6623 19804 2 PB
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de la comunicación y la cultura Nº 22
(Diciembre 2021) ISSN 1853-5925
REVISTA DE LA
CARRERA DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES – UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Resumen
La pandemia de Covid-19 ha generado una oportunidad para que las diversas derechas
radicales que emergen en ciertas partes del globo articulen una serie de discursos en los
que delinean posiciones antagónicas frente a unas élites nacionales y globales. En torno
al significante “libertad” la derecha radical culpabiliza a las élites de vulnerar las
libertades de la ciudadanía como consecuencia de la implementación de políticas públicas
de confinamiento combinando discursos que oscilan entre el reaccionarismo, el
neoliberalismo, el nativismo y el autoritarismo. El objetivo de este artículo es identificar,
describir y comparar las convergencias y divergencias discursivas entre la derecha radical
representada por Vox en España y las principales expresiones de derecha existentes en la
Argentina (la liberal-conservadora representada por PRO; la libertaria representada por
la coalición La Libertad Avanza y la nacionalista-reaccionaria representada por el partido
NOS). Dos países en los que el contexto de pandemia ha amplificado la voz de las
derechas frente a dos gobiernos de orientación progresista: el gobierno liderado por Pedro
Sánchez (PSOE) en España y el gobierno presidido por Alberto Fernández (PJ) en la
Argentina. Para ello, realizamos un análisis de contenido de los discursos publicados en
la red social Twitter por los principales representantes de estos partidos o coaliciones de
derecha.
Palabras clave: derecha radical, discurso en redes sociales, pandemia, Vox, derecha
argentina
Abstract
The Covid-19 pandemic has generated an opportunity for the heterogeneous radical rights
that emerge in some parts of the globe to articulate a series of discourses in which they
outline antagonistic positions against national and global elites. Around the signifier
"freedom" the radical right blames the elites for violating the freedoms of citizens as a
consequence of the implementation of public policies of confinement combining
discourses that oscillate between reactionism, neoliberalism, nativism and |2|
authoritarianism. The aim of this paper is to identify, describe and compare the discursive
convergences and divergences between the radical right represented by Vox in Spain and
the main different political expressions of the right that exist in Argentina (the liberal-
conservative represented by PRO party; the libertarian represented by the coalition La
Libertad Avanza and the nationalist-reactionary represented by NOS). Two countries, in
which the context of the pandemic has amplified the voice of the right against two
governments of progressive orientation: the government led by Pedro Sánchez (PSOE) in
Spain and the government chaired by Alberto Fernández (PJ) in Argentina. To do this,
we carried out a content analysis of the speeches published on the social network Twitter
by the main representatives of these parties and/or right-wing coalitions.
Keywords: radical right, social media discourse, pandemic, Vox, Argentine right
Así como no hay univocidad en la literatura acerca de las causas del auge de la derecha
radical1, tampoco se da en torno a su denominación y caracterización. Aunque aquí
adoptamos el término “derecha radical” desarrollado por Mudde (2007), quien caracteriza
a estos partidos por la combinación entre nativismo, autoritarismo y populismo, durante
los últimos años ha proliferado un extenso debate terminológico (Carter, 2018;
Arzheimer, 2019). Ello se debe en parte a que estas fuerzas políticas son capaces de no
ceñirse a un marco ideológico y discursivo coherente o estable, adaptándose a fenómenos
cambiantes (en este caso la crisis sanitaria generada por la Covid-19). Siguiendo a
Traverso (2019), el carácter ideológico fluctuante, inestable y contradictorio de estas
derechas es propio del régimen de historicidad específico iniciado en el siglo XXI que
denomina “posfascista”. Estas se habrían emancipado de los postulados fascistas clásicos,
a pesar de que en algunos casos esta ideología se mantiene como matriz. El problema que
llevan consigo términos como “posfascismo” es su ambigüedad, algo que también ocurre
con el término “neofascismo”. Si bien desde mediados del siglo XX se utilizó para
designar fuerzas políticas de carácter minoritario que buscaban una regeneración y
reivindicación del fascismo clásico (Copsey, 2018), tras el triunfo de Trump en 2016 o
de Bolsonaro en 2018, el término neofascismo ha sido reformulado para catalogar a una |3|
gran variedad de expresiones políticas de derecha cuyo auge respondería a la actual fase
del sistema capitalista y el consiguiente giro iliberal del neoliberalismo (Guamán,
Aragoneses y Martín, 2019; Forster, 2019).
Ya desde sus inicios prácticos en el Chile pinochetista, “el neoliberalismo tuvo una cierta
afinidad electiva con formas reaccionarias, autoritarias y represivas” (Morresi, 2020, p.
49). Así, no es casual encontrar articulaciones entre posiciones neoliberales con valores
reaccionarios o autoritarios. Esto es extensible a los “paleolibertarios”, quienes combinan
su pretensión de acabar con el Estado y la defensa de instituciones sociales tradicionales
como la familia, las iglesias y las empresas con el argumento de que la pertenencia a estas
1
El debate en torno a las causas del auge de la derecha radical es amplio e históricamente se ha dividido
entre aquellas teorías centradas en los factores sociales que motivan su ascenso (demand-side theories) y
otras que ponen el foco en la oferta ideológica y discursiva de estos partidos o líderes (supply-side theories)
(ver Eatwell, 2003).
2
Mientras que en el primer grupo se incluyen partidos típicamente “chovinistas de bienestar” como el
Frente Nacional (ahora Agrupación Nacional) de Marine Le Pen en Francia; en el segundo grupo se
incluyen partidos o líderes como Vox en España o Jair Bolsonaro en Brasil.
Por otro lado, el populismo suele ser una característica central de la derecha radical al
dividir el campo social entre unas élites corruptas y el pueblo puro del que emana la
voluntad general canalizada por el líder. Según este “enfoque ideacional”, el populismo
es una “ideología delgada”, al tener un núcleo común o base sobre la cual pueden
combinarse un conjunto diverso de ideas que dan forma al discurso (Mudde y Kaltwasser,
2019). Sin embargo, a parte de este enfoque, la literatura ha tratado de responder qué es
el populismo desde otras perspectivas. El enfoque estratégico prefiere situar el foco en la
manera en que el líder logra la adhesión de un conjunto heterogéneo de votantes a su
proyecto (Weyland, 2001)4. Por su parte, el enfoque discursivo entiende el populismo |4|
como una manera de articular un conjunto de demandas insatisfechas (que funcionan
como la unidad mínima de su análisis) que, aunque heterogéneas, son susceptibles de
reagruparse a través “cadenas equivalenciales” (Laclau, 2009, p. 57), siendo el “sujeto
popular” aquel que se constituye en base a esta lógica de agregación de demandas. Es la
constitución de ese sujeto popular lo que posibilita la construcción de una posterior
identidad popular permitiendo trazar la frontera interna, o división del campo social, entre
el pueblo y las élites, entre un “nosotros” y un “ellos” (Laclau, 2012). En este sentido, el
antagonismo, o “agonismo” (Mouffe, 1993), juega un relevante papel ya que la relación
de dicotomía schmittiana “amigo/enemigo” es constitutiva de lo político.
La combinación entre populismo y derecha radical fue prototípica de países europeos, por
servir para los fines de discursos nacionalistas que apelaban a una idea de “pueblo”
nostálgica y excluyente, identificado con la nación auténtica (Canovan, 1999). De ahí que
Mudde y Kaltwasser (2013) distinguieran entre el populismo de derecha y el de izquierda
apelando a la mayor inclusión de los segundos. El pasado colonial de América Latina
podía llevar a pensar que fuera improbable que surgiera un populismo de derechas exitoso
que apelara a una noción de pueblo nostálgica (Filc, 2015). Efectivamente el populismo
latinoamericano, típicamente izquierdista, había construido nociones de pueblo con
3
Este pensamiento paleolibertario tiene su origen en los escritos de Murray Rothbard, afiliado en la década
de los 70’ al Partido Libertario estadounidense, el cual abandonó al discordar con algunas ideas contrarias
a sus posicionamientos morales como la defensa de la autoridad social y de los valores tradicionales
judeocristianos. Un intento por restaurar los lazos entre libertarios y conservadores a través de una defensa
del “populismo de derecha” antiestablishment para conquistar mayorías electorales (Rothbard, 1992).
4
De manera similar, Flavia Freidenberg (2007) en su definición de populismo como estilo de liderazgo
prioriza la vinculación carismática del líder personalista y sus características “extraordinarias”, lo cual da
lugar a una suerte de identificación emotiva en torno a dicha personalidad.
La confusión que genera evaluar la mayor o menor inclusividad del populismo llevó a
Ostiguy y Casullo (2017) a sostener que mientras que el populismo de derecha orienta su
antagonismo “hacia abajo” (sectores raciales, religiosos, ideológicos, etc.), el populismo
de izquierda lo orienta “hacia arriba” (sector financiero, medios de comunicación,
gobernantes, etc.). Aun así, nuestros casos de estudio demuestran que los actuales
“nacionalpopulismos” (Eatwell y Goodwin, 2019), combinan la conocida dimensión
antagonista horizontal (o “hacia abajo”), con una dimensión antagonista vertical,
nacionalista y nativista, que sitúa al enemigo tanto en las élites nacionales y medios de
comunicación predicadores de la “corrección política”, como en las élites internacionales
o “globalistas”, donde incluyen desde organismos transnacionales hasta ONGs (Vallespín
y Martínez-Bascuñán, 2017). Es aquí donde las “batallas culturales” juegan su principal
papel pues al mismo tiempo que excluye algunos sectores sociales y señala un enemigo, |5|
es capaz de disputar el supuesto carácter transgresor de la izquierda al decir “las cosas
como son, en nombre del pueblo llano, mientras que la izquierda -culturalizada- sería sólo
la expresión del establishment y el statu quo” (Stefanoni, 2021, p. 65).
Para el caso español realizamos un seguimiento de los tuits más relevantes del líder del
partido de derecha radical Vox, Santiago Abascal (@Santi_ABASCAL), y de la cuenta
oficial del partido (@vox_es). El caso argentino presenta mayores complejidades a la
hora de seleccionar el caso debido a la heterogeneidad de sus derechas. Por ello, con el
objetivo de definir si alguna de estas expresiones podría encuadrarse en el concepto de
derecha radical, las dividimos en tres sectores: el sector liberal-conservador, el sector
libertario y el sector nacionalista-reaccionario.6 Entre los liberales-conservadores,
analizamos los tuits de la actual presidenta del partido PRO Patricia Bullrich
(@PatoBullrich) y del expresidente argentino Mauricio Macri (@mauriciomacri). Dentro
del sector libertario representado por la coalición Avanza Libertad (tras las PASO de
septiembre de 2021 se denominaron La Libertad Avanza), nos centramos en líderes como
5
Sin embargo, el principal problema está en la imposibilidad de arrojar conclusiones lo suficientemente
abarcadoras dado el reducido número de tuits que analizamos. Ello, sin embargo, puede ser complementado
en futuros trabajos que aborden las estrategias en Twitter de estos partidos desde una perspectiva
cuantitativa.
6
De acuerdo con Morresi, Saferstein y Vicente (2021), las derechas argentinas se han dividido
históricamente en dos espacios ideológicos: los liberales-conservadores y los nacionalistas-reaccionarios.
No obstante, el reciente crecimiento del espacio libertario representado por Javier Milei y José Luis Espert
a través de la coalición La Libertad Avanza justifica la inclusión de este sector en nuestro análisis.
Javier Milei (@JMilei) y Agustín Laje (@AgustinLaje).7 Por último, para analizar el
sector nacionalista-reaccionario utilizamos los discursos de Juan José Gómez Centurión
(@juanjomalvinas), líder del partido NOS.
Tras analizar los tuits publicados por dichas cuentas entre marzo y diciembre de 2020
hemos seleccionado aquellos que mejor representan sus estrategias discursivas con el
objetivo de: 1) analizar cómo articulan sus principales rasgos ideológicos en torno a la
libertad como “significante vacío”, es decir, como aquel significante que opera como
función de representación universal de una cadena de demandas equivalenciales (Laclau,
2009); y 2) analizar los puntos de convergencia y diferenciación entre las derechas de
ambos países durante la pandemia.
7
Aunque Laje no pertenezca a la coalición, ha manifestado su apoyo en repetidas ocasiones y ostenta una
clara relevancia como líder de opinión en dicho sector ideológico. Para una aproximación al pensamiento
y estrategia de Laje, así como el perfil de sus seguidores ver el estudio etnográfico de Analía Goldentul y
Ezequiel Saferstein (2020).
8
La intensidad mostrada por los discursos de los casos analizados en cada una de estas categorías fue
medida indicando su presencia central, indicada o ausente.
9
Hacemos esta distinción dado que el neoliberalismo que caracteriza a algunos de nuestros casos de estudio
(como Vox o el PRO) no es necesariamente antiestatista y, por tanto, no busca terminar con el Estado ni
con el intervencionismo. De hecho los neoliberales, al contrario que los libertarios, defienden que el Estado
intervenga activamente pero a favor del mercado, priorizando la libertad por sobre la igualdad (Morresi,
2020).
Con el desarrollo actual de las redes sociales, los actores políticos, incluso minoritarios,
son capaces de tener un mayor control de la Agenda Setting o del Framing, que años atrás
ostentaban los medios tradicionales (McCombs y Shaw, 1972).10 Hoy asistimos al
advenimiento de la democracia digital propia de la “sociedad hipermediatizada” en la que
emerge un nuevo sistema mediático con base en Internet (Carlón, 2015).
Estos cambios han alterado el ciclo por el cual un hecho social deviene política pública
(véase Lascoumes y Le Galès, 2014). Si la diferencia entre un problema público y un
problema político radica en la existencia de controversias en relación a las causas, efectos
y amplitud de un hecho social (Edelman, 1991), en el caso de la pandemia, el problema
público pasó rápidamente a transformarse en un problema político. La diseminación del
virus, la controversia respecto de las medidas aplicadas por los diferentes gobiernos para
paliar sus efectos y el papel de las redes y algunos actores políticos, convirtieron un
|8|
problema público en un problema político al entrar en el campo de la disputa de los
significados, los significantes y del señalamiento de los culpables. En este sentido, el
estudio de las interacciones que se dan en las “arenas públicas” para interpretar y
enmarcar un asunto es fundamental (Cefaï, 1996; Snow, 2004).
En efecto, las redes sociales son un gran instrumento de creación de encuadres sociales
ya que éstos “se estructuran por la forma en que individuos con una ideología similar y
percepciones semejantes tienden a conectarse en una red (topología de una red)” (Calvo
y Aruguete, 2020, p. 13). Esto cambia radicalmente las relaciones entre partidos, líderes
políticos y seguidores, quienes interactúan principalmente con usuarios de su mismo
pensamiento e ideología en una misma topología. En estos contextos hipermediatizados,
la politización de los problemas públicos se torna más agresiva al dificultar las
interacciones comunicativas entre usuarios de redes que piensan de manera diferente, lo
cual genera una fragmentación y dispersión del espacio público que dificultan todo
diálogo democrático (Sierra, 2019). En este sentido, las redes sociales como Twitter
tienden a agravar la polarización afectiva y hacen más fácil la expansión de noticias
falsas.11
10
Mientras las teorías de Agenda Setting analizan la manera en que los medios moldean las opiniones de
la ciudadanía, las teorías integrales del Framing abordan “la elaboración de las noticias, los textos
noticiosos, los esquemas de cognición y percepción de las audiencias y, fundamentalmente, la cultura”
(Aruguete, 2017, p. 40).
11
Si la política mediatizada se guiaba por el corto plazo haciendo más compleja la construcción de
identidades sociales duraderas (Verón, 1998), en tiempos hipermediatizados “la subjetividad es efímera y
difusa, parte de una identidad y militancia frágil” (Sierra, 2019, p. 183).
Fundado en 2013, no fue hasta 2019 que Vox dejó de ser un partido marginal para
convertirse en la tercera fuerza política de España poniendo fin a la denominada
“excepción española”, expresión con la que la literatura definía la ausencia de una
formación relevante de derecha radical en España (Alonso y Kaltwasser, 2015).13 Para
Vox la pandemia ha supuesto una ventana de oportunidad que le ha permitido tanto
diferenciar sus propuestas programáticas como acentuar los elementos populistas de su
discurso (Olivas Osuna y Rama, 2021).
Fue en marzo de 2020 que el Gobierno presidido por Pedro Sánchez (PSOE) decretó el
Estado de Alarma a fin de aplicar una serie de medidas extraordinarias para frenar la
pandemia. Si bien en un principio la oposición, Vox incluido, apoyó las medidas, a finales
de mismo mes Vox declaró que no seguiría apoyando con sus votos las prórrogas del
Estado de Alarma e, incluso, empezó a pedir la dimisión del Gobierno. A partir de ahí,
Vox empezó a esgrimir discursos que asociaban las medidas implementadas con un
mecanismo para aumentar su poder y vulnerar los derechos y libertades de la ciudadanía:
12
La repercusión mediática de la derecha radical ha llevado a diversos autores/as al estudio de su
comportamiento en redes sociales desde diferentes abordajes y su capacidad para marcar el debate público
(Paulino y Waisbord, 2021; Guerrero-Solé y Philippe, 2020; Darius y Stephany, 2020).
13
Para un estudio sobre los factores determinantes del voto a este partido ver Turnbull-Dugarte, Rama y
Santana (2020).
“el Gobierno está creando un escudo para blindarse y aislarse del pueblo español”,14
afirmaba Abascal en un comunicado con un tono marcadamente populista.
Este intento por deslegitimar la acción gobernante pasó a combinarse con discursos
antifeministas con los cuales se acusaba al Gobierno de privilegiar su agenda “ideológica
de género” por encima de la salud de los españoles por haber permitido, antes de la
declaración de emergencia sanitaria, la celebración de las marchas del 8 de marzo por el
Día Internacional de la Mujer.15 De esta manera, el partido trató de instalar en la opinión
pública la idea de que el Gobierno era el responsable de las muertes causadas por el virus
a causa del “sectarismo y negligencia criminal”.16
Vox vio en estas protestas de los sectores más pudientes la ocasión perfecta para tratar de
articular, a través del significante “libertad”, discursos que conectaran con los sectores
14
@vox_es. 20/03/2020. Twitter. https://twitter.com/vox_es/status/1241106220150337548?s=21
15
De hecho en febrero de 2021 el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé declaró que “tras un año de mentiras
sobre el virus” su partido presentaría una propuesta para que se declare el 8 de marzo “Día Nacional de las
Víctimas de Coronavirus”. Ver: @jorgebuxade. 22/02/2021. Twitter.
https://twitter.com/jorgebuxade/status/1363840594762727430?s=21
16
En este contexto, “gritar viva el 8 de marzo es gritar viva la enfermedad y viva la muerte” afirmaba
Abascal desde la tribuna del Congreso de los Diputados. Ver:
https://www.lavanguardia.com/politica/20200603/481586359603/santiago-abascal-pedro-sanchez--
estado-de-alarma-coronavirus-8-m-vox-coronavirus-covid19-video-seo-ext.html.
17
@Santi_ABASCAL.25/04/2020 Twitter
https://twitter.com/santi_abascal/status/1254095961082793986?s=21
18
@vox_es. 09/10/2020. Twitter. https://twitter.com/vox_es/status/1314535217114292225?s=21
Siguiendo un discurso nativista, Vox trató de disputar una idea de pueblo trabajador,
encarnado en los españoles, frente a una “élite” preocupada en implementar políticas para
atraer inmigrantes en lugar de garantizar el bienestar de sus ciudadanos (Albin, 2020).
Este discurso se dirigió también contra menores de origen extranjero en situación de
vulnerabilidad social sin acompañamiento de ningún tutor. Así, el Gobierno estaría
aplicando políticas “clientelistas” al favorecer a “los menas”, término despectivo
usualmente utilizado para designarles, los cuales son, según el partido, los culpables de
la delincuencia e inseguridad de las calles. El nativismo de Vox aparecería combinado |11|
con un discurso autoritario con el que se llama a la represión y culpabilización de sectores
sociales vulnerables supuestamente protegidos e impunes por el Gobierno, quienes
“ponen en peligro a los españoles que cada día dan lo mejor de sí mismos para salir
adelante”.22
19
Recordemos que los altos ingresos (además de otras variables como ser varón y joven) fueron algunos
de los principales factores sociales de voto al partido en 2019 (Menéndez, 2020).
20
@vox_es. 15/05/2020. Twitter. https://twitter.com/vox_es/status/1261400600882712578?s=21
21
@vox_es. 22/06/2020. Twitter. https://mobile.twitter.com/vox_es/status/1275136637484351488
22
@vox_es. 10/07/2020. Twitter https://twitter.com/vox_es/status/1284831132031299584?s=21
23
El tuit está acompañado de un video en el que aparece una playa española repleta de banderas españolas
simbolizando a cada persona española fallecida por Coronavirus. Ver @Santi_ABASCAL. 04/10/2020.
Twitter. https://twitter.com/santi_abascal/status/1312683204638371840?s=21
24
@vox_es. 19/10/2020. Twitter. https://twitter.com/vox_es/status/1318281268400881666?s=21
25
Para un detallado análisis del discurso de Santiago Abascal durante la moción de censura ver Buñuel
(2020). Asimismo, Olivas Osuna y Rama (2021) analizaron la manera en que el discurso populista de Vox
durante la pandemia fue capaz de influir en los debates parlamentarios.
26
Uno de los principales socios del Frente NOS en las elecciones presidenciales de 2019 fue el partido
Valores Para Mi País liderado por Cynthia Hotton, un partido que se constituyó como un intento por
representar las simpatías del campo evangélico argentino (Carbonelli, 2015). Para un estudio sobre los
vínculos entre el evangelismo y la política en América Latina ver Goldstein (2020).
este sector ubicamos a Agustín Laje, presidente de la Fundación LIBRE27, quien ocupa
un rol relevante dentro de este espacio ideológico aunque no forme parte de la coalición.
27
Think tank que se define defensor de una “nueva derecha” que “pretende contrarrestar la ideología
progresista hegemónica y el imperio de lo políticamente correcto mediante la defensa de la vida, la libertad,
la tradición y la propiedad”. Ver: https://fundacionlibre.org.ar/
28
@mauriciomacri. 18/09/2020. Twitter.
https://twitter.com/mauriciomacri/status/1295721731315949571?s=21
29
@PatoBullrich. 28/04/2020. Twitter.
https://twitter.com/patobullrich/status/1255240382964785155?s=21
30
Un acontecimiento que fue aprovechado por Javier Milei para alegar una suerte de “venezuelización” de
Argentina. Ver: @JMilei. 09/06/2020. Twitter.
https://twitter.com/jmilei/status/1270480468190924801?s=21
31
@JMilei. 09/06/2020. Twitter. https://twitter.com/patobullrich/status/1270363265625972736?s=21
Bullrich se aprecia un mismo patrón discursivo al querer hablar en nombre de los intereses
del pueblo contra los que atenta la “élite corrupta” que personalizan en el “peronismo”.
32
La Contra TV. (2020). Agustín Laje: “La pandemia es la excusa perfecta para tratar de imponer un
Gobierno global”. 29/11/2020. La Contra TV. Ver. https://www.lacontra.tv/agustin-laje-la-pandemia-es-
la-excusa-perfecta-para-tratar-de-imponer-un-Gobierno-global
33
@AgustinLaje. 17/03/2020. Twitter. https://twitter.com/agustinlaje/status/1239908541655322624?s=21
34
@AgustinLaje. 22/10/2020. Twitter. https://twitter.com/agustinlaje/status/1319384349117210626?s=21
35
De hecho, líderes de este sector ideológico como José Luis Espert, Javier Milei o Luis Rosales utilizaron
el lema “La Fuerza de la Libertad” durante la gira nacional de visibilización que tuvo lugar a finales de
2020.
su impugnación de las élites nacionales, como las globales y los medios de comunicación:
“El primer muerto declarado de esta pandemia fue el globalismo. Cuando ocurren estos
fenómenos el globalismo no puede ni sabe cómo responder”, afirmaba Gómez Centurión
recurriendo a la dicotomía, a propósito muy común en la derecha radical, que confronta
el globalismo contra el soberanismo.36 Asimismo, el exmilitar utilizó un discurso similar
al de Laje para desacreditar los avances del Gobierno para aprobar la ley del aborto como
si ello implicara dejar de lado la gestión de la pandemia. En este sentido, el líder del Frente
NOS afirmó que, más allá de su opinión del aborto como una “práctica inmoral”, la
legalización del mismo por parte del Gobierno no era prioritaria y respondía a “un
compromiso con los lobbies internacionales que financiaron su campaña”.37 Este sector,
a diferencia de los dos anteriores, utiliza en mayor medida apelaciones al “pueblo”, quien
“libera a su nación”, en oposición a las élites tanto gobernantes (“el Gobierno totalitario
que avanza sobre las libertades individuales”) como de la oposición (macrista) a la que
acusa de ser un “oficialismo camuflado”.38
En suma, los discursos utilizados por las derechas argentinas han tendido al
aprovechamiento de múltiples y heterogéneas disconformidades sociales. La confusión |15|
informativa, la incertidumbre económica y la justificada desconfianza en algunos poderes
estatales y fácticos, se han erigido como una plataforma fértil para el avance de grupos
que buscan canalizar demandas de corte conservador y reaccionario. A pesar de la
fragmentación de las derechas argentinas, el contexto de pandemia ha tendido a acercarlas
en algunos posicionamientos. Si bien el sector mayoritario de la derecha argentina
encarnado en el PRO (y la coalición Juntos por el Cambio) busca representar el
antiperonismo y, por ende, dirige su antagonismo exclusivamente frente al Gobierno,
vemos cómo poco a poco van permeando discursos en esta formación que tienen tintes
autoritarios y libertarios a fin de retener y atraer votantes de otras formaciones más
extremas. Por otro lado, el sector libertario y/o paleolibertario, además de presentar un
claro antagonismo al Gobierno y a la acción estatal en general, salvo en lo que se refiere
a la represión policial, presenta discursos en contra de las élites globales a las que culpan
de los efectos económicos generados por la pandemia. Estos discursos se combinan,
además, con posicionamientos reaccionarios en contra del aborto y del feminismo
principalmente a través de Laje. Por último, los nacionalistas-reaccionarios tienen como
fin central reponer los lugares jerárquicos que el nuevo orden global habría venido a
cuestionar. Entre sus principales características podemos ubicar posiciones
36
@juanjomalvinas. 12/05/2020. Twitter
https://twitter.com/juanjomalvinas/status/1260320511659257856?s=21
37
@juanjomalvinas. 19/11/2020. Twitter
https://twitter.com/juanjomalvinas/status/1329477727762706432?s=21
38
@juanjomalvinas. 10/07/2020. Twitter
https://twitter.com/juanjomalvinas/status/1281583409966571522?s=21
En este artículo hemos analizado una serie de discursos heterogéneos ante la tesitura de
la crisis sanitaria provocada por la Covid-19. Más allá de las distancias, este contexto
global permite vislumbrar con mayor claridad las similitudes y diferencias de esta nueva
ola de derecha que ha arribado en países diversos. Las políticas de confinamiento
aplicadas a un lado y otro del Atlántico fueron una oportunidad para las derechas de
ambos países para inscribir sus discursos en un contexto de supuesta vulneración de las
libertades de la ciudadanía a causa de las políticas de confinamiento. A través del
significante vacío “libertad” articularon una serie de discursos con contenido reactivo y,
paradójicamente, autoritario. Al mismo tiempo que movilizan y homogeneizan a sus
seguidores frente a un enemigo común, el carácter polémico de sus demandas genera una
|16|
mayor visibilidad en medios y redes. Con ello buscan influir en la percepción y
construcción social de los problemas, por lo cual la agenda pública y los debates
parlamentarios tienden a estar directamente influenciados por lo que transcurre en las
topologías virtuales.
Hay dos categorías en las que todos mostraron mayor convergencia: el reaccionarismo
cultural y el autoritarismo. Aunque el PRO es en algunos puntos moralmente
reaccionario, lo es en menor proporción que las otras fuerzas políticas analizadas. Con la
excepción del PRO (que presenta discursos reaccionarios pero en menor proporción que
los otros casos), los demás partidos presentaron discursos en los que trataron de combinar
la defensa de la libertad con su agenda reaccionaria: lo vimos con Vox ubicando las
movilizaciones del Día de la Mujer (8M) como la causa de la expansión del virus y lo
vimos en algunos discursos de los libertarios y los nacionalistas-reaccionarios que
sostenían que el Gobierno prefería utilizar el presupuesto para financiar la legalización
del aborto en vez de salvar las vidas de los argentinos. Dos tipos de discursos que tienen
una raíz común: culpabilizar a los gobiernos de estar privilegiando una supuesta agenda
cultural ideológica por encima de los intereses “reales” o “materiales” de su “pueblo”.
Asimismo, todos los casos de estudio comparten una férrea defensa de la ley y el orden
(autoritarismo), algo que podría ser paradójico dado que la defensa de la libertad es
incompatible con formas represivas. Sin embargo, el punitivismo les permite establecer
una dicotomía entre el Gobierno -que apoya a los criminales- y el pueblo, que tiene que
sufrir la inseguridad y la falta de libertad. Algo similar ocurre en el caso de Vox, quienes
acusan reiteradamente al Gobierno de Sánchez de aumentar la criminalidad al “financiar”
a los denominados “menas”, en lugar de ayudar a los ciudadanos españoles.
Por último, las principales diferencias entre Vox y las derechas argentinas se dan en los
posicionamientos nativistas. Si bien el Frente NOS rechaza el multiculturalismo desde
una posición nacionalista, Vox lo explicita por tratarse de un issue (la inmigración como |17|
problema), más común en sociedades europeas. Por el momento ni el PRO ni la formación
Avanza Libertad han tratado de abarcar estas agendas.
Derechas argentinas
Derecha
radical
española Liberales- Libertarios Nacionalistas-
VOX conservadores (Avanza reaccionarios
(PRO) Libertad) (Frente NOS)
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