El Año Litúrgico
El Año Litúrgico
El Año Litúrgico
Celebraciones litúrgicas
Solemnidad: es la máxima clasificación de una celebración (fiesta
muy importante). Su celebración comienza en las primeras vísperas
del día de precedente.
Memoria: es la celebración que conmemora de manera libre u
obligada a un santo.
Fiesta: es una celebración importante que sale del común del tiempo
ordinario.
El Tiempo de Adviento
Tiempo de: vigilar, esperar, cambiar y de alegrarse.
El Tiempo de Adviento es sin duda la llave del Calendario litúrgico. Con
las primeras vísperas del Domingo I de Adviento nos introducimos en
ese largo periodo de tiempo que conocemos como Año litúrgico.
Es el que transcurre antes de la celebración de Navidad. Consta
aproximadamente de cuatro semanas.
El color propio de este tiempo es el “morado”. Su duración es de unas 4
semanas y siempre tiene 4 domingos. Siempre comienza el domingo que
cae más cercano al 30 de noviembre. Termina la tarde del 24 de
diciembre.
El Adviento tiene dos partes bien diferenciadas:
1) Desde el primer domingo de Adviento hasta el 16 de diciembre,
inclusive. En este tiempo nos fijamos más en la segunda venida de
Cristo; tomamos conciencia de ese inminente acontecimiento y nos
preparamos para ello suplicándole que venga a nosotros y cumpla
sus promesas (Ven Señor, no tardes…)
2) Del 17 de diciembre hasta la tarde del 24 de diciembre. La tónica
espiritual cambia totalmente, pues nos fijamos más en la primera
venida, acompañando litúrgicamente a María y a José en su
preparación para la venida del Emmanuel.
El Tiempo de Navidad
Comienza el 24 de diciembre, con la víspera de la Navidad y termina con
la fiesta del Bautismo del Señor, la cual se celebra entre el 8 y el 13 de
enero, dependiendo de la fecha en que se celebra la Epifanía. Es tiempo
de gozo en que, recordando el nacimiento de Jesús en la historia, se
celebra su constante e ininterrumpido nacimiento en la vida de la Iglesia
y de los fieles, por la acción del Espíritu Santo.
El color propio de este tiempo es el “blanco”, como símbolo de gozo, de
pureza y de la vida nueva que trae Cristo.
Navidad es adentrarse en el misterio de la encarnación del Hijo de Dios.
La fe descubre, sin escándalo, a la Majestad divina humillada; a la
Omnipotencia, débil; a la Eternidad, mortal; al Impasible, padeciendo; al
Bendito, maldecido; al Santo, hecho pecado por nosotros.
La Navidad es el tiempo de la celebración del nacimiento de Jesús, y
abarca desde la Nochebuena del 24 de diciembre hasta la fiesta del
Bautismo del Señor.
Dentro de la octava de la Navidad hay otras dos grandes fiestas: la
Sagrada Familia y Santa María Madre de Dios. El domingo dentro de la
octava de la Navidad es la festividad de la Sagrada Familia.
Tiempo de Cuaresma
Comienza el miércoles de Ceniza y termina con la celebración del Triduo
Pascual. Recuerda el éxodo de Israel a través del desierto y, sobre todo,
los cuarenta días que Jesús transcurrió en el desierto, antes de iniciar
públicamente la proclamación del Evangelio.
Es tiempo de conversión, es decir, de transformación de la manera de
pensar y de las actitudes fundamentales, para que identificándose
plenamente con Jesús. Como tiempo de conversión, los elementos que
le caracterizan son: Oración, ayuno, caridad y penitencia.
Es tiempo de conversión, es decir, de transformación de la manera de
pensar y de las actitudes fundamentales, para que identificándose
plenamente con Jesús
El color distintivo es el “morado”, por tratarse de tiempo de penitencia,
aunque el Domingo de Ramos se emplea el “rojo” como signo de la
realeza de Cristo y de su Pasión.
Tiempo de Pascua
Comienza con la vigilia pascual y se prolonga durante cincuenta días,
hasta concluir con la celebración de Pentecostés. Es tiempo de profunda
alegría en el cual la liturgia debe ayudar a que cada fiel y toda la
comunidad tome conciencia de que la resurrección de Cristo no es un
mero recuerdo del pasado.
Con esta certeza, la liturgia debe estimular a que la comunidad deje que
se manifieste la presencia del Señor resucitado y a que, en la vida
personal y eclesial, se asuman las actitudes y los compromisos
apostólicos.
Su color distintivo es el “blanco”, aunque termina con el “rojo” que
indica el fuego abrasador del Espíritu Santo que desciende y permanece
sobre la Iglesia
Tiempo Ordinario
Es el periodo del año en que, como Iglesia, meditamos sobre la “vida
ordinaria” de Jesús. Es decir, todas las cosas que realizó en compañía de
sus discípulos, los lugares que visitó, los milagros que realizo.
Es el tiempo más largo del año: dura entre 33 y 34 semana, y el color
litúrgico que se utiliza el “verde”. Durante este periodo acompañamos a
Jesús en sus “actividades” cotidianas y profundizamos en su
importancia. Comienza tras de la fiesta del Bautismo del Señor y
concluye con la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
El Tiempo Ordinario se lleva a cabo en dos segmentos
I. La primera parte de este tiempo
Inicia con la fiesta del bautismo del señor Jesús y termina con la
celebración del miércoles de ceniza.
II. La segunda parte
Comienza después de la celebración de Pentecostés, y se extiende
hasta la fiesta de Cristo Rey, que es al mismo tiempo el final del año
litúrgico, y también se hace homenaje en este día a los Delegados
de la Palabra de Dios en Honduras.