Libro HIDROGENO VERDE
Libro HIDROGENO VERDE
Libro HIDROGENO VERDE
© los autores
©, de esta edición: Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España
d.l.: as-1375-2024
Índice
—5—
Perfil curricular de los autores
—7—
8 el hidrógeno verde
— 11 —
12 el hidrógeno verde
Introducción
— 15 —
¿por qué hidrógeno y por qué ahora 17
1.
— 19 —
20 jorge corrales llavona §1
tribuir a sustituir en gran parte el uso de los combustibles fósiles, tanto en pro-
cesos industriales, por su capacidad energética y reductora, como en movilidad
y combustión. Por todo ello, el hidrógeno parece haberse convertido en los úl-
timos años en la clave de bóveda del proceso de transición energética.
El presente libro intenta facilitar al lector los conocimientos y herramientas
que le permitan responder a las dos preguntas que formulamos: ¿Por qué el hi-
drógeno verde? y ¿por qué ahora?
Estos años pasarán a la historia humana como aquellos en los que la huma-
nidad, enfrentada a un reto de sostenibilidad ambiental, decidió emprender
un nuevo camino. Dado que todas nuestras actividades requieren de una for-
ma u otra del consumo de energía, todo lo que hacemos está afectado por es-
ta decisión crucial de sustituir los combustibles fósiles, especialmente en la
Unión Europea. Hace años que las personas relacionadas con el sector eléc-
trico, trabajadores, accionistas y consumidores, es decir, toda la sociedad en
general, sufren las consecuencias de esta «transición». El sector eléctrico,
fuerte emisor en la mayoría de los países de CO2, ha sido el primero en abor-
dar la transición a las «nuevas energías». El cierre de las centrales térmicas de
carbón y la conexión a la red eléctrica de potencia fotovoltaica y eólica es una
realidad que estamos viendo, y que afecta a los territorios y distritos. Estamos
también comenzando a ver cambios importantes en nuestra movilidad, que
se orienta con rapidez hacia el vehículo eléctrico y los combustibles sintéti-
cos sostenibles. Pronto llegarán a nuestras casas sistemas de calefacción más
eficientes basados en la aerotermia y bombas de calor. En general, todos los
productos y actividades que realizamos se verán afectados por el cambio de
paradigma que supone situar la sostenibilidad en el vértice de los requisitos
del diseño industrial. Que los gobernantes acierten con el ritmo y las herra-
mientas económicas que posibiliten una transición razonable significará para
los ciudadanos de muchos países una mejora o un empeoramiento sustancial
de su nivel de vida.
Esta transición, que a todos nos afecta, se ha emprendido por la voluntad po-
lítica de responder a la amenaza climática que originan las emisiones antropo-
génicas y acerca de las cuales vienen alertando diversos paneles de expertos. El
capítulo 2 de nuestro libro constituye un resumen de las actuaciones, científicas
y políticas, que han llevado a emprender la transición energética. El Panel Inter-
nacional del Cambio Climático (ipcc por sus siglas en inglés), las Conferencias
de las Partes (cop), los acuerdos de Kioto y de París, los Informes de Evaluación
22 jorge corrales llavona §1
del ipcc, son términos que una persona educada de este siglo debería conocer.
Las decisiones que se están tomando afectan decisivamente a su nivel y forma
de vida, razón suficiente para conocerlas y comprenderlas. El precio de la elec-
tricidad que consumimos en nuestras casas es hoy más elevado que hace unos
años, en buena parte por decisiones tomadas por nuestros políticos en base a
las opiniones de estos organismos.
Las autoridades de la Unión Europea han tomado la decisión de liderar el
proceso mundial de transición energética. Nuestro avanzado nivel de desarro-
llo, al menos en una parte importante de su población, parece adecuado para
afrontar este liderazgo. Desafortunadamente, Europa es hoy una parte cada vez
más pequeña de la población y de la actividad económica de este planeta. Ha-
ce ya varios años que sus emisiones suponen menos del 10 % de las mundiales
(véase la tabla 1.2), y en opinión de muchos, va camino de la irrelevancia. La
tabla 1.2 adjunta muestra el cambio de las emisiones mundiales de CO2 entre
1990 y el año 2022.
Figura 1.3.
Evolución y la proyección de la población global dividida por regiones hasta el 2100.
Fuente: Our world in data. ‹https://ourworldindata.org/region-population-2100›.
vidida por regiones desde el año 1800 hasta el 2100. Más de 8 de cada 10 perso-
nas en el mundo vivirán en Asia o África; en Las Naciones Unidas proyectan
que el crecimiento de la población mundial se desacelerará en el transcurso del
siglo xxi, llegando a 10.400 millones en la década de 2080 antes de caer len-
tamente.
En los últimos años, China, y ahora también la India, están consiguiendo una
mejora muy notable del nivel de vida de sus poblaciones con avances importan-
tes en salud, educación y calidad de vida. Este incremento del nivel de vida va
precedido de un crecimiento importante del consumo de energía, en cantidad
y a coste asequible. China y la India incrementarán este año en 65 millones de
personas la población que sale del nivel de pobreza y alcanza el nivel de clase
media. Es difícil que sus gobiernos renuncien a la disponibilidad de la energía
confiable que les procuran sus combustibles fósiles. Y para complicar la situa-
ción, una parte importante del crecimiento de China y la India procede de la
transferencia a esos países de las industrias del mundo desarrollado, lo que, sin
duda, contribuye a su progreso económico, pero también incrementa la nece-
sidad de energía confiable y económica en esos países. Muchos productos, se
diseñan en Estados Unidos y en Europa, pero sus componentes se fabrican y el
26 jorge corrales llavona §1
Figura 1.4. Perspectivas del mercado del hidrógeno renovable en la ue para 2050.
Fuente: ‹https://www.belfercenter.org/sites/default/files/files/publication/Report_eu%20
Hydrogen_final.pdf›.
Una parte de Europa, encabezada por Alemania, quiere una energía basada en
las nuevas energías, mientras que otra parte, encabezada por Francia, cree que
la energía nuclear es una parte esencial de nuestro futuro energético. Estas dos
visiones a menudo producen roces, especialmente si consideramos que quien
cree en un futuro dominado por las energías renovables es, a menudo, un cre-
yente en un mundo no nuclear. Estos roces obligan a largas negociaciones y
compromisos como el alcanzado este pasado octubre en la enésima reforma del
mercado eléctrico europeo.
Estas actuaciones de la Unión Europea, y especialmente desde la aparición
del hidrógeno verde como futuro vector energético, se exponen en el capítu-
lo 2. Los expertos de la Unión Europea apuestan por la vía del hidrógeno verde
para nuestro futuro energético. En la figura 1.4 se muestran las perspectivas del
mercado del hidrógeno renovable en la ue para 2050. El potencial combinado
de producción de hidrógeno renovable de la ue de 106 Mt/año es mayor que la
demanda proyectada de 76 Mt/año, lo que confirma la viabilidad de cubrir la
demanda de hidrógeno verde.
Finalmente, el los capitulos 7, 8 y 9 del libro se resumen las actividades en las
que el hidrógeno debe colaborar decisivamente para la descarbonización de la
economía. Como ya se ha dicho, el sector eléctrico es uno de ellos, pero hay
otros sectores de difícil electrificación para los que el hidrógeno puede ser clave.
Es emocionante ser espectador de esta encrucijada de la humanidad, si no
fuera porque estamos decidiendo nuestro futuro.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 29
2.
— 31 —
32 josé manuel pérez rodríguez §2
gen para reducir costes con la progresiva automatización de las cadenas de pro-
ducción.
—Progresiva innovación, permitiendo desplazar el uso de combustibles fó-
siles en cada vez más aplicaciones de una forma más económica.
A pesar de esta falta de rentabilidad, diferentes estudios plantean la necesi-
dad de tener una proporción importante de hidrógeno limpio en el consumo
final de energía para poder conseguir un sistema energético descarbonizado, en
el entorno del 10-20 % en 2050 a nivel mundial, especialmente si tenemos en
cuenta los objetivos de descarbonización derivados del Acuerdo de París y, en
particular, los compromisos adquiridos por Europa de ser el primer continen-
te descarbonizado en 2050. Por tanto, mientras se mantengan las políticas de
descarbonización, el hidrógeno tendrá sin duda un papel destacado durante las
próximas décadas. La duda es saber cuándo se producirá el despegue, que será
cuando el hidrógeno tenga una rentabilidad clara.
Hoy en día este momento es incierto, muchos estudios lo sitúan en algún lu-
gar de la próxima década. No obstante, la implantación de políticas públicas
adecuadas puede dar lugar a acercar en el tiempo la realización de proyectos de
cierto tamaño durante esta década, lo que a su vez redundará en una reducción
de costes en la curva de aprendizaje, y acelerará el despliegue masivo posterior.
Efectivamente, en los últimos años en regiones como Europa o Estados Uni-
dos se están dando pasos decididos en cuanto a políticas energéticas para ace-
lerar la adopción del hidrógeno limpio. Podemos clasificar el tipo de medidas
que se pueden adoptar en los siguientes ejes:
—Trazar hojas de ruta y planificaciones energéticas con objetivos a largo
plazo, pero también intermedios, principalmente a 2030, para dar señales a los
agentes económicos de hacia qué tipos de proyectos deben dirigir sus esfuer-
zos e inversiones. Destacamos la estrategia de hidrógeno de España y de la ue,
y paquetes como el RePowereu.
—Diseñar incentivos regulatorios, que cubran diferentes partes de la cade-
na de valor del hidrógeno renovable, y que también eliminen barreras al des-
pliegue, tales como:
—Facilidades en la concesión de permisos, tanto ambientales como admi-
nistrativos.
—Promover políticas que favorezcan la bajada de los costes energéticos para
la electrólisis, actuando por ejemplo en el coste por el acceso y el uso de la
red eléctrica y gasista, en promover facilidades para autoconsumo o consu-
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 33
ma, que deben ser emitidos de acuerdo con la regulación sobre gobernanza del
sector energético de la ue.
5
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/txt/?uri=celex:52020dc0301›.
38 josé manuel pérez rodríguez §2
6
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32021r1119›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 41
La Ley del clima incluye medidas para seguir los avances y ajustar nuestras
actuaciones en consecuencia, basándose en sistemas existentes como el pro-
ceso de gobernanza de los planes nacionales de energía y clima de los Estados
miembros, los informes periódicos de la Agencia Europea de Medio Ambiente
y las últimas pruebas científicas sobre el cambio climático y sus repercusiones.
El progreso se medirá cada 5 años.
La Ley fue lanzada conjuntamente con el paquete de legislación «Fit for 55»,
emitido por la Comisión en 2021, que hace que todos los sectores de la econo-
mía de la ue sean necesarios para cumplir estos objetivos. Coloca a la ue en
el camino para alcanzar sus objetivos climáticos de una manera justa, renta-
ble y competitiva. Con la publicación posteriormente del plan «RePowereu»
en 2022, la ambición climática de algunas de las propuestas legislativas fue re-
visada al alza, como es el caso de la Directiva de Renovables (red iii).
Dicho paquete Fit for 55 está prácticamente aprobado a fecha de febrero
de 2024, y consta de múltiples iniciativas legislativas, o modificaciones de le-
gislaciones anteriores, entre las que destacamos las siguientes para el sector del
hidrógeno:
—Reforma del sistema de Comercio de Emisiones (rcde o ets).
—Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (cbam).
—Directiva de Energías Renovables (red iii).
—Reglamento Fueleu Maritimo.
—Reglamento ReFueleu Aviación.
—Reglamento de Infraestructuras de Combustibles Alternativos.
—Directiva y Reglamento de gas e hidrógeno.
9
‹https://ec.europa.eu/eurostat/web/products-eurostat-news/w/ddn-20240221-1›.
10
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/txt/?uri=celex%3a32023l2413&-
qid=1699364355105›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 47
11
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/?uri=celex:32023r1805›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 49
13
‹https://energy.ec.europa.eu/topics/markets-and-consumers/market-legislation/hydro-
gen-and-decarbonised-gas-market-package_en›.
52 josé manuel pérez rodríguez §2
—Se proponen normas armonizadas sobre la calidad del gas, que permiten la
mezcla con hidrógeno hasta un límite que en estos momentos se encuen-
tra en discusión. Se propone garantizar el acceso a las terminales de gnl y
al almacenamiento de gas para gases renovables y con bajas emisiones de
carbono.
—Se propone que los contratos a largo plazo para los gases fósiles sin reduc-
ción de CO2 no puedan extenderse más allá de 2049. Estas medidas debe-
rían abrir el camino para importar gases renovables y con bajas emisiones
de carbono del extranjero y apoyar la descarbonización del mercado del
gas de la ue.
—En la línea de lo propuesto en la estrategia de integración sectorial, la pro-
puesta de paquete tiene como objetivo garantizar una planificación de re-
des más integrada entre las redes de electricidad, gas e hidrógeno para hacer
que el desarrollo de infraestructura energética sea más rentable y permitir
intercambios transnacionales de información sobre el uso de los sistemas
de transporte.
14
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:52023pc0161›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 53
El requisito de adicionalidad
La idea de la adicionalidad es garantizar que la mayor producción de hi-
drógeno vaya de la mano de nuevas capacidades de generación de electricidad
renovable. Para ello, las normas exigen que los productores de hidrógeno ce-
lebren acuerdos de compra de energía (ppa) con capacidad de generación de
electricidad renovable nueva y sin subsidios.
No obstante, para impulsar la adopción temprana de la tecnología de elec-
trólisis, los productores de hidrógeno renovable que entren en operación an-
tes de 2028 estarán exceptuados del cumplimiento de este requisito hasta
2038.
También a los electrolizadores que se instalen en zonas de oferta del mer-
cado eléctrico que cuenten con un mix eléctrico muy descarbonizado (me-
nos de 18 gr CO2/mj) no se les exigirá el cumplimiento de este requisito.
El concepto de zona de oferta está definido en el Reglamento de Mercado
Interior de Electricidad,16 y periódicamente las zonas de oferta están sujetas
a revisión.
La correlación temporal
Este criterio garantiza que el hidrógeno se produzca cuando haya electrici-
dad renovable disponible. Se pretende así evitar que la demanda de electrici-
dad renovable utilizada para la producción de hidrógeno esté incentivando
una mayor generación de electricidad fósil, ya que esto tendría consecuencias
negativas para las emisiones de gases de efecto invernadero, la demanda de
combustibles fósiles y los precios relacionados del gas y la electricidad. Si no
15
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32023R1184›.
16
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/?uri=celex%3A32019R0943›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 55
fuera así, se podría dar el caso de necesitarse mayor generación fósil para cu-
brir la demanda de electrólisis, o bien, mayor necesidad de almacenamiento
de energía en el sistema eléctrico cuyo coste no soportarían los consumidores
de hidrógeno sino el conjunto de los consumidores del sistema.
Para facilitar que los electrolizadores se adapten progresivamente una ma-
yor granularidad, es decir, a un mayor nivel de detalle, en este requisito de
correlación temporal, se prevé que hasta enero de 2030 sea suficiente con
igualar la producción de energía renovable con su producción de hidrógeno
renovable de forma mensual. A partir de dicha fecha, entrará plenamente en
vigor la correlación horaria.
La correlación geográfica
Este criterio garantiza que el hidrógeno se produzca donde haya electrici-
dad renovable disponible, de modo que solo se permite en principio que la
energía renovable que suministre a un electrolizador vía ppa se encuentre en
la misma zona de oferta de mercado eléctrico, donde se supone que hay una
buena interconexión que permite que no haya restricciones físicas a la llega-
da de la energía renovable a través de la red. En España peninsular existe una
única zona de oferta, existen países donde hay más de una zona de oferta, lo
que complica las posibilidades de producción de hidrógeno renovable en di-
cho país.
En caso de que no existiera este requisito, podría ocurrir que se incentiva-
se la generación de congestiones entre diferentes zonas de mercado eléctrico,
lo que normalmente suele dar lugar a la necesidad de redespachar centrales
que funcionan con combustibles fósiles al alza, con el consiguiente aumento
de emisiones, o bien, mayor necesidad de aumentar la capacidad de interco-
nexión entre zonas de eléctricas cuyo coste no soportarían los consumidores
de hidrógeno sino el conjunto de los consumidores del sistema.
Como una forma para incentivar la implantación de energía renovable en
zonas de mayor precio de electricidad, se permite que un electrolizador pue-
da ser suministrado por un ppa procedente de una zona eléctrica colindante
que tenga mayor precio de mercado.
Estas condiciones son de aplicación tanto si el hidrógeno se produce en la ue
como si es hidrógeno importado. Una de las principales incertidumbres viene
de la aplicación de estas normas en terceros países donde algo tan básico como
el concepto de «zona de oferta» tal vez no existe o no sea claro.
56 josé manuel pérez rodríguez §2
Este acto delegado está sujeto a revisión en julio de 2028, por lo que en prin-
cipio no estaría afectado por la nueva red iii, a pesar de haberse dictado en el
marco de la red ii.
En la siguiente tabla resumen se detallan brevemente los requisitos de cum-
plimiento del acto delegado:
Tabla 2.4.1 Resumen de los requisitos de cumplimiento del acto delegado. Fuente:
elaboración propia. ez: electrolizador; res: fuente de energía renovable; cod: fecha de
puesta en marcha; ppa: contrato de compraventa de energía a largo plazo; dco2: precio del
derecho de emisión de co2.
17
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32023r1185›.
58 josé manuel pérez rodríguez §2
2.4.4.2 iphe. International Partnership for Hydrogen and Fuel Cells in the
Economy
La formación del iphe fue facilitada por el Departamento de Energía y el De-
partamento de Transporte de Estados Unidos en 2003 para fomentar la coope-
ración internacional en investigación y desarrollo de hidrógeno y pilas de com-
bustible, códigos y estándares comunes y el intercambio de información sobre
el desarrollo de infraestructura. Originalmente organizada como «Asociación
Internacional para la Economía del Hidrógeno». Hoy lo componen 24 países,
siendo miembros destacados los Estados Unidos y la Unión Europea.
Entre las actividades del grupo, cabe destacar una metodología para la deter-
minación de emisiones del hidrógeno, que a fecha de elaboración de este do-
cumento va por una versión 3 lanzada en julio de 2023. Esta metodología sirve
como referencia para facilitar la armonización de metodologías nacionales, con
vistas a un futuro mercado internacional de intercambio de hidrógeno limpio
medido con los mismos estándares.
Los sistemas de garantías de origen están basados en la norma iso 16325, que
está siendo adaptada para contemplar al hidrógeno.
España ha desarrollado recientemente un sistema de garantías de origen, que
veremos en un apartado posterior.
—redcert.
Los esquemas verificarán, entre otros aspectos, que:
—La electricidad utilizada para la producción de hidrógeno renovable es de
origen renovable.
—La producción de combustibles y gases renovables conduce a un ahorro
suficiente de emisiones de gases de efecto invernadero.
—Otros aspectos adicionales de sostenibilidad, como la protección del sue-
lo, el agua, el aire y criterios sociales.
Para el proceso de certificación, un auditor externo verifica toda la cadena de
producción desde el origen de la materia prima y energía hasta el productor o
comercializador del combustible. En este caso, deberá probarse la relación físi-
ca entre el hidrógeno producido y el consumidor al que se le demuestran las ca-
racterísticas de sostenibilidad del mismo, para que dicho hidrógeno sirva como
rfnbo a efectos de la Directiva de Renovables (en este caso se trata de un sis-
tema «mass-balance», a diferencia del «book and claim» antes comentado).
El reconocimiento por parte de la Comisión no es un requisito previo pa-
ra la certificación. Los países de la ue pueden aceptar pruebas de sistemas vo-
luntarios o sistemas de certificación nacionales establecidos por países de la ue
no reconocidos por la Comisión si las autoridades competentes de esos países
confían en la calidad de los servicios de certificación proporcionados por estos
sistemas.
Llama la atención que en tan solo un par de años se ha pasado de una estra-
tegia en la que se quería minimizar los costes asociados al transporte del hidró-
geno renovable, a una situación en la que desde el Ministerio se propone una
red nacional de transporte de hidrógeno por tubería con el fin también de ex-
portar a países vecinos.
Tabla 2.2.
Composición mínima que debe de cumplir los gases que son inyectados en la red de gas
natural. Fuente: boe.
propiedad (*) unidad mínimo máximo
Metano (CH4) mol % 95 –
CO mol % – 2
H2 mol % – 5
Compuestos halogenados:
—Flúor/Cloro mg/m3 – 10/1
3
Amoníaco mg/m – 3
3
Mercurio μg/m – 1
3
Siloxanos mg/m – 10
3
Benceno, Tolueno, Xileno (btx) mg/m – 500
Microorganismos Técnicamente puro
Polvo/Partículas Técnicamente puro
(*) Tabla expresada en las siguientes condiciones de referencia:
[0 ºC, V (0 ºC, 1,01325 bar)]
26
‹https://www.boe.es/eli/es/res/2012/12/21/(3)›.
72 josé manuel pérez rodríguez §2
30
‹https://www.boe.es/eli/es/rd/2022/05/17/376/con›.
31
‹https://www.boe.es/eli/es/o/2022/10/28/ted1026/con›.
74 josé manuel pérez rodríguez §2
La financiación total del Fondo de Innovación depende del precio del carbo-
no, puesto que se nutre con 530 millones de toneladas de derechos de emisión,
y puede ascender a unos 40.000 millones de euros entre 2020 y 2030, calcula-
dos utilizando un precio del carbono de 75 euros/tCO2.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 75
en virtud de los otros dos pilares del Mecanismo para una Transición Justa son
más amplios, a fin de apoyar también actividades relacionadas con la transición
energética.
El Fondo de Transición Justa apoya inversiones en ámbitos como la conec-
tividad digital, las tecnologías energéticas limpias, la reducción de emisiones,
la regeneración de zonas industriales, el reciclaje de trabajadores y la asistencia
técnica.
El Fondo de Transición Justa se ejecuta mediante reglas de gestión compar-
tida, lo cual implica una estrecha cooperación con las autoridades nacionales,
regionales y locales. A fin de acceder al apoyo del Fondo de Transición Justa, los
Estados miembros tienen que presentar planes territoriales de transición justa.
Estos planes indicarán las áreas concretas de intervención, basándose en las re-
percusiones económicas y sociales derivadas de la transición. En particular, es-
tos planes deben tener en cuenta las pérdidas de puestos de trabajo previstas y
la transformación de los procesos de producción de las instalaciones industria-
les con la mayor intensidad de gases de efecto invernadero.
El Fondo de Transición Justa cuenta con un presupuesto global a nivel eu-
ropeo de 17.500 millones eur para el período 2021-2027. Se financiarán 7.500
millones eur dentro del marco financiero plurianual y 10.000 millones eur
adicionales en el marco de NextGenerationeu.
El reparto de estos fondos se delega en los estados miembros y, en particular,
en las regiones afectadas, como veremos en el capítulo siguiente.
Life
El programa life 2021-2027 es el único programa de financiación de la ue
enteramente dedicado a objetivos medioambientales, climáticos y energéticos,
generalmente de proyectos con poca madurez y con gran componente de inno-
vación. Hasta la fecha, life ha cofinanciado más de 5.000 proyectos.
En términos de objetivos específicos, el programa busca desarrollar, demos-
trar y promover técnicas, métodos y enfoques innovadores para alcanzar los
objetivos ambientales y climáticos de la ue. También apoya el desarrollo, la
aplicación, el seguimiento y el cumplimiento de la legislación y las políticas per-
tinentes de la Unión, en particular mejorando la gobernanza a todos los nive-
les. Además, el programa pretende actuar como catalizador para el despliegue a
gran escala de soluciones técnicas y políticas exitosas integrando objetivos rela-
cionados en otras políticas y en prácticas de los sectores público y privado, mo-
vilizando inversiones y mejorando el acceso a la financiación.
El programa life 2021-2027 se divide en los siguientes cuatro subprogramas:
—Naturaleza y biodiversidad.
—Economía circular y calidad de vida.
—Mitigación y adaptación al cambio climático.
—Transición a la energía limpia.
El subprograma Transición a una Energía Limpia es un nuevo componente
del programa life, que anteriormente se incluía en Horizonte 2020. Es de es-
pecial relevancia para los proyectos relacionados con el hidrógeno.
life por tanto podría financiar proyectos relacionados con el hidrógeno,
en acciones destinadas a la transición a la energía limpia, el desarrollo de me-
jores prácticas, la coordinación y el desarrollo de capacidades o la elabora-
ción de planes climáticos desarrollados a nivel regional, multirregional y na-
cional. Por tanto, el programa es adecuado para proyectos de demostración,
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 79
Horizon
En Horizonte Europa se están llevando a cabo varios proyectos de investi-
gación e innovación sobre el hidrógeno. Estos proyectos se gestionan a través
de Clean Hydrogen Partnership. (2021-2027), una asociación público-priva-
da conjunta respaldada por la Comisión Europea y sucesora de dos empresas
conjuntas anteriores sobre pilas de combustible e hidrógeno. Horizonte Euro-
pa apoya esta entidad con 1.000 millones de euros, a los que se suma la misma
cantidad de socios industriales y de investigación. En mayo de 2022, RePowe-
reuPlan completó esta cantidad con 200 millones de euros, en las mismas con-
diciones que los socios privados, para financiar proyectos del Valle del Hidró-
geno.
Feder
El Fondo Europeo de Desarrollo Regional (feder) y el Fondo de Cohesión
(fc). El feder financia actuaciones destinadas a la integración de las regiones
menos desarrolladas en el mercado interior de la ue. El Fondo de Cohesión
(fc) financia inversiones ambientales y de transporte con uso intensivo de ca-
pital en países de la ue con un ingreso nacional bruto por habitante inferior al
90 % del promedio de la ue. Aunque el hidrógeno no se menciona específica-
mente en los objetivos ni en las prioridades clave de los fondos, el feder y el
fc tienen objetivos específicos del 30 % y el 37 % respectivamente para apoyar
la innovación y el emprendimiento en la transición hacia una economía climá-
ticamente neutra. Por lo tanto, las oportunidades de financiación de proyectos
de hidrógeno dependerán de las prioridades identificadas en los programas na-
cionales y regionales. Esto significa que, en el caso de los proyectos relaciona-
dos con el hidrógeno, es necesario explorar caso por caso si podrían encajar en
las prioridades de los programas pertinentes y las estrategias de especialización
inteligente de los países o regiones de la ue donde se encuentra el beneficiario
potencial. Con estos fondos ha sido financiada la Asociación Europea de Valles
de Hidrógeno, por ejemplo.
El fc y el feder se ejecutan a través de programas nacionales y regionales,
implementado por las autoridades nacionales y regionales pertinentes de acuer-
do con el enfoque de gestión compartida.
80 josé manuel pérez rodríguez §2
Bei
El Banco Europeo de Inversiones también desempeña un papel importante
en la financiación de proyectos de infraestructura transfronterizos.
34
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/txt/?uri=uriserv:oj.c_.2023.101.01.0003.01.eng›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 85
tantes de las señales de precios del carbono creadas por el rcde ue (los deno-
minados «costes indirectos de las emisiones»). Las Directrices impiden que
esta compensación sea excesiva, para que las empresas tengan señales suficientes
para la descarbonización.
En este contexto, las Directrices:
—centrarán las ayudas únicamente en los sectores que presentan riesgo de
fugas de carbono debido a los elevados costes indirectos de las emisiones y
a su fuerte exposición al comercio internacional. Sobre la base de una me-
todología objetiva, son admisibles diez sectores y veinte subsectores (fren-
te a los 13 sectores y siete subsectores contemplados en las anteriores Di-
rectrices). El sector del hidrógeno está incluido como fabricación de gases
industriales, incluyendo el hidrógeno limpio;
—establecen un porcentaje de compensación estable del 75 % en el nuevo
período (frente al 85 % que había anteriormente) y excluirán la compensa-
ción por tecnologías no eficientes, a fin de mantener los incentivos de las
empresas en pro de la eficiencia energética,
—condicionarán la compensación a esfuerzos adicionales de descarboni-
zación por parte de las empresas en cuestión, como el cumplimiento de
las recomendaciones formuladas en sus auditorías de eficiencia energé-
tica.
La financiación de estas medidas viene derivada de la recaudación que los Es-
tados miembros realicen por la venta de derechos de emisión.
Con la última revisión de estas Directrices, incluso el suministro de electrici-
dad 100 % renovable estaría cubierto, que en versiones anteriores no lo estaba
al pensarse erróneamente que el suministro de electricidad renovable no incluía
costes de CO2.
Línea 1
Impulsar la cadena de valor innovadora y de conocimiento: medidas de
apoyo a las pymes y los centros tecnológicos para permitirles mejorar sus ca-
pacidades productivas y la transferencia tecnológica, destacando las siguien-
tes:
—Construcción de instalaciones y equipos de ensayo vinculados a la
i+d+i.
—Mejora de las instalaciones y adquisición de equipos de fabricación de
equipos y componentes.
—Desarrollo de equipos (ej. electrolizadores, compresores, bombonas, pilas
de combustible) que permitan reducir los costes de producción, logística
y consumo del hidrógeno renovable.
Línea 2
Creación de un clúster de hidrógeno renovable para la integración secto-
rial que concentre espacialmente la producción, transformación y consumo a
gran escala desplazando materias combustibles fósiles. Este clúster reunirá las
siguientes características:
—Localización en un polo industrial en los que se localizan los principales
consumidores de hidrógeno (de origen fósil en la actualidad) y se ubicaría
el electrolizador, con posible extensión a otras localizaciones para abarcar
el mayor número de sectores de actividad posible.
—Gobernanza a través de una colaboración público-privada, con la partici-
pación por parte del sector público del Instituto para la Diversificación y el
Ahorro de la Energía (idae) y el Centro Nacional del Hidrógeno (cnh2)
para la supervisión y asesoramiento técnico de los proyectos.
Línea 3
Desarrollo de proyectos Singulares pioneros que permitan la introducción
del hidrógeno renovable, entre otros, en otros polos industriales distintos al in-
cluido en el clúster y en sistemas energéticos aislados, así como la integración
del suministro de hidrógeno renovable en el transporte, la generación eléctrica
y los usos térmicos. El tamaño de estos proyectos será significativamente infe-
rior al del clúster, si bien se buscarán tamaños mínimos que permitan aprove-
char economías de escala, sinergias y optimicen en su ámbito los procesos de
descarbonización con hidrógeno renovable.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 91
Línea 4
Actuaciones de apoyo para integrar la cadena de valor nacional en la cadena
de valor comunitaria, mediante líneas de apoyo para la participación de empre-
sas nacionales en proyectos y consorcios europeos, incluyendo una contribu-
ción para la participación en el proyecto ipcei de hidrógeno.
1.000 millones de euros y otra inversión dotada con cerca de 1.000 millones de
euros orientada a incrementar la seguridad y flexibilidad del sistema eléctrico,
fomentando la introducción de renovables en el sistema eléctrico y a desarrollar
proyectos de descarbonización, como fábricas de baterías y proyectos de pro-
ducción de hidrógeno.
En el perte de descarbonización, lanzado en 2023, también se incluye la po-
sibilidad de financiar proyectos de uso del hidrógeno renovable.
39
‹https://www.boe.es/boe/dias/2023/01/11/pdfs/boe-a-2023-629.pdf›.
40
‹https://www.boe.es/boe/dias/2021/12/24/pdfs/boe-a-2021-21342.pdf›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 93
41
‹https://www.boe.es/boe/dias/2021/12/24/pdfs/boe-a-2021-21341.pdf›.
94 josé manuel pérez rodríguez §2
2.10.1 Europeos
2.10.2 Nacionales
42
‹https://www.entsog.eu/› y ‹https://www.entsoe.eu/›.
100 josé manuel pérez rodríguez §2
43
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32022R0869›.
102 josé manuel pérez rodríguez §2
3.
(a) (b)
Figura 3.1.1. (a) Átomo de hidrógeno con un protón y un electrón (b) Estructura de la
molécula de H2 que muestra la superposición de la nube de electrones.
Fuente: elaboración propia.
— 109 —
110 francisco blanco alvarez §3
Figura 3.1.2. Tamaño de la molécula de hidrógeno en comparación con otros gases. Fuente:
elaboración propia.
Figura 3.1.4. Presencia del hidrógeno en la corteza terrestre. Fuente: Elaboración propia.
Figura 3.2.1 Equilibrio orto-para del H2, D2 y T2. Fuente: Chemistry of the Elements. N.N.
Greenwood and A. Earnshaw. Second edition 1997.
Figura 3.2.3 Volumen específico del hidrógeno en estado gaseoso y en estado líquido.
Fuente: elaboración propia.
Cuando el hidrógeno se almacena como gas a alta presión (250 barg) y tem-
peratura atmosférica, su relación de expansión con respecto a la presión atmos-
férica es de 1:240. Mientras que una mayor presión de almacenamiento aumenta
la relación de expansión, el hidrógeno gaseoso en ninguna circunstancia puede
acercarse a la del hidrógeno líquido.
En la figura 3.2.3 se muestra la variación del volumen específico del hidrógeno
en estado gaseoso y en estado líquido en función de la presión a una tempera-
tura de 25 ºC. Se observa que, por encima de 800 barg, un aumento de presión
apenas afecta ya al volumen ocupado por el hidrógeno gaseoso. Es evidente que
presurizando el hidrógeno gaseoso se puede reducir sustancialmente su volu-
men, aspecto que puede resultar útil para su almacenamiento, sin obviar el coste
que supone su compresión y los requerimientos de seguridad a cumplir.
En la figura 3.2.4 se muestra la densidad del hidrógeno en función de la pre-
sión a diferentes temperaturas.
En la figura 3.2.5 se muestra la densidad del hidrógeno en función de la tem-
peratura a diferentes presiones. En ella, el punto 1 representa el hidrógeno lí-
quido a 20 K, en la zona 2 el hidrógeno gas presurizado a 300 K y en la zona 3
el rango del hidrógeno gas comprimido criogénicamente, que produce densi-
dades aún mayores que el estado líquido si la presión es suficientemente alta y
la temperatura suficientemente baja.
116 francisco blanco alvarez §3
propiedad valor
Peso molecular 2,01594
Temperatura de fusión 14,15 K (-259 ºC)
Temperatura de ebullición 20,15 K (-253 ºC)
Densidad del gas a 0 ºC y 1 atm 0,08987 kg/m3
Densidad del líquido a –253 ºC 708 kg/m3
Densidad del solido a –259 ºC 858 kg/m3
Calor de fusión a –259 ºC 58 kJ/kg
Calor de vaporización a –253 ºC 447 kJ/kg
Calor específico (CP) del gas a 25 ºC 14,3 kJ/(kg.ºC)
Calor específico (CP) del líquido a –257 ºC 8,1 kJ/(kg.ºC)
Conductividad térmica a 25 ºC 0,019 kJ/(ms.ºC)
Viscosidad a 25 ºC 0,00892 centipoise
Temperatura crítica 33,15 K (-240 ºC)
Presión crítica 12,63 bar
Densidad crítica 31,2 kg/m3
Volumen crítico 65 cm3/mol
Temperatura del punto triple 13,8 K (--259,35 ºC)
Presión del punto triple 0,072 bar
Electronegatividad (escala de Pauling) 2,2
Temperatura de llama 2318 K (2045 ºC)
Temperatura de inversión 202 K (-95 ºC)
Temperatura de autoignición 585 ºC
Energía de ignición 0,02 mJ
Emisividad de la llama 1,53x10-2 kJ/cm2 .s
Constante de difusión 0,61 cm2/s
Velocidad de difusión en el aire en CN 2 cm/s
Tabla 3.2.7. Propiedades físicas del hidrógeno. Fuente: elaboración propia.
—Línea triple: Temperatura a la cual pueden coexistir las tres fases sólida,
líquida y gaseosa. Por debajo de la línea triple no puede existir la fase lí-
quida y se producen los cambios de fase por sublimación (sólido a gas) y
viceversa.
120 francisco blanco alvarez §3
En la figura 3.3.3 se presentan las zonas de peligro ante una fuga de hidróge-
no, metano y propano líquido, que ha sido obtenida considerando un derrame
de 3,3 m3 de gas licuado y una velocidad del viento de 4 m/s
Figura 3.3.3. Zona de riesgo en derrame de gas licuado (3,3 m3 gas licuado con velocidad del
viento de 4 m/s). Fuente: elaboración propia adaptada.
Por ello, las fugas de hidrógeno se elevan y se diluyen con rapidez en la at-
mósfera, especialmente al aire libre. Esto da lugar a una región de inflamabili-
dad muy localizada que se dispersa rápidamente, tal y como muestra en la men-
cionada figura 3.3.3.
Las tasas de fuga son 50 veces mayores que las del agua y 10 veces mayores
que las del nitrógeno. A diferencia de las fugas de gas «normales» invisibles, la
liberación de hidrógeno líquido o hidrógeno gaseoso a temperatura criogénica
generalmente producirá una niebla visible de vapor de agua. La adición de un
odorante o colorante facilitaría la detección de pequeñas fugas; sin embargo,
esto no es factible en la mayoría de las situaciones y no es factible para el hidró-
geno líquido.
A medida que el contenido en hidrógeno se diluye con la distancia desde el
lugar de la fuga, la flotabilidad disminuye y la tendencia del hidrógeno a con-
tinuar ascendiendo también. El hidrógeno muy frío, procedente de una fuga
de hidrógeno líquido, adquiere una gran flotabilidad poco después de evapo-
rarse.
propiedades del hidrógeno 123
Figura 3.3.5. Secuencia de imágenes tomadas durante el estudio comparativo de fuga con
llama de un vehículo de hidrógeno y un vehículo de gasolina.
Fuente: ‹https://apilados.com/blog/es-el-hidrógeno-peligroso/›.
Figura 3.3.6. Variación de los límites de inflamabilidad del hidrógeno con la temperatura.
Fuente: Liquefied hydrogen (LH2). HyResponder.
punto de temperatura
combustible inflamación (ºc) autoignición (ºc)
Metano (Gas natural) -188 580
Butano -60 420
Propano -104 480
Etanol 12 360
Metanol 11 385
Amoniaco 11 651
Gasolina -40 280
Gasóleo 52-96 336
Hidrógeno 585
Tabla 3.3.8. Punto de inflamación y temperatura de autoignición de varios combustibles.
Fuente: elaboración propia.
natural. Así pues, será más complicado que se produzca la combustión de una
mezcla de aire-hidrógeno en ausencia de una fuente de ignición y únicamen-
te con calor en el caso del hidrógeno que en el de la gasolina o el gasóleo, por
ejemplo. Se precisa una fuente adicional de ignición, por ejemplo, una chispa.
El hidrógeno es uno de los tres únicos gases, los otros son el helio y el neón,
que tienen un coeficiente Joule Thomson negativo, lo cual provoca que se ca-
lienten cuando se expanden al descomprimirlos desde una alta presión a una
baja presión. Sin embargo, esta no es la causa primaria de que se pueda pro-
ducir la ignición, ya que no se alcanzaría la temperatura de 585 ºC.
Aunque el hidrógeno tenga una temperatura más elevada de autoignición
que el propano, el gasoil o la gasolina, su energía de ignición (cantidad de ener-
gía externa que debe aplicarse para encender una mezcla de combustible) para
la mezcla estequiométrica de hidrógeno es muy pequeña 0,019 mJ (milijulios),
la décima parte de la que requiere el gas propano, por lo que resulta más pro-
penso a inflamarse. Incluso una chispa invisible o una descarga de electricidad
estática procedente del cuerpo humano en condiciones secas pueden tener la
suficiente energía como para provocar su ignición, si bien ésta ha de ser de su-
ficiente duración para calentar el vapor de combustible hasta su temperatura
de inflamación.
El hidrógeno tiene la característica agregada de su baja electroconductividad,
de modo que el flujo o la agitación del gas o del hidrógeno líquido puede ge-
nerar cargas electrostáticas que pueden dar lugar a chispas. Por esta razón, los
propiedades del hidrógeno 129
Formato cantidad de
H2 equivalente (kg)
H2 en 1 m3 a 30 bar 2,66
H2 en 1 m3 a 100 bar 8,47
H2 en 1 m3 a 250 bar 19,27
H2 en 1 m3 a 500 bar 33,52
H2 en 1 m3 a 750 bar 44,48
H2 en 1 m3 líquido 70,00
H2 en 1 m3 de tolueno 47,00
H2 en 1 m3 de dibencil tolueno 57,00
H2 en 1 m3 de metanol 100,00
H2 en 1 m3 de amoniaco 121,00
Figura 3.5.3 Peso de Hidrógeno por m3 en diferentes condiciones y moléculas.
Fuente: elaboración propia.
Figura 3.5.4. Relación entre el factor de compresibilidad y la presión. Gases puros a 0 ºC.
Fuente: Curso de Química -Física. José Antonio Corrales Zarauza. Ed. Aguilar. 1974.
El cálculo coincide con las especificaciones técnica del fabricante que indican
como capacidad del depósito a 25 ºC y 700 bar la de 5,64 kg de H2.
En la figura 3.5.8 se facilita la densidad del hidrógeno en función de la presión
para el caso de gas ideal y de gas real considerando el factor de compresibilidad
a tres temperaturas diferentes Al aumentar la presión y la temperatura, el com-
portamiento se aleja más del ideal. Puede verse que es posible utilizar la hipóte-
sis de gas ideal hasta una presión en torno a los 100 bar. Para presiones mayores,
se aprecia cómo el comportamiento del gas real se desvía del gas ideal, tanto más
Figura 3.5.8. Densidad del hidrógeno en función de la presión para el caso de gas ideal y de
gas real considerando el factor de compresibilidad a tres temperaturas diferentes.
Fuente: Elaboración propia. Adaptada Encyclopedie des gaz, Air Liquide, Division
scientifique. Amsterdam: Elsevier; 1976.
140 francisco blanco alvarez §3
cuanto mayor es la presión. El uso del supuesto de gas ideal sobreestima la densi-
dad del hidrógeno a altas presiones, y por tanto la capacidad de almacenamien-
to de los tanques de hidrógeno comprimido. Al aumentar la presión, aumenta
z, esto provoca que para reducir el volumen 100 veces es necesario aumentar la
presión más de cien veces. Para una presión de 700 bar y una temperatura de
298,15 K el valor de z es 1,45, lo que significa un aumento del 45 % respecto a la
consideración de gas ideal.
4.
— 147 —
148 francisco blanco alvarez §4
Figura 4.1.2. Capacidad global de electrolizadores por tecnología, 2019 – 2023, y por región,
tamaño y estado según los proyectos anunciados para 2030.
Fuente: Global Hydrogen Review 2023. International Energy Agency (iea).
Figura 4.1.3. Capacidad de electrolizadores en 2030 según los anuncios actuales por estado y
el progreso desde la Revisión Global del Hidrógeno 2022.
Fuente: Global Hydrogen Review 2023. International Energy Agency (iea).
Figura 4.1.5. Rutas para la producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles, energía
nuclear y energías renovables.
Fuente: Hydrogen Economy. Supply Chain, Life Cycle Analysis and Energy Transition
for Sustainability. Antonio Scipioni, Alessandro Manzardo and Jingzheng Ren. Academic
Press, Elsevier, 2017. The Hong Kong Polytechnic University, Hong Kong SAR, China.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 151
—El hidrógeno azul se obtiene reformando metano con vapor, pero gene-
ra emisiones de CO2 que se capturan y almacenan en un sistema ccus
(Carbon Capture Use Storages) . El CO2 puede ser utilizado, por ejem-
plo, para fabricar ecocombustibles. Se trata de un hidrógeno de bajas
emisiones.
—El hidrógeno verde se obtiene mediante la electrólisis del agua, o vapor,
utilizando electricidad obtenida de una fuente renovable como la eólica,
la solar o la hidráulica. En su proceso de obtención no se emite CO2 y por
ello se posiciona como una solución eficaz para favorecer la descarboniza-
ción de todos los sectores.
152 francisco blanco alvarez §4
4.2.1. Introducción
El gas de síntesis o syngas, es una mezcla que contiene esencialmente H2, CO
y CO2, siendo un componente básico para la producción de productos quími-
cos, ya que se utiliza como producto intermedio en industrias químicas y refi-
nerías siendo sus usos muy variados. En la figura 4.2.1.1 puede verse el intervalo
de composición química del gas de síntesis, la cual depende de la materia prima
y del proceso utilizado para su obtención.
El gas de síntesis puede usarse como combustible o utilizarse en la fabricación
de productos de mayor valor añadido, tales como: hidrógeno (H2), amoníaco
(NH3), metanol (CH3OH), dimetiléter (DME) (CH3OCH3), combustibles
líquidos sintéticos mediante la síntesis de Fischer-Tropsch, gasolina (C5-C12),
nafta (C8-C12), queroseno (C11-C13) y diésel (C12-C22)]. En la figura 4.2.1.2
se da una lista más detallada de las aplicaciones potenciales del gas de síntesis,
que se dividen en dos categorías principales: generación de energía y produc-
ción de productos químicos y combustibles.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 153
una corriente de gas de síntesis con una relación molar de [H2/CO] más cerca-
na a 1 y el reformado con vapor de gas natural produce gas de síntesis con una
relación molar de [H2/CO] más cercana a 3. En la figura 4.2.1.4 pueden verse
las rutas tecnológicas para la producción de gas de síntesis a partir de diversas
materias primas. Muchos de los productos residuales que se obtienen en las re-
finerías se almacenan para ser utilizados como materia prima puesto que cual-
quier sustancia que contenga carbono puede ser utilizada para su producción.
Estos compuestos reaccionan a alta presión y elevada temperatura para obtener
gas de síntesis.
El tamaño del mercado global de gas de síntesis fue de 196,7 millones de Nm3
por hora en 2021 y se estima que sea de 261,02 en 2024 y que alcance los 448.82
156 francisco blanco alvarez §4
Figura 4.2.1.4. Rutas tecnológicas para la producción de gas de síntesis a partir de diversas
materias primas. Fuente: Adaptado de: ‹https://www.osti.gov/etdeweb/servlets/
purl/22176029›.
para el año 2029 con una tasa de crecimiento del 11,5 % (2024-2029). En la fi-
gura 4.2.1.5 puede verse cómo se distribuyó el mercado mundial del gas de sín-
tesis por sectores de aplicación en términos absolutos y en tanto por ciento en
el año 2021 y en la figura 4.2.1.6 la tasa de crecimiento anual compuesta (cagr)
en % estimado para cada uno de ellos en el período 2022-2027.
El mercado global de gas de síntesis está segmentado por materia prima: co-
que de petróleo, carbón, gas natural y otros tipos, y por tecnología de obten-
ción: reformado con vapor, gasificación.
Las crecientes preocupaciones ambientales han sido el principal impulsor del
crecimiento del mercado de gas de síntesis y derivados con el fin de proporcio-
nar métodos alternativos de producción de combustible. Se estima que el gas de
síntesis, como energía limpia y renovable, se adoptará ampliamente para reem-
plazar las formas tradicionales de energía. Además, se prevé que la alta deman-
da de precursores químicos en la producción de productos farmacéuticos y de
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 157
Figura 4.2.1.6. Tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) en % del mercado global
de gas de síntesis por aplicación 2022-2027. Fuente: elaboración propia de ‹https://www.
mordorintelligence.com/industry-reports/syngas-market›.
4.2.2. Catalizadores
En lo que a las reacciones químicas se refiere, la termodinámica permite de-
terminar las condiciones de proceso: temperatura, presión y concentración de
sustancias reaccionantes y productos resultantes, a las que la reacción puede te-
ner lugar. Sin embargo, de la termodinámica pura no se puede obtener infor-
mación acerca de la velocidad a la cual tendrá lugar la reacción, de ello se ocupa
la Cinética.
La cinética se ocupa del estudio de las velocidades de las reacciones quími-
cas y de los mecanismos mediante los cuales tienen lugar. Para ello, introduce
la variable tiempo en el estudio de las reacciones, estudiando las etapas y meca-
nismos que siguen los reactivos para convertirse en productos, lo cual es muy
importante para la competitividad y la productividad de un determinado pro-
ceso, esto es, su factibilidad económica.
Figura 4.2.2.2. Modificación del camino que sigue la reacción debido a la presencia de un
catalizador. Fuente: elaboración propia.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 161
↔ Ec5.
↔ Ec3.
162 francisco blanco alvarez §4
ΔH2980 ecua
reacción ΔrG ( J/mol), T (K) (P=1 bar) (kJ/mol) ción
CH4+CO2⇔2CO+2H2 ΔrG=61.770-67,3T 247 (1)
2CO ⇔C (s)+ CO2 ΔrG=-39.810+40,9T -172 (2)
CO+H2O⇔CO2+H2 ΔrG=-39.802+37,673T -41 (3)
CH4⇔C (s)+2H2 ΔrG=21.960-26,5T 75 (4)
CH4+H2O⇔CO+3H2 ΔrG=210.359-233,9T 206,16 (5)
C (s)+H2O⇔CO+H2 ΔrG=132.184-138,8T 131 (6)
2CH4+O2⇔2CO+4H2 ΔrG=-653,9-369T -71 (7)
2 -6 3
CH4+2O2⇔CO2+2H2O ΔrG =-803.508+13T-0,018T +8x10 T -802,5 (8)
C (s)+0,5O2⇔CO ΔrG =-110.872-89,4T -110,5 (9)
C (s)+O2⇔CO2 ΔrG=-393.647-2,5T -393,5 (10)
Reformado en seco de metano, (2) Reaccion de Boudouard (3) Reacción de desplazamiento
agua-gas (wgs), (4)Craqueo del metano, (5)Reformado del metano con vapor de agua, (6)
Reformado del carbono con vapor de agua, (7) Oxidación parcial del metano, (8) Combus-
tión del metano, (9) Oxidación parcial del carbono, (10) Combustión del carbono
Tabla 4.2.3.1. Tipos de reformado de gas natural en función del agente oxidante.
Reacciones, entalpía y energía libre. Fuente: elaboración propia.
↔ Ec4
—Formación de carbono a partir de hidrocarburos superiores:
↔ Ec5.
se ve favorecida por las temperaturas altas (reacción endotérmica) y por las ba-
jas presiones (nPR > nR), mientras que la reacción:
↔ Ec3.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 165
ca, se desplaza hacia la formación del CO (g), consumiendo C (s) y CO2 (g).
Las composiciones de equilibrio termodinámico se calcularon utilizando el sof-
tware hsc Chemistry que minimiza la energía libre de Gibbs (dg) utilizando
el método de los multiplicadores de Lagrange.
En la figura 4.2.3.3 puede verse la conversión de CH4 en función de la tempe-
ratura y de la relación [H2O/CH4]. Se observa que la conversión aumenta con
la temperatura y con la relación [H2O/CH4]. La conversión aumenta al hacerlo
la relación [H2O/CH4]. A partir de 973 K la conversión es prácticamente com-
pleta. La conversión de CH4 viene dada por la expresión siguiente:
(4.2.3.3)
De la figura 4.2.3.2 se deduce que la mezcla gaseosa resultante que sale del
reformador es H2 y CO, por lo que con el fin de aumentar la producción de
H2, se debe procesar la mezcla en un reactor en el que tenga lugar la reacción
de desplazamiento agua-gas (water-gas shift, wgs). La figura 4.2.3.5. muestra
el efecto de la temperatura y de la presión en la composición de los gases en
el equilibrio de la reacción de desplazamiento agua-gas. [H2O/CO] = 1 mol/
mol. Como la reacción tiene lugar sin aumento ni disminución en el número
de moles gaseosos, el equilibrio es independiente de la presión, figura 4.2.3.6.
Se puede observar que la cantidad de H2 y CO2 en el equilibrio disminuye a
medida que se incrementa la temperatura, lo cual se explica porque las reac-
ciones son exotérmicas. Por tanto, el reactor wgs debe operar a temperaturas
bajas. La producción de H2 en tanto por ciento puede determinarse mediante
la expresión siguiente:
La tecnología de reformado con vapor del gas natural (smr) está bien desa-
rrollada y disponible comercialmente en un amplio rango de capacidad, des-
de <1 tH2/h para pequeñas unidades descentralizadas hasta alrededor de 100
t H2/h para grandes plantas de fabricación de NH3. En la figura 4.2.3.7 puede
verse una planta industrial.
Figura 4.2.3.7. Planta industrial para la fabricación de H2 por reformado con vapor del gas
natural.
La materia prima típica varía desde gas natural y gas licuado de petróleo
(glp), hasta combustibles líquidos, incluida la nafta y, en algunos casos, el
queroseno. En los últimos años, el reformado con vapor también se considera
una opción para convertir la alimentación primaria en un gas adecuado para
una pila de combustible. La eficiencia de conversión de energía [Salida de hi-
drógeno [Poder calorífico superior (hhv)/Entrada de energía (hhv)] de los
reformadores de metano con vapor a gran escala es del 75 % al 80 %, aunque
se pueden lograr eficiencias del 85 % con una buena recuperación del calor
residual.
Existen variaciones tecnológicas en las plantas de reformado con vapor del
gas natural, que difieren entre sí principalmente por el tratamiento final del gas
producto: equipadas con un sistema de adsorción por oscilación de presión
(psa), plantas que incluye la eliminación de CO2 y un metanizador, y las equi-
padas con membrana polimérica y psa. En las figuras 4.2.3.8 (a), (b) y (c) puede
verse un diagrama de flujo de cada una de ellas, respectivamente.
Debido a la alta sensibilidad de los catalizadores de la unidad de reformado
y de wgs (water shift conversion) al envenenamiento por azufre, se requiere un
alto grado de desulfuración de la materia prima, lo que se logra en la unidad de
170 francisco blanco alvarez §4
Figura 4.2.3.8.a. Diagrama de flujo simplificado de una planta de reformado de gas natural
con vapor de agua. Con sistema de adsorción por oscilación de presión (psa). Fuente:
elaboración propia.
Figura 4.2.3.8.b. Diagrama de flujo simplificado de una planta de reformado de gas natural
con vapor de agua. Con un sistema de absorción de CO2, para su eliminación, y un
metanador. Fuente: elaboración propia.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 171
Figura 4.2.3.8.c. Diagrama de flujo simplificado de una planta de reformado de gas natural
con vapor de agua. Con membrana polimérica y un sistema de adsorción por oscilación de
presión (psa). Fuente: elaboración propia.
Figura 4.2.3.10. Sección radiante de un horno de reformado con vapor tipo caja Kellogg.
Fuente: Tecnología Química Industrial. Tema 2. Hidrógeno, gas de síntesis y derivados.
Prof. José Ignacio Zubizarreta Enríquez. Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales
de Madrid.
→
aumentar la relación superficie a volumen (S/V ), mientras se reduce la caída
de presión en los tubos largos del reactor.
Los estudios han demostrado que los catalizadores a base de níquel soporta-
dos con óxidos metálicos brindan la mejor tasa de conversión de metano. Aun-
que los catalizadores a base de metales nobles son más activos y, por lo general,
menos propensos a la desactivación por formación de carbono u oxidación, los
catalizadores a base de níquel debido a su bajo costo (100 a 150 veces menos
costosos que los metales nobles) son más ampliamente utilizados en aplicacio-
nes industriales. Los investigadores se han centrado en el uso de diferentes so-
portes, como ZrO2, Al2O3 y Ce–ZrO2, para aumentar la estabilidad térmica,
la actividad y la resistencia al vapor.
Aditivos que aporten iones alcalinos de potasio y/o calcio, sirven principal-
mente para suprimir la deposición excesiva de carbono en el catalizador. Estos
catalizadores funcionan durante más de cinco años (>50.000 h) de operación
continua y los proporcionan varios proveedores, incluidos ici/synetix, Dycat
y United Catalysts.
La mezcla de gas de síntesis, que contiene H2, CO, vapor y, por lo general,
alrededor del 4 % de metano no convertido, sale del reformador a temperatu-
ras de 800–900 °C. Se enfría rápidamente a unos 350 °C y se alimenta al o a
los reactores wgs, donde el CO reacciona con el vapor sobre un lecho catalí-
tico produciendo H2 y CO2, por lo que se incrementa la cantidad de hidróge-
no final.
Figura 4.2.3.12. (b) Diagrama idealizado que muestra el movimiento del perfil de concentra-
ción de la fase adsorbida para los compuestos más fuertemente adsorbidos en un proceso de
psa (adsorción versus desorción). Sistema cíclico de dos lechos por lotesSe indican los per-
files de concentración a través del lecho. A es la especie más fuertemente adsorbida. Fuente:
‹https://www.linde-engineering.com/en/images/ha_h_1_1_e_09_150dpi_nb_tcm19-6130.
pdf›.Fuente: New Pressure Swing Adsorption Cycles for Hydrogen Purification from Steam
Reforming Off-Gases. Filipe V. S. Lopes. Tesis Universidad de Oporto. Diciembre 2010.›.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 181
Figura 4.2.3.13. Isotermas de adsorción de CO2, CO, CH4, N2 y H2 (a) carbón activado
bpl (b) en zeolita 5A. Temperatura=30°C. Fuente: Separation Science and Technology.
Purification of Hydrogen by Pressure Swing Adsorption. S. Sircar, T. C. Golden.
selectividad
mezcla de gas
carbon activado bpl zeolita 5a
CO2-CH4 2,5 195,6
CO2-CO 7,5 59,1
CO2-N2 11,1 330,7
CO2-H2 90,8 7400,0
CO-CH4 0,33 3,3
CO2-N2 1,48 5,6
CO2-H2 12,11 125,0
CH4- N2 4,5 1,7
CH4- H2 36,6 37,8
N2-H2 8,2 22,3
Tabla 4.2.3.14. Selectividades de los pares binarios de los componentes smrog para
el carbón activado bpl y la 5A a 30°C. Fuente: Separation Science and Technology.
Purification of Hydrogen by Pressure Swing Adsorption. S. Sircar, T. C. Golden.
zeolita 5A. Por lo tanto, la facilidad de desorción de CO2 del carbón activa-
do lo convierte en el adsorbente preferido para la eliminación de CO2 incluso
aunque las capacidades y selectividades de CO2 en el carbón son moderadas en
comparación con las de la zeolita.
Por otra parte, la figura 4.2.3.16 (a) y (b) y la tabla 4.2.3.17 muestran que la
zeolita 5A exhibe una capacidad mucho mayor para la adsorción de CO y N2
diluidos que el carbón activado bpl. Las selectividades de adsorción de estos
gases sobre el H2 en la zeolita son también mucho mayores que las del carbón
activado. Al mismo tiempo, la desorción de CO y N2 de la zeolita 5A median-
te purga de H2 es relativamente mucho más favorable que la del CO2, como se
muestra en la figura 4.2.3.18. Por tanto, la zeolita es el adsorbente preferido en
los procesos psa para la eliminación de estos gases del H2.
La capacidad de adsorción de CH4 apolar y su selectividad de adsorción so-
bre H2 son aproximadamente las mismas en ambos materiales. Sin embargo, el
CH4 se adsorbe selectivamente sobre el CO en el carbón activado y el CO se
adsorbe selectivamente sobre el CH4 en la zeolita. Por tanto, se pueden utilizar
tanto zeolita como carbono para eliminar CH4 del smrog.
Los procesos de psa utilizan carbones activados para la eliminación de
CO2 y CH4 y zeolitas para la eliminación de CO, CH4 y N2 del smrog. Sin
embargo, se pueden emplear diferentes tipos de carbones activados (tamaño
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 183
Figura 4.2.3.15. Características de desorción controlada en equilibrio del CO2 por purga
de H2. Fuente: Separation Science and Technology. Purification of Hydrogen by Pressure
Swing Adsorption. S. Sircar, T. C. Golden.
Figura 4.2.3.17. Esquema de las cuatro etapas de uno de los lechos del ciclo de Skarstrom
y variación de la presión durante las mismas a lo largo del tiempo. Fuente: New Pressure
Swing Adsorption Cycles for Hydrogen Purification from Steam Reforming Off-Gases.
Filipe V. S. Lopes. Tesis Universidad de Oporto. Diciembre 2010.
En la figura 4.2.3.18 pueden verse las trayectorias de presión durante los ocho
pasos del ciclo de adsorción de la secuencia de cuatro adsorbedores (A, B, C y
D) a lo largo del tiempo.
A continuación, se detallan las etapas del ciclo de adsorción del sistema psa de
la figura 4.2.3.19. Los pasos del ciclo más largos (adsorción y suministro, presuri-
zación de purga, regeneración, purga) tienen una duración de 100 s. En compa-
ración, los pasos del ciclo más cortos (adsorción y presurización de alimentación
(ad y fp), purga (bd), ecualización de presión (pe)) duran solo 30 s.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 187
Figura 4.2.3.19. (a) Trayectorias de presión durante los ocho pasos del ciclo de adsorción
de la secuencia de cuatro adsorbedores (A, B, C y D) a lo largo del tiempo., (b) Pasos
elementales del ciclo psa. Fuente: ‹https://www.linde-engineering.com/en/images/
HA_H_1_1_e_09_150dpi_NB_tcm19-6130.pdf›. ‹https://minerva.usc.es/xmlui/
handle/10347/18846›.
Figura 4.2.3.21. Diagrama esquemático del proceso psa utilizando cuatro lechos y un
tanque de almacenamiento de gases intermedio. Fuente: T. Yamaguchi, Y. Kobayashi, Gas
separation process (1993) U.S. Patent 5,250,088.
Figura 4.2.3.22. Sistema adsorción por oscilación de presión psa con 10 lechos de adsorción.
Fuente: ‹https://www.linde-engineering.com/en/images/HA_H_1_1_e_09_150dpi_NB_
tcm19-6130.pdf›.
de C2H6, 1,4 % de C3H8, 0,3 % de C4H10 y 0,1 % de C5H12 (base seca). Cuando
se incluyen dos lechos más en el proceso, la pureza y la recuperación del hidró-
geno aumentan al 99,97 % y al 87,9-88,3 %, respectivamente.
En la figura 4.2.3.22 una imagen de un sistema industrial de adsorción por
oscilación de presión con 10 lechos de adsorción.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 193
Las ventajas de los sistemas psa sobre el sistema de absorción con aminas son:
menor costo de equipo, operación más simple, menor mantenimiento operati-
vo y capacidad de entregar H2 de mayor pureza.
Ir). Los metales nobles a pesar de su alto costo muestran una actividad más ele-
vada que los catalizadores más económicos basados en Ni. Los catalizadores de
Pd presentan una estabilidad limitada a elevadas temperaturas, lo que se puede
superar añadiendo tierras raras y/u óxidos alcalinotérreos a las formulaciones
del catalizador, como por ejemplo el CeO2 y CeO2-ZrO2. Las selectividades se
determinan mediante las siguientes expresiones:
5.
— 199 —
200 juan josé del campo gorostidi §5
que la entalpía, ΔH , apenas varía con la temperatura, una vez alcanzados los
100 ºC .
En condiciones de disponibilidad de calor, como puede ser el caso de proce-
sos industriales que permitan disponer de calor latente entre 200 ºC y 300 ºC,
realizar la electrólisis de la molécula de agua a temperaturas elevadas, en fase
vapor, es interesante, por cuanto que disminuye el consumo de energía eléctri-
ca. En el cuadro 5.1.2 se comparan los porcentajes del tipo de energía requerida
para descomponer la molécula de agua a 100 ºC y a 1.000 ºC.
En medio acuoso, los protones H+ se solvatan formando iones H3O+ los cua-
les, debido al campo eléctrico, se desplazan por conducción iónica en el seno
202 juan josé del campo gorostidi §5
del electrolito hacia el cátodo para ser reducidos a hidrógeno molecular en fa-
se gaseosa.
El balance neto de la celda de electrólisis supone el consumo de agua con la
producción de hidrógeno gas en el cátodo y oxígeno en el ánodo, siendo la re-
acción total la que se expresa en la (Ec.7).
Siendo:
Ecelda = E+ – E- = 1,23 V.
Figura 5.1.3.1. Variación del potencial de descomposición y de la tensión de celda con TºC.
Fuente: Fundamentals of Water Electrolysis. Pierre Millet. 2015 Wiley-vch Verlag.
5.2 Electrolizadores
Figura 5.2.1.1. Evolución del diseño de las celdas electroquímicas para producción de
hidrógeno. Fuente: Hysata.
Figura 5.2.2.1. Tipos de electrolizadores. (a) pem, (b) Alcalino, (c) Oxido sólido. Fuente:
Hydrogen production by electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.
Figura 5.2.2.3. Sección tipo de una celda de electrólisis alcalina. Fuente: Hydrogen
production by electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.
Figura 5.2.2.5. Raney Níquel. Fuente: Hydrogen production by electrolysis. Pierre Millet y
Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.
de los años 50 del pasado siglo xx con motivo de los programas aeroespaciales
norteamericanos.
La innovación consistió en la fabricación de una matriz sólida impregnada de
electrolito diseñada para trabajar en medio ácido, tomando ventaja de la mayor
movilidad iónica de los protones H+ en relación a los aniones OH–. Los esfuer-
zos condujeron al desarrollo de ionómeros, un tipo de polímeros que combi-
nan de forma periódica fracciones iónicas unidas mediante enlaces covalentes
a la cadena principal del polímero. El paso decisivo se produjo con el desarro-
llo por DuPont de Nemours del material llamado NafionR. La conductividad
de este material es equivalente a la de una disolución 1M de ácido sulfúrico con
excelentes propiedades mecánicas y químicas.
En las celdas pem la membrana conductora de protones tiene un espesor de
50 a 250 micras lo que permite fabricar stacks muy compactos que pueden fun-
cionar a elevadas densidades de corriente, superiores a 1 A/cm2.
Debido al medio ácido en el que operan los electrolizadores pem sólo pueden
utilizarse como catalizadores los metales del grupo del platino, ya que el resto
de metales serían oxidados en el medio ácido a la temperatura de operación. Por
ello, los electrolizadores pem son más costosos que los alcalinos, debido al ma-
yor coste de los catalizadores y a su más complejo proceso de fabricación. Entre
sus ventajas se enumeran las siguientes:
—Experimentan menor deterioro que los alcalinos en parada
—Se adaptan mejor a cambios bruscos de la densidad de corriente
—Son más compactos
—Permiten operar a mayor densidad de corriente que los alcalinos.
En la figura 5.2.2.6 se muestra la sección esquemática de una celda de elec-
trólisis pem, las reacciones que tienen lugar y el transporte de protones hacia el
cátodo. En la figura 5.2.2.7 se presenta la fórmula del NafionR.
Las actividades de i+d para mejorar las prestaciones y durabilidad de los elec-
trolizadores pem, y la reducción de su coste, se centran en el desarrollo de cata-
lizadores menos costosos que los metales del grupo de platino para el cátodo y
los óxidos de Iridio o Iridio metal para el ánodo.
Los electrolizadores de óxido sólido permiten realizar la electrólisis en fa-
se vapor a temperaturas de hasta 800 ºC - 1000 ºC, lo que supone mejorar sus-
tancialmente el consumo específico de energía, desde los 5 kWh/Nm3H2 de los
electrolizadores alcalinos a los 3,3 kWh/Nm3H2 alcanzables con los electroliza-
dores de óxido sólido en desarrollo. Consecuentemente, la eficiencia global de
218 juan josé del campo gorostidi §5
Figura 5.2.2.6. Sección esquemática de una celda pem. Fuente: Hydrogen production by
electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.
Figura 5.2.2.7. Fórmula del NafionR material utilizado en las membranas pem. Fuente:
Hydrogen production by electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 219
hidrógeno podría pasar del 26 % con un reactor lwr Light Water Reactor en
ciclo de Rankine al 70 % con los reactores de muy alta temperatura vhtr Very
High Temperature Reactor: una mejora del 169 %.
Figura 5.2.2.9. Mejora de la eficiencia térmica y del consumo específico de energía mediante el
uso de reactores nucleares como fuente térmica y eléctrica para la producción de hidrógeno
sin huella de carbono. Fuente: doe Departamento de energía de Estados Unidos.
Figura 5.2.2.11. Evolución del diseño de celdas cerámicas de óxido sólido. Fuente: High-
Temperature Steam Electrolysis. Jérôme Laurencin y Julie Mougin. 2015 Wiley-vch Verlag.
5.2.3 Durabilidad
En la figura 5.2.3.1 se muestra el aumento de la tensión de celda en función de
la densidad de corriente de operación para distintos tipos de electrolizadores
a diferentes temperaturas de operación. Para cada tecnología se ha señalado el
rango óptimo alcanzable. Como se aprecia, las mejores opciones son las que se
alcanzan con electrolizadores pem de última generación y electrolizadores de
óxido sólido operando a temperatura elevada, actualmente en desarrollo.
La medición de la variación de la tensión de celda de un stack en función de
la densidad de corriente permite caracterizar el comportamiento de los equipos
y comparar tecnologías. A medida que el stack se deteriora su tensión aumenta,
debido al deterioro de sus componentes críticos: membrana separadora y cata-
lizadores de las reacciones anódica y catódica.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 223
Figura 5.3.4. Esquema de los sistemas de control. Fuente: Caparrós,J., Vivas,F.J., Segura,F.,
Andújar,F.J. Simulation Notes Europe. September 2021.
5.4.1 Introducción
Las pilas de combustible son dispositivos que permiten recombinar el oxíge-
no del aire con el hidrógeno generando electricidad y calor. Una pila de com-
bustible es por tanto un equipo de cogeneración, fundamentalmente dedicado
a la producción de energía eléctrica y que, adicionalmente, nos permite dispo-
ner de calor aprovechable. El rendimiento eléctrico de las pilas de combustible
pem más recientes alcanza el 61 %, lo que significa que considerando un poder
calorífico inferior del hidrógeno de 33 kWh/Kg, con 1 Kg de hidrógeno pode-
mos generar 20 kWh de energía eléctrica, y adicionalmente unos 8 kWh térmi-
cos como calor latente del agua generada.
Las reacciones que tienen lugar en una pila de combustible, a partir de los in-
sumos de hidrógeno y aire, se muestran en la figura 5.4.1.1.
En la figura 5.4.1.2 mostramos la sección de una pila de combustible y los flu-
jos de entrada y salida.
En la figura 5.4.1.3 presentamos el detalle de los elementos funcionales de una
pila p.e.m. Se aprecia la importancia de la incorporación de catalizadores, esto
es, superficies electroactivas sobre un sustrato de carbono con objeto de dismi-
nuir el sobrepotencial de reacción, tanto anódico como catódico.
Asimismo, se aprecia la importancia de que la membrana permita el flujo de
los protones H+ y actúe como material dieléctrico para evitar el cortocircuito
228 juan josé del campo gorostidi §5
Figura 5.4.1.2. Sección de una Pila de Combustible del tipo pem. Fuente: U.S. Department
of Energy. Noviembre 2015.
Figura 5.4.1.3. Esquema de las capas electroactivas de una pila de combustible p.e.m. Fuente:
U.S. Department of Energy. Noviembre 2015.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 229
Icelda = ne F nO2.
Aún cuando pudiera parecer que el proceso que tiene lugar en una pila de
combustible es el inverso del proceso de electrólisis de la molécula de agua para
la producción de hidrógeno, no se trata de procesos plenamente reversibles. Tal
y como se muestra en la figura 6.4.2.1 no se trata de un Proceso Redox comple-
tamente reversible. La reversibilidad aumenta con la temperatura de operación.
Por ello, los denominados Sistemas Regenerativos Unitarios serían posibles
mediante la operación en fase vapor, lo que se podría realizar con electrodos de
óxido sólido. Un Sistema Regenerativo Unitario sería aquel capaz de funcionar
en modo electrolizador y en modo pila de combustible.
6.
Figura 6.1.5. Esquema de una instalación de almacenamiento de energía renovable con hi-
drógeno. Fuente: Adaptada a partir de: breeze, P. Power System Energy Storage Techno-
logies, Power Generation Technologies, pp. 219–249, 2019. Disponible en: ‹https://doi.
org/10.1016/B978-0-08-102631- 1.00010-9›.
6.2.1. Introducción
Almacenar hidrógeno es más sencillo que almacenar electricidad debido a su
naturaleza química, por lo que su uso como vector energético toma fuerza ante
el incremento de la producción de electricidad mediante tecnologías basadas en
energías renovables. El desafío es económico y tecnológico pudiendo clasificar-
se los diferentes métodos tomando como criterio las siguientes características:
—Velocidad con la que puede llenarse y vaciarse el reservorio de energía.
—Densidad volumétrica y gravimétrica alcanzable.
—Capacidad total de almacenamiento energético.
—Rendimiento del ciclo completo: «round trip efficiency».
—Tiempo de respuesta ante una demanda de la red eléctrica.
—Confiabilidad y seguridad.
Existen varios sistemas de almacenamiento de hidrógeno, los cuales permi-
ten acumular energía a largo plazo y prácticamente sin pérdidas en el tiempo.
240 francisco blanco alvarez §6
PVn = Cte
Ec. 6.2.2.1.
Ec. 6.2.2.2.
Ec. 6.2.2.3.
Ec. 6.2.2.4.
almacenamiento del hidrógeno 245
Queda claro que es deseable enfriar el gas cuando está comprimiéndose por-
que esto reduce el trabajo del compresor. Sin embargo, a menudo no es posible
tener el enfriamiento adecuado a través de la carcasa del compresor y es necesa-
rio usar otras técnicas para lograr un enfriamiento eficaz. Una técnica es la com-
presión en etapas múltiples con interenfriamiento, en la que el gas se comprime
en etapas y se enfría entre cada una de éstas pasándolo a través de un intercam-
246 francisco blanco alvarez §6
Figura 6.2.2.6. Diagrama P-v para un proceso de compresión de flujo estacionario de dos
etapas. Fuente: Termodinámica. Octava edición. Yunus A. Cengel, Michael A. Boles.
El tamaño del área sombreada (trabajo ahorrado) varía con el valor de la pre-
sión intermedia Px, siendo en la práctica de gran interés determinar las condi-
ciones bajo las cuales el área se maximiza. El trabajo total de un compresor de
dos etapas es la suma del trabajo de entrada en cada etapa de compresión. Co-
mo se ha mostrado anteriormente, viene dado por:
Ec. 6.2.2.5.
La única variable en esta ecuación es Px. El valor que minimiza el trabajo to-
tal se determina al derivar la expresión (6.2.2.7) con respecto a Px e igualar la
expresión resultante a cero. El valor de Px que hace mínimo el valor de W vie-
ne dado por:
Ec. 6.2.2.6.
Ec. 6.2.2.7.
Ec. 6.2.2.8.
Ec. 6.2.2.9.
Figura 6.2.2.13. Energía necesaria para comprimir 1 mol de hidrógeno desde 1 atm a 20°C
para un proceso de compresión de una, dos y tres etapas. La curva más baja muestra el WT
calculado utilizando la ecuación para el caso del gas ideal.. Fuente: Hydrogen Generation,
Storage, and Utilization. Jin Zhong Zhang, Jinghong Li, Yat Li, Yiping Zhao. Ed. Wiley, 2014.
almacenamiento del hidrógeno 249
a 298 K y 700 bar. En la figura 6.2.2.16 se muestra cómo varia la densidad (kg/
m3) en función de la presión en los casos de comportamiento ideal y real. Se
puede observar cómo a partir de una presión de unos 150 bar existe diferencia
en el valor de la densidad que se acrecienta al aumentar la presión, siendo me-
nor en el caso de comportamiento real. Así, la compresión del hidrógeno a 350
bar permite alcanzar una densidad de 28 kg/m3 en el caso ideal y 23 kg/m3 en el
real. A 700 bar los valores son 57 kg/m3 y 37 kg/m3, respectivamente.
Por su parte, en la figura 6.2.2.17 se muestra cómo varia la energía mecánica
(kJ/mol)) necesaria para la compresión del hidrógeno en función de la presión
de almacenamiento a una temperatura de 300 K. La forma de medir el traba-
jo de compresión pasa por determinar el tanto por ciento de energía consumi-
do respecto del total del combustible. El proceso de compresión del hidróge-
no requiere un aporte energético alto que a 350 bar consume el 12 % de su pci
(240.022 kJ/kmol) y a 700 bar el 15 %. La licuefacción del H2 consume el 30 %
de su pci, consumiendo éste entre 10 y 17 mj.
En el caso de comportamiento no ideal (PV=znRT) habría que tener en
cuenta el factor de compresibilidad z, que es función de la presión y la tempe-
ratura, con el fin de obtener el trabajo necesario para la compresión de forma
más realista. Así, en el caso del proceso de compresión isotérmico se tendría.
252 francisco blanco alvarez §6
Ec. 6.2.2.10.
Por tanto, es necesario conocer el valor de z para poder llevar a cabo la in-
tegración. Un modo posible de solucionar el problema sería obtener un valor
promedio del factor de compresibilidad en el intervalo de presión (P1,P2) y a
la temperatura T constante. En la figura 6.2.2.20 se muestra la relación entre el
factor de compresibilidad y la presión para el hidrógeno, a diferentes tempera-
turas. Se puede observar, que para una temperatura de 300 K la variación del
factor de compresibilidad es prácticamente lineal, por lo que el valor medio del
mismo se puede determinar mediante la expresión:
Ec. 6.2.2.11.
Ec. 6.2.2.12.
almacenamiento del hidrógeno 253
Ec. 6.2.2.13.
(Ec.6.2.2.14)
(Ec.6.2.2.16)
Figura 6.2.2.29 Diversos tipos de compresores utilizados para la compresión del hidrógeno.
Fuente: Almacenamiento de Hidrógeno. idesa Víctor J. Martínez. Curso del Hidrógeno
coimne.
En general, los compresores que se utilizan hoy en día para comprimir el hi-
drógeno gaseoso son de desplazamiento positivo o centrífugos. Dentro de los
compresores de desplazamiento positivo se encuentran los alternativos y los
rotativos.
Los compresores alternativos funcionan mediante un motor con acciona-
miento lineal que mueve un pistón o un diafragma hacia adelante y hacia atrás.
Dicho mecanismo comprime el hidrógeno reduciendo su volumen. Los com-
almacenamiento del hidrógeno 255
Tabla 6.2.2.31. Comparativa entre los compresores de pistón y los de diafragma. Fuente:
Almacenamiento de hidrígeno. idesa Víctor J. Martínez. Curso del Hidrógeno coimne.
Figura 6.2.2.35 Rango de utilización de los compresores para el presurizado del hidrógeno
en función de la presión y de la capacidad de compresión. Fuente: Almacenamiento de
hidrógeno. idesa (Víctor J. Martínez). Curso del Hidrógeno coimne.
por lo que se consigue una eficiencia de compresión muy elevada y unas emi-
siones de ruido significativamente menores.En la figura 6.2.2.34 se muestra una
comparación del consumo energético de diferentes procesos de compresión.
En la figura 6.2.2.35 se muestra el rango de utilización de los compresores usa-
dos para la compresión del hidrógeno en función de la presión y de la capacidad
de compresión (kg H2/día).
260 francisco blanco alvarez §6
peso/
descripción % metal/ capacidad
tipo tipo de material % composite kg/l
i. Un cilindro hecho totalmente de acero
o de aluminio (sin costuras ni revestimiento) 100/0 1-1,5
P
(bar) Características
Muy pesados y de paredes gruesas. Utilizados principalmente
150-300 en vehículos de gnc y en aplicaciones estacionarias industriales.
450-800
Más ligeros y de paredes más finas respecto a los de tipo i y ii. Se
utilizan principalmente para aplicaciones de movilidad y
transporte de H2 en trailers.
350-700
350-700 Ídem
Figura 6.2.2.39. Coste y características del almacenamiento en tanques del hidrógeno. Costo
nivelado de almacenamiento según la duración del almacenamiento, con una tasa de produc-
ción fija. Fuente: Hydrogen Based Energy Conversion. Basado en Hawkins (2006), with kg/
day of H2 converted to mwh/day and a fixed rate of production of 17.8 mwhch hydrogen; 2.
$1/ mw is the base case for a 4 mw compressor, with a scaling factor of around 0.8. Compres-
sor cost is high due to the need to keep H2 free of contamination from oils or water and to
low manufacturing volumes y en A.T. Kearney Energy Transition Institute analysis, based on
1Hawkins (2006), us DoE H2A delivery model and Cerri I. et al (2012).
los sistemas de almacenamiento de gas. Para que el proceso sea rentable, su uso
ha de ser a gran escala o asociado a transporte a grandes distancias.
El proceso de licuefacción requiere unas condiciones complejas y específicas,
así como un aislamiento térmico adecuado de los tanques debido a la evapora-
ción flash del hidrógeno en caso de fuga.
La licuefacción del hidrógeno es un proceso intensivo en consumo de ener-
gía. En el estado actual de la tecnología, el consumo específico de energía se
sitúa entre 12 y 15 kWh/Kg H2, lo que supone entre el 35 % y el 45 % de su
P.C.I., esto disminuye para las licuefacciones de mayor volumen y se espera que
la tecnología evolucione hasta conseguir llegar al 20 %. El proyecto europeo
idealhy, así como el Departamento de Energía de Estados Unidos han conse-
guido llegar a 6,7 kWh/kg, esto supondría una pérdida de sólo el 18 % del P.C.I.
Teóricamente, el mínimo gasto energético para lograr la licuefacción es de 2,7
kWh/kg. Han de añadirse, en todo caso, las pérdidas por vaporización, Boil-off,
que se producen en la cadena logística hasta su consumo final y que pueden su-
poner el 40 % de su P.C.I. En la figura 6.2.3.1 se muestra el consumo específico
de energía de diversos procesos.
Las moléculas de hidrógeno pueden existir en dos formas isoméricas depen-
diendo del estado del espin del protón en cada átomo. La proporción de isóme-
ros dependerá de la temperatura, según muestra la figura 6.2.3.2. Si ambos espines
nucleares son paralelos, la molécula se llama orto y si los espines son antiparalelos,
se denomina para. La presencia de espines nucleares conlleva consecuencias muy
interesantes para las poblaciones de los estados rotacionales y a escala macroscó-
pica, tiene consecuencias sobre la entropía y las capacidades térmicas.
Para una temperatura dada, las concentraciones de equilibrio se determinan
mediante la (Ec. 6.2.3.1) y la (Ec.6.2.3.2):
(6.2.3.1)
(6.2.3.2)
Figura 6.2.3.1. Consumo específico de energía de varios procesos de licuefacción. La línea dis-
continua violeta corresponde al mínimo teórico. Fuente: ‹https://pubs.rsc.org/en/content/
articlelanding/2022/ee/d2ee00099g›.
Figura 6.2.3.2. Concentración de equilibrio isómeros para/orto del hidrógeno según tem-
peratura. Fuente: Strategies To Improve the Performance of Hydrogen Storage. Systems by
Liquefaction Methods: A Comprehensive Review. Bahram Ghorbani, Sohrab Zendehbou-
di,* Noori M. Cata Saady, Xili Duan, and Talib M. Albayati. ‹https://pubs.acs.org/doi/ep-
df/10.1021/acsomega.3c01072›.
Figura 6.2.3.5. Composición del equilibrio del hidrógeno. Fuente: Strategies To Improve the
Performance of Hydrogen Storage. Systems by Liquefaction Methods: A Comprehensive Re-
view. Bahram Ghorbani, Sohrab Zendehboudi,* Noori M. Cata Saady, Xili Duan, and Talib
M. Albayati.‹https://pubs.acs.org/doi/epdf/10.1021/acsomega.3c01072›.
En la figura 6.2.3.7 se dan los diagramas de equilibrio t-s del hidrógeno (a)
para temperaturas entre 80 y 330 K y (b) para temperaturas entre 15 y 85 K.
El ciclo de Linde-Hampson funciona en gases como el nitrógeno, que se en-
frían al expansionarse a temperatura ambiente. Sin embargo, el hidrógeno se
calienta al expansionarse a temperatura ambiente (Efecto Joule-Thomson nega-
tivo). El sistema requiere un preenfriamiento por debajo de la temperatura de
inversión del hidrógeno gaseoso, que es de 193 K (-80 ºC). Se tiene entonces el
ciclo Linde-Hampson con preenfriamiento, que es una versión modificada del
sistema Linde-Hampson simple. Para alcanzar dicha temperatura de inversión,
los procesos modernos de licuefacción utilizan nitrógeno líquido para preen-
friar el hidrógeno gaseoso hasta una temperatura inferior a 78K (-195 ºC) antes
de la primera expansión.
270 francisco blanco alvarez §6
6.2.3.7. (a) Diagramas de equilibrio t-s del hidrógeno para temperaturas entre 80 y 330 K.
6.2.3.7. (b) Diagramas de equilibrio t-s del hidrógeno para temperaturas entre 15 y 85 K.
Fuente: Gstrein, G. and Klell, M. (2004) Stoff werte von Wasserstoff [Properties of Hydrogen],
Institute for Internal Combustion Engines and, Thermodynamics, Graz University of
Technology.
almacenamiento del hidrógeno 271
Figura 6.2.3.8. Diagrama de flujo del ciclo Linde-Hampson con preenfriamiento para la
licuefacción de hidrógeno. Fuente: elaboración propia.
Figura 6.2.3.9.- Diagrama de flujo simplificado del proceso de licuefacción del hidrógeno
por el sistema Claude y diagrama Temperatura-Entropía.
Fuente: elaboración propia.
perficie para un volumen determinado y, por lo tanto, una menor área de trans-
ferencia de calor del ambiente hacia el tanque. A medida que el diámetro del
tanque aumenta, el volumen lo hace más rápidamente que el área, de modo que
los tanques grandes tienen proporcionalmente menos transferencia de calor que
los tanques pequeños, reduciendo la evaporación. Los tanques esféricos son mas
complicados de fabricar y más caros que los tanques cilíndricos.
Figura 6.2.3.11. (a) Tanque esférico de almacenamiento de hidrógeno líquido. Fuente: Alma-
cenamiento de hidrógeno. idesa Víctor J. Martínez. Curso del Hidrógeno coimne.
Figura 6.2.3.11. (b) Construcción de un tanque de hidrógeno líquido. Fuente: The hydrogen
economy. Fundamentals, Technology, Economics. Duncan Seddon.
almacenamiento del hidrógeno 277
Figura 6.2.3.11. (c) Evolución y proyección del tamaño de los tanques esféricos. Fuente:
Strategies To Improve the Performance of Hydrogen Storage. Systems by Liquefaction
Methods: A Comprehensive Review. Bahram Ghorbani, Sohrab Zendehboudi,* Noori M.
Cata Saady, Xili Duan, and Talib M. Albayati. ‹https://pubs.acs.org/doi/epdf/10.1021/
acsomega.3c01072›.
de industrias que precisen frio cerca de las terminales de regasificación. Los es-
tándares de transporte europeos permiten el transporte de 3.300 kg/camión y
en Norte América 4.500 kg/camión.
En la figura 6.2.3.12 se pueden ver el coste y características del almacenamien-
to en hidrógeno líquido.
Figura 6.2.3.12 Coste y características del almacenamiento en hidrógeno líquido. Coste nive-
lado de almacenamiento según el tamaño de la planta de licuefacción. Fuente: Hydrogen Ba-
sed Energy Conversion.
Figura 6.2.4.2. Proceso de regeneración del hidruro de litio. Fuente: Proceedings of the 2000
U.S. doe Hydrogen Program Review Hydrogen Transmission/Storage With Metal Hydri-
de-Organic Slurry And Advanced Chemical Hydride/Hydrogen For Pemfc Vehicles. An-
drew W. McClaine and Co.
Figura 6.2.4.3. Representación gráfica de la estructura del slurry de hidruro de litio. Fuente:
Proceedings of the 2000 U.S. doe Hydrogen Program Review Hydrogen Transmission/Sto-
rage With Metal Hydride-Organic Slurry And Advanced Chemical Hydride/Hydrogen For
Pemfc Vehicles. Andrew W. McClaine and co.
Figura 6.2.4.4. Slurry de Hidruro de Litio. Fuente: Proceedings of the 2000 U.S. doe Hydrogen
Program Review Hydrogen Transmission/Storage With Metal Hydride-Organic Slurry And Ad-
vanced Chemical Hydride/Hydrogen For Pemfc Vehicles. Andrew W. McClaine and Co.
Figura 6.2.4.5. Experimento de acercamiento de una llama a un slurry de LiH. Fuente: Pro-
ceedings of the 2000 U.S. doe Hydrogen Program Review Hydrogen Transmission/Storage
With Metal Hydride-Organic Slurry And Advanced Chemical Hydride/Hydrogen For Pem-
fc Vehicles. Andrew W. McClaine and co.
La formación del hidruro metálico es una reacción exotérmica que libera una
importante cantidad de energía, expresada como entalpía química de reacción
y que varía dependiendo del metal o aleación utilizado. La reacción tiene lugar
a una presión del hidrógeno inferior a 35 bar, por lo que una de las ventajas de
este método de almacenamiento es que no se requiere comprimir previamente
284 francisco blanco alvarez §6
densidad densidad
gravimétrica volumétrica
material (% masa) (kg/m3)
H2 gas (700 bar) 100 50
H2 líquido 100 70
LaNi5 1,5 120
FeTi 1,5 110
MgH2 7,6 105
LiH 12,6 100
NaAlH4 7,5 95
NaBH4 10,8 112
NH3BH3 19,6 100
LiBH4 18,4 120
LiAlH4 7,9 73
2LiBH4-MgH2 11,8 96
2LiBH4-Al/TiF3 9,3 125
LiBH4-Mg2FeH6 6,0 151
Tabla 6.2.5.1. Densidades gravimétricas y volumétricas de diferentes hidruros frente a los de
hidrógeno gaseoso y líquido. Fuente: S. Al-Hallaj, K. Kiszynski, Hybrid hydrogen systems:
Stationary and transportation applications, Green Energy Technol. 79 (2011). ‹https://doi.
org/10.1007/978-1-84628-467-0› y densidades gravimétricas y volumétricas de diferentes hi-
druros, (n.d.) ‹https://www.norvento.com/almacenamiento-hidrógeno/›.
(Ec. 6.2.5.1)
o bien:
L=C+2-F
L= 2 + 2 – F = 4 - F
lo que nos indica que en tanto coexistan las fases α y β, el número de grados de
libertad es 2. Si se fija la temperatura, solo se tendría un grado de libertad, que
sería la composición, manteniéndose la presión constante, lo cual se manifiesta
en la gráfica de la figura 7.2.5.6 por un segmento horizontal cuya longitud indica
la cantidad de hidrógeno que se puede almacenar de forma reversible. La me-
seta resulta de la coexistencia de una mezcla de solución sólida (fase α) y fase β
de hidruro metálico. Cada curva corresponde a una temperatura. Una vez que
se alcanza la fracción molar máxima de hidrógeno en la aleación -agotamien-
to de la fase α— la presión aumenta exponencialmente, indicando la capacidad
máxima de absorción de hidrógeno de la aleación. Cuando la temperatura au-
menta, la presión de la meseta también aumenta, hasta una temperatura crítica
Tc. A temperaturas superiores a Tc, la región de la meseta desaparece y la fase a
se convierte continuamente a la fase b.
Para cada composición candidata hay que determinar la curva P-C-T: Pre-
sión, Composición, Temperatura . figura 6.2.5.7. La desorción se realiza de ma-
nera inversa con cierta histéresis entre el proceso de hidrogenación y el de des-
hidrogenación siendo un fenómeno en el que la meseta correspondiente a la
hidrogenación está a una presión más alta que la meseta de la deshidrogenación,
formando un bucle de histéresis, como se muestra en la Figura 6.2.5.8.
Una explicación para la histéresis es que la acomodación de las energías elás-
tica y plástica no son iguales para la hidrogenación y la deshidrogenación.
Cuantitativamente, la histéresis está representada por la diferencia de energía
libre:
290 francisco blanco alvarez §6
En general, los hidruros metálicos se dividen entre los de alta y baja tempera-
tura de desorción. Los hidruros de alta temperatura tienen un menor coste por
unidad de almacenamiento y almacenan más hidrógeno que los hidruros de ba-
ja temperatura, hasta un 7,6 % en peso (6,5 átomos de H2/cm3) para el MgH2.
Sus desventajas son que la cinética del proceso de absorción-desorción es lenta
y elevadas sus temperaturas de liberación (300 ºC para el MgH2), debido a las
altas entalpías de desorción se perjudica la viabilidad económica del proceso.
almacenamiento del hidrógeno 293
Tabla 6.2.5.11. Estructura y propiedades de algunos de los hidruros más estudiados como sis-
temas de almacenamiento de hidrógeno.
Aunque existen muchas ventajas con el uso de hidruros metálicos para apli-
caciones a bordo de vehículos, dos problemas principales impiden su aplica-
ción práctica: la alta temperatura de adsorción/desorción y la cinética lenta.
Los fuertes enlaces químicos (>50 kJ/mol) que se forman entre el hidrógeno
y los metales en los hidruros metálicos dan como resultado una alta capacidad
de almacenamiento y estabilidad a temperatura ambiente, y también conducen
a una enorme liberación de energía durante el proceso de hidrogenación. Sin
embargo, para liberar hidrógeno, el hidruro debe calentarse a alta temperatu-
ra para suministrar suficiente energía para romper los fuertes enlaces químicos.
Por lo tanto, obtener un hidruro desestabilizado con pequeña energía de enla-
ce que esté en equilibrio termodinámico con el gas hidrógeno más cerca de la
294 francisco blanco alvarez §6
Figura 6.2.5.12.a. Mecanismo de la compresión termoquímica del hidrógeno con hidruros me-
tálicos. (a) situación ideal (meseta plana, isotermas de desorción).
Figura 6.2.5.12.b. Mecanismo de la compresión termoquímica del hidrógeno con hidruros me-
tálicos. (b) situación ideal (meseta inclinada, isotermas de desorción).
Figura 6.2.5.12.c. Mecanismo de la compresión termoquímica del hidrógeno con hidruros me-
tálicos. (c) situación real (mesetas inclinadas, isoterma de absorción en tl, isoterma de des-
orción en th). Fuente: Almcenamiento del hidrógeno en hidruros metálicos y líquidos orgá-
nicos. Juan José del Campo Gorostidi. Curso Hidrógeno Combustible Sostenible. coimne.
296 francisco blanco alvarez §6
hidrógeno desorbido se libera a una presión más alta. El equilibrio del sistema
corresponde al punto C de la isoterma de desorción (2). De manera similar, la
concentración de hidrógeno (CH) en este punto depende de la presión de des-
orción de hidrógeno y puede no ser igual a la concentración de hidrógeno, a (2)
(Figura 6.2.5.12a), en la solución saturada de un sólido en TH.
En los sistemas reales, debido a la meseta inclinada (Figura 6.2.5.12b) y la his-
téresis (Figura 6.2.5.12c), la compresión del hidrógeno en el mismo rango de
temperatura (de TL a TH correspondiente a las isotermas 1 y 2, respectivamente)
requieren presiones de succión más altas (P’L>PL) y presiones de descarga más
bajas (P’H < PH) que los valores correspondientes calculados por la ecuación de
Van’t Hoff utilizando los datos de referencia DS0 y DH0. En consecuencia, la
relación de compresión, PH/P’L, será menor que la estimación de PH/PL basada
en el comportamiento de meseta ideal (Figura 6.2.5.12a).
La compresión de hidrógeno de P’L a P’H realizada en el rango de temperatura
de TL a TH está representada por un proceso cíclico que involucra la absorción
de hidrógeno (A) y la desorción de hidrógeno (D) entre los puntos B y C en las
isotermas 1 (absorción de H) y 2 (desorción de H), respectivamente.
Independientemente de las trayectorias específicas B→C (D) y C→B (A), la
cantidad de hidrógeno que participa en el ciclo de compresión (o productivi-
dad del ciclo del proceso) será igual al cambio de concentración de hidrógeno
en el sólido (DC). Para un material mh específico, este valor dependerá en gran
medida de las condiciones del proceso (TL, TH, P’L y P’H (Figura 6.2.5.12c). Las
evaluaciones descritas se basan en el mantenimiento tanto de TL como de TH,
lo que requiere mejoras en la transferencia de calor debido a la mala conducti-
vidad térmica de los polvos de hidruro.
Las características requeridas para un buen hidruro metálico en compresión
de hidrógeno son las siguientes:
1. Propiedades P-C-T adecuadas que permitan alcanzar el objetivo de la
relación de compresión de PL a PH en el rango de temperaturas TL a TH.
2. Elevada reversibilidad de la capacidad de almacenamiento de hidrógeno
3. Cinética elevada para alcanzar una productividad alta
4. Poca inclinación del «palier» de absorción y del «palier» de desorción
5. Baja histéresis al repetir ciclos de absorción-desorción
6. Estabilidad del ciclo a elevadas presiones y temperaturas
7. Escaso efecto negativo de los elementos contaminantes que porte el hi-
drógeno
almacenamiento del hidrógeno 297
Figura 6.2.5.13. Aleación tipo AB desarrollada por J.J. del Campo para la empresa Cordes.
Fuente: Juan José del Campo Gorostidi. Corporate Development Services, S.L.
6.2.6.1. Introducción
El almacenamiento de hidrógeno como gas adsorbido en sólidos porosos es
una alternativa interesante para el almacenamiento de hidrógeno. El desarrollo
de materiales de almacenamiento eficientes es importante para la implementa-
ción viable de automóviles con pilas de combustible propulsados por hidróge-
no. En este apartado se abordarán solamente las estructuras organometálicas
(mof) y los materiales a base de carbono. Otros materiales son las estructuras
orgánicas covalentes, los polímeros orgánicos porosos y las zeolitas.
Los materiales de almacenamiento de hidrógeno, que tienen como objetivo
reducir las presiones operativas y al mismo tiempo mantener altas capacidades
de almacenamiento, ofrecen una solución alternativa a las tecnologías conven-
cionales. Con el fin de inspirar el desarrollo de materiales para el almacenamien-
to de hidrógeno a bordo en automóviles ligeros, el Departamento de Energía
de ee. uu. (doe) estableció objetivos técnicos de almacenamiento de hidróge-
no a nivel de sistema del 5,5 % en peso y 40 g/l para 2025 y un objetivo final de
6,5 % en peso y 50 g/l.
Los sólidos porosos son clasificados por la iupac por su promedio en el ta-
maño de poro. Materiales con un diámetro de poro pequeño, menor de 2 nm,
son microporos; poros en un rango mayor a 50 nm son macroporos; y los po-
ros con un rango comprendido entre 2 a 50 nm son mesoporos. Los materiales
nanoestructurados son aquellos que cuentan con al menos una dimensión en
el intervalo de 1 a 100 nm.
La adsorción -proceso de unión de una molécula procedente de otra fase so-
bre la superficie de un sólido— en sólidos porosos muestra grandes ventajas,
tales como el uso de materiales de bajo coste y bajas presiones de operación.
En estos materiales porosos, las moléculas de hidrógeno se adsorben en las
superficies sólidas según la presión aplicada y la temperatura. La variación de
las fuerzas superficiales de atracción en función de la distancia a la superficie de-
termina si tiene lugar fisisorción de la molécula de hidrógeno mediante fuerzas
débiles de tipo van der Waals o si tiene lugar la disociación de la molécula y la
almacenamiento del hidrógeno 299
adsorberse otra. La ΔHads para la primera capa viene determinada por las fuer-
zas entre adsorbente (M) y adsorbato (A), mientras que la ΔHads para las capas
siguientes depende de las interacciones A-A y por tanto es similar a la entalpía
de condensación.
(a) (b)
Figura 6.2.6.2. (a)Representación del modelo de adsorción de hidrógeno en nanotubos de
carbono. Fuente: Libro Fundación Naturgy. (b)Gas hidrógeno (rojo) adsorbido en una serie
de nanotubos de carbono (gris). El hidrógeno dentro de los nanotubos y en los canales inters-
ticiales tiene una densidad mucho mayor que la del gas a granel. Fuente: Hydrogen Storage
‹http://dx.doi.org/10.5772/3207 Edited by Lianjun Liu›.
Figura 6.2.6.3.1.(a) Características de los materiales mofs. Fuente: Porous materials for hydro-
gen storage. Zhijie Chen,1 Kent O. Kirlikovali,1 Karam B. Idrees,1 Megan C. Wasson,1 and
Omar K. Farha. ‹https://doi.org/10.1016/j.chempr.2022.01.012›.
Figura 6.2.6.3.1. (b) Ilustración sobre la versatilidad en la composición química de los mate-
riales mofs. Fuente (b): Materiales mof para el almacenamiento de hidrógeno. M. Gisela
Orcajo, Juan A. Botas, Guillermo Calleja, Manuel Sánchez-Sánchez. Investigación química.
Figura 6.2.6.3.2. (b) Combinación de un conector con diferentes nodos metálicos para formar
diferentes tipos de mof. Fuente: Metal-Organic Frameworks in Green Analytical Chemistry.
Priscilla Rocío-Bautista, Iván Taima-Mancera, Jorge Pasán and Verónica Pino. mdpi. Junio
2019. ‹https://www.mdpi.com/2297-8739/6/3/33›.
almacenamiento del hidrógeno 307
Figura 6.2.6.3.2. (c) Ocho unidades rodean este poro (la bola amarilla representa el espacio
disponible en el poro) en la estructura orgánicametálica llamada mof-5. Cada unidad con-
tiene cuatro tetraedros de ZnO4 (azul) y está conectada a su unidad vecina por un grupo de
ácido dicarboxílico. Fuente : Hydrogen Storage ‹http://dx.doi.org/10.5772/3207 Edited by
Lianjun Liu›.
yor tamaño de poro. El tamaño de poro ideal parece estar en el intervalo 4,5-5
Å, o en 2,8-3,3 Å, si se excluye el radio de van der Waals de los átomos que com-
ponen las paredes del poro, lo que es comparable con el diámetro cinético de la
molécula de H2 (≈2,8 Å). Los poros de ese tamaño permitirían a la molécula de
hidrógeno interaccionar con múltiples regiones de la estructura,
En la figura 6.2.6.3.5 pueden verse las ventajas y desventajas de los materiales
porosos y el rendimiento de los materiales seleccionados con respecto al alma-
cenamiento de hidrógeno.
almacenamiento del hidrógeno 311
Figura 6.2.7.2. Tipos de reactores para la deshidrogenación de lohc (a) flujo radial (b) tubu-
lares horizontales (c) cama fija (d) monolito estructurado en 3D (e) reactores de impulso por
absorción. Fuente: American Chemical Society 2019.
Tabla 6.2.7.3. Sistemas lohc comunes. Fuente: Hydrogen storage by liquid organic hydro-
gen carriers: Catalyst, renewable carrier, and technology – A review. Chenyang Chu, Kai Wu,
Bingbing Luo, Qi Cao, Huiyan Zhang. Carbon Resources Conversion.
do una mejor aceptación por parte del usuario final, ya acostumbrado a com-
bustibles en este formato.
En la tabla 6.2.7.3 se muestran sistemas lohc comunes, señalando las carac-
terísticas más significativas de cada uno de ellos.
Entre los compuestos orgánicos utilizados destaca el Dibencil Tolueno dbt
debido a que su presión de vapor a 40 ºC es de tan solo 0,07 Pa frente a los 7.800
Pa del Tolueno. La ventaja de este compuesto es su disponibilidad, ya que se
utiliza habitualmente como aceite térmico en aplicaciones industriales bajo el
nombre comercial Marlotherm sh.
El dbt por hidrogenación da lugar al H18-dbt cuando se expone a cataliza-
dores del grupo del platino -habitualmente platino y rutenio sobre sustrato de
alúmina— a 140 ºC. La substancia resultante dbt / H18-dbt permite almace-
nar hasta un 6 % de hidrógeno en un líquido no tóxico cuya temperatura de ig-
nición es de 450 ºC. La densidad energética que se alcanza es de 1,8 kWh/l. Sus
propiedades físico-químicas son superiores a las de otras substancias.
La deshidrogenación de esta molécula precisa temperaturas de 270 a 320 ºC
y catalizadores de platino y rutenio sobre un soporte de carbono. En la figu-
ra 6.2.7.4 se muestra la reacción de hidrogenación y deshidrogenación del dbt.
En la figura 6.2.7.5 se muestra una unidad contenerizada de la empresa Hydro-
genious lohc Technologies, GmbH y sus características técnicas.
318 francisco blanco alvarez §6
Figura 6.2.7.5. Unidad lohc de Hydrogenious lohc Technologies GmbH. Fuente: Schnei-
der, M.J. Hydrogenius Technologies 2015.
Figura 6.2.8.1. Formaciones geológicas subterráneas para almacenar hidrógeno. Fuente: Pu-
blicación Fundación Naturgy.
mún, presenta más complicaciones por posibles reacciones del H2 con el pe-
tróleo residual.
En la figura 6.2.8.1 pueden verse las distintas formaciones geológicas subte-
rráneas para almacenar hidrógeno. Por su parte, en la figura 6.2.8.2 se muestra
una caverna salina.
Figura 6.2.8.3. Coste y características del almacenamiento del hidrógeno en cuevas salinas.
Fuente: Hydrogen Based Energy Conversion. Fuente: A.T. Kearney Energy Transition Ins-
titute analysis, based on 2. Hawkins (2006) and us DoE H2A delivery model; Crotogino et
Al. (2010); nrel (2010).
la cueva. Sus tasas de inyección y extracción son mayores que las de las forma-
ciones geológicas naturales, requiriendo menores proporciones de gas colchón
haciendo que las tasas de ciclo sean mayores. En la figura 6.2.8.3 puede verse el
coste y características del almacenamiento del hidrógeno en cuevas salinas.
No todas las cavernas de sal son adecuadas para almacenar hidrógeno. En Eu-
ropa, destacan las situadas en torno al Mar del Norte (Noroeste de Alemania y
Países Bajos), en cambio, las situadas en el sur de Alemania y noroeste de Fran-
cia no disponen de depósitos adecuados al igual que la situadas en la costa oes-
te de ee. uu. y Japón. El mapeo geológico y estudio de la viabilidad de estas es
objeto de estudio por proyectos como el HyUnder (Figura 6.2.8.4).
Los riesgos a evaluar en el desarrollo de almacenamientos salinos son los si-
guientes.
— Medio ambientales: Alto consumo de agua (600 m3/h durante 8 años pa-
ra crear 8 cavidades) y evacuación de salmuera saturada (10 veces salinidad
mar), los cuales son los principales condicionantes del proyecto una vez
determinada la viabilidad geológica. Las medidas de mitigación que pue-
den llevarse a cabo son: utilización agua de mar si es viable por cercanía y
gestión de la salmuera por una empresa minera cercana.
—Sismicidad inducida: Riesgo mucho menor comparado con almacena-
miento en medio poroso por las características de la sal (capacidad de ab-
sorber las presiones). Medidas mitigación: realización estudio geome-
cánico y prever una monitorización con red sísmica dedicada y sistema
semafórico de alertas.
almacenamiento del hidrógeno 323
Figura 6.2.8.4. Mapa de posibles cavernas salinas en Europa (HyUnder). Fuente: HyUnder.
Figura 6.2.8.5. Disposición principal de una instalación de almacenamiento, así como la dis-
posición general de la caverna. Fuente: Lalanne y Byrne, 2019.
cenar hidrógeno, dadas sus diferencias notables con las propiedades del gas na-
tural. Así mismo, se deberá poner especial atención a las reacciones que pueda
inducir el hidrógeno y que puedan afectar a las propiedades de la estructura y
a la composición del gas.
Los acuíferos presentan la mayor capacidad volumétrica para el almace-
namiento de hidrógeno, sin embargo, estas estructuras requieren explora-
ción adicional además de la construcción de toda la infraestructura, hacien-
do que sea, a priori, la tecnología de almacenamiento subterráneo más cara.
Además, esta presenta riesgos relacionados con las posibles interacciones del
hidrógeno con el medio poroso, el fluido y los microorganismos presentes
en el acuífero.
328 francisco blanco alvarez §6
En la página anterior se presenta la tabla 6.2.8.1., que resume y agrupa las ca-
racterísticas típicas más relevantes de cada tipo de estructura. Esta tabla ha sido
completada con información recogida de distintas fuentes bibliográficas [79],
[80], [84], [85].
Figura 6.2.9.1. Comparativa de las características de las distintas alternativas para el almacena-
miento de H2. Fuente: Hydrogen-based energy. Bloomberg nef. Fuente: Almacenamiento
subterráneo de hidrógeno. enagas (Rosa Nieto). Curso del Hidrógeno coimne.
riales con mayores densidades presentan las ventajas de necesitar menos espacio
para su almacenaje y posible transporte, pero esto no asegura que las condicio-
nes necesarias para ello sean adecuadas. Destacan por su densidad volumétrica
y gravimétrica los hidruros complejos como los borohidruros, los lohc y sobre
todo los compuestos químicos como el amoniaco o metanol.
Cuando se comparan las distintas tecnologías de almacenamiento disponi-
bles, no es suficiente con cuantificar la cantidad de almacenamiento de hidró-
geno a partir de la capacidad gravimétrica o porcentaje en masa que es capaz de
almacenar. En el caso de la capacidad de almacenamiento de hidrógeno de un
330 francisco blanco alvarez §6
Nanoestructuras de carbono
Mas seguro que el almacenamiento como hidróge- La tecnología no se conoce bien o no está lo su-
no comprimido o líquido. ficientemente desarrollada debido a que algunos
Puede que tengan altas densidades de almacena- descubrimientos prometedores no han dado bue-
miento. nos resultados.
Ligeras.
Pueden resultar económicas.
Tabla 6.2.9.3. Ventajas e inconvenientes volumétrica de los distintos métodos de almacenamiento de hi-
drógeno. Fuente:‹https://biblus.us.es/bibing/proyectos/abreproy/3823/fichero/3.2+Almacenamien-
to+del+Hidr%C3 %B3geno.pdf›.
332 francisco blanco alvarez §6
Bibliografía
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Molina, José Luis Casteleiro Roca, Esteban Jove Pérez, Francisco Zayas Gato, Hé-
ctor Quintián Pardo, José Luis Calvo Rolle.
2. Hidrógeno: producción, almacenamiento y usos energéticos. Eva M.ª Llera Sastre-
sa e Ignacio Zabalza Bribián.
3. Hidrógeno. Vector energético de una economía descarbonizada. Fundación Na-
turgy. Juan Ramón Morante, Teresa Andreu, Gotzon García, Jordi Guilera, Albert
Tarancón, Marc Torrell.
4. Termodinámica. Octava edición. Yunus A. Cengel, Michael A. Boles.
5. ‹https://synerhy.com/2022/02/metodos-de-almacenamiento-del-hidrógeno/›.
6. Hydrogen Storage Technologies. Ed. Mehmet Sankir and Nurdan Demirci Sankir.
John Wiley & Sons,2018.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 333
7.
— 335 —
336 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7
Figura 7.1.1.1 Proceso del suministro eléctrico . Fuente: Red Eléctrica de España.
7.1.2 Electrificación
La demanda de energía sostenible, tanto a nivel de las Administraciones co-
mo de los usuarios particulares finales, es una realidad, lo que permite una ma-
yor inclusión de la misma, siendo más asequible y accesible para todos los pú-
blicos. Esto favorece la electrificación de sectores como son la industria y el
transporte, entre otros.
El cambio en la red eléctrica actual irá asociado al aumento del consumo
a nivel mundial, debido principalmente a la electrificación de la mayoría de
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 337
procesos, aunque cabe destacar que la ocde espera también que la demanda
de los procesos actuales disminuya en cierta medida debido a la mejora de la
eficiencia. Para conseguir estos objetivos, es fundamental tener una red eléc-
trica estable y que pueda asumir esta gran carga, teniendo en cuenta la estacio-
nalidad y variabilidad de los recursos renovables. Por lo que probablemente
sean necesarias tecnologías y sistemas auxiliares, entre los que la producción
de hidrógeno renovable destaca como una de las opciones más punteras ac-
tualmente.
El primer paso de este proceso consiste en producir grandes cantidades de
electricidad renovable, y en ese sentido, el mundo ha hecho progresos signifi-
cativos, ya que las adiciones de capacidad de electricidad renovable alcanzaron
aproximadamente 507 gw en 2023, casi un 50 % más que en 2022, con un apo-
yo político continuo en más de 130 países, lo que impulsó un cambio significa-
tivo en la tendencia de crecimiento global. Esta aceleración mundial en 2023
fue impulsada principalmente por la expansión interanual del mercado de la
energía solar fotovoltaica (+116 %) y la eólica (+66 %) de China. Las adiciones
de capacidad de energía renovable seguirán aumentando en los próximos cin-
co años, y se puede esperar que la energía solar fotovoltaica y la eólica lleguen a
representar un 96 %, debido a que sus costos de generación son más bajos que
los de las alternativas fósiles y no fósiles en la mayoría de los países. Por tanto,
parece que se están cumpliendo los objetivos para la electrificación de la socie-
dad mediante energías limpias. En la figura 7.1.2.1 se muestran las adiciones de
capacidad de electricidad renovable por tecnología y segmento.
338 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7
Figura 7.1.2.2 Generación de electricidad renovable por tecnología, 2000-2028. Fuente: Re-
newables 2023: Analysis and forecast to 2028. iea.
Figura 7.1.3.1 Inversión en Energías Renovables y Combustibles Fósiles de 2015 a 2023. Fuen-
te: iea.
En los steps (Stated Policies Scenario, iea) se prevé que las energías renova-
bles aporten el 80 % de la nueva capacidad energética hasta 2030, con la energía
solar fotovoltaica representando por sí sola más de la mitad. Sin embargo, esto
no representa más que una fracción del potencial mundial. La energía solar se
ha convertido en una gran industria mundial y está llamada a transformar los
mercados eléctricos. Pero hay un margen importante para seguir creciendo, da-
dos los planes de fabricación y la competitividad de la tecnología.
A finales de la década, el mundo podría tener capacidad para fabricar más de
1.200 gw de paneles al año. Pero, como se indicó, se prevé que sólo se desplega-
rán 500 gw de plantas solares fotovoltaicas en todo el mundo en 2030. Aumen-
tar el despliegue a partir de estos niveles plantea algunas cuestiones complejas.
Haría falta tomar medidas, sobre todo ampliar y reforzar las redes y añadir al-
macenamiento, para integrar la energía solar fotovoltaica adicional en los siste-
mas eléctricos y maximizar su impacto. La capacidad de producción también
está muy concentrada, siendo China el mayor productor y teniendo planes de
expansión que superan con creces los de otros países. El comercio, por tanto,
seguirá siendo vital para apoyar el despliegue mundial de la energía solar.
Por estos motivos, la descarbonización de la red eléctrica es uno de los fac-
tores claves en esta transición energética, pero este proceso no incluye solo la
instalación de nuevos recursos renovables. Para ello, es necesario también una
transición del modelo tradicional hacia uno más adaptado a las características
de los nuevos centros de producción, combinando esta producción con nuevas
tecnologías que permitan el almacenamiento de la energía para dar un soporte
a la red en momentos en los que la producción no alcance la demanda.
Respecto a estos datos, España se encuentra en un momento álgido para el
desarrollo de las energías renovables, ya que en los últimos años ha aumentado
la generación renovable exponencialmente y se prevé que este ritmo continúe
durante las próximas décadas, ver figura 7.1.3.2.
Los incentivos políticos y el descenso de los costes han provocado un au-
mento espectacular de la capacidad solar y eólica, contribuyendo a la descarbo-
nización del sector eléctrico. Pero los nuevos proyectos tienen que solicitar la
conexión a la red y esperar a que se apruebe para poder seguir adelante, o bien
garantizar su viabilidad en base a un consumo próximo (autoconsumo), aspecto
en el cual la generación de H2, también podría tener un papel diferencial. Es-
to que genera una cola de espera para el desarrollo de los mismos, no obstante,
muchos de ellos se encuentran en un estado avanzado.
342 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7
Figura 7.1.4.1 Ubicación de nueva generación renovable en el escenario de estudio del Sistema
peninsular Fuente: Red Eléctrica de España.
Figura 7.1.5.1 Expectativas de costes del hidrógeno renovable y gris entre 2020 y 2050 .
Fuente: McKinsey & Company.
Como se puede visualizar, en la actualidad hay una gran diferencia entre los
costes de ambos tipos de hidrógeno, pero se espera que en el futuro los costes
346 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7
más por la electrificación. Sin embargo, los sectores difíciles de electrificar se-
guirán necesitando combustibles líquidos y gaseosos, y estos combustibles pue-
den producirse utilizando hidrógeno.
Para desempeñar este papel, los combustibles de hidrógeno deben ser sosteni-
bles. Esto significa que el hidrógeno se producirá a partir de energía renovable
mediante la electrólisis del agua. La presencia del hidrógeno reforzará los vín-
culos en todo el sistema energético al proporcionar un puente entre los medios
de energía eléctrica, gaseosa y líquida. Estos vínculos permitirán a las zonas con
abundante generación de energía renovable satisfacer la demanda energética en
los sectores de la electricidad, la calefacción, la industria o el transporte, don-
de la energía renovable es más limitada. No obstante, supondrán una demanda
adicional para el sector eléctrico.
Históricamente, estos beneficios los han proporcionado los combustibles lí-
quidos y gaseosos, que son intrínsecamente más flexibles y fáciles de gestionar
que la electricidad. Destacando que el sistema energético actual tiene pocas in-
terconexiones entre los diversos vectores energéticos.
Sin embargo, para garantizar el correcto funcionamiento de un nuevo siste-
ma energético basado en energías renovables, se considera necesario fomentar la
interconexión. En este aspecto, el hidrógeno renovable se muestra como uno de
los principales candidatos para solucionar esta posible deficiencia del sistema.
Por todos estos motivos, se considera que el hidrógeno será clave en la descar-
bonización del sector eléctrico, y por ende de otros procesos productivos que con-
sumen combustibles fósiles, ya que garantizará el correcto funcionamiento del
sistema y permitirá cubrir los momentos en los que existan excedentes de ener-
gía renovable, fomentando a su vez la puesta en marcha de nuevas instalaciones.
Según las previsiones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (2021-
2030), antes de 2030 las centrales térmicas de carbón dejarán de ser competiti-
vas debido al aumento en las tasas al CO2, la reducción de costes en las tecno-
logías renovables para la generación eléctrica y el precio relativo del gas. Esta
transición deberá ir acompañada de medidas de apoyo a las localizaciones afec-
tadas por el cierre de las centrales, para garantizar una transición justa.
Según este plan, el desarrollo y la integración de las energías renovables en el
sistema permitirán la descarbonización del sector eléctrico, sustituyendo pro-
gresivamente las tecnologías de generación basadas en combustibles fósiles. La
generación eléctrica renovable en el año 2030 será el 74 % del total, con el ob-
jetivo de alcanzar un sector eléctrico 100 % renovable en 2050. Cabe destacar,
que el borrador de actualización del pniec 2023-2030, ya se marca como obje-
tivo alcanzar el 81 % de energía renovable en la generación eléctrica para 2030,
lo que supone un adelanto en esta transición hacia las energías renovables.
Para ello, es necesario minimizar los vertidos, acoplar la generación y la de-
manda, maximizar el aprovechamiento de la capacidad de red y reducir la nece-
sidad de respaldo a través de las centrales térmicas de carbón y gas. Lo que im-
plica un crecimiento y refuerzo de la red eléctrica, para garantizar un correcto
funcionamiento del sistema.
A corto plazo, ya se han marcado ciertos objetivos como son el cierre de las
minas y centrales térmicas de carbón que no hayan realizado inversiones. Las
centrales nucleares sin planes de reconversión, también tienen su fecha de cie-
rre marcada, lo que probablemente haga cambiar de manera relevante el siste-
ma eléctrico actual, ya que estas son un gran apoyo y deberán ser sustituidas por
otros sistemas con una gran eficiencia y estabilidad en su operación.
Según el Instituto para la Transición Justa, para conseguir estos objetivos cer-
canos se han marcado ciertos criterios fundamentales para garantizar una tran-
sición justa, entre los que destacan:
—Garantizar a los trabajadores que pierdan su empleo en empresas mineras
que cierren, compensaciones adecuadas como una prejubilación o baja in-
demnizada.
—Mantener a corto plazo el empleo para las comarcas mineras a través del
Plan de Restauración de Minas y del Plan de Energías Renovables y Efi-
ciencia Energética y otros planes a desarrollar con los municipios mineros.
—Ofrecer a las comarcas sujetas al cierre de minas, centrales térmicas de car-
bón o centrales nucleares, la implementación de convenios de transición
350 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7
Figura 7.2.2.2 Emisiones históricas acumuladas de CO2 por regiones del mundo .
Fuente: Our World In Data.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 353
Figura 7.2.3.2 Mapa de los corredores de amoniaco verdes anunciados, Nov. 2022.
(Fuente: abs).
A nivel global, ya se han anunciado varios corredores para la importación y
exportación de amoniaco renovable, producido a partir de hidrógeno renova-
ble. A continuación, se muestra un mapa, figura 7.2.3.2, en el que se pueden vi-
sualizar las rutas y los puertos anunciados dentro de estos acuerdos.
Como se puede visualizar, en el mapa aparece la red europea de corredores
verdes, de cuya infraestructura se podrán aprovechar las instalaciones ubicadas
en antiguas centrales térmicas de carbón, las cuales suelen tener una fácil cone-
xión con los puertos.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 357
Cuando el mercado diario finaliza, pasan a primer plano los mercados intra-
diarios. En estas subastas los agentes pueden ajustar sus programas de produc-
ción y consumo en función de las necesidades que tengan en tiempo real. En la
actualidad, este mercado está formado por 6 sesiones, las cuales tienen diferen-
tes horizontes de programación para las áreas de precio de España y Portugal.
A nivel europeo, este mercado intradiario se conoce como Intraday Coupling
(sidc) y permite dar flexibilidad a los agentes para que puedan modificar su
posición en el mercado, con márgenes de hasta una hora respecto al tiempo re-
al, lo que permite optimizar y minimizar los posibles desajustes y costes. Por
ejemplo, la generación eólica es una parte muy relevante de este tipo de opera-
ciones para corrección de desvíos en la última hora de negociación previa a la
entrega de energía.
La generación con fuentes de energía renovable ha creado una creciente vola-
tilidad en los mercados, por lo que los diferentes agentes se han visto obligados
a buscar una cobertura del riesgo de precio. En este escenario, los mercados a
plazo son la principal herramienta para asegurar las inversiones y mitigar ries-
gos, asociados a fluctuación en los costes y la negociación de compra y venta de
electricidad.
En la península ibérica, omip es la encargada de realizar estas gestiones a lar-
go plazo, ya que mediante su plataforma los clientes pueden negociar contratos
estándar. Esto genera un beneficio, permitiendo obtener ventajas de la liquidez
y transparencia del mercado, además de asegurar el anonimato en la negocia-
ción.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 361
Figura 7.3.1.2 Componentes del precio final medio del sistema eléctrico español en un año
de referencia. Demanda nacional (Fuente: omi).
Figura 7.3.2.1 Liquidación mensual del mecanismo de ajuste en un año de referencia. Cobro
mensual instalaciones por tecnología (Fuente: omi).
Para intentar mitigar estos impactos, las autoridades europeas lanzaron una
serie de medidas que buscan acelerar la transición y fomentar la independencia
energética del continente. Entre ellas, destaca el plan Repowereu, el cual se pu-
so en marcha en mayo de 2022 con los objetivos principales de ahorrar energía,
producir energía limpia y diversificar el abastecimiento energético.
Cabe destacar, que el hidrógeno permite acoplar las renovables eléctricas con
otros sectores energéticos, ya que su consumo directamente en la industria per-
mite absorber de forma masiva los vertidos de energía renovable, sin necesidad
de grandes almacenamientos.
Por lo tanto, el almacenamiento para un balance diario se podría solucionar
mediante baterías y la gestión de la demanda, pero para el balance estacional se
deberán integrar en el sistema almacenamientos como el hidrógeno, el power
to gas, el bombeo u otras nuevas tecnologías.
En la figura 7.4.2 se muestra como un sistema 100 % renovable requiere mo-
ver grandes volúmenes de energía entre estaciones, de primavera-verano a oto-
ño-invierno, para lo cual se requiere una solución tecnológica que lo resuelva,
ya que el bombeo y las baterías tienen ciclos diarios o de pocos días.
A continuación, se muestra una ilustración en la que se puede visualizar la in-
tegración de fuentes de energía renovable y los vertidos previstos en el escenario
con la red de transporte planificada para 2026, figura 7.4.3.
366 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7
algo de lo que carece la generación renovable solar y eólica. Cabe destacar, que
la mayoría de los proyectos de hidrógeno renovable comparten o están muy cer-
canos a este tipo de instalaciones, lo que supone un gran beneficio, ya que eli-
mina los costes e impactos asociados al transporte de gases.
Por todos estos motivos, parece que la utilización de hidrógeno en las turbi-
nas sería un «win-win» para ambas tecnologías, ya que prolongaría la vida de
las turbinas permitiendo que transicionen hacia el consumo de un vector ener-
gético renovable; y además favorecería el desarrollo de proyectos de hidrógeno
renovable, ya que estas instalaciones podrían consumir parte de la producción
generada, aunque nunca, como hemos dicho la combustión de H2 deberá su-
poner el fin principal de operación de una turbina.
Figura 7.5.2.2 Esquema de sistema energético futuro con la integración del hidrógeno
renovable (Fuente: Siemens Energy).
Se espera que el desarrollo tecnológico de las próximas décadas sea clave para
la descarbonización de la mayoría de los sectores y para la introducción del hi-
drógeno renovable en el sistema. Es por ello, que muchas empresas ya están de-
sarrollando planes estratégicos muy ambiciosos enfocados en este vector ener-
gético. Un claro ejemplo es Siemens Energy, que se está enfocando en realizar
ensayos en sus centros de pruebas (destacando sus instalaciones de la localidad
sueca de Finspång) para conseguir transicionar su tecnología hacia un modelo
más sostenible que permita la utilización de hidrógeno.
Precisamente, es en este centro donde están desarrollando el proyecto de inves-
tigación denominado Zero Emission Hydrogen Turbine Center (zehtc), en co-
laboración con otros socios internacionales. En el cual se ha creado una planta de
demostración para desarrollar un sistema energético flexible y sostenible, que per-
mita conectar las turbinas de gas con el hidrógeno, la generación de energía reno-
vable y el almacenamiento; obteniendo datos muy valiosos para hacer soluciones
industriales que permitan acelerar la descarbonización energética, figura 7.5.2.2.
Como se puede visualizar, las turbinas de gas pueden seguir teniendo un
papel importante si consiguen transicionar hacia la utilización de hidrógeno
renovable, ya que podrían mantener su papel en el sistema para proporcionar
equilibrio a la producción intermitente de energías renovables debido a su fle-
xibilidad y a sus cortos tiempos de arranque.
372 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7
pueden ser las soldaduras; y debido a su baja densidad el hidrógeno tiene una
alta flotabilidad, lo que es clave en su seguridad, siendo su densidad aproximada-
mente 14 veces inferior a la del aire. Todos estos factores hacen que la sustitución
del gas natural por hidrógeno sea un procedimiento que requiere un estudio ex-
haustivo de los impactos asociados en toda la instalación, además de los aspectos
destacados en mecanismos de seguridad, se deberán analizar los impactos en los
componentes de turbina de alto costo, como son aquellos que usan materiales
con recubrimiento tbc (Thermal Barrier Coating), y cuya duración determina
un valor muy importante en el coste final del mwh eléctrico producido.
Además, se deberá tener en cuenta que las medidas de seguridad complemen-
tarias de la instalación se deberán adaptar a la utilización de este gas. Por ejem-
plo, se deberá dotar a la instalación de nuevos sistemas de detección y mitiga-
ción para garantizar una total seguridad de la planta. También se deberá evaluar
la recalificación y clasificación atex de la instalación en virtud del nuevo rango
de peligrosidad.
Aunque todos estos datos puedan parecer desalentadores, cabe destacar que
a día de hoy muchos de los fabricantes ya disponen de turbinas con capacidad
de quemar porcentajes de hidrógeno y están trabajando por aumentar estos
rangos. Uno de esos ejemplos son las turbinas de Siemens Energy, las cuales se
muestran en la siguiente ilustración, figura 7.5.3.2.
Como se puede apreciar, estos modelos de turbinas tienen la capacidad de
quemar hasta el 75 % de hidrógeno en una mezcla con gas natural, salvo el mo-
374 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7
Figura 7.5.3.2 Contenido de hidrógeno utilizable en las turbinas de Siemens Energy (Fuente:
Siemens Energy).
delo sgt-750 que tiene una capacidad algo inferior. Se espera que en los próxi-
mos años aumente el porcentaje de hidrógeno que se pueda utilizar en estas tur-
binas, con el objetivo de alcanzar la posible utilización del 100 % de hidrógeno.
El aumento de los niveles de hidrógeno como combustible para las turbinas
ofrece diversas ventajas, entre las que destacan un ahorro de costes y una reduc-
ción de emisiones. El ahorro de costes se entiende principalmente enfocado ha-
cia instalaciones donde ya exista una producción de hidrógeno gris (mediante
reformado de gas natural) en las que se pueda utilizar para alimentar a las turbi-
nas, reduciendo así los costes operativos y la huella de carbono global. Respec-
to a la reducción de emisiones, es evidente que si se implanta la utilización de
hidrógeno renovable se conseguirá una gran reducción de las emisiones, ya que
estamos sustituyendo un combustible fósil por un vector energético renovable.
Otro de los principales objetivos asociados a la modernización de las turbinas
es el aumento de la eficiencia, ya que esto reduce el consumo de combustible y
las emisiones asociadas.
Por todos estos motivos se considera que es viable que en un corto plazo las
turbinas comiencen a operar con ciertos porcentajes de hidrógeno y que a me-
dio o largo plazo consigan operar con un 100 % de hidrógeno. Aunque para que
esto sea una realidad, deberá desarrollarse paralelamente la economía del hidró-
geno renovable en los diversos países donde se prevé que sustituya al consumo
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 375
de gas natural para las turbinas, ya que si no existe una gran disponibilidad de
este vector energético será muy difícil realizar una transición a gran escala de
este tipo de tecnologías; las cuales tienen como uno de sus objetivos principales
garantizar el correcto funcionamiento y la solvencia del sistema eléctrico, por
lo que si no existe una producción estable del combustible que se consumiría
en las turbinas, en este caso hidrógeno renovable, las turbinas carecerían de esa
condición que les aporta seguridad para dar apoyo al sistema.
el hidrógeno en la industria química y del refino 377
8.
— 379 —
380 francisco blanco alvarez §8
Figura 8.1.1.1- Uso de hidrógeno por región y fuente de hidrógeno para refinación, histórico y
en el Escenario de Emisiones Netas Cero al 2050, 2019-2030. Fuente: Global Hydrogen Re-
view 2023. International Energy Agency (iea).
Figura 8.1.1.2. Demanda anual de petróleo y contenido de azufre admisible. Fuente: Internatio-
nal Energy Agency, 2019. ‹https://iea.blob.core.windows.net/assets/9e3a3493-b9a6-4b7d-
b499-7ca48e357561/The_Future_of_Hydrogen.pdf›.
Figura 8.1.2.1. Producción de amoniaco verde. Fuente: Amoniaco y Metanol, vectores energé-
ticos para transporte y almacenamiento de hidrógeno. Francisco Carro De Lorenzo. tresca
Ingeniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.
Figura 8.1.2.2. Nuevos usos del amoniaco. Fuente: Amoniaco y Metanol, vectores energéticos
para transporte y almacenamiento de hidrógeno. Francisco Carro De Lorenzo. tresca In-
geniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.
Figura 8.1.2.3. Producción tradicional de metanol frente al metanol verde. Fuente: Amoniaco
y Metanol, vectores energéticos para transporte y almacenamiento de hidrógeno. Francisco
Carro De Lorenzo. tresca Ingeniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.
Figura 8.1.2.5. Producción de metanol verde. Fuente: Amoniaco y Metanol, vectores energé-
ticos para transporte y almacenamiento de hidrógeno.Francisco Carro De Lorenzo. tres-
ca Ingeniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.
Figura 8.1.2.5. Nuevos usos del metanol. Fuente: Amoniaco y Metanol, vectores energéticos
para transporte y almacenamiento de hidrógeno. Francisco Carro De Lorenzo. tresca In-
geniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.
Figura 8.1.3. Producción de dri según el escenario de desarrollo sostenible de la iea. Fuen-
te:‹https://www.midrex.com/tech-article/the-iron-ore-challenge-for-direct-reduction-on-
road-to-carbon-neutral-steelmaking/›.
8.2. Power to X
Se denomina tecnología Power to X a la conversión de la energía renovable,
mediante el uso de hidrógeno, en otra forma de energía. Son muchas las apli-
caciones:
—Inyección de hidrógeno en la red de gas natural en cantidades limitadas al
5 % - 10 % para no alterar el Indice de Wobbe del Gas Natural significati-
vamente.
— Síntesis de metano a partir de la reacción del H2 con CO2 para su uso co-
mo combustible.
Debemos mencionar también:
—Conversión de la energía eléctrica en un portador gaseoso de energía co-
mo es el hidrógeno o el metano. Power-to-gas en combinación con Gas-
to-Power permite el almacenamiento y uso de energía. Se trata de hacer
palanca entre el hidrógeno y la electricidad según interese.
388 francisco blanco alvarez §8
Figura 8.3.1. Posibilidades del Power to X. Fuente: Transformación Industrial: transición ener-
gética y hubs multienergéticos , combustibles a partir del H2. Jeremy Torregrosa. Petroner.
Curso del hidrógeno coimne 2023.
te tipo de combustibles tienen una composición química muy similar a los tra-
dicionales, siendo su mayor diferencia el mencionado origen. Los combustibles
renovables se pueden dividir en tres tipos:
—Biocombustibles. Son combustibles derivados de fuentes orgánicas, como
la biomasa, aceites vegetales sostenibles y residuos orgánicos. Con estos,
pueden fabricarse biocombustibles tradicionales o biocombustibles avan-
zados. Los biocombustibles tradicionales son los producidos a partir de
azúcares, almidón, cultivos oleaginosos y grasas animales. Los biocombus-
tibles avanzados son aquellos producidos a partir de materias primas lig-
nocelulósicas (residuos forestales, agrícolas y biomasa leñosa), cultivos no
alimentarios, residuos urbanos o industriales. Existen ya a día de hoy tec-
nologías maduras de producción de biocombustibles, como el etanol, el
biodiésel o el hidrobiodiésel.
—Combustibles sintéticos o E-fuels. Se producen a partir del hidrógeno
procedente de la electrólisis del agua y la captura de CO2. Actualmente
esta tecnología está en desarrollo, con la primera planta comercial de me-
tanol sintético y la primera planta demo de e-gasolina puesta en marcha
en 2022.
—Hidrógeno renovable. Este hidrógeno se puede emplear en la fabricación
de combustibles sintéticos y en el futuro tiene el potencial para cubrir parte
de la demanda en el sector de la movilidad, industrial y residencial.
el hidrógeno en la descarbonización de la industria siderúrgica 391
9.
— 393 —
394 juan josé del campo gorostidi §9
Figura 9.1.1. Intensidad en carbono de la producción de acero por países . Fuente: jrc based
on cru,2021 y World Steel Association.
la ruta integral bf-bof. En las rutas dri-Gas natural/ea y acería eléctrica (Cha-
tarra/ea) se emiten 1,4 t CO2/tacero y 0,4 t CO2/tacero, respectivamente (Figu-
ra 9.1.2.). La intensidad de carbono se calcula a partir de las emisiones directas
de la fabricación de hierro y acero, colada continua y laminación en caliente, así
como con las emisiones indirectas de fuentes de energía externas. Por su parte,
en la figura 9.1.3 se facilita un desglose de las emisiones para las rutas utilizadas
actualmente, ruta integral bf-bof y acería eléctrica (Chatarra/ea).
El desarrollo de las energías renovables implica un importante consumo de
acero, especialmente la eólica marina con 482 t/mw y la eólica terrestre con 117
t/mw. Por ello, la industria siderúrgica se enfrenta al reto de la descarboniza-
ción. En la figura 9.1.4 se muestra el impacto que las diferentes tecnologías de
producción de acero tienen en las emisiones de carbono. La gráfica nos permi-
te identificar las palancas sobre las que se puede actuar para reducir la huella de
carbono de la producción siderúrgica mundial. El volumen de las emisiones de
el hidrógeno en la descarbonización de la industria siderúrgica 395
Figura 9.1.3. Desglose de emisiones de CO2 de la ruta integral bf-bof y de acería eléctrica
(Chatarra/ea). Unidad: t CO2/tacero. Fuente: Material Economics, 2019.
Figura 9.1.4 Impacto del Hidrógeno en la fabricación de acero Impacto de las diferentes tec-
nologías de producción de acero en las emisiones de CO2. Fuente: Impact of Hydrogen dri
on eaf Steelmaking. Dra. Sara Hornby and Professor Geoff Brooks. midrex ‹https://www.
midrex.com/tech-article/impact-of-hydrogen-dri-on-eaf-steelmaking/›.
396 juan josé del campo gorostidi §9
Figura 9.2.1. Cantidad de chatarra que utiliza la ruta integral (bf/bof) y la del horno eléctrico
de arco (eaf). Fuente: World Steel Association.
Figura 9.2.2 Reacciones en el horno eléctrico de arco con dri-100 %H2. Fuente: Impact of Hy-
drogen dri on eaf Steelmaking. Dra. Sara Hornby, Prf. Geoff Brooks. midrex.
Figura 9.3.1 Combustión Oxi-fuel un paso más en la descarbonización. Fuente: Dr. Joachim
von Schéele. Solutions and Paths to Decarbonising Steelmaking. Linde.2022.
Figura 9.3.2 Combustión Oxifuel con100 % H2. Fuente: Dr. Joachim von Schéele. Solutions
and Paths to Decarbonising Steelmaking. Linde.2022.
Figura 9.4.1. Descarbonización facilitada por el uso de H2 bajo en carbono y coste. Fuente:
Low-carbon production of iron and steel: Technology options, economic assessment, and
policy. Zhiyuan Fan and S. Julio Friedmann.
En la figura 9.4.2 se presentan los resultados del estudio realizado por la em-
presa Ludwig-Bölkow-Systemtechnik GmbH relativos al impacto que el pre-
cio del hidrógeno tiene en el coste del acero producido, desglosando éste en el
coste fijo capex+opex (sin H2) y en el coste variable imputado al Hidrógeno
bajo en carbono en distintas hipótesis de precio del mismo.
Figura 9.4.3. . Impacto del precio del hidrógeno bajo en carbono en el coste del acero. Fuente:
Ludwig Bolköw-Systemtechnik GmbH, Marzo 2022 para dwv.
seguridad en la industria del hidrógeno 405
10.
— 407 —
408 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
Figura 10.2.5.1: Liberación de hidrógeno líquido a gran escala con ignición retardada
(Houssin et al. 2021).
414 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
10.3.2. Sobrepresiones
La generación de sobrepresiones en los accidentes con hidrógeno puede ser
debida a tres motivos principales: explosiones físicas, bleve’s y explosiones quí-
micas.
10.3.2.2. bleve
Un bleve es un tipo de explosión mecánica cuyo nombre procede de sus
iniciales en inglés Boiling Liquid Expanding Vapor Explosion cuya traducción
sería «Expansión explosiva del vapor de un líquido en ebullición». El bleve
es un caso especial de estallido catastrófico de un recipiente a presión en el que
ocurre un escape súbito a la atmósfera de una gran masa de líquido o gas licua-
do a presión sobrecalentado.
Para que se produzca una explosión de tipo bleve no es necesario la exis-
tencia de reacciones químicas ni fenómenos de combustión. Podría producir-
se incluso en calentadores de agua y calderas de vapor. También podría origi-
narse en cualquier líquido almacenado en un recipiente hermético. Aunque
hay explosiones que pueden confundirse con un bleve sin serio, los bleve’s
son exclusivos de los líquidos o gases licuados bajo determinadas condicio-
nes.
Normalmente el bleve se origina por un incendio externo que incide sobre
la superficie de un recipiente a presión, especialmente por encima del nivel lí-
quido, debilitando su resistencia y acabando en una rotura repentina del mis-
mo. De esta manera se origina un escape súbito del contenido del recipiente,
que cambia masivamente al estado de vapor. Si dicho contenido es inflamable
entonces se da lugar a la conocida bola de fuego.
Así pues, dicha bola de fuego se forma por deflagración (combustión rápida)
de la masa de vapor liberada. Al hablar de explosiones bleve y sus consecuen-
cias, se suele incluir en sentido amplio a la bola de fuego, aunque debe quedar
claro que ésta última sólo se origina cuando el producto contenido en el reci-
piente a presión es inflamable.
La característica fundamental de un bleve es la expansión explosiva de to-
da la masa de líquido evaporada súbitamente, aumentando su volumen más de
200 veces. La gran energía desarrollada en esa explosión repentina proyecta
fragmentos de distintos tamaños procedentes de la rotura del recipiente a con-
siderables distancias. Precisamente ésta es una prueba de confirmación de la ge-
neración de un bleve. Los fragmentos proyectados pueden arrastrar tras de sí
a cierta masa de líquido en forma de una lluvia de gotículas, con posibilidad de
inflamación a considerables distancias.
seguridad en la industria del hidrógeno 421
Figura 10.3.2.3.1: Forma característica de presión. Función de tiempo para una onda de cho-
que de detonación (izquierda) y una onda de presión de deflagración (derecha) (Po, presión
inicial; Ps, sobrepresión lateral máxima; tp, duración de la fase positiva)(Kotchourko y Tho-
mas 2022).
10.3.4. Proyecciones
No existe ningún modelo de predicción completamente validado relativo
a los peligros asociados a proyecciones originadas por la explosión de reci-
pientes a presión. No obstante, este problema físico se puede dividir en dos
partes:
1. En primer lugar es necesario evaluar el proceso de fragmentación.
2. Posteriormente será necesario analizar las trayectorias de las proyecciones
o proyectiles.
El estudio de la primera parte es probablemente el más complejo, y sólo la
simulación numérica permite la predicción, utilizando modelos apropiados de
material y fractura.
Con respecto a la segunda parte, se puede decir que, la mayoría de los enfo-
ques de modelización abordan los efectos de las explosiones y los incendios. Sin
embargo, en muchos escenarios de explosión de hidrógeno, el lanzamiento de
proyecciones o escombros también es importante y en algunos casos es domi-
nante. En el caso de las explosiones de hidrógeno con un cierto grado de confi-
namiento, cuando el proceso de combustión pasa de ser una deflagración a ser
una detonación, el lanzamiento de proyectiles puede ser devastador. Los casos
más claros son los de explosiones de equipos industriales dentro de garajes, o
426 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
Los procesos para los que existe la posibilidad de absorción de hidrógeno in-
cluyen el decapado con ácido y la galvanoplastia. El hidrógeno está presente en
los baños de decapado ácido. Por otra parte, durante la galvanoplastia, se pro-
duce hidrógeno en la superficie del metal que se está recubriendo.
Generalmente, el decapado con ácido se utiliza para eliminar las incrustacio-
nes de óxido de la superficie del acero y la galvanoplastia se utiliza comúnmente
para depositar zinc en tuercas, pernos, tornillos y otras sujeciones de acero ca-
ra a protegerlo contra la corrosión galvánica. No obstante, es necesario indicar
que la absorción de hidrógeno también puede ocurrir cuando un componente
está en servicio, si el acero está expuesto a ácidos o si ocurre el fenómeno de co-
rrosión del acero.
Los aceros de alta resistencia, con una resistencia a la tracción superior a apro-
ximadamente 1000 MPa, son las aleaciones más vulnerables a la fragilización
por hidrógeno. En cuanto a la tensión que provoca la fractura, incluso la ten-
sión residual de tracción dentro de un componente puede ser suficiente para
provocar el fallo de un material quebradizo.
Cara a evaluar la susceptibilidad de los materiales a la fragilización por hi-
drógeno, especialmente en aceros, se pueden emplear pruebas estandarizadas.
Estas pruebas son esenciales para determinar si los procesos de fabricación o las
condiciones de servicio han aumentado la vulnerabilidad del material a este fe-
nómeno. Dos pruebas muy importantes son:
astm f1940, que consiste en una prueba estándar que se utiliza para verificar
el control de los procesos que podrían causar fragilización por hidrógeno
en elementos de sujeción revestidos o enchapados. Su objetivo es asegu-
rarse de que los métodos de procesamiento empleados no comprometan
la integridad estructural de dichas sujeciones debido a la fragilización por
hidrógeno.
astm f519, la cual se trata de otra prueba estándar centrada en evaluar la fra-
gilización mecánica por hidrógeno de procesos de recubrimiento en entor-
nos de servicio. Esta prueba es particularmente útil para evaluar cómo los
procesos de recubrimiento y las condiciones de servicio afectan la resisten-
cia mecánica de los materiales en presencia de hidrógeno.
Estas pruebas no son las únicas que a día de hoy se pueden utilizar para de-
terminar la fragilización por hidrógeno de un material, existiendo por tanto
una diversidad de ensayos que se pueden emplear en función del componente
y su utilización.
430 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
do. El contacto directo de la piel desprotegida con superficies fías puede causar
congelación y, el intento de separar la piel de estas superficies congeladas puede
ocasionar lesiones severas. Asimismo, la exposición prolongada de la piel al hi-
drógeno frío puede ocasionar congelaciones. A menudo, el primer indicio de
congelación es un dolor localizado, aunque en ocasiones este dolor puede no
ser percibido o durar poco tiempo.
Los tejidos congelados pierden sensibilidad, presentan una apariencia cero-
sa y adquieren un tono blanquecino pálido o amarillento. Su descongelación
puede ser extremadamente dolorosa y, en algunos casos, puede provocar shock.
Los ojos son particularmente vulnerables a estas exposiciones, ya que pequeñas
salpicaduras de hidrógeno líquido o breves exposiciones a vapor o gas frío pue-
den causar la congelación instantánea del tejido ocular y provocar daños irre-
versibles.
La exposición corta a gas extremadamente frío puede causar malestar respira-
torio y potencialmente desencadenar ataques de asma en personas susceptibles.
La inhalación sostenida de vapores o gases fríos puede provocar importantes
daños pulmonares. Adicionalmente, una exposición prolongada y generalizada
al frío puede conllevar a la hipotermia.
3
A excepción del oxígeno, obviamente.
432 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
O2
% vol. efectos y síntomas
19-21 El individuo no puede detectar síntomas discernibles.
15-19 Reducción del rendimiento físico e intelectual sin que quien lo padece sea
consciente. Se pueden inducir los primeros síntomas en personas con pro-
blemas cardíacos, pulmonares o circulatorios.
12-15 Respiración más profunda, pulso más rápido, mala coordinación.
10-12 Dolores de cabeza, mareos, falta de juicio, labios ligeramente azules. Riesgo
de muerte inferior al 11 %, tiempo de tolerancia 30 min.
8-10 Náuseas, vómitos, inconsciencia, rostro pálido, desmayo a los pocos minutos
sin previo aviso, fallo mental, tiempo de tolerancia 5 min.
6-8 El desmayo ocurre después de aproximadamente 3 min. Muerte en 8 min;
50 % muerte y 50 % recuperación con tratamiento en 6 min, 100 % recupe-
ración con tratamiento en 425 minutos.
3-6 Coma en 40 segundos, cesa la respiración, muerte o daño cerebral perma-
nente, incluso si es rescatado.
0-3 Muerte en 45 segundos.
Tabla 10.3.6.2.1: Efecto sobre el cuerpo humano de la concentración de oxígeno al respirar
(Det Norske Veritas 2001).
Figura 10.3.6.3.1: Umbral de daño auditivo y pulmonar en función de presión e impuso (Offi-
ce of Safety and Mission Assurance 1997)
Figura 10.3.6.3.2: Sobrepresión máxima versus duración para los niveles de mortalidad (1 %,
50 % y 90 %). Se incluyen curvas de carga para una explosión de superficie hemisférica de 1
kg, 100 kg y 10.000 kg de trinitrotolueno (Van der Voort et al. 2016)
434 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
4
A modo de ejemplo, se pueden citar: partes desprendidas aceleradas del recipiente a presión, par-
tes del edificio, vidrio, etc.
seguridad en la industria del hidrógeno 435
Figura 10.3.6.4.1: Tiempo hasta la incapacitación en función de la temperatura del aire (Tno
1992).
temperatura
(ºC) efectos y síntomas
127 Respiración difícil.
140 Tiempo de tolerancia: 5 min.
149 Respiración bucal difícil, límite de tiempo para escapar.
160 Dolor rápido e insoportable con piel seca.
182 Lesión irreversible en 30 s.
203 Tiempo de tolerancia del sistema respiratorio inferior a 4 min con la piel hú-
meda.
Tabla 10.3.6.4.2: Efectos de la temperatura elevada del aire (Tno 1992).
436 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
Al igual que ocurría con las consecuencias derivadas de la presión en una ex-
plosión, los dos aspectos más importantes a considerar en relación con los efec-
tos de la radiación son la intensidad máxima y el tiempo durante el cual esta in-
tensidad se mantiene. Por encima de 1,6 kW/m2, cabe esperar efectos negativos
para los seres humanos.
Utilizando unidades de dosis térmicas y para un nivel de flujo recibido espe-
cífico (kW/m2) se puede representar gráficamente el porcentaje de probabilidad
de que se produzca un daño particular, lo que da una indicación de los tiempos
de exposición tolerables. Los gráficos de este tipo se pueden utilizar junto con
modelos de predicción de radiación para los diversos tipos de fuentes de radia-
ción de hidrógeno discutidos anteriormente. De esta manera se pueden esta-
blecer distancias seguras frente a posibles incendios.
Es necesario destacar que además del contenido de infrarrojo (ir), la com-
bustión de hidrógeno produce radiación ultravioleta (uv) capaz de provocar
efectos similares a los de las quemaduras solares. Tal como se ha mencionado
anteriormente, los incendios de hidrógeno son difíciles de ver a la luz del día,
debido a sus propiedades ópticas, tardando por tanto más tiempo en percibir el
calor de las llamas más pequeñas.
seoso frío. Los guantes deben quedar holgados, poder quitarse fácilmente
y no tener puños grandes.
—Los pantalones largos, preferiblemente sin puños, deben usarse con las per-
neras por fuera de las botas o zapatos de trabajo.
—Se deben usar zapatos cerrados (no se deben usar zapatos abiertos o po-
rosos).
—Se debe usar ropa hecha de algodón común o de algodón ignífugo. Se evi-
tará la utilización de prendas hechas de nailon u otros materiales sintéticos,
seda o lana porque estos materiales pueden producir cargas de electricidad
estática que pudieran encender mezclas inflamables. Las fibras sintéticas
pueden derretirse y adherirse a la carne, provocando mayores daños por
quemaduras. Asimismo, cualquier prenda rociada o salpicada con hidró-
geno debe retirarse hasta que esté completamente libre de hidrógeno.
—Se debe usar equipo de respiración autónomo cuando se trabaja en un es-
pacio confinado que pueda presentar una atmósfera con deficiencia de oxí-
geno.
—Se deberán utilizar equipos portátiles de detección de hidrógeno y de in-
cendios, cara a advertir sobre fugas e incendios.
—Como alternativa, a menudo se recomienda agitar algún elemento de
madera o papel hacia el frente, o incluso arrancar un poco de hierba y ti-
rarla en la dirección del movimiento previsto. Si estos materiales entran
en contacto con la llama apenas visible, el humo indicará la posición de
la llama.
—El personal deberá conectarse a tierra antes de tocar o utilizar una herra-
mienta en un sistema de hidrógeno.
—A menudo se recomienda el uso de herramientas a prueba de chispas. Sin
embargo, la energía necesaria para la ignición de una mezcla inflamable de
hidrógeno y aire es tan pequeña que incluso las herramientas a prueba de
chispas pueden provocar una ignición. En consecuencia, todas las herra-
mientas deben utilizarse con precaución para evitar resbalones, golpes in-
directos o caídas, todos ellos son hechos pudieran originar dichas chispas.
—Los rociadores de agua y la ropa mojada pueden reducir considerablemen-
te los efectos térmicos inducidos por las llamas de hidrógeno.
En caso de que el accidente se haya producido, el tratamiento inmediato de
las personas que entran en contacto con hidrógeno líquido o han estado expues-
tas a gases muy fríos consiste en:
438 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
Figura 10.4.1.1.: Mapa de los comités técnicos internacionales de normalización iso e iec re-
lacionados directa e indirectamente con las aplicaciones fch. Las actividades directa mente
relacionados con la seguridad del hidrógeno se identifican con borde grueso (Kotchourko y
Thomas 2022).
5
HyLaw es un proyecto europeo centrado en identificar y analizar las barreras legales y adminis-
trativas al despliegue de tecnologías de hidrógeno y pilas de combustible (fch) en Europa. El nombre
«HyLaw» proviene de «Hydrogen Law» (Ley del Hidrógeno). El objetivo principal del proyecto es
facilitar el uso del hidrógeno como vector energético, apoyando la transición hacia un sistema energé-
tico más limpio y sostenible.
446 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
Figura 10.4.1.2.: Estructura jerárquica de las regulaciones y normas dentro del marco de la
Unión Europea (Kotchourko y Thomas 2022).
Figura 10.4.1.3: Estándares internacionales relacionados sobre seguridad del hidrógeno (Kot-
chourko y Thomas 2022).
seguridad en la industria del hidrógeno 449
6
Sistema de enclavamientos de emergencia o interlocks (enclavamientos de emergencia).
7
En materia de seguridad y salud en el trabajo, seguridad industrial, seguridad y medio ambiente.
seguridad en la industria del hidrógeno 461
mente práctico» para proteger a las personas del daño. Ello implicará equilibrar
el nivel de riesgo frente a las medidas necesarias para controlar dicho riesgo real
en términos de coste, tiempo o esfuerzo. Sin embargo, no será necesario tomar
medidas si estas resultan desproporcionadas en comparación con el nivel de
riesgo. Nos referimos al caso de riesgos leves o triviales.
La evaluación de riesgos dependerá del propósito de la misma. Normalmen-
te, la evaluación de riesgos implica comparar un nivel de riesgo calculado se-
gún determinados criterios, para una situación u hecho, con un nivel de riesgo
aceptable. El nivel de riesgo aceptable o tolerable se basará en los propios están-
dares de seguridad de la empresa y en los criterios de riesgo establecidos por la
legislación. La evaluación de riesgos también puede incluir la comparación de
diseños alternativos o planes de actividad.
Si el riesgo no está controlado o el objetivo perseguido es reducir aún más el
riesgo, entonces se deberán considerar diferentes opciones de medidas de re-
ducción de riesgos, con el propósito de alcanzar el efecto deseable. Esta tarea
debería ser una tarea multidisciplinaria, involucrando preferiblemente a perso-
nas responsables de la operación del objeto evaluado. El proceso de evaluación
de riesgos incluye, por tanto, una reevaluación de los riesgos y de las medidas de
reducción de los mismos, basada en un análisis coste-beneficio.
Si se logra controlar el riesgo satisfaciendo los criterios de aceptación estable-
cidos, entonces podríamos considerar el proceso terminado. No obstante, este
cumplimiento no garantiza que dicho enfoque sea el más eficiente en términos
de coste-beneficio o, se mantenga en el tiempo. Así pues, para mejorar y opti-
mizar el diseño, es recomendable realizar análisis de sensibilidad. Estos análisis
permitirán evaluar cómo variaciones en ciertas variables o condiciones pueden
impactar en los resultados, ayudando de esta manera a identificar la solución
más eficaz y económica.
Las metodologías de análisis de riesgos se agrupan comúnmente en tres ca-
tegorías: cualitativa, determinista y probabilística. Un análisis cualitativo nor-
malmente caracteriza los peligros en términos de probabilidad y severidad de
las consecuencias sin cuantificación. Un análisis determinista cuantifica las con-
secuencias del evento más severo posible, mientras que el análisis probabilísti-
co cuantifica la probabilidad y las consecuencias de diferentes escenarios que se
desarrollan a partir de los posibles eventos iniciales.
Al evaluar las medidas de control de riesgos ya existentes, es importante con-
siderar si es posible eliminar completamente el mismo. Si se puede hacer, sería
seguridad en la industria del hidrógeno 469
incluir aspectos tales como las fases operativas a considerar, los tipos de
riesgos a analizar (incendios, explosiones, liberaciones tóxicas), y las po-
blaciones o activos a proteger.
—Recolección de datos: Será necesario recopilar datos relevantes que inclu-
yan información sobre el diseño del sistema, aspectos normativos o legisla-
tivos a cumplir, operaciones y procesos, historial de incidentes y accidentes,
condiciones ambientales y, cualquier otro dato que se considere interesante
para el análisis. Los datos pueden provenir de fuentes internas (registros
de la empresa, informes de incidentes, etc.), así como de fuentes externas
(estándares industriales, bases de datos de accidentes, etc.).
—Identificación de peligros: Se deberá utilizar técnicas como hazop, aná-
lisis What-If, o fmea cara a identificar los peligros potenciales. Esta etapa
busca identificar todos los escenarios de riesgo posibles, incluyendo fallos
de equipos, errores humanos, condiciones de operación anormales y even-
tos externos.
—Análisis de escenarios de riesgo: En esta etapa será necesario desarrollar
escenarios de accidentes potenciales que describan la secuencia de eventos
que pueden conducir a situaciones peligrosas. Cada escenario debe descri-
bir el evento iniciador, las acciones subsiguientes, los fallos de los sistemas
de protección y las consecuencias potenciales.
—Evaluación de la probabilidad de ocurrencia: Habrá que estimar la frecuen-
cia de cada evento iniciador y la probabilidad de las diferentes cadenas de
eventos en los escenarios de riesgo. Este paso a menudo involucra el uso de
técnicas como árboles de eventos y fallos para modelar matemáticamente
las probabilidades de los diferentes escenarios.
—Evaluación de las consecuencias o severidad del daño: Se estimará el im-
pacto de cada escenario de riesgo en términos de daño a las personas, al
medio ambiente y a los bienes, los equipos y la instalación. Esto puede im-
plicar el uso de modelos de dispersión, modelos de explosión o incendio y
otros modelos de evaluación de impacto.
—Cuantificación del riesgo: Esta etapa implica la integración de las proba-
bilidades y las consecuencias de los diferentes escenarios de riesgo identi-
ficados. Se calculará así el nivel de riesgo individual, que suele ser una me-
dida de la probabilidad de muerte o lesión para una persona, y el de riesgo
colectivo, que se refiere al número total esperado de víctimas o daños pa-
ra un grupo de personas o un área. Para este propósito, se utilizan herra-
seguridad en la industria del hidrógeno 471
Así pues, y dado que las inspecciones de seguridad en plantas que manejan
hidrógeno son críticas para garantizar la seguridad operacional y proteger tan-
to a los trabajadores como al medio ambiente, estas inspecciones deben ser mi-
nuciosas, regulares y adaptadas a los desafíos específicos que presenta el mane-
jo de hidrógeno.
8
En este contexto, «sistemas de votación» significa que varios detectores de gas proporcionan sus
lecturas independientes, siendo estas lecturas comparadas y analizadas conjuntamente. Basándose en
criterios preestablecidos, el sistema requiere un cierto número de «votos» o señales de los detectores
que coincidan para confirmar la presencia real del gas. Este método ayuda a reducir las falsas alarmas,
ya que evita que una alarma se active por la señal de un único sensor, ya que podría ser un falso positivo.
A modo de ejemplo, en un sistema de votación dos de tres (2 de 3), al menos dos detectores de los
tres disponibles deben indicar la presencia de gas para que el sistema considere la alarma como legítima
y tome las medidas adecuadas. Este enfoque mejora la fiabilidad y precisión de los sistemas de detec-
ción de gas en entornos industriales y otros escenarios donde la presencia de gases peligrosos necesita
ser monitoreada con precisión.
seguridad en la industria del hidrógeno 477
12. Otras acciones de diversa naturaleza que sean requeridas cara al control
y mitigación de la situación.
La elección de qué medidas aplicar en cada caso, dependerán del tipo de ac-
cidente y del procedimiento establecido a tal efecto.
1. Sensores de catalizador
Estos sensores emplean un catalizador que interactúa químicamente con el
hidrógeno (Figura 10.5.2.1). Los sensores catalíticos se basan en la reacción exo-
térmica del hidrógeno y otros gases combustibles en presencia de un catalizador.
Como resultado de la reacción se libera calor, que es detectado y convertido en
una señal eléctrica. Así pues, la respuesta del sensor se basa en la alteración de
sus propiedades eléctricas debido a la reacción catalítica, lo que permite deter-
minar la presencia y concentración de hidrógeno. Se conocen también como
sensores de perlas catalíticas, sensores de gas combustible (cgs), o sensores ca-
talíticos de estado sólido.
Entre las ventajas cabe destacar, que es una tecnología madura y bien estu-
diada y por ello, su uso es amplio y seguro en diversas aplicaciones. Asimismo,
realiza una detección efectiva de gases combustibles pues aprovecha la reacción
catalítica para generar una señal detectable.
Entre los inconvenientes cabe destacar la alta sensibilidad a otras especies ga-
seosas, ya que pueden verse afectados negativamente por la presencia de otras
especies gaseosas, lo que reduce la vida útil del sensor o afecta su funciona-
miento. Por ello, se requiere calibración periódica para mantener la precisión.
Asimismo, dependen de la presencia de oxígeno, ya que necesitan una canti-
dad estequiométrica de este elemento para que la reacción con el hidrógeno
funcione correctamente. Su funcionamiento puede verse alterado en concen-
traciones bajas de oxígeno o en condiciones anaeróbicas. Por tanto, aunque
las condiciones de falta de oxígeno sean temporales, no son adecuados para
dichos ambientes.
482 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
Entre las ventajas asociadas a este tipo de equipos se pueden citar la indepen-
dencia del oxígeno ya que, a diferencia de otros tipos de sensores, los sensores
de conductividad térmica no dependen de una reacción química con el hidró-
geno y pueden operar en entornos sin oxígeno. También poseen un bajo con-
sumo de energía, puesto que funcionan a temperaturas inferiores a 300°C, lo
que los hace menos demandantes de energía en comparación con otros tipos
de sensores. Adicionalmente, existe una amplia aplicación comercial al ser muy
populares y presentar una gran variedad disponible para diversas aplicaciones.
Esto hace que se puedan combinar fácilmente con otros tipos de sensores cara
a compensar sus desventajas.
Sin embargo, entre los inconvenientes se puede mencionar los desafíos exis-
tentes actualmente en cuanto a su diseño y rango de medición, puesto que pro-
ducir dos celdas con características similares para un circuito de puente equili-
brado es un reto y, mantener la misma temperatura en ambas celdas puede ser
difícil. Por su parte, la sensibilidad a la humedad y el prematuro envejecimiento
de estos sensores afecta su rendimiento a lo largo del tiempo.
sor utilizado, ya que la resistencia del óxido metálico puede aumentar o dis-
minuir dependiendo del tipo de gas y, si el óxido utilizado en el sensor es un
semiconductor de tipo n o de tipo p. Por tanto, se requiere una consideración
cuidadosa en la elección del material del sensor y su aplicación.
puede variar ampliamente sin afectar al rendimiento del detector, desde la tem-
peratura ambiente, hasta temperaturas moderadas, lo cual facilita la respuesta y
reduce la influencia de los cambios en dicha temperatura ambiente.
Entre los principales inconvenientes destaca, la complejidad en la fabricación,
puesto que algunos tipos de estos sensores tales como los mosfet con puertas
suspendidas, puede ser complicados de producir y costosos. Asimismo, la vida
útil y la estabilidad de algunos sensores puede ser limitada, especialmente en
entornos difíciles o a altas temperaturas.
6. Sensores electromecánicos
Los sensores electromecánicos se basan en la medición de fenómenos físicos
o químicos a través de su efecto en las vibraciones mecánicas de alta frecuencia
de un elemento sensor, generalmente fabricado con material piezoeléctrico. La
aplicación de un campo eléctrico oscilante a un sustrato piezoeléctrico genera
ondas mecánicas, cuyos cambios se detectan y convierten en señales eléctricas.
Cara a la detección de gases, se modifica la estructura del sensor fijando una ca-
pa delgada que interactúa selectivamente con el gas objetivo. Materiales como
el platino, el paladio y sus aleaciones son comunes en esta capa para la detec-
ción de hidrógeno. Estos detectores utilizan el principio gravimétrico (o méto-
do Sauerbrey) para detectar cambios en la masa del sensor debido a la adsorción
de gases, lo que afecta la frecuencia del resonador de cuarzo.
Entre las ventajas, cabe destacar de una parte, el alto grado de sensibilidad, ya
que son capaces de detectar cargas de masa tan bajas como 1 ng/cm2, lo que per-
mite límites de detección en el rango de partes por billón (ppb) y de otra parte,
la versatilidad y miniaturización, ya que se pueden reducir enormemente en ta-
maño y así utilizarse en configuraciones inalámbricas. Hecho este que los hace
adecuados para una gran variedad de aplicaciones. Adicionalmente, poseen un
amplio rango de funcionamiento, ya que pueden operar en una extensa variedad
de concentraciones de hidrógeno, siendo capaces de medir a su vez parámetros
tales como la presión, la viscosidad y el peso molecular.
Sin embargo, entre los inconvenientes cabe mencionar las limitaciones exis-
tentes en cuanto a su producción, ya que lograr capas uniformes durante su
fabricación puede ser un desafío, afectando a la estabilidad y la fiabilidad del
sensor. Otro inconveniente importante es el hecho de que son susceptibles a
cambios en las condiciones ambientales, pudiendo afectar a su rendimiento y
precisión cambios en la temperatura y la humedad.
486 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
7. Sensores ópticos
Funcionan mediante la interacción del hidrógeno con materiales sensibles
como polímeros y óxidos, que producen una señal óptica en respuesta a la pre-
sencia de hidrógeno (Figura 10.5.2.4). Esta señal óptica es detectada y registra-
da por el sensor, permitiendo determinar la concentración de hidrógeno. Exis-
ten diversos tipos de sensores ópticos, incluyendo sensores quimiocrómicos,
sensores de fibra óptica, y sensores ópticos de camino abierto, cada uno con
principios de funcionamiento diferentes. Como materiales sensibles para este
propósito se suelen utilizar paladio, WO3 y algunos hidruros metálicos, dada la
capacidad de cambiar sus propiedades ópticas en presencia de hidrógeno.
Figura 10.5.2.4: Sensor quimiocromático, donde el dispositivo que necesariamente debe ser
reversible (Sagastagoitia 2023)
Una de las ventajas que presentan es la seguridad y flexibilidad, puesto que los
sensores de fibra óptica son seguros y flexibles, permitiendo la detección remota
y la separación de los puntos de detección de la electrónica de lectura. Presentan
mayor sensibilidad que los tradicionales, son menos sensibles a las interferen-
cias electromagnéticas o a ambientes corrosivos y suelen ser seguros y aptos para
trabajar en atmósferas explosivas. Los sensores ópticos también destacan por la
amplia variedad de aplicaciones, ya que algunos tipos de sensores ópticos, tales
como los sensores e indicadores quimiocrómicos, han sido exitosamente comer-
cializados, a pesar de presentar sensibilidad a la temperatura. Y finalmente, es
importante mencionar su capacidad de detección remota y monitorización de
áreas amplias, ya que los sensores ópticos de camino abierto pueden detectar
hidrógeno a lo largo de un haz de luz.
Entre sus inconvenientes, hay que mencionar que varios tipos de sensores óp-
ticos aún se enfrentan a desafíos para su comercialización, principalmente debi-
do a problemas de estabilidad, así como que en determinados tipos de sensores
seguridad en la industria del hidrógeno 487
tales como el de fibra óptica, el tiempo de respuesta puede ser más lento y ser
necesaria una calibración periódica para compensar la deriva y el envejecimien-
to. También es necesario comentar las limitaciones en la sensibilidad y especi-
ficidad que pueden presentar algunas técnicas ópticas, tales como la espectros-
copía de descomposición inducida por láser. Dichas técnicas pueden no ser lo
suficientemente sensibles como para llegar a detectar concentraciones bajas de
hidrógeno y a la par que pueden verse afectadas por la humedad ambiental. Fi-
nalmente, esta última técnica puede ser una fuente de ignición propiamente, lo
cual limita su uso en aplicaciones de seguridad. A su vez, algunos sensores tales
como los de fibra óptica, por ejemplo, no cumplen con muchos de los requisitos
de rendimiento establecidos en las especificaciones requeridas por la industria
o los organismos reguladores.
8. Sensores sónicos
Detectan emisiones acústicas causadas por la expansión de un gas que se mue-
ve de alta a baja presión a través de un orificio, lo que crea ondas acústicas en el
rango audible y ultrasónico (Figura 10.5.2.5). Estas emisiones pueden ser gene-
radas por fugas de hidrógeno a presión. El análisis posterior de la señal obteni-
da por un micrófono que capta dichas emisiones acústicas permite localizar y
cuantificar la fuga. Por tanto, los sensores sónicos son ampliamente utilizados
en la detección de fugas.
Figura 10.5.2.6: Medida de la velocidad del sonido en gases a temperatura y presión conocidas
(Sagastagoitia 2023)
inmediaciones de dichas zonas (Figura 29). Los sensores térmicos están diseña-
dos para activarse ante la presencia de un umbral de temperatura específico o
una tasa de cambio de temperatura notable, lo cual es crucial para la detección
temprana de incendios.
Los detectores ir multibanda específicos para hidrógeno se destacan por su
baja susceptibilidad a activaciones falsas. Estos sensores utilizan bandas de es-
pectro infrarrojo específicas que son más sensibles a las características de las lla-
mas de hidrógeno. La especificidad espectral de estos detectores los hace par-
ticularmente efectivos para distinguir las llamas de hidrógeno de otras fuentes
de luz o calor, minimizando así las falsas alarmas.
Adicionalmente, y según la norma nfpa72, los detectores térmicos deben
estar calibrados para responder a una temperatura predeterminada o a una tasa
de cambio de temperatura específica. De forma que esta normativa asegura que
los detectores térmicos no solo reaccionen ante la presencia de calor, sino que
lo hagan de manera precisa y en momento crítico para una intervención eficaz.
—Se deberá purgar siempre el aire del sistema antes de introducir el gas, así
como utilizar equipamiento correctamente puesto a tierra.
—Se deberá considerar la utilización de herramientas que no produzcan chis-
pas.
—Se deberá evitar inhalar el gas en caso de exposición.
—Así como se evitará la eliminación del producto en las áreas de trabajo.
Si hablamos de la manipulación de envases contenedores de hidrógeno, es
necesario tener en cuenta que:
—Se deberán seguir detalladamente las instrucciones de manipulación del
suministrador
—No se permitirá el retroceso del gas hacia el interior del recipiente.
—Se evitarán daños físicos en las botellas, manipulándolas con cuidado, sin
arrastrar o deslizar.
—Se deberán utilizar el utillaje y equipamiento adecuado para el transporte
de los envases.
—En el caso de ser botellas, éstas deberán mantenerse con la caperuza de la
válvula colocada hasta que el envase quede fijo.
—Se observará siempre un orden y limpieza en las zonas de almacenamiento.
—Si se aprecian problemas o deterioros en los envases, válvulas o conductos,
se deberá contactar con el suministrador y nunca se repararán o modifica-
rán éstos o los mecanismos de seguridad por parte de los trabajadores. Se
procederá posteriormente a su sustitución o reparación por parte de per-
sonal acreditado, adecuadamente formado y experimentado.
—Los accesorios y válvulas del envase se mantendrán libres de contaminan-
tes, aceites y agua. Las válvulas se cerrarán tras su uso e incluso si el reci-
piente está vacío. No se trasvasarán gases de una botella o envase a otro.
Siempre se evitará la entrada de agua al interior del recipiente y las válvulas
se abrirán y cerrarán lentamente para evitar golpes de ariete.
—En ningún caso se alterarán ni manipularán las etiquetas facilitadas por el
suministrador.
En el caso de los almacenamientos de hidrógeno, es necesario tener presentes
las siguientes prescripciones:
—Se deberá cumplir con las prescripciones relativas a los locales de almace-
namiento de productos químicos a presión inflamables.
—No se almacenarán en condiciones que favorezcan la corrosión.
—Los protectores de las válvulas y las tulipas estarán siempre colocados.
496 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
13
Por ejemplo, muros con alto nivel de resistencia al fuego o a sobrepresiones.
14
Sistemas pci.
498 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
a las personas como a los activos y el medio ambiente. Las barreras de seguridad
se clasifican generalmente en dos categorías:
—Barreras preventivas: Estas barreras están destinadas a prevenir la ocurren-
cia de un evento peligroso. Esto puede incluir controles de ingeniería como
sistemas de contención, alarmas, sistemas de detección de fugas, y proce-
dimientos operativos que eviten situaciones peligrosas. También pueden
involucrar formación y capacitación de empleados, mantenimiento regular
de equipos y sistemas de gestión de seguridad.
—Barreras reductoras: Estas barreras están diseñadas para reducir el impacto
o las consecuencias de un evento peligroso una vez que ha ocurrido. Esto
puede incluir sistemas de supresión de incendios, equipos de protección
personal, sistemas de evacuación de emergencia, y planes de respuesta an-
te emergencias.
Se puede indicar que las barreras de seguridad técnicas no son esenciales pa-
ra el funcionamiento del proceso primario. Generalmente, se diseñan para ser
independientes de las medidas de control del proceso y con cierta redundan-
cia, dependiendo del riesgo existente. Estas barreras necesitan ser diseñadas pa-
ra las diferentes etapas de la cadena de suministro de hidrógeno, incluyendo las
instalaciones de producción de hidrógeno, el transporte a granel por camiones
cisterna, barcos, trenes, tuberías, y almacenamientos a pequeña, mediana y gran
escala, tanto presurizados como criogénicos.
Por lo tanto, las estrategias de gestión para las barreras de seguridad requieren
planificación operativa y procedimientos de prueba y control. Las inspecciones
y el mantenimiento adecuados de las barreras son esenciales y, los factores or-
ganizativos y humanos deben reconocerse adecuadamente como parte de cual-
quier sistema de barrera de seguridad. Solo con la implementación de barreras
de seguridad completamente funcionales, el nivel de riesgo general predicho
por la evaluación de riesgos es válido.
seguridad en la industria del hidrógeno 503
Enfoques más recientes relativos a los sistemas seguros, también nos indican
las características en las que estos deben basarse:
—Minimización o reducción de la cantidad de materiales o procesos peligro-
sos en la planta. Esto podría significar usar menor cantidad de determina-
dos productos químicos.
—Sustitución o reemplazamiento de sustancias o procesos peligrosos por
otros menos peligrosos. Por ejemplo, usar un solvente no inflamable en lu-
gar de uno inflamable.
504 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10
11.
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