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Módulo Humor

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MÓDULO DE LITERATURA

Unidad 3

Parodia, Humor y ruptura

Prof: Giacomozzi - 6to. AÑO

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El humor y su concepto. Humor, humorismo y comicidad
Los estudios sobre el tema revelan la falta de consenso tanto terminológica como conceptual.

El humor forma parte de la actividad esencial y exclusiva del ser humano, al igual que el pensamiento. No hay humor si no hay
pensamiento. Sin embargo, encerrarlo en una definición resulta prácticamente imposible, no sólo en su concepto, sino en sus
variedades. El sentido del humor es un término muy relativo, es casi indefinible e inabordable por naturaleza propia. Es
compatible con gran variedad de argumentos y de actitudes. Depende de las culturas, de los momentos históricos, del nivel
social, cultural y económico de cada persona.

Humor, humorismo y comicidad


El origen de la palabra humor está en las antiguas civilizaciones griega y romana, desde el «físico» –médico– Hipócrates de
Cos (460 a. C.) se designaba a «cada uno de los líquidos de un organismo vivo»; es la acepción del latín de la palabra (umor, -
õris): bilis negra, bilis, flema y sangre. Teofrasto (372-287 a. C.), miembro del círculo platónico y continuador de Aristóteles, y
otros elaboraron una relación entre los humores y el carácter de las personas.

Así, aquellos individuos con mucha sangre eran sociables, aquellos con mucha flema eran calmados, aquellos con mucha bilis
eran coléricos y aquellos con mucha bilis negra eran melancólicos. La personalidad de cualquier hombre estaba conformada por
los cuatro humores, aunque generalmente uno sobresalía frente a otros, determinando la personalidad y el físico. Los estados
de salud humana se atribuían al adecuado –o inadecuado– equilibrio de estos humores en el cuerpo
Aunque el término se asoció a lo risible en general, todavía hoy se mantiene de fondo la noción antigua de fluido corporal. Así,
en el Diccionario de uso del español de María Moliner se define como: «estado de ánimo de una persona, habitual o
circunstancial, que le predispone a estar contenta y mostrarse amable, o por el contrario, a estar insatisfecha y mostrarse poco
amable», es decir, refiere a una actitud subjetiva de carácter general.
En definitiva, humor en su sentido más amplio y vulgarmente admitido, se refiere a todo aquello que hace reír. Es decir, con la
palabra «humor» no sólo se alude a la «tendencia o disposición del ánimo o del sentimiento a lo risible o jocoso» que «se
presenta como opuesta a la tendencia seria o trágica», sino que por extensión, se aplica a todas las formas de lo risible, desde lo
cómico propiamente a lo humorístico, e incluso se identifica con la risa misma.

La comicidad
Desde la Antigüedad, el humor ha aparecido estrechamente vinculado a lo cómico, entendido éste como consecuencia del
espectáculo de lo ridículo, deforme, erróneo o incongruente que, si no provoca dolor o compasión, suscita en el espectador un
sentimiento de superioridad que se manifiesta en la risa. Algunos autores afirman que el objeto necesario provocador de la risa
es el efecto de sorpresa –el proceso de desconcierto-esclarecimiento– y no la expectación. Otros consideran risible todo lo que
se opone a la norma o destruye lo previsto. Aunque la sorpresa no es esencial en lo cómico, es inherente en muchos casos.
En este sentido, Henri Bergson en su obra clásica Le rire asegura que el mayor enemigo de la risa es la emoción, si bien considera
lo cómico como la percepción de la rigidez, anquilosamiento o la mecanización de la vida. Lo cómico, expresa por tanto, según
Bergson, cierta imperfección individual o colectiva que exige una corrección inmediata y esta corrección es la risa, que encierra,
además, un deseo de humillar al sujeto cómico con la intención de modificar su conducta.
Esta concepción de lo cómico como subversión o, cuanto menos, como divergencia con respecto al sistema de valores vigentes
en un determinado grupo social, explica que la comicidad varíe de país a país y se transforme con el tiempo, ya que, al igual que
las costumbres y las normas, está sujeta a condicionamientos culturales y de las modas. El contexto que propicia la percepción
de lo risible aparece estrechamente vinculado al juego, entendido no sólo como actividad contraria al trabajo práctico, sino
como actitud opuesta a la seriedad.

Humorismo y comicidad en las teorías del humor


Desde los inicios de la filosofía occidental y hasta el siglo XX, los filósofos trataron de explicarse la naturaleza del humor.
Podemos distinguir tres teorías fundamentales: la teoría de la descarga, la teoría de la superioridad, y la teoría de la
incongruencia.

Teoría de la descarga
Para Freud las expresiones de humorismo, comicidad y chiste son fuentes de placer porque ahorran al hombre un gasto de
energía psíquica.
Los distingue por el tipo de gasto psíquico ahorrado: «El placer del chiste surge de un gasto de inhibición ahorrado; el de la
comicidad, de un gasto de representación (ideación) ahorrado y el de humorismo, de un gasto de sentimiento ahorrado. En
estas tres modalidades de trabajo de nuestro aparato psíquico, el placer proviene de un ahorro; las tres coinciden en recuperar,
desde la actividad anímica, un placer que, en verdad, sólo se ha perdido por el propio desarrollo de esa actividad».

En Aristóteles, el alma se caracteriza por tener pasiones que luchan por liberarse, y tanto el humorismo como la comicidad
–tragedia y comedia– tienen por misión purificar el alma por medio de la catarsis. Es decir, filtrando la realidad por el humor,
representándola, eliminaríamos ciertas tensiones negativas, llegando a un equilibrio emocional.

Teoría de la superioridad
Creada desde Platón y mantenida hasta el siglo XVIII, sostiene que toda experiencia humorística surge como manifestación del
sentimiento de superioridad del hombre hacia el hombre.
El principal exponente de esta teoría, Henri Bergson, presupone un elemento psicológico de agresividad. La comicidad sería una
fórmula civilizada de liberar un cúmulo de emociones e impulsos que reprime la vida en sociedad, como el miedo o el sadismo,
se trata de un cauce para ejercer una represalia contra quienes consideramos inferiores a nosotros. «La comicidad expresa
cierta imperfección individual o colectiva que exige una corrección inmediata». Para Bergson, la risa es una especie de
correctivo. «En la risa observamos siempre una intención no declarada de humillar». Nos sentimos superiores a las personas de
las que nos reímos, porque piensan de forma diferente y toman en serio cosas que nosotros no consideramos. De esta idea
parten todas las teorías del humor basadas en el concepto de superioridad. Ridiculizaríamos a los demás con tres objetivos:
correctivo social, azote u hostigamiento y censura. Como expresa Charles Baudelaire en su ensayo Lo cómico y la caricatura, «...
El Ser que quiso multiplicar su imagen no ha puesto en la boca del hombre los dientes del león, pero el hombre muerde con la
risa; ni en sus ojos la astucia fascinadora de la serpiente, pero seduce con las lágrimas».

Teoría de la incongruencia

No todos los estudiosos de lo cómico dan a la risa la función de catarsis o de correctivo social. La risa puede provenir de la
convergencia inusual, inconsistente o incompatible de ideas, situaciones, conductas o actitudes. Una situación en la que la
comprensión de una relación visible secuencial es esperada, y en cambio, ocurre algo inesperado.

Conclusión
Así podemos concluir que, humorismo y comicidad son dos conceptos diferentes. La comicidad puede venir del deseo de reírse
de algo o de alguien que consideramos inferior o de una simple necesidad de exteriorización lúdica. El humorismo se origina al
calor de un escepticismo político, existencial o de cualquier otro tipo. La comicidad es un fenómeno más superficial que el
humorismo, en cuanto su función principal es hacer reír, divertir o, en el peor de los casos, agraviar. La comicidad nos hace reír y
nos entretiene, el humor nos hace reír y pensar. La comicidad es situacional: torpeza, ridiculez, absurdo, incongruencia y está en
relación con las limitaciones de los individuos. El humor juega con las «insuficiencias de la condición humana». Encierra la crítica
incluyendo también al sujeto
El humorismo es un sentimiento antitético que puede ser, como la risa, tanto de alegría como tristeza. El humor surge también
como una lucha contra lo dado, contra los convencionalismos.
Silvia Hernández Muñoz
(Adpatación)
Y acá ¿Qué procedimiento humorístico aparece?

Lucas, sus pudores


Julio Cortázar
En los departamentos de ahora ya se sabe, el invitado va al baño y los otros siguen hablando de Biafra y de Michel Foucault,
pero hay algo en el aire como si todo el mundo quisiera olvidarse de que tiene oídos y al mismo tiempo las orejas se orientan
hacia el lugar sagrado que naturalmente en nuestra sociedad encogida está apenas a tres metros del lugar donde se desarrollan
estas conversaciones de alto nivel, y es seguro que a pesar de los esfuerzos que hará el invitado ausente para no manifestar sus
actividades, y los de los contertulios para activar el volumen del diálogo, en algún momento reverberará uno de esos sordos
ruidos que oir se dejan en las circunstancias menos indicadas, o en el mejor de los casos el rasguido patético de un papel
higiénico de calidad ordinaria cuando se arranca una hoja del rollo rosa o verde.
Si el invitado que va al baño es Lucas, su horror sólo puede compararse a la intensidad del cólico que lo ha obligado a
encerrarse en el ominoso reducto. En ese horor no hay neurosis ni complejos, sino la certidumbre de un comportamiento
intestinal recurrente, es decir que todo empezar lo mas bien, suave silencioso, pero ya al final, guardando la misma relación de
la pólvora con los perdigones en un cartucho de caza, una detonación mas bien horrenda hará temblar los cepillos de dientes en
sus soportes y agitarse la cortina de plástico de la ducha.
Nada puede hacer Lucas para evitarlo; ha probado todos los métodos, tales como inclinarse hasta tocar el suelo con la cabeza,
echarse hacia atrás al punto de que los pies rozan la pared de enfrente, ponerse de costado e incluso, recurso supremo,
agarrarse las nalgas y separarlas lo más posible para aumentar el diámetro del conducto proceloso. Vana es la multiplicación de
silenciadores tales como echarse sobre los muslos todas las toallas al alcance y hasta las salidas de baño de los dueños de casa;
prácticamente siempre, al término de lo que hubiera podido ser una
agradable transferencia, el pedo final prorrumpe tumultuoso.
Cuando le toca a otro ir al baño, Lucas sufre por él pues está seguro que de un segundo a otro resonar el primer halalí de la
ignominia; lo asombra un poco que la gente no parezca preocuparse demasiado por cosas así, aunque es evidente que no están
desatentas de lo que ocurre e incluso lo cubren con choques de cucharitas en las tazas y corrimientos de sillones totalmente
inmotivados. Cuando no sucede nada, Lucas se siente feliz y pide de inmediato otro coñac, al punto que termina por traicionarse
y todo el mundo se da cuenta de que había estado tenso y angustiado mientras la señora de Broggi cumplimentaba sus
urgencias. Cuán distinto, piensa Lucas, de la simplicidad de los niños que se acercan a la mejor reunión y anuncian: Mamá,
quiero caca. Qué bienaventurado, piensa a continuación Lucas, el poeta anónimo que compuso aquella cuarteta donde se
proclama que no hay placer más exquisito / que cagar bien despacito / ni placer más delicado / que después de haber cagado.
Para remontarse a tales alturas ese señor debía estar excento de todo peligro de ventosidad intempestiva o tempestuosa, a
menos que el baño de su casa estuviera en el piso de arriba o fuera esa piecita de chapas de zinc separada del rancho por una
buena distancia.
Ya instalado en el terreno poético, Lucas se acuerda del verso del Dante en el que los condenados avevan dal cul fatto
trombetta, y con esta remisión mental a la más alta cultura se considera un tanto disculpado de meditaciones que poco tienen
que ver con lo que está diciendo el docotor Berenstein a propósito de la ley de alquileres.

Actividad para hacer individualmente:


Redactar una situación personal que consideres graciosa (siempre en el marco del respeto). Luego,
explicá en qué reside el humor en esa situación elegida.

Trabajo práctico: Un artículo crítico


1) Leer el texto, marcar su estructura argumentativa entre corchetes y subrayar los procedimientos argumentativos. Indicar
las referencias de cada elemento en los márgenes.

CULTURA //// 16.11.2013

Peter Capusotto y sus videos: reseña crítica


“El humor del programa rescata los puntos políticamente problemáticos eludidos por la sociedad del espectáculo”.

Por Santiago Asorey


Hay algo subversivo en la mirada de Diego Capusotto que alcanza momentos geniales en su irreverencia. El
humor del programa rescata los puntos políticamente problemáticos eludidos por la sociedad del espectáculo.
Capusotto hace que nos riamos en nuestra incomodad, que nace del reconocer esas formas de nuestro imaginario
popular en sus personajes. El reciclaje del lenguaje popular y la parodia indistinta hacia toda la industria cultural sin
importar su contenido muestra que su humor entiende la lógica del enemigo cultural como un mecanismo de
invisibilización.
Sus personajes hacen evidente lo que el discurso dominante intenta ocultar. Desde Pomelo hasta Micky Vainilla,
pasando por Bombita Rodríguez los personajes de Capusotto exacerban con la parodia para intentar recuperar una
dimensión que une el humor y la política.
Micky Vainilla es por ejemplo una típica estrella Pop adolescente que expresa sus ideas nazis que se filtran en su
discurso estetizado. El personaje pertenece a la industria del espectáculo y funciona como una fusión entre el racismo
imperceptible de las series de Cris Morena y el marketing de Mauricio Macri. Como Capusotto explica “Micky
Vainilla no es un diputado, ni un funcionario, es un cantante pop, que se legitima siendo un cantante, que es aceptado
por todos, que forma parte del espectáculo y dice cosas tremendas”.
El humor absurdo de Capusotto nace de una estrategia que muestra la hipocresía del discurso de la industria
cultural que niega una y otra vez el mecanismo que vincula la sociedad del espectáculo y el poder. Lo que es seguro es
que personajes como Micky Vainilla exponen el costado imbécil pero no por eso menos político de la sociedad del
espectáculo.
Tal vez la transformación de la revolución a un cancionero del espectáculo en Bombita Rodríguez haga más
referencia a una visión de la sociedad contemporánea que a una referencia a la izquierda peronista de los años setenta.
El fino riesgo en donde la revolución se vuelve un producto más en el mercado.
La caricatura de Borges convertida en la marca de comida rápida, Borges King, sea acaso uno de las muestras
más evidentes de la crítica que ejerce Capusotto a una forma de interpretar la cultura y sus valores para convertirlos en
una marca y producto más del mercado.
Capusotto dice: “Es como reírte de la tragedia. Nadie se ríe de un carnaval carioca. Te reís de un carnaval carioca
si el que va adelante de un trencito sufre un ataque cardíaco y se muere. 'Pe pe pe', y el que está adelante está muerto.
Vos te reís de lo que sale mal, de lo que sale bien, nunca”. Reírse de la tragedia cultural es asumir la risa incomoda, la
risa que nos liga de responsabilidad al problema del cual nos reímos.

2) A partir de lo leído, ¿cuál sería la hipótesis de Asorey? Desarrollá cómo se ve su planteo en el video “Micky salta la pobreza” o
“códigos de barra”. Extensión: entre 5 y 10 renglones.

Trabajo de clase:
Analizá una historieta (Mafalda de Quino o Yo, Matías de Sendra, La Odisea no es un bicho de Fontanarrosa) y un meme para
completar las fichas: Tipo de humor según el tema:
-Intención -Público -Qué imagen acompaña, cuánto aporta-Códigos necesarios para comprender el chiste:

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