Curso Virtual

“La escuela y los derechos de los jóvenes”

Clase 2: Del Paradigma Tutelar al Paradigma de Derechos.

Sistema de Protección Integral de Derechos de Niñas,
Niños y Adolescentes

Índice de contenido

1. La infancia y los derechos humanos: instrumentos específicos para niñas, niñas y

adolescentes ....................................................................................................................... 2

2. Convención sobre los Derechos del Niño ....................................................................... 3

3. Ley Nacional de Protección Integral de los Derechos de los Niñas, Niños y

Adolescentes: hacia un nuevo modelo de intervención ..................................................... 5

4. ¿Por qué hablamos de sistema? ¿Qué significa el concepto de corresponsabilidad? . 10

5. ¿Cómo interviene el sistema de protección integral? .................................................. 14

6. Alcances de la reforma del Código Civil y Comercial en el año 2015 en materia de

niñez y adolescencia ......................................................................................................... 17

7. Para ir cerrando ............................................................................................................ 18

Metadatos: Título del curso: La escuela y los derechos de los jóvenes / Clase N° 2 / publicado: lunes, 22
de octubre de 2018
Palabras clave: educación, derechos humanos, estado, sociedad
páginas: 20 / palabras: 4910 / caracteres: 26947
Nombre del archivo: DDJOV_Clase2

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¡Bienvenidas y bienvenidos a la segunda clase!

Hemos visto hasta aquí qué son los derechos humanos y las responsabilidades que
conllevan por parte del Estado, para comprender nuestras obligaciones como adultos/as
y como docentes frente a la promoción de los derechos y a la atención de situaciones de
vulneración de los derechos de las/os estudiantes.

En esta clase nos proponemos reflexionar sobre los derechos específicos de niñas,
niños y adolescentes. Recordemos que jurídicamente se considera niño/a hasta los 18
años de edad. Para ello profundizaremos nuestro conocimiento sobre la Convención
sobre los Derechos del Niño y, fundamentalmente, sobre la Ley de Protección Integral de
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes N˚ 26.061, sancionada en 2005, en sintonía con
la Convención. Finalmente analizaremos el cambio de perspectiva que instaura este
marco normativo, la importancia del Sistema de Protección Integral de Derechos de
Niños, Niñas y Adolescentes para garantizar los derechos de forma articulada entre los
diferentes actores e instituciones, y el rol de la escuela en este entramado.

1. La infancia y los derechos humanos: instrumentos específicos para niñas, niñas

y adolescentes

Para el reconocimiento de la multiplicidad de situaciones que requieren formas

particulares de garantizar, proteger y restituir sus derechos (mujeres, niñas y niños,
personas con discapacidad, trabajadores/as migratorios/as, entre otros), el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos desarrolló instrumentos denominados “de
protección específica”. De este modo, la comunidad internacional reconoce que la
situación actual de estos grupos de personas, tras haber sido históricamente
discriminados, relegados y marginados, requiere de protecciones especiales que
garanticen un piso común de acceso y reconocimiento de derechos.

Niñas, niños y adolescentes cuentan con un instrumento de protección específica:

la Convención sobre los Derechos del Niño. Quienes pertenecen a este grupo etáreo son
titulares de todos los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional y
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en los instrumentos internacionales de derechos humanos, con jerarquía constitucional

(artículo 75 inciso 22), a la vez que gozan de derechos específicos por su condición de
personas en etapa de crecimiento. En este sentido podemos decir que, lejos de verse
privados de derechos por su corta edad, gozan de una doble protección.

2. Convención sobre los Derechos del Niño

En 1990 Argentina ratifica la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y en 1994 le
otorga rango constitucional.

La adopción de la Convención –hasta ese momento el único instrumento era la

Declaración de los Derechos del Niño– constituyó un significativo avance en materia de
derechos humanos. Mientras una declaración es una serie de principios y normas que los
Estados se comprometen a cumplir voluntariamente, una Convención genera
obligaciones frente a la comunidad internacional.

En nuestro país supuso, como ya hemos visto, un cambio de paradigma. Niñas,

niños y adolescentes dejaron de ser considerados objeto de tutela, constituyéndose
como sujetos de derechos. Este nuevo paradigma se ve reflejado en cuatro principios
contenidos en la Convención, que los Estados firmantes se comprometen a respetar y a
hacer efectivos a través de las políticas y medidas que adopten en relación con la
infancia:
 Interés Superior del Niño;
 Universalidad y No Discriminación;
 Integralidad;
 Derecho a ser escuchado.

El interés superior del niño

El reconocimiento del "interés superior del niño" en el artículo 3 de la Convención sobre

los Derechos del Niño actúa como principio frente a la resolución de conflictos de

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derechos en los que se ven involucrados niñas, niños, y adolescentes siempre en el marco
de la plena satisfacción de sus derechos.

El interés superior del niño es, por un lado, un derecho, ya que niñas, niños y
adolescentes tienen derecho a que su interés superior prime a la hora de decidir sobre
una cuestión que les afecta. Por otro, es un principio ya que establece que cuando una
disposición jurídica admite más de una interpretación, se elegirá aquella que satisfaga de
manera más efectiva el superior interés del niño.

“En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a
que se atenderá será el interés superior del niño”. Artículo 3

Universalidad y No discriminación

El paradigma de “protección integral” obliga a los estados a desarrollar políticas públicas

universales, en este caso destinadas a la infancia, que garanticen la protección y
desarrollo de sus derechos, sin discriminación alguna. Así lo establece el Artículo 2
cuando sostiene que:

“Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente

Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción,
sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el
idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional,
étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el
nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus
representantes legales. Los Estados Partes tomarán todas las medidas
apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma
de discriminación o castigo por causa de la condición, las actividades, las
opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o sus tutores o de sus
familiares”.

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Integralidad

La noción de integralidad establece que los derechos no pueden ser satisfechos de

manera aislada (uno a uno) o alternativa (unos sí y otros no), sino que es necesario
pensarlos como complementarios y convergentes, y deben ser atendidos de esa forma
por las políticas. La vulneración de un derecho generalmente repercute, además,
dificultando el acceso a otros.

El carácter integral e indivisible implica que no hay derechos que reemplacen o

incluyan a otros. Todos los derechos son igual de importantes para que los niños y niñas
se desarrollen en la plenitud de sus potencialidades. Por lo mismo, los derechos deben
cumplirse de manera simultánea, y sin perjuicio unos de otros.

Derecho a ser escuchado

Según lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño, los niños, lejos de
constituirse en objeto pasivo de intervención, tienen derecho a participar y expresar sus
opiniones y a que éstas sean tenidas en cuenta en todo asunto que les concierna:

Artículo 12: Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en

condiciones de formarse un juicio propio: el derecho de expresar su opinión
libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose
debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y
madurez del niño.

3. Ley Nacional de Protección Integral de los Derechos de los Niñas, Niños y

Adolescentes: hacia un nuevo modelo de intervención

En el año 2005, el Congreso de la Nación sancionó la Ley de Protección Integral de

Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes N˚ 26.061. Su sanción deroga la Ley de

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Patronato Estatal de Menores, Ley Nº 10.903 de Patronato de Menores vigente desde

1919, conocida como Ley Agote. Esta última facultaba al juez a suplir o ejercer en
ejercicio del Patronato del Estado, la Patria Potestad suspendida a los padres para
disponer del destino de los niños que se encontraran en “situación irregular”. Esto
comprendía tanto a los niños, niñas y adolescentes que hubieran infringido la ley penal,
como a aquellos que se encontraran “desamparados”, en situación de “abandono” o de
“peligro moral o material”. Nótese que estas son categorías con un fuerte componente
valorativo y subjetivo (y la Ley no definía qué se entiende por ellas), y por tanto son
altamente permeables a prejuicios y discriminaciones de todo tipo.

Entendiendo que la niñez en condiciones de pobreza estaba en una “situación

irregular” que requería medidas de control ante el “riesgo moral o material” que suponía
su ámbito familiar, la intervención estatal entonces, orientada por la figura del Patronato
y la Doctrina de la Situación Irregular, centralizaba el poder de decisión en el juez de
“menores”, dando lugar a medidas discrecionales que judicializaban y criminalizaban la
pobreza, pudiendo incluso determinar la separación de niños, niñas y adolescentes de su
familia para ser entregados a la tutela de instituciones religiosas y de beneficencia.

La infancia pobre era vista como potencialmente peligrosa, por lo cual era
institucionalizada generalmente en centros cerrados como orfanatos y re-socializada a
partir prácticas moralizantes, degradantes y disciplinadoras de la pobreza, recibiendo
asistencia principalmente en términos morales y espirituales.

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Patronato de la Infancia, circa 1925. Fuente: Archivo General de la Nación.

Debemos considerar que la categoría de infancia o niñez es resultante de

procesos históricos, sociales y culturales de larga duración. En estos procesos, distintos
poderes y saberes disputan diversas concepciones acerca de lo que es ser niño o niña.

“En buena medida también las reflexiones y conceptualizaciones en torno a

la niñez suelen tener límites estrechos. Los niños han sido tradicionalmente
mentados y escenificados a partir de representaciones universalistas: el
concepto infancia operó durante bastante tiempo como un enunciado
privilegiado que alude a un tiempo común y lineal transitado por todos los
niños sin distinciones sociales. Casi como un estado de gracia especial (que
oculta las desgracias particulares), la infancia es objeto de inversión,
protección, control o represión.” (Carli, 1999: 3)

En este sentido, los cambios en la comprensión acerca de la infancia y su lugar en

la sociedad han estado vinculados a las transformaciones sociales, culturales, históricas y
políticas. Entendemos entonces que las representaciones de la niñez y la adolescencia
son una construcción social que va cambiando conforme al contexto, lo cual nos lleva a
considerar que existen diferentes infancias y adolescencias atravesadas por factores

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sociales, económicos, culturales, de género, entre otros. Esto significa también que
existen diferentes formas de ser niños, niñas y adolescentes, en un mismo momento
histórico, en un mismo contexto social.

Estas imágenes históricas que compartimos dan cuenta de las transformaciones

socio-histórica que se fueron construyendo respecto a niños, niñas y adolescentes.

Colecta del Patronato de la Infancia, circa 1905. Fuente: Archivo General de la Nación.

Luego de un siglo de vigencia de la Ley de Patronato, la Ley N° 26.061 instaura el

Paradigma de Protección Integral en nuestro país, desde una perspectiva de Derechos
Humanos, para el abordaje integral para la niñez, la adolescencia y sus familias. Sustituye
así la doctrina de la “situación irregular” que sostenía una mirada “tutelar” o
“asistencialista” y “moralista”.

“El cambio de paradigma que impacta en la legislación y que presenta no

solo nuevas reglas de juego, sino también una re-significación del rol de los
actores estatales, la administración y la administración de justicia, nos

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posibilita avanzar en el sistema de Protección Integral de Derechos

contenido en la Convención.” (Messi y Danieli, 2012, p. 81)

Uno de los cambios sustanciales del cambio de paradigma es que se reconoce a

niños, niñas y adolescentes como sujetos y titulares de derechos, lo que implica el
reconocimiento de su participación activa dentro de los espacios de la vida social donde
se desarrollan: la familia, la escuela, la comunidad, entre otros.

El Paradigma de la Protección Integral intenta superar las desigualdades e

injusticias que la doctrina anterior generaba entre la niñez según sus diferentes
condiciones sociales. Así, ya no se los concibe como “menores” en “situación irregular”,
sino que es obligación del Estado garantizar los derechos de forma universal para todos
los niños, niñas y adolescentes por medio de las políticas públicas integrales, y sus
instituciones. El siguiente cuadro recoge las principales características de cada
perspectiva1:

PATRONATO DE MENORES O DOCTRINA DE LA PROTECCIÓN INTEGRAL DE NIÑOS, NIÑAS Y

SITUACIÓN IRREGULAR ADOLESCENTES
Menores Niñas, Niños y Adolescentes
CONCEPCIÓN
Objeto de tutela, corrección, rehabilitación, control y Sujetos de derechos
subordinación
SISTEMA
Tutelar, paternalista Garantista
MECANISMO DE INTERVENCIÓN
Internación como primera opción, judicialización. Protección integral e internación como
última opción

1
Extraido de APDH (2012): ¿Qué es esto de los derechos humanos? Apuntes para una reflexión crítica:
historias, documentos conceptos y actividades. Buenos Aires: Instituto Espacio para la Memoria, pág. 287.
Disponible en: http://www.apdh-argentina.org.ar/sites/default/files/QEE%202013.pdf

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 Equiparación del menor abandonado, víctima y  No permite privar de la libertad por causas
delincuente. asistenciales.
 Judicialización de todas las situaciones. El juez  Sistema de promoción y protección de derechos
debe intervenir en caso de “peligro moral y políticos y sociales, implementación de
material” (Ley 10903). programas y servicios sociales.
 Menores como seres incapaces, incompletos,  Sistema de protección municipal y provincial.
inimputables que se intenta proteger  No judicialización ni criminalización de la
controlándolos. pobreza.
 Políticas predominantemente asistencialistas,  En caso de conflicto con la ley, los niños, niñas y
intervenciones fragmentadas y violatorias de adolescentes deben ser escuchados y estar al
garantías administrativas. tanto de su situación.

Volvamos ahora a las preguntas que nos habíamos planteado en la clase anterior:
→ ¿Cómo debe actuar la comunidad educativa para promover y proteger los

derechos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes?

→ ¿Quiénes y cómo debemos intervenir frente a situaciones que vulneran sus
derechos?
→ ¿Qué cambios supone la nueva ley en relación con nuestras prácticas habituales?
→ ¿Cuál es el rol que le corresponde a la escuela? ¿y a otros actores de la
comunidad?

Para responder a estos interrogantes les proponemos avanzar en la comprensión del

sistema de protección integral como red de instituciones y actores que se articulan con el
propósito de proteger los derechos de la infancia.

4. ¿Por qué hablamos de sistema? ¿Qué significa el concepto de

corresponsabilidad?

La Ley N° 26.061, en su artículo 32, crea el Sistema de y Protección Integral de niños,

niñas y adolescentes, conformado por “todos aquellos organismos, entidades y servicios
que diseñan, planifican, coordinan, orientan, ejecutan y supervisan las políticas públicas,
de gestión estatal o privadas, en el ámbito nacional, provincial y municipal, destinados a
la promoción, prevención, asistencia, protección, resguardo y restablecimiento de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes”.

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Llamamos Sistema de Protección Integral a la respuesta estatal que debe darse

ante situaciones de amenaza o vulneración de derechos de los niños, niñas y
adolescentes, y a las acciones destinadas a la promoción y protección de estos derechos.
Por lo tanto, debemos pensar en una variedad de instituciones y actores que se
interrelacionan, mediante dinámicas que permitan articular transversalmente la
organización institucional del Estado, de la sociedad civil, teniendo en cuenta las
realidades de la comunidad.

Las situaciones de vulneración de derechos suelen ser complejas y requieren por

lo tanto un abordaje interdisciplinario que garantice los derechos de modo integral. Por
este motivo, para garantizar el principio de integralidad se convoca a diferentes
instituciones y actores gubernamentales y no gubernamentales en el ámbito de su
competencia específica y de acuerdo al principio de “participación comunitaria”. Estos
generan lo que denominamos Sistema de Protección Integral.

Cada institución o actor cumple un rol en el sistema, por lo que sus obligaciones y
responsabilidades en relación con la protección de los derechos se encuentran definidas
en el marco normativo. Éste es el cabal sentido del concepto de corresponsabilidad,
entendida como la atribución de responsabilidades conjunta para dos o más actores, que
los obliga a articular acciones para lograr un objetivo común.

Todos los actores del sistema son corresponsables de garantizar y proteger los
derechos de los niños, niñas y adolescentes, si bien la responsabilidad primaria es de la
familia. Vale aclarar que el concepto de corresponsabilidad no implica diluir la
responsabilidad del Estado sino que, por el contrario, es el Estado quien debe orientar,
diseñar, planificar políticas que permitan la intervención de todo el sistema evitando
intervenciones aisladas o fragmentadas. De lo que se trata es de pasar de una lógica de
administración centralizada a una de gestión participativa, facilitando la descentralización
territorial, desde una perspectiva de recuperación de capacidades de las instituciones
estatales.

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Con vistas a garantizar el funcionamiento del sistema y la articulación entre las

instituciones y actores que lo componen, la Ley crea organismos administrativos de
protección de derechos de niños, niñas y adolescentes como los órganos especializados
responsables.

A los fines de brindar una respuesta eficiente, la autoridad administrativa de

protección de derechos se encuentra descentralizada en tres niveles: Federal, Provincial y
Municipal. De este modo la cercanía geográfica vuelve posible la constitución del sistema
de protección integral a nivel local.

Además, la conformación de este Sistema supone no sólo la creación de nuevas

instituciones y funciones en los distintos niveles del Estado (como por ejemplo nuevas
áreas de niñez a nivel provincial y municipal o Consejos Locales de niñez), sino un cambio
en la perspectiva de las políticas públicas tendientes a: fortalecer el rol de las familias en
la efectivización de los derechos de niños, niñas y adolescentes; descentralizar los
organismos de aplicación de los planes y programas con el fin de garantizar mayores
niveles de autonomía, agilidad y eficacia; promover la gestión asociada entre los
Organismos del Estado y la sociedad civil y la creación de redes intersectoriales locales.

En tanto actor del sistema de protección, la escuela tiene la obligación de

comunicar en forma fehaciente ante las áreas de niñez locales toda vez que los derechos
de niños, niñas o adolescentes se vean vulnerados o corran el riesgo de serlo.

¿CUÁLES SON LOS PRINCIPIOS DE LA LEY N° 26.061?

EN SUS ARTÍCULOS 28, 29, 30 Y 31 SE MENCIONAN LOS PRINCIPIOS Y SE LOS ASOCIA A

LOS DEBERES DE LOS ORGANISMOS DEL ESTADO Y SUS FUNCIONARIOS. ESTOS SON:

PRINCIPIO DE IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN: RETOMA EL PRINCIPIO DE LA CDN QUE

REFIERA A LA IGUALDAD DE DERECHOS PARA TODOS LOS NIÑOS Y NIÑAS, SIN
DISCRIMINACIÓN DE NINGÚN TIPO -SOBRE SUS PERSONAS O SUS GRUPOS FAMILIARES- EN
EL EJERCICIO DE SUS DERECHOS.

PRINCIPIO DE EFECTIVIDAD: LOS ORGANISMOS DEL ESTADO TIENEN LA OBLIGACIÓN DE

GARANTIZAR EL CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS RECONOCIDOS EN LA LEY, TOMANDO

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TODAS LAS MEDIDAS ADMINISTRATIVAS, LEGISLATIVAS, JUDICIALES Y DE OTRA ÍNDOLE,

PARA GARANTIZAR EL EFECTIVO CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS Y GARANTÍAS
RECONOCIDOS EN ESTA LEY.

DEBER DE COMUNICAR: LOS AGENTES PÚBLICOS (Y ESPECIALMENTE LOS DE

ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS Y DE SALUD) TIENEN LA OBLIGACIÓN DE ESCUCHAR Y
COMUNICAR A LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS PERTINENTES, CUANDO CUALQUIER
PERSONA (NIÑO O ADULTO) LES HACE SABER SOBRE LA VULNERACIÓN DE DERECHOS QUE
PUEDAN ESTAR SUFRIENDO CHICOS Y CHICAS. NO CUMPLIR CON ESTE DEBER DE
FUNCIONARIO PÚBLICO ES PASIBLE DE SANCIONES, DADO QUE SE CONSIDERA
IRRESPONSABILIDAD POR PARTE DEL AGENTE.

EN RELACIÓN AL PRINCIPIO ANTERIOR, TODO FUNCIONARIO PÚBLICO TIENE EL DEBER DE

RECIBIR Y TRAMITAR LAS DENUNCIAS. ESTE TRÁMITE ES GRATUITO, Y DEBE GARANTIZARSE
UN TRATAMIENTO RESPETUOSO. NO CUMPLIR CON ESTE DEBER SE CONSIDERA UN GRAVE
INCUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE FUNCIONARIO PÚBLICO.

En este sentido es valioso mencionar que los organismos de protección de

derechos no actúan solos, sino que lo hacen articulando con de las demás instituciones y
actores que componen el Sistema. En este nuevo ordenamiento jurídico, la
responsabilidad de la Escuela (como la de cualquier otra institución) no termina una vez
que da intervención al organismo de protección, sino que sostiene sus responsabilidades
y obligaciones junto con el organismo administrativo.

Pueden acceder al listado de órganos de protección de derechos de Niñez y

Adolescencia por provincia a través del siguiente link:

http://www.desarrollosocial.gob.ar/mapa#?cat=cfn

PARA PENSAR…

¿QUÉ PREGUNTAS, INQUIETUDES, TEMORES NOS GENERA LA IDEA DE QUE LA ESCUELA ES

CORRESPONSABLE EN RELACIÓN CON LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES?

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5. ¿Cómo interviene el sistema de protección integral?

El Sistema De Protección Integral interviene a través de tres instancias: las políticas

públicas, las medidas de protección de derechos, y las medidas excepcionales de
protección”.

a. Políticas públicas

Las políticas públicas son aquellas destinadas a la promoción y protección de los

derechos de la niñez en su conjunto, sin ningún tipo de discriminación. Son, por tanto,
políticas universales que alcanzan a toda la niñez.

b. Medidas de protección integral2

Las medidas de protección integral están destinada a proteger los derechos de un niño,
una niña o un adolescente de forma tal que pueda hacer efectivos la mayor cantidad de
esos derechos de los que es titular. Es decir, cualquier acción que implique facilitar,
permitir, impulsar, brindar el acceso al goce de un derecho.

En general, son aquellas tendientes a que los niños, niñas y adolescentes

permanezcan conviviendo con su grupo familiar. A diferencia del modelo que instalaba la
Ley de Patronato, la respuesta no apunta a culpabilizar al grupo familiar en situaciones
que con frecuencia son resultado de la vulnerabilidad social y cultural que padece, sino
que se busca construir una estrategia entre todos los actores concernidos, incluida la
propia familia y el estado que en su rol de garante debe adoptar medidas que restituyan
el derecho vulnerado. En general, las medidas de protección integral tienden a que las

2
Ley N° 26.061, Titulo III, artículos 32 a 38.

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niñas, niños o adolescentes permanezcan conviviendo con su grupo familiar. Son algunos
ejemplos:
→ Solicitud de becas de estudio o para jardines maternales o de infantes, e inclusión
y permanencia en programas de apoyo escolar;
→ Asistencia integral a la embarazada;
→ Inclusión de la niña, niño, adolescente y la familia en programas destinados al
fortalecimiento y apoyo familiar;
→ Asistencia económica.

Entre otras acciones cotidianas destinadas a remover un obstáculo: por ejemplo una
gestión para facilitar la obtención del certificado de finalización de los estudios primarios
en aquellos estudiantes que han cambiado de jurisdicción o la gestión de una vacante en
el jardín maternal para que la joven que ha sido madre pueda continuar con sus estudios.

c. Medidas excepcionales3

Estas medidas están previstas sólo para los casos considerados excepcionales, cuando se
evalúa que es necesario separar al niño de su familia:

“Artículo 39:

Son aquellas que se adoptan cuando las niñas, niños y adolescentes

estuvieran temporal o permanentemente privados de su medio familiar o
cuyo superior interés exija que no permanezcan en ese medio.

Tienen como objetivo la conservación o recuperación por parte del sujeto

del ejercicio y goce de sus derechos vulnerados y la reparación de sus
consecuencias.

Estas medidas son limitadas en el tiempo y sólo se pueden prolongar

mientras persistan las causas que les dieron origen. ”

3
Ley N° 26.061, Titulo III, artículos 39 a 41.

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Si bien es importante haber agotado las instancias anteriores o medidas previas

(artículo 40) hay situaciones de vulneración que por su gravedad o urgencia ameritan la
adopción inmediata de la medida excepcional. En estos casos interviene la justicia.

Finalmente la ley establece un mecanismo de exigibilidad: en caso de que las

instituciones incumplan con sus obligaciones de proteger, restituir y reparar las
consecuencias de los derechos vulnerados, la autoridad administrativa de protección de
derechos en el ámbito local tiene la potestad de exigirlo. Los mecanismos de exigibilidad
también pueden ser activados por particulares o por organizaciones no
gubernamentales.

Una puerta de entrada…

La denominada línea 102 es un política pública que se esta implementando
paulatinamente en las provincias, y que habilita este número telefónico para
orientar, informar y también la recepción de denuncias relacionas con niños,
niñas y adolescentes y sus derechos.
Ante una urgencia se puede llamar y recibir orientaciones, y referir al servicio
más cercano a donde el niño o niña vive a través de las vías institucionales que
cada jurisdicción establece.

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Como hemos mencionado, tanto las medidas de protección como las

excepcionales deben ser abordadas por personal especializado, formado para dar cuenta
de las políticas públicas en relación con la niñez como sujeto de protección especial. En el
nivel de las políticas universales intervienen todas las áreas del Estado, pero las medidas
de protección y de excepción deben ser tomadas por los órganos administrativos
competentes a nivel local o provincial.

A continuación vamos a familiarizarnos con los cambios de Código Civil y

Comercial vinculados a la infancia y la importancia de los mismos.

6. Alcances de la reforma del Código Civil y Comercial en el año 2015 en materia

de niñez y adolescencia

La reciente modificación del Código Civil y Comercial4, puesta en vigencia a partir de

agosto de 2015, representa un hito por el impacto que tiene sobre la protección integral
de derechos de niños, niñas y adolescentes, ya que es una herramienta que permite
garantizar efectivamente los derechos formalmente reconocidos.

El Código Civil es la norma interna más importante que regula las relaciones de los
sujetos en el ámbito privado y público. Es decir, las relaciones privadas, especialmente en
el ámbito de la familia, y públicas con la sociedad y el Estado. Implica una transformación
histórica ya que incorpora la perspectiva de derechos humanos en concordancia con los
cambios de paradigma y viene a poner en sintonía las normas del derecho civil con los
principios de la Ley N° 26.061.

Algunos de los aspectos relevantes en materia de derechos de la niñez y

adolescencia que aborda el nuevo Código son:
→ La igualdad real para garantizar el efectivo acceso a los derechos de forma
integral.

4
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

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→ La denominación de “familias” (ya no se plantea la idea de “familia” en singular

desde una concepción clásica del matrimonio heterosexual) que da cuenta de la
diversidad y de situaciones como la unión convivencial, la “familia ensamblada”
“familia monoparental” o “los progenitores afines”.
→ Se incorpora la llamada “capacidad progresiva” o “autonomía progresiva”, que
ampliaremos más adelante por su importancia.( este concepto vamos a
profundizarlo en las próximas clases).
→ Se incorpora de forma explícita la categoría de “adolescencia” que es la franja
entre 13 y 18 años. A partir de la noción de autonomía progresiva, los
adolescentes pueden tomar decisiones referidas a la salud y la responsabilidad
parental.
→ Se incorpora la obligación del juez/ a de escuchar a niños, niñas y adolescentes y
de tener en cuenta sus opiniones en procesos legales de manera efectiva.
→ Cambia la denominación de lo que se concebía como “patria potestad” y se
comienza a hablar de “responsabilidad parental”. También se regula y se le da
una entidad propia a la guarda y se producen cambios en la figura de la
adopción.
→ Se incorpora expresamente la figura del abogado del niño en caso de conflictos
con sus representantes legales.

7. Para ir cerrando

En esta segunda clase hemos problematizado la noción niñez en tanto construcción

histórica y social. Comprender que el lugar que se le ha dado a niños, niñas y
adolescentes en la sociedad se ha ido transformando, nos permite pensar por qué no es
posible esbozar una definición única, debido a la cantidad de aspectos que involucra.

También hemos presentado un breve recorrido histórico, y la forma en que fueron

evolucionando las instituciones, las políticas y prácticas sociales vinculadas a niños, niñas
y adolescentes y sus familias. Pudimos también familiarizarnos con el marco normativo

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vigente, cuyo punto de partida es la concepción de niños, niñas y adolescentes como

sujetos de derecho. Esta concepción impacta profundamente sobre las instituciones y las
prácticas.

Finalmente, trabajamos sobre la noción de Sistema de Protección Integral de

Derechos de niños, niñas y adolescentes, quiénes lo componen y de qué manera se
implementa, sobre la responsabilidad del Estado como principal garante de los derechos
de toda la ciudadanía a través de las políticas públicas y las instituciones, asegurando de
esta manera el pleno desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes. Las instituciones
del Estado como parte fundamental del Sistema de Protección Integral junto a las
organizaciones de la sociedad civil y a las familias, son los actores que conjuntamente
deben efectivizar los derechos de manera integral.

En este sentido, la Escuela tiene un rol fundamental tanto en la vida de los niños,
niñas y adolescentes como formando parte del Sistema de Protección Integral.

El reconocimiento jurídico de la categoría de adolescencia plasmado en el Código

Civil nos invita a comprender la importancia y singularidad de esta etapa de la vida
atravesada por grandes cambios como así también por una creciente capacidad para
tomar decisiones de manera autónoma, lo que supone reconocer y fomentar su
participación activa en la vida social y en los procesos que los involucran. Sobre estos
temas y sobre el rol de la Escuela en estos procesos profundizaremos en las próximas
clases.

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Síntesis del Módulo 2

Material de lectura obligatoria

- Clase 2
- SENNAF / UNER (2017): Introducción al Sistema de Protección Integral de Derechos. Buenos
Aires: Ministerio de Desarrollo Social – Universidad Nacional de Entre Ríos.
- Comité Derechos del Niño (2016): Observación General Nº 20, “La efectividad de los derechos
del niño durante la adolescencia”.

Bibliografía de profundización
- SENNAF / UNER (2011): Estado, Política y Niñez. Secretaría Nacional de Niñez Adolescencia y
Familia, Buenos Aires: Ministerio de Desarrollo Social – Universidad Nacional de Entre Ríos.
- Comité Derechos del Niño (2001): Observación General Nº 1, “Propósitos de la Educación”.

Recursos interactivos y multimedia

- Video: Canal Encuentro: En el medio - Infancia
- Video: FHAYCS Audiovisuales: Débora Kantor - La educación de adolescentes y jóvenes

Referencias normativas
- Convención Internacional sobre los Derechos del Niño
- Código Civil y Comercial de la Nación
- Ley de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes N° 26.061
- Ley de Educación Nacional N° 26.206

Actividades obligatorias
- Participación en el Foro de Debate
- Respuesta al Cuestionario de Opción Múltiple

Todos los materiales se encuentran disponibles en el CampusDH.

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