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1-Algebra1 Guiateorica1 M

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¿Qué es lógica?

Breve introducción histórica


La lógica es una de las ramas de la ciencia que se dedica al estudio de las formas y los
modos por los cuales se rige el razonamiento, centrándose en las formas de inferencia
válida. De esto se deduce que no tiene un contenido formal propio, si no que nos brinda
herramientas para diferenciar un conocimiento válido de otro inválido.
La lógica era considerada originariamente una rama de la filosofía, pero fue variando
con el tiempo para terminar asociada a la matemática (encontrando su punto culmine en
el positivismo lógico del Círculo de Viena de principios de siglo XX).
Podemos distinguir dos tipos de lógica:
 Lógica pura: Analiza las formas válidas e inválidas de conocimiento.
 Lógica aplicada o material: En la cual se analizan casos concretos de razonamiento y
se analiza sus premisas para llegar a una conclusión lógicamente correcta.
Podemos encontrar grandes exponentes dentro del análisis de la lógica, como
Aristóteles en la Antigüedad o Immanuel Kant en la Era Moderna. Aunque no se hayan
dedicado exclusivamente al análisis lógico, sino que éste era una parte más dentro de su
vasta producción teórica, hicieron grandes aportes a esta ciencia.
Aristóteles fue el primero en plantear la noción de lógica para denominar la revisión de
los argumentos como señaladores de la verdad en todo a lo que respecta a la ciencia y al
presentar al silogismo como argumento válido.
Sin embargo, no podemos cometer el error de ignorar que, a través de la historia,
Aristóteles no fue el único, sino que recorrieron la tierra muchas otras personas que fueron
contribuyendo con sus ideas y argumentos a la formación y crecimiento de esta ciencia.
Entre algunos ejemplos de estas figuras, podemos viajar a la Edad Media y destacar el
trabajo que llevó a cabo Averroes, un filósofo proveniente de la región de Córdoba, España,
que entre los muchos estudios que realizó, también planteó que es muy importante y
fundamental realizar un estudio respecto a la lógica de los maestros antiguos para que,
luego de eso, se pueda comenzar a “filosofar” de la forma que corresponde.
Viajando un poco en el tiempo, si nos transportamos al siglo XVIII y al siglo XIX, una de
las figuras destacables que más desarrolló y practicó estudios en base al tema de la lógica
fue Immanuel Kant. Como bien es sabido, él es considerado parte de los pensadores más
destacados e influyentes en la historia de la humanidad y logra destacar y establecer,
dentro de la materia que nos ocupa, un nuevo concepto, el de la lógica trascendental.
Este nuevo término, introducido gracias a los estudios del filósofo propiamente citado,
Immanuel Kant, busca la manera de definir al tiempo y al espacio como formas puras de la
sensibilidad. Tenemos la capacidad de reconocer y nombrar a los objetos a través de la
percepción, sensibilidad e intuición, pero cuando no existe ninguna de éstas, se denominan
representaciones puras y son éstas el centro de estudio de este filosofo.
El avance en el estudio de la lógica fue dado por la aparición de las denominadas
paradojas, ya que éstas, al ser claras contradicciones en cuanto al sentido común,
impulsaban la resolución de ciertos interrogantes. Sin embargo, no sólo dio el pie al
desarrollo de la lógica, sino también de la filosofía y de otras disciplinas.

PENSAR Y RAZONAR

Pensar es un complejo proceso que se inicia con la creación de imágenes mentales


en nuestro cerebro. Estas imágenes las integramos, emparejamos, proyectamos o
asociamos con nuestros conceptos o esquemas que tenemos memorizados,
representándonos las situaciones del mundo y de nosotros mismos en un proceso
simbólico que necesitamos estructurar en secuencias sintácticamente, esto es,
lógicamente, organizadas. Tras ello podemos prever lo que sucederá, evaluar las
consecuencias de nuestros actos, anticipar para evitar episodios desfavorables y
promocionar los que más nos beneficien. Naturalmente este tipo de pensamiento puede
verse influido por nuestras emociones y por factores físicos o sociales que modulan,
habitúan, prejuzgan nuestras maneras de representarnos las cosas del mundo.
Constantemente pensamos. Eso significa que construimos secuencias
temporalizadas de imágenes o conceptos que representan simbólicamente cosas o eventos
y que podemos poner en movimiento para producir -simbólicamente- lo que aún no ha
acontecido. Ese poner en movimiento, que necesita naturalmente no sólo una memoria en
funcionamiento, sino también una conciencia de lo que estamos pensando, es a lo que
podemos denominar razonamiento.
De esta manera, razonar consiste en producir juicios. Un juicio tiene la forma de una
proposición, es decir, de una oración. Por ejemplo 'esta mesa es verde' es un juicio. En él
están contenidos los conceptos: 'mesa', 'lo verde'; también hay imágenes que singularizan
nuestros objetos o que emparejamos con los conceptos y hay una estructura lógica,
sintáctica, que nos permite en una secuencia expresar un estado de cosas del mundo. Para
incorporar esa estructura lógica nos servimos de elementos de enlace como el verbo 'ser' o
de conjunciones o cuantificadores que nos indican el dominio del que hablamos, etc. Estos
elementos tienen un origen en nuestros esquemas de imágenes que contienen una lógica
implícita, pero los hemos exteriorizado en ciertos elementos del lenguaje para facilitar
nuestro pensamiento. Esos elementos, que nos permiten razonar, también nos permite ir
de lo dado a que todavía no sabemos o no ha ocurrido. Pues una vez creado un juicio
podemos conectarlo con otro y producir una secuencia causal o deductiva entre ellos.
Por ejemplo, supongamos que hemos obtenido un juicio tal como: “Todos los
hombres son mortales” Y que posteriormente conocemos a Juan y construimos el siguiente
juicio “Juan es un hombre”. ¿Necesitamos esperar a la muerte de Juan para deducir que
“Juan es mortal”? Razonando, es decir, encadenando juicios conocidos podemos llegar a
obtener nuevos conocimientos, prever situaciones, tomar decisiones, etc. Pues bien, esa es
la idea de Razón. Visto así, la Razón no es una facultad o una parte que podamos encontrar
en el cerebro, no es nada sustantivo, como tampoco lo es la memoria o, en general,
cualquier proceso cognitivo humano, mejor, es una característica que adopta el
pensamiento cuando compone, relaciona y asocia juicios respetando las estructuras lógicas
contenidas en los juicios mismos.
Pero con la idea de Razón va asociado además un componente adicional de suma
importancia. Analicemos el siguiente texto:

“La razón no es una facultad especial: es un proyecto de la


inteligencia, decidida a saber si hay evidencias más fuertes que las
privadas, a evaluarlas y a aceptarlas si llegara el caso. Por eso es más
correcto usar el adjetivo «racional». Hay una inteligencia racional, que
es un paso más en la larga historia que comenzó con una inteligencia
computacional capaz de autodeterminarse.
Pero ya he dicho que el conocimiento de la realidad es sólo una de
las funciones de la inteligencia. También es tarea suya inventar nuevas
posibilidades y también en esta tarea se deja seducir desde la lejanía
por la idea de racionalidad. Recordará el lector que la inteligencia se
definía por sus proyectos y que su proyecto de mayor envergadura era
el de un sujeto inteligente o de una vida inteligente. Pues bien, ese
proyecto se concreta en un sujeto universalizado por la razón dispuesto
a plegarse ante el argumento más poderoso o ante el valor más alto
que no sería si- no la mejor posibilidad pensable.”

¿Qué quiere decir aquí J. A. Marina? J. A. Marina considera dos dimensiones en la


inteligencia humana. Una sería semejante a la capacidad de cómputo de un ordenador.
Efectivamente el ser humano puede procesar información, lo hace, por ejemplo, cuando
percibe. El hombre transforma una señal luminosa en una percepción, después de un largo
proceso (aunque muy breve en el tiempo) que realiza el cerebro y del que no somos
conscientes. Pero además hay que admitir otro nivel de inteligencia que se le abre al ser
humano con la conciencia. Y es la capacidad para crear planes y proyectos, la capacidad de
prever el futuro y evaluar las consecuencias de sus actos; esto le va permitir
autodeterminarse. Es decir, establecer lo que desea hacer y elaborar estrategias para
llevarlo a cabo. Ahora bien, esta capacidad creadora de inventar posibilidades mediante el
razonamiento nos lleva directamente a desear la mejor de las alternativas posibles. La
razón tiene que ver con esa idea de lo mejor: con el mejor argumento y con el máximo
valor. Es efectivamente un proyecto, pero un proyecto de la humanidad, pues hace falta
unanimidad para determinar qué es lo mejor de lo posible y esa unanimidad sólo se puede
conseguir si la propia estructura lógica de la secuencia de razonamiento es evidente en sí
misma, esto es, si nadie que analice el argumento puede negar su validez. Este proyecto,
que ha seducido a la humanidad desde siempre, sólo se ha concretado con rotundidad en
las ciencias formales, matemáticas y lógica; y aunque sería muy deseable concretarlo en
otros campos, por ejemplo, en la ética, la dificultad es mayor y todavía no se ha logrado por
completo. Posiblemente sea imposible, pero sin duda a la humanidad le gustaría construir la
mejor vida de las posibles y convencerse de ello. A eso, tanto en la práctica como en la
teoría, Kant lo llamó el Ideal de la Razón.
Pues bien, en lo que sigue nos vamos a ocupar del razonamiento lógico, de cómo
relacionar juicios de tal manera que si fueran verdaderos los juicios de los que partimos, no
nos podríamos equivocar nunca en los nuevos juicios que obtu- viéramos. Pues la propia
estructura de los juicios y de la relación que establecemos entre ellos asegura la validez y la
evidencia.

El Razonamiento Lógico

El razonamiento lógico es entonces un conjunto de proposiciones (juicios) que


mantienen entre sí relaciones lógicas de tal forma que partiendo de algunas proposiciones
dadas -a las que denominamos premisas- podemos llegar deductivamente a una
proposición que no teníamos y que denominamos conclusión. La obtención de la
conclusión, si procedemos lógicamente, asegura la validez de la misma por la propia
estructura lógica de las premisas. Por ejemplo, si partimos como premisas de los siguientes
juicios:

(1) Si llueve entonces me mojo


(2) y llueve
-----------------
¿Qué podemos concluir? Evidentemente, que me mojo.

Esto es una inferencia o razonamiento deductivo en el cual, si las premisas fueran


verdaderas, la conclusión también lo sería. La ciencia que estudia qué tipos de esquemas de
inferencia aseguran la validez de las conclusiones es la Lógica.

La Lógica Formal

La lógica podemos definirla como la ciencia de los principios de la validez formal de


la inferencia. Analicemos esta definición. Ya sabemos lo que es una inferencia o
razonamiento deductivo, no debemos confundir ahora el proceso psicológico con el
resultado de este proceso. Ahora sólo nos interesa el resultado, independientemente de
quién lo piense o de cómo se haya producido. La lógica solamente se ocupa de
razonamientos como productos o resultados.
¿Qué significa eso de la validez formal? En parte ya ha sido explicado ante-
riormente, usemos ahora algunos ejemplos:

(1) Si llueve entonces se me seca la ropa


Llueve
---------
Luego, se me seca la ropa

(2) Si llueve entonces me mojo


Me mojo.
---------
Luego, llueve.

El razonamiento (1) parece falso, pues no ocurre en la experiencia que cuando


llueva se seque la ropa, por el contrario (2) parece verdadero, pues efectivamente si me
mojo puede ser porque llueva. Sin embargo, este análisis responde a lo que denominamos
Verdad material. La verdad material es un asunto de experiencia, podría ser que
efectivamente cuando llueva se nos seque la ropa, pero en este mundo ocurre lo contrario.
La verdad material es un asunto que investiga las ciencias empíricas o experimentales que
necesitan acudir a la experiencia para determinar la verdad de sus teorías. La Lógica no se
ocupa de este tipo de verdad, sino de la validez o verdad formal. En ese sentido prescinde
de los contenidos de los juicios para ocuparse de la mera forma lógica.
Eliminemos mediante un proceso de formalización el contenido de (1) y de (2). Este
proceso de formalización va a consistir en asignar a cada proposición u oración una letra
minúscula a partir de la letra p, por convención. De esta manera, vamos a tratar con
variables proposicionales. Una variable proposicional, como la 'x' o la 'y' de las ecuaciones
matemáticas, es algo que puede estar por cualquier oración, con cualquier contenido. La
noción de variable es precisamente algo que admite instancias de sustitución dentro de un
dominio especificado.
En este caso, si vamos a tratar con variables proposicionales, será porque el
dominio de sustitución será el conjunto de las oraciones. Procedamos entonces a
formalizar nuestras inferencias:

(1)
sea p: llueve
sea q: se me seca la ropa
y simbolicemos la relación condicional si...entonces mediante el signo
p q
p
---------
q

(2)
sea p: llueve
sea q: me mojo
p q
q
---------
p

Visto así la lógica nos dirá que (1) es un esquema de inferencia válido, mientras (2)
no lo es. Es decir, que todo razonamiento que tenga la estructura lógica de (1) asegura la
validez de las conclusiones obtenidas, o como lo expresábamos anteriormente, si las
premisas fueran verdaderas, la conclusión también sería verdadera. A esto es a lo
denominamos validez formal de las inferencias.
Si, como hemos definido, la Lógica intenta establecer un catálogo de estructuras o
esquemas de razonamiento que no nos lleven a error a la hora de obtener una conclusión a
partir de una premisas, cabe preguntarse cómo se puede hacer esto. Una forma podría ser
hacer una lista de razonamientos y ver si son formalmente válidos. Esta estrategia sería
mala, ya que no sería ni completa, ni económica. Ante cualquier nuevo razonamiento no
contemplado tendríamos que comprobar su validez, pero sobre todo siempre quedará el
desconocimiento de otros muchos razonamientos que pueden ser válidos y que todavía no
están en la lista, resultando así una tarea así infinita. La estrategia de la lógica como ciencia
es la inversa. Lo que la lógica diseña es un método general de prueba de razonamientos, un
mecanismo efectivo que responde sí o no ante la pregunta ¿es este razonamiento válido?
Esta manera de proceder recibe el nombre de Cálculo. Observemos que en este sentido es
semejante a la noción matemática de cálculo. Para saber el valor de la suma de dos
números, podemos sumar todos los números entre sí, pero esta tarea es imposible porque
el sistema numérico es infinito. De la misma manera, lo que hacen los matemáticos es
proporcionarnos un cálculo que podemos usar cuando queremos sumar dos números. Si se
quiere, una calculadora es un artefacto que realiza cálculos. ¿Qué debe entonces contener
un artefacto para realizar cálculos? Analicemos ahora la noción de cálculo.
Un cálculo es una mera estructura sintáctica, un sistema de relaciones. No
constituye un lenguaje hasta que no aportamos una interpretación semántica de sus
elementos. Un cálculo es como la estructura de un juego y la interpretación de esa
estructura es lo que hace que sea el ajedrez o el parchís, o una calculadora.
Como hemos visto ya, el cálculo de proposiciones o de enunciados toma como
elementos primitivos o vocabulario básico, por un lado variables proposicionales que
usaremos para referirnos a oraciones sin analizar tomadas como oraciones completas y los
símbolos lógicos que formalizaran a los elementos que indican la estructura y relaciones
lógicas que se establece entre las proposiciones, en el lenguaje natural esto lo suele
cumplir las conjunciones.
El contenido de una proposición lo representamos mediante una variable. Para lo
cual emplearemos letras consonantes minúsculas a partir de p,q,r,s,... Si fuera necesario
pondremos subíndices p1, p2, p3 pn.
Las proposiciones que interesan a la lógica son siempre proposiciones enunciativas
o aseverativas, y como es una lógica bivalente, sus proposiciones serán siempre y sólo
verdaderas o falsas. Por tanto, una proposición formalizada por la variable p podrá tener el
valor verdadero o falso. Simbolizaremos estos valores con (V,F). V para lo verdadero y F
para lo falso. Si lo expresamos en forma de tabla, obtendremos lo siguiente:

p
V
F

Para dos variables las posibles combinaciones de sus valores de verdad que se
pueden dar entre ellas serían:
p q
V V
V F
F V
F F

En general dado un número n de proposiciones, el número de combinaciones


posibles de sus valores de verdad sería 2n. Así para n=3, sus combinaciones serán 8, para
n=4, 16. Por ejemplo:

p q r
V V V
V V F
V F V
V F F
F V V
F V F
F F V
F F F

Conectores Lógicos y sus Interpretaciones Semánticas

Los conectores u operadores lógicos son los encargados de establecer las


conexiones lógicas entre las oraciones, de igual manera que en el lenguaje natural hacen
las conjunciones. Los describiremos a continuación:

La negación: ( )
La negación es una conectiva monádica (funciona sólo para una proposición), toma
como argumento una proposición y arroja como valor lo contrario. La expresaremos me-
diante el signo , y la ubicaremos delate de la variable proposicional a la que se aplica,
como por ejemplo: p.
Evidentemente simboliza al 'no' o a cualquier forma de negación del lenguaje
natural. Opera invirtiendo el valor del argumento. Si p es verdadera, entonces p es falsa y
al revés. En forma de tabla:
p p
V F
F V

La Conjunción: ( )
Sean p y q dos proposiciones cualesquiera podemos unirlas conjuntivamente
mediante 'y' o cualquier otra forma de unión conjuntiva del lenguaje natural. En la notación
lógica usaremos el siguiente signo y la colocaremos entre las dos variables
proposicionales que conecta, como por ejemplo: p q.
La conjunción de dos proposiciones atómicas es verdadera cuando lo son a su vez
las dos proposiciones componentes. Por ejemplo, decíamos que: 'llueve y me mojo' es
verdadera cuando ocurre que 'llueve' y ocurre que 'me mojo'. La interpretación semántica
de la conjunción es entonces:

p q p q
V V V
V F F
F V F
F F F
La Disyunción: ( )
Sean dos proposiciones cualesquiera, p, q, podemos unirlas mediante la disyunción
'o' y la simbolizaremos mediante el símbolo , que colocaremos entre las dos variables
proposicionales que conecta, como por ejemplo p q.
La disyunción puede interpretarse de dos maneras distintas:
 Disyunción inclusiva: se puede dar una u otra de las alternativas o las dos a la
vez. Se representa con el conector lógico
 Disyunción exclusiva: si se da una de las alternativas no se da la otra. Para este
conector, usaremos el símbolo
Desde el punto de vista lógico es mayor la importancia de la disyunción inclusiva, es
decir, o p o q o ambas a la vez. En forma de tablas:
Disyunción inclusiva (
p q p q
V V V
V F V
F V V
F F F
Disyunción inclusiva (
p q p q
V V V
V F V
F V V
F F F

El Condicional: ( )
El condicional 'si...entonces' es también una partícula para formar fórmulas de suma
importancia en lógica pues formaliza la estructura deductiva entre dos premisas. Podemos
entonces relacionar p y q condicionalmente, si p entonces q, y lo simbolizaremos mediante
el símbolo , que expresaremos en lógica de la siguiente manera: p q.
Aquí hay que tener en cuenta el orden de colocación de las variables. En castellano,
no tenemos problemas si alteramos el orden de aparición en la secuencia del antecedente
y del consecuente de un condicional. Podremos decir, y es igualmente correcto, 'si llueve,
me mojo' y 'me mojo, si llueve'. En la formalización lógica ambas oraciones deben
simbolizarse como p q, pues lo inverso, q p, produce otra proposición completamente
distinta.
Un condicional tal como 'si llueve entonces me mojo' es verdadero cuando:
 su antecedente y su consecuente son verdaderos: Ocurre que llueve y ocurre
que me mojo.
 Su antecedente es falso, pero su consecuente es verdadero: No ocurre que
llueve, pero me mojo. En este caso es verdadero porque lo que afirma un
condicional, su consecuente, ocurre. Dicho de otra manera, si yo sé que existe
una relación entre el hecho de llover y el hecho de mojarme, el mojarme
aunque no llueva no niega la relación anterior. Todavía sería verdad que 'si
lloviera, me mojaría'
 Su antecedente y consecuente son falsos: La relación condicional 'si llueve, me
mojo' no deja de ser verdadera cuando no llueve y, en consecuencia, no me
mojo. Naturalmente cabe seguir aceptando que 'si lloviera me mojaría'. El
planteamiento es semejante al caso anterior.
Solamente el condicional es falso cuando su consecuente es falso y su antecedente
es verdadero. Pues si llueve debería mojarme tal y como se enuncia.
En forma de tabla quedaría de la siguiente manera:
p q p q
V V V
V F F
F V F
F F F

El Bicondicional: ( )
El Condicional expresa la condición suficiente, pero no la necesaria. De ahí la tabla
de verdad del condicional. Por ejemplo, es suficiente para mojarme que llueva, pero me
puedo mojar por otros motivos. Pero para expresar la condición suficiente y necesaria
utilizamos el bicondicional, si y sólo si, que simbolizaremos mediante , como por ejemplo:
p q.
p q p q
V V V
V F F
F V F
F F V

Analizando su tabla de verdad, diremos que un bicondicional es verdadero cuando


sus proposiciones atómicas coinciden en su valor de verdad. Ahora no sólo me tengo que
mojar, sino que tengo que hacerlo porque llueva o bien si no ocurre que me mojo será
porque no llueve. Dicho de otra manera, sólo me mojo si llueve y sólo es el caso que esté
lloviendo si me mojo.

LA LÓGICA Y LA SEMÁNTICA
Por Semántica entendemos la disciplina que se ocupa de las relaciones entre los
signos y aquello que éstos designan, entre los signos y aquello de lo cual hablamos por
medio de ellos. En lógica, la semántica recibió un fuerte avance gracias a la labor de un
lógico polaco A. Tarski y la teoría clásica de modelos, en los años 50. La manera clásica de
describir la tarea de la teoría de modelos consiste en decir que en ella se estudian las
relaciones entre los lenguajes formales, por un lado, y las realidades de que hablan dichos
lenguajes, por otro.
Hasta ahora hemos estudiado los sistemas lógicos como el proceso de inscribir
fórmulas o estructuras deductivas en un determinado armazón formal. Desde el punto de
vista semántico nos interesa atribuir significados a las fórmulas y aceptar como integrantes
del sistema aquellas fórmulas o estructuras deductivas cuyo significado cumple
determinadas condiciones.
La atribución de significado, que no es más que ofrecer las condiciones que debe
cumplir una fórmula para que sea verdadera, se realiza mediante la idea de interpretación.
En la lógica proposicional, la interpretación de una fórmula viene dada por la interpretación
semántica de las conectivas que contiene.
Por lo tanto, la relación semántica básica entre el lenguaje de proposiciones y el
mundo o universo del que habla es la valoración veritativa. Una valoración veritativa sobre
el lenguaje proposicional es una aplicación que asigna a cada fórmula del lenguaje un valor
de verdad, esto es, uno de los dos elementos del conjunto {V,F} de valores de verdad.
En nuestro sistema de lógica de enunciados tenemos un método de prueba
semántico que nos permite decidir si una fórmula es o no una verdad lógica. Este método
de prueba es la tabla de verdad.
Tomemos como ejemplo [(p q) q)] p), y construyamos su tabla de verdad,
veamos qué resultado arroja, siguiendo un procedimiento similar al de un cálculo
combinado de matemática:
 Como la cantidad de proposiciones son dos (p y q) usaremos renglones.
 Colocaremos para p la mitad de los renglones (2) con V y la otra mitad con F.
 Colocaremos para q la mitad de los que usamos para p (1) con V, alternándolo
con una F hasta terminar la columna.
(1) Comenzaremos por analizar el primer término (rojo)
(2) Cambiaremos luego los valores de la q debido a la negación (azul)
(3) Seguiremos analizando la conjunción de los dos resultados obtenidos
anteriormente (verde)
(4) Cambiaremos el valor de la última p debido a la negación (naranja)
(5) El último conector que resolveremos será el condicional del final, porque es
quien relaciona las premisas con la conclusión (fondo amarillo), y será el
resultado final de nuestra tabla de verdad.

(1) (3) (2) (5) (4)


[(p q) ( q)] ( p)
V V V F F V V F V
V F F F V F V F V
F V V F F V V V F
F V F V V F V V F
Por lo tanto, podemos concluir que el resultado final de nuestra Tabla de Verdad,
dio 100% de Verdadero.
¿Qué fórmulas interesan a la lógica desde el punto de vista semántico?
Evidentemente aquellas fórmulas que arrojen como resultado en la columna final de su
tabla de verdad en todas sus filas el valor de 'verdadero'. A estas fórmulas las
denominaremos, tautologías o verdades lógicas.
Por el contrario, si todos los resultados en la columna final de la tabla son 'falso',
estas fórmulas serán contradicciones y si encontramos tanto 'verdadero' como 'falso',
diremos que son contingencias, es decir, que en alguna valoración veritativa la fórmula
resulta verdadera.
Lo importante de las tautologías es que toda interpretación posible satisface a la
fórmula, esto es, la hace verdadera, eso significa que son razonamientos correctos o
formalmente válidos.

Les dejamos algunos links pueden serles útiles en relación a cómo hacer una tabla de
valores:
https://www.youtube.com/watch?v=CvRxtq7SrCg&feature=youtu.be
https://www.youtube.com/watch?v=Mva1VS_bU50
https://www.youtube.com/watch?v=3btmLPx0FnI
https://www.youtube.com/watch?v=YHeMRwSF1gM&t=86s

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