoridad no cita los artículos de acuerdo a las leyes aplicables en NINGÚN MOMENTO
cita o hace mención a las supuestas facultades que tiene el Subadministrador
Desconcentrado Jurídico de la Administración Desconcentrada Jurídica del Distrito
Federal "1", para emitir resoluciones contra recursos de revocación, por lo que como
corolario de lo anterior es procedente se anule de forma lisa y llana la resolución
impugnada.

SEGUNDO CONCEPTO DE IMPUGNACION.- La resolución que por esta vía se


combate agravia a mi representada la FALTA DE COMPETENCIA de las autoridades
que emitieron los actos descritos en líneas anteriores, máxime que DE LOS
PRECEPTOS INVOCADOS POR LA AUTORIDAD FISCALIZADORA SE DENOTA
CARENTE, en específico el artículo 8, FRACCIÓN III DE LA LEY DEL SERVICIO
DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA Y 24 ÚLTIMO PÁRRAFO DEL REGLAMENTO
INTERIOR DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA.

Se dice lo anterior toda vez que tenemos que se niega en forma lisa y llana de
conformidad con el artículo 68 del Código Fiscal de la Federación que las autoridades o
FUNCIONARIOS RESPECTIVOS QUE EMITIERAN LOS ACTOS ANTES DESCRITOS, tengan
la debida competencia para emitir los actos materia de impugnación y sobre las
contribuciones federales respectivas. Así, al negarse en forma lisa y llana la
competencia de merito, es la autoridad responsable a quien le corresponde la carga
de la prueba y demostrar así la debida competencia para ser considerada como
autoridad, así como ser un servidor público debidamente facultado para ordenar,
auditar y determinar créditos fiscales. Aunado además que en su caso, se niega lisa y
llanamente que en dichos documentos se trate de la firma autógrafa de la autoridad
competente, es decir que se trate de la firma del funcionario debidamente competente
de emitir los diversos oficios.

CARGA DE LA PRUEBA. CORRESPONDE AL ACTOR SI NO


MANIFIESTA UNA NEGATIVA LISA Y LLANA.- Si bien es verdad que
conforme a lo previsto en el artículo 68 del Código Fiscal de la Federación,
los actos y resoluciones que las autoridades fiscales se presumen legales,
también es verdad que conforme a dicho numeral las autoridades deben

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probar los hechos que los motiven cuando el afectado los niegue lisa y
llanamente; en consecuencia, si al impugnar las cédulas de liquidación de
cuotas obrero patronales el interesado no manifiesta una negativa lisa y
llana sino que expresa que la fundamentación y motivación de dichas
cédulas es distinta a la precisada por el Consejo Técnico o los Consejos
Consultivos Delegacionales del Instituto Mexicano del Seguro Social al
resolver el recurso de inconformidad interpuesto en su oportunidad, como
esta negativa implica la afirmación de un hecho corresponde a la
demandante la carga procesal de demostrar la veracidad de sus
argumentos, tomando en consideración lo previsto en los artículos 81 y
82 fracción I, del Código Federal de Procedimientos Civiles, aplicable
supletoriamente por disposición del artículo 197 del aludido Código Fiscal
de la Federación.(107)Segunda Época., Instancia: Pleno, R.T.F.F.: Año VII.
No. 74. Febrero 1986., Tesis: II-TASS-8963, Página: 1210

CARGA DE LA PRUEBA.- CASO EN EL QUE CORRESPONDE A LA


AUTORIDAD.- Aún cuando la motivación de los actos y resoluciones de
las autoridades fiscales gozan de la presunción de validez, la misma se
encuentra condicionada a la negativa lisa y llana del interesado, de
acuerdo a lo establecido en el artículo 68 del Código Fiscal de la
Federación. Considerando lo anterior, corresponde a la autoridad
demandada la carga de la prueba, en el caso que el particular niegue
lisa y llanamente la aportación de un documento en el medio de
defensa de donde emanó la resolución impugnada, cuando ese
hecho constituye la motivación de dicha resolución. (III). Segunda
Época., Instancia: Primera Sala Regional Noreste. (Monterrey), R.T.F.F.:
Año VII. No. 76. Abril 1986., Tesis: II-TASR-IX-718, Página: 909

Se dice lo anterior toda vez que se niega en forma lisa y llana que las
autoridades precisadas con antelación y quien emite el acto de molestia tengan la
debida competencia, negación lisa y llana; máxime que estamos en presencia de
recaudación de impuestos federales con lo que, se tuvo que acreditar que se tenía la
debida competencia para la determinación y cobro coactivo del supuesto crédito fiscal.

Por otro lado tenemos que de los actos que se precisan en fuente del agravio se
desprende la falta de competencia de la autoridad fiscal, lo que implica violación a la
seguridad jurídica del contribuyente;

COMPETENCIA, ALCANCE DE LOS ARTICULOS 14 Y 16

CONSTITUCIONALES EN RELACION CON LA. Las garantías de

legalidad y seguridad jurídica contenidas en los artículos 14 y 16 de la

constitución federal, tienen el alcance de exigir que todo acto de

autoridad, ya sea de molestia o de privación a los gobernados, deba

emitirse por quien tenga facultad expresa para ello, señalando en el

propio acto, como formalidades esenciales que le den eficacia jurídica, el

o los dispositivos que legitimen la competencia de quien lo emita y el

Página | 10
carácter con que este ultimo actúe, ya que bien podría hacerlo por sí

mismo, por ausencia del titular de la dependencia o por delegación de

facultades. Informe de 1982, Segunda Sala, Página 93. Época: Séptima

Época, Registro: 237610, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis: Aislada,

Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Volumen 157-162, Tercera

Parte, Materia(s): Común

Tesis: Página: 59.

Lo que conlleva a que sí se está ante un funcionario que no fundamenta su actuar


en los preceptos que precisa y específicamente no se le otorgan las facultades para
emitir ese acto de molestia, estaremos ante un acto ilegal desde su origen;

FRUTO DE ACTOS VICIADOS.- Si un acto o diligencia de la autoridad está


viciado y resulta inconstitucional, todos los actos derivados de él porque se
apoyan en él resultan también inconstitucionales por su origen, y los
tribunales no deben darle valor legal, ya que de hacerlo, por una parte,
alentarían prácticas viciosas, cuyos frutos serían aprovechables por
quienes las realizan y por otra parte, los tribunales se harían en alguna
forma partícipes de tal conducta irregular, al otorgar a tales actos valor
legal. Informe 1979, Tercera Parte, Colegiados, Pág. 39, Suprema Corte de
Justicia de la Nación, 7a. Época, Primer Circuito, Primer Tribunal.

En este orden de ideas tenemos que la autoridad fiscalizadora debe fundar su


actuar en el precepto normativo exactamente aplicable, es decir en el texto que se
combate se tiene la imperiosa necesidad de consignar el artículo que da las facultades
respectivas a dicha autoridad, porque de no ser así se deja en completo estado de
indefensión, ya que, aunque la autoridad tenga la debida competencia no se tiene la
certeza jurídica de ello.

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL


MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A
PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES
OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO,
FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS
CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE
TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE. De lo dispuesto en la
tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal en Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación Número 77, mayo de 1994, página 12, con el
rubro: "COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL
DEL ACTO DE AUTORIDAD.", así como de las consideraciones en las
cuales se sustentó dicho criterio, se advierte que la garantía de
fundamentación consagrada en el artículo 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de exactitud y
precisión en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad
administrativa para emitir el acto de molestia de que se trate, al atender

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al valor jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que es la
posibilidad de otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a
los actos de las autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y,
por tanto, asegurar la prerrogativa de su defensa ante un acto que no
cumpla con los requisitos legales necesarios. En congruencia con lo
anterior, se concluye que es un requisito esencial y una obligación de la
autoridad fundar en el acto de molestia su competencia, pues sólo puede
hacer lo que la ley le permite, de ahí que la validez del acto dependerá de
que haya sido realizado por la autoridad facultada legalmente para ello
dentro de su respectivo ámbito de competencia, regido específicamente
por una o varias normas que lo autoricen; por tanto, para considerar que
se cumple con la garantía de fundamentación establecida en el artículo
16 de la Constitución Federal, es necesario que la autoridad precise
exhaustivamente su competencia por razón de materia, grado o territorio,
con base en la ley, reglamento, decreto o acuerdo que le otorgue la
atribución ejercida, citando en su caso el apartado, fracción, inciso o
subinciso; sin embargo, en caso de que el ordenamiento legal no los
contenga, si se trata de una norma compleja, habrá de transcribirse la
parte correspondiente, con la única finalidad de especificar con claridad,
certeza y precisión las facultades que le corresponden, pues considerar lo
contrario significaría que el gobernado tiene la carga de averiguar en el
cúmulo de normas legales que señale la autoridad en el documento que
contiene el acto de molestia, si tiene competencia por grado, materia y
territorio para actuar en la forma en que lo hace, dejándolo en estado de
indefensión, pues ignoraría cuál de todas las normas legales que integran
el texto normativo es la específicamente aplicable a la actuación del
órgano del que emana, por razón de materia, grado y territorio. No.
Registro: 177.347. Jurisprudencia. Segunda Sala. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. XXII, Septiembre de 2005. Tesis: 2a.
/J. 115/2005. Página: 310. Contradicción de tesis 114/2005-SS.

Sirve de apoyo a lo anterior, la siguiente jurisprudencia la cual es aplicable


también al caso que nos compete:

EXISTENCIA JURÍDICA DE LAS AUTORIDADES.- ES NECESARIO


FUNDARLA EN EL TEXTO MISMO DEL ACTO DE MOLESTIA, POR SER
UN PRESUPUESTO DE LA COMPETENCIA DE AQUELLAS.- La garantía
del artículo 16 Constitucional consiste en que todo mandamiento de
autoridad se emita por autoridad competente, cumpliéndose las
formalidades esenciales que le den eficacia jurídica, lo que significa que
todo acto de autoridad necesariamente debe emitirse por quien esté
legitimado para ello, expresándose en el texto del mandamiento; el
fundamento legal que le otorgue tal legitimación . En tal virtud, y siendo
innegable que la existencia legal de las autoridades es un presupuesto
lógico-jurídico de la competencia de las mismas, porque no puede
considerarse válidamente que una autoridad es competente si legalmente
es inexistente, resulta evidente que por simple analogía y mayoría de

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razón, para justificar plenamente su actuación, la autoridad está obligada
también a señalar en el propio acto de molestia el fundamento legal que
contemple su existencia jurídica, a fin de que el afectado pueda examinar
si aquél proviene de una autoridad de hecho o de derecho.(10) Tercera
Época., Instancia: Primera Sala Regional Centro. (Celaya), R.T.F.F.: Año
VIII. No. 87. Marzo 1995., Tesis: III-TASR-XI-224, Página: 26

Consecuentemente, los fundamentos legales son los que determinan facultades


de ordenar visitas domiciliarias, sustitución de autoridades, revisión de gabinete,
procedimientos de determinación, medidas precautorias, facultades territoriales, entre
otras, y siendo el presente caso que en los actos que se reclaman en al presente vía la
autoridad fiscal no expresa con exactitud el fundamento legal correspondiente, es
decir, si la competencia de autoridad debe ser de manera completa y precisa,
invocándose así con exactitud los artículos, párrafos, fracciones e incisos que
le den facultad a la autoridad fiscal de ordenar, auditar determinar créditos
fiscales al contribuyente, y no lo hace, por ende el acto administrativo que se
combate debe ser declarado nulo de pleno derecho. A mayor sírvase también al caso lo
siguiente;

NULIDAD LISA Y LLANA POR INSUFICIENTE FUNDAMENTACIÓN.


DEBE DECLARARSE ASÍ CONFORME AL ARTÍCULO 51, FRACCIÓN IV,
DE LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO CUANDO NO OBSTANTE HABERSE CITADO EL
PRECEPTO QUE PREVEA LA COMPETENCIA TERRITORIAL DE LAS
AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS Y NO HABER EMANADO LA
RESOLUCIÓN IMPUGNADA DE UNA PETICIÓN, INSTANCIA O
RECURSO, SE HAYA OMITIDO TRANSCRIBIR LA PORCIÓN
NORMATIVA DEL PRECEPTO EN QUE SE FUNDE (APLICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA 2a./J. 99/2007).: Tribunales Colegiados de Circuito.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXVI, Septiembre
de 2007. Tesis: I.5o.A.79 A. Página: 2557.

Asimismo sírvase lo siguiente;

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. AL SER


UN PRESUPUESTO PROCESAL CUYO ESTUDIO ES DE ORDEN
PÚBLICO LAS SALAS DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y
ADMINISTRATIVA DEBEN ANALIZARLA DE OFICIO, SIN DISTINGUIR
SI SE TRATA DE LA INDEBIDA, INSUFICIENTE O DE LA FALTA DE
FUNDAMENTACIÓN DE AQUÉLLA. No. Registro: 172,812. Jurisprudencia.
Materia(s): Administrativa. Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados
de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXV,
Abril de 2007. Tesis: VIII.3o. J/22. Página: 1377.

Ahora bien si bien es cierto en el ACUERDO MEDIANTE EL CUAL SE DELEGAN


ATRIBUCIONES A SERVIDORES PÚBLICOS DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN
TRIBUTARIA QUE EN EL MISMO SE INDICAN, se advierte que el Titular de dicha
dependencia delegó a Administrador General de Auditoría Fiscal Federal, en los

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Administradores Central de Operación de la Fiscalización Nacional, Central de Análisis
Técnico Fiscal, Central de Planeación y Programación de Auditoría Fiscal Federal,
Central de Verificación y Evaluación de Entidades Federativas en Materia de
Coordinación Fiscal, Central de Fiscalización Estratégica y Central de Devoluciones y
Compensaciones, la facultad de presumir la inexistencia de operaciones amparadas
con comprobantes fiscales, así como notificar a los contribuyentes que se encuentren
en esta situación, solicitar las publicaciones en el Diario Oficial de la Federación,
valorar las pruebas y defensas que aporten estos contribuyentes y emitir y notificar la
resolución que determine se ampararon operaciones inexistentes con comprobantes
fiscales, y en general, llevar a cabo el procedimiento previsto en el artículo 69-B del
Código Fiscal de la Federación; no menos cierto es que de lo aducido con anterioridad,
no se aprecia, en el reglamento señalado, que específicamente el Administrador
Desconcentrado de Auditoría Fiscal del Distrito Federal "1"quién emitió las resoluciones
impugnadas en este, proceso tenga la competencia material para emitir dichos actos
de molestia.

Así las cosas la autoridad demandada debió invocar el precepto legal que le
confería al servidor público denominado Subadministrador Desconcentrado de
Auditoría Fiscal del Distrito Federal "1", la facultad especifica de emitir y notificar la
resolución que determine que se ampararon operaciones inexistentes con
comprobantes fiscales.

De igual manera si bien es cierto que en el Acuerdo mediante el cual se delegan


atribuciones a Servidores Públicos del Servicio de Administración Tributaria que en el
mismo se indican, se confiere la facultad al Administrador Desconcentrado de Auditoría
Fiscal, de emitir y notificar la resolución que determine que se ampararon operaciones
inexistentes con comprobantes fiscales; no menos cierto es que la invocación de
dicho acuerdo en la resolución impugnada, viola el principio de jerarquía
normativa y reserva de la ley, toda vez que concede facultades específicas
que no se encuentran en la Ley del Servicio de Administración Tributaria, ni
en el Reglamento Interior de la mencionada autoridad.

Por lo tanto al no invocarse la norma de la Ley del Servicio de Administración


Tributaria o de su reglamento interior que permitiera al Jefe de dicha dependencia
delegar la facultad de emitir y notificar la resolución que determine que se ampararon
operaciones inexistentes con comprobantes fiscales mediante un acuerdo, la
competencia de la autoridad que emitió el acto de autoridad resulta insuficiente por
transgredir el aludido principio de legalidad, toda vez que el Acuerdo delegatorio de
facultades multicitado por si solo no puede conceder facultades de la autoridad
administrativa, no concedidas expresamente en la Ley.

Robustece lo anterior lo siguiente:

ACTOS ADMINISTRATIVOS GENERALES. DEBEN SUJETARSE A LOS


PRINCIPIOS DE RESERVA DE LEY Y DE SUBORDINACIÓN
JERÁRQUICA. Los actos administrativos generales, aun cuando no son
reglamentos desde una óptica formal, reflejan la voluntad de la
administración pública en ejercicio de sus potestades, con efectos

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generales, por lo que deben sujetarse a los principios de reserva de ley y
de subordinación jerárquica, ya que la voluntad plasmada por la autoridad
administrativa no puede exceder lo dispuesto en la ley ni invadir la facultad
del legislador. Lo anterior es así, porque el acto administrativo general se
dicta en observancia de la ley, de lo que resulta que es competencia
exclusiva de ésta determinar el qué, quién, dónde y cuándo de una
situación jurídica general, hipotética y abstracta, a diferencia del decreto o
acuerdo, que sólo operará dentro del límite del cómo, es decir, únicamente
podrá establecer los lineamientos para la ejecución del mandato legal.
Época: Novena Época, Registro: 161926, Instancia: Tribunales Colegiados
de Circuito, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XXXIII, Junio de 2011, Materia(s):
Constitucional, Tesis: I.1o.(I Región) 7 A, Página: 1081

A mayor abundamiento, cabe señalar que el primer párrafo del artículo 90, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dispone que “La administración
pública federal será centralizada y paraestatal conforme a la ley orgánica que expida
el congreso, que distribuirá los negocios del orden administrativo de la Federación que
estarán a cargo de las secretarías del estado…”; de lo anterior se deduce que las
reglas generales administrativas dictadas en ejercicio de una facultad conferida por
una ley expedida por el Congreso de la Unión a una secretaría de Estado constituyen
una categoría de ordenamientos que no son de índole legislativa ni reglamentaria, sino
que se trata de cuerpos normativos sobre aspectos técnicos y operativos para materias
específicas, cuya existencia obedece a los constantes avances de la tecnología y al
acelerado crecimiento de la administración pública, por lo que su expedición no pugna
con el principio de distribución de atribuciones entre los diferentes órganos del poder
público.

Así las cosas bajo ese criterio, cabe inferir que los reglamentos constituyen u
conjunto de normas de carácter general expedidas por el Presidente de la República
para dar cumplimiento a las leyes; los decretos administrativos formalizan la expresión
jurídica de la voluntad del órgano ejecutivo en ejercicio de sus funciones, sobre casos
concretos de los negocios públicos; las órdenes constituyen mandamientos del superior
que deben ser obedecidas, ejecutadas y cumplidas por los inferiores jerárquicos; y el
acuerdo administrativo, por su parte constituye una decisión del Titular del Poder
Ejecutivo Federal dirigida a los órganos subordinados cuyos efectos se producen dentro
de la propia estructura interna, que no atañen a los particulares o a otros sujetos de
derecho que no tengan carácter de funcionarios o trabajadores al servicio del Estado.

En este orden de ideas, tenemos que el Jefe del Servicio de Administración


Tributaria al emitir el Acuerdo mediante el cual se delegan atribuciones a Servidores
Públicos del Servicio de Administración Tributaria que en el mismo se indican, adiciona
el Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria, pues dicho
ordenamiento legal no contempla competencia de este servidor público ni de ningún
otro funcionario de dicha institución para emitir y notificar la resolución que determine
que se ampararon operaciones inexistentes con comprobantes fiscales, de ahí que se
considere que en la especie se viola el principio de reserva de ley, toda vez que el

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Acuerdo delegatorio de facultades multicitado por sí sólo no puede concederé
facultades de la autoridad administrativa, no concedidas expresamente en la Ley.

Luego entonces, con base en lo argumentado anteriormente la autoridad


responsable tiene que considerar que resulta ilegal toda vez que no se fundó
debidamente la competencia de la autoridad quien la emitió y pues el funcionario que
emitió esta última viola el principio de reserva de ley.

Es aplicable a lo anterior:

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. AL SER


UN PRESUPUESTO PROCESAL CUYO ESTUDIO ES DE ORDEN
PÚBLICO LAS SALAS DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y
ADMINISTRATIVA DEBEN ANALIZARLA DE OFICIO, SIN DISTINGUIR
SI SE TRATA DE LA INDEBIDA, INSUFICIENTE O DE LA FALTA DE
FUNDAMENTACIÓN DE AQUÉLLA. De la interpretación de las tesis
jurisprudenciales P./J. 10/94, 2a./J. 99/2006, 2a./J. 57/2001 y 2a./J.
115/2005, publicadas en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Octava Época, Número 77, mayo de 1994, página 12 y Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomos XXIV, julio de 2006;
XIV, noviembre de 2001; y, XXII, septiembre de 2005, páginas 345, 31 y
310, respectivamente, de rubros: "COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN
ES REQUISITO ESENCIAL DEL ACTO DE AUTORIDAD."; "COMPETENCIA DE LA
AUTORIDAD DEMANDADA EN EL JUICIO DE NULIDAD. DEBE ANALIZARSE EN
TODOS LOS CASOS POR EL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y
ADMINISTRATIVA."; "COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES
ADMINISTRATIVAS. EN EL MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO
DE MOLESTIA, DEBE SEÑALARSE CON PRECISIÓN EL PRECEPTO LEGAL QUE
LES OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA Y, EN SU CASO, LA RESPECTIVA
FRACCIÓN, INCISO Y SUBINCISO."; y "COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES
ADMINISTRATIVAS. EL MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE
MOLESTIA A PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL QUE
LES OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO,
FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS CONTENGA,
SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE TRANSCRIBIRSE LA
PARTE CORRESPONDIENTE."; se colige que cuando se analiza la
competencia material, por grado o territorio de cualquier autoridad
administrativa, entre las que se incluye a la fiscal, no cabe distinguir entre
su falta o ausencia o una indebida o incompleta fundamentación, para que
las Salas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa estén
obligadas a examinarla en forma oficiosa, toda vez que, como presupuesto
procesal que atañe a la correcta integración de un procedimiento, es una
cuestión de orden público, mayor aún en un procedimiento que concluye
con una resolución definitiva que establece cargas fiscales a un particular.
Lo anterior es así, ya que por imperativo del artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos la autoridad que lleva a cabo un
acto de molestia, tiene la ineludible obligación de justificar a plenitud que
está facultada para hacerlo, lo cual implica necesariamente que cuenta con

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competencia para ello en los tres ámbitos mencionados, es decir, por razón
de materia, grado o territorio, expresando en el documento respectivo el
carácter con el que suscribe y el dispositivo, acuerdo o decreto que le
otorgue dicha legitimación, aun en el supuesto de que la norma legal no
contemple apartados, fracción o fracciones, inciso y subincisos, pues en tal
caso, debe llegar incluso al extremo de hacer la transcripción
correspondiente del precepto en que funde debidamente su competencia,
toda vez que la garantía de fundamentación consagrada en el citado
artículo 16, lleva implícita la idea de exactitud y precisión en la cita de las
normas legales que facultan a la autoridad administrativa para emitir el
acto de molestia de que se trate, ya que sólo así podrá justificar si su
actuación se encuentra dentro del ámbito competencial respectivo; de tal
manera que si en un acto de molestia no se citan con exactitud y precisión
las normas legales que facultan a la autoridad administrativa para afectar
al gobernado, ese acto concreto de autoridad carece de eficacia y validez,
en tanto que aquélla no proporcionó los elementos esenciales que
permitan conocer si tiene competencia para incursionar en la esfera
jurídica del particular, pues de lo contrario se le dejaría en estado de
indefensión, toda vez que ignoraría cuál de todas las normas legales que
integran el texto normativo es la específicamente aplicable a la actuación
del órgano del que emana y en ese sentido, aun cuando la indebida,
insuficiente o falta de fundamentación de la competencia de la autoridad
generan la ilegalidad de la resolución administrativa en términos de la
fracción II del artículo 238 del Código Fiscal de la Federación, vigente hasta
el 31 de diciembre de 2005, cuyo contenido sustancial se reproduce en la
fracción II del artículo 51 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, relativa a la omisión de los requisitos formales exigidos por
las leyes; conforme al contenido y alcance del penúltimo párrafo de ese
numeral, coincidente con el penúltimo párrafo del invocado artículo 51, las
Salas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa están
obligadas a examinarla de oficio, al resultar ilegal el acto combatido,
precisamente por la actuación o intervención de una autoridad que no
acreditó tener competencia. Época: Novena Época, Registro: 172812,
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis: Jurisprudencia,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXV, Abril
de 2007, Materia(s): Administrativa, Tesis: VIII.3o. J/22, Página: 1377

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL


MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A
PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES
OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO,
FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS
CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE
TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE. De lo dispuesto en la
tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal en Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación Número 77, mayo de 1994, página 12, con el

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rubro: "COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL DEL
ACTO DE AUTORIDAD.", así como de las consideraciones en las cuales se
sustentó dicho criterio, se advierte que la garantía de fundamentación
consagrada en el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de exactitud y precisión en la cita
de las normas legales que facultan a la autoridad administrativa para
emitir el acto de molestia de que se trate, al atender al valor jurídicamente
protegido por la exigencia constitucional, que es la posibilidad de otorgar
certeza y seguridad jurídica al particular frente a los actos de las
autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y, por tanto, asegurar
la prerrogativa de su defensa ante un acto que no cumpla con los
requisitos legales necesarios. En congruencia con lo anterior, se concluye
que es un requisito esencial y una obligación de la autoridad fundar en el
acto de molestia su competencia, pues sólo puede hacer lo que la ley le
permite, de ahí que la validez del acto dependerá de que haya sido
realizado por la autoridad facultada legalmente para ello dentro de su
respectivo ámbito de competencia, regido específicamente por una o
varias normas que lo autoricen; por tanto, para considerar que se cumple
con la garantía de fundamentación establecida en el artículo 16 de la
Constitución Federal, es necesario que la autoridad precise
exhaustivamente su competencia por razón de materia, grado o territorio,
con base en la ley, reglamento, decreto o acuerdo que le otorgue la
atribución ejercida, citando en su caso el apartado, fracción, inciso o
subinciso; sin embargo, en caso de que el ordenamiento legal no los
contenga, si se trata de una norma compleja, habrá de transcribirse la
parte correspondiente, con la única finalidad de especificar con claridad,
certeza y precisión las facultades que le corresponden, pues considerar lo
contrario significaría que el gobernado tiene la carga de averiguar en el
cúmulo de normas legales que señale la autoridad en el documento que
contiene el acto de molestia, si tiene competencia por grado, materia y
territorio para actuar en la forma en que lo hace, dejándolo en estado de
indefensión, pues ignoraría cuál de todas las normas legales que integran
el texto normativo es la específicamente aplicable a la actuación del
órgano del que emana, por razón de materia, grado y territorio. Época:
Novena Época, Registro: 177347, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo XXII, Septiembre de 2005, Materia(s): Administrativa, Tesis: 2a./J.
115/2005, Página: 310
Tesis de jurisprudencia 115/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este
Alto Tribunal, en sesión privada del nueve de septiembre de dos mil cinco.

Sin embargo, manifestamos que la resolución no está debidamente fundada por


lo que hace a la competencia de la autoridad que supuestamente la firma, pues si bien
es cierto, se mencionan los ordenamientos legales y artículos de los que se desprende
la existencia orgánica de la autoridad, también lo es que, la atribución de presumir la
inexistencia de operaciones amparadas con comprobantes fiscales, así como notificar a
los contribuyentes que se encuentren en esta situación, solicitar las publicaciones en el

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Diario Oficial de la Federación, valorar las pruebas y defensas que aporten estos
contribuyentes y emitir y notificar la resolución que determine si ampararon
operaciones inexistentes con comprobantes fiscales, y en general, llevar a cabo el
procedimiento previsto en el artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación, es una
atribución exclusiva del Jefe del Servicio de Administración Tributaria, que no es posible
delegar en sus subalternos; por consiguiente el Acuerdo mediante el cual el Jefe del
Servicio de Administración Tributaria pretende delegar dicha atribución a sus
subalternos, publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha siete de enero del
año dos mil catorce; en especial a la Administración Desconcentrada de Auditoría Fiscal
del Distrito Federal "1" del Servicio de Administración Tributaria de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público no debe producir efecto legal alguno.

Sin embargo, consideramos que las resoluciones no están debidamente


fundadas por lo que hace a la competencia de la autoridad que las emite, pues si bien
es cierto, se mencionan los ordenamientos legales y artículos de los que se desprende
la existencia orgánica de la autoridad, también lo es que, la atribución de presumir la
inexistencia de operaciones amparadas con comprobantes fiscales, así como notificar a
los contribuyentes que se encuentren en esta situación, solicitar las publicaciones en el
Diario Oficial de la Federación, valorar las pruebas y defensas que aporten estos
contribuyentes y emitir y notificar la resolución que determine si ampararon
operaciones inexistentes con comprobantes fiscales, y en general, llevar a cabo el
procedimiento previsto en el artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación, es una
atribución exclusiva del Jefe del Servicio de Administración Tributaria, que no es posible
delegar en sus subalternos; por consiguiente el Acuerdo mediante el cual el Jefe del
Servicio de Administración Tributaria pretende delegar dicha atribución a sus
subalternos, publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha veintitrés de junio
del año dos mil dieciséis; en especial a la Administración Central de Fiscalización
Estratégica, adscrita a la Administración General de Auditoría Fiscal Federal del
Servicio de Administración Tributaria.

Efectivamente, el Servicio de Administración Tributaria al ser un órgano


desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público solo puede llevar a cabo
las funciones para las cuales se creó y que recibe del órgano central.

Las autoridades que integran al organismo, y en especial su titular, el Jefe del


Servicio de Administración Tributaria tiene las atribuciones que expresamente se le
confieren en la Ley del Servicio de Administración Tributaria, su Reglamento y otras
disposiciones relativas y aplicables; atribuciones que por supuesto puede delegar,
siempre y cuando esté expresamente señalado la facultad de delegar.

El pasado siete de enero del año dos mil catorce, el Jefe del Servicio de
Administración Tributaria, expidió el Acuerdo mediante el cual se delegan diversas
atribuciones a Servidores Públicos del Servicio de Administración Tributaria que en el
mismo se indican; entre las atribuciones que pretende delegar se encuentran la de "...
presumir la inexistencia de operaciones amparadas con comprobantes fiscales, así
como notificar a los contribuyentes que se encuentren en esta situación, solicitar las
publicaciones en el Diario Oficial de la Federación, valorar las pruebas y defensas que
aporten estos contribuyentes y emitir y notificar la resolución que determine se

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ampararon operaciones inexistentes con comprobantes fiscales, y en general, llevar a
cabo el procedimiento previsto en el artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación. ";
sin embargo, del artículo 14 de la Ley del Servicio de Administración Tributaria, que es
el ordenamiento legal del cual se desprenden las atribuciones del Jefe del referido
órgano desconcentrado, no se comprende la atribución mencionada con anterioridad,
misma que se contempla en el reciente artículo 69-B del Código Fiscal de la
Federación; luego entonces, si de la Ley del Servicio de Administración Tributaria (SAT)
no se desprende dicha atribución a favor del Jefe del SAT, mucho menos se desprende
la posibilidad de delegar una atribución que dicha autoridad no tiene, razón por la que
consideramos que la resolución que combatimos carece de la debida fundamentación
por lo que hace a la competencia de la autoridad que la emite.

En efecto, el Jefe del Servicio de Administración Tributaria solo puede delegar


las atribuciones que a él se le han conferido, pero si del artículo 14 de la Ley del SAT no
se desprende atribución alguna que le permita aplicar y substanciar el procedimiento
del artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación, ni de ningún otro ordenamiento
legal, en vía de consecuencia tampoco puede delegar en un subalterno la atribución
que no le corresponde, razón por la que impugnamos el acto de autoridad contenido en
la resolución definitiva correspondiente, ello por falta de fundamentación respecto a la
competencia de la autoridad emisora, lo que en la especie no acontece por lo que
solicito se declare la nulidad lisa y llana de la resolución impugnada.

DECIMOPRIMER CONCEPTO DE IMPUGNACION. – Procede declarar la


nulidad lisa y llana de la resolución recurrida en términos del artículo 52
fracción II de la Ley Federal del Procedimiento Contencioso Administrativo.

Lo anterior obedece a que con fecha 9 de Diciembre del 2020 la empresa


Sinaprit servicios SA de CV promovió juicio de nulidad en términos del artículo 16
fracción II de la Ley Federal del procedimiento contencioso administrativo en contra de
la resolución definitiva a qué se refiere el cuarto párrafo del artículo 69 del código fiscal
de la Federación contenida en el oficio con terminación 13876 de 20/08/2020, el
anterior juicio fue radicado en la tercera ponencia de la segunda sala regional norte
este Del Estado de México bajo el expediente 2669/ 20-11- 02- 3, sustanciado el
procedimiento, el 25/06/2021 se resolvió en definitiva el juicio 2669/20-11-02-3 donde
se declaró la nulidad lisa y llana de la resolución combatida y se ordenó a la autoridad
que una vez que quedará firme el fallo incluyera a la persona moral Sinaprit servicios
SA de CV en el listado trimestral de los contribuyentes que obtuvieron sentencias
favorables, luego entonces la anterior resolución quedó firme por Ministerio de ley,
pues No obstante que fue controvertida por la autoridad enjuiciada mediante recurso
de revisión fiscal 132/2021 radicado en el primer Tribunal colegiado en materia
administrativa del segundo circuito mediante proveído de 19 de Agosto del 2021 se
desechó tal medio de defensa. Situación que se hizo constar en acuerdos del 24 de
agosto del 2021 y 03 de septiembre del 2021 dictados en el juicio 2669/20-11-02-3 y
que se advierte de la consulta realizada al sistema de control y seguimiento de juicios
de este Tribunal misma que constituye un hecho notorio y que puede ser invocado
conforme al artículo 50 primer párrafo de la Ley Federal del procedimiento contencioso
administrativo.

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Luego entonces constituye un hecho notorio que si la empresa con la que mi
mandante logro desvirtuar las “supuestas irregularidades de la autoridad fiscal” es
claro que constituye un hecho notorio que la resolución impugnada carece de soporte
jurídico.

Ahora bien, considerando los antecedentes plasmados y a efecto de dilucidar la


cuestión efectivamente planteada, consideró necesario traer a colación lo dispuesto
por el artículo 69-b del código fiscal de la federación que es del contenido literal
siguiente:

Artículo 69-B. Cuando la autoridad fiscal detecte que un contribuyente


ha estado emitiendo comprobantes sin contar con los activos, personal,
infraestructura o capacidad material, directa o indirectamente, para
prestar los servicios o producir, comercializar o entregar los bienes que
amparan tales comprobantes, o bien, que dichos contribuyentes se
encuentren no localizados, se presumirá la inexistencia de las
operaciones amparadas en tales comprobantes.

En este supuesto, procederá a notificar a los contribuyentes que se


encuentren en dicha situación a través de su buzón tributario, de la
página de Internet del Servicio de Administración Tributaria, así como
mediante publicación en el Diario Oficial de la Federación, con el objeto
de que aquellos contribuyentes puedan manifestar ante la autoridad fiscal
lo que a su derecho convenga y aportar la documentación e información
que consideren pertinentes para desvirtuar los hechos que llevaron a la
autoridad a notificarlos. Para ello, los contribuyentes interesados contarán
con un plazo de quince días contados a partir de la última de las
notificaciones que se hayan efectuado.

Los contribuyentes podrán solicitar a través del buzón tributario, por


única ocasión, una prórroga de cinco días al plazo previsto en el párrafo
anterior, para aportar la documentación e información respectiva,
siempre y cuando la solicitud de prórroga se efectúe dentro de dicho
plazo. La prórroga solicitada en estos términos se entenderá concedida
sin necesidad de que exista pronunciamiento por parte de la autoridad y
se comenzará a computar a partir del día siguiente al del vencimiento del
plazo previsto en el párrafo anterior.

Transcurrido el plazo para aportar la documentación e información y, en


su caso, el de la prórroga, la autoridad, en un plazo que no excederá de
cincuenta días, valorará las pruebas y defensas que se hayan hecho valer
y notificará su resolución a los contribuyentes respectivos a través del
buzón tributario. Dentro de los primeros veinte días de este plazo, la
autoridad podrá requerir documentación e información adicional al
contribuyente, misma que deberá proporcionarse dentro del plazo de diez
días posteriores al en que surta efectos la notificación del requerimiento
por buzón tributario. En este caso, el referido plazo de cincuenta días se
suspenderá a partir de que surta efectos la notificación del requerimiento

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y se reanudará el día siguiente al en que venza el referido plazo de diez
días. Asimismo, se publicará un listado en el Diario Oficial de la
Federación y en la página de Internet del Servicio de Administración
Tributaria, de los contribuyentes que no hayan desvirtuado los hechos
que se les imputan y, por tanto, se encuentran definitivamente en la
situación a que se refiere el primer párrafo de este artículo. En ningún
caso se publicará este listado antes de los treinta días posteriores a la
notificación de la resolución.

Los efectos de la publicación de este listado serán considerar, con efectos


generales, que las operaciones contenidas en los comprobantes fiscales
expedidos por el contribuyente en cuestión no producen ni produjeron
efecto fiscal alguno.

La autoridad fiscal también publicará en el Diario Oficial de la Federación


y en la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria,
trimestralmente, un listado de aquellos contribuyentes que logren
desvirtuar los hechos que se les imputan, así como de aquellos que
obtuvieron resolución o sentencia firmes que hayan dejado sin efectos la
resolución a que se refiere el cuarto párrafo de este artículo, derivado de
los medios de defensa presentados por el contribuyente.

Si la autoridad no notifica la resolución correspondiente, dentro del plazo


de cincuenta días, quedará sin efectos la presunción respecto de los
comprobantes fiscales observados, que dio origen al procedimiento.

Las personas físicas o morales que hayan dado cualquier efecto


fiscal a los comprobantes fiscales expedidos por un contribuyente
incluido en el listado a que se refiere el párrafo cuarto de este
artículo, contarán con treinta días siguientes al de la citada
publicación para acreditar ante la propia autoridad, que
efectivamente adquirieron los bienes o recibieron los servicios
que amparan los citados comprobantes fiscales, o bien
procederán en el mismo plazo a corregir su situación fiscal,
mediante la declaración o declaraciones complementarias que
correspondan, mismas que deberán presentar en términos de este
Código.

En caso de que la autoridad fiscal, en uso de sus facultades de


comprobación, detecte que una persona física o moral no acreditó la
efectiva prestación del servicio o adquisición de los bienes, o no corrigió
su situación fiscal, en los términos que prevé el párrafo anterior,
determinará el o los créditos fiscales que correspondan. Asimismo, las
operaciones amparadas en los comprobantes fiscales antes señalados se
considerarán como actos o contratos simulados para efecto de los delitos
previstos en este Código.

Del precepto transcrito obtenemos medularmente que cuando la autoridad fiscal


detecta que un contribuyente ha estado emitiendo comprobantes sin contar con los

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recursos necesarios para prestar los servicios o producir comercializar o entregar los
bienes que amparan tales comprobantes presumirá la inexistencia de las operaciones
amparadas en tales comprobantes punto en ese supuesto se inicia un procedimiento
en el que el contribuyente cuya situación fiscal se encuentra incierta podrá desvirtuar
la presunción de inexistencia en que se colocó mediante la aportación de la
documentación e información que considere pertinente coma una vez transcurridos los
plazos previstos la autoridad emita emitirá resolución definitiva en la que resolverá la
situación fiscal del contribuyente en caso de que determine que no desvirtuó la
presunción de inexistencia de las operaciones se publicará en el listado en el Diario
Oficial de la Federación en la página de internet del servicio de Administración
Tributaria de los contribuyentes que no hayan desvirtuado los hechos que se le
imputan punto Por su parte respecto de aquellos contribuyentes que efectuaron
intercambio de operaciones con la empresa ubicada en el supuesto de inexistencia y
que dieron efectos fiscales a los comprobantes fiscales expedidos por esta como es el
caso de mi representada podrán acreditar ante la propia autoridad que efectivamente
adquirieron los bienes o recibieron los servicios que amparan los citados comprobantes
fiscales o bien procederán en el mismo plazo a corregir su situación fiscal mediante la
presentación de las declaraciones complementarias que correspondan. En caso de que
la autoridad fiscal detecte que una persona física o moral no acreditó la efectiva
prestación del servicio o adquisición de los bienes o no corrigió su situación fiscal
determinará el o los créditos fiscales que correspondan y además considerará que las
operaciones amparadas en los comprobantes fiscales como actos o contratos
simulados. Acordé a lo señalado tenemos que el artículo analizado contempla la
existencia de 2 sujetos obligados:

 Empresas que facturan operaciones simuladas conocidas como efos por sus
siglas.

Estas empresas son aquellas sobre los cuales versa la presunción de inexistencia de las
operaciones amparadas en los comprobantes fiscales que expidieron por los servicios
prestados párrafos primero y cuarto del artículo 69 B del código fiscal de la Federación
punto en este supuesto se ubicó la proveedora denominada SINAPRIT SERVICIOS SA de
CV.

 Empresas que deducen operaciones simuladas conocidas como EDOS por sus
siglas.

Son aquellos contribuyentes que otorgaron efectos fiscales a los comprobantes


fiscales que expidieron las EFOS y cuya situación fiscal se encuentra incierta por la
presunción en que se ubicó la proveedora penúltimo párrafo del artículo 69 B del
código fiscal de la Federación. Este último es el carácter que ostentaba mi
representado Operadora de Hoteles Monforte, SA de CV.

Establecido lo anterior y en vista de que mi representada supuestamente tiene


el carácter de una empresa que deduce operaciones simuladas es necesario mencionar
que dicha figura se encuentra prevista en el penúltimo párrafo del artículo 69 B del
código fiscal de la Federación que establece como prerrogativa en favor de éstas la
posibilidad de desvirtuar la situación en que se colocó la prestadora de servicios

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concretamente de las actividades que se efectuaron entre sí. Lo que conllevaría como
resultado del acredita miento que en su caso efectúe que las operaciones amparadas
en los comprobantes que emitió la empresa proveedora se presumen válidos y por
tanto surten efectos fiscales para ambos contribuyentes. Ahora del análisis efectuado a
las resoluciones que aquí se impugnan se obtiene que:

- En vista del supuesto en que se había colocado la distribuidora y


prestadora de servicios Sinaprit Servicios SA de CV y a fin de demostrar
la materialidad e idoneidad de las operaciones efectuadas con esta
ingresó en la oficialía de partes de la administración Desconcentrada de
Auditoría Fiscal del servicio de Administración Tributaria escrito de
manifestaciones donde además exhibió pruebas, mismas documentales
que no son valoradas correctamente por la autoridad demandada.

En el mismo orden de ideas la situación fiscal de ambos contribuyentes en


relación con aquellos servicios prestados y en su caso obtenidos se encuentran
supeditados a que una u otra empresa desvirtúe la presunción de inexistencia o bien
acredite la materialidad de sus actividades o servicios efectuados, así en concordancia
con lo anterior y atento a las relatoría de antecedentes efectuada puede ver esta H.
Sala que se tiene a la persona moral SINAPRIT servicios SA de CV que promovió juicio n
de nulidad en contra de la resolución definitiva a qué se refiere el cuarto párrafo del
artículo 69 B del código fiscal de la Federación, juicio que quedó radicado en la tercera
ponencia de la segunda sala regional norte este del Estado de México bajo el
expediente 2669/20-11-02-3 y que fue resuelto mediante sentencia definitiva de 25 de
Junio del 2021 en la cual se anuló de forma lisa y llana la resolución que enviaba a
Sinaprit servicios a la lista negra a que se refiere el cuarto párrafo del artículo 69 -b del
código fiscal federal y cuya consulta constituye un hecho notorio en términos del
artículo 50 primer párrafo de la Ley Federal de procedimiento contencioso
administrativo que puede ser invocado al tratarse de un hecho notorio y como prueba
de que la resolución aquí recurrida no tiene sustento legal alguno.

Sirve de apoyo a lo anterior el siguiente criterio jurisprudencial:

Suprema Corte de Justicia de la Nación


Registro digital: 2017123
Instancia: Pleno
Décima Época
Materias(s): Común
Tesis: P./J. 16/2018 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 55,
Junio de 2018, Tomo I, página 10
Tipo: Jurisprudencia

HECHOS NOTORIOS. TIENEN ESE CARÁCTER LAS VERSIONES


ELECTRÓNICAS DE LAS SENTENCIAS ALMACENADAS Y
CAPTURADAS EN EL SISTEMA INTEGRAL DE SEGUIMIENTO DE
EXPEDIENTES (SISE). Jurídicamente, el concepto de hecho notorio se
refiere a cualquier acontecimiento de dominio público conocido por todos

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o casi todos los miembros de un cierto círculo social en el momento en
que va a pronunciarse la decisión judicial, respecto del cual no hay duda
ni discusión alguna y, por tanto, conforme al artículo 88 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, los hechos notorios pueden invocarse
por el tribunal, aunque no hayan sido alegados ni probados por las partes.
Por otro lado, de los artículos 175, 176, 177 y 191 a 196 del Acuerdo
General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal que establece las
disposiciones en materia de actividad administrativa de los órganos
jurisdiccionales, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 15 de
enero de 2015, se obtiene que es obligación de los Juzgados de Distrito y
de los Tribunales de Circuito, capturar la información de los expedientes
de su conocimiento y utilizar el módulo de sentencias del Sistema Integral
de Seguimiento de Expedientes (SISE), en el cual deben capturar las
versiones electrónicas de las resoluciones emitidas por ellos, a cuya
consulta tienen acceso los restantes órganos jurisdiccionales del Poder
Judicial de la Federación, lo cual otorga a las versiones electrónicas de las
resoluciones emitidas por los Juzgados de Distrito y por los Tribunales de
Circuito el carácter de hecho notorio para el órgano jurisdiccional
resolutor y, por tanto, pueden invocarse como tales, sin necesidad de
glosar al expediente correspondiente la copia certificada de la diversa
resolución que constituye un hecho notorio, pues en términos del artículo
88 mencionado, es innecesario probar ese tipo de hechos. Lo anterior,
con independencia de que la resolución invocada como hecho notorio
haya sido emitida por un órgano jurisdiccional diferente de aquel que
resuelve, o que se trate o no de un órgano terminal, pues todos los
Juzgados de Distrito y Tribunales de Circuito deben capturar en el módulo
de sentencias del SISE, la versión electrónica de las resoluciones que
emiten, las cuales pueden consultarse por cualquier otro órgano
jurisdiccional, lo que genera certeza de lo resuelto en un expediente
diferente.
Contradicción de tesis 423/2016. Entre las sustentadas por el Tercer
Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Quinta Región, con
residencia en Culiacán, Sinaloa, el Décimo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Primer Circuito, el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer
Circuito. 8 de marzo de 2018. Mayoría de siete votos de los Ministros
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Margarita Beatriz Luna Ramos, José
Fernando Franco González Salas, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Eduardo
Medina Mora I., Javier Laynez Potisek y Luis María Aguilar Morales;
votaron en contra José Ramón Cossío Díaz, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea
y Alberto Pérez Dayán. Ausente: Norma Lucía Piña Hernández. Ponente:
Javier Laynez Potisek. Secretario: Carlos Alberto Araiza Arreygue.

Tesis y criterios contendientes:

Tesis I.10o.C.2 K (10a.), de título y subtítulo: "HECHO NOTORIO. LO


CONSTITUYEN LAS RESOLUCIONES DE LOS ÓRGANOS DEL CONSEJO DE LA

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JUDICATURA FEDERAL QUE SE REGISTRAN EN EL SISTEMA INTEGRAL DE
SEGUIMIENTO DE EXPEDIENTES (SISE).", aprobada por el Décimo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y publicada en el Semanario
Judicial de la Federación del viernes 8 de mayo de 2015 a las 9:30 horas y
en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro
18, Tomo III, mayo de 2015, página 2187.

Tesis (V Región)3o.2 K (10a.), de título y subtítulo: "HECHOS NOTORIOS.


PUEDEN INVOCARSE COMO TALES, LOS AUTOS O RESOLUCIONES
CAPTURADOS EN EL SISTEMA INTEGRAL DE SEGUIMIENTO DE
EXPEDIENTES (SISE), AL SER INFORMACIÓN FIDEDIGNA Y AUTÉNTICA.",
aprobada por el Tercer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar
de la Quinta Región, con residencia en Culiacán, Sinaloa, y publicada en el
Semanario Judicial de la Federación del viernes 14 de agosto de 2015 a
las 10:05 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Décima Época, Libro 21, Tomo III, agosto de 2015, página 2181, y

El sustentado por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer


Circuito, al resolver el recurso de reclamación 23/2016, y el diverso
sustentado por el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito, al resolver el amparo en revisión 244/2016.

El Tribunal Pleno, el veintiocho de mayo en curso, aprobó, con el número


16/2018 (10a.), la tesis jurisprudencial que antecede. Ciudad de México, a
veintiocho de mayo de dos mil dieciocho.

Nota: El Acuerdo General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal


que establece las disposiciones en materia de actividad administrativa de
los órganos jurisdiccionales citado, aparece publicado en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 14, Tomo III,
enero de 2015, página 2127.
Esta tesis se publicó el viernes 08 de junio de 2018 a las 10:14 horas en el
Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de
aplicación obligatoria a partir del lunes 11 de junio de 2018, para los
efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario
19/2013.

De igual forma sirven de apoyo a lo anterior, el siguiente:

Suprema Corte de Justicia de la Nación


Registro digital: 183053
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Novena Época
Materias(s): Común
Tesis: XXI.3o. J/7
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo
XVIII, Octubre de 2003, página 804

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Tipo: Jurisprudencia

HECHO NOTORIO. LO CONSTITUYEN PARA LOS TRIBUNALES DE


CIRCUITO Y JUZGADOS DE DISTRITO LAS RESOLUCIONES QUE SE
PUBLICAN EN LA RED INTRANET DEL PODER JUDICIAL DE LA
FEDERACIÓN. Las publicaciones en la red intranet de las resoluciones
que emiten los diversos órganos del Poder Judicial de la Federación
constituyen hecho notorio, en términos de lo dispuesto por el artículo 88
del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la
Ley de Amparo, porque la citada red es un medio electrónico que forma
parte de la infraestructura de comunicación del Poder Judicial de la
Federación, creada para interconectar computadoras del Máximo Tribunal
y todos los Tribunales y Juzgados Federales del país, permitiendo realizar
consultas de jurisprudencia, legislación y de la base de datos que
administra los asuntos que ingresan a la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, por lo que es válido que los Magistrados de Tribunales de Circuito
y Jueces de Distrito invoquen de oficio las resoluciones que se publiquen
en ese medio para resolver un asunto en particular, sin que se haya
ofrecido ni alegado por las partes y aun cuando no se tenga a la vista de
manera física el testimonio autorizado de tales resoluciones.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 79/2003. Laura Olivia Liquidano García. 23 de abril de
2003. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Carreón Hurtado. Secretaria:
Gloria Avecia Solano.
Amparo directo 148/2003. Francisco Villasana Marín. 15 de mayo de
2003. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Carreón Hurtado. Secretaria:
Gloria Avecia Solano.
Amparo directo 251/2003. María Guadalupe Analco de la Sancha. 27 de
agosto de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Carreón Hurtado.
Secretaria: Gloria Avecia Solano.
Reclamación 9/2003. Presidente de la República y otros. 3 de septiembre
de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Carreón Hurtado.
Secretaria: Gloria Avecia Solano
Reclamación 8/2003. Presidente de la República y otros. 9 de septiembre
de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Esparza Alfaro.
Secretario: Raúl López Pedraza.
Nota:
Por ejecutoria del 19 de marzo de 2014, la Primera Sala declaró
inexistente la contradicción de tesis 346/2013 derivada de la denuncia de
la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis, al estimarse que no
son discrepantes los criterios materia de la denuncia respectiva.
Por ejecutoria del 7 de enero de 2016, el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación declaró inexistente la contradicción de tesis
238/2015 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio
contenido en esta tesis, al estimarse que no son discrepantes los criterios
materia de la denuncia respectiva.

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Del análisis efectuado al fallo en comento y que se ofrece como prueba desde
este momento se desprende que en el considerando cuarto la sala resolvió que la
autoridad desacato el plazo de 50 días con que contaba para realizar la valoración de
las pruebas aportadas respecto del procedimiento seguido para la presunción de
inexistencia de operaciones así como para emitir y notificar la resolución
correspondiente vulnerando con ello el derecho dela contribuyente Sinaprit servicios
SA de CV de tener certeza de que el procedimiento incoado en su contra se resolvía
conforme al plazo fijado por el legislador. Por tanto se declaró la nulidad lisa y llana de
la resolución combatida en aquel juicio y ordenó a la en juicio nada para que una vez
que quedará firme el fallo incluyera a la empresa Sinaprit servicios SA de CV en el
listado trimestral de los contribuyentes que obtuvieron sentencia favorable respecto de
la resolución emitida en el cuarto párrafo del artículo 69 B del código fiscal de la
Federación.

Acordé a lo anterior resulta evidente que el órgano jurisdiccional que resolvió el


juicio 2669/20-11-02-3 declaró la caducidad el procedimiento de presunción de
inexistencia de operaciones en que se ubicó la empresa que emitió los comprobantes
fiscales lo que trajo consigo la presunción en favor del contribuyente que en este caso
es mi representada de que las operaciones que efectuó son válidas ilegales.

Lo anterior es así porque el legislador fue claro en precisar que la omisión de la


autoridad de emitir y notificar la resolución definitiva dentro de la temporalidad de 50
días tiene como consecuencia que la presunción de inexistencia quede sin efectos tal
como se plasmó en el séptimo párrafo del artículo 69 B del código fiscal de la
Federación. Lo que conlleva a considerar que si la empresa que emitió los
comprobantes fiscales desvirtuó la presunción de inexistencia de las operaciones
amparadas con sus comprobantes fiscales resulta evidente que los efectos
consignados a estos surten efectos plenos tanto a favor de la empresa que facturó
como aquella que deducirá los servicios obtenidos en este caso mi representada.

En razón de lo anterior es evidente que la situación fiscal de mi representada se


encuentra ligada a la diversa situación fiscal de la empresa que realizó la prestación de
servicios esto es la que emitió los comprobantes fiscales digitales y anuló de forma lisa
y llana la resolución que impugnó pues precisamente son las operaciones de la moral
factura ante las que se encontraban en duda y como consecuencia de ello los
comprobantes y operaciones de las empresas que deducirán los impuestos por lo que
las resoluciones recaídas a los medios de defensa que la proveedora haya presentado
si infieren de manera directa en la situación fiscal de los contribuyentes que obtuvieron
el servicio tal como es el caso de la actora en este juicio.

Esto porque al ser Sinaprit servicios SA de CV la empresa que facturaba


operaciones invariablemente su situación afecta de manera directa y contundente a
sus contratantes pues las facturas que está expide en favor de sus clientes se
encuentran en una especie de “limbo fiscal” al no poder otorgarle los efectos fiscales
correspondientes y por tanto estar impedida para cumplir sus obligaciones fiscales por
ello la resolución que resuelve de manera favorable la situación jurídica fiscal también
irriga de los mismos beneficios a las empresas que dieron efectos fiscales a esas
facturas. En este sentido dado que la sentencia emitida en el juicio de nulidad 2669-20-

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11-02-3 adquirió firmeza por Ministerio de ley tal como se hizo constar en el acuerdo
de 3 de septiembre del 2021 resulta evidente que lo resuelto en este fallo es extensivo
a todas aquellas empresas con las que Sinaprit servicios SA de CV efectuó operaciones
de ahí que los comprobantes fiscales expedidos surtan efectos plenos pues las
operaciones amparadas en ellos se presumen válidas y existentes.

En virtud de lo anterior, dado que quedó evidenciado que la resolución


originalmente recurrida y la que se impugna en este juicio contencioso es una
consecuencia directa de la presunción de inexistencia de las operaciones efectuadas
por la empresa que emitió las facturas pues derivado del supuesto en que se ubicó se
determinó que también las operaciones celebradas por la actora con dicha empresa no
contaban con el sustento material suficiente que acreditara su existencia punto en ese
sentido ya que la resolución por la cual se presumió la inexistencia de las operaciones
amparadas por las facturas emitidas por la prestadora de servicios fue declarada nula
de forma lisa y llana fallo que constituye un hecho notorio que puede ser invocado por
esta H. sala de conformidad con el artículo 50 de la Ley Federal del procedimiento
contencioso administrativo por lo tanto la resolución controvertida en el presente juicio
también deviene de ilegal. en efecto al haberse declarado la nulidad lisa y llana de la
resolución que originó el procedimiento de presunción de inexistencia contenido en el
artículo 69 del código fiscal de la Federación las resoluciones de la empresa actora son
nulas de pleno derecho al derivar de un acto viciado de origen cuya caducidad se
declaró había operado en consecuencia los comprobantes fiscales que amparan las
operaciones realizadas entre la empresa que emitió las facturas y la empresa actora es
decir mi representada y que fueron desconocidas por la autoridad demandada en el
recurso de revocación y en la resolución impugnada deberán surtir plenos efectos.

Ahora, no se pierde de vista que en la página o en la hoja 30 de la resolución


que se impugna la autoridad para tratar de fundar y motivar su resolución manifiesta lo
siguiente:

En el caso que se invocan las anteriores consideraciones coma al estar en


presencia de un asunto o negocio en donde el pronunciamiento desde el
punto de vista jurídico no es suficiente y por ende coma tampoco es
pertinente involucrar aspectos netamente contables sino que amerita un
estudio que involucre la correlación y conjunción de aspectos en esa
materia que privilegien la sustancia económica sobre la forma o sea
otorgando prioridad al fondo o sustancia económica financiera sobre la
forma sea legal o contable coma para conocer la realidad del asunto o
motivo generador del acto controvertido. Lo anterior considerando que su
arrendador no cuenta con activos no está dada de alta en el registro federal
de contribuyentes con la actividad de arrendamiento y se encuentra
publicada en el listado del artículo 69 B del código fiscal de la
Federación.
énfasis añadido por el suscrito).

Lo anterior carece de sustento jurídico toda vez que como se acredita con la
sentencia mencionada en el presente agravio y exhibida como prueba desde este
momento la contribuyente Sinaprit servicios SA de CV ya no se encuentra en el listado

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del 69 B toda vez que anuló de forma lisa y llana la resolución que así lo determinaba,
es decir que los hechos en los que está basada la resolución que se impugna no son
como la autoridad los menciona lo que conlleva a anular de forma lisa y llana la
presente resolución que se impugna.

Cobra aplicación el siguiente criterio:

FRUTO DE ACTOS VICIADOS.- Si un acto o diligencia de la autoridad está


viciado y resulta inconstitucional, todos los actos derivados de él porque se
apoyan en él resultan también inconstitucionales por su origen, y los
tribunales no deben darle valor legal, ya que de hacerlo, por una parte,
alentarían prácticas viciosas, cuyos frutos serían aprovechables por quienes
las realizan y por otra parte, los tribunales se harían en alguna forma
partícipes de tal conducta irregular, al otorgar a tales actos valor legal.
Informe 1979, Tercera Parte, Colegiados, Pág. 39, Suprema Corte de Justicia
de la Nación, 7a. Época, Primer Circuito, Primer Tribunal.

Por lo anterior considero procedente se debe anular de forma lisa y llana la


resolución impugnada.

TERCER CONCEPTO DE IMPUGNACION. – Resulta ilegal la resolución


recurrida por no contener la clave pública del autor del documento. Procede que esa H.
Sala deje sin efectos de manera lisa y llana la resolución recurrida, por no cumplir con
todos los requisitos necesarios para comprobarse la integridad y autoría de los
funcionarios públicos emisores, por violar directamente los artículos 17-I, 17-G fracción
VII, en relación con el artículo 38, fracción V y párrafo antepenúltimo del Código Fiscal
de la Federación.

Lo anterior esa así, toda vez que los artículos que consideramos violados
disponen, en lo que interesa al caso, lo siguiente:

Artículo 17-I.- La integridad y autoría de un documento digital con firma


electrónica avanzada o sello digital será verificable mediante el método
de remisión al documento original con la clave pública del autor.

Artículo 17-G.- Los certificados que emita el Servicio de Administración


Tributaria para ser considerados válidos deberán contener los datos
siguientes:

VII. La clave pública del titular del certificado.

Artículo 38.- Los actos administrativos que se deban notificar deberán


tener, por lo menos, los siguientes requisitos:

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V. Ostentar la firma del funcionario competente. En el caso de
resoluciones administrativas que consten en documentos digitales,
deberán contener la firma electrónica avanzada del funcionario
competente, la que tendrá el mismo valor que la firma autógrafa…

Para la emisión y regulación de la firma electrónica avanzada de los


funcionarios pertenecientes al Servicio de Administración Tributaria, serán
aplicables las disposiciones previstas en el Capítulo Segundo, del Título I
denominado "De los Medios Electrónicos" de este ordenamiento.

En caso de resoluciones administrativas que consten en documentos


impresos, el funcionario competente podrá expresar su voluntad para
emitir la resolución plasmando en el documento impreso un sello
expresado en caracteres, generado mediante el uso de su firma
electrónica avanzada y amparada por un certificado vigente a la fecha de
la resolución.

Para dichos efectos, la impresión de caracteres consistente en el sello


resultado del acto de firmar con la firma electrónica avanzada amparada
por un certificado vigente a la fecha de la resolución, que se encuentre
contenida en el documento impreso, producirá los mismos efectos que las
Leyes otorgan a los documentos con firma autógrafa, teniendo el mismo
valor probatorio.

Asimismo, la integridad y autoría del documento impreso que contenga la


impresión del sello resultado de la firma electrónica avanzada y
amparada por un certificado vigente a la fecha de la resolución, será
verificable mediante el método de remisión al documento original con la
clave pública del autor.

El Servicio de Administración Tributaria establecerá los medios a través


de los cuales se podrá comprobar la integridad y autoría del documento
señalado en el párrafo anterior. …”

(Énfasis añadido)

De las disposiciones transcritas, se tiene que, para validar un documento digital,


se podrá verificar mediante el método de remisión al documento original con la clave
pública del autor.

Ahora bien, conviene imponerse del contenido de la resolución recurrida en esta


vía, la cual a foja 137 señala código QR así como supuesta firma electrónica.

De la inserción de las imágenes digitalizadas, obtenemos que contrario referido


por la fracción V y antepenúltimo párrafo del artículo 38, en relación con los diversos
17-I, 17-G fracción VII, todos del Código Fiscal de la Federación, del oficio impugnado
se obtiene que dicho documento NO CONTIENE LA CLAVE PÚBLICA DEL AUTOR
DEL OFICIO.

Página | 31
Es así, que se observa el detrimento de lo preceptuado por los artículos
señalados, toda vez que de la remisión que se hiciere del oficio recurrido, únicamente
se advierten los siguientes elementos en orden de su aparición:

1.- Código de Respuesta Rápida (Código QR).

2.- Impresión de los caracteres que conforman la Firma Electrónica.

3.- Cadena original.

4.- Sello digital.

Sin embargo, como bien observará esa resolutora, ninguno de los elementos
previamente enlistados corresponde a la supuesta Clave pública del autor, que de
forma reiterada señalan los dispositivos 17-I, 17-G, fracción VII, en relación con el
artículo 38 fracción V y párrafo antepenúltimo del Código Fiscal de la Federación, con
lo cual NO es factible verificar de modo cierto la integridad y autoría del
documento, con lo cual se deja a mi representada en un estado de indefensión
absoluto.

Lo anterior, al no poderse verificar que el documento en realidad hubiese sido


emitido por una autoridad competente para ello, que en virtud del ejercicio de sus
facultades emitiera el acto, pues al no ser verificable en términos de lo dispuesto por el
propio Código Tributario, respecto de señalar la Clave Pública del autor, lo torna ilegal
al controvertir claramente lo señalado por la fracción V del artículo 38 del Código Fiscal
de la Federación.

En las relatadas consideraciones, es de negarse en forma lisa y llana de


conformidad con el artículo 68 del Código Fiscal de la Federación que el oficio
impugnado que por esta vía se recurre, contenga la Clave Pública del autor.

Es por todo lo previamente vertido, que la resolución contenida en el oficio


impugnado genera inseguridad jurídica a mi representada por violarse sin lugar a duda
los dispositivos 17-I, 17-G fracción VII, en relación con el artículo 38 fracción V y párrafo
antepenúltimo del Código Fiscal de la Federación, al no contener la Clave Pública del
autor, y en esa virtud lo conducente es que la resolución e pugna sea dejada sin
efectos de manera lisa y llana, por lo cual, lo que lo procedente es que se declare
fundado el presente Juicio de Nulidad, dejando sin efectos de manera definitiva a la
indicada resolución.

CUARTO CONCEPTO DE IMPUGNACION.- Manifiesta la autoridad demandada


que la resolución recurrida en la etapa administrativa con número de oficio 500-71-06-
01-03-2021-8667 sí está debidamente fundada y motivada, ya que dice, la autoridad
fiscalizadora si plasmo debidamente sus facultades y si goza de las atribuciones que
ejerce sobre el contribuyente que represento.

No obstante lo anterior, al revisar la resolución recurrida se desprende la


indebida fundamentación y motivación de la autoridad fiscal, pues si bien cita algunos
artículos, también es cierto que solo en algunos se apoya en el primer párrafo, pero en
otros preceptos no, por lo que no permite saber al gobernado a que se refiere dicho

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precepto y no hay ilación entre el artículo citado y la fracción que plasma
posteriormente.

En el mismo sentido puede verse que si bien la autoridad cita los artículos que
podrían darle existencia como unidad dependiente del Servicio de Administración
Tributaria, también es cierto que no establece los fundamentos que le den
competencia para resolver las cuestiones de la etapa administrativa, esto se niega en
forma lisa y llana que las autoridades precisadas con antelación y quien emite el acto
de molestia tengan la debida competencia, negación lisa y llana; máxime que estamos
en presencia de recaudación de impuestos federales.

Luego entonces, contrario a lo que establece la demandada, al revisar la


resolución 8667 se desprende que se trata de fundar en el ACUERDO MEDIANTE EL
CUAL SE DELEGAN ATRIBUCIONES A SERVIDORES PÚBLICOS DEL SERVICIO DE
ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA QUE EN EL MISMO SE INDICAN, de donde se advierte
que el Titular de dicha dependencia delegó a Administrador General de Auditoría Fiscal
Federal, en los Administradores Central de Operación de la Fiscalización Nacional,
Central de Análisis Técnico Fiscal, Central de Planeación y Programación de Auditoría
Fiscal Federal, Central de Verificación y Evaluación de Entidades Federativas en
Materia de Coordinación Fiscal, Central de Fiscalización Estratégica y Central de
Devoluciones y Compensaciones, la facultad de presumir la inexistencia de
operaciones amparadas con comprobantes fiscales, así como notificar a los
contribuyentes que se encuentren en esta situación, solicitar las publicaciones en el
Diario Oficial de la Federación, valorar las pruebas y defensas que aporten estos
contribuyentes y emitir y notificar la resolución que determine se ampararon
operaciones inexistentes con comprobantes fiscales, y en general, llevar a cabo el
procedimiento previsto en el artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación; no menos
cierto es que de lo aducido con anterioridad, no se aprecia, en el reglamento señalado,
que específicamente la Administración Desconcentrada de Auditoria Fiscal del Distrito
Federal “1” con sede en la Ciudad de México tenga la competencia material para emitir
dichos actos de molestia.

Así las cosas, la autoridad demandada debió invocar el precepto legal que le
confería al servidor público denominado Administrador Desconcentrado de Auditoria
Fiscal del Distrito Federal “1” con sede en la Ciudad de México la facultad especifica de
emitir y notificar la resolución que determine que se ampararon operaciones
inexistentes con comprobantes fiscales.

De igual manera la invocación de dicho acuerdo en la resolución impugnada,


viola el principio de jerarquía normativa y reserva de la ley, toda vez que concede
facultades específicas que no se encuentran en la Ley del Servicio de Administración
Tributaria, ni en el Reglamento Interior de la mencionada autoridad

Por lo tanto al no invocarse la norma de la Ley del Servicio de Administración


Tributaria o de su reglamento interior que permitiera al Jefe de dicha dependencia
delegar la facultad de emitir y notificar la resolución que determine que se ampararon
operaciones inexistentes con comprobantes fiscales mediante un acuerdo, la
competencia de la autoridad que emitió el acto de autoridad resulta insuficiente por

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transgredir el aludido principio de legalidad, toda vez que el Acuerdo delegatorio de
facultades multicitado por sí solo no puede conceder facultades de la autoridad
administrativa, no concedidas expresamente en la Ley.

Robustece lo anterior lo siguiente:

ACTOS ADMINISTRATIVOS GENERALES. DEBEN SUJETARSE A LOS


PRINCIPIOS DE RESERVA DE LEY Y DE SUBORDINACIÓN
JERÁRQUICA. Los actos administrativos generales, aun cuando no son
reglamentos desde una óptica formal, reflejan la voluntad de la
administración pública en ejercicio de sus potestades, con efectos
generales, por lo que deben sujetarse a los principios de reserva de ley y
de subordinación jerárquica, ya que la voluntad plasmada por la autoridad
administrativa no puede exceder lo dispuesto en la ley ni invadir la
facultad del legislador. Lo anterior es así, porque el acto administrativo
general se dicta en observancia de la ley, de lo que resulta que es
competencia exclusiva de ésta determinar el qué, quién, dónde y cuándo
de una situación jurídica general, hipotética y abstracta, a diferencia del
decreto o acuerdo, que sólo operará dentro del límite del cómo, es decir,
únicamente podrá establecer los lineamientos para la ejecución del
mandato legal. Época: Novena Época, Registro: 161926, Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXIII, Junio de
2011, Materia(s): Constitucional, Tesis: I.1o.(I Región) 7 A, Página: 1081.

A mayor abundamiento, cabe señalar que el primer párrafo del artículo 90, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dispones que “La administración
pública federal será centralizada y paraestatal conforme a la ley orgánica que expida
el congreso, que distribuirá los negocios del orden administrativo de la Federación que
estarán a cargo de las secretarías del estado…”; de lo anterior se deduce que las
reglas generales administrativas dictadas en ejercicio de una facultad conferida por
una ley expedida por el Congreso de la Unión a una secretaría de Estado constituyen
una categoría de ordenamientos que no son de índole legislativa ni reglamentaria, sino
que se trata de cuerpos normativos sobre aspectos técnicos y operativos para materias
específicas, cuya existencia obedece a los constantes avances de la tecnología y al
acelerado crecimiento de la administración pública, por lo que su expedición no pugna
con el principio de distribución de atribuciones entre los diferentes órganos del poder
público.

Así las cosas bajo ese criterio, cabe inferir que los reglamentos constituyen u
conjunto de normas de carácter general expedidas por el Presidente de la República
para dar cumplimiento a las leyes; los decretos administrativos formalizan la expresión
jurídica de la voluntad del órgano ejecutivo en ejercicio de sus funciones, sobre casos
concretos de los negocios públicos; las órdenes constituyen mandamientos del superior
que deben ser obedecidas, ejecutadas y cumplidas por los inferiores jerárquicos; y el
acuerdo administrativo, por su parte constituye una decisión del Titular del Poder
Ejecutivo Federal dirigida a los órganos subordinados cuyos efectos se producen dentro
de la propia estructura interna, que no atañen a los particulares o a otros sujetos de

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derecho que no tengan carácter de funcionarios o trabajadores al servicio del Estado.

En este orden de ideas, tenemos que el Jefe del Servicio de Administración


Tributaria al emitir el Acuerdo mediante el cual se delegan atribuciones a Servidores
Públicos del Servicio de Administración Tributaria que en el mismo se indican, adiciona
el Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria, pues dicho
ordenamiento legal no contempla competencia de este servidor público ni de ningún
otro funcionario de dicha institución para emitir y notificar la resolución que determine
que se ampararon operaciones inexistentes con comprobantes fiscales, de ahí que se
considere que en la especie se viola el principio de reserva de ley, toda vez que el
Acuerdo delegatorio de facultades multicitado por sí sólo no puede concederé
facultades de la autoridad administrativa, no concedidas expresamente en la Ley.

Luego entonces, con base en lo argumentado anteriormente es dable que


considerar que resulta ilegal toda vez que no se fundó debidamente la competencia de
la autoridad quien la emitió y pues el funcionario que emitió esta última viola el
principio de reserva de ley.

Es aplicable a lo anterior:
COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. AL SER
UN PRESUPUESTO PROCESAL CUYO ESTUDIO ES DE ORDEN
PÚBLICO LAS SALAS DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL
Y ADMINISTRATIVA DEBEN ANALIZARLA DE OFICIO, SIN
DISTINGUIR SI SE TRATA DE LA INDEBIDA, INSUFICIENTE O DE LA
FALTA DE FUNDAMENTACIÓN DE AQUÉLLA. De la interpretación de
las tesis jurisprudenciales P./J. 10/94, 2a./J. 99/2006, 2a./J. 57/2001 y
2a./J. 115/2005, publicadas en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Octava Época, Número 77, mayo de 1994, página 12 y
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomos
XXIV, julio de 2006; XIV, noviembre de 2001; y, XXII, septiembre de
2005, páginas 345, 31 y 310, respectivamente, de rubros:
"COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL DEL
ACTO DE AUTORIDAD."; "COMPETENCIA DE LA AUTORIDAD DEMANDADA
EN EL JUICIO DE NULIDAD. DEBE ANALIZARSE EN TODOS LOS CASOS
POR EL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA.";
"COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EN EL
MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA, DEBE
SEÑALARSE CON PRECISIÓN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES OTORGUE LA
ATRIBUCIÓN EJERCIDA Y, EN SU CASO, LA RESPECTIVA FRACCIÓN,
INCISO Y SUBINCISO."; y "COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES
ADMINISTRATIVAS. EL MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO
DE MOLESTIA A PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL
QUE LES OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO,
FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS
CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE
TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE."; se colige que cuando
se analiza la competencia material, por grado o territorio de cualquier
autoridad administrativa, entre las que se incluye a la fiscal, no cabe

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distinguir entre su falta o ausencia o una indebida o incompleta
fundamentación, para que las Salas del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa estén obligadas a examinarla en forma oficiosa,
toda vez que, como presupuesto procesal que atañe a la correcta
integración de un procedimiento, es una cuestión de orden público,
mayor aún en un procedimiento que concluye con una resolución
definitiva que establece cargas fiscales a un particular. Lo anterior es
así, ya que por imperativo del artículo 16 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos la autoridad que lleva a cabo un acto de
molestia, tiene la ineludible obligación de justificar a plenitud que está
facultada para hacerlo, lo cual implica necesariamente que cuenta con
competencia para ello en los tres ámbitos mencionados, es decir, por
razón de materia, grado o territorio, expresando en el documento
respectivo el carácter con el que suscribe y el dispositivo, acuerdo o
decreto que le otorgue dicha legitimación, aun en el supuesto de que la
norma legal no contemple apartados, fracción o fracciones, inciso y
subincisos, pues en tal caso, debe llegar incluso al extremo de hacer la
transcripción correspondiente del precepto en que funde debidamente
su competencia, toda vez que la garantía de fundamentación
consagrada en el citado artículo 16, lleva implícita la idea de exactitud y
precisión en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad
administrativa para emitir el acto de molestia de que se trate, ya que
sólo así podrá justificar si su actuación se encuentra dentro del ámbito
competencial respectivo; de tal manera que si en un acto de molestia no
se citan con exactitud y precisión las normas legales que facultan a la
autoridad administrativa para afectar al gobernado, ese acto concreto
de autoridad carece de eficacia y validez, en tanto que aquélla no
proporcionó los elementos esenciales que permitan conocer si tiene
competencia para incursionar en la esfera jurídica del particular, pues de
lo contrario se le dejaría en estado de indefensión, toda vez que
ignoraría cuál de todas las normas legales que integran el texto
normativo es la específicamente aplicable a la actuación del órgano del
que emana y en ese sentido, aun cuando la indebida, insuficiente o falta
de fundamentación de la competencia de la autoridad generan la
ilegalidad de la resolución administrativa en términos de la fracción II
del artículo 238 del Código Fiscal de la Federación, vigente hasta el 31
de diciembre de 2005, cuyo contenido sustancial se reproduce en la
fracción II del artículo 51 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, relativa a la omisión de los requisitos
formales exigidos por las leyes; conforme al contenido y alcance del
penúltimo párrafo de ese numeral, coincidente con el penúltimo párrafo
del invocado artículo 51, las Salas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal
y Administrativa están obligadas a examinarla de oficio, al resultar ilegal
el acto combatido, precisamente por la actuación o intervención de una
autoridad que no acreditó tener competencia. Época: Novena Época,
Registro: 172812, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de
Tesis: Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su

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Gaceta, Tomo XXV, Abril de 2007, Materia(s): Administrativa, Tesis:
VIII.3o. J/22, Página: 1377

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL


MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A
PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES
OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO,
FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS
CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE
TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE. De lo dispuesto en la
tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal en Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación Número 77, mayo de 1994, página 12, con el
rubro: "COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL
DEL ACTO DE AUTORIDAD.", así como de las consideraciones en las
cuales se sustentó dicho criterio, se advierte que la garantía de
fundamentación consagrada en el artículo 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de exactitud y
precisión en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad
administrativa para emitir el acto de molestia de que se trate, al atender
al valor jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que es la
posibilidad de otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a
los actos de las autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y,
por tanto, asegurar la prerrogativa de su defensa ante un acto que no
cumpla con los requisitos legales necesarios. En congruencia con lo
anterior, se concluye que es un requisito esencial y una obligación de la
autoridad fundar en el acto de molestia su competencia, pues sólo puede
hacer lo que la ley le permite, de ahí que la validez del acto dependerá de
que haya sido realizado por la autoridad facultada legalmente para ello
dentro de su respectivo ámbito de competencia, regido específicamente
por una o varias normas que lo autoricen; por tanto, para considerar que
se cumple con la garantía de fundamentación establecida en el artículo
16 de la Constitución Federal, es necesario que la autoridad precise
exhaustivamente su competencia por razón de materia, grado o territorio,
con base en la ley, reglamento, decreto o acuerdo que le otorgue la
atribución ejercida, citando en su caso el apartado, fracción, inciso o
subinciso; sin embargo, en caso de que el ordenamiento legal no los
contenga, si se trata de una norma compleja, habrá de transcribirse la
parte correspondiente, con la única finalidad de especificar con claridad,
certeza y precisión las facultades que le corresponden, pues considerar lo
contrario significaría que el gobernado tiene la carga de averiguar en el
cúmulo de normas legales que señale la autoridad en el documento que
contiene el acto de molestia, si tiene competencia por grado, materia y
territorio para actuar en la forma en que lo hace, dejándolo en estado de
indefensión, pues ignoraría cuál de todas las normas legales que integran
el texto normativo es la específicamente aplicable a la actuación del
órgano del que emana, por razón de materia, grado y territorio. Época:

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Novena Época, Registro: 177347, Instancia: Segunda Sala, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo XXII, Septiembre de 2005, Materia(s): Administrativa, Tesis: 2a./J.
115/2005, Página: 310
Tesis de jurisprudencia 115/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este
Alto Tribunal, en sesión privada del nueve de septiembre de dos mil cinco.

En el mismo orden de ideas, puede verse que la resolución no está debidamente


fundada por lo que hace a la competencia de la autoridad que la emite, pues si bien es
cierto, se mencionan los ordenamientos legales y artículos de los que se desprende la
existencia orgánica de la autoridad, también lo es que, la atribución de presumir la
inexistencia de operaciones amparadas con comprobantes fiscales, así como notificar a
los contribuyentes que se encuentren en esta situación, valorar las pruebas y defensas
que aporten estos contribuyentes y emitir y notificar la resolución que determine si
ampararon operaciones inexistentes con comprobantes fiscales, y en general, llevar a
cabo el procedimiento previsto en el artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación,
es una atribución exclusiva del Jefe del Servicio de Administración Tributaria, que no es
posible delegar en sus subalternos; por consiguiente el Acuerdo mediante el cual el
Jefe del Servicio de Administración Tributaria pretende delegar dicha atribución a sus
subalternos, no debe producir efecto legal alguno.

Luego entonces, consideramos que las resoluciones no están debidamente


fundadas por lo que hace a la competencia de la autoridad que las emite, pues si bien
es cierto, se mencionan los ordenamientos legales y artículos de los que se desprende
la existencia de la autoridad, también lo es que, la atribución de presumir la
inexistencia de operaciones amparadas con comprobantes fiscales, así como notificar a
los contribuyentes que se encuentren en esta situación, valorar las pruebas y defensas
que aporten estos contribuyentes y emitir y notificar la resolución que determine si
ampararon operaciones inexistentes con comprobantes fiscales, es una atribución
exclusiva del Jefe del Servicio de Administración Tributaria, que no es posible delegar
en sus subalternos; por consiguiente el Acuerdo mediante el cual el Jefe del Servicio de
Administración Tributaria pretende delegar dicha atribución a sus subalternos,
publicado en el Diario Oficial de la Federación.

Efectivamente, el Servicio de Administración Tributaria al ser un órgano


desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público solo puede llevar a cabo
las funciones para las cuales se creó y que recibe del órgano central.

Las autoridades que integran al organismo, y en especial su titular, el Jefe del


Servicio de Administración Tributaria tiene las atribuciones que expresamente se le
confieren en la Ley del Servicio de Administración Tributaria, su Reglamento y otras
disposiciones relativas y aplicables; atribuciones que por supuesto puede delegar,
siempre y cuando esté expresamente señalado la facultad de delegar, lo que en la
especie no acontece por lo que solicito se declare la nulidad lisa y llana de la resolución
impugnada.

TERCER CONCEPTO DE IMPUGNACION.- La resolución recurrida contenida en


el oficio 600-71-00-02-00-2023-12821 de fecha 08 de noviembre de 2023 es violatoria

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de los artículos 16 Constitucional en relación con los artículos 38 fracción IV del Código
Fiscal de la Federación en razón de que no reúne los requisitos de fundamentación y
motivación que establecen dichos preceptos, los cuales manifiestan lo siguiente:

Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia,


domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito
de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.

Artículo 38.- Los actos administrativos que se deban notificar deberán


tener, por lo menos, los siguientes requisitos

IV. Estar fundado, motivado y expresar la resolución, objeto o propósito


de que se trate.

En la especie, se da la violación a los preceptos en comento, toda vez que de la


revisión que se haga de las resoluciones impugnadas se aprecia que esta no se
encuentra debidamente fundada y motivada, entendiéndose por lo anterior, lo
establecido por el Octavo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito en el siguiente criterio,
cuyo rubro y texto establecen lo siguiente: Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito,
Fuente: Gaceta del, Semanario Judicial de la Federación, Tomo: 64, Abril de 1993,
Tesis: VI. 2o. J/248 Página: 43, FUNDAMENTACION Y MOTIVACION DE LOS
ACTOS ADMINISTRATIVOS. De acuerdo con el artículo 16 constitucional, todo acto
de autoridad debe estar suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo
primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y por lo
segundo, que también deben señalarse con precisión, las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la
emisión del acto, siendo necesario además, que exista adecuación entre los motivos
aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configure la
hipótesis normativa. Esto es, que cuando el precepto en comento previene que nadie
puede ser molestado en su persona, propiedades o derechos sino en virtud de
mandamiento escrito de autoridad competente que funde y motive la causa legal del
procedimiento, está exigiendo a todas las autoridades que apeguen sus actos a la ley,
expresando de que ley se trata y los preceptos de ella que sirvan de apoyo al
mandamiento relativo. En materia administrativa, específicamente, para poder
considerar un acto autoritario como correctamente fundado, es necesario que en él se
citen: a).- Los cuerpos legales y preceptos que se estén aplicando al caso concreto, es
decir, los supuestos normativos en que se encuadra la conducta del gobernado para
que esté obligado al pago, que serán señalados con toda exactitud, precisándose los
incisos, subincisos, fracciones y preceptos aplicables, y b).- Los cuerpos legales, y
preceptos que otorgan competencia o facultades a las autoridades para emitir el acto
en agravio del gobernado.

Se da la violación a los preceptos invocados, toda vez que como se manifiesta


en el concepto de impugnación anterior, la autoridad demandada basa sus
resoluciones en el TRANSITORIO UNICO DEL ACUERDO POR EL QUE SE DELEGAN
DIVERSAS FACULTADES A LOS SERVIDORES PUBLICOS DEL SERVICIO DE
ADMINISTRACION TRIBUTARIA publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 23

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de Junio del 2016, el cual solamente transcribiré en la parte que agravia a mi
mandante:

ACUERDO mediante el cual se delegan diversas atribuciones a los


servidores públicos del Servicio de Administración Tributaria.

Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados


Unidos Mexicanos.- Secretaría de Hacienda y Crédito Público.-
Servicio de Administración Tributaria.

ACUERDO MEDIANTE EL CUAL SE DELEGAN DIVERSAS


ATRIBUCIONES A LOS SERVIDORES
PÚBLICOS DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA

ARISTÓTELES NÚÑEZ SÁNCHEZ, Jefe del Servicio de Administración


Tributaria, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 16 y 17 de la
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; 2 y 7, fracción XVIII, 8,
fracción II, 14, fracciones I, II y IX de la Ley del Servicio de Administración
Tributaria; 1 y 8, primer párrafo y fracción XVII; y 10 del Reglamento
Interior del Servicio de Administración Tributaria, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 24 de agosto de 2015, y

CONSIDERANDO

………….

………..

TRANSITORIOS

PRIMERO.- El presente Acuerdo entrará en vigor al mes siguiente de su


publicación en el Diario Oficial de la Federación.

SEGUNDO.- A partir de la entrada en vigor del presente Acuerdo queda


abrogado el "ACUERDO MEDIANTE EL CUAL SE DELEGAN DIVERSAS
ATRIBUCIONES A SERVIDORES PÚBLICOS DEL SERVICIO DE
ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA", publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 17 de noviembre de 2015.

Atentamente

Ciudad de México, 14 de junio de 2016.- El Jefe del Servicio de


Administración Tributaria, Aristóteles Núñez Sánchez.- Rúbrica.

De lo anterior se desprende la violación a los artículos que exigen


fundamentación y motivación, en razón de que el Jefe del Servicio de Administración
Tributaria no establece los fundamentos que lo autoricen a ordenar la publicación en el
Diario Oficial de la Federación del ACUERDO en el que se funda el acto de molestia que
aquí se recurre, es decir, al revisar el texto transcrito anteriormente, no se aprecia que
la autoridad que lo emite tiene la facultad de ordenar su publicación, por lo tanto al ser
no tener facultades para ordenar su publicación es claro que dicha publicación no tiene
validez y por ende también la aplicación de dicho acuerdo.

En efecto, al revisar los artículos 1, 2, 3 y 4 de la Ley del Diario Oficial de la


Federación se ordena lo siguiente:

ARTICULO 1o.- La presente ley tiene por objeto reglamentar la


publicación del Diario Oficial de la Federación para favorecer su máxima

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publicidad, accesibilidad y disponibilidad; así como establecer las bases
generales para la creación de las gacetas gubernamentales sectoriales.
Artículo reformado DOF 31-05-2019

ARTICULO 2o.- El Diario Oficial de la Federación es el órgano del


Gobierno Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, de carácter
permanente e interés público, cuya función consiste en publicar en el
territorio nacional, las leyes, decretos, reglamentos, acuerdos, circulares,
órdenes y demás actos, expedidos por los Poderes de la Federación y los
Órganos Constitucionales Autónomos, en sus respectivos ámbitos de
competencia, a fin de que éstos sean aplicados y observados
debidamente. Artículo reformado DOF 31-05-2019

ARTICULO 3o.- Serán materia de publicación en el Diario Oficial de la


Federación: I.- Las leyes y decretos expedidos por el Congreso de la
Unión, así como cualquier otro acto o resolución relativos a la actividad
parlamentaria que sean de interés general; Fracción reformada DOF 31-
05-2019 II.- Los decretos, reglamentos, acuerdos y órdenes del Ejecutivo
Federal que sean de interés general; III.- Los acuerdos, circulares y
órdenes de las Dependencias del Ejecutivo Federal, que sean de interés
general; IV.- Los Tratados celebrados por el Gobierno de los Estados
Unidos Mexicanos; LEY DEL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN Y
GACETAS GUBERNAMENTALES CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H.
CONGRESO DE LA UNIÓN Secretaría General Secretaría de Servicios
Parlamentarios Última Reforma DOF 31-05-2019 2 de 7 V.- Los acuerdos y
resoluciones de interés general emitidos por el Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, el Consejo de la Judicatura Federal y el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación; Fracción reformada DOF 31-
05-2019 VI.- Las disposiciones jurídicas que la Constitución y las leyes
ordenen que se publiquen en el Periódico Oficial; Fracción reformada DOF
05-06-2012, 31-05-2019 VII.- Los acuerdos y resoluciones de carácter
general que emitan los Órganos Constitucionales Autónomos que sean de
interés general; Fracción adicionada DOF 31-05-2019 VIII.- Aquellos actos
o resoluciones que por propia importancia así lo determine el Presidente
de la República, y Fracción reformada DOF 05-06-2012. Recorrida DOF 31-
05-2019 IX.- Las fe de erratas que la autoridad estime necesarias.

ARTICULO 4o.- Es obligación del Ejecutivo Federal publicar en el Diario


Oficial de la Federación, los ordenamientos y disposiciones a que se
refiere el artículo anterior, así como asegurar su adecuada divulgación, en
condiciones de accesibilidad, inclusión, asequibilidad, adaptabilidad,
universalidad, interoperabilidad y simplificación en su consulta.

Como puede ver su Señoría, es facultad del Presidente la orden y mandar


publicar, leyes, reglamentos, acuerdos, decretos, ordenes, Tratados y demás
disposiciones que lo requieran, empero no se nombra como facultad para ordenar la
publicación de acuerdos al jefe del servicio de administración tributaria y en el acuerdo
publicado no se establecen las facultades de la autoridad para poder mandar a publicar

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sus acuerdos, de tal suerte que al no tener facultades o no establecerlas para la
publicación del acuerdo en el que se faculta a las autoridades para emitir y llevar a
cabo los actos de molestia que aquí se recurren es jurídicamente procedente que dicha
publicación carece de validez y por ende también adolece de validez para su
aplicación, máxime que el artículo 4 de la Ley del Diario Oficial de la Federación
establece como obligación y facultad exclusiva para ello al C. Presidente de la
Republica.

En el mismo sentido, puede ver su Señoría, Magistrado Instructor, en el acuerdo


en que también se basan las demandadas de fecha 3 de Septiembre del 2020 carece
de la fundamentación y motivación que exige el artículo 16 Constitucional y 38 fracción
IV del Código Fiscal de la Federación, en razón de que la autoridad que emite el
acuerdo no tiene facultades para ordenar su publicación y más aun no las menciona en
el acuerdo de mérito, el cual me permito transcribir a la parte que nos ocupa:

DOF: 03/09/2020

ACUERDO por el que se delegan facultades a los servidores públicos


del Servicio de Administración Tributaria.

Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos


Mexicanos.- HACIENDA.- Secretaría de Hacienda y Crédito Público.-
Servicio de Administración Tributaria.

Raquel Buenrostro Sánchez, Jefa del Servicio de Administración Tributaria, con


fundamento en lo dispuesto por los artículos 1o., 2o., 7o., fracción XVIII, 8o.,
fracción II y 14 fracciones I, II y IX de la Ley del Servicio de Administración
Tributaria y 1, 8, fracción XVII y 10 del Reglamento Interior del Servicio
de Administración Tributaria, y

TRANSITORIO

ÚNICO. - El presente Acuerdo entrará en vigor el día siguiente al de su


publicación en el Diario Oficial de la Federación, salvo lo dispuesto en sus
artículos Tercero y Séptimo, fracción III, que entrarán en vigor el 15 de
septiembre de 2020.

Atentamente

Ciudad de México, 31 de agosto de 2020.- La Jefa del Servicio de Administración


Tributaria, Raquel Buenrostro Sánchez.- Rúbrica.

Puede verse la ilegalidad de las resoluciones recurridas, en virtud de que en el


acuerdo precitado si bien se establecen los fundamentos para poder emitir acuerdos,
también es cierto que no facultan a la autoridad para ordenar su publicación en el
citado órgano de comunicación, sino que es facultad exclusiva del presidente.

En este orden de ideas tenemos que la autoridad debe fundar su actuar en el


precepto normativo exactamente aplicable, es decir se tiene la imperiosa necesidad de
consignar el artículo que da las facultades respectivas a dicha autoridad, porque de no
ser así se deja en completo estado de indefensión, ya que, aunque la autoridad tenga
la debida competencia no se tiene la certeza jurídica de ello.

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COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL
MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A
PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES
OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA, CITANDO EL APARTADO,
FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO, Y EN CASO DE QUE NO LOS
CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ DE
TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE. De lo dispuesto en la
tesis de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal en Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación Número 77, mayo de 1994, página 12, con el
rubro: "COMPETENCIA. SU FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL
DEL ACTO DE AUTORIDAD.", así como de las consideraciones en las
cuales se sustentó dicho criterio, se advierte que la garantía de
fundamentación consagrada en el artículo 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la idea de exactitud y
precisión en la cita de las normas legales que facultan a la autoridad
administrativa para emitir el acto de molestia de que se trate, al atender
al valor jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que es la
posibilidad de otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a
los actos de las autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y,
por tanto, asegurar la prerrogativa de su defensa ante un acto que no
cumpla con los requisitos legales necesarios. En congruencia con lo
anterior, se concluye que es un requisito esencial y una obligación de la
autoridad fundar en el acto de molestia su competencia, pues sólo puede
hacer lo que la ley le permite, de ahí que la validez del acto dependerá de
que haya sido realizado por la autoridad facultada legalmente para ello
dentro de su respectivo ámbito de competencia, regido específicamente
por una o varias normas que lo autoricen; por tanto, para considerar que
se cumple con la garantía de fundamentación establecida en el artículo
16 de la Constitución Federal, es necesario que la autoridad precise
exhaustivamente su competencia por razón de materia, grado o territorio,
con base en la ley, reglamento, decreto o acuerdo que le otorgue la
atribución ejercida, citando en su caso el apartado, fracción, inciso o
subinciso; sin embargo, en caso de que el ordenamiento legal no los
contenga, si se trata de una norma compleja, habrá de transcribirse la
parte correspondiente, con la única finalidad de especificar con claridad,
certeza y precisión las facultades que le corresponden, pues considerar lo
contrario significaría que el gobernado tiene la carga de averiguar en el
cúmulo de normas legales que señale la autoridad en el documento que
contiene el acto de molestia, si tiene competencia por grado, materia y
territorio para actuar en la forma en que lo hace, dejándolo en estado de
indefensión, pues ignoraría cuál de todas las normas legales que integran
el texto normativo es la específicamente aplicable a la actuación del
órgano del que emana, por razón de materia, grado y territorio. No.
Registro: 177.347. Jurisprudencia. Segunda Sala. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. XXII, Septiembre de 2005. Tesis: 2a.
/J. 115/2005. Página: 310. Contradicción de tesis 114/2005-SS.

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Como corolario de lo anterior, es procedente anular de forma lisa y llana la
resolución recurrida, en razón de que los acuerdos en los que se basa la autoridad no
fueron ordenados en su publicación por autoridad competente y por carecer de
facultades para ello tampoco puede surtir efectos legales sobre mi mandante su
aplicación, de ahí que se haga patente la invalidez del acto de autoridad.

CUARTO CONCEPTO DE IMPUGNACION.- La resolución recurrida es violatoria


de los artículos 14 y 16 Constitucional, 38 fracción IV, 130 y 132 del Código Fiscal de la
Federación en relación con los artículos 89 del Código Federal de procedimientos
Civiles, artículo 1796 del Código Civil Federal, toda vez que la autoridad.

Se da la violación a los preceptos citados, en razón de que la autoridad


demandada no estudio de forma exhaustiva ni adminiculada las pruebas aportadas por
mi mandante, es decir no hizo un análisis de forma íntegra y armónica de las
documentales aportadas, máxime que la autoridad demandada es omisa en establecer
cuál es entonces la prueba idónea que debió haberse aportado, a su consideración,
para acreditar que se recibieron los servicios de mérito de conformidad con el artículo
130 cuarto párrafo del Código Fiscal de la Federación.

En efecto, de la resolución impugnada se advierte que la demandada hizo un


análisis genérico y asilado de cada prueba, y no hizo el estudio como un contenido
íntegro, esto es lo expuesto por mi mandante en su recurso de revocación debieron
analizarse como un todo y revisarse en conjunto, no de forma solitaria, como en la
especie sucedió. Luego entonces a fin de salvaguardar el derecho de audiencia de mi
representada, la autoridad debió de hacer el estudio en conjunto de cada una de las
pruebas y no limitarse a establecer que son documentos de “fácil confección y
elaboración”, más aún que ese concepto utilizado por la autoridad de fácil confección y
elaboración no encuentra sustento en algún fundamento, es decir no es ningún método
de valoración de pruebas, sino que es un concepto utilizado por la autoridad
demandada sin hacer realmente un estudio adminiculado de las documentales
aportadas por mi representada.

En efecto, la autoridad recurrida al emitir la resolución recurrida no valoró


correctamente las probanzas aportadas en el escrito de fecha 09 de diciembre del
2020, consistentes en:

1. Copia simple de Contrato de arrendamiento de fecha 01 de marzo de 2015.


2. Adendum al contrato de arrendamiento.
3. Reporte de revisión anual de inmueble.
4. Fe de Erratas referente a la factura folio 175 se anexa CFDl.
5. Folleto de oferta del inmueble arrendado.
6. Correos Electrónicos.
7. Aviso de terminación del contrato.
8. Constancia de entrega posesión del predio citado.
9. Comprobante del Auxiliar de Mayor del 01/01/2015 al 31/12/15 y del 01/01/2016 al
31/12/2016.
10. Pólizas de transferencia 004, correspondiente a los meses de pago de las
operaciones que realizaron con empresa sinaprit servicios SA de CV.

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11. Comprobantes de transferencias electrónicas que se plasmaron en los puntos
anteriores.
12. Comprobantes fiscales digitales por internet CF Dl:

Se dice lo anterior, toda vez que la autoridad en su oficio número 500-71-06-01-


03-2021-8667, sostuvo esencialmente lo siguiente:

"Al respecto, con dicho contrato de arrendamiento de fecha 01 de marzo


de 2015, solo es un documento privado y hace prueba entre los
particulares que los celebraron, no así contra terceros, al menos que se
compruebe fehacientemente su contenido, mismo que para que puedan
tener valor probatorio pleno requiere estar apoyado por otros
documentos públicos o algún otro medio de prueba que demuestre
fehacientemente su contenido y que los hechos contemplados en los
mismos, efectivamente se hayan realizado, es decir, dichos contratos sólo
representan declaraciones de los particulares que en ellos intervinieron y
que forman prueba de los hechos mencionados en el, sólo en cuanto sean
contrarios a los intereses de su autor. Por lo cual, no se demuestran la
veracidad de las declaraciones ahí vertidas, y por consecuencia no
prueban que los conceptos facturados y en presunción, se asocien a los
mismos.

Lo anterior de conformidad con lo señalado en el artículo 203, del Código


Federal de Procedimientos Civiles, aplicado supletoriamente de
conformidad con lo dispuesto en el Artículo 5, Segundo Párrafo del Código
Fiscal de la Federación vigente, se establecen que:

Lo anterior, en el entendido de que solamente al presentar copia del


contrato de fecha 01 de marzo de 2015, por concepto de arrendamiento
del inmueble ubicado en Joaquín Velazquez de León número 121, Colonia
San Rafael, C.P. 06470, Ciudad de México, resulta insuficiente de valor
probatorio pleno y sólo generan certeza de la existencia del original de los
documentos que reproducen y no así la materialización de la prestación
de servicios, supuestamente realizada por SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE
C.V. a OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V., por lo que
necesariamente deben estar apoyados con otros documentos que de
manera adminiculada acrediten la realización de las operaciones
consignadas en los comprobantes fiscales que le expidió SINAPRIT
SERVICIOS, S.A. DE C.V. durante los ejercicios fiscales 2015 y 2016.

Ahora bien, lo planteado por esta autoridad fiscal, consistente en dar nulo
valor probatorio al contrato que nos ocupan, estriba en el hecho de que a
esos documentos pretende dársele un tinte de documentos soporte de un
acuerdo de voluntades, lo que a la postre representa que el particular
pretende que surtan efectos plenos de reconocimiento frente a terceros
que no intervinieron en la relación contractual, como lo es esta Autoridad
fiscal, situación que es inadmisible a la materia fiscal, toda vez que en la

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presente resolución no se pretende cuestionar si se manifestaron las
voluntades de los contratantes al momento de firmar los documentos, en
ese sentido lo que se pretende evidenciar es que los documentos no
pueden surtir efectos de pleno derecho ante un tercero que no intervino
en la relación contractual, como lo es esta Autoridad Fiscal, por tanto, si
la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V.
pensaba darle uso como documentos soporte a su acuerdo de voluntades
a través de los documentos presentados, por lógica que estaba obligada a
perfeccionar esas documentales y anexar a su documentación, otros
elementos de convicción que permitieran generar a la autoridad la
certeza de que efectivamente se realizó la prestación de servicios por
concepto de: “SERVICIO POR ADMINISTRACION DE INMUEBLE”, que fue
facturado.

En esa misma tesitura, la contribuyente OPERADORA DE HOTELES


MONFORTE, S.A. DE C.V. proporcionó 01 adedum al contrato de fecha 01
de marzo de 2015, de fecha 09 de marzo de 2015, celebrado entre
SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. y OPERADORA DE HOTELES MONFORTE,
S.A. DE C.V., mediante el cual se estableció la revisión física del inmueble
arrendado con el objeto de verificar el correcto funcionamiento que el
Arrendatario le esté dando a los inmuebles y sea el uso establecido en la
cláusula Quinta del contrato de arrendamiento celebrado por las partes
(estacionamiento y demás actividades conexas).

En ese sentido, el adedum al contrato de fecha 01 de marzo de 2015, de


fecha 09 de marzo de 2015, solo es prueba que constituye un elemento
indiciario de prueba que no tiene fecha cierta en la cual fue emitida, y
aunado a que se trata de documentación privada y dada su naturaleza al
ser documento de fácil confección, la misma pudo ser elaborado en
cualquier momento como prueba a efecto de demostrar la veracidad de
los hechos ahí vertidos, por lo que, dada su propia y especial naturaleza,
solo hace prueba únicamente de los hechos mencionados, más no de la
existencia de la operación que se pretende amparar; por lo cual, al no
observarse fecha del momento en el cual supuestamente fue celebrada y
entregada, no es posible vincular la misma a la operación que
supuestamente fue prestada por la contribuyente SINAPRIT SERVICIOS,
S.A. DE C.V. a la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A.
DE C.V. durante el ejercicio fiscal 2016, sustenta lo anterior lo señalado
en el artículo 203 del Código Federal de Procedimientos Civiles vigente,
aplicado supletoriamente de conformidad con lo dispuesto en el artículo
5, segundo párrafo del Código Fiscal de la Federación vigente, que a la
letra señalan:

En ese sentido, el adedum al contrato de fecha 01 de marzo de 2015, de


fecha 09 de marzo de 2015, por sí mismos no acreditan la materialización
de la operación del servicio supuestamente recibido por concepto de

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“SERVICIO POR ADMINISTRACION DE INMUEBLE”, supuestamente
realizado por la contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. a favor
de la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V. y
que este fuera efectivamente realizado.

Es importante precisar que, de la consulta a los sistemas institucionales,


en específico “Declaraciones y Pagos” a la cual tiene acceso esta
autoridad fiscalizadora y que utiliza de conformidad con el artículo 63
primer y último párrafo del Código Fiscal de la Federación vigente, se
conoció que la contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. presentó
la declaración anual por concepto de Impuesto Sobre la Renta el 27 de
marzo de 2017 y se le asignó el número de operación 170060009215 y
del análisis a la misma, específicamente al estado de posición financiera
se conoció que SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. no declaró información
en las cuentas de Terrenos, Construcciones, Construcciones en proceso,
los cuales son imprescindibles para celebrar el contrato de arrendamiento
de fecha 01 de marzo de 2015 el cual tiene por objeto dar en
arrendamiento el inmueble ubicado en Joaquín Velazquez de León número
121, Colonia San Rafael, C.P. 06470, Ciudad de México, es por lo que esta
autoridad fiscalizadora no tiene certeza de que las operaciones
supuestamente realizadas entre SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. y
OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V. fueran efectivamente
realizadas.

Asimismo, la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE


C.V. proporcionó copia de 10 Comprobantes Fiscales Digitales por Internet
correspondientes a los ejercicios fiscales 2015 y 2016, por las supuestas
operaciones realizadas con la contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE
C.V. mismas que se relacionan a continuación:

En razón de lo anterior, en primer término, se considera necesario dejar


claro que se entiende por factura, concepto que ha sido definido como un
documento privado que se emplea como comprobante fiscal, de
compraventa o prestación de servicios, y permite acreditar la relación
comercial e intercambio de bienes en atención a las circunstancias o
características de su contenido y del sujeto a quien se le hace valer.

Por tal motivo, si pretende que se otorgue distinto valor probatorio,


dependiendo de las circunstancias o características, lo consecuente es
que la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V.
es a quien corresponde probar los hechos de sus pretensiones, para que
esta autoridad logre adminicular la eficacia probatoria del contenido de
dichas facturas.

Lo anterior, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 81, del Código


Federal de Procedimientos Civiles vigente, aplicado supletoriamente de
conformidad con lo dispuesto en el Artículo 5, segundo párrafo del Código

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Fiscal de la Federación vigente, que a la letra señalan:

En ese orden de ideas, se determina que las facturas proporcionadas por


la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V. sólo
prueban el simple hecho de la emisión y existencia de las propias
facturas, por lo tanto, resulta insuficiente para acreditar que recibió la
prestación del servicio por concepto de “SERVICIO POR ADMINISTRACION
DE INMUEBLE” para lo cual debió aportar documentación e información
que acredite como es que OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE
C.V. se cercioro que SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. contaba con la
legal posesion del inmueble y que estuviera facultada para otorgarlo en
arrendamiento. Lo anterior, de forma enunciativa, mas no limitativa, en
virtud de que esa contribuyente debe

acreditar y documentar debidamente las circunstancias de modo, tiempo


y lugar en que se realizaron las supuestas operaciones, lo cual no aportó
en el caso particular.

Es por lo anterior, que la factura proporcionada por sí misma no acredita


que el servicio prestado por concepto de “SERVICIO POR
ADMINISTRACION DE INMUEBLE”, fuera efectivamente realizado por su
emisor; cabe mencionar que en el presente procedimiento no se evalúa el
hecho de que el comprobante en cita reúna o no los requisitos fiscales
establecidos en los artículos 29 y 29-A del Código Fiscal de la Federación
vigente, sino que la realización de la operación contenida en el mismo
fuera efectivamente realizada.

Por lo que en el presente caso, la contribuyente OPERADORA DE HOTELES


MONFORTE, S.A. DE C.V. se encuentra en el supuesto de acreditar que
efectivamente recibió el servicio por concepto de “SERVICIO POR
ADMINISTRACION DE INMUEBLE”, situación que no logra demostrar al
exhibir dichas facturas las cuales únicamente comprueban su existencia
no así la realización de la operación que supuestamente ampara el
comprobante fiscal digital, ya que dicho comprobante fiscal no queda
perfeccionado con el simple acto de emisión, de tal manera que a través
de su sola emisión o tenencia, la contribuyente no adquiere el derecho de
deducir o acreditar determinado concepto sino que su autenticidad puede
ser verificada con posterioridad por la autoridad para determinar si la
operación que se pretende deducir fue realmente realizada.

En ese sentido, la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE,


S.A. DE C.V. debió acreditar que efectivamente recibió el servicio por
concepto de “SERVICIO POR ADMINISTRACION DE INMUEBLE”, situación
que no logra demostrar al exhibir dichas facturas las cuales únicamente
comprueban su existencia y no así que la operación que supuestamente
ampara, efectivamente se haya realizado.

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Por otra parte, la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE,
S.A. DE C.V. proporcionó 10 acuses de transferencias a cuenta de terceros
con los siguientes datos:

Referente a estos documentales únicamente acredita que la


contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V. realizó
traspasos entre cuentas, sin embargo, dichos traspasos pudieron haberse
realizado por una operación distinta con la propia contribuyente, no
exactamente hubo necesidad de la existencia de capacidad material,
pues se trata de una mera transacción bancaria entre las cuentas de
ambas contribuyentes, es decir por sí solo los traspasos entre cuentas no
representan un documento con pleno valor probatorio.

Al respecto es de indicar que los traspasos entre cuentas, únicamente


acreditan la realización de un abono a la supuesta cuenta de la
contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V., es decir, no representan
un documento con pleno valor probatorio, lo anterior en virtud, de que tal
y como se señaló previamente dicho traspaso únicamente hacen suponer
que existe un depósito del cual no se tiene certeza que corresponda al
que pretende acreditar la contribuyente OPERADORA DE HOTELES
MONFORTE, S.A. DE C.V. misma documental resulta insuficiente para
acreditar que realmente se hubiese llevado a cabo la prestación de
servicios entre las contribuyentes SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. y
OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V.

Aunado a que, dicha documental no comprueban la efectiva prestación


del servicio contemplado en los Comprobantes Fiscales Digitales por
Internet, expedidos a su representada, es decir que la contribuyente
OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V. con dicha documental
no acredita que realmente se hubiese llevado a cabo la prestación del
servicio por concepto de “SERVICIO POR ADMINISTRACION DE INMUEBLE”,
ya que del análisis a los acuses de transferencias a cuenta de terceros,
proporcionados por la contribuyente OPERADORA DE HOTELES
MONFORTE, S.A. DE C.V. únicamente se conoció que hubo un pago hacia
la contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. y no se demuestra que
estos sean derivado del supuesto servicio realizado a la contribuyente
OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V. durante el ejercicio
fiscal 2016.

Así mismo, la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A.


DE C.V. proporcionó 2 auxiliares de mayor correspondiente a los ejercicios
fiscales comprendidos del 01 de enero de 2015 al 31 de diciembre de
2015 y del 01 de enero de 2016 al 31 de diciembre de 2016 y 10 pólizas
de transferencia mediante las cuales se efectuó el registro por el pago
correspondiente a la supuesta prestación de SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE
C.V. Ahora bien, con relación a dichas documentales resulta necesario

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que los registros contables se encuentren soportados por documentación
que ampare su veracidad, pues la contabilidad expresa los movimientos o
modificaciones en el patrimonio de la contribuyente OPERADORA DE
HOTELES MONFORTE, S.A. DE C.V. esto es, al indicar hechos económicos
derivados de transacciones comerciales, la contribuyente está obligada a
apoyar los registros de su contabilidad en pruebas y no sólo asentar los
datos, por lo cual, para que un registro pueda considerarse como fiel y
veraz, debe acompañarse de la documentación necesaria en las cuales se
pueda verificar la comunicación que existió entre ambas contribuyentes,
en la que se pueda corroborar bajo qué términos se solicitó el servicio, o
algún otro documento que evidencie que la prestación del servicio por
concepto de “SERVICIO POR ADMINISTRACION DE INMUEBLE”, fuera
efectivamente realizada.

Por todo lo anterior y del análisis efectuado en conjunto a las pruebas


aportadas por la contribuyente OPERADORA DE HOTELES MONFORTE, S.A.
DE C.V., se concluye que no acredita la efectiva realización de la
operación realizada con la contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE
C.V. por concepto de “SERVICIO POR ADMINISTRACION DE INMUEBLE””,
señalada en su promoción.”

Conforme a lo anterior, esa H. Sala puede advertir que la hoy demandada omitió
valorar de manera conjunta las probanzas que fueron ofertadas, siendo que, al hacerlo
de manera aislada, les restó todo valor probatorio, pasando por alto la prueba
presuncional, ya que, atendiendo a esta de cada elemento de convicción pueden
desprenderse uno o varios indicios, con los que hubiera concluido que sí se acreditaron
las operaciones realizadas con la contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V., de
ahí que dicha autoridad pasó por alto tal circunstancia, por lo que resultaba
suficiente para ese efecto que hubiera exhibido todas y cada una de las
documentales que se exhibieron en el escrito presentado el 09 de diciembre
del 2020.

De lo anterior se advierte que la autoridad recurrida aduce que los contratos de


prestación de servicios son documentos privados, de conformidad con lo establecido en
el artículo 203 primer párrafo, del Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria a la materia fiscal, que forman prueba de los hechos mencionados
en él, sólo en cuanto sean contrarios a los intereses de su autor, razón por la que a su
consideración los contratos exhibidos, no son suficiente para demostrar la
materialización de las operaciones celebradas con SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V.,
puesto que al tratarse de documentos de fácil elaboración por sí solo no consigna la
fuerza probatoria plena.

Asimismo, soslaya la autoridad demandada que para que un contrato surta sus
efectos entre los contratantes, basta con que estos otorguen su consentimiento
respecto a lo acordado y que desde el momento en que emitan tal consentimiento las
partes se obligan al cumplimiento de lo expresamente pactado, así como a las

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consecuencias que según la naturaleza de lo contratado los constriñe.

Por lo anterior expuesto, tenemos que el contrato no es un documento que exija


para su existencia, validez y eficacia, su registro o certificación notarial, como
falsamente lo sostuvo la autoridad emisora de la resolución recurrida; sino que, la
eficacia del mismo, puede corroborarse con la relación entre los depósitos bancarios,
los folletos, correos electrónicos, los registros contables y otras probanzas exhibidas
por mi mandante; es decir, deben adminicularse dichas probanzas para estar en
posibilidad de verificar la veracidad de las operaciones cuestionadas; es decir, debió
existir un análisis relacionado de los contratos de prestación de servicios, con los
elementos adicionales aportados por la hoy recurrente, y así, adquirir certeza de la
veracidad de lo pactado y de su materialización; motivo por el que, la autoridad
recurrida debió efectuar dicha adminicularían documental para tener certeza de que,
efectivamente, fueron celebradas los operaciones entre mi mandante y SINAPRIT
SERVICIOS, S.A. DE C.V., y no limitarse a sostener que los contratos NO eran
insuficientes para demostrar tal extremo, por el sólo hecho de ser un documento
privado; máxime que la hoy recurrente contaba con elementos adicionales para
corroborar la veracidad y materialización de las operaciones cuestionadas.

Ahora bien, no pasa desapercibido para mi mandante el hecho de que las


documentales señaladas en párrafos anteriores hacen prueba plena de las operaciones
celebradas con la contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V., toda vez que dichas
probanzas deben ser analizadas y valoradas en conjunto con todas las pruebas
aportadas.

Asimismo, cabe mencionar que la autoridad hoy demandada fue omisa en


indicar el precepto legal que prevea que con las documentales exhibidas no se logra
acreditar la materialización de las operaciones que amparan dichos comprobantes
fiscales, o en su caso, el dispositivo que prevé las documentales idóneas que debieron
ser exhibidas para acreditar tal extremo.

En primer término, es importante destacar que la conclusión a la que llegó la


autoridad hoy demandada en la resolución impugnada respecto a que las operaciones
celebradas entre la recurrente y SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V., se sustentó en el
hecho de que dicha contribuyente se encontró definitivamente en la situación a que se
refiere el primer párrafo del artículo 69-B del CFF.

Ahora bien, la presunción antes aludida admite prueba en contrario, es decir, es


una presunción iuris tantum, que puede ser desvirtuada por el contribuyente a través
de los medios de prueba que puedan evidenciar que, contrario a lo aducido por la
autoridad fiscal, las operaciones amparadas por sus comprobantes fiscales SÍ se
realizaron.

Así las cosas, resulta ilegal que la autoridad recurrida estimará que las
probanzas exhibidas constituían documentales privadas a las que no se les podía
otorgar valor probatorio pleno, toda vez que dicha autoridad perdió de vista que fueron
exhibidas otras probanzas que otorgaban certeza de las operaciones celebradas con
SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V., pues se insiste que dichas documentales
adminiculadas, permitían a la hoy recurrente adquirir certeza sobre la veracidad de los

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hechos que en ellas se describen; por lo tanto, por lo que el carácter de indicio que
cada una en lo individual tiene, es claro que con su adminiculación de manera conjunta
se llega a la convicción de la celebración de las operaciones cuestionadas.

Por todo lo anteriormente expuesto, contrario a lo sostenido por la autoridad


recurrida al emitir la resolución contenida en el oficio número 500-71-06-01-03-2021-
8667 de fecha 03 de febrero de 2021, la recurrente sí aportó documentación idónea
para acreditar y demostrar que recibió operaciones celebradas con SINAPRIT
SERVICIOS, S.A. DE C.V., en los ejercicios fiscales de 2015 y 2016, y que sí celebró las
operaciones pactadas con dicho contribuyente, demostrando el pago de los conceptos
descritos en los comprobantes fiscales, lo cual, se acredita con las transferencias
correspondientes a la operación analizada.

Asimismo, solicito a esa H. Sala que en el momento de resolver la cuestión


planteada, tome en cuenta los siguientes criterios los emitidos por la Procuraduría de la
Defensa del Contribuyente, todo ello con relación a las violaciones de las que se duele
la hoy recurrente, criterios que si bien es cierto no son obligatorios para esta resolutora
también lo es que solicito que sean valorados en su carácter de orientadores para
poder resolver a favor de la hoy actora la cuestión que le ha sido planteada y que la
autoridad hoy demandada simplemente no valoró, los cuales son los siguientes:

CRITERIO JURISDICCIONAL 74/2019 (Aprobado 8va. Sesión


Ordinaria 27/09/2019)

OPERACIONES INEXISTENTES (EDOS). PRUEBAS APORTADAS CUYA


VALORACIÓN ADMINICULADA EN JUICIO CONTENCIOSO
RESULTARON SUFICIENTES PARA DESVIRTUAR LA PRESUNCIÓN DE
INEXISTENCIA POR PARTE DE LA AUTORIDAD FISCAL. El artículo 69-
B del Código Fiscal de la Federación regula el procedimiento especial a fin
de que la autoridad fiscal determine de manera presuntiva, y
posteriormente definitiva, la inexistencia de operaciones que para efectos
fiscales celebran las empresas que facturan operaciones simuladas
(EFOS) y las empresas que deducen operaciones simuladas (EDOS), así
como lo atinente a los plazos para desvirtuar tales determinaciones de la
autoridad. En el caso particular, el Órgano Jurisdiccional estimó que con
las pruebas aportadas en sede administrativa (ante la propia autoridad
fiscalizadora y las adicionadas al Recurso de Revocación), valoradas de
manera adminiculada, esto es, el comprobante fiscal, estado de cuenta
bancario, comprobante de traspaso, vale y requisición de materiales, se
acreditó fehacientemente la materialidad de la operación de comercio de
mercancía respecto de una empresa dedicada a la construcción, ya que
no sólo se comprobó el ciclo del recurso económico vinculado con dicha
operación, sino también la solicitud y entrega de los bienes (agregados,
grava, arena y piedra), motivo por el cual quedó desvirtuada la presunta
simulación determinada por la autoridad; de igual manera la Sala
consideró excesiva la pretensión de la autoridad respecto a que la
contribuyente debía acreditar que las personas involucradas en la
elaboración de los referidos vales y requisición de materiales tuvieran

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relación con ella y contaran con tales facultades, ya que dicha carga
probatoria carece de fundamento legal al tratarse de documentos que
implican el ciclo de solicitud, entrega y recepción de insumos y, por ende,
la organización y/u operación le corresponde únicamente a la empresa.

CRITERIO JURISDICCIONAL 57/2017 (Aprobado 7ma. Sesión


Ordinaria 29/09/2017

PRESUNCIÓN DE OPERACIONES INEXISTENTES. LA MATERIALIDAD


DE LOS SERVICIOS AMPARADOS EN LOS COMPROBANTES
FISCALES PUEDE ACREDITARSE CON DOCUMENTACIÓN IDÓNEA. A
criterio del Órgano Judicial, aun cuando el emisor del comprobante fiscal
cuyas operaciones se presumen inexistentes, se ubique en el listado a
que hace referencia el tercer párrafo del artículo 69-B del Código Fiscal de
la Federación, el receptor de dichos comprobantes fiscales podrá
demostrar la materialización de las operaciones cuestionadas con los
documentos que en su conjunto hagan indudable que sí recibió el
servicio, de modo que al vincularse entre sí, por ejemplo, el contrato
mediante el cual se pactó la prestación del servicio, con las órdenes para
su realización, así como las de entrega de los resultados, se aprecie que
lo ordenado es precisamente lo recibido con las características y en las
fechas acordadas; siendo que en el caso concreto, la contribuyente que
recibió el servicio de submaquila, lo acreditó con los comprobantes
fiscales y su contabilidad -pólizas, cheques, fichas de depósito y estados
de cuenta-, elementos que coincidieron con los movimientos de dinero,
esto es, el pago o salida de su cuenta bancaria, en la fecha y cantidad en
que también recibió en su cuenta y efectivamente cobró el proveedor,
documentación que, en conjunto, resulta idónea para acreditar que se
recibió el servicio.

Finalmente, solicito a esa autoridad resolutoria que haga el estudio de todas las
pruebas ofrecidas y exhibidas como pruebas en esta instancia administrativa, con las
cuales se demuestra la existencia de las operaciones cuestionadas por la autoridad
fiscalizadora, apoyándose para ello en la prueba indiciaria, resultando aplicable la
siguiente tesis, emitida por la Primera Sección del Tribunal Federal de Justicia
Administrativa que establece lo siguiente:

VIII-P-1aS-428

PRUEBA INDICIARIA. SU APLICACIÓN Y OPERATIVIDAD DENTRO


DEL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. De conformidad con el
artículo 197 del Código Federal de Procedimientos Civiles, aplicado
supletoriamente a la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo- el Tribunal Federal de Justicia Administrativa goza de la
más amplia libertad para hacer el análisis de las pruebas rendidas dentro
del procedimiento jurisdiccional, valorando su alcance y valor probatorio
confrontándolas unas frente a otras. Derivado de lo anterior, surge a la
vida jurídica la denominada prueba indiciaria, misma que parte de la base

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que no existe prueba directa de un hecho que precisa ser acreditado,
pero sí existen otros hechos que entrelazados a través de un
razonamiento lógico e inferencial, lleva a su demostración. Es decir, la
prueba indiciaria se desarrolla mediante el enlace de la verdad conocida
para extraer como producto la demostración de la hipótesis buscada. Por
lo tanto, al analizar el cúmulo probatorio ofrecido en juicio, el
Tribunal Federal de Justicia Administrativa deberá estudiar las
probanzas ofrecidas adminiculándolas y confrontándolas unas
con otras, para así estar en posibilidad de acreditar o deducir los
hechos para los cuales fueron ofrecidas, con la salvedad de que debe
de existir una conexión racional entre las pruebas analizadas y los hechos
que se obtienen, puesto que de no existir tal conexión, impediría la
operatividad de la prueba indiciaria. (énfasis añadido)
Tesis aprobada en sesión de 4 de septiembre de 2018)
R.T.F.J.A. Octava Época. Año III. No. 27. Octubre 2018. p. 363

Asimismo, la autoridad recurrida en su resolución, señala que mi mandante


exhibió copias de los comprobantes fiscales que le fueron expedidos por SINAPRIT
SERVICIOS, S.A. DE C.V.; folletos de oferta del inmueble arrendado; constancia de
entrega posesión del predio citado; correos electrónicos enviados y recibidos; pólizas
de transferencias y acuses de transferencias bancarias, mismas que como se puede
notar en la resolución que se impugna no fueron consideradas a estudio de la
autoridad fiscal al momento de emitir su conclusión.

Se dice lo anterior ya que las documentales antes mencionadas, señala la


referida autoridad fiscal que no son suficientes para crear la convicción de que las
supuestas operaciones amparadas con los comprobantes fiscales digitales emitidos por
SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. a mi poderdante, generen los efectos fiscales que se
pretende.

Señalamientos que como puede advertir esa resolutora, resultan insuficientes


para tener por debidamente fundada y motivada la resolución controvertida, toda vez
que la autoridad hoy recurrida omite indicar en su resolución los motivos y
fundamentos de derecho en que se apoyó para restarle valor probatorio a todas las
documentales exhibidas por la hoy recurrente.

Ahora bien, por lo que hace el contrato de arrendamiento, la legislación civil en


su artículo 2406, dispone que dicho acuerdo de voluntades no requiere formalidad
alguna, salvo constar por escrito:

Artículo 2406.- El contrato de arrendamiento debe otorgarse por escrito.


La falta de esta formalidad se imputará al arrendador.

Por lo tanto, conforme a lo anterior, los contratos exhibidos no requieren de


alguna formalidad como una certificación notarial, para que puedan surtir sus efectos
de pleno derecho ante un tercero que no intervino en la relación contractual, pues
dicho requisito de formalidad no demerita por sí misma el valor probatorio de
dichos contratos, como lo pretende hacer valer la autoridad recurrida, al
señalar que se tratan de documentos privados, sino que éste debe ser

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valorado adminiculado con las documentales aportadas por mi mandante.

Se dice lo anterior, en virtud de que la autoridad recurrida aduce que con los
contratos de arrendamiento, subarrendamiento y sus adendum, exhibidos no se
acredita que efectivamente se hayan llevado a cabo; que son simples documentos
privados, generando una simple presunción de la existencia de los documentos que lo
reproducen, sin que esto sea suficiente cuando no se encuentran vinculados con otros
elementos probatorios distintos que den certeza a que las operaciones que se
mencionan se hubieran realizado, conforme a lo establecido en el artículo 203 del
Código Federal de Procedimientos Civiles vigente aplicado supletoriamente por virtud
del artículo 5°, segundo párrafo del CFF.

Por otra parte, la hoy recurrente exhibió los comprobantes fiscales que le fueran
expedidos por el contribuyente SINAPRIT SERVICIOS, S.A. DE C.V. con sus
comprobantes de pago, documentales que adminiculadas unas con otras, arrojan
convicción a de la efectiva realización de las operaciones hechas constar en los
referidos comprobantes.

En conclusión, la autoridad recurrida no invoca fundamento legal alguno, lo cual


estima ilegal, por el hecho de que dicha autoridad demerita la naturaleza jurídica de
los instrumentos exhibidos, que, como ya se dijo, regula el artículo 1796 del Código
Civil Federal, el cual no requiere otra formalidad como la de ser otorgado ante
fedatario público en instrumento público, sino se perfecciona por el mero
consentimiento, y conforme lo dispone el artículo 2406, sólo requiere que se otorgue
por escrito. Por lo anterior, es claro que la autoridad recurrida debió atribuirle eficacia
probatoria y valorarlos en forma conjunta, con la restante documentación
comprobatoria, a saber, los comprobantes fiscales emitidos por SINAPRIT SERVICIOS,
S.A. DE C.V. y los comprobantes de pago de los servicios prestados que constituyen la
documentación comprobatoria contable de las operaciones cuya existencia se solicita
sea reconocida, por lo que resulta por demás evidente que dicha autoridad fue omisa
en citar algún precepto legal que sustente la conclusión a que arriba; además de que
aprecia equivocadamente los hechos, contraviniendo así lo que dispone la fracción IV
del artículo 38, del CFF, con relación al artículo 16 constitucional.

Resulta de aplicación la tesis de jurisprudencia de la Segunda Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación que se transcribe a continuación:

Suprema Corte de Justicia de la Nación


Segunda Sala
Séptima Época
Semanario Judicial de la Federación. Volumen 48, Tercera Parte,
página 51
FUNDAMENTACION Y MOTIVACION, AMPARO EN CASO DE LA
GARANTIA DE. Si el acto reclamado no es intrínseca y radicalmente
anticonstitucional porque no evidencia en sí mismo la falta de norma
alguna legal o reglamentaria que pudiera justificarlo (como sucedería, por
ejemplo, respecto de un acto dictado sin competencia constitucional) para
obtener, de modo indubitable, una conclusión sobre la constitucionalidad

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o inconstitucionalidad de dicho acto, que yendo más allá de su aspecto
formal trascendiera al fondo, esto es, a su contenido, sería preciso hacer
un estudio exhaustivo de todas las leyes y reglamentos, a fin de poder
determinar si existe o no alguna disposición que le sirva de apoyo,
estudio que no es dable realizar en el juicio de amparo. Llámese violación
procesal o formal (los dos términos se han empleado indistintamente en
la jurisprudencia, aunque el primero, en verdad, no con intachable
propiedad) a la abstención de expresar el fundamento y motivo de un
acto de autoridad, lo cierto es que tal abstención impide juzgar el acto en
cuanto al fondo, por carecerse de los elementos necesarios para ello,
pues desconocidos tales fundamento y motivo, los mismos no pueden ser
objeto de apreciación jurídica alguna. La reparación de la violación
cometida, mediante el otorgamiento del amparo, consiste en dejar
insubsistente el acto formalmente ilegal; pero no juzgada la
constitucionalidad del propio acto en cuanto al fondo por desconocerse
sus motivos y fundamentos, no puede impedirse a la autoridad que emita
un nuevo acto en el que purgue los vicios formales del anterior, el cual,
en su caso, podría reclamarse en un amparo, entonces sí, por violaciones
de fondo concernientes a su fundamentación y motivación ya expresados.
Si bien no puede impedirse a la autoridad que reitere el acto, con tal que
lo funde y motive, tampoco puede obligársele a que haga su reiteración,
pues si la propia autoridad encuentra que, ciertamente, el acto reclamado
no podría apoyarse en irreprochables motivos y fundamentos legales,
estará en aptitud de no insistir en el mismo. En consecuencia, la
concesión del amparo contra un acto no fundado ni motivado únicamente
constriñe a la responsable a dejarlo insubsistente, mas no a reiterarlo
purgando esos vicios formales.

De lo anterior, se acredita que mi representada si recibió por parte de la


empresa denominada SINAPRIT SERVICIOS, S.A DE C.V, los servicios que amparan los
comprobantes fiscales.

DECIMO CONCEPTO DE IMPUGNACION. – Es procedente anular de forma lisa y


llana la resolución que se impugna, toda vez que la autoridad demandada viola los
artículos 14 y 16 Constitucionales en relación con los artículos 33 y 38 fracción IV del
Código Fiscal de la Federación.

Se dice lo anterior, en razón de que no estudia de forma conjunta las pruebas


aportadas por mi mandante, sino que únicamente hace un estudio muy superficial de
los documentos, sin adminicularlos para poder tener la visión de que realmente
existieron las operaciones con la empresa enviada al listado del 69 B del Código Fiscal
Federal.

Conforme a lo anterior, esa H. Sala puede advertir que la hoy demandada omitió
valorar de manera conjunta las probanzas que fueron ofertadas, siendo que, al hacerlo
de manera aislada, les restó todo valor probatorio, pasando por alto la prueba
presuncional, ya que, atendiendo a esta de cada elemento de convicción pueden
desprenderse uno o varios indicios, con los que hubiera concluido que sí se acreditaron

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las operaciones realizadas con la contribuyente listada en el 69B del Código citado, de
ahí que dicha autoridad pasó por alto tal circunstancia, por lo que resultaba suficiente
para ese efecto que hubiera exhibido todas y cada una de las documentales que se
exhibieron en el escrito presentado.

Asimismo, cabe mencionar que la autoridad hoy demandada fue omisa en


indicar el precepto legal que prevea que con las documentales exhibidas no se logra
acreditar la materialización de las operaciones que amparan dichos comprobantes
fiscales, o en su caso, el dispositivo que prevé las documentales idóneas que debieron
ser exhibidas para acreditar tal extremo.

Ahora bien, la presunción antes aludida admite prueba en contrario, es decir, es


una presunción iuris tantum, que puede ser desvirtuada por el contribuyente a través
de los medios de prueba que puedan evidenciar que, contrario a lo aducido por la
autoridad fiscal, las operaciones amparadas por sus comprobantes fiscales SÍ se
realizaron.

En el mismo orden de ideas, es ilegal la resolución recurrida, toda vez que la


demandada viola el artículo 33 fracción I inciso d) del Código Fiscal de la Federación el
cual establece lo siguiente:

Artículo 33.- Las autoridades fiscales para el mejor cumplimiento de sus


facultades, estarán a lo siguiente:

I. Proporcionarán asistencia gratuita a los contribuyentes y


ciudadanía, procurando:

a) Señalar en forma precisa en los requerimientos mediante los cuales se


exija a los contribuyentes la presentación de declaraciones, avisos y
demás documentos a que estén obligados, cual es el documento
cuya presentación se exige.

Esto es, si la autoridad demandada requiere que se le exhiba documentación


debió de señalar de forma precisa cuales son los documentos idóneos que requiere
para tener por satisfecho el requerimiento realizado a mi mandante, cuestión que la
autoridad dejo de observar, con lo cual se violenta los derechos de audiencia, legalidad
y seguridad jurídica de mi mandante, es decir la autoridad fiscal debió de señalar que
documentación satisfacía su requerimiento con la finalidad de acreditar la materialidad
de las operaciones, cuestión que en el caso que nos ocupa no aconteció por lo que es
procedente anular de forma lisa y llana la resolución impugnada.

QUINTO CONCEPTO DE IMPUGNACION.- Es procedente anular de forma lisa


y llana las resoluciones recurridas, ya que la autoridad demandada no estudio de forma
congruente y exhaustiva los agravios planteados por mi mandante en el recurso de
revocación, toda vez que con independencia de lo expresado en los agravios anteriores
respecto a la falta de valoración de pruebas por parte de la autoridad recurrida, en el
presente agravio se hace valer la inconvencionalidad del párrafo octavo del artículo
69-B del CFF, en cuanto a que el mismo no permite el derecho a una defensa adecuada
en términos de la normativa internacional que más adelante se expondrá, por lo que

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las resoluciones impugnadas carecen de soporte jurídico y son violatorias de lo
establecido por los artículos 14 y 16 Constitucionales, toda vez que resulta violatorio
de derechos humanos el párrafo octavo del artículo 69-B del CFF, en cuanto a que el
mismo no permite el derecho a una defensa adecuada en términos de la normativa
internacional que más adelante se expondrá.

Antes de exponer la violación apuntada, es necesario exponer las razones y


fundamentos del por qué esa H. Sala puede desaplicar la opción normativa que por
este medio se tilda de inconvencional1.

En efecto, con las reformas constitucionales en materia de derechos humanos


1
Al respecto resulta aplicable la siguiente tesis de jurisprudencia y
aislada que establecen lo siguiente:

VIII-J-1aS-69
CONTROL DIFUSO DE CONVENCIONALIDAD. PARA SU
ANÁLISIS SE REQUIERE QUE SE ESPECIFIQUE CUÁL ES LA
NORMA GENERAL O EL DERECHO HUMANO QUE ESTÁ EN
DISCUSIÓN.- De la interpretación conjunta de los artículos 1° y 133
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
desprende que el mecanismo para el control de convencionalidad ex
officio en materia de derechos humanos debe ser acorde con el
modelo de control difuso de constitucionalidad, en cuyo análisis el
órgano jurisdiccional deberá identificar si la norma legal tiene una
posible colisión con algún derecho humano establecido en: a) todos
los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal, así
como en la jurisprudencia emitida por el Poder Judicial de la
Federación; b) todos los derechos humanos contenidos en tratados
internacionales en los que el Estado mexicano sea parte; c) los
criterios vinculantes de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos derivados de las sentencias en las que el Estado mexicano
haya sido parte; d) los criterios orientadores de la jurisprudencia y
precedentes de la citada Corte, cuando el Estado mexicano no haya
sido parte. Por tanto, la sola afirmación en los conceptos de
impugnación de que las normas aplicadas en el procedimiento
respectivo son inconvencionales, o alguna expresión similar, sin que
se precise cuál es la norma general o el derecho humano que está en
discusión, imposibilita efectuar ese control, pues de otra manera, se
obligaría a este órgano jurisdiccional a realizar el estudio de todas
las normas que rigen el procedimiento y dictado de la resolución,
confrontándolas con todos los instrumentos internacionales sobre
derechos humanos, labor que se tornaría imposible de atender, sin
trastocar otros principios como los de exhaustividad y congruencia
respecto de los argumentos efectivamente planteados.

(Tesis de jurisprudencia aprobada por acuerdo G/S1-9/2019)

(R.T.F.J.A. Octava Época. Año IV. No. 32. Marzo 2019. p. 32

VIII-P-2aS-682

CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD.


EL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y
ADMINISTRATIVA PUEDE EJERCERLO EN RELACIÓN CON LEYES
Y REGLAMENTOS ASÍ COMO ACTOS ADMINISTRATIVOS,
DECRETOS Y ACUERDOS DE CARÁCTER GENERAL.- Conforme al
artículo 1o., segundo y tercer párrafos de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, las normas relativas a los derechos
humanos se interpretarán de conformidad con la Constitución y con

Página | 58
publicadas en el Diario Oficial de la Federación en el mes junio de 2011 se abrió un
panorama jurídico que se ve reflejado en la ampliación de los derechos de las personas
y sobre todo de las acciones que las autoridades del Estado mexicano deben tomar en
consideración, a efecto de proporcionar un trato justo y fortalecer la relación que existe
entre el gobierno y el gobernado, por lo que las dependencias de la Administración
Pública Federal centralizada deben observar y respetar observen en todo momento los
derechos humanos que la Constitución reconoce y los que son adheridos por parte de
los tratados internacionales suscritos por el Estado mexicano.

Así, todo acto de autoridad debe ajustarse a los principios constitucionales de


legalidad, fundamentación y motivación, así como los dispuestos por las leyes de
competencia de cada una de las autoridades, sin perjuicio de lo que dispongan los
tratados internacionales de los que México es parte, para esto, la Constitución federal
manifiesta en su artículo 1°, párrafo tercero, la imposición que toda autoridad debe
cumplir que sus actos se encuentren ajustados a derecho; por ende, los actos
administrativos deben estar revestidos de legalidad y de apego a los principios
normativos de los derechos humanos, buscando siempre el mayor beneficio, material y
legal, para que toda persona sometida a la jurisdicción del Estado mexicano reciba un
trato justo y no arbitrario al momento en que se ejercite un acto de molestia en su
contra.

los tratados internacionales de la materia, favoreciendo en todo


tiempo a las personas la protección más amplia; de tal forma que,
todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la
obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos de conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad; así como reparar
las violaciones a los derechos humanos, en los términos que
establezca la ley. Además, el artículo 133 constitucional dispone que,
la Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de
ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma,
celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con
aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión; los
jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes y
tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber
en las constituciones o leyes de los Estados. Así, en acatamiento a
dichas disposiciones constitucionales, este Tribunal Federal se
encuentra facultado para realizar el control de constitucionalidad y
convencionalidad ex officio en los casos que proceda o a petición de
parte, en materia de derechos humanos, ponderando las normas de
derecho interno y los instrumentos internacionales celebrados por el
Estado mexicano en materia de derechos humanos, sobre alguna
disposición en contrario, abarcando todas las normas generales que
les corresponda aplicar para resolver los asuntos de su competencia;
es decir, aquellas en que se funden los actos controvertidos ante
dichos entes jurisdiccionales, bien se trate de disposiciones emitidas
por el Congreso de la Unión, así como disposiciones de carácter
general emitidas por el Ejecutivo Federal en el ejercicio de su
facultad reglamentaria prevista en el artículo 89, fracción I
constitucional, incluso, las disposiciones administrativas de carácter
general, emitidas por los organismos autónomos y dependencias
integrantes de la Administración Pública Federal, dado que el
cumplimiento de los derechos humanos no encuentra límite, de tal
forma que el control procede respecto de cualquier disposición que
contravenga los derechos humanos previstos en la Constitución o los
tratados internacionales suscritos por el Estado mexicano.

R.T.F.J.A. Octava Época. Año V. No. 49. Diciembre 2020. p. 443

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En ese esquema de protección a los derechos humanos, las autoridades
administrativas y jurisdiccionales (como esa H. Sala) tienen una obligación sumamente
importante, para que al momento de llevar a cabo sus actividades propias del ejercicio
de facultades y emitan cualquier acto, se sirvan a encaminarlos, no solo a la legalidad
que, por estricto derecho deben efectuar, sino también al hecho de que su labor es con
personas; por lo tanto, en todo momento deben buscar las normas que mayor beneficio
otorguen a los particulares dentro de su ámbito de competencia, o bien desaplicar un
ordenamiento normativo que se encuentre en sus facultades, a fin de cumplir
cabalmente con la obligación constitucional referida en su artículo 10º, párrafo tercero,
y más aún, realizar sus funciones al amparo del control difuso de convencionalidad “ex
officio” o control de convencionalidad, y desarrollarse como una autoridad del Estado
que no solo cumpla con los estándares constitucionales de Derechos Humanos, sino
con los compromisos internacionales contraídos, como lo son la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos,
entre otros.

De esta manera la trascendencia de un Estado de Derecho se debe también


reflejar en los integrantes de la Administración Pública, al momento en que elaboran o
ejecutan sus políticas y actos con motivo del uso de sus facultades, cumplan con lo
dispuesto por las leyes internas y los compromisos internacionales de México en
garantizar los derechos fundamentales de toda persona, lo cual obliga a que la
autoridad administrativa vincule su actuación al control de convencionalidad para así
obtener una política o acto que sea justo y respetuoso de la legalidad del Derecho
interno y el Derecho Internacional.

Lo anterior, considerando que la existencia de una norma —como el artículo 69-


B del CFF— no garantiza por sí misma que su aplicación sea adecuada, por lo que es
necesario que la aplicación de las normas o su interpretación, tanto en la labor
jurisdiccional, como en los procedimientos administrativos, se encuentren ajustadas al
mismo fin que persigue el artículo 2º de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.

De esta manera, los instrumentos internacionales —como la citada Convención


— vinculan a todos los poderes y órganos estatales en su conjunto, los cuales se
encuentran obligados a ejercer un control “de convencionalidad” ex officio entre las
normas internas y la citada Convención Americana, evidentemente en el marco de sus
respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes; por lo
tanto, sin lugar a dudas las autoridades administrativas como parte del Estado
mexicano tienen la obligación de ejercer el control de convencionalidad para garantizar
de forma plena los derechos fundamentales de las personas que sujetan a sus actos.

Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que


todas y cada una de las instituciones de un Estado miembro deben realizar el control
de convencionalidad, ampliando con esto y de una forma por demás productiva y
eficiente el ejercicio de su competencia, por lo que para hacer frente a dicha obligación
no es necesario que el gobernado acuda a una instancia jurisdiccional o que accione el
procedimiento contencioso, todo lo contrario, la actuación de las autoridades
administrativas en todo momento debe crear y poner en marcha una política que no

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debe ser contenciosa, ni tampoco consultiva, sino ex officio, por lo tanto, es innegable
que siempre deben atender a los principios normativos de derechos humanos y
recordar que el fin del Estado es el bienestar y el pleno desarrollo de sus gobernados.

Así las cosas y en el caso que nos ocupa, es claro que la hoy actora se encontró
en un completo estado de indefensión al comparecer ante la autoridad recurrida en
términos de lo que establece el multicitado artículo 69-B del CFF, que en la parte que
nos interesa, establece lo siguiente:

Artículo 69-B. Cuando la autoridad fiscal detecte que un contribuyente


ha estado emitiendo comprobantes sin contar con los activos, personal,
infraestructura o capacidad material, directa o indirectamente, para
prestar los servicios o producir, comercializar o entregar los bienes que
amparan tales comprobantes, o bien, que dichos contribuyentes se
encuentren no localizados, se presumirá la inexistencia de las
operaciones amparadas en tales comprobantes.

En este supuesto, procederá a notificar a los contribuyentes que se


encuentren en dicha situación a través de su buzón tributario, de la
página de Internet del Servicio de Administración Tributaria, así como
mediante publicación en el Diario Oficial de la Federación, con el objeto
de que aquellos contribuyentes puedan manifestar ante la autoridad fiscal
lo que a su derecho convenga y aportar la documentación e información
que consideren pertinentes para desvirtuar los hechos que llevaron a la
autoridad a notificarlos. Para ello, los contribuyentes interesados contarán
con un plazo de quince días contados a partir de la última de las
notificaciones que se hayan efectuado.

Los contribuyentes podrán solicitar a través del buzón tributario, por


única ocasión, una prórroga de cinco días al plazo previsto en el párrafo
anterior, para aportar la documentación e información respectiva,
siempre y cuando la solicitud de prórroga se efectúe dentro de dicho
plazo. La prórroga solicitada en estos términos se entenderá concedida
sin necesidad de que exista pronunciamiento por parte de la autoridad y
se comenzará a computar a partir del día siguiente al del vencimiento del
plazo previsto en el párrafo anterior.

Transcurrido el plazo para aportar la documentación e información y, en


su caso, el de la prórroga, la autoridad, en un plazo que no excederá de
cincuenta días, valorará las pruebas y defensas que se hayan hecho valer
y notificará su resolución a los contribuyentes respectivos a través del
buzón tributario. Dentro de los primeros veinte días de este plazo, la
autoridad podrá requerir documentación e información adicional al
contribuyente, misma que deberá proporcionarse dentro del plazo de diez
días posteriores al en que surta efectos la notificación del requerimiento
por buzón tributario. En este caso, el referido plazo de cincuenta días se
suspenderá a partir de que surta efectos la notificación del requerimiento
y se reanudará el día siguiente al en que venza el referido plazo de diez

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días. Asimismo, se publicará un listado en el Diario Oficial de la
Federación y en la página de Internet del Servicio de Administración
Tributaria, de los contribuyentes que no hayan desvirtuado los hechos
que se les imputan y, por tanto, se encuentran definitivamente en la
situación a que se refiere el primer párrafo de este artículo. En ningún
caso se publicará este listado antes de los treinta días posteriores a la
notificación de la resolución.

Los efectos de la publicación de este listado serán considerar, con efectos


generales, que las operaciones contenidas en los comprobantes fiscales
expedidos por el contribuyente en cuestión no producen ni produjeron
efecto fiscal alguno.

La autoridad fiscal también publicará en el Diario Oficial de la Federación


y en la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria,
trimestralmente, un listado de aquellos contribuyentes que logren
desvirtuar los hechos que se les imputan, así como de aquellos que
obtuvieron resolución o sentencia firmes que hayan dejado sin efectos la
resolución a que se refiere el cuarto párrafo de este artículo, derivado de
los medios de defensa presentados por el contribuyente.

Si la autoridad no notifica la resolución correspondiente, dentro del plazo


de cincuenta días, quedará sin efectos la presunción respecto de los
comprobantes fiscales observados, que dio origen al procedimiento.

Las personas físicas o morales que hayan dado cualquier efecto


fiscal a los comprobantes fiscales expedidos por un contribuyente
incluido en el listado a que se refiere el párrafo cuarto de este
artículo, contarán con treinta días siguientes al de la citada
publicación para acreditar ante la propia autoridad, que
efectivamente adquirieron los bienes o recibieron los servicios
que amparan los citados comprobantes fiscales, o bien
procederán en el mismo plazo a corregir su situación fiscal,
mediante la declaración o declaraciones complementarias que
correspondan, mismas que deberán presentar en términos de este
Código.

En caso de que la autoridad fiscal, en uso de sus facultades de


comprobación, detecte que una persona física o moral no acreditó la
efectiva prestación del servicio o adquisición de los bienes, o no corrigió
su situación fiscal, en los términos que prevé el párrafo anterior,
determinará el o los créditos fiscales que correspondan. Asimismo, las
operaciones amparadas en los comprobantes fiscales antes señalados se
considerarán como actos o contratos simulados para efecto de los delitos
previstos en este Código.

(énfasis añadido)

Del precepto legal inserto con anterioridad, se desprende en la parte que nos

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ocupa que el contribuyente que recibió comprobantes fiscales de los contribuyentes
que son publicados en las listas a que se refiere el párrafo cuarto de dicho numeral,
contarán con plazo de 30 días hábiles para acreditar la existencia de las operaciones
consignadas en los comprobantes fiscales emitidos por los proveedores publicados en
el Diario Oficial de la Federación como contribuyentes que expidieron comprobantes
fiscales que amparan operaciones simuladas o inexistentes.

Sin embargo, dicho precepto legal en la parte resaltada es


inconvencional, toda vez que limita el ejercicio de los receptores de dichos
comprobantes fiscales —como en este caso mi poderdante— a poder tener una
defensa adecuada para poder acreditar la existencia o materialidad de las operaciones
que llevaron a cabo con sus proveedores.

De esta manera, dicho periodo de tiempo constituye un periodo de prueba, por


lo que, en caso de no lograr desvirtuar esa presunción, se puede impugnar la
resolución definitiva a través de los medios de defensa que estimen convenientes 2,

Segunda Sala
2

Décima Época
Tesis: 2a./J. 48/2020 (10a.)
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 79, Octubre de
2020, Tomo I, página 879

RESOLUCIÓN EMITIDA EN TÉRMINOS DEL PENÚLTIMO


PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 69-B DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN. ES IMPUGNABLE A TRAVÉS DEL RECURSO
ADMINISTRATIVO DE REVOCACIÓN O EN SEDE CONTENCIOSA
ADMINISTRATIVA.

Hechos: Los Tribunales Colegiados de Circuito contendientes


analizaron si la resolución por la que la autoridad fiscal desestima las
pruebas presentadas por los contribuyentes para aclarar su situación
fiscal en términos del penúltimo párrafo del artículo 69-B del Código
Fiscal de la Federación y les invita a corregir su situación fiscal, es o
no una resolución definitiva para efectos de la procedencia, ya sea
del recurso de revocación o del juicio de nulidad. Al respecto llegaron
a soluciones contrarias, pues uno de ellos concluyó que sí mientras
que los otros dos concluyeron que no.

Criterio jurídico: La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación determina que la resolución emitida en términos del
penúltimo párrafo del artículo 69-B del Código Fiscal de la
Federación, mediante la cual la autoridad hacendaria desestima las
pruebas que aportó el contribuyente y lo invita a corregir su
situación fiscal, constituye una resolución definitiva que causa un
agravio en materia fiscal y, por tanto, es susceptible de ser
impugnada, ya sea a través del recurso administrativo de revocación
o del juicio contencioso administrativo .

Justificación: En la resolución emitida en términos del penúltimo


párrafo del artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación por el
Servicio de Administración Tributaria, a través de la cual desestima
las pruebas que le aportó el contribuyente y concluye que no
acreditan que efectivamente adquirió los bienes o recibió los
servicios que amparan los comprobantes fiscales (expedidos por un
contribuyente que se encuentra en la lista definitiva prevista en ese
precepto), sí se trata de una resolución definitiva impugnable en el
recurso administrativo de revocación o en el juicio contencioso
administrativo, conforme a los artículos 117 del Código Fiscal de la
Federación y 3 de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia

Página | 63
reconociendo únicamente dicho precepto legal dos formalidades de las garantías del
debido proceso que es la oportunidad de ofrecer pruebas y la de impugnar.

Así, el procedimiento establecido para los terceros que dieron efectos fiscales a
los comprobantes fiscales emitidos por contribuyentes contenidos en el segundo
listado —el definitivo— es indebido toda vez que los interesados deben desvirtuar o
destruir la presunción iuris tantum formada con relación a su situación fiscal, pero
únicamente con un listado por el que sólo le dan a conocer los elementos para
comparecer, pero es claro que el interesado desconoce el motivo de la inclusión de sus
proveedores en dicho listado, dejándolo en completo estado de indefensión e
incertidumbre jurídica.

Además, con dicho listado no se les da a conocer si el hecho que se le imputa a


sus proveedores es la falta de activos, personal, infraestructura o capacidad material,
directa o indirecta para prestar los servicios o producir, comercializar o entregar los
bienes que amparan los comprobantes que emitieron o bien, que se encontraban como
no localizados, así como los periodos o ejercicios revisados por la autoridad fiscal y las
razones o motivos que llevaron a la autoridad fiscal a determinar que no contaban con
activos, personal, infraestructura o capacidad material, directa o indirecta o bien, por lo
que es claro que materialmente no están en posibilidad de desvirtuar dicha presunción,
pues no tienen un acceso a una real y auténtica defensa, además de que cuando
comparecen desconocen cuáles son los ejercicios o periodos que fueron objeto de
revisión en relación con los emisores de los comprobantes fiscales listados en el listado
definitivo, lo cual de suyo es ilegal.3

Administrativa, respectivamente, pues genera un agravio al


particular en materia fiscal, en la medida en que a través de este
acto la autoridad de la materia manifiesta su voluntad oficial, ya que
decide una situación jurídica concreta, previa, en su caso, al
ejercicio de sus facultades de comprobación, derivada de una
petición real y específica que le formuló al contribuyente con
consecuencias propias. Ello, ya que desestima las pruebas que
presentó el contribuyente para acreditar que efectivamente adquirió
los bienes o recibió los servicios que amparan los comprobantes
fiscales, lo que puede traer consecuencias jurídicas para el
interesado consistentes en la posible determinación de créditos
fiscales que correspondan, aunado a que las operaciones amparadas
en los comprobantes fiscales se considerarán como actos o
contratos simulados para efecto de los delitos previstos en el Código
Fiscal de la Federación.
Contradicción de tesis 70/2020.

3
9/2020/CTN/CS-SASEN (Aprobado 3ra. Sesión Ordinaria
26/03/2020 )

OPERACIONES INEXISTENTES. LAS EMPRESAS QUE DEDUCEN


OPERACIONES SIMULADAS (EDOS), ESTÁN VINCULADAS AL
PROCEDIMIENTO DE ACLARACIÓN PREVISTO EN EL
PENÚLTIMO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 69-B DEL CFF, SÓLO
RESPECTO DE LOS COMPROBANTES Y PERIODOS POR LOS
QUE FUE PUBLICADA LA EMPRESA QUE FACTURA
OPERACIONES SIMULADAS (EFOS). El procedimiento previsto en
el artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación (CFF), otorga a la
autoridad fiscal la facultad de presumir la inexistencia de las
operaciones que amparan los comprobantes fiscales, cuya finalidad
es determinar la realidad jurídica de las operaciones. En tal sentido,

Página | 64
De esta manera es claro que a partir de la publicación de un segundo listado no
le es posible a este tipo de contribuyente —como la hoy actora— conocer las causas y
motivos por las que sus proveedores actualizaron en definitiva la presunción de
inexistencia de operaciones fiscales, ya sea porque están como no localizados y o bien
porque no contaban con personal, bienes o activos para proveer los bienes o prestar
los servicios facturados, ni tampoco se señala el ejercicio fiscal ni los comprobantes
respecto de los cuales deberán acreditar la materialidad de las operaciones a las que
se les dieron efectos fiscales.

Así las cosas, de conformidad con el último y penúltimo párrafo del artículo 69-B
del CFF, el contribuyente que ha dado efectos fiscales a cualquiera de los
comprobantes emitidos por un proveedor que aparezca en una segunda publicación,
tiene treinta días hábiles para de motu proprio acudir ante la autoridad fiscal para
acreditar la materialidad de sus operaciones; sin embargo, esta disposición violenta la
garantía prevista en el artículo 8.2.b de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos4 en relación con el artículo 20 de la Constitución Política de los Estados

la resolución que emite la autoridad se limita al ejercicio y a la


inexistencia de las operaciones. Por lo tanto, atendiendo al principio
de seguridad jurídica consagrado en la Constitución Federal, si
derivado del citado procedimiento previsto en el artículo 69-B del
CFF o del ejercicio de facultades de comprobación, la autoridad fiscal
determina que un contribuyente, respecto de comprobantes fiscales
específicos que emitió, no acreditó la materialidad de las
operaciones que amparan, no puede considerarse que los efectos de
dicha resolución incidan en comprobantes fiscales distintos a los
revisados y emitidos en periodos diversos. Pues si bien es cierto, el
quinto párrafo del artículo 69-B del CFF, establece que “los efectos
de la publicación de este listado serán considerar, con efectos
generales, que las operaciones contenidas en los comprobantes
fiscales expedidos por el contribuyente en cuestión no producen ni
produjeron efecto fiscal alguno”, también lo es que PRODECON
considera que de la interpretación y alcance de dicha porción
normativa, los comprobantes que no producen ni produjeron efectos
fiscales, son aquellos que fueron analizados por la autoridad fiscal en
el ejercicio de las facultades ya mencionadas y que quedaron
plenamente identificados en la resolución que se emitió y sólo
respecto de estos comprobantes, los EDOS estarían obligados a
demostrar su materialidad.
4
Artículo 8º.-

Garantías Judiciales

1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro
de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de
cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de
sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro
carácter.

2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su


inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el
proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes
garantías mínimas:

a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o


intérprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal;
b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada;

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Unidos Mexicanos, consistente en el derecho a recibir una comunicación previa y
detallada de la acusación formulada en contra de un persona. Cabe señalar que si bien
esta última disposición se refiere a procedimientos de carácter penal, dichas garantías
han sido extendidas por virtud de la jurisprudencia del Tribunal Interamericano, a los
procedimientos de naturaleza fiscal, como el que nos ocupa.

En efecto, dispositivo constitucional establece la exigencia de la notificación


(previa) de la acusación, así como informar sobre su contenido y calidad de la misma
(detallada), por lo que la finalidad de este requisito es que no se produzcan actos de
autoridad que el ciudadano desconozca y que, por lo tanto, no pueda controlar y
oponerse con eficacia.

En cuanto a la calidad “detallada” de la notificación, se refiere a que el


contenido de la acusación debe ser completo, es decir, expresar claramente las
razones y causas por las cuales se pretende atribuir responsabilidad al individuo,
además de que dicho principio es vulnerado si la comunicación que notifica los cargos
sólo hace referencia a los hechos sobre los que se sustenta la acusación, sin identificar
la normativa que se imputa violada y los fundamentos probatorios en que se basa.

Por lo tanto, dicha garantía guarda una relación de interdependencia con la


contenida en el párrafo 8.2.c) de la multicitada Convención, relativa a la concesión del
tiempo y los medios adecuados para la defensa, pues si se desconocen los
elementos de prueba y hechos en que se basa la acusación —tal y como
acontece de acuerdo al procedimiento que prevé el párrafo octavo artículo
69-B del CFF—, no existe la oportunidad de una adecuada defensa, pues se
desconocen todos los detalles relacionados con el procedimiento (s) que se le siguieron
al proveedor (es), máxime que el Tribunal Interamericano ha señalado que los Estados
deben informar a los interesados no solamente de la causa de la acusación, relativa a
las acciones u omisiones que se le imputan, sino también de las razones que llevan al
Estado a formular la imputación, así como los fundamentos probatorios de ésta y la
caracterización legal que se da de esos hechos. Esta información debe ser expresa,
clara, integral y suficientemente detallada para permitir al acusado que ejerza
plenamente su derecho de defensa y muestre al juez su versión de los hechos.

En efecto, el artículo 8º de la Convención Americana sobre los Derechos


Humanos establece las denominadas garantías judiciales o garantías del debido
proceso en dos párrafos. El primero contiene el derecho de toda persona a ser oída con
las debidas garantías por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial en
la sustanciación de cualquier acusación penal o para la determinación de sus derechos
y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter; el segundo
párrafo establece las garantías mínimas aplicables al proceso al que se someta a
cualquier persona inculpada de algún delito.

La redacción de esta disposición hace parecer que existen dos tipos de


garantías, las aplicables a los procedimientos en los que se determinan derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier carácter y las garantías
aplicables a los procesos penales, descritas en los incisos del segundo párrafo del

[….]

Página | 66
artículo 8º.

Sobre la interpretación de los dos párrafos del artículo 8º de la multicitada


Convención Americana sobre los Derechos Humanos, la Corte Interamericana, en
diversos casos sometidos a su consideración, ha expresado la plena aplicabilidad de las
garantías del debido proceso en sede administrativa —en situaciones que involucran
derechos de los trabajadores, de los migrantes, de los pueblos indígenas, de
destitución de jueces y magistrados y de acceso a la información pública— y que,
precisamente, las debidas garantías con las que debe ser oída una persona para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de
cualquier otro carácter, se encuentran constituidas por el elenco de garantías mínimas
contenidas en el párrafo 2 de dicha disposición.

Además, conforme a la tesis de jurisprudencia del debido proceso sustentada


por el máximo tribunal del País, las formalidades del procedimiento debe incluir la
notificación del inicio del procedimiento, la cual no es posible que sea efectuada en una
publicación en el Diario Oficial de la Federación, sino que ésta debe ser personal, pues
puede culminar en una resolución privativa de los derechos del contribuyente, atento
al mismo contenido del artículo 134, fracción I del CFF, que expresa que cuando se
trate de citatorios, requerimientos, solicitudes de informes o documentos y actos
administrativos que pueden ser recurridos deben ser notificados personalmente o por
correo certificado.

Entonces, en una interpretación conforme y pro homine no puede permitirse


que el contribuyente que ha dado efectos a ciertos comprobantes fiscales de
contribuyentes enlistados, estén compelidos a acudir dentro de los treinta días
siguientes a la publicación de tal listado ante la autoridad fiscal a acreditar la
materialidad de sus operaciones, sino que tal obligación debe surgir de un
requerimiento debidamente fundado y motivado, notificado personalmente o por buzón
tributario, pues como lo señaló la Comisión Interamericana, en cualquier materia, la
discrecionalidad de la administración tiene límites infranqueables, siendo uno de ellos
el respeto de los derechos humanos y no puede invocar el orden público para reducir
discrecionalmente las garantías de los administrados ya que es un derecho humano el
obtener todas las garantías que permitan alcanzar decisiones justas, no estando la
administración, ni las autoridades fiscales, excluidas de cumplir con este deber. Las
garantías mínimas deben respetarse en el procedimiento administrativo y en cualquier
otro procedimiento cuya decisión pueda afectar los derechos de las personas.

En conclusión, lo procedente es que esa H. Sala inaplique el artículo 69-B del


CFF en sus párrafos penúltimo y último y, como consecuencia de ello, declare la
nulidad lisa y llana de la resolución impugnada en términos de la fracción II del artículo
52 de la LFPCA.

SEXTO CONCEPTO DE IMPUGNACION.- La resolución recurrida contenida en


el oficio 600-71-00-02-00-2023-12821 de fecha 08 de noviembre de 2023 es violatoria
de los artículos 16 Constitucional en relación con los artículos 38 fracción IV del Código
Fiscal de la Federación en razón de que no reúne los requisitos de fundamentación y
motivación que establecen dichos preceptos, los cuales manifiestan lo siguiente:

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Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito
de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.

Artículo 38.- Los actos administrativos que se deban notificar deberán


tener, por lo menos, los siguientes requisitos

IV. Estar fundado, motivado y expresar la resolución, objeto o propósito


de que se trate.

En la especie, se da la violación a los preceptos en comento, toda vez que de la


revisión que se haga de la resolución impugnada se aprecia que esta no se encuentra
debidamente fundada y motivada, entendiéndose por lo anterior, lo establecido por el
Octavo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito en el siguiente criterio, cuyo rubro y texto
establecen lo siguiente: Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Gaceta
del, Semanario Judicial de la Federación, Tomo: 64, Abril de 1993, Tesis: VI. 2o. J/248
Página: 43, FUNDAMENTACION Y MOTIVACION DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS. De acuerdo con el artículo 16 constitucional, todo acto de
autoridad debe estar suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo
primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y por lo
segundo, que también deben señalarse con precisión, las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la
emisión del acto, siendo necesario además, que exista adecuación entre los motivos
aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configure la
hipótesis normativa. Esto es, que cuando el precepto en comento previene que nadie
puede ser molestado en su persona, propiedades o derechos sino en virtud de
mandamiento escrito de autoridad competente que funde y motive la causa legal del
procedimiento, está exigiendo a todas las autoridades que apeguen sus actos a la ley,
expresando de que ley se trata y los preceptos de ella que sirvan de apoyo al
mandamiento relativo. En materia administrativa, específicamente, para poder
considerar un acto autoritario como correctamente fundado, es necesario que en él se
citen: a).- Los cuerpos legales y preceptos que se estén aplicando al caso concreto, es
decir, los supuestos normativos en que se encuadra la conducta del gobernado para
que esté obligado al pago, que serán señalados con toda exactitud, precisándose los
incisos, subincisos, fracciones y preceptos aplicables, y b).- Los cuerpos legales, y
preceptos que otorgan competencia o facultades a las autoridades para emitir el acto
en agravio del gobernado.

Se dice lo anterior, ya que contrario a lo establecido por la autoridad


demandada, la autoridad fiscalizadora no estableció ni fundamento su competencia
TERRITORIAL; en razón de lo expuesto se tiene que declarar la nulidad de la resolución
en comento, y para mayor abundamiento por lo que hace a la COMPETENCIA
TERRITORIAL, tenemos las siguiente jurisprudencias;

COMPETENCIA DE LAS UNIDADES ADMINISTRATIVAS DEL


SERVICIO DE ADMINISTRACION TRIBUTARIA. PARA CONCUDERAR
DEBIDAMENTE FUNDADOS SUS ACTOS, EN ELLOS NO SOLO DEBEN

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CITAR EL ATICULO PRIMERO, SEGUNDO PARRFO, DEL ACUERDO
POR EL QUE SE ESTABLECE SU CIRCUNSCRIPCION TERRITOTIAL,
PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACION EL 18 DE
JULIO DE 2005, SINO QUE ES NECESARIO QUE TRANSCRIBAN EL
CITADO PRECEPTO Y LA PORCION NORMATIVA
CORRESPÒNDIENTE. Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXVII, Abril de 2008.
Página: 2318. Tesis: III.4o.A.34. Materia(s): Administrativa.

COMPETENCIATERRITORIALDELASAUTORIDADESADMINISTRATIVA
S. LA CITA CORRECTA DE SUS FUNDAMENTOS DEBE COMPRENDER
LA TRANSCRIPCIÓN DEL ENUNCIADO DONDE SE HACE REFERENCIA
A LA CIRCUNSCRIPCIÓN TERRITORIAL DONDE EJERCEN SUS
FACULTADES Y LA CITA EXPRESA DE ESA DESCRIPCIÓN QUE
DELIMITA EL ÁMBITO TERRITORIAL.TCC, Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, XXVII, Abril de 2008, Página: 2322Tesis:
III.4o.A.39 A.

NULIDADLISA Y LLANAPORINSUFICIENTEFUNDAMENTACIÓN. DEBE


DECLARARSE ASÍ CONFORME AL ARTÍCULO 51, FRACCIÓN IV, DE
LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO CUANDO NO OBSTANTE HABERSE CITADO EL
PRECEPTO QUE PREVEA LA COMPETENCIA TERRITORIAL DE LAS
AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS Y NO HABER EMANADO LA
RESOLUCIÓN IMPUGNADA DE UNA PETICIÓN, INSTANCIA O
RECURSO, SE HAYA OMITIDO TRANSCRIBIR LA PORCI ÓN
NORMATIVA DEL PRECEPTO EN QUE SE FUNDE (APLICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA 2a. /J. 99/2007). TCC. Semanario Judicial de la
Federación, XXVI, 2007, P. 2557, Tesis: I.5o.A.79 A.

FUNDAMENTACIÓN DE LOS ACTOS DE LAS AUTORIDADES


ADMINISTRATIVAS. ES INSUFICIENTE SI NO SE SEÑALA CON
EXACTITUD Y PRECISIÓN O, EN SU CASO, SE TRANSCRIBE LA
PORCIÓN NORMATIVA QUE SUSTENTE SU COMPETENCIA
TERRITORIAL. De la tesis de jurisprudencia 2a./J. 115/2005, emitida por
la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XXII, septiembre de 2005, página 310, de rubro: "COMPETENCIA DE
LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EL MANDAMIENTO ESCRITO QUE
CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA A PARTICULARES DEBE FUNDARSE EN
EL PRECEPTO LEGAL QUE LES OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA,
CITANDO EL APARTADO, FRACCIÓN, INCISO O SUBINCISO Y EN CASO DE
QUE NO LOS CONTENGA, SI SE TRATA DE UNA NORMA COMPLEJA, HABRÁ
DE TRANSCRIBIRSE LA PARTE CORRESPONDIENTE.", se advierte que las
garantías de legalidad y seguridad jurídica contenidas en los artículos 14
y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tienen el
alcance de exigir que en todo acto de autoridad se señalen con exactitud
y precisión el o los dispositivos que facultan a quien lo emita y definan el

Página | 69
carácter con que éste actúa, ya sea que lo haga por sí mismo, por
ausencia del titular correspondiente o por delegación de facultades y, en
caso de que esas normas incluyan diversos supuestos, precisar el
apartado, fracción o fracciones, incisos o subincisos en que apoya su
actuación, y de no contenerlos, si se trata de una norma compleja,
transcribir la parte correspondiente, atento a la exigencia constitucional
de certeza y seguridad jurídica del particular frente a los actos de las
autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico. En ese sentido, si
la autoridad administrativa, al fundar su competencia cita los preceptos
que la facultan para emitir el acto, pero omite señalar la porción
normativa exacta y precisa que delimita su competencia territorial, es
evidente que el acto impugnado está insuficientemente fundado, ya que,
para satisfacer dicho principio constitucional, en todo acto de molestia
deben constar los apartados, fracciones, incisos, subincisos o párrafos o,
en su caso, transcribirse la parte correspondiente, tanto de los que
facultan a la autoridad para emitir el acto, como los que prevén su
competencia territorial. No. Registro: 171,455. Jurisprudencia. Materia(s):
Administrativa. Novena Época. Tribunales Colegiados de Circuito.:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XXVI, Septiembre de
2007. Tesis: I.5o.A. J/10. Página: 2366.

En este orden de ideas, no basta con que la autoridad invoque ciertos artículos
de la ley, reglamentos, acuerdos o convenios donde se contemple su competencia,
máxime si en ninguno de ellos se precisa la competencia territorial de la autoridad
fiscal emisora del acto materia de impugnación, y peor aún no se indica con precisión
la parte correspondiente a el nombre, sede y circunscripción territorial.

Al no saber si la autoridad tiene o no la competencia territorial para actuar en el


ejercicio de sus funciones, con lo que es menester que se declare la nulidad de la
resolución impugnada, así mismo ello es una cuestión de orden público que en todo
caso puede ser materia de estudio oficioso y por último porque lo argumentado se ve
consignado en jurisprudencia de nuestro máximo Tribunal de Justicia, con lo cual
adquiere el carácter de obligatoriedad al tenor del artículo 217 y demás relativos y
aplicables de la Ley de Amparo.

Así, dado lo anterior y al ser omisa la autoridad o los FUNCIONARIOS


RESPECTIVOS QUE EMITIERAN LOS ACTOS ANTES DESCRITOS, en señalar la parte que
le confiere específicamente su competencia territorial estamos ante una de las
causales de nulidad al ser incompetente la autoridad que emitió el acto, negativa que
se hace de manera lisa y llana, con lo que se debe declarar la nulidad lisa y llana del
acto impugnado ya que fue emitido en contravención al derecho pues es violatoria de
los artículos 16 constitucional y 38, fracción IV, del Código Fiscal de la Federación, que
requieren que en el acto de autoridad se indique con toda exactitud la parte específica
de la norma que prevé la competencia territorial a favor de la autoridad emisora.

No pasa desapercibido que la autoridad demandada cita en la resolución


impugnada en la etapa administrativa los artículos que podrían darle existencia como
un ente del Servicio de Administración Tributaria, sin embargo no establece ni plasma

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los artículos que le faculten territorialmente para emitir y resolver actos de molestia en
la jurisdicción donde se haya el domicilio fiscal de mi mandante, por lo que es
procedente anular de forma lisa y llana la resolución recurrida.

SEPTIMO CONCEPTO DE IMPUGNACION.- La resolución que se impugna


viola los derechos fundamentales de legalidad y seguridad jurídica tutelados por los
artículos 16 y 22 constitucionales.

Cabe mencionar que en la actualidad ya existen ciertos argumentos


encaminados a controvertir la Ley que se conculca de inconstitucional, los cuales ya
han sido estudiados por nuestro máximo tribunal constitucional al emitir las siguientes
tesis;

Dichos criterios son los siguientes:

“PROCEDIMIENTO RELATIVO A LA PRESUNCIÓN DE INEXISTENCIA


DE OPERACIONES. EL ARTÍCULO 69-B DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN QUE LO PREVÉ, NO CONTRAVIENE EL DERECHO DE
AUDIENCIA.”

“PROCEDIMIENTO RELATIVO A LA PRESUNCIÓN DE INEXISTENCIA


DE OPERACIONES. EL ARTÍCULO 69-B DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN QUE LO PREVÉ, NO CONTRAVIENE EL PRINCIPIO DE
IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY.”

“PROCEDIMIENTO RELATIVO A LA PRESUNCIÓN DE INEXISTENCIA


DE OPERACIONES. EL ARTÍCULO 69-B DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN QUE LO PREVÉ, NO CONTRAVIENE EL PRINCIPIO DE
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA.”

“PROCEDIMIENTO RELATIVO A LA PRESUNCIÓN DE INEXISTENCIA


DE OPERACIONES. EL ARTÍCULO 69-B DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN QUE LO PREVÉ, NO VIOLA EL DERECHO A LA
LIBERTAD DE TRABAJO.”

“PROCEDIMIENTO RELATIVO A LA PRESUNCIÓN DE INEXISTENCIA


DE OPERACIONES. LOS DATOS DE LOS CONTRIBUYENTES A QUE
HACE REFERENCIA EL ARTÍCULO 69-B DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN SON DE CARÁCTER PÚBLICO Y, POR ENDE, PUEDEN
DARSE A CONOCER A TERCEROS”

Ahora bien, los argumentos que se hacen valer en la presente


demanda de nulidad en violación a Derechos Humanos y que este H. Tribunal
está obligado a velar por los mismos, son en forma NOVEDOSA A LAS TESIS
TRANSCRITAS; y siendo los siguientes:

CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO (CONTROL


DIFUSO). EL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y
ADMINISTRATIVA PUEDE EJERCERLO, NO SÓLO RESPECTO DE LAS
NORMAS QUE REGULEN SU ACTUACIÓN, SINO DE TODAS LAS

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NORMAS GENERALES QUE LE CORRESPONDA APLICAR PARA
RESOLVER LOS ASUNTOS DE SU COMPETENCIA. Conforme a la
ejecutoria dictada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, al resolver el expediente varios 912/2010, de 14 de julio de 2011,
así como a las tesis que derivaron de dicho asunto, los Jueces que no
forman parte del Poder Judicial de la Federación no pueden hacer una
declaración general sobre la invalidez o expulsar del orden jurídico las
normas que consideren contrarias a los derechos humanos contenidos en
la Constitución y en los tratados (como sí sucede en las vías de control
directas establecidas expresamente en los artículos 103, 107 y 105 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), pero sí están
obligados a dejar de aplicar estas normas inferiores dando preferencia a
los contenidos de la Constitución y de los tratados en esta materia. Así,
aunque en la ejecutoria de mérito no existe una referencia expresa al
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, lo cierto es que sí se
estableció que el método de control de convencionalidad ex oficio (control
difuso) deben ejercerlo, no sólo el Poder Judicial de la Federación, sino
también los tribunales administrativos federales y, en el ámbito local, los
tribunales judiciales, administrativos y electorales; por tanto, dentro de
dichos órganos jurisdiccionales, debe considerarse al referido tribunal
federal. Lo anterior se confirma con lo que el Pleno del Máximo Tribunal
sostuvo al resolver la solicitud de modificación de jurisprudencia 22/2011,
en el sentido de que los mandatos contenidos en el artículo 1o.
constitucional, reformado mediante decreto publicado en el Diario Oficial
de la Federación el 10 de junio de 2011, dan lugar a concluir, atento al
principio de supremacía constitucional, que los Jueces del Estado
Mexicano, al conocer de los asuntos de su competencia, deben hacer
prevalecer los derechos humanos reconocidos en esa Norma
Fundamental y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, a pesar de las disposiciones en contrario que puedan
preverse en los ordenamientos que les corresponda aplicar para resolver
dichos asuntos; determinación que ameritó dejar sin efectos las
jurisprudencias P./J. 73/99 y P./J. 74/99. Así, el control difuso que puede
ejercer el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa en su función
jurisdiccional, no se encuentra restringido a disposiciones que regulen las
funciones de dicho órgano, sino que abarca todas las normas generales
que le corresponda aplicar para resolver los asuntos de su competencia,
es decir, aquellas que funden los actos que ante dicho tribunal se
controviertan, máxime que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no
hizo tal distinción.

SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER


CIRCUITO.

Revisión fiscal 505/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras.


10 de enero de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Clementina Flores
Suárez. Secretaria: Yenny Domínguez Ferretiz.

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Revisión fiscal 438/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras.
17 de enero de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Alfredo Enrique
Báez López. Secretaria: Shirley Monroy Benítez.

Revisión fiscal 441/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras.


17 de enero de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Alfredo Enrique
Báez López. Secretaria: Shirley Monroy Benítez.

Revisión fiscal 518/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras.


17 de enero de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Clementina Flores
Suárez. Secretario: Eduardo Garibay Alarcón.

Nota:

Las sentencias que recayeron al expediente varios 912/2010 y a la


solicitud de modificación de jurisprudencia 22/2011, así como las tesis de
jurisprudencia P./J. 73/99 y P./J. 74/99 citadas, aparecen publicadas en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro I,
Tomo 1, octubre de 2011, página 313; Libro III, Tomo 1, diciembre de
2011, página 536; Novena Época, Tomo X, agosto de 1999, página 18,
con el rubro: "CONTROL JUDICIAL DE LA CONSTITUCIÓN. ES ATRIBUCIÓN
EXCLUSIVA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN." y página 5, con el
rubro: "CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS
GENERALES. NO LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE LA CONSTITUCIÓN.",
respectivamente.

Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis


351/2014, pendiente de resolverse por el Pleno.

Época: Décima Época, Registro: 2003838, Instancia: Tribunales


Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2,
Materia(s): Común, Administrativa, Tesis: I.6o.A.5 A (10a.), Página: 1253

Se acude a hacer valer la inconstitucionalidad del precepto legal antes


mencionado pues si bien al señalar que el artículo 69-B del Código Fiscal de la
Federación, contiene una pena trascendental y ello significa que ésta vas más allá de
solo castigar al infractor, que en este caso es el contribuyente enlistado, pues también
trasciende en los contribuyentes que tuvieron una relación comercial como lo es el
caso de mi representada, es decir todas aquellas personas físicas o morales que hayan
recibido un comprobante fiscal y que al mismo le hayan dado sus plenos efectos
fiscales, y que derivado de la presunción a la que se encuentra sujeto el contribuyente
enlistado, los mencionados comprobantes fiscales no tendrían validez alguna, o serían
rechazados por la autoridad hacendaria al momento de darles sus debidos efectos.

Por lo cual es más que evidente que el castigo al supuesto infractor trasciende a
los terceros que tuvieron relación comercial con éste, como mi mandante, luego
entonces es más que evidente que dichos afectados por la trascendencia del castigo,
harán valer en contra de la hoy quejosa, los medios de defensa que se encuentren a su

Página | 73
alcance para poder acreditar ante la autoridad hacendaria, que se les está castigando
por una conducta que no es imputable a ellos, por lo que se reitera que la pena que se
tacha de trascendente, tiene efectos tanto en el contribuyente que expidió los
comprobantes fiscales, como en el contribuyente que los recibió, de ahí que es del todo
procedente que se haga valer el presente agravio pues el castigo tiene repercusión en
los dos tipos de contribuyentes que participan en la relación comercial como ya se
explicó.

Ahora bien, es importante hacer notar que el concepto de violación en que se


actúa es totalmente diferente al concepto de violación que ya fue materia de estudio
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ello pues como se desarrollara en líneas
que preceden el matiz dado a éste va encaminado a que con la simple presunción del
artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación que se haga de una persona moral o de
una persona física, afecta no nada más la esfera jurídica de ésta, si no que por el
contrario trasciende, es decir no solo afecta al infractor o en este caso al enlistado en
la presunción, pues va más allá el castigo porque afecta a los terceros que recibieron
los comprobantes fiscales, y que estos al darles los efectos fiscales correspondientes,
la autoridad hacendaria se los ha rechazado, o peor aún si no fueron rechazados se les
obliga a autocorregirse en un término de 30 días, por las operaciones celebradas con el
contribuyente enlistado en la presunción del artículo 69-B del Código Fiscal de la
Federación.

De lo anterior que se haga énfasis en la diferencia entre el presente concepto


de violación, y el que fue motivo de pronunciamiento de nuestro máximo Tribunal
Constitucional, pues el matiz es totalmente distinto entre uno y otro por lo que debe
ser motivo de estudio este nuevo agravio, por la inconstitucionalidad antes señalada.

El desarrollo del presente agravio se da en un punto de suma importancia y que


merece su especial comentario previo, no obstante relacionada con la violación de
derechos humanos y que propiamente se haga valer en tribunales; es que en sustancia
y en mundo factico, es que en todo caso a mi representada realmente se les está
castigando por los “supuestos” errores de otro contribuyente, aunado a que los
comprobantes que esta expidiera hacía los clientes que se menciona, la autoridad los
desestimaría para que produjeran el efecto fiscal correspondiente, de igual manera se
dice que trasciende pues se castiga a los receptores de los comprobantes fiscales,
luego entonces tenemos que el castigo no solo recae en el supuesto infractor, si no que
por el contrario trasciende en los clientes que tuvieron relación comercial con este,
siendo así que se esté aplicando una pena trascendente.

Para un mayor entendimiento, se transcribe el siguiente criterio:

PENAS INUSITADAS Y TRASCENDENTALES, QUÉ SE ENTIENDE POR.


- Según el espíritu del artículo 22 de la Constitución General, el término
inusitado, aplicado a una pena, no corresponde exactamente a la
acepción gramatical de ese adjetivo. En efecto, inusitado,
gramaticalmente hablando, es lo no usado, y no podría concebirse que la
Constitución hubiera pretendido prohibir la aplicación, además de las
penas que enumera en el citado precepto, de todas aquellas que no se

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hubieran usado anteriormente, porque tal interpretación haría concluir
que aquel precepto era una barrera para el progreso de la ciencia penal,
ya que cualquiera innovación en la forma de sancionar los delitos,
implicaría una aplicación de pena inusitada, lo cual no puede aceptarse.
Por pena inusitada, en su acepción constitucional, debe entenderse
aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante, excesiva;
porque no corresponde a los fines que persigue la penalidad; porque no
llene las características de una eficaz sanción, como las de ser moral,
personal, divisible, popular, tranquilizadora, reparable y, en cierta forma
ejemplar; o bien aquellas penas que, aun cuando no hayan existido, sean
de la misma naturaleza o índole de las citadas. En cuanto al concepto de
trascendentales, no significa que las penas causen un mal más o menos
grave en la persona del delincuente, sino que los efectos de la misma
afecten a los parientes del condenado. Todo lo anterior se desprende de
los términos expresos del concepto constitucional que se comenta, al
establecer que quedan prohibidas las penas de mutilación e infamia, la
marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa
excesiva, la confiscación de bienes, y cualesquiera otras penas inusitadas
y trascendentales. Época: Quinta Época. Registro: 907113. Instancia:
Primera Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Apéndice 2000. Tomo II,
Penal, P.R. SCJN. Materia(s): Penal. Tesis: 2172. Página: 1021

Ahora bien, para una mayor defensa mi representada abunda al respecto en


relación a la PENA TRASCENDENTAL:

PENA TRASCENDENTAL. En cuanto a que la pena sea trascendental, es


preciso establecer que lo que prohíbe la constitución es que la pena
trascienda en sus consecuencias, a otras personas distintas del acusado.
Amparo directo 417/58. Fausto Valverde Salinas. 3 de febrero de
1959. 5 votos. Ponente: Juan José González Bustamante.
Semanario judicial de la federación, sexta época, volumen xx,
segunda parte, p. 153.

Del anterior criterio tenemos que para entender mejor lo que es una pena
trascendental, es menester nuestro definir que de conformidad con lo establecido en el
artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que a
continuación se transcribe para su mejor comprensión:

Artículo 22. Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de


infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie,
la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas
inusitadas y trascendentales. Toda pena deberá ser proporcional al
delito que sancione y al bien jurídico afectado.

No se considerará confiscación la aplicación de bienes de una persona


cuando sea decretada para el pago de multas o impuestos, ni cuando la
decrete una autoridad judicial para el pago de responsabilidad civil
derivada de la comisión de un delito. Tampoco se considerará

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confiscación el decomiso que ordene la autoridad judicial de los bienes en
caso de enriquecimiento ilícito en los términos del artículo 109, la
aplicación a favor del Estado de bienes asegurados que causen abandono
en los términos de las disposiciones aplicables, ni la de aquellos bienes
cuyo dominio se declare extinto en sentencia. En el caso de extinción de
dominio se establecerá un procedimiento que se regirá por las siguientes
reglas:

I. Será jurisdiccional y autónomo del de materia penal;

II. Procederá en los casos de delincuencia organizada, delitos contra


la salud, secuestro, robo de vehículos, trata de personas y
enriquecimiento ilícito, respecto de los bienes siguientes:

a) Aquellos que sean instrumento, objeto o producto del delito, aun


cuando no se haya dictado la sentencia que determine la responsabilidad
penal, pero existan elementos suficientes para determinar que el hecho
ilícito sucedió.

b) Aquellos que no sean instrumento, objeto o producto del delito,


pero que hayan sido utilizados o destinados a ocultar o mezclar bienes
producto del delito, siempre y cuando se reúnan los extremos del inciso
anterior.

c) Aquellos que estén siendo utilizados para la comisión de delitos


por un tercero, si su dueño tuvo conocimiento de ello y no lo notificó a la
autoridad o hizo algo para impedirlo.

d) Aquellos que estén intitulados a nombre de terceros, pero existan


suficientes elementos para determinar que son producto de delitos
patrimoniales o de delincuencia organizada, y el acusado por estos delitos
se comporte como dueño.

III. Toda persona que se considere afectada podrá interponer los


recursos respectivos para demostrar la procedencia lícita de los bienes y
su actuación de buena fe, así como que estaba impedida para conocer la
utilización ilícita de sus bienes.

Como se puede apreciar del precepto constitucional que anteriormente se citó


nuestra carta Magna, prohíbe entre otras, las penas trascendentales, ello porque como
se ha venido precisando, tanto en materia penal como en materia administrativa que
es la que nos atañe en el presente asunto, dicha pena es la que no solo afecta al
sancionado, si no que por el contrario la aplicación de la mencionada pena trasciende a
personas distintas al sancionado como lo es el caso de mi representada, lo cual es
violatorio del multicitado artículo 22 de las Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

Así las cosas en el caso en concreto se está en presencia de la aplicación de una


pena trascendental, violando en artículo 22 de nuestra Carta Magna, pues se aplica
una pena trascendental a mi representada, ello pues derivado de la presunción en la

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que se encuentra, esto es, mi mandante está defiéndase pues se apersono a demostrar
que si recibió los servicios de la empresa ubicada en el listado definitivo y su medio de
defensa se encuentra subjudice pues estamos en la etapa contenciosa, de ahí que se
diga que se está en presencia de la aplicación de una pena trascendente, y se le está
causando una afectación a los terceros y que implica un castigo por acciones ajenas a
ella.

Así las cosas, la aplicación de una pena trascendente, como se ha venido


mencionando se encuentra prohibido en nuestra Carta Magna, por lo que si del
contenido del artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación, se aprecia que deriva la
aplicación de una pena trascendente, tenemos que el artículo es violatorio del
multicitado artículo 22 de nuestra Constitución, lo que tiene como consecuencia que el
mismo es inconstitucional, y por ende se debe de dejar de aplicar.

En ese mismo orden de ideas, esta autoridad puede apreciar a todas luces la
violación por parte de la autoridad responsable al multicitado artículo 22 de nuestra
Constitución Federal,

Sirve de apoyo a lo anterior:

PENAS TRASCENDENTALES. CONCEPTO DE ELLAS. Se entiende por


penas trascendentales aquellas que pueden afectar de modo legal y
directo a terceros extraños no incriminados, pero no las que derivan de
posibles trastornos que puedan sufrir los familiares de los reos, con
motivo de la reclusión de éstos, puesto que de adoptarse este criterio
todas las penas resultarían trascendentales, porque es evidente que de
una u otra forma, en mayor o menor grado, afectan a las personas
allegadas a los sentenciados.

Amparo directo 633/38. 4 de mayo de 1938. Unanimidad de cuatro votos.


Ausente: Rodolfo Chávez S. Ponente: José M. Ortiz Tirado. Amparo directo
en revisión 1158/99. 21 de junio de 2000. Cinco votos. Ponente: Juventino
V. Castro y Castro. Secretario: Arturo Aquino Espinosa. Amparo directo en
revisión 1469/2000. 28 de marzo de 2001. Cinco votos. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Ángel Ramírez González. Amparo
directo en revisión 1179/2000. 4 de abril de 2001. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretario: Heriberto Pérez Reyes.

A mayor abundamiento tenemos que si bien nuestro máximo tribunal ha


definido que no se trata de una pena que viole el artículo 22 de la Constitución, pues
los terceros involucrados con el contribuyente enlistado en la presunción del artículo
69-B del Código Fiscal de la Federación pueden acudir ante la autoridad hacendaria a
hacer valer lo que a su derecho convenga, no menos cierto es que primero los castiga;
es decir si bien se pueden defender y aportar pruebas para demostrar la efectiva
realización de las operaciones amparadas con los comprobantes fiscales, si estas no
acuden, la autoridad los obliga a autocorregirse, es decir desde ese momento los está
sancionando, por lo que ya trascendió y se le castigó por la conducta del supuesto
infractor, de tal suerte que solicito a esta H. Sala se declare la nulidad lisa y llana de la

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resolución recurrida.

DECIMOQUINTO CONCEPTO DE IMPUGNACION. – La resolución que se


impugna debe ser anulada de forma lisa y llana ya que es violatoria de los artículos 16
constitucional en relación con el artículo 38 fracción IV y 63 del código fiscal de la
Federación y en relación a los artículos 21 de la Ley Federal de derechos del
contribuyente así como los artículos 192 y 193 del código federal de procedimientos
civiles de aplicación supletoria.

En efecto los artículos de aplicación supletoria establecen lo siguiente:

Artículo 21.- En todo caso la actuación de los contribuyentes se presume


realizada de buena fe, correspondiendo a la autoridad fiscal acreditar que
concurren las circunstancias agravantes que señala el Código Fiscal de la
Federación en la comisión de infracciones tributarias.

ARTICULO 192.- La parte que alegue una presunción sólo debe probar
los supuestos de la misma, sin que le incumba la prueba de su contenido.

ARTICULO 193.- La parte que niegue una presunción debe rendir la


contraprueba de los supuestos de aquélla.

De la revisión que se hace de los artículos precitados puede verse que la


resolución impugnada carece de sustento jurídico en virtud de que la autoridad
demandada no exhibe pruebas que sustenten sus argumentos, es decir la resolución
solamente está basada en no darle valor probatorio a todo el cúmulo de pruebas que
exhibió a mi representada tanto en los escritos simples como en el recurso de
revocación lo cual contradice los artículos invocados, ya que la autoridad lo único que
hace es no concederles valor a las pruebas sin que la misma exhiba pruebas en
contrario que acrediten o sustenten sus argumentos de que mi mandante no recibió los
servicios prestados por la empresa que emitió los comprobantes fiscales.

Algunos ejemplos relativos al tema aquí planteado se encuentran en el artículo


69 B del código fiscal de la Federación que en su primer párrafo establece la siguiente
presunción:

Artículo 69 B. Cuando la autoridad fiscal detecte que un contribuyente


ha estado emitiendo comprobantes sin contar con los activos, personal,
infraestructura o capacidad material directa o indirectamente, para
prestar los servicios o producir comercializar o entregar los bienes que
amparan tales comprobantes, o bien coma que dichos contribuyentes se
encuentran no localizados se presumirá la inexistencia de las operaciones
amparadas en tales comprobantes.

Es pues evidente que se trata de una presunción legal iuris tantum consistente
en que cuando una autoridad fiscal detecte que un contribuyente ha estado emitiendo
comprobantes sin contar con activos personal e infraestructura o capacidad material
directa o indirectamente para prestar los servicios o producir comercializar o entregar
los bienes que amparan tales comprobantes se presumirá la inexistencia de las
operaciones amparadas en los referidos comprobantes admitiendo prueba en contrario.

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Ahora bien la resolución en comento establece que la empresa que emitió los
comprobantes fiscales no tiene infraestructura ni activos para poder sustentar las
operaciones amparadas en las facturas, luego entonces decir que tales activos son o
no son suficientes es ya una presunción humana no una legal puesto que tal conclusión
nace del razonamiento de la autoridad que califica los actos del que emite el
comprobante, pero también es evidente que la ley no habla de que los activos sean o
no suficientes sino que cuente con ellos lo que en la resolución que se impugna no se
manifiesta, es decir la resolución no contiene la fundamentación y motivación que
acredite que la empresa que emitió los comprobantes fiscales tiene o no tiene activos
infraestructura o capacidad sino que está basada solamente en los dichos de la
autoridad sin que tales argumentos estén sustentados con pruebas.

En este caso concreto lo que tiene que demostrar la autoridad es que el


particular que emitió los comprobantes fiscales se ubica en los supuestos previstos en
la norma es decir que no cuenta con activos ni personal ni directa ni indirectamente
para prestar los servicios comercializar o producir los bienes amparados en los
comprobantes fiscales sin que ese requisito recaiga en mi representada pues no existe
fundamento alguno que obligue a mi mandante a acreditar que la empresa que le
emitió los comprobantes fiscales y con la que tuvo operaciones comerciales tiene o no
tiene los activos sino que dicha obligación y carga de la prueba le corresponde a la
autoridad demandada, lo que en la especie no aconteció pues la resolución que se
impugna está basada solamente en no darle valor probatorio a los documentos
públicos y privados que exhibió mi mandante, empero la autoridad no aporta pruebas
relacionadas a la empresa que emitió los comprobantes fiscales para demostrar sus
argumentos de que no tiene activos no tiene infraestructura no tiene la capacidad
material directa o indirectamente para sustentar los comprobantes fiscales, luego
entonces de conformidad con los artículos 21 de la Ley Federal de derechos del
contribuyente 192 y 193 del código federal de procedimientos civiles de aplicación
supletoria la autoridad demandada tenía que aportar, transcribir y demostrar en la
resolución que se impugna las pruebas que sustenten sus argumentos pues al tratarse
de una presunción como lo mencionó el artículo 69 B la autoridad fiscal está obligada a
demostrar con pruebas no solamente con dichos, de que la empresa emisora de los
comprobantes fiscales no cuenta con activos e infraestructura, asimismo debe exhibir
pruebas que acrediten en las operaciones comerciales entre mi representada y Sinaprit
SA de CV no existieron.
Por lo que respecta a mi mandante y de conformidad con los artículos
precitados sí exhibió las pruebas que sustentan las relaciones comerciales y las
operaciones que tuvo con la empresa emisora de las facturas, cobra aplicación a lo
aquí establecido el artículo 194 del código federal de procedimientos civiles de
aplicación supletoria los cuales establecen lo siguiente:

ARTICULO 194.- La parte que impugne una presunción debe probar


contra su contenido.

De lo anterior se desprende que no basta que la autoridad de forma ilegal les


niegue valor probatorio a los documentos de mi mandante, si no que por el contrario
debió de exhibir pruebas que contravengan las documentales y agravios de mi

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mandante y que sostengan sus argumentos planteados en la resolución impugnada, lo
que en la especie no sucedió.

Se advierte entonces como el código federal de procedimientos civiles permite


que se produzca prueba contra el contenido de una presunción es decir la parte
perjudicada puede probar que el hecho presumido no es cierto a pesar de que sí lo son
los que sirven a aquella de fundamento. Habiendo demostrado que el hecho presumido
no es cierto, aun cuando sí lo son los hechos que sirven de fundamento a la
presunción, la autoridad fiscal está obligada a rendir prueba de que estaba relevada en
virtud de la presunción, so pena de que de no hacerlo tal presunción quedara
desvirtuada.

Verbi gracia, si la autoridad acredita que un particular cuenta con tan sólo un
equipo de cómputo un celular y una cantidad considerable en cuentas bancarias pero
ha estado emitiendo comprobantes fiscales por varios millones de pesos coma el
particular demuestra que las operaciones sí se realizaron acreditando que tan sólo
comercializa y que sus productos van directamente del almacén de sus proveedores al
de sus clientes ello en virtud de un manejo adecuado de la logística de mercancías,
suponiendo que se logra acreditar la realidad de esas operaciones si la autoridad
insiste en que las operaciones amparadas por los comprobantes son inexistentes, en
ese extremo la autoridad se encuentra obligada a demostrar ahora sí la inexistencia de
las operaciones, es decir ya no sólo sostener su resolución solamente en la presunción,
como en el caso que nos ocupa, sino que la autoridad fiscal debe rendir prueba de que
estaba relevado en virtud de la presunción, es decir en este caso ya no es suficiente
que la autoridad se base en los supuestos previstos en el primer párrafo del artículo 69
B sino que es necesario que la autoridad demuestre la inexistencia de las operaciones
pues no basta que descalifique las pruebas de mi representada sino que tiene que
exhibir pruebas que sostengan y comprueben los argumentos plasmados en la
resolución.

Como corolario de lo anterior, puede verse la ilegalidad de la resolución


impugnada, pues la autoridad solamente no otorga valor a las pruebas, pero tampoco
exhibe o plasma dentro del cuerpo de su resolución pruebas o documentos que
acrediten y sostengan sus argumentos siendo jurídicamente procedente anular de
forma lisa y llana la resolución recurrida, pues ante la ausencia de pruebas de la
autoridad, pervive el caudal probatorio de mi mandante.

DECIMOSEXTO CONCEPTO DE IMPUGNACION. – Es jurídicamente


procedente anular de forma lisa y llana la resolución que se impugna toda vez que
dicho documento transgrede el artículo 16 constitucional en relación con el artículo 38
fracción cuarta del código fiscal de la Federación y los artículos 1794, 2182 1181 y
2182 del Código Civil federal de aplicación supletoria.
Los artículos de aplicación supletoria establecen lo siguiente:
Artículo 2180.- Es simulado el acto en que las partes declaran o
confiesan falsamente lo que en realidad no ha pasado o no se ha
convenido entre ellas.

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Artículo 2181.- La simulación es absoluta cuando el acto simulado nada
tiene de real; es relativa cuando a un acto jurídico se le da una falsa
apariencia que oculta su verdadero carácter.
Artículo 2182.- La simulación absoluta no produce efectos jurídicos.
Descubierto el acto real que oculta la simulación relativa, ese acto no será
nulo si no hay ley que así lo declare.
Como puede ver esta H Sala de la interpretación del artículo 1794 de Código
Civil federal lleva a sostener que el acto jurídico requiere para su existencia de 2
elementos fundamentales el primero es el consentimiento y el segundo el objeto. En
ese contexto se establece como regla que el acto jurídico inexistente por falta de
alguno de los apuntados elementos no produce efecto legal alguno, sin embargo esa
regla no es absoluta puesto que para su aplicación es necesario entender y atender a
los efectos reales que produce la celebración del acto jurídico carente de alguno de los
elementos fundamentales y así determinar si esas consecuencias ineludiblemente
deben ser desconocidas por el derecho por lo que no es dable calificar a un acto
jurídico de inexistente si éste es susceptible de ser confirmado y convalidado por el
titular del derecho toda vez que considerar lo contrario sería como desconocer los
efectos que produjo en la vida real. Lo anterior nos lleva al cuestionamiento sobre si la
simulación de un acto dará como consecuencia la inexistencia del acto jurídico i para
dar respuesta a lo anterior considero necesariamente consultar el artículo 2182 del
Código Civil federal el cual ya ha quedado transcrito anteriormente pero que considero
necesario transcribir nuevamente en el presente agravio. Artículo 2182 la simulación
absoluta no produce efectos jurídicos descubierto el acto real que oculta la simulación
relativa coma ese acto no será nulo si no hay ley que así lo declare.
Del artículo precitado se tiene para efectos generales que la simulación absoluta
no produce efectos jurídicos mientras que, para la simulación relativa, el acto no será
nulo si no hay ley que así lo declare. En materia fiscal, los actos simulados se ven
afectados particularmente por la nulidad absoluta, la cual ya vimos en el artículo
anterior no produce efectos jurídicos, ya que comúnmente estos se llevan a cabo sin
tener sustancia jurídica con el único fin de diluir la base gravable del contribuyente que
lo realiza por lo que no puede producir efectos jurídicos derivando de esto la
inexistencia del acto jurídico, lo anterior también nos lleva a concluir la falta de
fundamentación y motivación de la resolución impugnada, toda vez que la autoridad
demandada no establece en su documento si su nulidad es absoluta o relativa, ni
fundamenta sus resoluciones en los artículos del Código Civil federal que son de
aplicación supletoria y por ende la autoridad está obligada a emplearlos para dotar de
legalidad sus resoluciones.
Luego cuando el servicio de Administración Tributaria declara la inexistencia de
las operaciones de un contribuyente incide en la esfera competencial de un juzgador
en materia civil. Lo anterior es así ya que los jueces de distrito y los jueces locales
tienen dentro de sus atribuciones el conocimiento de los asuntos del orden civil
resolviendo dichas controversias de conformidad con el Código Civil federal o el Código
Civil estatal según corresponda, en ese orden de ideas el servicio de Administración
Tributaria hace las veces de un juzgador en materia civil, para lo cual no tiene
facultades coma al declarar la inexistencia de las operaciones del contribuyente, tanto
dentro del procedimiento contenido en el multi citado artículo 69 B como dentro del
desarrollo de alguna Facultad de comprobación toda vez que dicha situación se traduce

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en la declaración de inexistencia de actos jurídicos que producen obligaciones esto
coma sin tomar en consideración que los elementos de inexistencia de un contrato,
acto jurídico, son el consentimiento y el objeto que pueda ser materia de contrato de
conformidad con lo establecido en el artículo 1794 del Código Civil federal el cual ya ha
sido transcrito anteriormente.
Las operaciones declaradas inexistentes por el servicio de Administración
Tributaria son actos jurídicos que producen obligaciones y que no requieren de forma
específica para su validez es decir con sensuales. Así las cosas se tiene que para que
un contrato pueda ser invalidado se tiene que dar uno de los supuestos establecidos en
el artículo 1795 del Código Civil federal que son a saber por incapacidad legal de las
partes o de una de ellas por vicios del consentimiento, por su objeto, o su motivo o fin
sea ilícito, porque el consentimiento no se haya manifestado en la forma que la ley
establece. Siendo entonces razonable el concluir que no le corresponde al servicio de
Administración Tributaria resolver sobre la inexistencia de las operaciones realizadas
De Comercio por los contribuyentes ya que en todo momento quien se encuentra
facultado para conocer sobre la existencia de operaciones y contratos es un juez de lo
civil ya sea federal o estatal que además de tener facultades y competencia para tal
efecto tiene el grado de especialización necesario para calificar y juzgar si un acto
jurídico de los analizados cumple o no con los elementos de existencia exigidos por el
Código Civil federal de aplicación supletoria en materia fiscal.

De lo anterior se puede inferir la ilegalidad de la resolución que se impugna ya


que la autoridad fiscal determina que una operación es inexistente por haber sido
simulada sin aportar pruebas de ello dejando totalmente de lado que la simulación de
un acto jurídico tiene su regulación especial en el artículo 2183 del Código Civil federal
que establece que el procedimiento para pedir la nulidad de actos simulados petición
que deberá ser realizada por los terceros perjudicados por dicha simulación o por el
Ministerio público cuando se comete en transgresión de la ley o en perjuicio de la
Hacienda pero no es la autoridad fiscalizadora la competente para hacer dicha petición
ni mucho menos para determinar que las operaciones son inexistentes o simuladas
como se observa en el artículo 2183 del Código Civil federal. Se tiene entonces que la
autoridad fiscal no es la competente para hacer la petición de nulidad de actos que ella
presume o considera que son simulados de conformidad con el artículo citado ni mucho
menos para determinar que las operaciones son simuladas sino que lo es un juzgador
en materia civil por tener ese grado de especialización y conocimiento necesario para
determinar la simulación de actos jurídicos además el artículo 2183 citado que indica
qué posibilidad de pedir evidentemente a un juzgador en materia civil para que
determine si un acto jurídico es simulado o no.

No se desconoce el criterio de la primera sala del Tribunal federal de Justicia


administrativa que señala que la solicitud de nulidad de actos jurídicos simulados no es
una condición previa para desconocer los efectos fiscales de las operaciones que se
presuman inexistentes al considerar que los artículos 2180 al 2183 del Código Civil
federal disponen que es simulador el acto en que las partes declaran o confiesan
falsamente lo que en realidad no ha pasado o no se ha convenido entre ellas sin
embargo consideramos que la resolución es ilegal ya que por una parte la autoridad no
toma en cuenta lo establecido en los artículos del Código Civil federal pero para emitir

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su resolución y su valoración de pruebas si se basa en el código federal de
procedimientos civiles es decir la autoridad si toma en cuenta algunas disposiciones de
aplicación supletoria y al mismo tiempo soslaya otras disposiciones legales que
también son de aplicación supletoria y por ende obligatorias para la autoridad.

Por lo anterior se considera es jurídicamente procedente anular de forma lisa y


llana la resolución impugnada al no tomar en cuenta lo establecido en los artículos
2182 1181 2182 y 2183 del Código Civil federal de aplicación supletoria y por ende
obligatorios para la autoridad.
Por lo anterior, solicito a esta H. Sala se declare la nulidad lisa y llana de la
resolución impugnada.

CAPÍTULO DE SUSPENSIÓN.

En términos de lo dispuesto por los artículos 128 de la Ley Federal del


Procedimiento Contencioso Administrativo, 142 y 144 del Código Fiscal de la
Federación, se solicita a esa H. Autoridad, SE CONCEDA A LA HOY RECURRENTE LA
SUSPENSIÓN DE TODAS LAS CONSECUENCIAS Y EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN
QUE SE IMPUGNA.

Dicho artículo establece lo siguiente:

ARTÍCULO 28. La solicitud de suspensión de la ejecución del acto


administrativo impugnado, presentado por el actor o su representante
legal, se tramitará y resolverá, de conformidad con las reglas siguientes:

I. Se concederá siempre que:

a) No se afecte el interés social, ni se contravengan disposiciones de


orden público, y

b) Sean de difícil reparación los daños o perjuicios que se causen al


solicitante con la ejecución del acto impugnado.

II. Para el otorgamiento de la suspensión deberán satisfacerse los


siguientes requisitos:

a) Tratándose de la suspensión de actos de determinación, liquidación,


ejecución o cobro de contribuciones, aprovechamientos y otros créditos
fiscales, se concederá la suspensión, la que surtirá sus efectos si se ha
constituido o se constituye la garantía del interés fiscal ante la autoridad
ejecutora por cualquiera de los medios permitidos por las leyes fiscales
aplicables.

Al otorgar la suspensión, se podrá reducir el monto de la garantía, en los


siguientes casos:

1. Si el monto de los créditos excediere la capacidad económica del


solicitante, y

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2. Si se tratara de tercero distinto al sujeto obligado de manera directa o
solidaria al pago del crédito.

b) En los casos en que la suspensión pudiera causar daños o perjuicios a


terceros, se concederá si el solicitante otorga garantía bastante para
reparar el daño o indemnizar el perjuicio que con ella se cause, si éste no
obtiene sentencia favorable.

En caso de afectaciones no estimables en dinero, de proceder la


suspensión, se fijará discrecionalmente el importe de la garantía.

Inciso reformado DOF 13-06-2016

c) En los demás casos, se concederá determinando la situación en que


habrán de quedar las cosas, así como las medidas pertinentes para
preservar la materia del juicio principal, hasta que se pronuncie sentencia
firme.

d) El monto de la garantía y contragarantía será fijado por el Magistrado


Instructor o quien lo supla.

III. El procedimiento será:

a) La solicitud podrá ser formulada en la demanda o en escrito diverso


presentado ante la Sala en que se encuentre radicado el juicio, en
cualquier tiempo mientras no se dicte sentencia definitiva.

Inciso reformado DOF 13-06-2016

b) Se tramitará por cuerda separada, bajo la responsabilidad del


Magistrado Instructor.

c) El Magistrado Instructor deberá proveer sobre la suspensión provisional


de la ejecución, dentro de las veinticuatro horas siguientes a la
presentación de la solicitud.

Inciso reformado DOF 13-06-2016

d) El Magistrado Instructor requerirá a la autoridad demandada un


informe relativo a la suspensión definitiva, el que se deberá rendir en el
término de cuarenta y ocho horas siguientes a aquél en que surta efectos
la notificación del acuerdo respectivo. Vencido el

término, con el informe o sin él, el Magistrado resolverá lo que


corresponda, dentro de los cinco días siguientes.

Inciso reformado DOF 13-06-2016

IV. Mientras no se dicte sentencia definitiva en el juicio, el Magistrado


Instructor podrá modificar o revocar la resolución que haya concedido o
negado la suspensión definitiva, cuando ocurra un hecho superveniente
que lo justifique.

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Fracción reformada DOF 13-06-2016

V. Cuando el solicitante de la suspensión obtenga sentencia favorable


firme, el Magistrado Instructor ordenará la cancelación o liberación de la
garantía otorgada. En caso de que la sentencia firme le sea desfavorable,
a petición de la contraparte o en su caso, del tercero, y previo
acreditamiento de que se causaron perjuicios o se sufrieron daños, la Sala
ordenará hacer efectiva la garantía otorgada ante la autoridad.

Artículo reformado DOF 10-12-2010

ARTÍCULO 28 Bis. Las medidas cautelares positivas y la suspensión de la


ejecución del acto impugnado podrán quedar sin efecto si la contraparte
exhibe contragarantía para indemnizar los daños y perjuicios que
pudieran causarse a la parte actora. Además la contragarantía deberá
cubrir los costos de la garantía que hubiese otorgado la parte actora, la
cual comprenderá, entre otros aspectos, los siguientes:

I. Los gastos o primas pagados, conforme a la ley, a la empresa


legalmente autorizada que haya otorgado la garantía;

II. Los gastos legales de la escritura respectiva y su registro, así como los
de cancelación y su registro, cuando la parte actora hubiere otorgado
garantía hipotecaria;

III. Los gastos legales acreditados para constituir el depósito; y/o

IV. Los gastos efectivamente erogados para constituir la garantía, siempre


que estén debidamente comprobados con la documentación
correspondiente.

No se admitirá la contragarantía si de ejecutarse el acto impugnado o de


no concederse la medida cautelar positiva queda sin materia el juicio o
cuando resulte en extremo difícil restituir las cosas al estado que
guardaban antes del inicio del juicio, lo cual deberá ser motivado por el
Magistrado Instructor.

A fin de que esa H. Autoridad cuente con los elementos necesarios para resolver
de conformidad con lo solicitado, me permito ofrecer las siguientes:

IX.- PRUEBAS.-

1. LA DOCUMENTAL PÚBLICA, consistente en la copia simple del Instrumento


Notarial con el que acredito mi personalidad como representante legal de la
recurrente, así como de mi identificación oficial.

2. LA DOCUMENTAL PÚBLICA, consistente en la resolución que se impugna con


número 600-71-00-02-00-2023-12821, de fecha 08 de noviembre de 2023, emitida
por la Administración Desconcentrada Jurídica del Distrito Federal “1”, de la
Administración General de Auditoría Fiscal Federal, del Servicio de Administración
Tributaria, así como su constancia de notificación.

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3. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en Constancia de Situación Fiscal de
fecha 05 de noviembre de 2020, con lo que se acredita el domicilio fiscal de la
contribuyente y su actividad económica.

4. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en copia simple de Contrato de


arrendamiento de fecha 01 de marzo de 2015.

5. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en adendum al contrato de


arrendamiento.

6. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en reporte de revisión anual de


inmueble folleto "Incremento de ventas de hospedaje"

7. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en Fe de Erratas referente a la factura


folio 175 se anexa CFDl.

8. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en folleto de oferta del inmueble


arrendado.

9. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en correos electrónicos.

10. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en aviso de terminación del contrato.

11. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en constancia de entrega posesión del


predio citado.

12. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en comprobante del Auxiliar de Mayor


del 01/01/2015 al 31/12/15 y del 01/01/2016 al 31/12/2016.

13. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en pólizas de transferencia 004,


correspondiente a los meses de pago de las operaciones que realizaron con
empresa sinaprit servicios SA de CV.

14. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en comprobantes de transferencias


electrónicas que se plasmaron en los puntos anteriores.

15. LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en Comprobantes fiscales digitales por


internet CF Dl:

16. EL EXPEDIENTE ADMINISTRATIVO, con fundamento en los artículos 130 del


CFF; 2, fracción X, y 24, ambos de la Ley Federal de los Derechos del
Contribuyente, se ofrece como prueba el expediente administrativo del cual emanó
la resolución contenida en el oficio número 600-71-00-02-00-2023-12821, de fecha
08 de noviembre de 2023, mismas que deberán incluir el escrito presentado el 09
de diciembre del 2020, así como todas y cada una de pruebas ofrecidos
por mi poderdante en dicho escrito y que obra en posesión de la
autoridad.

17. LA PRESUNCIONAL, en su doble aspecto, el legal y el humano, en todo lo que


beneficie a los intereses de mi poderdante.

18. LA INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES, en todo lo que beneficie a los intereses

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de mi poderdante.

Las pruebas señaladas en los numerales 1 y 3 al 15 se ofrecen mas no se exhiben por


formar parte del expediente administrativo que es ofrecido como prueba en el numeral
16 del presente capítulo de pruebas.

En mérito de lo expuesto y fundado, a esa H. SALA REGIONAL


METROPOLITANA DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA ADMINISTRATIVA
atentamente solicito se sirva:

PRIMERO. Tenerme por presentada en tiempo y forma, en términos del


presente escrito, interponiendo demanda de juicio contencioso administrativo en
contra de la resolución que ha sido señalada como impugnada, misma que quedado
precisada en el capítulo respectivo de esta demanda.

SEGUNDO. Ordenar que, con las copias simples que se adjuntan a la presente
demanda, se corra traslado a la autoridad demandada para que en el término de ley
produzca su contestación.

TERCERO. Admitir y desahogar las pruebas ofrecidas por mi representada, así


como ordenar la remisión del expediente administrativo en los términos solicitados en
el capítulo respectivo.

CUARTO. En su oportunidad y previos los trámites de ley, dictar sentencia


definitiva que declare la NULIDAD LISA Y LLANA de la resolución impugnada.

PROTESTO LO NECESARIO

MAGDALENA CELIS CHAPA


CIUDAD DE MEXICO, A 12 DE ENERO DE 2024

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