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Autominitoreo 14

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Proyecto Final: Automonitoreo

Aparicio Cerqueda Pablo Antonio

Buenabad Centeno Andrea

De Carlos Molina Esteban

López Domínguez Gizeh

Facultad de Psicología

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

42395: Teorías de Psicología Social

Mtro. José Elías Sánchez Cid

14 de Mayo de 2024
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Presentación

En este trabajo, tratamos de entender el proceso de automonitoreo en la

autopresentación. Consideramos los aspectos sociales y psicológicos presentes en

prácticamente cualquier situación, en los grupos y sus dinámicas. El contexto, aunque no es

considerado para nosotros como el punto central, lo tomamos en cuenta para entender cómo

es que surgen estos comportamientos dentro de la sociedad. Con todo esto, consideramos al

automonitoreo como un recurso, habilidad social y observable, evolucionando de forma en que

opta por una estructura para una mejor convivencia, tratándose de un constructo que promueve

la semejanza y evita algún tipo de disonancia social.

En consiguiente, buscaremos explicar este fenómeno psicosocial recurrente, y cómo es

abordado por distintos autores de distintas formas. En la literatura, se parte del supuesto de

que los seres humanos tienen la necesidad de ser aceptados e incluidos, dentro de una

búsqueda de relaciones que los beneficien y poder mantenerlas (Molden, Lucas, Gardner,

Dean y Knowles, 2009). Por esta premisa se ha vuelto de nuestro interés el concepto de

automonitoreo que Kassin et al. (2014) quien lo define como "tendencia a modificar la conducta

en respuesta a la autopresentación afectada por una situación determinada". (p.95). Pues se

ha observado que los resultados de la vida, tales como el éxito y el desarrollo de las relaciones

dependen, en ciertas ocasiones, de las impresiones que las personas tienen unas de las otras.

Surge un interés de las personas en cómo las ven los demás, el comportamiento que tienen

ante estos y como intentan gestionar la imagen que tienen de ellos.

Marco Teórico

El automonitoreo es un concepto que se comprende como un proceso de regulación del

comportamiento para satisfacer las necesidades que la sociedad demanda a uno mismo y que

tiene relación con la temática de autopresentación, la cual se entiende como la "estrategia que

usan las personas para determinar lo que los otros piensan de ellas" (Kassin et al., 2014, p.92).

También se menciona que "los actos de autopresentación son capaces de tomar formas
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diferentes. Pueden ser conscientes o inconscientes, precisos o engañosos, realizados ex

profeso para un público externo o para nosotros mismos" (Kassin et al., 2014, p.92).

En algunos estudios se ha demostrado que las personas realizan diferentes conductas y

estrategias de autopresentación, que les sirve para mostrar diferentes impresiones

dependiendo de sus objetivos, el contexto y la audiencia (Leary, Allen y Terry, 2011). Sobre

este tema da un ejemplo González et al. (2021):

Si la persona quiere agradar puede congraciarse y pedir disculpas. Si el individuo busca

parecer competente y ser reconocido, puede autopromocionarse y mostrarse como un

ejemplo a seguir. Incluso, bajo ciertas circunstancias y objetivos, una persona puede

querer mostrar una imagen negativa como ser peligroso o necesitado, recurriendo a

tácticas como la intimidación o súplica (p. 13).

Respecto al automonitoreo Kassin et al. (2014) comenta:

Los individuos que presentan un nivel alto de automonitoreo parecen tener un repertorio

de personalidades para elegir. Sensibles a las preocupaciones que conlleva la

autopresentación estratégica, son equilibrados, dispuestos y capaces de modificar su

comportamiento al cambiar de un entorno a otro. (p.95)

También podemos referirnos al automonitoreo como "la conciencia que el sujeto tiene

de su comprensión y actuación durante la realización de una tarea" (Gomez, Sandoval y Saez

2012). Esto se observó en una investigación sobre el estilo de aprendizaje en estudiantes de

medicina de una universidad de Bogotá, Colombia, realizada por Martinez-Bernal et al., donde

se analizó la relación entre logro de aprendizaje, automonitoreo y estilo cognitivo, donde al

parecer existe una fuerte relación entre el automonitoreo y el logro de aprendizaje, puesto que

se puede observar que cuando los estudiantes implementan con mayor frecuencia y precisión

estrategias de automonitoreo lograron mejores resultados de aprendizaje. "Al parecer, esto se

explica por el desarrollo de grandes niveles de precisión en los juicios metacognitivos, una

mayor conciencia de la estrategia y, en un nivel secundario, un aumento en el éxito de las


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tareas de aprendizaje" (Martinez-Bernal et al., 2016). Y esto Aragón y Silva (2002) lo describen

como una técnica de registro, donde el sujeto atiende a su propia conducta y la registra con un

procedimiento establecido previamente. Esta técnica de evaluación cumple con dos funciones:

identificación de la conducta problema y como factor motivacional del cambio siendo un

componente del mismo tratamiento. (p.85)

Mark Snyder, desarrolló la Teoría de la auto-observación en conjunto con la Escala de

auto-observación (1970), ya que con eso busca explicar cómo nos adaptamos a un nuevo

contexto social a nivel personal o referente a nuestros patrones de interacción social.

Snyder fue quien introdujo el concepto de auto-observación (actualmente conocido

como automonitorización) y lo definió como "el grado en que las personas supervisamos y

controlamos nuestro comportamiento y la imagen nosotros mismos que proyectamos en

situaciones sociales" (Snyder, 1975). Además, a partir de la escala que él mismo creó obtuvo

conclusiones con grandes diferencias: hubo un sector que obtuvo un nivel alto de

automonitoreo y otro sector que obtuvo un nivel bajo. Podría concluirse entonces que la

automonitorización es un rasgo de la personalidad puesto que la persona es quien decide cómo

y de qué forma adaptarse en el contexto.

Referente a la escala de auto-observación, ésta aparece en 1974, obra de Snyder, que

consiste en medir la magnitud en que podemos adaptar nuestro comportamiento.

Originalmente, se componía de 25 ítems (en este, el nivel de monitoreo se considera bajo si

entraba entre los niveles de 0 y 8, un nivel intermedio si entraba dentro de los niveles 9 y 12, y

un nivel alto si entraba dentro de los niveles 13 y 25). Sin embargo, al mejorar las propiedades

psicométricas (es decir, evaluar el comportamiento y capacidades de una persona), disminuyó

el número de ítems a 18. Se menciona que:

Quienes poseen un nivel alto de monitoreo [...] una vez que han aquilatado la situación,

modifican su comportamiento en consecuencia. Si una situación les exige conformidad,

ellos se ajustarán; si les demanda autonomía, se rehusarán a mostrar conformidad. En


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contraste, quienes tienen auto supervisiones bajas mantienen una postura relativamente

consistente en toda una gama de situaciones (Snyder y Monson, 1975).

En 1971 Philip Zimbardo llevó a cabo el experimento de la prisión de Standford para

estudiar qué roles tomaba el individuo ante una situación ficticia. Para ello reclutó a un grupo de

estudiantes universitarios a quienes les asignó distintos roles, como de prisionero o guardia;

además, el sótano del edificio de Psicología de la Universidad de Standford fue ambientado

como una prisión. A los guardias de la prisión se les ordenó que no hiriera a los reclusos. Sin

embargo, después de unos días se mostraron más agresivos contra los prisioneros, tentando

con su estado mental. Debido a lo anterior, el experimento tuvo que ser cancelado.

Por otra parte, una de las teorías que nos gustaría retomar es la obra de Jean Gabriel

Tarde que, para explicar la importancia del automonitoreo en nuestra autopresentación, nos

dice que es necesario entender antes el contexto social y cómo influye este en el sujeto en el

momento de adquirir comportamientos e ideas deseables para el grupo, y solamente así

podríamos comprender estos procesos conductuales dentro de la dinámica social.

La obra de Tarde se centró en comprender los aspectos más detallados y contextuales

de la vida social como las relaciones interpersonales, las dinámicas de grupo y los

comportamientos individuales en esas situaciones. En su libro Les lois de l'imitation (las leyes

de la imitación), publicada en 1890, Tarde desarrolla su teoría de la imitación, en ella sugiere

que todos los aspectos medioambientales determinan de alguna manera el comportamiento de

los individuos. De esta manera, comprendemos que el comportamiento es modelado por medio

del proceso de imitación por el cual las personas aprenden y adoptan comportamientos

observados de otras personas a quienes ellos reconocen como dignas de emular. Un ejemplo

de ello, podemos verlo en un contexto profesional, en donde se considera bien visto el vestir

con traje y usar un lenguaje formal, para Tarde, la persona buscará ser aceptada dentro del

grupo a través de un cambio comportamental, asumiendo que la persona en un contexto


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familiar o con amigos sea alguien de lenguaje informal, quizá hasta un poco soez, para poder

ser aceptado al nuevo grupo es necesario regular este aspecto de su personalidad.

La teoría de la imitación de Gabriel Tarde, opera en función de tres leyes que describen

el proceso en el que se da la imitación. La primera de ellas lleva de nombre Ley de imitación

interindividual, establece que la imitación se trata de un fenómeno universal, esta ley hace uso

de una aceptación dialéctica entre individuos, es decir, al formar parte de una sociedad siempre

existirán objetos de comparación, al existir este reconocimiento mutuo entre individuos,

empezará el proceso de emulación. En última instancia, este fenómeno afecta nuestro

comportamiento e ideas al aceptar unas más agradables socialmente.

La siguiente ley lleva de nombre Ley de la imitación inventiva, la cual nos dice que al ya

existir un comportamiento social deseable, entra en juego el estatus social, siendo este un valor

intersubjetivo que graduará el nivel de importancia que el sujeto tiene en la sociedad, este valor

será adoptado y aceptado por ambos participantes, cumpliendo su rol impuesto por el otro.

Aquellas personas que son aceptadas masivamente como alguien a imitar serán llamados

modelos, estos modelos juegan un papel importante en la autopresentación, ya que son las

personas que normalmente darán las pautas de cómo pensar y qué hacer en ciertas

situaciones. Tarde (1890), en su libro, hace la siguiente afirmación, describiendo como dos

procesos distintos pero, al final, parte de esa misma ley:

Sabemos que la invención y la imitación son un acto social elemental. ¿Pero cuál es la

sustancia o la fuerza social de la que este acto se compone, y de la cual es tan solo la

forma? En otros términos: ¿qué es lo inventado o imitado? Lo inventado o imitado, lo

imitado, es siempre una idea o un querer, un juicio o un propósito en que se expresa

siempre cierta dosis de creencia y deseo, que es, en efecto, toda el alma de las

palabras de una lengua, de las oraciones de una religión, de las administraciones de un

Estado, de los artículos de un código, de los deberes de una moral, de los trabajos de

una industria, de los procedimientos de un arte. La creencia y el deseo: he aquí, por


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tanto, la sustancia y la fuerza; he aquí también las dos cantidades psicológicas que

encuentra el análisis en el fondo de todas las cualidades sensacionales con las cuales

se combinan; y cuando la invención y después la imitación se apoderan de ellas para

organizarlas y emplearlas, estas son, análogamente, las verdaderas cantidades

sociales. (p. 265-266)

A través de esta afirmación, entendemos que antes de que exista un proceso de

imitación, existirá aquél que inventa, el modelo a seguir. Un ejemplo sencillo de esto, podemos

hallarlo en las redes sociales; para que un Trend se convierta en algo digno de seguir, existirá

una persona que lo haga primero, el inventor, por así decirlo. Para que ese comportamiento o

idea se hagan dignos, el inventor, en este caso un influencer, es aceptado previamente como

un líder o un modelo.

Por último, tendremos la Ley de la imitación intermental, tratándose de un tipo de

comunicación de mente a mente a través de las costumbres y la memoria. Podríamos decir que

se trata de una predilección por imitar lo conocido, copiando ideas viejas antes que nuevas.

Tarde argumenta que las nuevas ideas, si bien tienen un propósito e importancia, las personas

optarán por seguir las prácticas ya conocidas o similares, causando familiaridad y comodidad

en el sujeto. "Las imitaciones no son meras copias, sino que son recreaciones mentales en las

que el imitador imprime su propia personalidad." (Tarde, 1890, p.2), es decir, estas ideas y

comportamientos viejos, aunque imitados, siempre tendrán cierta originalidad. Tarde, por medio

de este punto, explica que las costumbres refuerzan la imitación al convertirse en un hábito ya

arraigado "La imitación es la base de la educación, la religión, el derecho y la moda." (Tarde,

1896, p.1), describiendo las instituciones como medios de difusión del comportamiento o idea.

De esta forma, la familia como institución, por ejemplo, es igual de difusora como otra. La

imitación, en este caso, la podríamos observar en la crianza, la lengua en este caso, se trataría

de la conducta que el infante busca emular y así pertenecer.


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En un estudio realizado por la fundación Garrahan de Buenos Aires, Argentina, por

Víctor Ruggieri (2024), se ilustra el fenómeno descrito en la teoría tardeana. En este se

describe el proceso imitativo en personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Se hace

énfasis en la necesidad de las personas con autismo por imitar parte del comportamiento de las

personas neurotípicas como una forma de encajar en estos grupos. “Los encuestados utilizaron

técnicas para enmascarar su autismo, con el fin de parecerse a otras personas a su alrededor,

y compensar sus dificultades de comunicación social para hacer mejores vínculos con los

otros” (Ruggieri, 2024, p.2). A partir de esto, se realizó un estudio observando el

comportamiento de 17 adultos autistas por medio de vídeos; se demostraron 4 tipos de

automonitoreo, todas ellas imitando comportamientos de personas sin TEA: el

enmascaramiento o masking, siendo una forma de imitar el comportamiento no autista;

compromiso inofensivo, evitando sus propios comportamiento pre masking; modelado de

comunicación neurotípica, adecuación del lenguaje corporal, y; autopresentación activa,

participación proactiva en la comunicación de manera recíproca (Ruggieri, 2024, p. 3).

A pesar de que se trate de un estudio con personas autistas, el sentido de pertenencia

visto como la primera razón para imitar conductas, se ve visible. Con ello se buscó identificar el

automonitoreo como un fenómeno universal, existiendo inclusive en personas con dificultades

comunicativas y sociales.

Las actitudes según J.R Eiser es una manifestación aprendida a responder de un modo

consistente a un objeto social. Es el comportamiento que emplea un individuo frente a una

situación social en la vida.

En las actividades humanas las actitudes influyen en la forma que nos relacionamos

entre nosotros, y como mencionamos anteriormente, una persona que posee un alto nivel de

automonitoreo tiene la capacidad de moldear su comportamiento a favor de la situación social

en la que se encuentra, ¿pero esto para qué nos sirve? El cambio de actitud/comportamiento

sirve de base para desarrollar diferentes estrategias y técnicas de persuasión.


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En el estudio de la persuasión existen dos enfoques: el tradicional y el enfoque

cognitivo.

Según un estudio de la Universidad de Yale realizado por Hovland y colaboradores

(1992) La persuasión comprende 4 componentes básicos de la comunicación persuasiva

tradicional:

a) La fuente del mensaje

b) La estructura y contenido del mensaje

c) El medio en el cual se expresa el mensaje

d) La audiencia o receptores del mensaje persuasivo

Este enfoque busca responder a la pregunta: ¿quién dice qué a quién y con qué efecto?

Por lo tanto haremos énfasis en el enfoque cognitivo que responde a la pregunta: ¿qué

procesos cognitivos determinan que alguien sea efectivamente persuadido?

Los dos modelos cognitivos de la persuasión más importantes en la actualidad son:

a) el modelo de probabilidad de elaboración de Petty y Cacioppo (1983, 1986)

b) el modelo heurístico - sistemático de Chaiken (1980)

Ambos modelos plantean que las personas procesan la información acerca de objetos

actitudinales en dos maneras distintas: pueden revisar superficialmente o pueden considerarla

en forma sistémica.

Cuando los emisores se involucran en procesamiento superficial, se apoyan en

información saliente para hacer conclusiones simples sobre el objeto actitudinal, y cuando

optan por el procesamiento sistemático, los emisores buscan más allá de la información
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saliente y consideran la fuerza de sus argumentos y su repercusión en el análisis del objeto

actitudinal.

Las personas con alto automonitoreo tienden a tener un procesamiento cuidadoso al

mensaje cuando este proviene de fuentes atractivas, pero adoptan un procesamiento

superficial cuando la fuente es experta. Por otro lado, aquellos con bajo automonitoreo

procesan más cuidadosamente los mensajes de comunicadores expertos sobre los atractivos.

(Baron & Byrne, 1994).

Con respecto a la autoconciencia, los individuos que tienen una alta autoconciencia

procesan cuidadosamente los mensajes persuasivos que consideran importantes. Un estudio

realizado por Hutton y Baumeister en 1992, demostró que la autoconciencia afecta la

persuasión. Los participantes inducidos a una mayor autoconciencia, al expresar sus actitudes

frente a un espejo, mostraron ser más susceptibles a la persuasión por mensajes convincentes

en comparación con los mensajes no convincentes. Por otro lado, aquellos con baja

autoconciencia no mostraron diferencias significativas en la persuasión entre los dos tipos de

mensajes.

El cambio de actitud o comportamiento sirve de base para desarrollar diferentes

estrategias y técnicas de persuasión. Las actitudes ayudan a las personas a manejar el

ambiente o interactuar con objetos sociales, a esto se le denomina función de evaluación del

objeto. Las actitudes también ayudan a que las personas puedan expresar su identidad,

manifestar convicciones y afirmar sus relaciones significativas con los otros, a esto se le

denomina función de identidad social.

Las actitudes son importantes a considerar en el proceso de persuasión, ya que los

mensajes que apelen a las funciones pueden ser procesados de manera más sistemática, y por

lo tanto tener mayor efectividad. Los motivos que están detrás de las actitudes pueden

determinar las reacciones de las personas a mensajes persuasivos que intentan cambiar una

actitud.
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Ámbito personal de descripción del fenómeno

Ahora bien, después de conocer las teorías de los autores antes revisados, puede que

todavía surja la interrogante de en dónde podríamos observar el automonitoreo. Si bien se ha

mencionado que se trata de una conducta común, es probable que aún no se comprenda la

magnitud del fenómeno. En este caso, nos gustaría exponer cómo opera el automonitoreo

dentro de nuestra interacción con las redes sociales, cómo determina nuestra

autopresentación en las redes y sobre el rol que tiene la persuasión juega a la hora de elegir un

grupo de pertenencia.

Las redes sociales se han convertido en un escenario fundamental para la socialización,

especialmente para las generaciones más jóvenes. En este entorno digital, el automonitoreo y

la persuasión tienen relevancia en la búsqueda de pertenencia a grupos, al mismo tiempo en la

construcción de una identidad individual.

La imitación, en este caso, nos ayudará a adquirir comportamientos a través de normas

y valores de otros usuarios, especialmente de aquellos a quienes admiramos o con quienes

nos identificamos. De esta manera, formamos nuestra identidad dentro del medio digital,

explorando diferentes roles e identidades dentro de la comunidad virtual, experimentando

distintas formas en nuestra comunicación, expresiones y formas de autopresentarnos. Por

último, el adquirir estos cambios en nuestro comportamiento nos ayudan a sentirnos parte de

un grupo; establecer conexiones con personas y comunidades que comparten nuestros

intereses. Un ejemplo de esto podemos verlo en las normas de las redes sociales, si bien en un

principio, no es únicamente para sentirnos parte de un grupo, el acatar las normas suprimiendo

conductas inapropiadas nos evitará sufrir algún tipo de veto.

Por otra parte, la persuasión funcionará para la propagación de las ideas y creencias,

difundiendo rápida y masivamente mensajes e ideas, permitiendo que algunos individuos y/o

comunidades ejerzan cierta influencia sobre las opiniones y comportamientos de otros

usuarios. Un ejemplo sencillo de esto se ve a la hora de la propagación de un trend o una


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moda. De igual forma, ayudará a la construcción de la reputación dentro del medio digital,

creando una imagen positiva o negativa en las redes sociales.

Conclusión

Por medio de lo observado en clase, de la literatura leída y los estudios observados

dentro este proyecto, sabemos que el automonitoreo se trata de un fenómeno recurrente y es

descrito con diversas perspectivas, pero aludiendo siempre a que se trata de un fenómeno

universalmente común.

Al profundizar en el concepto y los autores que se interesaron por este tema, hemos

comprendido de mejor manera este fenómeno, encontrándose, no solamente dentro de la

literatura académica o estudios psicosociales, también en la vida cotidiana o en

interpretaciones de novelas literarias, películas, series y demás medios de entretenimiento

donde se plasma la conducta del ser humano.

Por otro lado, consideramos el automonitoreo como una herramienta psicosocial

necesaria e importante, ya que se trata de nuestra comprensión de las situaciones sociales y

las conductas e ideas que competen al grupo. El automonitorearse es relevante, ya que con

ella perpetuamos la convivencia y el sentido de filiación, y de esta manera formamos parte de

nuestra presentación a la sociedad. Si bien, el perfil psicológico es relevante en cómo las

personas crean esos grupos, consideramos que el fenómeno seguirá existiendo únicamente

con ligeros cambios.

Para finalizar, el tema de automonitoreo nos pareció relevante de observar, puesto que

determinará parte de nuestra autoestima, por ende, una parte importante de nuestro

autoconcepto. Sabiendo eso, no optamos por algo mucho más conocido como la autoestima,

que es un tema con gran relevancia, sino para ampliar nuestro panorama, intentar conocer las

perspectivas teóricas que ignorábamos.


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Referencias

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Anexos
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Artículos revisados

 https://revistas.uptc.edu.co/index.php/praxis_saber/article/view/5221/4577

 https://eds.p.ebscohost.com/eds/detail/detail?vid=1&sid=923aed48-fcf1-42e8-9922-

b1e4f87d0abe

%40redis&bdata=Jmxhbmc9ZXMmc2l0ZT1lZHMtbGl2ZSZzY29wZT1zaXRl#AN=17584

4645&db=lth

 https://isdfundacion.org/2019/09/11/diez-experimentos-psicosociales/

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