La Restauración
La Restauración
La Restauración
sociedad y economía
El fin de Napoleón y del Gran Imperio supuso el inicio de un nuevo periodo
histórico en el marco europeo. Muchos pensadores y políticos de la época
pensaban que la caída del emperador francés, sobre todo por la forma,
dictaba el fin de la era revolucionaria. De hecho, las potencias europeas que
asistieron al Congreso de Viena tenían la certeza de que habían conseguido
extinguir las ideas liberales.
Frente a este florecer cultural, se encontraban las clases más bajas: los
campesinos y los obreros. La miseria era la nota común en todos los
países europeos. Las clases acomodadas limpiaban su conciencia a través
de la caridad pero eso no bastaba. En ese sentido, la Iglesia Católica fue la
única que se ocupó de la asistencia de los más necesitados, creando varias
instituciones para atenderlos.
El Congreso de Viena
Tras derrotar a Francia y derrocar a Napoleón, Europa se reunió en
el Congreso de Viena para dictar las líneas generales de lo que sería la
política internacional del siglo XIX. También se buscaba asegurar los distintos
postulados monárquicos que habían regido Europa durante el último siglo,
frente a las ideas revolucionarias provenientes de la Revolución Francesa.
Sería el primer congreso de la Restauración.
Francia regresó a las fronteras de 1790 y perdió, sobre todo, los territorios
que había obtenido en Italia y en el centro de Europa. Luis XVIII volvió al
poder tras haber sido derrocado por Napoleón al escapar de Elba, y el
absolutismo volvió a instaurarse como sistema político. Talleyrand consiguió
que Francia volviese a ser aceptada como una más de las potencias.