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Ensayo Trabajo Final - Gisela Caranqui Nazate

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UNIVERSIDAD ANDINA SIMÓN BOLÍVAR

Maestría en Comunicación Estratégica

Comunicación e Interculturalidad
Docente: Christian León

Importancia de la comunicación intercultural en las sociedades contemporáneas

Gisela Daniela Caranqui Nazate

Quito, 2 de diciembre de 2023


Cuando nos referimos a lo intercultural, en su mayoría, la visión que tenemos es una
visión diferenciadora, en algunos casos desde lo folklorizante, pensando únicamente en
los símbolos materiales e inmateriales de los pueblos ancestrales (vestimenta, música,
gastronomía, danza…). La comunicación intercultural implica un interés por las culturas
distintas de la propia y qué se puede aprender de ellas (Alsina 2012). Añado a lo
propuesto, desde una mirada más amplia y basada en el respeto, los derechos, la no
discriminación y la justicia social.

La comunicación intercultural tiene dos perspectivas, una enfocada en las relaciones


interpersonales y otra en los procesos globales (Pepe 2012). En cuanto a las relaciones
interpersonales, resulta impensable que las personas no estemos atravesados de distintas
categorías identitarias como la etnicidad, la clase, los procesos migratorios. La razón más
simple es porque la humanidad a lo largo de la historia no ha sido estática sino de una
constante interacción, de negociación y conflicto con otros. Entonces siempre tendremos
de manera intrínseca algo de lo denominado distinto o diferente.

Los procesos globales como el surgimiento de las civilizaciones, la colonización, la


industrialización, la declaratoria de los derechos humanos, la globalización, los
fenómenos como la última pandemia y el cambio climático han promovido en unos casos
e impuesto en otros la interrelaciones con lo otras culturas y la naturaleza. En este
contexto, la comunicación intercultural no sólo supone comunicarse con otras culturas
sino también hacer el esfuerzo de repensar la propia cultura, como lo propone (Alsina
2012).

En este ensayo explicamos algunos los factores de la importancia de la comunicación


intercultural en las sociedades contemporáneas caracterizadas por la diversidad. Entre los
factores que analizamos están el reconocerse y conocerse; el promover la convivencia y
el respeto a la diversidad; el disminuir y eliminar los estereotipos; otra mirada en la
institucionalidad, la organización y el trabajo colectivo.

Ponemos un especial énfasis en la institucionalidad y su intención de homogeneizar la


sociedad. A través de los procesos colonizadores y apoyándose de sistemas y estructuras
dominantes como el capitalismo, el racismo y el patriarcado. Mismos que han impuesto

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la forma como miramos el mundo e interactuamos con las demás personas similares y
sobre todo las diferentes.

Reconocerse y conocerse

La fortaleza de las culturas que conviven desde una dinámica colectiva está en transmitir
y absorber conocimiento tácito a diferencia de las culturas individualistas que absorben y
transmitir información de forma lineal y explícita (Pepe 2012). La interculturalidad
promueve el conocimiento y reconocimiento de quienes comparten un mismo espacio
biográfico, geográfico, organizacional, afectivo y económico, donde las
intersubjetividades interactúan para reconocerse con yo y reconocer al otro.

En los procesos interculturales se negocian las interpretaciones del mundo y las fronteras
internas, esta última categoría propuesta por Marta Rizo García. Ella la define como una
zona en la que se segmentan, se distinguen y se separan identidades, representaciones,
significados, cosmovisiones, al tiempo que se mezclan, se yuxtaponen, se negocian y se
comparten. En esa dinámica de compartir y negociar se debería promover espacios para
la convivencia y el respeto a la diversidad.

Promover la convivencia y el respeto a la diversidad

La comunicación intercultural promueve reconocerse y conocerse. Disminuye los


malentendidos, contribuye a la construcción de la confianza y al establecimiento de las
emociones positivas que permitan una convivencia satisfactoria para los integrantes de
cualquier comunidad (Pepe 2012).

Por ejemplo, Ecuador es un país con cuatro regiones, donde conviven personas de 14
nacionalidades y 18 pueblos indígenas, con lenguas originarias como el kichwa, shuar,
achuar, awapit, sapara, andoa, a’ingae, entre otras. Además, habitan personas de otras
nacionalidades, colombianas y venezolanas principalmente. Importante señalar que es el
país que acoge la mayor cantidad de población migrante en Latinoamérica.

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La convivencia no solo implica compartir un lugar físico e interrelacionarse. Exige el
reconocimiento de los derechos civiles, políticos y sociales, y a la vez requiere de un
esfuerzo por comprender al otro y por tomar lo mejor de él (Rizo García 2013)

Disminuir y eliminar los estereotipos

Los estereotipos proporcionan una mirada generalizada, simplista y simplificada de la


realidad. Encasillan, tipifican de manera fácil a todo el mundo sin obligarnos a analizar
detenidamente (Alsina 2012). Parafraseando a Alsina, en su mayoría los estereotipos
deshumanizan a otros pueblos, crean un conceso en contra de ellos. Muchos están
enraizados en el imaginario y se pueden evidenciar en el lenguaje.

Por ejemplo, a las mujeres de pueblos y nacionalidades indígenas se les llama ‘María.
Esta denominación tiene una alta carga racista y machista. Reduce a las mujeres kichwas
a la imagen de trabajadora doméstica (Carrillo Arciniega 2022). Así mismo, el imaginario
esencialista de que las personas indígenas son pobres y cuando logran cierto poder
adquisitivo son llamados ‘de poncho dorado’.

La tarea de eliminar los estereotipos requiere accionar desde múltiples espacios. Los
productores audiovisuales Alberto Muenala y Amaru Cholango han incursionado en otras
formas de representar a los pueblos kichwas de Ecuador. Utilizaron la auto-
respresentación desde la cosmovisión andina como mecanismo de descolonización del
audiovisual y del arte contemporáneo para apartarlos de concepciones esencialistas,
románticas y primitivizantes (León 2017).

Los medios de comunicación y los espacios donde se desarrollan los procesos de


aprendizaje y socialización son importantes actores para eliminar los estereotipos hacia
lo diferente. Los estereotipos no surgen solo desde las diferencias étnicas sino también de
lo etario, las condiciones migratorias y las socioeconómicas, la identidad de género, la
orientación sexual, las creencias, la ideología política, entre otras. Las expresiones de
discriminación como el machismo, el racismo, el clasismo, la xenofobia y la homofobia
subordinan, minimizan, invisibilizan, limitan oportunidades; utilizan los medios de
comunicación y ahora la multiplicidad de plataformas digitales para posicionarse.

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Otra mirada en la institucionalidad, la organización y el trabajo colectivo

La comunicación interculturalidad plantea desafíos para el entendimiento, la negociación,


y la toma de decisiones con base a acuerdos entre personas de culturas distintas. La
relación entre distintos puede generar un choque cultural y desencadenar una serie de
emociones negativas como la desconfianza, incomodidad, ansiedad, preocupación, etc.
tal como lo menciona (Alsina 2012).

Sobre la institucionalidad Rodrigo Alsina y Sonia Fernández Parrat aluden al Estado-


nación y su rol en los procesos de la interculturalidad. Alsina como una institución que
está dejando ser el principal referente político para las personas. En resistencia a esta
tendencia, Fernández Parrat evidencia que los estados-nación son jugadores poderosos en
la construcción de lo global, que los consolida en algunos casos y los debilita en otros.

Las instituciones del Estado en su mayoría han jugado un papel homogeneizante de la


cultura, de anular la diversidad, justamente por la razón de que es más fácil comunicarse
si se comparten códigos similares. Un ejemplo de ello es el intento constante de
exterminio de las lenguas indígenas o ancestrales del Abya Yala para imponer al español,
portugués, francés como lenguas oficiales y maternas. Inclusive la categoría ‘indígena’,
creada por el Estado, ha homogeneizado y agrupado a los pueblos y naciones en un solo
conjunto. Así lo refiere la lingüista mixe Yasnaya Aguilar Gil en su libro Ää: manifiestos
sobre la diversidad lingüística.

La globalización, ha puesto atención a local, lo comunitario y a la diferencia. Sin


embargo, a través de los Estados y las instituciones lo regula y lo controla a partir de la
dinámica del mercado. Concretamente, lo miramos en cómo grandes marcas se han
apropiado de símbolos de los pueblos mesoamericanos o causas y movimientos como la
‘Black Lives Matter’.

En las organizaciones e instituciones es necesario desarrollar estos códigos para hacer


posible la comunicación entre personas de diferentes orígenes (Fernández Parrat 2002)
sin que implique homogeneizar. Así como los sugiere (Ramírez 2008), implementar
políticas comunicacionales que desalienten la discriminación para desarrollar una cultura

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organizacional de la diversidad que permitan reconocer, conocer y respetar las diferencias
culturales.

Como una interpelación a lo propuesto por Loreto Ramírez, los valores institucionales
organizacionales son fundamentales porque cohesionan a los esfuerzos cotidianos a lo
interno. Estos esfuerzos no solo deben mirarse como un factor de posicionamiento e
imagen sino como un mecanismo para materializar políticas públicas y para garantizar
los derechos humanos.

Otro punto de la institucionalidad es sobre la mirada académica y científica versus lo


cotidiano. Resulta controversial las interacciones desde estas dos miradas. Lo académico
y científico implica cierta posición de superioridad por el bagaje cultural e intelectual que
las personas disponen. Además, la validación de este conocimiento por parte de las
instituciones como las universidades.

Al momento de intentar poner en común el lenguaje científico con las formas cotidianas
de representar al mundo existe un choque cultural. El investigador de la comunicación
Rodrigo Alsina menciona que en la vida cotidiana funciona con sobreentendidos,
presuposiciones, eufemismos, etc. Es decir, el sentido no está en el significado literal del
mensaje es un presupuesto compartido en una misma comunidad (Alsina 2012).

El mismo autor evidencia un cambio en la comunidad científica de ir de una posición del


“totalitarismo científico” a una cierta tendencia al “relativismo científico”. Las ciencias,
especialmente las denominadas duras, ha empezado a identificar limitaciones. Ha surgido
un interés por el estudio de lo cotidiano y lo intercultural se manifiesta con toda su
efervescencia (Alsina 2012).

Concretamente menciono desde mi experiencia profesional y laboral, quienes estudian


los fenómenos geológicos (sismo y procesos eruptivos de volcanes) has interactuado con
personas expuestas estas amenazas con términos complejos como flujos piroclásticos,
lahares, subducción, oleada piroclástica. García Canclini precisa que los saberes
científicos elaborados, más consistentes, son inestables de otra manera, hacen converger
a disciplinas que no se trataban y ahora se complementan o chocan. Un ejemplo es la
vulcanología social.

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Lo importante, como menciona Marta Rizo, es que en esta interrelación se lleguen a
acuerdos en situaciones de interacción concretas, de intersubjetividad, de universos
simbólicas, de representaciones.

Interculturalidad, lengua y lenguaje

Siguiendo la discusión sobre la institucionalidad, queremos enfatizar sobre la relación de


la lengua y su diversidad. Es imposible que no haya multilingüismo porque existen más
lenguas que Estados en el mundo. Sin embargo, la visión de la lengua – estado ha sido
dominante, así como el modelo de organización del estado – nación: España – español;
Francia – francés; Alemania – alemán; Portugal – portugués.

La interculturalidad tiende a promover que no haya culturas que sean superiores a otras.
En el uso de las lenguas, los Estados y el mercado promueven lo contrario. Han
establecido una superioridad de idiomas como el inglés, el chino mandarín, el francés, el
ruso, dejando de lado a otras lenguas, especialmente la de los pueblos ancestrales. En este
sentido, Rodrigo Alsina enfatiza que es imprescindible y una condición necesaria tener
una lengua común, pero no suficiente para una óptima comunicación intercultural. La
comunicación no es un simple intercambio de mensajes, puntualiza.

A modo de conclusión:

- La comunicación intercultural va más allá de la interrelación y de identificar lo


diferente, requiere un interés por culturas diferentes para reconocer, conocerse,
eliminar estereotipos, generar
- Este es un proceso que debe enmarcarse en la empatía, la horizontalidad y los
derechos humanos.

Bibliografía

Aguilar Gil, Yasnaya. Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística. Ciudad de México:
Almadía Ediciones, 2022.
Alsina, Rodrigo. La comunicación intercultural. Barcelona: Anthropos Editorial, 2012.
7
Carrillo Arciniega, Ivanna Elena. Ilustración feminista: desobediencias creativas.
Historias de vida de Angie Vanessita, Sal O Miel, Nary y Canela Sin Miedo.
Quito: Tesis de maestría, Universidad Andina Simón Bolívar, 2022.
Fernández Parrat, Sonia. «La globalización de la comunicación.» Ámbitos. Revista
Andaluza de Comunicación, nº 8 (2002): 0.
León, Christian. «Hacía una re-conceptualización de las prácticas audiovisuales
indígenas.» En Comunicación y sociedades en movimiento: la revolución sí está
sucediendo, de Ciespal, 61-87. Quito: Editoriales Ciespal, 2017.
Pepe, Ana Inés. «Comunicación intercultural en la organización.» Revista Dixit, nº 17
(2012): 28 - 39.
Ramírez, Loreto Marchant. «Gestión Estratégica de la diversidad cultural en las
organizaciones.» Ciencias Sociales Online 5, nº 1 (2008): 53-70.
Rizo García, Marta. «Comunicación e interculturalidad. Reflexiones en torno a una
relación indisoluble.» Global Media Journal 10, nº 19 (2013): 26-42.

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