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1.

- Historia e historias de la Astrologia

La astrología, en su sentido más amplio, es la búsqueda del conocimiento humano en


el firmamento; su objetivo es comprender conductas humanas generales y específicas
observando su relación con los planetas y de otros objetos celestiales. Se ha
argumentado que la astrología comenzó como disciplina de estudio en el momento en
que los seres humanos llevaron a cabo esfuerzos conscientes para medir, registrar y
predecir cambios estacionales teniendo como referencia los ciclos astronómicos.

Las primeras evidencias de estas prácticas aparecen en forma de marcas en huesos y


paredes de las cavernas, lo que demuestra que los ciclos lunares ya se registraban
hace 25 000 años; el primer paso para discernir la influencia de la Luna sobre las
mareas y los ríos, y para organizar un calendario común. Con el advenimiento de la
revolución neolítica surgieron nuevas necesidades gracias al creciente conocimiento
de las constelaciones, cuyas apariciones en el firmamento nocturno cambian con las
estaciones, dado lo cual se asociaba la aparición de determinados grupos de estrellas
con el anuncio de inundaciones anuales o el comienzo de las estaciones. Hacia el II
milenio a. C., las civilizaciones avanzadas habían desarrollado un conocimiento
sofisticado de los ciclos celestes, y se piensa que sus templos se orientaron a
conciencia para alinearse con el orto helíaco de las estrellas.

Existen evidencias dispersas que sugieren que las referencias astrológicas más
antiguas conocidas son copias de textos escritos durante este período, en particular
en Mesopotamia. Se ha dicho que dos de ellos, encontrados en la tablilla de Venus de
Ammisaduqa (datada en Babilonia hacia el 1700 a. C.), se compusieron durante el
reinado de Sargón I de Acad (2334-2279 a. C.). Otro, que demuestra un uso temprano
de la astrología electiva, se adscribe al reinado del gobernante sumerio Gudea de
Lagash (aprox. 2141-2122 a. C.). Este describe cómo los dioses le revelaron en un
sueño las constelaciones más favorables para la construcción planeada de un templo.
Sin embargo, existe una controversia acerca de si realmente se compusieron en aquel
tiempo o se adscribieron con posterioridad a antiguos reyes. La evidencia
incontestable más antigua del uso de la astrología como un sistema integrado de
conocimiento se atribuye, pues, a los registros derivados de la primera dinastía de
Mesopotamia (1950-1651 a. C.). AstroMía. (s.f.). Historia e historias de la Astrología.
2.- ¿Cuál es el origen de la astrología y los signos del zodiaco?

El horóscopo ha dado forma a las civilizaciones durante siglos, desde los sacerdotes
babilonios hasta los emperadores romanos, y hoy sigue orientando a las generaciones
más jóvenes que buscan claridad.

Muchos encuentran consuelo en las estrellas y recurren a los horóscopos para


desentrañar los enigmas de su personalidad y prever lo que les espera. Aunque los
signos del zodiaco y los horóscopos puedan parecer modernos, la astrología ha
marcado profundamente a las civilizaciones a lo largo de milenios, a pesar de las
críticas de los escépticos que alegan su falta de pruebas empíricas y rigor científico.
He aquí por qué sigue siendo una herramienta poderosa para muchos que buscan
orientación en un mundo impredecible. La historia de la astrología: los antiguos
orígenes de los horóscoposLa práctica de la astrología se originó en la antigua
Mesopotamia en el segundo milenio a.C. En la ciudad de Babilonia, las estrellas y los
planetas se utilizaban para interpretar los presagios de los dioses", explica Jasmine
Elmer, clasicista y experta en el mundo antiguo afincada en el Reino Unido.

Sin embargo, sólo algunas personas se consideraban cualificadas para hacer estas
interpretaciones. Los sacerdotes babilonios eran los encargados de detallar cómo
afectarían los cuerpos celestes a la sociedad, especialmente al rey y al Estado. Así lo
demuestra el Enuma Anu Enli, una serie de 70 tablillas cuneiformes que contienen
unos 7000 presagios celestes.
Los babilonios desarrollaron 12 signos astrológicos, algunos de los cuales se
incorporaron posteriormente al zodiaco occidental. Sin embargo, fueron los antiguos
griegos quienes dieron a estos 12 signos estelares el nombre de constelaciones y los
vincularon a fechas concretas en función de su alineación con la órbita solar.

Estos signos son Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario,
Capricornio. Acuario y Piscis. Además, "zodiaco" tiene su origen en la frase griega
zōdiakos kyklos, que significa

"círculo de animales".

A pesar de las aportaciones de los griegos a la astrología, los horóscopos no estaban


muy extendidos en la antigua Grecia. En su lugar, se utilizaban las estrellas para
conectar con los dioses a través de la adivinación, "que es esencialmente cualquier
tipo de práctica ritual que consiste en conversar con los dioses", dice Elmer.

Con el tiempo, la astrología babilónica, que interpretaba los acontecimientos celestes,


se fusionó con las prácticas adivinatorias griegas. Esta mezcla condujo al desarrollo de
los horóscopos más personalizados que vemos hoy en día.

Claudio Ptolomeo, astrólogo y astrónomo de Alejandría (Egipto), sentó las bases de la


astrología occidental en su texto Tetrabiblos, haciendo hincapié en el aspecto
individual de la interpretación astrológica. Aquí se originó el concepto de horóscopo
personal, o la idea de que las personas pueden leer e interpretar las estrellas para
aprender sobre sus propias vidas. Catherine Caruso, (2024) ¿Cuál es el origen de la
astrología y los signos del zodiaco?, National Geographic

3.- La astrología se encarga de estudiar la posición y comportamiento de los astros y,


de esa forma, conforma una referencia entre sus conductas y los seres humanos. De
acuerdo a sus fundamentos, cada movimiento planetario podrá afectar o influenciar a
las personas, sus emociones,
pensamientos y formas de ver la vida. Se trata de un conjunto de creencias que
interpreta acontecimientos en el cielo y permite conocer cómo se desarrollarán ciertas
situaciones. De este modo, funciona principalmente para conocer las energías
existentes que impactan en las personas, aunque no todas las corrientes astrológicas
la ven como una técnica predictiva.

Así se la considera como una pseudociencia, ya que comprende la interpretación de


factores que no se encuentran científicamente comprobados. Su trabajo comprende
la fundación de la carta astral, elemento que define en detalle a una persona y cada
una de sus características.

Además, a partir de la astrología se generan los famosos horóscopos, que se basan en


los signos solares y arronjan ciertos consejos a partir del análisis planetario.

Los orígenes de la astrología

Existen registros acerca de los primeros estudios astrológicos, que se hicieron hace
más de 25.000 años en las civilizaciones chinas, mayas, mesopotámicas e indias. Sin
embargo, las teorías y prácticas comenzaron en la Antigua Babilonia y Egipto, en el año
2000 a.C., y allí se adoptaron ciertos conceptos religiosos.

Su mayor exposición y desarrollo se dio en el año 322 a.C. en Alejandría, en la Antigua


Grecia, al adoptar ciertos conceptos previos. Su estudio se dividió en fines
adivinatorios y, por otra parte, en la comprensión del ser y la existencia, dado que se
consideraba que el alma ascendía a las estrellas cuando alguien moría.

Tras la conquista de Grecia por los romanos, estos conocimientos se transmitieron a


otras civilizaciones. El emperador Tiberio fue el primero en incorporar un astrólogo en
su corte, y este cumplió el rol de consejero.

La NACION (2023), ¿Qué es la astrología, cómo funciona y para qué sirve?


4.- La astrología es el arte de interpretar la configuración y ubicación relativa de los
astros y sus constelaciones, con fines adivinatorios, psicológicos o simplemente
como una forma de hallar patrones útiles dentro de la realidad. El término proviene del
griego astrón, “estrella”, y lógos,“discurso”.

Se trata de una práctica milenaria compartida por muchas civilizaciones distintas,


como la china, la hindú o la occidental. No debe confundirse con la astronomía, la
disciplina científica que estudia los cuerpos celestes.

La astrología parte de la suposición de que existe una correlación entre la


configuración de las estrellas del firmamento, y los eventos que tienen lugar en la
Tierra.

En consecuencia, estudiando dicha configuración pueden determinarse eventos


futuros o puede establecerse una clasificación de las personalidades humanas,
estableciendo así lo que conocemos como el horóscopo: predicciones y consejos
ofrecidos a las personas según su signo astrológico.

Para establecer sus principios y conclusiones, la astrología recurre a diferentes


tradiciones simbólicas y antropológicas, como la numerología, el lenguaje alquímico,
el tarot y distintas mitologías, especialmente las que se vinculan con el zodíaco, es
decir, con los signos que la tradición asocia a cada constelación reconocida en el
firmamento. Así es como a cada signo zodiacal le corresponde una serie de datos y
sentidos: un planeta regente, un elemento asociado, un número preferido, una
tendencia de personalidad, etcétera.

La astrología no es una ciencia. A lo sumo, puede ser considerada como una


pseudociencia: una disciplina que establece sus propias reglas de juego y que arroja
conclusiones inverificables, irreproducibles e infalsables, de modo que escapa a las
condiciones mínimas que impone el método científico. De hecho, no utiliza el método
científico en absoluto, sino que acude a diferentes tradiciones culturales para
ensamblar un discurso propio coherente. De hecho, la astrología ha sido fuertemente
cuestionada por la ciencia en numerosas ocasiones, y es objeto de estudio científico
por parte de historia de la cultura y las ciencias de la religión, es decir, que se la estudia
académicamente como un producto cultural de la humanidad. Es decir, la astrología
puede servir de objeto de estudio para las ciencias, pero no constituye una ciencia en
sí misma.

Hone, Margaret Ethelwyn (1978). The modern textbook of astrology. L. N. Fowler.


5.- La astrología es como el código de programación detrás de la humanidad. ¿Cómo
logra este

código cifrar anualmente por encima de cien millones de personas absolutamente


diversas? Existe una variable que reside en cada ser humano imposible de ser
compartida con otro: la coordenada exacta entre tiempo y espacio en la que cada
individuo da su primer respiro sobre la Tierra. Según la astrología, es a partir de este
punto que se codifica el mapa, o la huella dactilar, de un carácter auténtico. Lo que
podríamos llamar el ADN cósmico. Un ADN que explica cómo dos hermanos,
genéticamente semejantes, nacidos bajo el mismo techo y en la misma familia,
pueden ser tan distintos entre sí.

Según la ciencia moderna, la astrología carece de capacidad explicativa. Es una


disciplina que marida la ciencia y la fe. La ciencia, por ser un conjunto de
conocimientos sistemáticos que se estudian y se explican, y la fe, porque más allá de
cualquier explicación, existe un componente inexplicable ante la ciencia que convierte
a la astrología en una cuestión de creencias; en una ciencia más bien oculta; en una
disciplina que cobra vida con una pizca mágica de polvo estelar.

La astrología es el discurso de los astros. Eso significa la palabra astrología,


proveniente del latín. Con más de 4000 años, esta disciplina consiste en el estudio de
la posición y el movimiento de los astros en el cielo, cuya interpretación pretende
descifrar las energías a disposición en determinado momento y lugar, y cómo éstas
afectan a nivel personal, social y transpersonal.
Eysenck, H. J.; Nias, D. K. B. (1984). Astrology: science or superstition?.
Harmondsworth,

6.- La astrología establece que existe una relación de causa-efecto entre la posición
de los astros en un determinado momento, y el destino que le depara a una persona,
grupo de personas, sociedad o nación.

La Tierra completa una vuelta alrededor del Sol al cabo de un año. Pensemos por un
momento, y por cuestiones prácticas, que desde el punto de vista nuestro es el Sol el
que orbita en torno a la Tierra.

Los signos zodiacales representan las constelaciones, que son figuras imaginarias
inventadas por el Hombre, ubicadas en el plano del cielo, formadas por estrellas que
no tienen necesariamente relación alguna entre sí. Las distintas civilizaciones han
interpretado de manera arbitraria un mismo conjunto de estrellas de diferente manera,
por lo general motivadas por las épocas y las circunstancias que las rodeaban. Por
ejemplo, tal como nos cuenta Carl Sagan en la serie Cosmos,

la asociación de 7 estrellas que para los griegos es un oso, para el norte de Europa es
un carruaje, y para los egipcios… un toro empujado por una persona levitando, ambos
siendo observados por un hipopótamo con un cocodrilo a cuestas. Imaginativos los
egipcios, ¿no?.Según la astrología, las personas tienen asociado un signo zodiacal
dependiendo de dónde seencuentran el Sol y otros astros en el momento en que uno
nace. Esto es lo que conocemos como horóscopo, y basta ver el horóscopo de distintos
periódicos un mismo día y un mismo signo del zodíaco para notar las discrepancias
que hay en las predicciones que se realizan. Mientras el diario A augura que “hoy te irá
bien”, el diario B plantea que “hoy será un día de complicaciones”. Los horóscopos se
caracterizan por la ambigüedad, de manera que podemos realizar muchas
interpretaciones distintas a partir de un mismo enunciado.

Abaroa, Leandro. (2021). Astronomía Vs. Astrología, ciclo de charlas del Planetario

UNLP.

7.- Pseudociencia que propone la existencia de una relación entre los intereses
cotidianos de los seres humanos y el aspecto que muestra el universo visto desde la
Tierra.

Etimológicamente, astrología significa «estudio o tratado de los astros». En su origen,


astrología y astronomía fueron indistinguibles, pero sus contenido y procedimientos se
han separado con el tiempo. Desde la Revolución Científica, la astrología ha quedado
como un conjunto de creencias sin fundamento que no siguen el método científico:
una pseudociencia que no ha hecho avanzar nuestro conocimiento del universo. Las
diferentes astrologías (existen diversas tradiciones o sistemas, a menudo
incompatibles entre sí) se basan en estudiar las posiciones relativas y movimientos de
varios cuerpos celestes reales (Sol, Luna, planetas) o «construidos» (ejes del
ascendente y del medio-cielo, casas…) tal como se ven a la hora y desde el lugar de
nacimiento de una persona, o de otro suceso. Parten de la hipótesis no demostrada de
que algunos astros (desde un obsoleto punto de vista geocéntrico) influyen sobre la
Tierra y sus habitantes mediante fuerzasdesconocidas (independientes de la distancia
y propiedades físicas), condicionando u orientando sus inclinaciones, personalidad,
futuro… La astrología ha fracasado como práctica predictiva y su relativo éxito solo se
justifica porque sus descripciones son tan generales y ambiguas que resultan
aplicables casi a cualquier persona. Sagan, Carl. (1980). Cosmos, Random House.

8.- La Astrología, las estrellas y su interacción con el destino de los seres humanos
aparecen bien como temas bien como imágenes en muchas obras de nuestro teatro
clásico. Así, por ejemplo, se han estudiado los usos simbólicos de la Astrología en
obras de géneros tan dispares como la comedia de corral, la fiesta palatina o la
comedia de santos1. En algunos casos, el uso es tan repetido que informa estilística y
temáticamente muchas de las obras de un autor. Por ejemplo, como muestra Frederick
A. de Armas, en el corpus de obras de Calderón se utiliza el mito de la diosa griega
Astrea (la última divinidad en abandonar la Edad de Hierro y, a la vez, el primer heraldo
de la de Oro) con el fin de mantener una discusión de connotaciones imperiales por
medio de símbolos astrológicos. Lope de Vega también utiliza la Astrología
repetidamente a lo largo de sus obras, normalmente con una función cronológica. Este
amplio uso en la comedia revela un interés en la Astrología por parte del público en
general. Lope como Calderón, al igual que el resto de los terciarios y sacerdotes de su
momento, tenían un conocimiento relativamente amplio de nociones de Astrología
judicial, por lo que es normal que lo reflejen en sus obras2. También es común la figura
cómica del astrólogo «tunante» o «fingido» dentro del teatro breve áureo, así
encontramos astrólogos burlescos en La cueva de Salamanca de Cervantes, en Los
refranes del viejo celoso de atribución quevedesca, en los anónimos La burla más
sazonada, El estudiante, Las alforjas, El muerto, Eufrasia y Tronera entre muchos otros
(Martínez López 119-20). En este trabajo, analizo obras del Renacimiento en las que la
Astrología tiene un importante uso dramático y que, en cierto sentido, prefiguran las
costumbres del XVII tanto con los tintes más o menos serios que se le da en la comedia
como en el sentido abiertamente burlesco de los entremeses. En concreto, veremos
tres usos principales de la Astrología, el erótico (presente en diálogos de

ámbito cortés), el teológico (presente en la Farsa teologal de López de Yanguas) y el


censurador que vemos ora como crítica al poder otomano en la Farsa Turquesana de
López de Yanguas, ora con rasgos erasmistas como en los Triumphos de locura, ora
con rasgos antisupersticiosos presente en las obras de Bartolomé de Torres Naharro.

Para la mentalidad renacentista, la Astrología fue inventada por el dios egipcio Thoth
(que la tradición identificaría con Hermes Trismegistus o Mercurio). Pronto se
subdividiría en natural (que se centraba en los cambios del clima) y judicial (que
predecía el destino de los individuos y naciones) (Spence 42). Aunque para el momento
eran la misma ciencia, la «natural» derivaría en lo que hoy día se consideraría
Astronomía y la «judicial» en lo que hoy día sería Astrología. Tanto

una como la otra se basaban en la interacción entre signos del Zodiaco, el movimiento
de la tierra con respectos a los astros y, en el caso de la judicial, el reflejo de estos
astros en el cuerpo humano a través de los reflejos de los cuatro elementos en los
cuatro humores. En los signos del Zodiaco encontramos una dicotomía entre signos
del Norte, diurnos o que mandan y del Sur, nocturnos o recesivos y cuatro triplicidades:
la de la Tierra (Tauro, Virgo, Capricornio), la del Aire (Géminis Libra, Acuario), Fuego
(Aries, Leo, Sagitario) y de Agua (Cáncer, Escorpio y Piscis).

La Astrología se fundamentaba (y se fundamenta) en que el movimiento de los cuerpos


celestiales influía en eventos, determinaba la personalidad e, incluso, tenía un reflejo
físico.

Gauquelin, Michel (1955). L'influence des astres: étude critique et expérimentale.


Paris, Francia.
9.- Para fundamentar la diferencia entre ambas, los autores del artículo mencionan
algunas características propias de la ciencia y de las pseudociencias y describen cómo
se reflejan en la astrología.

En primer lugar, señalan que los enunciados deben ser falsables para ser considerados
científicos. Es decir, poder ser puestos en conflicto explícito con observaciones
existentes o concebibles. En el caso de la astrología, no resulta falsable “por la
vaguedad y la generalidad de sus aseveraciones que la blindan frente a la crítica y a la
posibilidad de revisión”, advierte el escrito.

Sumado a eso, los epistemólogos ponen bajo sospecha el carácter milenario de la


astrología, cuestionan el hecho de que sus ideas y técnicas logren sobrevivir
inmutables a los progresos técnicos y a las revisiones conceptuales.

A su vez, las pseudociencias usan programas en los que “los marcos teóricos se crean
a medida para acomodar la evidencia conocida y establecida, pero hay poca o ninguna
capacidad de hacer predicciones sorprendentes que luego encuentren apoyo empírico
y permitan avanzar en la investigación”.

Por otra parte, el artículo advierte que existe una creencia exagerada en la autoridad,
mayormente fundada en la tradición. Se invoca a los clásicos como fuente del saber
fundamental de la disciplina, sin cuestionar “la formación, institución de procedencia,
publicaciones o logros evaluables de esos personajes”.

Sumado a eso, el escrito de 2014 destaca que en la astrología abundan los casos
únicos y las excepciones y que las generalizaciones suelen tener un carácter
anecdótico, accidental o arbitrario. Además, hay una selección intencionada de los
ejemplos.

Esta doctrina “evita las situaciones que sirvan para poner genuinamente a prueba sus
explicaciones y predicciones” y elude los mecanismos de prueba rigurosos.

Además, las refutaciones que la astrología va encontrando en su camino son


consistentemente minimizadas. Mientras que la construcción de las predicciones
poseen un lenguaje ambiguo y escasa precisión, lo cual protege a los fundamentos de
ser puestos en cuestión y da la sensación de que estos consiguen éxitos predictivos,
reflexionan los autores.

Una última característica de las pseudociencias que se aplicaría a la astrología se


vincula a que los elementos contradichos o problematizados son abandonados con
escasos intentos de proveer explicaciones alternativas o conceptualizaciones
superadoras, concluye el artículo.

Long, A. A. (2005). «6. Astrology: arguments pro and contra». Cambridge, EEUU.

10.- La astrología es un sistema de creencias. Se trata del estudio del posicionamiento


de los cuerpos celestes y su influencia en las personas. Va desde planetas y estrellas
hasta constelaciones. Los expertos en la materia creen que el día y la hora en que
nacimos definen la personalidad, parte del destino y la manera de relacionarnos.

La palabra viene del griego ‘astron’, que significa ‘estrella’, y ‘logos’, que hace referencia
a los ‘discursos’. Este estudio puede abarcar personalidades, explicar eventos,
descifrar comportamientos y predecir el futuro. Está compuesto por los signos
zodiacales, una carta astral y los horóscopos, cada uno diferente y único para las
personas.Hay que entender que la astrología no es solo el signo solar (signo de nuestro
nacimiento). Es la combinación del signo lunar, ascendente, planetas, casas y más.
Todo esto compone a una persona, por lo que puede que no te sientas identificado solo
con los horóscopos o características que lees en revistas o páginas web.

Rasgos de tu personalidad, tendencias y carácter, inclinación laboral, talentos,


relaciones amorosas, la manera de vincularnos, las pasiones y decisiones futuras son
algunas de las cosas que la astrología aborda. Se encuentran consejos y tips para
transitar por este plano con un mapa de nuestra persona y adaptarla a nuestras
necesidades. No es una justificación para las malas actitudes o las tendencias
negativas.

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