Visita de Amigos
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ESCENA 1
(El Ratón entra y sale de escena varias veces, llevando atareado frutas, verduras
y semillas para servirlas en la mesa.)
RATÓN: ¡No tarda en llegar mi invitada! (Se dirige al público.) Viene de la ciudad
para comer lo mejor de mi huerto. (Se oyen pasos.) ¡Qué emoción, parece que se
acerca!
RATONA: ¡Qué calor! ¡Cuánta sed y hambre tengo! (Los dos ratones se toman de
las manos y se besan en ambas mejillas.)
RATONA: (Toma una verdura con sólo dos dedos, haciendo un gesto de
desconfianza.) ¡Pero todo esto está crudo! Querido amigo, ¿no tuviste tiempo de
cocinar?
RATÓN: Prueba la fruta amiga, ¡no hay mejores vitaminas y minerales! Además, en
este campo crecen las verduras más sanas.
RATONA: ¿Vitaminas? ¿Minerales? ¿Sanas? ¿Dónde están los pastelillos, los postres
y las delicias preparadas?
Veo que nunca has comido en restaurantes, que no conoces de sabores
combinados: salado, dulce y agrio a la vez. Sólo en la cuidad se pueden comer
los platillos más sabrosos. ¡Ven conmigo!
(Se abre el telón. Se ve una cocina moderna. No hay comida ni personas. Los
ratones husmean y buscan.)
RATONA: Espera un poco, ya casi doy con los postres más dulces, las empanadas
de carne sazonada y las pizzas con los más deliciosos quesos…
(Se escucha un maullido. Los ratones gritan al unísono y corren a esconderse. Por
un costado se asoma primero una larga cola y después el gato entero, quien entra
a escena olfateando)
GATO: Apostaría una de mis siete vidas a que en esta cocina hay ratones. ¡Los
atraparé, aunque pierda una más!
(Sale de escena sin dejar de olisquear por donde pasa. Los ratones salen
lentamente de su escondite.)
RATÓN: (Asustado) ¡Qué susto! ¡Por un momento olvidé el olor del aire por dejar
de respirar!
RATONA: Ten calma, ese gato ya no regresa. Además, tiene mal olfato. Ven, nos
daremos un banquete, ya verás.
(Se escucha un gruñido seguido de un ladrido. Los ratones gritan otra vez al
unísono y vuelven a esconderse. Por un costado se asoma la cabeza del perro.
Entra a escena.)
PERRO: ¡El gato nunca hace bien su trabajo! ¡Esta cocina huele a ratones!
(Sale de escena sin dejar de gruñir. Los ratones salen temblorosos de su escondite.)
RATÓN: (Llorando.) ¡No puedo más! ¡Con tanto espanto todo me huele a peligro
y tengo un sabor amargo! No puedo quedarme, me voy a casa a comer tranquilo.
RATONA: (Pensativa.) Tienes razón… esto huele mal… ¿Me llevas contigo? Quisiera
vivir tranquila y comer sano todos los días.