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Principales Homínidos y Su Evolución

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Principales homínidos y su evolución: el origen del Homo sapiens

¿Cómo llegamos aquí?


Luego de ver los videos sobre evolución humana seguramente ya tienes una idea sobre el proceso que ocurrió para que puedas estar
ahora leyendo este artículo. Si deseas volver a ver el video, puedes hacerlo aquí: Evolución humana.
En este artículo, repasaremos la fascinante historia evolutiva de nuestra especie, así que ¡vamos juntos por este largo y accidentado
camino!

Reconstrucción de Homo habilis, especie de nuestro mismo género. Créditos: Reconstruction by W. Schnaubelt & N. Kieser (Atelier
WILD LIFE ART)Homo_habilis.JPG: Photographed by User:Lillyundfreya - Homo_habilis.JPG, CC BY-SA 3.0

Evolución de los primates

El Orden Primates, en el que estamos ubicados, incluye animales como lémures, tarseros, monos, simios y humanos.

Lémur ratón (Microcebus mamiratra), un primate, como tú. Créditos: Charles J Sharp - Own work, from Sharp Photography,
sharpphotography.co.uk, CC BY-SA 4.0

Los primeros mamíferos parecidos a los primates se conocen como protoprimates; son más parecidos a las ardillas, tanto en tamaño
como en apariencia y se manifestaron hace aproximadamente 55 millones de años. Los primeros primates propiamente dichos fueron
encontrados en Norteamérica, África, Asia y Europa.

Estos eran muy parecidos a los lémures actuales. Hacia el final del Eoceno, muchos prosimios se extinguieron por el enfriamiento del
clima, así como por competencia interespecífica con otros monos.
Los monos antropoides habrían evolucionado de prosimios durante el Oligoceno, hace 40 millones de años; el registro fósil nos dice que
existían en Sudamérica , África y Asia. Los monos del nuevo mundo, conforman el grupo llamado Platyrrhini, mientras los del viejo
mundo, son los Catarrhini. Esta diferenciación entre grupos se debió al aislamiento entre América y África, cuando los continentes se
separaron, generando las diferentes radiaciones adaptativas entre ambos grupos, en millones de años.
Mono araña, un platirrino. Créditos: Bernard DUPONT from FRANCE - Black Spider Monkey (Ateles paniscus) (Captive specimen), CC
BY-SA 2.0

Mientras los platirrinos son todos arbóreos, los catarrinos incluyen tanto especies arbóreas como especies de suelo.
Especies como el chimpancé, el bonobo, el orangután y el gorila son los catarrinos genéticamente más cercanos a nosotros.

Chimpancé, mono catarrino de la familia Hominidae, la nuestra. Créditos: Chi King - Family ... (SINGAPORE ZOO/CHIMPANZEE) IV,
CC BY 2.0

Los homínidos
Dentro del Orden Primates se ubican los hominoideos o grandes simios. Por evidencia genética, se sabe que los chimpancés y seres
humanos divergimos de un ancestro común hace aproximadamente unos 6 millones de años. Muchas especies evolucionaron en la
rama que nos incluye a los Homo sapiens, aunque somos nosotros los únicos sobrevivientes en la actualidad.

Árbol filogenético de los hominoideos. Créditos: Genetics and evolution de OpenStax


Esta rama, de la tribu
Hominini incluye todas las especies genéticamente más cercanas a nosotros que a los
chimpancés, y eran primordialmente bípedos. Dentro de este grupo están nuestros ancestros directos, incluyendo a
los Australopithecus, Homo habilis y Homo erectus, así como aquellos que pueden ser considerados nuestros "primos", ya que
evolucionaron paralelamente, como los Neardentales.

Primeros homínidos
Australopithecus

Seguramente has oído hablar de él. Es un homínido bastante famoso, y es un género que evolucionó en África oriental hace
aproximadamente 4 millones de años y se extinguió hace 2 millones. Son importantísimos para reconstruir nuestra historia, pues se
considera que el genero Homo evolucionó de un ancestro común con el Australopithecus, hace unos 2 millones de años.
Si bien los Australopithecus poseen más características de los grandes simios que de humanos modernos, como por ejemplo un
dimorfismo sexual más exagerado (los machos eran 50% más grandes que las hembras, por ejemplo) o un cerebro que era también
relativamente más pequeño que el nuestro, presenta una característica clave en común con nosotros: el bipedismo.
Este género presenta algunas especies encontradas: A. anamensis, probablemente el más famoso de todos nuestros antepasados,
que vivió hace aproximadamente unos 4.2 millones de años; A. afarensis, que vivió entre 3.9 y 2.9 millones de años, esta especie
muestra una tendencia que encontramos en nuestra evolución: la reducción de la dentición y el tamaño de la mandíbula. Poseían
caninos y molares más pequeños que las especies modernas de simios.

Reconstrucción de cómo lucía el Australopithecus afarensis. Créditos: Australopithecus_afarensis.JPG: User:1997derivative work:


Rafaelamonteiro80 (talk) - Australopithecus_afarensis.JPG, CC BY-SA 3.0

Otra especie, A. africanus vivió entre hace 2 y 3 millones de años. Era un poco más esbelto y bípedo, aunque al igual que los primeros
homínidos, probablemente pasaba aún buen tiempo en los árboles. Su cerebro era más grande que el de A. afarensis, pero aún así,
sólo un tercio del nuestro. Los paleontólogos siguen en la búsqueda de más especies, y actualmente se ha encontrado un par más: A.
bahrelghazali y A. garhi.
Paranthropus
Como bien sabes, la evolución no es lineal. En este caso, este género es una rama independiente de nuestra tribu Hominini, pero no son
nuestros ancestros. Vivieron aproximadamente hace 2.5 millones de años y se extinguieron hace un millón de años, sin dejar
descendientes.
Homo
Nuestro género Homo, apareció por primera vez hace unos 2.5 o 3 millones de años. Si bien durante mucho tiempo se consideró a H.
habilis como el más antiguo del género, en 2010 fue encontrada una nueva especie, llamada H. gautengensis que podría ser más
antigua.
Comparados con los australopitecinos, los especímenes del género Homo habilis presentan más características cercanas a los seres
humanos modernos. Por ejemplo, su mandíbula era menos
prognática
y poseía un cerebro de mayor tamaño. Sin embargo, H. habilis aún presenta características de Homini más primitivos, como brazos
proporcionalmente más largos.
Si te preguntas el por qué del nombre, H. habilis hace referencia a las herramientas de piedra que se encontraron con sus fósiles, por lo
que lo llamaron "hombre habilidoso".
Luego en el registro fósil aparece el H. erectus, hace aproximadamente 1.8 millones de años. Se cree que surgió en África oriental y fue
el primer homínido en migrar fuera de África. Fósiles de H. erectus han sido encontrados en India, China, Java y Europa.
El H. erectus presenta características más cercanas a los humanos modernos que H. habilis. Eran más grandes en tamaño, llegando a
medir unos 1.85 metros; su nivel de dimorfismo sexual era menos marcado que en especies más primitivas y su cerebro era más grande
(unos 775 a 1,100 c.c., bastante cerca a los 1,130 - 1,260 c.c. de nuestra especie).
Asimismo, el H. erectus presenta fosas nasales dirigidas hacia abajo, más parecidas a las nuestras. Esta característica podría ser una
adaptación a climas más fríos, pues permite un mayor calentamiento del aire antes que este entre a los pulmones.
Por los restos encontrados, se cree que el H. erectus fue el primer homínido en controlar y utilizar el fuego y tener una casa base.
Aparentemente se extinguieron hace unos 50,000 años.
Recreación de estilo de vida de H. erectus. Créditos Henry Gilbert and Kathy Schick - Own work, CC BY-SA 3.0

Humanos arcaicos y Homo sapiens


Se cree que nuestra especie evolucionó a partir del H. erectus hace unos 500,000 años. De esa época se han encontrado diversos
fósiles, muy cercanos en apariencia al Homo sapiens, pero aún con diferencias anatómicas, que se denominan humanos arcaicos, y
aquí se encuentran agrupados el H. neanderthalensis (el famosísimo hombre de Neandertal), el H. rhodesiensis, el H.
heidelbergensis y el H. antecessor.

Reconstrucción de H. heidelbergensis. Un humano arcáico. Créditos: Tim Evanson, CC BY-SA 2.0

Estos humanos arcaicos se distinguen de los anatómicamente modernos por tener un cráneo más grueso, un arco superciliar (el hueso
que se encuentra arriba de nuestras cejas) prominente y una barbilla poco acentuada. Algunas de estas especies sobrevivieron hasta
hace unos 30,000 a 10,000 años, lo que indicaría que convivimos con ellos durante un período.
No existe, sin embargo, consenso científico sobre los humanos arcaicos. Existe una corriente dentro de los paleontólogos que los
consideran subespecies de H. sapiens. Taxonómicamente, una subespecie se nombra agregando el nombre de la subespecie al nombre
científico, de esta manera: el hombre moderno sería Homo sapiens sapiens, y los arcaicos se denominan Homo sapiens
neanderthalensis, Homo sapiens heidelbergensis, etc. La polémica sigue en pie.
Se cree que el H. erectus migró fuera de África hacia Asia y Europa hace unos 1.5 millones de años, en una primera ola de migración.
Luego, dentro de África, habría emergido el H. sapiens a partir de las poblaciones de H. erectus que se quedaron en África.
Este H. sapiens emigró fuera del continente hace unos 100,000 años, en una segunda ola migratoria. Esta especie, la nuestra, poco a
poco, reemplazó a las especies humanas arcaicas de descendientes de H. erectus que ya estaban asentadas en Asia y Europa.

Mapa de la segunda ola de migración humana. Créditos: By Katerina Douka & Michelle O’Reilly, Michael D. Petraglia - "On the origin of
modern humans: Asian perspectives", Science 08 Dec 2017: Vol. 358, Issue 6368, DOI: 10.1126/science.aai9067 [1], CC BY-SA 4.0
Actualmente, sólo existimos nosotros, H. sapiens sapiens como única especie representante de nuestro género. Aparentemente, la
competencia entre poblaciones debido a que ocupábamos el mismo nicho ecológico, hizo que poco a poco fuésemos aislando y
eliminando a las otras especies humanas con las que convivíamos. A pesar de eso, el análisis genético afirma que sí existió cruce entre
especies, por lo que llevamos en nuestro ADN algunos genes de estos humanos extintos.
Ya sin competencia directa, H. sapiens empezó a explorar y migrar. Una de las características de nuestra especie es la curiosidad. El
querer saber siempre ¿qué hay más allá?, nos llevó a poblar el mundo entero y desarrollar una gran variedad de ricas culturas.
Sin embargo, no te olvides que a pesar de todas estas diferencias, todos somos una misma especie que apareció hace muy poco
tiempo, evolutivamente hablando, en la Tierra.

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