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Tema 4 Condición Física

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DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN FÍSICA

TEMA 4. LA CONDICIÓN FÍSICA

Las investigaciones realizadas recientemente en el ámbito de la salud y la


actividad física han llegado a la conclusión de que el nivel de actividad física parece
estar relacionado con determinados factores de riesgo cardiovascular, por tanto las
recomendaciones de práctica habitual de actividad física son consideradas estrategias
eficaces para prevenir una de las primeras causas de mortalidad de los países
occidentales.
BENEFICIOS DE LA PRÁCTICA DE ACTIVIDAD FÍSICA REGULAR.
El ejercicio físico controlado y realizado de forma habitual, la adecuada nutrición y los
hábitos que facilitan el desarrollo saludable son las actividades más importantes a lo
largo de la vida para favorecer el correcto funcionamiento del organismo.
Mientras que el sedentarismo supone un factor de riesgo para el desarrollo de
enfermedades crónicas, entre las que destacan las cardiovasculares, el llevar una vida
físicamente activa, produce numerosos beneficios físicos, psicológicos y sociales para la
persona.
Podemos indicar que una vida físicamente activa conlleva una serie de beneficios para
la salud:
● Disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
● Previene el desarrollo de la hipertensión arterial.
● Disminuye los valores de tensión arterial en personas hipertensas.
● Incrementa la utilización de la grasa corporal, mejorando el control del peso.
● Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el del colon.
● Reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL.
● Disminuye el riesgo de padecer diabetes no insulinodependiente.
● Mejora la digestión y el tránsito intestinal.
● Mejora y mantiene la fuerza y la resistencia muscular.
● Ayuda a mantener la función de las articulaciones previniendo la artrosis.
● Ayuda a mejorar y a conciliar la calidad del sueño.
● Mejora la autoimagen personal.
● Mejora el control del estrés ayudando a liberar tensiones.
● Mejora los síntomas de la ansiedad y la depresión.
● Supone un medio de integración y relación social.
● Establece hábitos de vida cardiosaludables en los niños y adultos.
Todos estos beneficios para la salud del ejercicio físico son consecuencia del proceso
que tiene lugar en los diferentes aparatos y sistemas corporales, y suponen una serie
de modificaciones morfológicas y funcionales, que denominamos adaptaciones.
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ADAPTACIONES METABÓLICAS
La principal adaptación metabólica tiene lugar en la obtención y uso de la energía, lo
que constituye el metabolismo muscular. Durante la fase inicial del ejercicio el
glucógeno muscular constituye la principal fuente de energía. Si el ejercicio continúa la
glucosa de la sangre se convierte en aporte energético, y si continúa más de 40
minutos, la utilización de glucosa alcanza su mayor nivel. Entre los 90 y 180 minutos,
aumentando progresivamente la utilización de ácidos grasos.
Es decir, durante los ejercicios prolongados y de intensidad suave la utilización de
combustible se caracteriza por una sucesiva secuencia de tres fases para la obtención
de energía:

1º FASE 2º FASE 3º FASE


El glucógeno muscular La glucosa sanguínea Los ácidos grasos

En la recuperación posterior al ejercicio, el efecto inmediato del metabolismo de la


glucosa es iniciar la reposición de las reservas de glucógeno en el músculo y en el
hígado.
Por todo ello, el ejercicio físico practicado habitualmente mejora la obtención y el
almacenamiento de energía, elimina acumulaciones de grasas y permite la realización
prolongada de ejercicios al disminuir la presencia de ácido láctico, responsable de la
fatiga muscular. CICLO DE CORI.
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ADAPTACIONES DEL SISTEMA CIRCULATORIO


Durante la realización de ejercicio físico las necesidades de oxígeno y sustancias
nutritivas aumentan, sobre todo a requerimiento de los músculos esqueléticos para sus
contracciones.
Este mayor aporte de oxígeno es posible porque el corazón bombea más sangre por
minuto y ocurren adaptaciones circulatorias, que desvían gran parte del torrente
sanguíneo desde tejidos menos activos hacia los músculos.
Paralelamente, también aumenta el flujo sanguíneo a través de los pulmones en la
misma proporción, pero sin que la velocidad se acelere tanto como para dificultar el
intercambio gaseoso adecuado. Estos grandes cambios adaptativos de la circulación
obedecen a la interacción de factores nerviosos y químicos.
El principal ajuste durante el ejercicio es el aumento de la presión sanguínea arterial,
necesaria para poder incrementar el flujo sanguíneo a los músculos. Para lo cual, se
produce el control del flujo sanguíneo en los órganos, consistente en la dilatación de
las arteriolas en los tejidos activos y la constricción compensatoria de arteriolas en los
tejidos menos activos (piel, órganos abdominales). Esta constricción compensatoria no
afecta al corazón ni al cerebro, ya que requieren una rica provisión de sangre todo el
tiempo.
En el músculo esquelético confluyen una serie de factores para realizar su control del
flujo sanguíneo. Una serie de receptores nerviosos sensibles a las contracciones,
unidos a factores mecánicos como es la comprensión de los vasos sanguíneos durante
la contracción, y la acción de factores químicos, como son la falta de oxígeno, la mayor
concentración de CO2 y ácido láctico.
En reposo , los músculos almacenan sustancias nutritivas suficientes para iniciar el
ejercicio hasta que se utilizan las reservas, pero no tienen capacidad para almacenar
oxígeno, siendo el aumento del volumen minuto la más importante de las respuestas
adaptativas para incrementar la entrega de oxígeno a los músculos en actividad.
Por tanto, las adaptaciones cardiovasculares al ejercicio físico producen una mejora del
rendimiento del músculo esquelético al utilizar más eficazmente el oxígeno, una
mejora en el transporte de la sangre, y por tanto en la eliminación de deshechos, y una
mejora en el funcionamiento del corazón al aumentar el volumen sistólico, gracias al
aumento de las cavidades cardiacas y el fortalecimiento del miocardio.
ADAPTACIONES DEL SISTEMA RESPIRATORIO.
Los pulmones y las vías respiratorias son los elementos del sistema respiratorio que
funcionan coordinadamente con el sistema cardiovascular, aportando a la sangre el
oxígeno necesario para llevar a cabo los procesos metabólicos energéticos de los
músculos esqueléticos implicados en los movimientos, y tomando de ella para ser
expulsados al exterior, los productos de deshecho de ese metabolismo.
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Durante el ejercicio físico, el músculo requiere de mayores cantidades energéticas, y


por tanto, de mayor presencia de oxígeno. Para esto, la respuesta del sistema
respiratorio consiste en aumentar la frecuencia respiratoria (respiraciones por minuto)
y aumentar el volumen respiratorio (cantidad de aire que entra y sale de los pulmones
por minuto).
El aumento de la frecuencia respiratoria se multiplica por tres (23 ml/min.) pasa a (64
mi/min.) en ejercicio máximo.
El consumo normal de oxígeno de una persona adulta en reposo es de 250 ml/min,.
Pudiendo subir a 3.600 ml/min. Personas sin entrenar; 4.000 ml/min. con
entrenamiento; 5,100 Ml/min. en atletas de maratón.
Con ello, los beneficios que del ejercicio físico obtiene el sistema respiratorio se
traducen en el aumento alveolar, tamaño de los pulmones, facilita el intercambio de
gases (O2-CO2); aumenta la fuerza y la resistencia de los pulmones del sistema
respiratorio. Así se podrá hacer mayores esfuerzos de mayor intensidad y la
recuperación será más rápida y efectiva.
ADAPTACIONES DEL APARATO LOCOMOTOR
Los huesos, los músculos y las articulaciones son los elementos del aparato locomotor,
encargado del sostén del cuerpo y de posibilitar los movimientos cotidianos y el
ejercicio físico.
Durante el ejercicio físico los músculos son los elementos activos del movimiento que
ponen en funcionamiento las palancas corporales constituidas por los huesos y
articulaciones o elementos pasivos del movimiento.
La función activa de los músculos viene dada por la capacidad de contracción de las
fibras musculares, como resultado del metabolismo celular que provoca las reacciones
químicas entre la actina y la miosina. En este proceso metabólico la utilización de las
distintas fuentes de energía, vendrá dada por el tipo de esfuerzo, su intensidad y
duración.
Con los ejercicios físicos de fuerza se va a producir un incremento mayor de en
cantidad y en calidad, de las fibras musculares que llamamos blancas o de contracción
rápida, mientras que con los ejercicios de resistencia lo serán, las fibras que llamamos
rojas o de concentración lenta. El trabajo debe ser igual en el trabajo de fuerza y
resistencia para potenciar los dos tipos de fibras.
Con el ejercicio físico habitual el aparato locomotor se ve mejorado sus funciones de
sostén y movimiento, al mejorar sus condiciones mecánicas y hacer más eficaz su
metabolismo, presentando un papel preventivo en las enfermedades asociadas.
En cuanto a los elementos pasivos: huesos, ligamentos y articulaciones, contribuye al
crecimiento óseo siempre que sea adecuado a su edad, ya que un exceso o
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precipitación puede ocasionar lo contrario. Se fortalecen las articulaciones, ligamentos


y tendones de los músculos.
ADAPTACIONES DEL SISTEMA NERVIOSO
El sistema nervioso está formado por varios subsistemas (central, periférico y
vegetativo) y es el encargado de mantener activo a los órganos, siendo el cerebro el
principal órgano implicado, junto con los nervios y los mecanismos de percepción y
ejecución repartidos por todo el cuerpo.
Desde el punto de vista de la actividad física el sistema nervioso es el encargado de
activar las funciones de contracción y relajación de las fibras del músculo esquelético
que posibilitan los movimientos.
Con las exigencias de movimiento del ejercicio físico se produce un incremento de la
velocidad en la transmisión de la información entre cerebro y receptores nerviosos
situados en los músculos.
La práctica habitual de ejercicios físicos ocasiona por tanto una mejora de las funciones
de percepción, decisión y ejecución del sistema nervioso y se logra una activación
generalizada y un uso preciso de los movimientos que favorecen a su vez el estado de
relajación y la eliminación de tensión muscular.

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