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Boletín 147 (Costa Rica)

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Boletín №

de la Academia Costarricense
de Ciencias Genealógicas
147
ABRIL – JUNIO, 2024 ⬧ № 146 ⬧ AÑO XXV ⬧ TERCERA ÉPOCA ⬧ ISSN 16593537

EVENTO

Segunda tertulia del 2024


El pasado 18 de mayo se llevó a cabo la segunda tertulia del año, misma que se llevó a cabo en el hogar
de los hermanos Sáenz Carbonell. La conferencia, «Inmigrantes jurídicos en Costa Rica, 1823-1844»,
fue impartida por uno de los anfitriones, el compañero académico, D. Jorge Francisco Sáenz Carbonell.
De acuerdo con D. Mauricio Meléndez, presidente de la Academia, se trató de una tertulia realmente
amena, «y aprendimos muchos sobre diversos episodios históricos de la Centroamérica de ese periodo y
sobre los inmigrantes que llegaron a Costa Rica y dejaron alguna huella.»
Se contó con una nutrida asistencia y, esperemos que continúe así para las próximas actividades.
De parte de la Junta Directiva y de quienes asistieron a la actividad, se agradece encarecidamente a
Da. Norma y D. Jorge Francisco por recibirnos en su residencia, siempre con muchas atenciones, como
los excelentes anfitriones que son.
A la memoria de Rosa Corrales
a los 150 años de su natalicio
Sergio Quesada Espinoza

Introducción
Rosa Corrales Villanea fue una mujer excepcional para su época, más conocida por ser la esposa del
ramonense Lisímaco Chavarría Palma que por los méritos de su obra literaria. Tras cumplirse en el 2024
los 150 años de su natalicio, se exploran detalles de su vida hasta ahora ignorados. Desconocidos en
parte por las múltiples biografías dedicadas a su esposo que la han retratado como una mujer que se hizo
de un nombre en el círculo literario de San José a inicios del siglo XX a causa de la poesía escrita por
Chavarría y porque se ha analizado profusamente la producción literaria de Lisímaco, pero no así la de
Rosa; escritora y mujer olvidada en la historia de las letras costarricenses.
El objetivo de este artículo es reivindicar la imagen de Rosa Corrales Villanea, recuperar su biografía
como maestra de escuela, esposa, colaboradora literaria en periódicos, y autora de varios poemas. La
carencia de datos biográficos no han permitido conocerla, por lo que este trabajo revelará información
sobre ella que proporcionará una imagen nueva de cómo vivió la esposa de uno de los poetas más
recordados de la literatura costarricense, antes y después de su separación.
Este trabajo a la vez, es un complemento a las múltiples biografías que se han escrito sobre su esposo a
lo largo del tiempo, y la primera que se ha compilado sobre Rosa Corrales.
También se aborda el conflicto entre Rosa y Lisímaco por la atribución intelectual de los primeros
poemas escritos por Chavarría bajo el nombre de su esposa como seudónimo. Aclarado esto, se brinda
una pincelada de la vida de Rosa como educadora, su dolor por la pérdida de varios de sus hijos e hijas
«naturales» a causa de enfermedades de la época, adicionalmente se dan a conocer a sus nietos, y por
último la etapa de su vida como pensionada, donde se empeñó en darse a conocer como poeta al publicar
en periódicos sus obras e incluso participar en un concurso literario radial. Esta biografía recoge un
listado de sus trabajos en poesía y prosa publicados a partir de 1922 y hasta 1952 –y un par de ellos
escritos en 1906–, centrados en temas políticos y sociales, e incluso obsequiando alguno que otro a
algún conocido suyo.
Es importante mencionar que el alcance de este trabajo no busca ubicar los trabajos publicados de Rosa
bajo ningún modelo literario establecido de la época, ni pretende analizar los patrones métricos, ni la
rima, tampoco su musicalidad ni lo que Rosa quería expresar con ideas a través de su pluma, ya quedará
para los más sabidos en la materia analizar exhaustivamente la poesía de Rosa y la de su exesposo para
compararlas.
Al final, se desarrolla la genealogía ascendente de Rosa, la familia Corrales/Villanea hasta sus
bisabuelos, con el fin de conocer sus ancestros más cercanos.
Respecto a la información consultada para esta biografía, fue en su mayoría recuperada de fuentes
secundarias digitalizadas –periódicos en prensacr.info y sinabi.go.cr–, documentos disponibles en
Familysearch.org y el libro Obras Completas Lisímaco Chavarría, tomo I de Francisco Rodríguez

2
Cascante. Como fuente primaria se consultaron documentos resguardados en el Archivo Nacional de
Costa Rica, y comunicaciones personales y entrevistas a través redes sociales con una sobrina bisnieta
de Rosa Corrales Villanea que permitieron obtener detalles desconocidos de su vida.

Su vida
Rosa nació en San José en 1874, siendo hija natural de Juana Villanea. Por los registros de defunción de
su madre, se sabe que quedó huérfana con tan solo cinco meses de nacida, y que posiblemente de ella se
hizo cargo su tía y madrina de bautizo, Luisa Villanea. De los primeros años de vida no se sabe mucho,
solamente que fue criada en la capital y que estudió en la Escuela Superior de Niñas de la cual era
estudiante en 18851. Quizás la posición política y condiciones económicas de su progenitor, don Diego
Corrales, permitieron darle una buena educación, y se presume, que le sirvieron para obtener un puesto
como maestra en la Escuela de Niñas de Paraíso de Cartago, en donde también fungían como docentes
una sobrina de don Diego de nombre Talía Quesada Corrales y su esposo.
La validez sobre la educación inicial de Rosa se comprueba gracias a unos comentarios hechos por «Un
Paraiseño» en el periódico La República a finales del año 1890, dirigidos en contra de Diego Corrales,
daban a conocer el nivel de educación de sus hijas:
Eso de decir que las niñas de don Diego son las más aptas para la escuela del Liceo de niñas
[refiriéndose a la escuela de Niñas de Paraíso], razón porque han sido criadas en la capital y que
son decentes, debe ser también vergonzoso elogiar uno á su misma familia (…). Y aunque estas
niñas han sido cultivadas en esa capital debemos de comprender que hábito no hace el monje 2.
Con lo anterior, parece que Diego tuvo más hijas además de Rosa. Por las referencias en la crítica, como
se explicará más adelante, don Diego Corrales fue un político, y entre los cargos públicos que
desempeñó, fue el Jefe Político de Paraíso.
Rosa se dedicó a la educación desde muy joven. Ya para 1893, con tan solo 19 años de edad, ya era
maestra en la escuela de niñas en Paraíso de Cartago3, para el siguiente año aparece nombrada como
cuarta maestra de la escuela de la misma localidad4; para ese entonces ya se identificaba con el apellido
Corrales, aun así, al casarse dos años después, utilizó el apellido Villanea.
Sobre cómo se conocieron Lisímaco y Rosa, es un tanto incierto. La información proporcionada por Ana
Cecilia Esquivel Raven5 –sobrina bisnieta de Rosa–, apunta a que posiblemente Pedro Pérez Molina,
esposo de una media hermana de Rosa, fue quien los presentó. Recordemos que Rosa trabajó como
educadora en la escuela de niñas de Paraíso de Cartago desde 1893, pero su familia materna vivía en San

1
Diario de Costa Rica, 30 de agosto de 1885, p. 4.
2
La República, 12 de noviembre de 1890, p. 3.
3
“Apéndice: Nombramientos, mes de mayo de 1893” en Supremo Poder Ejecutivo de la República de Costa Rica,
Colección de las Disposiciones Legislativas y Administrativas emitidas en el año 1893, San José, Costa Rica:
Tipografía Nacional, 1893, página sin foliar [versión digitalizada recuperada de
https://repositorios.cihac.fcs.ucr.ac.cr/cmelendez/items/56e850b4-e754-421a-910c-a22248285165].
4
“Apéndice: Nombramientos, mes de febrero de 1894» en Supremo Poder Ejecutivo de la República de Costa Rica,
Colección de las Disposiciones Legislativas y Administrativas emitidas en el año 1894, San José, Costa Rica:
Tipografía Nacional, 1894, página sin foliar [versión digitalizada recuperada de
https://repositorios.cihac.fcs.ucr.ac.cr/cmelendez/items/281a3984-d066-452a-90af-573986b500c2].
5
Esquivel Raven, A.C., comunicación vía Facebook Messenger, 26 de septiembre de 2022.

3
José. En ese año de 1893 contrajeron nupcias Pedro Pérez Molina y María Elena Avellaneda, también
conocida como Elena Arguedas, por lo que se presume que se conocieron en una visita que Rosa hizo a
la casa de su media hermana en donde también asistió Chavarría. Posiblemente ya para ese año
Lisímaco trabajaba en el taller de Pedro6, y esa relación de trabajo/amistad entre Chavarría y Pérez pudo
juntar a Rosa y a Lisímaco, quienes se casarían tiempo después en Paraíso de Cartago.
En un esbozo biográfico del maestro imaginero Manuel, Lico, Rodríguez Cruz7, se menciona a Pedro
Pérez como su discípulo alrededor de 1877, cuando Lico Rodríguez montó un taller en la capital para
ejecutar el encargo del Cristo Yacente. Pedro Pérez continuó trabajando como imaginero en la capital,
mientras que su amigo Lisímaco a finales de 1896 –ya casado– montó su propio taller de escultura.
Incluso, ambos talleres estuvieron cercanos uno del otro. Aun así, Lisímaco siendo más joven, aprendió
dicho oficio con su amigo Lico en San Ramón. En la biografía se dice que Chavarría se trasladó a
Cartago para restaurar imágenes religiosas, y posiblemente para entablar una relación más cercana con
Rosa que en 1895 derivó en matrimonio.
Ahora bien, es probable, tal y como sucedió con el caso de una pareja española del siglo XX, María
Lejárraga (escritora) y Gregorio Martínez Sierra (empresario teatral), que fueran las inquietudes
artísticas de Lisímaco Chavarría (poeta, pintor, imaginero y relojero), las que motivaron la amistad entre
Rosa y Él, para luego crecer en una relación sentimental y más tarde terminar en matrimonio. Como ya
se indicó, Rosa tuvo la oportunidad de prepararse mejor en la capital de nuestro país y posteriormente
tener un trabajo como docente, posición de interés que también notó Lisímaco en Rosa, pues él apenas
logró concluir el cuarto o quinto grado de la escuela.
Regresando con Rosa, su actividad como educadora iniciada en 1893 en Paraíso, la llevó a diversas
poblaciones del país. En 1897 fue nombrada en la escuela de niñas de San Juan de Dios de
Desamparados8, y faltando dos años para el cambio de siglo, fue asignada como segunda maestra en la
escuela de varones de Mata Redonda9 y para 1900, el matrimonio Chavarría-Corrales aparece nombrado
como educadores en la Escuela de Tabarcia de Mora10. Para 1901 ella y su esposo se trasladaron cerca
de la capital, posiblemente a Santa Ana, ya que Rosa fue nombrada como maestra en la Escuela de
Niñas de dicha localidad11 hasta 1903, y en 1904 trabajó en la Escuela de niñas de La Uruca 12 donde
presentó su renuncia al Inspector provincial a principios de octubre, la cual fue aprobada. Para el año de
1905 fue nombrada como maestra en la Escuela Mixta de Desmonte13 ubicada en San Mateo de
Alajuela, en reemplazo de doña Rufina de Vargas, quien no se presentó. En algunas biografías escritas
sobre los esposos Chavarría Corrales, se mencionan trabajando en Santa Rita de Nicoya después de su
labor como docentes en Tabarcia, sin embargo, no se encontró documentación que respalde dicha

6
Como se ha mencionado en varias biografías de Lisímaco Chavarría, este, después de haber trabajado como peón en San
Pablo de Tarrazú, regresó a San José para laborar en el taller de don Pedro Pérez Molina.
7
Méndez Montero, R. Lico Rodríguez: escultor de la imaginería religiosa. San José, EUNED, 1997.
8
La República, 23 de mayo de 1897, p. 2.
9
La República, 7 de julio de 1898, p. 2.
10
Rodríguez Cascante, F. (editor). Obras Completas. Lisímaco Chavarría. Tomo I. San José: Editorial Universidad de
Costa Rica, 2013, p.16.
11
La Prensa Libre, 27 de noviembre de 1902, p. 2 y 3 respectivamente.
12
El Día, 7 de octubre de 1904, p. 1 y 2.
13
La Prensa Libre, 6 de abril de 1905, p. 3.

4
afirmación. Como se verá más adelante, Rosa sí trabajó a escasos 4 kilómetros de Santa Rita en un lugar
llamado Colonia Carmona, pero años más tarde.
Rosa también dio clases privadas en San José en periodo de vacaciones, ofrecidas a domicilio y «a
precios convencionales»14, así se reveló en varios anuncios de periódico entre 1902 y 1903, aunque se
desconoce si fue habitual en otros años o si fue solo para este período.
Como educadora, Rosa tenía una muy buena reputación, tanto así que en febrero de 1904 15, el cura de San
Isidro de San José solicitó se establezca el quinto grado de la escuela en esa localidad y que sea nombrada
para desempeñarlo, «la maestra normalista doña Rosa Corrales de Chavarría», no obstante, no se encontró
información de si Rosa laboró en este lugar en algún momento, pues para ese año trabajó en La Uruca.

Fig. 1. Rosa Corrales Avellaneda.


(Fuente: Tomada del blog Poetas Siglo
21,
https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2016/
10/rosa-corrales-de-chavarria-19338.html /)

Fig. 2. Rosa Corrales Avellaneda – junio de 1952.


(Cortesía: Ana Cecilia Esquivel Raven).

14
Prensa Libre, 4 de diciembre de 1902, p. 3.
15
La Prensa Libre, 1 de febrero de 1904, p. 3.

5
¿Villanea o Avellaneda?
Después de 20 años de servicio en el área de la educación en el año de 193516, se pensiona en el
Magisterio Nacional, aunque los datos aportados atrás, aclaran que su carrera como educadora fue más
extensa.
Durante su vida, Rosa se identificó con los apellidos Villanea o Avellaneda y Corrales. El Corrales
corresponde a su padre biológico, don Diego Corrales, y lo usó más como reconocimiento social, siendo
conocida como Rosa Corrales y luego al casarse como Rosa Corrales de Chavarría. Su apellido registral
es Villanea, con el que fue bautizada y así identificada en la mayoría de sus documentos en el Registro
Civil, excepto en la defunción que se registró como Rosa Corrales Villanea.
Sobre el porqué el uso del apellido Villanea como variante de Avellaneda, este se remonta al periodo
colonial. La primera persona que llevó el apellido Avellaneda en nuestro país fue Martín de Avellaneda,
natural de la villa de Portugalete (Vizcaya) España, hijo legítimo de Martín de Avellaneda y Luisa de
Pucheta, quien casó con Rosa Viterbo Chaves, hija legítima del alférez Tomás de Chaves y Juana Paula
de Solís17. Es interesante que en dicho documento se menciona a Martín de Avellaneda y entre
paréntesis el Villanea, señal de que el apellido se utilizó de forma indistinta, aunque con el tiempo
persistió el Villanea. En otros registros también se hace referencia a la variante «Villaneda» o
«Billaneda».
El registro más antiguo de Villanea en la línea materna de Rosa, se pudo obtener de su tatarabuela,
Jacoba Villanea, quien posiblemente fue bisnieta de Martín de Avellaneda. Jacoba nació hacia 1770 en
San José o Heredia y se presume que fue hija de José Manuel Villanea Rojas y Catalina Paniagua Ruiz.
Respecto al uso del apellido Avelleneda no hay documentos oficiales de la Iglesia Católica o del
Registro Civil que la inscribieran con él. Sin embargo, de acuerdo con Ana Cecilia Esquivel Raven, su
familia prefería el uso de este, y cuenta que sus ancestros siempre corregían a quienes los llamaban
Villanea, además de que también firmaban como Avellaneda, incluyendo a Rosa (Véase figura 3).
Prueba del uso de este apellido por parte de Rosa, está la mención que se hace de ella en el expediente
de juicio civil ordinario de divorcio que estableció su esposo contra ella18.

Fig. 3. Firma de Rosa. Nótese que ella firmaba como Avellaneda.

16
La Tribuna, 4 de diciembre de 1935, p. 21.
17
Sanabria Martínez, Víctor Manuel (monseñor). Genealogías de Cartago hasta 1850, San José: Academia de Geografía e
Historia de Costa Rica, 1957 [versión digitalizada recuperada de
https://www.latinamericanstudies.org/costarica/Genealogias_Cartago_1850.pdf
18
ANCR. Expedientes Judiciales N° 9237. San José, 3 de febrero de 1911

6
El conflicto por el nombre y la separación
En acuerdo con su esposa, Lisímaco Chavarría firmó las producciones literarias de sus primeros cinco
años bajo el seudónimo de «Rosa Corrales de Chavarría», con el objeto de ocultar su modesto origen, la
pobreza y que procedía de un pueblo lejano. El mismo Lisímaco dijo que nadie le haría caso si firmaba
como suyos los poemas19. Este uso consentido del nombre de Rosa para los poemas escritos por
Lisímaco llamaría la atención de los intelectuales de aquel tiempo al descubrirse una nueva poetisa, pues
para ese momento y según los entendidos de la época, no se tenía constancia de que existiera alguna;
pero al mismo tiempo, llegaría a ser un problema para el reconocimiento de la propia obra escrita por
Rosa Corrales Villanea al develarse que era Lisímaco el autor de los poemas firmados con su nombre.
Cuando se reconoció la calidad de la poesía asociada al nombre de «Rosa Corrales de Chavarría», el
mismo Lisímaco tuvo que revelar que aquellos poemas habían sido escritos por su mano, y que ese era
el seudónimo que usó en los versos publicados. Al reconocerse como el verdadero autor de las
composiciones poéticas, sobrevino una disputa por la paternidad de las obras que complicaría la relación
de pareja, derivando en una separación y posteriormente en el divorcio 20 .
Es interesante que tal y como sucedió con la disputa autoral por los trabajos literarios de Chavarría en
contra de su esposa, años más tarde sucedería algo similar con la pareja de españoles María Lejárraga y
Gregorio Martínez Sierra, pues la obras que escribió Lejárrana las ocultó bajo los apellidos de su
esposo21, hasta el punto de crearse disputas sobre la apropiación indebida de la autoría de sus obras, sin
embargo, como se ha podido investigar sobre éste hecho, se ha repetido en numerosas ocasiones a lo
largo de la historia de la literatura.

Colaboradora literaria en la prensa


Para el año de 1904, Rosa aparece como colaboradora literaria del periódico El Centinela22 a partir del
número 31423, bajo el nombre de Rosa de Chavarría. Al periódico le cambian el nombre a Las Noticias,
y ella continúa como colaboradora literaria, posiblemente como revisora de textos y/o redactora de
algunas noticias del periódico a partir de su primer número, publicado el 6 de junio24.

19
Rodríguez Cascante, F. (editor). Obras Completas. Lisímaco Chavarría. Tomo I. San José: Editorial Universidad de
Costa Rica, 2013, p.27.
20
Pues también se dio la disputa por la autoría del poema «Fantasía sobre el Arte» del Certamen del Club Costa Rica en
1905, resultando ganador quien había firmado dicho trabajo con el pseudónimo de Lumen, Lisímaco adujo que era él
quien había enviado el sobre al concurso con su firma y no con el de Rosa, protesta que hizo al jurado y en junio de ese
año, retó a su esposa al careo literario para esclarecer la autoría del texto publicado, también manifestó que él era el autor
de cuántos versos se habían publicado con el nombre de «Rosa Corrales de Chavarría»; luego, el testimonio de un miembro
del jurado probó que el ramonense fue el verdadero autor del poema ganador.
21
https://karabanchel.com/wp-content/uploads/2021/04/maria-lejarraga-una-vida-en-la-sombra.pdf
22
Abraham Madrigal y Lisímaco Chavarría compraron El Centinela en 1904 y asumieron su primera impresión en el número
314 del 31 de mayo, figurando el primero como Director Propietario y el segundo como Administrador propietario y se
publicó por última vez el 4 de junio con el número 317. Luego le cambian el nombre y a partir del 6 de junio se publica
el nuevo diario bajo el nombre de Las Noticias, manteniendo las mismas calidades administrativas.
23
El Centinela, 31 de mayo de 1904, p. 2.
24
Las Noticias, 6 de junio de 1904, p. 2.

7
El 14 de febrero de 190425, aparece un anuncio en el diario El Día, donde se informaba que aparecería
un nuevo diario de lucha con el nombre Don Quijote, el cual dirigiría y redactaría la señora doña Rosa
Corrales de Chavarría, sin embargo, no se encontró información de su existencia. Posiblemente esta
empresa la iba a conducir Lisímaco Chavarría, aunque dijera que iba a ser Rosa Corrales, y que
finalmente se concretara en la compra de El Centinela en ese mismo año, luego Las Noticias a partir de
junio. Años antes existió un semanario con el mismo nombre de Don Quijote, cuyo primer número se
publicó el 8 de setiembre de 1901 y fue editado por Rogelio Fernández Güell26.
Herencia y traslados hacia Puntarenas y Nicoya
Aunque Rosa era originaria de San José, su trabajo y otras circunstancias de vida la llevaron a
trasladarse a vivir temporalmente en otros lugares del país. A inicios de 190527 Rosa vende un potrero
situado en la Villa del Paraíso28, propiedad que recibió en herencia de Diego Corrales Quirós –ya
fallecido–, quien la tuvo por más de 10 años, al comerciante Domingo Perantonelly Sopranzetti, testigo
de su boda en 1895. La herencia de su progenitor constaba además de una casa de habitación en San
José valorada en 1000 colones y el citado potrero ubicado en Piedra Grande en Paraíso de Cartago,
valorado en 250 colones. En enero de ese mismo año, Rosa vende la casa29 de San José a Lisímaco en
1000 colones. Con ambas ventas, Rosa se desprendía de lo que la unía con su esposo.
Luego de la venta de las propiedades, la disputa autoral y la separación acaecida en abril de 1905, Rosa
se traslada a trabajar en la escuela Mixta de Desmonte del cantón de San Mateo. Al año siguiente, entre
agosto y setiembre de 1906, a dos meses del fallecimiento de su hijo primogénito ocurrido en San José,
se establece en un sitio llamado Aranjuez en Puntarenas, y el diario El Pacífico lo corrobora al decir que
«ella ahora es su huésped»30. Residiendo en Puntarenas, publicó dos poemas en la prensa, en setiembre
«Balada», firmado como «Rosa Corrales de Ch.» 31 y en diciembre « ¿Cantar?» firmado esta vez como
«Rosa Corrales A.» 32. El que Rosa se presente en los alrededores de Puntarenas sugiere que fue
designada para dar clases en escuelas cercanas a esas localidades y entre los años 1908 y 1913 33, aparece
como vecina de Orotina y Puntarenas.
En junio de 1921 se menciona a Rosa Corrales viuda de Chavarría en la sección «Enfermos» de un
diario Josefino, donde se indica que salió para el campo en busca de salud. Alrededor del año 1922 vivió
en la zona de Nicoya, ya que ese mismo año publicó en la sección «Envíos de los lectores» del periódico
La Tribuna, un poema que luego del nombre de la autora cita la localidad de origen: Colonia Carmona 34.
Como dato curioso, en el año de 1915, el esposo de su media hermana Elena, Pedro Pérez Molina, es
nombrado como Agente Principal de Policía de Santa Rita, San Pablo y Colonia Carmona35, y es posible

25
El Día, 14 de febrero de 1904, p. 3.
26
“Don Quijote”, Sinabi, consultado el 5 de septiembre de 2024,
https://www.sinabi.go.cr/biblioteca%20digital/periodicos/Don%20Quijote.aspx.
27
Archivo Nacional de Costa Rica –en adelante ANCR–, Protocolos Notariales, N° 1495, San José, 3 de abril de 1905.
28
ANCR, Protocolos Notariales, N° 1215, San José, 2 de marzo de 1904.
29
ANCR, Protocolos Notariales, N° 1495, San José, 13 de enero de 1905.
30
“Información – De dos colaboradoras”. El Pacífico, 29 de setiembre de 1906, p. 3.
31
“Literatura del sábado”, El Pacífico, 29 de setiembre de 1906, p. 1.
32
El Pacífico, 1 de diciembre de 1906, p. 1.
33
En el cantón de San Ramón y en el año de 1913, falleció su esposo Lisímaco Chavarría Palma de tuberculosis.
34
La Tribuna, 7 de enero de 1922, p. 5.
35
La Información, 21 de febrero de 1915, p. 7.

8
que tanto él, como su familia, vivieran en dicho lugar. Es de suponer que Rosa pudo haber sido enviada
como educadora a Colonia Carmona, ya que en 1912 se había establecido la escuela de la localidad 36.
Aunque no se tiene certeza, es posible que Rosa retornara a la capital hacia 1932, luego de la muerte del
esposo37 de su sobrina Clemencia Pérez Avellaneda, hija de Pedro Pérez y Elena Avellaneda, quienes
también eran vecinos de Colonia Carmona38. Rosa Corrales se pensiona en 1935 y a partir del año
siguiente se dedica a escribir con regularidad, publicando sus trabajos en los diarios josefinos.

Hijos de Rosa Corrales Villanea


Los datos sobre los hijos de Rosa permiten conocer la dura situación que vivió después de su divorcio,
sufriendo la pérdida de tres hijos, trabajando en sitios rurales de difícil acceso, y con los altibajos
económicos a pesar de su preparación como maestra, hasta el punto de llegar a dar en adopción a dos de
sus hijos.
Rosa no tuvo hijos en su matrimonio con Lisímaco, todos nacieron después de su separación, sin
embargo, algunos de ellos fueron registrados como hijos legítimos con Lisímaco Chavarría, pues como
disponía la ley, hasta que la demanda de divorcio no se finiquitara, los hijos nacidos de Rosa, serían
registrados también como hijos legítimos de su excónyuge; mientras que otros fueron registrados como
hijos «naturales»39.
Según Francisco Rodríguez C., a inicios de 1905 y durante 1906, Lisímaco radicó en San Ramón40,
donde posteriormente conoció a la que sería su segunda esposa, María Sofía Solano Huertas; mientras
que Rosa está en San Mateo y luego en Aranjuez de Puntarenas, lo que vuelve improbable que los hijos
que procreó Rosa en esos años sean de Chavarría.
El 30 de mayo de 190641 se registró el nacimiento de Omar Chavarría Corrales, legítimo de Lisímaco
Chavarría y Rosa Corrales; quien inscribió a Omar fue su cuñado Pedro Pérez Molina ó Moscoso,
esposo de Elena Avellaneda –media hermana de Rosa–, ambos vecinos de la capital. Omar moriría de
anemia el 13 de julio de ese mismo año42 siendo sepultado en el cementerio de San José. Tal y como se
mencionó atrás, Rosa fue nombrada para laborar como maestra en San Mateo de Alajuela en 1905, lugar
donde se presume fue concebido Omar. Rosa viajó hasta San José para dar a luz al niño y dar registro
civil como corresponde.
Para 1908 Rosa vivió fuera de la capital, residiendo en los alrededores de Santo Domingo de San Mateo.
En este lugar nació su hija Ernestina Chavarría Corrales nacida el 9 de mayo de 1908 y bautizada el
31 de mayo43 como «hija natural» de Rosa Corrales y apadrinada por Nicomedes Vallecillo –natural de

36
https://www.facebook.com/groups/Josema1522/posts/1934011066901274/
37
En Carmona, Nandayure, fallece el 5 de octubre de 1932, Henri François Raven Vrolijk
38
La viuda y sus hijos regresaron a la capital según contó la sobrina-bisnieta de Rosa.
39
Rodríguez Cascante, F. (editor). Obras Completas. Lisímaco Chavarría. Tomo I. San José: Editorial Universidad de
Costa Rica, 2013, p.24.
40
El hijo natural o ilegítimo era aquel cuya madre era conocida pero no estaba casada con el padre, que podía ser conocido
o no.
41
Registro Civil de Costa Rica, Nacimientos de la Provincia de San José, Tomo N°60, f.33, a. 67837
42
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de San José, Tomo N°38, f.54, a. 40076
43
Archivo Histórico Arquidiocesano Bernardo Augusto Thiel, AHBAT en adelante. LBSD N°2, f.12, a.68
Véase también la partida de nacimiento del Registro Civil en: https://familysearch.org/ark:/61903/3:1:33SQ-GTHC-T5Y

9
Honduras y nacionalizado– y Antonia Chavarría. Ernestina fallecería en Coyolar de Orotina el 2 de junio
de 195144 a los 43 años, soltera; en el registro de defunción se anotó como «hija de Lisímaco Chavarría,
agricultor –aunque no lo era–, y Rosa Corrales, de oficios domésticos». Ernestina fue dada en adopción
a Nicomedes45, y se le conoció como «Tina» durante su vida adulta, empero, conservó los apellidos
paternos.
De San Mateo se trasladó a Tabarcia de Mora donde nació Marco Antonio Corrales Corrales, también
conocido como Marco Antonio Pineda Corrales46, el día 9 de agosto de 190947, consignado como «hijo
natural de Rosa Corrales, separada por escritura pública, costarricense y del mismo vecindario». Al igual
que su hermana, también fue dado en adopción a Nicomedes Vallecillo según lo relata la sobrina
bisnieta de Rosa. Marco se casó con Margarita Vindas Pérez en la Iglesia La Dolorosa en abril de
193348, y tuvo descendencia. En su adultez fue carretonero.
Hacia 1910 habría nacido Hortensia Chavarría Corrales, quien fallecería de paludismo el 3 de marzo
de 191149 en Orotina a los 60 días de nacida; fue sepultada en el cementerio de la localidad. De ella no
se encontró partida de nacimiento, pero en la defunción fue registrada como «hija legítima de Lisímaco
Chavarría, artista, y Rosa Corrales, de oficios domésticos» y su madre es citada como vecina de Orotina
y Lisímaco como vecino de San José.
El 27 de octubre de 191350 en la ciudad de Puntarenas, nació Ángela Antonia de los Dolores Corrales,
bautizada el 23 de diciembre51 de ese mismo año y consignada como «hija natural» de Rosa Corrales, su
madrina fue Dolores Sánchez, viuda de Alvarado y referida como nieta de Diego Corrales y María
Avellaneda. La inscripción civil la realizó Antonio Álvarez como recomendado. Ángela falleció el 28 de
diciembre de 191352 de un ataque al cerebro a los dos meses de nacida.

Nietos de Rosa Corrales


Del matrimonio entre Marco Antonio Corrales Corrales, conocido como Marco Antonio Pineda
Corrales, con Margarita Vindas Pérez, nacieron los siguientes hijos y nieto:
▪ María de los Ángeles Pineda Vindas, nació el 28 de agosto de 1934 en San José53, se cita como
hija legítima de Antonio Pineda Corrales, comerciante y Margarita Vindas Pérez de oficios
domésticos. Falleció el 19 de febrero de 1986 de 51 años de edad54. María tuvo a un hijo natural
(bisnieto de Rosa), llamado Carlos Enrique Pineda Vindas, murió de seis meses de edad el 2 de

44
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de Alajuela, Tomo N°132, f.262, a. 785
45
Esquivel Raven, A.C., comunicación personal, 26 de septiembre de 2022.
46
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de San José, Tomo N°322, f.311, a. 622. Se anotó que
Antonio Pineda Corrales estuvo casado con Margarita Vindas Pérez.
47
Registro Civil de Costa Rica, Nacimientos de la Provincia de San José, Tomo N°75, f.447, a. 83539
48
AHABAT. LBSJ N°17, f.101, a.168
49
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de Alajuela, Tomo N°37, f.116, a. 37524
50
Registro Civil de Costa Rica, Nacimientos de la Provincia de Puntarenas, Tomo N°15, f.277, a. 14960
51
AHABAT. LBP N°14, f.78, a.361
52
Véase la partida de defunción del Registro Civil en: https://familysearch.org/ark:/61903/3:1:33SQ-GT5D-5MJ
53
Registro Civil de Costa Rica, Nacimientos de la Provincia de San José, Tomo N°233, f.256, a. 511
54
Registro Civil de Costa Rica: 102330511

 10 
agosto de 195555 de bronconeumonía en el hospital San Juan de Dios, citado como vecino de
Barrio Keith (actual Barrio Los Ángeles, San José).
▪ Guillermo Rodrigo de la Trinidad Pineda Vindas, nació el 27 de abril de 1936 en San José 56, hijo
legítimo de Antonio Pineda Corrales, jornalero y Margarita Vindas Pérez de oficios domésticos.
Falleció el 19 de febrero de 193757 en San José de cólera infantil.
▪ Alberto Rodrigo de la Trinidad Pineda Vindas, nació el 9 de marzo de 1939 en San José 58, hijo
legítimo de Antonio Pineda Corrales, carretonero y Margarita Vindas Pérez, de oficios
domésticos. Falleció el 22 de julio de 201059 en San José de 71 años, al margen izquierdo se
anotó que: «en el asiento adyacente, la persona inscrita es conocida como Alberto Méndez
Vindas».

Producción literaria de Rosa Corrales


En torno a la producción literaria de Rosa, de los periódicos se obtienen algunos datos de interés poco
conocidos. Para algunos, Rosa no pasó a ser más que la persona que prestó su nombre a su esposo para
firmar sus primeros trabajos, con lo que se desmerita su producción literaria, ya que, como se verá más
adelante, después de su separación Rosa comienza a escribir hasta lograr que sus trabajos sean
publicados, inicialmente en diarios regionales y luego en periódicos de mayor importancia impresos en
San José.
Es necesario aclarar que en algunas biografías de Lisímaco Chavarría se indica que fue Diego Corrales,
su suegro, quien financió la impresión de su primer libro de versos: «Orquídeas», publicado en 1904,
atribuido a Rosa de Chavarría; sin embargo, éste había fallecido poco más de dos años antes de que
comenzara a circular dicho poemario, por lo que esta afirmación es errónea.
En 1906, luego de la separación mencionada anteriormente, Rosa quien aún vivía en San José, hizo una
interesante aclaración en el periódico La Prensa Libre en abril60, donde indica que las composiciones
poéticas firmadas por ella no le pertenecían y que únicamente los trabajos en prosa son de ella, que en lo
sucesivo procurará conquistarse un nombre en las letras, «modesto, pero propio».
En una publicación que Eduardo Calsamiglia hizo en mayo de 190861 en el periódico La Información, se
reveló supuestamente la identidad de quien se escondía bajo el pseudónimo de «Merlín» a quien
llamaban «cronista encantador» y escribía de forma habitual en el diario El Noticiero. El modo de la
pluma de «Merlín» era de crítica a la sociedad y a personalidades del momento, incluido Lisímaco.
Eduardo reveló en una nota titulada «Merlín Descubierto» que quien escribía era la misma Rosa
Corrales y se refirió al autor descubierto como «la que con los versos de otro conquistó fama para ella y
hoy con sus propios escritos la conquista en buena guerra para que la gocen otros sin trabajarla siquiera.
Por sorpresa sucumbió y hoy se encumbra por sorpresa». Sin embargo, la suposición de Calsamiglia fue

55
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de San José, Tomo N°224, f.201, a. 662
56
Registro Civil de Costa Rica, Nacimientos de la Provincia de San José, Tomo N°248, f.224, a. 448
57
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de San José, Tomo N°151, f.48, a. 95
58
Registro Civil de Costa Rica, Nacimientos de la Provincia de San José, Tomo N°268, f.186, a. 372
59
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de San José, Tomo N°501, f.485, a. 969
60
La Prensa Libre, 17 de abril de 1906, p. 2.
61
La Información, 2 de mayo de 1908, p. 3.

 11 
errónea, pues para esa fecha, quien escribía estaba muy al tanto del acontecer político, de las direcciones
del gobierno y de cuanto sucedía en San José; mientras que Rosa estaba muy lejos de la capital, con un
embarazo avanzado a punto de dar a luz a Ernestina en Orotina. Por otra parte, en una nota titulada
«Bromas del Noticiero»62 publicada en La Prensa Libre, se mencionó que «Merlín» era Lisímaco
Chavarría.
En 1935, poco tiempo antes de pensionarse, Rosa se dedicó a visitar algunos diarios para que le
publicaran poemas, prosa y sonetos bajo su nombre, esta vez firmados como «Rosa Corrales v. de
Chavarría», quedando plasmada su producción literaria en los periódicos. Lo anterior quedó expresado
al momento en que el Diario de Costa Rica hizo público el fallecimiento de Rosa63, justamente se
escribió lo siguiente: «en los últimos meses, doña Rosa solía llegar a nuestras oficinas para recordar las
tertulias a que ella asistió, en compañía de su esposo, el poeta Lisímaco Chavarría y para ofrecernos
alguna producción suya», además se citó que «nunca abandonó su pasión por los libros, los poetas y los
versos». Sin embargo, Rosa escribió y publicó obras antes de este tiempo; en 1906 publicó tres poemas
en periódicos regionales con lo que demostró que también podía hacerlo, separando con ello, su pluma
de la de Lisímaco. Luego hay un período extenso en el que no se hallaron obras de ella, no obstante, en
el año de 1921, se publicó una antología de poesía de varios países iberoamericanos durante la primera y
segunda década del siglo XX llamada «Parnaso Costarricense», libro editado por la Casa Editorial
Maucci64, donde solo se incluyó a una mujer: Rosa de Chavarría.
En dicho libro se publicó con la autoría de Rosa Corrales de Chavarría diversos poemas atribuidos a
Rosa que van desde la página 123 hasta la 136: Verano, Invierno, Las cogedoras de café, Yaya, En abril,
En el cementerio, Tardes campestres, de mis reveses, A Urania; sin embargo, todos ellos fueron
incluidos en el trabajo Obras Completas de Francisco Rodríguez Cascante como literatura de Chavarría.
Luego del período de 1906 mencionado atrás, aparecieron más trabajos en 1922 y 1923. Luego de
pensionarse, se encontraron nueve poemas publicados en la prensa.
Está claro que Rosa sí escribió mientras vivía Lisímaco, pero es indiscutible la atribución de su obra
literaria luego del fallecimiento de su esposo, de la cual se publicó poca. Por referencias verbales de su
sobrina bisnieta, existieron varios manuscritos realizados por Rosa que se perdieron en una inundación.
Entre 1906 a 1952 se encontraron en total 21 obras de Rosa publicadas en la prensa, lo identificado no
significa que sea la totalidad de lo que escribió. Al inicio, firmó los poemas como Rosa Corrales A. y
después de fallecido su esposo, lo hizo como Rosa Corrales v. de Chavarría, a pesar de que ya se había
divorciado.
A continuación, la obra literaria de Rosa Corrales identificada en los periódicos. A cada título se le
incluye la referencia para su posterior búsqueda y lectura:
▪ Himno del Partido Nacional65-Letra-, año desconocido.
▪ Balada66 –poema–, 1906, publicado en el diario El Pacífico.

62
La Prensa Libre, 3 de abril de 1908, p. 2.
63
Diario de Costa Rica, 24 de agosto de 1956, p. 7.
64
Ver libro digitalizado en https://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000041950&page=1
65
Páginas Ilustradas, 9 de setiembre de 1906, p. 3.
66
Ídem: 31

 12 
▪ ¿Cantar?67 –poema–, 1906, publicado en el diario El Pacífico.
▪ ISIS68 -escrito-, 1906, publicado en el diario El Pacífico.
▪ Pedestal69–poema–, 1922, publicado en el diario La Tribuna.
▪ Anatema70-poema-, 1922, publicado en el diario La Tribuna.
▪ Le dedica un poema a su colega don Ricardo71, mención en el diario La Tribuna en 1923.
▪ Ofrenda a la Diosa Athenea72 –verso–, 1936, La Hora. Este verso obtuvo el segundo lugar en el
concurso literario organizado por la estación radial Athenea (véase figura 4). Se dice que la
emisora recibió 1200 votos. Se logró verificar los premios otorgados para ese concurso, para el
segundo lugar fue una caja de cerveza Selecta, obsequio de la Cervecería Traube.
▪ A su querida Madre73 -poema-, 1942, publicado en el diario La Prensa Libre.
▪ A Carlos Armandito Contreras Dam74 -poema-, 1946, publicado en el diario La Tribuna.
▪ A un Cipres75 -poema-, 1947, publicado en el diario La Prensa Libre.
▪ Ofrenda76-poema-, 1949, publicado en el Diario de Costa Rica.
▪ Homenaje a Colombia77, publicado en el Diario de Costa Rica en 1949.
▪ La mañana | La tarde78 -poemas-, 1949, publicados en el Diario de Costa Rica*.
▪ Medallón79-soneto-, 1949, publicado en el Diario de Costa Rica**.
▪ Elegía80, -poema-, 1950, publicado en el Diario de Costa Rica.
▪ Guirnalda81-poema-, 1950, publicado en el Diario de Costa Rica.
▪ Elegía a los Nicoyanos82 -poema-, 1950, publicado en el Diario de Costa Rica.

67
Ídem: 32
68
El Pacífico, 22 de diciembre de 1906, p. 3.
69
La Tribuna, 7 de enero de 1922, p. 5.
70
La Tribuna, 29 de enero de 1922, p. 3.
71
La Tribuna, 26 de mayo de 1923, p. 5.
72
La Hora, 24 de diciembre de 1936, p. 3.
73
La Prensa Libre, 15 de agosto de 1942, p. 5.
74
La Tribuna, 2 de julio de 1946, p. 7.
75
La Prensa Libre, 4 de octubre de 1947, p. 5.
76
Diario de Costa Rica, 29 de mayo de 1949, p. 7.
77
Diario de Costa Rica, 20 de julio de 1949, p. 5.
78
Diario de Costa Rica, 11 de setiembre de 1949, p. 9.
* El poema La Mañana firmó con el v. de Chavarría, La Tarde se omitió el v. de Chavarría
79
Diario de Costa Rica, 13 de noviembre de 1949, p. 9.
** Este soneto fue escrito el 5 de setiembre de 1941 a petición del dedicado, inédito (A Otilio Ulate)
80
Diario de Costa Rica, 16 de febrero de 1950, p. 4.
81
Diario de Costa Rica, 26 de marzo de 1950, p. 6.
82
Diario de Costa Rica, 5 de noviembre de 1950, p. 9.

 13 
▪ Artes Bellas83-poema-, 1951, publicado en el diario Mundo Femenino.
▪ En Belen84 -poema-, 1951, publicado en el Diario de Costa Rica***.
▪ Salmo al autor del himno Nacional Manuel María Gutiérrez85, 1952, publicado en el diario
La República.

Fig. 4. Poema escrito por


Rosa Corrales, segundo
lugar del concurso
literario, La Hora, 1936.

El accidente de Rosa
En 1938, cuando Rosa tenía 64 años, fue atropellada por un automóvil en San José mientras intentaba
cruzar la calle86. Fue el chofer del vehículo, junto a otras personas, quienes acudieron a ayudarla y
trasladarla sin conocimiento al Hospital San Juan de Dios, donde fue curada. Rosa recibió serios golpes
en distintas partes del cuerpo.
Ana Cecilia Esquivel Raven –sobrina bisnieta de Rosa–, quien posee un vago recuerdo de la apariencia
física de su tía bisabuela, rememora algunos detalles sobre ella, como que le gustaba usar un clavel en el

83
Mundo Femenino, 26 de noviembre de 1951, p. 3.
84
Diario de Costa Rica, 25 de diciembre de 1951, p. 6.
*** Se omitió el v. de Chavarría, a pesar de que el mismo diario venía publicando sus trabajos desde 2 años atrás
85
La República, 2 de julio de 1952, p. 13.
86
La Hora, 21 de marzo de 1938, p. 4.

 14 
ojal de su vestido de sastre color negro (véase figura 2), también dice que le contaba su madre que a
Rosa le gustaba «codearse» con la élite de la capital, y que asistía a cenas de casa presidencial, que fue
amiga del presidente Otilio Ulate, y que gustaba de la etiqueta y protocolo.

Genealogía ascendente de Rosa hasta sus bisabuelos


Para presentar la ascendencia de Rosa Corrales o Rosa Villanea Villanea (ver figura 5), se utilizó el
método Sosa Stradonitz para identificar a sus antepasados. Se inicia con Rosa como número 1, y de ahí
se construye la genealogía hacia atrás. Los padres de cada ancestro se obtienen multiplicando el número
de la persona por dos (2 por n) y la madre se obtiene de sumarle 1 al número del padre (2 por n +1), para
más detalles del cómo funciona el método se puede visitar el siguiente enlace web. 87
Algunas abreviaturas utilizadas en las referencias para esta sección son:
LBSJ Libro de bautizos de San José
LMSJ Libro de matrimonios de San José
LDSJ Libro de defunciones de San José
LBC Libro de bautizos de Cartago
LMC Libro de matrimonios de Cartago
LDC Libro de defunciones de Cartago
1. Rosa nació en la ciudad de San José88 el 8 de marzo de 1874, fue bautizada al siguiente día como
Rosa Francisca de los Dolores Villanea, hija natural de Juana Villanea. Sus padrinos de bautizo fueron
Antonio Arguello y Luisa Villanea, ésta tía de Rosa.
Casó con el poeta ramonense Lisímaco Chavarría Palma en la Villa de Paraíso 89, Cartago, a las seis de la
mañana del 14 de noviembre de 1895. Fueron testigos Juan Domingo Perantonelly y Adela de
Perantonelly. Los casó el presbítero Bernardo Stamatty. Al casarse ella de 21 y su esposo de 22 años de
edad.
En 1899, Rosa promovió un juicio civil ordinario de divorcio para que se declarara disuelto el vínculo de
matrimonio contra su esposo Lisímaco, en el expediente se indicó que él había atentado contra su vida,
que la castigó de diferentes maneras, y le faltó el respeto en su propia casa con mujeres insultandola de
palabra90; la pareja siguió conviviendo unos años más, y para el mes de abril de 1905, el matrimonio
conviene por mutuo consentimiento y vía judicial separarse de cuerpos91 , posteriormente en 1908 se
declaró la separación por comprobarse el hecho de tener más de dos años de estar separados y no haber
mediado reconciliación. En 1911 se presentó un juicio civil ordinario de divorcio, ésta vez establecido

87
https://heraldicafamiliar.com/genealogia/el-metodo-sosa-stradonitz-en-genealogia/
88
AHABAT. LBSJ N°31, f.64, a.136
89
AHABAT. LMC N°12, f.30, a.28
90
ANCR. Expedientes Judiciales N° 1146. San José, 3 de junio de 1899
91
ANCR. Protocolos Notariales N° 1524. San José, 4 de abril de 1905

 15 
por Lisímaco Chavarría contra su esposa92, al expediente le fue agregado una demanda de separación de
cuerpos, promovida en común acuerdo por los cónyuges y declarada con lugar.
Rosa murió de bronconeumonía a las cinco de la tarde en su hogar el día 15 de agosto de 1956 93 a la
edad de 82 años, siendo vecina de Goicoechea. Fue sepultada en el cementerio General de San José.

Primera generación ascendente

Padres

2. Diego de Jesús Corrales Quirós, bautizado el 30 de abril de 183494 en la Villa del Paraíso, hijo de
Juan Corrales y María Humiliana Quirós, fueron sus padrinos Luis Moya y Nostalgia Marín. Soltero.
Murió el 3 de febrero de 1902 de afección al hígado en su domicilio en la Villa del Paraíso 95, no recibió
ningún sacramento ni entierro eclesiástico y fue sepultado en el cementerio de la misma localidad.
A pesar de que no se localizó el documento que reconociera a Diego como el padre de Rosa, en varios
documentos se cita que él era su padre, tales como el registro de defunción de Rosa, la inscripción de
bautizo de Angela Antonia Corrales que lo cita como abuelo, y en la cuenta de partición de los bienes de
Diego Corrales donde la cita como hija heredera. Por otro lado, después de la muerte de Diego, Rosa
aparece como la albacea provisional en su sucesión, donde luego ella le confirió un poder judicial al
abogado Luis Anderson Morúa.
Diego Corrales Quirós fue jefe Político de la Villa de Paraíso96, Juez Municipal de Hacienda de la
misma Villa97, también fue alcalde del cantón de Paraíso98, y diputado suplente de Cartago ante el
Congreso99, su paso en dichos puestos hizo que lograra amasar gran cantidad de propiedades y ganado,
tal y como se describe al momento de ejecutarse la sucesión, según consta en la protocolización de
cuenta partición efectuada en 1904, después de su fallecimiento ya supracitado.
3. Juana Josefa Salvadora Villanea Abarca, bautizada en la ciudad de San José el 6 de agosto de
1850100, hija legítima de Juan Villanea y Gregoria Abarca, fue su madrina Margarita Vargas. También
fue conocida como María Avellaneda101. En San José, el 14 de agosto de 1874102, se le dio sepultura a
Juana, falleció de inflamación intestinal a la edad de 24 años. En este registro de defunción fueron
citados a Juana y a su padre como Avellaneda.

92
ANCR. Expedientes Judiciales N° 9237. San José, 3 de febrero de 1911
93
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de San José, Tomo N°228, f.172, a. 343
94
AHABAT. LBC N°12-13, f.26, a.19
95
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de Cartago, Tomo N°14, f.94 a. 15657
96
La República, 10 de enero de 1891, p. 3.
97
La República, 11 de diciembre de 1887, p. 3.
98
La República, 4 de junio de 1892, p. 2.
99
La República, 6 de abril de 1892, p. 2.
100
AHABAT. LBSJ N°20, f.293, a.485
101
Ídem: 50
102
AHABAT. LDSJ N°16, f.207, a.437

 16 
Segunda generación ascendente

Abuelos paternos

4. Juan Corrales Vega, bautizado el 21 de agosto de 1804103 en Ujarrás como Juan Francisco Corrales
Vega, hijo de Santos Corrales y Petronila Vega, fue su madrina Florencia Aguilar. Murió hacia 1875,
según las mortuales independientes de Cartago104. El bautizo citó a sus abuelos paternos Juan Corrales y
María Sáenz y sus abuelos maternos, Ramón Vega y Ramona Irola (tatarabuelos de Rosa).
5. María Humiliana Quirós, fue bautizada el 22 de mayo de 1813 en la parroquia de Ujarrás105, hija de
Atanacio Quiros y Saturnina Bonilla, fueron sus padrinos Bernabel Rojas y Anita de los Ángeles
Calderón. Se le dio sepultura eclesiástica el 18 de enero de 1892106 en la parroquia de Paraíso, y al morir
fue citada como viuda del finado Juan Corrales y de 76 años de edad.

Abuelos maternos

6. Juan Villanea, nació hacia 1826 en San José, se cita como zapatero español y artesano, en el registro
de defunción de su hija Mariana, se citó a Juan Villanea como Moreiros107. En 1876 abrió una causa en
su contra para que le otorgue una pensión a su esposa Gregoria Abarca108.
7. Gregoria Loreta de Jesús Abarca, nació en San José el 11 de marzo de 1827109 hija legítima de José
Antonio Abarca y Florencia Flores, fueron sus padrinos Concepción Boza y Rosalía Castro. Se citaron
sus abuelos paternos, Pedro Abarca y Juana Arias y los maternos, Cayetano Flores y Juana Cascante
(tatarabuelos de Rosa). Gregoria murió de disentería en su hogar el 27 de agosto de 1887110, se citó
como viuda de Juan Villanea y vecina del distrito Hospital, San José.

Tercera generación ascendente

Bisabuelos paternos

8. José de los Santos Corrales, bautizado en Cartago el 1 de noviembre de 1775111, fue su madrina
Manuela Vásquez, se cita a Santos Corrales como español. Cuando casó, se hizo referencia al uso de

103
AHABAT. LBC N°4, f.17, a.57
104
ANCR. Mortuales Independientes de Cartago. N° 763. 1875
105
AHABAT. LBC N°9, f.20, a.84
106
AHABAT. LDC N°10, f.197, a.2
107
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de San José, Tomo N°128, f.163 a. 326
108
ANCR. Secretaría de Policía. N° 3638. San José, 14 de febrero de 1876.
109
AHABAT. LBSJ N°141, f.273, a.138
110
Registro Civil de Costa Rica, Defunciones de la Provincia de San José, Tomo N°15, f.229 a. 17711
111
AHABAT. LBC N°12, f.92, a.270

 17 
don Santos Corrales, con Petronila Vega el 10 de abril de 1799112 en el pueblo de Ujarrás, él hijo de don
Juan Corrales y de doña María Sáenz, ella hija de Ramón Vega y Ramona Calderón.
Se le dio sepultura en la Villa de Ujarrás, Cartago el 3 de abril de 1828113 , fue citado como casado con
Petronila Vega, de 45 años.
9. Petronila Vega, mestiza, nació en el pueblo de Ujarrás y fue bautizada como Petrona Vega en el
Pueblo de Orosí, el 28 de febrero de 1783114, hija de Ramón Vega y de Ramona Calderón, fue su
madrina María Francisca Segura.
10. Atanacio Quirós, bautizado el 2 de mayo de 1775115 en Nuestra Señora de Ujarrás, Cartago,
mestizo, hijo legítimo de Juan Quirós y Juana Solano, fueron sus padrinos Juan Badilla y Antonia
Alvarado. Casó en Nuestra Señora de Ujarrás el 12 de agosto de 1812116 con Saturnina Bonilla siendo
sus padrinos Jesús Jiménez y María del Pilar Quirós. Murió el 2 de febrero de 1858117.
11. Josefa Saturnina Bonilla, nació en Ujarrás el 7 de abril de 1791118 a las 2 de la tarde y fue
bautizada al día siguiente, hija legítima de Felipe Bonilla y Damiana Rojas. Fueron sus padrinos José
Cayetano Rojas y Ángela María Badilla. Murió en la Villa de Paraíso el 2 de junio de 1876 119.

Bisabuelos maternos

12. José Luis Villanea, nació hacia 1800, casó en la ciudad de San José el 25 de noviembre de 1818120
con María Calderón, hija legítima de Félix Calderón y de Isabel Morales, fueron sus padrinos Juan Solís
y Rafaela Calderón. Fue citado como hijo legítimo de Jacoba Villanea y de padre no conocido.
13. María de la Trinidad Calderón, bautizada en la ciudad de Cartago el 4 de junio de 1800121, fue
citada como mestiza, hija legítima de Félix Calderón e Isabel Morales, mestizos, fueron sus padrinos
Juan Guillén y Leonarda Granados.
14. José Antonio Abarca, nació hacia 1783, en su acta matrimonial fue citado como hijo legítimo de
Pedro Abarca y Juana Arias, casó el 25 de febrero de 1803122 en la parroquia de Cartago con María
Flores, hija legítima de Cayetano Flores y de María Cascante, fueron sus testigos Antonio Flores y Juan
Castro.

112
AHABAT. LMC N°1, f.8, a.24
113
AHABAT. LDC N°6, f.7
114
AHABAT. LBC N°1, f.74, a.250
115
AHABAT. LBC N°1, f.87, a.121
116
AHABAT. LMC N°1, f.47, a.209
117
AHABAT. LDC N°9, f.14, sin asiento
118
AHABAT. LBC N°1, f.103, a.347
119
AHABAT. LDC N°10, f.23, f.100
120
AHABAT. LMSJ N°166, f.81, a.95
121
AHABAT. LBC N°19, f.206, a.138
122
AHABAT. LMSJ N°3, f.174, a.118

 18 
15. Florentina Flores, bautizada como María Florentina el 18 de Octubre 1785123 en Villa Nueva (hoy
San José), española, hija legítima de Cayetano Flores y de Juana María Cascante, española, fue su
madrina María Flores.

123
AHABAT. LMSJ N°4, f.30, a.247

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Homenaje In Memoriam a Rosa en 2024
El 9 de marzo de 2024 (un día posterior a la fecha de nacimiento de Rosa y 150 años después), en el
Cementerio General de San José, se llevó a cabo un pequeño homenaje a Rosa Corrales, en éste
estuvieron presentes Sonia Gutiérrez (colaboradora en este trabajo de investigación), su esposo, Ana
Cecilia Esquivel Raven (sobrina bisnieta de Rosa), un hijo de Esquivel y su nieta, y Sergio Quesada E.
La idea original fue de doña Sonia, quien propuso que todos fuéramos a conocer la bóveda, ver el
epitafio de Rosa, llevarle rosas, leer un poema y compartir unos recuerdos confeccionados por ella
misma.
Los detalles del homenaje a Rosa se definieron mediante una videoconferencia por Zoom entre los tres.
Días antes del homenaje, doña Sonia había localizado con la ayuda del personal administrativo del
cementerio, la bóveda donde está sepultada Rosa. El propio día del homenaje, nos dimos cita a las 10
a.m. para conocernos en persona, aunque Sergio y doña Sonia se habían conocido años atrás en un
evento conmemorativo sobre Lisímaco Chavarría en San Ramón. Siguiendo ese interés, doña Sonia,
sabiendo que Sergio es miembro de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas, le sugirió la
idea de realizar un trabajo biográfico sobre Rosa, el cual aceptó, y en un lapso de unos seis días,
Quesada logró localizar bastante información sobre Rosa en periódicos de la época y trabajos en poesía
para elaborar una reseña para el acto conmemorativo.
Ese día ya en el cementerio –una mañana soleada,
calurosa y ventosa–, a Ana Cecilia se le encomendó
como pariente a dar lectura del poema «Ofrenda a la
Diosa Athenea» escrito por su tía bisabuela hace 88 años
atrás, y ganador de un concurso literario. Seguidamente
Sergio leyó la reseña biográfica, la cual constaba de
cuatro páginas. Por último, doña Sonia entregó unos
bellos recuerdos que hizo para los presentes el día del
homenaje (ver figura 7). Luego del homenaje, visitaron
en el mismo cementerio, la bóveda familiar de Elena
Avellaneda, media hermana de Rosa Corrales.
Dicho homenaje se revistió de un sentimiento emotivo en
recuerdo de la vida, logros y situaciones personales que
vivió Rosa; por primera vez su sobrina bisnieta y
familiares conocieron más de cerca la vida de su pariente
al cumplirse los 150 años de su natalicio, los datos
biográficos, genealógicos y literarios de una Rosa, hasta
ahora desconocida. La reseña biográfica inicial aumentó
el interés por saber más de Rosa y se concretó en esta
biografía.

Fig. 6. Bóveda donde está sepultada Rosa C. A. Marzo


2024 (cortesía Sergio Quesada E.)

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Fig. 7. Recuerdo entregado por Sonia Gutiérrez. Marzo 2024 (cortesía Sergio Quesada E.)

Cabe mencionar que la deuda por recuperar del olvido y la indiferencia la vida y obra poética de Rosa
Corrales está saldada, dándole –como corresponde– un lugar en las letras costarricenses al recopilar su
trabajo en poesía esparcido en periódicos del siglo anterior, divulgando y brindando al lector datos
importantes sobre esta interesante mujer, quien estuvo en el olvido por muchos años.

Agradecimientos
Un especial agradecimiento a las siguientes personas e institución pública quienes me ofrecieron
valiosos aportes, ideas y apoyo para concretar esta biografía:
▪ Sonia Gutiérrez Chinchilla (bibliotecóloga y docente jubilada), por sus aportes como
colaboradora, y quien me impulsó a realizar este trabajo sobre Rosa.
▪ Ana Cecilia Esquivel Raven (sobrina-bisnieta de Rosa), por sus valiosos aportes en la historia
oral familiar.
▪ Rodrigo Granados Jiménez (colega de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas
(ACCG), por sus aportes como lector y revisor de este trabajo de investigación.
▪ Al personal de la sección histórica del Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR) por su ayuda en
la localización de documentos relacionados con Rosa.

Nuevas incorporaciones COMITÉ EDITORIAL

11 de junio. Se conoce solicitud enviada por Federico Mata Herrera


D. Marco Vinicio Vargas Pereira para ingresar Mauricio Meléndez Obando
como Académico Electo a nuestra corporación. Gustavo Naranjo Chacón
* Luis Carlos Serrano Madrigal
Sergio Valverde Alpízar
26 de junio. D. Mauricio Melénde Obando, presidente de
esta corporación, ingresó a la Academia de Geografía e
Historia de Costa Rica como Miembro de Número.

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