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Ciudades Abaluartadas

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L ONDRES, EXTREMADURA Y PORTUGAL , 2007-2008

Red Extremeño-Alentejana de ciudades Abaluartadas


Moisés Cayetano Rosado
Doctor en Geografía e Historia
Director de la Revista de Estudios Extremeños

La red de recintos abaluartados que se conserva en toda la raya luso-española, y


especialmente en Extremadura-Alentejo -al ser la «línea de choque» entre ambos
estados durante toda la Edad Moderna-, constituye un patrimonio histórico singular,
testimonio excepcional de un periodo significativo de la historia humana digno de
optar a la calificación de «Sitio Cultural Patrimonio de la Humanidad». Tomar
conciencia de ello y sistematizar las actuaciones conducentes a lograrlo es nuestra
responsabilidad.

El extenso patrimonio de castillos medievales en la Península Ibérica es fruto de una


inseguridad territorial -conquista y reconquista-, que marcó a la Edad Media. Se hicieron
especialmente necesarios en los territorios de «fricción» entre los reinos cristianos de León y Castilla
y el de Portugal, unos contra otros, y ellos ante los musulmanes. Órdenes Militares y grandes
señores que encabezaron la Reconquista e iniciaron la repoblación, necesitaban unos recintos de
salvaguarda para su seguridad personal y la de los suyos, como también lo harían las taifas
musulmanas y después los almohades y almorávides, que continuaron la labor de resistencia.

Recintos abaluartados.

Pero las luchas entre España y Portugal en la Edad Moderna harán que los recintos
fortificados más cercanos a la «raya» se refuercen con nuevas técnicas, adecuadas a las
innovadoras armas de combate de largo alcance -en especial las artilleras-, al tiempo que
amplían su perímetro y se dotan de fuertes externos, revellines, lunetas, glacis… Así, se
constituyen en fortificaciones abaluartadas: construcciones de poca altura, pero con gruesos
muros en talud de doble pared de piedra y relleno de tierra, que absorbe los impactos; van
reforzados por baluartes poligonales en los ángulos, con diversas aperturas según los usos:
saeteras, troneras, cañoneras.

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EL PATRIMONIO CULTURAL: TRADICIONES, EDUCACIÓN Y TURISMO

En la línea Madrid-Lisboa, en la frontera, se hacen imprescindibles: Guerra de


Restauración portuguesa para liberarse del dominio de los Austrias españoles (1640-1668),
de Sucesión a la Corona de España tras la muerte sin descendencia de Carlos II (1701-1714) y
de invasiones napoleónicas en su afán imperialista (1808-1814) servirán para continuos
perfeccionamientos, reforzamientos, innovaciones y ampliaciones.
Hoy, ese excelente patrimonio arquitectónico militar en la «raya» tiene sus muestras
más singulares -correspondiéndose como «botón y ojal»- en: Marvão/Castelo de Vide/
Portalegre frente a Alcántara/Brozas/Valencia de Alcántara; Ouguela/Campo Maior frente
a Alburquerque; Elvas (y a retaguardia Vila Viçosa/Estremoz/Évora) frente a Badajoz;
Juromenha correspondiéndose con Olivenza, y Monsaraz con Alconchel.
Lamentablemente, algunas fortificaciones se han perdido, como las españolas de Moraleja
y Herrera de Alcántara, y otras han sido mutiladas por un mal entendido progreso
«desarrollista». Hay que tener en cuenta que con el final de las invasiones francesas no acaba
la misión defensiva de estos amurallamientos, pues preventivamente continuaron cuidándose
a lo largo de todo el siglo XIX, pues el temor iberista de Portugal y la prevención española
continuaron vivos, a pesar de los costos económicos que el mantenimiento de estas
construcciones en buen estado significaban. Piénsese que incluso durante la Guerra Civil
española (1936-1939), aún desempeñaron una importante misión de salvaguarda de la
población residente intramuros: en Badajoz, las fuerzas rebeldes tuvieron que entregarse a
una sangrienta ofensiva antes de abrir una brecha en los baluartes el 14 de agosto de 1936.
Sin embargo, ya en esos años treinta del siglo XX habían comenzado no sólo el abandono
sino el derribo intencionado de lienzos de muralla para expandir nuevos barrios residenciales.
Aunque serían los años sesenta, con el comienzo del «desarrollismo económico» europeo (con la
aceleración económica en el centro del continente y la emigración mediterránea, que
proporcionarían trabajo y recursos generales, en los primeros por su propia prosperidad industrial
y en los segundos por las remesas de sus emigrantes y la llegada de turistas e inversiones
extranjeras), los que asistieron al mayor destrozo en este patrimonio histórico monumental.
Aún así, lo mucho y valioso que se conserva, tiene entidad, especificidad, universalidad,
densidad, valor histórico y artístico e ilación de conjunto suficiente -cumpliendo con los criterios
de la UNESCO, como detallaremos más adelante- como para constituir un legado digno e optar a
la calificación de Patrimonio Mundial, bajo la tipología de Sitio, incluso extendiéndose a toda la
Raya Ibérica. Hemos de hablar de Sitio, dentro de lo que la UNESCO denomina Patrimonio Cultural,
pues éste lo clasifica en Monumentos, Conjuntos y Sitios, refiriéndose el primero a una obra concreta
y singular; el segundo a Centros Histórico (perímetros de ciudades antiguas) y Ciudades Históricas
Vivas, y el tercero a «obras del hombre o bien las obras conjuntas del hombre y la naturaleza,
incluidos los lugares arqueológicos, que tienen un valor universal excepcional desde el punto de
vista histórico, estético, etnológico o antropológico.

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Patrimonio Mundial.
Hay que tener en cuenta que la calificación de Patrimonio Mundial no se obtiene
especialmente por la belleza excepcional, por lo sobrecogedora de la representación artística,
sino cumpliendo alguno de los requisitos básicos que, para los Patrimonios Culturales (otra
modalidad es Paisaje Natural) podemos resumir así:

I.- Representar una obra maestra del genio creativo humano.


II.- Ser la manifestación de un intercambio considerable de valores humanos
durante un determinado periodo o en un área cultural específica.
III.- Aportar un testimonio único o por lo menos excepcional de una tradición
cultural o de una civilización.
IV.- Ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificio o conjunto
arquitectónico, o de paisaje que ilustre una etapa significativa de la historia.
V.- Constituir un ejemplo sobresaliente de hábitat o establecimiento humano
tradicional.
VI.- Estar asociado directa o tangiblemente con acontecimientos o tradiciones
vivas.

A ello han de unirse dos condiciones previas. Una, responder en su concepción, materiales
y ejecución al valor de autenticidad. Dos, gozar de protección jurídica y mecanismos de gestión
adecuados para asegurar su conservación.
Cualquiera que conozca nuestro patrimonio abaluartado de frontera surgido y reforzado
en la Edad Moderna, entenderá que cumplimos de sobra con las exigencias, que las rebasamos,
pues -además de cumplir con las condiciones previas- entramos de lleno no en un registro
sino en varios, especialmente en el I y en el IV.
Así, tenemos una entidad inigualable: en ningún otro lugar del mundo hay un patrimonio
de arquitectura militar tan claro, definido, tan conseguido y homogéneo.
De otra parte, la especificidad es contundente: estamos ante un patrimonio monumental
rigurosamente utilitario, de refuerzo defensivo, de salvaguarda de la población, de prevención
ante la hostilidad sistematizada.
El patrimonio es, a la vez, taxativamente universal: responde a un modelo constructivo
que tiene equivalencias y réplicas por todo el mundo, especialmente por los lugares en que
España y Portugal tuvieron influencia -y colonias- entre los siglos XVII y XIX, sobre todo en
Latinoamérica y el Mediterráneo.

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EL PATRIMONIO CULTURAL: TRADICIONES, EDUCACIÓN Y TURISMO

Pero la densidad, la nutrida representación de construcciones, en ningún lugar está tan


presente como en la raya extremeño-alentejana, al ser la zona de conflictos bélicos más intensos
de nuestros sangrientos enfrentamientos, que obligaron a reforzar defensivamente esa línea
Madrid-Lisboa, la de las mayores ofensivas, con un genial «cosido» de barreras preventivas.
Todo ello nos sitúa ante un legado de valor histórico-artístico fabuloso, pues a través de
estas fortalezas, estos amurallamientos, esos fuertes, baluartes, revellines, lunetas, glacis,
cortinas, fosos… podemos estudiar la mentalidad socio-política, el poderío económico, los
avances culturales, artísticos, científicos, técnicos, de un extenso periodo de más de 300 años,
con sus proyectos y actuaciones, sus avances, logros humanos en general.
El conjunto, podemos remarcarlo, tiene una ilación espléndida, pues todo el patrimonio
abaluartado responde a unos criterios rigurosamente lógicos: la convulsión sostenida de un
periodo difícil; la asunción de responsabilidades colectivas para salvaguardar a la comunidad
amenazada; la conciencia de la necesidad de una obra perdurable en el tiempo ante las
agresiones bélicas sistematizadas, sin esperanza de pronta solución pacífica.
Conclusión.

En definitiva, fruto de aquella época dura, llena de sobresaltos y dolor, hoy nos queda
este Patrimonio Mundial inigualable, testimonio y ejemplo de lo que en arquitectura, ingeniería
militar y genio constructivo y artístico se puede hacer -y que es ejemplo sobresaliente del
conjunto arquitectónico militar defensivo de toda la Edad Moderna-, y aldabonazo a las
conciencias para no repetir una historia de enfrentamientos y guerra.
Ya, en la Lista Indicativa de España, revisada por el Consejo del Patrimonio Histórico el
17 de junio de 2005, figura con la aspiración a ser calificado como Patrimonio Mundial las
«Fortificaciones abaluartadas fronterizas», requisito previo para su candidatura formal ante
la UNESCO.
Desde Extremadura y Alentejo tenemos que trabajar para que esta aspiración se concrete
en realidad: catalogar, cartografiar, fotografiar, documentar, rehabilitar las fortificaciones
abaluartadas; ponerlas en valor como museos de Historia Militar e Historia de la Frontera,
como centros culturales, recreativos, de encuentro y ocio, como reclamo turístico… Y ello, en
colaboración de unos con otros, en red coordinada, en programación compartida. Ese es el
primordial paso para optar con garantías a Sitio Cultural Patrimonio de la Humanidad.

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BIBLIOGRAFÍA BÁSICA CONSULTADA.


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SITIOS DE INTERNET:
www.patrimonio-mundial.com/unesco
www.mcu.es/jsp/plantilla_wai.jsp?id=36&area=patrimonio
www.international.icomos.org
www.esicomos.org/Nueva_carpeta/TCSM/MRSI_ANEXO2.htm
www.icomos-ciic.org

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