Entrega 9 Tu Cerebro y La Meditación YA
Entrega 9 Tu Cerebro y La Meditación YA
Entrega 9 Tu Cerebro y La Meditación YA
2ª Parte:
Tu Cerebro y la Meditación
Ya tenemos claro el panorama del círculo VICIOSO que nos mantiene atados a rutinas desafortunadas
y contraproducentes en nuestra vida: Nuestros sentidos nos trasmiten lo que perciben del entorno.
Entonces, nuestro cerebro, atento a las señales que recibe, enciende la(s) red(es) neuronal(es)
pertinentes y activa los programas de respuesta que se han ido consolidando por ser los más repetidos. Y
no siempre los más adecuados
Debido a esos programas, se sueltan una y otra vez las mismas sustancias químicas que inundan
nuestro sistema nervioso y nos hacen sentir las mismas emociones que se activaron al inicio. Esta
manera de sentir puede ser positiva y agradable, pero para la mayoría de nosotros no es así. ¿Por qué?
Porque desde pequeños le hemos proporcionado mayor rango a los eventos desagradables que a los
agradables. Y en el afán para que nos cuidemos, es muy probable también que nuestros padres y
mentores nos hayan acostumbrado a pintarnos las posibles consecuencias desagradables de cada acto
que planteamos efectuar, por encima de las favorables con el resultado de casi siempre estar estresados,
temerosos por imaginar futuros siempre tenebrosos.
Entonces, al estar alineados nuestros pensamientos con nuestros sentimientos, nuestro “Yo cuántico”
que viene a ser ese “observador” que requiere el vacío cósmico en un 99,999999 % que somos y que es
omnisciente y omnipotente para precipitar en nuestra 3ª dimensión un entorno de acuerdo a esos
pensamientos que a cada rato nos asaltan, las sustancias que a continuación se generan y los
sentimientos que le correspondes. Mientras más respuestas similares se den, lo hará cada vez más
automáticamente. Mientras más veces se activen, el cuerpo más se hace adicto a eso. Y he aquí el
circulo que cada vez gira con mas fuerza, y con mayor velocidad.
A partir de aquí, vamos a desarrollar las herramientas para desactivar estos círculos viciosos y al
contrario, lograr vivir envueltos en círculos VIRTUOSOS.
En primer lugar, contrario a lo que se creía, que dizque a partir de los 7 años el cerebro ya no
cambiaba casi nada, se ha comprobado que el cerebro no deja de modificarse nunca. A cada instante, el
cerebro está comparando los millones de recuerdos que están guardados con lo que esta sucediendo en
presente (y grabando en esos nuevos aquellos a los que vincula. Eso hace que se afiancen y sea cada
vez más fácil retrotraerlos; lo que fortalece los programas que se activan como respuesta.
Sin embargo, cuando se están adquiriendo nuevos conocimientos, al no encontrar eventos del pasado
semejantes, el cerebro está creando nuevas conexiones y circuitos. Y la energía con que se imprimen,
depende del interés que despierta en el sujeto. Ahora bien, si antes de 24 horas voluntariamente los
retrotraemos al consciente, se grabará aún con más fuerza. Y se harán más duraderas aún, si las
volvemos a activar dentro al menos de una semana. Ese es el criterio que hace mucho tiempo supe que
había surgido de un estudio de la U de Harvard. Sin embargo “lo que no se usa, se pierde” y eso es
también cierto para las neuronas. Si las conexiones de ciertas ideas o conocimientos no se encienden
más, se pierden. Aún más, con el entrenamiento adecuado, el sujeto puede desconectar las conexiones
no deseadas, o modificarlas para que en vez de ser perjudiciales, sean registros que nos mejoren para
afrontar el futuro.
Para lograr que nuestra vida cambie debemos, después de un período observándonos atenta y
constantemente, determinar cuáles de nuestras reacciones son negativas para el futuro que deseamos
GOZAR, en vez de sufrirlo. Una vez definido esto, tenemos que crear una nueva forma de SER. Para eso,
contamos con esta capacidad de modificar nuestro cerebro y por ende, de modificar nuestra Realidad.
Nuestro cerebro, en realidad está formado por tres Cerebros perfectamente delimitados, 1° La
Neocorteza o Cerebro pensante de los primates superiores. Sede de los pensamientos y de nuestra
identidad. Nos conecta a nuestro entorno, y es donde se llevan a cabo las deducciones lógicas. 2° El
Límbico, o de los mamíferos inferiores, crea y organiza las sustancias químicas que nos dicen cómo nos
sentimos y por eso se le llama el cerebro Emocional. 3° El Reptiliano. Es el más primitivo, formado por el
tronco cerebral y más específicamente, por el Cerebelo. Es la sede de la mente subconsciente. Se ocupa
de todas las actividades automáticas que mantienen el cuerpo funcionando y las actividades aprendidas
que ya han pasado a ser automáticas.
Una de las cosas más esclarecedoras para mí al llegar a esta parte, fue que, ¡al fin! Pude desentrañar
la razón de una de las más, para mí inexplicables conductas del ser humano: el por qué algunas personas
se aferran a defender conductas absolutamente aberrantes de partidos, o de comunidades, o de grupos,
o de familiares y amigos. Resulta que las creencias y conductas grupales, no se procesan en el 5% de
nuestra mente consciente (que funciona en la corteza cerebral), sino que pasan a ser procesadas en el
cerebelo por la mente inconsciente que gobierna el 95% de nuestros procesos mentales. Como son
procesos automáticos, se disparan solos, y como no podemos controlarlos, entonces nos vemos
obligados a utilizar nuestra mente consciente a defenderlos, a veces apelando a raciocinios
indefendibles.
El proceso de aprendizaje, en nuestra especie, se lleva a cabo así: Primero el Neocórtex reúne
información por hechos presenciados o por expresión hablada o escrita, aprendida intelectualmente
mediante conexiones sinápticas y circuitos cerebrales. Todo esto en nuestro Neocórtex, cuyo lema es
“Los conocimientos son para la mente”. A su memoria se le llama “declarativa” porque es descriptible en
palabras.
Luego, cuando debido a los conocimientos adquiridos, estás experimentando una experiencia
relacionada con ellos y reaccionas de manera novedosa, el cerebro Límbico produce un cóctel de
neuropéptidos que te hacen sentir emociones nuevas, las que se almacenan junto con el recuerdo de lo
experimentado. Y pasan a ser de largo plazo. Su lema: “Las experiencias son para el cuerpo”
Por último, a medida que estas experiencias se repiten, se va perfeccionando nuestro hacer y a la vez,
se va haciendo más automático. Es porque el accionar va pasando a ser parte de uno de los
innumerables programas inconscientes que maneja el 3er cerebro. Éste, es responsable de perfeccionar
los detalles y desembaraza al neocórtex de tener a cada instante que recordar y razonar cada mínima
acción a ejecutar. Lo logra porque, mientras cada neurona del Neocórtex puede conectarse en promedio
con 40.000 neuronas, cada neurona del cerebelo puede hacerlo hasta con 1.000.000 de sus neuronas.
Casi toda su memoria es “no declarativa” porque es ya automático y pleno de detalles corporales difíciles
y prácticamente inútiles de describir en palabras.
Cuando recuperamos lo que hemos aprendido intelectualmente (Neocorteza) y lo aplicamos, lo
personalizamos o lo manifestamos, cambiamos nuestra conducta de algún modo. Al hacerlo, creamos
una nueva experiencia que produce a su vez una nueva emoción (cerebro Límbico). Si podemos repetir,
reproducir o vivir esta acción cuando queramos, habremos pasado a un ESTADO DEL SER (Cerebelo).
Este, es el trámite normal. Pero, ¿podremos pasar del “querer ser” al “Estado de Ser” sin haber vivido
la experiencia en lo Externo? Aquí es donde entra en juego la MEDITACION.
Una vez definidos los resultados que queremos obtener en nuestro Entorno y haber determinado con
precisión los cambios en nuestro Estado de Ser requeridos para que nuestros Pensamientos se alineen
con nuestro Yo Emocional, el Yo Cuántico asume el proceso para que se pueda cambiar la realidad
externa que haga juego con nuestro nuevo Estado de Ser.
En la próxima entrega, nos concentraremos en profundizar en el poder inherente de las ondas
cerebrales y en descubrir el efecto que tienen las meditaciones organizadas a lograr este fin.