Team4 Profesor
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Índice:
4.1. El descubrimiento de la organización informal.
4.2. Elton Mayo y la escuela de relaciones humanas: “Los estudios de
Hawthorne”.
4.3. Abraham Maslow: “la pirámide de necesidades humanas”.
4.4. Chester Barnard: “las funciones del ejecutivo”.
4.1. El descubrimiento de la organización informal.
En las sociedades agrarias, la vida de las personas se desarrolla en un
ambiente de gran escasez. Es posible que, en tiempos ordinarios, las
actividades agrícolas permitieran no solo alimentar razonablemente a las
personas que dependían de ellas, quizá también la generación de algún tipo
de excedente. Sin embargo, las actividades productivas se desenvolvían en
un contexto de amenaza constante: periódicamente experimentaban crisis -
originadas por las agresiones del entorno natural, la enfermedad o las
guerras- que arruinaban los campos y las cosechas, dejando a su paso un
paisaje de muerte y miseria.
En contraste con ese ambiente, la Revolución Industrial revela muy pronto
una gran capacidad de creación de riqueza y, lo que es de suma importancia,
de forma sostenida en el tiempo. Quienes asistieron a este cambio, en
general, no podían hacer otra cosa que valorarlo positivamente y encarar el
futuro con optimismo.
Sin embargo, también desde muy pronto, se generalizó la preocupación por
las condiciones de vida y de trabajo de los obreros, lo que en aquellos
tiempos se denominó la “cuestión obrera” o la “cuestión social”. Muchos
políticos y reformadores sociales se preocuparon por estas consecuencias
del industrialismo, promoviendo la recogida de información en lo que fueron
los primeros precedentes del trabajo empírico en Sociología, en Alemania,
Francia e Inglaterra.
A principios del siglo XX, la reflexión sobre la empresa estaba dominada por
las teorías de Taylor y de Fayol. Si el primero había supuesto el primer
intento de racionalizar la ejecución de las tareas, ocupándose relativamente
poco por las personas; las aportaciones de Fayol y los teóricos de las
organizaciones, se dirigen específicamente a la racionalización de la
administración de las personas, pero todavía con una concepción muy
estrecha de la naturaleza de los seres humanos.
En los dos subyace una concepción muy simplificada del ser humano: los
hombres responden a motivaciones exclusivamente económicas, están
aislados unos de otros y, dentro de las organizaciones, no son mucho más
que una prolongación de las máquinas. Se trata de una concepción del
hombre muy elemental, pues ven a los trabajadores como individuos
aislados, con una motivación exclusivamente económica y que realmente
son poco más que máquinas humanas.
Desde el punto de vista del método, la organización científica del trabajo
(OCT) y las teorías de la organización se basan en las experiencias directas
de hombres de empresa, muy lejos de la observación sistemática que
requiere el conocimiento científico.
Ya comenzado el siglo XX, las cosas empiezan a cambiar. El hito más
importante son los denominados Experimentos de Hawthorne, iniciados en
el periodo de entreguerras (entre las dos guerras mundiales). Estos
experimentos son los primeros estudios empíricos de carácter científico en
el ámbito de la Sociología de la Empresa y enriquecen nuestra concepción
de los seres humanos.
Los experimentos inician también una escuela de pensamiento, la
denominada Escuela de las Relaciones Humanas, cuyas figuras más
destacadas son: Elton Mayo (que dirigió los experimentos de Hawthorne),
Abraham Maslow, Chester Barnard y, ya más adelante, McGregor. La
principal característica de esta escuela consiste en destacar la importancia
del factor humano dentro de la empresa.
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Durante mucho tiempo, los científicos sociales han considerado que el uso de experimentos era más
apropiado para las ciencias naturales y mucho menos para las ciencias sociales. Sin embargo, en los
últimos años está de plena actualidad, se usa con profusión en Psicología, pero cada vez es más utilizada
también por la Economía (más en la Economía del comportamiento) y la Sociología.
este grupo permaneciera también más o menos contante. Sin embargo, la
medida de las piezas producidas indicaba también un aumento constante a
lo largo de todo el periodo de experimentación.
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Los experimentos se utilizan mucho, por ejemplo, para medir los efectos de un fármaco sobre una
determinada enfermedad o problema de salud. Conocedores de los riesgos del “efecto de
experimentación”, cuando se realiza un experimento de este tipo (un experimento clínico), se suele
administrar un falso medicamento también al grupo de control. El falso medicamento es un placebo, es
decir, un compuesto que no tiene efectos farmacológicos (a menudo un caramelo, agua y azúcar o solo
agua). A pesar de estas precauciones, algunas personas son capaces de experimentar efectos sobre su
salud porque creen que están tomando realmente un medicamento, es lo que se denomina efecto
placebo.
4.2.c. Estudio de la cámara de ensayos de montaje de relés.
En la primera fase de “estudio de la cámara de ensayos de montajes de
relés”, la investigación siguió el camino trazado por Pennock. El equipo de
Elton Mayo seleccionó a seis trabajadoras que se dedicaban al montaje de
relés (unos dispositivos electromagnéticos compuestos de distintas piezas)
que fueron aisladas en un taller en el que se podían controlar con facilidad
las condiciones físicas, es decir, la intensidad de la luz, la temperatura, la
humedad y otras variables similares. Cinco de las seis trabajadoras se
dedicaban al montaje de los relés y la sexta distribuía los componentes
necesarios para el ensamblaje entre ellas; las seis habían sido seleccionadas
por ser las más experimentadas.
Se trataba de medir la influencia de las condiciones sociales del trabajo
(duración de la jornada, descansos, remuneración, etc.), controlando la
influencia de las condiciones físicas, es decir, intentando evitar que los
cambios en esas condiciones físicas interfirieran en la relación entre el
rendimiento de las trabajadoras y las condiciones sociales de trabajo.
Los resultados globales del experimento fueron un aumento de la
producción por trabajadora: cuando se inició el experimento, cada una de
ellas era capaz de montar unos 2.400 relés a la semana, mientras que en el
periodo de máximo rendimiento consiguieron llegar a montar una media de
3.000 relés cada una. Además, al final del experimento, las trabajadoras
estaban más satisfechas, había mejorado su salud y se había reducido el
absentismo.
Todos estos resultados se debían a juicio de los investigadores a una mejora
de la situación social en el taller, mucho más que de los incentivos, los
descansos, el número de días o de horas de trabajo, la reducción de la fatiga
y, mucho menos, de las condiciones físicas en las que se desarrollaba su
actividad.
4.2.d Conclusiones de los experimentos en Hawthorne.
La aportación más importante de estos estudios consiste en criticar la
concepción de los trabajadores como seres aislados que actúan
principalmente en respuesta a motivaciones económicas. Es decir, la puesta
en cuestión de las principales ideas que subyacen en las doctrinas expuestas
por los autores adscritos a la OCT (como Taylor) y por los teóricos de las
organizaciones. Los experimentos de Hawthorne ponen de manifiesto la
importancia del grupo y descubren la naturaleza colectiva del trabajo.
El trabajo en una fábrica o en una organización no es la suma de la actividad
de individuos que realizan su actividad y dan cuenta de ella a su superior
inmediato. Los trabajadores tienen necesidades sociales como la de ser
reconocidos por los demás en respuesta a los frutos de su actividad, y esas
necesidades son una importante fuente de motivación y un factor
fundamental en el rendimiento de los trabajadores. El trabajo es, ante todo,
una tarea colectiva. Además, los experimentos descubren la existencia de
grupos y relaciones personales no planeados por la organización, los
denominados grupos informales.
Los experimentos, las entrevistas, todos ellos confirmaban que el
rendimiento de los trabajadores de la compañía era más sensible al clima
laboral que al cansancio muscular o que a la duración de las jornadas de
trabajo. Flexibilizar la vigilancia de los capataces, la posibilidad de variar el
ritmo de trabajo y la consideración hacia los trabajadores resultaron mucho
más decisivas. Trabajar así resultaba más agradable y los trabajadores se
sentían más libres, más felices y, sobre todo, más comprometidos con su
trabajo.
4.2.e. Críticas a “los estudios de Hawthorne”.
Estas son algunas de las críticas que se han hecho a estos estudios:
- Se ha dicho que las conclusiones de los estudios estaban establecidas
de antemano, de tal forma que se prestó mucha atención a las
influencias sociales que conseguían aumentar la producción y se
ignoraron otros aspectos del mundo social de la organización. Por
ejemplo, los numerosos informes publicados sobre los resultados de
la cámara de relés apenas prestaron atención a la exclusión de las dos
trabajadoras conflictivas en la séptima fase del experimento. Tras su
reemplazo se produjo un aumento muy considerable del rendimiento
y, sin embargo, los investigadores no relacionaron una cosa con otra
ni dieron más explicaciones.
- Por otro lado, los grupos de trabajadores escogidos solían ser los más
experimentado y, probablemente también los más motivados;
cualquier resultado obtenido con estos trabajadores podría no
cumplirse con personas con otras características.
- Otras críticas señalan que quizá los resultados obtenidos no
justificaban un proceso de investigación tan prolongado y costoso.
- Se ha dicho que los experimentos buscaban obtener recetas para
conseguir aumentar la productividad y evitar los conflictos dentro de
la organización, bajo el supuesto de que los empresarios serían
capaces de conseguir esos dos objetivos mejorando el uso de sus
habilidades sociales y la comunicación interna. Es decir, que no se
preocupaban realmente por el bienestar de los trabajadores, sino solo
por sus rendimientos.
- La vida de las empresas también experimenta momentos de
inestabilidad como las huelgas o las negociaciones colectivas; los
experimentos, sin embargo, rara vez se refieren a ellos; tampoco a los
sindicatos o a otro aspecto muy relevante como es la distribución del
poder.
- También se ha criticado la falta de consideración de los aspectos
externos a la organización: aunque Mayo reconocía su importancia, lo
cierto es que no hay un tratamiento sistemático en los estudios.
- La consideración de los aspectos sociales de la empresa parece
resolverse en los planteamientos de Elton Mayo indicando a los
directivos que canalicen las necesidades de participación de los
trabajadores hacia aspectos irrelevantes de la organización. Los
directivos podían favorecer la creación de grupos en las que los
trabajadores discutieran y tomaran decisiones sobre asuntos como la
elección de los colores de las paredes y poco más; en cualquier caso,
no parece que contemplase la necesidad de que los obreros
interviniesen en decisiones sobre la producción o sobre la
organización de la empresa. Este tipo de consejos pueden
considerarse técnicas de manipulación con las que conseguir que los
empresarios y directivos presentaran una cara más amable ante sus
trabajadores, favoreciendo el cumplimiento de las normas,
reduciendo los problemas y la posibilidad de conflictos.
Personales o de
autoestima
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