Notas Analitica (68-83)
Notas Analitica (68-83)
Notas Analitica (68-83)
Para evitar confusiones, conviene hacer un cambio de notación en la Ecs. (3.52, 3.53)
X m
∂G d ∂G
− = 0 ; G f, f˙, x ≡ F f, f˙, x + λk ϕk (yi ; x) (3.56)
∂f dx ∂ f˙
k=1
dado que la cantidad a optimizar es el área lateral, y el volumen actúa como la ligadura, podemos escribir
Z xf Z xf
J ≡A= F f, f˙, x dx ; ϕ f, f˙, x dx = V0 (3.57)
x0 x0
comparando las Ecs. (3.57) con las Ecs. (3.54, 3.55), tenemos que
˙ ˙
F f, f , x = F (f ) = 2πf ; ϕ f, f , x = ϕ (f ) = πf 2 (3.58)
es decir F y ϕ solo dependen de la coordenada generalizada y no dependen explı́citamente del parámetro x ni
de f˙. Sustituyendo (3.58) en la segunda de las Ecs. (3.56), tenemos entonces
G f, f˙, x = G (f ) = 2πf + λπf 2
3.6. Ejercicios
1. Encuentre el radio R y la altura H de un cilindro circular recto, que minimice su área lateral, manteniendo
constante el volumen V0 del cilindro.
2. Sea una elipse descrita por la ecuación
x 2 y 2
+ = 1.
a b
Encuentre el rectángulo inscrito de mayor área. Muestre que el cociente entre el área de este rectángulo
y el área de la elipse es 2/π.
3. Sea f (x) el generador de un sólido de revolución alrededor del eje X como en la Fig. 3.2. Encuentre la
función f (x) que genere un sólido de revolución con el mı́nimo volumen, manteniendo fijo el valor del
área lateral.
4. Para un sólido de revolución como el de la Fig. 3.2, con densidad ρ constante, los momentos de inercia
con respecto a los ejes X e Y vienen dados por (ver problema 1 pág 410, y Ref. [8])
Z Z xf
πρ xf 4 IX
IX = f (x) dx ; IY = + πρ x2 f (x)2 dx
2 x0 2 x0
utilizando ligadura de masa constante para el sólido encuentre (a) La función f (x) que minimiza IX , (b)
la función f (x) que minimiza a IY . (c) ¿A que sólidos de revolución corresponden estas funciones?.
5. Encuentre la curva f (x) de longitud L, limitada por abajo por el eje X, que pasa por los puntos (−a, 0)
y (a, 0), y que encierra la mayor área. Este tipo de problemas se conocen como problemas isoperimétricos
o problemas de Dido.
Capı́tulo 4
53
54 CAPÍTULO 4. PRINCIPIO VARIACIONAL DE HAMILTON Y ECUACIONES DE LAGRANGE
cuando las ligaduras son holónomas el principio de Hamilton es condición necesaria y suficiente para la vali-
dez de las ecuaciones de Lagrange. Una ventaja de esta formulación es que la acción es invariante ante una
transformación de un sistema de coordenadas generalizadas a otro. Adicionalmente, veremos que el formalis-
mo variacional permitirá incluı́r las ligaduras en el formalismo y tratar algunos problemas con ligaduras no
holónomas. Finalmente, una formulación variacional es más adecuada en el tratamiento de campos y sistemas
contı́nuos.
solo se usa en el último paso cuando se considera que todas las coordenadas generalizadas (y sus despla-
zamientos virtuales) son independientes entre sı́. Sin embargo, cuando las ligaduras son no holónomas, las
coordenadas generalizadas ya no serán independientes y no es posible reducirlas por medio de ecuaciones de
la forma fα (q1 , .., qn , t) = 0. De modo que en general tendremos que trabajar con un sistema coordenado no
independiente.
Desde el punto de vista del principio variacional, esto influye en la forma en que se construyen los caminos
variados. Un desplazamiento δy (o δq), nos lleva de un punto en el camino real a otro punto sobre un camino
variado, cuando las coordenadas son independientes es el camino variado final el que importa y no la forma
como se construye. Pero cuando tenemos coordenadas no independientes relacionadas entre sı́ por ligaduras,
la forma en que se construye el camino influye ya que los desplazamientos virtuales en general no respetan las
ligaduras. Por tanto resulta importante si el camino variado fué construı́do con desplazamientos que respetan
o no las ligaduras.
Un conjunto de ligaduras no holónomas para el cual es susceptible el tratamiento variacional, es el conjunto
de ligaduras de la forma
n
X
alk dqk + alt dt = 0 ; l = 1, . . . , m (4.4)
k=1
es decir una relación lineal entre los diferenciales de las coordenadas y el tiempo. El ı́ndice l determina el
número de ecuaciones l = 1, . . . , m. Los coeficientes alk , alt pueden ser funciones de las coordenadas y el
tiempo. Estas ligaduras son en general no integrables a menos que se cumplan las relaciones
∂f ∂f
alk = ; alt = (4.5)
∂qk ∂t
para alguna función f = f (qi , t). En tal caso la ligadura es realmente holónoma. Tomaremos el caso general
en donde las relaciones (4.5) no necesariamente se cumplen. En principio se podrı́a pensar en construir un
camino variado a través de desplazamientos virtuales infinitesimales del camino real que sean compatibles con
la ligadura (4.4). Sin embargo se ha demostrado que no se puede construir tal camino variado, a menos que
las ligaduras sean integrables en cuyo caso dichas ligaduras son realmente holónomas. Construiremos de todas
formas un principio variacional en el cual los desplazamientos virtuales generarán los caminos variados aunque
no sea en forma compatible con las ligaduras. Como los desplazamientos virtuales son fijos en el tiempo, las
ligaduras para los desplazamientos virtuales se escriben
n
X
alk δqk = 0 ; l = 1, ..., m (4.6)
k=1
el camino variado en general no satisface las ecuaciones (4.4). La idea es ahora reducir los desplazamientos
virtuales a los independientes. Para eliminar los desplazamientos virtuales sobrantes se utiliza el método de los
multiplicadores indeterminados de Lagrange. Para ello multiplicamos la ecuación (4.6) por una cantidad
indeterminada λl que puede ser función de las coordenadas y del tiempo
n
X
λl alk δqk = 0 (4.7)
k=1
por supuesto, hay m cantidades λl una para cada ecuación de ligadura. Si asumimos que el principio de
Hamilton es también válido para sistemas no holónomos2 , y usamos las Ecs. (3.23), entonces el principio de
Hamilton conduce a
Z 2 X n
∂L d ∂L
− dt − δqk = 0 (4.8)
1 ∂qk dt ∂ q̇k
k=1
2
La naturaleza de la ligadura no aparece en el principio de Hamilton. Solo se exige que el sistema sea monogénico.
56 CAPÍTULO 4. PRINCIPIO VARIACIONAL DE HAMILTON Y ECUACIONES DE LAGRANGE
con el fin de poder introducir los λl dentro del principio de Hamilton, sumamos la Ec. (4.7) sobre los valores
de l e integramos en el tiempo entre t1 y t2
Z 2 "X n X m
#
dt λl alk δqk = 0 (4.9)
1 k=1 l=1
las δqk siguen siendo dependientes, ya que están ligadas por las m ecuaciones (4.6). De modo que las n − m
primeras de ellas se pueden elegir en forma independiente, en tanto que las m últimas están determinadas por
las Ecs. (4.6). Para eliminar los desplazamientos sobrantes, aprovechamos la arbitrariedad en las cantidades
λl . Exigiremos entonces que estas cantidades satisfagan las ecuaciones
m
d ∂L ∂L X
− + λl alk = 0 ; k = n − m + 1, . . . , n (4.11)
dt ∂ q̇k ∂qk
l=1
es decir, para las últimas m coordenadas generalizadas. Reemplazando (4.11) en (4.10) se obtiene
" #
Z 2 n−mX d ∂L ∂L X m
dt − + λl alk δqk = 0
1 dt ∂ q̇k ∂qk
k=1 l=1
pero ahora las δqk que intervienen son las independientes, de modo que se puede afirmar que
m
d ∂L ∂L X
− + λl alk = 0 ; k = 1, . . . , n − m. (4.12)
dt ∂ q̇k ∂qk
l=1
las Ecs. (4.11, 4.12) nos dan el sistema completo de ecuaciones de Lagrange para sistemas no holónomos
m
d ∂L ∂L X
− + λl alk = 0 ; k = 1, . . . , n. (4.13)
dt ∂ q̇k ∂qk
l=1
este sistema tiene n ecuaciones con n + m incógnitas (n coordenadas y m multiplicadores). Las m ecuaciones
faltantes serı́an las ecuaciones de ligadura (reales) Ecs. (4.4), que enlazan las qk . No obstante, es más conveniente
para la solución del sistema tener estas ligaduras en forma de ecuaciones diferenciales de primer orden
n
X
alk q̇k + alt = 0 ; l = 1, . . . , m (4.14)
k=1
de modo que las ecuaciones (4.13, 4.14) definen el sistema completo de n + m ecuaciones e incógnitas.
donde QLk son las fuerzas generalizadas asociadas a las fuerzas aplicadas que emulan a las de ligadura. Na-
turalmente, estas fuerzas aplicadas deben ser iguales a las de ligadura para mantener intacta la dinámica del
4.2. EXTENSIÓN DEL PRINCIPIO DE HAMILTON A ALGUNOS SISTEMAS NO HOLÓNOMOS 57
sistema3 . Por otro lado, la invarianza de la dinámica también requiere que las ecuaciones (4.13) y (4.15) sean
idénticas. Esto conduce a
Xm
QLk = − λl alk ; k = 1, ..., n (4.16)
l=1
esto significa que esta formulación tiene una información adicional que no habı́amos obtenido con las anteriores
formulaciones: las fuerzas de ligadura. Para ver con mayor claridad la relación entre los λl y las fuerzas reales
de ligadura, aplicamos la definición de fuerza generalizada a las Ecs. (4.16)
N
X X m
∂ri
FL
i · =− λl alk ; k = 1, ..., n (4.17)
∂qk
i=1 l=1
donde FL i representa las fuerzas reales de ligadura. Vemos que en la relación interviene una suma sobre todas
las fuerzas reales de ligadura y otra suma sobre todos los multiplicadores, la relación entre multiplicadores y
fuerzas reales de ligadura es entonces bastante indirecta.
fl (q1 , . . . , qn , t) = 0 ; l = 1, . . . , m (4.18)
de modo que la Ec. (4.21) corresponde a las ecuaciones de Lagrange con multiplicadores indeterminados en
el caso de ligaduras holónomas. Las fuerzas generalizadas provenientes de ligaduras holónomas se escriben
entonces
Xm
∂fl
QLk ≡ − λl (4.22)
∂qk
l=1
estas mismas ecuaciones se pueden obtener partiendo P directamente de la forma de la ligadura holónoma
fl (q, t) = 0 e introduciendo un término de la forma l λl fl = 0 en el principio de Hamilton, con un procedi-
miento similar al realizado para ligaduras no holónomas.
3
Para llegar a la Ec. (4.15), podemos seguir el procedimiento de la sección 2.2, pero de modo que en la Ec. (2.4) no se excluyan
las fuerzas de ligadura de la formulación. Seguimos entonces el procedimiento que nos lleva de (2.4) hasta (2.17), de tal modo que
(a) (a)
Qj en ésta última ecuación de puede descomponer como Qj = Qj + QL j , donde Qj proviene de las fuerzas aplicadas originales,
(a) (a) bj U como en las Ecs.
y QL j está asociada a las nuevas fuerzas aplicadas que emulan a las de ligadura. Si Qj = −∂qj V ó Qj = O
(2.21, 2.27), podemos construı́r un lagrangiano L = T − U donde el potencial incluye solo a las fuerzas aplicadas originales, con lo
cual se llega a la Ec. (4.15).
4
La ecuación (4.19) es eqivalente a (4.18), siempre y cuando al integrar (4.19) exijamos que la constante de integración sea nula.
58 CAPÍTULO 4. PRINCIPIO VARIACIONAL DE HAMILTON Y ECUACIONES DE LAGRANGE
La introducción de multiplicadores de Lagrange en ligaduras holónomas se justifica en uno de estos casos (1)
Comenzamos con coordenadas no independientes y queremos eliminar las dependientes5 (2) queremos hallar
las fuerzas de ligadura, es necesario tener en cuenta que los multiplicadores de Lagrange solo extraen el valor
de la magnitud de las fuerzas de ligadura, la dirección se debe determinar por consideraciones fı́sicas. Esto se
debe a la arbitrariedad para definir el signo del multiplicador, en realidad se puede hacer el cambio λl → −λl
(siempre y cuando sea para todos los λl ), y la formulación es igualmente consistente.
siguiendo los procedimientos variacionales ya descritos teniendo en cuenta que el potencial generalizado es
función de las coordenadas generalizadas, las velocidades generalizadas y el tiempo, se tiene
Z t2 n
Z t2 X
∂U d ∂U
δ T dt = − δqk dt
t1 t1 ∂qk dt ∂ q̇k
k=1
en esta forma el principio de Hamilton dice que la diferencia de la integral temporal de la energı́a cinética entre
dos caminos vecinos es igual a menos la integral temporal del trabajo realizado en los desplazamientos virtuales
entre los caminos. El trabajo calculado proviene solo de las fuerzas que derivan del potencial generalizado (ya
que implı́citamente el potencial del Lagrangiano solo contiene fuerzas aplicadas y no de ligadura). Por tanto, se
requiere que las ligaduras no realicen trabajos virtuales a fin de que las fuerzas generalizadas asociadas a dichas
ligaduras no entren en el miembro derecho de la Ec. (4.23). En consecuencia, si queremos mantener el principio
de Hamilton tanto para el caso holónomo como el no holónomo, es necesario que las fuerzas adicionales de
ligadura no holónomas no trabajen en desplazamientos virtuales δqk .
Otra manera de ver que las fuerzas de ligadura no entran en el principio variacional de Hamilton, se obtiene
partiendo de las ecuaciones (4.6) de ligadura para desplazamiento virtual
n
X
alk δqk = 0 , l = 1, . . . , m (4.24)
k=1
que nos conduce a la nulidad de los trabajos virtuales de las fuerzas de ligadura.
Por supuesto esta demostración se restringe a ligaduras holónomas o no holónomas que cumplan la condición
(4.24). En nuestro caso, la ligadura no-holónoma que más usaremos será la correspondiente a la condición de
rodadura, que claramente cumple con la condición (4.24)6 y no realiza trabajo virtual.
la ligadura nos muestra que la coordenada r no es independiente. Ası́ que podemos reducir a θ el conjunto de
coordenadas generalizadas independientes. No obstante, escribiremos las ecuaciones de Lagrange usando las
dos coordenadas r,θ. Calcularemos además las fuerzas generalizadas asociadas a las ligaduras con base en la
Ec. (4.22)
d ∂L ∂L ∂f1
= M r̈ ; = M r θ̇ 2 − M g cos θ ; QLr = −λ1 = λ1
dt ∂ ṙ ∂r ∂r
d ∂L d ∂L ∂f1
= M r 2 θ̇ = M r 2 θ̈ + 2M r ṙ θ̇ ; = M gr sin θ ; QLθ = −λ1 =0
dt ∂ θ̇ dt ∂θ ∂θ
M r̈ − M r θ̇ 2 + M g cos θ = λ1 (4.28)
2
M r θ̈ + 2M r ṙθ̇ − M gr sin θ = 0 (4.29)
las ecuaciones de Lagrange (4.28, 4.29) junto con la ecuación de ligadura (4.27) forman un sistema de 3
ecuaciones y tres incógnitas (r, θ, λ1 ), cuya solución es única bajo las condiciones iniciales adecuadas. Hay un
solo multiplicador λ1 ya que solo tenemos una ligadura. Aplicando la ligadura llegamos a r = a y ṙ = r̈ = 0,
y sustituyendolo en la ecuaciones (4.28, 4.29) obtenemos
este es un problema de dos ecuaciones con dos incógnitas que tiene solución única bajo las condiciones iniciales
adecuadas. Una solución parcial se puede obtener con el ansatz7
θ̇ 2 = A − B cos θ (4.31)
2g 2g
θ̇ 2 = − cos θ + (4.32)
a a
ahora reemplazando (4.32) en la primera de las Ecs. (4.30) se tiene que
2g 2g g λ1
− cos θ + − cos θ = −
a a a Ma
g λ1
(2 − 3 cos θ) = −
a Ma
con lo cual queda finalmente
λ1 = M g (3 cos θ − 2)
usando los métodos tradicionales de solución se puede ver que el multiplicador corresponde numéricamente al
valor de la fuerza de ligadura normal. Esto también se puede ver haciendo uso de las Ecs. (4.17, 4.20), teniendo
en cuenta que hay una sola fuerza de ligadura y un solo multiplicador
∂r ∂f1
N· = −λ1
∂qk ∂qk
∂ (rur ) ∂f1
N· = −λ1 ⇒ (N ur ) · ur = λ1
∂r ∂r
λ1 = N
donde hemos usado el hecho de que la fuerza normal va a lo largo de ur . Se puede ver que estrictamente
el multiplicador solo nos puede proporcionar la magnitud de la normal ya que la fuerza de ligadura (vecto-
rial) aparece en un producto punto que nos hace perder información sobre la dirección, a esto se le suma la
ambigüedad del signo del multiplicador.
Este problema ilustra muchas caracterı́sticas de la técnica de multiplicadores de Lagrange
7
Este ansatz está inspirado en el hecho de que θ̈ = (g/a) sin θ se asemeja a la ecuación de un péndulo simple (con θ̈ → θ̈
y θ → −θ) de oscilaciones no necesariamente pequeñas, en tal problema θ̇2 se puede obtener por conservación de la energı́a
mecánica de lo cual se obtendrı́a una expresión similar a nuestro ansatz Ec. (4.31).
8
Naturalmente, θ̇ debe ser ligeramente distinto de cero para que exista movimiento. Sin embargo, usamos estas condiciones
teniendo en cuenta que en ausencia de rozamiento, la velocidad angular se puede aproximar arbitrariamente a cero.
9
La Ec. (4.32) también se puede obtener ası́: θ̈ = ddtθ̇ = ddθθ̇ dθ
dt
= θ̇ ddθθ̇ . De la segunda de las Ecs. (4.30) y usando la expresión
anterior tenemos que
Z θ Z Z θ
g θ g θ
θ̈′ dθ′ = sin θ′ dθ′ ⇒ θ̇′ dθ̇′ = − cos θ′
0 a 0 0 a 0
1. Las ecuaciones de Lagrange solo se pueden solucionar teniendo en cuenta las ecuaciones de ligadura, para
formar el sistema de n + m ecuaciones e incógnitas.
2. Obsérvese que el método para calcular las fuerzas generalizadas de ligadura conduce automáticamente
a encontrar las coordenadas espúreas. En este caso existe un multiplicador que elimina la coordenada
sobrante r.
3. La fuerza de ligadura pudo ser hallada y está asociada a λ1 . Debe tenerse en cuenta sin embargo, que no
hay una relación uno a uno entre multiplicadores y fuerzas generalizadas de ligadura, en realidad cada
fuerza generalizada de ligadura es una combinación lineal de todos los λi como lo muestran las Ecs. (4.16,
4.22). La relación entre fuerzas reales de ligadura y multiplicadores es más indirecta todavı́a.
V = M g (l − x) sin φ0
dado que hay una ecuación de ligadura, se requiere solo un multiplicador de Lagrange. Comparando (4.33) con
(4.4) los coeficientes que acompañan a la ligadura son
QL L
x = −λ1 a1x = −λ1 ; Qθ = −λ1 a1θ = aλ1
10
Esto se debe a que esta es una condición de rodadura en donde el aro se restringe a moverse en un plano. Cuando esta
restricción deja de ser cierta, la ligadura es realmente no-holónoma, como se aprecia en los ejercicios 1, 2, Pág. 66.
62 CAPÍTULO 4. PRINCIPIO VARIACIONAL DE HAMILTON Y ECUACIONES DE LAGRANGE
de modo que las ecuaciones de Lagrange junto con las ecuaciones de ligadura quedan
constituye un conjunto de tres ecuaciones para x, θ,λ1 . Diferenciando la ligadura respecto al tiempo se obtiene
aθ̈ = ẍ, sustituyendo en la segunda de las Ecs. (4.36) se tiene que M ẍ = λ1 al sustituir esto en la primera de
las Ecs. (4.36) queda
g sin φ0
ẍ =
2
con lo cual
g sin φ0 M g sin φ0
θ̈ = ; λ1 = (4.37)
2a 2
puesto que hay un solo multiplicador, podemos obtener la magnitud de la fuerza de ligadura usando una sola
fuerza generalizada de ligadura, digamos QL L
x . La fuerza (real) de ligadura está dada por F = N + Fr siendo
N la normal y Fr la fuerza de rozamiento estático. Utilizando las ecuaciones (4.16, 4.17) tenemos que
∂r ∂r
QL L
x =F · = (N + Fr ) · = −λ1 a1x
∂x ∂x
es fácil ver que r = xux , por tanto ∂x r = ux , utilizando esto y la Ec. (4.35) resulta11
(N + Fr ) · ux = −λ1
M g sin φ0
− kFr k = −λ1 ⇒ Fr =
2
donde hemos usado la Ec. (4.37). Nótese que hemos obtenido información sobre la fuerza de rozamiento pero
no sobre la normal. Esto era de esperarse, ya que la fuerza de rozamiento estático es la que genera la condición
de rodadura, que fue la ecuación que usamos como ligadura.
Figura 4.1: Esfera de radio ρ, que rueda sin deslizar en la mitad inferior de una superficie cilı́ndrica de radio
R.
f (θ, φ) = Rθ − ρφ = 0 (4.38)
existe entonces un solo multiplicador de Lagrange y las ecuaciones de Lagrange con multiplicadores quedan
∂L d ∂L ∂f ∂L d ∂L ∂f
− =λ ; − =λ
∂θ dt ∂ θ̇ ∂θ ∂φ dt ∂ φ̇ ∂φ
que explı́citamente nos da
la ecuación para θ es la de un péndulo simple de amplias oscilaciones. Una vez resuelto θ (t), la ecuación de φ
se obtiene directamente de (4.38), ası́ mismo la solución para el multiplicador se obtiene de (4.42). ¿Cuál es la
asociación entre fuerzas de ligadura y el multiplicador en este problema?.
bajo el postulado de que se cumple el principio variacional de Hamilton extendido. La acción queda entonces
de la forma Z 2
I= L(qi , q̇i , q̈i , t)dt
1
y se tiene que
Z n
2X
∂I ∂L ∂qi ∂L ∂ q̇i ∂L ∂ q̈i
dα = dα + dα + dα dt (4.44)
∂α 1 ∂qi ∂α ∂ q̇i ∂α ∂ q̈i ∂α
i=1
Asumiremos suma sobre ı́ndices repetidos cuando los ı́ndices aparezcan. De momento omitiremos los ı́ndices
para simplificar los cálculos. En analogı́a con la Ec. (3.17, 3.18) tenemos
∂I ∂q
dα = δI ; δq = dα
∂α ∂α
con lo cual la Ec. (4.44) queda
13
Debe aclararse sin embargo, que el espacio de configuraciones y la trayectoria en dicho espacio, sı́ dependen de las coordenadas
generalizadas empleadas.
4.6. PRINCIPIO VARIACIONAL PARA LAGRANGIANOS QUE CONTIENEN A Q̈ (OPCIONAL) 65
Z 2
∂L ∂L ∂ q̇ ∂L ∂ q̈
δI = δq + dα + dα dt (4.45)
1 ∂q ∂ q̇ ∂α ∂ q̈ ∂α
Integrando por partes el término de la mitad nos da en analogı́a con la Ec. (3.11)
Z 2 Z 2 2 Z 2
∂L ∂ q̇ ∂L ∂ 2 q ∂L ∂q ∂q d ∂L
dt = dt = − dt (4.46)
1 ∂ q̇ ∂α 1 ∂ q̇ ∂α∂t ∂ q̇ ∂α 1 1 ∂α dt ∂ q̇
el primer término a la derecha es cero debido a la condición de extremo fijo en las qi . sustituyendo (4.46) en
la expresión (4.45) resulta
Z 2
∂L d ∂L ∂L ∂ q̈
δI = δq − δq + dα dt (4.47)
1 ∂q dt ∂ q̇ ∂ q̈ ∂α
donde hemos usado de nuevo la definición δq = (∂q/∂α) dα. El último integrando requiere dos integraciones
por partes
Z 2 Z 2 2 Z 2
∂L ∂ q̈ ∂L ∂ 2 q̇ ∂L ∂ q̇ ∂ q̇ d ∂L
dt = dt = − dt
1 ∂ q̈ ∂α 1 ∂ q̈ ∂α ∂t ∂ q̈ ∂α 1 1 ∂α dt ∂ q̈
y usando la condición de extremo fijo en las q̇i , vemos que se elimina el primer término a la derecha. Una
segunda integración por partes nos da
Z 2 Z 2 2
∂ q̇ d ∂L ∂ q d ∂L
− dt = − dt
1 ∂α dt ∂ q̈ 1 ∂t∂α dt ∂ q̈
Z 2
d ∂L ∂q 2 ∂q d2 ∂L
= − − − dt
dt ∂ q̈ ∂α 1 1 ∂α dt2 ∂ q̈
el primer término a la derecha se elimina por la condición de extremo fijo en los qi . Por tanto
Z 2 Z 2
∂L ∂ q̈ ∂q d2 ∂L
dt = 2
dt (4.48)
1 ∂ q̈ ∂α 1 ∂α dt ∂ q̈
reemplazando (4.48) en (4.47) y usando la definición de δq se tiene que
Z 2
∂L d ∂L d2 ∂L
δI = δq − δq + 2 δq dt
1 ∂q dt ∂ q̇ dt ∂ q̈
factorizando δq’s, y colocando los ı́ndices de nuevo, resulta
Z n
2X
∂L d ∂L d2 ∂L
δI = − + 2 δqi dt = 0
1 ∂qi dt ∂ q̇i dt ∂ q̈i
i=1
puesto que las qi son independendientes, las variaciones δqi son independientes y podemos aplicar el lema
fundamental del cálculo variacional y ver que δI = 0 requiere que tanto el integrando como los coeficientes de
δqi se anulen separadamente, llegando entonces a las ecuaciones de movimiento:
∂L d ∂L d2 ∂L
− + 2 =0 ; i = 1, 2, ..., n. (4.49)
∂qi dt ∂ q̇i dt ∂ q̈i
Nótese que para utilizar el principio variacional de Hamilton extendido, el espacio de configuraciones debe
ser de dimensión 2n, con qi y q̇i en los ejes, ya que la condición completa de variación cero en los extremos
requiere esta extensión del espacio. Además estas condiciones de variación cero conducen a la invarianza de
las ecuaciones de movimiento, bajo el siguiente tipo de transformaciones gauge del Lagrangiano
dF (q, q̇, t)
L′ = L + (4.50)
dt
66 CAPÍTULO 4. PRINCIPIO VARIACIONAL DE HAMILTON Y ECUACIONES DE LAGRANGE
1 k
L = − mq q̈ − q 2 (4.51)
2 2
para el cual tenemos
∂L 1 d ∂L d2 ∂L d2 1 1
= − mq̈ − kq ; − =0 ; = 2 − mq = − mq̈
∂q 2 dt ∂ q̇ dt2 ∂ q̈ dt 2 2
al reemplazar estas relaciones en las ecuaciones de movimiento (4.49) tenemos
−mq̈ − kq = 0
Que corresponde a la ley de Hooke. Nótese que el Lagrangiano (4.51) a pesar de su apariencia extraña,
nos da las ecuaciones del oscilador armónico cuando usamos este “formalismo de sacudida” de las ecuaciones
de Lagrange. Para entender porqué, utilizaremos la invarianza gauge en (4.50), para obtener el Lagrangiano
(4.51) a partir del Lagrangiano usual para el oscilador armónico simple LSHO
d mq q̇ mq̇ 2 kq 2 mq q̈ mq̇ 2
L (q, q , q̈, t) = LSHO (q, q̇, t) + − = − − −
dt 2 2 2 2 2
1 k 2
L (q, q , q̈, t) = − mq q̈ − q
2 2
es muy importante enfatizar que los Lagrangianos L y LSHO son equivalentes solo bajo el principio de Hamilton
extendido con variación cero en q, q̇. De otra forma el Gauge (4.50) ya no serı́a válido.
De lo anterior se vé que se requiere un principio variacional especı́fico o equivalentemente, un tipo especı́fico
de ecuaciones de movimiento, para que un Lagrangiano dado tenga toda la información fı́sica del sistema.
Ası́ mismo, las transformaciones gauge posibles para el Lagrangiano dependen del principio variacional que se
postule, o de las ecuaciones de movimiento que se asuman.
4.7. Ejercicios
1. Supongamos un disco de radio R que rueda sobre un plano horizontal XY , de manera que permanece
siempre vertical. Sean (x, y) las coordenadas del centro del disco. Definimos también un ángulo de rotación
φ alrededor del eje del disco, y un ángulo θ entre el eje X y el eje del disco (ver Fig. 4.2). Si el disco
rueda sin deslizar, demuestre que la condición de rodadura se manifiesta en una ligadura de la forma
2. Supongamos que tenemos un conjunto de ecuaciones diferenciales lineales de ligadura del tipo
n
X
gk (x1 , . . . , xn ) dxk = 0 (4.53)
k=1
este tipo de ligaduras son holónomas solo si existe una función integrante f (x1 , . . . , xn ) que convierta a
estas ecuaciones en diferenciales exactas i.e.
n
X n
X ∂f ∂f
gk (x1 , . . . , xn ) dxk = df = dxk ⇒ gk = (4.54)
∂xk ∂xk
k=1 k=1
multiplicando la última ecuación por f y derivando el producto parcialmente con respecto a xj se obtiene
∂ ∂f ∂f ∂2f
(f gk ) = +f (4.55)
∂xj ∂xj ∂xk ∂xj ∂xk
4.7. EJERCICIOS 67
Figura 4.2: Disco vertical que rueda sin deslizar sobre el plano XY .
invirtiendo el rol de los ı́ndices j, k, se obtiene una ecuación similar, y el miembro derecho de tal ecuación
es idéntico al miembro derecho de la Ec. (4.55) si las segundas derivadas parciales son contı́nuas. Por
tanto, la función integrante debe cumplir la condición14
∂ (f gk ) ∂ (f gj )
= ; j, k = 1, . . . , n (4.56)
∂xj ∂xk
demuestre que no se puede encontrar una función integrante para la ligadura de rodadura Ec. (4.52). Sin
embargo, tal función integrante sı́ existe cuando θ es constante en la Ec. (4.52), como ocurre por ejemplo
con un disco que rueda sobre un plano inclinado.
3. Resolver el ejercicio de la sección 4.4.2, sustituyendo el aro por una esfera, un cilindro, un disco y un
elipsoide de revolución. Asuma constante la densidad de cada figura.
4. Demuestre que el gauge (4.50), deja invariantes las ecuaciones de movimiento (4.49), que se derivan del
principio de Hamilton extendido, asociado al “formalismo de la sacudida”. Demuéstrelo (a) apelando
directamente a las ecuaciones diferenciales, (b) apelando al principio variacional de Hamilton extendido.
5. En la sección 2.8.6 Pág. 32, se estudió la dinámica de un aro que rueda sin deslizar sobre una cuña que
desliza sin rozamiento sobre el suelo. Trate la ligadura de rodadura utilizando el método de multiplica-
dores de Lagrange. Contraste los resultados con los obtenidos en la sección 4.4.2, Pág. 61, en la cual la
cuña está fija en el suelo.
14
En las condiciones (4.54, 4.56) podemos agregar la coordenada temporal digamos xn+1 ≡ t, y las Ecs. (4.54, 4.56) serı́an
válidas para j, k = 1, . . . , n + 1. Nótese que esta es la estructura de las Ecs. (4.4), Pág. (55).