Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Libro HIDROGENO VERDE

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 514

El hidrógeno verde

© los autores
©, de esta edición: Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España
d.l.: as-1375-2024
Índice

Perfil curricular de los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7


Agradecimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introducción,
Juan José Fernández Díaz
Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del
Noroeste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1. ¿Por qué hidrógeno y por qué ahora?
Jorge Corrales Llavona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2. La hoja de ruta europea del hidrógeno verde
José Manuel Pérez Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
3. Propiedades del hidrógeno
Francisco Blanco Alvarez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
4. Procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:
reformado de gas natural
Francisco Blanco Alvarez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
5. Ciencia y tecnología del hidrógeno verde
Juan José del Campo Gorostidi . . . . . . . . . . . . . . . . 197
6. Almacenamiento del hidrógeno
Francisco Blanco Alvarez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233
7. El hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico
Rafael Cabañeros Robles y Carlos Morilla Losada . . . . . 333
8. El hidrógeno en la industria química y del refino
Francisco Blanco Alvarez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 377
9. El hidrógeno en la descarbonización de la industria siderúrgica
Juan José del Campo Gorostidi . . . . . . . . . . . . . . . . 391
10. Seguridad en la industria del hidrógeno
Francisco Javier Iglesias Rodríguez y Gregorio Fidalgo
valverde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 405
11. Referencias bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507

—5—
Perfil curricular de los autores

Francisco Blanco Alvarez


Profesor titular del Departamento de Ciencia de los Materiales e Ingeniería
Metalúrgica de la Universidad de Oviedo. Doctor Ingeniero de Minas por la
Universidad de Oviedo con las especialidades de Laboreo y Explosivos y de Me-
talurgia y Mineralurgia. Director de la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía
y Materiales de Oviedo desde octubre de 2012 a enero de 2021.
Su actividad docente, durante casi 40 años, ha estado relacionada fundamen-
talmente con los materiales no metálicos. Su labor investigadora se ha centrado
principalmente en dos campos, por un lado, los materiales de construcción y,
por otro, el medio ambiente y gestión de recursos. Fruto de su investigación ha
dirigido cuatro tesis doctorales, participado en 21 proyectos de investigación o
contratos con empresas e instituciones y es coautor de 36 publicaciones en re-
vistas nacionales e internacionales.

Rafael Cabañeros Robles


Ingeniero de Minas, especialista en Energía, cum laude, por la Universidad
de Oviedo. Premio Nacional de Ingeniería por el Gobierno de España. Tiene
másters en Administración y Dirección de Empresas por insead, por la Uni-
versidad Nova de Lisboa y por indae. Es también auditor oficial de Calidad,
Seguridad y Medio Ambiente.
Actualmente es director de gestión y ejecución de proyectos de España en la
Unidad de Negocio de Hidrógeno de edp Renovables, habiendo sido duran-
te cinco años director de planta de la Central Térmica de Aboño (900 mw)
y durante diez años director de planta de ciclo combinado de Soto de Ribera
(800 mw).
Durante más de siete años miembro del consejo de administración de las cen-
trales nucleares de Almaraz (2 x 1000 mw) y Trillo (1000 mw), paralelamente,
con responsabilidades de gerencia en Elcogas, en Puertollano (gasificación in-

—7—
8 el hidrógeno verde

tegrada en ciclo combinado, 350 mw) y responsable técnico de las plantas de


biomasa de Hidroeléctrica del Cantábrico durante tres años.

Jorge Corrales LLavona


Ingeniero de Minas por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas
de Oviedo, promoción de 1975. Ha desarrollado su carrera profesional en el sec-
tor energético, tanto en actividades de producción de energía eléctrica como en
tareas de planificación, regulación y relaciones institucionales.
Miembro del comité de dirección de las centrales nucleares de Trillo y Alma-
raz, así como representante en diversos comités sectoriales y en la junta directiva
de la Asociación Empresarial Eólica.
Ha sido profesor de tecnología nuclear en la Escuela de Ingenieros Industria-
les de Gijón y participó también en el máster de Tecnologías Energéticas de la
Universidad de Oviedo.

Juan José del Campo Gorostidi


Doctor Ingeniero de Minas por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros
de Minas de Oviedo. Premio extraordinario de Doctorado de la Universidad
de Oviedo. Investigador en Electrometalurgia de Sales Fundidas en el Insti-
tuto Nacional de Ciencias Aplicadas de Lyon y en la Universidad de Trond-
heim Noruega. Catedrático de Escuela Universitaria en Ciencia e Ingeniería
de Materiales de la Universidad de Oviedo. mba in company, programa del
Instituto de Empresa para ThyssenKrupp. Desempeñó cargos directivos en el
Grupo Inespal, Thyssen Krupp e Ideas en Metal. Experto en metalurgia del
aluminio, electroquímica y corrosión del acero. Desarrolla su actividad profe-
sional como Socio Director en Corporate Development Services, S.L. Agente
en España de la empresa suiza grz Technologies, fabricante de equipos para
la industria del hidrógeno.

Gregorio Fidalgo Valverde


Profesor ayudante doctor del Departamento de Administración de Empre-
sas de la Universidad de Oviedo. Doctor Ingeniero de Minas por la Universi-
dad de Oviedo. mba por el Instituto de Empresa de Madrid. Executive Master
e-business por el Instituto de Empresa de Madrid. Técnico superior de preven-
ción de riegos laborales. Gerente regional de Medycsa Servicio de Prevención
de Riesgos Laborales entre los años entre los años 2012 y 2017.
perfil curricular de los autores 9

Su actividad docente ha estado relacionada principalmente con la organiza-


ción de empresas y gestión de la seguridad laboral en el trabajo. Premio Nacio-
nal de Seguridad en la Construcción en la categoría de innovación e investiga-
ción en 2001. Ha participado en varios proyectos europeos relacionados con el
sector minero y posee varias publicaciones en revistas jcr, así como participa-
ción en congresos.

Francisco Javier Iglesias Rodríguez


Profesor Titular del Departamento de Administración de Empresas de la
Universidad de Oviedo. Doctor Ingeniero de Minas por la Universidad de
Oviedo. Máster en Gestión de la Calidad y Medio Ambiente, así como técni-
co superior en prevención de riesgos laborales en las diferentes disciplinas pre-
ventivas. Director de la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de
Oviedo desde febrero de 2021 hasta octubre de 2023.
Su actividad docente ha estado relacionada principalmente con las disciplinas
asociadas a la administración, gestión, financiación y dirección de empresas, así
como a las relativas a las especialidades de seguridad en el trabajo y ergonomía
en el entorno laboral. En este ámbito, ha dirigido varias tesis doctorales, así co-
mo ha participado en una gran diversidad de proyectos de investigación tanto
en el ámbito regional, como nacional o europeo, figurando en varios de ellos
como investigador principal. Asimismo, dispone de numerosos artículos en re-
vistas de impacto, así como ponencias en congresos.

Carlos Morilla Losada


Ingeniero de Minas (grado y máster) por la Universidad de Oviedo, ha sido
reconocido como segundo mejor expediente a nivel nacional en el Grado de
Ingeniería de Minas (2016/2020) por la Sociedad Española de Excelencia Aca-
démica. Tras graduarse, ha completado su formación académica con el máster
en Gestión de las Energías Renovables de la Universidad de Barcelona.
Al mismo tiempo, cursó el mba Future Leaders y desarrolló diversos proyec-
tos, entre los que destaca el de innovación en los procesos de reciclaje, premiado
como mejor proyecto nacional de innovación en dicha materia.
Comenzó su carrera profesional en el departamento de dirección de proyec-
tos de tke, participando en diversos proyectos internacionales. Actualmente,
se encuentra trabajando como Hydrogen Project Development and Execution
Specialist en edpr, enfocado en el desarrollo de proyectos en España.
10 el hidrógeno verde

José Manuel Pérez Rodríguez


Ingeniero de Minas por la Universidad de Oviedo, premio nacional fin de ca-
rrera, y ha cursado un Advanced Management Program en el Instituto de Em-
presa de Madrid.
Actualmente es director de regulación y asuntos gubernamentales de la Uni-
dad de Hidrógeno de edp desde su creación en 2021. Representa a edp en va-
rios foros sectoriales a nivel internacional dedicados a hidrógeno, entre los que
destaca la European Clean Hydrogen Alliance o la Renewable Hydrogen Coa-
lition. Es chair del grupo de proyectos industriales de H2 autorizados por la
Comisión Europea como Proyectos Importantes de Interés Común Europeo.
Llleva 20 años ligado profesionalmente al grupo edp, la mayor parte con co-
metidos en la regulación de los mercados de electricidad y gas, y a la gestión de
proyectos, antes de su incorporación a la unidad de hidrógeno.
Agradecimientos

Tras el éxito del primer curso Hidrógeno, combustible sostenible, celebrado en


el primer trimestre de 2023 en la sede del Colegio Oficial de Ingenieros de Mi-
nas del Noroeste en Oviedo, y la realización de la segunda edición en las mis-
mas fechas de 2024, nuestro decano, Juan José Fernández, nos planteó el reto
de escribir un pequeño texto que sirviera de guía de divulgación de la ciencia y
tecnología del hidrógeno verde.
El libro que tienes en tus manos es el resultado del trabajo de compilación y
síntesis que los autores hemos realizado de las ponencias impartidas. Por ello,
queremos agradecer la contribución de todos los profesionales y empresas que
hicieron posible lo más difícil: diseñar, organizar, elaborar los contenidos e im-
partir un ambicioso curso de 70 horas de formación especializada en hidróge-
no verde.
Agradecimiento a Francisco Blanco, promotor de la iniciativa y ponente.
A Francisco Javier Iglesias, editor digital y soporte técnico del curso. A Felipe
González, por la puesta a disposición de su agenda de contactos para captar po-
nentes y estructurar el curso. A Pedro Riesgo, por su apoyo desde la Fundación
de Investigación Tecnológica Luis Fernández Velasco. Al Colegio Oficial de In-
genieros de Minas del Noroeste de España, representado por Juan José Fernán-
dez y Fernando Antuña, por aportar la infraestructura y los medios necesarios
para realizar los cursos y la edición de este libro.
Agradecimiento a los ponentes y empresas, por orden de intervención. A José
Manuel Pérez, de edp. A Indalecio González y Juan Carlos Aguilera de faen.
A José Antonio Aguilera, de la Universidad de Oviedo. A Francisco Blanco,
de la eimem. A Juan José del Campo, de cordes. A Emilio Nieto, Jesús Ro-
dríguez, Cristina Ballester y Sara Rubio, del cnh2. A Fabián Suárez y Cova-
donga Pevida, del incar. A Víctor Martínez, de idesa, A Francisco Carro, de
tresca. A Rosa María Nieto y José Alfredo Lana, de enagas. A Juan Villar y
Josu Aramburu de nortegas. A Iñigo Pascual, de sgs. A José Antonio de la

— 11 —
12 el hidrógeno verde

Guerra, de edp. A Juan Carlos Luengo, de la eimem. A Rafael Cabañeros, de


edp. A Jesús Alberto González y Gonzalo Fernández, de fertiberia. A Elías
Unzueta, Jeremy Torregrosa y Miguel Palacio, de repsol petronor. A Ya-
go Reglero de arcelor mittal. A María Lorenzo, de hunosa. A Agustín
Leal, de herko. A Amador Robles y Esther Rosario San Miguel, de renfe. A
Fernando González, de Astilleros gondan. A Daniel de Miguel, de cepsa.
A Francisco Javier Belzunce, de la Universidad de Oviedo. A Marta Gracia, de
siccis. A Rafael Murillo, de tam. A Eduardo Tamargo, de urbas Energy. A
Antonio González, de la PTeH2. A Miguel M. Muñoz, de capital energy.
A Antonio Suárez, Cecilia Álvarez y Juan Díaz del Grupo tsk. A Luis Ezequiel
Bausela y Aurelio Suárez, de duro felguera. A Francisco García de magna-
dea. A Sergio Méndez de Empresarios Agrupados. A José María Fernández, de
Eunoia H2. A Vicente Gutiérrez, de confedem y a Antonio Pérez, de CHao.
Agradecer a Juan José del Campo por el trabajo de coordinación en la edi-
ción del libro.
Agradecer a todos los autores y textos referidos en las fuentes por su trabajo
de investigación, que sin más ánimo que la divulgación, y con pleno respeto a
su autoría intelectual, mencionamos en el libro.
agradecimientos 13

Introducción

Juan José Fernández Díaz


Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste
A finales del año 2022 desde el Colegio de Ingenieros de Minas del Noroes-
te, conscientes del auge de la tecnología del hidrógeno y de la oportunidad que
su desarrollo e implantación supondría para nuestro colectivo, nos propusimos
hacer un curso de formación donde se integraran los principales aspectos rela-
cionados con el hidrógeno.
En el mes de febrero del año 2023 se inició el curso, con la vocación de im-
partir los conocimientos básicos para que las personas asistentes pudieran com-
prender mejor este elemento y las tecnologías para obtenerlo, comprimirlo,
almacenarlo, transportarlo y consumirlo, algunas ya muy conocidas, y otras in-
cipientes que pueden dar lugar a una revolución energética que se está gestan-
do ante nuestros ojos.
Debido al éxito del curso y a las peticiones recibidas, nos planteamos hacer un
libro donde se recogieran todos estos aspectos para su difusión y así contribuir
a ordenar el conocimiento sobre el tema y ponerlo a disposición de la sociedad.
Intentaremos arrojar luz sobre un elemento que, a pesar de su simplicidad,
contiene un gran potencial. A medida que nos enfrentamos a desafíos como el
cambio climático y la reduccion de la dependencia de los combustibles fósiles,
el hidrógeno surge como una solución prometedora. Desde su potencial como
fuente de energía limpia y renovable hasta su uso en la movilidad y la industria,
el hidrógeno nos abre un camino hacia un mundo más verde y sostenible.
Confiamos poder responder a la pregunta: ¿Por qué el hidrógeno y por qué
ahora?, y también que queden resueltas, después de su lectura, una gran parte
de las dudas e inquietudes que puedan surgir sobre el tema.
No quiero finalizar sin antes agradecer la colaboración a los que han promo-
vido la idea de organizar el curso, a los coordinadores y a todos los que han im-
partido las clases programadas a lo largo de los más de dos meses en los que se
ha desarrollado. Igualmente, quiero agradecer a los autores del libro su inesti-
mable trabajo ya que sin ellos no habría sido posible llevar a cabo este proyecto.

— 15 —
¿por qué hidrógeno y por qué ahora 17

1.

¿Por qué hidrógeno y por qué ahora?

Jorge Corrales Llavona


Cuando van a cumplirse los 250 años desde que James Watt presentara su
máquina de vapor, mejorando sustancialmente el primitivo diseño de Thomas
Newcomen, la humanidad parece haber llegado a un punto crítico en los avan-
ces de su desarrollo tecnológico y social. El formidable avance de estos dos si-
glos y medio ha permitido que, por primera vez en la historia humana, menos
del 10 % de la población sobreviva con menos de dos dólares diarios. Logro no-
table, si consideramos que al comienzo de este siglo la proporción de personas
en extrema pobreza se acercaba al 20 %. Y, lo que es más notable, cuando ya so-
mos 8.000 millones de personas las que vivimos y compartimos este planeta.
Este formidable desarrollo, que aún debe continuar, se ha basado en la dispo-
nibilidad de fuentes energéticas superconcentradas, en cantidades abundantes,
con costes asequibles y baratas. Esta energía se ha obtenido, en más de un 80 %,
de la combustión del carbón, de los derivados del petróleo y del gas natural.
Hasta el siglo xviii la humanidad sólo disponía de masa forestal para satisfa-
cer sus requerimientos energéticos, pero el aumento de la actividad comercial e
industrial dio lugar a que la madera empezara a escasear para usos energéticos.
La escasez produjo el incremento de su precio, lo que a su vez estimuló la bús-
queda de una fuente energética alternativa y la encontró en un combustible fó-
sil: el carbón, cuyo uso doméstico e industrial aceleró la generación de riqueza,
el intercambio de bienes y de ideas, el aumento del conocimiento y la creación
de tecnología. Así, el carbón fue el primer combustible fósil en ser empleado
masivamente por la humanidad y salvó a la naturaleza de una inevitable defo-
restación.
La combustión de los recursos energéticos de origen fósil ha provocado la
emisión de gases de efecto invernadero, principalmente de CO2, contribuyen-
do así al calentamiento del planeta. En los últimos decenios, la temperatura de
la atmósfera ha sido algo más cálida que en los decenios anteriores. En la figu-
ra 1.1 puede verse la evolución de la desviación de la temperatura troposférica

— 19 —
20 jorge corrales llavona §1

Figura 1.1. Evolución de la desviación de la temperatura troposférica promedio en el período


1979-enero 2024 del valor medio de los años 1991-2020.
Fuente: ‹https://www.drroyspencer.com/latest-global-temperatures/›.

promedio en el período 1979-enero 2024 respecto al valor medio de los años


1991-2020.
El ingenio humano ha permitido desarrollar nuevas formas de producir ener-
gía sin recurrir a la combustión de compuestos de carbono. Dos de estas nuevas
energías han alcanzado un grado notable de desarrollo: la energía solar foto-
voltaica y la energía eólica. Ambas formas de energía son adecuadas para pro-
ducir electricidad, pero por sí solas no pueden mantener un sistema eléctrico
de forma estable y segura, dada la intermitencia y aleatoriedad intrínseca a los
recursos naturales, sol y viento, en los que se basa su tecnología de producción.
Para solucionar estos problemas, en años recientes, se ha sugerido la produc-
ción y utilización del hidrógeno verde como solución más adecuada, elevándo-
lo a la categoría de vector energético. En efecto, la combustión del hidrógeno no
produce CO2, sino solo agua. Y aunque el vapor de agua es el principal gas de
efecto invernadero de nuestra atmósfera, creemos que el producido por la uti-
lización del hidrógeno se integrará sin problemas en el ciclo terrestre del agua.
La producción de hidrógeno por descomposición de la molécula de agua por
electrólisis con empleo de energía renovable da lugar a que la molécula así pro-
ducida, hidrógeno gas, se califique como verde, esto es, sostenible.
En determinadas aplicaciones industriales, de movilidad pesada y otras, la
electrificación es difícil técnica y económicamente. El hidrógeno podría con-
¿por qué hidrógeno y por qué ahora 21

tribuir a sustituir en gran parte el uso de los combustibles fósiles, tanto en pro-
cesos industriales, por su capacidad energética y reductora, como en movilidad
y combustión. Por todo ello, el hidrógeno parece haberse convertido en los úl-
timos años en la clave de bóveda del proceso de transición energética.
El presente libro intenta facilitar al lector los conocimientos y herramientas
que le permitan responder a las dos preguntas que formulamos: ¿Por qué el hi-
drógeno verde? y ¿por qué ahora?
Estos años pasarán a la historia humana como aquellos en los que la huma-
nidad, enfrentada a un reto de sostenibilidad ambiental, decidió emprender
un nuevo camino. Dado que todas nuestras actividades requieren de una for-
ma u otra del consumo de energía, todo lo que hacemos está afectado por es-
ta decisión crucial de sustituir los combustibles fósiles, especialmente en la
Unión Europea. Hace años que las personas relacionadas con el sector eléc-
trico, trabajadores, accionistas y consumidores, es decir, toda la sociedad en
general, sufren las consecuencias de esta «transición». El sector eléctrico,
fuerte emisor en la mayoría de los países de CO2, ha sido el primero en abor-
dar la transición a las «nuevas energías». El cierre de las centrales térmicas de
carbón y la conexión a la red eléctrica de potencia fotovoltaica y eólica es una
realidad que estamos viendo, y que afecta a los territorios y distritos. Estamos
también comenzando a ver cambios importantes en nuestra movilidad, que
se orienta con rapidez hacia el vehículo eléctrico y los combustibles sintéti-
cos sostenibles. Pronto llegarán a nuestras casas sistemas de calefacción más
eficientes basados en la aerotermia y bombas de calor. En general, todos los
productos y actividades que realizamos se verán afectados por el cambio de
paradigma que supone situar la sostenibilidad en el vértice de los requisitos
del diseño industrial. Que los gobernantes acierten con el ritmo y las herra-
mientas económicas que posibiliten una transición razonable significará para
los ciudadanos de muchos países una mejora o un empeoramiento sustancial
de su nivel de vida.
Esta transición, que a todos nos afecta, se ha emprendido por la voluntad po-
lítica de responder a la amenaza climática que originan las emisiones antropo-
génicas y acerca de las cuales vienen alertando diversos paneles de expertos. El
capítulo 2 de nuestro libro constituye un resumen de las actuaciones, científicas
y políticas, que han llevado a emprender la transición energética. El Panel Inter-
nacional del Cambio Climático (ipcc por sus siglas en inglés), las Conferencias
de las Partes (cop), los acuerdos de Kioto y de París, los Informes de Evaluación
22 jorge corrales llavona §1

del ipcc, son términos que una persona educada de este siglo debería conocer.
Las decisiones que se están tomando afectan decisivamente a su nivel y forma
de vida, razón suficiente para conocerlas y comprenderlas. El precio de la elec-
tricidad que consumimos en nuestras casas es hoy más elevado que hace unos
años, en buena parte por decisiones tomadas por nuestros políticos en base a
las opiniones de estos organismos.
Las autoridades de la Unión Europea han tomado la decisión de liderar el
proceso mundial de transición energética. Nuestro avanzado nivel de desarro-
llo, al menos en una parte importante de su población, parece adecuado para
afrontar este liderazgo. Desafortunadamente, Europa es hoy una parte cada vez
más pequeña de la población y de la actividad económica de este planeta. Ha-
ce ya varios años que sus emisiones suponen menos del 10 % de las mundiales
(véase la tabla 1.2), y en opinión de muchos, va camino de la irrelevancia. La
tabla 1.2 adjunta muestra el cambio de las emisiones mundiales de CO2 entre
1990 y el año 2022.

1990 2022 1990 2022


China 2.485 11.397 10,9 % 30,7 %
Estados Unidos y Canada 5.580 5.608 24,5 % 15,1 %
Resto Asia -(China /India /Tigr. Asia/om)1.249 3.115 5,5 % 8,4 %
ue+gb 4.472 3.079 19,7 % 8,3 %
India 578 2.830 2,5 % 7,6 %
Japón y Tigres Asiáticos 1.630 2.277 7,2 % 6,1 %
Oriente Medio (opep) 591 2.097 2,6 % 5,6 %
Rusia, Bielorusia y Caucaso 2.757 1.772 12,1 % 4,8 %
Latino América 1.009 1.761 4,4 % 4,7 %
Africa 658 1.417 2,9 % 3,8 %
Comercio Internacional 549 1.049 2,4 % 2,8 %
Oceania y Rest. Europa 1.194,6 750,3 5,3 % 2,0 %
Total 22.752 37.151 100 % 100 %

Tabla 1.2. Emisiones mundiales de CO2.Comparativa 1990 -2022. Datos en Mt CO2 y en


porcentaje. Fuente: Global Carbon Budget (feb-2024): Friedlingstein et al (2023).

El crecimiento de la población mundial en los últimos 32 años (2.690 millo-


nes de personas) y el rápido desarrollo económico de algunos países, ha provo-
¿por qué hidrógeno y por qué ahora 23

cado que las emisiones mundiales de CO2 se hallan incrementado en un 63 %


hasta alcanzar la cifra record de 37.151 Mt de CO2 en 2022.
China ha representado el cambio más importante: mientras que en 1990 ocu-
paba la cuarta posición, en 2022 ocupó con diferencia la primera posición con
11.400 Mt de CO2 , el 31 % de las emisiones mundiales. Para los próximos años,
el ritmo de su incremento debe reducirse por la estabilización y próxima reduc-
ción de su población, el menor ritmo de crecimiento económico y la creciente
contribución de las tecnologías no emisoras de CO2 , renovables y nuclear, en
su mix energético. China ha multiplicado por cinco sus emisiones en este pe-
riódo, duplica ya las emisiones del segundo mayor contribuyente, y supone, ella
sola, casi un tercio de las emisiones mundiales.
El segundo mayor emisor son los Estados Unidos y Canadá. Sus emisiones
en 2022, 5.600 Mt, son prácticamente iguales a las de 1990. Hoy representan
el 15 % de las emisiones mundiales. Desde el lado positivo, sus emisiones se han
reducido un 16 % desde su máximo en 2007 (6.550 Mt). Reducción causada
por la sustitución de parte de su generación eléctrica de carbón por generación
con gas, generado en buena medida con la tecnología de fractura hidráulica, así
como por el incremento de generación renovable, solar y eólica, junto con la
deslocalización de una parte de su industria a China y otros países del Pacífico.
Las emisiones de estos dos países deberían continuar reduciéndose poco a po-
co, a medida que se incrementa la generación renovable, y se mantiene o crece
la generación de gas y la nuclear, ésta última si se culminan los desarrollos de
nuevos tipos de reactores.
El tercer bloque de países emisores lo constituyen determinados países de
Asia: Los de del sur y este (Indonesia, Bangla Desh, Pakistán, Tailandia…) jun-
to con las repúblicas de la antigua Asia central soviética (Kazakhastan…) y Tur-
quía. Estos países emitieron 3.120 Mt en 2022, lo que supone más del 8 % de
las emisiones mundiales. El crecimiento de su población y su relativo bajo de-
sarrollo, hace temer que sus emisiones crecerán en los próximos años de forma
importante.
En 2022, el cuarto bloque emisor lo constituye la Unión Europea más Gran
Bretaña. En 2022 emitimos 3.080 Mt con una reducción de casi un 30 % sobre
el máximo de 3.870 Mt. Aunque sin duda es un buen resultado, producto, por
una parte, de los esfuerzos en el despliegue de generación renovable, y, por otra
parte, de la reducción de emisiones procedente de la destrucción de una frac-
ción importante de la capacidad industrial europea, transferida a otros países
24 jorge corrales llavona §1

de menores costes. La Unión Europea, ampliada con Gran Bretaña, ha pasa-


do de contribuir con un 20 % de las emisiones mundiales en 1990, a poco más
del 8 % en 2022.
El quinto emisor es la India. Este país, ya el más poblado de la Tierra, ha pa-
sado en estos 32 años, de 580 Mt a 2.830 Mt. De hecho, en 2022, India fue tras
China y Estados Unidos, el tercer país con mayores emisiones, superando a
la ue-27. Mientras la Unión Europea bajó en 2022 sus emisiones en 60 Mt, la
India las incrementó en 150 Mt. La Indía con un Gobierno más autocrático,
cuyo objetivo prioritario es el desarrollo de su sociedad y la eliminación de la
pobreza, va a incrementar sus emisiones de forma importante. El Gobierno ha
invertido masivamente en minería, dando prioridad al carbón en la generación
de energía y al mismo tiempo asegurando el suministro de electricidad durante
los períodos de mayor consumo (comenzará a operar cerca de 14 gw de nue-
vas centrales eléctricas de carbón en 2024, la mayor cantidad desde 2018.). Así.
el gobierno de Modi prioriza la seguridad energética y el carbón por encima de
las preocupaciones climáticas. En poco más de 10 años, India podría superar a
los Estados Unidos como el segundo país más emisor. En una década, China y
la India representarán la mitad de las emisiones mundiales.
Del resto de regiones, se aprecia el escaso incremento de emisiones en Lati-
noamérica y África, producto no de sus inversiones en energías limpias o en efi-
ciencia, sino más bien debido a su retraso en el crecimiento económico y en la
mejora del nivel de vida de su población.
En el último bloque, Oceanía y el resto de países europeos, hay que señalar
que la importante reducción en 2022, se debe a la situación de guerra en Ucra-
nia, que ha provocado que este país reduzca sus emisiones de 2021 en un 30 %.
Ucrania ha pasado de unas emisiones de CO2 de 710 Mt en 1990 a los 220 Mt
de 2019 (último año normal). La reducción, la mayor del mundo, ha sido, en
este caso, producto fundamentalmente del cierre o transformación de una ob-
soleta industria pesada extremadamente emisora de CO2.
Es difícil que un camino europeo de sólo energías limpias, pero intermitentes,
solar y eólica, sea imitado por otros países, especialmente los menos desarrolla-
dos. En esta situación, el éxito de la apuesta por un hidrógeno de bajas emisio-
nes, constituiría un gran éxito para la Unión Europea.
China y la India constituyen el 40 % de la población mundial y su nivel de
vida es muy inferior al de los europeos, especialmente en el caso de la India. En
la figura 1.3 puede verse la evolución y la proyección de la población global di-
¿por qué hidrógeno y por qué ahora 25

Figura 1.3.
Evolución y la proyección de la población global dividida por regiones hasta el 2100.
Fuente: Our world in data. ‹https://ourworldindata.org/region-population-2100›.

vidida por regiones desde el año 1800 hasta el 2100. Más de 8 de cada 10 perso-
nas en el mundo vivirán en Asia o África; en Las Naciones Unidas proyectan
que el crecimiento de la población mundial se desacelerará en el transcurso del
siglo xxi, llegando a 10.400 millones en la década de 2080 antes de caer len-
tamente.
En los últimos años, China, y ahora también la India, están consiguiendo una
mejora muy notable del nivel de vida de sus poblaciones con avances importan-
tes en salud, educación y calidad de vida. Este incremento del nivel de vida va
precedido de un crecimiento importante del consumo de energía, en cantidad
y a coste asequible. China y la India incrementarán este año en 65 millones de
personas la población que sale del nivel de pobreza y alcanza el nivel de clase
media. Es difícil que sus gobiernos renuncien a la disponibilidad de la energía
confiable que les procuran sus combustibles fósiles. Y para complicar la situa-
ción, una parte importante del crecimiento de China y la India procede de la
transferencia a esos países de las industrias del mundo desarrollado, lo que, sin
duda, contribuye a su progreso económico, pero también incrementa la nece-
sidad de energía confiable y económica en esos países. Muchos productos, se
diseñan en Estados Unidos y en Europa, pero sus componentes se fabrican y el
26 jorge corrales llavona §1

Figura 1.4. Perspectivas del mercado del hidrógeno renovable en la ue para 2050.
Fuente: ‹https://www.belfercenter.org/sites/default/files/files/publication/Report_eu%20
Hydrogen_final.pdf›.

producto se ensambla, en China o la India y otras economías emergentes del


área Asia-Pacífico.
Los 200.000 mw de energía solar fotovoltaica instalados en la Unión Euro-
pea se han fabricado en una parte importante en China. Placas solares realizadas
con energía eléctrica china, en un 70 % de origen fósil, con sus consiguientes
emisiones de CO2, y baratas, gracias al bajo coste del carbón chino.
Y no olvidemos que África está a la espera.
Europa ha emprendido con determinación el reto tecnológico y económico
que supone un cambio de paradigma energético. Confiemos en que con inte-
ligencia, conocimiento y pragmatismo sea capaz de resolver el dilema que su-
pone que la energía sea una competencia de los estados miembros, y el medio
ambiente lo sea de la Comisión Europea. Cualquier actividad humana incide
en el medio ambiente, y por este camino la gobernanza europea influye decisi-
vamente en las actuaciones energéticas de los Estados que componen la Unión.
¿por qué hidrógeno y por qué ahora 27

Una parte de Europa, encabezada por Alemania, quiere una energía basada en
las nuevas energías, mientras que otra parte, encabezada por Francia, cree que
la energía nuclear es una parte esencial de nuestro futuro energético. Estas dos
visiones a menudo producen roces, especialmente si consideramos que quien
cree en un futuro dominado por las energías renovables es, a menudo, un cre-
yente en un mundo no nuclear. Estos roces obligan a largas negociaciones y
compromisos como el alcanzado este pasado octubre en la enésima reforma del
mercado eléctrico europeo.
Estas actuaciones de la Unión Europea, y especialmente desde la aparición
del hidrógeno verde como futuro vector energético, se exponen en el capítu-
lo 2. Los expertos de la Unión Europea apuestan por la vía del hidrógeno verde
para nuestro futuro energético. En la figura 1.4 se muestran las perspectivas del
mercado del hidrógeno renovable en la ue para 2050. El potencial combinado
de producción de hidrógeno renovable de la ue de 106 Mt/año es mayor que la
demanda proyectada de 76 Mt/año, lo que confirma la viabilidad de cubrir la
demanda de hidrógeno verde.
Finalmente, el los capitulos 7, 8 y 9 del libro se resumen las actividades en las
que el hidrógeno debe colaborar decisivamente para la descarbonización de la
economía. Como ya se ha dicho, el sector eléctrico es uno de ellos, pero hay
otros sectores de difícil electrificación para los que el hidrógeno puede ser clave.
Es emocionante ser espectador de esta encrucijada de la humanidad, si no
fuera porque estamos decidiendo nuestro futuro.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 29

2.

La hoja de ruta europea del hidrógeno verde

José Manuel Pérez Rodríguez


2.1. Introducción. Resumen ejecutivo
El hidrógeno limpio, y en particular el renovable, no es competitivo hoy
frente a las alternativas tradicionales basadas en combustibles fósiles.

Los costes de producción, el denominado lcoh —coste nivelado de produ-


cir hidrógeno— pueden rondar entre los 3 y los 10 euros/kg de hidrógeno reno-
vable, mientras que la alternativa fósil puede rondar los 2 euros/kg incluyendo
el coste de la emisión de CO2. Es decir, existe un «funding gap» o «déficit de
financiación» que supone la principal barrera a la adopción del hidrógeno lim-
pio y renovable. El principal coste de producción del hidrógeno electrolítico es
el coste de la energía eléctrica, que puede rondar un 70 % del lcoh.
A lo largo de los próximos años se espera una progresiva convergencia en-
tre los costes del hidrógeno electrolítico y el de sus alternativas fósiles, movido
principalmente por los siguientes factores:
—Incremento de los costes medioambientales y progresiva implantación
de más políticas que faciliten fuentes de energía renovables, que disminuirán
progresivamente el interés de los actores económicos en seguir dependiendo de
fuentes de energía contaminantes.
—Necesidad de una mayor autonomía energética en regiones como Euro-
pa, que carecen de fuentes de energía fósiles autóctonas, siendo previsible que
se establezcan mecanismos que primen la implantación de proyectos de gene-
ración de energía local, como son las renovables, pero también de otras fuentes
como la nuclear.
—Progresiva escasez de la oferta de combustibles fósiles conforme avan-
ce la descarbonización de la economía, debido al previsible menor interés de
los inversores en explotar nuevos yacimientos ante la incertidumbre del retor-
no de su inversión.
—Reducción de los costes tecnológicos, principalmente en los equipos de
electrólisis, que hoy aún se fabrican de modo muy artesanal y donde hay mar-

— 31 —
32 josé manuel pérez rodríguez §2

gen para reducir costes con la progresiva automatización de las cadenas de pro-
ducción.
—Progresiva innovación, permitiendo desplazar el uso de combustibles fó-
siles en cada vez más aplicaciones de una forma más económica.
A pesar de esta falta de rentabilidad, diferentes estudios plantean la necesi-
dad de tener una proporción importante de hidrógeno limpio en el consumo
final de energía para poder conseguir un sistema energético descarbonizado, en
el entorno del 10-20 % en 2050 a nivel mundial, especialmente si tenemos en
cuenta los objetivos de descarbonización derivados del Acuerdo de París y, en
particular, los compromisos adquiridos por Europa de ser el primer continen-
te descarbonizado en 2050. Por tanto, mientras se mantengan las políticas de
descarbonización, el hidrógeno tendrá sin duda un papel destacado durante las
próximas décadas. La duda es saber cuándo se producirá el despegue, que será
cuando el hidrógeno tenga una rentabilidad clara.
Hoy en día este momento es incierto, muchos estudios lo sitúan en algún lu-
gar de la próxima década. No obstante, la implantación de políticas públicas
adecuadas puede dar lugar a acercar en el tiempo la realización de proyectos de
cierto tamaño durante esta década, lo que a su vez redundará en una reducción
de costes en la curva de aprendizaje, y acelerará el despliegue masivo posterior.
Efectivamente, en los últimos años en regiones como Europa o Estados Uni-
dos se están dando pasos decididos en cuanto a políticas energéticas para ace-
lerar la adopción del hidrógeno limpio. Podemos clasificar el tipo de medidas
que se pueden adoptar en los siguientes ejes:
—Trazar hojas de ruta y planificaciones energéticas con objetivos a largo
plazo, pero también intermedios, principalmente a 2030, para dar señales a los
agentes económicos de hacia qué tipos de proyectos deben dirigir sus esfuer-
zos e inversiones. Destacamos la estrategia de hidrógeno de España y de la ue,
y paquetes como el RePowereu.
—Diseñar incentivos regulatorios, que cubran diferentes partes de la cade-
na de valor del hidrógeno renovable, y que también eliminen barreras al des-
pliegue, tales como:
—Facilidades en la concesión de permisos, tanto ambientales como admi-
nistrativos.
—Promover políticas que favorezcan la bajada de los costes energéticos para
la electrólisis, actuando por ejemplo en el coste por el acceso y el uso de la
red eléctrica y gasista, en promover facilidades para autoconsumo o consu-
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 33

midores electro-intensivos, o promover la obtención de ingresos extra por


participación en servicios de ajuste del mercado eléctrico o gasista.
—Estimular a la demanda, mediante obligaciones u objetivos de adquisición
de proporciones crecientes de hidrógeno renovable, como las que reciente-
mente se han establecido en la Directiva de Energías Renovables europea.
—Políticas que hagan aflorar el coste de las externalidades ambientales y
sociales, que aumenten el interés por la adopción de tecnologías renovables, con
palancas como las siguientes:
—Reforzar la imposición de costes a las emisiones, como el mecanismo eu-
ropeo de comercio de derechos de emisión o la Directiva de Emisiones In-
dustriales.
—Incrementar la conciencia del consumidor, «customer awareness», que
le impulse a elegir productos que tengan etiquetados verdes, con medidas
como la creación de garantías de origen.
—En general, políticas denominadas esg (por sus siglas en inglés «Envi-
ronmental, Social and Corporate Governance»), como la Taxonomía eu-
ropea, cuyo propósito es aumentar la transparencia y poner en valor los
esfuerzos que hagan las compañías por cuidar la sostenibilidad en sus múl-
tiples vertientes y los objetivos sociales.
—Apoyo directo mediante mecanismos de ayuda, también en toda la cade-
na de valor, incluyendo políticas fiscales y de incentivo al i+d. Gran parte del
interés a nivel europeo por el hidrógeno renovable ha sido desencadenado en
2020 con el paquete de estímulos aprobado tras la pandemia de covid-19, los
fondos «Next Generation», y es bien conocido el paquete de estímulos fiscales
aprobado en Estados Unidos («Inflation Reduction Act»). Recientemente, en
Europa se ha creado un mecanismo denominado «Hydrogen Bank» con una
primera subasta piloto que está despertando gran interés, por lo revelador que
puede ser su resultado en cuanto al «funding gap».
Detallaremos a lo largo de las próximas páginas los pasos que han ido toman-
do las autoridades europeas y españolas, en cuanto a hojas de ruta y estrategias,
paquetes legislativos con medidas concretas, y mecanismos de ayuda. Además,
dedicaremos algún apartado a señalar los aspectos que están en falta a nuestro
juicio.
Los organismos reguladores deben cuidar especialmente los siguientes as-
pectos en el diseño de las políticas de desarrollo del hidrógeno limpio, y en
particular, del renovable:
34 josé manuel pérez rodríguez §2

—Definición correcta. Una pieza clave es realizar una correcta definición


de lo que se considera como hidrógeno renovable, para enfocar los incentivos
y apoyos en aquel hidrógeno producido que tenga mayores estándares ambien-
tales, evitando que el desarrollo de esta economía produzca el efecto contrario
al deseado, es decir, debe garantizarse que el hidrógeno renovable descarboniza
y además que no perjudica a la autonomía y seguridad energética.
—Correcta medida del CO2 de sus alternativas. Existen alternativas al hi-
drógeno renovable, denominadas en general hidrógeno limpio o hidrógeno de
bajo carbono, en particular el hidrógeno azul —es decir, hidrógeno fósil don-
de se ha capturado el carbono— o hidrógeno de origen biológico. En el primer
caso, debe tenerse en cuenta que se cumple lo antes mencionado, que el hidró-
geno debe descarbonizar, por lo que debe prestarse especial atención a la me-
dida de efectos como el CO2 que no pueda ser capturado o la fuga de metano
en el proceso de fabricación. En el segundo caso, debe tenerse en cuenta que la
disponibilidad de recursos biogénicos es escasa.
—Uso del hidrógeno donde sea eficiente. El uso del hidrógeno, mientras sea
un vector que esté apoyado con políticas públicas, debe priorizarse en aquellos
sectores que no tengan alternativas de descarbonización. La electrificación di-
recta, donde sea posible, siempre será una alternativa más eficiente que la pro-
ducción de hidrógeno, puesto que el proceso de electrólisis tiene una eficiencia
que ronda el 60 %. Por ello, antes de su implementación, deben analizarse cui-
dadosamente políticas como por ejemplo:
—Inyección de hidrógeno en la red de gas, donde el hidrógeno puede termi-
nar siendo consumido en usos domésticos, ya que tal vez haya alternativas
más eficientes de electrificación directa. Además, estas políticas pueden
producir un efecto de bloqueo («lock-in») que incentive continuar con
tecnologías fósiles y dificulten la adopción de la tecnología limpia.
—Uso del hidrógeno como combustible de vehículos domésticos.
—Uso del hidrógeno para almacenamiento o para el sector eléctrico, don-
de de nuevo otras tecnologías como baterías o bombeo serían más apro-
piadas.
—Infraestructuras. Otro aspecto clave que se debe cuidar es lo relativo a la
promoción de infraestructuras asociadas a la distribución, almacenamiento y
uso del hidrógeno renovable. Es obvio que dichas infraestructuras facilitan la
adopción del nuevo vector energético, pero también hay que tener en cuenta
que dichas infraestructuras consumirán probablemente recursos que, si no se
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 35

justifican adecuadamente con una demanda y oferta suficiente de hidrógeno,


pueden quedar infrautilizados o incluso suponer costes hundidos.
Los organismos reguladores deben ser cuidadosos en el diseño de sus políti-
cas, que deben encontrar un equilibrio entre un desarrollo insuficiente por po-
ner excesivos requisitos, y un desarrollo desordenado.

2.2. Estrategias y planificaciones europeas


Como ya se ha comentado, las Naciones Unidas han puesto de relieve que
existe una brecha cada vez mayor entre la trayectoria real de reducción de las
emisiones de gases de efecto invernadero y las obligaciones asumidas por los Es-
tados partes en el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático, adoptado
en la XXI Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático («Acuerdo de París»).
La descarbonización es la principal razón por la que surge el hidrógeno co-
mo una vía para reducir las emisiones producidas ahora mismo por los com-
bustibles fósiles.
A continuación, comenzamos a describir los documentos de estrategia o pla-
nificación claves en la Unión Europea para dar señales al despliegue en la eco-
nomía del hidrógeno.

2.2.1 Pacto Verde Europeo1 (2019)


En dicho acuerdo (com/2019/640), se anunció que Europa sería el primer
continente climáticamente neutro para 2050, con un objetivo intermedio de al
menos un 55 % de reducción de gases de efecto invernadero para 2030, en com-
paración con los niveles de 1990. Dicho acuerdo fue posteriormente desarrolla-
do por, entre otras, la estrategia sobre hidrógeno y la estrategia de integración
de los sistemas energéticos.

2.2.2 Estrategias de descarbonización a 20502 (2020)


La Unión Europea envió estos objetivos mencionados a las Naciones Unidas
en marzo de 2020.
Los Estados miembros actualizan sus estrategias de largo plazo cada diez años
y deben ser coherentes con los Planes Nacionales Integrados de Energía y Cli-
1
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/?uri=com%3a2019 %3a640 %3afin›.
2
‹https://unfccc.int/documents/210328›.
36 josé manuel pérez rodríguez §2

ma, que deben ser emitidos de acuerdo con la regulación sobre gobernanza del
sector energético de la ue.

2.2.3 Estrategia industrial para Europa3 (2020)


La descarbonización es un pilar esencial de la estrategia de nuevo modelo in-
dustrial publicada por la Comisión Europea en 2020.
Por tanto, la modernización y la descarbonización de las industrias que con-
sumen mucha energía constituyen una prioridad de acuerdo con esta estrate-
gia. La estrategia destaca que será necesario planificar e invertir en tecnologías,
capacidad e infraestructuras de generación hipocarbónica. En este contexto,
se cita que todos los vectores energéticos, incluidos la electricidad, el gas y los
combustibles líquidos, deberán utilizarse de manera más eficaz conectando los
diferentes sectores. Esta será la finalidad de una nueva estrategia para una in-
tegración sectorial inteligente, en la que también se expondrá la opinión de la
Comisión sobre el hidrógeno limpio.
También se anuncia la creación de la nueva Alianza europea por un hidró-
geno limpio («European Clean Hydrogen Alliance»), que reunirá a los inver-
sores con socios gubernamentales, institucionales e industriales. Dicha Alianza
se basará en el trabajo existente para determinar las necesidades tecnológicas,
las oportunidades de inversión, los obstáculos reglamentarios y los factores ca-
pacitadores.

2.2.4 Estrategia de Integración del sistema energético4 (2020)


Como parte del Pacto Verde Europeo (Green Deal), con el fin de fomentar
esta integración sectorial inteligente, la Comisión presentó una estrategia de la
ue para la integración del sistema energético (com/2020/299).
La integración sectorial significa vincular los distintos vectores de energía
(electricidad, calor, frío, gas, combustibles sólidos y líquidos) entre sí y con los
sectores de uso final, como la construcción, el transporte o la industria.
Vincular sectores permitirá optimizar el sistema energético en su conjunto, en
lugar de descarbonizar y lograr ganancias de eficiencia por separado en cada sec-
tor de forma independiente. La nueva estrategia de la ue incluirá diversas tecno-
logías, procesos y modelos de negocio existentes y emergentes, como las tic y la
digitalización, las redes y contadores inteligentes y los mercados de flexibilidad.
3
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:52020dc0102›.
4
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/?uri=celex%3a52020dc0299›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 37

Los gases y líquidos renovables producidos a partir de biomasa, o el hidróge-


no renovable y con bajas emisiones de carbono, pueden ofrecer soluciones que
permitan almacenar la energía producida a partir de fuentes renovables varia-
bles, aprovechando las sinergias entre el sector eléctrico, el sector del gas y los
sectores de uso final. Entre los ejemplos cabe citar el uso de hidrógeno renova-
ble en procesos industriales y en transporte pesado por carretera y ferrocarril,
los combustibles sintéticos producidos a partir de electricidad renovable en los
sectores de la aviación y el transporte marítimo, o la biomasa en los sectores en
los que tiene el mayor valor añadido.
Por otra parte, los electrolizadores pueden transformar la electricidad reno-
vable en hidrógeno renovable, proporcionando almacenamiento a largo plazo
y capacidad de reserva, e integrando en mayor medida los mercados de la elec-
tricidad y los gases.
El hidrógeno producido mediante electrólisis con electricidad renovable
puede desempeñar un papel «nodal» particularmente importante en un sis-
tema energético integrado, en el cual puede contribuir a integrar grandes
porcentajes de generación variable de energías renovables, descargando las
redes en períodos de abundante oferta, y proporcionando almacenamiento
a largo plazo para el sistema energético. También permite utilizar la produc-
ción local de electricidad renovable en una gama de aplicaciones de uso final
adicionales.

2.2.5 Estrategia de hidrógeno de la ue (2020): 40 gw de


electrólisis en 2030
La estrategia de la ue sobre el hidrógeno se adoptó por parte de la Comisión
Europea (Comunicación 2020/301)5 en 2020 como parte del Pacto Verde y su-
girió puntos de acción política en cinco áreas: apoyo a la inversión; apoyar la
producción y la demanda; crear un mercado y una infraestructura de hidróge-
no; investigación y cooperación internacional.
Para cumplir los objetivos del Pacto Verde Europeo y basándose en la nueva
estrategia industrial para Europa de la Comisión y su plan de recuperación, di-
cha Comunicación expone una visión de cómo puede la ue convertir el hidró-
geno limpio en una solución viable para descarbonizar distintos sectores a lo
largo del tiempo, con los siguientes objetivos:

5
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/txt/?uri=celex:52020dc0301›.
38 josé manuel pérez rodríguez §2

—al menos 6 gw de electrolizadores de hidrógeno renovable en la ue en


2024 y
—40 gw de electrolizadores de hidrógeno renovable en 2030.
Se señalan los retos que deben superarse, se establecen los instrumentos que
la ue puede movilizar y se presenta una hoja de ruta de las acciones para los
próximos años.
La Estrategia para el hidrógeno presenta medidas para crear las condiciones
para que el hidrógeno contribuya a la descarbonización de la economía de ma-
nera eficaz en términos de costes, abordando toda la cadena de valor del hidró-
geno para apoyar el crecimiento económico y la recuperación.
En ella, se dice claramente que la prioridad para la ue es desarrollar la pro-
ducción de hidrógeno a partir de electricidad renovable, que es la solución más
limpia. Sin embargo, también se admite que en una fase transitoria son necesa-
rias otras formas de hidrógeno con bajas emisiones de carbono para sustituir el
hidrógeno existente e impulsar una economía de escala.
Entre las medidas sugeridas, se indica la posibilidad de:
—prestar apoyo financiero en determinadas aplicaciones de uso final,
—establecer cuotas mínimas o cuotas de hidrógeno renovable en sectores de
usos finales específicos;
—establecer una distinción clara entre las fuentes de hidrógeno limpio y las
contaminantes. Por consiguiente, se sugiere introducir un sistema europeo de
certificación que abarque todos los combustibles renovables y con bajas emisio-
nes de carbono. Este sistema, basado especialmente en las reducciones de emi-
siones de gases de efecto invernadero a lo largo del ciclo de vida completo, per-
mitirá tomar decisiones con mayor conocimiento de causa a la hora de decidir
las opciones políticas a escala nacional o de la ue.
Estas medidas guiarán las modificaciones después realizadas, entre otras, en
la Directiva de Renovables.
Esta estrategia está desfasada debido a la posterior publicación del plan Re-
Powereu, cuya producción esperada en Europa para 2030 debe realizarse con
una potencia de electrólisis que al menos sea el doble de la considerada en esta
estrategia.

2.2.6 RePowerEU (2022): 20 mt de hidrógeno renovable en 2030


La Comisión Europea emite en mayo de 2022 el denominado plan
RePowereu en respuesta a las dificultades del mercado mundial de la ener-
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 39

gía causadas por la invasión rusa de Ucrania, que se inició en febrero de


2022.
Entre las diversas medidas que propone el plan Repowereu se encuentra la
aceleración de la transición verde y promoviendo una inversión masiva en ener-
gías renovables.
En marzo de 2023, la ue acordó una legislación más estricta para aumentar
su capacidad de energías renovables, elevando el objetivo vinculante de la ue
para 2030 al 42,5 %, con la ambición de alcanzar el 45 %; esto casi duplicaría la
proporción existente de energía renovable en la ue.
En cuanto a hidrógeno, en dicho Plan se propone lo siguiente:
—El hidrógeno renovable será clave para sustituir el gas natural, el carbón y
el petróleo en industrias y transportes difíciles de descarbonizar. Repowereu
establece un objetivo de 10 millones de toneladas de producción en la Unión
Europea de hidrógeno renovable y 10 millones de toneladas de importaciones
de hidrógeno renovable para 2030. Por ello, la Comisión propone revisar al alza
los objetivos de consumo de hidrógeno y derivados incluidos en su propuesta
de nueva Directiva de Renovables (rediii), y concluir rápidamente la revisión
del paquete sobre el mercado del hidrógeno y el gas;
—Completar las inversiones de Horizonte Europa en la Empresa Común so-
bre Hidrógeno (200 millones de euros) para duplicar el número de Valles del
Hidrógeno.
—Publicar para comentarios del público dos actos delegados sobre la de-
finición y producción de hidrógeno renovable, que posteriormente analiza-
remos.
—Completar la evaluación de los primeros proyectos importantes de interés
común europeo (ipcei) sobre el hidrógeno antes del verano de 2022.
La Comisión comenta que se necesitan esfuerzos acelerados para implemen-
tar una infraestructura de hidrógeno para producir, importar y transportar
20 millones de toneladas de hidrógeno para 2030. La infraestructura de hidró-
geno transfronteriza aún está en su infancia, pero la base para la planificación
y el desarrollo ya se ha sentado con la inclusión de la infraestructura de hidró-
geno en la revisión del reglamento sobre redes transeuropeas de la energía, que
más adelante comentaremos. En este plan se estima que las necesidades tota-
les de inversión para categorías clave de infraestructura de hidrógeno oscilan
entre 28 y 38 mil millones de euros para los gasoductos internos de la ue y en-
tre 6 y 11 mil millones para el almacenamiento.
40 josé manuel pérez rodríguez §2

Para facilitar la importación de hasta 10 millones de toneladas de hidrógeno


renovable, la Comisión apoyará el desarrollo de tres grandes corredores de im-
portación de hidrógeno a través del Mediterráneo, la zona del mar del Norte y,
tan pronto como las condiciones lo permitan, con Ucrania.
El apoyo público procedente de la financiación del Mecanismo de Recupe-
ración y Resiliencia se demuestra clave para el cumplimiento de estos objetivos.
Se analizará la potencial utilización de la plataforma de compra conjunta de
gas entre los Estados miembros, para también realizar compras conjuntas de
hidrógeno.

2.3. Paquetes legislativos europeos

2.3.1 Clean Energy Package (2016-2019): el hidrógeno es un


vector de descarbonización
En 2016, la Comisión Europea realizó propuestas de revisión de varias nor-
mas, para prescindir de los combustibles fósiles hacia energías más limpias y,
más específicamente, para cumplir los compromisos del Acuerdo de París de
la ue para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El acuerdo —llamado paquete de energía limpia para todos los europeos—
marcó un paso significativo hacia la implementación de la estrategia de unión
energética, publicada en 2015.
El paquete, cuya aprobación se completó en 2019, constaba de ocho nuevas
leyes, entre las cuales para el sector del hidrógeno destacamos:
—La revisión de 2018 de la Directiva de Renovables (red ii), donde se es-
tablece un objetivo de al menos un 32 % de penetración de energías renovables
para 2030.
—Reglamento de Gobernanza en materia de Energía de la ue.

2.3.2 La Ley europea del clima y el paquete Fit-for-55 (2021)


En virtud de la Ley europea del clima,6 aprobada en 2021, la ue se compro-
metió a reducir sus emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos
un 55 % para 2030, comparado con los niveles de 1990, y a un objetivo de emi-
siones netas cero en 2050.

6
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32021r1119›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 41

La Ley del clima incluye medidas para seguir los avances y ajustar nuestras
actuaciones en consecuencia, basándose en sistemas existentes como el pro-
ceso de gobernanza de los planes nacionales de energía y clima de los Estados
miembros, los informes periódicos de la Agencia Europea de Medio Ambiente
y las últimas pruebas científicas sobre el cambio climático y sus repercusiones.
El progreso se medirá cada 5 años.
La Ley fue lanzada conjuntamente con el paquete de legislación «Fit for 55»,
emitido por la Comisión en 2021, que hace que todos los sectores de la econo-
mía de la ue sean necesarios para cumplir estos objetivos. Coloca a la ue en
el camino para alcanzar sus objetivos climáticos de una manera justa, renta-
ble y competitiva. Con la publicación posteriormente del plan «RePowereu»
en 2022, la ambición climática de algunas de las propuestas legislativas fue re-
visada al alza, como es el caso de la Directiva de Renovables (red iii).
Dicho paquete Fit for 55 está prácticamente aprobado a fecha de febrero
de 2024, y consta de múltiples iniciativas legislativas, o modificaciones de le-
gislaciones anteriores, entre las que destacamos las siguientes para el sector del
hidrógeno:
—Reforma del sistema de Comercio de Emisiones (rcde o ets).
—Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (cbam).
—Directiva de Energías Renovables (red iii).
—Reglamento Fueleu Maritimo.
—Reglamento ReFueleu Aviación.
—Reglamento de Infraestructuras de Combustibles Alternativos.
—Directiva y Reglamento de gas e hidrógeno.

2.3.3 Revisión del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión


(rcde o ets)
El sistema de comercio de emisiones de la ue (eu ets, o en español rcde) es
un mercado de carbono basado en un sistema de límites máximos y comercio
de derechos de emisión para industrias de uso intensivo de energía y el sector
de generación de energía. Es la principal herramienta de la ue para abordar la
reducción de emisiones.
Desde su introducción en 2005, las emisiones de la ue han disminuido un
41 %.
El eu ets se basa en el principio de «cap and trade». Se establece un límite
(«cap») a la cantidad total de gases de efecto invernadero (gei) que pueden
42 josé manuel pérez rodríguez §2

emitir las instalaciones de la zona eu y los operadores de aeronaves cubiertos


por el sistema. El límite se reduce anualmente de acuerdo con el objetivo cli-
mático de la ue, lo que garantiza que las emisiones disminuyan con el tiempo.
El límite se expresa en derechos de emisión, donde un derecho permite emitir
una tonelada de CO2eq (equivalente de dióxido de carbono) el cual se calcula
multiplicando la cantidad de gases emitidos de cada tipo por su potencial de
efecto invernadero, tomando para el CO2 un valor del potencial igual a 1. Para
el metano y los óxidos de nitrógeno los valores son 27-30 y 273, respectivamen-
te. Para los gases fluorados el valor puede ser de miles o decenas de miles. Así
la emisión de un millón de toneladas de CH4 equivaldría a 27-30 millones de
toneladas de CO2 y la de un millón de N2O a 273 millones.
Cada año, las empresas deben entregar suficientes derechos de emisión para
contabilizar plenamente sus emisiones; de lo contrario, se les imponen sancio-
nes. Los ingresos del rcde se destinan principalmente a los presupuestos de los
Estados miembros, que utilizan estos ingresos para apoyar inversiones en ener-
gía renovable, mejoras en la eficiencia energética y tecnologías bajas en carbo-
no que ayudan a reducir aún más las emisiones. La venta de derechos también
suministra los fondos eu ets para la innovación en tecnologías bajas en carbo-
no y la transición energética, y también el Fondo de Innovación y el Fondo de
Modernización.
El paquete Fit for 55 tenía como objetivo reformar el eu ets haciéndo-
lo más ambicioso, estableciendo un objetivo de reducción de emisiones del
62 % en los sectores cubiertos por el ets. Las nuevas disposiciones incluyen
además:
—ampliación del sistema ets para cubrir también las emisiones del trans-
porte marítimo, hasta ahora exentas. Conjuntamente con la Directiva de
Renovables y el Reglamento Fuel eu Maritime, el sector marítimo tiene
ahora varios incentivos poderosos a la adopción de combustibles limpios.
—reducción más rápida de los derechos de emisión en el sistema y elimina-
ción gradual de los derechos gratuitos para algunos sectores, los cubiertos
por el mecanismo de ajuste de carbono en frontera, entre los que se encuen-
tran el sector del hidrógeno y algunos de sus derivados.
—implementación del esquema global de compensación y reducción de car-
bono para la aviación internacional (corsia) a través del eu ets,
—aumento de la financiación para el fondo de modernización y el fondo de
innovación,
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 43

—revisión de la reserva de estabilidad del mercado.


—además, se crea un nuevo sistema autónomo de comercio de emisiones
para edificios, transporte por carretera y combustibles para sectores adi-
cionales.
Todas estas medidas tienen un impacto directo en el desarrollo del sector del
hidrógeno limpio, puesto que convierten en más competitiva esta alternativa
frente al uso de combustibles fósiles.

Figura 2.3.3.1. Objetivos de reducción de emisiones en la Unión Europea.


Fuente: Consejo Europeo.

El sistema de comercio de emisiones de la ue (eu ets) viene exigiendo a los


productores de hidrógeno gris entregar sus derechos de emisión de gei relacio-
nados con la producción de hidrógeno. Sin embargo, dado que la producción
de hidrógeno forma parte de un sector (el de fabricación de gases industriales)
considerado en riesgo de fuga de carbono, las instalaciones se han ido benefi-
ciando de la asignación gratuita de derechos de emisión. Esta asignación gratui-
ta únicamente a la producción de hidrógeno gris estaba actuando como barrera
económica para el desarrollo del hidrógeno limpio, por lo que se decidió, con
la nueva reforma del eu ets, extender este derecho a las instalaciones produc-
toras de hidrógeno no emisor.
Recordemos que este sistema de asignaciones gratuitas será reemplazado gra-
dualmente por un precio del carbono para los bienes importados aplicado en
el contexto del nuevo Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono (cbam),
por lo que en 2034 estos ingresos adicionales para la producción de hidrógeno
limpio desaparecerían.
44 josé manuel pérez rodríguez §2

Una futura revisión del Reglamento de asignación gratuita de derechos de


emisión,7 establecerá bajo qué criterios las instalaciones de hidrógeno limpio
recibirán asignaciones gratuitas, por el motivo antes mencionado de no discri-
minar a las instalaciones no emisoras frente a las emisoras.

2.3.4 Mecanismo de ajuste de carbono en frontera (cbam)


El Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (cbam) pretende poner
gradualmente un precio al carbono emitido durante la producción de bienes
intensivos en carbono que ingresan a la ue y para fomentar una producción in-
dustrial limpia en países no ue. La aplicación completa del mecanismo se pro-
ducirá en 2034.
La introducción gradual del cbam está alineada con la eliminación gradual de
la asignación de derechos gratuitos en el marco del Sistema de Comercio de Emi-
siones de la ue (ets) para apoyar la descarbonización de la industria de la ue.
El cbam garantizará que el precio del carbono de las importaciones sea equi-
valente al precio del carbono de la producción nacional en la ue y que los obje-
tivos climáticos de la ue no se vean socavados. El cbam está diseñado para ser
compatible con las normas de la Organización Mundial del Comercio (omc).
Los sectores cubiertos en la primera fase del cbam son los siguientes:
—Cemento
—Hierro y acero
—Aluminio
—Fertilizantes
—Electricidad
—Hidrógeno.
El Reglamento que regula el cbam8 fue aprobado en 2023. El 1 de octubre
de 2023, el cbam entró en vigor en su fase transitoria, en la que los agentes han
de reportar, pero sin coste. El primer período de presentación de informes para
los importadores finalizó el 31 de enero de 2024.
Una vez que el sistema entre plenamente en vigor el 1 de enero de 2026, los
importadores deberán declarar cada año la cantidad de bienes importados a la
ue el año anterior y sus gei incorporados. Luego entregarán el número corres-
pondiente de certificados cbam. El precio de los certificados se calculará en
función del precio medio semanal de subasta de los derechos del rcde ue ex-
7
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32019r0331›.
8
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32023r0956›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 45

presado en €/tonelada de CO2 emitida. La eliminación gradual de la asignación


gratuita en el marco del rcde ue se producirá en paralelo con la introducción
gradual del cbam en el período 2026-2034.
El cbam se aplicará inicialmente a las importaciones de los bienes antes des-
critos y sus precursores, que han sido seleccionados por su producción inten-
siva en carbono y correr más riesgo de «fuga de carbono». Con este alcance
ampliado, el cbam eventualmente (cuando se implemente por completo) cap-
turará más del 50 % de las emisiones en los sectores cubiertos por el ets. El ob-
jetivo del período de transición es servir como período piloto y de aprendizaje
para todas las partes interesadas (importadores, productores y autoridades) y
recopilar información útil sobre las emisiones incorporadas para perfeccionar
la metodología para el período definitivo.
La introducción gradual del cbam con el tiempo también permitirá una
transición cuidadosa, predecible y proporcionada para las empresas de la ue y
de fuera de la ue, así como para las autoridades públicas. Durante este período,
los importadores de bienes comprendidos en el alcance de las nuevas normas
sólo tendrán que declarar las emisiones de gases de efecto invernadero (gei) im-
plícitas en sus importaciones (emisiones directas e indirectas), sin realizar nin-
gún pago o ajuste financiero. Las emisiones indirectas quedarán cubiertas por
el ámbito de aplicación después del período transitorio para algunos sectores
(cemento y fertilizantes), sobre la base de una metodología definida descrita en
el Reglamento de Ejecución publicado el 17 de agosto de 2023 y las orientacio-
nes que lo acompañan.
El cbam es una medida complementaria al Régimen para el comercio de dere-
chos de emisión de gases de efecto invernadero en la ue, el cual también ha sido
reformado, y el objetivo es que sustituya progresivamente los mecanismos utiliza-
dos tradicionalmente para cubrir el riesgo de fuga de carbono, como han venido
siendo la asignación gratuita de derechos de emisión y las compensaciones por los
costes de las emisiones indirectas implícitas en el precio de la electricidad. Tam-
bién persigue garantizar un sistema de fijación de precio del carbono equivalen-
te tanto para los productos importados como los productos fabricados en la ue.

2.3.5 Directiva de Energías Renovables (red iii)


La Directiva sobre energías renovables es el marco legal para el desarrollo de
energías limpias en todos los sectores de la economía de la ue, apoyando la coo-
peración entre los países de la ue para lograr este objetivo.
46 josé manuel pérez rodríguez §2

Desde la introducción de la Directiva sobre energías renovables (2009/28/


ce), la proporción de fuentes de energía renovables en el consumo de energía de
la ue ha aumentado del 12,5 % en 2010 al 23 % en 2022 sobre el total de energía
bruta final. También se ha incrementado la proporción de fuentes de energías
renovables en la producción de electricidad de forma muy sustancial.

Figura 2.3.5.1 Contribución de energía procedente de fuentes renovables en el consumo


bruto de electricidad en 2022. Fuente: Eurostat.9

El nivel de ambición de la ue se revisa periódicamente en esta Directiva para


aumentar la proporción de energías renovables en su mix energético e imple-
mentar las medidas necesarias para lograrlo. En la revisión efectuada en 2023,10
se ha incorporado el incremento de ambición derivado del paquete RePowe-
reu, que se ha plasmado en un objetivo general de energía renovable de al me-
nos el 42,5 % vinculante a nivel de la ue para 2030, pero con el objetivo de lle-
gar al 45 %.
La entrada en vigor de esta nueva versión de la Directiva ha sido el 20 de no-
viembre de 2023 y existe un periodo de 18 meses para su transposición en los
Estados miembros.

9
‹https://ec.europa.eu/eurostat/web/products-eurostat-news/w/ddn-20240221-1›.
10
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/txt/?uri=celex%3a32023l2413&-
qid=1699364355105›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 47

Para apoyar la adopción de energías renovables en el transporte y la calefac-


ción y refrigeración, la directiva revisada convierte en legislación de la ue algu-
nos de los conceptos descritos en las estrategias de integración del sistema ener-
gético e hidrógeno, publicadas en 2020. Estos conceptos tienen como objetivo
desarrollar una energía renovable, circular y eficiente desde el punto de vista
energético, así como un sistema que facilite la electrificación basada en energías
renovables y promueva el uso de combustibles renovables, incluido el hidróge-
no, en sectores como el transporte o la industria donde la electrificación aún
no es una opción viable. Para estos sectores difíciles de electrificar, la directiva
fija nuevos objetivos vinculantes para los llamados combustibles renovables de
origen no biológico (rfnbo).
La directiva establece que la industria deberá aumentar el uso de energía re-
novable anualmente en un 1,6 %. A pesar de que es insuficiente para el cumpli-
miento de los ambiciosos objetivos de uso de hidrógeno renovable en 2030 de
RePowereu, para la Directiva finalmente se alcanzó el acuerdo de que el 42 %
del hidrógeno utilizado en la industria (sectores como los fertilizantes o los ma-
teriales, incluyendo usos energéticos) debería provenir de combustibles renova-
bles de origen no biológico (rfnbo) en 2030 y el 60 % en 2035.
Los Estados miembros tendrán la posibilidad de descontar la contribución
de los rfnbo en el uso industrial en un 20 % bajo dos condiciones:
—Si la contribución nacional de los Estados miembros al objetivo general
vinculante de la ue cumple con la contribución esperada.
—La proporción de hidrógeno procedente de combustibles fósiles consumi-
do en el Estado Miembro no supera el 23 % en 2030 y el 20 % en 2035, es
decir, indirectamente el hidrógeno electrolítico de origen nuclear en paí-
ses como Francia podría reducir la obligación del país de uso de hidróge-
no renovable.
Queda pendiente para la transposición en cada Estado el cómo se traduce es-
ta obligación a los consumidores de hidrógeno.
En cuanto al sector del transporte, los estados miembros tendrán la posibi-
lidad de elegir entre:
—un objetivo vinculante de reducción del 14,5 % de la intensidad de los ga-
ses de efecto invernadero en el transporte gracias al uso de energías reno-
vables para 2030.
—una cuota vinculante de al menos el 29 % de las energías renovables dentro
del consumo final de energía en el sector del transporte para 2030.
48 josé manuel pérez rodríguez §2

Las nuevas normas establecen un subobjetivo combinado vinculante del


5,5 % en la proporción de energías renovables suministradas al sector del trans-
porte a cumplir entre:
—los biocombustibles avanzados (generalmente derivados de materias pri-
mas no alimentarias) y,
—los combustibles renovables de origen no biológico (principalmente hi-
drógeno renovable y combustibles sintéticos derivados de hidrógeno).
Dentro de este objetivo, existe un requisito mínimo del 1 % de combusti-
bles renovables de origen no biológico (rfnbo) en la proporción de ener-
gías renovables suministradas al sector del transporte en 2030.
A pesar de existir una norma dedicada a las obligaciones de combustibles de
bajo carbono en el sector marítimo que veremos a continuación, la directiva
contiene una obligación de un 1,2 % de rfnbo en el transporte marítimo.
En dicha norma se establece que para que un rfnbo sirva para el cumpli-
miento de estos objetivos antes mencionados se tiene que dar que:
—Produzca un ahorro de emisiones del 70 %, y el modo de medir este aho-
rro de emisiones vendrá determinado por un acto delegado que veremos
más adelante.
—La electricidad provenga de una instalación renovable en conexión di-
recta, o bien, se puede considerar válida la electricidad de la red en cier-
tas condiciones que de describirán en un llamado acto delegado, del cual
hablaremos más adelante en lo relativo a la definición de hidrógeno re-
novable.
Si para producir hidrógeno se usa electricidad de la red que no cumpla estas
condiciones anteriores, nunca se podrá reclamar más contenido de rfnbo en
el combustible resultante que la cuota media de renovables en el sector eléctri-
co del país de dos años atrás.

2.3.6 Reglamento FuelEU Maritimo


El nuevo reglamento11 aprobado en 2023 contiene las siguientes disposiciones
principales relacionadas con el sector del hidrógeno:
—Obligaciones a los buques de más de 5.000 toneladas destinados a trans-
porte de pasajeros o mercancías con fines comerciales de reducir la inten-
sidad de los gases de efecto invernadero de los combustibles utilizados gra-

11
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/?uri=celex:32023r1805›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 49

dualmente con el tiempo, desde un 2 % en 2025 hasta un 80 % en 2050, en


comparación con 2020.
—Un régimen de incentivos especial para apoyar la adopción de los rfnbo
en el transporte marítimo, consistente en:
—Para el cálculo de la intensidad de los gases de efecto invernadero de la
energía utilizada a bordo de un buque, entre 2025 y 2033 el uso de rfnbo
valdrá doble.
—Si la cuota de uso de rfnbo es inferior al 1 % en 2031, se aplicará un su-
bobjetivo del 2 % a dichos combustibles en el consumo de energía a bor-
do anual de un buque a partir de 2034.
—Un mecanismo de agrupación voluntaria, según el cual los barcos podrán
combinar su saldo de cumplimiento con uno o más barcos, y el conjunto
tendrá que cumplir con los límites de intensidad de gases de efecto inver-
nadero en promedio.

2.3.7 Reglamento ReFuelEU Aviación


El principal objetivo del nuevo reglamento12 RefuelEU es aumentar tanto la
demanda como la oferta de combustibles de aviación sostenibles (Sustainable
Aviation Fuels, saf), que tienen menores emisiones de CO2 que el queroseno
de combustible fósil, y que a su vez pueden provenir de diferentes fuentes que
veremos a continuación.
Contiene las siguientes disposiciones principales:
—La obligación de los proveedores de combustible de aviación de garantizar
que todo el combustible puesto a disposición de los operadores de aerona-
ves en los aeropuertos de la ue contenga una proporción mínima de saf
a partir de 2025 y, a partir de 2030, una proporción mínima de combusti-
bles sintéticos. Ambas proporciones aumentarán progresivamente hasta
2050, de esta forma:
—un 2 % de saf en 2025, un 6 % en 2030 y un 70 % en 2050.
—un 1,2 % de combustibles sintéticos en 2030, aumentando hasta el 35 %
en 2050.
—Los combustibles de aviación sostenibles incluyen:
—los combustibles de aviación sintéticos, que son los combustibles reno-
vables de origen no biológico (incluido el hidrógeno renovable), si bien
12
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=oj:l_202302405&-
qid=1706743428399›.
50 josé manuel pérez rodríguez §2

en esta norma se abre la puerta a incluir aquí los combustibles de origen


no biológico de bajo carbono (como los que tal vez se pudieran derivar
de hidrógeno de origen nuclear);
—combustibles de aviación de carbono reciclado que cumplen con los cri-
terios de sostenibilidad y ahorro de emisiones de la Directiva sobre ener-
gías renovables (red), hasta un máximo del 70 %;
—biocombustibles certificados, con excepción de los biocombustibles pro-
cedentes de cultivos alimentarios y forrajeros.
—La creación de un sistema de etiquetado de la Unión sobre el desempeño
medioambiental para los operadores de aeronaves que utilizan saf, que
ayudará a los consumidores a tomar decisiones informadas y promoverá
vuelos más ecológicos.

Figura 2.3.7.1 Evolución de la demanda de saf en Europa en M litros/año


en el período 2019 -2026. Fuente: iea.

2.3.8 Reglamento de Infraestructuras de Combustibles


Alternativos
En relación con las infraestructuras de recarga de hidrógeno como combus-
tible para el transporte, se incluye la obligación de que se implanten estaciones
de repostaje de hidrógeno que presten servicio tanto a automóviles como a fur-
gonetas a partir de 2030 en todos los nodos urbanos y cada 200 km en la red
básica de la denominada Red TransEuropea de Transporte (rte-t).
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 51

2.3.9 Directiva y Reglamento de Gas e Hidrógeno («Gas


Package»)
En diciembre de 2021 la Comisión Europea propuso una revisión13 de la Di-
rectiva y el Reglamento que regulan el mercado interior del gas natural desde el
año 2009, para incorporar el sector del hidrógeno. A fecha de elaboración de
este documento, dichos documentos se han acordado entre Parlamento Euro-
peo, Comisión Europea y Consejo, en los denominados trílogos, estando pen-
diente su publicación oficial.
La revisión propuesta intenta crear igualdad de condiciones a nivel ue para
el mercado y la infraestructura del hidrógeno y eliminar las barreras que obsta-
culizan su desarrollo. También crea las condiciones para que la infraestructura
de gas natural se reutilice para producir hidrógeno.
Algunos aspectos que regulará dicho paquete cuando sea aprobado:
—La creación de una entidad denominada ennoh que, a igualdad de
entso-e o entso-g, agrupe a los operadores de redes de hidrógeno. Ha
existido cierta controversia sobre el resultado final de esta propuesta, en la
que algunas partes interesadas propusieron que entso-g realice este pa-
pel, en lugar de una entidad independiente. El papel de estas entidades,
creadas en 2009, ha tenido mucha relevancia en los últimos años para el
desarrollo de los sectores eléctrico y gasista por su papel de elaboración de
propuestas de normativa técnica (los denominados «códigos de red») y
de planes de desarrollo de la red.
—Facilitar la integración de gases renovables y con bajas emisiones de carbo-
no en la red de gas existente, garantizando que dichos gases tengan acceso
al mercado mayorista de gas, regulando los costos de los aranceles trans-
fronterizos y de los peajes por inyección a la red que faciliten el comercio.
—Una propuesta para un sistema de certificación del hidrógeno y los com-
bustibles bajos en carbono, que complementa las normas propuestas para
el hidrógeno renovable en la propuesta de Directiva revisada sobre energías
renovables. Dicha definición de «hidrógeno bajo en carbono» deberá ser
complementada con un futuro acto delegado que establezca las condicio-
nes para producir dicho hidrógeno, a imitación del acto delegado que re-
gula cómo producir hidrógeno renovable por electrólisis.

13
‹https://energy.ec.europa.eu/topics/markets-and-consumers/market-legislation/hydro-
gen-and-decarbonised-gas-market-package_en›.
52 josé manuel pérez rodríguez §2

—Se proponen normas armonizadas sobre la calidad del gas, que permiten la
mezcla con hidrógeno hasta un límite que en estos momentos se encuen-
tra en discusión. Se propone garantizar el acceso a las terminales de gnl y
al almacenamiento de gas para gases renovables y con bajas emisiones de
carbono.
—Se propone que los contratos a largo plazo para los gases fósiles sin reduc-
ción de CO2 no puedan extenderse más allá de 2049. Estas medidas debe-
rían abrir el camino para importar gases renovables y con bajas emisiones
de carbono del extranjero y apoyar la descarbonización del mercado del
gas de la ue.
—En la línea de lo propuesto en la estrategia de integración sectorial, la pro-
puesta de paquete tiene como objetivo garantizar una planificación de re-
des más integrada entre las redes de electricidad, gas e hidrógeno para hacer
que el desarrollo de infraestructura energética sea más rentable y permitir
intercambios transnacionales de información sobre el uso de los sistemas
de transporte.

2.3.10 Green Deal Industrial Plan


Presentado por la Comisión Europea en febrero de 2023, este paquete pre-
tende mejorar la competitividad de la industria net-zero, o de emisiones netas
cero, de Europa y apoyar la rápida transición hacia la neutralidad climática. El
Plan tiene como objetivo proporcionar un entorno más propicio para la am-
pliación de la capacidad de fabricación de la ue para las tecnologías y produc-
tos de emisiones netas cero necesarios para cumplir los ambiciosos objetivos
climáticos de Europa.
Uno de los pilares de este plan es que la Comisión Europea propuso una Ley
de Industria Net-zero14 (Net Zero Industry Act, o nzia) para proporcionar un
marco regulatorio adecuado para el rápido despliegue de este tipo de industria,
garantizando permisos simplificados y rápidos, y promoviendo proyectos es-
tratégicos europeos.
La Ley sobre la industria de cero emisiones netas es una iniciativa derivada
del Plan Industrial del Pacto Verde, cuyo objetivo es ampliar la fabricación de
tecnologías limpias en la ue.

14
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:52023pc0161›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 53

El objetivo es que la capacidad de fabricación estratégica global de tecnolo-


gías de cero emisiones netas de la Unión se aproxime o alcance al menos el 40 %
de las necesidades anuales de despliegue de aquí a 2030.
Entre las tecnologías incluidas se encuentran las de electrolizadores y pilas
de combustible.
También dentro de esta Ley se establece la obligación de que las entidades pú-
blicas organizadoras de subastas de apoyo a las energías renovables, tal y como
es el caso del hidrógeno renovable, tengan en cuenta como principal criterio el
económico, pero que también ponderen criterios de sostenibilidad y resiliencia.
El peso propuesto por la Comisión Europea para estos criterios diferentes del
precio en el resultado final de la adjudicación está entre el 15 y el 30 %.
Otro pilar de este plan es la financiación pública. Con el fin de acelerar y sim-
plificar la concesión de ayudas, la Comisión revisó el marco temporal de crisis y
transición de ayudas estatales y el Reglamento general de exención por catego-
rías, aumentando los umbrales por debajo de los cuales no es necesario que los
Estados notifiquen a la Comisión Europea sus apoyos a las inversiones verdes.
Entre otras cosas, se pretende agilizar y simplificar aún más la aprobación de pro-
yectos relacionados con el ipcei. De estos aspectos hablaremos más adelante.
También, bajo el mismo marco se creó el Banco Europeo del Hidrógeno, a
desarrollar en los siguientes apartados.

2.4 Definición de hidrógeno renovable y determinación de


emisiones asociadas a su uso

2.4.1 Los «actos delegados»


El hidrógeno renovable se promueve en la ue a través de varios instrumentos,
incluidos los objetivos establecidos en la Directiva sobre energías renovables.
Para garantizar que el hidrógeno se produzca a partir de fuentes de energía
renovables y logre al menos un ahorro de emisiones de gases de efecto inver-
nadero del 70 %, la Comisión Europea adoptó en junio de 2023 dos actos de-
legados.
Las nuevas reglas se aplicarán tanto a los productores nacionales como a los
productores internacionales que exporten hidrógeno renovable a la ue.
Para la percepción de ayudas públicas europeas en muchos casos se está exi-
giendo a los proyectos de hidrógeno el cumplimiento de estos actos delegados.
54 josé manuel pérez rodríguez §2

2.4.1.1. El acto delegado de combustibles renovables de origen no biológico15


(rfnbo)
El «Acto Delegado sobre una metodología para los combustibles renovables
de origen no biológico», define bajo qué condiciones el hidrógeno, los combus-
tibles a base de hidrógeno u otros vectores energéticos pueden ser considerados
como combustibles renovables de origen no biológico (rfnbo). Suele ser cono-
cido informalmente como el «acto delegado de adicionalidad».
El acto delegado de adicionalidad incluye 3 criterios para garantizar que el
hidrógeno sea renovable.

El requisito de adicionalidad
La idea de la adicionalidad es garantizar que la mayor producción de hi-
drógeno vaya de la mano de nuevas capacidades de generación de electricidad
renovable. Para ello, las normas exigen que los productores de hidrógeno ce-
lebren acuerdos de compra de energía (ppa) con capacidad de generación de
electricidad renovable nueva y sin subsidios.
No obstante, para impulsar la adopción temprana de la tecnología de elec-
trólisis, los productores de hidrógeno renovable que entren en operación an-
tes de 2028 estarán exceptuados del cumplimiento de este requisito hasta
2038.
También a los electrolizadores que se instalen en zonas de oferta del mer-
cado eléctrico que cuenten con un mix eléctrico muy descarbonizado (me-
nos de 18 gr CO2/mj) no se les exigirá el cumplimiento de este requisito.
El concepto de zona de oferta está definido en el Reglamento de Mercado
Interior de Electricidad,16 y periódicamente las zonas de oferta están sujetas
a revisión.

La correlación temporal
Este criterio garantiza que el hidrógeno se produzca cuando haya electrici-
dad renovable disponible. Se pretende así evitar que la demanda de electrici-
dad renovable utilizada para la producción de hidrógeno esté incentivando
una mayor generación de electricidad fósil, ya que esto tendría consecuencias
negativas para las emisiones de gases de efecto invernadero, la demanda de
combustibles fósiles y los precios relacionados del gas y la electricidad. Si no
15
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32023R1184›.
16
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/?uri=celex%3A32019R0943›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 55

fuera así, se podría dar el caso de necesitarse mayor generación fósil para cu-
brir la demanda de electrólisis, o bien, mayor necesidad de almacenamiento
de energía en el sistema eléctrico cuyo coste no soportarían los consumidores
de hidrógeno sino el conjunto de los consumidores del sistema.
Para facilitar que los electrolizadores se adapten progresivamente una ma-
yor granularidad, es decir, a un mayor nivel de detalle, en este requisito de
correlación temporal, se prevé que hasta enero de 2030 sea suficiente con
igualar la producción de energía renovable con su producción de hidrógeno
renovable de forma mensual. A partir de dicha fecha, entrará plenamente en
vigor la correlación horaria.

La correlación geográfica
Este criterio garantiza que el hidrógeno se produzca donde haya electrici-
dad renovable disponible, de modo que solo se permite en principio que la
energía renovable que suministre a un electrolizador vía ppa se encuentre en
la misma zona de oferta de mercado eléctrico, donde se supone que hay una
buena interconexión que permite que no haya restricciones físicas a la llega-
da de la energía renovable a través de la red. En España peninsular existe una
única zona de oferta, existen países donde hay más de una zona de oferta, lo
que complica las posibilidades de producción de hidrógeno renovable en di-
cho país.
En caso de que no existiera este requisito, podría ocurrir que se incentiva-
se la generación de congestiones entre diferentes zonas de mercado eléctrico,
lo que normalmente suele dar lugar a la necesidad de redespachar centrales
que funcionan con combustibles fósiles al alza, con el consiguiente aumento
de emisiones, o bien, mayor necesidad de aumentar la capacidad de interco-
nexión entre zonas de eléctricas cuyo coste no soportarían los consumidores
de hidrógeno sino el conjunto de los consumidores del sistema.
Como una forma para incentivar la implantación de energía renovable en
zonas de mayor precio de electricidad, se permite que un electrolizador pue-
da ser suministrado por un ppa procedente de una zona eléctrica colindante
que tenga mayor precio de mercado.
Estas condiciones son de aplicación tanto si el hidrógeno se produce en la ue
como si es hidrógeno importado. Una de las principales incertidumbres viene
de la aplicación de estas normas en terceros países donde algo tan básico como
el concepto de «zona de oferta» tal vez no existe o no sea claro.
56 josé manuel pérez rodríguez §2

Este acto delegado está sujeto a revisión en julio de 2028, por lo que en prin-
cipio no estaría afectado por la nueva red iii, a pesar de haberse dictado en el
marco de la red ii.
En la siguiente tabla resumen se detallan brevemente los requisitos de cum-
plimiento del acto delegado:

Tabla 2.4.1 Resumen de los requisitos de cumplimiento del acto delegado. Fuente:
elaboración propia. ez: electrolizador; res: fuente de energía renovable; cod: fecha de
puesta en marcha; ppa: contrato de compraventa de energía a largo plazo; dco2: precio del
derecho de emisión de co2.

Vulgarmente, al hidrógeno renovable se le conoce como «verde», si bien


lo correcto es hablar de hidrógeno renovable que es lo que está definido en
la normativa. Un hidrógeno verde podría ser también un hidrógeno proce-
dente de origen biológico, que por definición no cumpliría el acto delegado
de rfnbo.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 57

2.4.1.2 El acto delegado para determinar las emisiones de rfnbo y combustibles


de carbono reciclado (rcf)
El «Acto Delegado que establece un umbral mínimo para el ahorro de emi-
siones de gases de efecto invernadero (gei) de los combustibles de carbono re-
ciclado»17 proporciona una metodología para calcular las emisiones de gei du-
rante el ciclo de vida de los rfnbo.
Los combustibles de carbono reciclados son aquellos combustibles, sean
rfnbo o no, que incorporan CO2 en su estructura molecular, proveniente de
diversos orígenes:
—CO2 de origen industrial,
—CO2 de origen energético,
—CO2 de origen biogénico, es decir, de biomasa,
—CO2 de fuente geológica natural,
—CO2 de captura del aire mediante la tecnología dac (Direct Air Capture).
El típico caso de combustible de carbono reciclado es el metanol, que se pue-
de fabricar mediante hidrógeno y CO2 reciclado, y que, a su vez, si se ha fabri-
cado de acuerdo con los estándares exigidos, puede ser considerado un rfnbo.
Tiene en cuenta las emisiones de gei a lo largo de todo el ciclo de vida de
los combustibles, incluidas las emisiones asociadas a la materia prima de la que
proviene el combustible, las emisiones asociadas con la extracción de electrici-
dad de la red en la medida que se use electricidad, el procesamiento y las asocia-
das con el transporte de estos combustibles hasta el consumidor final. También
se tienen en cuenta las emisiones asociadas al CO2 utilizado, de modo que, si
en el uso del combustible finalmente se produce captura y almacenamiento de
CO2, entonces se detraen de las emisiones de ciclo de vida del combustible las
asociadas a esta captura. Existe en la norma una formulación que descompone
en varios términos este cálculo.
Para que un combustible de carbono reciclado pueda ser considerado como
que no emite CO2 en su ciclo de vida, dicho acto delegado establece las siguien-
tes alternativas:
—CO2 de origen industrial que haya pagado por sus emisiones en origen y
que se incorpore a la estructura química del combustible antes de 2041.
—Si el CO2 anterior es de origen energético, entonces ha de ocurrir antes
de 2036.

17
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32023r1185›.
58 josé manuel pérez rodríguez §2

—CO2 capturado del aire o de fuente geológica natural.


—CO2 de origen biogénico siempre que la biomasa cumpla los criterios de
sostenibilidad de la Directiva de Renovables.
—CO2 de origen combustión de rfnbo o rcf que cumpla los criterios de
ahorro de emisiones de la Directiva.
También este acto delegado determina que, si un rfnbo ha sido produ-
cido mediante electricidad que cumple el acto delegado de adicionalidad, se
entiende a efectos de esta norma que las emisiones asociadas a la producción
de electricidad son nulas. En el caso de que la electricidad no cumpla este ac-
to delegado, tendrá que determinarse el nivel de emisiones incorporado al
combustible y procedente de la red eléctrica de la región donde se consume
la electricidad. Esta precisamente será en general la mayor fuente de emisio-
nes del hidrógeno.
Hay tres modelos posibles para calcular las emisiones por el uso de electrici-
dad que no cumple el acto delegado de adicionalidad:
—La emisión media de la electricidad del país (o de una zona de oferta) de-
terminada por la Comisión Europea en base a los combustibles utilizados
para producir electricidad en un país durante un año. Se utilizarán los da-
tos más recientes disponibles. Por ejemplo, el propio acto delegado esta-
blece para España un valor de 54,1 grCO2/mj en 2020.
—El valor horario de emisiones de la unidad marginal que estaba producien-
do electricidad en la hora de consumo del electrolizador, si es que este dato
es publicado por el operador del sistema de transporte en la zona.
—El valor de las emisiones se puede determinar en función del número de
horas equivalentes a plena carga de funcionamiento del electrolizador, si
este número es inferior al número de horas en el que las energías renova-
bles y la nuclear han marcado precio en la región, entonces se puede con-
siderar que la emisión de la electricidad tomada de la red es 0. En las horas
de exceso, las emisiones a tomar son de 183 grCO2/mj.
La Directiva de Renovables (red ii) establece que un rfnbo al menos debe
producir un ahorro de emisiones del 70 % calculado de acuerdo con esta me-
todología, o de lo contrario este combustible no serviría para los objetivos de
dicha Directiva. Teniendo en cuenta que el «benchmark» de emisiones para
el transporte se fija en 94 grCO2eq/mj, para que un rfnbo o un rcf cumpla
este acto delegado, sus emisiones en ciclo de vida habrán de ser inferiores a 28,2
grCO2eq/mj. Este valor es esperable que se revise con la nueva red iii para usos
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 59

del hidrógeno o sus derivados diferentes del transporte, donde el benchmark de


emisiones es seguramente inferior.

2.4.2 El hidrógeno de bajo carbono


De forma paralela a la regulación del hidrógeno renovable de origen no bio-
lógico (rfnbo en general), a fecha de elaboración de este documento se espe-
ra también una regulación sobre los combustibles de bajo carbono (lcfs o low
carbon fuels), entre los cuales se incluirá los hidrógenos de origen electrolítico
no renovable (como por ejemplo, el nuclear o «hidrógeno rosa»), el hidróge-
no cuyo origen es el gas natural pero donde ha habido captura de carbono (el
llamado «hidrógeno azul») o el hidrógeno de origen biológico.
El marco legal se establecerá en el artículo 8 de la Directiva de Mercado Inte-
rior de Gas natural e hidrógeno, recientemente revisada en el marco del «Fit-
for-55», y que a fecha de elaboración de este documento se encuentra pendiente
de publicación en el Diario Oficial de la ue.
Las condiciones que deberá cumplir este hidrógeno quedan pendientes de
definir en ese futuro acto delegado sobre lcfs, pero sí se conoce en el texto de
la Directiva que se exigirá igualmente una reducción de emisiones del 70 %, tal
y como acontece para los rfnbo. También al igual que los rfnbo, estos requi-
sitos se aplicarán tanto al hidrógeno producido en Europa como al importado
de terceros países. También se conoce que la metodología será coherente con
la ya establecida para rfnbo y rcfs, y que tendrá en cuenta las fugas de hidró-
geno, las emisiones del metano que se pudo haber utilizado en el proceso, y las
tasas de captura de CO2 reales.
En cualquier caso, por el momento, no existen obligaciones de consumo re-
lacionadas con los lcfs, como sí existen para los rfnbo, por lo que la utilidad
de esta definición está por ver.
Por tanto, el hidrógeno de bajo carbono puede considerarse como una de-
finición de hidrógeno limpio en la ue, que abarcaría como acabamos de ver el
hidrógeno renovable que también debe de cumplir con una reducción de emi-
siones.

2.4.3 El reglamento de taxonomía


Para cumplir los objetivos climáticos y energéticos de la ue para 2030 y al-
canzar los objetivos del Pacto Verde Europeo, la ue consideró vital dirigir las
inversiones hacia proyectos y actividades sostenibles. Para lograrlo, la Comisión
60 josé manuel pérez rodríguez §2

necesitaba un lenguaje común y una definición clara de «sostenible»; a su vez,


crearon un sistema de clasificación común para las actividades económicas sos-
tenibles, o una «Taxonomía de la ue».
El Reglamento sobre taxonomía18 entró en vigor el 12 de julio de 2020 y sentó
las bases de la taxonomía de la ue al establecer tres condiciones generales que
debe cumplir una actividad económica para ser considerada ambientalmen-
te sostenible. Estos incluyen los criterios de «contribución sustancial» y «no
causar daño significativo». Según el Reglamento sobre taxonomía, la Comisión
elabora una lista de actividades medioambientalmente sostenibles definiendo
criterios técnicos de selección para cada objetivo medioambiental mediante ac-
tos delegados.
Si bien no hay ninguna obligación a las empresas de cumplir los principios de
esta taxonomía, está sirviendo como guía a los inversores para clasificar a las em-
presas en función de sus inversiones en una economía verde y sostenible. Adi-
cionalmente, la taxonomía está sirviendo como requisito para la percepción de
ayudas públicas, como por ejemplo las procedentes del Plan de Recuperación.
La Comisión aprobó el primer acto delegado19 sobre actividades sostenibles
para los objetivos de adaptación y mitigación del cambio climático el 21 de abril
de 2021. El acto delegado se publicó en diciembre de ese año en el diario oficial
de la ue y aplica a partir del 1 de enero de 2022.
En relación con el hidrógeno, este acto delegado establece umbrales de gases
de efecto invernadero relacionados con la producción de hidrógeno y otros cri-
terios para otras actividades relacionadas con el hidrógeno. Los criterios respal-
dan el uso del hidrógeno como portador de energía, solución de almacenamien-
to, combustible o materia prima. En particular, los criterios para la fabricación
de hidrógeno se fijan en un nivel que se considera suficiente para garantizar una
contribución sustancial a la mitigación del cambio climático, favoreciendo la
producción de hidrógeno a partir de fuentes renovables.
El umbral de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (bajo
criterios de contribución sustancial para la mitigación del cambio climático)
para la producción de hidrógeno se ha fijado en 73,4 %, lo que da como resul-
tado emisiones de gei inferiores a 3 tCO2/tH2 (dióxido de carbono total por
hidrógeno total) en función del ciclo de vida. Este umbral parece favorecer al
hidrógeno verde. Sin embargo, también puede mostrar que el hidrógeno azul
18
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32020r0852›.
19
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/?uri=celex%3a32021r2139›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 61

(producido con fuentes fósiles pero que utiliza la captura y almacenamiento de


carbono) puede cumplir con la taxonomía.
La producción de combustibles basados en hidrógeno (por ejemplo, amonía-
co) también tiene su apartado en la taxonomía.
El acto delegado exige que el ahorro de emisiones de gei se calcule utilizando
la metodología de la norma internacional iso 14067:2018 o iso 14064-1:2018,
o alternativamente, la metodología que la Comisión adoptó en virtud del ar-
tículo 28, apartado 5, de la Directiva sobre energías renovables, es decir, la me-
todología para evaluar el ahorro de emisiones de gei provenientes de combus-
tibles renovables líquidos y gaseosos para el transporte de origen no biológico
que vimos en uno de los apartados anteriores.
La fabricación de equipos que puedan producir hidrógeno que cumpla con
la taxonomía se califica también como una actividad que cumple la prueba de
contribución sustancial.

2.4.4 Otras metodologías para determinar emisiones


Además de las normas internacionales iso antes comentadas, podemos des-
tacar las siguientes metodologías de referencia para la determinación de emi-
siones para considerar un hidrógeno como limpio:

2.4.4.1 Modelo greet


El modelo de gases de efecto invernadero, emisiones reguladas y uso de ener-
gía en el transporte (greet porsu abreviatura en inglés) es una herramienta que
examina los impactos del ciclo de vida de las tecnologías de vehículos, combus-
tibles, productos y sistemas energéticos muy utilizada en los Estados Unidos.
El Laboratorio Nacional Argonne (Argonne) del Departamento de Energía
(doe) del gobierno americano comenzó a desarrollar el conjunto de modelos
de análisis del ciclo de vida (Life Cycle Analysis o lca) en 1994, y la primera
versión se lanzó en 1995. El análisis del ciclo de vida es un marco para evaluar los
impactos ambientales asociados con todas las etapas de la cadena de suministro
de una tecnología o producto.
Proporciona una plataforma transparente a través de la cual los productores,
investigadores y reguladores de energía y vehículos pueden evaluar los efectos
energéticos y ambientales de las tecnologías de vehículos y los sistemas de ener-
gía y productos. Para cualquier sistema de energía y vehículo, greet puede cal-
cular el consumo total de energía (no renovable y renovable), las emisiones de
62 josé manuel pérez rodríguez §2

contaminantes atmosféricos, las emisiones de gases de efecto invernadero y el


consumo de agua.
En particular, para el caso del hidrógeno, existe un módulo de este mode-
lo disponible públicamente, que calcula las emisiones de ciclo de vida para los
varios posibles modos de producción, incluyendo el electrolítico. Desde la pu-
blicación de la «Inflation Reduction Act», que contiene incentivos fiscales de
hasta 3 dólares por kilogramo de hidrógeno limpio, este modelo ha cobrado
protagonismo como modo de asegurar que el hidrógeno producido es limpio y
tiene derecho a percibir los créditos.
En el momento de elaboración de este documento, dicho modelo greet
contiene los mismos principios de adicionalidad, correlación geográfica y co-
rrelación temporal que en el caso del acto delegado europeo sobre rfnbo, co-
mo medio para probar que un hidrógeno electrolítico tiene emisiones bajas o
nulas, en caso de fuentes de energía renovable.

2.4.4.2 iphe. International Partnership for Hydrogen and Fuel Cells in the
Economy
La formación del iphe fue facilitada por el Departamento de Energía y el De-
partamento de Transporte de Estados Unidos en 2003 para fomentar la coope-
ración internacional en investigación y desarrollo de hidrógeno y pilas de com-
bustible, códigos y estándares comunes y el intercambio de información sobre
el desarrollo de infraestructura. Originalmente organizada como «Asociación
Internacional para la Economía del Hidrógeno». Hoy lo componen 24 países,
siendo miembros destacados los Estados Unidos y la Unión Europea.
Entre las actividades del grupo, cabe destacar una metodología para la deter-
minación de emisiones del hidrógeno, que a fecha de elaboración de este do-
cumento va por una versión 3 lanzada en julio de 2023. Esta metodología sirve
como referencia para facilitar la armonización de metodologías nacionales, con
vistas a un futuro mercado internacional de intercambio de hidrógeno limpio
medido con los mismos estándares.

2.4.4.3 Greenhousegas Protocol


El ghg Protocol establece marcos estandarizados globales integrales para
medir y gestionar las emisiones de gases de efecto invernadero (gei) de opera-
ciones, cadenas de valor y acciones de mitigación de los sectores público y pri-
vado.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 63

Partiendo de una asociación de 20 años entre el Instituto de Recursos Mundia-


les (wri) y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (World
Business Council for Sustainable Development wbcsd), ghg Protocol trabaja
con gobiernos, asociaciones industriales, ong, empresas y otras organizaciones.
En el caso de la producción de hidrógeno renovable, la fuente de emisiones
principal, de forma indirecta, es el consumo de electricidad utilizada, que, de
acuerdo con esta metodología, constituiría una fuente de emisiones de alcance 2.

2.4.5 Las garantías de origen de gases renovables. Regulación


europea
Una garantía de origen es un certificado electrónico que acredita el carácter
renovable de 1 mwh de gas y aporta información de detalle sobre su producción:
cuándo se ha producido la energía, el tipo de instalación, el lugar y la fuente de
energía empleada, entre otros aspectos. Su función es demostrar al consumidor
final que una determinada cuota o cantidad de energía se ha obtenido a partir
de fuentes renovables.
En Europa, ya existían sistemas de garantía de origen (go) para la electricidad
renovable, desde la primera versión de la Directiva sobre Energías Renovables.
Desde su segunda versión de 2018, también se contempla la posibilidad de go
para el gas renovable y el hidrógeno.
El papel de las go es simplemente mostrarle al cliente que una determinada
proporción de energía se produjo a partir de fuentes renovables y no debe con-
fundirse con el sistema de certificación que se requiere para probar que el hi-
drógeno tiene las características de rfnbo.
Las garantías de origen renovables deben utilizarse únicamente a efectos in-
formativos, puesto que únicamente sirven para informar que una cantidad equi-
valente de energía renovable que representan ha sido producida en algún mo-
mento cercano en el tiempo, en algún lugar, puesto que ni siquiera se requiere
que haya una relación física entre la energía producida y el cliente que adquiere
las garantías (es decir, se trata de un sistema «book and claim»). Por tanto, no
existe garantía alguna de que la utilización de las garantías ha servido para des-
carbonizar, aspecto que es fundamental demostrar para considerar un hidróge-
no en Europa como rfnbo.
No obstante, las garantías de origen tienen un papel como medio para pro-
bar que no existe «doble conteo» en el caso también del sistema de certifica-
ción de rfnbo.
64 josé manuel pérez rodríguez §2

Los sistemas de garantías de origen están basados en la norma iso 16325, que
está siendo adaptada para contemplar al hidrógeno.
España ha desarrollado recientemente un sistema de garantías de origen, que
veremos en un apartado posterior.

2.4.6 Mecanismos de certificación


Para probar que un hidrógeno (o sus derivados, en general los rfnbo) es re-
novable a efectos de la Directiva de Renovables, y por tanto, sirve para cumplir
los objetivos de dicha Directiva, será necesario pasar por un proceso de certifi-
cación, de acuerdo con los artículos 30 y 30a.
Para la certificación del hidrógeno renovable, los productores podrán con-
fiar en un sistema de certificación por parte de terceros, los llamados esquemas
voluntarios.
Los sistemas voluntarios y los sistemas de certificación nacionales de los paí-
ses de la ue ayudan a garantizar que los biocombustibles, los biolíquidos y los
combustibles de biomasa, así como el hidrógeno renovable y sus derivados
(combustibles renovables de origen no biológico o rfnbo), y los combustibles
de carbono reciclados (rcf) se produzcan de forma sostenible, verificando que
cumplan con los criterios de sostenibilidad de la ue, así como con las metodo-
logías pertinentes para las rfnbo y rcf.
Los esquemas voluntarios están siendo desarrollados por empresas interna-
cionales con experiencia de más de una década en la certificación de biocombus-
tibles, biomasa y otros productos a nivel mundial. Se ha facultado a la Comisión
para reconocer sistemas voluntarios y nacionales de certificación del hidrógeno
renovable. Los países de la ue deben aceptar pruebas de sistemas que hayan si-
do reconocidos por la Comisión.
La Comisión permanecerá en estrecho contacto con las partes interesadas y
los sistemas de certificación para apoyar la implementación práctica del marco
y también supervisará su implementación. Para ello, está previsto lanzar un es-
tudio específico en 2024.
En el momento de la redacción de este documento, no existe aún ningún es-
quema de certificación de rfnbo reconocido por la Comisión Europea. Han
solicitado su reconocimiento por el momento los siguientes, aunque se espera
que existan varios más:
—CertifHy
—iscc
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 65

—redcert.
Los esquemas verificarán, entre otros aspectos, que:
—La electricidad utilizada para la producción de hidrógeno renovable es de
origen renovable.
—La producción de combustibles y gases renovables conduce a un ahorro
suficiente de emisiones de gases de efecto invernadero.
—Otros aspectos adicionales de sostenibilidad, como la protección del sue-
lo, el agua, el aire y criterios sociales.
Para el proceso de certificación, un auditor externo verifica toda la cadena de
producción desde el origen de la materia prima y energía hasta el productor o
comercializador del combustible. En este caso, deberá probarse la relación físi-
ca entre el hidrógeno producido y el consumidor al que se le demuestran las ca-
racterísticas de sostenibilidad del mismo, para que dicho hidrógeno sirva como
rfnbo a efectos de la Directiva de Renovables (en este caso se trata de un sis-
tema «mass-balance», a diferencia del «book and claim» antes comentado).
El reconocimiento por parte de la Comisión no es un requisito previo pa-
ra la certificación. Los países de la ue pueden aceptar pruebas de sistemas vo-
luntarios o sistemas de certificación nacionales establecidos por países de la ue
no reconocidos por la Comisión si las autoridades competentes de esos países
confían en la calidad de los servicios de certificación proporcionados por estos
sistemas.

2.5 Estrategias nacionales

2.5.1 La hoja de ruta del hidrógeno verde (2020)20


Esta Hoja de Ruta del Hidrógeno tiene como objeto identificar los retos
y oportunidades para el pleno desarrollo del hidrógeno renovable en España,
proporcionando una serie de medidas destinadas a impulsar la inversión en este
vector energético en el contexto de la recuperación verde.
De forma alineada con los objetivos propuestos por la hoja de ruta europea,
se proponen:
—En cuanto a la producción de hidrógeno renovable, se prevé la instalación
en España de al menos 4 gw de potencia de electrolizadores que idealmen-
20
‹https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/ministerio/planes-estrategias/hidróge-
no/hojarutahidrógenorenovable_tcm30-525000.pdf›.
66 josé manuel pérez rodríguez §2

te se localizarán en las proximidades de los lugares de consumo con el pro-


pósito de minimizar los costes asociados al transporte y almacenamiento
del hidrógeno renovable generado. Se estima que para el año 2024 podría
alcanzarse un valor total de potencia instalada de electrolizadores de entre
300 y 600 mw.
—En cuanto al uso de hidrógeno renovable en la industria, se prevé una con-
tribución mínima del hidrógeno renovable del 25 % respecto del total del
hidrógeno consumido en 2030 en todas las industrias consumidoras de hi-
drógeno tanto como materia prima como fuente energética, como son las
refinerías y la industria química.
—En cuanto al sector del transporte, se prevén los siguientes hitos:
—Flota de al menos 150-200 autobuses de pila de combustible de hidró-
geno renovable en 2030, con especial participación en las flotas de auto-
buses urbanos de ciudades de más de 100.000 habitantes.
—Parque de al menos 5.000-7.500 vehículos ligeros y pesados de pila de
combustible de hidrógeno para el transporte de mercancías en 2030.
—Red de al menos 100-150 hidrogeneras de acceso público en 2030 para
el repostaje de los vehículos, con una distancia máxima de 250 km entre
cada una de las hidrogeneras y la hidrogenera que tenga más próxima.
—Utilización en régimen continuo de trenes propulsados con hidrógeno
en al menos dos líneas comerciales de media y larga distancia en vías ac-
tualmente no electrificadas.
—Introducción de maquinaria de handling que utilice pilas de combusti-
ble de hidrógeno renovable y de puntos de suministro en los cinco pri-
meros puertos y aeropuertos en volumen de mercancías y pasajeros res-
pectivamente.
—En el sector eléctrico/almacenamiento de energía, se prevé la existencia de
proyectos comerciales de hidrógeno operativos en 2030 para el almacena-
miento de electricidad y/o aprovechamiento de la energía renovable exce-
dentaria según las orientaciones establecidas en la Estrategia Nacional de
Almacenamiento.
La consecución de los objetivos enumerados anteriormente facilitaría el des-
pliegue de inversiones estimadas en 8.900 millones de euros.
A fecha de la elaboración de este documento, se espera que el Ministerio para
la Transición Ecológica lance una nueva revisión de esta hoja de ruta que vaya
acorde con la nueva propuesta de Plan Integrado de Energía y Clima.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 67

Llama la atención que en tan solo un par de años se ha pasado de una estra-
tegia en la que se quería minimizar los costes asociados al transporte del hidró-
geno renovable, a una situación en la que desde el Ministerio se propone una
red nacional de transporte de hidrógeno por tubería con el fin también de ex-
portar a países vecinos.

2.5.2 Plan Nacional Integrado de Energía y Clima


De acuerdo con el Reglamento de Gobernanza de la ue, los Estados miem-
bros deben preparar Planes Integrados de Energía y Clima, con actualización
periódica.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (miteco)
presentó en junio de 2023 el borrador de la actualización del Plan Nacional In-
tegrado de Energía y Clima (pniec), que incluye 29 nuevas medidas, a la par
que recoge el grado de ejecución de las 78 publicadas en la versión de 2021. De
las nuevas medidas incluidas en este borrador, 15 están relacionadas en mayor o
menor medida con el sector del hidrógeno.
El borrador revela un aumento en la ambición de los objetivos establecidos
para 2030. El nuevo pniec establece una reducción de gases de efecto inverna-
dero del 32 %, en comparación con los niveles de 1990, en contraste con el ob-
jetivo anterior del 23 %. Asimismo, se establece un aumento del cupo de reno-
vables hasta el 48 % sobre el uso final de la energía, en comparación con el 42 %
del objetivo anterior. En el ámbito eléctrico, el mix de renovables asciende ahora
a un 81 % en 2030 frente al 74 % previsto anteriormente.
El documento contiene nuevas medidas que darán mayor impulso al hidró-
geno renovable, y debido a esto, actualiza su estimación de potencia instalada
de electrólisis hasta 11 gw para 2030 frente a los 4 gw contemplados en la Ho-
ja de Ruta del Hidrógeno.

2.6 Paquetes legislativos nacionales


En este apartado se destacarán las principales normas nacionales reguladas
en los últimos años que incentivan la adopción del hidrógeno limpio, y en par-
ticular, del renovable en España.
68 josé manuel pérez rodríguez §2

2.6.1 La Ley de Cambio Climático y Transición Energética21


Esta ley responde al compromiso asumido por España en el ámbito interna-
cional y europeo, para el cumplimiento de los objetivos climáticos tras el Acuer-
do de París de 2015 y los compromisos presentados por Europa en el marco de
este Acuerdo en el año 2020 (55 % de reducción de emisiones en el año 2030).
Esta ley pretende dar seguridad jurídica a la transformación del sistema produc-
tivo, y en particular, el energético, para cumplir estos objetivos.
Así, en esta Ley se recogen los objetivos mínimos nacionales de reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero, energías renovables y eficiencia ener-
gética de la economía española para los años 2030 y 2050:
—Las emisiones del conjunto de la economía española en el año 2030 debe-
rán reducirse en, al menos, un 23 % respecto al año 1990 y se deberá alcan-
zar la neutralidad climática a más tardar en el año 2050.
—En el año 2030 deberá alcanzarse una penetración de energías de origen
renovable en el consumo de energía final de, al menos, un 42 %.
—Un sistema eléctrico con, al menos, un 74 % de generación a partir de ener-
gías de origen renovable.
—Mejorar la eficiencia energética disminuyendo el consumo de energía pri-
maria en, al menos, un 39,5 % con respecto a la línea de base conforme a
normativa comunitaria.
Dichos objetivos serán revisables, sin que puedan suponer una disminución
del nivel de ambición medioambiental. El objetivo de reducción de emisio-
nes de gases de efecto invernadero a 2030 que se plantea para el conjunto de
la economía española es coherente con el aumento de ambición que ha fijado
el Consejo Europeo de 10 y 11 de diciembre de 2020, que acordó un objetivo
a 2030 de reducción de emisiones de la Unión Europea de, al menos, un 55 %
respecto a los niveles de 1990, como senda de reducción de emisiones para al-
canzar la neutralidad climática en la Unión en 2050, en línea con los objeti-
vos de París.
En cuanto a lo que nos ocupa directamente, en dicha Ley se introducen dis-
posiciones que fomentan los gases renovables, incluyendo el biogás, el biome-
tano, el hidrógeno y otros combustibles alternativos. Así, se introduce en la ley,
por un lado, que el Gobierno promoverá, mediante la aprobación de planes es-
pecíficos, la penetración de estos combustibles y por otro lado, una disposición
para reducir las emisiones específicas en el sector del transporte aéreo, maríti-
21
‹https://www.boe.es/buscar/act.php?id=boe-a-2021-8447›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 69

mo y pesado por carretera a través de la integración de energías renovables y


del establecimiento de objetivos de suministro de biocarburantes y otros com-
bustibles renovables de origen no biológico. A efectos de evitar el uso de bio-
combustibles que tengan impacto negativo sobre el medio ambiente, se exige
el cumplimiento de los criterios de sostenibilidad y de protección de la calidad
del aire recogidos en la normativa comunitaria.
En dichos planes de fomento, se podrán prever las siguientes medidas:
a) Objetivos anuales de penetración de los gases renovables, incluyendo el hi-
drógeno, en la venta o consumo de gas natural, con indicación de los tipos
de producto con los que se deberá cumplir la obligación, así como de los
sujetos obligados.
b) Un sistema de certificación que permita la supervisión y control de las obli-
gaciones, así como mecanismos de flexibilidad que favorezcan la máxima
eficiencia en el logro de los objetivos.
c) Regulaciones que favorezcan el uso industrial directo de los gases o su em-
pleo para soluciones de movilidad, así como la inyección de dichos gases
renovables en la red de gas natural.
En cuanto a la integración de los gases renovables en el sector del transporte
se dicta que el Gobierno establecerá objetivos anuales de integración de ener-
gías renovables y de suministro de combustibles alternativos en el transporte
con especial énfasis los biocarburantes avanzados y otros combustibles renova-
bles de origen no biológico, como el hidrógeno. Para cumplir dichos objetivos,
se podrán adoptar las siguientes medidas:
i. Los tipos de producto con que se deberán cumplir los objetivos y los suje-
tos obligados.
ii. Un sistema de certificación que permita la supervisión y control de las obli-
gaciones, así como mecanismos de flexibilidad que favorezcan la máxima
eficiencia en el logro de los objetivos.
Hasta la fecha de elaboración de este documento, aún no se han desarrolla-
do dichos objetivos o sistemas, más allá de lo que ya existía para los biocarbu-
rantes.
Una vez que está pendiente la transposición de la nueva Directiva de Reno-
vables, con los nuevos subobjetivos de consumo de hidrógeno renovable o sus
derivados, es posible que el Gobierno haga uso del desarrollo reglamentario de
esta Ley para hacer dicha adaptación.
70 josé manuel pérez rodríguez §2

2.6.2La modificación de la Ley de Hidrocarburos


Mediante los Reales Decretos-ley 6/2022,22 14/202223 y 18/202224 se realiza-
ron diversas alteraciones en la Ley de Hidrocarburos25 con el objetivo de dotar
de un marco legal al incipiente mercado de hidrógeno y, en particular, al desa-
rrollo de una red de canalizaciones de este combustible.
El primero de los decretos crea una disposición adicional trigésima octava en
la Ley de Hidrocarburos, en la que se articulan los preceptos para el suministro
de gases renovables mediante canalizaciones aisladas, entre los que se incluye el
hidrógeno renovable. Entre los aspectos regulados se incluyen la consideración
de actividad de interés general y su declaración de utilidad pública; el procedi-
miento aplicable para la autorización de las infraestructuras; el acceso negocia-
do de terceros y la no aplicabilidad de retribución regulada y los derechos, obli-
gaciones, infracciones, sanciones, y demás preceptos aplicables a los agentes de
la cadena de suministro de los gases renovables.
En esencia, se crea un marco regulatorio facilitador para el desarrollo de ca-
nalizaciones de hidrógeno que no estén conectadas al sistema gasista, con con-
sideración de interés general para facilitar los trámites de ocupación de terrenos.
Además, se amplía la definición de línea directa ya existente en el sector del
gas natural, para incluir también la conexión directa de plantas de gases reno-
vables a la red gasista.
El segundo, el 14/2022, introduce modificaciones regulatorias para facilitar la
inyección de gases renovables en la red gasista. Por ejemplo, las modificaciones
de posiciones de conexión en la red gasista para adaptarlas a inyección de gases
renovables se considerará una modificación menor sin necesidad de autoriza-
ción administrativa ni aprobación del proyecto de ejecución. Además, se elimi-
na la necesidad de autorización de los nuevos tipos de líneas directas creado en
el decreto-ley anterior. Por otro lado, también se establece que será la Comisión
Nacional de los Mercados y la Competencia (cnmc) quien le corresponda de-
sarrollar un procedimiento para ordenar las conexiones de las plantas de gases
renovables a la red gasista. Este aspecto es de gran polémica para el caso de la
conexión de electrolizadores, puesto que la capacidad disponible en la red ga-
sista es limitada por lo que vamos a ver a continuación.
22
‹https://www.boe.es/buscar/act.php?id=boe-a-2022-4972›.
23
‹https://www.boe.es/eli/es/rdl/2022/08/01/14/con›.
24
‹https://www.boe.es/eli/es/rdl/2022/10/18/18/con›.
25
‹https://www.boe.es/buscar/act.php?id=boe-a-1998-23284›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 71

Actualmente, las normas de gestión técnica del sistema gasista, en particular


el protocolo de detalle pd-0126 dedicado a la medición, calidad y odorización
del gas natural, dicta la composición mínima que debe de cumplir los gases que
son inyectados en la red de gas natural. En el caso de fuentes no convenciona-
les, se establece la siguiente tabla:

Tabla 2.2.
Composición mínima que debe de cumplir los gases que son inyectados en la red de gas
natural. Fuente: boe.
propiedad (*) unidad mínimo máximo
Metano (CH4) mol % 95 –
CO mol % – 2
H2 mol % – 5
Compuestos halogenados:
—Flúor/Cloro mg/m3 – 10/1
3
Amoníaco mg/m – 3
3
Mercurio μg/m – 1
3
Siloxanos mg/m – 10
3
Benceno, Tolueno, Xileno (btx) mg/m – 500
Microorganismos Técnicamente puro
Polvo/Partículas Técnicamente puro
(*) Tabla expresada en las siguientes condiciones de referencia:
[0 ºC, V (0 ºC, 1,01325 bar)]

Sin embargo, no se establece ningún criterio para la inyección de hidrógeno


sin mezclar con gas natural. Se espera que una futura modificación de esta nor-
ma pueda aclarar este punto, para conocer la concentración máxima permitida
de hidrógeno en la red de gas natural, que tenga además en atención las especi-
ficaciones de consumo de los consumidores de la red de gas natural que puedan
ser perjudicados por proporciones crecientes de hidrógeno en su suministro.
Es de esperar también que esta futura norma tenga en atención lo estableci-
do en el nuevo paquete de gas (Directiva y Reglamento del Mercado Interior
del Gas natural e hidrógeno) en cuanto a máximo porcentaje de «blending»
permitido. Todos estos aspectos influyen en la capacidad que finalmente pue-

26
‹https://www.boe.es/eli/es/res/2012/12/21/(3)›.
72 josé manuel pérez rodríguez §2

da determinarse en la red de gas natural para la inyección de proyectos de elec-


trólisis.
En cuanto al tercero de los decretos-ley, el 18/2022, se avanza en el fomento
de las nuevas líneas directas que conectan plantas de gases renovables con la red
gasista, y se les dota de la posibilidad de tener utilidad pública.

2.6.3 La exención de los cargos por el consumo de electricidad


Mediante la Disposición Final Primera del Real Decreto 148/2021,27 que es-
tablece la metodología de cargos del sector eléctrico, se crea una exención a las
instalaciones de electrólisis de abonar los cargos del sector eléctrico.
Mediante la orden ministerial ted/1312/202228 se regula que las instalaciones
de producción de hidrógeno renovable inscritas en el Registro de instalaciones
de producción de gases renovables, en virtud de lo dispuesto en el artículo 19
del Real Decreto 376/2022, del que hablaremos en el apartado siguiente, resul-
tarán exentas del pago de los cargos del sistema eléctrico cuando en la informa-
ción de ámbito general se haya indicado que la instalación lleva a cabo un pro-
ceso de conversión. Dicho registro deberá ser presentado ante la distribuidora
de energía eléctrica o, en su caso, ante la comercializadora de energía eléctrica,
cuando las condiciones del contrato de acceso de terceros a la red se encuentren
subsumidas en el contrato de suministro suscrito con aquella, al objeto de que
dicha exención pueda ser practicada.
El ahorro de los cargos representa un pequeño incentivo para reducir el cos-
te de operación de los electrolizadores, teniendo en cuenta además que dichos
cargos deben tender a reducirse en el tiempo conforme se van reduciendo los
conceptos que son financiados por los mismos, que son esencialmente el cos-
te de las primas a las energías renovables derivadas del marco jurídico del Real
Decreto 413/2014,29 la amortización del déficit tarifario del pasado - generado
esencialmente hasta el año 2013 y que debería amortizarse completamente en
2028— , y el extracoste de los sistemas extrapeninsulares.

2.6.4 El sistema español de garantías de origen


Las garantías de origen para gases renovables en España están reguladas de
acuerdo con la siguiente normativa:
27
‹https://www.boe.es/eli/es/rd/2021/03/09/148›.
28
‹https://www.boe.es/eli/es/o/2022/12/23/ted1312›.
29
‹https://www.boe.es/eli/es/rd/2014/06/06/413/con›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 73

—El Real Decreto 376/2022,30 de 17 de mayo, que crea el sistema de garantías


de origen y designa al Gestor Técnico del Sistema como entidad respon-
sable de dicho sistema, de forma transitoria «mientras el Ministerio para
la Transición Ecológica y el Reto Demográfico no disponga de los medios
humanos y materiales para ejercer sus funciones».
—La Orden ted/1026/2022,31 de 28 de octubre, que aprueba el procedi-
miento de gestión que define las normas básicas en base a las que se está
desarrollando la plataforma informática que gestionará el nuevo sistema
de garantías de origen.
El decreto además crea el Registro de instalaciones de producción de gas pro-
cedente de fuentes renovables, que incluirá información sobre la titularidad, si-
tuación, tipología, capacidad y fechas de puesta en marcha de las instalaciones,
entre otros, así como un listado de los sujetos titulares de las mismas.
La documentación adicional de carácter público, indicada en el capítulo 11
del procedimiento de gestión, que recoge aspectos de detalle necesarios para el
correcto funcionamiento del sistema de garantías de origen, y será publicada
por Enagás gts, como entidad responsable del servicio.
Las diferentes operaciones que se pueden llevar a cabo en el sistema de Ga-
rantías de Origen (GdO) son expedición, referente a la creación de una GdO
para una instalación en base a su producción neta; transferencia de GdOs en-
tre cuentas de anotaciones, importación o exportación de GdOs desde o hasta
registros internacionales y redención, proceso mediante el que se asocia el con-
sumo de gas renovable con el número de GdOs correspondientes.
Este sistema funciona a nivel nacional, si bien está prevista la coordinación
con los sistemas de otros estados.
El sistema de garantías de origen para gases renovables ya está disponible en
la web www.gdogas.es. Desde esta plataforma, es posible solicitar el alta como
tenedor y los tenedores habilitados pueden solicitar el alta de instalaciones en
el Sistema, así como las funcionalidades de expedición y cancelación.
Para hidrógeno de origen renovable, el principal dato necesario para con-
seguir la garantía de origen se trata de disponer de un volumen equivalente
de garantías de origen eléctricas para el consumo de electricidad del electro-
lizador.

30
‹https://www.boe.es/eli/es/rd/2022/05/17/376/con›.
31
‹https://www.boe.es/eli/es/o/2022/10/28/ted1026/con›.
74 josé manuel pérez rodríguez §2

2.7 Financiación europea a hidrógeno


Son varios los fondos europeos a los que puede optar un proyecto de pro-
ducción, transporte o uso de hidrógeno, donde el factor fundamental para la
obtención de esas ayudas suele ser el volumen de emisiones de gases de efecto
invernadero reducido con el empleo del hidrógeno.
Hoy por hoy, el hidrógeno renovable o limpio no es competitivo frente a las
alternativas fósiles tradicionales, por lo que la disposición de los consumidores
potenciales de hidrógeno a costear la producción de hidrógeno está muy por
debajo de su verdadero coste. Es por ello que los mecanismos de apoyo públi-
co, y la regulación como hemos estado viendo hasta ahora, son esenciales para
la adopción del hidrógeno renovable. En los siguientes apartados veremos los
mecanismos de financiación europeos y españoles a los que están optando ha-
bitualmente los proyectos de hidrógeno.

2.7.1 El Fondo de Innovación


El Fondo de Innovación es uno de los programas de financiación más grandes
del mundo para el despliegue de tecnologías innovadoras y con emisiones netas
cero. Su objetivo es llevar al mercado soluciones para descarbonizar la indus-
tria europea y apoyar su transición hacia la neutralidad climática fomentando
al mismo tiempo su competitividad. Está destinado a tecnologías que tienen un
alto grado de madurez pero que fallan en su implementación debido a un fallo
de mercado, esencialmente motivado por la falta de competitividad económica
de la tecnología limpia frente a la tradicional.
Los tipos de proyectos que se financian son a grandes rasgos:
—Tecnologías y procesos innovadores con bajas emisiones de carbono en
industrias con uso intensivo de energía, incluidos productos que pueden
sustituir a los que consumen mucho carbono.
—Captura y utilización de carbono,
—Captura y almacenamiento de carbono,
—Generación innovadora de energía renovable,
—Almacenamiento de energía.

La financiación total del Fondo de Innovación depende del precio del carbo-
no, puesto que se nutre con 530 millones de toneladas de derechos de emisión,
y puede ascender a unos 40.000 millones de euros entre 2020 y 2030, calcula-
dos utilizando un precio del carbono de 75 euros/tCO2.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 75

La adjudicación de los fondos se realiza en convocatorias periódicas, normal-


mente 1 al año para proyectos de gran escala. En la convocatoria de 2022, se ad-
judicaron fondos a 13 proyectos de producción de hidrógeno.
Los proyectos que postulen a las convocatorias de subvenciones periódicas
se seleccionarán en función de:
—emisiones de gases de efecto invernadero evitadas,
—grado de innovación,
—madurez del proyecto,
—replicabilidad,
—eficiencia de coste.
El Fondo de Innovación apoya hasta el 60 % de los denominados costes re-
levantes calculados de acuerdo con la metodología indicada en cada convoca-
toria de propuestas (que generalmente cubren los costos operativos y de capital
menos ingresos durante los primeros diez años de operación).
Como novedad, en el año 2023 se ha lanzado la primera subasta del banco del
hidrógeno en el marco del fondo de innovación, de forma separada a la convo-
catoria general, de la que hablaremos después.

2.7.2 Los Fondos Next Generation


En julio de 2020, tras la pandemia de covid-19, el Consejo Europeo acordó
un instrumento excepcional de recuperación temporal conocido como Next
Generation eu (Próxima Generación ue) dotado con 750.000 millones de eu-
ros para el conjunto de los Estados miembros.
Los fondos pueden utilizarse para conceder préstamos reembolsables por un
volumen de hasta 360.000 millones de euros y transferencias no reembolsables
por una cantidad de 390.000 millones de euros.
Los dos instrumentos de mayor volumen del Next Generation eu son los si-
guientes:
—El Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (mrr), constituye el
núcleo del Fondo de Recuperación y está dotado con 672.500 millones
de euros. Su finalidad es apoyar la inversión y las reformas en los Estados
miembros para lograr una recuperación sostenible y resiliente.
—El Fondo react-eu, está dotado con 47.500 millones de euros. Los fon-
dos de react-eu operan como fondos estructurales, pero con mayor fle-
xibilidad y agilidad. Estos fondos tenían como ámbito temporal hasta el
año 2022.
76 josé manuel pérez rodríguez §2

Dentro del mrr, España inicialmente iba a recibir un total de aproximada-


mente 140.000 millones de euros, de los que 60.000 millones corresponden a
transferencias no reembolsables. Además, podrá acceder a un volumen máxi-
mo de 80.000 millones de euros en préstamos. Posteriormente, en el marco del
Repowereu, en 2023 se aumenta la dotación financiera del mrr, en la denomi-
nada «adenda», por la cual España recibirá en total 163.000 millones de euros
(83.000 millones en préstamos y 80.000 millones en subvenciones).
El hidrógeno tiene un protagonismo relevante en el reparto de los Fondos
NextGeneration, como una pieza para la reindustrialización de Europa con cri-
terios de sostenibilidad y reducción de emisiones.
Los fondos NextGeneration no se solicitan a ninguna entidad europea, si-
no que se articulan a través de los Planes de Recuperación aprobados para cada
país, de acuerdo con lo que veremos más adelante para el caso español, en par-
ticular para la financiación de proyectos de hidrógeno.
El presupuesto a largo plazo de la ue y NextGenerationeu, el instrumento
temporal concebido para impulsar la recuperación, constituyen el mayor pa-
quete de estímulo jamás financiado en Europa, constituyendo un total de 2,018
billones de euros a precios de 2018.

2.7.3 El Mecanismo de Transición Justa


Como parte del Pacto Verde Europeo y con el objetivo de lograr la neutra-
lidad climática de la Unión de manera efectiva y justa, la Comisión Europea
propuso la creación de un Mecanismo para una Transición Justa que incluye un
Fondo de Transición Justa. Indicó que el Mecanismo debe centrarse en aquellas
regiones y sectores más afectados por la transición, dada su dependencia de los
combustibles fósiles, incluido el carbón, y de los procesos industriales intensi-
vos en gases de efecto invernadero.
El Mecanismo consta de tres pilares:
—el Fondo de Transición Justa;
—un régimen específico en el marco del programa Investeu; y
—un mecanismo de préstamo para el sector público con el Banco Europeo
de Inversiones para movilizar inversiones adicionales en favor de las regio-
nes afectadas.
El apoyo del Fondo de Transición Justa se centra en la diversificación eco-
nómica de los territorios más afectados por la transición climática, así como la
inclusión de sus trabajadores. Los criterios de admisibilidad de las inversiones
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 77

en virtud de los otros dos pilares del Mecanismo para una Transición Justa son
más amplios, a fin de apoyar también actividades relacionadas con la transición
energética.
El Fondo de Transición Justa apoya inversiones en ámbitos como la conec-
tividad digital, las tecnologías energéticas limpias, la reducción de emisiones,
la regeneración de zonas industriales, el reciclaje de trabajadores y la asistencia
técnica.
El Fondo de Transición Justa se ejecuta mediante reglas de gestión compar-
tida, lo cual implica una estrecha cooperación con las autoridades nacionales,
regionales y locales. A fin de acceder al apoyo del Fondo de Transición Justa, los
Estados miembros tienen que presentar planes territoriales de transición justa.
Estos planes indicarán las áreas concretas de intervención, basándose en las re-
percusiones económicas y sociales derivadas de la transición. En particular, es-
tos planes deben tener en cuenta las pérdidas de puestos de trabajo previstas y
la transformación de los procesos de producción de las instalaciones industria-
les con la mayor intensidad de gases de efecto invernadero.
El Fondo de Transición Justa cuenta con un presupuesto global a nivel eu-
ropeo de 17.500 millones eur para el período 2021-2027. Se financiarán 7.500
millones eur dentro del marco financiero plurianual y 10.000 millones eur
adicionales en el marco de NextGenerationeu.
El reparto de estos fondos se delega en los estados miembros y, en particular,
en las regiones afectadas, como veremos en el capítulo siguiente.

2.7.4 Fondos cef (Connecting Europe Facility)


Los proyectos de interés común (pci) pueden optar a financiación del Fon-
do Conectar Europa (cef), que es el fondo de la ue para impulsar la energía,
el transporte y la infraestructura digital. El programa para 2021-2027 asigna un
presupuesto total de 5.800 millones de euros al sector energético. Además de
los proyectos de interés común (pci), incluye una nueva sección para apoyar
proyectos transfronterizos de energías renovables.
Entre 2014 y 2020 149 acciones recibieron financiación, por un total de 4.700
millones de euros. Se destinaron a proyectos de infraestructura de electricidad,
redes inteligentes, CO2 y gas natural, con el objetivo de interconectar mejor
las redes energéticas y fortalecer así el mercado único de la energía en Europa.
De acuerdo con la reciente revisión del reglamento de redes transeuropeas
de energía, y como se verá un poco más adelante, también los proyectos de hi-
78 josé manuel pérez rodríguez §2

drógeno (infraestructura y electrólisis de más de 50 mw) son elegibles para ser


proyecto de interés común, y por tanto, elegibles para financiación de fondos
cef. Los proyectos de redes de hidrógeno serán típicamente financiados a tra-
vés de este mecanismo.
La tasa máxima general de cofinanciación del cef es del 50 % del gasto de ca-
pital del proyecto (capex).

2.7.5 Otros programas europeos (life, horizon, feder)

Life
El programa life 2021-2027 es el único programa de financiación de la ue
enteramente dedicado a objetivos medioambientales, climáticos y energéticos,
generalmente de proyectos con poca madurez y con gran componente de inno-
vación. Hasta la fecha, life ha cofinanciado más de 5.000 proyectos.
En términos de objetivos específicos, el programa busca desarrollar, demos-
trar y promover técnicas, métodos y enfoques innovadores para alcanzar los
objetivos ambientales y climáticos de la ue. También apoya el desarrollo, la
aplicación, el seguimiento y el cumplimiento de la legislación y las políticas per-
tinentes de la Unión, en particular mejorando la gobernanza a todos los nive-
les. Además, el programa pretende actuar como catalizador para el despliegue a
gran escala de soluciones técnicas y políticas exitosas integrando objetivos rela-
cionados en otras políticas y en prácticas de los sectores público y privado, mo-
vilizando inversiones y mejorando el acceso a la financiación.
El programa life 2021-2027 se divide en los siguientes cuatro subprogramas:
—Naturaleza y biodiversidad.
—Economía circular y calidad de vida.
—Mitigación y adaptación al cambio climático.
—Transición a la energía limpia.
El subprograma Transición a una Energía Limpia es un nuevo componente
del programa life, que anteriormente se incluía en Horizonte 2020. Es de es-
pecial relevancia para los proyectos relacionados con el hidrógeno.
life por tanto podría financiar proyectos relacionados con el hidrógeno,
en acciones destinadas a la transición a la energía limpia, el desarrollo de me-
jores prácticas, la coordinación y el desarrollo de capacidades o la elabora-
ción de planes climáticos desarrollados a nivel regional, multirregional y na-
cional. Por tanto, el programa es adecuado para proyectos de demostración,
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 79

pero no está destinado a apoyar la construcción de grandes infraestructuras


de electrólisis.

Horizon
En Horizonte Europa se están llevando a cabo varios proyectos de investi-
gación e innovación sobre el hidrógeno. Estos proyectos se gestionan a través
de Clean Hydrogen Partnership. (2021-2027), una asociación público-priva-
da conjunta respaldada por la Comisión Europea y sucesora de dos empresas
conjuntas anteriores sobre pilas de combustible e hidrógeno. Horizonte Euro-
pa apoya esta entidad con 1.000 millones de euros, a los que se suma la misma
cantidad de socios industriales y de investigación. En mayo de 2022, RePowe-
reuPlan completó esta cantidad con 200 millones de euros, en las mismas con-
diciones que los socios privados, para financiar proyectos del Valle del Hidró-
geno.

Feder
El Fondo Europeo de Desarrollo Regional (feder) y el Fondo de Cohesión
(fc). El feder financia actuaciones destinadas a la integración de las regiones
menos desarrolladas en el mercado interior de la ue. El Fondo de Cohesión
(fc) financia inversiones ambientales y de transporte con uso intensivo de ca-
pital en países de la ue con un ingreso nacional bruto por habitante inferior al
90 % del promedio de la ue. Aunque el hidrógeno no se menciona específica-
mente en los objetivos ni en las prioridades clave de los fondos, el feder y el
fc tienen objetivos específicos del 30 % y el 37 % respectivamente para apoyar
la innovación y el emprendimiento en la transición hacia una economía climá-
ticamente neutra. Por lo tanto, las oportunidades de financiación de proyectos
de hidrógeno dependerán de las prioridades identificadas en los programas na-
cionales y regionales. Esto significa que, en el caso de los proyectos relaciona-
dos con el hidrógeno, es necesario explorar caso por caso si podrían encajar en
las prioridades de los programas pertinentes y las estrategias de especialización
inteligente de los países o regiones de la ue donde se encuentra el beneficiario
potencial. Con estos fondos ha sido financiada la Asociación Europea de Valles
de Hidrógeno, por ejemplo.
El fc y el feder se ejecutan a través de programas nacionales y regionales,
implementado por las autoridades nacionales y regionales pertinentes de acuer-
do con el enfoque de gestión compartida.
80 josé manuel pérez rodríguez §2

Parte del presupuesto del fc se transfiere al Mecanismo Conectar Europa


(cef). El Fondo Europeo de Desarrollo Regional (feder) y el Fondo de Co-
hesión (fc), junto con el Fondo Social Europeo y el Fondo de Transición Justa
(que forma parte del Mecanismo de Transición Justa del Pacto Verde Europeo),
forman los fondos de la Política de Cohesión de la ue.

Bei
El Banco Europeo de Inversiones también desempeña un papel importante
en la financiación de proyectos de infraestructura transfronterizos.

2.7.6 El Banco Europeo del Hidrógeno. El mecanismo H2 Global


En septiembre de 2022, y como reacción a la recién aprobada Inflation Re-
duction Act32 (ira) de los Estados Unidos, la Comisión anunció la creación de
un Banco Europeo de Hidrógeno para crear seguridad de inversión y oportuni-
dades comerciales para la producción europea y mundial de hidrógeno renova-
ble. No está diseñado para ser una institución física, sino que es un instrumen-
to de financiación gestionado internamente por los servicios de la Comisión
Europea.
En marzo de 2023 la Comisión concretó un poco más sus planes, en lo relati-
vo al suministro doméstico de este hidrógeno. Este mercado doméstico se arti-
cularía a través de subastas organizadas por el Fondo de Innovación a partir de
otoño de 2023, cuyo objetivo es buscar reducir el gap entre el coste de produc-
ción del H2 renovable y el fósil. Para poder realizar esta subasta, fue necesario
modificar la Directiva de Comercio de Emisiones para permitir que el Fondo
de Innovación de la ue se pudiera articular en torno a subastas.
En agosto de 2023 se publicaron los términos y condiciones de la primera su-
basta doméstica, que fue a modo de piloto. En ella se subastaron «green pre-
miums» en €/kg H2 a 10 años. Se usará un sistema de pay-as-bid sin precio mí-
nimo en el que los productores de hidrógeno pujarán por la retribución mínima
que están dispuestos a recibir. Los pagos se ejecutarán previa entrega certifica-
da y verificada de los volúmenes acordados de H2 a los consumidores. Además,
la producción de hidrógeno deberá cumplir con lo estipulado en las versiones
definitivas de los Actos Delegados de la Directiva de Renovables, si bien se per-
mite cierta flexibilidad en la producción de hidrógeno que no cumpla los ac-
tos delegados. La subasta abrió en noviembre de 2023, y cerró a principios de
32
‹https://www.congress.gov/bill/117th-congress/house-bill/5376›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 81

febrero de 2024. Los primeros resultados se esperan en abril/mayo de 2024 y


con las lecciones aprendidas se refinarían las reglas para las siguientes subastas.
En esta primera subasta se requiere que el hidrógeno cumpla el acto delegado
de adicionalidad, permitiéndose que parte de la producción de un electroliza-
dor subsidiado no la cumpla, siempre que se garantice que toda la producción
tiene una reducción de emisiones de al menos el 70 %.
A fecha de febrero de 2024, se conoce que ha habido 132 ofertas presentadas
para una subasta con un presupuesto muy bajo de 800 millones de euros, por
lo que el apetito es bastante grande.
A principios de 2024 se anunció que las siguientes subastas estarían financia-
das con 2.200 M€, y que se celebrarían alrededor de otoño de 2024.
El ámbito internacional del Banco todavía está en definición. La intención
es que también se cubra el cost gap entre el hidrógeno renovable producido en
terceros países y transportado a la ue y el hidrógeno y los combustibles fósiles
que este pueda reemplazar dentro de la ue. En un primer momento se preten-
de asimilar al sistema de subasta doméstico, pero considerando los riesgos aña-
didos de la producción en terceros países. En el futuro podría evolucionar en
un sistema de subasta double-sided, como el mecanismo H2 Global, en el que
una entidad intermediaria firme los acuerdos con cada parte y asuma parte del
riesgo. La Comisión está explorando distintas posibilidades de financiación pa-
ra este ámbito.
El mecanismo H2 Global es un instrumento basado en la competencia para
promover tecnologías limpias como el hidrógeno a escala industrial. Para la di-
ferencia entre el coste del hidrógeno y lo que los consumidores están dispues-
tos a pagar, H2 Global ha constituido una sociedad intermediaria denominada
Hintco para celebrar contratos de compra a largo plazo por el lado de la ofer-
ta y contratos de venta a corto plazo por el lado de la demanda (mecanismo
«double-sided»). Basado en un mecanismo análogo al enfoque de Contratos
por Diferencia (CfD), la diferencia entre los precios de oferta (producción y
transporte) y los precios de demanda se compensará mediante subvenciones de
un organismo de financiación público o filantrópico.
La fuente de financiación de la primera subasta de H2Global es el Ministerio
Federal Alemán de Asuntos Económicos y Acción Climática (bmwk) para hi-
drógeno o derivados procedentes de fuera de la Unión Europea. En línea con los
objetivos del programa de estímulo económico del gobierno alemán, H2Glo-
bal establecerá asociaciones de comercio exterior con países en los que se pue-
82 josé manuel pérez rodríguez §2

da producir hidrógeno limpio de manera eficiente debido a su ubicación geo-


gráfica. Además, se establecerán tecnologías limpias en los países socios donde
se apoyará la transición energética local y se contribuirá a satisfacer la demanda
masiva de productos limpios en Alemania y Europa. Para la primera ronda de
subastas de derivados verdes, bmwk financiará con 900 millones de euros. Los
gobiernos alemán y holandés han destinado más financiación. Los efectos que
H2Global promueve indirectamente son, por ejemplo, el desarrollo de infraes-
tructura, modelos de mercado y cadenas de suministro que aún no existen para
la economía del hidrógeno.

2.8 Las ayudas de Estado


El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (tfue) exige a los Esta-
dos miembros que notifiquen todas las ayudas estatales a la Comisión Europea
y que las ejecuten únicamente después de que la Comisión Europea las haya
aprobado. Por tanto, la regla general es que cualquier subsidio que los Estados
miembros concedan a un proyecto como el hidrógeno renovable, debe pasar la
aprobación previa por parte de Europa.
No obstante, el denominado Reglamento de habilitación europeo faculta a la
Comisión para declarar compatibles con el mercado único determinadas cate-
gorías de ayudas estatales y eximirlas de la obligación de notificación que esta-
blece el Tratado. Por ello, bajo determinadas circunstancias, los Estados miem-
bros tienen cierta libertad para subsidiar proyectos siempre que no se superen
unos determinados límites, bajo el denominado Reglamento General de Exen-
ción por Categorías que ahora veremos.
En caso de pedir autorización a la Comisión Europea a través de la notifica-
ción, hay varios caminos para que los Estados miembros soliciten poder prestar
apoyo a proyectos de hidrógeno, como pueden ser los ipcei que luego veremos,
las directrices sobre ayudas estatales en materia de clima, protección del medio
ambiente y energía, o el marco temporal de transición.

2.8.1 El Reglamento General de Exención por Categorías


(rgec o gber)
El Reglamento general de exención por categorías33 permite a los Estados
miembros aplicar directamente determinadas medidas de ayuda, con plena se-
33
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/txt/?uri=celex:02014R0651-20230701›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 83

guridad jurídica. El Reglamento general de exención por categorías de 2014 exi-


me a determinadas categorías de ayudas estatales del requisito de notificación
previa a la Comisión, cuando los beneficios para la sociedad compensan el per-
juicio que se pueda causar a la libre competencia. Como consecuencia de ello,
los Estados miembros ejecutan ahora más del 90 % de todas las nuevas ayudas
estatales sin necesidad de aprobación previa por parte de la Comisión. Esta si-
tuación se ajusta al planteamiento de la Comisión de centrarse en cumplir más
y con mayor rapidez, y al mismo tiempo hacer menos donde su intervención
no suponga un valor añadido.
El hecho de que una medida de ayuda estatal no cumpla los criterios del rgec
no significa que sea incompatible con las normas sobre ayudas estatales de la
ue, sino únicamente que la medida debe notificarse (antes de su ejecución) a la
Comisión, que evaluará a continuación si la ayuda estatal puede aprobarse con
arreglo a otras normas de la ue sobre ayudas estatales.
No obstante, el incremento de ambición ambiental de la que hemos habla-
do anteriormente y las consecuencias de la guerra de Ucrania y la pandemia de
covid-19, han dado lugar a la necesidad reciente de revisar esta norma y otras
relacionadas con la concesión de ayudas Estatales. Así, se han aprobado algu-
nas modificaciones, destacando la aprobada en marzo de 2023, que concede a
los Estados miembros más flexibilidad a la hora de formular y ejecutar ayudas
en sectores clave para la transición hacia la neutralidad climática y hacia una in-
dustria sin emisiones netas.
Los proyectos de hidrógeno quedarían recogidos en esta norma bajo los artí-
culos 36 (ayudas medioambientales) y 41 a 43 (ayudas a la inversión y a la ope-
ración de energías renovables).
En concreto, y para el hidrógeno renovable, las recientes modificaciones per-
miten que:
—Se amplía el umbral de subsidio permitido por proyecto y por compañía
de 15 millones de euros a 30.
—Se mejora la fórmula de apoyo a la inversión, que pasa a ser hasta un
máximo de un 45 % del coste de la inversión total para grandes empre-
sas, en lugar de ser el 45 % del coste minorado de la inversión, en el que
había que detraer la inversión equivalente de una tecnología conven-
cional.
—Se amplía el tamaño de planta que puede recibir ayudas a la operación, de
0,5 mw a 3 mw (6 mw en el caso de proyectos de demostración).
84 josé manuel pérez rodríguez §2

Es bajo este marco normativo (anterior a las recientes modificaciones) que


en España se han concedido las ayudas de los pertes de Pioneros y Cadena de
Valor.

2.8.2 El marco temporal de crisis y transición (tctf)


Nuevamente, a raíz de la guerra de Ucrania, la Comisión Europea adoptó me-
didas extraordinarias para flexibilizar la posibilidad de que los Estados miem-
bros puedan otorgar ayudas a empresas radicadas en sus territorios. Así, en mar-
zo de 2022, nació el entonces denominado «marco temporal de crisis», que
amplió el horizonte de supuestos bajo el cual se podían conceder ayudas.
El marco temporal de crisis se modificó por primera vez en julio de 2022 para
complementar el paquete por el que la Comisión Europea adoptó medidas para
afrontar el primer invierno de la guerra, y en consonancia con los objetivos del
Plan Repowereu, y se revisó de nuevo en octubre de 2022, en consonancia con
nuevas medidas para hacer frente a los elevados precios del gas en la ue y garan-
tizar la seguridad del suministro en invierno.
En marzo de 2023, volvió de nuevo a modificarse, esta vez ya con el nombre
de «Marco Temporal de Crisis y Transición»34 introduciendo los siguientes
aspectos:
—Prorroga la posibilidad hasta 31 de diciembre de 2025 para que los Estados
miembros sigan apoyando medidas para la transición hacia una industria
con cero emisiones netas. Esto afecta, en particular, a las energías renova-
bles y el almacenamiento de energía, y para la descarbonización de los pro-
cesos de producción industrial. No obstante, esto no impide que el Estado
deba pedir permiso a Europa para aplicar estas medidas, si bien el proceso
es mucho más rápido que ir por otro camino como pueden ser las Directri-
ces de Ayudas al Medioambiente y Energía.
—Los sistemas de apoyo a las energías renovables, el almacenamiento y la des-
carbonización de la industria se vuelven más fáciles de diseñar gracias a que:
i) simplifica la concesión de ayudas a pequeños proyectos y tecnologías me-
nos maduras, tales como el hidrógeno renovable, eliminando la necesidad
de licitación pública en algunos supuestos; ii) amplía las posibilidades de
prestar apoyo al despliegue de todos los tipos de fuentes de energía renova-
bles; iii) amplía las posibilidades de prestar apoyo a la descarbonización de

34
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/txt/?uri=uriserv:oj.c_.2023.101.01.0003.01.eng›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 85

los procesos industriales y a la transición hacia derivados del hidrógeno; y


iv) prevé límites máximos de ayuda más elevados y cálculos simplificados.
—Introduce nuevas medidas, aplicables hasta el 31 de diciembre de 2025, para
seguir prestando asistencia financiera para la fabricación de baterías, pane-
les solares, turbinas eólicas, bombas de calor, electrolizadores y captura y al-
macenamiento de carbono. Más concretamente, los Estados miembros pue-
den incluso prestar un mayor apoyo a empresas individuales, cuando exista
riesgo de deslocalización de inversiones. En tales situaciones, los Estados
miembros pueden proporcionar el importe de la ayuda que el beneficiario
podría recibir por una inversión equivalente en esa ubicación alternativa
(la denominada »ayuda de compensación«), o el importe necesario para
incentivar a la empresa a localizar la inversión en Europa (el denominado
»déficit de financiación» o «funding gap»), eligiéndose el que sea menor.
Por el momento, aún no consta que España haya utilizado esta herramienta
para subsidiar proyectos de hidrógeno. Recientemente, Portugal ha obtenido
la autorización de la Comisión Europea por esta vía para lanzar una subasta de
proyectos de producción de hidrógeno y de biometano cuya producción se in-
yectaría a la red de gas natural, en el que la remuneración sería derivada del valor
de la subasta en euros/MWh inyectado.

2.8.3 Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (ipcei)


Cuando la iniciativa privada que apoya la innovación y la infraestructura de
vanguardia no se materializa debido a los importantes riesgos que implican di-
chos proyectos, las normas de ayuda estatal de la ue permiten a los países de la
ue llenar el vacío de manera conjunta para superar estas fallas del mercado con
un «proyecto importante de interés común europeo» (ipcei en sus siglas en
inglés).
Los ipcei son proyectos ambiciosos, transfronterizos e integrados, impor-
tantes debido a su contribución a los objetivos de la ue, que si bien pueden in-
troducir grandes distorsiones de la competencia con los subsidios que puedan
recibir, al menos han de probar que garantizan efectos indirectos positivos para
el mercado interior y la Unión Europea en su conjunto.
La Comunicación de la Comisión sobre los ipcei35 establece los criterios
de admisibilidad y compatibilidad pertinentes. Este documento es original de
2014, habiendo sido revisado en 2021.
35
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/txt/?uri=uriserv:oj.c_.2021.528.01.0010.01.eng›.
86 josé manuel pérez rodríguez §2

Como proyectos integrados en ámbito europeo, se requiere que al menos


4 países se pongan de acuerdo para hacer la solicitud conjunta a la Comisión.
En diciembre de 2020, 22 países de la ue y Noruega firmaron un manifies-
to por el que se comprometieron a lanzar un ipcei en el sector del hidrógeno.
Los firmantes se comprometieron a diseñar y coordinar conjuntamente los
ipcei. También acordaron que los proyectos deberían cubrir toda la cadena de
valor del hidrógeno limpio, desde la producción de hidrógeno renovable y con
bajas emisiones de carbono hasta el almacenamiento, la transmisión y la distri-
bución de hidrógeno, y la aplicación del hidrógeno, especialmente en los sec-
tores industriales.
Tras una evaluación de la Comisión Europea, el primer conjunto de 41 pro-
yectos de hidrógeno limpio, denominados ola «Hy2Tech», recibió la aproba-
ción en julio de 2022. Estos proyectos recibirán hasta 5.400 millones de euros
en financiación pública. Se espera que esto desbloquee 8.800 millones de euros
adicionales en inversiones privadas. Este grupo de proyectos está orientado a
tecnologías para el desarrollo del hidrógeno. Entre ellos, se encuentran 4 pro-
yectos españoles.
Hy2Tech es un proyecto común conformado entre 15 Estados miembros pa-
ra fomentar el avance de la tecnología en la creación de una cadena de valor del
hidrógeno europea. Con la participación en este ipcei, los Estados miembros
buscan cumplir los objetivos de la Alianza Europea de Hidrógeno Limpio, así
como los de la descarbonización de la economía. Está dedicado al desarrollo de
tecnologías innovadoras para producir hidrógeno renovable y con bajas emi-
siones de carbono mediante electrólisis, gasificación u otros procesos; así como
al impulso del uso de hidrógeno en pilas de combustible para aplicaciones mó-
viles o estacionarias; y/o al almacenamiento, el transporte, la distribución y la
aplicación final del hidrógeno en la industria y el transporte.
El segundo grupo de proyectos de hidrógeno limpio recibió la aprobación
de la Comisión Europea en septiembre de 2022. Estos 35 proyectos en 13 países
de la ue, agrupados bajo la denominación «Hy2Use» recibirán hasta 5.200
millones de euros en financiación pública, lo que se espera que atraiga 7.000
millones de euros adicionales en inversiones privadas. Entre ellos, se encuen-
tran 7 proyectos españoles, el segundo país con más proyectos tras los Países
Bajos. Este grupo de proyectos está orientado a la producción a gran escala
para uso industrial y para usos innovadores del hidrógeno integrados en la in-
dustria.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 87

El tercer grupo de proyectos, en la ola denominada «Hy2Infra» ha sido


aprobado en febrero de 2024, y no incluye ningún proyecto en España. La ti-
pología de proyectos está orientada a las infraestructuras de hidrógeno.
A fecha de febrero de 2024, están pendientes olas adicionales que se espera
que sean aprobadas en los próximos meses.
La aprobación por parte de la dirección de competencia de la Comisión Eu-
ropea es un paso necesario para que los Estados miembros puedan crear esque-
mas de ayuda. En el caso español, lo veremos en un capítulo posterior.

2.8.4 Las Directrices de Ayudas de Estado a la Energía y Clima


(ceeag)
Las Directrices sobre ayudas estatales para el clima, la protección del medio
ambiente y la energía (ceeag), aprobadas en 2022,36 sustituyeron a las Direc-
trices sobre ayudas estatales para la energía y el medio ambiente (eeag). Las
Directrices establecen las condiciones en las que las ayudas estatales concedi-
das por los Estados miembros en el ámbito del clima, la protección del medio
ambiente y la energía pueden considerarse compatibles con el mercado único.
De este modo, se busca unificar criterios para que la Comisión evalúe el apoyo
de los Estados miembros en estos ámbitos.
Las disposiciones de las Directrices se complementan con el Reglamento Ge-
neral de Exención por Categorías, que como comentamos establece condicio-
nes de compatibilidad ex ante sobre cuya base los Estados miembros pueden
implementar medidas de ayuda estatal sin notificación previa a la Comisión.
Las Directrices sirven para apoyar proyectos para la protección del medio
ambiente, incluida la protección del clima y la generación de energía verde. In-
cluyen secciones para apoyar la descarbonización de la economía incluidas las
energías renovables, medidas de eficiencia energética, ayudas para una movili-
dad limpia, infraestructuras, economía circular, reducción de la contaminación,
protección y restauración de la biodiversidad, así como medidas para garantizar
la seguridad del suministro energético. Las normas tienen como objetivo ayudar
a los Estados miembros a cumplir sus ambiciosos objetivos energéticos y climá-
ticos de la ue, evitando en lo posible distorsiones de la competencia.
Las Directrices revisadas incluyen ajustes importantes para alinear las reglas
con las prioridades estratégicas de la Comisión, en particular las establecidas
en el Pacto Verde Europeo y en las entonces propuestas del paquete Fit for 55.
36
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/en/txt/?uri=uriserv:oj.c_.2022.080.01.0001.01.eng›.
88 josé manuel pérez rodríguez §2

En particular, la nueva ceeag incluye:


—Nuevas categorías de inversiones y tecnologías. Una nueva sección única
cubre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, incluso
a través de inversiones en energías renovables, incluyendo el hidrógeno re-
novable, eficiencia energética en los procesos de producción y descarboni-
zación industrial. Las normas revisadas generalmente permiten cantidades
de ayuda de hasta el 100 % del déficit de financiación, especialmente cuan-
do la ayuda se concede tras un proceso de licitación competitivo, e intro-
ducen nuevos instrumentos de ayuda, como los contratos de carbono por
diferencia para ayudar a los Estados miembros a responder a las necesida-
des ecológicas de industria.
—Secciones nuevas o actualizadas sobre ayudas para la reducción de la con-
taminación distinta de la debida a gases de efecto invernadero.
—Posibilidad de pedir reducciones de determinadas tasas y cargos por el uso
de electricidad para usuarios intensivos de energía, para limitar el riesgo de
que, debido a estos impuestos, las actividades en ciertos sectores se trasla-
den a otros lugares con menos requisitos ambientales que la ue. Esta po-
sibilidad es especialmente interesante para reducir el coste de electricidad
en los proyectos de hidrógeno electrolítico.
—Fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, en general. Es poco pro-
bable que se aprueben medidas que impliquen nuevas inversiones en gas
natural a menos que se demuestre que las inversiones son compatibles con
los objetivos climáticos de la Unión.

2.8.5 Las directrices de compensación de costes indirectos de


CO2
En el marco de la Directiva de Comercio de Emisiones de CO2, las deno-
minadas Directrices rcde,37 revisadas en 2020, tienen por objeto reducir el
riesgo de que se produzcan «fugas de carbono» en el caso de que las empre-
sas decidan trasladar la producción a terceros países con políticas climáticas
menos ambiciosas, lo que reduce la actividad económica en la ue y no permi-
te disminución alguna de las emisiones de gases de efecto invernadero a esca-
la mundial.
Las Directrices permiten a los Estados miembros compensar a las empresas
de los sectores de riesgo por los precios de la electricidad más elevados resul-
37
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/?uri=celex:52020xc0925 (01)›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 89

tantes de las señales de precios del carbono creadas por el rcde ue (los deno-
minados «costes indirectos de las emisiones»). Las Directrices impiden que
esta compensación sea excesiva, para que las empresas tengan señales suficientes
para la descarbonización.
En este contexto, las Directrices:
—centrarán las ayudas únicamente en los sectores que presentan riesgo de
fugas de carbono debido a los elevados costes indirectos de las emisiones y
a su fuerte exposición al comercio internacional. Sobre la base de una me-
todología objetiva, son admisibles diez sectores y veinte subsectores (fren-
te a los 13 sectores y siete subsectores contemplados en las anteriores Di-
rectrices). El sector del hidrógeno está incluido como fabricación de gases
industriales, incluyendo el hidrógeno limpio;
—establecen un porcentaje de compensación estable del 75 % en el nuevo
período (frente al 85 % que había anteriormente) y excluirán la compensa-
ción por tecnologías no eficientes, a fin de mantener los incentivos de las
empresas en pro de la eficiencia energética,
—condicionarán la compensación a esfuerzos adicionales de descarboni-
zación por parte de las empresas en cuestión, como el cumplimiento de
las recomendaciones formuladas en sus auditorías de eficiencia energé-
tica.
La financiación de estas medidas viene derivada de la recaudación que los Es-
tados miembros realicen por la venta de derechos de emisión.
Con la última revisión de estas Directrices, incluso el suministro de electrici-
dad 100 % renovable estaría cubierto, que en versiones anteriores no lo estaba
al pensarse erróneamente que el suministro de electricidad renovable no incluía
costes de CO2.

2.9 Financiación nacional al hidrógeno

2.9.1 El Plan de Recuperación. La componente 9. El perte erha


El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (prtr) español, fi-
nanciado con fondos Next Generation, establece que casi un 40 % de las inver-
siones se destinarán a la transición energética. El plan se dividió inicialmente
en componentes, siendo la componente 9 la dedicada a la financiación de pro-
yectos de hidrógeno renovable, con 4 líneas:
90 josé manuel pérez rodríguez §2

Línea 1
Impulsar la cadena de valor innovadora y de conocimiento: medidas de
apoyo a las pymes y los centros tecnológicos para permitirles mejorar sus ca-
pacidades productivas y la transferencia tecnológica, destacando las siguien-
tes:
—Construcción de instalaciones y equipos de ensayo vinculados a la
i+d+i.
—Mejora de las instalaciones y adquisición de equipos de fabricación de
equipos y componentes.
—Desarrollo de equipos (ej. electrolizadores, compresores, bombonas, pilas
de combustible) que permitan reducir los costes de producción, logística
y consumo del hidrógeno renovable.

Línea 2
Creación de un clúster de hidrógeno renovable para la integración secto-
rial que concentre espacialmente la producción, transformación y consumo a
gran escala desplazando materias combustibles fósiles. Este clúster reunirá las
siguientes características:
—Localización en un polo industrial en los que se localizan los principales
consumidores de hidrógeno (de origen fósil en la actualidad) y se ubicaría
el electrolizador, con posible extensión a otras localizaciones para abarcar
el mayor número de sectores de actividad posible.
—Gobernanza a través de una colaboración público-privada, con la partici-
pación por parte del sector público del Instituto para la Diversificación y el
Ahorro de la Energía (idae) y el Centro Nacional del Hidrógeno (cnh2)
para la supervisión y asesoramiento técnico de los proyectos.

Línea 3
Desarrollo de proyectos Singulares pioneros que permitan la introducción
del hidrógeno renovable, entre otros, en otros polos industriales distintos al in-
cluido en el clúster y en sistemas energéticos aislados, así como la integración
del suministro de hidrógeno renovable en el transporte, la generación eléctrica
y los usos térmicos. El tamaño de estos proyectos será significativamente infe-
rior al del clúster, si bien se buscarán tamaños mínimos que permitan aprove-
char economías de escala, sinergias y optimicen en su ámbito los procesos de
descarbonización con hidrógeno renovable.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 91

Línea 4
Actuaciones de apoyo para integrar la cadena de valor nacional en la cadena
de valor comunitaria, mediante líneas de apoyo para la participación de empre-
sas nacionales en proyectos y consorcios europeos, incluyendo una contribu-
ción para la participación en el proyecto ipcei de hidrógeno.

Mediante el Real Decreto-Ley 36/2020,38 se crea la figura de los Proyectos


Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (pertes) co-
mo una vía para canalizar de forma más flexible la adjudicación y ejecución de
los fondos, basada en la colaboración público-privada. Así, se adapta el marco
normativo de los instrumentos de la colaboración público-privada a fórmulas
más flexibles que, cumpliendo la normativa comunitaria, permita llevar más fá-
cilmente adelante los distintos proyectos tractores contemplados en el Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Así, se crea el perte erha (Energías Renovables, Hidrógeno y Almacena-
miento) para articular las ayudas a estos sectores, a través de convocatorias en
las que, en general, pueden participar las empresas en régimen de concurrencia
competitiva, lo que permitirá seleccionar los mejores proyectos. Las convoca-
torias compartirán unos criterios de selección comunes que tendrán en cuenta
la participación de pymes, el impacto sobre la cohesión territorial, la creación
de empleo y la innovación.
Los proyectos beneficiarios se ejecutarán hasta 2026. Sus instrumentos y me-
didas movilizarían inicialmente una inversión total superior a 16.300 millones
de euros, de los cuales 1.550 iban inicialmente destinados al hidrógeno renova-
ble en la mencionada componente 9.
En la adenda al Plan de Recuperación, se incluye un nuevo capítulo destina-
do a la financiación de las actuaciones bajo la iniciativa Repowereu, con cerca
de 7.000 millones de euros de financiación de los que cerca de 4.200 millones
de euros están dirigidos al perte erha. Asimismo, la apuesta por el Hidróge-
no renovable se pone de manifiesto duplicando la inversión prevista en el plan
inicial con la incorporación de 1.600 millones de euros adicionales para el de-
sarrollo de la cadena de valor, nuevos proyectos pioneros, la creación de valles
del hidrógeno y el apoyo de proyectos ipcei.
Además, en este perte se incorpora una nueva inversión dirigida a fortale-
cer la capacidad industrial en la cadena de valor de las energías renovables con
38
‹https://www.boe.es/buscar/act.php?id=boe-a-2020-17340›.
92 josé manuel pérez rodríguez §2

1.000 millones de euros y otra inversión dotada con cerca de 1.000 millones de
euros orientada a incrementar la seguridad y flexibilidad del sistema eléctrico,
fomentando la introducción de renovables en el sistema eléctrico y a desarrollar
proyectos de descarbonización, como fábricas de baterías y proyectos de pro-
ducción de hidrógeno.
En el perte de descarbonización, lanzado en 2023, también se incluye la po-
sibilidad de financiar proyectos de uso del hidrógeno renovable.

2.9.2 Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (ipcei)


En enero del 2023, unos meses después de la autorización europea, se aprueba
el Real Decreto 4/2023,39 por el que se regula la concesión directa de subven-
ciones a los proyectos españoles por su participación en el Proyecto importan-
te de Interés Común Europeo de tecnología de hidrógeno ipcei «Hy2Tech».
El valor de la ayuda total concedida ha sido de 74 millones de euros a repar-
tir entre los 4 proyectos.
Estas ayudas se enmarcan dentro de la línea 4 de la componente 9 del prtr
y dentro del perte erha.
A fecha de febrero de 2024 aún no ha sido aprobado el esquema de ayudas a
los proyectos ipcei de la ola Hy2Use.

2.9.3 Programas Pioneros y Cadena de Valor


Mediante la Orden ted/1445/202140 se aprobaron las bases reguladoras del
Programa de incentivos a proyectos pioneros y singulares de hidrógeno renova-
ble (Programa H2 Pioneros). Este programa forma parte de la Componente 9,
línea 1 del Plan de Recuperación, transformación y Resiliencia (prtr). El valor
de las ayudas sigue las reglas del entonces vigente rgec, que no permitía más
de 15 millones de euros por empresa y por proyecto, y que tiene una intensidad
de ayuda limitada también por dicho reglamento europeo.
Se trata, junto al programa cadena de valor, de una de las dos primeras líneas
de ayudas para el impulso del hidrógeno renovable aprobadas por el Ministerio
para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (miteco) dentro del Pro-
yecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Ener-
gías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (perte erha).

39
‹https://www.boe.es/boe/dias/2023/01/11/pdfs/boe-a-2023-629.pdf›.
40
‹https://www.boe.es/boe/dias/2021/12/24/pdfs/boe-a-2021-21342.pdf›.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 93

Hasta febrero de 2024 se han realizado 2 convocatorias, en 2022 y 2023, fi-


nanciadas con 150 millones de euros cada una. La primera convocatoria estaba
limitada a proyectos de electrólisis de hasta 20 mw, mientras que la segunda se
amplió hasta los 50 mw.
También en diciembre de 2021 se aprueban las bases reguladoras de los Pro-
gramas de incentivos a la cadena de valor innovadora y de conocimiento del hi-
drógeno renovable en el marco del prtr mediante la Orden ted/1444/202141
(Programa H2 Cadena de Valor).
Dicho programa a su vez se divide en 4, dentro de las cuales la mayor parte
de las actuaciones van dirigidas a proyectos de i+d+i, con excepción del ter-
cero, denominado «Grandes demostradores de electrólisis». Las actuaciones
subvencionables serían:
a) Subprograma 3 a): desarrollo y fabricación de un prototipo de gran elec-
trolizador.
b) Subprograma 3 b): de integración real y efectiva de un gran electrolizador
en un contexto operativo industrial como demostrador de la viabilidad de
la producción masiva de hidrógeno renovable. Este demostrador de la in-
tegración sectorial deberá situarse por encima de los 20 mw de capacidad
de electrólisis.

La financiación de dichos subprogramas en la única convocatoria realizada


hasta febrero de 2024 ha sido de 40 y 60 millones de euros, respectivamente, si
bien el primer subprograma quedó desierto por lo que se aumentaron las par-
tidas destinadas al segundo subprograma. Las reglas del segundo subprograma
son prácticamente idénticas a las del programa pioneros. En este caso, los elec-
trolizadores podían llegar a una potencia de 50 mw.
En ambos programas, pioneros y cadena de valor, la localización de proyec-
tos en zonas de transición justa o reto demográfico aumentaba la puntuación y
el importe de ayudas máximas en un 5 %.

2.9.4 Programa de Clusters de Hidrógeno


La línea 2 de la componente 9, a fecha de febrero de 2024, está pendiente de
convocatoria.

41
‹https://www.boe.es/boe/dias/2021/12/24/pdfs/boe-a-2021-21341.pdf›.
94 josé manuel pérez rodríguez §2

2.9.5 La compensación de costes indirectos de CO2


Es de esperar que los proyectos de hidrógeno renovable puedan acogerse al
Estatuto del Consumidor Electrointensivo, y acceder a las ayudas por compen-
sación de costes indirectos, lo que contribuiría sin duda a la reducción del cos-
te de la electricidad.
El mayor inconveniente viene derivado de la incertidumbre de estas ayudas
que en el caso español dependen de la aprobación de los Presupuestos Genera-
les del Estado cada año y de las partidas que se decidan consignar por parte del
Gobierno, lo que no permite la integración fácil de este supuesto en los planes
de negocio de los promotores de los proyectos.

2.9.7 Fondos de Transición Justa


La Comisión Europea aprobó en diciembre de 2022, el Programa de Transi-
ción Justa de España, que incluye el Plan Territorial de Transición Justa. Contie-
ne las tipologías de actuaciones elegibles para ejecutar los 868 millones de euros
de ayuda del europeo Fondo de Transición Justa (ftj) que le corresponden al
país y que recalarán en los territorios elegibles de seis comunidades autónomas
—Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León, Galicia e Islas Baleares— afec-
tados por el cierre de minas de carbón y centrales térmicas de carbón. Se estima
que las ayudas, que se repartirán hasta 2027, apoyarán a más de 1.900 empresas,
la gran mayoría Pymes, impulsando la generación de unos 6.000 puestos de tra-
bajo a tiempo completo.
El reparto del Fondo de Transición Justa Europeo, por Comunidades Autó-
nomas, ha quedado establecido así:
Andalucía: 154 M€
Aragón: 92 M€
Principado de Asturias: 263 M€
Castilla y León: 197 M€
Galicia: 111 M€
Islas Baleares: 17 M€
Gestión del Instituto para la Transición Justa: 52 M€
El Instituto para la Transición Justa (itj) ha diseñado el Plan y el Programa
cooperando con las seis comunidades autónomas implicadas, buscando optimi-
zar las posibilidades del ftj, un instrumento novedoso de la Política de Cohe-
sión europea, que por primera vez se ha focalizado en retos concretos —los liga-
dos a la transición justa— y en territorios concretos, a nivel provincial o inferior.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 95

El ftj tiene algunas ventajas frente a otras herramientas de Cohesión. Des-


taca que, bajo ciertas condiciones, pueden recibir su apoyo las instalaciones su-
jetas al mercado europeo de emisiones de carbono y las grandes empresas para
inversiones productivas, hasta un máximo del 15 % y el 30 % de los fondos to-
tales, respectivamente; además, tiene unas tasas de cofinanciación un 10 % más
elevadas que las del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (feder) en regio-
nes transición y más desarrolladas, de modo que el gasto total a certificar ante
las autoridades comunitarias ascenderá a unos 1.250 millones.
Las ayudas con cargo al ftj podrán ejecutarse hasta 2029, con el grueso —
unos 500 millones— concentrado hasta 2026.
Las tipologías de actuaciones a financiar se han clasificado en las siguientes
categorías, comunes a todos los territorios:
—Transformación ecológica de la industria y fomento de la movilidad soste-
nible, la economía circular y la eficiencia energética.
—Impulso a la cadena de valor de las energías renovables, el autoconsumo, el
almacenamiento energético y el hidrógeno renovable.
—Impulso a pymes y proyectos empresariales tractores para la diversificación
económica de los territorios.
—Fomento de la investigación, desarrollo e innovación (i+d+I), la integra-
ción de las tic y la transformación digital.
—Rehabilitación ambiental, conservación de la naturaleza, biodiversidad y
ecosistemas, promoción del patrimonio histórico y cultural relacionado
con la minería y la industria, y fomento del turismo sostenible.
—Impulso a infraestructuras sociales, la economía social e iniciativas de for-
mación y cualificación.
Hasta la fecha de febrero de 2024 aún no se ha realizado ninguna convoca-
toria para grandes empresas o instalaciones sujetas al comercio de derechos de
emisión. Se espera que en estas convocatorias tengan cierto protagonismo los
proyectos de hidrógeno renovable, pues así se ha recogido en los planes territo-
riales de transición justa.

2.10 Grupos de presión


El sector del hidrógeno limpio no se entendería sin conocer cuáles son los
principales grupos de presión que están empujando por el desarrollo del mis-
mo.
96 josé manuel pérez rodríguez §2

2.10.1 Europeos

2.10.1.1 Alianza Europea del Hidrógeno Verde (European Clean Hydrogen


Alliance)
La Alianza Europea por un Hidrógeno Limpio se creó por parte de la Co-
misión Europea en julio de 2020 para apoyar el despliegue a gran escala de tec-
nologías de hidrógeno limpio para 2030. Reúne la producción de hidrógeno
renovable y con bajas emisiones de carbono, la demanda en la industria, la mo-
vilidad y otros sectores, y la transmisión y distribución de hidrógeno. Sus miem-
bros provienen de la industria, las autoridades públicas, la sociedad civil y otras
partes interesadas. Cuenta con más de 1000 miembros.
La alianza está estructurada en mesas redondas temáticas, siendo una de ellas
la mesa de producción de H2.
Entre las principales actividades de la alianza está la del desarrollo de encues-
tas periódicas entre sus miembros para identificar proyectos relacionados con
alguna parte de la cadena de valor del hidrógeno limpio. También han desarro-
llado trabajos identificando barreras regulatorias, principalmente en lo relativo
a la obtención de permisos, y estandarización.

2.10.1.2 Hydrogen Europe


Hydrogen Europe es la mayor asociación europea que representa los intereses
de la industria del hidrógeno y sus partes interesadas y promueve el hidrógeno
como facilitador de una sociedad sin emisiones.
Hydrogen Europe defiende la neutralidad tecnológica, es decir, es ag-
nóstico en cuanto a qué tipo de tecnología se utilice para la producción
de hidrógeno, siempre que dé lugar a hidrógeno de bajas emisiones de car-
bono.

2.10.1.3 Renewable Hydrogen Coalition (rhc)


rhc promueve el papel fundamental del hidrógeno renovable para alcan-
zar los objetivos de descarbonización a largo plazo de la ue. La Coalición es
la voz de una red interdisciplinaria de alto nivel de empresas emergentes, in-
versores, emprendedores, empresas innovadoras y compradores industriales,
todos dedicados a hacer de Europa el líder mundial en soluciones de hidróge-
no renovable.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 97

2.10.1.4 Clean Hydrogen Partnership – Joint Undertaking


La Clean Hydrogen Partnership (chp) o Asociación para un Hidrógeno
Limpio es una asociación pública-privada respaldada por la Comisión Europea,
y financiada a través del programa Horizon Europe. Se basa en el éxito de su pre-
decesor, la Fuel Cell & Hydrogen Joint Undertaking (Empresa Conjunta sobre
Pilas de Combustible e Hidrógeno), e incluye también la Plataforma de los Va-
lles del Hidrógeno , una iniciativa liderada por la ue en el marco de la Misión
Innovación. En marzo de 2023, la Comisión y las partes interesadas clave firma-
ron una declaración conjunta sobre investigación e innovación en hidrógeno
renovable, comprometiéndose a intensificar y acelerar la acción conjunta en in-
vestigación, desarrollo, demostración y despliegue de los Valles del Hidrógeno.

2.10.2 Nacionales

2.10.2.1 Grupo Asesor del H2 Renovable


En mayo de 2023, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demo-
gráfico (miteco), organizó una reunión con alrededor de 80 actores del sector
del hidrógeno renovable, con el fin de crear un grupo de asesores entorno a es-
te vector energético. Este consejo de asesores está divido en cuatro grupos: uno
dedicado a la producción, otro a su utilización, un grupo para la distribución y
el último para tecnología y cadena de valor.
Dicho grupo ha estado trabajando en conjunto desde entonces en la elabora-
ción de propuestas regulatorias encaminadas a facilitar el despliegue del sector
del hidrógeno renovable, y a fecha de febrero de 2024 se espera que la difusión
de estas conclusiones sea en pocas semanas.

2.10.2.2 Asociación Española del H2


La Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) es la voz del sector del hi-
drógeno en España. Representa a cerca de 400 socios de toda la cadena de valor
del hidrógeno, incluyendo promotores de renovables, fabricantes de equipos y
componentes, ingenierías y epc, Oil & Gas, gases industriales, transporte, or-
ganizaciones ligadas al sector, etc. Cuenta entre sus socios con las empresas, las
instituciones y los investigadores más activos en España en estas tecnologías,
que tienen actividad en hidrógeno y pilas de combustible y que están convenci-
das de que estas tecnologías tienen un gran potencial económico.
98 josé manuel pérez rodríguez §2

La AeH2, posicionada como agente de referencia del sector del hidrógeno,


trabaja desde su fundación, en el año 2002, para fomentar, promover e impul-
sar el desarrollo tecnológico e industrial de las tecnologías del hidrógeno en
nuestro país, y que su impacto positivo revierta en la sociedad y economía es-
pañolas.
Entre las tareas de la asociación se cuenta la realización de un censo de pro-
yectos de hidrógeno, que ha llegado a contar con una previsión de más de 11 gw
de capacidad instalada.

2.10.2.3 Asociación Española del amoniaco renovable


La Asociación Española del Amoniaco Renovable (aear) es una asociación
multisectorial sin ánimo de lucro fundada en 2023 que promueve la produc-
ción, comercialización y uso responsable del amoníaco renovable apoyando una
economía energética sostenible y contribuyendo a la transición energética.
El ámbito de actuación de la Asociación se extiende a todas las actividades
empresariales o profesionales relacionadas con el sector del amoníaco en el te-
rritorio del Estado Español y englobando actividades como la: producción, uti-
lización, distribución, comercialización, I&D, innovación, construcción, explo-
tación, operación, conservación y el mantenimiento.

2.10.2.4 Grupos y mesas regionales


Han surgido prácticamente en cada región de España iniciativas tanto de ca-
rácter público como de carácter privado con el objetivo de hacer fuerza por el
desarrollo del sector del hidrógeno en la región.

2.11 La planificación de las infraestructuras de hidrógeno


(transporte y almacenamiento)

Con el desarrollo del mercado del hidrógeno se prevé la necesidad de infraes-


tructura para conectarlo. Si bien la prioridad de la Comisión Europea expresa-
da en su hoja de ruta de 2020 preveía un papel preponderante de los valles de
hidrógeno en una primera fase, lo que evitaría la necesidad en un primer mo-
mento de infraestructura para su transporte, en los dos últimos años se han su-
cedido movimientos impulsados principalmente por los gestores de la red de
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 99

transporte de gas orientados a planificar la futura red de transporte de hidró-


geno por tubo.

2.11.1 Hydrogen Backbone


La iniciativa European Hydrogen Backbone (ehb) está formada por un gru-
po de treinta y tres operadores de infraestructuras energéticas para potenciar un
mercado de hidrógeno renovable y con bajas emisiones de carbono.
La iniciativa ehb tiene como objetivo definir la infraestructura de hidróge-
no, basada en gasoductos nuevos y existentes, que permita el desarrollo de un
mercado de hidrógeno competitivo y con liquidez.
La iniciativa actualiza periódicamente un mapa con las necesidades de dicha
red a 2030 y 2040.
Es en el seno de este grupo que se empezó a dar a conocer la iniciativa de in-
terconexión de hidrógeno entre Portugal, Francia y España, más conocida co-
mo H2Med.

2.11.2 Plan decenal de desarrollo de la red


El Plan Decenal de Desarrollo de la Red (tyndp por sus siglas en inglés)
proporciona una visión general de la infraestructura gasista europea y su desa-
rrollo futuro, y mapea la red integrada de gas según una variedad de escenarios
de desarrollo. El tyndp también incluye una perspectiva de adecuación del
suministro europeo y una evaluación de la resiliencia de la red. El Reglamento
de Gas de la ue (ce) 715/2009 exige que la entidad que agrupa a los operado-
res de la red de transporte de gas europeos entsog desarrolle el tyndp cada
dos años.
A fecha de elaboración de este documento, la última versión de este plan es
la de 2022, y está en elaboración el de 2024.
En octubre de 2021, se publica el borrador de Informe de escenario conjun-
to de planificación para diez años de gas y electricidad actualizado por parte de
las dos entidades que agrupan a los gestores de la red de transporte europeas
(entso-g y entso-e),42 el tercer informe de este tipo. Posteriormente, tras un
proceso de consulta pública, se aprobaría en abril de 2022.
Este trabajo conjunto también proporciona una base para permitir la evalua-
ción de la lista de Proyectos de Interés Común (pci) de energía de la Comisión

42
‹https://www.entsog.eu/› y ‹https://www.entsoe.eu/›.
100 josé manuel pérez rodríguez §2

Europea, a medida que entsog y entso-e avanzan en el desarrollo de sus Pla-


nes Decenales de Desarrollo de Redes (tyndp).
Por primera vez, los escenarios utilizan nuevas metodologías de acoplamien-
to de sectores y herramientas de modelado dedicadas tanto para optimizar la
eficiencia general del sistema y el uso de la flexibilidad como para capturar me-
jor las interacciones y nuevas dinámicas en las interfaces entre varios sectores de
uso final. También es la primera vez que los escenarios modelan el hidrógeno y
la electrólisis a escala paneuropea.
Por tanto, este tyndp es el primero que evalúa el hidrógeno junto con el gas
natural y el biometano, abarcando escenarios, proyectos y la evaluación del sis-
tema. El tyndp 2022 incluye 215 inversiones en 26 países que se presentaron
como infraestructura nueva o reutilizada para transportar hidrógeno, proyec-
tos de modernización de infraestructura para integrar aún más el hidrógeno.
La evaluación de estos proyectos se realiza con un modelo dual gas-hidrógeno
para capturar todos los aspectos relevantes de su capacidad para cubrir las ne-
cesidades de infraestructura identificadas.
Una vez lanzado ya el proceso, el desarrollo del tyndp 2022 se ajustó y mo-
dificó para incluir las ambiciones de Repowereu con respecto al desarrollo de
infraestructura y su evaluación.
En este tyndp, entsog recopiló proyectos en cuatro nuevas categorías para
revelar tendencias de desarrollo. Estos proyectos comprenden infraestructura
nueva o reutilizada para transportar hidrógeno, proyectos de modernización de
infraestructura para integrar aún más el hidrógeno, proyectos de desarrollo de
biometano y otros proyectos relacionados con la infraestructura que facilitan
la descarbonización. Lo más significativo es que del total de 358 inversiones del
tyndp, 215 de ellas (en 26 países) se encuentran dentro de las cuatro categorías,
lo que destaca la progresión de los proyectos de transición energética desde la
última edición del tyndp.
Las nuevas Directiva y Reglamento del mercado interior de gas natural e hi-
drógeno prevén que se realice también la correspondiente planificación perió-
dica de la red de hidrógeno, asignada a la entidad ennoh.
El desarrollo de este trabajo para la parte de hidrógeno se ha visto muy in-
fluenciado por los trabajos de la iniciativa ehb.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 101

2.11.3 Proyectos de interés común y las redes transeuropeas de


energía

2.11.3.1 Redes transeuropeas de energía (ten-e)


Redes Transeuropeas para la Energía (rte-e o ten-e) es una política que se
centra en unir las infraestructuras energéticas de los países de la ue. Como par-
te de la política, se han identificado once corredores prioritarios y tres áreas te-
máticas prioritarias. La ue proporciona apoyo a los países de estos corredores
prioritarios y áreas temáticas a trabajar juntos para desarrollar redes energéticas
mejor conectadas y proporciona financiación para nuevos proyectos de infra-
estructura energética.
La infraestructura energética es un facilitador clave para la transición
energética, como se refleja en el Pacto Verde Europeo y otras estrategias,
que hacen referencia explícita a la necesidad de una revisión del Reglamen-
to ten-e.
En 2020, la Comisión adoptó una propuesta para revisar las normas de la ue
sobre el Reglamento ten-e, que tras el correspondiente proceso legislativo se
aprobó en 2022.43 El Reglamento ten-e revisado que establece nuevas normas
de la ue para las infraestructuras energéticas transfronterizas.
En esta revisión, por primera vez se incluyen las infraestructuras de hidróge-
no como prioritarias para la unión europea de la energía.
Se identificaron tres corredores de infraestructura de hidrógeno y reutiliza-
ción de infraestructura de gas, que permita crear una columna vertebral o «bac-
kbone» que conecte a los países de la región correspondiente:
—Interconexiones de hidrógeno en Europa Occidental (hi west): abarca
Bélgica, Chequia, Dinamarca, Alemania e Irlanda. España, Francia, Italia,
Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Austria y Portugal.
—Interconexiones de hidrógeno en Europa Central, Oriental y Sudorien-
tal (hi east): abarca Bulgaria, Chequia, Alemania, Grecia, Croacia,
Italia, Chipre, Hungría, Austria, Polonia, Rumanía, Eslovenia y Eslo-
vaquia.
—Plan de interconexión del mercado energético del hidrógeno en el Báltico
(bemip Hydrogen): abarca Dinamarca, Alemania, Estonia, Letonia, Litua-
nia, Polonia, Finlandia y Suecia.

43
‹https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/txt/html/?uri=celex:32022R0869›.
102 josé manuel pérez rodríguez §2

2.11.3.2 Los proyectos de interés común (pci)


Los proyectos de interés común (pci por sus siglas en inglés) son proyectos
clave de infraestructura transfronteriza que unen los sistemas energéticos de los
países de la ue.
El proyecto debe tener un impacto significativo en los mercados energéticos
y la integración del mercado en al menos dos países de la ue, impulsar la com-
petencia en los mercados energéticos y ayudar a la seguridad energética de la
ue diversificando las fuentes, así como contribuir a los objetivos climáticos y
energéticos de la ue integrando las energías renovables.
El proceso de selección da preferencia a proyectos en corredores prioritarios,
tal como se identifican en la política de Redes Transeuropeas para la Energía
(ten-e).
Los proyectos de interés común se benefician de:
—planificación acelerada y concesión de permisos,
—una única autoridad nacional para la obtención de permisos,
—mejores condiciones regulatorias,
—menores costos administrativos debido a procesos de evaluación ambien-
tal simplificados,
—mayor participación pública a través de consultas,
—mayor visibilidad para los inversores.
—También tienen derecho a solicitar financiación del Fondo Conectar Eu-
ropa (cef).
Cada dos años desde 2013, la Comisión Europea elabora una nueva lista de
proyectos de interés común (pci).
Los proyectos de interés común (pci) se seleccionan en grupos regionales
sobre la base de convocatorias de solicitudes cada dos años, con criterios defi-
nidos.
Tras la aprobación del Reglamento revisado sobre las Redes Transeuropeas
de Energía (ten-e), los siguientes tipos de infraestructura energética pue-
den constituirse en pci: electricidad, desarrollo de redes marinas, hidróge-
no y electrolizadores, redes eléctricas inteligentes, redes inteligentes de gas y
redes de CO2, constituyendo el hidrógeno y los electrolizadores la principal
novedad.
La primera lista de Proyectos de Interés Común y Proyectos de Interés Mu-
tuo adoptada según las nuevas normas, y que incluye proyectos de hidrógeno,
fue publicada en noviembre de 2023 por la Comisión Europea.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 103

En dicho listado se han candidatado las diferentes backbones propuestas por


los tradicionales operadores de las redes de transporte de gas en sus respectivos
países (caso del H2Med44 en España), así como varios proyectos de gran capa-
cidad de electrólisis.
Para que un proyecto de electrólisis pueda pertenecer a este listado, al menos
debe tener 50 mw de capacidad, además de cumplir con los requisitos habitua-
les de reducción de emisiones. En el listado publicado, se incluyen 5 proyectos
de electrólisis en España.

2.11.4 La planificación de las redes de hidrógeno en España


La necesidad de planificación de la red de transporte de hidrógeno ha sido
eliminada mediante la nueva disposición adicional 38 de la modificación de la
Ley de Hidrocarburos antes comentada. No obstante, se han dado lugar du-
rante 2022 y 2023 varias iniciativas orientadas a planificar una red de hidróge-
no troncal en España, lideradas por la empresa transportista de gas española
Enagás.
En diciembre de 2022, el Gobierno anunció que el proyecto H2Med se iba
a presentar a la convocatoria para Proyectos de Interés Común (pci, por sus
siglas en inglés) para recibir financiación europea, junto con los primeros ejes
de la red troncal nacional propuestos por Enagás que permitirán conectar los
centros de producción de hidrógeno verde con la demanda doméstica y las dos
interconexiones internacionales con Francia y con Portugal.
Impulsado por los gobiernos de España, Portugal y Francia, el H2Med in-
cluye dos infraestructuras transfronterizas, una entre Celorico da Beira (Por-
tugal) y Zamora, y otra, submarina, entre Barcelona y Marsella (Francia), que
están promovidas por los respectivos transportistas y gestores de los sistemas
gasistas: Enagás por la parte española, ren por la portuguesa, y grtgaz y Te-
réga por la francesa.
La base de diseño de estas infraestructuras es la denominada Columna ver-
tebral española del hidrógeno. Está prevista su ampliación y su desarrollo, se-
gún crezcan la producción y la demanda de hidrógeno obtenido con energías
renovables.
En noviembre de 2023, en la lista de pcis facilitada por la Comisión se inclu-
yeron los proyectos de redes de hidrógeno mencionados.
44
‹https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/transicion-ecologica/Pagi-
nas/2022/161222-h2med-espana-hub-hidrógeno-verde.aspx›.
104 josé manuel pérez rodríguez §2

Figura 2.11.4.1 Infraestructura española de hidrógeno 2030, presentada a pci. Fuente:


enagas y Ministerio para la Transición Ecológica.

Entre septiembre y noviembre de 2023, la empresa Enagás realizó un proce-


so de Call For Interest (manifestación de interés) no vinculante para los prime-
ros ejes de la Red Troncal Española de Hidrógeno. Este primer test de mercado
arrojaría como resultado un análisis del potencial mercado del hidrógeno reno-
vable en España, con el objetivo de definir una propuesta adaptada de infraes-
tructuras de la futura Red Troncal Española de Hidrógeno. Los resultados se
presentaron en enero de 2024.
Mediante el Real Decreto-Ley 8/2023, Enagás ha sido nombrado gestor pro-
visional de la red troncal de transporte de hidrógeno, y se integrará en la futura
red de gestores europeos ennoh que creará la nueva Directiva y Reglamento
de Mercado Interior del gas natural e hidrógeno.
la hoja de ruta europea del hidrógeno verde 105

2.12 Conclusión del capítulo


Hemos tratado de hacer un ejercicio de síntesis de todos los desarrollos a ni-
vel regulatorio que están desplegándose en los últimos años para fomentar la
producción y uso del hidrógeno renovable, sin entrar en excesivo detalle, y con
la información disponible hasta febrero de 2024. Probablemente este ejercicio
se quede rápidamente desactualizado, por lo que deberán consultarse las fuen-
tes citadas en el caso de necesitarse información actualizada.
En Europa, se ha optado por una fuerte regulación desde el primer momento,
introduciendo obligaciones al uso, si bien está por ver si se producen los resul-
tados deseados y se cumplen las metas previstas, que son tremendamente am-
biciosas, y por el momento las medidas adoptadas parecen insuficientes. Sería
deseable que se garantizara la rentabilidad de los primeros proyectos, o bien se
corre el riesgo de que pocos proyectos acaben tomando decisiones de inversión
por la dispersión de mecanismos de financiación. Por el contrario, en Estados
Unidos se está optando por fuertes incentivos fiscales de forma federal que está
atrayendo la atención de todos los inversores a nivel mundial, aunque está por
ver si serán suficientes.
La incertidumbre por tanto es muy grande, pero en estos momentos se vis-
lumbran pocas alternativas mejores para alcanzar las emisiones netas cero en
2050, por lo que cabe esperar que en algún momento se pondrán las medidas
necesarias para que el sector despegue claramente.
propiedades del hidrógeno 107

3.

Propiedades del hidrógeno

Francisco Blanco Alvarez


3.1. Introducción
El hidrógeno es el más simple de todos los elementos y, con diferencia, el
más abundante en el universo, constituyendo más del 75 % en masa y más del
90 % en número de átomos. Su símbolo es H y su átomo está formado por un
núcleo con un protón y un electrón que ocupa una «nube de probabilidad»
formada por un orbital esférico 1s. Es estable en forma de molécula diatómica
(H2), que está conformada por dos átomos de hidrógeno unidos por un enlace
covalente. En la figura 3.1.1 puede verse la estructura de un átomo de hidrógeno
y de la molécula y en la figura 3.1.2 el tamaño de la molécula en comparación
con otros gases.

(a) (b)
Figura 3.1.1. (a) Átomo de hidrógeno con un protón y un electrón (b) Estructura de la
molécula de H2 que muestra la superposición de la nube de electrones.
Fuente: elaboración propia.

En la mayoría de los átomos de hidrógeno (protio), el núcleo consta de un


solo protón, aunque existen átomos que contienen tanto un protón como un
neutrón. Este isótopo del hidrógeno se denomina deuterio o hidrógeno pe-

— 109 —
110 francisco blanco alvarez §3

Figura 3.1.2. Tamaño de la molécula de hidrógeno en comparación con otros gases. Fuente:
elaboración propia.

sado. Comúnmente se indica con el símbolo D, y el compuesto D2O se llama


agua pesada, que tiene una densidad, un punto de fusión y un punto de ebu-
llición más altos que el agua normal. Se utiliza como moderador de neutrones
y refrigerantes en alguna tecnología de reactores nucleares. También es un po-
tencial combustible para la fusión nuclear. También existen otro isótopo del
hidrógeno, como el tritio con dos neutrones y un protón, que es radiactivo
decayendo a helio-3 mediante desintegración beta y tiene una vida media de
12,33 años. Se forma continuamente en la atmósfera superior debido a la inte-
racción de los rayos cósmicos con los gases atmosféricos. Se usa en reacciones
de fusión nuclear, como trazador en Geoquímica Isotópica y en dispositivos
luminosos autoalimentados. En la figura 3.1.3 pueden verse los isótopos del
hidrógeno.
El hidrógeno se encuentra fundamentalmente en las estrellas y en planetas
gaseosos gigantes y, evidentemente, en el Sol, por lo que la energía que éste nos
envía es la base de todos los procesos fisico-químicos y biológicos que tienen
lugar en la Tierra. El posible yacimiento más próximo está en Júpiter, inaccesi-
112 francisco blanco alvarez §3

Figura 3.1.4. Presencia del hidrógeno en la corteza terrestre. Fuente: Elaboración propia.

compañías de exploración, adquiriendo las nuevas licencias de exploración de


hidrógeno natural disponibles, por ejemplo, en Australia del Sur. Si los resul-
tados iniciales resultan prometedores, entonces la compañía podría adquirir
600 km de área para estudios sísmicos y perforar un pozo en el quinto año de
la licencia. Esto podría significar un nuevo descubrimiento potencial de hidró-
geno natural para 2027.

3.2. Propiedades físicas y diagramas de fase


El hidrógeno, con símbolo H y número atómico 1, ocupa la primera posición
de la tabla periódica y pertenece al grupo 1 o ia del sistema periódico. Con un
peso atómico de 1,00794 u.m.a. el hidrógeno es el elemento más ligero que exis-
te en la naturaleza. Por este motivo, las moléculas de hidrógeno pueden difun-
dirse a través de muchos materiales considerados impermeables a otros gases.
Esta propiedad hace que el hidrógeno sea más difícil de contener que otros ga-
ses. No obstante, en caso de fuga, el hidrógeno se dispersa rápidamente.
propiedades del hidrógeno 113

Figura 3.2.1 Equilibrio orto-para del H2, D2 y T2. Fuente: Chemistry of the Elements. N.N.
Greenwood and A. Earnshaw. Second edition 1997.

El hidrógeno es una mezcla en equilibrio de orto-hidrógeno (estado de ener-


gía alto) y para-hidrógeno (estado de energía bajo) cuya diferencia radica en
la distinta rotación relativa del spin atómico. Las moléculas con los spins en la
misma dirección (paralelos) se denominan orto-hidrógeno; y aquellas con los
spins en direcciones opuestas (antiparalelas) se denominan, para-hidrógeno.
En condiciones normales se tiene: 75 % orto, 25 % para. A medida que la tem-
peratura disminuye, las moléculas de orto-hidrógeno se convierten en para-hi-
drógeno y temperaturas muy bajas, casi todo es para. En la figura 3.2.1 puede
verse el equilibrio orto-para para el protio, deuterio y tritio, ver figura 3.2.1. En
la licuación del hidrógeno será muy importante tener en cuenta esta propie-
dad, que se abordará con más profundidad en el apartado correspondiente, ya
que la conversión de orto a para es exotérmica, pudiendo evaporar parte del
hidrógeno condensado.
114 francisco blanco alvarez §3

Figura 3.2.2-Relación de expansión de hidrógeno líquido a gas. Fuente: ‹https://www1.eere.


energy.gov/hydrogenandfuelcells/tech_validation/pdfs/fcm01r0.pdf›.

El hidrógeno es un gas incoloro, inodoro e insípido, indetectable por los sen-


tidos humanos, no siendo posible utilizar sustancias odorantes para facilitar su
detección, como se hace en el caso del butano. No es tóxico, ni contaminante,
ni corrosivo, ni cancerígeno, ni radiactivo. No hay pruebas de efectos adversos
en la piel o en los ojos expuestos a atmósferas de hidrógeno. Sin embargo, el hi-
drógeno inhalado puede provocar la formación de una mezcla inflamable en los
pulmones. No es explosivo, ni tiene auto ignición, ni se descompone. No pro-
duce lluvia ácida, ni reduce el ozono, ni produce emisiones nocivas.
El hidrógeno, al ser el elemento químico con menor peso atómico, tiene una
baja densidad volumétrica, tanto en estado gaseoso como en estado líquido.
El volumen específico (inverso de la densidad) del hidrógeno gaseoso es de
11,9 m3/kg a 20 ºC y 1 atm (densidad = 0,084 kg/m3) y el del hidrógeno líquido
0,014 m3/kg a −253 ºC y 1 atm (densidad = 71,4 kg/m3).
La diferencia de volumen entre el hidrógeno líquido y gaseoso se puede apre-
ciar fácilmente considerando su relación de expansión, que es la relación entre
el volumen en el que se almacena un gas o líquido en comparación con el volu-
men del gas o líquido a presión y temperatura atmosféricas.
Cuando el hidrógeno se almacena en forma líquida, se vaporiza al expandir-
se a condiciones atmosféricas con el correspondiente aumento de volumen. La
relación de expansión del hidrógeno es de 1:848 significando que el hidrógeno
en su estado gaseoso en condiciones atmosféricas ocupa 848 veces más volumen
que en su estado líquido, figura 3.2.2.
propiedades del hidrógeno 115

Figura 3.2.3 Volumen específico del hidrógeno en estado gaseoso y en estado líquido.
Fuente: elaboración propia.

Cuando el hidrógeno se almacena como gas a alta presión (250 barg) y tem-
peratura atmosférica, su relación de expansión con respecto a la presión atmos-
férica es de 1:240. Mientras que una mayor presión de almacenamiento aumenta
la relación de expansión, el hidrógeno gaseoso en ninguna circunstancia puede
acercarse a la del hidrógeno líquido.
En la figura 3.2.3 se muestra la variación del volumen específico del hidrógeno
en estado gaseoso y en estado líquido en función de la presión a una tempera-
tura de 25 ºC. Se observa que, por encima de 800 barg, un aumento de presión
apenas afecta ya al volumen ocupado por el hidrógeno gaseoso. Es evidente que
presurizando el hidrógeno gaseoso se puede reducir sustancialmente su volu-
men, aspecto que puede resultar útil para su almacenamiento, sin obviar el coste
que supone su compresión y los requerimientos de seguridad a cumplir.
En la figura 3.2.4 se muestra la densidad del hidrógeno en función de la pre-
sión a diferentes temperaturas.
En la figura 3.2.5 se muestra la densidad del hidrógeno en función de la tem-
peratura a diferentes presiones. En ella, el punto 1 representa el hidrógeno lí-
quido a 20 K, en la zona 2 el hidrógeno gas presurizado a 300 K y en la zona 3
el rango del hidrógeno gas comprimido criogénicamente, que produce densi-
dades aún mayores que el estado líquido si la presión es suficientemente alta y
la temperatura suficientemente baja.
116 francisco blanco alvarez §3

Figura 3.2.4. Densidad del hidrógeno en función de la presión a diferentes temperaturas.


Fuente: elaboración propia.

Figura 3.2.5. Densidad del hidrógeno en función de la temperatura a diferentes presiones.


Fuente: Liquefied hydrogen (LH2). HyResponder.
propiedades del hidrógeno 117

Figura 3.2.6. Densidad relativa al aire de diversos gases y vapores.


Fuente: Elaboración propia.

El peso específico es una forma muy habitual de expresar la densidad y se de-


fine como la relación entre la densidad de una sustancia y la de otra sustancia
de referencia a la misma temperatura y presión. En el caso de gases y vapores, se
utiliza el aire (ρaire =1,2754 kg/m3) en condiciones estándar de la iupac (0 ºC y
1 bar) como sustancia de referencia, de forma que los gases con un peso especí-
fico inferior a la unidad son más ligeros que el aire, mientras que los gases con
un peso específico superior son más pesados. El peso específico del hidrógeno
gaseoso es 0,0696, lo que significa que su densidad es de tan sólo un 6,96 % de
la densidad del aire, siendo 14 veces más ligero que éste. En la figura 3.2.6 puede
verse la densidad, relativa a la del aire, de diversos gases y vapores.
La sustancia de referencia para los líquidos es el agua (ρagua =1000 kg/m3) a
4 ºC y 1 bar, de forma que un líquido con un peso específico inferior a la
unidad será más ligero que el agua y viceversa. Incluso en estado líquido, el
hidrógeno no es muy denso. El hidrógeno líquido es bastante más ligero que
el agua, con un peso específico de 0,0708 o un 7,08 % de la densidad del agua.
Cada metro cúbico de agua contiene 111 kg de hidrógeno, mientras que un me-
tro cúbico de hidrógeno líquido contiene solo 71 kg de hidrógeno. Por lo tanto,
el agua contiene más masa de hidrógeno por unidad de volumen que el propio
118 francisco blanco alvarez §3

hidrógeno, debido a su estructura molecular compacta. Esto también sucede


en la mayoría de los compuestos líquidos que contienen hidrógeno: un metro
cúbico de metanol contiene 100 kg de hidrógeno, uno de heptano contiene 113
kg y uno de amoniaco 121 kg.
El hidrógeno se diluye en el aire rápidamente y hacia arriba, ya que su difu-
sividad, que describe la velocidad a la cual las moléculas individuales penetran
en el volumen de otro gas, es grande. Una eventual fuga de hidrógeno gaseoso
se esparce inmediatamente en el aire, sin contaminar el suelo o las aguas sub-
terráneas. La baja densidad del hidrógeno es clave en la seguridad, por su flo-
tabilidad. Enfriándolo, a presión atmosférica se condensa a líquido a –253 ºC
(20 K) y pasa a sólido a –259 ºC (14 K). Si la piel o los ojos entran en contacto
con el hidrógeno líquido, pueden aparecer quemaduras por frío extremo, con-
gelación o hipotermia.
Debido a la extremadamente baja temperatura de ebullición del hidróge-
no, la licuación del hidrógeno es un proceso sumamente complejo y de gran
consumo energético. Además, una vez en estado líquido el hidrógeno es muy
volátil y se evapora rápidamente, por lo que los depósitos contenedores de-
ben estar perfectamente aislados para minimizar las pérdidas por evaporación
«boil-off».
En la tabla 3.2.7 se resumen algunas propiedades físicas del hidrógeno y en la
figura 3.2.8 se muestra el diagrama de fases. Los puntos de ebullición y de fusión
del hidrógeno son los más bajos de todas las sustancias, a excepción del helio,
que tiene un punto de fusión de 0,95 K (−272 °C) a 2,5 MPa y un punto de ebu-
llición de 4,22 K (−269 °C).
Como se desprende del diagrama de fases, a presión atmosférica, el hidrógeno
es líquido por debajo de 20 K (-253 ºC) y sólido por debajo de 14 K (-259 ºC).
En el punto triple [13,8 K, 0,072 bar] las tres fases pueden existir en equilibrio.
El punto de ebullición aumenta con la presión hasta el punto crítico [-240 ºC,
12,8 bar] con una densidad crítica de 31,2 kg/m3.
—Temperatura crítica: Es la temperatura límite por encima de la cual un gas
no puede ser licuado por compresión.
—Presión crítica: Es la presión más alta a la que pueden coexistir las fases
líquida y gaseosa. Por encima de esta presión el cambio de fase líquido va-
por se hace sin distinción de fase.
—Volumen crítico: El volumen correspondiente a las condiciones de presión
y temperatura críticas.
propiedades del hidrógeno 119

propiedad valor
Peso molecular 2,01594
Temperatura de fusión 14,15 K (-259 ºC)
Temperatura de ebullición 20,15 K (-253 ºC)
Densidad del gas a 0 ºC y 1 atm 0,08987 kg/m3
Densidad del líquido a –253 ºC 708 kg/m3
Densidad del solido a –259 ºC 858 kg/m3
Calor de fusión a –259 ºC 58 kJ/kg
Calor de vaporización a –253 ºC 447 kJ/kg
Calor específico (CP) del gas a 25 ºC 14,3 kJ/(kg.ºC)
Calor específico (CP) del líquido a –257 ºC 8,1 kJ/(kg.ºC)
Conductividad térmica a 25 ºC 0,019 kJ/(ms.ºC)
Viscosidad a 25 ºC 0,00892 centipoise
Temperatura crítica 33,15 K (-240 ºC)
Presión crítica 12,63 bar
Densidad crítica 31,2 kg/m3
Volumen crítico 65 cm3/mol
Temperatura del punto triple 13,8 K (--259,35 ºC)
Presión del punto triple 0,072 bar
Electronegatividad (escala de Pauling) 2,2
Temperatura de llama 2318 K (2045 ºC)
Temperatura de inversión 202 K (-95 ºC)
Temperatura de autoignición 585 ºC
Energía de ignición 0,02 mJ
Emisividad de la llama 1,53x10-2 kJ/cm2 .s
Constante de difusión 0,61 cm2/s
Velocidad de difusión en el aire en CN 2 cm/s
Tabla 3.2.7. Propiedades físicas del hidrógeno. Fuente: elaboración propia.

—Línea triple: Temperatura a la cual pueden coexistir las tres fases sólida,
líquida y gaseosa. Por debajo de la línea triple no puede existir la fase lí-
quida y se producen los cambios de fase por sublimación (sólido a gas) y
viceversa.
120 francisco blanco alvarez §3

Figura 3.2.8. Diagrama de fases del hidrógeno. Fuente: ‹https://www.engineeringtoolbox.


com/hydrogen-d_1419.html›.

3.3. Difusividad e inflamabilidad del hidrógeno


La difusión molecular es el movimiento térmico de las moléculas a tempera-
turas superiores al cero absoluto. La velocidad de este movimiento es una fun-
ción de la temperatura, viscosidad del fluido y del tamaño y forma de las par-
tículas. La difusión explica el flujo neto de moléculas de una región de mayor
concentración a otra de menor concentración.
En la tabla 3.3.1 se presenta el coeficiente de difusión de varias mezclas de ga-
ses y en la figura 3.3.2 una comparativa del coeficiente de difusión e n e l a i r e
(cm2/s), a una temperatura de 20 ºC y presión atmosférica y en exceso de aire,
del hidrógeno comparándolo con el del metano, propano, dióxido de carbono,
vapor de agua y vapor de gasolina.
Las fugas de hidrógeno líquido se evaporan muy rápidamente debido a que
el punto de ebullición del hidrógeno líquido es extremadamente bajo (-253 ºC).
Sin embargo, las fugas de hidrógeno son peligrosas porque presentan un riesgo
de incendio cuando se mezclan con el aire.
El pequeño tamaño de la molécula de hidrógeno, mucho menor que la de
otros combustibles, su bajo peso molecular, su baja viscosidad y su elevado co-
propiedades del hidrógeno 121

sistema de difusión difusividad (m2/s) × 105


H2-CH4 6,25
H2-Aire 6,1
O2-N2 1,81
CO2-O2 1,39
N2O–N2 0,153
NH3–He 0,736
Aire-butano 0,87
NH3–He 0,0736
N2O–N2 0,0153
Tabla 3.3.1. Coeficiente de difusión de diversos sistemas. Fuente: elaboración propia.

Figura 3.3.2. Coeficiente de difusión de varios gases y vapores en aire.


Fuente:elaboración propia.

eficiente de difusión en el aire hacen que la propensión del hidrógeno a fugarse


por juntas u orificios en líneas de baja presión es entre 1,26 y 2,80 veces superior
a la del gas natural a través del mismo orificio. Las características anteriores tam-
bién le confieren al hidrógeno una flotabilidad elevada, lo que reduce de forma
significativa su peligrosidad en espacios abiertos, al ser mucho más ligero que
el aire y que el resto de los combustibles como puede verse en la tabla 3.3.4, que
nos la densidad del hidrógeno gas comparada con la del aire, otros gases y va-
pores de otros combustibles.
122 francisco blanco alvarez §3

En la figura 3.3.3 se presentan las zonas de peligro ante una fuga de hidróge-
no, metano y propano líquido, que ha sido obtenida considerando un derrame
de 3,3 m3 de gas licuado y una velocidad del viento de 4 m/s

Figura 3.3.3. Zona de riesgo en derrame de gas licuado (3,3 m3 gas licuado con velocidad del
viento de 4 m/s). Fuente: elaboración propia adaptada.

Por ello, las fugas de hidrógeno se elevan y se diluyen con rapidez en la at-
mósfera, especialmente al aire libre. Esto da lugar a una región de inflamabili-
dad muy localizada que se dispersa rápidamente, tal y como muestra en la men-
cionada figura 3.3.3.
Las tasas de fuga son 50 veces mayores que las del agua y 10 veces mayores
que las del nitrógeno. A diferencia de las fugas de gas «normales» invisibles, la
liberación de hidrógeno líquido o hidrógeno gaseoso a temperatura criogénica
generalmente producirá una niebla visible de vapor de agua. La adición de un
odorante o colorante facilitaría la detección de pequeñas fugas; sin embargo,
esto no es factible en la mayoría de las situaciones y no es factible para el hidró-
geno líquido.
A medida que el contenido en hidrógeno se diluye con la distancia desde el
lugar de la fuga, la flotabilidad disminuye y la tendencia del hidrógeno a con-
tinuar ascendiendo también. El hidrógeno muy frío, procedente de una fuga
de hidrógeno líquido, adquiere una gran flotabilidad poco después de evapo-
rarse.
propiedades del hidrógeno 123

combustible densidad (kg/m3)


Hidrógeno 0,084
Aire 1,204
Metano 0,657
Propano 1,882
Butano 2,564
Gas natural 0,737
Gasolina 3,612
Gasoil >6
Metanol 0,220 (0,17 bar)
Amoniaco 0,722
Tabla 3.3.4. Densidad del hidrógeno comparada con la del aire y otros gases y vapores de
combustibles. Fuente: elaboración propia.

Los combustibles a los que estamos acostumbrados como la gasolina, el


propano o el butano tienen una mayor densidad que el aire, de tal forma que
en caso de fuga se acumulan a nivel del suelo lo que puede derivar en situa-
ciones de gran peligrosidad en caso de ignición. Pensemos por ejemplo en
un automóvil, en caso de emplear depósitos de hidrógeno a alta presión, si se
produce una fuga con llama esta ascenderá rápidamente. Sin embargo, en el
caso de la gasolina o el propano, sus vapores arderán a ras de suelo y debajo
del vehículo generando una situación de gran peligro pudiendo derivar en el
incendio del vehículo completo. Un ensayo con un vehículo con hidrógeno y
otro con gasolina fue llevado a cabo por investigadores de la Universidad de
Miami, la secuencia obtenida se muestra en la figura 3.3.5. Puede apreciarse
que el vehículo de gasolina sufre severos daños en un corto espacio de tiem-
po, mientras que el de hidrógeno permanece prácticamente intacto. Esto po-
ne de manifiesto que el hidrógeno no es tan peligroso o al menos no más que
la gasolina en este caso.
La inflamabilidad es la característica de los combustibles por la cual entran en
autocombustión bajo el efecto de la presión y temperatura a composición deter-
minada. El punto de inflamabilidad o punto de destello es el conjunto de condi-
ciones de presión, temperatura y mezcla de gases en que una sustancia combus-
tible, normalmente un líquido, produce suficientes vapores que, al mezclarse se
inflamarían al aplicar una fuente de calor (llamada energía de activación) que
aportara una temperatura suficientemente elevada para ello.
124 francisco blanco alvarez §3

Figura 3.3.5. Secuencia de imágenes tomadas durante el estudio comparativo de fuga con
llama de un vehículo de hidrógeno y un vehículo de gasolina.
Fuente: ‹https://apilados.com/blog/es-el-hidrógeno-peligroso/›.

El potencial de inflamabilidad de un gas se define en términos de sus lími-


tes inferior y superior de inflamabilidad, siendo el inferior la concentración
mínima de vapor o gas en la mezcla con el aire, por debajo de la cual no existe
propagación de la llama al ponerse en contacto con una fuente de ignición y el
superior la concentración máxima por encima de la cual no tiene lugar la pro-
pagación de la llama.
propiedades del hidrógeno 125

Figura 3.3.6. Variación de los límites de inflamabilidad del hidrógeno con la temperatura.
Fuente: Liquefied hydrogen (LH2). HyResponder.

Los límites inferior y superior de inflamabilidad del hidrógeno en aire seco


a una presión de 101,3 kPa y a una temperatura de 25 ºC son, respectivamente,
del 4,1 % y 74,8 %. En la figura 3.3.6 se muestra la variación de los límites de in-
flamabilidad del hidrógeno con la temperatura en el aire. El límite inferior dis-
minuye al aumentar la temperatura, mientras que el superior aumenta. Para el
caso de la mezcla hidrógeno-oxígeno, dichos límites se sitúan en el 4,1 % y el
94,0 %. Una reducción en la presión por debajo de 101,3 kPa tiende a estrechar
el rango de inflamabilidad, aumentando el límite inferior y disminuyendo el
superior. Para el propano, los límites inferior y superior son del 3,4 % y 13,8 % y
para el metano del 3,0 % y del 12,4 %.
Como consecuencia, incluso las pequeñas fugas de hidrógeno corren el pe-
ligro de incendiarse o explosionar. Si además nos encontramos en un recinto
cerrado, la fuga de hidrógeno puede concentrarse, de tal modo que se aumenta
el riesgo de combustión y explosión.
El límite inferior de inflamabilidad del hidrógeno en función de la tempera-
tura (K) puede determinarse por la ecuación de Burgess-Wheeler:
126 francisco blanco alvarez §3

Como LII (300) = 4 y DHC= 242 kJ/mol nos queda:

Para el límite superior de inflamabilidad la ecuación es:

válida para 150 ≤T ≤300.


Una consecuencia del límite superior de inflamabilidad es que el hidrógeno
(líquido o gaseoso) no es inflamable si se encuentra almacenado en ausencia de
oxígeno. El combustible solo se convierte en inflamable en las zonas periféricas
de un escape donde el combustible se mezcla con el aire en proporciones sufi-
cientes.
En la figura 3.3.7 se muestran los límites de inflamabilidad, intervalo de con-
centraciones combustible-aire en los cuales se puede llevar a cabo la combus-
tión, de varios combustibles. Estos límites pueden variar con la presión y la
temperatura, pero habitualmente se presentan como datos en porcentaje en
volumen a 25 °C y presión atmosférica. Como puede verse, el hidrógeno pre-
senta el intervalo de inflamabilidad más amplio, únicamente superado por el
acetileno. Sin embargo, la practicidad de los intervalos de inflamabilidad es li-
mitada. En el ámbito de la seguridad suele ser más interesante el límite inferior
de inflamabilidad que es el que determina a partir de qué punto una fuga será
inflamable. Atendiendo a este límite, el límite inferior del hidrógeno es muy
superior al de la gasolina, del gasóleo, del butano y del propano y algo menor
que el del metano.
En la tabla 3.3.8 se dan los valores del punto de inflamación y de la tempera-
tura de autoignición de varios combustibles, que están relacionados con la ig-
nición de materiales a la temperatura más baja posible.
El punto de inflamación (flash-point) es la mínima temperatura a la que un
líquido desprende suficiente cantidad de vapores que, en contacto con el aire
forman una mezcla capaz de encenderse, en presencia de una fuente de ignición
externa (por ejemplo, chispa, llama, fuente de calor a alta temperatura.), en las
proximidades de la superficie del líquido. En el punto de inflamación la tasa de
propiedades del hidrógeno 127

Figura 3.3.7. Límites de inflamabilidad de diversos combustibles.


Fuente: elaboración propia.

producción de vapores es lo suficientemente alta como para que se mantenga la


llama por sí misma al retirar la fuente de calor externa. La temperatura de infla-
mación es siempre inferior a la del punto de ebullición. El punto de inflamación
no debe confundirse con el de inflamabilidad.
El punto de inflamación es una característica descriptiva que se utiliza para
determinar el riesgo de incendio de líquidos, y permite distinguir líquidos in-
flamables de líquidos combustibles. Los líquidos que tienen un punto de infla-
mación inferior a 37,8 o 60,5 °C (100,0 o 140,9 °F), dependiendo de la norma
que se utilice, se llaman inflamables, mientras que los líquidos que tienen un
punto de inflamación por encima de esa temperatura se llaman combustibles.
La temperatura de autoignición es la temperatura mínima a la que una sustan-
cia combustible es capaz de encenderse espontáneamente y mantener la com-
bustión en ausencia de una fuente de ignición externa. La temperatura propor-
ciona la energía de activación necesaria para iniciar la combustión. Además, la
presión no tiene ningún efecto sobre el punto de inflamación, mientras que el
incremento de la presión disminuye la temperatura de autoignición.
La temperatura de autoignición del hidrógeno es muy superior a la de la de la
gasolina y el gasóleo, algo superior a la del butano y el propano e igual a la del gas
128 francisco blanco alvarez §3

punto de temperatura
combustible inflamación (ºc) autoignición (ºc)
Metano (Gas natural) -188 580
Butano -60 420
Propano -104 480
Etanol 12 360
Metanol 11 385
Amoniaco 11 651
Gasolina -40 280
Gasóleo 52-96 336
Hidrógeno 585
Tabla 3.3.8. Punto de inflamación y temperatura de autoignición de varios combustibles.
Fuente: elaboración propia.

natural. Así pues, será más complicado que se produzca la combustión de una
mezcla de aire-hidrógeno en ausencia de una fuente de ignición y únicamen-
te con calor en el caso del hidrógeno que en el de la gasolina o el gasóleo, por
ejemplo. Se precisa una fuente adicional de ignición, por ejemplo, una chispa.
El hidrógeno es uno de los tres únicos gases, los otros son el helio y el neón,
que tienen un coeficiente Joule Thomson negativo, lo cual provoca que se ca-
lienten cuando se expanden al descomprimirlos desde una alta presión a una
baja presión. Sin embargo, esta no es la causa primaria de que se pueda pro-
ducir la ignición, ya que no se alcanzaría la temperatura de 585 ºC.
Aunque el hidrógeno tenga una temperatura más elevada de autoignición
que el propano, el gasoil o la gasolina, su energía de ignición (cantidad de ener-
gía externa que debe aplicarse para encender una mezcla de combustible) para
la mezcla estequiométrica de hidrógeno es muy pequeña 0,019 mJ (milijulios),
la décima parte de la que requiere el gas propano, por lo que resulta más pro-
penso a inflamarse. Incluso una chispa invisible o una descarga de electricidad
estática procedente del cuerpo humano en condiciones secas pueden tener la
suficiente energía como para provocar su ignición, si bien ésta ha de ser de su-
ficiente duración para calentar el vapor de combustible hasta su temperatura
de inflamación.
El hidrógeno tiene la característica agregada de su baja electroconductividad,
de modo que el flujo o la agitación del gas o del hidrógeno líquido puede ge-
nerar cargas electrostáticas que pueden dar lugar a chispas. Por esta razón, los
propiedades del hidrógeno 129

equipos dedicados al transporte de hidrógeno han de disponer de una toma de


tierra.
Sin embargo, la mezcla estequiométrica del hidrógeno con el aire es de un
29 % en volumen de hidrógeno, lo que, en principio, será bastante improbable
que se alcance cuando tenga lugar una fuga ya que antes de alcanzar esa concen-
tración el hidrógeno habrá ascendido y difundido en la atmosfera (en lugares
abiertos). Por tanto, la energía de ignición de la relación estequiométrica del
hidrógeno no nos transmite demasiada información. La energía de ignición es
función de la relación combustible-aire, y resulta que, en el límite inferior de
inflamabilidad del hidrógeno, un punto más representativo, su energía de igni-
ción es del mismo orden que la del gas natural.

3.4. Deflagración y detonación del hidrógeno


Frecuentemente se utilizan los términos explosión, detonación y deflagra-
ción como sinónimos para narrar sucesos en los que un escape de gas ha sido el
causante de graves daños materiales y humanos. Si bien estos procesos son con-
secuencia de combustiones acompañadas de diferentes efectos, existen algunas
diferencias basadas en la cinética de la reacción.
Las reacciones , de oxidación se pueden dividir en tres tipos en función de la
velocidad a la que se produce, figura 3.4.1: (i) Combustión, (ii) Deflagración y
(Iii) Detonación.
La combustión es una reacción química de oxidación en la que generalmen-
te se desprende una gran cantidad de energía. La velocidad de reacción es me-
nor de 1 m/s y se puede observar a simple vista la reacción en forma de llama.
La deflagración es una combustión súbita con llama a baja velocidad de pro-
pagación, sin explosión. Las reacciones que provoca una deflagración son idén-
ticas a las de una combustión, pero la cinética de la reacción se desarrolla a una
velocidad comprendida entre 1m/s y la velocidad del sonido (reacción subsóni-
ca). En una deflagración la onda de presión generada es del orden de 103 atmós-
feras. Este es el caso, por ejemplo, de la pólvora, que reacciona en forma de una
combustión rápida de una sustancia que contiene su propio oxígeno.
La detonación es una combustión supersónica que se caracteriza porque ge-
nera una onda de choque. En ese frente de onda se generan altos gradientes de
presión y temperatura, ya que la reacción química se produce instantáneamen-
te. La velocidad de reacción suele estar comprendida entre 1.500 y 9.000 m/s
130 francisco blanco alvarez §3

Figura 3.4.1. Tipo de reacción en función de la cinética química.


Fuente: José Bernaola Alonso, Jorge Castilla Gómez, Juan Herrera Herbert, Perforación y
voladura de rocas en minería, E.T.S. de Ingenieros de Minas de Madrid, 2013.

(combustión supersónica) y la onda de presión producida sería del orden de


105 atmósferas.
En presencia de oxígeno, el hidrógeno combustiona para producir agua y li-
berar energía. La deflagración del hidrógeno se produce a una velocidad rela-
tivamente baja y no produce una onda de choque significativa. Sin embargo,
debido a su alta inflamabilidad, la deflagración de hidrógeno puede propagarse
rápidamente a través de una mezcla de hidrógeno y aire, lo que puede resultar
en una explosión si se acumula suficiente hidrógeno.
La detonación de hidrógeno puede ocurrir cuando una pequeña cantidad de
hidrógeno se quema en una zona limitada, lo que produce una onda de choque
que comprime y calienta el hidrógeno no quemado cercano, lo que a su vez pro-
voca una combustión explosiva.
Los límites de detonabilidad para las mezclas hidrógeno-aire se sitúan en-
tre el 18,3 % y el 59 %, variando la velocidad de detonación varía entre 1,48 y
2,15 km/s. El límite inferior de detonación es 2 veces superior al del metano
propiedades del hidrógeno 131

y 12 veces más que el de la gasolina. Como se ha mencionado, el hidrógeno


es un gas muy ligero y se difunde muy rápidamente lo que impediría que se
alcanzasen mezclas suficientemente ricas como para que tuviese lugar la de-
tonación.
Por tanto, una detonación en un espacio confinado tendría lugar bajo su-
puestos poco probables. Esto es, el hidrógeno en primer lugar debería acumu-
larse en ausencia de una fuente de ignición hasta alcanzar un volumen respecto
al aire superior al 18,3 %. Llegados a este punto debería aparecer una fuente de
ignición que desencadenase la reacción. A pesar de la baja probabilidad de que
esta secuencia de hechos tenga lugar, aquellos habitáculos en los que haya pre-
sencia de dispositivos que empleen hidrógeno deben estar diseñados con una
ventilación adecuada de manera que se impida que las mezclas alcancen pro-
porciones peligrosas. Con todo, la energía explosiva del hidrógeno por unidad
de volumen es 3.5 veces menor que la del metano y 22 veces inferior a la del va-
por de la gasolina.
En resumen, la principal diferencia entre la detonación y la deflagración de
hidrógeno es la velocidad de propagación y la intensidad de la reacción quími-
ca.
La detonación de hidrógeno es extremadamente peligrosa y puede produ-
cir una onda de choque intensa, mientras que la deflagración de hidrógeno se
produce a una velocidad relativamente baja y no produce una onda de choque
significativa.
Los factores que pueden contribuir a la transición de una deflagración a una
detonación son los siguientes:
—Concentración de combustible: una mezcla de combustible y oxidante
que está cerca de los límites de inflamabilidad es más propensa a la tran-
sición a una detonación.
—Confinamiento: un espacio confinado o restringido puede aumentar
la presión de la llama y contribuir a la transición hacia una detonación.
—Discontinuidades en la mezcla de combustible y oxidante: como puede
ser una burbuja de aire o una obstrucción en la tubería, que pueden ac-
tuar como un punto de partida para la formación de una onda de choque.
—Perturbaciones externas: las perturbaciones externas, como las vibra-
ciones o las ondas de choque de otra fuente, pueden desencadenar la for-
mación de una onda de choque y, por lo tanto, la transición a una detona-
ción.
132 francisco blanco alvarez §3

3.5. Densidad energética volumétrica y gravimétrica


El hidrógeno es un vector energético, un transportador de energía primaria
hasta los potenciales puntos de consumo. Por tanto, la cantidad y la calidad de
la energía contenida en el hidrógeno están estrechamente vinculadas con las del
combustible o electricidad utilizados en su obtención.
Cuando un combustible de origen fósil reacciona con el oxígeno, libera una
cantidad fija de energía formándose agua y CO2. En el caso del hidrógeno,
sólo se genera agua. Esta energía liberada se cuantifica como poder calorífico
superior (pcs) o poder calorífico inferior (pci). Ambas medidas denotan la
cantidad de energía contenida por unidad de masa de hidrógeno o por uni-
dad de volumen. La diferencia entre el pcs y el pci radica en el calor de vapo-
rización del agua, de manera que en el pcs se considera que el vapor de agua
formado-condensa. No obstante, debido a que el agua que se produce en un
proceso de combustión o en una reacción electroquímica se encuentra en for-
ma de vapor, el pci representa la cantidad de energía disponible para realizar
trabajo externo.
En la tabla 3.5.1 se presenta el poder calorífico superior e inferior de diversos
combustibles a 25 ºC y 1 atm.
De la observación de la tabla se desprende que, si bien el hidrógeno gaseoso
es el combustible de mayor energía disponible por unidad de masa, muy supe-
rior a la de otros combustibles, su baja densidad (Kg/m3) hace que a presión at-
mosférica y 25 ºC su energía almacenada por unidad de volumen sea muy baja
(kJ/m3). El principal problema del hidrógeno es su baja densidad energética
volumétrica.
La conclusión que de ello se deriva es que tanto el transporte como el alma-
cenamiento del hidrógeno es menos eficiente que el de los combustibles con
los que compite: el diesel (gasóleo), la gasolina y el gas natural. La industria del
hidrógeno se ocupa en desarrollar materiales que puedan incorporar átomos
de hidrógeno a su red cristalina, es el caso de los hidruros metálicos y
los líquidos orgánicos. Como alternativa se plantea también el uso de molécu-
las portadoras de hidrógeno, como el amoníaco y el metanol.
La figura 3.5.2 muestra la posición que ocupa cada combustible atendien-
do a su densidad energética gravimétrica (kWk/kg) y a su densidad energéti-
ca volumétrica (kWh/l), representación que corrobora la bajísima densidad
energética volumétrica del hidrógeno gas comprimido e incluso la del hidró-
geno líquido.
propiedades del hidrógeno 133

densidad pcs pcs pci pci


combustible (kg/m3) (kJ/kg) (kJ/m3) (kJ/kg) (kJ/m3)
Hidrógeno 0,089 141.910 12.630 120.010 10.681
Metano 0,657 55.500 36.464 50.000 32.850
Propano 1,961 50.390 98.815 46.350 90.892
Butano 2,564 49.550 127.046 45.790 117.406
Gas natural 0,737 52.200 38.471 47.100 34.713
Gasolina 720 46.880 33.753.600 43.950 31.644.000
Gasóleo 832 44.800 37.27.3600 42.800 35.609.600
Antracita 1.500 34.700 52.050.000 34.300 51.450.000
Metanol 791,8 19.960 15.804.328 19.250 15.242.150
Tabla 3.5.1. Poder calorífico superior e inferior de diversos combustibles a 25 ºC y 1 atm.
Fuente: elaboración propia.

Figura 3.5.2. Densidad energética gravimétrica y volumétrica de varios combustibles. Fuente:


Departamento de Energía de Estados Unidos y elaboración propia.

Confinar el hidrógeno en un volumen reducido con seguridad intrín-


seca es un reto tecnológico que la física impide resolver. Los costes asociados
a su transporte y almacenamiento son muy superiores a los de los derivados del
petróleo, lo que limita el desarrollo de cadenas de suministro competitivas.
134 francisco blanco alvarez §3

Figura 3.5.2. Comparativa de la densidad energética volumétrica Hidrógeno-Metano.


Fuente: elaboración propia.

Como se muestra en la figura 3.5.2, la densidad energética volumétrica del hi-


drógeno es un 32 % de la del metano y un 40 % de la del gas natural licuado. Pa-
ra transportar la misma cantidad de energía que la carga de un buque Panamax
de Gas Natural se precisarían 2,5 buques si el hidrógeno se transporta en fase
líquida y 7 buques si el hidrógeno se transporta como gas a 250 bag de presión.
Así pues, 1 kg de H2 tiene muchísima energía, pero lograr confinarlo implica
consumo de energía y tecnología, si no queremos que ocupe enormes volúme-
nes. Por contraste, para confinar un litro de gasolina sirve un simple recipien-
te de plástico y además su volumen final será muy inferior. En la tabla 3.5.3 se
muestra la cantidad de hidrógeno, expresada en peso, que se puede almacenar
en diferentes recipientes y moléculas portadoras.
El almacenamiento del hidrógeno como gas a alta presión (CGH2) es el siste-
ma más común y desarrollado actualmente. Podemos considerar cuatro rangos
de presión dependiendo del uso del hidrógeno como combustible:
—Almacenamiento a 30–50 barg. Siendo la presión de salida del hidróge-
no de un electrolizador pem del orden de 30 a 35 barg, su almacenamiento
para aplicaciones industriales, como la fabricación de amoníaco, se realiza
en tanques a 50-60 barg.
—Almacenamiento en botellas de gases a 200 barg. Para usos puntuales
en diversas aplicaciones, el hidrógeno puede almacenarse en botellas de 50
litros de capacidad a 200 barg.
propiedades del hidrógeno 135

Formato cantidad de
H2 equivalente (kg)
H2 en 1 m3 a 30 bar 2,66
H2 en 1 m3 a 100 bar 8,47
H2 en 1 m3 a 250 bar 19,27
H2 en 1 m3 a 500 bar 33,52
H2 en 1 m3 a 750 bar 44,48
H2 en 1 m3 líquido 70,00
H2 en 1 m3 de tolueno 47,00
H2 en 1 m3 de dibencil tolueno 57,00
H2 en 1 m3 de metanol 100,00
H2 en 1 m3 de amoniaco 121,00
Figura 3.5.3 Peso de Hidrógeno por m3 en diferentes condiciones y moléculas.
Fuente: elaboración propia.

—Depósitos a 350-400 barg. El uso del hidrógeno como combustible


en movilidad pesada: camiones y autobuses, requiere disponsarlo en de-
pósitos a la presión de 350 barg.
—Depósitos a 700 barg. El uso del hidrógeno en vehículos equi-
pados con pila de combustible se realiza en depósitos del Tipo IV a la
presión de 700 barg.

En todos los casos descritos se precisa comprimir el hidrógeno ya que, como


hemos indicado, la presión a la que disponemos del hidrógeno a la salida del
electrolizador es del orden de 30 barg.
El hidrógeno, al comprimirlo, no se comporta como un gas ideal (Eq.1) los
cuales se caracterizan por presentar un factor de compresibilidad z = 1.

siendo: P = Presión en Pa; V = Volumen en m3; n = Número de moles del gas


correspondiente (= m/PM) donde m es la masa de gas y PM su peso molecular;
R = Constante de los gases ideales cuyo valor es 8,314472 [m3-Pa/(K-mol)];
T = Temperatura en K.
136 francisco blanco alvarez §3

En los gases reales el cociente anterior (Eq.2), recibe el nombre de factor de


compresibilidad, z, que además de ser diferente de la unidad, varía en función
de la presión y la temperatura, por lo que se puede escribir:

El factor de compresibilidad z es una magnitud extensiva de estado, un fac-


tor de corrección que se introduce en la ecuación de estado de los gases ideales
para modelar el comportamiento de los gases reales. Un gas real se comporta
como gas ideal en condiciones de baja presión y alta temperatura con respecto
a los valores del punto crítico . Por tanto, si la temperatura del gas es muy supe-
rior a la del punto crítico o su presión es mucho menor que la del punto crítico,
puede considerarse ideal. En cambio, la desviación de un gas con respecto a su
comportamiento ideal es mayor si sus condiciones de temperatura y presión se
sitúan próximas a las de su punto crítico.

Figura 3.5.4. Relación entre el factor de compresibilidad y la presión. Gases puros a 0 ºC.
Fuente: Curso de Química -Física. José Antonio Corrales Zarauza. Ed. Aguilar. 1974.

En la figura 3.5.4 se ha representado la variación de esta magnitud con la


presión para diversos gases a 0 °C y en las figuras 3.5.5 y 3.5.6 para el metano
y el hidrógeno a diferentes temperaturas, respectivamente. En la tabla 3.5.7 se
propiedades del hidrógeno 137

Figura 3.5.5. Factor de compresibilidad del metano a distintas temperaturas y presiones.


Fuente: Curso de Química -Física. José Antonio Corrales Zarauza. Ed. Aguilar. 1974.

Figura 3.5.6. Factor de compresibilidad del hidrógeno a diferentes temperaturas y presiones.


Fuente: Handbook of Hydrogen Storage. New Materials for Future Energy Storage
M Hirscher. willey-vch,2010.
138 francisco blanco alvarez §3

presión temperatura (k)


(bar) 250 273,15 298,15 350 400 450 500
1 1,00070 1,00040 1,00060 1,00055 1,00047 1,00041 1,00041
5 1,00337 1,00319 1,00304 1,00270 1,00241 1,00219 1,00196
20 1,00672 1,00643 1,00605 1,00540 1,00484 1,00435 1,00395
50 1,03387 1,03235 1,03037 1,02701 1,02411 1,02159 1,01957
100 1,06879 1,06520 1,06127 1,05369 1,04807 1,04314 1,03921
150 1,10404 1,09795 1,09189 1,08070 1,07200 1,06523 1,05836
200 1,14056 1,13177 1,12320 1,10814 1,09631 1,08625 1,07849
250 1,17789 1,16617 1,15499 1,13543 1,12034 1,10793 1,08764
300 1,21592 1,20101 1,18716 1,16300 1,14456 1,12957 1,11699
350 1,25461 1,23652 1,21936 1,19051 1,16877 1,15112 1,13648
400 1,29379 1,27220 1,25205 1,21842 1,19317 1,17267 1,15588
450 1,33332 1,30820 1,28487 1,24634 1,21739 1,19439 1,17533
500 1,37284 1,34392 1,31784 1,27398 1,24173 1,21583 1,19463
600 1,45188 1,41618 1,38797 1,33010 1,29040 1,25920 1,23373
700 1,53161 1,48880 1,44991 1,38593 1,33914 1,30236 1,27226
Tabla 3.5.7. Valores del factor de compresibilidad de hidrógeno.
Fuente:‹https://apilados.com/blog/el-hidrógeno-como-gas-real-factor-de-
compresibilidad/›.

muestran los valores del factor de compresibilidad del hidrógeno a distintas


presiones y temperaturas, tabla que resulta de gran utilidad para calcular la ma-
sa de hidrógeno confinada en un determinado volumen a presión y tempera-
tura dadas.
Puede observarse que, en todos los casos, z tiende a la unidad cuando la pre-
sión tiende a cero, de acuerdo con la afirmación hecha de que el comportamien-
to de los gases reales se aproxima a la idealidad al disminuir la presión.
A modo de resumen de lo expuesto resolvemos un caso de uso:

Aplicación de la ecuación de los gases reales al caso de un


vehículo de pila de combustible de hidrógeno, tomando como
caso de estudio el hyundai ix 35 fcv
Según la marca coreana, los tanques de hidrógeno de este modelo tienen una
capacidad de 144 I, o lo que es lo mismo 0.144 m3 con una presión máxima de
llenado de 700 bares, que corresponden a 70 MPa. Con estos datos, y a una
propiedades del hidrógeno 139

temperatura de 25 ºC, procedemos a calcular el número de moles de hidrógeno


que se pueden almacenar:

n = PV / zRT = (70 × 106 × 0,144) / (1,4499 × 8,314472 × 298,15) =


2.804,47 moles de hidrógeno.
m = 2.804,47 moles H2 × 2,01588 g /mol = 5.654 g de H2.

El cálculo coincide con las especificaciones técnica del fabricante que indican
como capacidad del depósito a 25 ºC y 700 bar la de 5,64 kg de H2.
En la figura 3.5.8 se facilita la densidad del hidrógeno en función de la presión
para el caso de gas ideal y de gas real considerando el factor de compresibilidad
a tres temperaturas diferentes Al aumentar la presión y la temperatura, el com-
portamiento se aleja más del ideal. Puede verse que es posible utilizar la hipóte-
sis de gas ideal hasta una presión en torno a los 100 bar. Para presiones mayores,
se aprecia cómo el comportamiento del gas real se desvía del gas ideal, tanto más

Figura 3.5.8. Densidad del hidrógeno en función de la presión para el caso de gas ideal y de
gas real considerando el factor de compresibilidad a tres temperaturas diferentes.
Fuente: Elaboración propia. Adaptada Encyclopedie des gaz, Air Liquide, Division
scientifique. Amsterdam: Elsevier; 1976.
140 francisco blanco alvarez §3

cuanto mayor es la presión. El uso del supuesto de gas ideal sobreestima la densi-
dad del hidrógeno a altas presiones, y por tanto la capacidad de almacenamien-
to de los tanques de hidrógeno comprimido. Al aumentar la presión, aumenta
z, esto provoca que para reducir el volumen 100 veces es necesario aumentar la
presión más de cien veces. Para una presión de 700 bar y una temperatura de
298,15 K el valor de z es 1,45, lo que significa un aumento del 45 % respecto a la
consideración de gas ideal.

Resolvemos un caso práctico:

Calcular el volumen que ocuparía la cantidad de energía en hidrógeno equiva-


lente a 35 litros de gasolina, si el depósito de hidrógeno almacena el gas a 25 ºC y
700 bar de presión.

La cantidad de energía contenida en 35 litros de gasolina es:

Energía = Volumen (l) x Densidad ( kg/l) x P.C.S. gasolina


Energía = 35 l x 0,7086 kg/l x 46.880 (kJ/Kg) = 1.162.671 kJ en 35 l de gasolina.

La cantidad de hidrógeno equivalente a esta energía es:

El volumen de depósito necesario para almacenar 8,193 kg de H2 a 25 ºC y


700 bar de presión es de:

El resultado nos indica que para almacenar la misma cantidad de energía, el


tanque de hidrógeno a 700 bar y 25 ºC ocuparía un volumen 6 veces superior
al de un depósito de gasolina.
En la figura 3.5.9, se muestra la comparativa del volumen ocupado por dife-
rentes combustibles y el peso total que representa la suma del combustible más
el recipiente, para un mismo aporte de energía.
propiedades del hidrógeno 141

Figura 3.5.9. Comparación del volumen ocupado por diferentes combustibles.


Fuente: elaboración propia.

3.6. Combustión y llama del hidrógeno


A la luz del día, las llamas de hidrógeno son prácticamente invisibles a sim-
ple vista lo cual aumenta su peligrosidad ya que quien pueda encontrarse alre-
dedor de la llama podría no darse cuenta de su presencia, véase figura 3.6.1. Es
posible que algunas impurezas presentes en el aire, tales como el sodio en zonas
costeras, induzcan una cierta coloración a la llama, pero aun así, es muy com-
plicada de ver.
El problema de la visibilidad de la llama del hidrógeno podría resolverse
añadiendo productos químicos que le confirieran una luminosidad adecua-
142 francisco blanco alvarez §3

Figura 3.6.1. Comparación de la luminosidad de las llamas de propano e hidrógeno de día y


de noche. Fuente: ‹https://apilados.com/blog/es-el-hidrógeno-peligroso/›.

da. Sin embargo, en el caso de pilas de combustible de baja temperatura, co-


mo son las que se están empleando actualmente en automoción, el hidrógeno
suministrado tiene que ser de gran pureza para evitar la contaminación de los
electrodos. Así, la adición de algún producto químico al hidrógeno presenta
una serie de inconvenientes. Como puede verse en la figura 3.6.1, por la noche
la llama sí presenta un cierto brillo. Aun así, sigue siendo difícil de ver, siendo
mucho más pálida que las llamas del resto de combustibles. Además, el hidró-
geno per se es incoloro e inodoro, por lo que no es posible detectar su presen-
cia sensorialmente.
En la figura 3.6.2 se muestra la detección de una llama de hidrógeno median-
te un detector infrarrojo multiespectro (mir).
propiedades del hidrógeno 143

Figura 3.6.2. Detección de una llama de hidrógeno mediante un medidor infrarrojo.


Fuente: Seguridad y detección del hidrógeno. Iñigo Pascual Sagastagoitia. Curso del
hidrógeno coimne 2023.

Las llamas de hidrógeno presentan una baja emisividad, o lo que es lo mis-


mo, una baja irradiación en el espectro infrarrojo. Esto hace que disminuya la
probabilidad de que el fuego se propague a los objetos y personas circundan-
tes debido a la transferencia de calor radiada. No obstante, esta baja emisividad
también implica que al estar cerca de una llama de hidrógeno hay poca sensa-
ción de calor, lo que puede conducir a un contacto inadvertido con la misma.
Aunque emiten muy poco en el espectro infrarrojo, las llamas de hidrógeno
irradian una gran cantidad de radiación ultravioleta. De tal manera que una per-
sona que esté cerca de una llama de hidrógeno experimentará poca sensación
de calor debido a la baja emisividad en el infrarrojo, pero estará recibiendo una
cantidad considerable de radiación ultravioleta lo que puede derivar en quema-
duras solares si hay una sobreexposición.
La velocidad de llama del hidrógeno es mucho más rápida que la del gas na-
tural o la gasolina, de manera que en principio es más probable que una llama
de hidrógeno derive en una detonación. La velocidad subsónica de combustión
del hidrógeno en aire en condiciones ambiente y con mezcla estequiométrica
es de 2.55 m/s alcanzando una velocidad máxima de 3.2 m/s en una concentra-
ción de 40.1 %, llegando hasta 11.75 m/s en oxígeno puro. Sin embargo, en una
atmósfera abierta la probabilidad de que tenga lugar una detonación de hidró-
geno es pequeñísima.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 145

4.

Procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:


reformado de gas natural

Francisco Blanco Alvarez


4.1. Introducción
La producción mundial de hidrógeno alcanzó casi 95 Mt en 2022, lo que re-
presenta un aumento del 3 % en comparación con la del año 2021, figura 4.1.1.
El reformado de gas natural, sin captura y con captura, utilización y almacena-
miento de carbono (ccus), representó el 62 % de la producción mundial, en
tanto que la gasificación del carbón, tecnología ubicada principalmente en Chi-
na, fue responsable del 21 % de la producción global. El hidrógeno producido
en las refinerías y en la industria petroquímica durante el reformado de la naf-
ta, y que a menudo se utiliza para otros procesos de refinería y conversión, tales
como el hidrocraqueo y la desulfuración, representó el 16 % de la producción
mundial. En total, un 99 %.
La producción de hidrógeno de bajas emisiones en 2022 fue inferior a 1 Mt
(0,7 % de la producción global), muy similar a la de 2021 y casi en su totali-
dad a partir de combustibles fósiles con ccus. La producción procedente de la
electrólisis de agua siguió siendo relativamente pequeña, todavía por debajo de

Figura 4.1.1. Producción de hidrógeno por tecnología, 2020-2022.


Fuente: Global Hydrogen Review 2023. International Energy Agency (iea).

— 147 —
148 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.1.2. Capacidad global de electrolizadores por tecnología, 2019 – 2023, y por región,
tamaño y estado según los proyectos anunciados para 2030.
Fuente: Global Hydrogen Review 2023. International Energy Agency (iea).

100 kt H2 en el año 2022, aunque representa un crecimiento del 35 % respecto


al año anterior.
A nivel regional, China representó casi el 30 % de la producción mundial, lo
que refleja una gran demanda interna de sus refinerías y de la industria quími-
ca. Más del 70 % de la producción mundial en el año 2022 se produjo en Chi-
na, Estados Unidos, Oriente Medio, India y Rusia, en orden descendente por
contribución a la producción.
La electrólisis del agua representa sólo el 0,1 % de la producción mundial
actual de hidrógeno, si bien la capacidad instalada y el número de proyectos
anunciados han aumentado rápidamente en los últimos años. Desde el Global
Hydrogen Review 2022 (ghr 2022) se han anunciado alrededor de 600 pro-
yectos con una capacidad combinada de más de 160 gw. A finales de 2022, la
capacidad global instalada de electrolizadores de agua para la producción de
hidrógeno alcanzó casi 700 mw, un aumento del 20 % en comparación con el
año anterior, figura 4.1.2.
Según los proyectos anunciados, la capacidad mundial instalada de electro-
lizadores podría alcanzar los 175 gw en el año 2030, un aumento del 30 % en
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 149

Figura 4.1.3. Capacidad de electrolizadores en 2030 según los anuncios actuales por estado y
el progreso desde la Revisión Global del Hidrógeno 2022.
Fuente: Global Hydrogen Review 2023. International Energy Agency (iea).

comparación con lo anunciado en el ghr 2022. La capacidad en 2030 aumen-


ta a 420 gw si también se tienen en cuenta los proyectos en las primeras etapas
de desarrollo., figura 4.1.3.
En el año 2050, el 85 % del suministro mundial de hidrógeno procederá de
rutas bajas en carbono, desglosado de la siguiente manera: 27,5 % de fósiles con
ccs, 25,5 % de electrólisis conectada a la red, 17,5 % de electrólisis basada en
energía solar dedicada, 13 % de electrólisis dedicada electrólisis eólica y 1 % de
electrólisis nuclear dedicada, figura 4.1.4.
En la figura 4.1.5 se muestran las diferentes rutas para la producción de hi-
drógeno a partir de combustibles fósiles, energía nuclear y energías renovables.
Los procesos de producción de hidrógeno se pueden caracterizar otorgando
al hidrógeno una etiqueta de color, ver figura 5.1.6, la cual depende del tipo de
proceso productivo utilizado y del nivel de emisiones. Aunque el hidrógeno es
un gas incoloro, estas etiquetas son de uso común como taxonomía abreviada
y se describen a continuación:
—El hidrógeno gris se obtiene mediante reformado del gas natural con va-
por de agua y el CO2 producido durante el proceso se libera a la atmósfera.
Este es el método más común de producción de hidrógeno en la actualidad.
150 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.1.4. Producción mundial de hidrógeno por tecnología.


Fuente: iea Global Hydrogen Review 2021.

Figura 4.1.5. Rutas para la producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles, energía
nuclear y energías renovables.
Fuente: Hydrogen Economy. Supply Chain, Life Cycle Analysis and Energy Transition
for Sustainability. Antonio Scipioni, Alessandro Manzardo and Jingzheng Ren. Academic
Press, Elsevier, 2017. The Hong Kong Polytechnic University, Hong Kong SAR, China.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 151

Figura 4.1.6. Tipos de hidrógeno y tecnologías,


Fuente: ‹https://cicenergigune.com/en/blog/hydrogen-production-methods-colours›.

—El hidrógeno azul se obtiene reformando metano con vapor, pero gene-
ra emisiones de CO2 que se capturan y almacenan en un sistema ccus
(Carbon Capture Use Storages) . El CO2 puede ser utilizado, por ejem-
plo, para fabricar ecocombustibles. Se trata de un hidrógeno de bajas
emisiones.
—El hidrógeno verde se obtiene mediante la electrólisis del agua, o vapor,
utilizando electricidad obtenida de una fuente renovable como la eólica,
la solar o la hidráulica. En su proceso de obtención no se emite CO2 y por
ello se posiciona como una solución eficaz para favorecer la descarboniza-
ción de todos los sectores.
152 francisco blanco alvarez §4

—El hidrógeno rosa se obtiene mediante la electrólisis del agua, siendo la


electricidad de origen nuclear. Es un tipo de hidrógeno generado sin emi-
siones de CO2 a la atmósfera.
—El hidrógeno negro/marrón se obtiene del carbón mediante gasificación
siendo un proceso muy contaminante ya que se libera una gran cantidad
de CO2 a la atmósfera.

Existen también otros colores como son:


—El hidrógeno turquesa es el que se genera mediante la pirólisis del metal
fundido, alimentada por gas natural. En el proceso, el gas natural pasa a
través de un metal fundido y libera hidrógeno y carbono sólido, con lo que
se evitan emisiones de CO2.
—El hidrógeno amarillo, es aquel en el que la electricidad obtenida para
la electrólisis procede de fuentes mixtas, desde energías renovables hasta
combustibles fósiles.
—El Hidrógeno blanco es el que se obtiene como subproducto de procesos
industriales. También se refiere al hidrógeno gas que existe en la naturaleza.

4.2. Reformado de gas natural

4.2.1. Introducción
El gas de síntesis o syngas, es una mezcla que contiene esencialmente H2, CO
y CO2, siendo un componente básico para la producción de productos quími-
cos, ya que se utiliza como producto intermedio en industrias químicas y refi-
nerías siendo sus usos muy variados. En la figura 4.2.1.1 puede verse el intervalo
de composición química del gas de síntesis, la cual depende de la materia prima
y del proceso utilizado para su obtención.
El gas de síntesis puede usarse como combustible o utilizarse en la fabricación
de productos de mayor valor añadido, tales como: hidrógeno (H2), amoníaco
(NH3), metanol (CH3OH), dimetiléter (DME) (CH3OCH3), combustibles
líquidos sintéticos mediante la síntesis de Fischer-Tropsch, gasolina (C5-C12),
nafta (C8-C12), queroseno (C11-C13) y diésel (C12-C22)]. En la figura 4.2.1.2
se da una lista más detallada de las aplicaciones potenciales del gas de síntesis,
que se dividen en dos categorías principales: generación de energía y produc-
ción de productos químicos y combustibles.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 153

Figura 4.2.1.1. Composición química del gas de síntesis.


Fuente: elaboración propia.

Figura 4.2.1.2. Usos del gas de síntesis en diferentes campos.


Fuente: elaboración propia.
154 francisco blanco alvarez §4

También es importante señalar que muchas de las aplicaciones mostradas


pueden coexistir; por ejemplo, es posible construir una planta de gasificación
integrada en ciclo combinado (igcc) donde parte del gas de síntesis se purga
de la corriente principal de combustible y se utiliza para producir hidrógeno
para pilas de combustible. En algunas plantas de producción de productos quí-
micos/combustibles, la conversión completa del gas de síntesis en una sustancia
química o combustible no es práctica, y el gas de síntesis restante puede quemar-
se para generar energía como una fuente de ingresos adicional, aunque requiera
una inversión de capital adicional.
La producción de hidrógeno centralizada en plantas tipo Gasificación In-
tegrada en Ciclo Combinado (gicc) es una opción particularmente atractiva
tanto por la mayor eficiencia obtenida en la coproducción de electricidad e hi-
drógeno, como por las posibilidades de captura del CO2. El uso de unidades
modernas de Gasificación Integrada a Ciclo Combinado permitiría reducir las
emisiones de plantas de Ciclo Combinados de Carbón convencionales, respec-
to a los compuestos de salida, incluso el CO2. A su vez mediante la reacción
de desplazamiento agua-gas (wgs) se puede incrementar la producción de H2
y capturar el CO2 de forma directa. En la figura 4.2.1.3 se muestra una planta
típica gicc. El gas de síntesis limpio pasa a través de un filtro final y alimenta
al combustor.
El gas de síntesis tiende a tener altas cantidades de hidrógeno, lo que da lugar
a que la velocidad de llama y la temperatura de llama adiabática sean elevadas.
Las turbinas de gas convencionales no pueden manejar combustibles con alto
contenido de hidrógeno sin modificaciones para una operación segura. La alta
temperatura de la llama generalmente se disminuye diluyendo el gas de sínte-
sis con nitrógeno, CO2, agua o vapor. En el caso de la figura 4.2.1.3 se utiliza el
nitrógeno proveniente de la unidad de separación del aire. Es importante ele-
gir una turbina de gas diseñada para poder utilizar hidrógeno, algunos provee-
dores tienen modificaciones para gas de síntesis u otros combustibles con alto
contenido de hidrógeno.
La materia prima principal y las rutas seguidas para la producción del gas de
síntesis determinan la relación molar [H2/CO], lo cual es importante, ya que
los diferentes productos finales requieren diferentes relaciones. En general, para
la producción de dimetil éter, se necesita una relación de 1, mientras que en el
caso de la síntesis de Fischer-Tropsch, la relación requerida varía de 1 a 2 según
el catalizador y la presión utilizados. La oxidación parcial del metano produce
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 155

Figura 4.2.1.3. Esquema de una planta gicc de poligeneración.


Fuente: Suggested Citation: National Energy Technology Laboratory (NETL), 2022,
«Guidelines/Handbook for the Design of Modular Gasification Systems,» U.S.
Department of Energy, Pittsburgh, PA, doe/NETL-2022/3209, July 2022.

una corriente de gas de síntesis con una relación molar de [H2/CO] más cerca-
na a 1 y el reformado con vapor de gas natural produce gas de síntesis con una
relación molar de [H2/CO] más cercana a 3. En la figura 4.2.1.4 pueden verse
las rutas tecnológicas para la producción de gas de síntesis a partir de diversas
materias primas. Muchos de los productos residuales que se obtienen en las re-
finerías se almacenan para ser utilizados como materia prima puesto que cual-
quier sustancia que contenga carbono puede ser utilizada para su producción.
Estos compuestos reaccionan a alta presión y elevada temperatura para obtener
gas de síntesis.
El tamaño del mercado global de gas de síntesis fue de 196,7 millones de Nm3
por hora en 2021 y se estima que sea de 261,02 en 2024 y que alcance los 448.82
156 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.1.4. Rutas tecnológicas para la producción de gas de síntesis a partir de diversas
materias primas. Fuente: Adaptado de: ‹https://www.osti.gov/etdeweb/servlets/
purl/22176029›.

para el año 2029 con una tasa de crecimiento del 11,5 % (2024-2029). En la fi-
gura 4.2.1.5 puede verse cómo se distribuyó el mercado mundial del gas de sín-
tesis por sectores de aplicación en términos absolutos y en tanto por ciento en
el año 2021 y en la figura 4.2.1.6 la tasa de crecimiento anual compuesta (cagr)
en % estimado para cada uno de ellos en el período 2022-2027.
El mercado global de gas de síntesis está segmentado por materia prima: co-
que de petróleo, carbón, gas natural y otros tipos, y por tecnología de obten-
ción: reformado con vapor, gasificación.
Las crecientes preocupaciones ambientales han sido el principal impulsor del
crecimiento del mercado de gas de síntesis y derivados con el fin de proporcio-
nar métodos alternativos de producción de combustible. Se estima que el gas de
síntesis, como energía limpia y renovable, se adoptará ampliamente para reem-
plazar las formas tradicionales de energía. Además, se prevé que la alta deman-
da de precursores químicos en la producción de productos farmacéuticos y de
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 157

Figura 4.2.1.5. Mercado mundial del gas de síntesis.


Fuente: elaboración propia.

Figura 4.2.1.6. Tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) en % del mercado global
de gas de síntesis por aplicación 2022-2027. Fuente: elaboración propia de ‹https://www.
mordorintelligence.com/industry-reports/syngas-market›.

higiene y desinfección impulse el crecimiento del gas de síntesis y sus derivados


en el segmento químico. Hay que recalcar la necesidad de realizar investigacio-
nes más específicas y profundas, lo que permitiría precisar el tipo de gasificación
más adecuado en lo que refiere a las ventajas de eficiencia obtenidas y a mejoras
en las características del gas de síntesis, entre otras características.
158 francisco blanco alvarez §4

4.2.2. Catalizadores
En lo que a las reacciones químicas se refiere, la termodinámica permite de-
terminar las condiciones de proceso: temperatura, presión y concentración de
sustancias reaccionantes y productos resultantes, a las que la reacción puede te-
ner lugar. Sin embargo, de la termodinámica pura no se puede obtener infor-
mación acerca de la velocidad a la cual tendrá lugar la reacción, de ello se ocupa
la Cinética.
La cinética se ocupa del estudio de las velocidades de las reacciones quími-
cas y de los mecanismos mediante los cuales tienen lugar. Para ello, introduce
la variable tiempo en el estudio de las reacciones, estudiando las etapas y meca-
nismos que siguen los reactivos para convertirse en productos, lo cual es muy
importante para la competitividad y la productividad de un determinado pro-
ceso, esto es, su factibilidad económica.

Los factores que influyen en la velocidad de reacción son:


—Estado físico de los reactivos. Las reacciones son más rápidas si los reactivos
son gaseosos o están en disolución. En las reacciones heterogéneas la velo-
cidad dependerá de la superficie de contacto entre ambas fases, siendo ma-
yor cuanto mayor sea el estado de división.
—Concentración de los reactivos. La velocidad de la reacción se incrementa al
aumentar la concentración de los reactivos, ya que aumenta el número de
choques e interacciones entre ellos.
—Temperatura. Un incremento de la temperatura provoca un incremento en
la energía cinética de las moléculas, lo que hace que sea mayor el número de
moléculas que alcanza la energía de activación. Aumentar la temperatura,
lo que hace que aumente la velocidad de la reacción, en algunas ocasiones
no es aconsejable, ya que disminuye el rendimiento de la reacción (reacción
exotérmica) y puede dar lugar a que los reactivos se descompongan damdo
lugar a la formación de otros productos no deseados.
—Catalizadores. Otro modo alternativo para aumentar la velocidad de reac-
ción, sin alterar la temperatura, consiste en introducir una sustancia, lla-
mada catalizador, que afecta a la cinética de la reacción, sin afectar a la
termodinámica. Los catalizadores no modifican el valor de las variables
termodinámicas (dh, ΔG, Keq). La selectividad del catalizador tiene un
rol muy importante, ya que permite generar los productos requeridos sin
aparición de subproductos indeseables
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 159

Así pues, un catalizador es una sustancia que no es ni reactivo ni producto


de reacción (no aparece en la ecuación de la reacción química), y que hace que
se alcance más o menos rápidamente el estado de equilibrio, sin alterar sus pro-
piedades. Este proceso se conoce como catálisis. Los catalizadores modifican la
energía de activación de la reacción, y por lo tanto varían su velocidad. El cata-
lizador es una especie activa que sufre transformaciones en las etapas del me-
canismo de reacción, pero no se consume y al final de la reacción regresa a su
estado original.
Para que una reacción química tenga lugar las moléculas de los reactivos de-
ben chocar entre si. Siempre que el choque sea eficaz, se rompen los enlaces y se
forma un estado intermedio, denominado complejo activado. Un choque se-
rá eficaz cuando se realice: entre moléculas adecuadas, con suficiente energía y
con orientación correcta. Si la energía de la colisión EC es menor que la energía
de activación, Ea, las moléculas de reactivos no pueden sobrepasar la barrera y
tras colisionar los enlaces permanecen inalterados. Sin embargo, si la energía
de la colisión es mayor, los reactivos serán capaces de reorganizar sus enlaces y
convertirse en productos de reacción. Todo lo que haga que haya más probabi-
lidades de que los choques sean eficaces aumentará la velocidad de la reacción.

Si la Energía de la colisión < Ea, las moléculas de reactivos no pueden sobre-


pasar la barrera de energía y tras colisionar, los enlaces permanecerán inaltera-
dos. Si la Energía de la colisión es > Ea , los reactivos serán capaces de reorgani-
zar sus enlaces y convertirse en productos.
Las características del complejo activado son las siguientes: (a)enlaces de los
reactivos parcialmente rotos y de los productos parcialmente formados, (b)muy
energético (energía de muchos enlaces) y (c) tiempo de vida muy corto, por lo
que es inestable.
En la figura 4.2.2.1 puede verse el diagrama entálpico en función del trans-
curso de la reacción, para una reacción exotérmica y para una reacción endotér-
160 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.2.1. Diagrama entálpico para una reacción exotérmica y endotérmica.


Fuente:elaboración propia.

Figura 4.2.2.2. Modificación del camino que sigue la reacción debido a la presencia de un
catalizador. Fuente: elaboración propia.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 161

mica, en la que puede apreciarse el efecto de la presencia de un catalizador en la


energía de activación, haciendo que sea menor.
El catalizador, lo que hace es modificar el camino que sigue la reacción para
llevarla por uno de menor energía, es decir la catálisis abre un camino más fá-
cil, ver figura 4.2.2.2.

4.2.3. Reformado de gas natural con vapor de agua (smr)


El reformado de gas natural se basa en la descomposición, fundamentalmen-
te, de la molécula de metano (CH4) para dar lugar a hidrógeno (H2) y óxidos
de carbono (CO y CO2). El hándicap que tiene esta ruta de producción de hi-
drógeno es que se generan del orden de 10 t de CO2 por cada t de H2. Existen
distintos tipos de reformado de gas natural en función del agente oxidante que
se utilice, que los cuales se muestran en la tabla 4.2.3.1. En la misma se muestran
las reacciones principales que tienen lugar en los distintos tipos de reformado.
Se dan el valor de la energía libre, dg, en función de la temperatura y de la en-
talpía, dh. En el reformado catalítico autotérmico se combinan las reacciones
(5) (endotérmica) y (7) (exotérmica) en el mismo reactor, mientras que en el
proceso que Solbakken, denomina reformado combinado, se lleva a cabo prime-
ramente el reformado con vapor en un reformador de menor tamaño, y luego la
corriente de salida de este pasa a través de un reactor autotérmico secundario,
en el que se lleva a cabo la reacción (7).
Como se desprende de la tabla 4.2.3.1 el reformado de gas natural con vapor
consta básicamente de dos reacciones.
1.- Descomposición parcial del metano en monóxido de carbono (CO) e hi-
drógeno (H2).

↔ Ec5.

Esta reacción teóricamente produce una relación [H2/CO] igual a 3, que es


alta en comparación con otros procesos de reformado. Para disminuir la canti-
dad de CO presente en el gas que sale del reformador se procesa en uno o más
reactores, donde el CO se convierte en H2 y CO2 por reacción con vapor (au-
menta la producción de H2), mediante la reacción de desplazamiento agua-gas
(water-gas shift, wgs):

↔ Ec3.
162 francisco blanco alvarez §4

método oxidante reacciones


Reformado con vapor de agua (smr) Vapor de agua (3) y 5)
Reformado con CO2. Dry methane reforming (dmr) CO2 (1)
Reformado con oxígeno o aire. Oxidación parcial (poxm) Oxígeno o aire (7)
Reformado combinado crm (drm+smr) (1), (3) y (5),
Reformado autotérmico atr (srm+poxm) (5) y (7)
Trirreformado de metano, trm (srm+drm+poxm) (1), (3), (5) y (7)

ΔH2980 ecua
reacción ΔrG ( J/mol), T (K) (P=1 bar) (kJ/mol) ción
CH4+CO2⇔2CO+2H2 ΔrG=61.770-67,3T 247 (1)
2CO ⇔C (s)+ CO2 ΔrG=-39.810+40,9T -172 (2)
CO+H2O⇔CO2+H2 ΔrG=-39.802+37,673T -41 (3)
CH4⇔C (s)+2H2 ΔrG=21.960-26,5T 75 (4)
CH4+H2O⇔CO+3H2 ΔrG=210.359-233,9T 206,16 (5)
C (s)+H2O⇔CO+H2 ΔrG=132.184-138,8T 131 (6)
2CH4+O2⇔2CO+4H2 ΔrG=-653,9-369T -71 (7)
2 -6 3
CH4+2O2⇔CO2+2H2O ΔrG =-803.508+13T-0,018T +8x10 T -802,5 (8)
C (s)+0,5O2⇔CO ΔrG =-110.872-89,4T -110,5 (9)
C (s)+O2⇔CO2 ΔrG=-393.647-2,5T -393,5 (10)
Reformado en seco de metano, (2) Reaccion de Boudouard (3) Reacción de desplazamiento
agua-gas (wgs), (4)Craqueo del metano, (5)Reformado del metano con vapor de agua, (6)
Reformado del carbono con vapor de agua, (7) Oxidación parcial del metano, (8) Combus-
tión del metano, (9) Oxidación parcial del carbono, (10) Combustión del carbono
Tabla 4.2.3.1. Tipos de reformado de gas natural en función del agente oxidante.
Reacciones, entalpía y energía libre. Fuente: elaboración propia.

Resulta indispensable conocer cómo afectan los cambios en las variables de


operación al equilibrio y, por lo tanto, a la composición final del gas de síntesis
generado. La temperatura, la presión y la relación de reactivos son factores im-
portantes para generar un alto rendimiento de gas sintetizado, sin reacciones
secundarias considerables ni subproductos no deseados. Por ejemplo, se puede
producir carbono sólido a través de las reacciones secundarias siguientes:
—Formación de carbono a partir de la descomposición del metano:
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 163

↔ Ec4
—Formación de carbono a partir de hidrocarburos superiores:

—Reacción inversa de Boudouard:


—Reacción inversa de la gasificación:

Las reacciones químicas son endotérmicas cuando ΔH > 0 y exotérmicas


cuando ΔH < 0. Las primeras requieren aporte de calor externo y se ven favore-
cidas por las temperaturas altas, ocurriendo lo contrario en el caso de ser exotér-
micas. Puede observarse que la reacción de la (Ec. 1) es endotérmica, mientras
que la de la (Ec. 2) es exotérmica, por lo que aquello que favorece a una perju-
dica a la otra, por lo que lo adecuado sería que cada una de ellas tuviera lugar en
un reactor diferente. El Profesor Andreas Züttel del Instituto Politécnico Fede-
ral de Lausanne ha resuelto este problema en la reacción de síntesis del metano
a partir de CO2 (g) y H2 (g) con eficiencias de conversión superiores al 99 %
y cinética adecuada, el reactor desarrollado se fabrica y comercializa por la em-
presa suiza grz Technologies, S.A.
El principio de Le Châtelier, postulado por Henri-Louis Le Châtelier (1850-
1936), un químico industrial francés, establece que: «si un sistema químico en
equilibrio experimenta un cambio en la concentración, temperatura, volumen
o la presión parcial, entonces el equilibrio se desplaza para contrarrestar el cam-
bio impuesto (el efecto de la perturbación)». Si se aumenta la temperatura, el
sistema intentará consumir calor, desplazándose en el sentido en el cual la reac-
ción es endotérmica y la temperatura descenderá. Si se disminuye la tempera-
tura el sistema intentará producir calor y se desplazará en el sentido exotérmico
y la temperatura aumentará.
Si se eleva la presión (P) de un sistema de gases en equilibrio, la reacción se
desplaza en la dirección en la que desaparezcan moles de gas, a fin de minimi-
164 francisco blanco alvarez §4

zar la elevación de presión. Disminuir el volumen (V) equivale a aumentar la


presión. Si disminuye la presión, la reacción se desplazará en el sentido en que
aumenten las moles totales de gas lo que ayudará a que la presión no se reduzca.
Cuando el número de moles a ambos lados de la reacción es el mismo, la presión
no tendrá efecto sobre la composición final en equilibrio del gas producido.
Otra manera de analizar lo anterior es teniendo en cuenta que la extensión
del cambio en una reacción (A) con respecto a los parámetros operativos (y)
puede analizarse usando la ecuación:

donde: C = ΔH/RT2 si el de cambio en la reacción se analiza con respecto a la


temperatura; C = –υ/P = – (nPR – nR) / P si la magnitud del cambio en la re-
acción se analiza con respecto a la presión; nPR = Número de moles de los pro-
ductos de reacción; nR = Número de moles de los reactivos.

Si ΔH>0 entonces C es positivo, y [dLnK/dT] >0 [dLnK/dT = ΔH/RT2,


ecuación de Van’t Hoff ]. Entonces K = f (T) es una función creciente, al au-
mentar T aumenta K, con lo que la reacción se desplaza en el sentido de aumen-
tar la cantidad de los productos de reacción (→). La reacción se ve favorecida a
medida que aumenta la temperatura. Ocurre lo contrario en el caso de una re-
acción exotérmica, ΔH<0.
Si υ <0 (reacción con moles decrecientes, nPR<nR) entonces C es positivo y la
reacción se ve favorecida a medida que aumenta la presión. En el caso de moles
crecientes, nPR>nR (υ >0), C es negativo y la reacción se ve favorecida a medida
que disminuye la presión.
Como resumen de lo anterior, se puede deducir que la reacción:

↔ Ec5.

se ve favorecida por las temperaturas altas (reacción endotérmica) y por las ba-
jas presiones (nPR > nR), mientras que la reacción:

↔ Ec3.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 165

Figura 4.2.3.2. Efecto de la temperatura y presión en la composición de los gases en el


equilibrio en el reformado con vapor del metano. [H2O/CH4] = 1 mol/mol.
Fuente: elaboración propia.

se ve favorecida por las temperaturas bajas (reacción exotérmica) y la presión


no influye (nPR > nR).
El sistema Carbono-Hidrógeno-Oxígeno (C-H-O) aparece en operaciones
de combustión, reformado, gasificación y pirólisis, que son cada vez más fre-
cuentes en la industria. La temperatura de operación suele ser muy elevada y
el sistema se encuentra, en general, en equilibrio termodinámico y las especies
químicas que deben considerarse generalmente presentes en cantidades signifi-
cativas para cada situación de son: CO2, CO, CH4, H2, H2O y C (s). El oxíge-
no puede o no acompañarse de nitrógeno cuando se utiliza el aire como mate-
ria prima, en cuyo caso se debería de añadir un elemento más y se hablaría del
sistema C-H-O-N, caso que no se va a considerar.
La figura 4.2.3.2. muestra el efecto de la temperatura y de la presión en la com-
posición de los gases en el equilibrio en el reformado con vapor del metano.
[H2O/CH4] = 1 mol/mol. La cantidad de hidrógeno y monóxido de carbono
en el equilibrio aumenta a medida que se incrementa la temperatura, lo cual se
explica porque la reacción (Ec.1) y la reacción CH4 + CO2 ⇔ 2CO +2H2 son
endotérmicas. Además, el contenido en C (s) alcanza un máximo. Esto se debe,
fundamentalmente, a que la reacción inversa de Boudouard, al ser endotérmi-
166 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.3.3. Conversión de metano en función de la temperatura y de la relación


[H2O/CH4]. Fuente: elaboración propia.

ca, se desplaza hacia la formación del CO (g), consumiendo C (s) y CO2 (g).
Las composiciones de equilibrio termodinámico se calcularon utilizando el sof-
tware hsc Chemistry que minimiza la energía libre de Gibbs (dg) utilizando
el método de los multiplicadores de Lagrange.
En la figura 4.2.3.3 puede verse la conversión de CH4 en función de la tempe-
ratura y de la relación [H2O/CH4]. Se observa que la conversión aumenta con
la temperatura y con la relación [H2O/CH4]. La conversión aumenta al hacerlo
la relación [H2O/CH4]. A partir de 973 K la conversión es prácticamente com-
pleta. La conversión de CH4 viene dada por la expresión siguiente:

(4.2.3.3)

En la figura 4.2.3.4. se muestra la deposición de C (s) en función de la tem-


peratura y de la relación [H2O/CH4]. A una temperatura de unos 1.173K, pre-
sión atmosférica y una relación vapor a carbono de 4, el proceso de reformado
con vapor del metano genera el mayor rendimiento de H2: 3,36 mol por mol de
CH4 alimentado, con una conversión total de CH4, casi sin deposición de co-
que (≈0,25 mol).
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 167

Figura 4.2.3.4. Deposición de C (s) en función de la temperatura y de la relación


[H2O/CH4]. Fuente: elaboración propia.

De la figura 4.2.3.2 se deduce que la mezcla gaseosa resultante que sale del
reformador es H2 y CO, por lo que con el fin de aumentar la producción de
H2, se debe procesar la mezcla en un reactor en el que tenga lugar la reacción
de desplazamiento agua-gas (water-gas shift, wgs). La figura 4.2.3.5. muestra
el efecto de la temperatura y de la presión en la composición de los gases en
el equilibrio de la reacción de desplazamiento agua-gas. [H2O/CO] = 1 mol/
mol. Como la reacción tiene lugar sin aumento ni disminución en el número
de moles gaseosos, el equilibrio es independiente de la presión, figura 4.2.3.6.
Se puede observar que la cantidad de H2 y CO2 en el equilibrio disminuye a
medida que se incrementa la temperatura, lo cual se explica porque las reac-
ciones son exotérmicas. Por tanto, el reactor wgs debe operar a temperaturas
bajas. La producción de H2 en tanto por ciento puede determinarse mediante
la expresión siguiente:

De lo anterior se deduce que si se quiere que la reacción (Ec.3) sea efectiva en


el aumento del contenido de H2 en la mezcla gaseosa, debe tener lugar en un
reactor diferente al de la reacción (Ec.5).
168 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.3.5. Efecto de la temperatura y presión en la composición de los gases en el


equilibrio en el reformado con vapor del metano. [H2O/CH4] = 1 mol/mol.
Fuente: elaboración propia.

Figura 4.2.3.6. Conversión de hidrógeno en función de la temperatura para diversas


presiones según la reacción wgs. Fuente: elaboración propia.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 169

La tecnología de reformado con vapor del gas natural (smr) está bien desa-
rrollada y disponible comercialmente en un amplio rango de capacidad, des-
de <1 tH2/h para pequeñas unidades descentralizadas hasta alrededor de 100
t H2/h para grandes plantas de fabricación de NH3. En la figura 4.2.3.7 puede
verse una planta industrial.

Figura 4.2.3.7. Planta industrial para la fabricación de H2 por reformado con vapor del gas
natural.

La materia prima típica varía desde gas natural y gas licuado de petróleo
(glp), hasta combustibles líquidos, incluida la nafta y, en algunos casos, el
queroseno. En los últimos años, el reformado con vapor también se considera
una opción para convertir la alimentación primaria en un gas adecuado para
una pila de combustible. La eficiencia de conversión de energía [Salida de hi-
drógeno [Poder calorífico superior (hhv)/Entrada de energía (hhv)] de los
reformadores de metano con vapor a gran escala es del 75 % al 80 %, aunque
se pueden lograr eficiencias del 85 % con una buena recuperación del calor
residual.
Existen variaciones tecnológicas en las plantas de reformado con vapor del
gas natural, que difieren entre sí principalmente por el tratamiento final del gas
producto: equipadas con un sistema de adsorción por oscilación de presión
(psa), plantas que incluye la eliminación de CO2 y un metanizador, y las equi-
padas con membrana polimérica y psa. En las figuras 4.2.3.8 (a), (b) y (c) puede
verse un diagrama de flujo de cada una de ellas, respectivamente.
Debido a la alta sensibilidad de los catalizadores de la unidad de reformado
y de wgs (water shift conversion) al envenenamiento por azufre, se requiere un
alto grado de desulfuración de la materia prima, lo que se logra en la unidad de
170 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.3.8.a. Diagrama de flujo simplificado de una planta de reformado de gas natural
con vapor de agua. Con sistema de adsorción por oscilación de presión (psa). Fuente:
elaboración propia.

Figura 4.2.3.8.b. Diagrama de flujo simplificado de una planta de reformado de gas natural
con vapor de agua. Con un sistema de absorción de CO2, para su eliminación, y un
metanador. Fuente: elaboración propia.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 171

Figura 4.2.3.8.c. Diagrama de flujo simplificado de una planta de reformado de gas natural
con vapor de agua. Con membrana polimérica y un sistema de adsorción por oscilación de
presión (psa). Fuente: elaboración propia.

desulfuración (dsu). Por tanto, antes de entrar en el reformador catalítico, el


gas natural pasa por un proceso de purificación, en el que se elimina más de un
99 % del azufre, después de esta etapa, se obtiene un gas limpio por debajo de
las 0,1 ppm de H2S. La desulfuración es una etapa clave para reducir el «enve-
nenamiento» del catalizador en el reformado.
Este proceso consta de dos unidades: la primera convierte los compuestos or-
gánicos de azufre (p. ej., tioles) en H2S mediante una reacción de hidrogenación
catalítica (catalizador de Co-Mo, 290–370 °C). Una pequeña corriente dividida
del producto H2 se usa como agente de hidrogenación en este paso. La segunda
elimina el H2S mediante lavado en un lecho de ZnO (a 340–390 °C) de acuer-
do con la siguiente reacción:

H2S + ZnO → ZnS + H2O.

Dependiendo del contenido de hidrocarburos superiores (C2+) en el gas


natural, puede haber un paso previo al reformado, denominado prereformado,
diseñado para eliminarlos. Los hidrocarburos superiores son más reactivos que
172 francisco blanco alvarez §4

el metano y se descomponen fácilmente sobre el catalizador del reformador, lo


que lleva a la deposición de coque en su superficie y, en consecuencia, a su des-
activación.
El proceso de prerreformado convierte los hidrocarburos C2+ de la alimen-
tación en CH4, COx y H2 en un reactor adiabático a 300–525 °C utilizando co-
mo catalizador Ni/Soporte Al2O3. Los catalizadores usados en el prereformador
tienden a contener niveles más altos de níquel (>25 % como Ni) que los cata-
lizadores smr convencionales. British Gas desarrolló un catalizador con muy
alto contenido de níquel para el prerreformado a 300-525 ºC.
La utilización de unidades de prerreformado en las plantas de reformado con
vapor ofrece las siguientes ventajas:
—Permite a los fabricantes de H2 operar con una amplia variedad de mate-
rias primas.
—La eliminación de hidrocarburos C2+ permite reducir relación [Vapor/
Carbono, (S/C)] en la unidad smr, ya que se reduce la tendencia a la for-
mación de coque de la alimentación a la unidad de reformado. Reducir los
niveles de vapor disminuye la caída de presión en la planta y aumenta la
eficiencia de la planta.
—Los prereformadores reducen las demandas de calor de la unidad de refor-
mado primario al requerir un menor consumo de combustible. Dado que
los prerreformadores funcionan a temperaturas más bajas (500 ºC) que la
unidad smr, el vapor generado dentro de la planta puede ayudar a propor-
cionar parte del calor de las reacciones en el prerreformador.
La tabla 4.2.3.9 resume las condiciones y el rendimiento de una unidad de
prereformado típica. Se puede ver el efecto dramático que tiene el prereforma-
dor en los niveles más altos de hidrocarburos, mientras produce algo de copro-
ducto de H2.
Una vez limpio, el gas natural se mezcla con vapor de agua sobrecalentado y
se introduce en un lecho catalítico (catalizadores en base níquel, que permiten
obtener una cinética adecuada de las reacciones).
—Se introduce la mezcla de los reactantes (metano + vapor de agua) por los
tubos rellenos de catalizador en el horno de reformado.
—Para alcanzar la temperatura requerida por el exterior de los tubos se que-
ma combustible (gas natural u otro hidrocarburo) con aire precalentado
para transferir el calor necesario para la reacción endotérmica de reforma-
do y calentar los productos de la reacción.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 173

características entrada salida


Temperatura (ºC) 500 441
Presión (bar)) 33,9 33,4
CH4 (%) 93 71,6
C2H6 (%) 2,1 0
C3H8 (%) 1,0 0
H2 (%) 3 22
CO (%) 0 0,1
CO2 (%) 0 6,3
Tabla 4.2.3.9. Composición típica de la alimentación y de la salida de las unidades de
prerreformado. (Vapor/Carbono)= (3/1), catalizador alto en Ni con promotores de
alúmina. Fuente: elaboración propia.

Como ya se ha mencionado anteriormente la reacción se favorece por el au-


mento de la temperatura (reacción endotérmica) y las bajas presiones (aumen-
to del número de moles). Sin embargo, en la mayoría de las áreas de aplicación
industrial, se requiere hidrógeno a una presión de al menos 20 bar, por lo tanto,
los reformadores funcionan a presiones elevadas, generalmente, 20–26 bar. Las
altas presiones permiten un diseño de reactor más compacto, lo que aumenta
el rendimiento del reactor y reduce el costo de los materiales.
Según la estequiometría de la reacción, [H2O/CH4] = 1:1, sin embargo, en la
práctica se usa un exceso de vapor (comúnmente, una proporción de [Vapor/
Metano] de 2,5-3) para evitar la deposición de carbón (coque) en la superficie
del catalizador.
Para satisfacer los requisitos extremos de presión y temperatura de la unidad
smr y para reducir los posibles problemas de formación de polvo metálico, que
a menudo causa la coproducción de CO, se requiere el uso tubos (de unos 15 m
de largo y 12 cm de diámetro interior) de pared gruesa de aleaciones metálicas
costosas (aleación de Ni resistente al calor).
Los tubos que contienen el catalizador se colocan dentro de un de horno tipo
caja con múltiples quemadores montados a lo largo de las paredes interiores. El
catalizador tiene una forma óptima para la transferencia de calor. Hay disponi-
ble una gama de formas de catalizador que están diseñadas sobre la base de au-

mentar la relación superficie a volumen (S/V ), mientras se reduce la caída de


presión en los tubos largos del reactor. Las temperaturas de entrada típicas son
de 450 a 650 °C, y el gas producto sale del reformador a 700 a 950 °C. Aproxi-
174 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.3.10. Sección radiante de un horno de reformado con vapor tipo caja Kellogg.
Fuente: Tecnología Química Industrial. Tema 2. Hidrógeno, gas de síntesis y derivados.
Prof. José Ignacio Zubizarreta Enríquez. Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales
de Madrid.

madamente el 50 % del calor producido por la combustión en los quemadores


se transfiere a través de las paredes del tubo reformador y se utiliza en el proce-
so. La otra mitad se recupera para trabajos de precalentamiento y producción
de vapor.
Debido a que la reacción es fuertemente endotérmica, existe un equilibrio
crítico entre la entrada de calor a través de los tubos del reformador y el calor
de reacción. Hay que optimizar el flujo de calor hacia el catalizador (espesor
del tubo), la carga del catalizador, etc. para garantizar un buen rendimiento
del reactor. La reducción del espesor de la pared del tubo permite una mayor
transferencia de calor al catalizador, lo que proporciona un ahorro de energía
considerable.
En la figura 4.2.3.10. puede verse la disposición típica de la sección radiante
de un horno de reformado con vapor de gas natural tipo caja Kellog.
El catalizador tiene una forma óptima para la transferencia de calor. Hay dis-
ponible una gama de formas de catalizador que están diseñadas sobre la base de
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 175


aumentar la relación superficie a volumen (S/V ), mientras se reduce la caída
de presión en los tubos largos del reactor.
Los estudios han demostrado que los catalizadores a base de níquel soporta-
dos con óxidos metálicos brindan la mejor tasa de conversión de metano. Aun-
que los catalizadores a base de metales nobles son más activos y, por lo general,
menos propensos a la desactivación por formación de carbono u oxidación, los
catalizadores a base de níquel debido a su bajo costo (100 a 150 veces menos
costosos que los metales nobles) son más ampliamente utilizados en aplicacio-
nes industriales. Los investigadores se han centrado en el uso de diferentes so-
portes, como ZrO2, Al2O3 y Ce–ZrO2, para aumentar la estabilidad térmica,
la actividad y la resistencia al vapor.
Aditivos que aporten iones alcalinos de potasio y/o calcio, sirven principal-
mente para suprimir la deposición excesiva de carbono en el catalizador. Estos
catalizadores funcionan durante más de cinco años (>50.000 h) de operación
continua y los proporcionan varios proveedores, incluidos ici/synetix, Dycat
y United Catalysts.
La mezcla de gas de síntesis, que contiene H2, CO, vapor y, por lo general,
alrededor del 4 % de metano no convertido, sale del reformador a temperatu-
ras de 800–900 °C. Se enfría rápidamente a unos 350 °C y se alimenta al o a
los reactores wgs, donde el CO reacciona con el vapor sobre un lecho catalí-
tico produciendo H2 y CO2, por lo que se incrementa la cantidad de hidróge-
no final.

La reacción de conversión de CO es moderadamente exotérmica limitada


termodinámicamente a alta temperatura y cinéticamente a baja temperatura.
El aumento de la temperatura, aunque aumenta favorablemente la velocidad
de reacción, tiende a desplazar el equilibrio termodinámico hacia la izquierda.
En la práctica, hay que buscar un compromiso entre una velocidad alta y un
equilibrio desfavorable y una velocidad más baja y un equilibrio más favorable.
A nivel industrial, para lograr una alta conversión de CO, el proceso se realiza
normalmente en dos reactores catalíticos en serie con enfriamiento intermedio:
reactor de alta temperatura (ht-wgs) y de baja (lt-wgs), ver figura 4.2.3.11.
El reactor ht-wgs, donde se logra gran parte de la conversión, opera a una
temperatura de 350-360 °C, y utiliza un catalizador a base de óxidos mixtos de
176 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.3.11. Reactor ht-wgs y reactor lt-wgs.


Fuente: elaboración propia.

hierro y cromo (90 a 95 % de magnetita, Fe3O4, estabilizada con 5 a 10 % de cro-


mita, Cr2O3). Se siguen desarrollando catalizadores con objeto de mejorar su
actividad. Las principales modificaciones consisten en sustituir parcialmente el
Fe por otros elementos más activos, por ejemplo, Cu , que es el más utilizado,
pero también Ag, Ba, Pb o Hg y reemplazar parcial o totalmente el Cr por otros
elementos de carácter no tóxico como Cu, Ca, Ce, Zr, La, Th, etc. La eficiencia
del proceso de conversión de CO es normalmente superior al 90 %.
El reactor lt-wgs, opera a una temperaturas de 230-240 °C y un cataliza-
dor típico consta de CuO: 15–30 %, ZnO: 30–60 % siendo el resto Al2O3, el
cual promueve una velocidad de reacción favorable entre 200 y 250 °C . Una
característica a tener en cuenta en estos catalizadores es su elevada sensibilidad
al azufre.
La combinación de reactores ht- wgs y lt-wgs permite convertir el 92 %
del CO en el gas reformado en H2 y reducir el contenido de CO en el gas a al-
rededor del 0,1 % en volumen.
El gas que sale del reactor de desplazamiento contiene principalmente H2
(70 %-80 %) más CO2, con pequeñas cantidades de metano (CH4) y monóxi-
do de carbono CO. Para obtener una corriente de hidrógeno puro se debe pro-
ceder a una etapa final de purificación. El grado de purificación depende de la
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 177

aplicación. Los sistemas a base de unidades de absorción por oscilación de pre-


sión (psa) pueden producir hidrógeno con una pureza de hasta el 99,999 %.
El hidrógeno se puede separar de los otros componentes mediante los pro-
cesos siguientes:
1. Unidad de eliminación del dióxido de carbono mediante su absorción con
una solución de aminas.
2. Mediante una metanación catalítica, generando de nuevo metano. El pro-
ceso de metanización se usa comúnmente para convertir cualquier o CO2
presente en el hidrógeno que sale del proceso de absorción de CO2 en me-
tano. Las unidades de metanación de las trazas de óxidos se utilizan en los
sistemas de producción de amoníaco, ya que estos compuestos envenenan
el catalizador utilizado.
3. Unidad adsorción con presión oscilante (psa) que utiliza un material só-
lido absorbente.
4. Separación criogénica
5. Sistemas de separación por membranas
Aunque los sistemas de adsorción con presión oscilante psa han reemplazado
en gran medida a la separación de hidrógeno basada en la absorción de CO2, no
son adecuados para capturar el CO2. En el sistema psa, todo el carbono inicial-
mente presente en la materia prima utilizada para la generación de hidrógeno
se acumula en el gas residual de psa, que se envía al reformador como combus-
tible para proporcionar calor.
Si se desea la captura de carbono, los sistemas basados en la absorción de
CO2 son atractivos, ya que permiten la producción de flujos de hidrógeno y de
CO2 puros. Estos procesos utilizan: la interacción química entre el CO2 y un
absorbente (amina, hidróxido de metal alcalino o carbonato) o la solubilidad
física del CO2 en el absorbente (solvente), como puede ser el metanol y el po-
lietilenglicol.
En cualquier caso, el CO2 se elimina de la corriente de gas hacia el absorben-
te a una temperatura más baja o una presión más alta y se libera más tarde a una
temperatura más alta o una presión más baja regenerando el absorbente. Aun-
que la absorción por interacción química es más eficiente, el proceso general-
mente requiere mayor energía para la regeneración del absorbente en compa-
ración con los solventes físicos.
La producción de hidrógeno puro a partir de una mezcla de gases que contiene
entre un 60 % y un 90 % molar de hidrógeno mediante procesos de adsorción por
178 francisco blanco alvarez §4

cambio de presión (psa, Pressure Swing Adsorption) se ha convertido en la tecno-


logía de vanguardia y se usa ampliamente para separar el hidrógeno de las corrien-
tes de gas contaminadas, con una o varias impurezas, en las industrias química y
petroquímica. Se han instalado varios cientos de unidades de proceso psa–H2 en
todo el mundo. Las dos corrientes de gas más comunes utilizadas para esta apli-
cación son (a) el gas de salida del reformador de gas natural con vapor (smrog)
después de haber sido tratado adicionalmente en un reactor de desplazamiento
de agua y gas, y (b) el gas de salida de la refinería (rog) de diversas fuentes.
Las composiciones típicas del gas de alimentación del sistema psa para es-
tos casos son (a) 70–80 % H2, 15–25 % CO2, 3–6 % CH4, 1–3 % CO y trazas
de N2; y (b) 65–90 % H2, 3–20 % CH4, 4–8 % C2H6, 1–3 % C3H8 y menos de
0,5 % de hidrocarburos C4. Ambos gases de alimentación generalmente están
disponibles a una presión de 8 a 28 atm y a una temperatura de 21 a 38 °C, y ge-
neralmente están saturados con agua. Los procesos psa están diseñados para
producir una corriente de producto seco rico en hidrógeno a la presión del gas
de alimentación que contiene entre 98 y 99,999 % molar de H2 con una recu-
peración de H2 entre 70 y 90 %.
Un proceso de separación psa es un sistema gas-sólido que funciona en ciclos
en los que una o más columnas de lecho fijo se empaquetan con un adsorbente
apropiado (fase sólida), que adsorbe de forma preferente uno o más compues-
tos de una mezcla de gases. Se basa en el principio de que los adsorbentes, a una
temperatura determinada, son capaces de adsorber más impurezas a una pre-
sión parcial más alta que a una presión parcial más baja. Es decir, al entrar en
contacto el gas con el sólido, algunos de los compuestos de la mezcla de gases se
adsorben de forma más selectiva en la estructura microporosa/mesoporosa del
adsorbente. Esta selectividad depende esencialmente de la diferencia en el equi-
librio de adsorción, la diferencia en las tasas de adsorción (selectividad cinética)
y/o los efectos estéricos de las diferentes moléculas de adsorbato de la mezcla
(exclusión por tamaño). De este modo, los compuestos con alta volatilidad y
baja polaridad, como por ejemplo el hidrógeno, apenas se adsorben, mientras
que otras moléculas como CO, CO2, hidrocarburos o vapor de agua, presentan
mucha mayor tendencia a ser adsorbidos. Por lo tanto, estas impurezas pueden
quedar retenidas en los lechos de relleno del sistema de psa, produciendo una
corriente de hidrógeno de alta pureza.
Estos procesos de separación por adsorción se caracterizan por una secuen-
cia ordenada de pasos de adsorción-desorción, «oscilando» entre dos puntos
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 179

diferentes de la misma isoterma de equilibrio. En la figura 4.2.3.12 (a). pueden


verse isotermas de adsorción genéricas a diferentes temperaturas, operando el
proceso entre dos puntos diferentes de la misma isoterma de equilibrio (pun-
tos A y D de la figura). La capacidad útil es la diferencia en carga entre las pre-
siones de paso de adsorción y desorción, sobre la misma isoterma. En este caso,
se puede observar que la mayor capacidad de adsorción se alcanza a 30 ºC. Los
dos pasos principales son:
1) la etapa de adsorción, llevado a cabo a la presión más alta, PA, donde los
compuestos adsorbidos preferentemente se separan de la mezcla de alimenta-
ción hasta alcanzar el equilibrio (saturación) entre Ia corriente de gas y el ad-
sorbente (Isoterma de adsorción).
(2) la etapa de desorción, utilizada para regenerar el lecho, que consiste en
reducir Ia presión de operación desde PA hasta PD , por lo que las especies más
adsorbidas se eliminan del adsorbente preparando la columna para el siguiente
ciclo. En esta etapa se purga el sistema con un gas inerte (generalmente se recir-
cula un poco de gas producto).
En la figura 4.2.3.12 (b) se muestra el sistema cíclico de dos lechos, uno ope-
rando en la etapa de adsoción y el otro en la de desorción. En ella se indican
los perfiles de concentración a través de los lechos en ambas etapas, siendo A el
compuesto más fuertemente adsorbido.
Por lo tanto, se producen al menos dos corrientes en un proceso de psa. Du-
rante la etapa de adsorción, se produce una corriente de refinado (alta cantidad
de los gases con menos afinidad con el adsorbente) y durante la etapa de desor-
ción o regeneración, se recupera una corriente de extracto (principalmente los
gases con más afinidad con el adsorbente). Es posible obtener productos útiles
a partir de las etapas de adsorción o desorción o de ambas etapas. Hay que te-
ner en cuenta que el paso de adsorción generalmente termina antes de que el
compuesto adsorbido más fuertemente atraviese el lecho. Por lo tanto, se ob-
tiene una corriente de producto refinad de alta pureza. Por otro lado, la etapa
de desorción comúnmente termina antes de que el lecho esté completamente
desorbido, produciendo una corriente de producto extracto con los compues-
tos adsorbidos preferentemente.
Las principales características que debe tener un material adsorbente para
su uso en aplicaciones industriales son: alta selectividad que permita buenas
separaciones, alta capacidad de adsorción, alta estabilidad térmica y química,
baja oposición al flujo de gas y coste relativamente bajo. La selección de ad-
180 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.3.12. (a) Isotermas de adsorción y de desorción,

Figura 4.2.3.12. (b) Diagrama idealizado que muestra el movimiento del perfil de concentra-
ción de la fase adsorbida para los compuestos más fuertemente adsorbidos en un proceso de
psa (adsorción versus desorción). Sistema cíclico de dos lechos por lotesSe indican los per-
files de concentración a través del lecho. A es la especie más fuertemente adsorbida. Fuente:
‹https://www.linde-engineering.com/en/images/ha_h_1_1_e_09_150dpi_nb_tcm19-6130.
pdf›.Fuente: New Pressure Swing Adsorption Cycles for Hydrogen Purification from Steam
Reforming Off-Gases. Filipe V. S. Lopes. Tesis Universidad de Oporto. Diciembre 2010.›.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 181

Figura 4.2.3.13. Isotermas de adsorción de CO2, CO, CH4, N2 y H2 (a) carbón activado
bpl (b) en zeolita 5A. Temperatura=30°C. Fuente: Separation Science and Technology.
Purification of Hydrogen by Pressure Swing Adsorption. S. Sircar, T. C. Golden.

sorbentes es crítica para determinar el rendimiento de separación de los pro-


cesos psa para la purificación de hidrógeno. La cinética de adsorción no es
un problema crítico y la separación de las impurezas del gas de alimentación
mediante los adsorbentes utilizados se basa generalmente en sus propiedades
termodinámicas.
La figura 4.2.3.13 (a) y (b) muestra las isotermas de adsorción del gas de salida
del reformador de gas natural con vapor (smrog) a 30°C en el carbón activado
bpl y en la zeolita 5A, respectivamente. Las cantidades adsorbidas se dan en mi-
limoles por gramo de adsorbente. La tabla 4.2.3.14 muestra las selectividades de
los pares binarios de los componentes smrog a 30°C en los mismos adsorbentes.
El CO2 se adsorbe muy fuerte y selectivamente en la zeolita con una capaci-
dad de adsorción muy grande a bajas presiones parciales de CO2. Sin embargo,
también es muy difícil de desorber en las condiciones de funcionamiento de los
procesos de separación psa.
La figura 4.2.3.15. muestra las características de desorción isotérmica del CO2
mediante purga de H2 del carbón activado bpl y de la zeolita 5A. Representa
la fracción de CO2 originalmente presente en una columna llena con el adsor-
bente que se desorbe mediante la purga de H2 en función de la cantidad de H2
que sale de la columna. Puede verse que se necesita una cantidad mucho menor
de purga de H2 para desorber eficientemente el CO2 del carbón bpl que de la
182 francisco blanco alvarez §4

selectividad
mezcla de gas
carbon activado bpl zeolita 5a
CO2-CH4 2,5 195,6
CO2-CO 7,5 59,1
CO2-N2 11,1 330,7
CO2-H2 90,8 7400,0
CO-CH4 0,33 3,3
CO2-N2 1,48 5,6
CO2-H2 12,11 125,0
CH4- N2 4,5 1,7
CH4- H2 36,6 37,8
N2-H2 8,2 22,3
Tabla 4.2.3.14. Selectividades de los pares binarios de los componentes smrog para
el carbón activado bpl y la 5A a 30°C. Fuente: Separation Science and Technology.
Purification of Hydrogen by Pressure Swing Adsorption. S. Sircar, T. C. Golden.

zeolita 5A. Por lo tanto, la facilidad de desorción de CO2 del carbón activa-
do lo convierte en el adsorbente preferido para la eliminación de CO2 incluso
aunque las capacidades y selectividades de CO2 en el carbón son moderadas en
comparación con las de la zeolita.
Por otra parte, la figura 4.2.3.16 (a) y (b) y la tabla 4.2.3.17 muestran que la
zeolita 5A exhibe una capacidad mucho mayor para la adsorción de CO y N2
diluidos que el carbón activado bpl. Las selectividades de adsorción de estos
gases sobre el H2 en la zeolita son también mucho mayores que las del carbón
activado. Al mismo tiempo, la desorción de CO y N2 de la zeolita 5A median-
te purga de H2 es relativamente mucho más favorable que la del CO2, como se
muestra en la figura 4.2.3.18. Por tanto, la zeolita es el adsorbente preferido en
los procesos psa para la eliminación de estos gases del H2.
La capacidad de adsorción de CH4 apolar y su selectividad de adsorción so-
bre H2 son aproximadamente las mismas en ambos materiales. Sin embargo, el
CH4 se adsorbe selectivamente sobre el CO en el carbón activado y el CO se
adsorbe selectivamente sobre el CH4 en la zeolita. Por tanto, se pueden utilizar
tanto zeolita como carbono para eliminar CH4 del smrog.
Los procesos de psa utilizan carbones activados para la eliminación de
CO2 y CH4 y zeolitas para la eliminación de CO, CH4 y N2 del smrog. Sin
embargo, se pueden emplear diferentes tipos de carbones activados (tamaño
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 183

Figura 4.2.3.15. Características de desorción controlada en equilibrio del CO2 por purga
de H2. Fuente: Separation Science and Technology. Purification of Hydrogen by Pressure
Swing Adsorption. S. Sircar, T. C. Golden.

Figura 4.2.3.16. Características de desorción controladas por equilibrio de CO y N2


mediante purga de H2. Fuente: Separation Science and Technology. Purification of
Hydrogen by Pressure Swing Adsorption. S. Sircar, T. C. Golden.

de poro, fuente, polaridad de la superficie) y diferentes tipos de zeolitas (es-


tructura, cationes, niveles de intercambio iónico) para optimizar el proceso.
Una planta de psa consta básicamente de recipientes que contienen el mate-
rial adsorbente, válvulas de control e instrumentación y un sistema de control
de la unidad. El ciclo completo de funcionamiento del sistema psa consiste en
cuatro etapas básicas: (1) presurización en paralelo con la alimentación, (2) ad-
sorción (alimentación), (3) despresurización y (4) regeneración (purga a con-
tracorriente con el refinado). Las dos etapas principales son la adsorción y la re-
184 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.3.17. Esquema de las cuatro etapas de uno de los lechos del ciclo de Skarstrom
y variación de la presión durante las mismas a lo largo del tiempo. Fuente: New Pressure
Swing Adsorption Cycles for Hydrogen Purification from Steam Reforming Off-Gases.
Filipe V. S. Lopes. Tesis Universidad de Oporto. Diciembre 2010.

generación o desorción. En la etapa de adsorción los componentes no deseados


son retirados de la mezcla debido a su interacción con el adsorbente y en la eta-
pa de regeneración las moléculas adsorbentes liberan las especies seleccionadas.
Para garantizar un continuo flujo de hidrógeno es necesario utilizar como mí-
nimo cuatro columnas de adsorción. El ciclo básico de un sistema psa fue des-
crito por primera vez por Skarstrom en 1960. En él se emplean lechos siguien-
do cada uno de ellos la secuencia de etapas que se muestran en la figura 4.2.3.19,
que representa un esquema de las cuatro etapas de uno de los lechos del ciclo
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 185

de Skarstrom y la variación de la presión y de la concentración del gas A (com-


puesto más fuertemente adsorbido) durante las mismas a lo largo del tiempo.
El gas a tratar a alta presión, generalmente a 10 bar–40 bar, se pasa a través de
una columna de adsorción que contiene un material adsorbente selectivo (zeo-
lita A o X, tamices moleculares, carbón activado, alúmina, silica gel, etc.) con
gran superficie específica (cm2/g) hasta que se alcanza el equilibrio y ya no es
posible retener más impurezas. Estas últimas son adsorbidas en las superficies
internas del adsorbente, dejando al hidrógeno de alta pureza en los espacios va-
cíos del recipiente. Cuando el lecho de adsorción se satura, la corriente de ali-
mentación se cambia a otra columna y la columna saturada se regenera para po-
der seguir con el proceso de purificación. Para regenerarlo se reduce la presión,
reduciendo la carga de equilibrio, permitiendo la desorción de las especies re-
tenidas. Una vez terminada la etapa de desorción, se vuelve a elevar la presión
hasta la requerida por el proceso de adsorción y el ciclo vuelve a empezar. En la
práctica, se utiliza una batería de lechos adsorbentes con un sistema de válvulas
que cambian entre lechos adsorbentes y regeneradores.
El ciclo de Skarstrom fue la configuración básica adoptada para los procesos
de psa para diferentes sistemas de separación de gases. Con el fin de mejorar el
rendimiento del proceso se modificó en diferentes ocasiones. Por ejemplo, Ber-
lin (1966) introdujo en el ciclo de Skarstrom un paso de igualación (compuesto
por un paso de presurización de presión-igualación y un paso de despresuriza-
ción de presión-igualación). Este ciclo modificado se ilustra en la figura 4.2.3.20.
Después de la etapa inicial de presurización de co-corriente con alimentación y
la siguiente etapa de alimentación en el adsorbedor A, se despresuriza con la di-
rección de flujo anterior, conectándola al adsorbedor B donde la etapa de presu-
rización e igualación de presión comienza a contracorriente hasta que se iguala
la presión en ambos adsorbedores. Después de la igualación, el paso de purga
comienza en el adsorbedor A, mientras que el paso de presurización comienza
en el B. Debido a que el gas comprimido del adsorbedor de alta presión A se
utiliza parcialmente para presurizar el de baja presión B a través de un paso de
igualación de presión, el consumo de energía del proceso y el gas desperdiciado
durante el ciclo (paso de purga) se reducen.
Con base en el ciclo de Skarstrom modificado propuesto por Berlin (1966),
se realizaron estudios para desarrollar procesos de psa para recuperar hidróge-
no de diferentes fuentes, como gases residuales de reformado de gas natural con
vapor (smr), gases combustibles de refinería, gases de hornos de coque y otros.
186 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.3.18. Ciclo de Skarstrom modificado: (1) presurización en paralelo con la


alimentación; (2) alimentación; (3) despresurización de compensación de presión en
paralelo (ed); (4) etapa de purga a contracorriente (Blow); (5) purga a contracorriente con
el refinado; (6) presurización de compensación de presión a contracorriente (ep). Fuente:
New Pressure Adsorption Cycles for Hydrogen Purification from Steam Reforming Off-
Gases. Filipe V.S. Lopes. Tesis Universidad de Oporto. Diciembre 2010.

En la figura 4.2.3.18 pueden verse las trayectorias de presión durante los ocho
pasos del ciclo de adsorción de la secuencia de cuatro adsorbedores (A, B, C y
D) a lo largo del tiempo.
A continuación, se detallan las etapas del ciclo de adsorción del sistema psa de
la figura 4.2.3.19. Los pasos del ciclo más largos (adsorción y suministro, presuri-
zación de purga, regeneración, purga) tienen una duración de 100 s. En compa-
ración, los pasos del ciclo más cortos (adsorción y presurización de alimentación
(ad y fp), purga (bd), ecualización de presión (pe)) duran solo 30 s.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 187

Figura 4.2.3.19. (a) Trayectorias de presión durante los ocho pasos del ciclo de adsorción
de la secuencia de cuatro adsorbedores (A, B, C y D) a lo largo del tiempo., (b) Pasos
elementales del ciclo psa. Fuente: ‹https://www.linde-engineering.com/en/images/
HA_H_1_1_e_09_150dpi_NB_tcm19-6130.pdf›. ‹https://minerva.usc.es/xmlui/
handle/10347/18846›.

—Adsorción. El proceso de adsorción de impurezas es llevado a cabo a una


presión elevada (presurización) determinada por la presión del gas alimen-
tado. El gas fluye a través de los adsorbedores en dirección ascendente. To-
das las impurezas presentes en el gas, como el vapor de agua, CH4, CO,
CO2 y N2 son retenidos de forma selectiva sobre la superficie del material
adsorbente. La corriente de salida, que está formada por hidrógeno de al-
ta pureza, sale por la parte superior del adsorbedor. Después de un tiempo
establecido, esta fase finaliza y empieza la etapa de regeneración. En este
mismo instante, otro tanque empieza su ciclo de adsorción, por lo que se
mantiene un flujo de hidrógeno constante en la línea de salida.
—Regeneración. Es la etapa durante la cual el adsorbente libera las especies
retenidas, de manera que se regenera para su uso en el siguiente ciclo. Con-
siste básicamente en cinco pasos consecutivos: igualación de la presión, su-
ministro de gas de purga, dump, regeneración (purga) y represurización.
188 francisco blanco alvarez §4

Los pasos se combinan para minimizar las pérdidas de hidrógeno y, en con-


secuencia, maximizar la tasa de recuperación de hidrógeno del sistema psa.
paso 1. Igualación de la presión (paso E1): La despresurización empieza en
la dirección de la corriente de proceso desde la parte inferior a la superior.
El hidrógeno, todavía almacenado en el espacio vacío del material adsor-
bente, es usado para presurizar otro adsorbedor que justo en ese instante
está terminando su regeneración. En la figura 4.2.3.19. se puede obser-
var cómo esta comunicación entre los recipientes se simboliza mediante
una flecha de color azul. Esta fase finaliza en el momento en el que am-
bos recipientes alcanzan la misma presión. Dependiendo del número de
equipos y de las condiciones de operación, pueden ser realizados de uno
a cuatro pasos de igualación de presión. Cada paso adicional de iguala-
ción minimiza las pérdidas de hidrógeno y aumenta la tasa de recupera-
ción de hidrógeno.
paso 2. Suministro de gas de purga, de regeneración o de desorción (pa-
so pp): Este paso es el final de la etapa de despresurización en dirección
ascendente, expulsándose una corriente gaseosa de hidrógeno puro que
se empleará para regenerar otro absorbedor. La comunicación entre es-
te adsorbedor y el que se encuentra en regeneración se observa en la figu-
ra 4.2.3.19 representada por una flecha roja. Se observa como el adsorbe-
dor en la fase pp disminuye progresivamente su presión, mientras que en
el otro avanza la regeneración.
paso 3. Liberación de la presión remanente (dump) (paso D): Es necesario
que la presión inicial del adsorbedor disminuya hasta alcanzar la presión de
operación requerida por la desorción o regeneración. Pero la presión no se
puede disminuir del mismo modo en el que se disminuía en la fase anterior.
Cuando la fase anterior se da por finalizada, la presión remanente debe ser
liberada en contracorriente para prevenir que las impurezas salgan por la par-
te superior del adsorbedor. Es decir, si se permitiese que la presión continua-
se disminuyendo al enviar gas al adsorbedor que se encuentra en regeneración
(fase pp), se terminaría alcanzando la presión requerida para la regeneración en
el primer adsorbedor, estando comunicado con el segundo, dado que las pre-
siones de ambos adsorbedores se acabarían igualando. Por lo que, con esto lo
único que se conseguiría sería enviar impurezas a otro tanque que precisamen-
te ya se encontraba en fase de eliminar las impurezas retenidas en su propio le-
cho (regeneración).
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 189

Por lo tanto, se podría considerar como el primer paso de la etapa de regene-


ración del lecho inicial, de forma que las impurezas desorbidas se expulsan del
adsorbedor por la parte inferior del equipo y fluyen hacia el sistema de fuel gas.
paso 4. Regeneración o desorción (purga): El momento final de la etapa de
desorción presenta la menor presión producida en el ciclo del sistema psa.
El hidrógeno de alta pureza producido en la etapa de suministro de gas de
purga (de regeneración o de desorción), entra por la parte superior del ad-
sorbedor y es usado para purgar las impurezas del lecho hacia el sistema de
fuel gas, expulsándose por la parte inferior. La carga residual en el material
adsorbente es reducida al mínimo para garantizar la máxima eficiencia del
ciclo psa. Esta carga será menor cuanto menor sea la presión de esta fase.
paso 5. Represurización (pasos R1 y R0): Antes de empezar el ciclo de adsor-
ción nuevamente, el lecho regenerado debe de ser presurizado de nuevo.
Este paso es realizado durante la etapa de igualación de presión, usando hi-
drógeno de alta pureza, de otros adsorbedores durante su despresurización.
Debido a que no es posible alcanzar la presión de adsorción únicamente
mediante este procedimiento, también se utiliza parte del hidrógeno de la
corriente de producto, que se recircula. Al terminar esta etapa, el lecho re-
generado comienza a adsorber impurezas de la corriente de alimentación,
cogiendo el relevo de otro adsorbedor cuyo lecho ya se ha cargado comple-
tamente y no es capaz de adsorber más impurezas.
Durante el ciclo de psa, cada columna pasa por los 8 pasos elementales re-
presentados en la figura 4.2.3.20. Sin embargo, al considerar las 4 columnas
de adsorción, los pasos no se alinean completamente en el ciclo psa debido a
sus diferentes duraciones, lo que resulta en un ciclo de 12 eventos. La secuen-
cia del ciclo completo también se puede ver en la figura 4.2.3.21, que se pue-
de describir de la siguiente manera (siguiendo la columna de adsorción o ad-
sorbedor A):
eventos 1 y 2: Adsorción a alta presión (ad): el adsorbedor se alimenta a
través de una válvula de encendido/apagado colocada en la línea de ali-
mentación, mientras que el caudal del producto se controla a través de un
controlador de flujo másico.
evento 3: Adsorción/Suministro de relleno (ad/bf): la corriente produci-
da se divide en dos partes, una parte fluye continuamente hacia la columna
de almacenamiento y la otra se utiliza para presurizar (rellenar) el adsorbe-
dor D , que es el siguiente lecho de adsorción.
190 francisco blanco alvarez §4

Adsorción (ad), suministro de relleno (ad/bf), igualación de presión de despresurización


(dpe), blowdown (bd), suministro de purga (pp), inactivo (idle), igualación de presión de
presurización (ppe), relleno (bf).
Figura 4.2.3.20. Pasos elementales del ciclo psa y secuencia de los 12 eventos.
Fuente: Single-stage pressure swing adsorption for producing fuel cell grade hydrogen. Fre-
derico Relvas, Roger D. Whitley, Carlos Manuel Silva, and Adélio Mendes. Industrial & En-
gineering Chemistry Research. ACS Publications. Marzo 2018.

evento 4: Igualación de presión de despresurización (dpe): Después de la


fase de producción, el adsorbedor A iguala la presión con el B. El tiempo
del evento de igualación debe ser el necesario para alcanzar el equilibrio
de presión.
evento 5: Proporcionar purga (pp): el gas que queda en el adsorbedor A se
utiliza para purgar el adsorbedor C. La purga se realiza por el extremo su-
perior de ambas columnas.
eventos 6 y 7: Blowdown (bd): el adsorbedor A se despresuriza desde el
extremo inferior del mismo.
evento 8: Purga (pg): el adsorbedor A se purga recibiendo el gas de purga
desde el extremo superior del mismo. Este evento mejora la regeneración
del adsorbente;
eventos 9 y 11: Inactivo (idle): En este evento, todas las válvulas conecta-
das a al adsorbedor están cerradas;
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 191

Figura 4.2.3.21. Diagrama esquemático del proceso psa utilizando cuatro lechos y un
tanque de almacenamiento de gases intermedio. Fuente: T. Yamaguchi, Y. Kobayashi, Gas
separation process (1993) U.S. Patent 5,250,088.

evento 10: Igualación de presión de presurización (ppe): el adsorbedor A


iguala la presión con el B.
evento 12: Relleno (bf): el adsorbedor A se rellena con el gas purificado de
la columna productora (adsorbedor C). Al final del evento, la presión de
la columna rellenada (adsorbedor A) debe ser la presión operativa máxi-
ma. Esto permite que cuando el adsorbedor A avanza del evento 12 al 1,
respectivamente los eventos elementales 8 y 1, el caudal de alimentación se
mantiene constante, ya que la presión de entrada no sufre ningún cambio.
En la figura 4.2.3.21 se muestra un diagrama esquemático del proceso psa
utilizando cuatro adsorbedores y un tanque de almacenamiento de gases inter-
medio (Proceso Lofin). El tanque utilizado en este proceso funciona como un
depósito de gas intermedio con el fin de mejorar la eficiencia de la separación.
Puede producir hidrógeno con un 99,96 % de pureza y un 86,0-86,3 % de recu-
peración, a partir de un gas que contenga 78,8 % de H2, 15,3 % de CH4, 4,0 %
192 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.3.22. Sistema adsorción por oscilación de presión psa con 10 lechos de adsorción.
Fuente: ‹https://www.linde-engineering.com/en/images/HA_H_1_1_e_09_150dpi_NB_
tcm19-6130.pdf›.

de C2H6, 1,4 % de C3H8, 0,3 % de C4H10 y 0,1 % de C5H12 (base seca). Cuando
se incluyen dos lechos más en el proceso, la pureza y la recuperación del hidró-
geno aumentan al 99,97 % y al 87,9-88,3 %, respectivamente.
En la figura 4.2.3.22 una imagen de un sistema industrial de adsorción por
oscilación de presión con 10 lechos de adsorción.
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 193

Las ventajas de los sistemas psa sobre el sistema de absorción con aminas son:
menor costo de equipo, operación más simple, menor mantenimiento operati-
vo y capacidad de entregar H2 de mayor pureza.

4.2.4.Oxidación parcial (poxm) [oxidative reforming (orm)]


Durante los últimos años, existe un creciente interés en la oxidación parcial
del metano, considerándose uno de los procesos más prometedores para la pro-
ducción de gas de síntesis, con una eficiencia muy alta.
La oxidación parcial ocurre cuando una mezcla aire (oxígeno)-combustible
subestequiométrica se quema en un reformador de alta temperatura. La oxida-
ción tiene que ser parcial, ya que si fuera completa se produciría únicamente
dióxido de carbono, agua y energía. La oxidación con aire se utiliza principal-
mente para producir gas de síntesis a partir de material sólido como el carbón o
la biomasa. En el caso del gas natural, convierte el CH4 y el O2 en gas de síntesis
(CO + H2) con una relación [H2/CO] en el entorno de 2.
La oxidación parcial puede ser catalítica o no. En la oxidación parcial no ca-
talítica, la producción de gas de síntesis requiere de una temperatura de ope-
ración elevada, entre 1200–1500 ºC Para reducir la temperatura requerida, se
desarrolló el proceso de oxidación parcial catalítica, en el que la temperatura
requerida es de 800–900 ºC. La reacción presenta una cinética de reacción rá-
pida, por lo que puede operar con bajos tiempos de contacto permitiendo uti-
lizar reactores más pequeños.
Frente al convencional reformado con vapor de agua esta tecnología presenta
numerosas ventajas. Su carácter ligeramente exotérmico implica un menor cos-
to energético ya que permite una reducción del 10-15 % en el requerimiento de
energía y un 25-30 % menos de inversión de capital. La unidad de reacción es más
simple, con materiales de construcción de menores especificaciones, y además
no necesita ningún evaporador externo. Además, se obtiene un gas de síntesis
con una relación molar [H2/CO=2] adecuada para la producción de metanol,
amoniaco y combustibles sintéticos mediante el proceso Fischer-Tropsch. Este
conjunto de beneficios compensa la desventaja del coste que supone el requeri-
miento de oxígeno puro. El principal desafío que presenta se centra en el diseño
de un catalizador que balancee actividad, durabilidad y coste de forma óptima.
Para obtener elevadas conversiones de CH4, así como buenas selectividades
hacia el H2 y el CO se han usado catalizadores conteniendo metales de transi-
ción (Ni, Co, Cu y Fe), óxidos de metales y metales nobles (Pt, Pd, Rh, Ru and
194 francisco blanco alvarez §4

Ir). Los metales nobles a pesar de su alto costo muestran una actividad más ele-
vada que los catalizadores más económicos basados en Ni. Los catalizadores de
Pd presentan una estabilidad limitada a elevadas temperaturas, lo que se puede
superar añadiendo tierras raras y/u óxidos alcalinotérreos a las formulaciones
del catalizador, como por ejemplo el CeO2 y CeO2-ZrO2. Las selectividades se
determinan mediante las siguientes expresiones:

La elección de la técnica de reformado depende del contenido de azufre del


combustible que se utilice. La oxidación parcial catalítica solo se puede utilizar
si el contenido de azufre es inferior a 50 ppm. Un mayor contenido de azufre
envenenaría el catalizador, por lo que se debe utilizar oxidación parcial no cata-
lítica para tales combustibles.
El proceso de oxidación parcial está integrado por numerosas reacciones que
transcurren de manera simultánea. Esto da lugar a un mecanismo de reacción
complejo, que puede verse afectado por diversos factores como la naturaleza
del catalizador y las condiciones de reacción (relación oxígeno/metano, tem-
peratura o presión). Las reacciones de oxidación del metano son las siguientes:

La reacción de oxidación incompleta (4.2.4.3) es moderadamente exotérmi-


ca y se produce con aumento del número de moles gaseosos (1,5), por lo que se
ve favorecida a bajas temperaturas y presiones.
El parámetro fundamental es la relación [O2/CH4]. Un valor de aproxima-
damente 0,5 promueve la formación de productos de la reacción de oxidación
parcial, evitando que se alcancen altas temperaturas en el reactor. En consecuen-
cia, el metano que no ha reaccionado se piroliza en parte a coque y la otra parte
permanece sin convertir con un bajo rendimiento en gas de síntesis. En cambio,
en el modo autotérmico, para permitir que el sistema alcance las altas tempera-
turas necesarias para maximizar el rendimiento en la producción de gas de sín-
procesos termoquímicos de obtención de hidrógeno:reformado de gas natural 195

Figura 4.2.4.1. Efecto de la temperatura y presión en la composición de los gases en el


equilibrio en la oxidación parcial de la mezcla CH4 (1 kmol) y O2 (0,5 kmol)- (O/C) = 0,5.
Presión= 1 y 30 bar. Fuente: elaboración propia.

tesis, es necesario trabajar con una relación [O2/CH4] ligeramente superior a


0,5. De esta forma, también se produce la reacción de combustión total del me-
tano, bajando la selectividad, pero generando calor suficiente para alcanzar las
temperaturas necesarias para mantener el proceso térmicamente autosostenible.
En la figura 4.2.4.1 se muestra el efecto de la temperatura y presión en la com-
posición de los gases en el equilibrio en la oxidación parcial de la mezcla equi-
molar de CH4 y O2. Las presiones son de 1 y 30 bar. La cantidad de hidrógeno
y monóxido de carbono en el equilibrio aumenta a medida que disminuye la
presión y se incrementa la temperatura Además, el contenido en C (s) alcanza
un máximo. Esto se debe, fundamentalmente, a que la reacción inversa de Bou-
douard, al ser endotérmica, se desplaza hacia la formación del CO (g), consu-
miendo C (s) y CO2 (g).
Un recipiente a presión revestido de material refractario se alimenta con gas
natural y oxígeno a una presión típica de 40 bar (Figura 4.2.4.2). Tanto el gas
natural como el oxígeno se precalientan antes de ingresar al reactor y se mez-
clan en un quemador. La reacción de oxidación parcial ocurre inmediatamen-
te en una zona de combustión debajo del quemador. Para evitar la deposición
de carbono, los reactivos deben mezclarse completamente y la temperatura de
reacción no debe ser inferior a 1200°C. A veces se añade vapor a la mezcla para
196 francisco blanco alvarez §4

Figura 4.2.4.2. Reactor usado en la oxidación parcial.


Fuente: elaboración propia.

suprimir la formación de carbono. En el caso de oxidación parcial catalítica no


se requiere vapor y la temperatura puede ser inferior a 1000°C.
En la práctica, el gas de síntesis del proceso poxm tiene una relación H2/CO
entre 1,6 y 1,8, por lo que, de igual modo que en el reformado con vapor de agua,
se envía al reactor de cambio de agua-gas (wgs). Posteriormente se purifica uti-
lizando un método de purificación adecuado.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 197

5.

Ciencia y tecnología del hidrógeno verde

Juan José del Campo Gorostidi


5.1 Producción de hidrógeno por electrólisis de la molécula
de agua

5.1.1 Termodinámica de la descomposición electroquímica del


agua
En condiciones estándar de presión y temperatura la descomposición de la
molécula de agua no es espontánea. El aumento de la entropía debido a la for-
mación de 1 mol de hidrógeno gas y de 0,5 moles de oxígeno gas, no compensan
el cambio de entalpía que es muy endotérmica (Ec.1).

(Ec.1) H2O (l) → H2 (g) + O2 (g) H2O (l) = + 237,32 kJ mol-1

para T = 298 K y P = 1 bar.


La descomposición de la molécula de agua en fase vapor continúa siendo en-
dotérmica hasta temperaturas superiores a 2.500 K, por lo que la descomposi-
ción de la molécula de agua requerirá de la aportación de energía.
Para que una reacción sea espontánea, se precisa que la variación de la energía
libre de reacción sea negativa, lo cual requiere que la variación de entalpía ΔH
(T) sea menor en valor absoluto que el producto de la temperatura de reacción
T por la variación de la entropía a dicha temperatura, según la (Ec. 2).

(Ec.2) ΔG (T) = ΔH (T) – T ΔS (T)

Es interesante expresar de forma gráfica la variación de las tres funciones de


estado de la (Ec.2) con la temperatura para la (Ec.1) , que presentamos en la fi-
gura 5.1.1.
Como puede apreciarse, a medida que aumenta la temperatura, se requiere
más aportación de calor: T ΔS y menor aportación de energía eléctrica ΔG, ya

— 199 —
200 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.1.1 Energía requerida para descomponer la molécula de agua,


Fuente: Fundamentals of Water Electrolysis. Pierre Millet. 2015 Wiley-vch Verlag.

que la entalpía, ΔH , apenas varía con la temperatura, una vez alcanzados los
100 ºC .
En condiciones de disponibilidad de calor, como puede ser el caso de proce-
sos industriales que permitan disponer de calor latente entre 200 ºC y 300 ºC,
realizar la electrólisis de la molécula de agua a temperaturas elevadas, en fase
vapor, es interesante, por cuanto que disminuye el consumo de energía eléctri-
ca. En el cuadro 5.1.2 se comparan los porcentajes del tipo de energía requerida
para descomponer la molécula de agua a 100 ºC y a 1.000 ºC.

temperatura 100 ºC 1000 ºC


Energía eléctrica 85 % 60 %
Energía térmica 15 % 33 %
Cuadro 5.1.2 Energía eléctrica y Energía térmica requerida para descomponer la molécula de
agua. Fuente: elaboración propia.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 201

La descomposición electroquímica de la molécula de agua se produce en un


electrolizador que deberá constar, al menos, de una celda de electrólisis com-
puesta por dos electrodos, el ánodo y el cátodo, en contacto ambos con un me-
dio iónico, el electrolito. Para evitar la recombinación del Oxígeno producido
en el ánodo con el Hidrógeno producido en el cátodo, es preciso disponer en-
tre ambos electrodos una membrana de separación que permita el flujo de la
especie iónica: OH- ,en el caso de la electrólisis en medio alcalino, y protones
H+, en el caso de la electrólisis en medio ácido, y que sea estanca para las espe-
cies gaseosas.
Aplicando una diferencia de potencial de 1,2293 V , en condiciones estándar
de temperatura y presión, se inicia la reacción de descomposición de la molé-
cula de agua, según la (Ec.3).

La tensión de celda de 1,2293V, calculada en condiciones estándar de presión


y temperatura, no es suficiente para mantener la reacción, siendo preciso para
ello aportar energía térmica adicional. En ausencia de otras fuentes de calor, di-
cha energía ha de aportarse como energía eléctrica, determinándose su cuantía
mediante la (Ec.4).

Aplicando la tensión de celda calculada, en condiciones estándar de tempe-


ratura y presión, tienen lugar dos semi-reacciones: en el ánodo la evolución de
oxígeno (Ec.5) y en el cátodo la reacción de evolución de hidrógeno (Ec.6).
(Ec.5) reo Reacción Evolución Oxígeno = Semi reacción anódica

(Ec.6) reh Reacción Evolución Hidrógeno = Semi reacción catódica

En medio acuoso, los protones H+ se solvatan formando iones H3O+ los cua-
les, debido al campo eléctrico, se desplazan por conducción iónica en el seno
202 juan josé del campo gorostidi §5

del electrolito hacia el cátodo para ser reducidos a hidrógeno molecular en fa-
se gaseosa.
El balance neto de la celda de electrólisis supone el consumo de agua con la
producción de hidrógeno gas en el cátodo y oxígeno en el ánodo, siendo la re-
acción total la que se expresa en la (Ec.7).

5.1.2 Variación del potencial de celda en función del pH


La variación del potencial de celda en función del pH se calcula mediante la
ecuación de Nerst. En medio ácido, el potencial de la semi reacción anódica se
calcula aplicando la (Ec.8) y el potencial de la semi reacción catódica aplican-
do la (Ec.9)

Siendo:

= actividad de protones en el electrolito (en electrolito diluído = 1)

f = fugacidad del oxígeno en el anolito (igual a su presión parcial = 1 bar)

aH2O = actividad del agua (en disolución 1M de protones el 98 % es agua = 1)

La tensión de la celda de electrólisis en medio ácido es independiente del


pH. (Ec.10).

En medio alcalino las dos semi reacciones son:


ciencia y tecnología del hidrógeno verde 203

(Ec.11) Anódica: 2 OH → H2O + ½O2 (g) + 2 e-


(Ec.12) Catódica: 2 H2O + 2 e- → H2 (g) + 2 OH-
(Ec.13) Reacción total: H2O (l) → H2 (g) + ½O2 (g)

La Ecuación de Nerst aplicada a la reacción anódica se formula según la


(Ec.12) y la reacción catódica según la (Ec.13):

La tensión de celda de electrólisis en medio alcalino también es independien-


te del pH:

Ecelda = E+ – E- = 1,23 V.

Figura 5.1.2.1. Variación del potencial de celda en función del pH .


Fuente: Fundamentals of Water Electrolysis. Pierre Millet. 2015 Wiley-vch Verlag.

En pH ácido, caso de los electrolizadores pem, la mayoría de los metales se


corroen por lo que los electrodos han de ser metales del grupo del platino. En
el ánodo se emplean nano partículas de platino sobre soporte de carbono y en
el cátodo óxidos de iridio.
En pH alcalino, caso de los electrolizadores alcalinos, los electrodos han de
ser de níquel o cobalto.
204 juan josé del campo gorostidi §5

5.1.3 Variación del potencial de celda en función de la


temperatura y de la presión
Los cambios de entalpía, entropía y energía libre que tienen lugar en las re-
acciones electroquímicas de descomposición de la molécula de agua dependen
de la temperatura y de la presión de operación. Ambas variables afectan a la efi-
ciencia energética del proceso.
En la figura 5.1.3.1 se presenta la variación de la tensión de descomposición
(E) y de la tensión de celda (V) en función de la temperatura a presión atmos-
férica, por debajo de 100 ºC en fase líquida y por encima de 100 ºC en fase ga-
seosa. La tensión de descomposición de la molécula de agua disminuye a me-
dida que aumenta la temperatura , debido a la energía térmica requerida para
mantener la temperatura.

Figura 5.1.3.1. Variación del potencial de descomposición y de la tensión de celda con TºC.
Fuente: Fundamentals of Water Electrolysis. Pierre Millet. 2015 Wiley-vch Verlag.

La máxima temperatura de operación con electrolizadores de baja tempera-


tura —electrolizadores alcalinos y electrolizadores pem- es de 100 ºC a 130 ºC
debido a limitaciones que no están relacionadas con el manejo de la presión de
vapor sino por la limitada durabilidad de las membranas poliméricas utilizadas
y los catalizadores aportados como capas activas a la superficie de los electro-
dos. La electrólisis a alta temperatura —electrolizadores soe Solid Oxide Elec-
trolysis— permite mejorar la eficiencia energética, especialmente si se dispone
de una fuente de calor externa.
La presión de operación P de una celda de electrólisis, podemos considerar en
primera aproximación, esto es, despreciando el efecto de las impurezas, que es
206 juan josé del campo gorostidi §5

Siendo B (Ec.16) y C (Ec.17) los coeficientes viriales función de la tempera-


tura:

La figura 5.1.3.3 muestra la variación de la tensión de descomposición de la


molécula de agua (energía libre) en función de la presión para tres temperatu-
ras diferentes: 25 ºC, 100 ºC y 250 ºC.

Figura 5.1.3.3. Variación de la tensión de descomposición de la molécula de agua en función


de la presión a tres temperaturas diferentes de operación. Fuente: Fundamentals of Water
Electrolysis. Pierre Millet. 2015 Wiley-vch Verlag.

La figura 5.1.3.4. muestra la variación de la tensión de celda con la presión a


las indicadas temperaturas de 25 ºC , 100 ºC y 250 ºC.
Se confirma que tras calcular la variación de las funciones de estado conside-
rando la expansión virial, el aumento de la presión de operación hasta 700 bar,
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 207

Figura 5.1.3.4. Variación de la tensión de celda en función de la presión a tres temperaturas


diferentes de operación. Fuente: Fundamentals of Water Electrolysis. Pierre Millet. 2015
Wiley-vch Verlag.

si bien produce el aumento del potencial de descomposición de la molécula de


agua en +200 mV a 298K, éste valor es inferior al que produciría aumentar la
densidad de corriente a 1 A cm-2 que elevaría la sobre tensión en 400 - 800 mV.
Por ello, aumentar la presión de operación de la celda de electrólisis influye po-
sitivamente en la eficiencia.

5.1.4 Cinética de las reacciones anódica y catódica


Además de las consideraciones termodinámicas que hemos efectuado en los
apartados anteriores, es preciso estudiar la cinética de las dos semi reacciones,
tanto en medio ácido como en medio alcalino, así como la influencia que en la
misma tienen la temperatura y la presión.
La ecuación de Buttler-Volmer (Ec.18) nos permite identificar, en ausencia
de limitaciones al proceso de transferencia de masa, cuál es el factor que tiene
mayor peso en la cinética del proceso.
208 juan josé del campo gorostidi §5

Siendo: io = la densidad de corriente de intercambio en A cm-2 de la semi re-


acción considerada; β = factor de simetría o coeficiente de transferencia de car-
ga; n = número de electrones intercambiados (n=2); F = 96.485 C mol-1; R =
8.314 J mol-1. T= temperatura absoluta.
Como indica la (Ec.18), el principal parámetro que determina la cinética de
las reacciones de transferencia de carga es la densidad de corriente de intercam-
bio. Cuanto mayor sea la corriente de intercambio más reversible es la reacción
y mayor la eficiencia del proceso de transferencia de carga.
La consecuencia de orden práctico que de ello se deriva es que los electro ca-
talizadores más eficientes serán aquellos que den lugar a la mayor corriente de
intercambio en la semi celda respectiva.
En la figura 5.1.4.1 se representan los sobre potenciales de reacción en fun-
ción de la densidad de corriente calculados con la (Ec.18) a 25 ºC en el caso de
electrólisis del agua en medio ácido y sobre electrodos lisos de platino e iridio,
respectivamente. El sobrepotencial de evolución de hidrógeno se mantiene ba-
jo en todo el rango de densidades de corriente a diferencia del sobrepotencial
anódico de evolución de oxígeno que aumenta con la densidad de corriente.
La relación entre el sobrepotencial anódico η+ y el sobrepotencial catódico η-
calculada a una determinada densidad de corriente i*, (Ec.19), es suficientemente
elevada como para despreciar el término inverso de la (Ec.18).

La (Ec.19) para una densidad de corriente i* = 1 A cm-2 alcanza el valor 2.


La relación entre la densidad de corriente de intercambio de la reacción de
evolución de hidrógeno (her) y la de oxígeno (oer) alcanza un valor superior
a 1.000.
Los mecanismos propuestos para las semireacciones de evolución de oxígeno
y de evolución de hidrógeno se presentan en el cuadro 5.1.4.2.
En medio alcalino, el catalizador utilizado es el níquel, siendo la semi reac-
ción anódica la que expresa la (Ec.11) y la reacción catódica la (Ec.12):

(Ec.11) 2 OH- → H2O + ½O2 + 2 e- semi reacción anódica.

(Ec.12) 2 H2O + 2 e- → H2 (g) + 2 OH- semi reacción catódica.


ciencia y tecnología del hidrógeno verde 209

Figura 5.1.4.1. Sobrepotenciales de electrodo en función de la densidad de corriente.


Fuente: Fundamentals of Water Electrolysis. Pierre Millet. 2015 Wiley-vch Verlag.

Cuadro 5.1.4.2 Mecanismos propuestos para las reacciones de evolución de óxigeno e


hidrógeno. Fuente: elaboración propia.

En la figura 5.1.4.3 se muestran la tensión de descomposición termodinámica,


la caída óhmica en el electrolito, el sobrepotencial anódico, el sobrepotencial
catódico y la caída óhmica en los electrodos correspondientes a celda alcalina
que opera a 90 ºC en función de la densidad de corriente.
El aumento de la temperatura de operación favorece la reversibilidad de las
reacciones. A 90 ºC, que es una temperatura habitual de operación de los elec-
210 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.1.4.3 Evolución de la tensión de descomposición de la molécula de agua (I), de


la caída óhmica en el electrolito (II), del sobrepotencial de la reacción anódica. (III), del
sobrepotencial de la reacción catódica. (IV) y de la caída óhmica en los electrodos (V),
correspondientes a una celda de electrólisis alcalina operando a 90 ºC, en función de la
densidad de corriente. Fuente: Fundamentals of Water Electrolysis. Pierre Millet. 2015
Wiley-vch Verlag.

trolizadores alcalinos y pem, el sistema Redox H+/H2 es prácticamente rever-


sible, no así la reacción de evolución de oxígeno o reacción anódica, cuyo siste-
ma Redox H2O/O2 presenta un importante sobrepotencial de reacción, como
hemos visto. Para pasar del proceso de electrólisis: producción de Hidrógeno,
al proceso de una pila de combustible: recombinación de la molécula de agua,
se precisa un cambio de tensión del orden de 500 mV.
A 1.000 ºC las curvas de polarización cambian significativamente y el sistema
tiende a su reversibilidad, según se observa en la figura 5.1.4.4. La operación a alta
temperatura de la celda como electrolizador o como pila de combustible es facti-
ble. Los sistemas de alta temperatura que trabajan con electrodos sólidos: sowe
Solid Oxide Water Electrolysis y sofc Solid Oxide Fuel Cell tienen un importan-
te interés tecnológico por suponer que un único dispositivo puede trabajar de-
pendiendo de su polarización como electrolizador o como pila de combustible.
La presión tiene un efecto contrario al de la temperatura en la tensión de
descomposición de la molécula de agua. La energía libre de la reacción de des-
composición disminuye del orden de -0,8 mV/ºC, en tanto que aumenta con la
presión a razón de +0,3 mV/bar.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 211

Figura 5.1.4.4. Curvas experimentales de polarización obtenidas a 90 ºC y 1.000 ºC.


Fuente: Fundamentals of Water Electrolysis. Pierre Millet. 2015 Wiley-vch Verlag.

Figura 5.1.4.5. Efecto de la presión de operación en la tensión de celda de un electrolizador


pem. Fuente: Fundamentals of Water Electrolysis. Pierre Millet. 2015 Wiley-vch Verlag.

Un aumento de la presión del electrolizador de 1 a 50 bar supondría un au-


mento de la tensión de descomposición de 15 mV por lo que, al ser su efecto muy
limitado, como indicamos ya anteriormente, el aumento de la presión de ope-
ración es interesante y económicamente rentable, figura 5.1.4.5. Tampoco tiene
efecto sobre la cinética de la reacción.
212 juan josé del campo gorostidi §5

5.2 Electrolizadores

5.2.1 Elementos constitutivos y diseño


La producción de hidrógeno por electrólisis de la molécula de agua se realiza
en equipos denominados electrolizadores los cuales están constituidos por un
conjunto de placas bimetálicas que reciben su nombre por actuar como ánodo
en una de sus caras y como cátodo en la otra, separadas entre sí por membranas
permeables al flujo de iones y que, además, impiden la reacción de recombina-
ción del hidrógeno producido en el cátodo y el oxígeno generado en el ánodo,
ambos saturados en vapor de agua a la temperatura de operación. La configura-
ción descrita se conoce como stack.
En la figura 5.2.1.1 se muestra la evolución de las celdas de electrólisis para la
producción industrial de hidrógeno desde que comenzaron a utilizarse a co-
mienzos del siglo xx. El desarrollo de las celdas sin espaciamiento -zero gap—
permitió disminuir las pérdidas de tensión por caída óhmica en el electrolito.

Figura 5.2.1.1. Evolución del diseño de las celdas electroquímicas para producción de
hidrógeno. Fuente: Hysata.

En el estado actual de la técnica, un electrolizador pem está constituido por


múltiples celdas individuales formadas por las placas bipolares, las membranas
de intercambio de iones que separan ánodo y cátodo, las capas electroactivas
que permiten disminuir los sobrepotenciales de la reacción anódica y de la re-
acción catódica, las juntas de estanqueidad y, finalmente, las placas de cierre con
sus tomas de corriente, entrada de agua y salida de hidrógeno y oxígeno, respec-
tivamente. Véase la figura 5.2.1.2.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 213

Figura 5.1.1.2. Partes constitutivas de un electrolizador pem multielectrodo «stack».Fuente:


Hydrogen production by electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.

5.2.2 Tipos de electrolizadores y propiedades


En la figura 5.2.2.1 se muestran los diferentes tipos de electrolizadores existen-
tes y en el cuadro 5.2.2.2 un listado de fabricantes y sus características técnicas.
Los electrolizadores alcalinos vienen fabricándose desde el inicio de la in-
dustria del hidrógeno siendo una tecnología probada que presenta la ventaja
de un menor coste de inversión, al no utilizar metales del grupo de platino co-
mo catalizadores y también por su mayor durabilidad. Entre sus inconvenien-
tes hemos de destacar su menor presión de operación y la menor pureza del hi-
drógeno producido.
En la figura 5.2.2.3 se muestra la sección esquemática de una celda alcalina
con membrana de intercambio aniónico y electrodos porosos. El espesor de las
membranas más avanzadas es de 20 a 50 μm.
Las membranas de separación deben reunir varias características:
—Proveer un adecuado aislamiento eléctrico entre ánodo y cátodo
—Tener una baja permeabilidad a los gases producidos en los electrodos para
evitar su recombinación
—Tener una elevada conductividad iónica para favorecer el transporte de los
aniones OH– del cátodo hacia el ánodo
214 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.2.2.1. Tipos de electrolizadores. (a) pem, (b) Alcalino, (c) Oxido sólido. Fuente:
Hydrogen production by electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.

Cuadro 5.2.2.2. Fabricantes de electrolizadores y características. Fuente: N. Gallandat. epfl


Lausanne. Suiza.

—Ser inalterables a la corrosión en medio alcalino


—Soportar sin deterioro las temperaturas de operación habituales
En la figura 5.2.2.4 se presenta la conductividad eléctrica de varios electrolitos
alcalinos siendo el más habitual una disolución al 30 % de koh por ser la que a
60 ºC presenta una conductividad eléctrica máxima. El consumo de electrolito
es del orden de 1 mg de koh por Nm3 de hidrógeno producido.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 215

Figura 5.2.2.3. Sección tipo de una celda de electrólisis alcalina. Fuente: Hydrogen
production by electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.

5.2.2.4. Conductividad eléctrica de electrolitos alcalinos. Fuente: Hydrogen production by


electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.

Los electrodos de las celdas de electrólisis alcalinas requieren tres caracterís-


ticas:
—Resistencia a la corrosión en medio alcalino
—Elevada actividad catalítica para las reacciones anódica (oer) y catódi-
ca (her)
—Buena conductividad electrónica
El material que reúne las propiedades adecuadas para actuar como ánodo en
los electrolizadores alcalinos es el Níquel. Sin embargo, el Níquel no se com-
216 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.2.2.5. Raney Níquel. Fuente: Hydrogen production by electrolysis. Pierre Millet y
Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.

porta adecuadamente durante los períodos de parada del electrolizador, debi-


do a que se acelera el proceso de corrosión. Como ya hemos visto, el sobrepo-
tencial de la reacción anódica de evolución de oxígeno es elevado alcanzando
hasta 300 mV. Por ello, es necesario aumentar la superficie electroquímicamen-
te activa del electrodo, lo que se consigue depositando una capa porosa de una
aleación Níquel-Hierro-X, siendo X: Al, Ga, Cr, que se conoce como Raney
Níquel, sobre un sustrato de acero inoxidable o Níquel. En la figura 5.2.2.5 se
presenta este tipo de material.
Como material para el cátodo también se puede utilizar el mismo tipo que el
descrito para el ánodo, sin embargo, se obtienen mejores propiedades de acti-
vación de la reacción catódica de producción de hidrógeno con aleaciones Ní-
Sx . El problema de este tipo de catalizadores Níquel-Azufre es que ante paradas
del electrolizador, lo cual es habitual cuando la energía eléctrica es de origen
renovable, el sustrato se disuelve gradualmente en el electrolito perdiendo efi-
cacia como superficie activa. Una alternativa interesante que elimina este pro-
blema es el empleo como catalizadores de hidruros metálicos del tipo LaNixSiy ,
Ti2Ni , Ni-Mo. Estos materiales no se deterioran ante sucesivos ciclos de parada
y arranque del electrolizador.
Los electrolizadores pem operan con un electrolito sólido lo que permite su
funcionamiento a mayor presión 30-35 bar y en condiciones de ingravidez al ca-
recer de electrolito líquido, razón por la que fueron desarrollados en la década
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 217

de los años 50 del pasado siglo xx con motivo de los programas aeroespaciales
norteamericanos.
La innovación consistió en la fabricación de una matriz sólida impregnada de
electrolito diseñada para trabajar en medio ácido, tomando ventaja de la mayor
movilidad iónica de los protones H+ en relación a los aniones OH–. Los esfuer-
zos condujeron al desarrollo de ionómeros, un tipo de polímeros que combi-
nan de forma periódica fracciones iónicas unidas mediante enlaces covalentes
a la cadena principal del polímero. El paso decisivo se produjo con el desarro-
llo por DuPont de Nemours del material llamado NafionR. La conductividad
de este material es equivalente a la de una disolución 1M de ácido sulfúrico con
excelentes propiedades mecánicas y químicas.
En las celdas pem la membrana conductora de protones tiene un espesor de
50 a 250 micras lo que permite fabricar stacks muy compactos que pueden fun-
cionar a elevadas densidades de corriente, superiores a 1 A/cm2.
Debido al medio ácido en el que operan los electrolizadores pem sólo pueden
utilizarse como catalizadores los metales del grupo del platino, ya que el resto
de metales serían oxidados en el medio ácido a la temperatura de operación. Por
ello, los electrolizadores pem son más costosos que los alcalinos, debido al ma-
yor coste de los catalizadores y a su más complejo proceso de fabricación. Entre
sus ventajas se enumeran las siguientes:
—Experimentan menor deterioro que los alcalinos en parada
—Se adaptan mejor a cambios bruscos de la densidad de corriente
—Son más compactos
—Permiten operar a mayor densidad de corriente que los alcalinos.
En la figura 5.2.2.6 se muestra la sección esquemática de una celda de elec-
trólisis pem, las reacciones que tienen lugar y el transporte de protones hacia el
cátodo. En la figura 5.2.2.7 se presenta la fórmula del NafionR.
Las actividades de i+d para mejorar las prestaciones y durabilidad de los elec-
trolizadores pem, y la reducción de su coste, se centran en el desarrollo de cata-
lizadores menos costosos que los metales del grupo de platino para el cátodo y
los óxidos de Iridio o Iridio metal para el ánodo.
Los electrolizadores de óxido sólido permiten realizar la electrólisis en fa-
se vapor a temperaturas de hasta 800 ºC - 1000 ºC, lo que supone mejorar sus-
tancialmente el consumo específico de energía, desde los 5 kWh/Nm3H2 de los
electrolizadores alcalinos a los 3,3 kWh/Nm3H2 alcanzables con los electroliza-
dores de óxido sólido en desarrollo. Consecuentemente, la eficiencia global de
218 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.2.2.6. Sección esquemática de una celda pem. Fuente: Hydrogen production by
electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.

Figura 5.2.2.7. Fórmula del NafionR material utilizado en las membranas pem. Fuente:
Hydrogen production by electrolysis. Pierre Millet y Nicolas Guillet. Wiley-vch 2015.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 219

estos equipos puede superar el 90 %, frente al 70 %-75 % de los electrolizadores


pem y el 65 % de los electrolizadores alcalinos.
Como se aprecia en la figura 5.2.2.8., a medida que aumenta la temperatura
de operación, los requerimientos de energía eléctrica disminuyen y aumentan
los de energía térmica. En proyectos en los que exista calor disponible, el uso
de electrolizadores de óxido sólido permite una mejora sustancial del consumo
específico de energía.

Figura 5.2.2.8. Consumo de energía en función de la temperatura de operación. Fuente: High-


Temperature Steam Electrolysis. Jérôme Laurencin y Julie Mougin. 2015 Wiley-vch Verlag.

Siendo el agua un recurso valioso, especialmente en zonas del mundo cada


vez más extensas, se plantea como alternativa el uso de agua de mar, o el de aguas
procedentes de depuración tras su uso. Los electrolizadores de óxido sólido pue-
den operar con especificaciones de agua menos restrictivas, a diferencia de los
electrolizadores pem que precisan de agua de gran pureza para no limitar la vi-
da útil de las membranas y capas electroactivas.
Los electrolizadores de óxido sólido, al operar a temperatura elevada, pueden
integrarse en una planta industrial que disponga de vapor -centrales térmicas
reconvertidas o en una planta nuclear existente—. También operar con energía
eléctrica y calor procedente de nuevos reactores nucleares en desarrollo: sfr So-
dium-cooled Fast Reactor, ahtr Advanced High Temperature Reactor, msr Mol-
ten Salt Reactor, vhtr.Very Hight Temperature Reactor. Tal y como se muestra
en la tabla 5.2.2.9 la mejora de la eficiencia térmica global en la producción de
220 juan josé del campo gorostidi §5

hidrógeno podría pasar del 26 % con un reactor lwr Light Water Reactor en
ciclo de Rankine al 70 % con los reactores de muy alta temperatura vhtr Very
High Temperature Reactor: una mejora del 169 %.

Figura 5.2.2.9. Mejora de la eficiencia térmica y del consumo específico de energía mediante el
uso de reactores nucleares como fuente térmica y eléctrica para la producción de hidrógeno
sin huella de carbono. Fuente: doe Departamento de energía de Estados Unidos.

En un sistema soec de Alta Temperatura hay tres modos de operación, ver


figura 5.2.2.10:
—Termoneutro: 1.285 mV a 800 ºC. La energía eléctrica aportada iguala a
la demanda energética con una eficiencia de conversión del 100 %. La
demanda de calor Q=TΔS es igual a la pérdida óhmica por efecto Joule.
—Exotérmico: exceso de calor aportado, rendimiento <100 %. El exceso de
energía se emplea en precalentar los gases de entrada. Este modo de ope-
ración permite trabajar a mayores densidades de corriente, lo que reduce
el tamaño del electrolizador. Supone un riesgo de degradación debido a
elevada densidad corriente.
—Endotérmico: en este modo de operación la energía aportada es inferior
a la entalpía de reacción por lo que es necesario aportada energía com-
plementaria en forma de calor. El electrolizador funciona a baja densidad
de corriente consiguiéndose así un menor deterioro de las placas bime-
tálicas y catalizadores. Rendimiento > 100 %.
Los electrolizadores de óxido sólido están formados por tres capas cerámi-
cas, dos de ellas porosas, las que constituyen los electrodos, y una densa, la que
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 221

Figura 5.2.2.10. Modos de operación de un electrolizador soec.


Fuente: Proyecto
y helmeth. Unión Europea. p

Figura 5.2.2.11. Evolución del diseño de celdas cerámicas de óxido sólido. Fuente: High-
Temperature Steam Electrolysis. Jérôme Laurencin y Julie Mougin. 2015 Wiley-vch Verlag.

soporta el electrolito. Los componentes y materiales utilizados en los electro-


lizadores de óxido sólido son similares a los de las pilas de combustible. En la
figura 5.2.2.11 se muestra la evolución en el diseño. Inicialmente -pictograma
(a)- sobre una cerámica de circona que soportaba el electrolito se depositaban
los electrodos. La baja conductividad de la circona requería que la temperatura
de operación se elevara a 850º -1000 ºC. En la segunda generación -pictograma
(b)- el espesor de electrolito se redujo a 5-20 μm. Al ser este espesor insuficiente
para soportar la celda, la función estructural fue transferida al cátodo. La tem-
peratura se redujo a 650º - 800 ºC. La tercera generación -pictograma (c)- con-
222 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.2.2.12. Electrolizador soec de Sunfire. Fuente: Sunfire. Proyecto Europeo


helmeth.

siste en el empleo de un substrato metálico poroso sin función electroquímica.


Sobre él se depositan las cerámicas electroactivas.
En la figura 5.2.2.12 se muestra un electrolizador soec Solid Oxide Electro-
lysis Cell fabricado por la empresa Sunfire y utilizado en el proyecto europeo
helmeth.

5.2.3 Durabilidad
En la figura 5.2.3.1 se muestra el aumento de la tensión de celda en función de
la densidad de corriente de operación para distintos tipos de electrolizadores
a diferentes temperaturas de operación. Para cada tecnología se ha señalado el
rango óptimo alcanzable. Como se aprecia, las mejores opciones son las que se
alcanzan con electrolizadores pem de última generación y electrolizadores de
óxido sólido operando a temperatura elevada, actualmente en desarrollo.
La medición de la variación de la tensión de celda de un stack en función de
la densidad de corriente permite caracterizar el comportamiento de los equipos
y comparar tecnologías. A medida que el stack se deteriora su tensión aumenta,
debido al deterioro de sus componentes críticos: membrana separadora y cata-
lizadores de las reacciones anódica y catódica.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 223

Figura 5.2.3.1 Comparativa de varias tecnologías de electrólisis. Fuente:‹http:www.fch.


europa.eu/sites/default/files/2 %20Water%Electrolysis%20Status%20and%20Potential%20
for %20Development.pdf›.

5.3. Balance de planta


Se denomina Balance de Planta -BoP en acrónimo inglés— al conjunto de
subsistemas necesarios para el correcto funcionamiento del electrolizador, que,
a su vez, está formado por un conjunto de celdas de electrólisis yuxtapuestas en
configuración tipo filtro-prensa.
En la figura 5.3.1 se presenta la disposición de los subsistemas que componen
el electrolizador y el BoP Balance de Planta. En muchas instalaciones, la con-
figuración se integra en un contenedor marítimo de 12 metros, tal y como se
muestra. La modularización permite la homologación y marcado ce de equi-
pos fabricados en serie.
Los principales componentes del BoP son los siguientes:
—Tratamiento de agua para su desmineralización, habitualmente consistente
en ósmosis inversa y resinas de intercambio. Para operar un electrolizador
pem el agua ha de tener una conductividad inferior a 5 μS/cm. Los elec-
trolizadores alcalinos no requieren un agua de tanta pureza, si bien ha de
estar libre de precipitados de hidróxidos metálicos.
—Equipamiento eléctrico consistente en transformador, rectificador y la
electrónica de potencia que permita suministrar la corriente continua que
224 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.3.1. Balance de Planta bop y electrolizador. Fuente: SynerHy.

precisa el electrolizador con densidades de corriente de 0,5 a 1,0 A/cm2,


permitiendo la gestión de la operación del electrolizador con cargas entre
el 5 % y el 100 % de su potencia, absorbiendo las variaciones bruscas del su-
ministro procedente de fuentes de energías renovables para lo cual se pue-
den incluir baterías de almacenamiento y un gestor de energía.
—Los electrolizadores alcalinos precisan reponer el electrolito alcalino for-
mado por una lejía de koh al 30 % a una temperatura de unos 60 ºC tanto
a través del ánodo como del cátodo incluyendo un circuito de recircula-
ción de lejía formado por sendos separadores gas/lejía, tanto a la salida del
ánodo como del cátodo, que permita recuperar el electrolito atrapado y su
recirculación al tanque de lejía mediante filtración previa. El agua consu-
mida se repone a través de una torre de lavado del hidrógeno producido
recirculando el efluente al tanque de lejía. La concentración de la lejía ha
de controlarse para mantener la composición en el 30 % de koh. El esque-
ma funcional puede verse en la figura 5.3.2.

En los electrolizadores pem la aportación del agua consumida se efectúa a tra-


vés del ánodo bombeándola al separador oxígeno/agua. Debido al pH ácido, el
agua incorpora iones metálicos procedentes de las placas bipolares y de las tu-
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 225

Figura 5.3.2. BoP de un electrolizador alcalino. Fuente: SinerHy.

Figura 5.3.3. BoP de un electrolizador pem. Fuente: SinerHy.

berías de acero inoxidable. Para evitar su acumulación en el circuito, el efluen-


te se bombea a un intercambiador de resinas catiónicas capaz de retener, entre
otros elementos, el hierro y el titanio. El BoP de un electrolizador pem puede
verse en la figura 5.3.3.
—El oxígeno producido estará saturado en vapor de agua procediéndose en
la mayor parte de las instalaciones a su venteo. Para aprovecharlo se requie-
re una etapa de deshumidificación. En el caso de los electrolizadores pem
226 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.3.4. Esquema de los sistemas de control. Fuente: Caparrós,J., Vivas,F.J., Segura,F.,
Andújar,F.J. Simulation Notes Europe. September 2021.

Figura 5.3.5. Desglose de costes de un sistema pem .


Fuente: Chi,J., Hongmei,Y. China Journal Catal. 39 (2018) 390-394.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 227

que trabajan a presiones de 20 a 30 bar, su liberación se realizará a través


de una válvula de control.
—El hidrógeno producido, tras deshumidificarlo, en el caso de los electroli-
zadores pem, se procede a su desoxidación y secado.
—Se completa el BoP con el sistema de control de la instalación formado
por el subsistema de control del agua y el subsistema de control de la pro-
ducción de hidrógeno, tal y como esquemáticamente se presenta en la fi-
gura 5.3.4.
En la figura 5.3.5 se muestra el desglose del coste de un sistema de electroli-
zador pem con capacidad para producir 13 kg H2 por día. Según se muestra, el
32 % del coste corresponde al BoP y un 53,53 al electrolizador. Las placas bipo-
lares suponen el 48 % del coste del electrolizador y las membranas el 24 %.

5.4. Pilas de combustible

5.4.1 Introducción
Las pilas de combustible son dispositivos que permiten recombinar el oxíge-
no del aire con el hidrógeno generando electricidad y calor. Una pila de com-
bustible es por tanto un equipo de cogeneración, fundamentalmente dedicado
a la producción de energía eléctrica y que, adicionalmente, nos permite dispo-
ner de calor aprovechable. El rendimiento eléctrico de las pilas de combustible
pem más recientes alcanza el 61 %, lo que significa que considerando un poder
calorífico inferior del hidrógeno de 33 kWh/Kg, con 1 Kg de hidrógeno pode-
mos generar 20 kWh de energía eléctrica, y adicionalmente unos 8 kWh térmi-
cos como calor latente del agua generada.
Las reacciones que tienen lugar en una pila de combustible, a partir de los in-
sumos de hidrógeno y aire, se muestran en la figura 5.4.1.1.
En la figura 5.4.1.2 mostramos la sección de una pila de combustible y los flu-
jos de entrada y salida.
En la figura 5.4.1.3 presentamos el detalle de los elementos funcionales de una
pila p.e.m. Se aprecia la importancia de la incorporación de catalizadores, esto
es, superficies electroactivas sobre un sustrato de carbono con objeto de dismi-
nuir el sobrepotencial de reacción, tanto anódico como catódico.
Asimismo, se aprecia la importancia de que la membrana permita el flujo de
los protones H+ y actúe como material dieléctrico para evitar el cortocircuito
228 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.4.1.1. Esquema de funcionamiento de una pila de combustible. Fuente: Hydrogen,


Batteries and Fuel Cells. Bengt Sunden. Academic Press 2021.

Figura 5.4.1.2. Sección de una Pila de Combustible del tipo pem. Fuente: U.S. Department
of Energy. Noviembre 2015.

Figura 5.4.1.3. Esquema de las capas electroactivas de una pila de combustible p.e.m. Fuente:
U.S. Department of Energy. Noviembre 2015.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 229

de las placas bipolares. La estructura de soporte de los catalizadores ha de tener


la porosidad precisa para una adecuada difusión del hidrógeno y de las molé-
culas de agua formadas.

5.4.2. Consumo de Aire (Oxígeno) e Hidrógeno


Producción de agua
La Intensidad de la celda es función del número de electrones por mol de
oxígeno y del número de moles de oxígeno siendo F la constante de Faraday.

Icelda = ne F nO2.

Siendo Nc el número de celdas por stack e I la intensidad del stack, la veloci-


dad de consumo de oxígeno, de aire y de hidrógeno, y la de producción de agua,
es la que se muestra:

Aún cuando pudiera parecer que el proceso que tiene lugar en una pila de
combustible es el inverso del proceso de electrólisis de la molécula de agua para
la producción de hidrógeno, no se trata de procesos plenamente reversibles. Tal
y como se muestra en la figura 6.4.2.1 no se trata de un Proceso Redox comple-
tamente reversible. La reversibilidad aumenta con la temperatura de operación.
Por ello, los denominados Sistemas Regenerativos Unitarios serían posibles
mediante la operación en fase vapor, lo que se podría realizar con electrodos de
óxido sólido. Un Sistema Regenerativo Unitario sería aquel capaz de funcionar
en modo electrolizador y en modo pila de combustible.

5.4.3 Tipos de pilas de combustible


Las pilas de combustible actualmente en operación son mayoritariamente del
tipo pem. En ellas son los protones H+ los iones móviles, a diferencia de las pi-
230 juan josé del campo gorostidi §5

Figura 5.4.2.1 Sistema redox no es completamente reversible. Fuente: Hydrogen, Batteries


and Fuel Cells. Bengt Sunden. Academic Press 2021. Elaboración propia.

las de combustible alcalinas en las que la movilidad corresponde a los aniones


OH– y en las pilas de combustible de óxido sólido a los aniones O2–.
En la tabla 5.4.3.1 se presentan los principales tipos de pilas de combustible y
sus aplicaciones. Por su uso en automoción y sistemas estacionarios de produc-
ción de energía las más habituales, como ya señalamos, son las de tecnología
pem. En la figura 5.4.3.2 se muestra la diferencia entre una pila de combustible
p.e.m. y una pila de combustible de óxido sólido s.o.e.c.

Tabla 5.4.3.1. Tipos de pilas de combustible, temperatura de operación y aplicaciones.


Fuente: Hydrogen, Batteries and Fuel Cells. Bengt Sunden. Academis Press 2021.
ciencia y tecnología del hidrógeno verde 231

Figura 5.4.3.2. Pila de combustible p.e.m. y pila de combustible s.o.e.c.


Fuente: Hydrogen, Batteries and Fuel Cells. Bengt Sunden. Academis Press 2021.

5.4.4. Características técnicas de las pilas de combustible


En la figura 5.4.4.1 presentamos las características técnicas de las pilas de
combustible de calidad automoción de 80 kW eléctricos en tres estadios de de-
sarrollo de la tecnología: 2015, 2020 y objetivos doe. Como se puede apreciar
se ha producido un importante avance.

Tabla 5.4.4.1. Objetivos técnicos Pilas de Combustible automoción.


Fuente: Departamento de Energía de Estados Unidos.
232 juan josé del campo gorostidi §5

5.4.5. Sistemas integrados de almacenamiento de hidrógeno y


producción de energía eléctrica
El desarrollo tecnológico ha permitido integrar en un contenedor de 6 me-
tros hasta 225 kg de hidrógeno, lo que supone una energía de 7,43 MWh, 3 pi-
las de combustible pem con una potencia eléctrica c.o.p. de 320 kW y potencia
pico de 500 kW, una batería eléctrica para optimización de la operación de las
pilas de combustible y un sistema de gestión de energía, capaz de suministrar
hasta 4,5 MWh de energía eléctrica durante 14 horas, esto es entregando una
potencia de 320 kW a 400V 50/60 Hz.
En la figura 5.4.5.1 presentamos el módulo descrito fabricado por la empresa
suiza grz Technologies, S.A. actualmente en fabricación seriada con certifica-
ciones atex 2014/34/eu, directiva de maquinaria 2006/42/ec, Directiva de
equipos a presión 2014/68/eu y directiva de baja tensión 2014/35/eu. Las so-
luciones Hydrogen to Power son ya una realidad.

Figura 5.4.5.1 Módulo dash 500-4500 Hydrogen to Power.


Fuente: grz Techologies. Avenches. Suiza.
almacenamiento del hidrógeno 233

6.

Almacenamiento del hidrógeno

Francisco Blanco Alvarez


6.1. Introducción
El almacenamiento de energía proporciona seguridad de suministro y fle-
xibilidad en la distribución de la electricidad, facilitando la integración de las
energías renovables que son fuentes de generación intermitentes y dificilmente
gestionables.
En la figura 6.1.1 puede verse la correlación estacional entre la demanda de
electricidad (línea azul) y la generación solar (línea naranja) en Europa, eviden-
ciándose la necesidad de tecnologías de almacenamiento intradía y estacionales.

Figura 6.1.1. Correlación estacional de la demanda de electricidad (línea azul) y la generación


solar (línea naranja) en Europa. Fuente: Renewable and Sustainable Energy Reviews. P. Ga-
brielli, A. Poluzzi, G.J. Kramer, C. Spiers, M. Mazzotti, M. Gazzani, Seasonal energy storage
for zero-emissions multi-energy systems viaunderground hydrogen storage, Renew. Sustain.
Energy Rev. 121 (2020) 109629. ‹https://doi.org/10.1016/j.rser.2019.109629.›.‹https://www.
sciencedirect.com/science/article/pii/S1364032119308366?via%3Dihub›.
236 francisco blanco alvarez §6

La producción de hidrógeno a través de la electrólisis del agua con excedentes


de electricidad de origen renovable se configura como una tecnología que per-
mite transformar energía eléctrica en un vector energético multipropósito. El
hidrógeno almacenado se puede utilizar nuevamente para producir electricidad
en una pila de combustible, un motor de combustión interna o una turbina de
gas, además de como materia prima industrial en diversos sectores.
Habitualmente, el almacenamiento de energía requiere transformaciones en-
tre las diversas formas de energía existentes, que se pueden agrupar principal-
mente en dos categorías: energía primaria y energíá secundaria, figura 6.1.2.
La primera categoría incluye todas las formas de energía que no están sujetas
a ningún tipo de proceso previo de conversión o transformación. El carbón, el
gas natural, el petróleo crudo, el viento, la energía solar, las mareas, la energía
geotérmica, la lluvia, etc. son formas de energía primaria.
Por su parte, la electricidad, el calor, el hidrógeno, la gasolina, el diésel, etc.
son formas secundarias de energía, pues son producto de procesos de conver-
sión o transformación de otras formas de energía.
Actualmente existen varias tecnologías de almacenamiento disponibles en
diferentes etapas de desarrollo. La Figura 6.1.3 muestra una clasificación gene-
ral de las principales formas de almacenar energía y sus tecnologías asociadas.
Asimismo, estas tecnologías de almacenamiento tienen diferentes propieda-
des intrínsecas que determinan su idoneidad técnica para ciertas aplicaciones o
proporcionan ciertos servicios a los sistemas energéticos, figura 6.1.4.
Las centrales hidroeéctricas de bombeo, el aire comprimido y las baterías de
flujo redox pueden considerarse tecnologías maduras de almacenamiento de
energía eléctrica a gran escala, pero sus limitaciones en términos de restricciones
geográficas, alto coste de capital, baja densidad energética, o bajo ciclo de vida,
justifican la necesidad de estudiar y desarrollar nuevas tecnologías de almace-
namiento a gran escala, más competitivas y más fiables como pueden ser el hi-
drógeno y el almacenamiento térmico, que se encuentran en fase de desarrollo.
El almacenamiento térmico puede suponer una contribución significativa
para futuras aplicaciones de almacenamiento de energía eléctrica a gran esca-
la debido a su densidad energética relativamente alta, bajo coste por capacidad
de almacenamiento, espacio de instalación reducido y ausencia de limitaciones
geográficas.
Por su parte, el almacenamiento químico abarca todas las tecnologías que
utilicen la energía eléctrica para producir compuestos químicos que puedan al-
almacenamiento del hidrógeno 237

Figura 6.1.2. Energía primaria y secundaria.


Fuente: Øvergaard S. Issue paper: definition of primary and secondary energy. In: Standard
International Energy Classification (SIEC) in the International Recommendation on
Energy Statistics (IRES). Oslo Group on Energy Statistics; 2008. p. 1–7.

Figura 6.1.3. Clasificación general de los sistemas de almacenamiento de energía.


Fuente: Hidrógeno y su almacenamiento El futuro de la energía eléctrica. Roque Aguado
Molina, José Luis Casteleiro Roca, Esteban Jove Pérez, Francisco Zayas Gato, Héctor
Quintián Pardo, José Luis Calvo Rolle.
238 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.1.4. Posicionamiento de diversas tecnologías de almacenamiento de energía según su


potencia nominal y tiempos de descarga a potencia nominal. Fuente: International Renewable
Energy Agency (Irena). Electricity storage and renewables: Costs and markets to 2030, 2017.
Disponible en: www.irena.org.

macenarse convenientemente para la posterior generación de energía cuando se


requiera. La mayoría de los compuestos químicos que se utilizan como medio
de almacenamiento de energía presentan la ventaja de una densidad de energía
considerablemente superior a la de gran parte de los demás sistemas de almace-
namiento de energía disponibles. Hasta la fecha se han considerado varios com-
puestos químicos para el almacenamiento de energía eléctrica, entre los que se
incluyen el hidrógeno, el amoniaco, hidrocarburos como el metano o las gaso-
linas sintéticas e incluso alcoholes como el metanol o el etanol. No obstante,
el hidrógeno se considera la ruta más corta y eficiente para el almacenamiento
químico de la electricidad, eminentemente de origen renovable, como se mues-
tra en la Figura 6.1.5.
almacenamiento del hidrógeno 239

Figura 6.1.5. Esquema de una instalación de almacenamiento de energía renovable con hi-
drógeno. Fuente: Adaptada a partir de: breeze, P. Power System Energy Storage Techno-
logies, Power Generation Technologies, pp. 219–249, 2019. Disponible en: ‹https://doi.
org/10.1016/B978-0-08-102631- 1.00010-9›.

6.2. Tecnologías de almacenamiento de hidrógeno

6.2.1. Introducción
Almacenar hidrógeno es más sencillo que almacenar electricidad debido a su
naturaleza química, por lo que su uso como vector energético toma fuerza ante
el incremento de la producción de electricidad mediante tecnologías basadas en
energías renovables. El desafío es económico y tecnológico pudiendo clasificar-
se los diferentes métodos tomando como criterio las siguientes características:
—Velocidad con la que puede llenarse y vaciarse el reservorio de energía.
—Densidad volumétrica y gravimétrica alcanzable.
—Capacidad total de almacenamiento energético.
—Rendimiento del ciclo completo: «round trip efficiency».
—Tiempo de respuesta ante una demanda de la red eléctrica.
—Confiabilidad y seguridad.
Existen varios sistemas de almacenamiento de hidrógeno, los cuales permi-
ten acumular energía a largo plazo y prácticamente sin pérdidas en el tiempo.
240 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.1.1. Clasificación de tecnologías de almacenamiento de hidrógeno. Fuente: The


U.S. Department of Energy ‹https://www.energy.gov/eere/fuelcells/hydrogen-storage›.

Sin embargo, el principal reto que presenta dicho almacenamiento proviene


de la baja densidad energética del hidrógeno por unidad de volumen —a dife-
rencia de su alta energía por unidad de masa–, ya que cuando se almacena un
producto se considera principalmente el volumen que ocupa y no la masa. Esto
tiene como resultado que, por unidad de volumen, el hidrógeno almacena me-
nor cantidad de energía que otros vectores energéticos como, por ejemplo, el
gas natural o la gasolina. Como consecuencia, para proveer de energía a proce-
sos de alta demanda energética se necesitan enormes volúmenes de hidrógeno.
Por todo ello, la investigación acerca del almacenamiento de hidrógeno es en
estos momentos muy intensa con el objeto de encontrar sistemas que permi-
tan almacenar la mayor cantidad de hidrógeno posible en el menor volumen.
Las técnicas de almacenamiento se dividen en dos grandes grupos: en forma
de hidrógeno o incorporado en otros compuestos , ver figura 6.2.1.1. También
se pueden clasificar atendiendo a si el almacenamiento es físico o químico. Los
almacenamientos físicos incluyen los métodos que no implican reacciones quí-
micas, sino que se basan en el cambio de la condición física del hidrógeno . Es-
tos métodos incluyen la compresión, licuefacción o la adsorción física, ya sea
en estado líquido o gaseoso y a diferentes presiones y temperaturas. Permiten
almacenamiento del hidrógeno 241

tanto el almacenamiento estacionario como el transporte para ser utilizados en


destino. En los almacenamientos químicos tienen lugar reacciones químicas.
Las soluciones que se proponen son varias:
—Comprimir el hidrógeno en fase gaseosa : compresión
—Transformar el hidrógeno a estado líquido: licuefacción
—Criocompresión del hidrógeno
—Almacenamiento en materiales en estado sólido:
—Hidruros metálicos.
—Nanoestructuras de carbono.
—Líquidos orgánicos portadores de hidrógeno: «lohc»
El almacenamiento de hidrógeno como gas generalmente requiere tanques
de alta presión (350-700 bar), mientras que el almacenamiento en estado líqui-
do requiere temperaturas criogénicas, debido a que el punto de ebullición del
hidrógeno a presión atmosférica es extremadamente bajo -252,8 °C.
No siempre es posible generar y almacenar hidrógeno in situ. El almacena-
miento a gran volumen —en cavernas de sal, por ejemplo— requiere de forma-
ciones geológicas específicas, lo que implica la necesidad de transporte desde el
punto de producción hasta el lugar de almacenamiento.
El hidrógeno se puede almacenar en estado gaseoso, líquido, en la superficie
y en el interior de sólidos o en compuestos químicos portadores de hidrógeno:
metano sintético, metanol, amoníaco, entre otros.
Cada forma de almacenamiento tiene unas características propias y almacena
hidrógeno en cantidades diferentes. El uso final del hidrógeno transportado, la
pureza necesaria y las condiciones de transporte determinarán el método más
eficiente, económico y seguro.
En la figura 6.2.1.2 se muestra la capacidad de almacenamiento de los distintos
sistemas. Como puede observarse solamente la utilización de vectores energéti-
cos químicos, como el hidrógeno, se presenta como una alternativa viable para
el almacenamiento a largo plazo. Las capacidades de almacenamiento quími-
co en hidrógeno, teniendo en cuenta la conversión del mismo en electricidad,
pueden alcanzar rangos de 10 gw con ciclos de descarga de días a meses, lo que
supone una capacidad energética del orden de TWh.
En la figura 6.2.1.3 se muestra la capacidad de los sistemas de almacenamiento
de energía según capacidad gravimétrica y volumétrica. Se puede observar que
el sistema más cercano a los objetivos fijados por el Departamento de Energía
de Estados Unidos es el de criocompresión.
242 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.1.2. Sistemas de almacenamiento de energía según capacidad y tiempo de


descarga. Fuente: Era Solar 2014 181:28-35.

Figura 6.2.1.3. Capacidad de los sistemas de almacenamiento de energía según capacidad


gravimétrica y volumétrica. Fuente: Departamento de Energía de Estados Unidos (doe).
almacenamiento del hidrógeno 243

6.2.2. Tanques de almacenamiento. Hidrógeno comprimido


Un método común y simple para almacenar y transportar hidrógeno gaseo-
so es comprimirlo en un volumen fijo a alta presión, de modo que aumente la
densidad másica del hidrógeno. El almacenamiento en tanques en forma de gas
presurizado, aunque presenta limitaciones, es la tecnología más desarrollada y
más utilizada.
El sistema de almacenamiento en estado gaseoso consta de dos componentes
principales: los recipientes de almacenamiento y los compresores necesarios pa-
ra alcanzar la presión deseada, lo que hará disminuir su eficiencia. Como es ló-
gico, comprimir hidrógeno supone un considerable consumo de energía, mayor
cuanto más elevada es la presión final. La energía necesaria depende del proceso
termodinámico de compresión.
El proceso aprovecha la compresibilidad del gas y su aumento de densidad al
aumentar la presión a la que éste es sometido. La densidad del hidrógeno es de
aproximadamente 7,8 kg/m3 a 100 bar y 20 º C, y a 300 bar e 22,5 kg/m3. La ma-
yoría de los compresores operan en referencia a una curva politrópica en la que
la presión y el volumen del gas se encuentran relacionados en cada momento
según la siguiente expresión:

PVn = Cte

donde: P = Presión, V= Volumen y n = índice politrópico (n = 1 para proceso


isotémico).
El trabajo de un compresor se minimiza cuando el proceso de compresión se
ejecuta de manera internamente reversible. Cuando los cambios en las energías
cinética y potencial son insignificantes, el trabajo del compresor, W, está dado
por la expresión:

Ec. 6.2.2.1.

donde: v = Volumen específico (v = V/m) y P = Presión.


Una forma de minimizar el trabajo del compresor es aproximarlo tanto co-
mo sea posible a un proceso internamente reversible, minimizando irreversi-
bilidades, como la fricción, la turbulencia y la compresión sin cuasiequilibrio.
En la práctica, una manera de reducir el trabajo de compresión es mantener el
volumen específico del gas tan pequeño como sea posible durante el proceso
244 francisco blanco alvarez §6

de compresión (Ec. 6.2.2.1), lo cual se hace manteniendo la temperatura del gas


tan baja como sea posible durante el proceso de compresión, ya que el volumen
específico de un gas es proporcional a la temperatura. Por consiguiente, redu-
cir el trabajo d un compresor, su consumo de energía, se requiere que el gas se
enfríe cuando se comprime.
Para una mejor interpretación del efecto de enfriamiento durante el proce-
so de compresión se compara el trabajo requerido para tres tipos de procesos:
uno isoentrópico (no implica enfriamiento), otro politrópico (incluye cierto
enfriamiento) y uno isotérmico (incluye máximo enfriamiento). Suponiendo
que todos los procesos se ejecutan entre los mismos niveles de presión (P1 y P2)
y de una forma internamente reversible, bajo la consideración de que el gas se
comporte como ideal (Pv=RT), con calores específicos constantes, el trabajo
de compresión se determina al realizar la integración expresada en la ecuación
(Ec. 6.2.2.1) para cada caso.
Si el proceso de compresión fuera isotérmico, el índice politrópico n sería
igual a la unidad y el trabajo W necesario para comprimir isotérmicamente un
volumen específico inicial v0 desde una presión inicial P1 a una presión final P2
se calcularía como:

Ec. 6.2.2.2.

Si la compresión fuera isoentrópica (adiabática y reversible), la ecuación to-


maría la siguiente forma:

Ec. 6.2.2.3.

Siendo γ el coeficiente adiabático que se calcula a partir de los calores es-


pecíficos a presión constante (CpH2=14,33 J/kg.K) y volumen constante
(CvH2=10,12 J/kg.K).
p
Finalmente, si la compresión p p se tiene:
es politrópica

Ec. 6.2.2.4.
almacenamiento del hidrógeno 245

El caso isoentrópico es un caso particular de éste cuando n es igual al coefi-


ciente adiabático.
En un diagrama P-v, el área a la izquierda de la curva del proceso es la integral
vdP entre los límites de integración P1 y P2, por lo tanto, es una medida del tra-
bajo de compresión. En la figura 6.2.2.5 se representan gráficamente los tres pro-
cesos de compresión y se puede observar cómo el menor trabajo de compresión
tiene lugar en los procesos isotérmicos, mientras que la compresión adiabática
requiere el trabajo máximo y el requerido para el caso politrópico está entre es-
tos dos disminuyendo cuando el exponente politrópico n lo hace. Si se extrae
suficiente calor, el valor de n se aproxima a la unidad y el proceso se vuelve iso-
térmico. Una manera común de enfriar el gas durante la compresión es usar ca-
misas de agua alrededor de la carcasa de los compresores.

Figura 6.2.2.5. Diagramas P-v de los procesos de compresión isentrópicos, politrópicos e


isotérmicos entre los mismos límites de presión de diferentes procesos de compresión.
Fuente: Termodinámica. Octava edición. Yunus A. Cengel, Michael A. Boles.

Queda claro que es deseable enfriar el gas cuando está comprimiéndose por-
que esto reduce el trabajo del compresor. Sin embargo, a menudo no es posible
tener el enfriamiento adecuado a través de la carcasa del compresor y es necesa-
rio usar otras técnicas para lograr un enfriamiento eficaz. Una técnica es la com-
presión en etapas múltiples con interenfriamiento, en la que el gas se comprime
en etapas y se enfría entre cada una de éstas pasándolo a través de un intercam-
246 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.2.6. Diagrama P-v para un proceso de compresión de flujo estacionario de dos
etapas. Fuente: Termodinámica. Octava edición. Yunus A. Cengel, Michael A. Boles.

biador de calor llamado interenfriador. Idealmente, el proceso de enfriamiento


tiene lugar a presión constante y el gas se enfría a la temperatura inicial T1 en ca-
da interenfriador. La compresión en etapas múltiples con interenfriador es espe-
cialmente atractiva cuando un gas debe ser comprimido a muy altas presiones.
En la figura 6.2.2.6 se ilustra gráficamente, en un diagramas P-v, el efecto que
causa el interenfriamiento sobre el trabajo de un compresor de dos etapas. El
gas es comprimido en la primera etapa desde P1 hasta una presión intermedia
Px, enfriado a presión constante a la temperatura inicial T1 y comprimido en la
segunda etapa hasta la presión final P2. En general, los procesos de compresión
pueden modelarse como politrópicos donde el valor de n varía entre 1 y g. El
área sombreada sobre el diagrama P-v representa el trabajo ahorrado como re-
sultado de la compresión de dos etapas con interenfriamiento. Con fines com-
parativos se muestran las trayectorias del proceso isotérmico y también del pro-
ceso politrópico para una sola etapa.
almacenamiento del hidrógeno 247

El tamaño del área sombreada (trabajo ahorrado) varía con el valor de la pre-
sión intermedia Px, siendo en la práctica de gran interés determinar las condi-
ciones bajo las cuales el área se maximiza. El trabajo total de un compresor de
dos etapas es la suma del trabajo de entrada en cada etapa de compresión. Co-
mo se ha mostrado anteriormente, viene dado por:

Ec. 6.2.2.5.

La única variable en esta ecuación es Px. El valor que minimiza el trabajo to-
tal se determina al derivar la expresión (6.2.2.7) con respecto a Px e igualar la
expresión resultante a cero. El valor de Px que hace mínimo el valor de W vie-
ne dado por:

Ec. 6.2.2.6.

Es decir, para minimizar el trabajo de compresión durante la compresión de


dos etapas, la relación de presión para cada etapa del compresor debe ser la mis-
ma. Cuando se satisface esta condición, el trabajo de compresión en cada etapa
se vuelve idéntico, es decir, WI=WII y el trabajo total viene dado por:

Ec. 6.2.2.7.

De manera similar, para un proceso de tres etapas, con presiones intermedias


dadas por:

Ec. 6.2.2.8.

Viene dado por:

Ec. 6.2.2.9.

El trabajo del compresor disminuye cuando se utilizan dos etapas de compre-


sión politrópica en lugar de una sola. Cuando aumenta el número de etapas del
248 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.2.12. Diagrama P-v para un proceso de compresión de flujo estacionario


multietapas. Fuente: Termodinámica. Octava edición. Yunus A. Cengel, Michael A. Boles.

Figura 6.2.2.13. Energía necesaria para comprimir 1 mol de hidrógeno desde 1 atm a 20°C
para un proceso de compresión de una, dos y tres etapas. La curva más baja muestra el WT
calculado utilizando la ecuación para el caso del gas ideal.. Fuente: Hydrogen Generation,
Storage, and Utilization. Jin Zhong Zhang, Jinghong Li, Yat Li, Yiping Zhao. Ed. Wiley, 2014.
almacenamiento del hidrógeno 249

compresor, el trabajo del compresor se aproxima al valor obtenido para el caso


isotérmico, figura 6.2.2.12.
La Figura 6.2.2.13 muestra la comparación del trabajo requerido para una
compresión de una etapa, de dos etapas y de tres etapas en función de la pre-
sión final P2. Para comprimir el hidrógeno a 70 MPa, el proceso de dos etapas
solo requiere aproximadamente el 56 % de la energía del proceso de una etapa.
No se espera ninguna ganancia significativa en eficiencia energética cuando el
número de etapas sea superior a 3. Cuanto mayor sea la presión final, más ener-
gía se ahorrará.
Una forma útil de valorar el coste de la energía necesaria para la compresión
es expresarla en forma de porcentaje sobre la energía total contenida en el hi-
drógeno que se almacena. Se puede determinar el trabajo del compresor por
unidad de masa al comprimir hidrógeno de manera estacionaria por medio de
un compresor reversible desde un estado de entrada de 10 bar y 300 K hasta una
presión de salida de 700 bar, en los siguientes casos: (a) compresión isoentrópi-
ca con g=1,416, (b) compresión politrópica con n =1.3, (c) compresión isotérmi-
ca y (d) compresión ideal en dos etapas con interenfriamiento y un exponente
politrópico de 1.3. Se supondrá comportamiento ideal del gas. Los resultados
se facilitan en la tabla 6.2.2.14.

tipo trabajo % pcs hidrógeno % pci hidrógeno


compresión indice necesario (kJ/kg) pcs =141.853 kJ/kg pci=120.011 kJ/kg
Isoentrópica g = 1,416 10.460,19 7,37 8,72
Politrópica n = 1,3 8.929,51 6,29 7,44
Isotérmica n=1 5.256,24 3,71 4,38
Politrópica dos etapas n = 1,3 6.783,64 4,78 5,65
Tabla 6.2.2.14. Trabajo del compresor por unidad de masa al comprimir hidrógeno en los
siguientes casos: compresión isoentrópica, politrópica, isotérmica y compresión en dos etapas.
Fuente: elaboración propia.

En la figura 6.2.2.15, se muestra que el consumo de energía de un compresor


de hidrógeno multietapas es intermedio al de los límites teóricos de un proceso
de compresión isotérmico y de uno adiabático.
Para comprimir 1 kg de hidrógeno desde la presión atmosférica con un com-
presor multietapas se requiere entre 10 y 17 mj para elevar la presión a 200 y 800
bar, respectivamente. Equivale a un valor comprendido entre el 8 % y el 13 %
250 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.2.15. Energía necesaria para la compresión del hidrógeno gaseoso en un


compresor multietapas (Wmult) comparada con la compresión isoterma (Wisot) y
adiabática (Wadiab). Fuente: Hidrógeno: producción, almacenamiento y usos energéticos.
Eva M.ª Llera Sastresa e Ignacio Zabalza Bribián.

Figura 6.2.2.16. Densidad del hidrógeno en función de la presión en los casos de


comportamiento ideal y real. Fuente: Felderhoff, M. y col. Max-Planck Institute Germany.

del poder calorífico superior del hidrógeno. A modo comparativo, el metano se


puede comprimir con un consumo de energía hasta 7 veces inferior.
En todo lo anterior, se ha supuesto un comportamiento ideal del hidrógeno,
lo cual no es cierto en el caso de que las presiones sean elevadas, debido a la va-
riación con la presión del factor de compresibilidad, z, del hidrógeno que au-
menta con la presión de forma significativa. Por ejemplo, toma el valor z= 1,45
almacenamiento del hidrógeno 251

Figura 6.2.2.17. Energía mecánica (kJ/mol)) para comprimir el H2 en función de la presión


de almacenamiento. Fuente: Felderhoff, M. y co. Max-Planck Institute Germany.

a 298 K y 700 bar. En la figura 6.2.2.16 se muestra cómo varia la densidad (kg/
m3) en función de la presión en los casos de comportamiento ideal y real. Se
puede observar cómo a partir de una presión de unos 150 bar existe diferencia
en el valor de la densidad que se acrecienta al aumentar la presión, siendo me-
nor en el caso de comportamiento real. Así, la compresión del hidrógeno a 350
bar permite alcanzar una densidad de 28 kg/m3 en el caso ideal y 23 kg/m3 en el
real. A 700 bar los valores son 57 kg/m3 y 37 kg/m3, respectivamente.
Por su parte, en la figura 6.2.2.17 se muestra cómo varia la energía mecánica
(kJ/mol)) necesaria para la compresión del hidrógeno en función de la presión
de almacenamiento a una temperatura de 300 K. La forma de medir el traba-
jo de compresión pasa por determinar el tanto por ciento de energía consumi-
do respecto del total del combustible. El proceso de compresión del hidróge-
no requiere un aporte energético alto que a 350 bar consume el 12 % de su pci
(240.022 kJ/kmol) y a 700 bar el 15 %. La licuefacción del H2 consume el 30 %
de su pci, consumiendo éste entre 10 y 17 mj.
En el caso de comportamiento no ideal (PV=znRT) habría que tener en
cuenta el factor de compresibilidad z, que es función de la presión y la tempe-
ratura, con el fin de obtener el trabajo necesario para la compresión de forma
más realista. Así, en el caso del proceso de compresión isotérmico se tendría.
252 francisco blanco alvarez §6

Ec. 6.2.2.10.

Por tanto, es necesario conocer el valor de z para poder llevar a cabo la in-
tegración. Un modo posible de solucionar el problema sería obtener un valor
promedio del factor de compresibilidad en el intervalo de presión (P1,P2) y a
la temperatura T constante. En la figura 6.2.2.20 se muestra la relación entre el
factor de compresibilidad y la presión para el hidrógeno, a diferentes tempera-
turas. Se puede observar, que para una temperatura de 300 K la variación del
factor de compresibilidad es prácticamente lineal, por lo que el valor medio del
mismo se puede determinar mediante la expresión:
Ec. 6.2.2.11.

Figura 6.2.2.20. Relación entre el factor de compresibilidad y la presión para el hidrógeno, a


diferentes temperaturas. Fuente: Felderhoff, M. y co. Max-Planck Institute Germany.

En nuestro caso, sería.

Ec. 6.2.2.12.
almacenamiento del hidrógeno 253

y yendo a la ecuación (6.2.2.10):

Ec. 6.2.2.13.

En el caso de que la temperatura también varie, el factor de compresibilidad


se puede determinar calculando la presión media, Pm y la temperatura media
Tm, mediante las siguientes expresiones

(Ec.6.2.2.14)

(si la presión varia linealmente) (Ec.6.2.2.15)

(Ec.6.2.2.16)

(si la temperatura varia linealmente) (Ec. 6.2.2.17)

Si la compresión fuera isoentrópica o politrópica se procedería de igual for-


ma.
La tabla 6.2.2.14 quedaría como tabla 6.2.2.27, en la que las tres últimas co-
lumnas se han obtenido tomando como factor de compresibilidad del hidróge-
no z=1,228, que es el valor medio para presiones entre 10 y 700 bares.
comportamiento ideal comportamiento real
trabajo % pcs H2 % pci H2 trabajo
tipo necesario pcs =141.853 pci=120.011 necesario % pcs % pci
compresión indice (kJ/kg) (kJ/kg) (kJ/kg) (kJ/kg) H2 H2
Isoentrópica g=1,416 10.460 7,37 8,72 12.845 9,06 10,70
Politrópica n=1,3 8.930 6,29 7,44 10.965 7,73 9,14
Isotérmica n=1,0 5.256 3,71 4,38 6.455 4,55 5,38
Politrópica 2 etapas n=1,3 6.784 4,78 5,65 8.330 5,87 6,94
Tabla 6.2.2.27. Trabajo del compresor por unidad de masa al comprimir hidrógeno en los
siguientes casos: compresión isoentrópica, politrópica, isotérmica y compresión en dos
etapas. Comportamiento como gas real. Fuente: elaboración propia.
254 francisco blanco alvarez §6

El trabajo de compresión también depende de la tecnología empleada. En la


tabla 6.2.2.28. se muestra la eficiencia adiabática de los compresores más habi-
tuales.

tipo compresor eficiencia adiabática (%)


Desplazamiento positivo 75-82
Centrífugo 79-87
Axial 80-91
Tabla 6.2.2.28. Eficiencia adiabática de diferentes compresores. Fuente: elaboración propia.

En la figura 6.2.2.29 pueden verse diversos tipos de compresores utilizados


para la operación de compresión.

Figura 6.2.2.29 Diversos tipos de compresores utilizados para la compresión del hidrógeno.
Fuente: Almacenamiento de Hidrógeno. idesa Víctor J. Martínez. Curso del Hidrógeno
coimne.

En general, los compresores que se utilizan hoy en día para comprimir el hi-
drógeno gaseoso son de desplazamiento positivo o centrífugos. Dentro de los
compresores de desplazamiento positivo se encuentran los alternativos y los
rotativos.
Los compresores alternativos funcionan mediante un motor con acciona-
miento lineal que mueve un pistón o un diafragma hacia adelante y hacia atrás.
Dicho mecanismo comprime el hidrógeno reduciendo su volumen. Los com-
almacenamiento del hidrógeno 255

presores alternativos, denominados comúnmente «recips» para abreviar la pa-


labra reciprocante, son los más utilizados para aplicaciones en las que se nece-
sita una alta relación de compresión. En algunas ocasiones el movimiento del
pistón se consigue mediante dispositivos neumáticos. Este tipo de compresores
se denominan «booster».
Los compresores de diafragma funcionan de manera similar a los de pistón.
La diferencia es el sistema de cierre hermético. En los compresores de pistón lo
realizan los segmentos y en los de membrana, una membrana elástica. La ven-
taja de este compresor es que el hidrógeno no entra en contacto con las partes
metálicas del compresor, evitando su contaminación con el aceite de lubrica-
ción. Los compresores de diafragma presentan las siguientes características: al-
tos caudales, altas presiones, consumo energético elevado, necesidad de sistema
de refrigeración, gran pureza y bajo mantenimiento.
Los compresores rotativos aprovechan la rotación de engranajes, lóbulos, tor-
nillos, paletas o rodillos para llevar a cabo la compresión. El problema de com-
primir el hidrógeno con compresores de desplazamiento positivo son las jun-
tas de unión y las estrictas tolerancias necesarias para evitar posibles fugas del
fluido.
Los compresores centrífugos son un modelo de compresor que se utiliza para
aplicaciones de tuberías ya que tiene un alto rendimiento y una relación de com-
presión moderada. El funcionamiento de los compresores centrífugos se basa en
el giro de unos álabes a velocidades muy altas para comprimir el gas. Este tipo
de compresores de hidrógeno tienen que operar a velocidades de punta 3 veces
más rápidas que las de compresores de gas natural para lograr la misma relación
de compresión, debido al bajo peso molecular del hidrógeno.
En la figura 6.2.2.30 se muestra el esquema de un compresor de pistón de dos
etapas. En la tabla 6.2.2.31 se presenta una comparativa entre los compresores
de pistón y los de diafragma.
Un tipo de compresión menos habitual se realiza mediante los compresores
de líquidos iónicos. Este diseño, patentado por la empresa Linde, se basa en un
compresor de pistón convencional con la diferencia de que cada pistón se en-
cuentra sellado por una columna de líquido iónico casi incompresible, el cual
es el que actúa sobre el hidrógeno para comprimirlo. Además, este líquido ió-
nico tiene función separadora evitando que se contamine el hidrógeno con la
lubricación del pistón, al tiempo que minimiza las fugas de hidrógeno a través
del pistón.
256 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.2.30. Esquema de un compresor de pistón de dos etapas. Fuente:


Almacenamiento de Hidrógeno. idesa Víctor J. Martínez. Curso del Hidrógeno coimne.
Leyenda: (1) entrada de gas, (2) salida de gas, (3) primera etapa de compresión, (4) segunda
etapa de compresión, (5) cilindro hidráulico, (6) pistón de la primera etapa, (7) pistón de la
segunda etapa, (8) pistón hidráulico, (9) enfriador entre etapas, (10) aceite hidráulico.

Tabla 6.2.2.31. Comparativa entre los compresores de pistón y los de diafragma. Fuente:
Almacenamiento de hidrígeno. idesa Víctor J. Martínez. Curso del Hidrógeno coimne.

Aunque el líquido iónico apenas se mezcla con el hidrógeno durante el pro-


ceso de compresión y no supone una contaminación importante para el gas, es
necesario añadir al final de la última etapa un separador, el cual se encarga de
devolver a los pistones el líquido que pudiera haberse mezclado con el hidró-
geno. Este compresor se instala en un mismo módulo, junto con el separador
y las botellas de almacenamiento, así como un enfriador, de manera que tras
almacenamiento del hidrógeno 257

Figura 6.2.2.32. Esquema de un compresor de líquido iónico instalado con el separador.


Fuente: Almacenamiento de hidrógeno. idesa Víctor J. Martínez. Curso del Hidrógeno
coimne.

comprimirse el hidrógeno, pasa por el separador para recircular el líquido ió-


nico remanente en el gas, tras éstas operaciones se envasa en botellas de hasta
1.000 bar.
Sus principales ventajas son las siguientes: no hay contaminación de hidró-
geno, ambientalmente seguro, buena capacidad térmica, buenas cualidades lu-
bricantes, inhibición de la corrosión, eliminación de los sellos y cojinetes en el
compresor y bajo consumo energético.
En la figura 6.2.2.32 puede verse un esquema de un compresor de líquidos
iónicos con separador.
Otro tipo de compresión no habitual es la compresión del hidrógeno me-
diante la utilización de compresores electroquímicos. En la figura 6.2.2.33 (a)
puede verse un diagrama que representa el funcionamiento de un compresor
tipo pem. La expresión más sencilla de un compresor de hidrógeno electroquí-
mico (ehc) es la monocelda, que consta de: un ánodo de una celda de combus-
tible pem, un conjunto de electrodos de membrana (mea) y un cátodo de un
electrolizador pem, figura 6.2.2.33 (b). El apilamiento de varias monoceldas es
posible mediante el uso de placas bipolares, es decir, ánodo de un lado y cátodo
del otro, a esto se le conoce como Stack. El voltaje del stack es proporcional al
258 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.2.33 . (a)Diagrama que representa el funcionamiento de un compresor tipo pem.

Figura 6.2.2.33 . (b) Segmentos de un compresor electroquímico de hidrógeno. Fuente:


«Estudio del desempeño de membranas de intercambio protónico modificadas en sistemas
de compresión electroquimica de hidrógeno» Tesis presentada por: José Luis Pineda
Delgado, Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (cideteq).

número de celdas que lo constituyan, mientras que la corriente es proporcional


al área electrocatalítica disponible.
Las ventajas principales de estos compresores son: ausencia de partes móviles,
evitándose así las pérdidas por fricción, proceso aproximadamente isotérmico,
almacenamiento del hidrógeno 259

Figura 6.2.2.34. Comparación del consumo energético de diferentes procesos de


compresión. Fuente: Almacenamiento de hidrógeno. idesa Víctor J. Martínez. Curso del
Hidrógeno coimne.

Figura 6.2.2.35 Rango de utilización de los compresores para el presurizado del hidrógeno
en función de la presión y de la capacidad de compresión. Fuente: Almacenamiento de
hidrógeno. idesa (Víctor J. Martínez). Curso del Hidrógeno coimne.

por lo que se consigue una eficiencia de compresión muy elevada y unas emi-
siones de ruido significativamente menores.En la figura 6.2.2.34 se muestra una
comparación del consumo energético de diferentes procesos de compresión.
En la figura 6.2.2.35 se muestra el rango de utilización de los compresores usa-
dos para la compresión del hidrógeno en función de la presión y de la capacidad
de compresión (kg H2/día).
260 francisco blanco alvarez §6

En la figura 6.2.2.36 puede verse un compresor para almacenamiento de hi-


drógeno procesado a alta presión: Compresor alternativo de gran tamaño, pre-
sión de descarga de +200 bar.

Figura 6.2.2.36 .- Compresor para almacenamiento H2 y su procesado a alta presión. Fuente:


Almacenamiento subterráneo de hidrógeno. enagas (Rosa Nieto). Curso del Hidrógeno
coimne.
Una vez presurizado, el hidrógeno comprimido se almacena en depósitos ci-
líndricos, similares a los utilizados para el gas natural, a una presión de traba-
jo nominal de 350 y 700 bar, e incluso de 1.000-1.200 bar y a temperatura am-
biente o próxima, figura 6.2.2.37. La mayoría de estos depósitos constan de una
estructura cilíndrica con casquetes esféricos en los extremos. En cada casquete
hay aberturas que permiten el flujo saliente o entrante del gas y válvulas para el
control de dicho flujo. En uno de los extremos se incorpora un dispositivo más
sofisticado que incluye una válvula solenoide, una válvula de exceso de flujo, una
válvula de aislamiento manual, una válvula de verificación y un dispositivo de
descompresión con orificio de venteo.
Los depósitos se fabrican con materiales de alta resistencia para asegurar su
durabilidad. Dados los problemas que implica la utilización de hidrógeno a pre-
siones tan elevadas, los requerimientos del depósito, desde el punto de vista de
sus propiedades mecánicas, deben ser muy estrictos. Los depósitos, por tanto,
deben ser ligeros y muy resistentes. Los tanques de almacenamiento de hidró-
geno comprimido se clasifican en función de los materiales de fabricación y la
máxima presión admitida , ver tabla 6.2.2.38.
A pesar de que el precio de los materiales compuestos es cinco veces el del
acero, su uso en la fabricación de los depósitos permite aumentar la densidad
almacenamiento del hidrógeno 261

Figura 6.2.2.37 Tanques de almacenamiento de hidrógeno gaseoso presurizado, y compo-


nentes del tanque presurizado (tprd: dispositivo de descarga de presión de activación tér-
mica). Fuente: Linde Group: Fuente idesa ‹https://www.energy.gov/eere/fuelcells/physi-
cal-hydrogen-storage.›.

energética del 4 % al 9 %, aumentar la presión de trabajo, evitar la fragilización


del acero y ,sobre todo, disminuir el peso total del sistema.
Las altas temperaturas, tanto del ambiente externo como las resultantes de
la compresión durante el repostaje, pueden elevar las presiones de almacena-
miento en un 10 % o más. Cualquier gas almacenado a estas altas presiones es
extremadamente peligroso y es capaz de liberar una corriente de gas con fuerza
explosiva o impulsar pequeños proyectiles como si fueran balas. Un cilindro in-
controlado puede convertirse en un cohete si el gas es repentinamente liberado
a través de una pequeña abertura. A pesar de este peligro, los depósitos tienen
un historial de seguridad excelente. Durante su fabricación, cada cilindro es so-
metido a pruebas de hidroestaticidad y de fugas.
262 francisco blanco alvarez §6

peso/
descripción % metal/ capacidad
tipo tipo de material % composite kg/l
i. Un cilindro hecho totalmente de acero
o de aluminio (sin costuras ni revestimiento) 100/0 1-1,5

ii. Depósitos de aluminio o material metálico


inoxidable sin costuras y envuelto circunfe-
rencialmente con un aro de revestimiento
metálico envuelto con un compuesto de fibra
de vidrio o de carbono. 55/45 0,65-1,3
iii. Depósitos de aluminio
o material metálico inoxidable sin costuras
y totalmente envuelto con fibra de carbono
o vidrio y resinas compuestas 20-80 0,3-0,45

iv. Depósitos de polímero (por ejemplo, polietileno


de alta densidad) totalmente envuelto con
fibra y revestimiento polimérico 0/100 0,3-0,45
almacenamiento del hidrógeno 263

P
(bar) Características
Muy pesados y de paredes gruesas. Utilizados principalmente
150-300 en vehículos de gnc y en aplicaciones estacionarias industriales.

Muy pesados. Se utilizan principalmente como buffer o tanque


intermedio en aplicaciones estacionarias

450-800
Más ligeros y de paredes más finas respecto a los de tipo i y ii. Se
utilizan principalmente para aplicaciones de movilidad y
transporte de H2 en trailers.
350-700

350-700 Ídem

Tabla 6.2.2.38. Tipos de depósitos para el almacenamiento de hidrógeno gaseoso a presión.


Fuente: Elaboración propia a partir de: Hydrogen storage systems, (n.d.). ‹https://hub.
wsu.edu/ise/design/hydrogen-storage/› y de L. Pagan and K. Lake, «Modal Analysis: A
Comparison between Finite Element Analysis (fea) and Practical Laser Doppler Vibrometer
(ldv) Testing,» Proc. - 2017 UKSim-amss 19th Int. Conf. Model. Simulation, UKSim 2017,
pp. 75–80, 2018, doi: 10.1109/UKSim.2017.27.›.

Los tanques presurizados pueden ser utilizados para almacenamiento para


largos periodos, no obstante, su coste crece hasta un 500 % para periodos de
30 días respecto a un almacenamiento diario. A mayores ciclos de carga y des-
carga, menores costes debido a la amortización de los altos costes de inversión
de capital. Figura 6.2.2.39.
264 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.2.39. Coste y características del almacenamiento en tanques del hidrógeno. Costo
nivelado de almacenamiento según la duración del almacenamiento, con una tasa de produc-
ción fija. Fuente: Hydrogen Based Energy Conversion. Basado en Hawkins (2006), with kg/
day of H2 converted to mwh/day and a fixed rate of production of 17.8 mwhch hydrogen; 2.
$1/ mw is the base case for a 4 mw compressor, with a scaling factor of around 0.8. Compres-
sor cost is high due to the need to keep H2 free of contamination from oils or water and to
low manufacturing volumes y en A.T. Kearney Energy Transition Institute analysis, based on
1Hawkins (2006), us DoE H2A delivery model and Cerri I. et al (2012).

6.2.3. Tanques de almacenamiento. Hidrógeno líquido


El hidrógeno líquido tiene una capacidad volumétrica mucho mayor en compa-
ración con el hidrógeno gaseoso. El almacenamiento de hidrógeno líquido o crio-
génico es una tecnología madura. Mediante el proceso de licuefacción, el hidróge-
no pasa de gas a líquido modificando las condiciones de presión y temperatura. El
proceso de licuefacción utiliza una combinación de compresores, intercambiado-
res de calor y válvulas de expansión para lograr el enfriamiento necesario.

Estado inicial hidrógeno: T (K) = 298,2; P (kPa) = 100.


Estado final: T (K) = 20; P (kPa) = 100.

El hidrógeno líquido a la presión de 1 bar presenta una densidad cuyo valor es


70,8 kg/m3, superior a la del hidrógeno comprimido a cualquier presión, siendo
esta su mayor ventaja, unida a las bajas presiones de operación. En condiciones
normales, debe enfriarse hasta -252,7 ºC, que es el punto de ebullición del hidró-
geno. No obstante, incrementando la presión a 12,84 bar su punto de ebullición
pasa a -240 ºC, facilitando así el trabajo de licuefacción. Con la licuefacción del
hidrógeno se logra una reducción de volumen mayor que en la compresión, su-
perándose la mayoría de los problemas relacionados con el peso y el tamaño de
almacenamiento del hidrógeno 265

los sistemas de almacenamiento de gas. Para que el proceso sea rentable, su uso
ha de ser a gran escala o asociado a transporte a grandes distancias.
El proceso de licuefacción requiere unas condiciones complejas y específicas,
así como un aislamiento térmico adecuado de los tanques debido a la evapora-
ción flash del hidrógeno en caso de fuga.
La licuefacción del hidrógeno es un proceso intensivo en consumo de ener-
gía. En el estado actual de la tecnología, el consumo específico de energía se
sitúa entre 12 y 15 kWh/Kg H2, lo que supone entre el 35 % y el 45 % de su
P.C.I., esto disminuye para las licuefacciones de mayor volumen y se espera que
la tecnología evolucione hasta conseguir llegar al 20 %. El proyecto europeo
idealhy, así como el Departamento de Energía de Estados Unidos han conse-
guido llegar a 6,7 kWh/kg, esto supondría una pérdida de sólo el 18 % del P.C.I.
Teóricamente, el mínimo gasto energético para lograr la licuefacción es de 2,7
kWh/kg. Han de añadirse, en todo caso, las pérdidas por vaporización, Boil-off,
que se producen en la cadena logística hasta su consumo final y que pueden su-
poner el 40 % de su P.C.I. En la figura 6.2.3.1 se muestra el consumo específico
de energía de diversos procesos.
Las moléculas de hidrógeno pueden existir en dos formas isoméricas depen-
diendo del estado del espin del protón en cada átomo. La proporción de isóme-
ros dependerá de la temperatura, según muestra la figura 6.2.3.2. Si ambos espines
nucleares son paralelos, la molécula se llama orto y si los espines son antiparalelos,
se denomina para. La presencia de espines nucleares conlleva consecuencias muy
interesantes para las poblaciones de los estados rotacionales y a escala macroscó-
pica, tiene consecuencias sobre la entropía y las capacidades térmicas.
Para una temperatura dada, las concentraciones de equilibrio se determinan
mediante la (Ec. 6.2.3.1) y la (Ec.6.2.3.2):

(6.2.3.1)

(6.2.3.2)

siendo: = concentración de equilibrio de orto-H2; = concentración de


266 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.3.1. Consumo específico de energía de varios procesos de licuefacción. La línea dis-
continua violeta corresponde al mínimo teórico. Fuente: ‹https://pubs.rsc.org/en/content/
articlelanding/2022/ee/d2ee00099g›.

equilibrio de para-H2; L = número cuántico rotacional de la molécula de hidróge-


no; F = energía asociada al estado rotacional; B0 = 7,36 meV (la constante rotacional
del hidrógeno); D0 = 5,69x10-3 meV (constante de distorsión energía rotacional);
H0 = 6,45 × 10-6 meV (constante de distorsión energía rotacional); k = constan-
te de Boltzmann (=1,380649 × 10−23 J/K); T = temperatura del hidrógeno en K.
En la figura 6.2.3.5 se muestra la composición de equilibrio del hidrógeno en
función de la temperatura. El tanto por ciento del hidrógeno orto aumenta al
hacerlo la temperatura, hasta que se alcanza un valor contante a la temperatu-
ra Tc. A partir de esa temperatura, la proporción es de hidrógeno orto en un
75 % y de hidrógeno para en un 25 %.
Disminuyendo la temperatura, la probabilidad de que una molécula de hi-
drógeno se presente como isómero para-H2 es mayor, debido a su menor ener-
gía. Las fuerzas intermoleculares entre dos moléculas orto-Hidrógeno es ma-
yor que entre dos moléculas para-Hidrógeno, por lo que la proporción orto/
para afecta a las propiedades magnéticas, ópticas, volumétricas y térmicas del
hidrógeno. A las temperaturas a las que la fase líquida del hidrógeno es estable,
menor de 33 K, las propiedades del hidrógeno serán prácticamente las del isó-
almacenamiento del hidrógeno 267

Figura 6.2.3.2. Concentración de equilibrio isómeros para/orto del hidrógeno según tem-
peratura. Fuente: Strategies To Improve the Performance of Hydrogen Storage. Systems by
Liquefaction Methods: A Comprehensive Review. Bahram Ghorbani, Sohrab Zendehbou-
di,* Noori M. Cata Saady, Xili Duan, and Talib M. Albayati. ‹https://pubs.acs.org/doi/ep-
df/10.1021/acsomega.3c01072›.

mero para-Hidrógeno y a temperatura ambiente y superiores la substancia co-


nocida como hidrógeno normal tendrá un 75 % de orto-Hidrógeno y un 25 %
de para-Hidrógeno.
Estas consideraciones son muy importantes por cuanto que la regla de la me-
cánica cuántica relacionada con la conservación del momento angular nos in-
dica que la transformación del isómero orto en para no puede ocurrir de forma
espontánea. Consecuentemente, si el «hidrógeno normal» se enfría rápida-
mente desde la temperatura ambiente a la temperatura criogénica, el tiempo
requerido hasta que se alcance la composición de equilibrio orto/para puede
ser de días a semanas. Siendo además la conversión de orto a para exotérmica,
con una liberación de energía de 525 kJ/kg H2, superior a la entalpía de vapori-
zación del hidrógeno líquido, que es de 448 kJ/kg H2, si el tiempo de reacción
en el proceso de licuefacción del hidrógeno no ha sido suficiente, se producirá
un elevado Boil-off con dos efectos negativos: sobrepresión en el depósito crio-
génico y pérdida de masa de hidrógeno. La entalpía de la transformación orto
a para es suficiente para evaporar el 70 % del hidrógeno líquido almacenado si
la licuefacción se realiza sin respetar la cinética de la transformación isomérica.
268 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.3.5. Composición del equilibrio del hidrógeno. Fuente: Strategies To Improve the
Performance of Hydrogen Storage. Systems by Liquefaction Methods: A Comprehensive Re-
view. Bahram Ghorbani, Sohrab Zendehboudi,* Noori M. Cata Saady, Xili Duan, and Talib
M. Albayati.‹https://pubs.acs.org/doi/epdf/10.1021/acsomega.3c01072›.

En base a lo expuesto, el proceso de licuefacción del hidrógeno ha de realizar-


se empleando catalizadores que permitan realizar la transformación de orto-Hi-
drógeno a para-Hidrógeno en minutos. El empleo de catalizadores dificultará
el flujo de hidrógeno aumentando las pérdidas de carga, lo que requerirá mayor
presión y consumo de energía.
Varios ciclos, algunos complejos y otros sencillos, se utilizan con buenos re-
sultados en la licuefacción de gases. Entre los diversos ciclos de licuefacción se
pueden citar el de Claude y el de Linde-Hampson, también llamado ciclo de
expansión de Joule-Thompson. El ciclo de Linde-Hampson es el más sencillo y
de menor coste. En la figura 6.2.3.6 se muestran los diagramas de flujo y de tem-
peratura-entropía (t-s) del ciclo Linde-Hampson.
El gas de entrada (1) se mezcla con la porción no condensada del gas del ciclo
anterior (9) y la mezcla en el estado (2 )se comprime mediante un compresor de
etapas múltiples al estado 3. El proceso de compresión se aproxima a un proceso
isotérmico debido al interenfriamiento. El gas a alta presión se enfría de forma
isobárica en un postenfriador mediante un medio de enfriamiento, o mediante
un sistema de refrigeración externo separado, hasta el estado 4. El gas se enfría
aún más en un intercambiador de calor de contraflujo regenerativo mediante la
porción no condensada de gas del ciclo anterior hasta el estado 5 y se expande
de forma isoentálpica, pasando la mezcla gaseosa por una válvula de estrangula-
ción, hasta el estado 6, que es un estado de mezcla de líquido y vapor saturado.
almacenamiento del hidrógeno 269

El líquido (estado 7) se recoge como el producto deseado y el vapor (estado 8) se


conduce a través del regenerador, donde se calienta de forma isobárica, además
de enfriar el gas a alta presión que se acerca a la válvula reguladora. Finalmente,
el gas se mezcla con gas de reposición fresco y se repite el ciclo.

Figura 6.2.3.6. Esquema y diagrama t-s del ciclo Linde- Hampson.


Fuente: Elaboración propia.

En la figura 6.2.3.7 se dan los diagramas de equilibrio t-s del hidrógeno (a)
para temperaturas entre 80 y 330 K y (b) para temperaturas entre 15 y 85 K.
El ciclo de Linde-Hampson funciona en gases como el nitrógeno, que se en-
frían al expansionarse a temperatura ambiente. Sin embargo, el hidrógeno se
calienta al expansionarse a temperatura ambiente (Efecto Joule-Thomson nega-
tivo). El sistema requiere un preenfriamiento por debajo de la temperatura de
inversión del hidrógeno gaseoso, que es de 193 K (-80 ºC). Se tiene entonces el
ciclo Linde-Hampson con preenfriamiento, que es una versión modificada del
sistema Linde-Hampson simple. Para alcanzar dicha temperatura de inversión,
los procesos modernos de licuefacción utilizan nitrógeno líquido para preen-
friar el hidrógeno gaseoso hasta una temperatura inferior a 78K (-195 ºC) antes
de la primera expansión.
270 francisco blanco alvarez §6

6.2.3.7. (a) Diagramas de equilibrio t-s del hidrógeno para temperaturas entre 80 y 330 K.

6.2.3.7. (b) Diagramas de equilibrio t-s del hidrógeno para temperaturas entre 15 y 85 K.
Fuente: Gstrein, G. and Klell, M. (2004) Stoff werte von Wasserstoff [Properties of Hydrogen],
Institute for Internal Combustion Engines and, Thermodynamics, Graz University of
Technology.
almacenamiento del hidrógeno 271

El hidrógeno gaseoso de reposición se mezcla con la parte no condensada del


hidrógeno gaseoso del ciclo anterior, y la mezcla en el estado 1 se comprime has-
ta el estado 2. El calor se expulsa del gas comprimido a un refrigerante. El gas a
alta presión se enfría hasta el estado 3 en un intercambiador de calor de contra-
corriente regenerativo hx i mediante el gas hidrógeno no condensado, y se en-
fría aún más fluyendo a través de dos baños de nitrógeno (hx ii y hx iv) y dos
intercambiadores de calor regenerativos (hx iii y hx v). En los intercambiado-
res de calor ii y iv, el nitrógeno líquido (LN2) absorbe cantidades sustanciales
de calor del gas hidrógeno y sale como nitrógeno gaseoso (GN2). El nitrógeno
líquido se obtiene en un sistema de licuefacción externo y el consumo de traba-
jo en este sistema externo debe tenerse en cuenta en el análisis. Tras pasar por
el hx v, el hidrógeno gaseoso a alta presión se estrangula hasta el estado 8, en
el que es una mezcla saturada de líquido y vapor. El hidrógeno líquido se reco-
ge como el producto deseado, y la porción de vapor de hidrógeno se encamina
a través de la mitad inferior del ciclo. Este gas hidrógeno de retorno se mezcla
con gas de reposición fresco cuyo caudal es igual al hidrógeno líquido recogi-
do del sistema.
Gracias al preenfriamiento se requiere menor presión tras el compresor, ob-
teniendo mayores cantidades de gas licuado; la potencia necesaria es también
inferior ahorrando en costes por unidad licuada. En la figura 6.2.3.8 se muestra
un esquema del diagrama de flujo del ciclo Linde-Hampson con preenfriamien-
to para la licuefacción de hidrógeno.
Como alternativa al preenfriamiento puede utilizarse la técnica de licuación
ideal, donde el gas a alta presión pasa por una turbina, esta enfriará el gas, sea
cual sea su temperatura de inversión. La turbina puede enfriar el gas, pero no
condensarlo, debido al daño ocasionado en los álabes de la misma. El compre-
sor isotérmico será el encargado, junto a una posterior expansión isentrópica, de
enfriar el gas hasta conseguir líquido. Este proceso supone un trabajo de 3,228
kWh/kg para el hidrógeno siendo este muy alto en comparación con otros ga-
ses como el nitrógeno donde el trabajo es de 0,207 kWh/kg.
Además, existe el sistema de Linde-Hampson dual que busca la reducción
del trabajo requerido en detrimento de la cantidad licuada gracias a una doble
compresión durante el proceso.
La mayoría de los procesos de licuefacción de hidrógeno a gran escala se ba-
san en el ciclo de Claude, el cual se ilustra en la figura 6.2.3.9, donde el hidróge-
no es tanto el producto como el fluido de trabajo.
272 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.3.8. Diagrama de flujo del ciclo Linde-Hampson con preenfriamiento para la
licuefacción de hidrógeno. Fuente: elaboración propia.

El ciclo Claude consta de un compresor, un turboexpansor, una válvula j-t y


tres intercambiadores de calor, El gas comprimido pasa a través del hx-1 (pri-
mer intercambiador de calor) y una fracción del gas se desvía a través del tur-
boexpansor, el gas restante pasa a través del hx-2 (segundo intercambiador de
calor) y hx-3 (tercer intercambiador de calor). Luego, la expansión isoentálpica
se realiza utilizando la válvula j-t. Los separadores de fases separan el líquido
y el vapor restante pasa a través del hx-3 como corriente fría. La corriente fría
sale del hx-3 y se mezcla con la corriente expandida del turboexpansor. Se ali-
menta al compresor a través de hx-2 y hx-1.
Una modificación del ciclo de Claude incluye la adición de un segundo com-
presor, donde el primero comprime hidrógeno de presiones bajas a medias y el
segundo comprime a presiones medias y altas. En este caso, el expansor opera
entre presiones medias y bajas, proporcionando enfriamiento adicional al gas
a alta presión a través de su escape. Las variaciones de este sistema a menudo
se usan en plantas de licuefacción de hidrógeno a gran escala, combinadas con
preenfriamiento de nitrógeno, catalizadores de conversión de orto-para múlti-
ples y, típicamente, dos o tres expansores.
almacenamiento del hidrógeno 273

Figura 6.2.3.9.- Diagrama de flujo simplificado del proceso de licuefacción del hidrógeno
por el sistema Claude y diagrama Temperatura-Entropía.
Fuente: elaboración propia.

La mayor preocupación en el almacenamiento de hidrógeno líquido es mini-


mizar las pérdidas de hidrógeno por evaporación. Si el hidrógeno se almacena
como líquido criogénico, se está almacenando en su punto de ebullición, y por
lo tanto cualquier transferencia de calor al líquido supone alguna evaporación
del hidrógeno. Las fuentes de calor pueden ser, la conversión de orto-hidróge-
no a para-hidrógeno, la transferencia de calor radiante, por conducción o por
convección, etc. Cualquier evaporación, supondrá una pérdida neta en la efi-
ciencia del sistema, debido al trabajo necesario para licuar ese hidrógeno, pero
las pérdidas pueden ser mayores, si el hidrógeno es liberado a la atmósfera en
lugar de ser recuperado.
La primera medida para evitar las pérdidas por evaporación es ejecutar la con-
versión de orto-hidrógeno a para-hidrógeno durante la etapa de licuefacción,
para evitar cualquier conversión y la evaporación posterior durante el almace-
274 francisco blanco alvarez §6

namiento. Otra medida importante para prevenir la evaporación es utilizar con-


tenedores criogénicos aislados.
Por otra parte, un tanque de hidrógeno líquido no está diseñado para sopor-
tar presiones internas, sino para retener un líquido criogénico. Por tanto, el tan-
que debe estar adecuadamente aislado para restringir la transferencia de calor
al mínimo entre el hidrógeno líquido contenido y el entorno, figura 6.2.3.10. Se
realiza en depósitos aislados mediante vacío llamados Dewar (prácticamente
elimina las transferencias de calor por conducción y convección), o bien en tan-
ques de doble capa que contienen otro fluido criogénico intermedio como, por
ejemplo, nitrógeno líquido. Para evitar la transferencia de calor por radiación,
entre la doble pared, se ponen entre 30 y 100 capas reflexivas de baja emitancia,
normalmente plástico aluminado Mylar. Una alternativa más económica que la
película de Mylar es la perlita (silicona coloidal) colocada entre las paredes del
tanque. Algunos contenedores grandes tienen, además, una pared exterior con
un espacio relleno de nitrógeno líquido. Esto reduce la transferencia de calor
disminuyendo la diferencia de temperaturas.
Cuando existe una transferencia de calor desde el exterior, la presión interior
aumenta y el hidrógeno puede escapar a través de una válvula de alivio, que a
veces se denomina «hervir», más comúnmente boil-off en inglés. Los tanques
suelen tener una capacidad máxima de sobrepresión de aproximadamente 5 bar
de forma que si no se consume el hidrógeno tan rápido como vaporiza, la pre-
sión supera el nivel de seguridad abriéndose una válvula de alivio a través de la
que se ventea. En general, los tanques están diseñados para unas tasas de ven-
tilación en torno a un 3 % por día. Esta situación no solo conduce a la pérdida
directa de combustible utilizable, sino que además supone un riesgo por infla-
mabilidad si el escape se produce en un espacio cerrado.
Debido a que el aislamiento térmico nunca es perfecto, un depósito de hi-
drógeno estacionario y no utilizado durante un periodo largo y situado en am-
bientes cálidos eventualmente terminará agotándose. Este hidrógeno puede ser
purgado o capturado y devuelto al proceso de licuefacción. Esta segunda opción
sólo es posible si el hidrógeno es almacenado en el mismo sitio donde es licua-
do. Al capturarlo, no se produce una gran pérdida debido a que el hidrógeno
gaseoso está todavía frío y es más fácil de comprimir. En aplicaciones de trans-
porte de larga duración, como puede ser el transporte en buques, la evapora-
ción se considera combustible de transporte, de modo que el hidrógeno que se
evapora del líquido se captura y alimenta la caldera del barco.
almacenamiento del hidrógeno 275

Por otro lado, si se comparan las densidades gravimétricas y volumétricas del


hidrógeno sobre los diferentes modos de almacenamiento, se puede ver que el
criogénico es el sistema más eficiente en términos de densidad energética por
volumen. Por ello, el hidrógeno líquido a baja presión se utiliza habitualmen-
te para el almacenamiento y transporte de hidrógeno en grandes cantidades.

Figura 6.2.3.10. Componentes de un tanque de almacenamiento de hidrógeno líquido90.


Fuente: Linde Grou y S. Akbayrak, S. Özkar, Ammonia borane as hydrogen storage ma-
terials, Int. J. Hydrogen Energy. 43 (2018) 18592–18606. ‹https://doi. org/10.1016/j.ijhyde-
ne.2018.02.190.›.

La mayoría de los tanques para el almacenamiento estacionario de hidrógeno


líquido son esféricos, figura 6.2.3.11, ya que esta geometría ofrece la mínima su-
276 francisco blanco alvarez §6

perficie para un volumen determinado y, por lo tanto, una menor área de trans-
ferencia de calor del ambiente hacia el tanque. A medida que el diámetro del
tanque aumenta, el volumen lo hace más rápidamente que el área, de modo que
los tanques grandes tienen proporcionalmente menos transferencia de calor que
los tanques pequeños, reduciendo la evaporación. Los tanques esféricos son mas
complicados de fabricar y más caros que los tanques cilíndricos.

Figura 6.2.3.11. (a) Tanque esférico de almacenamiento de hidrógeno líquido. Fuente: Alma-
cenamiento de hidrógeno. idesa Víctor J. Martínez. Curso del Hidrógeno coimne.

Figura 6.2.3.11. (b) Construcción de un tanque de hidrógeno líquido. Fuente: The hydrogen
economy. Fundamentals, Technology, Economics. Duncan Seddon.
almacenamiento del hidrógeno 277

Figura 6.2.3.11. (c) Evolución y proyección del tamaño de los tanques esféricos. Fuente:
Strategies To Improve the Performance of Hydrogen Storage. Systems by Liquefaction
Methods: A Comprehensive Review. Bahram Ghorbani, Sohrab Zendehboudi,* Noori M.
Cata Saady, Xili Duan, and Talib M. Albayati. ‹https://pubs.acs.org/doi/epdf/10.1021/
acsomega.3c01072›.

Los contenedores de almacenamiento de hidrógeno líquido en los puntos


de utilización, tienen normalmente capacidades entre 110 y 5.300 kg, mientras
que los tanques de las plantas de licuefacción de hidrógeno alcanzan hasta los
115.000 kg de hidrógeno almacenado. El mayor tanque esférico del mundo per-
tenece a la nasa y tiene una capacidad de 228.000 kg de hidrógeno líquido.
El desarrollo de aceros para aplicaciones criogénicas se ha potenciado por las
necesidades de transporte de la industria gasista con altos niveles de seguridad:
buques metaneros, plantas de licuefacción de gas natural, etc. Los aceros alea-
dos con níquel y los aceros inoxidables austeníticos cromo-níquel cubren las
necesidades del servicio criogénico con una buena relación coste beneficio. Los
porcentajes de níquel en las aleaciones varían desde el 0.5 % para depósitos de
lpg hasta 9 % para lng, e incluso llegan a 36 % para aplicaciones de tuberías y
tanques de membrana en lng.
La combinación de almacenamiento de hidrógeno criogénico a alta presión,
tanques híbridos, también se está investigando actualmente. La aplicación de
presión permite elevar la temperatura criogénica, reduciendo el coste de la li-
cuefacción y proporcionando suficiente resistencia térmica como para reducir
el boil-off. Los recipientes son más compactos, que los de presión convencio-
nales.
La carga y descarga de hidrógeno líquido requiere de líneas termostatizadas
así como de una refrigeración propia y compresores lo que la hace más comple-
ja que en el caso de la compresión. La regasificación del LH2 produce hasta 1,7
veces más frio que la del lng, esto puede ser aprovechado para la implantación
278 francisco blanco alvarez §6

de industrias que precisen frio cerca de las terminales de regasificación. Los es-
tándares de transporte europeos permiten el transporte de 3.300 kg/camión y
en Norte América 4.500 kg/camión.
En la figura 6.2.3.12 se pueden ver el coste y características del almacenamien-
to en hidrógeno líquido.

Figura 6.2.3.12 Coste y características del almacenamiento en hidrógeno líquido. Coste nive-
lado de almacenamiento según el tamaño de la planta de licuefacción. Fuente: Hydrogen Ba-
sed Energy Conversion.

El almacenamiento de hidrógeno crio-comprimido (CcH2) es un método


híbrido entre el hidrógeno comprimido y el hidrógeno líquido. Consiste en al-
macenar H2 a temperaturas criogénicas en un recipiente que se puede presuri-
zar (nominalmente a 250–350 bar), en contraste con los recipientes criogénicos
actuales que almacenan LH2. Los tanques crio-comprimidos pueden almacenar
hidrógeno líquido, hidrógeno criogénico supercrítico o hidrógeno en una re-
gión de coexistencia de dos fases: líquido saturado y vapor. El almacenamien-
to de hidrógeno líquido en recipientes a presión aislados supera muchas de las
deficiencias de los tanques de CH2 o LH2 e incluso puede abrir nuevas posibi-
lidades; sin embargo, esta técnica de almacenamiento todavía no está comple-
tamente desarrollada.

6.2.4. Almacenamiento en hidruros químicos


Los hidruros químicos orgánicos e inorgánicos son compuestos formados
por un elemento no metálico y el hidrógeno, que mediante su combinación con
agua producen hidrógeno y el hidróxido correspondiente. Cuando se utilizan
los hidruros para el almacenamiento de hidrógeno, la reacción descrita ante-
riormente es la liberación del hidrógeno, y la reacción inversa, que se denomi-
na reciclado, sería la de llenado.
almacenamiento del hidrógeno 279

Los hidruros se unen mediante enlaces covalentes, son líquidos en condicio-


nes normales y más ligeros que los hidruros metálicos, esto simplifica tanto su
almacenamiento como transporte. En la figura 6.2.4.1 se presentan las reaccio-
nes de algunos de los hidruros químicos y sus densidades gravimétricas: relación
entre el peso del hidrógeno y el peso total del sistema portador.

Figura 6.2.4.1. Reacciones químicas y densidades graviméticas de algunos hidruros químicos.


Fuente: SynerHy y Proceedings of the 2000 U.S. doe Hydrogen Program Review Hydrogen
Transmission/Storage With Metal Hydride-Organic Slurry And Advanced Chemical Hydri-
de/Hydrogen For Pemfc Vehicles. Andrew W. McClaine y col.

Nos centraremos en el hidruro de litio. La elección de este hidruro no es ar-


bitraria ya que el LiH presenta una serie de características que lo hacen espe-
cialmente adecuado para su uso como almacenamiento del hidrógeno. El LiH
es un hidruro monometálico, y en principio, resulta más sencillo reducir un
hidróxido monometálico que separar y reducir uno multimetálico. Además, el
hidróxido de litio, LiOH, forma un monohidrato, el cual al estar hidratado y
ser calentado a una temperatura mayor que la de evaporación del agua se des-
compone. Para el caso de los hidróxidos bimetálicos hidratados las temperatu-
ras deben ser superiores.
El hidróxido obtenido como producto al extraer el hidrógeno debe ser so-
metido a una regeneración para volver a convertirlo en hidruro. Un posible
proceso de regeneración se basa en un proceso de reducción carbotérmica.
Se utiliza un carbono de bajo coste, como puede ser el carbón o la biomasa.
El objetivo es que las emisiones netas de dióxido de carbono sean nulas, para
ello, es necesario capturar una corriente altamente concentrada de dióxido de
carbono. La reducción del hidróxido de litio con el carbono se produce a una
temperatura superior a los 1800 K, excepto cuando el monóxido de carbono
formado es eliminado de la reacción. Al eliminar el CO, se permite que la re-
280 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.4.2. Proceso de regeneración del hidruro de litio. Fuente: Proceedings of the 2000
U.S. doe Hydrogen Program Review Hydrogen Transmission/Storage With Metal Hydri-
de-Organic Slurry And Advanced Chemical Hydride/Hydrogen For Pemfc Vehicles. An-
drew W. McClaine and Co.

acción se produzca a unas temperaturas más bajas. El proceso está descrito en


la figura 6.2.4.2.
El hidruro de litio a temperatura ambiente se encuentra en forma sólida. Pa-
ra la utilización de los hidruros químicos es necesario someterlos a una serie de
tratamientos. El hidruro de litio en polvo, si está expuesto al aire, absorbe el va-
por de agua existente en el mismo. La reacción del vapor de agua y el hidruro
produce hidrógeno y calor. Si el día es suficientemente húmedo, el calor pro-
duciría la combustión del hidrógeno, por lo que es necesario mezclar el hidru-
ro con aceites minerales en concentraciones de alrededor del 60 % para formar
una mezcla bombeable llamada «slurry», cuyo manejo es seguro.
El principal problema al preparar un slurry a partir de un sólido es conseguir
que la fracción sólida no se deposite. Generalmente, se selecciona un aceite mi-
neral ligero en el que suspender el hidruro de litio. Para evitar que las partículas
se aglomeren y sedimenten se utiliza un dispersante. El dispersante está formu-
lado con un grupo ancla y un filamento. El grupo ancla se adhiere a la partícula,
mientras que el filamento actúa a modo de tentáculos que producen el movi-
miento lento de las partículas en el aceite mineral. Las partículas son normal-
almacenamiento del hidrógeno 281

Figura 6.2.4.3. Representación gráfica de la estructura del slurry de hidruro de litio. Fuente:
Proceedings of the 2000 U.S. doe Hydrogen Program Review Hydrogen Transmission/Sto-
rage With Metal Hydride-Organic Slurry And Advanced Chemical Hydride/Hydrogen For
Pemfc Vehicles. Andrew W. McClaine and co.

Figura 6.2.4.4. Slurry de Hidruro de Litio. Fuente: Proceedings of the 2000 U.S. doe Hydrogen
Program Review Hydrogen Transmission/Storage With Metal Hydride-Organic Slurry And Ad-
vanced Chemical Hydride/Hydrogen For Pemfc Vehicles. Andrew W. McClaine and Co.

mente de unos 20 micrones de diámetro. En la figura 6.2.4.3 se muestra una re-


presentación gráfica de la estructura del slurry de hidruro de litio.
En la actualidad es posible producir slurries de hidruro de litio en un proceso
casi continuo. En la figura 6.2.4.4 se observa cómo el slurry de hidruro de litio
está siendo vertido en la vasija de almacenamiento. El 60 % de este hidruro de
litio es aceite mineral, con un dispersante para mantener sus propiedades. Este
slurry es estable durante varias semanas.
282 francisco blanco alvarez §6

En la siguiente secuencia de fotografías, figura 6.2.4.5, se observa el compor-


tamiento del slurry ante una llama de propano. La llama de la antorcha no in-
cendia el slurry al pasar cerca. La gasolina si que se hubiera incendiado. Cuando
la llama se mantiene sobre el slurry durante tiempo suficiente, parte del aceite
mineral se evapora y arde pero la llama se extingue cuando se retira la antorcha.

Figura 6.2.4.5. Experimento de acercamiento de una llama a un slurry de LiH. Fuente: Pro-
ceedings of the 2000 U.S. doe Hydrogen Program Review Hydrogen Transmission/Storage
With Metal Hydride-Organic Slurry And Advanced Chemical Hydride/Hydrogen For Pem-
fc Vehicles. Andrew W. McClaine and co.

Cuando se compara el coste de este método de almacenamiento de hidróge-


no con otros métodos, el slurry de hidruros químico resulta muy competitivo.
Para que el hidrógeno pueda ser utilizado en una célula de combustible, el
reactor de slurry de hidruro de litio debe tener unas concentraciones muy bajas
de monóxido de carbono. Estas concentraciones deben ser de menos de 10ppm.
Las concentraciones que se obtienen en laboratorio son de 1.5ppm.
El slurry de hidruro de litio presenta como almacenamiento del hidrógeno
una alternativa viable al almacenamiento como hidrógeno líquido o altamen-
te comprimido. Las densidades de almacenamiento son más altas que las de los
hidruros metálicos. La densidad energética gravimétrica es más de dos veces la
del hidrógeno líquido y todo el proceso tiene lugar a presión y temperatura am-
biente. El slurry es fácilmente bombeable y puede ser mezclado con agua para
producir hidrógeno cuando se necesite.
Otros hidruros químicos son: NaAlH4, LINH2, compuestos de boro: Na-
BH4, LiBH4, B3N3H6 y Li3Be2H7.

6.2.5. Almacenamiento en materiales en estado sólido.


Hidruros metálicos
Muchos metales, compuestos intermetálicos y aleaciones (shc Solid Hydro-
gen Carriers) pueden reaccionar con el hidrógeno para formar hidruros metá-
almacenamiento del hidrógeno 283

licos sólidos. La mayoría de los hidruros metálicos tienen al hidrógeno fuerte-


mente unido al metal. Algunos de los hidruros metálicos tienen una capacidad
volumétrica de almacenamiento de hidrógeno incluso mayor que la del hidró-
geno líquido, lo que hace que el hidruro metálico sea muy atractivo para apli-
caciones de almacenamiento de hidrógeno en las que la densidad y la seguridad
sean dos factores clave.
Los hidruros complejos tienen la mayor densidad de almacenamiento de hi-
drógeno entre todos los hidruros metálicos. Tienen la fórmula química AxByHz,
siendo A el elemento del primer o segundo grupo de la tabla periódica y el ele-
mento B aluminio, nitrógeno o boro. Los hidruros complejos correspondientes
se denominan alanatos, nitruros y borohidruros, respectivamente. A modo de
ejemplo, el Mg2FeH6 y el Al (bh4)3 tienen la densidad volumétrica de hidróge-
no más alta conocida en la actualidad: 150 kg/m3.
Por tanto, la absorción del hidrógeno en sólidos, específicamente en hidru-
ros metálicos, se erige como una alternativa prometedora, viable y competitiva
frente a la compresión y criogenización para el almacenamiento del hidrógeno.
Permiten diseñar y fabricar equipos de almacenamiento compactos e intrínse-
camente seguros que operan a bajas presiones, del orden de 30 bar, y permiten
alcanzar densidades de 150 kg H2/m3 frente a los 39 kg H2/m3 del hidrógeno gas
comprimido a 700 bar. Se obtienen, por tanto, mayores densidades de almacena-
miento volumétricas respecto al hidrógeno comprimido y líquido, tabla 6.2.5.1.
En la figura 6.2.5.2 se muestra una fotografía cortesía de Toyota presentada
en la Feria de Automoción de Tokyo de 1999 y en la que se compara el volumen
ocupado por el almacenamiento de 4 kg de hidrógeno.
Este sistema de almacenamiento se basa en que ciertos metales a presiones y
temperaturas moderadas absorben hidrógeno. La reacción que permite la re-
acción del hidrógeno gas con determinados metales y fases intermetálicas for-
mando hidruros metálicos es la siguiente:

M (s) + (x/2)H2 (g) → MHx (s), DHR <0.

La formación del hidruro metálico es una reacción exotérmica que libera una
importante cantidad de energía, expresada como entalpía química de reacción
y que varía dependiendo del metal o aleación utilizado. La reacción tiene lugar
a una presión del hidrógeno inferior a 35 bar, por lo que una de las ventajas de
este método de almacenamiento es que no se requiere comprimir previamente
284 francisco blanco alvarez §6

densidad densidad
gravimétrica volumétrica
material (% masa) (kg/m3)
H2 gas (700 bar) 100 50
H2 líquido 100 70
LaNi5 1,5 120
FeTi 1,5 110
MgH2 7,6 105
LiH 12,6 100
NaAlH4 7,5 95
NaBH4 10,8 112
NH3BH3 19,6 100
LiBH4 18,4 120
LiAlH4 7,9 73
2LiBH4-MgH2 11,8 96
2LiBH4-Al/TiF3 9,3 125
LiBH4-Mg2FeH6 6,0 151
Tabla 6.2.5.1. Densidades gravimétricas y volumétricas de diferentes hidruros frente a los de
hidrógeno gaseoso y líquido. Fuente: S. Al-Hallaj, K. Kiszynski, Hybrid hydrogen systems:
Stationary and transportation applications, Green Energy Technol. 79 (2011). ‹https://doi.
org/10.1007/978-1-84628-467-0› y densidades gravimétricas y volumétricas de diferentes hi-
druros, (n.d.) ‹https://www.norvento.com/almacenamiento-hidrógeno/›.

el hidrógeno, pudiendo conectarse el dispositivo de almacenamiento directa-


mente a la salida del electrolizador.
Los átomos de hidrógeno se empaquetan dentro de la estructura metálica
introduciéndose en el seno de un material sólido, aprovechando los huecos in-
tersticiales libres de su red cristalina para alojarse. Cuando los hidruros metá-
licos se calientan a baja presión se libera el hidrógeno previamente absorbido.
En la figura 6.2.5.3 puede verse el mecanismo por el cual la molécula de hidró-
geno, inicialmente fisisorbida, por efecto de las interacciones entre enlaces de
Van der Vaals, se descompone en dos átomos de hidrógeno que difunden a tra-
vés de la red cristalina del metal receptor ocupando los huecos existentes en su
red cristalina.
Las ventajas de estos sistemas de almacenamiento radican en que el hidró-
geno pasa a formar parte de la composición química del metal y, por tanto, no
almacenamiento del hidrógeno 285

Figura 6.2.5.2. Volumen ocupado por 4 kg de hidrógeno en diferentes medios.


Fuente: Toyota, 1999.

Figura 6.2.5.3. Mecanismo de adsorción y desorción de polvo metálico en un tanque de alma-


cenamiento de hidruro metálico. Fuente: Potential Feature of Combined AB5-Type Metal
Hydride Tank and pemfc as a Safer System for Hydrogen Fueling in Bangladesh. ‹https://
www.frontiersin.org/articles/10.3389/fenrg.2021.766270/full›.

requieren altas presiones o temperaturas criogénicas para operar. Puesto que el


hidrógeno se libera desde el hidruro a bajas presiones, este tipo de almacena-
miento es eficiente, manejable e intrínsecamente el más seguro de todos. Son
una forma eficaz de almacenar mwh con ciclos de entre días a una semana gra-
cias a su pérdida mínima de energía.
286 francisco blanco alvarez §6

El hidrógeno es absorbido a una temperatura baja y a una presión suficiente


para garantizar la correcta hidruración del conjunto metal + hidrógeno. Co-
mo se muestra esquemáticamente en la figura 6.2.5.4, la presión aumenta mo-
deradamente al introducir hidrógeno en los huecos intersticiales hasta que se
alcanza una presión de equilibrio entre las moléculas de hidrógeno gaseoso y
los átomos de hidrógeno incorporados en la estructura del sólido. La máxima
densidad volumétrica alcanzable, asumiendo un empaquetamiento compacto
del hidrógeno en los huecos intersticiales es de 253 kg/m3 = 3,6 veces la del H2
líquido.

Figura 6.2.5.4. Proceso de almacenamiento de hidrógeno sólido en forma de hidruros metá-


licos. Fuente: elaboración propia a partir de Llorca Piqué, J. El hidrógeno y nuestro futuro
energético, Edicions de la Universitat Politècnica de Catalunya, 1ª edición, Barcelona, 2010.

Cuando se requiere el hidrógeno almacenado se activa la descomposición


reversible aplicando calor. La termodinámica de la absorción y desorción del
hidrógeno por parte de un hidruro metálico determina el rango de presiones y
temperaturas de trabajo en las soluciones industriales.
Las ventajas de este tipo de almacenamiento son:
—Absorción de hidrógeno a 30 bar y temperatura ambiente
almacenamiento del hidrógeno 287

—Almacenamiento en estado sólido a baja presión


—Deshidrogenación por calentamiento a baja temperatura (<100 ºC)
—Sistema intrínsecamente estanco por diseño
—Autosellado de fugas por congelación
—Alta densidad energética volumétrica
Los inconvenientes son:
—Elevado peso debido a los bajos niveles alcanzables: < 2 % H2 en peso
—Requiere hidrógeno de alta pureza
—Coste de inversión elevado
La termodinámica de la formación de hidruros metálicos se expresa la me-
diante la ecuación de van’t Hoff :

(Ec. 6.2.5.1)

que relaciona la presión de equilibrio, definida como la presión de la meseta


media Peq, con los cambios en entalpía (ΔΗ) y la entropía (ΔS) de la forma-
ción/deformación del hidruro en función de la temperatura. Su representación
gráfica se muestra en la figura 6.2.5.6, en la que se pueden ver las isotermas de
presión-composición. El eje vertical corresponde a la presión de equilibrio de
hidrógeno o su potencial electroquímico equivalente en mV. En el eje de abci-
sas se representa la concentración de hidrógeno en la aleación absorbente. Al
trazar el diagrama de van’t Hoff como lnP frente a 1/T, la entalpía de formación
de hidruros se puede calcular a partir de la pendiente (-ΔΗ/R) y la entropía
de la intersección con el eje de ordenadas. El término de entropía corresponde
principalmente a la disociación del hidrógeno molecular al atómico durante la
absorción.
El valor de la entalpía es un índice de la estabilidad del hidruro metálico
—energía del enlace metal-hidrógeno—. Cuanto mayor sea el valor absoluto
de la entalpía, mayor es el grado de estabilidad del hidruro, menor su presión de
disociación y mayor la temperatura requerida para su liberación.
Para relaciones pequeñas de hidrógeno a metal (H/M £0.1), por debajo de
cierta presión, la molécula de hidrógeno se disocia en la superficie de la alea-
ción antes de incorporarse los átomos de hidrógeno a los huecos intersticiales
existentes en su red cristalina, formándose la solución sólida α. El aumento de
la presión y de la concentración de H2 permite iniciar por nucleación y creci-
288 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.5.6 Termodinámica de la absorción de hidrógeno: (a) Curvas p-c-t a diferentes


temperaturas, (b) diagrama de van’t Hoff. La red superior izquierda representa la fase solu-
ción sólida (fase alfa), la red inferior izquierda representa la coexistencia de la fase solución
sólida alfa e hidruro (fase beta), y finalmente, la red central derecha, la fase beta hidruro. (c)
gráficos de vant’Hoff de varios hidruros seleccionados. Fuente: Hydrogen Storage Technolo-
gies. Edited by Mehment Sankir and Nurdan Demirci Sankir. John Wiley & Sons, Inc. (2018).
almacenamiento del hidrógeno 289

miento la formación del hidruro intermetálico, fase β. La Ley de Gibbs, colo-


quialmente denominada regla de las fases, nos dice que:

Fases (F) + Grados de libertad (L)= Componentes (C) + 2

o bien:

L=C+2-F

aplicándola en nuestro caso, que tenemos 2 componentes se tiene:

L= 2 + 2 – F = 4 - F

lo que nos indica que en tanto coexistan las fases α y β, el número de grados de
libertad es 2. Si se fija la temperatura, solo se tendría un grado de libertad, que
sería la composición, manteniéndose la presión constante, lo cual se manifiesta
en la gráfica de la figura 7.2.5.6 por un segmento horizontal cuya longitud indica
la cantidad de hidrógeno que se puede almacenar de forma reversible. La me-
seta resulta de la coexistencia de una mezcla de solución sólida (fase α) y fase β
de hidruro metálico. Cada curva corresponde a una temperatura. Una vez que
se alcanza la fracción molar máxima de hidrógeno en la aleación -agotamien-
to de la fase α— la presión aumenta exponencialmente, indicando la capacidad
máxima de absorción de hidrógeno de la aleación. Cuando la temperatura au-
menta, la presión de la meseta también aumenta, hasta una temperatura crítica
Tc. A temperaturas superiores a Tc, la región de la meseta desaparece y la fase a
se convierte continuamente a la fase b.
Para cada composición candidata hay que determinar la curva P-C-T: Pre-
sión, Composición, Temperatura . figura 6.2.5.7. La desorción se realiza de ma-
nera inversa con cierta histéresis entre el proceso de hidrogenación y el de des-
hidrogenación siendo un fenómeno en el que la meseta correspondiente a la
hidrogenación está a una presión más alta que la meseta de la deshidrogenación,
formando un bucle de histéresis, como se muestra en la Figura 6.2.5.8.
Una explicación para la histéresis es que la acomodación de las energías elás-
tica y plástica no son iguales para la hidrogenación y la deshidrogenación.
Cuantitativamente, la histéresis está representada por la diferencia de energía
libre:
290 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.5.7. Curvas pct: Presión, Composición, Temperatura, de absorción y desorción.


Fuente: Almacenamiento de hidrógeno en hidruros metálicos y líquidos orgánicos. Juan José
del Campo Gorostidi. Curso Hidrógeno Combustible Sostenible. coimne.

Figura 6.2.5.8. Representación de la histéresis entre el proceso de hidrogenación (isoterma ne-


gra) y el proceso de deshidrogenación (isoterma roja) y la pendiente de la región de la mese-
ta. Fuente: Hydrogen Storage Technologies. Edited by Mehmet Sankir and Nurdan Demirci
Sankir. John Wiley & Sons, Inc. (2018).
almacenamiento del hidrógeno 291

donde PA y PD son las presiones de hidrogenación y deshidrogenación respec-


tivamente. Para aplicaciones prácticas, la histéresis es una característica impor-
tante porque tiene un impacto crítico en la presión de servicio del tanque de
hidruro. Para la mayoría de las aplicaciones, la histéresis debe ser lo más baja
posible y esto se puede lograr mediante sustitución de elementos y tratamiento
térmico. Otra característica importante de una curva P-C-T experimental es la
pendiente de la meseta, que está representada por la siguiente relación:

En la figura 6.2.5.9 se muestran las curvas pct y la ecuación de vant’Hoff pa-


ra la aleación Ti-Mn.

Figura 6.2.5.9. Curvas pct y ecuación de vant’Hoff para la aleación Ti-Mn.


Fuente: her13.

Existen muchas clases de hidruros metálicos, aunque la mayoría se basan en


aleaciones metálicas de magnesio, níquel, manganeso, hierro, cromo, aluminio,
zirconio, vanadio y titanio. Un ejemplo es el caso del LaNi4.25Al 0.75 que produ-
ce la siguiente reacción:

2LaNi4,25 Al0,75 + 5H2 ↔ 2LaNi4,25 Al0,75 H5.


292 francisco blanco alvarez §6

Cada litro de LaNi4.25Al0.75 puede absorber, reversiblemente, hasta 18 moles


de hidrógeno. El hidrógeno puede ser absorbido y liberado cambiando la pre-
sión del hidrógeno, la temperatura o ambas.
Para formar hidruros metálicos se requiere calor para la absorción de hidró-
geno, el cual se distribuye de manera compacta en toda la red de hidruros. La
reacción es reversible y viene determinada por la presión del gas hidrógeno. Si
la presión está por encima de la presión de equilibrio, se forma el hidruro me-
tálico; si la presión cae por debajo del equilibrio, se libera hidrógeno y la alea-
ción vuelve a su estado original. El proceso de desorción de hidrógeno requiere
aportación de calor. Esta presión de equilibrio depende de la temperatura, ya
que se incrementa con el aumento de ésta y viceversa En la figura 6.2.5.10 puede
verse el proceso de carga y descarga de hidrógeno utilizando almacenamiento
en hidruros metálicos.

Figura 6.2.5.10. Proceso de carga y descarga de hidrógeno utilizando almacenamiento en hi-


druros metálicos. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Mabelite ‹http://www.ma-
belite.com/mh-storage-technology›.

En general, los hidruros metálicos se dividen entre los de alta y baja tempera-
tura de desorción. Los hidruros de alta temperatura tienen un menor coste por
unidad de almacenamiento y almacenan más hidrógeno que los hidruros de ba-
ja temperatura, hasta un 7,6 % en peso (6,5 átomos de H2/cm3) para el MgH2.
Sus desventajas son que la cinética del proceso de absorción-desorción es lenta
y elevadas sus temperaturas de liberación (300 ºC para el MgH2), debido a las
altas entalpías de desorción se perjudica la viabilidad económica del proceso.
almacenamiento del hidrógeno 293

Por el contrario, las bajas temperaturas de desorción de algunos hidruros pue-


den ser un problema ya que el gas se libera demasiado fácilmente en condiciones
ambientales. En el caso de un vehículo, por ejemplo, para los hidruros de baja
temperatura, es suficiente el calor desprendido por el motor mientras que los
de alta temperatura requieren de una fuente externa de calor. Para solucionar
este problema, los hidruros de baja temperatura deben ser presurizados lo que
aumenta la complejidad del proceso. En ocasiones, se utilizan mezclas de hidru-
ros de baja y alta temperatura para mantener algunas de las ventajas inherentes
a cada tipo y reducir los inconvenientes. La tabla 6.2.5.11 resume las principales
características de los hidruros metálicos más típicos, donde A es un elemento
con alta afinidad por el H2 (tierra rara ó alcalino) y B con baja afinidad por el
H2 (metal de transición). La estructura cristalina es similar a la del metal con
el hidrógeno en posiciones intersticiales de la red.

Tabla 6.2.5.11. Estructura y propiedades de algunos de los hidruros más estudiados como sis-
temas de almacenamiento de hidrógeno.

Aunque existen muchas ventajas con el uso de hidruros metálicos para apli-
caciones a bordo de vehículos, dos problemas principales impiden su aplica-
ción práctica: la alta temperatura de adsorción/desorción y la cinética lenta.
Los fuertes enlaces químicos (>50 kJ/mol) que se forman entre el hidrógeno
y los metales en los hidruros metálicos dan como resultado una alta capacidad
de almacenamiento y estabilidad a temperatura ambiente, y también conducen
a una enorme liberación de energía durante el proceso de hidrogenación. Sin
embargo, para liberar hidrógeno, el hidruro debe calentarse a alta temperatu-
ra para suministrar suficiente energía para romper los fuertes enlaces químicos.
Por lo tanto, obtener un hidruro desestabilizado con pequeña energía de enla-
ce que esté en equilibrio termodinámico con el gas hidrógeno más cerca de la
294 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.5.12.a. Mecanismo de la compresión termoquímica del hidrógeno con hidruros me-
tálicos. (a) situación ideal (meseta plana, isotermas de desorción).

temperatura ambiente es la clave para reducir el calor de formación, lo que a su


vez reduciría la temperatura de liberación.
Los hidruros metálicos son adecuados para compresión termoquímica. En
la figura 6.2.5.12 se muestra el mecanismo de la compresión termoquímica del
hidrógeno con hidruros metálicos.
Teniendo en cuenta las características del equilibrio de fases en los sistemas
reales de metal-hidrógeno, se puede ilustrar el proceso de compresión de hidró-
geno impulsado térmicamente utilizando el hidruro metálico (mh) mediante el
esquema que se muestra en la figura 6.2.5.12. El hidrógeno se absorbe en el mh a
una temperatura baja, TL, siguiendo la isoterma de absorción de hidrógeno TL
(1); el proceso va acompañado de una liberación de calor, Q = IDH0I. La ab-
sorción se realiza a menor presión, por lo que el sistema se acerca al equilibrio,
que corresponde al punto B de la isoterma (1). El valor correspondiente de la
concentración de hidrógeno (CL) depende en gran medida de la presión de hi-
drógeno y, generalmente, no es igual al límite inferior, b (1) (Figura 6.2.5.12a),
de la concentración de hidrógeno en b-hidruro a la temperatura TL.
Un calentamiento adicional del sistema a una temperatura más alta, TH, da
como resultado la desorción de hidrógeno del mh, que sigue la isoterma de des-
orción de hidrógeno en TH (2) y requiere la absorción de calor, Q. Cuando el
almacenamiento del hidrógeno 295

Figura 6.2.5.12.b. Mecanismo de la compresión termoquímica del hidrógeno con hidruros me-
tálicos. (b) situación ideal (meseta inclinada, isotermas de desorción).

Figura 6.2.5.12.c. Mecanismo de la compresión termoquímica del hidrógeno con hidruros me-
tálicos. (c) situación real (mesetas inclinadas, isoterma de absorción en tl, isoterma de des-
orción en th). Fuente: Almcenamiento del hidrógeno en hidruros metálicos y líquidos orgá-
nicos. Juan José del Campo Gorostidi. Curso Hidrógeno Combustible Sostenible. coimne.
296 francisco blanco alvarez §6

hidrógeno desorbido se libera a una presión más alta. El equilibrio del sistema
corresponde al punto C de la isoterma de desorción (2). De manera similar, la
concentración de hidrógeno (CH) en este punto depende de la presión de des-
orción de hidrógeno y puede no ser igual a la concentración de hidrógeno, a (2)
(Figura 6.2.5.12a), en la solución saturada de un sólido en TH.
En los sistemas reales, debido a la meseta inclinada (Figura 6.2.5.12b) y la his-
téresis (Figura 6.2.5.12c), la compresión del hidrógeno en el mismo rango de
temperatura (de TL a TH correspondiente a las isotermas 1 y 2, respectivamente)
requieren presiones de succión más altas (P’L>PL) y presiones de descarga más
bajas (P’H < PH) que los valores correspondientes calculados por la ecuación de
Van’t Hoff utilizando los datos de referencia DS0 y DH0. En consecuencia, la
relación de compresión, PH/P’L, será menor que la estimación de PH/PL basada
en el comportamiento de meseta ideal (Figura 6.2.5.12a).
La compresión de hidrógeno de P’L a P’H realizada en el rango de temperatura
de TL a TH está representada por un proceso cíclico que involucra la absorción
de hidrógeno (A) y la desorción de hidrógeno (D) entre los puntos B y C en las
isotermas 1 (absorción de H) y 2 (desorción de H), respectivamente.
Independientemente de las trayectorias específicas B→C (D) y C→B (A), la
cantidad de hidrógeno que participa en el ciclo de compresión (o productivi-
dad del ciclo del proceso) será igual al cambio de concentración de hidrógeno
en el sólido (DC). Para un material mh específico, este valor dependerá en gran
medida de las condiciones del proceso (TL, TH, P’L y P’H (Figura 6.2.5.12c). Las
evaluaciones descritas se basan en el mantenimiento tanto de TL como de TH,
lo que requiere mejoras en la transferencia de calor debido a la mala conducti-
vidad térmica de los polvos de hidruro.
Las características requeridas para un buen hidruro metálico en compresión
de hidrógeno son las siguientes:
1. Propiedades P-C-T adecuadas que permitan alcanzar el objetivo de la
relación de compresión de PL a PH en el rango de temperaturas TL a TH.
2. Elevada reversibilidad de la capacidad de almacenamiento de hidrógeno
3. Cinética elevada para alcanzar una productividad alta
4. Poca inclinación del «palier» de absorción y del «palier» de desorción
5. Baja histéresis al repetir ciclos de absorción-desorción
6. Estabilidad del ciclo a elevadas presiones y temperaturas
7. Escaso efecto negativo de los elementos contaminantes que porte el hi-
drógeno
almacenamiento del hidrógeno 297

Figura 6.2.5.13. Aleación tipo AB desarrollada por J.J. del Campo para la empresa Cordes.
Fuente: Juan José del Campo Gorostidi. Corporate Development Services, S.L.

Figura 6.2.5.14. Módulo almacenamiento hidrógeno en hidruros metálicos .


Fuente: grz Technologies, SA. Suiza.

8. Factibilidad, producción y coste del proceso de fabricación de los hidru-


ros metálicos seleccionados.
En la figura 6.2.5.13 se muestra la estructura y el tamaño de los cristales de una
aleación del tipo ab desarrollada por J.J. del Campo Gorostidi para la empresa
cordes en 2021 con capacidad para aborber hidrógeno. Se aprecia el tamaño
de los nanocristales obtenidos directamente del proceso de fabricación sin pre-
cisar activación mecánica ni química.
En la figura 6.2.5.14 se muestra un módulo comercial de almacenamiento de
hidrógeno en hidruros metálicos de la empresa suiza grz Technologies, S.A.
298 francisco blanco alvarez §6

con capacidad para almacenar 45 kg de H2 , equivalentes a 1.485 kWh de ener-


gía disponible, ocupando un espacio de 1,48 m3. El equipo ha sido homologado
como intrínsecamente estanco por diseño.

6.2.6. Almacenamiento en sólidos porosos

6.2.6.1. Introducción
El almacenamiento de hidrógeno como gas adsorbido en sólidos porosos es
una alternativa interesante para el almacenamiento de hidrógeno. El desarrollo
de materiales de almacenamiento eficientes es importante para la implementa-
ción viable de automóviles con pilas de combustible propulsados por hidróge-
no. En este apartado se abordarán solamente las estructuras organometálicas
(mof) y los materiales a base de carbono. Otros materiales son las estructuras
orgánicas covalentes, los polímeros orgánicos porosos y las zeolitas.
Los materiales de almacenamiento de hidrógeno, que tienen como objetivo
reducir las presiones operativas y al mismo tiempo mantener altas capacidades
de almacenamiento, ofrecen una solución alternativa a las tecnologías conven-
cionales. Con el fin de inspirar el desarrollo de materiales para el almacenamien-
to de hidrógeno a bordo en automóviles ligeros, el Departamento de Energía
de ee. uu. (doe) estableció objetivos técnicos de almacenamiento de hidróge-
no a nivel de sistema del 5,5 % en peso y 40 g/l para 2025 y un objetivo final de
6,5 % en peso y 50 g/l.
Los sólidos porosos son clasificados por la iupac por su promedio en el ta-
maño de poro. Materiales con un diámetro de poro pequeño, menor de 2 nm,
son microporos; poros en un rango mayor a 50 nm son macroporos; y los po-
ros con un rango comprendido entre 2 a 50 nm son mesoporos. Los materiales
nanoestructurados son aquellos que cuentan con al menos una dimensión en
el intervalo de 1 a 100 nm.
La adsorción -proceso de unión de una molécula procedente de otra fase so-
bre la superficie de un sólido— en sólidos porosos muestra grandes ventajas,
tales como el uso de materiales de bajo coste y bajas presiones de operación.
En estos materiales porosos, las moléculas de hidrógeno se adsorben en las
superficies sólidas según la presión aplicada y la temperatura. La variación de
las fuerzas superficiales de atracción en función de la distancia a la superficie de-
termina si tiene lugar fisisorción de la molécula de hidrógeno mediante fuerzas
débiles de tipo van der Waals o si tiene lugar la disociación de la molécula y la
almacenamiento del hidrógeno 299

quimisorción de hidrógeno atómico. Debido a que dichas fuerzas son débiles,


el proceso de fisisorción está dificultado a temperatura ambiente.
Se pueden distinguir dos comportamientos límites de adsorción, la adsorción
física o fisisorción, sin enlaces químicos y en la que la especie adsorbida (fisisor-
bida) conserva su naturaleza química y la adsorción química o quimisorción, en
la que se producen enlaces químicos y la especie adsorbida (quimisorbida) sufre
una transformación, más o menos intensa, para dar lugar a una especie distinta.
La transformación química de la especie adsorbida (quimisorción) requiere una
cierta energía de activación, que no es necesaria en la fisisorción, por lo que esta
última suele ocurrir a temperaturas menores. La adsorción es muy diferente de
la absorción, que es un fenómeno de volumen.
En el proceso existe un adsorbato, que es la sustancia en el estado adsorbido,
el adsorbible/adsortivo, que es la sustancia en la fase fluida y el adsorbente, que
es elmaterial sólido sobre el que se produce la adsorción.

En la fisisorción: las moléculas del gas se mantienen unidas a la superficie


del sólido por medio de fuerzas de Van der Waals e interacciones electrostáti-
cas. Este hecho define todas las características propias de la fisisorción, entre las
cuales se pueden enumerar las siguientes: (i) es una interacción débil, (ii) es un
proceso exotérmico en el que los calores liberados, ΔHads (aprox. 20-40 kJ/mol)
son semejantes a las entalpías de condensación de la sustancia adsorbida. (iii)
La molécula fisisorbida mantiene su identidad ya que la energía es insuficiente
para romper el enlace aunque su geometría puede estar distorsionada y (v) la
fisisorción se produce en multicapas. Sobre una capa de gas fisisorbida puede
300 francisco blanco alvarez §6

adsorberse otra. La ΔHads para la primera capa viene determinada por las fuer-
zas entre adsorbente (M) y adsorbato (A), mientras que la ΔHads para las capas
siguientes depende de las interacciones A-A y por tanto es similar a la entalpía
de condensación.

En la quimisorción quimisorción las moléculas de gas se mantienen unidas


a la superficie formando un enlace químico fuerte. Este hecho define las carac-
terísticas propias de la quimisorción, entre las cuales se pueden enumerar las
siguientes:: (i) se trata de una interacción más fuerte que la fisisorción. (ii) las
entalpías de quimisorción son mucho mayores que las de fisisorción y del orden
de las que se liberan en la formación de enlaces químicos, ΔH°ads = - (100-500)
kJ/mol, (iii) la quimisorción es exotérmica normalmente, (iv) dado que implica
la formación de un enlace entre adsorbato y el adsorbente, el proceso se detiene
tras la formación de una monocapa sobre la superficie. Aunque sólo una capa
puede estar quimisorbida puede producirse adsorción física de nuevas capas de
adsorbato sobre la primera y (v) en general, la quimisorción implica la rotura y
formación de enlaces, por lo que la molécula quimisorbida no mantiene la mis-
ma estructura electrónica (enlaces) que en fase gaseosa.
Las isotermas de adsorción Se definen como la relación entre la cantidad ad-
sorbida por unidad de masa de sólido y la presión de equilibrio (o presión re-
lativa) a una temperatura dada. Pueden dar una idea de cómo es la estructura
porosa de un cierto sólido La iupac (Unión Internacional de Química Pura y
Aplicada) establece 6 tipos distintos de isotermas para la adsorción física (Fi-
gura 6.2.6.1.1).
Tipo I. Denominada isoterma de Langmuir, corresponde a una adsorción
en monocapa. La cantidad adsorbida aumenta con P hasta alcanzar un valor lí-
mite correspondiente al recubrimiento de la superficie por una monocapa. Ca-
racterística de los sólidos microporosos. Se caracteriza porque la adsorción se
produce a presiones relativas baja. Es la isoterma característica de un proceso
únicamente de quimisorción.
almacenamiento del hidrógeno 301

Figura 6.2.6.1.1. Tipos de isotermas de adsorción (iupac).

Tipo II. Es indicativa de una adsorción física en multicapa. El rápido ascen-


so inicial corresponde a la formación de la primera capa, que tiene en este ca-
so una constante de formación mayor que para el resto de capas (la entalpía de
formación de la primera capa es más negativa que para el resto de capas). Al se-
guir aumentando la presión se forma la segunda capa de moléculas adsorbidas,
seguida de otras más. Es característica de sólidos macroporosos o no porosos,
tales como negros de carbón.
Tipo III. Corresponde también a una adsorción física en multicapas pero don-
de la constante de equilibrio de formación de la primera capa es igual que para las
siguientes (no se observa diferencia entre el llenado de la primera capa y del resto).
Tipo IV y V. Corresponde a adsorción en multicapas sobre materiales poro-
sos. Difieren del Tipo II y III por la presencia de una rama horizontal (satura-
ción) y un ciclo de histéresis (las curvas de adsorción y desorción difieren). La
isoterma tipo IV es característica de sólidos mesoporosos. Presenta un incre-
mento de la cantidad adsorbida importante a presiones relativas intermedias.
La isoterma tipo V, al igual que la isoterma tipo III, es característica de interac-
ciones adsorbato-adsorbente débiles, pero se diferencia de la anterior en que el
tramo final no es asintótico. El ciclo de histéresis es debido a la condensación
por la forma irregular de los capilares.
Tipo VI. Es poco frecuente. Este tipo de adsorción en escalones ocurre sólo
para sólidos con una superficie no porosa muy uniforme. Ejemplo: adsorción
de gases nobles en carbón grafitizado.
dfasdfas 302 francisco blanco alvarez §6

6.2.6.2. Nanoestructuras de carbono


Los materiales de carbono utilizados en el almacenamiento de hidrógeno
son: los nanotubos (cnts), las nanofibras, los fullerenos, el grafeno, los carbo-
nes activos y los monolitos de carbón activo, figura 7.2.6.2.1. Poseen una eleva-
da capacidad de adsorción, bajo coste, inercia química y facilidad en su regene-
ración.

Figura 6.2.6.1. Distintos tipos de materiales de carbono. Fuente: Almacenamiento de hidró-


geno en sólidos porosos. Fabián Suárez García. incar csic Curso hidrógeno coimne 2023.

Debido a su elevada área superficial específica y a su baja densidad se favorece


la captación de hidrógeno, siendo el tamaño y cantidad de poros un factor de-
terminante en el almacenamiento. Las estructuras porosas de carbono presen-
tan un gran potencial como material de almacenamiento del hidrógeno, ya que
son sistemas ligeros, porosos y muy resistentes, que permiten almacenar hidró-
geno en grandes cantidades, tanto adsorbido en la superficie como dentro de la
nanoestructura. En la figura 7.2.6.2 se muestra una representación del modelo
de adsorción de hidrógeno en nanotubos de carbono.
En términos de capacidad de almacenamiento de hidrógeno, las nanoestruc-
turas de carbono permiten almacenar incluso hasta el doble de densidad que
las que actualmente presentan los tanques de hidrógeno líquido. No obstante,
el almacenamiento en nanotubos es posible a temperaturas extremadamente
almacenamiento del hidrógeno 303

(a) (b)
Figura 6.2.6.2. (a)Representación del modelo de adsorción de hidrógeno en nanotubos de
carbono. Fuente: Libro Fundación Naturgy. (b)Gas hidrógeno (rojo) adsorbido en una serie
de nanotubos de carbono (gris). El hidrógeno dentro de los nanotubos y en los canales inters-
ticiales tiene una densidad mucho mayor que la del gas a granel. Fuente: Hydrogen Storage
‹http://dx.doi.org/10.5772/3207 Edited by Lianjun Liu›.

bajas (inferiores a -196°C), ya que a temperatura ambiente la mayor parte de


hidrógeno se evapora.
El gran interés en los materiales carbonosos para el almacenamiento de hidró-
geno se inició con los resultados publicados por la Universidad Noroeste, ma,
usa, que presentó una adsorción de hidrógeno de ciertas nanofibras de grafito
de más de un 60 % en peso. Ningún grupo de investigación internacional pudo
repetir dichos resultados. Un grupo de investigación de nrel publicó sus re-
sultados sobre los Nanotubos de Carbono, demostrando que cuando se abren
los dos extremos de los cilindros de grafito, estos tienen una gran capacidad de
absorción y pueden almacenar reversiblemente el hidrógeno.
Dentro de las distintas configuraciones de nanoestructuras de carbono para
almacenamiento de hidrógeno las principales líneas de investigación son: las
nanofibras se grafito (gnf), los nanotubos de carbono de pared simple (swnt)
y los nanotubos de carbono de pared compuesta (mwnt).
En la tabla 6.2.6.2.3 se muestra un resumen de las capacidades de almacena-
miento medidas en diferentes nanoestructuras de carbono.
304 francisco blanco alvarez §6

Tabla 6.2.6.2.3. Capacidad de almacenamiento de diferentes nanoestructuras de carbono.


Fuente: Institute of solid state and Materials Research Dresden, Germany,

6.2.6.3. Estructuras organometálicas (mofs, metal-organic frameworks)


Últimamente, nuevos materiales nanoporosos, como las estructuras organo-
metálicas (mof) se postulan como una propuesta excepcional y prometedora
para el almacenamiento de hidrógeno. Una de las características que diferencian
los mofs del resto de materiales utilizados para el almacenamiento de hidróge-
no es la gran variedad de factores que pueden influir sobre la capacidad de ad-
sorción de este gas, y que permiten mejorar sus prestaciones en esta aplicación.
La alta capacidad de almacenamiento gravimétrico y la baja evolución de calor
durante la carga de estructuras organometálicas porosas representan un gran
paso adelante hacia los materiales para sistemas de almacenamiento de hidró-
geno basados en la crioadsorción.
Los mof son una clase de materiales estructurales porosos ensamblados a par-
tir de unidades de construcción inorgánicas (es decir, iones o grupos metálicos)
y ligandos orgánicos, debido a ello tienen una elevada versatilidad estructural
y de composición, dada la gran variedad de metales y ligandos orgánicos que
han sido y pueden ser utilizados para la formación de dichos materiales, además
de la diversidad de sus posibles modos de coordinación, figura 6.2.6.3.1. Ésta es
una de las propiedades más importantes, que hace que los mof -algunos tipos
de mof se denominan irmof— sean candidatos prometedores para el alma-
cenamiento de hidrógeno, ya que tienen áreas superficiales muy grandes (hasta
7140 m2/g), altas porosidades (hasta un 90 % de volumen libre), tamaños de
poro uniformes y ajustables y sitios de ocupación de hidrógeno bien definidos.
almacenamiento del hidrógeno 305

Figura 6.2.6.3.1.(a) Características de los materiales mofs. Fuente: Porous materials for hydro-
gen storage. Zhijie Chen,1 Kent O. Kirlikovali,1 Karam B. Idrees,1 Megan C. Wasson,1 and
Omar K. Farha. ‹https://doi.org/10.1016/j.chempr.2022.01.012›.

Figura 6.2.6.3.1. (b) Ilustración sobre la versatilidad en la composición química de los mate-
riales mofs. Fuente (b): Materiales mof para el almacenamiento de hidrógeno. M. Gisela
Orcajo, Juan A. Botas, Guillermo Calleja, Manuel Sánchez-Sánchez. Investigación química.

En comparación con las zeolitas tradicionales y los materiales de carbono po-


rosos, los mof tienen un número mayor de poros y una mayor área de superficie
que permiten una mayor absorción de hidrógeno en un volumen determinado.
Dado que existen infinitas variaciones geométricas y químicas de los mof ba-
306 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.6.3.2. (a) Diferentes unidades de construcción secundarias y enlazadores orgáni-


cos utilizados en la síntesis de mof. Fuente: Functionalization and Isoreticulation in a Series
of Metal−OrganicFrameworks Derived from Pyridinecarboxylates. Pradip Pachfule, Bikash
Garai and Rahul Banerjee. DOI: 10.1021/acs.inorgchem.6b00758.

Figura 6.2.6.3.2. (b) Combinación de un conector con diferentes nodos metálicos para formar
diferentes tipos de mof. Fuente: Metal-Organic Frameworks in Green Analytical Chemistry.
Priscilla Rocío-Bautista, Iván Taima-Mancera, Jorge Pasán and Verónica Pino. mdpi. Junio
2019. ‹https://www.mdpi.com/2297-8739/6/3/33›.
almacenamiento del hidrógeno 307

Figura 6.2.6.3.2. (c) Ocho unidades rodean este poro (la bola amarilla representa el espacio
disponible en el poro) en la estructura orgánicametálica llamada mof-5. Cada unidad con-
tiene cuatro tetraedros de ZnO4 (azul) y está conectada a su unidad vecina por un grupo de
ácido dicarboxílico. Fuente : Hydrogen Storage ‹http://dx.doi.org/10.5772/3207 Edited by
Lianjun Liu›.

sadas en diferentes combinaciones de unidades de construcción secundarias y


enlazadores, muchas investigaciones exploran qué combinación proporcionará
la máxima absorción de hidrógeno mediante diferentes materiales de iones me-
tálicos y enlazadores, como se muestra en la Figura 6.2.6.3.2.
Los parámetros esenciales requeridos para el almacenamiento de H2 son ter-
modinámica favorable, capacidad de almacenamiento gravimétrico y volumé-
trico, cinética rápida con excelente reversibilidad, baja temperatura de desor-
ción, reciclabilidad más prolongada y bajo costo para cumplir con los objetivos
de 2020 del Departamento de Energía de ee. uu. (doe), es decir, capacidad de
almacenamiento de H2 utilizable de 6,5 % en peso y 50 g/l a una temperatura
de 233 a 358 K y una presión de 5 a 12 bares.
En la figura 6.2.6.3.3 se muestran ejemplos representativos de ligandos orgáni-
cos utilizados en la síntesis de mof. Algunos de los ácidos carboxílicos están fá-
cilmente disponibles a bajo costo, como el fumárico, el succínico o el tereftálico.
308 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.6.3.3. Ejemplos representativos de ligandos orgánicos utilizados en la síntesis de


mof. Fuente: Metal-Organic Frameworks in Green Analytical Chemistry. Priscilla Ro-
cío-Bautista, Iván Taima-Mancera, Jorge Pasán and Verónica Pino. mdpi. Junio 2019. ‹ht-
tps://www.mdpi.com/2297-8739/6/3/33›.

La vía de síntesis de los materiales mof constituye un factor clave en la ob-


tención de estructuras reproducibles de forma sistemática. Un ejemplo de la
importancia de los procedimientos de preparación y manipulación en cuanto a
la estabilidad y calidad del material final lo constituye el mof-5, que es inesta-
ble en presencia de humedad. Sin embargo, modificando el método de prepa-
ración minimizando el tiempo de exposición al agua y al aire en todo el proceso
de síntesis y evacuación se obtiene una muestra mof-5 con mayor porosidad. Se
obtiene una capacidad de adsorción de hidrógeno de 7,7 % en peso a 77 K y 170
bar de presión, con una densidad volumétrica de 77 g/L, superando la propia
densidad del hidrógeno líquido (70,8 g/L).
En relación, con la estructura del ligando orgánico y su funcionalización di-
versos trabajos han mostrado que los centros de adsorción preferente del H2 en
los mofs son los centros metálicos, sin embargo, el ligando orgánico también
juega un papel importante en las propiedades de adsorción de estos materiales.
almacenamiento del hidrógeno 309

Tabla 6.2.6.3.4. Propiedades texturales de algunos materiales mof destacados y capacidades


de adsorción de H2 a 77 K para algunos materiales mof destacados en esta aplicación. Fuen-
te: Materiales mof para el almacenamiento de hidrógeno. M. Gisela Orcajo, Juan A. Botas,
Guillermo Calleja, Manuel Sánchez-Sánchez. Investigación química.

Así, en la serie de materiales irmof aumentando la aromaticidad desde un sim-


ple anillo fenilo (irmof-1) a un naftaleno (irmof-8), la capacidad de adsorción
de hidrógeno aumenta desde 1,3 hasta 1,5 % en peso, respectivamente.
La mayoría de los mofs (Tabla 6.2.6.3.4) presentan estructuras abiertas, que
pueden llegar a alcanzar superficies específicas, estimadas según el método bet,
de hasta 6.240 m2/g, o volumen de poros de 3,60 cm3/g para el material mof-
210. En general, existe una relación proporcional entre la superficie específica
de un material poroso y su capacidad de almacenamiento de hidrógeno en con-
diciones de saturación.
Dentro de la familia de los mofs, el mof-210, presenta la mayor capacidad de
adsorción gravimétrica de H2, alcanzando un 8,6 % en peso a 77 K y 80 bar, en
consonancia con el papel fundamental de las propiedades texturales en la capa-
cidad de almacenamiento de H2 en mofs.
En los materiales mof con poros pequeños dentro de la estructura, la captura
de H2 será más efectiva (más energética) que en aquéllos que tengan mucho ma-
310 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.6.3.5.Ventajas y desventajas de los materiales porosos y rendimiento de los materia-


les seleccionados con respecto al almacenamiento de hidrógeno. Fuente: Porous materials for
hydrogen storage. Zhijie Chen,1 Kent O. Kirlikovali,1 Karam B. Idrees,1 Megan C. Wasson,1
and Omar K. Farha. ‹https://doi.org/10.1016/j.chempr.2022.01.012›.

yor tamaño de poro. El tamaño de poro ideal parece estar en el intervalo 4,5-5
Å, o en 2,8-3,3 Å, si se excluye el radio de van der Waals de los átomos que com-
ponen las paredes del poro, lo que es comparable con el diámetro cinético de la
molécula de H2 (≈2,8 Å). Los poros de ese tamaño permitirían a la molécula de
hidrógeno interaccionar con múltiples regiones de la estructura,
En la figura 6.2.6.3.5 pueden verse las ventajas y desventajas de los materiales
porosos y el rendimiento de los materiales seleccionados con respecto al alma-
cenamiento de hidrógeno.
almacenamiento del hidrógeno 311

6.2.7. Almacenamiento en líquidos orgánicos (lohc)


Los sistemas basados en el almacenamiento en líquidos orgánicos permiten la
absorción y desorción del hidrógeno mediante reacciones químicas catalizadas.
Las moléculas orgánicas con enlaces dobles y triples C-C, mayoritariamente hi-
drocarburos aromáticos, pueden incorporar hidrógeno durante el proceso de
hidrogenación formando enlaces químicos mediante reacción catalítica a pre-
siones de 30-50 bar y a temperaturas de 150 a 200 ºC. Las moléculas saturadas
en hidrógeno pueden ser almacenadas a temperatura ambiente, como si de un
aceite se tratara, las cuales pueden ser utilizadas directamente como producto
final y otras como un portador para almacenar y transporta hidrógeno de for-
ma segura y viable económicamente.
Cuando se precisa el hidrógeno, se activa la reacción de deshidrogenación,
también catalizada, y que requiere de una temperatura más elevada, de 250 a
320 ºC. El hidrógeno liberado ha de ser purificado eliminando los vapores del
líquido orgánico. Para mejorar el balance global de las reacciones es preciso re-
cuperar el calor, pudiéndose alcanzar rendimientos del 80 % al 90 %.
El hidrógeno puede combinarse formando sustancias liquidas como metano,
amoniaco, octano, derivados amónicos y líquidos orgánicos como el metilci-
clohexano (mch) o el 12-H N-etilcarbazol (nec). Estos necesitan catalizadores
durante la deshidrogenación para volver a tener las moléculas aisladas para su
uso, pero son fácilmente transportables con las tecnologías actuales. Esta alter-
nativa disminuiría los inconvenientes de la baja densidad volumétrica almace-
nando y transportando las moléculas en otras sustancias las cuales pueden ser
usados como combustible.
Los lohc «Liquid Organic Hydrogen Carrier» son portadores de hidróge-
no orgánico líquido capaces de absorben y liberar hidrógeno de forma reversi-
ble a demanda del productor. Se tratan de compuestos insaturados con puntos
de ebullición altos capaces de garantizar la correcta deshidrogenación, así co-
mo un punto de congelación bajo garantizando la capacidad de bombeo a ba-
jas temperaturas evitando las obstrucciones en el equipo. Durante el proceso,
el hidrógeno se convierte en otra sustancia mediante enlaces químicos, lo que
permite el almacenamiento sin presión y el transporte de grandes cantidades in-
cluso a temperatura ambiente. Al invertir la reacción química, el hidrógeno se
libera del portador. La absorción y liberación de hidrógeno se realizan median-
te hidrogenación y deshidrogenación catalíticas, respectivamente. La entalpía
de reacción es un parámetro crucial a este respecto, ya que determina no sólo
312 francisco blanco alvarez §6

la demanda de calor para la liberación de hidrógeno, sino también el equilibrio


de la reacción en condiciones dadas.
Los ejemplos de sistemas lohc incluyen la hidrogenación de sustancias or-
gánicas, la formación de alcoholes con monóxido de carbono, el acoplamiento
con aceites o incluso el uso de amoniaco como sustancia portadora de hidróge-
no. Se trata de utilizar aquellos líquidos orgánicos que sean más económicos,
más seguros, más respetuosos con el medio ambiente, con mayor impacto so-
cial y con mayor eficiencia.
El proceso cuenta con dos pasos, primero el de carga mediante una reacción
de hidrogenación catalítica (adición de hidrógeno a otro compuesto). En ge-
neral, la misma tiene lugar de manera reversible, lo que significa que es posible
obtener el reactivo inicial liberando el gas incorporado mediante la reacción
inversa, de deshidrogenación catalítica, figura 6.2.7.1. Además, durante el pro-
ceso se produce una compensación de la energía. La reacción de hidrogenación
es una reacción exotérmica, mientras que la deshidrogenación es endotérmica.
Esto implica que la energía liberada en la primera es igual a la energía que es ne-
cesario aportar para que tenga lugar la segunda, obteniéndose idealmente un
requerimiento energético neto igual a cero.
El lohc se almacena y transporta fácilmente en condiciones ambientales
debido a su estado líquido, pudiendo aprovecharse de la infraestructura petro-
lera para ello. Una vez descargado es reutilizable, no obstante, se debe tener en
cuenta el coste de devolverlo a la planta de hidrogenación. En algunos casos este
coste es alto y la búsqueda de un uso para el lohc descargado es más rentable.
Las moléculas aromáticas son usadas normalmente como lohc debido a su
alta capacidad de carga de hidrógeno y a que poseen propiedades termodiná-
micas adecuadas para la deshidrogenación endotérmica gracias a la estabilidad
ganada en la formación del sistema aromático. Fuera de estas moléculas la des-
hidrogenación es difícil.
Su capacidad de almacenamiento y densidad energética es alta 6,5 % en peso
y 1,7 kWh. Los catalizadores son necesarios para facilitar la carga y la descarga,
estos pueden ser homogéneos (requieren temperaturas de funcionamiento más
bajas y deshidrogenación mejorada) o heterogéneos preferibles para aplicacio-
nes a gran escala. Los estudios analizan por separado los dos pasos necesarios,
usando diferentes catalizadores para cada uno de ellos. Los más comunes son
los catalizadores de metales del grupo del platino (pgm), a base de platino, pa-
ladio o rutenio.
almacenamiento del hidrógeno 313

Los lohc pueden usarse como forma de almacenamiento estacional o de


largo plazo, en estos casos es recomendable el uso de un catalizador común
para realizar las reacciones de hidrogenación y deshidrogenación en el mismo
reactor, con la adecuación de las condiciones de cada proceso (temperatura y
presión), el catalizador bifuncional supondría ahorros de inversión tanto en el
reactor como en las tuberías necesarias. Dicho almacenamiento es más seguro
que el de hidrógeno presurizado en tanques.

Figura 6.2.7.1. Esquema simplificado. Reacción de hidrogenación - deshidrogenación.


Fuente: elaboración propia (Traducirla y añadir y cambiar algo)

El ciclo cerrado de los lohc tiene tres etapas:


—Hidrogenación. Las moléculas de hidrógeno se ligan químicamente al
lohc vía reacción de catálisis en un proceso continuo. Este proceso exo-
térmico genera aproximadamente 10 kWhth/kg H2 a una temperatura de
250 ºC y presiones medias 25-50 bar permitiendo el acople directo de elec-
trolizadores con los sistemas de hidrogenación, aprovechando la presión
de salida del electrolizador sin la necesidad del uso de compresores.
—Transporte. Fácil y eficiente usando la infraestructura actual de los com-
bustibles fósiles vía barco, carguero, tren o camión. El lohc una vez des-
hidrogenado vuelve al punto de inicio. Tiene una densidad de 54 kg/m3
lohc para el benziltolueno.
—Deshidrogenación. Se trata de un proceso endotérmico que requiere apro-
ximadamente 11 kWhth/kg H2 a una temperatura de 280-400 ºC y presion
atmosférica o de hasta 3 bar para separar el hidrógeno por vía catalítica.
El hidrógeno puede ser liberado bajo demanda asegurando su pureza de
acuerdo a la iso-14687.
314 francisco blanco alvarez §6

El ciclo completo consume entre un 35-40 % de la energía almacenada en


el hidrógeno. El proceso de deshidrogenación al necesitar mayor calor puede
aprovechar el generado por una fuente externa para mejorar la eficiencia e in-
tegración del sistema.
Las ventajas de este sistema de almacenamiento son: al ser líquido minimiza
el riesgo de explosión y facilita su manejo seguro, su almacenamiento a largo
plazo es posible en condiciones normales de presión y temperatura, sin perdi-
das de hidrógeno ni impacto negativo en la densidad de almacenamiento del
portador, su estado líquido y estabilidad permiten el uso de buques existente
de crudo o las redes de oleoductos para su transporte y al ser líquido resulta fa-
miliar a la sociedad garantizando una mayor aceptación frente a métodos como
los hidruros metálicos.
Como desventajas se pueden mencionar las siguientes: aunque teóricamente
los lohc son reciclables, las reacciones secundarias y las reacciones de descarga
incompletas producen perdidas. Durante todo el proceso debe mantenerse el
estado líquido, ya que otros estados supondrían procesos secundarios y perdidas
de eficiencia. Su toxicidad es muy alta, portadores como el benceno o tolueno
poseen una toxicidad tan alta que impide ser usado en aplicaciones prácticas.
Cada portador tiene sus características propias como el hidrógeno liberado
por el 1,2dihidro1,2diazaborina, este requiere mayores pasos de purificación o
el dibenciltolueno que requiere un mayor calentamiento para la deshidrogena-
ción aumentando así el consumo de energía.
Consideraciones para la optimización de los lohc:
— Reducción de la intensidad energética durante la carga y descarga.
—Integración eficiente del sistema en industrias
—Configuraciones óptimas de reactores, 1ml de dibenciltolueno puede li-
berar hasta 650ml de hidrógeno.
Los reactores pueden ser tubulares, helicoidales, estructurados, de membra-
na, lecho fijo… En la figura 6.2.7.2 pueden verse diversos tipos de reactores para
la deshidrogenación de los lohc.
Los reactores tubulares pueden tener orientación horizontal o vertical y dos
modos de operación posibles. En los horizontales el lohc fluye por el tubo
central y fluido de transferencia de calor en el espacio anular, en el caso de los
verticales es de manera opuesta. El fluido de transferencia permite el calenta-
miento externo del lohc. Los reactores verticales tienen una distribución de
calor más uniforme, gracias al ascenso de las burbujas ascendentes que mez-
almacenamiento del hidrógeno 315

Figura 6.2.7.2. Tipos de reactores para la deshidrogenación de lohc (a) flujo radial (b) tubu-
lares horizontales (c) cama fija (d) monolito estructurado en 3D (e) reactores de impulso por
absorción. Fuente: American Chemical Society 2019.

clan el lohc y son más adecuados para garantizar el correcto funcionamiento


de ambos procesos. En los reactores horizontales la región interfacial suele ser
demasiado pequeña para alcanzar las tasas de transferencia requeridas en la hi-
drogenación. Además, los reactores verticales pueden ser diseñados para el co/
contra flujo entre los lohc y el hidrógeno liberado, dándole una mayor flexi-
bilidad al proyecto y siendo los más elegidos.
Los reactores helicoidales son más complejos, con el flujo de lohc por el tu-
bo central y el flujo de transferencia por la carcasa circundante. Se consigue una
mayor transferencia de calor y velocidad de reacción gracias a la formación de
«cizalla» logrando un ahorro de espacio pero con mayores costes y compleji-
dad. En estudio el reactor de doble hélice.
316 francisco blanco alvarez §6

Los reactores estructurados (monolíticos, impresos en 3D o de espuma) se


encuentran en investigación debido a su alta conductividad térmica favorecien-
do la reacción endotérmica de deshidrogenación. Su alta porosidad reduce la
caída de presión.
Los reactores de membrana combinan la purificación del hidrógeno libera-
do con la posibilidad de cambiar el equilibrio de la deshidrogenación hacia el
lado del producto.

El coste de producción de hidrógeno de un reactor de lecho fijo es de us$11,76,us$


9,50, us$8,50 y us$8,08 y el de un reactor de membrana es de us$9,37, us$7,43,
us$6,58 y us $6,23 para capacidades de producción de hidrógeno de 30 m3, 100m3,
300 m3 y 700m3, respectivamente (Energy Convers. Manag., 2021).

Dependiendo de la aplicación necesaria se buscará una pureza diferente co-


mo resultado del proceso de deshidrogenación, ya que durante este se pueden
formas productos secundarios que contaminen la corriente de hidrógeno puro,
el uso posterior de sistemas de separación para garantizar la pureza encarece el
precio del producto.
Los lohc cuentan con altas capacidades de almacenamiento sin perdidas
en almacenamientos a largo plazo y en condiciones de operación fácilmente al-
canzables pudiendo utilizar incluso la tecnología petrolera actual para tanto su
almacenamiento como su transporte. Su reversibilidad de proceso y facilidad
para el transporte intercontinental lo hacen atractivo para convertirse en el mé-
todo líder del sector.
En cambio, los costes necesarios para el transporte y la vuelta del lohc son su
principal inconveniente, así como mayores estudios necesarios para optimizar
la tecnología y garantizar la viabilidad económica de la tecnología. Mejoras en
la integración eficiente del sistema o reducciones en la intensidad energética de
carga y, sobre todo, descarga supondrían una reducción de costes en los lohc
permitiendo así llegar en el futuro al liderato en el sector.
Existen multitud de compuestos orgánicos que pueden ser sometidos a este
par de reacciones inversas. Sin embargo, el control de las variables del proceso
modificará velocidades, tiempo, eficiencia y rendimiento, por lo que su adecua-
da elección será un factor determinante en el éxito del desarrollo. El promete-
dor futuro de esta tecnología radica en sus características de almacenamiento,
en fase líquida y en condiciones de temperatura y presión ambiente, favorecien-
almacenamiento del hidrógeno 317

Tabla 6.2.7.3. Sistemas lohc comunes. Fuente: Hydrogen storage by liquid organic hydro-
gen carriers: Catalyst, renewable carrier, and technology – A review. Chenyang Chu, Kai Wu,
Bingbing Luo, Qi Cao, Huiyan Zhang. Carbon Resources Conversion.

do una mejor aceptación por parte del usuario final, ya acostumbrado a com-
bustibles en este formato.
En la tabla 6.2.7.3 se muestran sistemas lohc comunes, señalando las carac-
terísticas más significativas de cada uno de ellos.
Entre los compuestos orgánicos utilizados destaca el Dibencil Tolueno dbt
debido a que su presión de vapor a 40 ºC es de tan solo 0,07 Pa frente a los 7.800
Pa del Tolueno. La ventaja de este compuesto es su disponibilidad, ya que se
utiliza habitualmente como aceite térmico en aplicaciones industriales bajo el
nombre comercial Marlotherm sh.
El dbt por hidrogenación da lugar al H18-dbt cuando se expone a cataliza-
dores del grupo del platino -habitualmente platino y rutenio sobre sustrato de
alúmina— a 140 ºC. La substancia resultante dbt / H18-dbt permite almace-
nar hasta un 6 % de hidrógeno en un líquido no tóxico cuya temperatura de ig-
nición es de 450 ºC. La densidad energética que se alcanza es de 1,8 kWh/l. Sus
propiedades físico-químicas son superiores a las de otras substancias.
La deshidrogenación de esta molécula precisa temperaturas de 270 a 320 ºC
y catalizadores de platino y rutenio sobre un soporte de carbono. En la figu-
ra 6.2.7.4 se muestra la reacción de hidrogenación y deshidrogenación del dbt.
En la figura 6.2.7.5 se muestra una unidad contenerizada de la empresa Hydro-
genious lohc Technologies, GmbH y sus características técnicas.
318 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.7.4. Hidrogenación-Deshidrogenación del dbt. Fuente: Schneider, M.J. Hydro-


genius Technologies 2015.

Figura 6.2.7.5. Unidad lohc de Hydrogenious lohc Technologies GmbH. Fuente: Schnei-
der, M.J. Hydrogenius Technologies 2015.

6.2.8. Almacenamientos subterráneos. Depósitos a gran escala


El hidrógeno, al igual que otros gases como el gas natural, puede ser almace-
nado bajo tierra aprovechando cavidades geológicas. El almacenamiento sub-
terráneo se basa en la compresión y descompresión del gas entre una presión
mínima y una máxima, ambas derivadas de la presión inicial de formación en
la caverna. La presión máxima suele ser alrededor del 80 % de la presión inicial
en la parte superior de la caverna y la presión mínima corresponde al 30 % de
la presión máxima.
almacenamiento del hidrógeno 319

Figura 6.2.8.1. Formaciones geológicas subterráneas para almacenar hidrógeno. Fuente: Pu-
blicación Fundación Naturgy.

El almacenamiento bajo tierra aprovechando las formaciones geológicas sub-


terráneas actualmente dispone de 430 bcm (billones de metros cúbicos) alre-
dedor del mundo. Su alta eficiencia para largos periodos de almacenamiento y
su baja presión de almacenamiento 20-180 bar es ideal para el transporte por
medio de tuberías, aunque depende de la disponibilidad de un terreno geológi-
co propicio. Su frecuencia de ciclo es baja, de semanas o meses, convirtiéndolo
en soporte energético de la red y no en un recurso de respuesta instantánea. Su
coste de capital por unidad de energía es bajo haciéndolo atractivo para alma-
cenar reservar en periodos de exceso de energía.
El almacenamiento subterráneo de hidrógeno a gran escala podría ser de-
cisivo para hacer frente a periodos de alta demanda energética manteniendo
la estabilidad en los precios de la electricidad, ya que su almacenamiento pre-
surizado permite almacenar hidrógeno en grandes cantidades (en la escala de
teravatios) y con pérdidas bajas. Las estructuras geológicas típicamente consi-
deradas para el almacenamiento de hidrógeno pueden ser cavidades subterrá-
neas desarrolladas artificialmente, como cavernas salinas o minas abandona-
das, y formaciones porosas formadas por rocas con un alto grado de porosidad
y permeabilidad, las cuales pueden albergar el gas en sus poros, como pueden
ser yacimientos de hidrocarburos agotados o acuíferos. en las que es posible
almacenar nuevamente gas, y en este caso hidrógeno, ya que se ha asegurado
su estanquidad al contener gas durante millones de años. El almacenamiento
de hidrógeno en yacimientos agotados de petróleo, siendo este tipo menos co-
320 francisco blanco alvarez §6

mún, presenta más complicaciones por posibles reacciones del H2 con el pe-
tróleo residual.
En la figura 6.2.8.1 pueden verse las distintas formaciones geológicas subte-
rráneas para almacenar hidrógeno. Por su parte, en la figura 6.2.8.2 se muestra
una caverna salina.

Figura 6.2.8.2. Caverna salina.

El gas almacenado en una reserva subterránea incluye el gas operativo y el gas


colchón. El gas operativo o working gas es el volumen de gas disponible que
puede ser extraído. Mientras que el gas colchón o cushion gas es el volumen de
gas contenido en el almacenamiento subterráneo que es necesario para poder
extraer/inyectar el gas operativo a la presión de diseño del gasoducto. En el ya-
cimiento normalmente permanece el llamado gas residual, el cual no ha sido
posible extraerlo por medios mecánicos. Por lo que este gas formará parte del
gas colchón del nuevo almacenamiento de gas, permitiendo ahorrar parte de
almacenamiento del hidrógeno 321

gas colchón que se necesita inyectar. Según su capacidad los almacenamientos


subterráneos se clasifican en: Operacionales, estacionales y estratégicos.
Los yacimientos de hidrocarburos (gas natural) agotados representan el 76 %
del almacenamiento de gas natural a nivel mundial. Presentan altos índices de
permeabilidad, además de estar distribuidos más uniformemente y ser de mayor
capacidad que las cuevas de sal. Deben adecuarse para su uso, quitar el contami-
nante en su totalidad para su puesta en marcha, además, el hidrógeno es un gas
con mayor factor de compresibilidad, difusividad, menos viscoso y más reactivo
que el gas natural haciendo de su almacenamiento un desafío.
Los acuíferos agotados tienen similitudes geológicas a los yacimientos de gas,
aunque sólo en aquellos lugares donde la formación de roca sedimentaria que
contiene agua se superpone con una capa de roca impermeable. Estos acuíferos
no forman parte de los de agua potable y son los menos desarrollados de los de-
pósitos a gran escala.
Las cavernas salinas son cámaras artificiales construidas en depósitos de sal.
Se perforan y mediante tuberías se introduce agua dulce o de baja salinidad en
el yacimiento salino, el agua y la sal reaccionan creando una salmuera, la cual
será extraída posteriormente mediante bombas, este proceso lleva años. Final-
mente, y dependiendo de la saturación del gas interior con vapor de agua proce-
dente de la salmuera se usa un secador para garantizar las condiciones interiores
correctas. Su principal inconveniente es la distribución desigual a lo largo del
mundo, además, no necesariamente se ubican en los lugares donde se necesita
almacenamiento a gran escala de electricidad renovable.
Las características específicas de la sal, como su alta resistividad a reacción
químicas y su alta plasticidad que protege a la caverna de la aparición y propa-
gación de fracturas y pérdidas de impermeabilidad, hacen que estos depósitos
sean especialmente óptimos para el almacenamiento de gas a alta presión, y en
este caso de hidrógeno, asegurando la estanquidad y la estabilidad del depósito
a largo plazo. Las cavernas de sal ya están en operación (existen tanto en Europa
como en ee. uu.) desde hace muchos años para almacenar gas natural y también
se han utilizado para almacenar hidrógeno. Su tamaño es personalizable pero
limitado por las dimensiones subterráneas de la sal estratificada, las profundi-
dades van desde los 500m a los 2500m con diámetros de 50-100m y con un vo-
lumen de hasta 1.000.000 m3, la cantidad de hidrógeno almacenado depende
de la presión pudiendo ser de hasta 180bar para almacenar hasta 500GWh Por
seguridad las paredes deben tener al menos un 75 % del total del diámetro de
322 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.8.3. Coste y características del almacenamiento del hidrógeno en cuevas salinas.
Fuente: Hydrogen Based Energy Conversion. Fuente: A.T. Kearney Energy Transition Ins-
titute analysis, based on 2. Hawkins (2006) and us DoE H2A delivery model; Crotogino et
Al. (2010); nrel (2010).

la cueva. Sus tasas de inyección y extracción son mayores que las de las forma-
ciones geológicas naturales, requiriendo menores proporciones de gas colchón
haciendo que las tasas de ciclo sean mayores. En la figura 6.2.8.3 puede verse el
coste y características del almacenamiento del hidrógeno en cuevas salinas.
No todas las cavernas de sal son adecuadas para almacenar hidrógeno. En Eu-
ropa, destacan las situadas en torno al Mar del Norte (Noroeste de Alemania y
Países Bajos), en cambio, las situadas en el sur de Alemania y noroeste de Fran-
cia no disponen de depósitos adecuados al igual que la situadas en la costa oes-
te de ee. uu. y Japón. El mapeo geológico y estudio de la viabilidad de estas es
objeto de estudio por proyectos como el HyUnder (Figura 6.2.8.4).
Los riesgos a evaluar en el desarrollo de almacenamientos salinos son los si-
guientes.
— Medio ambientales: Alto consumo de agua (600 m3/h durante 8 años pa-
ra crear 8 cavidades) y evacuación de salmuera saturada (10 veces salinidad
mar), los cuales son los principales condicionantes del proyecto una vez
determinada la viabilidad geológica. Las medidas de mitigación que pue-
den llevarse a cabo son: utilización agua de mar si es viable por cercanía y
gestión de la salmuera por una empresa minera cercana.
—Sismicidad inducida: Riesgo mucho menor comparado con almacena-
miento en medio poroso por las características de la sal (capacidad de ab-
sorber las presiones). Medidas mitigación: realización estudio geome-
cánico y prever una monitorización con red sísmica dedicada y sistema
semafórico de alertas.
almacenamiento del hidrógeno 323

Figura 6.2.8.4. Mapa de posibles cavernas salinas en Europa (HyUnder). Fuente: HyUnder.

—Sociales: Percepción negativa del almacenamiento por lo anterior. Medi-


das de mitigación: gestión de los stakeholders desde los momentos inicia-
les del proyecto.
Otra alternativa para almacenar hidrógeno de forma subterránea son las ca-
vidades minadas a 150-200 m de profundidad con liner de acero, las cuales per-
miten presiones de almacenamiento de hasta 250 bar. La presión la aguanta la
roca y el liner de acero garantiza la estanqueidad. Este tipo de almacenamien-
to esta mucho menos condicionado por la geología que las cavidades salinas o
medio porosos.
Otras características son una adaptabilidad geográfica/geológica potencial-
mente amplia, un bajo impacto ambiental y una alta capacidad de entrega y
tasas de rotación. Una planta permite satisfacer una creciente demanda de al-
324 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.8.5. Disposición principal de una instalación de almacenamiento, así como la dis-
posición general de la caverna. Fuente: Lalanne y Byrne, 2019.

macenamiento mediante la ampliación gradual mediante la adición de nuevas


cavernas.
Un original sistema sirve para calentar o enfriar el gas para reducir las variacio-
nes de temperatura en el interior de la caverna minada. Esta nueva tecnología me-
jora la cantidad de gas de trabajo y reduce el costo específico de almacenamiento.
El diseño se puede ajustar para ciclos múltiples aumentando la capacidad de in-
yección/extracción en poco tiempo. Además, la cantidad de gas colchón es muy
almacenamiento del hidrógeno 325

baja, aproximadamente el 10 % de la capacidad total de gas. En la figura 6.2.8.5


pueden verse un esquema del uso de cavernas rocosas revestidas para el almace-
namiento de hidrógeno, así como la disposición general de la caverna.
Las instalaciones subterráneas tienen importantes ventajas respecto a las ins-
talaciones en la superficie en cuanto al almacenamiento de gas se refiere, entre
ellas:
—Mayor seguridad: Son menos susceptibles a fuegos, ataques terroristas o ac-
ciones militares, ya que estas están cubiertas por una roca de recubrimiento
de cientos de metros de espesor. Por tanto, el almacenamiento subterráneo
es mucho menos vulnerable que el almacenamiento en superficie.
—Más económicas: La gran capacidad de almacenamiento que caracteriza
estas reservas geológicas, hace que sea mucho más rentable que construir
una instalación en la superficie con la misma capacidad. Las inversiones ne-
cesarias por Nm3 almacenado son menores que las necesarias en superficie
—Mejor gestión del espacio: Para lograr la misma capacidad en una instala-
ción en la superficie, estas tendrían que cubrir extensas áreas. Comparativa-
mente la poca infraestructura en la superficie que requieren las instalacio-
nes subterráneas de almacenamiento hace que sean más fáciles de integrar
en el paisaje. Los gases son fluidos compresibles, a profundidad suficiente
el espacio ocupado es mucho menor que en superficie. Respecto al gas na-
tural la capacidad de almacenamiento se reduce al 28 %
—Amplia disponibilidad de estructuras geológicas adecuadas con capacidad
de sellado.
En la figura 6.2.8.6 pueden verse las instalaciones de superficie necesarias para
llevar a cabo un almacenamiento subterráneo. Un compresor en la superficie es
el encargado de aumentar la presión para poder almacenarse, así como contro-
lar la presión de salida disminuyéndola para el caso de incorporación a tuberías
o aumentándola para el transporte por carretera.
El almacenamiento en cavidades salinas es el método más maduro y el más pro-
bado y es la mejor solución técnico – económica para almacenar grandes cantida-
des de hidrógeno. Los salinos tienen las siguientes ventajas sobre el almacenamien-
to en medio poroso (campos depletados y acuíferos profundos): (a)No reactividad
química del H2 con la sal y mínima actividad bacteriológica. Los as medio poroso
deben ser estudiados caso a caso. (b)Posibilidad de uso multiciclo para adaptarse
a la variabilidad generación renovable y (c) Uso multimolécula, gn, aire compri-
mido, H2, para adaptarse a las necesidades del sistema energético.
326 francisco blanco alvarez §6

Figura 6.2.8.6. Instalaciones de superficie de un almacenamiento subterráneo. Fuente: Alma-


cenamiento subterráneo de hidrógeno. enagas Rosa Nieto. Curso del Hidrógeno coimne.

Sin embargo, las cavernas salinas no siempre se encuentran localizadas en las


áreas donde se necesita almacenar electricidad, además, estas estructuras gene-
ralmente presentan menor capacidad de almacenamiento, que puede no ser su-
ficiente para el almacenamiento de hidrógeno como vector energético.
Las ugs (Underground Gas Storage) en yacimientos de hidrocarburos ago-
tados es el método más utilizado en el mundo para almacenar gas natural. La
ventaja principal de estas estructuras es que ya cuentan con las infraestructuras
y equipos necesarios que pueden ser adaptados para el almacenamiento de hi-
drógeno, permitiendo una menor inversión. Además, su capacidad hermética
de almacenar gas ha sido demostrada durante millones de años y el riego geo-
lógico es mínimo, no obstante, se deberá comprobar su viabilidad para alma-
almacenamiento del hidrógeno 327

Tabla 6.2.8.1. Comparación de los tipos de almacenamiento subterráneo de hidrógeno.

cenar hidrógeno, dadas sus diferencias notables con las propiedades del gas na-
tural. Así mismo, se deberá poner especial atención a las reacciones que pueda
inducir el hidrógeno y que puedan afectar a las propiedades de la estructura y
a la composición del gas.
Los acuíferos presentan la mayor capacidad volumétrica para el almace-
namiento de hidrógeno, sin embargo, estas estructuras requieren explora-
ción adicional además de la construcción de toda la infraestructura, hacien-
do que sea, a priori, la tecnología de almacenamiento subterráneo más cara.
Además, esta presenta riesgos relacionados con las posibles interacciones del
hidrógeno con el medio poroso, el fluido y los microorganismos presentes
en el acuífero.
328 francisco blanco alvarez §6

En la página anterior se presenta la tabla 6.2.8.1., que resume y agrupa las ca-
racterísticas típicas más relevantes de cada tipo de estructura. Esta tabla ha sido
completada con información recogida de distintas fuentes bibliográficas [79],
[80], [84], [85].

6.2.9. Comparación de los distintos sistemas de


almacenamiento de hidrógeno
El hidrógeno puede ser almacenado mediante muchos métodos, buena par-
te de los cuales aún se encuentras en fases de investigación, estudio y otros en
proyectos piloto a pequeña escala para determinar su viabilidad tanto funcional
como económica. La comparación se centrará en aquellos métodos disponibles
en el mercado para almacenamiento viable. Entre ellos destacan los tanques de
hidrógeno comprimido, el hidrógeno líquido (LH2), el almacenamiento sub-
terráneo, así como los hidruros metálicos.
Para aquellas aplicaciones en las que la necesidad de hidrógeno sea inmedia-
ta el método seleccionado será el de la compresión, ya que al no tener que ser
sometido a un proceso posterior de conversión mediante válvulas, en cambio,
su almacenamiento es limitado y solo puede llegar hasta máximo 10MWh por
tanque, por lo tanto, para aquellos proyectos que requieran cantidades mayores
de combustible almacenado del orden de los GWh la opción seleccionada pasa
por el almacenamiento subterráneo o el hidrógeno líquido, este último al in-
cluir un proceso de licuefacción necesita de mucha energía haciendo disminuir
su eficiencia hasta 55-75 %, además debe de tomarse medidas extra de seguridad
por la evaporación flash impidiendo también el almacenamiento a largo plazo.
En ocasiones el problema pasa por la necesidad de contener mucha energía,
pero sin un gran espacio para ello, en este caso los hidruros metálicos son idea-
les gracias a tener densidades gravimétricas de hasta un 7 % y densidades volu-
métricas de 42000 kWh/m3 para el caso del MgH2 hacen que sea una opción
segura y viable tanto para el almacenamiento a largo plazo como para su trans-
porte en contenedores de hasta 25MWh.
En la figura 6.2.9.1 se puede ver una comparativa de las distintas alternativas
para el almacenamiento de H2.
En la tabla 6.2.9.2 se muestran las densidades de energía gravimétrica y volu-
métrica de los distintos métodos de almacenamiento de hidrógeno.
La densidades de cada uno de los métodos de almacenamiento varían, incluso
dentro de cada uno de los tipos en función del material seleccionado. Los mate-
almacenamiento del hidrógeno 329

Figura 6.2.9.1. Comparativa de las características de las distintas alternativas para el almacena-
miento de H2. Fuente: Hydrogen-based energy. Bloomberg nef. Fuente: Almacenamiento
subterráneo de hidrógeno. enagas (Rosa Nieto). Curso del Hidrógeno coimne.

Tabla 6.2.9.2. Densidades de energía gravimétrica y volumétrica de los distintos Métodos de


almacenamiento. Fuente: Johnson Matthey Technol. Rev., 2022.

riales con mayores densidades presentan las ventajas de necesitar menos espacio
para su almacenaje y posible transporte, pero esto no asegura que las condicio-
nes necesarias para ello sean adecuadas. Destacan por su densidad volumétrica
y gravimétrica los hidruros complejos como los borohidruros, los lohc y sobre
todo los compuestos químicos como el amoniaco o metanol.
Cuando se comparan las distintas tecnologías de almacenamiento disponi-
bles, no es suficiente con cuantificar la cantidad de almacenamiento de hidró-
geno a partir de la capacidad gravimétrica o porcentaje en masa que es capaz de
almacenar. En el caso de la capacidad de almacenamiento de hidrógeno de un
330 francisco blanco alvarez §6

material, este porcentaje suele referirse a la masa de hidrógeno almacenado di-


vidido por la masa del hidrógeno almacenado más la masa del material que lo
almacena. Sin embargo, la capacidad de almacenamiento de hidrógeno de un
sistema representa la masa de hidrógeno almacenado dividido por la cantidad
resultante de sumar la masa del hidrógeno del material que lo almacena, la masa
del material que lo almacena y la masa del recipiente de almacenamiento. Evi-
dentemente, en este último caso los valores de capacidad de almacenamiento
son mucho menores. Otro parámetro de utilidad, especialmente en aplicacio-
nes móviles y portátiles es la capacidad volumétrica, definida como la masa de
hidrógeno almacenado por unidad de volumen del material o sistema de alma-
cenamiento considerado. En la Figura 4.4 se presenta la capacidad gravimétrica
y volumétrica de distintos métodos para almacenar hidrógeno. El método de
almacenamiento ideal debe tener valores de densidad elevadas y ser completa-
mente reversible, además de económico y seguro.
En cuanto a la capacidad gravimétrica, la Figura 6.2.1.3 muestra una clara ven-
taja del almacenamiento del hidrógeno como líquido. El almacenamiento de
hidrógeno sólido en forma de hidruros metálicos o no metálicos representa una
situación intermedia entre almacenar el hidrógeno licuado o comprimido. Si
el hidrógeno se almacenara a mayor presión, el volumen del depósito sería me-
nor, pero mucho más pesado. El factor determinante para el almacenamiento
del hidrógeno en depósitos es el grosor de la pared. En el caso de depósitos para
almacenamiento de hidrógeno líquido, la pared debe proporcionar consistencia
y resistencia estructural, además de aislamiento térmico, lo que complica bas-
tante su fabricación y mantenimiento.
Aunque por valores de capacidad gravimétrica y volumétrica el hidrógeno li-
cuado y algunos hidruros pueden resultar los más ventajosos actualmente, exis-
ten distintas limitaciones que reducen notablemente el rendimiento de estas
tecnologías. Además de la capacidad gravimétrica y volumétrica de los sistemas
de almacenamiento, se debe tener en cuenta el tiempo de llenado y vaciado del
recipiente de almacenamiento, así como otros requisitos adicionales durante el
proceso de llenado y vaciado, entre los que se pueden citar el control de tempe-
ratura y/o presión, la eficiencia energética tanto en la carga como en la descarga,
las pérdidas por fugas, la capacidad de adaptarse a distintas formas y espacios,
aspectos económicos y de seguridad, etc.
En la tabla 6.2.9.3 se dan las ventajas e inconvenientes volumétrica de los dis-
tintos métodos de almacenamiento de hidrógeno.
almacenamiento del hidrógeno 331
Hidrógeno comprimido
ventajas inconvenientes
Es la tecnología con más experiencia, almacena- A bajas presiones, la cantidad de hidrógeno alma-
miento estacionario, a 200 bar y almacenamiento cenado es pequeña.
en transporte (350 y 700 bar). La compresión del hidrógeno hasta 350 bar consu-
De esta forma se puede transportar por carretera, me alrededor del 20 % de la energía contenida en
ferrocarril, barco, avión y gasoductos.. el hidrógeno.
Carga y descarga rápidas. La tecnología a muy altas presiones está todavía en
El almacenamiento subterráneo resulta lo más eco- desarrollo.
nómico. La energía almacenada por unidad de volumen es
mucho menor que en los combustibles sólidos y
líquidos.
Los contenedores son pesados.
Problemas de seguridad.
Hidrógeno líquido
Buen conocimiento de la tecnología., por· el uso en La licuefacción (enfriamiento a 20K) es un proce-
cohetes espaciales. so que consume entre el 30 y el 40 % de la energía
Un tanque estándar almacena seis veces más hidró- contenida en el hidrógeno.
geno que el hidrógeno comprimido a 700 bar. Las bajas temperaturas requieren un buen aisla-
Es el método más económico para almacenamien- miento térmico.
to a largo plazo. Altos requerimientos de los materiales.
Gran preocupación en la evaporación flash por ra-
zones de eficiencia y seguridad.
La energía almacenada por de volumen es menor
que en los combustibles sólidos y líquidos.

Hidruros metálico y líquidos


Almacenamiento en estado sólido. Pesado.
Puede realizarse en diferentes formas. Complejidad del sistema de almacenamiento y uti-
Mas seguro que el almacenamiento como hidróge- lización.
no comprimido o líquido. Baja densidad de almacenamiento.
Se puede degradar con el tiempo.
Actualmente tecnología costosa.

Nanoestructuras de carbono
Mas seguro que el almacenamiento como hidróge- La tecnología no se conoce bien o no está lo su-
no comprimido o líquido. ficientemente desarrollada debido a que algunos
Puede que tengan altas densidades de almacena- descubrimientos prometedores no han dado bue-
miento. nos resultados.
Ligeras.
Pueden resultar económicas.

Tabla 6.2.9.3. Ventajas e inconvenientes volumétrica de los distintos métodos de almacenamiento de hi-
drógeno. Fuente:‹https://biblus.us.es/bibing/proyectos/abreproy/3823/fichero/3.2+Almacenamien-
to+del+Hidr%C3 %B3geno.pdf›.
332 francisco blanco alvarez §6

En conclusión, para el almacenaje no existe una forma ideal superior al res-


to, sino que existe aquella que mejor se adapte a las características del proyecto
a llevar a cabo y esa será la adecuada. Además, muchas de las tecnologías se en-
cuentran lejos de llegar a la madurez por lo que los costes y prestaciones a me-
dio y largo plazo serán más competitivos y el abanico de opciones aumentará.

Bibliografía
1. Hidrógeno y su almacenamiento El futuro de la energía eléctrica. Roque Aguado
Molina, José Luis Casteleiro Roca, Esteban Jove Pérez, Francisco Zayas Gato, Hé-
ctor Quintián Pardo, José Luis Calvo Rolle.
2. Hidrógeno: producción, almacenamiento y usos energéticos. Eva M.ª Llera Sastre-
sa e Ignacio Zabalza Bribián.
3. Hidrógeno. Vector energético de una economía descarbonizada. Fundación Na-
turgy. Juan Ramón Morante, Teresa Andreu, Gotzon García, Jordi Guilera, Albert
Tarancón, Marc Torrell.
4. Termodinámica. Octava edición. Yunus A. Cengel, Michael A. Boles.
5. ‹https://synerhy.com/2022/02/metodos-de-almacenamiento-del-hidrógeno/›.
6. Hydrogen Storage Technologies. Ed. Mehmet Sankir and Nurdan Demirci Sankir.
John Wiley & Sons,2018.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 333

7.

El hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico

Rafael Cabañeros Robles y Carlos Morilla Losada


7.1. Desarrollo e integración de las energías renovables en
la red eléctrica. Gestión y planificación actual de la red
eléctrica

7.1.1. Redes de transporte y distribución


En la actualidad, la gestión de la infraestructura eléctrica en España se divide
en la gestión de la red de transporte y la de la red de distribución. El transporte
de energía eléctrica es más eficiente (debido a que las pérdidas son directamen-
te proporcionales a la Intensidad de corriente al cuadrado) cuanto mayor sea el
voltaje para la misma potencia, la intensidad será menor. Motivo por el que las
redes usan alta tensión desde las plantas generadoras, hasta las subestaciones
cuando se trata de largas distancias.
La red de transporte está gestionada por Red Eléctrica de España (ree) y co-
necta mediante redes de alta tensión los principales puntos de generación con
los principales puntos de consumo. Por ello, la red de transporte opera con ten-
siones entre los 220 kV y los 400 kV. Respecto a la red de distribución, las líneas
se pueden dividir en alta, media y baja tensión; las de alta tensión son aquellas
superiores a 36 kV según la Norma internacional de la Comisión Electrotécni-
ca Internacional, y van desde los 36 kV hasta tensiones iguales o inferiores a los
220 kV; las de media tensión van desde 1 kV hasta 35 kV; y las de baja tensión
rondan los 230 V, ya que son las que se utilizan para llevar la electricidad final-
mente a los puntos de consumo. Esta red de distribución es un negocio regulado
y está gestionado por empresas distribuidoras, entre las que destacan E-Redes
(edp), I-de (Iberdrola) y E-Distribución (Endesa); esta red conecta los centros
de transformación alimentados por la red de transporte de alta tensión y los
puntos de consumo de los diversos clientes finales.
En la figura 7.1.1.1 se muestra el proceso del suministro eléctrico, en la cual
pueden verse las cuatro actividades inmersas en el proceso, de las cuales la co-

— 335 —
336 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Figura 7.1.1.1 Proceso del suministro eléctrico . Fuente: Red Eléctrica de España.

mercialización y la generación están sometidas a la competencia, mientras que


el transporte y la distribución son actividades reguladas. Red Eléctrica opera y
supervisa en tiempo real las instalaciones de generación y de transporte del sis-
tema eléctrico español.
Las planificaciones de inversiones en las redes eléctricas se basan en el plan
de desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica que se realiza cada 6
años. En la actualidad, el plan para el periodo 2021-2026 es el que está vigente,
aunque sus datos se hayan calculado en base a versiones que quedarán obsoletas
del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (pniec), cuya actualización
para el periodo 2023-2030 será publicada en los próximos meses.
Esto puede hacer que la hoja de ruta para la transición de la red eléctrica sea
cuestionada, ya que la previsión de despliegue de energías renovables será mayor
que la consideración que se ha establecido para el desarrollo inicial de la citada
red eléctrica, lo que puede causar un problema de falta de capacidad en la red,
como veremos a continuación.

7.1.2 Electrificación
La demanda de energía sostenible, tanto a nivel de las Administraciones co-
mo de los usuarios particulares finales, es una realidad, lo que permite una ma-
yor inclusión de la misma, siendo más asequible y accesible para todos los pú-
blicos. Esto favorece la electrificación de sectores como son la industria y el
transporte, entre otros.
El cambio en la red eléctrica actual irá asociado al aumento del consumo
a nivel mundial, debido principalmente a la electrificación de la mayoría de
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 337

Figura 7.1.2.1 Adiciones de capacidad de electricidad renovable por tecnología y segmento .


Fuente: Renewables 2023: Analysis and forecast to 2028. iea.

procesos, aunque cabe destacar que la ocde espera también que la demanda
de los procesos actuales disminuya en cierta medida debido a la mejora de la
eficiencia. Para conseguir estos objetivos, es fundamental tener una red eléc-
trica estable y que pueda asumir esta gran carga, teniendo en cuenta la estacio-
nalidad y variabilidad de los recursos renovables. Por lo que probablemente
sean necesarias tecnologías y sistemas auxiliares, entre los que la producción
de hidrógeno renovable destaca como una de las opciones más punteras ac-
tualmente.
El primer paso de este proceso consiste en producir grandes cantidades de
electricidad renovable, y en ese sentido, el mundo ha hecho progresos signifi-
cativos, ya que las adiciones de capacidad de electricidad renovable alcanzaron
aproximadamente 507 gw en 2023, casi un 50 % más que en 2022, con un apo-
yo político continuo en más de 130 países, lo que impulsó un cambio significa-
tivo en la tendencia de crecimiento global. Esta aceleración mundial en 2023
fue impulsada principalmente por la expansión interanual del mercado de la
energía solar fotovoltaica (+116 %) y la eólica (+66 %) de China. Las adiciones
de capacidad de energía renovable seguirán aumentando en los próximos cin-
co años, y se puede esperar que la energía solar fotovoltaica y la eólica lleguen a
representar un 96 %, debido a que sus costos de generación son más bajos que
los de las alternativas fósiles y no fósiles en la mayoría de los países. Por tanto,
parece que se están cumpliendo los objetivos para la electrificación de la socie-
dad mediante energías limpias. En la figura 7.1.2.1 se muestran las adiciones de
capacidad de electricidad renovable por tecnología y segmento.
338 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Para 2028, se espera que la generación potencial de electricidad renovable


alcance alrededor de 14400 TWh, un aumento de casi el 70 % con respecto
a 2022. Durante los próximos cinco años, se podrían alcanzar varios hitos en
energía renovable (Figura 7.1.2.2):
—En 2024, la generación renovable variable superará a la hidroeléctrica.
—En 2025, las energías renovables superarán la generación de electricidad a
partir de carbón.
—En 2025, la energía eólica superará a la generación de electricidad nuclear.
—En 2026, la energía solar fotovoltaica superará a la generación de electri-
cidad nuclear.
—En 2028, la energía solar fotovoltaica superará a la generación de electri-
cidad eólica.

Figura 7.1.2.2 Generación de electricidad renovable por tecnología, 2000-2028. Fuente: Re-
newables 2023: Analysis and forecast to 2028. iea.

Pero es en el segundo paso en el que se complica la situación, ya que la trans-


misión de esa electricidad no se está desarrollando tan ágilmente. En gran par-
te del mundo, las redes eléctricas están sin construir o lamentablemente obso-
letas, un problema que limita el impacto que puede tener cada nueva turbina
eólica o parque solar.
En todos los países, necesitamos construir redes nuevas y más inteligentes
que lleven de forma fiable la electricidad. Las tecnologías esenciales para los
sistemas eléctricos limpios deben ampliarse rápidamente para que la electrifi-
cación avance al ritmo necesario para cumplir los compromisos energéticos y
climáticos asumidos por los gobiernos de todo el mundo.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 339

Sin embargo, existen riesgos que podrían retrasar o impedir el despliegue de


algunas de las tecnologías clave. Para ello es fundamental contar con suficiente
apoyo político y marcos normativos propicios, permisos y certificaciones efi-
cientes y oportunos, al tiempo que se desarrollan cadenas de suministro sólidas
y resistentes, desde las materias primas hasta la fabricación y la construcción,
pasando por la mano de obra cualificada. Reducir los costes de financiación y
la previsibilidad de los ingresos o el ahorro de costes también son importantes
para una rápida electrificación.
Cada tecnología tiene su propio perfil de riesgo, que puede amenazar su pa-
pel en la electrificación limpia. Cuanto menores sean estos riesgos en todos los
ámbitos, mayores serán las posibilidades de lograr transiciones seguras y asequi-
bles, lo que exige que los gobiernos y la industria tomen medidas.

7.1.3 Descarbonización de la Red Eléctrica


En estos momentos, aún, el sistema eléctrico es un sistema mayoritariamente
«en equilibrio», en lo que se refiere a la necesidad de que haya una concordan-
cia entre la generación y la demanda eléctrica.
Actualmente los principales retos que existen en la generación y la demanda
se distribuyen en distintas escalas temporales, siendo a corto plazo la estabili-
dad eléctrica y la calidad de la energía; mientras que, a medio plazo, la mayor
prioridad, dadas las expectativas de que la demanda disponible en momentos
puntuales sea muy superior a la oferta, y en otros momentos justo a la inversa, es
conseguir un balance energético aprovechando tecnologías de almacenamiento.
Hoy en día, el sistema eléctrico tiene una clara tendencia hacia la descarbo-
nización, mediante la reducción de la huella de carbono asociada a los distintos
métodos de sistemas productivos.
En los últimos años, la inversión en energías limpias ha aumentado significa-
tivamente. El impulso para reducir las emisiones es una razón clave, pero no la
única. Los argumentos económicos a favor de las tecnologías maduras de ener-
gías limpias son sólidos. La seguridad energética también es un factor impor-
tante, sobre todo en los países importadores de combustible, al igual que las es-
trategias industriales y el deseo de crear puestos de trabajo en energías limpias.
No todas las tecnologías limpias prosperan y algunas cadenas de suministro,
sobre todo la eólica, están bajo presión, pero hay ejemplos sorprendentes de un
ritmo de cambio acelerado. Como es el caso del mercado automovilístico en
España, en el que en 2020 se vendieron 42.000 vehículos eléctricos; y en 2022
340 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Figura 7.1.3.1 Inversión en Energías Renovables y Combustibles Fósiles de 2015 a 2023. Fuen-
te: iea.

se consiguieron vender 82.000 vehículos eléctricos, lo que supone casi doblar


la venta de este tipo de automóviles en dos años, según los datos proporciona-
dos por iea.
Como ya se comentó anteriormente, en 2023 se añadirán (mundialmente)
más de 500 gigavatios (gw) de capacidad de generación de energías renova-
bles, un nuevo récord. Se invierten más de 1.000 millones de dólares al día en
el despliegue de la energía solar. Además, la capacidad de fabricación de los
componentes clave de un sistema de energía limpia, incluidos los módulos fo-
tovoltaicos solares y las baterías para vehículos eléctricos, está creciendo rá-
pidamente.
Este impulso es la razón por la que la Agencia Internacional de la Energía
(iea) concluyó recientemente, en su hoja de ruta actualizada «Net Zero», que
es muy difícil, pero sigue abierta, una vía para limitar el calentamiento global
a 1,5 °C.
A continuación, se muestra un gráfico, figura 7.1.3.1, de dicha organización
en el que se puede visualizar una comparación entre la inversión para energías
limpias y combustibles fósiles de los últimos años a nivel global.
Como se puede ver, la inversión en energías renovables ha aumentado de for-
ma significativa en los últimos años, lo que permitirá su desarrollo y una inte-
gración progresiva en la red eléctrica hasta conseguir un escenario en el que se
minoren los combustibles fósiles en la generación de energía eléctrica.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 341

En los steps (Stated Policies Scenario, iea) se prevé que las energías renova-
bles aporten el 80 % de la nueva capacidad energética hasta 2030, con la energía
solar fotovoltaica representando por sí sola más de la mitad. Sin embargo, esto
no representa más que una fracción del potencial mundial. La energía solar se
ha convertido en una gran industria mundial y está llamada a transformar los
mercados eléctricos. Pero hay un margen importante para seguir creciendo, da-
dos los planes de fabricación y la competitividad de la tecnología.
A finales de la década, el mundo podría tener capacidad para fabricar más de
1.200 gw de paneles al año. Pero, como se indicó, se prevé que sólo se desplega-
rán 500 gw de plantas solares fotovoltaicas en todo el mundo en 2030. Aumen-
tar el despliegue a partir de estos niveles plantea algunas cuestiones complejas.
Haría falta tomar medidas, sobre todo ampliar y reforzar las redes y añadir al-
macenamiento, para integrar la energía solar fotovoltaica adicional en los siste-
mas eléctricos y maximizar su impacto. La capacidad de producción también
está muy concentrada, siendo China el mayor productor y teniendo planes de
expansión que superan con creces los de otros países. El comercio, por tanto,
seguirá siendo vital para apoyar el despliegue mundial de la energía solar.
Por estos motivos, la descarbonización de la red eléctrica es uno de los fac-
tores claves en esta transición energética, pero este proceso no incluye solo la
instalación de nuevos recursos renovables. Para ello, es necesario también una
transición del modelo tradicional hacia uno más adaptado a las características
de los nuevos centros de producción, combinando esta producción con nuevas
tecnologías que permitan el almacenamiento de la energía para dar un soporte
a la red en momentos en los que la producción no alcance la demanda.
Respecto a estos datos, España se encuentra en un momento álgido para el
desarrollo de las energías renovables, ya que en los últimos años ha aumentado
la generación renovable exponencialmente y se prevé que este ritmo continúe
durante las próximas décadas, ver figura 7.1.3.2.
Los incentivos políticos y el descenso de los costes han provocado un au-
mento espectacular de la capacidad solar y eólica, contribuyendo a la descarbo-
nización del sector eléctrico. Pero los nuevos proyectos tienen que solicitar la
conexión a la red y esperar a que se apruebe para poder seguir adelante, o bien
garantizar su viabilidad en base a un consumo próximo (autoconsumo), aspecto
en el cual la generación de H2, también podría tener un papel diferencial. Es-
to que genera una cola de espera para el desarrollo de los mismos, no obstante,
muchos de ellos se encuentran en un estado avanzado.
342 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Figura 7.1.3.2 Generación histórica de energía renovable en España.


Fuente: Our World In Data.

7.1.4 Mejora de la red eléctrica


La integración en la red eléctrica es una de las claves del desarrollo de las
energías renovables, ya que elimina la independencia de las redes y facilita el
acoplamiento sectorial mediante el sistema de interconexión. Por otro lado, el
desarrollo de la digitalización es imprescindible para favorecer el desarrollo de
este sistema, mediante una amplia implementación de las tecnologías de la in-
formación y la comunicación.
Las necesidades de flexibilidad se deben tener en cuenta en la integración de
las energías renovables en la red eléctrica, esto incluye la operación, la planifi-
cación del sistema de energía, y el soporte de flexibilidad necesario en escalas
temporales de segundo (ej., estabilidad y soporte de frecuencia), fracción de
minutos / horas (ej., gestión de generación) y fracción de meses / años (ej. pla-
nificación de la adecuación estacional y planificación de nuevas inversiones).
En la actualidad, el sistema eléctrico español se encuentra en una situación
complicada para el previsible crecimiento que pueden tener las energías reno-
vables en la península. En concreto, la mejora de la red eléctrica se puede con-
siderar como uno de los principales puntos críticos para la transición energéti-
ca española.
La red eléctrica actual, con sus kilómetros de red y subestaciones no podrá
absorber un crecimiento de las energías renovables como se prevé en diversos
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 343

Figura 7.1.4.1 Ubicación de nueva generación renovable en el escenario de estudio del Sistema
peninsular Fuente: Red Eléctrica de España.

planes estratégicos. Entre estos planes estratégicos a nivel nacional destaca el


Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (pniec) 2023-2030, en cuya hoja
de ruta el gobierno español se compromete a que en el año 2030 el 81 % de la
energía producida en el país sea renovable.
A continuación, se muestra un mapa en el que se puede visualizar el estado
actual de la red eléctrica española y los puntos en los que se prevé que se desarro-
llen los principales proyectos fotovoltaicos (color amarillo, soles) y eólicos (co-
lor morado, aerogeneradores). Lo que indica, que en esas ubicaciones se deberá
mejorar la red para garantizar la viabilidad de los proyectos, ver figura 7.1.4.1.
En la actualidad, el sistema eléctrico denominado como «clásico» conta-
ba con centros distribuidos geográficamente de forma estratégica en los que se
realizaba la generación convencional, los cuales se encontraban cercanos a los
principales puntos de consumo.
344 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

En los próximos años, este paradigma cambiará, creando miles de nuevos


puntos de producción eólica y fotovoltaica que estarán distribuidos por toda la
península, en su mayoría ubicados en puntos remotos y a grandes distancias de
las principales industrias y ciudades. Por ello, será necesario una gran inversión
en la infraestructura eléctrica nacional, tanto en puntos de conexión como en
kilómetros de redes para la distribución.
Los hitos sobre la red eléctrica que aquí se definen como necesarios, contras-
tan con los planes del gobierno. El cual pese a haber definido unos parámetros
muy ambiciosos para la producción de energías renovables, no da la misma re-
levancia al desarrollo de la red eléctrica, siendo las inversiones previstas para la
actualización y mejora de esta muy inferiores a las necesarias para una correcta
transición del sistema.
Esto nos lleva a una situación complicada en la que la instalación de nuevas
renovables no podría ser viable debido a que la infraestructura eléctrica no ten-
dría capacidad para absorber esta generación.
Un claro ejemplo, según la información aportada por la Agencia Internacio-
nal de la Energía (iea), es el de la interconexión de 400 km del Golfo de Viz-
caya entre Francia y España, anunciada en 2017, la cual se prevé ahora para 2028
en lugar de 2025 tras sufrir una revisión en su trazado previsto. Este desvío del
trazado original y las actuales tensiones en el mercado de materias primas pro-
vocaron un aumento del 63 % en los costes del proyecto y un nuevo reparto de
costes entre Francia y España. Otro ejemplo es el de la línea de alta tensión en-
tre Lada y Velilla del Río Carrión, la cual fue descartada tras 30 años de debates
y discrepancias, en concreto durante su tramitación ambiental el proyecto re-
cibió más de 27.000 alegaciones, lo que demuestra la gran polémica que había
entorno al mismo.
La compañía Goldman Sachs realizó un informe con una comparación de los
marcos regulatorios en materia de redes eléctricas de los países de casi toda Eu-
ropa, en el que se indicaba que gobiernos favorecían más la inversión en estos
sistemas. Pese a que casi todos los países recibieron una calificación de sobresa-
liente, es decir, un apoyo fuerte a la inversión; España recibió una puntuación
algo inferior, encontrándose entre fuerte y adecuado el apoyo a la inversión,
principalmente debido al contraste entre el marco regulatorio y la ambición de
inversión.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 345

7.1.5. Utilización del hidrógeno renovable como apoyo al


nuevo sistema eléctrico
El transporte de electricidad será clave para la transición energética hacia las
renovables, pero también se deberá tener en cuenta la capacidad de las redes y
la posible necesidad de apoyo con otros vectores energéticos, que contribuyan
a mejorar el sistema.
Es decir, para el desarrollo del nuevo sistema eléctrico se deberá realizar un
proceso social y político complejo, por lo que será necesario tener alternativas
paralelamente. Entre ellas, el hidrógeno renovable está muy bien posicionado,
siendo un vector energético muy versátil para su aplicación en diversos sectores.
El hidrógeno renovable puede servir de apoyo en el desarrollo e integración
de las energías renovables en la red eléctrica, sobre todo en países como España
en los que tenemos abundantes recursos renovables, lo que permite un Leve-
lized Cost Of Hydrogen (lcoh) más bajo respecto a otros países de la Unión
Europea. Esto es un factor clave, ya que la implementación del hidrógeno reno-
vable radica en su coste respecto a las alternativas fósiles, algo que se prevé cam-
bie en las próximas décadas como se muestra en la siguiente gráfica, figura 7.1.5.1.

Figura 7.1.5.1 Expectativas de costes del hidrógeno renovable y gris entre 2020 y 2050 .
Fuente: McKinsey & Company.

Como se puede visualizar, en la actualidad hay una gran diferencia entre los
costes de ambos tipos de hidrógeno, pero se espera que en el futuro los costes
346 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

de hidrógeno renovable disminuyan. A la vez, los costes de hidrógeno gris au-


mentarán debido a las tasas asociadas a las emisiones.
Además, en los últimos años, cerca de 600 proyectos con una capacidad com-
binada de más de 160 gw han sido anunciados. A finales de 2022, la capacidad
mundial instalada de electrolizadores para la producción de hidrógeno alcanzó
casi los 700 mw, lo que supone un aumento del 20 % con respecto al año anterior.
Estos parámetros indican el crecimiento de los proyectos y auguran una épo-
ca en la que el hidrógeno renovable tendrá una gran aplicación, tanto para la
descarbonización de procesos industriales como para el apoyo en el aplana-
miento de las curvas de generación renovable.
Varios países están desarrollando planes para nuevas infraestructuras de hi-
drógeno, con Europa a la cabeza. La iniciativa European Hydrogen Backbone,
establecida en 2020, agrupa a 32 operadores de infraestructuras de gas con el
objetivo de establecer una infraestructura paneuropea de hidrógeno. Lo que
permitirá también el traslado mediante hidrógeno renovable y sus carriers
(amoniaco, metanol o combustibles sintéticos) de parte de la energía renova-
ble producida en el sur de Europa, a otros países en los que por sus caracterís-
ticas geográficas no sea tan sencilla la sustitución de los combustibles fósiles.
Es por todos estos motivos, por los que ya se está teniendo en cuenta una pre-
visión de gasoductos de hidrógeno renovable para poder realizar transportes
tanto nacionales como internacionales. A continuación, se muestra el «Hydro-
gen Infrastructure Map» en el que se pueden visualizar los principales proyec-
tos y los posibles corredores europeos que se plantean para este vector energé-
tico, figura 7.1.5.2.
En concreto, este mapa fue publicado el pasado 16 de noviembre de 2023 y
muestra la última edición del mapa interactivo conjunto de entsog, gie, Eu-
rogas, cedec, geode, gd4s (en cooperación con la Iniciativa europea de la red
troncal del hidrógeno «European Hydrogen Backbone»). Este mapa actualiza-
do muestra el estado de los proyectos de hidrógeno previstos para 2030, 2040 y
2050 y abarca proyectos de hidrógeno para la distribución de gas, el transporte,
las terminales de importación, el almacenamiento, la demanda y la producción.
Esta edición del mapa incluye más de: 120 proyectos de transporte de hidróge-
no, 50 proyectos de distribución de hidrógeno, 60 proyectos de almacenamiento
de hidrógeno, 20 proyectos de terminales y puertos de hidrógeno, 20 proyectos
de demanda de hidrógeno y 160 Proyectos de producción de hidrógeno.
La actualización muestra que la infraestructura es un factor facilitador del
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 347

Figura 7.1.5.2 Mapa de la infraestructura del hidrógeno en Europa .


Fuente: Gas Infrastructure Europe.

desarrollo de la economía del hidrógeno, y no un cuello de botella si se desplie-


ga a escala y a tiempo con el apoyo adecuado a los promotores de los proyectos.
En este sentido, España tiene una gran oportunidad debido a su ubicación
estratégica, ya que se encuentra en un lugar muy adecuado para el desarrollo de
nuevos parques eólicos y fotovoltaicos. Esto permitirá a su vez la creación de
nuevas plantas de producción de hidrógeno renovable, tanto para su uso en el
territorio nacional como para su exportación.
Respecto a su utilización como apoyo en el sistema eléctrico, el hidrógeno
crea vínculos más fuertes entre los flujos de energía eléctrica, gaseosa y líquida,
lo que aporta beneficios que no se reflejan en los costes nivelados.
El sistema energético mundial sigue basándose en los combustibles fósiles,
que se queman directamente o se transforman en electricidad. A medida que
nuestro sistema energético se descarbonice para cumplir el objetivo común de
limitar el calentamiento global, estos combustibles serán sustituidos cada vez
348 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

más por la electrificación. Sin embargo, los sectores difíciles de electrificar se-
guirán necesitando combustibles líquidos y gaseosos, y estos combustibles pue-
den producirse utilizando hidrógeno.
Para desempeñar este papel, los combustibles de hidrógeno deben ser sosteni-
bles. Esto significa que el hidrógeno se producirá a partir de energía renovable
mediante la electrólisis del agua. La presencia del hidrógeno reforzará los vín-
culos en todo el sistema energético al proporcionar un puente entre los medios
de energía eléctrica, gaseosa y líquida. Estos vínculos permitirán a las zonas con
abundante generación de energía renovable satisfacer la demanda energética en
los sectores de la electricidad, la calefacción, la industria o el transporte, don-
de la energía renovable es más limitada. No obstante, supondrán una demanda
adicional para el sector eléctrico.
Históricamente, estos beneficios los han proporcionado los combustibles lí-
quidos y gaseosos, que son intrínsecamente más flexibles y fáciles de gestionar
que la electricidad. Destacando que el sistema energético actual tiene pocas in-
terconexiones entre los diversos vectores energéticos.
Sin embargo, para garantizar el correcto funcionamiento de un nuevo siste-
ma energético basado en energías renovables, se considera necesario fomentar la
interconexión. En este aspecto, el hidrógeno renovable se muestra como uno de
los principales candidatos para solucionar esta posible deficiencia del sistema.
Por todos estos motivos, se considera que el hidrógeno será clave en la descar-
bonización del sector eléctrico, y por ende de otros procesos productivos que con-
sumen combustibles fósiles, ya que garantizará el correcto funcionamiento del
sistema y permitirá cubrir los momentos en los que existan excedentes de ener-
gía renovable, fomentando a su vez la puesta en marcha de nuevas instalaciones.

7.2. Oportunidad para la reconversión de las centrales


térmicas de carbón. Situación actual de las centrales
térmicas de carbón en España

7.2.1 Situación actual


En la actualidad, las centrales térmicas han perdido su peso en España para
garantizar el suministro y la estabilidad del sistema eléctrico, debido a que este
tipo de instalaciones (principalmente las de carbón) cada vez se van acercando
más a sus últimos años de vida.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 349

Según las previsiones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (2021-
2030), antes de 2030 las centrales térmicas de carbón dejarán de ser competiti-
vas debido al aumento en las tasas al CO2, la reducción de costes en las tecno-
logías renovables para la generación eléctrica y el precio relativo del gas. Esta
transición deberá ir acompañada de medidas de apoyo a las localizaciones afec-
tadas por el cierre de las centrales, para garantizar una transición justa.
Según este plan, el desarrollo y la integración de las energías renovables en el
sistema permitirán la descarbonización del sector eléctrico, sustituyendo pro-
gresivamente las tecnologías de generación basadas en combustibles fósiles. La
generación eléctrica renovable en el año 2030 será el 74 % del total, con el ob-
jetivo de alcanzar un sector eléctrico 100 % renovable en 2050. Cabe destacar,
que el borrador de actualización del pniec 2023-2030, ya se marca como obje-
tivo alcanzar el 81 % de energía renovable en la generación eléctrica para 2030,
lo que supone un adelanto en esta transición hacia las energías renovables.
Para ello, es necesario minimizar los vertidos, acoplar la generación y la de-
manda, maximizar el aprovechamiento de la capacidad de red y reducir la nece-
sidad de respaldo a través de las centrales térmicas de carbón y gas. Lo que im-
plica un crecimiento y refuerzo de la red eléctrica, para garantizar un correcto
funcionamiento del sistema.
A corto plazo, ya se han marcado ciertos objetivos como son el cierre de las
minas y centrales térmicas de carbón que no hayan realizado inversiones. Las
centrales nucleares sin planes de reconversión, también tienen su fecha de cie-
rre marcada, lo que probablemente haga cambiar de manera relevante el siste-
ma eléctrico actual, ya que estas son un gran apoyo y deberán ser sustituidas por
otros sistemas con una gran eficiencia y estabilidad en su operación.
Según el Instituto para la Transición Justa, para conseguir estos objetivos cer-
canos se han marcado ciertos criterios fundamentales para garantizar una tran-
sición justa, entre los que destacan:
—Garantizar a los trabajadores que pierdan su empleo en empresas mineras
que cierren, compensaciones adecuadas como una prejubilación o baja in-
demnizada.
—Mantener a corto plazo el empleo para las comarcas mineras a través del
Plan de Restauración de Minas y del Plan de Energías Renovables y Efi-
ciencia Energética y otros planes a desarrollar con los municipios mineros.
—Ofrecer a las comarcas sujetas al cierre de minas, centrales térmicas de car-
bón o centrales nucleares, la implementación de convenios de transición
350 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

con el objetivo de que los cierres no afecten al empleo y a la población al


final del proceso.
Con estos objetivos, los Acuerdos de Transición Justa incluirán herramien-
tas como:
—Garantizar a los territorios afectados el acceso prioritario a una parte o a la
totalidad de la capacidad de evacuación eléctrica, así como el acceso prio-
ritario al uso del agua objeto de concesiones.
—Promover herramientas de política energética como la posibilidad de rea-
lizar subastas específicas de renovables para estos territorios.
—Impulsar el acceso prioritario a la ayuda y los fondos, como el Programa de
apoyo a la inversión industrial productiva (reindus), o a las inversiones
estatales para la conservación y enriquecimiento del patrimonio histórico
y arquitectónico.
—Adoptar las medidas necesarias para impulsar la descarbonización de la
economía con el objetivo de que las centrales de carbón minimicen su (im-
probable) aportación de energía al sistema eléctrico para el año 2030.
Todos estos compromisos gubernamentales muestran una clara oportunidad
para la reutilización de las centrales térmicas, mediante el desarrollo de nuevos
proyectos enmarcados en una transición energética sostenible.

7.2.2. Reconversión de las centrales térmicas


La reconversión de estas plantas implica la transición justa de las centrales
térmicas y su comunidad. Permitiendo formar a los trabajadores del emplaza-
miento para el desarrollo de nuevos puestos de trabajo y consiguiendo mante-
ner el empleo en las instalaciones.
En estos proyectos existe un componente de economía circular, ya que te-
rrenos, edificios e infraestructuras (electricidad y agua) existentes se podrán
reaprovechar para el desarrollo de los mismos, lo que permite a su vez ahorrar
costes y tiempo.
Es habitual que en los alrededores de las centrales térmicas de carbón y gas
se encuentren un gran número de potenciales consumidores, dado que preci-
samente en su momento, la decisión de la instalación de una industria y/o una
planta de producción eléctrica, estaba íntimamente ligado a una relación de
proximidad.
En este tipo de binomios «industria-generador eléctrico», destacan el sector
del acero y el del cemento. Por este motivo, existe una gran oportunidad para
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 351

la reconversión de estas ubicaciones, ya que hay un gran potencial de consumo


cercano.
La transición de las centrales térmicas hacia las energías renovables se puede
afrontar con diversos tipos de proyectos, entre los que destacan las instalacio-
nes de producción de hidrógeno, las instalaciones fotovoltaicas y las centrales
de biomasa; pudiendo utilizarse también ciertos espacios para sistemas de al-
macenamiento, baterías o compensadores síncronos. Además, si tenemos una
masa de agua cercana pueden ser viables proyectos como los hidrotornillos o
parques fotovoltaicos flotantes.
Otro de los aspectos claves para la utilización de estos emplazamientos es el
gran número de empleados formados que se encuentran actualmente trabajan-
do en ellos, a los cuales se les debe garantizar una transición justa, mediante un
plan de formación y capacitación.
Estos mecanismos permitirán mantener el nivel de vida en la zona tanto de
los empleados directos como indirectos, ya que estas instalaciones industriales
generan un gran tejido empresarial en su entorno, el cual se vería gravemente
dañado en el caso de que la instalación cesase su actividad y no fuese sustituida
por ninguna otra.
Los compromisos con la reconversión de los emplazamientos en los que ac-
tualmente se ubican centrales térmicas de carbón y gas se enmarcan en la tran-
sición energética hacia un panorama más sostenible, en el que se reduzcan drás-
ticamente las emisiones de CO2, figura 7.2.2.1.
En la actualidad, China es la principal causante de las emisiones de CO2 a
nivel global. Esto se debe principalmente a sus planes de descarbonización me-
nos avanzados y a la industrialización masiva que han realizado en los últimos
años, posicionándose como uno de los principales proveedores de casi cualquier
material que exista. Por ejemplo, en el caso de los electrolizadores, China tiene
la mayor capacidad de producción a nivel global. En el año 2022 entre China
(27 %), el resto Asia (18 %) y ee. uu. (15 %) representaron el 60 % de las emi-
siones mundiales de CO2, mientras que la Unión Europea fue responsable del
9,8 %.
Pese a que las emisiones asociadas a la producción de las Centrales Térmicas
en Europa no son relevantes respecto a otras regiones del mundo, se debe tener
en cuenta que en el pasado nuestra economía fue la que mayores emisiones ge-
neró, siendo uno de los motivos por los que actualmente nos encontramos en
esta situación.
352 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Figura 7.2.2.1 Emisiones anuales de CO2 por regiones del mundo .


Fuente: Our World In Data.

Figura 7.2.2.2 Emisiones históricas acumuladas de CO2 por regiones del mundo .
Fuente: Our World In Data.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 353

Históricamente Europa es la región que más emisiones de CO2 acumuladas


ha generado, por eso debemos tener un gran compromiso con la transición de
todos los activos hacia una economía más renovable. En concreto, Europa ge-
neró el 33 % (en particular, la Unión Europea el 22 %) de las emisiones globales
a lo largo de los años, figura 7.2.2.2.

7.2.3 Proyectos de hidrógeno ubicados en terrenos de las


Centrales Térmicas
Convertir las actuales instalaciones generadoras de electricidad en nuevas
instalaciones de producción de hidrógeno, permitirán reconvertir los procesos
de los consumidores, efectuando una transición, a su vez, del uso de combusti-
bles generadores de CO2 hacia otros «verdes»; de esa manera se producirá una
mejora de sus objetivos medioambientales, facilitando una transición sostenible
en sus procesos de producción.
Cabe destacar, que existe un gran potencial para futuras exportaciones, de-
bido a las ubicaciones estratégicas de estas centrales térmicas, algunas de las
cuales habitualmente se encuentran cercanas a importantes puertos, que serán
potenciales centros de exportación de hidrógeno y sus derivados («carriers»).
Esto permitirá facilitar el transporte para consumidores que estén localizados
en otras zonas lejanas, ya que el transporte marítimo se está posicionando en el
sector del hidrógeno como uno de los principales medios para largas distancias.
La producción de hidrógeno renovable implicará el desarrollo y la construc-
ción de nuevas instalaciones de energías renovables, principalmente eólica y
solar, las cuales abastecerán estos nuevos sistemas de producción de hidrógeno.
Además, se deberán cumplir las reglas marcadas por el acto delegado, las cuales
establecen unos principios a seguir para garantizar la adicionalidad, correlación
temporal y correlación geográfica de los recursos renovables asociados a las ins-
talaciones de producción de hidrógeno.
Esto fomentará el desarrollo competitivo de las energías renovables en zonas
en las que podrían no llevarse a cabo este tipo de proyectos, si no existiese un
potencial uso o consumidor. Además, como efecto indirecto, gracias al man-
tenimiento del tejido industrial mediante la reconversión de estas centrales, es
probable que aumente el consumo de energía renovable por parte de los consu-
midores de hidrógeno, para descarbonizar completamente sus procesos.
Las centrales térmicas de carbón son emplazamientos en los que ya existe
una industrialización, por lo que se minimizaría el impacto tanto social como
354 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

ambiental que supondría la creación de este tipo de plantas en otros emplaza-


mientos.
De igual modo se produce un efecto positivo a nivel de «economía circu-
lar»; ya que múltiples equipamientos tales como sistemas de aprovisionamien-
to de agua, de vertidos, de conexión a red, etc. serán reutilizados evitando el
fuerte impacto que la construcción de estos equipamientos supondría si hubie-
se que realizarlos desde cero.
Además, la proliferación de este tipo de proyectos de hidrógeno renovable en
esas zonas favorece la visión de las empresas para revalorizar sus activos, lo que
favorece a otro tipo de proyectos que también están ligados con las centrales
térmicas. Un ejemplo claro es el de la Central Térmica de Aboño, actualmente
propiedad de edp y el Grupo Masaveu, la cual procederá al cambio del carbón
por gas natural para poder seguir valorizando los gases siderúrgicos y también
realizar consumos de hidrógeno renovable.
En resumen, estos proyectos contribuyen a los objetivos climáticos, energé-
ticos y medioambientales. Por lo que implican una clara mejora sobre las con-
diciones actuales de las zonas en las que se vayan a reconvertir las centrales tér-
micas de carbón y gas.
Cabe destacar que la concienciación social es uno de los factores claves para el
desarrollo de todo tipo de proyectos y en particular de los proyectos de hidró-
geno, ya que puede limitar o frenar el desarrollo del mismo. Para ello, se deben
realizar tareas de comunicación y divulgación con los habitantes de la zona, ex-
plicando las bondades y los puntos críticos de las instalaciones.
Una de las ventajas de estas ubicaciones es que, al tratarse de zonas con un
gran pasado industrial la población está más concienciada y es más favorable a
apoyar este tipo de proyectos, debido a que gran parte de los habitantes de es-
tas zonas se favorecen directamente del tejido industrial y son empleados por
diversas empresas del área relacionadas con las centrales térmicas. Esto se pue-
de considerar una gran ventaja respecto al desarrollo de proyectos de produc-
ción de hidrógeno renovable en ubicaciones sin un pasado industrial, ya que la
tendencia de los habitantes suele ser la oposición a este tipo de instalaciones.
En este aspecto, las Administraciones tienen un papel fundamental, ya que
se debe informar a la población para que tengan unos conocimientos mínimos
sobre las instalaciones y puedan tomar decisiones basándose en esos datos. Uno
de los problemas actuales es el desconocimiento de gran parte de la población,
lo que crea desconfianza hacia los proyectos y puede ser un factor determinante
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 355

para la puesta en funcionamiento de estos. Motivo por el que muchas empresas


ya se encuentran actualmente realizando planes de divulgación y comunicación,
basados en la transparencia y en el rigor, en diversos sectores sociales.
Cabe destacar, que España tiene una legislación muy exhaustiva para todos
los proyectos industriales, siendo necesarios una serie de trámites y autoriza-
ciones para garantizar el correcto funcionamiento y la seguridad, tanto a nivel
ambiental, como de seguridad, urbanística o de protección contra incendios.
Por estos motivos, se puede asegurar a la población de la zona que este tipo de
proyectos no tendrán consecuencias adversas.
Dependiendo de la ubicación geográfica de las instalaciones, estas pueden
estar asociadas a parques de producción solar y eólicos, lo que a su vez fomen-
tará el desarrollo competitivo de las energías renovables y favorecerá la transi-
ción energética de la zona, permitiendo a sus habitantes disfrutar de una mejor
calidad ambiental.
En el caso de las centrales térmicas de España, la mayoría se encuentran cerca-
nas a la costa (en su momento su ubicación fue determinante tanto por acceso a
un suministro más favorable de combustible, como por cercanía a tejido indus-
trial existente), lo que favorecerá la exportación del hidrógeno o de sus carriers.
Esto es otro factor diferencial, ya que ayudará al mantenimiento del empleo
en los puertos a pesar de la sustitución de los combustibles fósiles. A modo de
ejemplo, un puerto cercano a una central térmica de carbón como puede ser El
Musel en Gijón, dejará de recibir buques con el carbón para la central térmica
de Aboño; pero el desarrollo de un nuevo proyecto de producción de hidróge-
no renovable en la zona, le permitirá posicionarse como un puerto de referencia
para la exportación de este vector energético.
A continuación, se muestran varios corredores marítimos verdes que se espe-
ran desarrollar en los próximos años en Europa. Como se puede visualizar en la
ilustración, figura 7.2.3.1, estos corredores toman como referencia diversos puer-
tos españoles en los que se espera que puedan ser abastecidos de hidrógeno u
otros combustibles sintéticos.
Mediante estas transiciones, no solo se garantiza la transición justa de los em-
pleados de la central térmica, también se tiene un compromiso con el resto de
los sectores afectados por el cierre. Ya que, volviendo al caso del puerto, los em-
pleados que tenían sus empleos asociados a los combustibles fósiles podrán ser
reubicados en nuevos puestos de trabajo asociados a las nuevas oportunidades
de negocio con el hidrógeno renovable.
356 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Figura 7.2.3.1 Corredores marítimos ecológicos dentro y fuera de España .


Fuente: Global Maritime Forum.

Figura 7.2.3.2 Mapa de los corredores de amoniaco verdes anunciados, Nov. 2022.
(Fuente: abs).
A nivel global, ya se han anunciado varios corredores para la importación y
exportación de amoniaco renovable, producido a partir de hidrógeno renova-
ble. A continuación, se muestra un mapa, figura 7.2.3.2, en el que se pueden vi-
sualizar las rutas y los puertos anunciados dentro de estos acuerdos.
Como se puede visualizar, en el mapa aparece la red europea de corredores
verdes, de cuya infraestructura se podrán aprovechar las instalaciones ubicadas
en antiguas centrales térmicas de carbón, las cuales suelen tener una fácil cone-
xión con los puertos.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 357

Figura 7.2.3.4 Infografía proyecto Green H2 Los Barrios (Fuente: edp).

Otro factor clave es la infraestructura eléctrica, debido a que estas centrales


térmicas se encuentran en un entorno perfectamente conectado por la red eléc-
trica, garantizando así una posible utilización de esta capacidad para los nue-
vos proyectos. Además, se evitan costes asociados a la realización de proyectos
eléctricos en los que se tenga que aumentar los kilómetros de red para garanti-
zar el suministro, con los problemas asociados que se han descrito en apartados
previos de este capítulo.
En el hipotético caso de que parte del hidrógeno renovable se utilice para
blending (inyección de H2 en la red de gas natural) estas instalaciones se sue-
len encontrar cercanas a la red. Lo que además de facilitar la inyección, también
permite reducir costes e inconvenientes sociales asociados a la creación de nue-
vos gasoductos, en la fase temprana de los proyectos; ya que posteriormente el
objetivo es el desarrollo de una red única y troncal de hidroductos en Europa.
Además, en cierta medida ayudará a descarbonizar los procesos en los que se
utilice ese gas natural, ya que un porcentaje del mismo provendrá de hidróge-
no renovable.
La figura 7.2.3.4 muestra un ejemplo práctico de lo que supone la transición
de una central térmica y su utilización para albergar un proyecto de producción
de hidrógeno renovable.
358 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

El proyecto Green H2 Los Barrios (Cádiz, Andalucía) desarrollado por edp,


permitirá descarbonizar las industrias locales, aprovechando las infraestructuras
existentes. Enfocado en la transición justa de una central de carbón y su comuni-
dad, este proyecto garantizará la transición hacia un ecosistema más renovable.
La compañía edp se está posicionando como una de las líderes en España en
cuanto a la transición justa de sus centrales térmicas, ya que tanto los proyectos
«Green H2 Los Barrios», «Asturias H2 Valley» y «GH2 Soto» se encuen-
tran en este tipo de emplazamientos; abriendo el camino a otras compañías y
demostrando las posibilidades futuras que tienen este tipo de ubicaciones. Cabe
destacar, que esta estrategia de edp no solo se limita a sus Centrales Térmicas de
España, si no que se está desarrollando globalmente tanto en lo que se refiere a
otras ubicaciones, como al desarrollo de otras tecnologías (por ejemplo sistemas
de almacenamiento en las propias ubicaciones de las centrales).
Todas las ventajas que tiene el desarrollo de estos proyectos en terrenos de
centrales térmicas se pueden visualizar en la infografía. Destacando la posibi-
lidad de exportación por vía marítima del hidrógeno, el desarrollo de un auto-
consumo fotovoltaico y el reaprovechamiento de ciertas infraestructuras y te-
rrenos del emplazamiento.
Todos estos factores contribuyen a que los emplazamientos de las centrales
térmicas de carbón y gas que irán cesando su actividad en el futuro, sean reuti-
lizados para proyectos de producción de hidrógeno renovable y otros proyec-
tos renovables, los cuales garantizarán la transición energética hacia un sistema
renovable y la transición justa de las zonas afectadas por el cierre de las centra-
les térmicas.

7.3. Seguridad y estabilidad del suministro eléctrico. Gestión


y planificación del mercado eléctrico en España

7.3.1 Gestión del mercado eléctrico


En la península ibérica el Grupo omi (formado por omie, omiclear, omip
y omel) es el encargado de gestionar los mercados energéticos, asumiendo por
tanto el correcto funcionamiento del mercado portugués y español de acuerdo
a los criterios de funcionamiento que marca la Unión Europea.
omie es el encargado de gestionar los mercados eléctricos diarios e intradia-
rios para España y Portugal. Estos mercados permiten la generación de precios
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 359

de manera competitiva, pública y transparente para todos los agentes, asegu-


rando que puedan comprar y vender en condiciones de igualdad y permitiendo
realizar ajustes conforme a sus necesidades de producción y consumo hasta una
hora antes de la entrega de energía.
En el año 2022 se gestionaron un total de 258 TWh, lo que supone un volu-
men económico de 51.149 millones de euros. De los cuales, aproximadamente
el 80 % correspondieron al área español y el 20 % restante a Portugal.
En la actualidad, el mercado engloba a 1.342 agentes, divididos en producto-
res, comercializadoras y consumidores directos. En concreto, 574 son produc-
tores, 521 comercializadoras y 247 consumidores directos.
Respecto a los precios del mercado eléctrico durante el año 2022, estos con-
tinuaron creciendo en ambos países. El principal motivo de este crecimiento es
el aumento de los precios de combustibles en Europa, por la crisis energética
asociada a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
El precio medio fue de 167,52 €/MWh para España y 167,89 €/MWh para
Portugal, lo que resultó en una diferencia de precio inferior a 1 €/MWh en el
97,4 % de las horas. Sin embargo, la interconexión con Francia solamente fue
menor a 1 €/MWh en el 27,3 % de las horas; siendo el precio medio del país ga-
lo de 275,9 €/MWh (media aritmética de precios horarios del mercado diario
(sdac)).
En la actualidad, las exportaciones desde España han aumentado, principal-
mente con el sistema eléctrico francés. Alcanzándose 21 TWh exportados en
2022, lo que supone un récord histórico hasta la fecha. Esto ha aumentado la
energía final programada en los mercados por las unidades de producción, prin-
cipalmente el ciclo combinado, el carbón y la solar; debiéndose las dos primeras
a su competitividad en precios y la última al aumento de la potencia instalada
en el territorio nacional.
Este mercado eléctrico se gestiona en España mediante diferentes mecanis-
mos. El mercado diario europeo, también conocido como Single Day-Ahead
Coupling (sdac), permite a los agentes realizar ofertas de compra y venta de
energía para las 24 horas del día siguiente, ver figura 7.3.1.1.
Diariamente, a las 12:00 h cet se lleva a cabo la subasta para determinar el
precio y el volumen de electricidad para cada hora del día siguiente, utilizando
el modelo marginalista acordado por todos los mercados europeos. En concre-
to, el sdac permite el comercio de electricidad integrado para el día siguiente
en toda Europa.
360 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Figura 7.3.1.1 Gestión mercado diario en España (Fuente:omi).

Cuando el mercado diario finaliza, pasan a primer plano los mercados intra-
diarios. En estas subastas los agentes pueden ajustar sus programas de produc-
ción y consumo en función de las necesidades que tengan en tiempo real. En la
actualidad, este mercado está formado por 6 sesiones, las cuales tienen diferen-
tes horizontes de programación para las áreas de precio de España y Portugal.
A nivel europeo, este mercado intradiario se conoce como Intraday Coupling
(sidc) y permite dar flexibilidad a los agentes para que puedan modificar su
posición en el mercado, con márgenes de hasta una hora respecto al tiempo re-
al, lo que permite optimizar y minimizar los posibles desajustes y costes. Por
ejemplo, la generación eólica es una parte muy relevante de este tipo de opera-
ciones para corrección de desvíos en la última hora de negociación previa a la
entrega de energía.
La generación con fuentes de energía renovable ha creado una creciente vola-
tilidad en los mercados, por lo que los diferentes agentes se han visto obligados
a buscar una cobertura del riesgo de precio. En este escenario, los mercados a
plazo son la principal herramienta para asegurar las inversiones y mitigar ries-
gos, asociados a fluctuación en los costes y la negociación de compra y venta de
electricidad.
En la península ibérica, omip es la encargada de realizar estas gestiones a lar-
go plazo, ya que mediante su plataforma los clientes pueden negociar contratos
estándar. Esto genera un beneficio, permitiendo obtener ventajas de la liquidez
y transparencia del mercado, además de asegurar el anonimato en la negocia-
ción.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 361

Para aumentar la transparencia en la contratación bilateral, existe un servi-


cio de registro en bolsa de las operaciones que garantiza las características de un
mercado regulado. Además, se ofrecen precios de referencia, los cuales sirven
como indicadores para cualquier actividad económica y garantizan la transpa-
rencia del sistema.
A continuación, se muestran los diversos componentes que forman el pre-
cio final al que el consumidor paga la electricidad. En la siguiente ilustración,
se analizan los precios desde enero hasta diciembre de un año de referencia; en
donde la línea hace alusión a la demanda en TWh y las barras hacen referencia
al precio en €/MWh, figura 7.3.1.2.

Figura 7.3.1.2 Componentes del precio final medio del sistema eléctrico español en un año
de referencia. Demanda nacional (Fuente: omi).

Como se puede visualizar, existen diferentes mecanismos para garantizar la


solvencia y el correcto funcionamiento del sistema eléctrico español. Todo ello,
permite garantizar que el sistema no sufra caídas inesperadas y tenga un su-
ministro estable para garantizar el desarrollo de las actividades económicas de
nuestro país.

7.3.2 Calidad y garantía del suministro eléctrico:


A la hora de definir la calidad de un suministro eléctrico se pueden establecer
diferentes niveles de flexibilidad, clasificadas según tensión, potencia y energía.
Respecto a la tensión, se debe tener capacidad a corto plazo para mantener
los voltajes de las redes, dentro de límites predefinidos, estos periodos son de
un rango entre segundos y minutos.
362 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Las necesidades en cuanto a potencia implican un equilibrio a corto plazo


entre la fuente de alimentación y la demanda de energía, un requisito de todo
el sistema para mantener la estabilidad de frecuencia, desde periodos de frac-
ciones de segundos hasta la hora.
La flexibilidad respecto a la energía implica un equilibrio a medio y largo pla-
zo entre el suministro de energía y la demanda de energía, desde periodos de
horas hasta años, siendo imprescindible el almacenamiento para estos procesos,
si los valoramos en términos de eficiencia y responsabilidad.
En el sistema actual español la energía nuclear se podría considerar la base de
este, debido a las complicaciones que supondría parar una planta si no se con-
sigue vender en el mercado su producción. Por lo tanto, esta generación suele
salir a precio cero y se casa al precio de mercado que se marque en ese día.
En parte debido a la integración de las energías renovables, se debe tener la
posibilidad de realizar adaptaciones en momentos en los que la previsión no
sea igual a la generación. Para ello existe el mecanismo de ajuste, el cual permite
adaptar la producción en estos momentos. Por ejemplo, si un parque eólico ha-
bía casado su producción en base a unas referencias de vientos y estas cambian
o se produce algún tipo de indisponibilidad técnica al aproximarse a la hora de
venta, se necesitará de algún otro tipo de ajuste para que el sistema general si-
ga teniendo estabilidad. En esos instantes, es cuando se aumenta la producción
mediante cogeneración, ciclos combinados de gas natural o utilizando carbón.
Como se puede visualizar en la figura 7.3.2.1, únicamente se incluye el último
periodo del año debido a que es la época en la que la generación renovable es
más escasa; aquí es donde entra el papel del hidrógeno en el sistema, ya que se
prevé que a futuro permita el almacenamiento de energía del primer semestre
del año para su uso en el segundo.
En los últimos años, debido a la escasez del suministro de gas ruso y otros
factores como son la escasez de hidroeléctrica y nuclear en Europa; se alcanza-
ron precios máximos históricos de electricidad. Esto también afectó a los mer-
cados de commodities, aumentando la cotización del petróleo Brent, el ttf, el
mibgas y el carbón respecto a años anteriores.
Este encarecimiento de los combustibles fósiles, evidentemente afectó al pre-
cio de la electricidad, lo que supuso un gran impacto para la mayoría de los sec-
tores económicos de la Unión Europea. Asociado a esta situación, se registró
un aumento de la inflación, que afecta al crecimiento económico y dificulta el
acceso a crédito.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 363

Figura 7.3.2.1 Liquidación mensual del mecanismo de ajuste en un año de referencia. Cobro
mensual instalaciones por tecnología (Fuente: omi).

Para intentar mitigar estos impactos, las autoridades europeas lanzaron una
serie de medidas que buscan acelerar la transición y fomentar la independencia
energética del continente. Entre ellas, destaca el plan Repowereu, el cual se pu-
so en marcha en mayo de 2022 con los objetivos principales de ahorrar energía,
producir energía limpia y diversificar el abastecimiento energético.

7.4. El papel del hidrógeno en el sistema eléctrico


El almacenamiento de energía es un elemento clave para garantizar la segu-
ridad y estabilidad de un mercado eléctrico renovable, ya que en los días en los
que la producción renovable cubre la demanda, los vertidos son reducidos, pe-
ro cuando se produce una valor mucho más alto en producción disponible que
la demanda existente, aparece el conocido efecto «curtailment», y los gene-
radores se ven obligados a detener su posible producción, «perdiendo» una
energía existente y que no tendría coste de generación; es en estos momentos,
que se prevé aumenten enormemente en el futuro, en los cuales se espera que se
desarrollen diversos sistemas de almacenamiento que permitan aprovechar esta
energía renovable y evitar los vertidos.
Entre los sistemas de almacenamiento, en la actualidad destacan el bombeo, las
baterías y los sistemas Power to X. El bombeo se puede distinguir entre puro y mix-
to; en el primero de los casos tiene un límite ajustado a la capacidad de almacena-
miento, mientras que en el mixto únicamente está limitada la potencia. Otro sis-
tema de almacenamiento son las baterías, las cuales se utilizan para periodos más
364 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

cortos, ya que cargan cuando hay vertidos y descargan en el siguiente periodo en el


que fuese necesario, no siendo muy rentables para almacenamientos a largo plazo.
El tercero de los sistemas de almacenamiento más destacados son los procesos
de conversión que se utilizan para almacenar energía, conocidos como Power
to X (P2X), los cuales se pueden dividir en varios subgrupos dependiendo de la
utilidad de la energía; entre los que destacan el hidrógeno (P2H2), el gas (P2G)
y el calor (P2H).
En concreto, nos vamos a centrar en la tecnología Power to Hydrogen
(P2H2), mediante electrólisis del agua, la cual permitirá aprovechar los perio-
dos de vertidos. Siendo algunos de los potenciales usos la generación de electri-
cidad (mediante turbinas de gas, pilas de combustibles y motores), la inyección
en la red de gas natural mediante un blending del 5 % v/v, la generación de ca-
lor por combustión directa de mezclas de hidrógeno y gas natural para uso re-
sidencial, la movilidad y el uso industrial.
Una de las principales ventajas del hidrógeno como almacenamiento es su
amplio rango de aplicación, ya que permite realizar almacenamientos en pe-
riodos que van desde las horas hasta los meses, con potencias nominales desde
los kW a los gw; lo que hace que sea una pieza fundamental a futuro para ga-
rantizar la seguridad y estabilidad del suministro eléctrico. Esto se debe a que
el hidrógeno se puede almacenar y utilizar con gran versatilidad en diferentes
aplicaciones, como combustible, materia prima, transportador de energía y so-
lución de almacenamiento.
Las distintas tecnologías de almacenamiento de hidrógeno presentan diver-
sas ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, el hidrógeno comprimido o licuado
presenta un alto contenido gravimétrico pero una baja densidad volumétrica.
Otro caso es el de los combustibles verdes, los cuales ofrecen un equilibrio entre
ambos, pero su generación exige una gran cantidad de energía. Esto hace que
decidir la tecnología de almacenamiento adecuada conlleve realizar un análisis
exhaustivo, pero también permite tener un amplio rango de tipos de almacena-
miento en función de las características que más nos convengan para cada caso.
Los análisis estiman que en el año 2040, con un sistema 100 % renovable se
requerirá «trasladar» grandes volúmenes de energía entre estaciones, princi-
palmente del primer semestre del año al segundo, por lo que se necesita una so-
lución tecnológica que resuelva el almacenamiento estacional.
En la figura 7.4.1 se puede visualizar la evolución de la generación eléctrica
en España, con una clara tendencia hacia el desarrollo de energías renovables, .
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 365

Figura 7.4.1 Evolución de la generación eléctrica en España (Fuente: idae).

Figura 7.4.2 Movimiento de energía estacional en un sistema 100 % renovable.

Cabe destacar, que el hidrógeno permite acoplar las renovables eléctricas con
otros sectores energéticos, ya que su consumo directamente en la industria per-
mite absorber de forma masiva los vertidos de energía renovable, sin necesidad
de grandes almacenamientos.
Por lo tanto, el almacenamiento para un balance diario se podría solucionar
mediante baterías y la gestión de la demanda, pero para el balance estacional se
deberán integrar en el sistema almacenamientos como el hidrógeno, el power
to gas, el bombeo u otras nuevas tecnologías.
En la figura 7.4.2 se muestra como un sistema 100 % renovable requiere mo-
ver grandes volúmenes de energía entre estaciones, de primavera-verano a oto-
ño-invierno, para lo cual se requiere una solución tecnológica que lo resuelva,
ya que el bombeo y las baterías tienen ciclos diarios o de pocos días.
A continuación, se muestra una ilustración en la que se puede visualizar la in-
tegración de fuentes de energía renovable y los vertidos previstos en el escenario
con la red de transporte planificada para 2026, figura 7.4.3.
366 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Figura 7.4.3 Integración de generación de fuentes renovables y vertidos en el escenario con


la red de transporte planificada para 2026 (Fuente: Red Eléctrica de España).

Como se puede visualizar en la ilustración, se prevé que exista un vertido re-


novable de aproximadamente 6.500 GWh/año, lo que supone una pérdida de
energía considerable que podría ser utilizada si se integrase el sistema con apli-
caciones con capacidad de almacenamiento a largo plazo, como puede ser el ca-
so del hidrógeno renovable.
España se posiciona como uno de los principales productores de hidrógeno
renovable principalmente por su competitividad en el precio de la electricidad.
Cabe destacar, que esta electricidad debe proceder de fuentes de generación re-
novable, pero esto no supone un problema, ya que se cuenta con un gran po-
tencial de desarrollo en nuestro país para instalaciones eólicas y fotovoltaicas.
Lo que puede permitir incluso un posicionamiento como exportador al res-
to de países de la Unión Europea, ya que la producción de hidrógeno renovable
en otros puntos del continente se prevé que sea más costosa. Además, España
cuenta con infraestructuras muy desarrolladas, como son los puertos, que po-
drán ser utilizados para la exportación de este vector energético y sus derivados
por vía marítima.
Actualmente las instalaciones de producción de hidrógeno renovable son
pocas a nivel mundial, pero España se está posicionando como un líder para el
desarrollo de proyectos en los próximos años. Una muestra de ello es el certifi-
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 367

Figura 7.4.4 Precios medios de referencia de la electricidad en las áreas de precio en


Europa*(Fuente: omi). (*) Media aritmética de precios horarios del mercado diario (sdac).

cado ipcei (Proyecto Importante de Interés Común Europeo) Hy2Use, en el


cual se seleccionaron tan solo 37 proyectos y España tiene 7 de estos.
Todos estos motivos, plantean un escenario muy optimista para el desarrollo
de proyectos viables en España, por lo que existe una gran oportunidad para ser
líderes en esta tecnología y posicionarse como uno de los principales hubs de
hidrógeno renovable en Europa.
368 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

7.5. Combustión de hidrógeno en turbinas

7.5.1 Situación actual del mercado


En la actualidad, los principales suministradores de turbinas de gas natural
se encuentran trabajando exhaustivamente para el desarrollo de quemadores
capaces de utilizar mezclas de hasta el 100 % de H2 para dar flexibilidad a las
máquinas, es decir, que puedan funcionar tanto con un 100 % de gn como un
100 % de H2 o cualquier mezcla intermedia.
Las turbinas actuales, en general, ya podrían, sin modificaciones, usar un
combustible que tuviese entre un 5 y 15 % (en volumen) de hidrógeno sin nece-
sidad de cambios importantes, superar ese valor ya requiere desarrollo tecnoló-
gico e inversión. Cabe destacar, que diversos tecnólogos ya ofrecen quemadores
con flexibilidades de la mezcla; y esperan alcanzar el 100 % en 2030. No obs-
tante, el cambio de los quemadores no es la única inversión que se debe realizar
para la conversión de una central existente, ya que se necesita mucha inversión
adicional en el resto de la planta.
Por ello, la adaptación para el funcionamiento a plena carga de hidrógeno de
las turbinas actuales es algo que resultaría difícil. En el futuro se puede prever
una utilización de turbinas pequeñas en emplazamientos concretos donde sea
barato generar el hidrógeno y no haya otro uso más adecuado, o ciclos de los
actuales quemando porcentajes limitados de gas si se produce algún excedente.
Algo que es prácticamente seguro en estos equipos, es que las nuevas máquinas
incluirán la posibilidad de utilizar hidrógeno en mayores porcentajes.
Europa está mostrándose muy ambicioso respecto al uso del hidrógeno y en
su nuevo paquete de estrategia «Fit for 55» ya prevé alinear la legislación para
la descarbonización del sistema energético, con hitos en 2030 y 2050. Además,
se espera que el aumento de los precios de emisiones en el sistema de la Unión
Europea y la eliminación del carbón del sistema sean los principales impulsos
para la utilización de este vector energético renovable.
Cabe destacar, que a priori los usos del hidrógeno renovable se centran más
en sectores que son difícilmente descarbonizables, pero siempre es una buena
ayuda tener una diversidad de consumidores para garantizar la viabilidad de los
proyectos. Ahí es donde entra el papel importante del desarrollo de las turbinas
y su adaptación para el consumo de hidrógeno, ya que estas deberán seguir en
funcionamiento por lo menos a corto plazo para garantizar la estabilidad del
sistema, aportando generación síncrona, para garantizar el citado sincronismo,
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 369

algo de lo que carece la generación renovable solar y eólica. Cabe destacar, que
la mayoría de los proyectos de hidrógeno renovable comparten o están muy cer-
canos a este tipo de instalaciones, lo que supone un gran beneficio, ya que eli-
mina los costes e impactos asociados al transporte de gases.
Por todos estos motivos, parece que la utilización de hidrógeno en las turbi-
nas sería un «win-win» para ambas tecnologías, ya que prolongaría la vida de
las turbinas permitiendo que transicionen hacia el consumo de un vector ener-
gético renovable; y además favorecería el desarrollo de proyectos de hidrógeno
renovable, ya que estas instalaciones podrían consumir parte de la producción
generada, aunque nunca, como hemos dicho la combustión de H2 deberá su-
poner el fin principal de operación de una turbina.

7.5.2 Principales proyectos en desarrollo


En la actualidad, la mayoría de fabricantes de turbinas ya están desarrollan-
do proyectos de innovación para adaptar sus equipos a la situación futura, en la
que se prevé que el hidrógeno tenga un importante peso para estas tecnologías.
HyFlexPower es uno de los proyectos que se encuentran en desarrollo ac-
tualmente, siendo la primera instalación industrial del mundo en introducir
un demostrador de hidrógeno integrado. Este proyecto ubicado en Francia es
un consorcio entre engie Solutions, Siemens Energy, Centrax, Arttic, el Cen-
tro Aeroespacial Alemán (dlr) y cuatro universidades europeas, figura 7.5.2.1.

Figura 7.5.2.1 Esquema del proyecto HyFlexPower (Fuente: HyFlexPower).

Su principal objetivo es la demostración de que el hidrógeno renovable puede


ser un medio de almacenamiento de energía flexible, que podrá utilizarse para
370 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

alimentar una turbina industrial. El proyecto consta de un sistema de electróli-


sis mediante el cual se produce el hidrógeno renovable, que posteriormente es
utilizado en la turbina de gas (15 mw) con una mezcla de 30 % de hidrógeno y
70 % de gas natural. Por ahora esto son los objetivos a corto plazo, aunque se
han marcado el reto de continuar con las pruebas para aumentar la proporción
de hidrógeno renovable hasta alcanzar el 100 %.
Cabe destacar, que la disponibilidad a gran escala de hidrógeno renovable
no es una realidad actual, aunque se espera que en los próximos años aumente
la capacidad mundial de producción exponencialmente. Por ello, este proyec-
to se centra en realizar comprobaciones y estudios con nuevas tecnologías que
permitan en un horizonte más lejano, previsiblemente después de 2030, tener
un nuevo mercado potencial para el hidrógeno renovable que se produzca en
nuestro continente, y en particular centrándose en los aspectos comentados,
como son aportar sincronismo al sistema y/o consumir el H2 generado en ex-
ceso.
La generación de electricidad renovable es la solución que existe para redu-
cir las emisiones de CO2 y conseguir una transición energética sostenible, pero
energías renovables como el viento y el sol sufren desequilibrios respecto a la
oferta y demanda, como se vio en apartados anteriores de este capítulo. Por es-
te motivo, los proyectos que plantean utilizar hidrógeno renovable en turbinas
son tan relevantes, ya que esta energía renovable sobrante en algunos momen-
tos se podrá almacenar en forma de hidrógeno; y posteriormente ser utilizada
en momentos de escasez, mediante la utilización de este vector energético como
combustible en turbinas que generarán electricidad y garantizarán el correcto
funcionamiento del sistema eléctrico.
El principal reto actual es precisamente la tecnología, ya que las turbinas
no han conseguido funcionar todavía a una escala industrial únicamente utili-
zando hidrógeno como combustible, por lo que aunque este vector energético
empiece a ganar peso en estas instalaciones, por ahora sigue siendo necesario
utilizar gas natural en la producción. Lo que nos lleva a una descarbonización
parcial y no total, por lo que puede servir para cumplir los objetivos a corto pla-
zo, pero sería un método que no cumpliría objetivos en el largo plazo.
Evidentemente la solución de la combustión de H2 en turbinas de gas debe-
rá tener unos costes comparables o menores a la combustión de biometano o
a procesos asociados de combustión de gn habitual con captura de CO2, que
son neutros en generación de CO2.
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 371

Figura 7.5.2.2 Esquema de sistema energético futuro con la integración del hidrógeno
renovable (Fuente: Siemens Energy).

Se espera que el desarrollo tecnológico de las próximas décadas sea clave para
la descarbonización de la mayoría de los sectores y para la introducción del hi-
drógeno renovable en el sistema. Es por ello, que muchas empresas ya están de-
sarrollando planes estratégicos muy ambiciosos enfocados en este vector ener-
gético. Un claro ejemplo es Siemens Energy, que se está enfocando en realizar
ensayos en sus centros de pruebas (destacando sus instalaciones de la localidad
sueca de Finspång) para conseguir transicionar su tecnología hacia un modelo
más sostenible que permita la utilización de hidrógeno.
Precisamente, es en este centro donde están desarrollando el proyecto de inves-
tigación denominado Zero Emission Hydrogen Turbine Center (zehtc), en co-
laboración con otros socios internacionales. En el cual se ha creado una planta de
demostración para desarrollar un sistema energético flexible y sostenible, que per-
mita conectar las turbinas de gas con el hidrógeno, la generación de energía reno-
vable y el almacenamiento; obteniendo datos muy valiosos para hacer soluciones
industriales que permitan acelerar la descarbonización energética, figura 7.5.2.2.
Como se puede visualizar, las turbinas de gas pueden seguir teniendo un
papel importante si consiguen transicionar hacia la utilización de hidrógeno
renovable, ya que podrían mantener su papel en el sistema para proporcionar
equilibrio a la producción intermitente de energías renovables debido a su fle-
xibilidad y a sus cortos tiempos de arranque.
372 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Así lo ha ratificado la Agencia Internacional de la Energía (iea), la cual ha in-


dicado que se espera que estas tecnologías mantengan un papel importante en
la flexibilidad de la red eléctrica en un contexto de desarrollo sostenible.

7.5.3 ¿Qué modificaciones son necesarias?


Las modificaciones necesarias para que una turbina pueda utilizar hidróge-
no dependerán del modelo, su antigüedad y las características de la instalación.
Aunque es necesario realizar un estudio previo para que se pueda definir correc-
tamente el alcance de los trabajos a realizar, muchos modelos de generaciones
anteriores necesitaran utilizar quemadores de baja emisión en seco, conocidos
como Dry Low Emission (dle), los cuales permitirán utilizar mayores cantida-
des de hidrógeno en la mezcla.
Este alcance de las modificaciones necesarias, también dependerán de la can-
tidad de hidrógeno que se desee utilizar, ya que evidentemente no será necesa-
rio realizar tantas adaptaciones si se utiliza un porcentaje bajo, pero estos cam-
bios deberán ser mayores a medida que el hidrógeno vaya ganando peso en la
mezcla. Además, se deberán tener en cuenta factores como los componentes
del combustible ya utilizado, el perfil de funcionamiento o los equipos auxi-
liares existentes; ya que evidentemente esto aumentará el coste asociado a la
instalación y muchos de los equipos pueden no ser aptos para concentraciones
elevadas de hidrógeno, ya que recordemos que este gas tiene unas característi-
cas muy específicas.
En concreto, el hidrógeno es un gas inflamable, el cual se enciende y arde rápi-
damente con una relación combustible / aire mucho mayor que el gas natural, lo
que implica que el diseño de los equipos auxiliares deberá estar adecuado a estas
características. A continuación, se muestra una gráfica en la que se puede visuali-
zar el rango de inflamabilidad del hidrógeno y otros combustibles, figura 7.5.3.1.
Como se puede visualizar, el rango de inflamabilidad va desde el 4 % al 75 %,
lo que implica que el hidrógeno mezclado con aire (oxígeno) en esas propor-
ciones es inflamable. Esto genera un riesgo mayor para la instalación que la uti-
lización de otros combustibles, ya que además se debe tener en cuenta la peli-
grosidad del hidrógeno debido a su difusividad, densidad y energía mínima de
ignición. La energía mínima de ignición del hidrógeno es muy baja, lo que im-
plica que una chispa podría provocar la ignición; debido al pequeño tamaño de
sus moléculas su difusividad es mucho mayor que la de otros gases, por lo que
existe una mayor posibilidad de fugas, especialmente en puntos críticos como
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 373

Figura 7.5.3.1 Rango de inflamabilidad del hidrógeno y otros combustibles.


Fuente: HyResponder.

pueden ser las soldaduras; y debido a su baja densidad el hidrógeno tiene una
alta flotabilidad, lo que es clave en su seguridad, siendo su densidad aproximada-
mente 14 veces inferior a la del aire. Todos estos factores hacen que la sustitución
del gas natural por hidrógeno sea un procedimiento que requiere un estudio ex-
haustivo de los impactos asociados en toda la instalación, además de los aspectos
destacados en mecanismos de seguridad, se deberán analizar los impactos en los
componentes de turbina de alto costo, como son aquellos que usan materiales
con recubrimiento tbc (Thermal Barrier Coating), y cuya duración determina
un valor muy importante en el coste final del mwh eléctrico producido.
Además, se deberá tener en cuenta que las medidas de seguridad complemen-
tarias de la instalación se deberán adaptar a la utilización de este gas. Por ejem-
plo, se deberá dotar a la instalación de nuevos sistemas de detección y mitiga-
ción para garantizar una total seguridad de la planta. También se deberá evaluar
la recalificación y clasificación atex de la instalación en virtud del nuevo rango
de peligrosidad.
Aunque todos estos datos puedan parecer desalentadores, cabe destacar que
a día de hoy muchos de los fabricantes ya disponen de turbinas con capacidad
de quemar porcentajes de hidrógeno y están trabajando por aumentar estos
rangos. Uno de esos ejemplos son las turbinas de Siemens Energy, las cuales se
muestran en la siguiente ilustración, figura 7.5.3.2.
Como se puede apreciar, estos modelos de turbinas tienen la capacidad de
quemar hasta el 75 % de hidrógeno en una mezcla con gas natural, salvo el mo-
374 rafael cabañeros robles y carlos morilla losada §7

Figura 7.5.3.2 Contenido de hidrógeno utilizable en las turbinas de Siemens Energy (Fuente:
Siemens Energy).

delo sgt-750 que tiene una capacidad algo inferior. Se espera que en los próxi-
mos años aumente el porcentaje de hidrógeno que se pueda utilizar en estas tur-
binas, con el objetivo de alcanzar la posible utilización del 100 % de hidrógeno.
El aumento de los niveles de hidrógeno como combustible para las turbinas
ofrece diversas ventajas, entre las que destacan un ahorro de costes y una reduc-
ción de emisiones. El ahorro de costes se entiende principalmente enfocado ha-
cia instalaciones donde ya exista una producción de hidrógeno gris (mediante
reformado de gas natural) en las que se pueda utilizar para alimentar a las turbi-
nas, reduciendo así los costes operativos y la huella de carbono global. Respec-
to a la reducción de emisiones, es evidente que si se implanta la utilización de
hidrógeno renovable se conseguirá una gran reducción de las emisiones, ya que
estamos sustituyendo un combustible fósil por un vector energético renovable.
Otro de los principales objetivos asociados a la modernización de las turbinas
es el aumento de la eficiencia, ya que esto reduce el consumo de combustible y
las emisiones asociadas.
Por todos estos motivos se considera que es viable que en un corto plazo las
turbinas comiencen a operar con ciertos porcentajes de hidrógeno y que a me-
dio o largo plazo consigan operar con un 100 % de hidrógeno. Aunque para que
esto sea una realidad, deberá desarrollarse paralelamente la economía del hidró-
geno renovable en los diversos países donde se prevé que sustituya al consumo
el hidrógeno en la descarbonización del sector eléctrico 375

de gas natural para las turbinas, ya que si no existe una gran disponibilidad de
este vector energético será muy difícil realizar una transición a gran escala de
este tipo de tecnologías; las cuales tienen como uno de sus objetivos principales
garantizar el correcto funcionamiento y la solvencia del sistema eléctrico, por
lo que si no existe una producción estable del combustible que se consumiría
en las turbinas, en este caso hidrógeno renovable, las turbinas carecerían de esa
condición que les aporta seguridad para dar apoyo al sistema.
el hidrógeno en la industria química y del refino 377

8.

El hidrógeno en la industria química y del refino

Francisco Blanco Alvarez


8.1. Usos industriales del hidrógeno
El hidrógeno se utiliza como materia prima en el refino de petróleo, la fabri-
cación de fertilizantes y productos químicos, entre otras industrias. En España,
se consumen alrededor de 500.000 toneladas de hidrógeno anualmente, prin-
cipalmente de tipología gris. La práctica totalidad de este consumo se produce
en las plantas de fabricación de amoniaco y en las refinerías. El potencial para
impulsar el consumo de hidrógeno verde en España, a corto y medio plazo, está
en sustituir el consumo de hidrógeno gris por verde en las industrias indicadas
y en la producción de metanol como molécula portadora de hidrógeno para su
utilización como combustible en el sector naval. Todo ello en tanto se desarro-
lla la introducción del hidrógeno como combustible en el sector transporte.
Como hemos indicado, en la industria destacan tres campos de aplicación:

8.1.1 Industria del refino


El sector del refino del petróleo representó la primera fuente de demanda
de hidrógeno en el año 2022 alcanzando una cifra de más de 41 Mt, superan-
do su máximo histórico de 2018. Alrededor del 80 % del hidrógeno utilizado
se produjo in situ en las propias refinerías, el 55 % de la demanda resultó de la
producción exclusiva de hidrógeno y el resto se produjo como subproducto de
diferentes operaciones, tales como el craqueo de nafta. Menos del 1 % del hi-
drógeno utilizado en las refinerías en 2022 se produjo mediante tecnologías de
bajas emisiones. El 20 % restante procedió de hidrógeno comercial, producido
externamente, en su mayor parte, a partir de combustibles fósiles. La produc-
ción de hidrógeno para su uso en refinerías generó entre 240 y 380 Mt de CO2
emitidas a la atmósfera en 2022.
En la figura 8.1.1.1 se muestra el uso de hidrógeno por región y fuente de hi-
drógeno para el refino, datos históricos y en el Escenario de Emisiones Netas
Cero al 2050, 2019-2030.

— 379 —
380 francisco blanco alvarez §8

Figura 8.1.1.1- Uso de hidrógeno por región y fuente de hidrógeno para refinación, histórico y
en el Escenario de Emisiones Netas Cero al 2050, 2019-2030. Fuente: Global Hydrogen Re-
view 2023. International Energy Agency (iea).

El hidrógeno es empleado en las refinerías en distintos procesos entre los que


se pueden citar el hidrotratamiento y el hidrocraqueo.
El hidrotratamiento se utiliza para eliminar impurezas, especialmente azu-
fre, proceso denominado de hidrodesulfuración (hds), el cual representa una
gran proporción del uso de hidrógeno en las refinerías a nivel mundial. Hoy en
día, las refinerías eliminan alrededor del 70 % del azufre contenido en los pe-
tróleos crudos mediante este proceso.
A medida que aumentan las preocupaciones sobre la calidad del aire, existe
una presión regulatoria cada vez mayor para reducir aún más el contenido de
azufre en los productos finales. En la figura 8.1.1.2 se presenta la situación des-
crita. En el eje vertical se representa, a la izquierda los millones de toneladas de
demanda anual de petróleo y a la derecha, la concentración admisible de azufre
en el mismo. La evolución de la normativa ha reducido en el período 2005-2020
un 40 % el contenido en azufre de los productos refinados.
El hidrocraqueo es un proceso que utiliza hidrógeno para convertir petró-
leos residuales pesados en productos petrolíferos de mayor valor. La demanda
de productos destilados ligeros y medios está creciendo y la demanda de petró-
leo residual pesado está disminuyendo, lo que lleva a un aumento en el uso del
hidrocraqueo.
El hidrógeno también se utiliza para mejorar las arenas bituminosas y en el
hidrotratamiento de biocombustibles.
el hidrógeno en la industria química y del refino 381

Figura 8.1.1.2. Demanda anual de petróleo y contenido de azufre admisible. Fuente: Internatio-
nal Energy Agency, 2019. ‹https://iea.blob.core.windows.net/assets/9e3a3493-b9a6-4b7d-
b499-7ca48e357561/The_Future_of_Hydrogen.pdf›.

En el caso de las arenas petrolíferas, la cantidad de hidrógeno necesaria pa-


ra eliminar el azufre del betún bruto varía considerablemente dependiendo de
la tecnología de mejora y de la calidad del petróleo crudo sintético producido.
En total, se utilizan alrededor de 10 kg de hidrógeno por tonelada de betún
procesado. El petróleo crudo sintético resultante aún debe refinarse utilizan-
do hidrógeno.
En el caso de los biocombustibles, el hidrotratamiento elimina el oxígeno y
mejora la calidad del combustible obtenido de los aceites vegetales y las grasas
animales transformados en sustitutos del diésel. Este proceso requiere alrededor
de 38 kg de hidrógeno por tonelada de biodiesel producida.

8.1.2 Industria química


El sector químico representó la segunda y la tercera fuente de demanda
de hidrógeno en el año 2022: amoníaco con 31,8 MtH2/año y metanol con
15,9 MtH2/año, los cuales a su vez sirven como fuente para la producción de
otros compuestos químicos tales como fertilizantes, biocombustibles o plásti-
cos, además de su uso como combustible en motores navales, especialmente en
el caso del metanol. Otros 2 MtH2/año se consumen en procesos de volumen
comparativamente pequeño, por ejemplo, en la producción de peróxido de hi-
drógeno y ciclohexano.
La gran mayoría del hidrógeno que consume el sector químico se produce a
partir de combustibles fósiles, lo que genera cantidades considerables de emi-
382 francisco blanco alvarez §8

siones de gases de efecto invernadero. Reducir el nivel de emisiones represen-


ta una oportunidad significativa para hacer uso de hidrógeno bajo en carbono.
Para elloes necesario cambiar el método de producción, ya que el actual es in-
sostenible.
En el caso del amoniaco en la figura 8.1.2.1 puede verse una infografía de la
producción de amoniaco verde.
El proceso consta de las siguientes etapas:
—Generación de nitrógeno: se realiza mediante procesos se separación de ai-
re ya sea en Unidades de Separación de Aire (asu) con tecnología criogéni-
ca, membranas poliméricas o tecnología psa por absorción a baja presión
mediante un tamiz molecular de carbón activo o zeolita. Una vez realizada
la separación, el nitrógeno y el oxígeno son comprimidos hasta la presión
necesaria para su entrega.
—Generación de hidrógeno: se lleva a cabo mediante electrólisis, que con-
siste en la separación del agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2)
mediante la aplicación de una corriente eléctrica continua que pasa por
dos electrodos.
—Haber-Bosch: proceso de producción de amoniaco verde a partir de N2 e
H2. El proceso requiere altas presiones (150-200 atmósferas) y tempera-
turas (400-500 °C). La reacción que tiene lugar es:

N2 (g)+3H2 (g) ↔ 2NH3 (g) dh=-91,8 kJ/mol.

—Separación líquido/Vapor: se requiere una condensación a baja tempera-


tura para la separación del amoniaco del nitrógeno e hidrógeno que no re-
accionaron y de los posibles gases inertes (O2, Ar).
En la figura 8.1.2.2 pueden verse los nuevos usos del amoniaco, lo que dará
lugar a una demanda anual en crecimiento pasando de 188 Mt previstas en el
año 2024 a 450 Mt en el 2050 en el escenario de cero emisiones netas (nze).
La producción mundial de metanol fue de 140 Mt en el año 2023 y la inmensa
mayoría se produce a partir de gas natural (90 % de la producción mundial), lo
que lo vincula directamente con las emisiones de gases de efecto invernadero. La
llegada del metanol verde, proveniente de fuentes de energía limpias, pretende
dar un fuerte impulso a este compuesto convirtiéndolo en una alternativa a los
combustibles fósiles muy prometedora a la hora de reducir la huella de carbo-
no de industrias fuertemente emisoras como puede ser el transporte marítimo.
el hidrógeno en la industria química y del refino 383

Figura 8.1.2.1. Producción de amoniaco verde. Fuente: Amoniaco y Metanol, vectores energé-
ticos para transporte y almacenamiento de hidrógeno. Francisco Carro De Lorenzo. tresca
Ingeniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.

Figura 8.1.2.2. Nuevos usos del amoniaco. Fuente: Amoniaco y Metanol, vectores energéticos
para transporte y almacenamiento de hidrógeno. Francisco Carro De Lorenzo. tresca In-
geniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.

Alrededor del 65 % de la producción del metanol está basada en el reformado


del gas natural (metanol gris) y el 35 % restante está basado en la gasificación de
carbón (metanol marrón). Solamente, un 0,2 % del metanol producido provie-
ne de fuentes renovables (metanol verde).
En la figura 8.1.2.3 se muestra una comparación de la producción tradicional
de metanol frente al metanol verde.
384 francisco blanco alvarez §8

Figura 8.1.2.3. Producción tradicional de metanol frente al metanol verde. Fuente: Amoniaco
y Metanol, vectores energéticos para transporte y almacenamiento de hidrógeno. Francisco
Carro De Lorenzo. tresca Ingeniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.

En la figura 8.1.2.4 se muestra un esquema simplificado del proceso de produc-


ción de metanol verde, bien por la vía del e-metanol o del biometanol, aunque
pueden plantearse soluciones intermedias. La fuente de hidrógeno sería la elec-
trólisis del agua utilizando energías renovables. El dióxido de carbono necesario
para producir metanol podría extraerse de la atmósfera u obtenerse de procesos
industriales, como la producción de cemento o la generación de energía eléctri-
ca en una planta termoeléctrica. Por su parte, el hidrógeno sería el procedente
de la electrólisis del agua mediante energías renovables. Por tanto, el proceso de
producción de metanol verde se puede dividir en las siguientes etapas:
—Captura del CO2 de las corrientes residuales de las industrias, que se rea-
liza mediante procesos físicoquímicos. Existen distintas alternativas para
la captura como puede ser la absorción con aminas, separación por mem-
branas, psa y sistemas criogénicos.
—Generación de hidrógeno por electrólisis del agua.
—Síntesis del metanol o metanolización. Proceso de producción de metanol
a partir de la hidrogenación del CO2. Como producto secundario se gene-
ra H2O, que será necesario eliminar posteriormente.

CO2 (g)+3H2 (g) ↔ CH3OH+H2O dh=-91,8 kJ/mol.


el hidrógeno en la industria química y del refino 385

Figura 8.1.2.5. Producción de metanol verde. Fuente: Amoniaco y Metanol, vectores energé-
ticos para transporte y almacenamiento de hidrógeno.Francisco Carro De Lorenzo. tres-
ca Ingeniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.

Figura 8.1.2.5. Nuevos usos del metanol. Fuente: Amoniaco y Metanol, vectores energéticos
para transporte y almacenamiento de hidrógeno. Francisco Carro De Lorenzo. tresca In-
geniería. Curso del hidrógeno coimne 2024.

—Destilación. Proceso utilizado para la separación de la disolución de meta-


nol y agua producida en la etapa anterior.
En la figura 8.1.2.5 pueden verse los nuevos usos del amoniaco. La demanda
mundial de metanol prevista para el año 2024 es de 92,7 Mt y se espera que crez-
ca 14 millones de toneladas en los próximos cinco años.
Este aumento estaría respaldado por un cambio gradual hacia el metanol re-
novable. La Agencia Internacional de Energías Renovables (irena), espera que
386 francisco blanco alvarez §8

el aumento de la producción de metanol suponga un cambio progresivo hacia


el metanol renovable, con una producción anual estimada de 250 millones de
toneladas de e-metanol y 135 millones de toneladas de biometanol para 2050.

8.1.3 Industria siderúrgica


En el sector siderúrgico, -que tratamos con mayor profundidad en el capítu-
lo dedicado al uso del hidrógeno en la industria siderúrgica— la demanda de
hidrógeno alcanzó en el año 2022 los 5,3 MtH2/año.
Las aplicaciones actuales del hidrógeno en la industria siderúrgica se pueden
dividir en dos funciones principales: como agente reductor en la ruta bf-bof
(H2-bf) y en el proceso dri de reducción directa del mineral de hierro.
La utilización del hidrógeno en el horno alto como agente reductor está limi-
tada a un rango de uso del 5 % al 10 % debido a que el hidrógeno no puede actuar
como agente mecánico con el fin de sostener la carga del horno alto dotándole
de la permeabilidad necesaria, ni como agente para la carburación del arrabio.
Los hornos altos existentes tienen requisitos operativos y diseños que limitan
la utilización del H2 no siendo posible su funcionamiento completo con hidró-
geno. Un aumento adicional de la concentración de H2 en la mezcla de CO +
H2 transformará gradualmente la reacción exotérmica en endotérmica, redu-
ciendo la temperatura de operación y afectando en gran medida la química bá-
sica dentro del horno alto. El efecto de agregar hidrógeno al horno alto afecta
a la temperatura, la tasa de utilización del gas y la velocidad de reacción, ,entre
otros parámetros, aspectos que limitan su uso al rango indicado.
La utilización del hidrógeno como agente reductor en el proceso conocido
como reducción directa del mineral de hierro o dri (H2– dri), si permite el em-
pleo de un 100 % de hidrógeno. El dri o hierro esponja se refiere al hierro po-
roso producido por el proceso dri. Se trata de una reacción en estado sólido, es
decir: reacción sólido-sólido o sólido-gas que elimina el oxígeno extraíble del
óxido de hierro, utilizando carbón o gas natural reformado como agentes reduc-
tores, operando por debajo del punto de fusión del mineral. Debido a la elimina-
ción de oxígeno, se produce una reducción de peso de entre un 27 % y un 30 %
desarrollándose una microestructura porosa que sugiere el nombre de esponja de
hierro para denominar al producto obtenido. En este caso se puede utilizar hi-
drógeno verde sustituyendo totalmente al gas natural y al carbón como agentes
reductores. Un ejemplo de ello es el proceso Midex-H2. En la figura 8.1.3 se mues-
tra la producción de dri según el escenario de desarrollo sostenible de la iea.
el hidrógeno en la industria química y del refino 387

Figura 8.1.3. Producción de dri según el escenario de desarrollo sostenible de la iea. Fuen-
te:‹https://www.midrex.com/tech-article/the-iron-ore-challenge-for-direct-reduction-on-
road-to-carbon-neutral-steelmaking/›.

8.2. Power to X
Se denomina tecnología Power to X a la conversión de la energía renovable,
mediante el uso de hidrógeno, en otra forma de energía. Son muchas las apli-
caciones:
—Inyección de hidrógeno en la red de gas natural en cantidades limitadas al
5 % - 10 % para no alterar el Indice de Wobbe del Gas Natural significati-
vamente.
— Síntesis de metano a partir de la reacción del H2 con CO2 para su uso co-
mo combustible.
Debemos mencionar también:
—Conversión de la energía eléctrica en un portador gaseoso de energía co-
mo es el hidrógeno o el metano. Power-to-gas en combinación con Gas-
to-Power permite el almacenamiento y uso de energía. Se trata de hacer
palanca entre el hidrógeno y la electricidad según interese.
388 francisco blanco alvarez §8

—Power to chemicals: metanol, dimetil-eter, …


—Power to fuels: gasoil/gasolina/queroseno
—Power to ammonia: amoniaco
—Power to metanol: para su utilización directa como combustible

8.3. Combustibles renovables


El hidrógeno permite su uso en la fabricación de combustibles sostenibles a
partir del monóxido de carbono (CO) o el dióxido de carbono (CO2) como
fuente de carbono. La obtención del hidrógeno y los óxidos de carbono a partir
de fuentes renovables es lo que permitiría etiquetar estos combustibles como re-
novables/verdes. En la figura 8.3.1 se muestran las posibilidades del Power to X
, en la cual omex se refiere al éter de oximetileno, que actualmente es utilizado
como disolvente, pero se cree que que puede ser también una fuente energética
de alta calidad y de reducida huella de carbono.

Figura 8.3.1. Posibilidades del Power to X. Fuente: Transformación Industrial: transición ener-
gética y hubs multienergéticos , combustibles a partir del H2. Jeremy Torregrosa. Petroner.
Curso del hidrógeno coimne 2023.

Los combustibles renovables se obtienen a partir de fuentes renovables tales


como residuos orgánicos, biomasa, hidrógeno renovable y CO2 capturado. Es-
el hidrógeno en la industria química y del refino 389

te tipo de combustibles tienen una composición química muy similar a los tra-
dicionales, siendo su mayor diferencia el mencionado origen. Los combustibles
renovables se pueden dividir en tres tipos:
—Biocombustibles. Son combustibles derivados de fuentes orgánicas, como
la biomasa, aceites vegetales sostenibles y residuos orgánicos. Con estos,
pueden fabricarse biocombustibles tradicionales o biocombustibles avan-
zados. Los biocombustibles tradicionales son los producidos a partir de
azúcares, almidón, cultivos oleaginosos y grasas animales. Los biocombus-
tibles avanzados son aquellos producidos a partir de materias primas lig-
nocelulósicas (residuos forestales, agrícolas y biomasa leñosa), cultivos no
alimentarios, residuos urbanos o industriales. Existen ya a día de hoy tec-
nologías maduras de producción de biocombustibles, como el etanol, el
biodiésel o el hidrobiodiésel.
—Combustibles sintéticos o E-fuels. Se producen a partir del hidrógeno
procedente de la electrólisis del agua y la captura de CO2. Actualmente
esta tecnología está en desarrollo, con la primera planta comercial de me-
tanol sintético y la primera planta demo de e-gasolina puesta en marcha
en 2022.
—Hidrógeno renovable. Este hidrógeno se puede emplear en la fabricación
de combustibles sintéticos y en el futuro tiene el potencial para cubrir parte
de la demanda en el sector de la movilidad, industrial y residencial.
el hidrógeno en la descarbonización de la industria siderúrgica 391

9.

El hidrógeno en la descarbonización de la industria siderúrgica

Juan José del Campo Gorostidi


9.1. Crecimiento de la producción mundial de acero.
Intensidad en carbono
El sector siderúrgico forma parte de los sectores industriales difíciles de des-
carbonizar, junto con el del cemento, la aviación, el refino y la petroquímica. La
reducción de la intensidad de carbono en la producción de acero implicará cos-
tes, así como políticas que permitan que las nuevas rutas de producción alcan-
cen la competitividad. Es necesario adecuar las exigencias medioambientales al
desarrollo tecnológico de las actividades industriales. Las limitaciones al CO2
deben acompasarse con el cambio tecnológico que es necesario desarrollar en
el proceso siderúrgico, si se quiere producir acero neutro en carbono.
La producción mundial de acero aumentó un 70 % entre 2005 y 2023 has-
ta alcanzar en 2023 la cifra de 1.888,2 Mt, de las cuales China produjo el 54 %,
mientras que la Unión Europea 27 solamente el 7,2 % (136,6 Mt). El 71,5 % del
acero se fabricó siguiendo la ruta integral basada en Horno Alto y Convertidor
de oxígeno, que es la más intensiva en carbono. En la figura 9.1.1 se muestran
las emisiones de CO2 por tonelada de acero producido en diferentes países,
mostrándose en cada caso el tanto por ciento de la producción que se realizó
siguiendo la conocida como ruta integral (bf/bof). En tanto que Europa tiene
una emisión media de 1 t CO2/t acero, China, principal productor mundial,
emite 2 t CO2/t acero y la India casi 3.

En la fabricación de acero, las emisiones del proceso están relacionadas con la


combustión de combustibles fósiles y reacciones químicas. Hay varias fuentes
de emisión de CO2 en el proceso y cada ruta tiene una huella de emisión dife-
rente. La ruta más intensiva en carbono es la dri-Carbón/eaf, que se estima
que emite 2,4 t CO2/tacero, en comparación con las 1,9 t CO2/tacero en el caso de

— 393 —
394 juan josé del campo gorostidi §9

Figura 9.1.1. Intensidad en carbono de la producción de acero por países . Fuente: jrc based
on cru,2021 y World Steel Association.

Figura 9.1.2. Intensidad típica de emisiones de carbono por proceso.


Fuente: elaboración propia.

la ruta integral bf-bof. En las rutas dri-Gas natural/ea y acería eléctrica (Cha-
tarra/ea) se emiten 1,4 t CO2/tacero y 0,4 t CO2/tacero, respectivamente (Figu-
ra 9.1.2.). La intensidad de carbono se calcula a partir de las emisiones directas
de la fabricación de hierro y acero, colada continua y laminación en caliente, así
como con las emisiones indirectas de fuentes de energía externas. Por su parte,
en la figura 9.1.3 se facilita un desglose de las emisiones para las rutas utilizadas
actualmente, ruta integral bf-bof y acería eléctrica (Chatarra/ea).
El desarrollo de las energías renovables implica un importante consumo de
acero, especialmente la eólica marina con 482 t/mw y la eólica terrestre con 117
t/mw. Por ello, la industria siderúrgica se enfrenta al reto de la descarboniza-
ción. En la figura 9.1.4 se muestra el impacto que las diferentes tecnologías de
producción de acero tienen en las emisiones de carbono. La gráfica nos permi-
te identificar las palancas sobre las que se puede actuar para reducir la huella de
carbono de la producción siderúrgica mundial. El volumen de las emisiones de
el hidrógeno en la descarbonización de la industria siderúrgica 395

Figura 9.1.3. Desglose de emisiones de CO2 de la ruta integral bf-bof y de acería eléctrica
(Chatarra/ea). Unidad: t CO2/tacero. Fuente: Material Economics, 2019.

Figura 9.1.4 Impacto del Hidrógeno en la fabricación de acero Impacto de las diferentes tec-
nologías de producción de acero en las emisiones de CO2. Fuente: Impact of Hydrogen dri
on eaf Steelmaking. Dra. Sara Hornby and Professor Geoff Brooks. midrex ‹https://www.
midrex.com/tech-article/impact-of-hydrogen-dri-on-eaf-steelmaking/›.
396 juan josé del campo gorostidi §9

CO2 se puede reducir significativamente respecto al de la ruta bf/bof con la


incorporación de H2, energías renovables y chatarra.

9.2. La hoja de ruta de la descarbonización de la industria


siderúrgica. Del proceso bf/bof al dri-h2/eafR
Se estima que el 85 % del acero transformado en productos es reutilizable, por
lo que maximizar el uso de chatarras en la fabricación de acero es de la máxima
importancia para reducir la huella de carbono de la industria siderúrgica. En la
figura 9.2.1 puede verse la cantidad de chatarra, así como otras materias primas,
que utiliza la ruta integral Horno Alto/ Convertidor de oxígeno (bf/bof), que
emplea 125 kg de chatarra por tonelada de acero, y puede llegar hasta el 30 %,
y la del horno eléctrico de arco (eaf), que utiliza 710 kg de chatarra por tone-
lada de acero producida pudiendo llegar a usar hasta el 100 %. Sin embargo, el
beneficioso reciclaje de chatarra en el eaf hará que sus fuentes principales de
suministro escaseen a largo plazo, lo que requerirá un mayor uso de materiales
metálicos basados en minerales (OBMs – dri/hbi y arrabio) y metal caliente.
Esta necesidad será mayor para las acerías de alta calidad con requisitos estric-
tos en elementos residuales.

Figura 9.2.1. Cantidad de chatarra que utiliza la ruta integral (bf/bof) y la del horno eléctrico
de arco (eaf). Fuente: World Steel Association.

El uso de chatarra en la fabricación de acero, además de ser muy importante


cara a la economía circular, supone un importante ahorro energético y una re-
ducción significativa de las emisiones de CO2. Lo pone de manifiesto la figu-
ra 9.1.4. El uso de chatarra en el Horno eléctrico y el empleo de energía renova-
el hidrógeno en la descarbonización de la industria siderúrgica 397

ble para su alimentación, permiten reducir en más de 4 veces las emisiones de


CO2 por tonelada de acero producido respecto a las de la ruta Horno alto-Con-
vertidor. Siendo ésta una tecnología madura, plenamente comercial, constituye
la principal palanca de actuación a corto plazo.
La tendencia previsible es que la chatarra sea cada vez más difícil de clasificar
debido al aumento de la complejidad en el diseño de los productos que incor-
poran un número creciente de materiales, en ocasiones compuestos, y por tanto
de difícil separación. Por ello, adquiere cada vez más importancia el proceso de
reducción directa del mineral de hierro, llamado dri, cuyo objeto es producir
una reducción en fase sólida del mineral de hierro para convertirlo en esponja
de hierro. La esponja de hierro se incorpora posteriormente al horno eléctrico
como sustitutivo de la chatarra. Este proceso requiere dos insumos: un mineral
de hierro de alta pureza para minimizar la posterior formación de escoria en el
horno eléctrico, normalmente aglomerado en forma de pellets para facilitar la
permeabilidad de los gases en el proceso de reducción, y un gas reductor que
puede ser una mezcla de CO e H2, producto del reformado del gas natural con
vapor de agua, o de sólo hidrógeno.
Para reducir la huella de carbono del proceso de reducción directa del mine-
ral de hierro con CO e H2 se puede proceder al uso contributivo de gases del
proceso siderúrgico, como el gas de baterías de coque, y a la captura del CO2
emitido en el proceso de reformado del gas natural con vapor de agua.
Como alternativa al proceso descrito, se plantea el uso de hidrógeno de bajo
carbono, el producido por electrólisis de la molécula de agua mediante el em-
pleo de energías renovables o energía nuclear, como gas reductor. Surge así el
denominado dri-100 %H2.
La nueva ruta productiva dri-100 %H2 / eaf Horno eléctrico de arco, se
estima que requerirá 4,5 TWh de energía eléctrica por millón de toneladas de
acero, lo que es equivalente a 514 mw de potencia permanente que, a su vez,
equivaldrían a 1.142 mw de eólica marina si consideramos para esta un factor
de planta del 45 %. En la figura 9.2.2 se muestran las reacciones que tienen lugar
en un horno eléctrico de arco que procesa dri-100 %H2 y puede llegar a usar
hasta el 100 %. Sin embargo, el beneficioso reciclaje de chatarra en el eaf hará
que las fuentes principales de chatarra sean escasas a largo plazo, lo que reque-
rirá un mayor uso de materiales metálicos basados en minerales (obms – dri/
hbi y arrabio) y metal caliente. Esta necesidad será mayor para las acerías de al-
ta calidad con requisitos estrictos de residuos.
398 juan josé del campo gorostidi §9

(1) O2+ 2Fe ↔ 2FeO (oxidación del hierro).


(2) C + FeO ↔ CO + Fe en el baño/escoria (endotérmica).
(3) C +0,5O2 → CO en el baño.
(4) CO + FeO ↔CO2 + Fe en la escoria (exotérmica).

El gran volumen de CO generado en el baño de acero mejora la agitación y


la reducción exotérmica del FeO al burbujear CO a través de la escoria rica en
FeO, en comparación con la reducción que consume calor con C del dri en la
escoria. Distribuyendo los inyectores sobre el perímetro de la pared del horno
incluyendo el fondo excéntrico (ebt), se genera una escoria espumosa [reac-
ciones (1) y (2)] en toda la superficie, permitiendo trabajar con arcos eléctri-
cos cubiertos y seleccionar una mayor potencia para la toma de energía (más
voltaje), sin incrementar por ello la carga térmica en las paredes del horno. La
generación de CO en el baño y no en la escoria mejora la eliminación de ni-
trógeno, ya que el N2 se adhiere a las burbujas de CO en el baño y se elimina.

Figura 9.2.2 Reacciones en el horno eléctrico de arco con dri-100 %H2. Fuente: Impact of Hy-
drogen dri on eaf Steelmaking. Dra. Sara Hornby, Prf. Geoff Brooks. midrex.

No debemos olvidar que el acero es una aleación hierro-carbono por lo que


la aportación de carbono al horno eléctrico es necesaria, al contrario de lo que
sucede en la ruta integral en la que el arrabio producido en el horno alto debe
tratarse en la acería bof para reducir su porcentaje en carbono a la composi-
ción requerida. La aportación de un 1 % de carbono con el dri mejora la efi-
ciencia del proceso en el horno eléctrico de arco, tal y como muestra la figu-
ra 9.2.3.
400 juan josé del campo gorostidi §9

Figura 9.3.1 Combustión Oxi-fuel un paso más en la descarbonización. Fuente: Dr. Joachim
von Schéele. Solutions and Paths to Decarbonising Steelmaking. Linde.2022.

La utilización del hidrógeno de bajo carbono como combustible permite des-


carbonizar los procesos de oxicombustión con las siguientes ventajas:
—Calentamiento más rápido. Acortamiento del ciclo, menos cucharas en
circulación
—Disminución del 75 % al 80 % de la emisión de gases al no generar Nitró-
geno en la combustión
—Reducción del 60 % del consumo de combustible y cero emisiones de CO2
—Calentamiento más uniforme de la cuchara
—Posibilidad de alcanzar temperaturas más altas
En la figura 9.3.2 se muestra la combustión Oxifuel con 100 % H2.
En España, la empresa Sarralle, con la colaboración de Nippon Gases, ha
equipado la planta de ArcelorMittal Sestao con tecnología capaz de utilizar hi-
drógeno verde en el proceso de fabricación de acero. Se ha sustituido el quema-
dor que utilizaba gas natural como combustible, por un quemador que puede
utilizar hidrógeno verde, reduciendo las emisiones de CO2 al mínimo. Adi-
el hidrógeno en la descarbonización de la industria siderúrgica 401

Figura 9.3.2 Combustión Oxifuel con100 % H2. Fuente: Dr. Joachim von Schéele. Solutions
and Paths to Decarbonising Steelmaking. Linde.2022.

cionalmente, gracias a la tecnología de quemador de oxicombustión instalada,


las emisiones de NOx también han sido reducidas a prácticamente cero. Uti-
lizando 100 % hidrógeno verde como combustible, se han reproducido satis-
factoriamente las distintas curvas de calentamiento/secado y se han alcanzado
las temperaturas requeridas para colada en las cucharas, confirmando un ca-
lentamiento homogéneo del refractario. El equipo permite seguir rampas de
calentamiento lentas y calentar la cuchara a temperatura de colada en tiempos
reducidos. Los consumos de hidrógeno medidos en las distintas curvas de ca-
lentamiento/secado confirman las estimaciones realizadas, y no se ha observado
ningún impacto negativo en el material del refractario. Las inspecciones realiza-
das en las cucharas que han operado después de haberlas calentado/secado con
100 % hidrógeno verde, confirman los resultados positivos.

9.4. El impacto de la descarbonización en el coste del acero


Como se muestra en la figura 9.4.1, las tecnologías basadas en el uso del hi-
drógeno bajo en carbono pueden proporcionar una reducción práctica de las
emisiones de CO2 de la industria siderúrgica que está cerca de sus límites po-
tenciales de descarbonización. El hidrógeno puede suministrar energía y ac-
tuar agente reductor de una manera segura y prácticamente neutra en carbono.
Dado que la inmensa mayoría (71,5 %) de la fabricación de acero proviene de
operaciones bf-bof y que la vida útil de las instalaciones es larga, la inyección
402 juan josé del campo gorostidi §9

de hidrógeno puede proporcionar una solución técnicamente aceptable para la


descarbonización en la transición hacia las cero emisiones netas, junto con la
captura y uso del CO2.

Figura 9.4.1. Descarbonización facilitada por el uso de H2 bajo en carbono y coste. Fuente:
Low-carbon production of iron and steel: Technology options, economic assessment, and
policy. Zhiyuan Fan and S. Julio Friedmann.

Para que las tecnologías bajas en carbono se implanten en la industria side-


rúrgica mundial será preciso que el coste de producción del hidrógeno bajo en
carbono se sitúe por debajo de los 2 us$/kg H2, lo cual hoy, con la tecnología
de electrolizadores pem y alcalinos no es factible. Por ello, la evolución será pro-
gresiva y cada paso incremental en la hoja de ruta definida permitirá converger
hacia los procesos más sostenibles entre los cuales la producción de acero eléc-
trico y la reducción del mineral de hierro, o en una perspectiva más amplia, la
producción de las denominadas A.I.U.s, acrónimo que expresa la producción
de Unidades Alternativas de Hierro, sustitutivas de la chatarra, cobrarán cre-
ciente importancia.
En las figuras 9.4.2 y 9.4.3 concluimos este capítulo con datos del informe
realizado por la empresa Ludwig-Bolkow-Systemtechnik GmH en marzo de
2022 para dwv, la Asociación Alemana del Hidrógeno y las Pilas de Combus-
tible. Como puede verse al analizar los datos de la figura 9.4.1, el acero produ-
el hidrógeno en la descarbonización de la industria siderúrgica 403

cido mediante la ruta sostenible dri-100 %H2 / eaf supone un incremento de


coste de 339 €/t acero frente a la ruta integral bf/bof, un inasumible 88 % de
aumento del coste de producción, en tanto que el empleo del dri-CH4 / eaf
limitaría el sobrecoste a 118 €/t acero, un 31 %.

Figura 9.4.2. Comparativa de costes de producción de acero según rutas.

En la figura 9.4.2 se presentan los resultados del estudio realizado por la em-
presa Ludwig-Bölkow-Systemtechnik GmbH relativos al impacto que el pre-
cio del hidrógeno tiene en el coste del acero producido, desglosando éste en el
coste fijo capex+opex (sin H2) y en el coste variable imputado al Hidrógeno
bajo en carbono en distintas hipótesis de precio del mismo.

Figura 9.4.3. . Impacto del precio del hidrógeno bajo en carbono en el coste del acero. Fuente:
Ludwig Bolköw-Systemtechnik GmbH, Marzo 2022 para dwv.
seguridad en la industria del hidrógeno 405

10.

Seguridad en la industria del hidrógeno

Francisco Javier Iglesias Rodríguez y


Gregorio Fidalgo Valverde
10.1. Ficha de Seguridad del hidrógeno
Debido a las propiedades y características particulares del hidrógeno, que se
han abordado en capítulos previos, se derivan riesgos significativos que deben
ser cuidadosamente considerados tanto durante su producción, manipulación
y uso como en su almacenamiento.
Cara a establecer un punto de partida para el análisis de riesgos asociados al
manejo de hidrógeno, así como para desarrollar las medidas preventivas opor-
tunas que permitan una utilización segura de este producto, es necesario pre-
sentar su ficha de datos de seguridad (‹https://www.stag.es/stag_ficha_se-
guridad_hidr%c3 %93geno.pdf ).›.
La ficha de seguridad del hidrógeno, también conocida como hoja de datos
de seguridad (hds o msds por sus siglas en inglés), provee información deta-
llada sobre las propiedades físicas y químicas del hidrógeno, así como recomen-
daciones de manejo, almacenamiento y medidas de primeros auxilios en caso
de accidentes.
Toda ficha de datos de seguridad consta de 16 secciones. Las primeras ocho
secciones, presentan la composición e información general del producto, los
peligros asociados a su manipulación o almacenamiento y, la manera de llevar
a cabo el control de la exposición. Asimismo, se aborda la forma de llevar a ca-
bo la protección individual, la utilización segura, o las prescripciones a tener en
cuenta en las emergencias.
Las secciones que van de la 9 a la 11 e incluso la 16, presentan las propiedades
tanto físicas como químicas, su estabilidad, reactividad e información toxico-
lógica, así como otra información adicional relevante, tal como la fecha en que
se desarrolló la fds o los cambios respecto a la anterior versión de la misma.
Finalmente, las secciones que van desde la 12 a la 15, presentan la información
reglamentaria y ecológica, sobre su eliminación y transporte, consistentes con
la clasificación un ghs.

— 407 —
408 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

10.2. Riesgos asociados al hidrógeno


El hidrógeno, a pesar de ser un vector energético limpio, presenta varios ries-
gos que deben ser comprendidos y gestionados adecuadamente. Entre los más
importantes se pueden citar los que se describen en los puntos siguientes.

10.2.1. Fugas y dispersión


El hidrógeno es el elemento más ligero y, en su estado gaseoso tiene una
baja densidad, lo que hace que ascienda rápidamente en el aire. Esta carac-
terística puede ser tanto un beneficiosa como perjudicial, ya que puede dis-
persarse rápidamente reduciendo la posibilidad de acumulación, pero tam-
bién puede acumularse en zonas altas de áreas cerradas, tales como techos
o áticos.
Debido a su bajo tamaño molecular, el hidrógeno tiene la capacidad de di-
fundirse rápidamente a través de muchos materiales, lo que puede conducir a
la aparición de fugas.
También es muy conocido por parte de la industria metalúrgica y la inge-
niería de materiales el fenómeno de fragilización por hidrógeno. Este hecho se
refiere al proceso por el cual el hidrógeno atómico se infiltra en ciertos meta-
les, principalmente aceros y aleaciones, y altera sus propiedades mecánicas de-
rivando en una reducción de la ductilidad y resistencia a la fatiga del material.
De esta manera, el material se vuelve frágil y susceptible a la formación y pro-
pagación de grietas.
Este hecho, se estudiará en el apartado 3.5.

10.2.2. Inflamabilidad y explosividad


El hidrógeno tiene un amplio rango de inflamabilidad que varía entre el 4 %
y el 75 % en volumen en aire. Ello significa que puede llegar a la ignición fácil-
mente en una amplia variedad de concentraciones.
Asimismo posee una baja energía de ignición y por ello requiere menos ener-
gía para encenderse que la mayoría de los otros gases inflamables. Uno de los
grandes inconvenientes a este respecto es que la llama del hidrógeno es casi in-
visible y emite poca radiación, lo que puede hacer difícil su detección en caso
de incendio.
También tiene facilidad para generar detonaciones si se presentan las condi-
ciones adecuadas. En estos casos, las explosiones que acontecerán tendrán un
carácter violento.
seguridad en la industria del hidrógeno 409

10.2.3. Riesgos de asfixia y enfriamiento


Aunque el hidrógeno en sí mismo no es tóxico, puede actuar como un asfi-
xiante, simplemente al desplazar el oxígeno en un área cerrada.
También puede favorecer la aparición de quemaduras por frío, ya que en su
forma líquida se encuentra a una temperatura de -253 ºC y, cualquier contacto
directo con la piel puede causar graves quemaduras criogénicas.
Es por ello por lo que se hace fundamental reconocer todos estos riesgos y
adoptar las precauciones necesarias al trabajar con hidrógeno, cara a evitar ac-
cidentes.

10.2.4. Riesgos asociados al hidrógeno en estado gaseoso


Los peligros asociados a la liberación de hidrógeno en estado gaseoso se pue-
den identificar atendiendo a la posibilidad de generar incendios y explosiones
asociadas a pérdidas o roturas en los contenedores o instalaciones de trabajo.
En tales casos, la liberación puede ser directamente a la atmósfera o bien en el
interior de espacios cerrados o confinados. Mención especial merece el caso de
que se produzca el estallido de un recipiente presurizado.
En el primero de los casos, en los que se produce la liberación del hidróge-
no a la atmósfera (Figura 10.2.4.1) directamente, lo que se observa es que se
produce una dispersión inicial para posteriormente poder desarrollarse un
encendido de la mezcla, inmediato o bien retardado, en función de las con-
diciones presentes en el entorno, así como de la presencia de posibles focos
de ignición.

Figura 10.2.4.1: Liberación de hidrógeno a la atmósfera (Houssin et al. 2021)

Si la liberación de hidrógeno es seguida de una ignición inmediata, esta mez-


cla de gas con el aire se quema favoreciendo la aparición de un chorro gran lon-
410 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

gitud de llama, cuyas consecuencias directas serían inicialmente las asociadas a


la deflagración y posteriormente a los efectos térmicos.
Entre las características de la llama destaca el hecho, tal como se ha comenta-
do anteriormente, de que ésta no es visible a simple vista, sino que requiere de
la utilización de equipos que sean capaces de detectar fuentes de calor. En esta
situación, el protocolo requerido exige una distancia de seguridad a la llama, a
la par que la retirada de todos cuantos objetos se encuentren en dicho radio de
acción, que fuesen susceptibles de avivar la reacción o de provocar otros efectos
perjudiciales tales como explosiones en cadena.
En el caso del encendido retardado, la característica principal es la formación
de una nube de mezcla inflamable con aire previa a la ignición. La deflagración
retardada generaría efectos de sobrepresión que actuarían tanto sobre los me-
dios humanos como materiales presentes en el lugar del accidente.
Cuando la liberación de hidrógeno se produce en espacios confinados, tal
puede ser el caso de la disposición de envases en los lugares de almacenamiento,
nos encontraremos con una situación en la que el aumento de la concentración
de este gas conlleva a la formación de atmósferas explosivas. Dichas atmósferas
no solo son peligrosas por la posibilidad de que dicha mezcla inflamable llegue
a desencadenar un incendio y explosión, con las consecuencias anteriormente
mencionadas, sino que a su vez desplaza el oxígeno del aire, reduciendo su con-
centración y favoreciendo el agotamiento por falta de oxígeno o la asfixia.
Cuando el hidrógeno es liberado en un espacio confinado, su concentración
y distribución variará acorde a la tasa de ventilación. En el caso de un recinto
completamente cerrado la concentración de hidrógeno puede llegar a ser del
100 % en situaciones de liberaciones de larga duración. En otros casos, se obser-
vará siempre una estratificación de suelo a techo en la que en la parte inferior se
encontrará aire fundamentalmente y en la superior, hidrógeno.
Si el recinto presenta una ventilación natural, la limitación en la concentra-
ción de hidrógeno dependerá del régimen y la disposición de las aberturas de
ventilación (Figura 10.2.4.2).
La ventilación natural es la mejor forma de eliminar la acumulación de hidró-
geno en un espacio confinado.
La ventilación mecánica, por su parte, es una forma más adecuada de dismi-
nuir drásticamente la concentración de hidrógeno en un recinto confinado y
debería utilizarse siempre que la ventilación natural sea insuficiente para alcan-
zar rápidamente las condiciones de seguridad requeridas.
seguridad en la industria del hidrógeno 411

Figura 10.2.4.2: Liberación gaseosa de hidrógeno dentro de un recinto ventilado natural.


(A) Régimen de Mezcla, (B) Régimen de desplazamiento (Houssin et al. 2021).

En el caso de que se produzca una ignición retardada de la mezcla inflamable


de aire e hidrógeno dentro del espacio confinado con su consecuente deflagra-
ción, la sobrepresión generada puede limitarse en base a la utilización de válvu-
las de seguridad o paneles de ventilación que faciliten llamas ascendentes y evi-
ten de esta forma la proyección de fragmentos y la destrucción de estructuras.
Hay que tener presente que, uno de los efectos más importante que se puede
observar en el caso de fugas en espacios confinados, es el efecto de pico de pre-
sión. Este fenómeno se observa en caso de fugas o liberaciones de hidrógeno
en recintos donde los respiraderos, el volumen y la tasa de fuga son tales, que
no existe entrada de aire al recinto. Este efecto en sí se puede apreciar en todos
los gases combustibles que son mucho más ligeros que el aire. En estos escena-
rios, se estudia una liberación de hidrógeno a través de aberturas de diámetro
constante en recintos confinados que presentan respiraderos al exterior. En los
mismos, se ha podido constatar que se pueden llegar a generar por este efecto
grandes sobrepresiones interiores que superan los límites que podrían soportar
las estructuras civiles y por tanto se produciría su colapso.
La sobrepresión que se puede generar será superior cuanto mayor sea el cau-
dal de liberación, más pequeño sea el recinto y menor sea el tamaño de los res-
piraderos. Actualmente existen metodologías que permiten estimar dicha so-
brepresión que se puede llegar a formar, facilitando de este modo el diseño de
estructuras más resistentes a este fenómeno.
En el caso de explosión de recipientes a presión, la situación peligrosa que
más habitualmente se puede presentar es la de explosión que genera una rápida
expansión del hidrógeno almacenado a la par que ondas de sobrepresión y pro-
412 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

yección de fragmentos. Dicha explosión puede ocurrir a la presión normal de


trabajo, por causas de la degradación que pueden experimentar con el tiempo
estos recipientes por motivos de corrosión fragilidad o fatiga o, por recibir im-
pactos o proyecciones de partículas que deterioren ampliamente el recipiente.
También es posible que la explosión se origine debida a que el recipiente tra-
baja en condiciones de sobrepresión, bien por un llenado excesivo del mismo,
por rápidos alivios de presión o por otras situaciones tales como reacción in-
terna o fuego.

10.2.5. Riesgos asociados al hidrógeno en estado líquido


En el caso de liberaciones de hidrógeno en estado líquido, nos podemos en-
contrar con dos escenarios:
—Liberaciones masivas que conducen a una acumulación de hidrógeno en
estado líquido. A modo de ejemplo, se pueden citar aquellas que se produ-
cen a consecuencia de la rotura de tanques de almacenamiento.
—Liberaciones debidas a rotura de tuberías o envases, en las que se pro-
duce una rápida vaporización de hidrógeno. Estas se comportan como
liberaciones de hidrógeno gaseoso frío y ya han sido analizadas anterior-
mente.
Así pues, se pueden presentar determinados comportamientos que son espe-
cíficos del trabajo con hidrógeno líquido mientras que otros son similares a los
ya comentados anteriormente:
—Las explosiones a bajas presiones de trabajo (en torno a 10 bar) general-
mente desencadenan sobrepresiones y proyección de fragmentos.
—Incendios en el almacenamiento de hidrógeno líquido que en determina-
dos casos pueden llegar a alcanzar varias veces la presión de trabajo y, pue-
den desencadenar bleve’s con efectos térmicos
—Perforaciones en las contenedores o cámaras de almacenamiento someti-
das a baja presión provocan una rápida evaporación, así como un vertido
del hidrógeno líquido en el suelo formando piscinas. La vaporización de
estas piscinas crea nubes criogénicas con generación de efectos de sobre-
presión en caso de ignición de dichas nubes inflamables.
—Las fugas en tuberías de hidrógeno líquido a baja presión (Figura 3) gene-
ran una liberación presurizada bifásica pudiendo formarse piscinas de hi-
drógeno que posteriormente sufrirán procesos de vaporización junto con
la generación de nubes inflamables. En estos casos, se puede apreciar un
seguridad en la industria del hidrógeno 413

chorro de hidrógeno líquido y una posible lluvia de hidrógeno líquido con


formación de piscinas en el suelo, con efectos de sobrepresión por ignición
de mezclas inflamables.
—Las fugas en tuberías de hidrógeno líquido a alta presión generan una libe-
ración presurizada bifásica, pero comportándose el fluido como un chorro
gaseoso a alta presión. Así pues, este comportamiento resultará similar al
de un chorro gaseoso a alta presión con efectos de sobrepresión debido a
su ignición.
—En caso de producirse un estallido del almacenamiento por alcanzar la pre-
sión de rotura, las consecuencias que se pueden observar son efectos de so-
brepresión y proyección de fragmentos.
De esta manera, en el caso del encendido inmediato de hidrógeno líquido
presurizado, se puede esperar un comportamiento similar al del chorro de hi-
drógeno gaseoso de alta presión. Por su parte, en el caso de un encendido re-
tardado, una mayor densidad de vapor de hidrógeno saturado a bajas tempera-
turas puede hacer que, tras la liberación, la nube de hidrógeno fluya en sentido
horizontal o descendente. La condensación de humedad atmosférica añadirá
agua a la mezcla, haciendo que esta sea más densa y visible, resultando así una
nube inflamable de mayor tamaño que la producida por la liberación de hidró-
geno gaseoso, y por consiguiente, las consecuencias en caso de ignición serán
más importantes. En estas ocasiones, si la presión es lo suficientemente baja o
el diámetro de la fuga es lo suficientemente grande, bajo determinadas condi-
ciones, puede llegar a formarse fenómenos de lluvia de hidrógeno provocando
la aparición de piscinas o charcos de hidrógeno criogénico.

Figura 10.2.5.1: Liberación de hidrógeno líquido a gran escala con ignición retardada
(Houssin et al. 2021).
414 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

En el caso de que se produzcan piscinas o charcos de hidrógeno criogénico


debidos a derrame u otras cusas, el hidrógeno líquido se vaporizará formando
nubes inflamables de mayor volumen. Bajo ciertas condiciones de ausencia de
foco de ignición, puede evitarse el encendido espontáneo de la mezcla. No obs-
tante, y en presencia de foco de ignición, el suelo ejerce una gran influencia en
los efectos de la deflagración. Suelos de arena u hormigón, inducen efectos más
moderados que en el caso de suelos de grava. Asimismo, la presencia de pozos
que puedan favorecer la retención del hidrógeno líquido reducirá su dispersión
y disminuirán drásticamente la tasa de evaporación. En estos casos, la nube ge-
nerada es por lo general más pequeña y duradera que cuando no existen pozos
de retención, dando lugar a nubes de mayor propagación vertical y con menor
persistencia.
Cuando se produce un derramen industrial, se forman nubes con mezcla de
hidrógeno frío y aire. Si dichas nubes llegan a explotar, la llama puede interac-
tuar con los obstáculos que encuentra a su paso. En estos casos se puede produ-
cir una aceleración de la misma favoreciendo una transición de deflagración a
detonación. Estas situaciones son comúnmente conocidas como explosión de
nube de vapor no confinada (uvce).
En el caso de rotura del recipiente o estructura de contención de almacena-
miento de hidrógeno, se puede producir un fenómeno denominado bleve. Es-
tas situaciones se originan cuando el líquido es almacenado a una temperatura
superior a la de saturación a presión atmosférica. Por tanto, en caso de fallo de
contención una parte del líquido se convertirá en vapor rápidamente ocasio-
nando una sobrepresión. En estas situaciones se produce la ignición del conte-
nido liberado en forma de gran bola de fuego.
Aunque los recipientes se diseñan para aliviar su contenido de manera segura
en caso de pérdida de vacío, un fallo en este sistema de liberación podría origi-
nar un bleve. También es posible que origine este fenómeno un incendio que
afecte al recipiente, puesto que aumentaría la presión interna.
Otro de los fenómenos que es necesario tener en cuenta en el caso de ac-
cidentes con hidrógeno líquido, aunque su probabilidad de ocurrencia sea
muy baja, el del denominado de transición rápida de fase o rpt. Este caso se
produce cuando el líquido a temperatura criogénica entra en contacto con
agua a temperatura ambiente. Se provoca así un calentamiento rápido que
origina una vaporización violenta y consecuentemente, una explosión fría
sin llama.
seguridad en la industria del hidrógeno 415

Finalmente en el caso de trabajar con hidrógeno líquido, deberemos tener


muy presente los peligros asociados a trabajar en condiciones criogénicas. En-
tre otros cabe citar:
—La fragilización del material puesto que las bajas temperaturas pueden re-
ducir la resistencia de las estructuras, facilitando así las roturas de los con-
tenedores.
—Se puede producir la solidificación de los componentes del aire favorecien-
do la ignición espontánea por fricción de las mezclas resultantes.
—Los líquidos a temperatura criogénica, sus vapores y gases fríos asociados,
pueden producir sobre la piel efectos similares a una quemadura térmica.
Se puede producir congelación de partes del cuerpo, o incluso, daños irre-
versibles en tejidos blandos tales como los ojos, o los pulmones al respirar.
Asimismo, el contacto de la piel con superficies frías puede originar adhe-
rencias que, al retirar la piel de dichas zonas, se generen desgarros.
—La posibilidad de asfixia, ya que los líquidos criogénicos forman un gas
generalmente muy frío y más pesado que el aire, que se acumula cerca del
suelo y no tiende a dispersarse fácilmente. Así pues, este gas desplaza al aire
y favorece por tanto dicho riesgo de asfixia. Riesgo que será más relevan-
te en espacios confinados. Asimismo, esta situación se verá favorecida por
el hecho de que al evaporarse el líquido el volumen de gas generado crece
enormemente, ya que tan solo un litro de hidrógeno líquido genera 848 li-
tros de hidrógeno gaseoso.

10.3. Accidentes con hidrógeno. Lecciones aprendidas


En este apartado, se analiza la forma de presentarse los diferentes tipos de ac-
cidentes que se pueden llegar a producir a consecuencia del hidrógeno, así co-
mo las lecciones aprendidas de los mismos.

10.3.1. Incidentes y accidentes históricos. Bases de datos de


accidentes
Un estudio histórico de accidentes relacionados con el hidrógeno nos revela
que han existido numerosos accidentes graves en la industria y el transporte re-
lacionados con la utilización de hidrógeno.
Los peligros asociados a este elemento son debidos a varios motivos. Por
una parte, nos podemos encontrar con situaciones en las que puede ser necesa-
416 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

rio manejar un líquido que se encuentra a una temperatura cercana a los 20 K


(-253 ºC) que genera una serie de riesgos asociado a la gran mayoría de los ma-
teriales que entran en contacto con esta substancia. Asimismo, en caso de ac-
cidente, se pueden desencadenar situaciones en las que la generación de calor
puede ocasionar elevaciones de temperatura de hasta 2000 K.
En el caso de los almacenamientos gaseosos, es necesario trabajar a presiones
del orden de los 70 MPa, introduciendo una posibilidad de efectos directos de
explosión por choques, fragmentos o sobrepresiones debidas a la ignición de
mezclas combustibles.
La disponibilidad de bases de datos en acceso abierto de incidentes notifica-
dos de hidrógeno se ha convertido en una herramienta de aprendizaje clave pa-
ra la industria. Por ello, es importante hacer referencia a dos de dichas bases de
datos más importantes. La primera es la denominada «Hydrogen Tools»(Hy-
Safe, s. f.) respaldada por el departamento de Energía de los Estados Unidos
y apoyada por la Comisión Europea. La segunda es la denominada H2Tools
confeccionada por el Panel de Seguridad del Hidrógeno (Center for Hydro-
gen Safety, s. f.).
Así pues, y en base al estudio de dicha información se puede indicar que las
causas principales de los accidentes con hidrógeno se pueden clasificar en las
siguientes categorías:
—Fallo mecánico o debido al material.
—Corrosión.
—Sobrepresión.
—Fragilidad de tanques de almacenamiento a bajas temperaturas.
—Explosión de vapor por líquido en ebullición en expansión (bleve).
—Rotura por impacto de ondas de choque o proyecciones de fragmentos
procedentes de explosión.
—Error humano.

Algunos de los accidentes más importantes acaecidos, relacionados con hi-


drógeno, son los siguientes:
—Desastre de Hindenburg: El dirigible Hindenburg se incendió en 1937 de-
bido a la ignición del hidrógeno que acumulaba en sus tanques de alma-
cenamiento. Aunque el hidrógeno fue el causante del fuego, la verdadera
causa del desastre fue el uso de materiales inflamables en la carcasa exterior
del dirigible, así como problemas de diseño que facilitaron la generación
seguridad en la industria del hidrógeno 417

de electricidad estática. A consecuencia del accidente se produjeron un to-


tal de 37 víctimas.
—Accidente de la Plataforma de Lanzamiento de la misión Apolo 1 de la
nasa: En 1967 durante una prueba previa al lanzamiento de la misión, se
desató un incendio en la cápsula del módulo de comando. Como conse-
cuencia, los tres astronautas a bordo fallecieron. Aunque el incendio no
fue causado directamente por el hidrógeno, el ambiente de oxígeno puro
a alta presión dentro de la cápsula fue un factor contribuyente. El fuego se
propagó rápidamente y la escotilla, que era difícil de abrir desde el interior,
impidió que los astronautas escaparan.
—Desastre del transbordador espacial Challenger: El accidente ocurrido en
1986, fue originado por una explosión del tanque de hidrógeno. Dicha ex-
plosión causó la muerte de todos los miembros de la tripulación. Se deter-
minó que la causa de esta explosión fue un fallo en la estanqueidad de la
junta tórica del propulsor derecho de cohetes sólidos (srb) debido a un
clima inusualmente frío.
—Accidente en Pasadena, Texas: En 1989, una explosión en una planta de
polietileno causó la muerte de 23 personas. La explosión se debió a la li-
beración de unos 4 kg de gas de proceso (que contenía etileno, isobuteno,
hexano e hidrógeno) durante el mantenimiento de una línea de circuito
de reacción. La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional esta-
dounidense (osha) indicó la falta de una evaluación de riesgos laborales,
distancias de seguridad inadecuadas, ausencia de un sistema de permisos
y, un diseño erróneo de las tomas de ventilación de los edificios, entre las
causas principales del accidente.
—Accidente de Hanau, Frankfurt, Alemania: En 1991 un tanque que almace-
naba 1 m3 de hidrógeno presurizado a 45 bar estalló mientras se encontraba
en una planta industrial. La onda expansiva y los fragmentos proyectados
del tanque causaron graves daños al resto de la planta. Las investigaciones
demostraron que la soldadura de la carcasa metálica presentaba grandes
grietas provocadas por una concentración de tensiones a lo largo de los
bordes de dichas soldaduras. Bajo la influencia del hidrógeno, las grietas
experimentaron un rápido recrecimiento, provocando fallos en el material
y la posterior explosión.
—Accidente en la Planta de Energía de Fukushima: En el año 2011, tras el
terremoto y tsunami en Japón, la planta de energía nuclear de Fukushima
418 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Daiichi sufrió daños significativos. El agua de mar superó el dique de con-


tención de la planta, inundó los terrenos aledaños y penetró en los sótanos
del edificio del reactor destruyendo los generadores de emergencia. La pér-
dida refrigeración condujo a tres fusiones de núcleo, tres explosiones de hi-
drógeno y la liberación de contaminación radiactiva. Aunque el principal
problema fue el daño a los reactores nucleares, el hidrógeno desempeñó un
papel fundamental en la crisis. El sobrecalentamiento de los reactores lle-
vó a la producción de hidrógeno por la interacción del agua caliente con el
revestimiento de zircaloy de las barras de combustible. Este hidrógeno se
acumuló y desencadenó varias explosiones en los edificios de contención.
—Explosiones en Estaciones de Servicio de Hidrógeno: A lo largo de los
años, ha habido varios incidentes menores en estaciones de servicio de hi-
drógeno en todo el mundo. Estos suelen ser causados por fugas durante el
proceso de repostaje. A menudo, estos incidentes causan daños materiales
pero no lesiones graves. Las causas suelen variar, pero frecuentemente son
debidas a sellos defectuosos, falta de mantenimiento de equipos o errores
humanos durante el proceso de repostaje.
Tal como se puede apreciar, estos accidentes subrayan la importancia de la
gestión adecuada, el mantenimiento y la supervisión cuando se trabaja con hi-
drógeno. No obstante, aunque estos eventos iniciadores varían ampliamente
en su naturaleza, los hechos que originan están más limitados, siendo las sobre-
presiones, el fuego y las explosiones las causantes de la mayor parte de las con-
secuencias de los accidentes.

10.3.2. Sobrepresiones
La generación de sobrepresiones en los accidentes con hidrógeno puede ser
debida a tres motivos principales: explosiones físicas, bleve’s y explosiones quí-
micas.

10.3.2.1. Explosiones físicas


Las explosiones físicas normalmente producirán una onda de presión u on-
da de choque, es decir, la repentina y violenta expansión de un fluido que no
se encuentra asociada a una reacción química. A día de hoy, la explosión físi-
ca más fuerte provocada por el hombre es la explosión nuclear de una bom-
ba atómica. En este supuesto, la explosión generó sobrepresiones de onda ex-
pansiva de 170 kPa en la zona central (radio de 14 km para el ejemplo de una
seguridad en la industria del hidrógeno 419

explosión de 20 Mt a 5,5 km de altura) y que decayó gradualmente hacia el


exterior hasta quedar entorno a los 20 kPa a 60 km de distancia del centro
de la explosión.
Con el desarrollo del hidrógeno como portador de energía en el sector del
transporte, existen posibilidades de que se produzcan explosiones a pequeña es-
cala y a alta presión, puesto que las presiones máximas típicas de almacenamien-
to de hidrógeno se sitúan en torno a 70 MPa en los diseños actuales.
Otra fuente de explosión física es el estallido de un recipiente a presión como
resultado de un Boiling Liquid Expanding Vapor Explosion (bleve) induci-
do por un incendio. En este caso, cuanto mayor es la densidad del líquido, más
destructivo es el bleve. En estos casos, si el líquido es inflamable, se producirá
adicionalmente una bola de fuego. Durante el evento se crean varios picos de
presión: por el líquido súbito, por la fase de vapor en expansión y, si correspon-
de, por la combustión.
Proyecciones y fragmentos también pueden resultar de una explosión física
y causar lesiones, muertes o daños a distancias considerables dependiendo de
la energía de la explosión liberada. En este caso, el peligro de la proyección au-
menta con la temperatura promedio del líquido y la presión de vapor asociada.
Otro ejemplo de explosión física es la llamada transición de fase rápida (rpt),
una explosión de vapor térmico resultante del cambio de fase espontáneo de
un fluido que entra en contacto con un líquido mucho más caliente o frío. A
modo de ejemplo, se puede citar el caso de un fluido criogénico derramado so-
bre el agua. En esta situación, los requisitos exigidos para que se produzca una
ebullición tan explosiva son: una temperatura del fluido «caliente» superior
al punto de ebullición del fluido «frío» y, una cierta mezcla de ambos fluidos
que permita un contacto estrecho y suficientemente prolongado. En estos ca-
sos, aunque la liberación de energía es pequeña en comparación con una explo-
sión química, tanto la fragmentación como el cambio de fase del fluido «frío»
pueden ocurrir a un ritmo tan alto que se pueden desarrollar ondas de choque.
En el caso de gnl sobre superficie de agua, se observaron sobrepresiones con
un potencial dañino de hasta 5 kPa.
En el caso del almacenamiento gaseoso, hay que destacar que el hidrógeno se
puede almacenar en cuatro tipos de recipientes a presión, tal como se ha estu-
diado en el capítulo relativo al almacenamiento.
El comportamiento de estos tanques en condiciones de fallo tales como in-
cendio, ha sido y continúa siendo objeto de estudios de seguridad en todo el
420 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

mundo. En esta publicación, se proporcionan ejemplos y datos sobre los fallos


de pequeños recipientes sometidos a presión.

10.3.2.2. bleve
Un bleve es un tipo de explosión mecánica cuyo nombre procede de sus
iniciales en inglés Boiling Liquid Expanding Vapor Explosion cuya traducción
sería «Expansión explosiva del vapor de un líquido en ebullición». El bleve
es un caso especial de estallido catastrófico de un recipiente a presión en el que
ocurre un escape súbito a la atmósfera de una gran masa de líquido o gas licua-
do a presión sobrecalentado.
Para que se produzca una explosión de tipo bleve no es necesario la exis-
tencia de reacciones químicas ni fenómenos de combustión. Podría producir-
se incluso en calentadores de agua y calderas de vapor. También podría origi-
narse en cualquier líquido almacenado en un recipiente hermético. Aunque
hay explosiones que pueden confundirse con un bleve sin serio, los bleve’s
son exclusivos de los líquidos o gases licuados bajo determinadas condicio-
nes.
Normalmente el bleve se origina por un incendio externo que incide sobre
la superficie de un recipiente a presión, especialmente por encima del nivel lí-
quido, debilitando su resistencia y acabando en una rotura repentina del mis-
mo. De esta manera se origina un escape súbito del contenido del recipiente,
que cambia masivamente al estado de vapor. Si dicho contenido es inflamable
entonces se da lugar a la conocida bola de fuego.
Así pues, dicha bola de fuego se forma por deflagración (combustión rápida)
de la masa de vapor liberada. Al hablar de explosiones bleve y sus consecuen-
cias, se suele incluir en sentido amplio a la bola de fuego, aunque debe quedar
claro que ésta última sólo se origina cuando el producto contenido en el reci-
piente a presión es inflamable.
La característica fundamental de un bleve es la expansión explosiva de to-
da la masa de líquido evaporada súbitamente, aumentando su volumen más de
200 veces. La gran energía desarrollada en esa explosión repentina proyecta
fragmentos de distintos tamaños procedentes de la rotura del recipiente a con-
siderables distancias. Precisamente ésta es una prueba de confirmación de la ge-
neración de un bleve. Los fragmentos proyectados pueden arrastrar tras de sí
a cierta masa de líquido en forma de una lluvia de gotículas, con posibilidad de
inflamación a considerables distancias.
seguridad en la industria del hidrógeno 421

Tras producirse el estallido del recipiente, la gran masa evaporada asciende


en el exterior, arrastrando finísimas partículas de líquido y entrando en com-
bustión, si es el caso, en forma de hongo. Se forma una gran bola de fuego en la
parte superior tras un instante, al haberse producido la difusión en el aire por
debajo del límite superior de inflamabilidad. Dicha bola de fuego se irá expan-
diendo a medida que va ardiendo la totalidad de masa de vapor liberada.
En relación a los fallos de contención en recipientes que favorecen la apari-
ción de un bleve, es necesario indicar que, este evento resulta ser menos pro-
bable para el almacenamiento de hidrógeno que para los hidrocarburos, debido
precisamente a la naturaleza de doble revestimiento de los tanques de almace-
namiento. No obstante, el fenómeno físico se puede describir de la misma for-
ma y, por tanto, los resultados son similares y no pueden ignorarse al considerar
los escenarios de accidentes.
La energía de explosión en el caso de un bleve se ha evaluado mediante la
diferencia entre el estado final e inicial del recipiente que explosiona, suponien-
do una expansión isoentrópica. Este hecho, junto con una cierta porción de la
energía de presión procedente del estallido, puede contribuir potencialmente
a la generación de ondas explosivas. Si no se presenta una posterior ignición de
la nube, entonces este fenómeno pasaría a clasificarse como bleve frío.

10.3.2.3. Explosiones químicas


En las explosiones químicas, que suelen ser generalmente reacciones de oxi-
dación exotérmicas, una gran parte de la energía de la combustión es transporta-
da por la onda expansiva que se distribuye uniformemente en todas direcciones.
Dependiendo de los distintos tipos de procesos de combustión (deflagración
lenta o, llama rápida turbulenta también denominada detonación), la evolución
de la presión será diferente. En ambos casos, podremos caracterizar dicha sobre-
presión máxima, así como la tasa de aumento y disminución de la presión. En
los diferentes experimentos realizados, se ha apreciado que este efecto es más
fuerte en el caso de explosiones a nivel del suelo (hemisféricas), donde, debido
a la reflexión, el coeficiente de rendimiento respectivo puede ser dos veces ma-
yor que en una explosión esférica.
La velocidad a la que se produce la liberación de energía determinará la for-
ma del perfil presión en el tiempo, así como también la presión máxima. Esto
es debido principalmente a la densidad de potencia de la combustión y a su in-
fluencia sobre la onda de presión en expansión. Las ondas de presión que se ori-
422 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

ginan dentro de una región combustible se propagarán alejándose de la fuente.


A medida que esta onda se desplaza, calienta el medio de transporte a su paso,
lo que hace que las ondas de presión detrás del frente de onda tiendan a viajar
más rápido y alcancen al propio frente de onda. Ello conllevará a un agudiza-
miento de la onda de presión del frente, y la hará similar al de un evento de on-
da de choque.
Cuando la combustión es muy rápida, esta se acopla a una onda de choque de
alta intensidad y ambos fenómenos se desplazan a velocidades supersónicas. Es-
te hecho es particularmente relevante en la combustión del hidrógeno, ya que es
más susceptible a estos fenómenos de detonación que otros gases combustibles.
Estas detonaciones son peligrosas porque las presiones de choque generadas
pueden superar fácilmente los límites de diseño de los equipos de contención.
La 10.3.2.3.1 muestra la diferencia en los perfiles de presión-tiempo para los dos
eventos de combustión descritos anteriormente.

Figura 10.3.2.3.1: Forma característica de presión. Función de tiempo para una onda de cho-
que de detonación (izquierda) y una onda de presión de deflagración (derecha) (Po, presión
inicial; Ps, sobrepresión lateral máxima; tp, duración de la fase positiva)(Kotchourko y Tho-
mas 2022).

10.3.3. Radiación de calor


Aunque existe una extensa literatura sobre la radiación de llamas de hidro-
carburos y fuegos de charcos, hay menos estudios sobre la radiación de llamas
de hidrógeno, especialmente a gran escala. La radiación térmica es crucial en
la transferencia de calor en grandes incendios que involucran hidrocarburos y
seguridad en la industria del hidrógeno 423

hollín, produciendo tanto radicales intermedios inestables,1 como productos de


combustión gaseosos estables no luminosos.2
La radiación en las llamas puede ser debida a componentes luminosos y no
luminosos. La radiación no luminosa proviene de transiciones en los niveles de
energía molecular, generando fotones, principalmente en el espectro infrarrojo
(ir) y de microondas, asociados con CO2, H2O y CO. Esto resulta en líneas de
emisión discretas y próximas entre sí.
Las llamas luminosas emiten un flujo continuo de radiación visible e ir debi-
do a las partículas de carbono no quemadas (hollín), que aumentan significati-
vamente la luminosidad de las llamas. La cantidad y distribución de productos
de combustión y hollín varían según el tipo de combustible y la disponibilidad
local de oxígeno. A diferencia de los combustibles de hidrocarburos, el hidró-
geno quema de forma más limpia en el aire, produciendo una llama casi invi-
sible y no luminosa de color azul pálido, probablemente debido al hidrógeno
molecular o atómico.
Al objeto de comprender los peligros de la radiación térmica del hidrógeno,
es necesario conocer las diferencias existentes entre las propiedades físicas y las
características de combustión de las llamas de hidrógeno y las de los hidrocar-
buros. En concreto, tomaremos como referencia al metano.
Las mezclas de hidrógeno y aire pueden arder como la llama de un chorro
en un punto fijo. En este caso la combustión tiene lugar a lo largo de los bordes
del chorro, donde se mezcla con suficiente aire. En una mezcla combustible es-
tacionaria al aire libre sin confinamiento, una mezcla de hidrógeno inflamable
sufrirá una deflagración lenta durante la cual la llama se propagará a través de
la mezcla. Si se acelera la velocidad de la llama, tal vez debido a una turbulencia
inicial extrema o a una turbulencia inducida por obstáculos o confinamiento,
el resultado es un evento de llama rápido y una explosión. En el caso extremo,
la velocidad de la llama se vuelve supersónica y provoca una detonación. Una
vez iniciada, la detonación es autosostenida (no se requieren más turbulencias
o confinamiento) siempre que la mezcla en combustión esté dentro del rango
detonable.
El calor de combustión del hidrógeno por unidad de peso es mayor que el
de cualquier otro material, pero el hidrógeno tiene un calor de combustión por
unidad de volumen relativamente bajo. Por tanto, la combustión de un volu-
1
O, H, OH, N
2
CO2, CO, H2O, NOX
424 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

men determinado de hidrógeno liberará menos energía que el mismo volumen


de gas natural o gasolina.
A diferencia de otros hidrocarburos, una llama de hidrógeno emite mucha
menos radiación ir (calor) y prácticamente ninguna radiación visible (luz). La
emisión azul pálido mencionada anteriormente es casi invisible con luz artifi-
cial o diurna (10.3.3.1).

Figura 10.3.3.1: Llama de hidrógeno (Houssin et al. 2021)

Una menor radiación de llama de hidrógeno está asociada al hecho de que


la llama sea más caliente que la de hidrocarburo. Así pues, los objetos envuel-
tos por una llama de hidrógeno tienden a calentarse más rápido. Sin embargo,
la menor radiación de calor de la llama se traduce en que se irradia menos calor
a objetos o personas fuera de la llama. Como consecuencia de estos hechos, se
deducen dos ideas:
1. En primer lugar, que la percepción física del calor de un incendio a causa
de una llama de hidrógeno, casi invisible, no es percibida hasta que la per-
sona está más cerca de ella que en el caso de una llama de hidrocarburo.
2. En segundo lugar, que aunque la radiación de las llamas de hidrógeno es
menor que la de las de hidrocarburos, los altos caudales másicos asociados
con una serie de escenarios de accidentes, como por ejemplo incendios de
aviones, implican altas tasas de liberación de energía a través de la combus-
tión y, por lo tanto, la carga de radiación puede llegar ser tan importante
como en el caso de los hidrocarburos.
En situaciones en las que se producen liberaciones de hidrógeno líquido pro-
cedente de envases o almacenamientos, será necesario considerar que las roturas
de los sistemas de contención como consecuencia de fallos pueden dar lugar a
incendios en charco y bleve’s, caso de que sea el propio recipiente de almace-
namiento el que se incendie.
seguridad en la industria del hidrógeno 425

El riesgo de una explosión de bleve en almacenamientos de hidrógeno líqui-


do (LH2) se considera generalmente bajo, en parte debido a la construcción de
doble pared de los tanques, ya que reduce la probabilidad de una carga de calor
directa e intensa en el tanque interno. Tal carga de calor es necesaria para provo-
car la ebullición del líquido contra la superficie interna del tanque, debilitando
el metal y generando una sobrepresión que podría causar la rotura del tanque y
una explosión de vapor. No obstante, en la literatura sobre hidrógeno líquido
(LH2), se han desarrollado relaciones empíricas para estimar las dimensiones
y la duración de una bola de fuego en eventos de bleve, basándose en la masa
del combustible involucrado. Aunque estas ecuaciones no se han confirmado
experimentalmente, proporcionan una base para estimaciones provisionales de
la magnitud y duración de estos eventos asociados al LH2.
Es necesario indicar que aún en el caso de ausencia de personas, en la planifi-
cación de la seguridad de las instalaciones es necesario tener en cuenta los efec-
tos de la radiación sobre las infraestructuras, determinando el comportamiento
de diversos materiales frente a cargas de radiación.

10.3.4. Proyecciones
No existe ningún modelo de predicción completamente validado relativo
a los peligros asociados a proyecciones originadas por la explosión de reci-
pientes a presión. No obstante, este problema físico se puede dividir en dos
partes:
1. En primer lugar es necesario evaluar el proceso de fragmentación.
2. Posteriormente será necesario analizar las trayectorias de las proyecciones
o proyectiles.
El estudio de la primera parte es probablemente el más complejo, y sólo la
simulación numérica permite la predicción, utilizando modelos apropiados de
material y fractura.
Con respecto a la segunda parte, se puede decir que, la mayoría de los enfo-
ques de modelización abordan los efectos de las explosiones y los incendios. Sin
embargo, en muchos escenarios de explosión de hidrógeno, el lanzamiento de
proyecciones o escombros también es importante y en algunos casos es domi-
nante. En el caso de las explosiones de hidrógeno con un cierto grado de confi-
namiento, cuando el proceso de combustión pasa de ser una deflagración a ser
una detonación, el lanzamiento de proyectiles puede ser devastador. Los casos
más claros son los de explosiones de equipos industriales dentro de garajes, o
426 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

en plantas nucleares. Estos escenarios pueden generar un peligro importante de


emisión de proyectiles. Otros tipos de explosiones relacionadas con hidrógeno
que involucran proyecciones de fragmentos son el bleve y explosiones físicas.
La situación más habitual en estos casos es el de rotura de depósitos. Por tanto,
cualquier metodología de evaluación de riesgos para el hidrógeno debería con-
tener modelos para el lanzamiento de proyecciones.
En general, las condiciones iniciales para el lanzamiento están definidas por
la distribución de la masa del fragmento, la velocidad y la dirección inicial. Es-
tas condiciones están determinadas por el proceso de rotura y la posterior ace-
leración de los gases en expansión o productos de reacción. Posteriormente,
esta situación va acompañada de una liberación de presión como resultado del
aumento del área de ventilación.
Las condiciones iniciales para el lanzamiento de proyectiles desde tanques,
como resultado de explosiones físicas, bleve y explosiones de gas internas, se
pueden determinar con la ayuda de referencias tales como el «Yellow book»(S-
toffen, s. f.). Sin embargo, el proceso de destrucción de edificios construidos,
con hormigón armado o ladrillo debido a explosión interna de gas, es un fenó-
meno más complicado. En caso de deflagración, la combustión continúa duran-
te el proceso de desintegración y lanzamiento de escombros. El acoplamiento
entre la acumulación de presión, la ventilación y la rotura, determina qué par-
te de la estructura participará en el lanzamiento, así como las distribuciones de
velocidad de los escombros y la dirección de los mismos.
Cuando se produce una detonación de hidrógeno dentro de un edificio, el pro-
ceso de combustión se completa antes de que la estructura comience a romperse.
Como resultado, la estructura se enfrenta a una carga casi estática de sobrepresión
típica de 0,8 MPa. Esto supera con creces la resistencia estructural de cualquier
edificio industrial típico. Como resultado, la estructura se rompe y se acelera en
gran medida. Las detonaciones de hidrógeno en edificios se pueden comparar
con cantidades mínimas de explosivos potentes en depósitos de municiones.

10.3.5. Fragilización por hidrógeno


La fragilización por hidrógeno es la pérdida de ductilidad de un metal y la re-
ducción de la capacidad de carga debido a la absorción de átomos o moléculas
de hidrógeno por dicho metal. El resultado de la fragilización por hidrógeno
es que los componentes fabricados con este metal se agrietan y fracturan a ten-
siones menores que su límite elástico.
seguridad en la industria del hidrógeno 427

Figura 10.3.5.1: Componente con un defecto/grieta cargado bajo presión de hidrógeno


(Belzunce 2023).
La fragilización por hidrógeno se produce cuando el hidrógeno penetra en el
metal y hace que este pierda su ductilidad (elasticidad, deformabilidad) y con
el tiempo se vuelva frágil. Las etapas en la fragilización son:
1. Adsorción física de la molécula H2,
2. Disociación y adsorción de los átomos de H: H2 →Had + Had,
3. Entrada del H en la estructura cristalina: H →Hab,
4. Difusión de H hasta la zona de fragilización (Maxíma sH y,
5. Mecanismo de fragilización local (descohesión intercaras internas, 10.3.5.1).
Esto provoca un fallo prematuro por debajo del límite de fluencia del metal
o de la tensión de diseño de los respectivos componentes. En otras palabras: el
material sufre una «fatiga» gradual.
En función del origen del hidrógeno, se distinguen dos tipos de fragilización
por hidrógeno (he):
—La fragilización interna por hidrógeno (ihe). En este caso, el hidrógeno
penetra en el material durante el proceso de fabricación o en su utilización.
—La fragilización por hidrógeno ambiental (hee). Se trata de un proceso en
el que el hidrógeno es absorbido del medio ambiente y favorece la fragili-
zación del material.
428 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

En el caso de los aceros, el hidrógeno se difunde a lo largo de los límites de


los granos y se combina con el carbono para formar gas metano. El gas metano
se acumula en pequeños huecos a lo largo de los límites de los granos. Allí va al-
canzando enormes presiones que inician grietas y disminuyen la ductilidad del
acero. Si el metal está sometido a una gran tensión de tracción, puede produ-
cirse una fractura por fragilidad.

Figura 10.3.5.2.: Fragilización por hidrógeno (Área Académica de Metalurgia 2020).

En sí, es un proceso complejo que no se comprende completamente debido


a la variedad y complejidad de los mecanismos que pueden conducir a la fragi-
lidad. Actualmente, se han propuesto varios mecanismos para explicar la fra-
gilización por hidrógeno. Estos incluyen la formación de hidruros frágiles, la
creación de huecos que pueden provocar burbujas y la acumulación de presión
dentro de un material. Inicialmente, el hidrógeno se introduce en la superficie
de un metal y los átomos de hidrógeno individuales se difunden a través de la
estructura del metal. Debido a que la solubilidad del hidrógeno aumenta a tem-
peraturas más altas, el aumento de la temperatura puede incrementar la difu-
sión del hidrógeno.
Para que se produzca la fragilización por hidrógeno, se requiere una combi-
nación de tres condiciones:
—La presencia y difusión de hidrógeno.
—Un material susceptible.
—La presencia de tensión de tracción en el componente.
El hidrógeno puede entrar y difundirse a través del acero incluso a tempera-
tura ambiente. Esto puede ocurrir durante varias operaciones de fabricación y
ensamblaje o durante el uso operativo, en cualquier lugar donde el metal entre
en contacto con hidrógeno atómico o molecular.
seguridad en la industria del hidrógeno 429

Los procesos para los que existe la posibilidad de absorción de hidrógeno in-
cluyen el decapado con ácido y la galvanoplastia. El hidrógeno está presente en
los baños de decapado ácido. Por otra parte, durante la galvanoplastia, se pro-
duce hidrógeno en la superficie del metal que se está recubriendo.
Generalmente, el decapado con ácido se utiliza para eliminar las incrustacio-
nes de óxido de la superficie del acero y la galvanoplastia se utiliza comúnmente
para depositar zinc en tuercas, pernos, tornillos y otras sujeciones de acero ca-
ra a protegerlo contra la corrosión galvánica. No obstante, es necesario indicar
que la absorción de hidrógeno también puede ocurrir cuando un componente
está en servicio, si el acero está expuesto a ácidos o si ocurre el fenómeno de co-
rrosión del acero.
Los aceros de alta resistencia, con una resistencia a la tracción superior a apro-
ximadamente 1000 MPa, son las aleaciones más vulnerables a la fragilización
por hidrógeno. En cuanto a la tensión que provoca la fractura, incluso la ten-
sión residual de tracción dentro de un componente puede ser suficiente para
provocar el fallo de un material quebradizo.
Cara a evaluar la susceptibilidad de los materiales a la fragilización por hi-
drógeno, especialmente en aceros, se pueden emplear pruebas estandarizadas.
Estas pruebas son esenciales para determinar si los procesos de fabricación o las
condiciones de servicio han aumentado la vulnerabilidad del material a este fe-
nómeno. Dos pruebas muy importantes son:
astm f1940, que consiste en una prueba estándar que se utiliza para verificar
el control de los procesos que podrían causar fragilización por hidrógeno
en elementos de sujeción revestidos o enchapados. Su objetivo es asegu-
rarse de que los métodos de procesamiento empleados no comprometan
la integridad estructural de dichas sujeciones debido a la fragilización por
hidrógeno.
astm f519, la cual se trata de otra prueba estándar centrada en evaluar la fra-
gilización mecánica por hidrógeno de procesos de recubrimiento en entor-
nos de servicio. Esta prueba es particularmente útil para evaluar cómo los
procesos de recubrimiento y las condiciones de servicio afectan la resisten-
cia mecánica de los materiales en presencia de hidrógeno.
Estas pruebas no son las únicas que a día de hoy se pueden utilizar para de-
terminar la fragilización por hidrógeno de un material, existiendo por tanto
una diversidad de ensayos que se pueden emplear en función del componente
y su utilización.
430 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Para prevenir la fragilización por hidrógeno en materiales tales como el ace-


ro, es esencial adoptar estrategias que minimicen la exposición al hidrógeno y
reduzcan las tensiones internas. Entre las medidas preventivas más efectivas se
incluyen:
—La reducción de la exposición al hidrógeno. Esto es especialmente relevan-
te en procesos como la galvanoplastia, donde el hidrógeno puede ser libe-
rado e incorporarse en la estructura metálica.
—El horneado post-galvanoplastia, que es una técnica efectiva para contra-
rrestar la absorción de hidrógeno de los componentes galvanizados. Este
proceso, realizado a temperaturas entre 190 °C y 220 °C, permite que el hi-
drógeno absorbido se difunda fuera del metal reduciendo así el riesgo de
fragilización. Se recomienda realizar este horneado unas pocas horas des-
pués del proceso de galvanoplastia.
—La utilización de aceros de menor resistencia. En situaciones donde la
absorción de hidrógeno es inevitable, como en ciertas aplicaciones ope-
rativas, optar por aceros de menor resistencia puede ser beneficioso. Es-
tos aceros son generalmente menos susceptibles a la fragilización por hi-
drógeno.
—La reducción de tensiones residuales y aplicadas: La gestión de las tensio-
nes dentro del material es otra estrategia clave. Esto implica tanto la reduc-
ción de tensiones residuales, a menudo presentes después de procesos de
fabricación, como la minimización de tensiones aplicadas durante el uso
del material.
La adopción de estas medidas puede ayudar significativamente a mitigar el
riesgo de fragilización por hidrógeno en aceros y otros materiales susceptibles,
mejorando así su durabilidad y fiabilidad en aplicaciones que involucren hi-
drógeno.

10.3.6. Impactos fisiológicos


Entre los daños fisiológicos que se pueden producir a consecuencia de ex-
posición a hidrógeno, cabe destacar los que se analizarán en los siguientes su-
bapartados.

10.3.6.1. Daños debidos a exposición a bajas temperaturas


El contacto de la piel con hidrógeno líquido o gas hidrógeno frío puede pro-
vocar quemaduras graves por frío, similares a las producidas por agua hirvien-
seguridad en la industria del hidrógeno 431

do. El contacto directo de la piel desprotegida con superficies fías puede causar
congelación y, el intento de separar la piel de estas superficies congeladas puede
ocasionar lesiones severas. Asimismo, la exposición prolongada de la piel al hi-
drógeno frío puede ocasionar congelaciones. A menudo, el primer indicio de
congelación es un dolor localizado, aunque en ocasiones este dolor puede no
ser percibido o durar poco tiempo.
Los tejidos congelados pierden sensibilidad, presentan una apariencia cero-
sa y adquieren un tono blanquecino pálido o amarillento. Su descongelación
puede ser extremadamente dolorosa y, en algunos casos, puede provocar shock.
Los ojos son particularmente vulnerables a estas exposiciones, ya que pequeñas
salpicaduras de hidrógeno líquido o breves exposiciones a vapor o gas frío pue-
den causar la congelación instantánea del tejido ocular y provocar daños irre-
versibles.
La exposición corta a gas extremadamente frío puede causar malestar respira-
torio y potencialmente desencadenar ataques de asma en personas susceptibles.
La inhalación sostenida de vapores o gases fríos puede provocar importantes
daños pulmonares. Adicionalmente, una exposición prolongada y generalizada
al frío puede conllevar a la hipotermia.

10.3.6.2. Daños debidos a la asfixia


El hidrógeno no es tóxico, pero al igual que ocurre con cualquier gas,3 pre-
senta riesgo de asfixia principalmente en áreas confinadas, como resultado del
agotamiento de oxígeno. El aire normal contiene alrededor del 20,8 % de oxí-
geno en volumen. Además de producirse su dilución al ser mezclado con otros
gases, el oxígeno puede consumirse en la combustión de hidrógeno u otros ga-
ses combustibles. También puede agotarse por condensación en superficies muy
frías, tales como piscinas de hidrógeno líquido.
Se ha estudiado que, diluir el contenido volumétrico de oxígeno por debajo
del 19,5 % provocará efectos en los seres humanos. Los niveles de alarma gene-
ralmente se establecen en 19 % de oxígeno, que es un valor inferior al 2 % de los
niveles normales. Por tanto, es crucial que los sensores utilizados sean precisos
cara a prevenir alarmas falsas. La Tabla 1 ilustra las diferentes etapas de asfixia
en relación con la concentración normal de oxígeno.

3
A excepción del oxígeno, obviamente.
432 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

O2
% vol. efectos y síntomas
19-21 El individuo no puede detectar síntomas discernibles.
15-19 Reducción del rendimiento físico e intelectual sin que quien lo padece sea
consciente. Se pueden inducir los primeros síntomas en personas con pro-
blemas cardíacos, pulmonares o circulatorios.
12-15 Respiración más profunda, pulso más rápido, mala coordinación.
10-12 Dolores de cabeza, mareos, falta de juicio, labios ligeramente azules. Riesgo
de muerte inferior al 11 %, tiempo de tolerancia 30 min.
8-10 Náuseas, vómitos, inconsciencia, rostro pálido, desmayo a los pocos minutos
sin previo aviso, fallo mental, tiempo de tolerancia 5 min.
6-8 El desmayo ocurre después de aproximadamente 3 min. Muerte en 8 min;
50 % muerte y 50 % recuperación con tratamiento en 6 min, 100 % recupe-
ración con tratamiento en 425 minutos.
3-6 Coma en 40 segundos, cesa la respiración, muerte o daño cerebral perma-
nente, incluso si es rescatado.
0-3 Muerte en 45 segundos.
Tabla 10.3.6.2.1: Efecto sobre el cuerpo humano de la concentración de oxígeno al respirar
(Det Norske Veritas 2001).

10.3.6.3. Daños por explosión


En primer lugar, es necesario estudiar los efectos directos ocasionados por
la explosión o efectos primarios. Estos efectos son causados por las ondas de
presión dinámicas. Aunque el cuerpo humano es capaz de adaptarse a cambios
lentos de presión (baste con recordar situaciones tales como buceo, escaladas a
grandes altitudes, etc.), los cambios dinámicos en un frente de explosión pue-
den originar daños graves.
En nuestro cuerpo existen órganos en los que se encuentran grandes diferen-
cias de densidad tales como los pulmones o el oído interno. Estos órganos son
especialmente vulnerables a dichos efectos primarios. Los daños en el oído no
provocan la muerte, pero debido a su alta sensibilidad, a menudo se utilizan co-
mo indicador de exposición. Por su parte, el daño pulmonar depende de una
combinación de sobrepresión máxima y de duración del pulso.
seguridad en la industria del hidrógeno 433

Figura 10.3.6.3.1: Umbral de daño auditivo y pulmonar en función de presión e impuso (Offi-
ce of Safety and Mission Assurance 1997)

Figura 10.3.6.3.2: Sobrepresión máxima versus duración para los niveles de mortalidad (1 %,
50 % y 90 %). Se incluyen curvas de carga para una explosión de superficie hemisférica de 1
kg, 100 kg y 10.000 kg de trinitrotolueno (Van der Voort et al. 2016)
434 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Al igual que ocurría en el caso de los efectos estructurales, el umbral de daño


auditivo y pulmonar se muestra en diagramas pi. Un ejemplo puede apreciarse
en la 10.3.6.3.1.
No obstante, se han desarrollado análisis más recientes para determinar los
niveles de mortalidad asociados con ondas explosivas. Los resultados se pue-
den verse en la 10.3.6.3.2 para tres probabilidades de muerte (al 1 %, al 50 % y al
90 %).
La presencia de espacios confinados es un factor crucial no solo en la mezcla
de gases y en la iniciación de la detonación, sino también en los efectos fisioló-
gicos. Es necesario indicar que las explosiones en dichos lugares suelen derivar
en una mayor mortalidad, tanto inmediata como a largo plazo, en comparación
con explosiones ocurridas en entornos abiertos.
Sin embargo, sólo una pequeña mortalidad se debe a estos efectos primarios
en comparación con la combinación más grave de efectos indirectos de la ex-
plosión, tales como proyecciones, desplazamientos corporales y efectos asocia-
dos al impacto y al calor.
Por su parte, los efectos indirectos de la explosión o secundarios incluyen
consecuencias derivadas de proyecciones4 y otros efectos terciarios tales como
los relacionados con el desplazamiento del cuerpo. Especialmente el impacto o
la desaceleración al chocar contra una pared o cualquier otra estructura sólida,
puede provocar fracturas de cráneo con consecuencias traumáticas e incluso la
muerte.

10.3.6.4. Daños por efectos térmicos


Los efectos térmicos de los incendios de hidrógeno implican dos fenómenos
principales que podrían dañar a los seres humanos: la alta temperatura del ai-
re y la radiación de calor. Dependiendo del escenario, será necesario considerar
sólo uno o una combinación adecuada de ambos.
Los efectos de la temperatura del aire se representan en forma gráfica en la
Figura 10.3.6.4.1.
Se puede apreciar en dicha gráfica que, por debajo de 70 °C, no es de espe-
rar ningún efecto grave. Entre 70 °C y 150 °C el tiempo hasta la incapacitación
puede variar desde los 94 min a los 6 min respectivamente. Los datos también

4
A modo de ejemplo, se pueden citar: partes desprendidas aceleradas del recipiente a presión, par-
tes del edificio, vidrio, etc.
seguridad en la industria del hidrógeno 435

Figura 10.3.6.4.1: Tiempo hasta la incapacitación en función de la temperatura del aire (Tno
1992).

se pueden representar en términos de distintos grados de daño para diferentes


temperaturas del aire.
En el caso de fuegos abiertos que involucran hidrógeno, es probable que la
temperatura del aire sea baja, excepto cerca del límite de la llama. No obstante,
por encima de 150°C, los efectos de la radiación se convierten en el factor do-
minante (10.3.6.4.2).
De esta manera, la radiación de calor puede causar dolor, quemaduras de pri-
mer, segundo y tercer grado, así como quemaduras mortales (en función de la
profundidad que alcancen en la piel).

temperatura
(ºC) efectos y síntomas
127 Respiración difícil.
140 Tiempo de tolerancia: 5 min.
149 Respiración bucal difícil, límite de tiempo para escapar.
160 Dolor rápido e insoportable con piel seca.
182 Lesión irreversible en 30 s.
203 Tiempo de tolerancia del sistema respiratorio inferior a 4 min con la piel hú-
meda.
Tabla 10.3.6.4.2: Efectos de la temperatura elevada del aire (Tno 1992).
436 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Al igual que ocurría con las consecuencias derivadas de la presión en una ex-
plosión, los dos aspectos más importantes a considerar en relación con los efec-
tos de la radiación son la intensidad máxima y el tiempo durante el cual esta in-
tensidad se mantiene. Por encima de 1,6 kW/m2, cabe esperar efectos negativos
para los seres humanos.
Utilizando unidades de dosis térmicas y para un nivel de flujo recibido espe-
cífico (kW/m2) se puede representar gráficamente el porcentaje de probabilidad
de que se produzca un daño particular, lo que da una indicación de los tiempos
de exposición tolerables. Los gráficos de este tipo se pueden utilizar junto con
modelos de predicción de radiación para los diversos tipos de fuentes de radia-
ción de hidrógeno discutidos anteriormente. De esta manera se pueden esta-
blecer distancias seguras frente a posibles incendios.
Es necesario destacar que además del contenido de infrarrojo (ir), la com-
bustión de hidrógeno produce radiación ultravioleta (uv) capaz de provocar
efectos similares a los de las quemaduras solares. Tal como se ha mencionado
anteriormente, los incendios de hidrógeno son difíciles de ver a la luz del día,
debido a sus propiedades ópticas, tardando por tanto más tiempo en percibir el
calor de las llamas más pequeñas.

10.3.6.5. Equipos de protección individual


El uso del equipo de protección individual adecuados puede reducir las po-
sibles consecuencias de los peligros descritos anteriormente. El personal afec-
tado debe estar protegido contra la exposición a temperaturas criogénicas, altas
temperaturas, radiación térmica de una llama de hidrógeno y atmósferas con
deficiencia de oxígeno.
Los procedimientos que se establezcan para operaciones que involucren hi-
drógeno deben describir el Equipo de Protección Individual (epi) necesario
para las operaciones a realizar. A continuación, se resumen algunas pautas ge-
nerales para el uso de epis que deben considerarse beneficiosas al trabajar con
hidrógeno. Estas pautas no abordan el epi que debe considerarse cuando se
trabaja en entornos que pueden originar otras actividades, tales como trabajar
en circuitos eléctricos o realizar operaciones de limpieza o descontaminación.
—Se debe usar protección para los ojos o preferentemente, una protección
facial completa cuando se manipula hidrógeno líquido.
—Se deben usar guantes con aislamiento adecuado al manipular cualquier
elemento que entre en contacto con hidrógeno líquido o hidrógeno ga-
seguridad en la industria del hidrógeno 437

seoso frío. Los guantes deben quedar holgados, poder quitarse fácilmente
y no tener puños grandes.
—Los pantalones largos, preferiblemente sin puños, deben usarse con las per-
neras por fuera de las botas o zapatos de trabajo.
—Se deben usar zapatos cerrados (no se deben usar zapatos abiertos o po-
rosos).
—Se debe usar ropa hecha de algodón común o de algodón ignífugo. Se evi-
tará la utilización de prendas hechas de nailon u otros materiales sintéticos,
seda o lana porque estos materiales pueden producir cargas de electricidad
estática que pudieran encender mezclas inflamables. Las fibras sintéticas
pueden derretirse y adherirse a la carne, provocando mayores daños por
quemaduras. Asimismo, cualquier prenda rociada o salpicada con hidró-
geno debe retirarse hasta que esté completamente libre de hidrógeno.
—Se debe usar equipo de respiración autónomo cuando se trabaja en un es-
pacio confinado que pueda presentar una atmósfera con deficiencia de oxí-
geno.
—Se deberán utilizar equipos portátiles de detección de hidrógeno y de in-
cendios, cara a advertir sobre fugas e incendios.
—Como alternativa, a menudo se recomienda agitar algún elemento de
madera o papel hacia el frente, o incluso arrancar un poco de hierba y ti-
rarla en la dirección del movimiento previsto. Si estos materiales entran
en contacto con la llama apenas visible, el humo indicará la posición de
la llama.
—El personal deberá conectarse a tierra antes de tocar o utilizar una herra-
mienta en un sistema de hidrógeno.
—A menudo se recomienda el uso de herramientas a prueba de chispas. Sin
embargo, la energía necesaria para la ignición de una mezcla inflamable de
hidrógeno y aire es tan pequeña que incluso las herramientas a prueba de
chispas pueden provocar una ignición. En consecuencia, todas las herra-
mientas deben utilizarse con precaución para evitar resbalones, golpes in-
directos o caídas, todos ellos son hechos pudieran originar dichas chispas.
—Los rociadores de agua y la ropa mojada pueden reducir considerablemen-
te los efectos térmicos inducidos por las llamas de hidrógeno.
En caso de que el accidente se haya producido, el tratamiento inmediato de
las personas que entran en contacto con hidrógeno líquido o han estado expues-
tas a gases muy fríos consiste en:
438 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

— Aflojar cualquier ropa que pueda restringir la circulación sanguínea y bus-


car atención hospitalaria inmediata para todas las lesiones, excepto las más
superficiales.
— Nunca se deberá aplicar calor directo sobre las partes afectadas, solo se ro-
ciará en caso de ser necesario con agua tibia.
— Se utilizarán apósitos secos estériles para proteger los tejidos dañados de
infecciones o lesiones adicionales, pero no se permitirá que éstos limiten
la circulación sanguínea.
— Nunca se dará de beber al accidentado, salvo prescripción médica. Por su-
puesto que bajo ninguna circunstancia se proporcionará alcohol o cigarri-
llos al mismo.

10.4. Evaluación de riesgos asociados al hidrógeno


En este apartado se presentará la metodología más adecuada para llevar a ca-
bo la evaluación de riesgos en aquellas actividades que utilicen el hidrógeno.
Aunque en la actualidad existe una amplia gama de posibilidades, todas ellas
coinciden en aspectos esenciales tales como una correcta identificación y eti-
quetado del hidrógeno, la realización de inspecciones periódicas o, el manteni-
miento de equipos y sistemas de trabajo.

10.4.1. Requisitos legales y Normativa de seguridad


El marco internacional de regulación en temática de seguridad del hidrógeno
se basa en las directrices establecidas por dos importantes organismos. De una
parte, está la Organización de Naciones Unidas (onu) y de otra la Organiza-
ción Internacional de Normalización (iso).
Las regulaciones y normativas más destacadas desarrolladas por las Nacio-
nes Unidas en relación con el hidrógeno y su transporte se detallan a conti-
nuación.
Existen regulaciones de la Comisión Económica de las Naciones Unidas pa-
ra Europa (unece). La unece es una de las cinco comisiones regionales de las
Naciones Unidas, cuyo objetivo principal es promover la integración económi-
ca paneuropea. Establece regulaciones técnicas y convenios para facilitar la coo-
peración internacional. Las regulaciones de la onu desarrolladas por la unece
representan el nivel global de integración del sistema de reglamentos, códigos y
estándares. Cabe destacar que la adopción de una regulación de la onu no im-
seguridad en la industria del hidrógeno 439

plica su implementación automática en cada país; este proceso puede requerir


varios años.
El transporte de hidrógeno como mercancía peligrosa está regulado por el
Acuerdo Europeo sobre el Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas
por Carretera (adr)(unece 2020). El objetivo principal del adr es garantizar
y armonizar el transporte seguro de mercancías peligrosas y prevenir la conta-
minación ambiental. El hidrógeno comprimido y el hidrógeno líquido (LH2)
pertenecen a la clase 2.1 de gases inflamables. El adr también establece requi-
sitos mínimos para la compresión y la integridad de los tanques a presión. Por
otra parte, la onu también ha emitido disposiciones similares para el trans-
porte de mercancías peligrosas por otros medios de transporte, tales como el
transporte internacional de mercancías peligrosas por vías navegables interio-
res (adn)(un 2009).
Por su parte, el Foro Mundial para la Armonización de las Regulaciones de
Vehículos (wp.29) de la unece adoptó en 2013 la Regulación Técnica Global
gtr13 sobre Hidrógeno y Celdas de Combustible (unece 2013). Esta regula-
ción se desarrolló aún más en la Regulación de la onu R134 (un 2015), que es-
tablece disposiciones uniformes sobre la aprobación de vehículos motorizados
y sus componentes en lo que respecta al rendimiento relacionado con la segu-
ridad de los vehículos impulsados por hidrógeno. Este documento se ha con-
vertido en la referencia mundial para el enfoque nacional en la aprobación de
vehículos impulsados por hidrógeno.
La Organización Marítima Internacional (imo) es la agencia de las Naciones
Unidas responsable de la seguridad y protección de la navegación y la preven-
ción de la contaminación marina y atmosférica por los buques. También emite
códigos equivalentes a las Regulaciones de la onu que son legalmente vinculan-
tes. Por ejemplo, el transporte de mercancías peligrosas por mar está regulado
por el Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas (imdg)( Jal-
lais, Houssin, y et. alt. 2022). En 2015, la imo emitió un nuevo código obliga-
torio para barcos propulsados por combustibles de bajo punto de inflamación:
el Código igf (imo 2017).
Por su parte, la Organización Internacional de Normalización es una entidad
independiente y no gubernamental cuyo objetivo es desarrollar estándares in-
dustriales y comerciales internacionales. Sus miembros representan a organiza-
ciones nacionales de normalización. La iso tiene un estatus consultivo general
otorgado por las Naciones Unidas a las organizaciones no gubernamentales. De
440 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

manera similar, la Comisión Electrotécnica Internacional (iec) publica están-


dares internacionales para todas las tecnologías eléctricas y electrónicas. Tanto
iso como iec desempeñan un papel crucial en el desarrollo de estándares de
seguridad para las Tecnologías de Celdas de Combustible e Hidrógeno (fch).
Existen actualmente dos Comités Técnicos (tc) dedicados completamente a
las tecnologías de hidrógeno y celdas de combustible:
iso/tc 197 «Tecnologías del Hidrógeno» que desarrolla estándares para la
producción, almacenamiento, transporte, medición y uso del hidrógeno.
Este comité abarca aspectos de seguridad directamente relacionados con
los peligros del hidrógeno, tanto gaseoso como líquido.
iec/tc 105 «Tecnologías de Celdas de Combustible» que elabora estánda-
res para todo tipo de celdas de combustible y sus aplicaciones en energía
y calor, transporte, electrólisis, baterías de flujo, etc. Este comité se enfoca
más (pero no exclusivamente) en la seguridad eléctrica.
Adicionalmente, existen otros tc de la iso relevantes para la seguridad del
hidrógeno, que, aunque no están dedicados específicamente al hidrógeno, tra-
tan con aplicaciones y productos para gases inflamables, cuyos estándares deben
aplicarse en ausencia de un documento específico para el hidrógeno:
iso/tc 58 que aborda temática de «Cilindros de Gas», para la estandariza-
ción de cilindros de gas y otros recipientes a presión, sus accesorios y re-
quisitos relacionados con su fabricación y uso.
iso/tc 220 que se ocupa de «Recipientes Criogénicos», para la estandari-
zación de recipientes aislados para el almacenamiento y transporte de gases
licuados refrigerados de la clase 2 del adr de la unece.
iso tc 22/sc 37 relativo a «Vehículos Propulsados Eléctricamente», para
estándares sobre la seguridad del vehículo completo.

El marco de estandarización para aplicaciones de hidrógeno y celdas de com-


bustible es amplio y complejo, ya que el hidrógeno como vector energético
puede utilizarse en muchos sectores diferentes. Varios tc adicionales publi-
can estándares generales relevantes para las tecnologías del hidrógeno. La Fi-
gura 10.4.1.1. proporciona una idea gráfica de esta complejidad.
Los Códigos y Normativas Regulatorias (rcs) para edificaciones, estructu-
ras y otros componentes relacionados con el hidrógeno en Estados Unidos, se
basan en organizaciones de códigos modelo tales como el Consejo Internacio-
nal de Códigos (icc) y la Agencia Nacional de Protección contra Incendios
seguridad en la industria del hidrógeno 441

Figura 10.4.1.1.: Mapa de los comités técnicos internacionales de normalización iso e iec re-
lacionados directa e indirectamente con las aplicaciones fch. Las actividades directa mente
relacionados con la seguridad del hidrógeno se identifican con borde grueso (Kotchourko y
Thomas 2022).

(nfpa). Estas organizaciones crean documentos sobre normas contra incendios


y de la construcción. Ejemplos de ellos son el Código Internacional de Incen-
dios (ifc)(icc 2018), el Código Internacional de Edificación (ibc)(cic 2021),
y el nfpa 1 (nfpa 2024), que es el Código de Incendios general. Los estados
y ciudades en Estados Unidos generalmente adoptan códigos de una de estas
organizaciones y los modifican según sus necesidades regionales. Por ejemplo,
California modifica el ifc para crear su propio Código de Incendios de Ca-
lifornia, estableciendo requisitos para todo en el estado, desde estaciones de
combustible hasta exhibiciones de fuegos artificiales. Las normativas sobre in-
cendios de estas características a menudo se incorporan en la legislación estatal
y son legalmente vinculantes.
El código nfpa 2 proporciona requisitos específicos de alto nivel para el hi-
drógeno en edificaciones, almacenamiento al aire libre y varios otros temas tales
como distribución, electrolizadores, etc. Es necesario destacar que la mayoría
de las estaciones de combustible en Estados Unidos basan su diseño en los re-
quisitos del nfpa 2. Tanto el estándar nfpa 2 como el nfpa 55 descrito como
el Código de Gases Comprimidos y Fluidos Criogénicos se complementan en-
442 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

tre sí. El primero se enfoca en el hidrógeno gaseoso y líquido, mientras que el


segundo aborda todos los demás gases y fluidos criogénicos.
El nfpa 2, y muchos de los códigos de incendios, hacen referencia a están-
dares de componentes o de desarrollo de partes, que forman el tercer nivel de
los rcs. Estos estándares de componentes están generados por varias organiza-
ciones de estandarización tales como el Grupo csa (anteriormente conocido
como la Asociación de Normas Canadienses), la Sociedad de Ingenieros de la
Automoción (sae), ul (anteriormente conocido como Underwriters Labora-
tories), la Asociación de Gas Comprimido (cga) y la asme. Existen aproxima-
damente entre 50 y 60 estándares a nivel de componente que abarcan surtidores
de hidrógeno, chimeneas de ventilación, protocolos de abastecimiento y reci-
pientes de almacenamiento. Tanto sae como cga tienen comités dedicados a
las tecnologías de hidrógeno.
A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, la Unión Europea no ha
desarrollado reglamentación específica para diseño, prueba, construcción e im-
plementación segura de tecnologías y sistemas de celdas de combustible e hi-
drógeno. Por tanto, se deben respetar diferentes directivas y regulaciones re-
lacionadas en primera instancia con atmósferas explosivas y con recipientes y
equipos a presión. Estos documentos legislativos han generado un conjunto de
normas europeas armonizadas, que especifican aún más aspectos de diseño, so-
luciones técnicas, pruebas y métodos de certificación.
Existe un conjunto de Directivas de la Unión Europea que tiene como ob-
jetivo prevenir daños causados por explosiones en caso de liberaciones no in-
tencionales de gases inflamables. Consiste principalmente en dos Directivas
distintas denominadas atex (por las siglas en francés de atmosphères ex-
plosibles):
—La Directiva atex 2014/34/ue, también conocida como atex-produc-
tos, que regula equipos y sistemas de protección destinados a ser utilizados
en atmósferas potencialmente explosivas.
—La Directiva atex ec/1999/92, conocida como atex-lugar de trabajo,
que se centra en la protección de trabajadores en riesgo potencial por at-
mósferas explosivas.
Estas Directivas detallan responsabilidades legales, evaluaciones de confor-
midad, y el sistema relacionado de trazabilidad y certificación. Establecen la
obligación de proteger a los trabajadores potencialmente en riesgo por atex.
Cara a proporcionar esta protección, se deben tomar medidas técnicas y orga-
seguridad en la industria del hidrógeno 443

nizativas adecuadas a la naturaleza de la operación, siguiendo estos principios


básicos en orden de prioridad:
1. Prevención de la Formación de Atmósferas Explosivas o, donde la natura-
leza de la actividad no lo permita, evitar la ignición de las mismas.
2. Mitigación de los Efectos Nocivos de una Explosión para asegurar la salud
y seguridad de los trabajadores.
Entre las medidas de prevención se incluye la eliminación de fuentes de igni-
ción de equipos y de fuentes electrostáticas. En cuanto a las medidas de mitiga-
ción, la atex considera la supresión de explosiones y los sistemas de aislamien-
to, como los limitadores de llama y las barreras. La realización de una evaluación
de riesgos es obligatoria, siendo un elemento fundamental la clasificación de los
lugares peligrosos basada en la frecuencia y la ocurrencia de la atmósfera explo-
siva. Esta clasificación (también denominada «zonificación») se basa en la de-
finición de «zonas», siendo estas las más comunes:
—Zona 0: Lugar donde una atex está presente de manera continua o du-
rante largos períodos o con frecuencia.
—Zona 1: Lugar donde es probable que ocurra una atex ocasionalmente en
condiciones normales de operación.
—Zona 2: Lugar donde no es probable que ocurra una atex en condiciones
normales de operación, pero si ocurre, persistirá solo por un período corto.
El Código de Tecnologías de Hidrógeno nfpa 2 de ee. uu. es un código pres-
criptivo que proporciona disposiciones específicas para prácticas relacionadas
con sistemas de hidrógeno. Por otro lado, las Directivas atex de la ue son una
legislación general que define solo los requisitos esenciales de salud y seguridad
y, deben usarse en combinación con las normas europeas armonizadas. La apli-
cación de estas directivas confiere una presunción de conformidad con los re-
quisitos obligatorios de las mismas. Adicionalmente a las Directivas atex, será
necesario considerar otras directivas de la ue, por ejemplo, al diseñar, instalar y
operar sistemas de alta presión de hidrógeno:
—Directiva de Equipos a Presión (ped), relacionada con el diseño, fabrica-
ción y evaluación de conformidad de equipos a presión estacionarios con
una presión máxima permitida superior a 0,5 bar.
—Directiva de Equipos a Presión Transportables (tped), aplicable a equipos
a presión utilizados para el transporte de mercancías peligrosas por carrete-
ra, ferrocarril y vía fluvial. Esta Directiva incluye prescripciones para cilin-
dros de gas, camiones cisterna, vehículos con baterías, recipientes y conte-
444 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

nedores para gases enfriados criogénicamente. Asimismo, la directiva está


perfectamente alineada con la Regulación de la onu para el transporte de
mercancías peligrosas adr.
Ambas directivas no se centran específicamente en el hidrógeno. Adicional-
mente, utilizan una clasificación de equipos presurizados según el nivel ascen-
dente de peligro, basándose entre otros criterios, en la presión y el volumen ma-
nejados por el equipo. Al igual que en el caso de las atex, su implementación
requirió del desarrollo de normas europeas armonizadas relacionadas que esta-
bleciesen requisitos para tipos específicos de equipos a presión, tales como cal-
deras y quemadores, componentes de tuberías de gas y recipientes (incluidos
los utilizables para líquidos criogénicos), sus materiales y las herramientas de
prevención y mitigación de riesgos relacionadas.
A pesar de que existen normas específicas dedicadas a ciertos gases, ninguna
se centra exclusivamente en las tecnologías de hidrógeno. A modo de ejemplo,
la norma en 15001-1 se enfoca en requisitos para el diseño, construcción y ope-
ración de tuberías de instalaciones de gas. La ue actualiza regularmente una lis-
ta con más de 100 normas armonizadas relacionadas con la ped.
Por su parte, la legislación de la ue que se aplica a la producción y al almace-
namiento de hidrógeno a gran escala es la Directiva para la Prevención y Con-
trol de Accidentes que Involucran Sustancias Químicas Peligrosas. También es
denominada Directiva Seveso III y persigue prevenir accidentes mayores que in-
volucren sustancias peligrosas, así como limitar las consecuencias de dichos ac-
cidentes en la salud humana y en el medio ambiente. En ella y según la cantidad
de sustancias peligrosas presentes, las instalaciones se clasifican en categorías de
nivel inferior y superior, estando estos últimos sujetos a requisitos más estrictos.
La Directiva establece también obligaciones tanto para los operadores como
para las autoridades de los Estados miembros. A modo de ejemplo, los opera-
dores deben notificar todas las instalaciones o establecimientos a los que se les
aplica la directiva, así como establecer una política de prevención de acciden-
tes mayores, planes de emergencia internos para instalaciones de nivel superior,
informes de seguridad y comunicación de todos los accidentes. Los Estados
miembros (em), por su parte, deben desarrollar planes de emergencia externos,
hacer pública toda la información y realizar inspecciones regulares. Para el hi-
drógeno, los limites son de 5 toneladas para los de nivel inferior y 50 toneladas
para los de nivel superior. Debido a la cantidad relativamente pequeña de hidró-
geno almacenado in situ, la Directiva Seveso III no se aplicaba a las Estaciones
seguridad en la industria del hidrógeno 445

de Servicio de Hidrógeno (hfs). Sin embargo, esto puede cambiar pronto, en


vista del despliegue masivo planificado de las tecnologías de hidrógeno necesa-
rias para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (gei) en sec-
tores como el transporte y la industria pesada. Especialmente, las emisiones de
CO2 de estos sectores son difíciles de reducir mediante la electrificación direc-
ta. Un ejemplo de este desarrollo son los objetivos europeos establecidos cara a
aumentar la capacidad de los electrolizadores verdes a 20 gw en 2030.
Específicamente en aplicaciones de fch para la movilidad, la ue ha desarro-
llado una regulación sobre la homologación europea de vehículos eléctricos de
celda de combustible (fcev), que consiste en:
—El Reglamento ue 406/2010, presenta en los Anexos iii y iv los requisitos
para componentes y sistemas de hidrógeno diseñados para usar respectiva-
mente, hidrógeno líquido y comprimido. Estas disposiciones también cu-
bren la instalación de componentes en vehículos impulsados por hidrógeno.
—El Reglamento 2019/2144 del Parlamento Europeo, presenta unas directri-
ces para la selección de materiales y será objeto de una legislación específica.
—El Reglamento 134 de la Comisión Económica para Europa de las Naciones
Unidas se centra en la homologación de vehículos con respecto a la seguri-
dad de los sistemas de propulsión de hidrógeno. Este reglamento establece
los estándares y requisitos técnicos para la aprobación de vehículos impul-
sados por hidrógeno, asegurando que cumplan con normas específicas de
seguridad y rendimiento. Cubre aspectos como el almacenamiento de hi-
drógeno, los sistemas de distribución de combustible y las medidas de segu-
ridad relacionadas con el uso del hidrógeno como combustible para vehí-
culos. Su objetivo es promover la seguridad en el diseño y funcionamiento
de vehículos de hidrógeno y facilitar su introducción segura en el mercado.
A nivel de los Estados miembros de la ue, existe legislación nacional y en
ocasiones, también regional que busca la implementación práctica del marco
regulatorio general. Para los sistemas de hidrógeno, estos procesos legales y ad-
ministrativos locales se analizan en la base de datos en línea del proyecto euro-
peo HyLaw.5

5
HyLaw es un proyecto europeo centrado en identificar y analizar las barreras legales y adminis-
trativas al despliegue de tecnologías de hidrógeno y pilas de combustible (fch) en Europa. El nombre
«HyLaw» proviene de «Hydrogen Law» (Ley del Hidrógeno). El objetivo principal del proyecto es
facilitar el uso del hidrógeno como vector energético, apoyando la transición hacia un sistema energé-
tico más limpio y sostenible.
446 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

El marco de estandarización de la ue para el hidrógeno incluye al Comité Eu-


ropeo de Normalización (cen) y al Comité Europeo de Normalización Elec-
trotécnica (cenelec). Los miembros principales de estos comités representan
a los organismos nacionales de normalización de los Estados miembros de la ue,
los países de la asociación europea de libre comercio (efta), Turquía, Serbia y
la República de Macedonia del Norte. Cada em de la ue cuenta con su propio
organismo de normalización y con un conjunto de normas nacionales. Sin em-
bargo, tras la publicación de una norma europea, cada organismo nacional de
normalización debe retirar cualquier norma nacional en conflicto.
Por su parte, cen y cenelec son equivalentes a nivel europeo a las organi-
zaciones internacionales iso e iec respectivamente, con las cuales tienen acuer-
dos dedicados tales como el Acuerdo de Viena entre iso y cen y, el Acuerdo de
Frankfurt entre iec y cenelec. Estos acuerdos buscan evitar duplicar esfuerzos
y reducir el tiempo en la preparación de normas. Así cen y cenelec pueden
adoptar fácilmente normas iso e iec, y viceversa. Asimismo, los nuevos pro-
yectos de normas pueden planificarse conjuntamente.
Históricamente, el comité técnico que aborda el desarrollo de normas euro-
peas relacionadas con el hidrógeno en Recipientes Criogénicos es el (cen/tc
268) y en particular, su Grupo de Trabajo 5 sobre aplicaciones específicas de
tecnologías de hidrógeno.
Por su parte, el Grupo de Trabajo de Hidrógeno del Foro Sectorial de Ges-
tión de la Energía de cen-cenelec (sfem) se estableció en 2015 con una fun-
ción de establecer previsiones sobre prioridades y necesidades futuras. El sfem
de hidrógeno realiza análisis de riesgos del marco de la estandarización existen-
te para toda la cadena tecnológica de fch y las barreras aún existentes. Asimis-
mo, se ha publicado una hoja de ruta sobre futuras necesidades normativas y
de estandarización.
Hay que destacar también que en 2018 se formó el Comité Técnico Conjun-
to cen/cenelec jtc 6 sobre hidrógeno en sistemas energéticos, incluyendo
seguridad del hidrógeno (cen/clc/jtc 6/wg 3). La razón detrás de su esta-
blecimiento fue la ausencia de un único tc en cen y cenelec que cubriera la
amplia gama de temas identificados por el wg sfem de hidrógeno. Sin embar-
go, los temas ya cubiertos por el alcance del cen/tc 268 no serán transferidos
al cen-clc/jtc 6. Ambos tc tienen un estatus de enlace con el iso/tc 197.
A petición de la ec, cen y cenelec proporcionan los llamados estándares
armonizados, publicados en el Diario Oficial de la ue. Estos estándares pue-
seguridad en la industria del hidrógeno 447

den utilizarse para demostrar el cumplimiento de la legislación relacionada de


la ue, aunque siguen siendo voluntarios. Los Reglamentos y Directivas de la
ue mencionados en la sección anterior se completan con una familia de nor-
mas europeas armonizadas con requisitos técnicos detallados. Un ejemplo de
normas europeas armonizadas es la familia en 60079, dedicada a atmósferas
explosivas y protecciones de equipos por medidas de seguridad, incluida la
detección. A su vez, dichas normas facilitan la implementación de las Direc-
tivas atex.
Otro ejemplo interesante a destacar es la Directiva de la Unión Europea so-
bre el Despliegue de Infraestructuras de Combustibles Alternativos (afid) ya
que ilustra la relación entre legislación y normalización técnica en la ue. Esta
Directiva considera al hidrógeno junto con la electricidad y el gas natural (gn)
como uno de los combustibles alternativos clave. La implementación de la Di-
rectiva afid requirió el desarrollo de normas, sobre varios aspectos clave, que
permitiesen garantizar la interoperabilidad entre la infraestructura de hidróge-
no y los vehículos en todo el territorio de la ue:
—Calidad del Gas: La norma en 17124 establece los criterios de calidad para
el hidrógeno utilizado en aplicaciones de transporte.
—Dispositivos de Conexión: La norma en 17268 define los requisitos para
los dispositivos de conexión utilizados en las estaciones de servicio de hi-
drógeno.
—Puntos de Abastecimiento de Combustible, incluyendo protocolos de lle-
nado cubiertos por la norma en iso 17127. Estos estándares abordan aspec-
tos importantes como la compatibilidad y seguridad en las operaciones de
abastecimiento de hidrógeno.
La Figura 10.4.1.2 ilustra ejemplos de la dependencia jerárquica de la docu-
mentación en el marco del Sistema de Códigos y Normativas de la ue (eu rcs
framework). Estas normas son fundamentales para facilitar una infraestructura
de hidrógeno segura y eficiente en la ue, promoviendo así la adopción de com-
bustibles alternativos y apoyando la transición hacia una movilidad más soste-
nible. Por su parte, la Figura 10.4.1.3 presenta diferentes estándares internacio-
nales aplicables a la seguridad del hidrógeno.
En el caso de España y cara a una gestión integral de la seguridad de instala-
ciones, será necesario tener en cuenta las exigencias normativas y reglamenta-
rias descritas en la 10.4.1.4.
448 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Figura 10.4.1.2.: Estructura jerárquica de las regulaciones y normas dentro del marco de la
Unión Europea (Kotchourko y Thomas 2022).

Figura 10.4.1.3: Estándares internacionales relacionados sobre seguridad del hidrógeno (Kot-
chourko y Thomas 2022).
seguridad en la industria del hidrógeno 449

Figura 10.4.1.4.: Exigencias normativas y reglamentarias par la gestión integral de la seguri-


dad (Sagastagoitia 2023).

10.4.2. Principios de Gestión de la seguridad


Los principios de gestión de la seguridad son fundamentales para evaluar los
riesgos en las distintas actividades de una operación, especialmente en entornos
que manejan materiales peligrosos. Generalmente, se utilizan dos enfoques de
gestión de seguridad:
—Gestión de Seguridad Basada en Consecuencias: Este enfoque sostiene
que los eventos más graves concebibles en una instalación que procesa ma-
teriales peligrosos no deben tener consecuencias más allá de ciertos límites.
Por lo tanto, se diseñan sistemas de seguridad cara a asegurar que las con-
secuencias de cualquier incidente se mantengan dentro de límites acepta-
bles. Esto implica la implementación de medidas de control y barreras de
seguridad que son proporcionales a la magnitud potencial de los eventos
de riesgo. Los sistemas de contención, sistemas de supresión de incendios
y medidas de evacuación de emergencia son ejemplos de tales estrategias
de mitigación.
—Gestión de Seguridad Basada en Riesgos: Este enfoque analiza el riesgo
residual tanto en términos de probabilidades como de la naturaleza del
peligro. Proporciona información valiosa para la mitigación adicional de
riesgos y ayuda en la toma de decisiones sobre qué niveles de riesgo son
aceptables. En esta metodología, se acepta que eventos muy improbables
450 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

puedan ocurrir, pero no necesariamente se toleran sin más. Se emplean


análisis cuantitativos y cualitativos para evaluar la frecuencia y severidad
de los posibles incidentes, lo que permite identificar medidas de seguri-
dad específicas. Esta estrategia puede incluir la implementación de tecno-
logías avanzadas de detección y monitoreo, así como programas de man-
tenimiento y capacitación para reducir la probabilidad de ocurrencia de
un incidente.
Ambos enfoques requieren una comprensión detallada de los procesos y ries-
gos asociados con la instalación y las operaciones. La elección entre gestión de
seguridad basada en consecuencias y gestión de seguridad basada en riesgos a
menudo depende de la naturaleza específica de la operación, las regulaciones
aplicables y la filosofía de gestión de riesgos de la organización.
Asimismo, es importante destacar que una gestión efectiva de la seguridad
requiere una combinación de medidas preventivas y correctoras. Mientras que
las medidas preventivas buscan evitar que los incidentes ocurran, las medidas
correctoras están diseñadas para minimizar el impacto en caso de que estos ocu-
rran. Así pues, este enfoque integral de la seguridad es crucial para proteger no
solo a las personas y al medio ambiente, sino también la infraestructura y la re-
putación de la organización.
También es necesario indicar que la gestión de la seguridad debe ser un pro-
ceso dinámico y continuo, que incluye la revisión y actualización periódica de
las prácticas de seguridad, la formación y capacitación de los empleados, y la
adaptación a las nuevas tecnologías y cambios en las condiciones operativas y
reglamentarias.

10.4.3. Gestión de la seguridad basada en riesgos


La gestión de seguridad basada en riesgos es una filosofía en línea con las re-
gulaciones y legislaciones fundamentales de los países occidentales, que cada vez
más exigen la realización de evaluaciones de riesgo, así como la puesta en mar-
cha de un completo sistema de gestión documental. Este enfoque, comúnmente
conocido como gestión de riesgos, se fundamenta en la premisa de que ciertos
riesgos, definidos a través de criterios de aceptación de riesgo, deben ser elimi-
nados o minimizados para cumplir con los estándares de seguridad establecidos,
alcanzando así objetivos específicos de niveles de riesgo residual.
En este contexto, es crucial reconocer el papel tanto de los requisitos pres-
criptivos, que implican estándares detallados, como de los requisitos orientados
seguridad en la industria del hidrógeno 451

a objetivos, que se basan en decisiones fundamentadas en la evaluación de ries-


gos, en el diseño y en la configuración de procesos e instalaciones.
Además de implementar medidas para alcanzar un nivel de riesgo tolera-
ble, estas acciones también deben contemplar la reducción adicional de riesgos,
siempre que sea posible hacerlo a un costo inferior al de los beneficios obteni-
dos. Este enfoque se conoce como el principio alarp (As Low As Reasonably
Practicable). Por su parte, las estrategias de reducción de riesgos pueden enfo-
carse tanto en la disminución de las consecuencias como en la reducción de la
probabilidad de accidentes, siendo preferibles estas últimas.
Este principio se visualiza en la 10.4.3.1, donde se muestra cómo los riesgos
se evalúan y gestionan para asegurar que se mantengan dentro de los límites de
tolerancia definidos y, cuando sea factible, se reduzcan aún más según el prin-
cipio alarp. Esta representación gráfica destaca cómo la implementación de
medidas de seguridad adicionales puede disminuir progresivamente el riesgo, y
cómo se compara el costo de estas medidas con los beneficios obtenidos en tér-
minos de reducción de riesgo.

Figura 10.4.3.1: Principios de la Gestión de la Seguridad Basada en Riesgos (Kotchourko y


Thomas 2022).

La gestión de seguridad basada en riesgos demanda un enfoque sistemáti-


co y continuo que incluye la identificación y análisis de riesgos, la implemen-
tación, la monitorización de controles efectivos y, la revisión y actualización
periódica de estas medidas. Este proceso requiere la participación activa de
todos los niveles organizativos y una comunicación efectiva sobre los riesgos
y controles.
Así pues, la gestión de riesgos no sólo busca cumplir con los requisitos lega-
les sino también promover una cultura de seguridad proactiva, centrada en la
mejora continua de las prácticas de seguridad y la reducción de los riesgos a un
nivel tan bajo como sea razonablemente práctico.
452 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Por su parte, la gama de riesgos que pueden afectar a una organización es


amplia e incluye, entre otros, riesgos de salud y seguridad. También abarca
aspectos como la calidad, el medio ambiente y daños a los activos, donde los
problemas en un área pueden impactar significativamente en otras. El proce-
so para abordar la gestión de riesgos es el denominado ciclo pdca (Planificar,
Hacer, Verificar, Actuar: Plan, Do, Check, Act), ilustrado en la 10.4.3.2. La
norma que nos puede ilustrar en la implantación de este sistema de gestión es
la iso 45001.

Figura 10.4.3.2.: Ciclo pdca (Health and Safety Executive 2013).

Siempre es muy importante establecer un perfil de riesgo para comprender


la naturaleza y los niveles de amenazas a los que se enfrenta una organización,
así como examinar la probabilidad de que ocurran efectos adversos, el nivel de
daño y los costos asociados con cada tipo de riesgo, así como la efectividad de
las medidas de control existentes.
Aunque es posible que no se utilicen estas variables en la clasificación de ries-
gos, muchas organizaciones habrán desarrollado un perfil de análisis que abar-
ca:
—La naturaleza y el nivel de los riesgos, identificando los riesgos específicos
a los que se enfrenta la organización en sus distintas áreas de operación.
seguridad en la industria del hidrógeno 453

—La probabilidad y nivel de daño, evaluando la frecuencia con que podrían


ocurrir estos riesgos y el grado de perturbación que podrían causar en las
operaciones normales.
—Los costes asociados a cada tipo de riesgo, determinando el impacto finan-
ciero que cada riesgo podría ocasionar, incluyendo tanto los costes direc-
tos como indirectos.
—La efectividad de los controles existentes, analizando cuán efectivas son las
medidas actuales para gestionar y mitigar estos riesgos detectados.
Además, el enfoque pdca facilita un proceso de mejora continua en la ges-
tión de riesgos. Este enfoque cíclico permite a las organizaciones planificar me-
didas de riesgo, implementarlas, verificar su eficacia y realizar ajustes según sea
necesario. Este ciclo, que se repite periódicamente en busca de mejores niveles
de gestión y mayores niveles de reducción de riesgos, es dinámico y se adapta a
los cambios en el entorno operativo, las lecciones aprendidas y los avances en
las mejores prácticas y tecnologías.
Un aspecto crucial en la gestión de riesgos es también la integración de la cul-
tura de seguridad y prevención en todos los niveles de la organización. Esto in-
cluye la formación y concienciación de los empleados, la comunicación eficaz
de los riesgos y controles y, la participación activa de la dirección en la promo-
ción de prácticas seguras.
Por tanto, una gestión de riesgos efectiva requiere no solo la identificación y
el análisis de riesgos, sino también un enfoque proactivo y sistemático para ges-
tionarlos, minimizando así su impacto en la organización y mejorando la resi-
liencia operativa y la sostenibilidad a largo plazo.

10.4.4. Identificación de peligros


La identificación precisa de los peligros potenciales es el primer paso y uno de
los aspectos más cruciales del proceso de evaluación de riesgos. La metodología
para realizar esta identificación varía en función de varios factores, incluyendo
el tamaño y la complejidad de la instalación.
El objetivo de esta etapa es reconocer todos los riesgos relevantes. Cada peli-
gro identificado debe describirse en términos de los accidentes que podría pro-
vocar. Para identificar los peligros que puedan surgir, se debe realizar una revi-
sión sistemática tanto de las condiciones técnicas como operativas que puedan
influir en el riesgo. Los registros históricos y la experiencia obtenida del análisis
de riesgos previos proporcionan una entrada muy útil para el proceso de iden-
454 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

tificación de los mismos. Ejemplos de este tipo de metodología incluyen listas


de verificación, índices de peligro y, la revisión de incidentes y accidentes histó-
ricos. Esta etapa de identificación debe considerar no solo los eventos iniciales,
sino también la cadena de eventos que pueden causar deterioro, pérdida o daño
tanto local como remoto tanto en la instalación como en las personas.
Es esencial considerar una amplia gama de fuentes y tipos de información
durante la identificación de peligros. Esto puede incluir análisis de datos ope-
rativos, informes de incidentes, estudios de casos, normativas y directrices de
la industria, así como aportaciones de personal con experiencia en el campo.
Además, las técnicas de modelado y simulación pueden ser herramientas va-
liosas para prever y evaluar los efectos potenciales de los peligros identificados.
El proceso de identificación de peligros debe ser dinámico y revisarse perió-
dicamente para reflejar cambios en las condiciones de operación, nuevas tec-
nologías, así como para tener en cuenta las lecciones aprendidas de incidentes
dentro y fuera de la organización. También es importante que este proceso sea
participativo, involucrando a diferentes niveles y departamentos de la organi-
zación con el objetivo de garantizar una comprensión integral de los peligros y
los riesgos asociados.
La identificación de peligros en un sistema, instalación o actividad específi-
ca puede generar un número muy elevado de eventos de accidentes potenciales
y, no siempre es factible someter cada uno a un análisis cuantitativo detallado.
En la práctica, la identificación de peligros es un proceso de selección en el que
los eventos con riesgos bajos o triviales se descartan para un análisis más pro-
fundo. Sin embargo, se debe justificar la razón por la cual ciertos eventos no se
estudian en detalle. La cuantificación se concentra entonces en los eventos que
pueden dar lugar a niveles de riesgo más elevados.
Se utilizan métodos fundamentales como los estudios de Peligros y Operabi-
lidad (hazop), árboles de fallos (ft), diagramas lógicos de árboles de eventos
(et) y el Análisis de Modal de Fallos y Efectos (fmea o, también denominado
amfe). Todas ellas son herramientas muy útiles para identificar los peligros y
evaluar la criticidad de los posibles resultados. Estos métodos también tienen
la ventaja de ser lo suficientemente generales para usarse en instalaciones de hi-
drógeno sin adaptación específica.
La técnica hazop consiste en la aplicación de un examen detallado formal y
sistemático del proceso de ingeniería de instalaciones nuevas o existentes, para
evaluar el potencial peligro de que se produzcan operaciones fuera de los pa-
seguridad en la industria del hidrógeno 455

rámetros normales de diseño o, en caso de mal funcionamiento de elementos


individuales del equipo, para evaluar los efectos generados en la instalación en
su conjunto. Es una técnica cualitativa para la identificación de vulnerabilida-
des de seguridad o peligros, basada en la combinación de palabras guía y pará-
metros del sistema, proceso o producto en consideración. La técnica divide el
proceso en subsecciones naturales y utiliza un conjunto de palabras guía para
identificar posibles desviaciones de las situaciones normales de operación que
entrañan un potencial peligroso. Esta metodología es muy adecuada para apli-
caciones de hidrógeno y especialmente, para sistemas complejos. Responde a
cómo la intención de diseño o las condiciones de operación pueden fallar en
cada paso del proceso de diseño. Las palabras guía deben seleccionarse siem-
pre adecuadamente para el proceso analizado y pueden usarse palabras guía
adicionales.
Una herramienta sencilla pero efectiva que se basa en la formulación de pre-
guntas hipotéticas para anticipar posibles fallos y sus consecuencias es el análisis
«What if». Aunque puede ser menos formal que otros métodos de evaluación
de riesgos tales como hazop, sigue un enfoque sistemático, revisando cada par-
te del proceso o sistema y formulando preguntas relevantes, cara a detectar los
peligros y consecuentemente los riesgos asociados.
Por su parte, el fmea es una técnica cualitativa para analizar sistemáticamen-
te cada modo de fallo posible dentro de un sistema e identificar el efecto resul-
tante en ese sistema, su propósito y el personal involucrado. El fmea es muy
adecuado para la evaluación de la fiabilidad y puede usarse para un estudio en
profundidad de una parte crítica de un sistema. Asimismo, también puede am-
pliarse con un análisis de criticidad, convirtiéndose así en un procedimiento
cuantitativo que clasifica los modos de fallo según su probabilidad y consecuen-
cias (es decir, según el efecto resultante del modo de fallo en el sistema). En es-
te caso, pasa a denominarse Análisis de Criticidad de Modo de Falla y Efectos
(fmeca).
fmea y fmeca fueron desarrollados originalmente por la nasa como me-
dios para asegurar que el hardware construido para aplicaciones espaciales tu-
viera las características de fiabilidad deseadas. En la industria offshore el fmea y
el fmeca han sido cada vez más utilizados en los últimos años. El fmeca tam-
bién se utilizó en el Proyecto Integrado Europeo de Hidrógeno (eihp2) para el
desarrollo de directrices cara a la inspección y el mantenimiento de aplicacio-
nes de hidrógeno.
456 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

El primer paso de un fmea es una descripción funcional del sistema y la di-


visión del sistema en subsistemas y elementos. A cada elemento se le asigna un
código de identificación. Posteriormente, se describe el propósito y función de
cada elemento y, se enumeran y analizan los posibles modos de fallo con res-
pecto a diferentes causas y sus posibles consecuencias. También se analizan los
medios para la detección de los modos de fallo y su mitigación o reparación.
Para cada fallo potencial, los efectos, probabilidades y en su caso, la probabi-
lidad de detección temprana debe cuantificarse en escalas respectivas. Posterior-
mente, deben registrarse los datos en una hoja de trabajo específica de fmea.
Un ejemplo de hoja de trabajo con un carácter cuantitativo relativamente alto
se muestra en la Figura 10.4.4.1.

Figura 10.4.4.1: Ejemplo de hoja fmea (Villacourt 1992).

En la realización de un Análisis de Modo y Efecto de Fallos (fmea), es cru-


cial abordar una serie de consideraciones prácticas relacionadas con la identifi-
cación de peligros. Estas consideraciones incluyen:
—Evaluación de Procesos y Actividades: Es importante determinar si el pro-
ceso o actividad en cuestión es bien conocido. En tal caso, se puede aprovechar
la experiencia pasada para identificar los peligros. Sin embargo, los procesos
nuevos, que suelen ser comunes en proyectos innovadores de hidrógeno, re-
quieren un cuidado adicional para asegurarse de que se identifiquen y analicen
todos los peligros potenciales. Es esencial que todas las actividades, procesos o
sustancias utilizadas sean bien comprendidas para resaltar cualquier elemento
que pueda causar lesiones. Por otro lado, en procesos establecidos y rutinarios,
seguridad en la industria del hidrógeno 457

existe el riesgo de exceso de confianza, por lo que es importante mantener una


vigilancia constante para no pasar por alto aspectos clave de seguridad.
—Revisión de Instrucciones de Fabricantes y Fichas de Datos de Seguridad:
Las instrucciones de los fabricantes y las fichas de datos de seguridad pa-
ra compuestos químicos y equipos pueden ser muy útiles para explicar los
peligros y analizarlos en la perspectiva correcta.
—Análisis de Registros de Accidentes e Incidentes previos: Estos registros a
menudo ayudan a identificar peligros menos obvios, proporcionando in-
formación valiosa basada en experiencias previas.
—Análisis de la legislación y normalización existente.
—Consideración de Operaciones no Rutinarias: Incluyendo mantenimien-
to, operaciones de limpieza o cambios en los ciclos de producción, que a
menudo presentan riesgos adicionales.
—Atención a Peligros a Largo Plazo para la Salud: Tales como niveles altos
de ruido o exposición a sustancias dañinas, que pueden tener efectos acu-
mulativos sobre la salud de los trabajadores.
Una fuente de información valiosa es el sitio web del Instituto Nacional de
Seguridad y Salud en el Trabajo, en donde se publican guías prácticas sobre pe-
ligros y cómo controlarlos. Además, es importante considerar todos los aspec-
tos de seguridad, no solo aquellos asociados con el hidrógeno y sus propiedades.
Por ejemplo, los riesgos relacionados con el trabajo en altura, el manejo de quí-
micos, la maquinaria y los asbestos, etc. ya que, dependiendo del tipo de trabajo
realizado, pueden existir otros riesgos relevantes para la instalación.
También es necesario tener en cuenta que es fundamental considerar cómo
los empleados y otras personas presentes, tales como proveedores, técnicos de
mantenimiento, o visitantes, podrían resultar afectados. Por tanto, es clave in-
vitarlos a todos a participar en el proceso, ya que pueden identificar peligros no
obvios y proponer ideas efectivas para controlar los riesgos detectados. Otros
aspectos clave pueden ser:
—Tener en cuenta las necesidades particulares de los trabajadores, ya que al-
gunos pueden tener requerimientos específicos tales como, trabajadores
jóvenes y nuevos, trabajadores inmigrantes, mujeres embarazadas o en pe-
riodo de lactancia, personas con discapacidades, trabajadores temporales,
contratistas, trabajadores a domicilio, etc.
—Identificar personas que no siempre se encuentran en su lugar de trabajo.
Puesto que será imprescindible incluir a visitantes, contratistas y trabaja-
458 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

dores de mantenimiento en la evaluación de riesgos, ya que pueden encon-


trarse con riesgos diferentes o adicionales en comparación con los emplea-
dos regulares.
—Analizar los trabajos en equipo o los realizados por otras empresas tales co-
mo subcontratistas. En estos lugares de trabajo, es esencial considerar cómo
unas determinadas actividades afectan a la realización de otras. También
comunicación y coordinación entre empresas será también un elemento
esencial para asegurar que se implementen controles de riesgo adecuados.

10.4.5. Metodologías de Evaluación de Riesgos


Una vez identificados los peligros, es crucial determinar la probabilidad de
que ocurra un daño, es decir, el nivel de riesgo, y decidir qué medidas tomar al
respecto. El riesgo es parte de la vida cotidiana y no se espera que se eliminen
todos los riesgos, ya que el riesgo nulo no existe. Lo importante es ser consciente
de los principales riesgos y las acciones necesarias para gestionarlos de manera
responsable. En la 10.4.5.1 es posible observar diferentes metodologías de eva-
luación de riesgos en función de la etapa de diseño, construcción u operación
en la que se encuentre la planta.

Figura 10.4.5.1: Gestión integral de la seguridad y metodologías de evaluación de riesgos (Re-


yes Delgado, Santos Remesal, y Navarro González 2015).

Si nos centramos en la seguridad en el diseño de plantas industriales, se pue-


de indicar que, durante las etapas de diseño e ingeniería, que incluyen las fases
conceptual, básica y de detalle, es fundamental incorporar principios de segu-
ridad intrínseca. Este enfoque busca minimizar los riesgos, tanto internos co-
seguridad en la industria del hidrógeno 459

mo externos en la planta industrial. Para lograrlo, es crucial realizar análisis de


riesgos exhaustivos y emplear técnicas de gestión adecuadas para afrontar todas
las posibles situaciones de peligro.
Dependiendo de la fase del proyecto de ingeniería, las características especí-
ficas del proyecto, los objetivos planteados y la política de gestión de riesgos es-
tablecida, se pueden utilizar diversas herramientas y metodologías. Entre ellas
se incluyen hazid, hazop, Análisis sil, lopa, fmeca, qra, bra, fera, fi-
re&gas, alarp, bow-tie, atex, scta, Ingeniería de Factores Humanos y
Análisis de Riesgos por Factor Humano (como Human hazop). La aplicación
de estas herramientas a lo largo del ciclo de vida de una instalación industrial
proporciona beneficios significativos en seguridad, tales como:
—La identificación de peligros, puesto que se reconocerán situaciones de pe-
ligro tanto internas como externas que puedan desencadenar escenarios de
accidente, involucrando hidrógeno u otras sustancias, o durante las ope-
raciones de construcción y explotación de la planta, incluyendo aquellas
originadas por factores humanos.
—La evaluación de daños potenciales, al estimar los daños causados por po-
sibles accidentes, cuantificando efectos y consecuencias sobre elementos
vulnerables, incluyendo a las personas, el medio ambiente y los bienes ma-
teriales.
—La determinación de probabilidades de eventos iniciadores, cuando se cal-
cula la posibilidad de ocurrencia de incidencias que pueden desencadenar
situaciones peligrosas y sus posibles evoluciones.
—La cuantificación y evaluación de riesgos, al analizar y valorar los riesgos
asociados con los distintos escenarios identificados y,
—La identificación de barreras de seguridad, en el sentido en que es necesa-
rio establecer medidas preventivas y correctoras para controlar los riesgos
hasta alcanzar niveles aceptables.
En el contexto del diseño de instalaciones industriales, especialmente aque-
llas que involucran hidrógeno, se aplican diversas herramientas y códigos de
buenas prácticas recomendadas por compañías de seguros y expertos para ga-
rantizar la seguridad. Entre otras, se pueden mencionar las siguientes metodo-
logías:
—Estudio de distancias de seguridad de los equipos e instalaciones, donde se
analiza si la ubicación establecida de los equipos e instalaciones que con-
forman la planta de hidrógeno cumple con las prescripciones establecidas
460 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

en los reglamentos de seguridad de aplicación y normas internaciones de


reconocido prestigio.
—Estudio de Análisis de riesgos hazid (Hazard identification), en el que
se identifican los peligros, riesgos y medidas de control disponibles en una
operación o instalación, para valorar la aceptabilidad de tales riesgos y pro-
poner medidas correctoras en caso necesario.
—Ciclo de vida en los sis, que facilitan el diseño e implantación del ciclo
de vida de los Sistemas Instrumentados de Seguridad,6 de acuerdo con la
normativa de buenas prácticas sobre Seguridad Funcional, para el correc-
to diseño, operación y mantenimiento de estos sistemas con criterios de
seguridad y fiabilidad.
—Estudio de Análisis de riesgos bowtie, donde se analizan escenario de ac-
cidentes mayores a partir de un mah (Major Accident Hazard) y se deta-
llan las capas de protección de la instalación involucradas, determinando
así sus peores consecuencias. Su objetivo se centra en generar un cuadro
global de todos los escenarios de posibles accidentes que pudieran acon-
tecer a consecuencia de un evento de riesgo. Una vez establecidas las me-
didas de actuación, se detallan las acciones necesarias para controlar estos
escenarios de riesgo.
—Estándares de funcionamiento y esquemas de verificación, cuyo objetivo
es el diseño básico de las barreras de seguridad, así como el desarrollo de
estándares de funcionamiento para cada elemento crítico. Posteriormente
será necesaria una verificación independiente que proporcione confirma-
ción de la idoneidad de todos los elementos críticos para la seguridad y el
medioambiente (sece).
—Los estudios phsser (project health, safety, security and environmental
review) en los que se analiza el cumplimiento respecto a normativa y bue-
nas prácticas de ingeniería,7 en el ámbito de nuevos proyectos o inversio-
nes, así como en la modificación de instalaciones existentes.
—Estudio de análisis de riesgos simop para prevenir los riesgos derivados de
las operaciones o trabajos de mantenimiento y las condiciones que, de ma-
terializarse simultáneamente, pudieran comprometer la seguridad y salud
de los trabajadores o el medioambiente.

6
Sistema de enclavamientos de emergencia o interlocks (enclavamientos de emergencia).
7
En materia de seguridad y salud en el trabajo, seguridad industrial, seguridad y medio ambiente.
seguridad en la industria del hidrógeno 461

—Análisis sil (Safety Integrity Level), el cual facilita el diseño y la imple-


mentación de Sistemas Instrumentados de Seguridad, tales como los siste-
mas de enclavamientos de emergencia. Estos estudios se basan en las nor-
mativas de seguridad funcional y buscan garantizar un diseño, operación y
mantenimiento seguro y confiables de la instalación.
—Fire&Gas, que es una metodología centrada en el diseño y la ubicación óp-
tima de detectores de fuego e hidrógeno como barreras de seguridad. Su
objetivo es identificar eventos peligrosos en fases tempranas, activar res-
puestas adecuadas y mitigar posibles consecuencias. Los estudios Fire&-
Gas son cruciales para optimizar la colocación de sensores y asegurar que
la transmisión y el procesamiento de señales para la activación de protoco-
los rápidos y efectivos.
—Fire and Explosion Risk Assessment (fera), que define la ubicación y dis-
posición óptima de equipos de proceso, incluidos los críticos, en función
de los riesgos y consecuencias evaluados. Por tanto, conlleva determinar las
necesidades constructivas de dichos equipos para resistir efectos adversos
tales como fuego o explosiones.
—Building Risk Assessment (bra) que se enfoca en determinar la mejor ubi-
cación para edificios y salas de control, considerando parámetros de diseño
estructural cara a garantizar su integridad frente a sobrepresiones y radia-
ción térmica. Este análisis busca proteger tanto a las personas como a los
sistemas de control de las instalaciones.
—Ubicación de detectores de fuego y gas (Fire and Gas Mapping, f&g Ma-
pping), que trata de llevar a cabo un estudio detallado de la ubicación óp-
tima de detectores de fuego y gas en la instalación.
—Estudios atex, los cuales incluyen la clasificación de áreas peligrosas, eva-
luaciones de riesgos de explosión y el desarrollo del Documento de Protec-
ción Contra Explosiones. Estos estudios deben considerar detalladamente
cada fuente potencial de ignición en las áreas clasificadas y asegurar que se
están implementando buenas prácticas para su gestión. Prácticas tales co-
mo el uso de etiquetas nfc para información de equipos, actualizaciones
periódicas y la consideración del factor humano como posible origen de
ignición.
—Análisis de Riesgos por Factor Humano, que es una metodología destina-
da a identificar las desviaciones que el Factor Humano puede introducir
en un sistema, planta de proceso o instalación, con el objetivo de evaluar
462 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

las consecuencias de dichas desviaciones (accidentes o incidentes, en parti-


cular) y, proponer las medidas correctoras o de control encaminadas a mi-
nimizar bien la probabilidad de cometer dichos errores, bien el impacto o
las consecuencias de los mismos.
—Human Factors Engineering (hfe). Esta metodología verifica que el dise-
ño de las nuevas instalaciones cumpla con estándares de prevención, cri-
terios ergonómicos, garantice la accesibilidad en emergencias, minimice
los riesgos accidentales relacionados con el factor humano y maximice la
operabilidad. La integración del hfe desde las fases de diseño elimina los
costes asociados a la implementación de medidas correctivas post-cons-
trucción. Este análisis puede realizarse integrando especialistas hfe en los
equipos de diseño, revisando modelos 3D en distintas fases del proyecto o,
mediante estudios hfe ampliados similares a los hazop.
—Estudios hazcon, que se basan en el análisis de riesgos (hazard identi-
fication) durante la actividad de construcción. En ellos se identifican los
peligros, riesgos y medidas de control disponibles durante la construcción
de un proyecto, para valorar la aceptabilidad de tales riesgos y proponer me-
didas correctoras en caso necesario. Tal como puede apreciarse, este aná-
lisis de riesgos se centra básicamente en la etapa de construcción de la ins-
talación.
—Estudios de cargas de trabajo (manning studies), que constituyen una me-
todología destinada a diseñar o evaluar la capacidad de las estructuras or-
ganizativas (plantillas, organigramas, cadena de supervisiones, controles,
informes y capacitaciones) ante un proyecto nuevo o ante una ampliación
de instalaciones existentes. Su finalidad es la de minimizar los riesgos ope-
racionales, proponiendo medidas correctoras y preventivas, en caso de ser
necesarias.
En relación con la seguridad industrial en el funcionamiento diario de la
planta, se puede indicar que la operación segura de instalaciones industriales,
especialmente en sectores como Oil&Gas y energía, requiere la implementa-
ción de rigurosos sistemas de gestión de seguridad de procesos (Process Safety
Management, psm). Estos sistemas se fundamentan en dos pilares esenciales:
el firme compromiso organizacional con la seguridad y una gestión eficiente y
detallada de los riesgos asociados.
En el contexto de operaciones que involucran sustancias peligrosas, tales co-
mo el hidrógeno, la adopción e implementación de estándares de psm es una
seguridad en la industria del hidrógeno 463

Figura 10.4.5.2: Exigencias del psm


(Reyes Delgado, Santos Remesal, y Navarro González 2015).

práctica habitual y crítica (Figura 19). El objetivo principal de estos sistemas es


prevenir la materialización de accidentes en instalaciones donde se utilizan, al-
macenan, producen y manipulen dichas sustancias. Los aspectos fundamenta-
les del psm incluyen:
—Un compromiso y liderazgo en seguridad, que persigue establecer un com-
promiso organizacional y personal inquebrantable con la seguridad de los
procesos y operaciones. Esto implica un liderazgo activo y visible, así co-
mo la promoción de una cultura de seguridad a todos los niveles de la or-
ganización.
—Una comprensión de los riesgos y peligros, puesto que es esencial entender
y analizar detalladamente los riesgos y peligros asociados con los procesos.
Esto incluye la identificación y evaluación continua de posibles escenarios
de accidentes y sus causas subyacentes.
—Una gestión de riesgos que implemente herramientas eficientes para la mo-
nitorización y seguimiento continuo de los mismos. Estas herramientas
deben facilitar la alarma temprana y asegurar la disponibilidad y fiabilidad
de las barreras de seguridad. La gestión de riesgos debe ser proactiva, anti-
cipando problemas potenciales y respondiendo de manera efectiva.
—Un aprendizaje continuo que integre las lecciones aprendidas de experien-
cias pasadas en la revisión y mejora constante de los procesos de seguridad.
Esto implica analizar incidentes y accidentes, compartir conocimientos y
464 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

mejores prácticas y, actualizar periódicamente los procedimientos y pro-


tocolos de seguridad.
Por su parte, el análisis de riesgos asociados al factor humano en la industria
se basa en el análisis retrospectivo de numerosos accidentes industriales des-
tacados. Este análisis, nos proporciona una idea fundamental, que es que en la
mayoría de estos incidentes las causas relacionadas con errores humanos des-
empeñan un papel clave. Sin embargo, hasta hace poco tiempo, el denomina-
do factor humano no había recibido la atención adecuada en los estudios de
análisis de riesgos. La incorporación de metodologías específicas para el aná-
lisis de riesgos por factor humano tales como el análisis de tareas críticas (sc-
ta), Human hazop y otros enfoques sistemáticos, ha comenzado a remediar
esta omisión.
Todas estas herramientas permiten categorizar y analizar las posibles desvia-
ciones que los trabajadore pueden introducir en los sistemas. Así, se consigue
un análisis de riesgos más completo, permitiendo la implementación de medi-
das correctivas y de control efectivas. Estas medidas buscan minimizar tanto la
probabilidad de ocurrencia de comportamientos anómalos (errores, distraccio-
nes, lapsus, o violaciones) como la gravedad de sus consecuencias.
Al objeto de realizar un análisis exhaustivo, es crucial entender los factores
reales que pueden conducir a fallos en la operación de las instalaciones. Estos
son denominados Factores de Influencia en el Rendimiento (Performance In-
fluencing Factors, pif). Los Análisis de Riesgos por Factor Humano evalúan
sistemáticamente las desviaciones potenciales de los operadores, considerando
las consecuencias potenciales de tales desviaciones y las salvaguardas existen-
tes. De esta manera son capaces de establecer medidas correctivas y de control
necesarias.
Las medidas correctivas resultantes de estos análisis pueden ser variadas, in-
cluyendo la implementación de nuevos elementos de seguridad en los procesos,
indicadores, reubicación de equipos o controles, etc. Es necesario comentar que
estas acciones van más allá de simples medidas de formación, información o
cambios organizativos y buscan abordar integralmente los riesgos asociados al
factor humano para mejorar la seguridad y eficiencia operativa.
Con respecto a la fiabilidad y al mantenimiento de equipos, se puede indicar
que, la integridad de un activo físico en el ámbito industrial, especialmente en
plantas de hidrógeno, es crucial para asegurar su operación efectiva y eficien-
te. Esta integridad se define como la capacidad del activo para desempeñar sus
seguridad en la industria del hidrógeno 465

funciones requeridas de manera confiable, contribuyendo así al logro de los ob-


jetivos de la organización, mientras se mantiene su estado y se preserva la segu-
ridad y el medio ambiente.
Durante la fase de explotación de los activos de una planta de hidrógeno, la
gestión integrada de varios aspectos es fundamental para mantener esta integri-
dad. Entre ellos, cabe destacar:
—El desempeño del activo físico, o nivel de eficacia logrado por un activo en
términos de disponibilidad (o capacidad para atender la demanda de funcio-
namiento del activo), Fiabilidad (o capacidad del activo de no dejar de cum-
plir sus funciones) y Mantenimiento (o capacidad de conservar y recuperar
la funcionalidad del activo físico ante procesos de degradación o averías).
—El riesgo asociado a la explotación del activo físico, entendido como el da-
ño que podría generarse en un cierto intervalo de tiempo a consecuencia
de la aparición de averías en él. Este riesgo debe ser gestionado apropiada-
mente bajo un enfoque proactivo que priorice la prevención frente a los
comportamientos reactivos y minimice los impactos negativos que pudie-
ran derivarse de dichos fallos.
—El coste incurrido, que permita la obtención de un beneficio sostenible en
el tiempo. generando permanentemente unos ingresos que superen a los
costes asociados al desarrollo de las actividades empresariales
En el contexto de las plantas de hidrógeno, así como en otros entornos ope-
rativos industriales, es crucial realizar un análisis detallado para definir las acti-
vidades, técnicas, herramientas y secuencias de implementación más adecuadas
para cada instalación. Este análisis debe considerar la realidad operativa especí-
fica de la planta, sus objetivos y prioridades, la capacidad y recursos disponibles,
el nivel de madurez organizativa y, los plazos de tiempo.
La integridad de activos (Asset Integrity) o capacidad de los equipos, infraes-
tructuras y sistemas de seguridad para funcionar de manera efectiva y segura a lo
largo de todo su ciclo de vida, implica la implementación de estrategias de man-
tenimiento y fiabilidad optimizadas, garantizando que los equipos y estructuras
no solo funcionen correctamente, sino que también lo hagan de manera segura
y eficiente. La norma iso 55000 es un ejemplo de un marco que proporciona
directrices para la gestión óptima de activos, abarcando aspectos tales como el
mantenimiento, la inspección, el riesgo y la eficiencia operativa. Su objetivo es
maximizar la disponibilidad y confiabilidad de los activos, minimizando al mis-
mo tiempo los riesgos y costes.
466 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Cada instalación y entorno operativo requiere de un proceso de análisis para


la definición de las actividades, técnicas, herramientas y secuencia de implanta-
ción que resulten más adecuadas en cada caso, teniendo en cuenta su realidad
operacional, objetivos, intereses, capacidad y recursos, grado de madurez de la
organización y plazo disponible.
A continuación, se presentan las diferentes herramientas que pueden ser apli-
cadas en la estrategias de mantenimiento y fiabilidad a implantar en las instala-
ciones industriales (Bequinor 2023):
—Análisis de Causa Raíz (rca), que consiste en un análisis técnico sistemá-
tico de averías para la identificación y diagnóstico de las causas raíz asocia-
das a las mismas. Ello permite identificar las acciones y mejoras necesarias
para garantizar la seguridad.
—Análisis de Modos de Fallo, Efectos y Criticidad (fmeca), que en sí es una
técnica semicuantitativa de análisis de la fiabilidad de un sistema que se ba-
sa en el estudio de los mecanismos de fallo de los equipos y sus componen-
tes, en base al riesgo. Realiza la revisión del diseño del equipo y analiza las
averías potenciales de sus sistemas y componentes, facilitando el desarrollo
de criterios de selección de los mismos, así como las acciones de manteni-
miento adecuadas.
—Estudios de Confiabilidad, Disponibilidad y Mantenibilidad (ram), que
se emplean fundamentalmente para cuantificar la probabilidad de fallos
potenciales en los equipos y estimar la disponibilidad de la planta. A su vez,
permiten enfocar las acciones de mantenimiento de manera que se maxi-
mice la relación coste/beneficio.
—Estudios de Mantenimiento Centrado en Confiabilidad (rcm), que se
orientan en optimizar la asignación de recursos de mantenimiento, y por
tanto, se centran en analizar los activos críticos para la funcionalidad y con-
tinuidad operativa de la planta. El rcm determina el tipo y nivel de man-
tenimiento adecuado para cada equipo, basándose en el riesgo asociado a
sus posibles fallos.
—Estudios de Inspección Basada en Riesgo (rbi), que se enfocan en moni-
torizar la condición y evolución de los componentes estáticos de la planta.
Mediante inspecciones regulares, se verifica el estado mecánico y de integri-
dad de los equipos en función del riesgo que representa cada elemento. El
rbi establece un programa de inspecciones y pruebas para obtener informa-
ción detallada sobre la vida útil remanente de los componentes y equipos.
seguridad en la industria del hidrógeno 467

Otro aspecto fundamental en la gestión de la seguridad en instalaciones de


hidrógeno es la planificación de emergencias. En caso de accidente se requeri-
rá la presencia de barreras de seguridad, a la par que una respuesta organizada y
efectiva. La planificación de estas situaciones implicará establecer procedimien-
tos de coordinación tanto para los recursos humanos como materiales, al ob-
jeto de limitar ampliamente las consecuencias adversas de cualquier incidente.
En relación con la organización y los recursos humanos, será crucial definir
claramente los procedimientos operativos y la secuencia de actuaciones a llevar
a cabo dentro del plan de emergencia. Por tanto, habrá que establecer roles y
responsabilidades claras durante estas situaciones.
También será necesario desarrollar Fire Pre Plans para cada escenario de acci-
dente potencial. Estos, generalmente serán recomendados por el sector asegura-
dor y detallarán, entre otras cuestiones, planos detallados de las zonas afectadas,
recursos de lucha contra incendios y emergencias disponibles, equipos críticos
cercanos afectados e instrucciones específicas para el personal operativo y de los
equipos de emergencia.
Asimismo, los sistemas de detección y protección contra incendios, tanto
pasivos como activos, son esenciales en el diseño de las instalaciones y en la res-
puesta a la emergencia. Los operadores deben considerar los riesgos específicos
asociados con el hidrógeno al definir estas protecciones y sistemas. Adicional-
mente, la formación teórica y práctica del personal, junto con ejercicios y simu-
lacros regulares, son vitales para garantizar una preparación efectiva.
Por su parte, los planes de continuidad del negocio son esenciales para iden-
tificar amenazas potenciales a la operación de la planta y establecer estrategias
de continuidad. Estos planes buscan garantizar la resiliencia de las instalacio-
nes y asegurar el funcionamiento operativo contínuo, incluso en circunstancias
adversas.
Para una descripción más detallada de las diferentes metodologías aplicables
a la evaluación de riesgos asociados al hidrógeno, se puede consultar la guía téc-
nica de seguridad del hidrógeno Bequinor (Bequinor 2023).

10.4.6. Evaluación de Riesgos


En base a toda la información analizada en el apartado anterior, se puede de-
cir que la evaluación de riesgos debe incluir todos aquellos aspectos que razona-
blemente se podrían prever, ya que se debe hacer todo cuanto sea «razonable-
468 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

mente práctico» para proteger a las personas del daño. Ello implicará equilibrar
el nivel de riesgo frente a las medidas necesarias para controlar dicho riesgo real
en términos de coste, tiempo o esfuerzo. Sin embargo, no será necesario tomar
medidas si estas resultan desproporcionadas en comparación con el nivel de
riesgo. Nos referimos al caso de riesgos leves o triviales.
La evaluación de riesgos dependerá del propósito de la misma. Normalmen-
te, la evaluación de riesgos implica comparar un nivel de riesgo calculado se-
gún determinados criterios, para una situación u hecho, con un nivel de riesgo
aceptable. El nivel de riesgo aceptable o tolerable se basará en los propios están-
dares de seguridad de la empresa y en los criterios de riesgo establecidos por la
legislación. La evaluación de riesgos también puede incluir la comparación de
diseños alternativos o planes de actividad.
Si el riesgo no está controlado o el objetivo perseguido es reducir aún más el
riesgo, entonces se deberán considerar diferentes opciones de medidas de re-
ducción de riesgos, con el propósito de alcanzar el efecto deseable. Esta tarea
debería ser una tarea multidisciplinaria, involucrando preferiblemente a perso-
nas responsables de la operación del objeto evaluado. El proceso de evaluación
de riesgos incluye, por tanto, una reevaluación de los riesgos y de las medidas de
reducción de los mismos, basada en un análisis coste-beneficio.
Si se logra controlar el riesgo satisfaciendo los criterios de aceptación estable-
cidos, entonces podríamos considerar el proceso terminado. No obstante, este
cumplimiento no garantiza que dicho enfoque sea el más eficiente en términos
de coste-beneficio o, se mantenga en el tiempo. Así pues, para mejorar y opti-
mizar el diseño, es recomendable realizar análisis de sensibilidad. Estos análisis
permitirán evaluar cómo variaciones en ciertas variables o condiciones pueden
impactar en los resultados, ayudando de esta manera a identificar la solución
más eficaz y económica.
Las metodologías de análisis de riesgos se agrupan comúnmente en tres ca-
tegorías: cualitativa, determinista y probabilística. Un análisis cualitativo nor-
malmente caracteriza los peligros en términos de probabilidad y severidad de
las consecuencias sin cuantificación. Un análisis determinista cuantifica las con-
secuencias del evento más severo posible, mientras que el análisis probabilísti-
co cuantifica la probabilidad y las consecuencias de diferentes escenarios que se
desarrollan a partir de los posibles eventos iniciales.
Al evaluar las medidas de control de riesgos ya existentes, es importante con-
siderar si es posible eliminar completamente el mismo. Si se puede hacer, sería
seguridad en la industria del hidrógeno 469

la forma más efectiva de controlarlo. Si no es posible eliminar el riesgo, se debe


considerar cómo controlarlo para minimizar la probabilidad de daño. En este
caso se podrían sustituir procesos, materiales o equipos más peligrosos por otros
que presenten un riesgo menor. Por ejemplo, usar una sustancia química me-
nos peligrosa en un proceso industrial. Asimismo, se pueden emplear medidas
que impidan que los trabajadores o cualquier otra persona se exponga a estos
riesgos. Para ello, se puede recurrir a la utilización de barreras físicas, cerradu-
ras de seguridad, señalización adecuada o la restricción de acceso a áreas peli-
grosas. También se puede modificar la forma en que se realizan las tareas para
reducir la exposición a los riesgos. En este apartado se pueden incluir cambios
en los horarios de trabajo para limitar el tiempo expuesto al riesgo, la rotación
de trabajadores en tareas de alto riesgo, o la reorganización de las tareas cara a
hacerlas más seguras.
La mejora de la salud y la seguridad no tiene por qué implicar un alto coste.
A modo de ejemplo, colocar un espejo en una esquina ciega para prevenir acci-
dentes de vehículos es una medida de precaución de bajo costo en comparación
con los riesgos involucrados. No tomar precauciones simples puede derivar en
grandes costes si ocurre un accidente.
Actualmente, en la metodología más ampliamente conocida y utilizada para
realizar la evaluación de riesgos es el estudio de alcance de las consecuencias
(eac) combinado con el Análisis Cuantitativo de Riesgos (acr) o Quantita-
tive Risk Assessment (qra). Esta metodología se emplea en la amplia mayo-
ría de industrias, especialmente en aquellas donde las operaciones involucran
sustancias peligrosas, procesos complejos o sistemas críticos, tales como la in-
dustria petroquímica, nuclear, de transporte de hidrocarburos y, por supues-
to, la industria del hidrógeno. Es una metodología sencilla y que combina la
probabilidad o frecuencia de un evento no deseado con las consecuencias o
impactos de dicho evento, proporcionando una medida cuantitativa del ries-
go asociado.
El qra es un proceso estructurado y detallado. Abordar de forma sistemáti-
ca y en secuencia todas sus etapas, es crucial para establecer una base sólida que
permita clasificar todos los riesgos detectados y establecer medidas preventivas
y correctivas. A continuación, se detallan dichas etapas:
—Definición del alcance y objetivos: Se deben establecer los objetivos claros
del qra, incluyendo la identificación de los sistemas, procesos o activida-
des a evaluar. Asimismo, se debe indicar el alcance del estudio, que puede
470 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

incluir aspectos tales como las fases operativas a considerar, los tipos de
riesgos a analizar (incendios, explosiones, liberaciones tóxicas), y las po-
blaciones o activos a proteger.
—Recolección de datos: Será necesario recopilar datos relevantes que inclu-
yan información sobre el diseño del sistema, aspectos normativos o legisla-
tivos a cumplir, operaciones y procesos, historial de incidentes y accidentes,
condiciones ambientales y, cualquier otro dato que se considere interesante
para el análisis. Los datos pueden provenir de fuentes internas (registros
de la empresa, informes de incidentes, etc.), así como de fuentes externas
(estándares industriales, bases de datos de accidentes, etc.).
—Identificación de peligros: Se deberá utilizar técnicas como hazop, aná-
lisis What-If, o fmea cara a identificar los peligros potenciales. Esta etapa
busca identificar todos los escenarios de riesgo posibles, incluyendo fallos
de equipos, errores humanos, condiciones de operación anormales y even-
tos externos.
—Análisis de escenarios de riesgo: En esta etapa será necesario desarrollar
escenarios de accidentes potenciales que describan la secuencia de eventos
que pueden conducir a situaciones peligrosas. Cada escenario debe descri-
bir el evento iniciador, las acciones subsiguientes, los fallos de los sistemas
de protección y las consecuencias potenciales.
—Evaluación de la probabilidad de ocurrencia: Habrá que estimar la frecuen-
cia de cada evento iniciador y la probabilidad de las diferentes cadenas de
eventos en los escenarios de riesgo. Este paso a menudo involucra el uso de
técnicas como árboles de eventos y fallos para modelar matemáticamente
las probabilidades de los diferentes escenarios.
—Evaluación de las consecuencias o severidad del daño: Se estimará el im-
pacto de cada escenario de riesgo en términos de daño a las personas, al
medio ambiente y a los bienes, los equipos y la instalación. Esto puede im-
plicar el uso de modelos de dispersión, modelos de explosión o incendio y
otros modelos de evaluación de impacto.
—Cuantificación del riesgo: Esta etapa implica la integración de las proba-
bilidades y las consecuencias de los diferentes escenarios de riesgo identi-
ficados. Se calculará así el nivel de riesgo individual, que suele ser una me-
dida de la probabilidad de muerte o lesión para una persona, y el de riesgo
colectivo, que se refiere al número total esperado de víctimas o daños pa-
ra un grupo de personas o un área. Para este propósito, se utilizan herra-
seguridad en la industria del hidrógeno 471

Figura 10.4.6.1: Cuantificación del riesgo en función de Probabilidad de ocurrencia y Severi-


dad de las consecuencias (Ruíz 2022).

mientas matemáticas y estadísticas al objeto de combinar la frecuencia de


los eventos iniciadores con la gravedad de sus posibles consecuencias (Fi-
gura 10.4.6.1).
—Comparación con criterios de aceptabilidad del Riesgo: Se deberán com-
parar los riesgos cuantificados con los criterios de riesgo aceptable estable-
cidos por la organización o las normativas aplicables. El objetivo es deter-
minar si los riesgos identificados están dentro de los límites aceptables o
si se requieren medidas adicionales de reducción al objeto de disminuir el
nivel de riesgo a valores aceptables.
—Identificación y evaluación de medidas preventivas o correctoras: Si los
riesgos no cumplen con los criterios de aceptabilidad, se identifican y eva-
lúan las medidas preventivas o correctoras que será necesario implemen-
tar para reducirlos. Ello puede incluir cambios en el diseño, mejoras en los
procedimientos operativos, aumento de las medidas de seguridad y siste-
mas de emergencia, etc. Será necesario realizar un análisis coste-beneficio
para determinar la viabilidad y efectividad de las medidas de reducción
propuestas.
—Documentación y comunicación: Será necesario documentar todos los as-
pectos del análisis qra, incluyendo los métodos utilizados, los resultados
obtenidos y las recomendaciones para la reducción de riesgos. Este infor-
me final del qra es una herramienta importante para la toma de decisio-
nes, pues proporcionará información detallada y justificará las medidas de
gestión de riesgos a adoptar.
472 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

—Revisión y actualización periódica: El qra no es una metodología que se


aplique en el momento de diseño o mejora de la seguridad de una planta,
sino que debe revisarse y actualizarse regularmente al objeto de reflejar los
cambios en las condiciones operativas, nuevas reglamentaciones o norma-
tivas, cambios en la tecnología, la maquinaria, el personal, así como tener
en cuenta las lecciones aprendidas de los incidentes y accidentes acaecidos
tanto en la propia instalación como en otras ajenas.
—Comunicación y Consulta: También resultará crucial comunicar los resul-
tados del qra a todas las partes interesadas, incluyendo la dirección, los
trabajadores, los subcontratistas, las autoridades reguladoras y, en algunos
casos, el público en general. La consulta con las partes interesadas puede
proporcionar información adicional y ayudar a asegurar que las medidas
de reducción de riesgos sean prácticas y efectivas.
El qra y la evaluación de riesgos laborales propuesta por el insst (insst
2003) en España comparten objetivos similares en términos de identificación,
análisis y gestión de riesgos, pero se enfocan en distintos aspectos y contextos
dentro del ámbito de la seguridad y la salud. Así pues, el qra se utiliza prin-
cipalmente para evaluar riesgos específicos asociados con procesos industria-
les peligrosos. Diremos que el qra puede formar parte de una evaluación de
riesgos laborales más amplia, especialmente en industrias con procesos peli-
grosos, ayudando a identificar y mitigar riesgos que podrían afectar tanto a
trabajadores como al medio ambiente y la sociedad en general. Por su parte,
la evaluación de riesgos laborales del insst es más amplia y se centra prin-
cipalmente en la seguridad y salud general de los trabajadores en su entorno
laboral.

10.4.7. Establecimiento de medidas de prevención y protección


El objetivo que persigue toda la metodología descrita no es otro que el es-
tablecimiento de medidas de preventivas y correctivas. No obstante y dada su
importancia, tales medidas se desarrollarán detalladamente en el apartado 6.

10.4.8. Inspecciones de seguridad y revisiones periódicas


Las inspecciones de seguridad son una parte fundamental de la gestión de la
seguridad en cualquier entorno laboral o industrial. Su propósito principal es
identificar riesgos y garantizar que tanto el lugar de trabajo como los procesos
y equipos cumplan con las normativas de seguridad vigentes.
seguridad en la industria del hidrógeno 473

El primer objetivo de las inspecciones de seguridad es identificar peligros. Es-


to implica una detección proactiva de posibles riesgos en el lugar de trabajo, que
pueden incluir tanto condiciones físicas inseguras como prácticas operativas
peligrosas. La identificación temprana de estos riesgos es crucial para prevenir
accidentes y garantizar la seguridad del personal en el lugar de trabajo.
En segundo lugar, persiguen la prevención de accidentes, ya que no solo bus-
can identificar riesgos, sino también diagnosticar y rectificar problemas antes
de que puedan causar accidentes o incidentes. Esta acción proactiva es esencial
para mantener un entorno de trabajo seguro y operativo, minimizando las in-
terrupciones y protegiendo a los empleados.
Otro objetivo perseguido es el de cumplir con la legislación, ya que las inspec-
ciones de seguridad aseguran que la empresa cumpla con las leyes y regulaciones
de seguridad aplicables. Esto es vital no solo para evitar sanciones o multas, sino
también para garantizar que las prácticas de trabajo se alineen con los estánda-
res de seguridad reconocidos a nivel nacional e internacional.
Asimismo, las inspecciones de seguridad buscan mejorar la conciencia de se-
guridad entre los empleados y la dirección. Esto incluye fomentar una cultura
de seguridad donde todo el personal en la organización esté informado, com-
prometido y sean proactivos en la gestión de la seguridad. Esta conciencia y cul-
tura es fundamental para crear un entorno de trabajo en el que la seguridad es
una prioridad compartida y continuamente mejorada.
Las inspecciones de seguridad pueden ser de diferentes tipos.
—Inspecciones Rutinarias.
—Inspecciones No Programadas.
—Inspecciones Especiales.
—Inspecciones de Cumplimiento.
Los aspectos clave a tener en cuenta en la realización de inspecciones serán:
—Que sean rigurosas y exhaustivas ya que, dado el alto nivel de riesgo asocia-
do con el manejo de hidrógeno, es crucial que estas inspecciones evalúen
minuciosamente todos los aspectos de la seguridad, desde el almacena-
miento y manejo del hidrógeno hasta los sistemas de detección y respues-
ta a emergencias.
—Que se analicen todas las condiciones de los equipos, ya que una de las prio-
ridades en las inspecciones de seguridad es la revisión del estado de mante-
nimiento y del estado operativo de la maquinaria y el equipo utilizado en el
lugar de trabajo. Esto incluye verificar que todos los equipos estén en bue-
474 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

nas condiciones de funcionamiento y que se hayan realizado todas las ta-


reas de mantenimiento necesarias. Equipos defectuosos o mal mantenidos
pueden representar un riesgo significativo, no solo para la instalación o el
empleado que los utiliza, sino también para otras instalaciones o personas.
—Que se ponga especial interés en el entorno físico del lugar de trabajo. Esto
incluye la limpieza y el orden general del área, lo cual es vital para prevenir ac-
cidentes, tales como los resbalones y caídas. Además, se deben verificar otros
factores ambientales como la iluminación adecuada, la ventilación y la tem-
peratura. Un entorno de trabajo bien iluminado y ventilado no solo reduce
los riesgos de accidentes, sino que también contribuye al bienestar general.
—Que se evalúen frecuentemente los procedimientos operativos y de segu-
ridad en el lugar de trabajo, lo cual conlleva asegurarse de que se sigan los
procedimientos establecidos y que éstos sean adecuados para las tareas rea-
lizadas. Un procedimiento inadecuado o la falta de seguimiento de los pro-
cedimientos existentes puede llevar a prácticas de trabajo inseguras.
—Que exista un enfoque en los sistemas de contención y detección. Dado
que las plantas de hidrógeno deben tener sistemas de contención adecua-
dos para prevenir fugas y sistemas de detección de hidrógeno eficientes, las
inspecciones deben verificar la funcionalidad y el mantenimiento adecua-
do de estos sistemas críticos.
—Que se preste especial atención a la capacitación y concienciación del per-
sonal. Las inspecciones deben asegurarse de que el personal esté adecua-
damente capacitado en el manejo seguro del hidrógeno y en los procedi-
mientos de emergencia. La conciencia de seguridad y el conocimiento de
los riesgos específicos del hidrógeno son esenciales.
—Que se evalúe la disponibilidad, el estado y el uso adecuado de los equipos
de protección individual (epi). Durante la inspección, se debe verificar que
el epi requerido esté disponible, sea adecuado para los riesgos presentes y
que se mantenga en buenas condiciones. Asimismo, es importante asegu-
rarse de que los empleados estén debidamente entrenados en su uso correc-
to y los empleen adecuadamente.
—Que la señalización y comunicación de los peligros detectados sea ade-
cuada. Durante las inspecciones, se debe revisar que la señalización y las
etiquetas sean adecuadas, estén en buen estado y sean claramente visibles.
Una señalización efectiva ayuda a prevenir accidentes al alertar a los em-
pleados sobre posibles riesgos.
seguridad en la industria del hidrógeno 475

—Que se compruebe el cumplimiento de la legislación y la normativa espe-


cífica. Esto incluye normativa y regulaciones locales, nacionales e interna-
cionales.
—Que se evalúe la preparación y respuesta ante emergencias. Las inspeccio-
nes deben evaluar los planes de respuesta a emergencias, incluyendo la dis-
ponibilidad y accesibilidad de equipos de respuesta a incendios, así como
verificar que los procedimientos de evacuación sean adecuados y conoci-
dos por todo el personal.
—Que exista una política de inspecciones y mejora continua, puesto que de-
bido a la naturaleza del hidrógeno y los riesgos que conlleva, las inspeccio-
nes deben ser frecuentes y periódicas, con un enfoque en la mejora cons-
tante de las prácticas de seguridad.

Así pues, y dado que las inspecciones de seguridad en plantas que manejan
hidrógeno son críticas para garantizar la seguridad operacional y proteger tan-
to a los trabajadores como al medio ambiente, estas inspecciones deben ser mi-
nuciosas, regulares y adaptadas a los desafíos específicos que presenta el mane-
jo de hidrógeno.

10.5. Sistemas de detección y monitorización de hidrógeno


En capítulos precedentes hemos puesto de manifiesto algunos peligros rela-
tivos al manejo del hidrógeno. Cara a evitar los riesgos asociados a este elemen-
to, será fundamental desarrollar tecnologías que tengan en cuenta los desafíos
técnicos en la detección y el manejo del hidrógeno.
Los sistemas de detección de gases desempeñan un papel crucial dentro de
los sistemas de barrera utilizados para la identificación y gestión de fugas de hi-
drógeno. Estos sistemas representan la primera línea de defensa ante una fuga
de hidrógeno, permitiendo la implementación de medidas preventivas antes de
que se produzcan incidentes tales como llamas o explosiones. La detección, ya
sea a través de sensores especializados u otros métodos, constituye un compo-
nente fundamental de cualquier sistema de seguridad integral.
Por tanto, la fiabilidad del sensor es esencial para garantizar una respuesta
efectiva en caso de detección de gas. Ante la eventualidad de una fuga, el sen-
sor debe emitir una señal que active las alarmas correspondientes. Estas pueden
incluir alertas en la sala de control, alarmas en el lugar de detección, sirenas, se-
476 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

ñales de rescate, así como la activación automática de sistemas de parada y, en


ciertos casos, sistemas de venteo o supresión de explosiones.
No obstante, la señal o alarma generada debe ser sometida a un proceso de
diagnóstico y validación, ya sea por el juicio de un operador experto o automá-
ticamente por sistemas informáticos avanzados. Estos últimos pueden incluir
software basado en redes bayesianas y conceptos de aprendizaje automático, que
proporcionan un análisis detallado y una clasificación precisa de la situación.
Además, los detectores de gas pueden ser integrados en sistemas de votación8
para confirmar la detección de gas, asegurando así una respuesta más precisa y
coordinada. Estos sistemas de votación, junto con los detectores de gas, pueden
ser parte de una red integrada que abarque más sistemas de control y seguridad,
proporcionando de esta manera una cobertura mucho más amplia y una gestión
más eficaz de los riesgos asociados con el hidrógeno.
El manejo efectivo de emergencias relacionadas con el hidrógeno es un pro-
ceso secuencial que implica varios pasos críticos (Figura 10.5.1). Cada uno de
estos pasos es fundamental cara a garantizar una respuesta rápida y efectiva, mi-
nimizando así los riesgos para la seguridad y el medio ambiente. La secuencia
típica de actuación incluye:
1. La detección: La fase inicial involucra la identificación de la presencia de
hidrógeno en niveles peligrosos. Esto se logra mediante sistemas avanzados
de detección de gases, que están diseñados para identificar concentraciones
de hidrógeno por encima de los límites de seguridad. Estos sistemas son sen-
sibles, precisos y capaces de proporcionar alertas inmediatas (Figura 10.5.2).
2. La activación de la señal de alarma: Una vez que el sistema de detección
identifica una concentración peligrosa de hidrógeno, se activa automáti-
camente una señal de alarma. Esta alarma normalmente es tanto audible
como visual, asegurando que todos los ocupantes de la instalación sean

8
En este contexto, «sistemas de votación» significa que varios detectores de gas proporcionan sus
lecturas independientes, siendo estas lecturas comparadas y analizadas conjuntamente. Basándose en
criterios preestablecidos, el sistema requiere un cierto número de «votos» o señales de los detectores
que coincidan para confirmar la presencia real del gas. Este método ayuda a reducir las falsas alarmas,
ya que evita que una alarma se active por la señal de un único sensor, ya que podría ser un falso positivo.
A modo de ejemplo, en un sistema de votación dos de tres (2 de 3), al menos dos detectores de los
tres disponibles deben indicar la presencia de gas para que el sistema considere la alarma como legítima
y tome las medidas adecuadas. Este enfoque mejora la fiabilidad y precisión de los sistemas de detec-
ción de gas en entornos industriales y otros escenarios donde la presencia de gases peligrosos necesita
ser monitoreada con precisión.
seguridad en la industria del hidrógeno 477

Figura 10.5.1: Secuencia de actuaciones en la detección de hidrógeno (Sagastagoitia 2023)

conscientes de la emergencia. La señal de alarma es un componente crítico


para iniciar las acciones de respuesta.
3. La evaluación de la situación: Tras la activación de la alarma, el personal
responsable realiza una evaluación rápida de la situación. Esta evaluación
tiene en cuenta las evidencias actuales, tales como las lecturas de los sen-
sores y las observaciones visuales, así como el conocimiento acumulado de
experiencias y accidentes previos relacionados con el hidrógeno. Esta fase
es crucial para determinar la naturaleza y gravedad de la emergencia.
4. La decisión y actuación: Si se determina que la amenaza es plausible y exis-
te un riesgo real, se activan una serie de barreras o medidas de seguridad
previamente establecidas.
5. Puede ser requerida una declaración de situación de emergencia que exija
evacuación ordenada de la instalación, así como una coordinación efectiva
con la autoridades o medios de actuación ajenos a la instalación.
6. La gestión post-emergencia: Una vez controlada la situación, se lleva a cabo
una revisión detallada de la emergencia. Esto incluye la identificación de la
causa, la evaluación de la respuesta y las medidas tomadas, y la implementa-
ción de cambios para prevenir incidentes similares en el futuro. También es
habitual realizar un debriefing con el personal y los servicios de emergencia
cara a recopilar feedback y mejorar los protocolos y entrenamientos.

El proceso de respuesta a emergencias relacionadas con el hidrógeno requie-


re una coordinación efectiva, entrenamiento exhaustivo del personal, y siste-
mas de detección y respuesta bien mantenidos y actualizados. La preparación y
478 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Figura 10.5.2 : Diferentes tipos de sensores Dräger (Dräger España, s. f.)

el conocimiento son claves para garantizar que estas situaciones se manejen de


manera segura y eficiente.
La detección eficaz de gases en instalaciones que manejan hidrógeno es un
componente crítico en la cadena de seguridad operacional. Esta detección no
solo sirve como un sistema de alerta temprana, sino que también interactúa y
activa una serie de barreras de seguridad vitales.
En relación con las medidas de seguridad, hay que indicar que están diseña-
das específicamente para mitigar los riesgos y contener posibles incidentes, ga-
rantizando así la seguridad de las instalaciones y el personal. Entre las más des-
tacadas se incluyen:
1. Ventilación de emergencia.
2. Cierre de válvulas de emergencia.
3. Venteo de emergencia o quema en antorcha.
4. Ventilación de emergencia y actuación de los sistemas de extinción de
incendios.
5. Puesta en marcha de procedimientos de emergencia.
6. El aislamiento de sistemas eléctricos.
7. El aislamiento de áreas afectadas.
8. El uso de barreras y diques de contención.
9. La aplicación de agentes neutralizantes.
10. La suspensión de operaciones y procesos.
11. Una monitorización ambiental continua.
seguridad en la industria del hidrógeno 479

12. Otras acciones de diversa naturaleza que sean requeridas cara al control
y mitigación de la situación.
La elección de qué medidas aplicar en cada caso, dependerán del tipo de ac-
cidente y del procedimiento establecido a tal efecto.

10.5.1. Normativa de equipos de detección


Actualmente existen dos normativas que son las más importantes aplicables
al caso de equipos de detección. La primera de ellas es genérica y aplicable a todo
tipo de gases, mientras que la segunda es específica para el caso del hidrógeno.
La serie de normas une 60079-29 establecen directrices y requisitos esencia-
les para los equipos de detección de gases inflamables.
En la norma une 60079-29-1:2017 relativa a detectores de gas y requisitos
de funcionamiento, se especifican los requisitos generales para la construcción
y el funcionamiento de los detectores de gases inflamables.
La norma une 60079-29-2:2016 relativa a la selección, instalación y mante-
nimiento para gases inflamables y oxígeno, amplía los datos comentados en el
estándar anterior al objeto de incluir los detectores de oxígeno, con un enfoque
particular en las instalaciones industriales y comerciales.
Por su parte, la norma une 60079-29-3:2015 establece una guía de seguridad
funcional.
La norma une 60079-29-4:2011 es relativa detectores de camino abierto.9
En ella se especifican los requisitos de funcionamiento de este tipo de detecto-
res que son esenciales para la medición de gases inflamables a larga distancia.
9
Los detectores de camino abierto (Open Path Detectors en inglés) son dispositivos utilizados
para la detección de gases o vapores en el aire a lo largo de un trayecto o línea de vista abierta. A dife-
rencia de los detectores puntuales que miden la concentración de gas en un lugar específico, los detec-
tores de camino abierto pueden monitorear la presencia de gases a lo largo de distancias considerables,
típicamente en un rango lineal que puede ir desde unos pocos metros hasta varios cientos de metros.
Estos dispositivos funcionan emitiendo un haz de luz (usualmente láser o infrarrojo) desde un trans-
misor hacia un receptor. Si hay gases presentes en el camino del haz, estos absorben una parte de la luz.
La cantidad de luz que llega al receptor disminuye en función de la concentración del gas atravesado
en el trayecto del rayo.
Los detectores de camino abierto son especialmente útiles en entornos industriales grandes, como
plantas de procesamiento, refinerías o en monitorización ambiental, donde es necesario detectar fugas
de gas o contaminantes sobre áreas extensas. Estos sistemas son efectivos para proporcionar una aler-
ta temprana en caso de fugas de gases peligrosos, permitiendo tomar medidas para controlar la fuga y
proteger la seguridad de las personas y las instalaciones. Además, su capacidad para detectar gases a lo
largo de un trayecto abierto los hace valiosos para aplicaciones donde los detectores puntuales podrían
no ser prácticos o eficientes.
480 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Otra de las nomas esenciales, aplicadas al caso específico de detectores de


hidrógeno, es la Norma iso 26142:2010 relativa a aparatos de detección de hi-
drógeno en aplicaciones estacionarias. La norma especifica detalladamente las
directrices para los dispositivos de detección de hidrógeno en aplicaciones es-
tacionarias. Se centra en asegurar que estos dispositivos sean capaces de medir
y controlar las concentraciones de hidrógeno de manera precisa y confiable en
lugares fijos, tales como plantas industriales y plantas de generación de energía.
Asimismo, describe métodos de ensayo estandarizados para validar el desem-
peño de los detectores de hidrógeno bajo diversas condiciones, garantizando
su fiabilidad y eficacia en la detección de este gas.
La norma establece que el uso de sensores de hidrógeno no es obligatorio en
aplicaciones de movilidad, tales como los vehículos de célula de combustible
de hidrógeno (fcev).
Esta flexibilidad permite a los fabricantes de este tipo de vehículos decidir si
incorporan o no la detección de hidrógeno como parte de su diseño de segu-
ridad vehicular. A pesar de que no es un requisito, en caso de que los fabrican-
tes de fcev opten por integrar sistemas de detección de hidrógeno, la norma
indica que la ubicación y función de estos sensores pueden variar significati-
vamente.
Por su parte, los sensores deben ser capaces de operar de manera eficiente en
diferentes condiciones ambientales y de trabajo, tales como ambientes secos o
húmedos, bajo vibraciones o, en ciclos de temperatura variables.
No obstante, aunque la norma iso 26142:2010 no impone requisitos espe-
cíficos para vehículos, existen recomendaciones establecida por la Sociedad de
Ingenieros de Automoción que proporcionan directrices útiles para la integra-
ción de sensores de hidrógeno en vehículos. Este informe, ofrece orientación
sobre las características deseables de los sensores de hidrógeno en este tipo de
equipos, incluyendo su sensibilidad, tiempo de respuesta, resistencia a condi-
ciones adversas y fiabilidad a largo plazo.

10.5.2. Clasificación de sensores


La monitorización y detección del hidrógeno son fundamentales para la se-
guridad en diversas aplicaciones industriales y comerciales. La tecnología mo-
derna ha proporcionado una gran variedad de sensores diseñados específica-
mente para detectar la presencia y concentración de hidrógeno en un área.
Dado que los sensores varían en características, principios de funcionamiento,
seguridad en la industria del hidrógeno 481

complejidad y precisión, será necesario realizar una clasificación de los mismos


(Hübert, Boon-Brett, y Buttner 2016).

1. Sensores de catalizador
Estos sensores emplean un catalizador que interactúa químicamente con el
hidrógeno (Figura 10.5.2.1). Los sensores catalíticos se basan en la reacción exo-
térmica del hidrógeno y otros gases combustibles en presencia de un catalizador.
Como resultado de la reacción se libera calor, que es detectado y convertido en
una señal eléctrica. Así pues, la respuesta del sensor se basa en la alteración de
sus propiedades eléctricas debido a la reacción catalítica, lo que permite deter-
minar la presencia y concentración de hidrógeno. Se conocen también como
sensores de perlas catalíticas, sensores de gas combustible (cgs), o sensores ca-
talíticos de estado sólido.

Figura 10.5.2.1: Sensor catalítico (Sagastagoitia 2023)

Entre las ventajas cabe destacar, que es una tecnología madura y bien estu-
diada y por ello, su uso es amplio y seguro en diversas aplicaciones. Asimismo,
realiza una detección efectiva de gases combustibles pues aprovecha la reacción
catalítica para generar una señal detectable.
Entre los inconvenientes cabe destacar la alta sensibilidad a otras especies ga-
seosas, ya que pueden verse afectados negativamente por la presencia de otras
especies gaseosas, lo que reduce la vida útil del sensor o afecta su funciona-
miento. Por ello, se requiere calibración periódica para mantener la precisión.
Asimismo, dependen de la presencia de oxígeno, ya que necesitan una canti-
dad estequiométrica de este elemento para que la reacción con el hidrógeno
funcione correctamente. Su funcionamiento puede verse alterado en concen-
traciones bajas de oxígeno o en condiciones anaeróbicas. Por tanto, aunque
las condiciones de falta de oxígeno sean temporales, no son adecuados para
dichos ambientes.
482 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

2. Sensores de células electroquímicas


Utilizan una célula electroquímica para medir la concentración de hidrógeno
en el aire. Se basan en la propiedad del hidrógeno como gas reductor para reali-
zar la transferencia de electrones, ya sea directamente entre moléculas o media-
da por electrodos en una celda electroquímica. Se genera así una señal eléctrica
como respuesta que será proporcional a la cantidad de hidrógeno presente. Esta
corriente es medida y convertida en una lectura de concentración de hidrógeno.
Existen principalmente dos tipos de sensores electroquímicos de hidrógeno,
los amperimétricos y los potenciométricos. A su vez, estos sensores pueden ser
diseñados para detectar diferentes rangos de concentración de hidrógeno, des-
de muy bajos porcentajes hasta un 4 % en volumen.
Entre las ventajas que aporta su uso se pueden citar que poseen una selecti-
vidad ajustable eligiendo materiales de electrodos adecuados para el analito de
interés y los contaminantes potenciales. También permiten un funcionamiento
optimo a temperatura ambiente, ya que los sensores galvanométricos de hidró-
geno con electrolito líquido o sólido y una membrana polimérica pueden fun-
cionar a temperatura ambiente, resultando pues sumamente beneficioso para
diversas aplicaciones.
Entre los inconvenientes asociados a los mismos, cabe destacar que poseen
una vida útil limitada, así como un consumo de energía para estabilizar la tem-
peratura y mostrar la señal.

3. Sensores de conductividad térmica


Estos sensores determinan la concentración de hidrógeno midiendo y com-
parando la conductividad térmica del gas con una referencia conocida (Figu-
ra 10.5.2.2). La diferencia en la conductividad térmica entre el gas de muestra y
el gas de referencia indica la presencia y cantidad de hidrógeno. Se deben cali-
brar para mezclas específicas al objeto de determinar la concentración de com-
ponentes en dicha mezcla de gases.

Figura 10.5.2.2: Sensor de conductividad térmica (Sagastagoitia 2023)


seguridad en la industria del hidrógeno 483

Entre las ventajas asociadas a este tipo de equipos se pueden citar la indepen-
dencia del oxígeno ya que, a diferencia de otros tipos de sensores, los sensores
de conductividad térmica no dependen de una reacción química con el hidró-
geno y pueden operar en entornos sin oxígeno. También poseen un bajo con-
sumo de energía, puesto que funcionan a temperaturas inferiores a 300°C, lo
que los hace menos demandantes de energía en comparación con otros tipos
de sensores. Adicionalmente, existe una amplia aplicación comercial al ser muy
populares y presentar una gran variedad disponible para diversas aplicaciones.
Esto hace que se puedan combinar fácilmente con otros tipos de sensores cara
a compensar sus desventajas.
Sin embargo, entre los inconvenientes se puede mencionar los desafíos exis-
tentes actualmente en cuanto a su diseño y rango de medición, puesto que pro-
ducir dos celdas con características similares para un circuito de puente equili-
brado es un reto y, mantener la misma temperatura en ambas celdas puede ser
difícil. Por su parte, la sensibilidad a la humedad y el prematuro envejecimiento
de estos sensores afecta su rendimiento a lo largo del tiempo.

4. Sensores conductimétricos de oxígeno


El principio en el que se basa la detección de estos equipos es el de utilizar la
dependencia de las propiedades eléctricas (como la conductividad) de ciertos
materiales con respecto a los cambios en la composición química del entorno
circundante. Los cambios en la resistencia o conductancia de estos materiales
proporcionan información sobre la composición química del entorno. En el ca-
so de los detectores basados en óxidos metálicos semiconductores, la resistencia
de los óxidos metálicos varía con los cambios en el entorno gaseoso, lo que los
hace útiles para detectar una amplia gama de gases, incluyendo gases reducto-
res, oxidantes y combustibles.
Entre las ventajas de su utilización destaca la facilidad de uso y la economía de
su fabricación ya que los sensores a base de semiconductores de óxido metálico
son comercialmente prevalentes debido a su estructura simple, lo que los hace
fáciles y económicos de fabricar. Adicionalmente presentan una alta adaptabili-
dad en el rendimiento, puesto que su rendimiento puede ser adaptado variando
aspectos materiales, estructurales y operativos. Ello permite optimizar los sen-
sores para la detección precisa y selectiva de hidrógeno.
En cuanto a los inconvenientes, se puede mencionar que su rendimiento de-
pende en gran medida del tipo de gas presente y del material específico del sen-
484 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

sor utilizado, ya que la resistencia del óxido metálico puede aumentar o dis-
minuir dependiendo del tipo de gas y, si el óxido utilizado en el sensor es un
semiconductor de tipo n o de tipo p. Por tanto, se requiere una consideración
cuidadosa en la elección del material del sensor y su aplicación.

5. Sensores basados en efecto campo o de semiconductor


Los sensores basados en efecto campo o de semiconductor (10.5.2.3.) funcio-
nan detectando cambios en las propiedades eléctricas (resistencia) de un ma-
terial semiconductor cuando entra en contacto con ciertos gases o sustancias.
Estos cambios alteran el flujo de corriente eléctrica a través del material, hecho
que se puede medir cara a identificar la presencia y concentración de la sustan-
cia detectada. Son comúnmente usados aprovechando la sensibilidad del semi-
conductor a gases específicos tales como el hidrógeno, facilitando así una de-
tección rápida y eficaz.

Figura 10.5.2.3: Sensor de semiconductor (Sagastagoitia 2023)

Los basados en condensadores mos son muy utilizados para la detección de


hidrógeno, influyen en el gráfico cv o gráfico voltamperométrico y cambian el
voltaje de banda plana en magnitud correlacionada con la concentración de hi-
drógeno. Se fabrican con diferentes combinaciones de metal/óxido/semicon-
ductor, siendo el paladio y el platino los electrodos metálicos comúnmente usa-
dos. Los diodos Schottky, son los que comprenden un metal en contacto con
un semiconductor o una capa aislante muy delgada sobre un semiconductor.
En estos detectores, la absorción de hidrógeno cambia las características de co-
rriente-voltaje (i-v) del diodo. Por su parte, los mosfet se basan para la detec-
ción de hidrógeno en transistores de efecto de campo semiconductores de óxido
metálico. Tienen una estructura de triple capa y utilizan cambios en la corriente
entre la fuente y el drenaje para detectar hidrógeno.
Entre sus ventajas destaca que, la sensibilidad y selectividad al hidrógeno es
alta incluso a bajas concentraciones, así como que la temperatura de operación
seguridad en la industria del hidrógeno 485

puede variar ampliamente sin afectar al rendimiento del detector, desde la tem-
peratura ambiente, hasta temperaturas moderadas, lo cual facilita la respuesta y
reduce la influencia de los cambios en dicha temperatura ambiente.
Entre los principales inconvenientes destaca, la complejidad en la fabricación,
puesto que algunos tipos de estos sensores tales como los mosfet con puertas
suspendidas, puede ser complicados de producir y costosos. Asimismo, la vida
útil y la estabilidad de algunos sensores puede ser limitada, especialmente en
entornos difíciles o a altas temperaturas.

6. Sensores electromecánicos
Los sensores electromecánicos se basan en la medición de fenómenos físicos
o químicos a través de su efecto en las vibraciones mecánicas de alta frecuencia
de un elemento sensor, generalmente fabricado con material piezoeléctrico. La
aplicación de un campo eléctrico oscilante a un sustrato piezoeléctrico genera
ondas mecánicas, cuyos cambios se detectan y convierten en señales eléctricas.
Cara a la detección de gases, se modifica la estructura del sensor fijando una ca-
pa delgada que interactúa selectivamente con el gas objetivo. Materiales como
el platino, el paladio y sus aleaciones son comunes en esta capa para la detec-
ción de hidrógeno. Estos detectores utilizan el principio gravimétrico (o méto-
do Sauerbrey) para detectar cambios en la masa del sensor debido a la adsorción
de gases, lo que afecta la frecuencia del resonador de cuarzo.
Entre las ventajas, cabe destacar de una parte, el alto grado de sensibilidad, ya
que son capaces de detectar cargas de masa tan bajas como 1 ng/cm2, lo que per-
mite límites de detección en el rango de partes por billón (ppb) y de otra parte,
la versatilidad y miniaturización, ya que se pueden reducir enormemente en ta-
maño y así utilizarse en configuraciones inalámbricas. Hecho este que los hace
adecuados para una gran variedad de aplicaciones. Adicionalmente, poseen un
amplio rango de funcionamiento, ya que pueden operar en una extensa variedad
de concentraciones de hidrógeno, siendo capaces de medir a su vez parámetros
tales como la presión, la viscosidad y el peso molecular.
Sin embargo, entre los inconvenientes cabe mencionar las limitaciones exis-
tentes en cuanto a su producción, ya que lograr capas uniformes durante su
fabricación puede ser un desafío, afectando a la estabilidad y la fiabilidad del
sensor. Otro inconveniente importante es el hecho de que son susceptibles a
cambios en las condiciones ambientales, pudiendo afectar a su rendimiento y
precisión cambios en la temperatura y la humedad.
486 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

7. Sensores ópticos
Funcionan mediante la interacción del hidrógeno con materiales sensibles
como polímeros y óxidos, que producen una señal óptica en respuesta a la pre-
sencia de hidrógeno (Figura 10.5.2.4). Esta señal óptica es detectada y registra-
da por el sensor, permitiendo determinar la concentración de hidrógeno. Exis-
ten diversos tipos de sensores ópticos, incluyendo sensores quimiocrómicos,
sensores de fibra óptica, y sensores ópticos de camino abierto, cada uno con
principios de funcionamiento diferentes. Como materiales sensibles para este
propósito se suelen utilizar paladio, WO3 y algunos hidruros metálicos, dada la
capacidad de cambiar sus propiedades ópticas en presencia de hidrógeno.

Figura 10.5.2.4: Sensor quimiocromático, donde el dispositivo que necesariamente debe ser
reversible (Sagastagoitia 2023)

Una de las ventajas que presentan es la seguridad y flexibilidad, puesto que los
sensores de fibra óptica son seguros y flexibles, permitiendo la detección remota
y la separación de los puntos de detección de la electrónica de lectura. Presentan
mayor sensibilidad que los tradicionales, son menos sensibles a las interferen-
cias electromagnéticas o a ambientes corrosivos y suelen ser seguros y aptos para
trabajar en atmósferas explosivas. Los sensores ópticos también destacan por la
amplia variedad de aplicaciones, ya que algunos tipos de sensores ópticos, tales
como los sensores e indicadores quimiocrómicos, han sido exitosamente comer-
cializados, a pesar de presentar sensibilidad a la temperatura. Y finalmente, es
importante mencionar su capacidad de detección remota y monitorización de
áreas amplias, ya que los sensores ópticos de camino abierto pueden detectar
hidrógeno a lo largo de un haz de luz.
Entre sus inconvenientes, hay que mencionar que varios tipos de sensores óp-
ticos aún se enfrentan a desafíos para su comercialización, principalmente debi-
do a problemas de estabilidad, así como que en determinados tipos de sensores
seguridad en la industria del hidrógeno 487

tales como el de fibra óptica, el tiempo de respuesta puede ser más lento y ser
necesaria una calibración periódica para compensar la deriva y el envejecimien-
to. También es necesario comentar las limitaciones en la sensibilidad y especi-
ficidad que pueden presentar algunas técnicas ópticas, tales como la espectros-
copía de descomposición inducida por láser. Dichas técnicas pueden no ser lo
suficientemente sensibles como para llegar a detectar concentraciones bajas de
hidrógeno y a la par que pueden verse afectadas por la humedad ambiental. Fi-
nalmente, esta última técnica puede ser una fuente de ignición propiamente, lo
cual limita su uso en aplicaciones de seguridad. A su vez, algunos sensores tales
como los de fibra óptica, por ejemplo, no cumplen con muchos de los requisitos
de rendimiento establecidos en las especificaciones requeridas por la industria
o los organismos reguladores.

8. Sensores sónicos
Detectan emisiones acústicas causadas por la expansión de un gas que se mue-
ve de alta a baja presión a través de un orificio, lo que crea ondas acústicas en el
rango audible y ultrasónico (Figura 10.5.2.5). Estas emisiones pueden ser gene-
radas por fugas de hidrógeno a presión. El análisis posterior de la señal obteni-
da por un micrófono que capta dichas emisiones acústicas permite localizar y
cuantificar la fuga. Por tanto, los sensores sónicos son ampliamente utilizados
en la detección de fugas.

Figura 10.5.2.5.: Sensor sónico (Sagastagoitia 2023)

Un segundo tipo de detectores sónicos son aquellos en los que la detección


sónica se basa en la medición de la velocidad del sonido captado. La velocidad
de propagación de la onda sonora depende del tipo de gas10 y de la temperatu-
ra. Debido precisamente a este hecho, tienen capacidad para determinar el pe-
10
Ya que es proporcional a las concentraciones en una mezcla de gases.
488 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Figura 10.5.2.6: Medida de la velocidad del sonido en gases a temperatura y presión conocidas
(Sagastagoitia 2023)

so molecular de un gas o mezcla de gases, ya que dicha velocidad dependerá de


la densidad del gas, de su masa molecular y, de la temperatura y presión del gas
(Figura 10.5.2.6). Esta metodología es muy apropiada para la detección de hi-
drógeno, ya que la velocidad del sonido es este gas es muy alta en comparación
con el aire.
Entre las ventajas de este tipo de detectores destaca la monitorización de áreas
grandes, puesto que pueden llegar a detectar el ruido generado por una fuga a
una distancia de hasta 15 metros. Por ello, son dispositivos ampliamente utili-
zados en seguridad, basta recordar el ejemplo histórico del silbato de metano11
utilizado en minas de carbón para detectar metano basándose en cambios en la
velocidad del sonido.
Ente los inconvenientes, se puede mencionar que no son específicos para la
detección de hidrógeno, pudiendo responder ante otros gases, así como tam-
bién se pueden indicar las limitaciones en cuanto a la resolución espacial, puesto
que, aunque son eficaces para monitorizar grandes áreas, tienen una resolución
espacial limitada y su eficacia depende del tamaño de la fuga y la diferencia de
presión entre el interior y el exterior del sistema.
Por tanto y tal como se ha expuesto, cada tipo de sensor ofrece ventajas y li-
mitaciones específicas, dependiendo de la aplicación. La elección del sensor
adecuado depende de factores como la sensibilidad requerida, el rango de de-
tección, las mezclas de gases presentes, las condiciones ambientales y la necesi-
dad de una respuesta rápida.
11
En su forma más básica, el silbato de metano es un dispositivo que contiene una estructura que vi-
bra o produce un silbido en respuesta a los flujos de aire que contienen metano. En versiones más avan-
zadas del dispositivo, se utilizan sensores que, al detectar metano, activan una alarma audible.
seguridad en la industria del hidrógeno 489

10.5.3. Bases para la selección de sensores de hidrógeno


La elección adecuada del sensor es crucial cara a garantizar una respuesta rá-
pida a las fugas y minimizar los riesgos asociados a accidentes. En este aparta-
do se presentarán ideas relativas a la selección del sensor optimo en función de
su aplicación.
La selección de un sensor de hidrógeno adecuado para una aplicación especí-
fica es una tarea compleja que requiere considerar varios factores.
En primer lugar, será necesario disponer de un perfecto conocimiento de las
condiciones de operación, así como de los requisitos de rendimiento. Es funda-
mental comenzar el proceso de selección analizando ampliamente las condicio-
nes operativas previstas y los requisitos específicos de rendimiento del sensor de
hidrógeno, lo cual implica evaluar las diversas tecnologías de detección dispo-
nibles, así como comprender las capacidades y especificaciones de rendimiento
de los sensores individuales.
En el análisis, será necesario llevar a cabo una comparación de las platafor-
mas de detección de hidrógeno12 en función de datos publicados, experiencias
prácticas y las condiciones de operación. Esta comparación ayuda a ilustrar las
similitudes y diferencias en los parámetros básicos de rendimiento de cada pla-
taforma, resaltando áreas para posibles mejoras.
Otro hecho a tener en cuenta será la disponibilidad comercial y la variedad de
productos, ya que el mercado de sensores de hidrógeno ofrece una amplia gama
de opciones, con más de 90 fabricantes que presentan más de 400 productos.
Estos incluyen sensores específicos para hidrógeno y otros no específicos, pero
con capacidades de detección del mismo.
Habrá que tener en cuenta los parámetros de rendimiento que serán esencia-
les en la selección del detector. Estos incluyen:
—El límite de detección inferior.
—El tiempo de respuesta.
—El consumo de energía.
—La influencia de las condiciones ambientales.
—El tamaño físico.
—La sensibilidad cruzada a otras especies, y
—La capacidad de operar en condiciones de agotamiento de oxígeno, entre
otros.
12
Conjunto de sistemas o dispositivos diseñados para identificar y medir la presencia de hidróge-
no en diversos entornos.
490 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Asimismo, será necesario considerar las limitaciones de los dispositivos, pues-


to que la tarea de seleccionar un sensor de hidrógeno puede verse obstaculizada
tanto por la falta de una lista completa de especificaciones de detección por par-
te de los fabricantes, como por el desconocimiento de las posibles condiciones
operativas que el sensor puede enfrentar a lo largo de su vida útil.
Los límites de detección y rangos de medición del sensor deberán estudiar-
se cuidadosamente, dado que es importante que estos sean apropiados para la
aplicación y compatibles con los niveles de alarma requeridos.
Finalmente, será necesario realizar una verificación cruzada. Al elegir un sen-
sor, es crucial verificar que las especificaciones del producto cumplen con las
expectativas de rendimiento específicas del sensor en el contexto de la apli-
cación. Esta información ayuda a los usuarios finales a comprender mejor los
principios de detección disponibles, no solo para elegir el sensor adecuado, si-
no también para comprender las precauciones necesarias durante su uso. Un
sensor de hidrógeno adecuado que sea utilizado como parte de un sistema de
seguridad integrado, es fundamental para mitigar los riesgos y activar medidas
de protección, al detectar de manera rápida y precisa una atmósfera potencial-
mente explosiva.
Tal como se puede deducir de las consideraciones realizadas, la tarea de se-
leccionar un sensor o un conjunto de sensores que constituyan una correcta y
segura plataforma de detección de hidrógeno no es tarea irrelevante. Por tanto,
deberá ser llevada a cabo por un grupo de expertos en seguridad, que tengan en
cuenta todos los criterios aquí expuestos.

10.5.4. Ubicación de detectores


El hidrógeno, debido a sus características físicas únicas, presenta desafíos es-
pecíficos en su detección, especialmente en entornos abiertos. Un tipo de de-
tectores que está ganando mucho interés son los detectores acústicos, ya que
emergen como una solución viable para la vigilancia en amplias zonas, dada su
capacidad de cubrir extensas áreas donde la detección de fugas de un gas de ba-
ja densidad como el hidrógeno puede ser problemática.
Tal como parece obvio suponer, la efectividad en la detección de fugas de hi-
drógeno depende en gran medida de la ubicación estratégica de los sensores.
Es crucial situar los detectores en la proximidad de puntos potenciales de fu-
ga, tales como válvulas, bridas y equipos de proceso, así como en surtidores de
combustible.
seguridad en la industria del hidrógeno 491

Además, se debe considerar la implementación de sensores en zonas donde


exista una trayectoria de flujo natural o donde la detección pueda señalar un
riesgo inminente. Esto incluye sistemas de entrada de aire, salidas de ventilación
y chimeneas, entre otros.
Dado que el hidrógeno gaseoso posee una densidad particularmente baja,
tiende a ascender, lo que hace esencial la colocación de detectores en alturas
elevadas. Contrariamente, en el caso del hidrógeno líquido, que es más denso,
la ubicación de detectores en puntos bajos adquiere más relevancia.
En la fase de diseño de sistemas que incorporan hidrógeno, resulta crucial
realizar una evaluación meticulosa de la configuración espacial de los compo-
nentes susceptibles a fugas. Esta evaluación debe considerar la proximidad y
agrupación de elementos tales como válvulas, juntas y equipos de procesamien-
to, que presentan un riesgo elevado de escape de hidrógeno. Identificar y desig-
nar estas zonas de alta concentración de equipos potencialmente vulnerables
facilita la creación de puntos focales específicos para la instalación de detecto-
res de hidrógeno. Al centralizar los sensores en estas áreas críticas, se optimiza
significativamente la capacidad del sistema para detectar fugas de manera tem-
prana y precisa, lo cual es esencial para la eficiencia y seguridad de la operación.
Cara a incrementar la fiabilidad en la detección de hidrógeno y minimizar la
incidencia de falsas alarmas, se implementan con frecuencia sistemas de vota-
ción. Un protocolo típico en este contexto es la regla de confirmación «dos de
tres», según la cual se requiere que al menos dos sensores, de un grupo de tres,
confirmen la detección de gas antes de activar protocolos de emergencia tales
como la parada de operaciones. Este método proporciona una capa adicional de
verificación, reduciendo de manera significativa la probabilidad de que un fallo
aislado en un solo dispositivo desencadene una interrupción operativa no justi-
ficada. Así, este enfoque no solo fortalece la seguridad del sistema, sino que tam-
bién promueve la eficiencia operativa al evitar paradas innecesarias y costosas.
En el apartado relativo a la detección eficiente de llamas de hidrógeno, su baja
visibilidad, representa un desafío significativo en la seguridad de instalaciones
que manejan este gas. La implementación de sensores térmicos y ópticos ofrece
una solución viable para la monitorización efectiva y la prevención de incendios
relacionados con el hidrógeno.
Para una vigilancia efectiva de grandes áreas o volúmenes, es esencial la dis-
tribución estratégica de múltiples detectores térmicos. Estos dispositivos deben
ubicarse en puntos críticos donde existe un mayor riesgo de incendio, o en las
492 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

inmediaciones de dichas zonas (Figura 29). Los sensores térmicos están diseña-
dos para activarse ante la presencia de un umbral de temperatura específico o
una tasa de cambio de temperatura notable, lo cual es crucial para la detección
temprana de incendios.
Los detectores ir multibanda específicos para hidrógeno se destacan por su
baja susceptibilidad a activaciones falsas. Estos sensores utilizan bandas de es-
pectro infrarrojo específicas que son más sensibles a las características de las lla-
mas de hidrógeno. La especificidad espectral de estos detectores los hace par-
ticularmente efectivos para distinguir las llamas de hidrógeno de otras fuentes
de luz o calor, minimizando así las falsas alarmas.
Adicionalmente, y según la norma nfpa72, los detectores térmicos deben
estar calibrados para responder a una temperatura predeterminada o a una tasa
de cambio de temperatura específica. De forma que esta normativa asegura que
los detectores térmicos no solo reaccionen ante la presencia de calor, sino que
lo hagan de manera precisa y en momento crítico para una intervención eficaz.

Figura 10.5.4.1: Ubicación de detectores de llama (Sagastagoitia 2023).

En el caso de las estaciones de servicio de hidrógeno, dado que representan


puntos críticos en la infraestructura de combustibles alternativos, se requieren
sistemas de detección de llama robustos y confiables. De acuerdo con la Norma
nfpa 52 para Sistemas de Combustible de Gas Natural para Vehículos, estos sis-
temas son esenciales para garantizar la seguridad operacional. Entre las funcio-
nes clave de los sistemas de detectores de llama, se pueden citar:
—Detección rápida y fiable de llama.
—Apagado automático y aislamiento de la fuente de hidrógeno.
seguridad en la industria del hidrógeno 493

—Transición a modo seguro.


—Activación de alarmas acústicas y visuales.
—Incremento de la ventilación activa cuando sea necesario.
—Rearme manual para reinicio.
En entornos donde no se dispone de sistemas de detección de llamas instala-
dos permanentemente, es crucial adoptar métodos alternativos para identificar
la presencia de fuego. Estas técnicas son particularmente útiles en situaciones
de emergencia o en áreas temporales de trabajo.
En dichos entornos, se recomienda el uso de un detector de llamas portátil, ta-
les como una cámara termográfica. Estas cámaras pueden identificar puntos de
calor y son especialmente útiles para visualizar llamas que podrían no ser detecta-
das a simple vista. La termografía permite el mapeo de patrones de calor, facilitan-
do la identificación de focos de incendio en diferentes condiciones de visibilidad.
Asimismo, es crucial estar atento a los sonidos de escape de gas, que pueden
indicar la presencia de una fuga y potencial riesgo de incendio. Además, se debe
prestar atención a las ondas térmicas, ya que una sensación repentina de calor
en una dirección específica puede ser indicativa de una llama cercana.
En ausencia de herramientas tecnológicas, se puede recurrir a métodos rudi-
mentarios como el uso de una sonda combustible. Un ejemplo común es el de
una agitar una algún elemento de madera o papel hacia el frente, o incluso arran-
car un poco de hierba y tirarla en la dirección del movimiento previsto. La idea
es tirar cualquier material que se inflame fácilmente al contacto con una llama.
Aunque este método es menos seguro y requiere cautela, puede ser una opción
en situaciones de emergencia donde no se disponga de otros medios.

10.6. Medidas de seguridad y buenas prácticas con hidrógeno


En las secciones precedentes, ya se han indicado numerosas medidas esencia-
les que deberán tenerse en cuenta cara a reducir de una forma importante los
riesgos asociados a la producción y manejo del hidrógeno. No obstante, en es-
te apartado, se hará hincapié en aquellas que son más ampliamente utilizadas.

10.6.1. Precauciones y protocolos de seguridad


La seguridad con el hidrógeno implica el establecimiento de una combina-
ción de medidas técnicas procedimientos de trabajo y protocolos organizativos.
Una producción segura, un almacenamiento adecuado y medios de trasporte
494 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

correctamente equipados y gestionados, son junto el establecimiento de zonas


bien ventiladas, distancias de seguridad a los focos de ignición, la presencia de
barreras de seguridad y el empleo de sistemas de detección, los elementos clave.
El empleo de equipos de protección individual y la formación, información e
implicación del personal también son tareas esenciales para todos los trabaja-
dores involucrados.
Así pues, cada instalación deberá desarrollar sus propios procedimientos de
actuación y protocolos de seguridad en base al análisis de riesgos mencionado
anteriormente, de esta forma se establecerán las medidas preventivas y correc-
tivas oportunas, derivadas de dichos análisis, favoreciendo así la reducción de
los niveles de riesgo detectados a valores triviales o tolerables.
No obstante, a continuación mencionaremos una serie de medidas que cons-
tituirán la base de desarrollo de dichos procedimientos.

10.6.1.1. Prescripciones generales de seguridad con hidrógeno


Al trabajar con hidrógeno es fundamental reconocer que, aunque no es tóxi-
co, representa un peligro de asfixia en entornos confinados debido a su capaci-
dad para desplazar el oxígeno. Además, su alta inflamabilidad y potencial para
causar explosiones exigen una manipulación cuidadosa. Por tanto, se deben se-
guir estrictamente las directrices de seguridad proporcionadas en las fichas de
datos de seguridad (Air Liquide 2023), cara a minimizar riesgos y garantizar un
manejo seguro.
Cuando se manipule hidrógeno, entre las consideraciones que se deberán te-
ner en cuenta están las siguientes:
—Debe existir un procedimiento seguro de manipulación, así como ser pues-
to en práctica por parte de personas experimentadas y debidamente entre-
nadas en manejo de gases a presión.
—Se debe comprobar el conjunto del sistema de gas con regularidad y siem-
pre se debe revisar de manera previa a su utilización.
—En la manipulación del producto no está permitido fumar.
—Se deberá utilizar equipamiento específicamente apropiado para este pro-
ducto, adecuada a la temperatura y presión de trabajo.
—Se debe evitar trabajar en zonas de retorno de aguas, presencia de ácidos,
bases o focos de ignición o zonas de descargas electrostáticas.
—Siempre se deberán extremar las precauciones ante posibles formaciones de
atex y contar con equipamiento a prueba de explosión adecuado.
seguridad en la industria del hidrógeno 495

—Se deberá purgar siempre el aire del sistema antes de introducir el gas, así
como utilizar equipamiento correctamente puesto a tierra.
—Se deberá considerar la utilización de herramientas que no produzcan chis-
pas.
—Se deberá evitar inhalar el gas en caso de exposición.
—Así como se evitará la eliminación del producto en las áreas de trabajo.
Si hablamos de la manipulación de envases contenedores de hidrógeno, es
necesario tener en cuenta que:
—Se deberán seguir detalladamente las instrucciones de manipulación del
suministrador
—No se permitirá el retroceso del gas hacia el interior del recipiente.
—Se evitarán daños físicos en las botellas, manipulándolas con cuidado, sin
arrastrar o deslizar.
—Se deberán utilizar el utillaje y equipamiento adecuado para el transporte
de los envases.
—En el caso de ser botellas, éstas deberán mantenerse con la caperuza de la
válvula colocada hasta que el envase quede fijo.
—Se observará siempre un orden y limpieza en las zonas de almacenamiento.
—Si se aprecian problemas o deterioros en los envases, válvulas o conductos,
se deberá contactar con el suministrador y nunca se repararán o modifica-
rán éstos o los mecanismos de seguridad por parte de los trabajadores. Se
procederá posteriormente a su sustitución o reparación por parte de per-
sonal acreditado, adecuadamente formado y experimentado.
—Los accesorios y válvulas del envase se mantendrán libres de contaminan-
tes, aceites y agua. Las válvulas se cerrarán tras su uso e incluso si el reci-
piente está vacío. No se trasvasarán gases de una botella o envase a otro.
Siempre se evitará la entrada de agua al interior del recipiente y las válvulas
se abrirán y cerrarán lentamente para evitar golpes de ariete.
—En ningún caso se alterarán ni manipularán las etiquetas facilitadas por el
suministrador.
En el caso de los almacenamientos de hidrógeno, es necesario tener presentes
las siguientes prescripciones:
—Se deberá cumplir con las prescripciones relativas a los locales de almace-
namiento de productos químicos a presión inflamables.
—No se almacenarán en condiciones que favorezcan la corrosión.
—Los protectores de las válvulas y las tulipas estarán siempre colocados.
496 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

—Los envases se almacenarán en posición vertical y asegurados contra caí-


das accidentales.
—Se llevarán a cabo inspecciones periódicas de los envases para comprobar
su correcto estado y evitar posibles fugas.
—Se observará siempre un orden y limpieza en las zonas de almacenamiento.
—Los contenedores se deberán mantener generalmente a temperaturas infe-
riores a 50 ºC a menos que las prescripciones del suministrador indiquen
otra información.
—Deberán ser almacenados en lugares libres de riesgos y lejos de fuentes de ca-
lor e ignición. A su vez se mantendrán alejados de materiales combustibles.
—Se deberán separar en el almacenamiento los gases u otros materiales oxi-
dantes.
—Todos los equipos eléctricos de las áreas de almacenamiento deberán ser
compatibles con la normativa atex.
En relación con los primeros auxilios a proporcionar a aquellas personas que
han sufrido una exposición a hidrógeno, se deberá tener en cuenta que:
—Existe un peligro de inhalación si se presenta el hidrógeno en una estan-
cia, puesto que a elevadas concentraciones puede desplazar al oxígeno del
aire y ser causa de asfixia.
—Los síntomas pueden incluir la pérdida de consciencia o de la movilidad,
pudiendo llegar a no ser consciente la víctima de estar sufriendo una asfixia.
—En este caso, se deberá retirar a la víctima a un lugar no contaminado, uti-
lizando un equipo de respiración autónoma, seguir una conducta pas y
aplicar rcp en caso de ser necesario.
En el caso de la lucha contra incendios o en un vertido accidental, las pres-
cripciones a tener en cuenta son:
—En el caso de incendio se deberá utilizar agua en spray o nebulizada, o bien
polvo seco, siendo desaconsejable la utilización de dióxido de carbono o
agua a presión para la extinción.
—La exposición de los envases contenedores de hidrógeno, al fuego y al calor,
puede ocasionar su rotura. En este caso, se deberá enfriar los envases daña-
dos con agua pulverizada lanzada desde una posición protegida.
—En dicha situación, el agua contaminada a causa del enfriamiento de los
envases debe ser contenida para evitar una posible contaminación.
—Se deberá evacuar el área, valorar la posible formación de atmósferas ex-
plosivas, eliminar las posibles fuentes de ignición, asegurar una adecuada
seguridad en la industria del hidrógeno 497

ventilación de la zona, activar el plan de emergencia y mantenerse siempre


a barlovento (lugar de donde viene el viento), en una ubicación segura.
—No se deberá extinguir la fuga de hidrógeno inflamada si no es absoluta-
mente necesario debido a posibles reigniciones espontáneas explosivas. Se
deberá actuar para extinguir otros posibles fuegos secundarios existentes,
así como mantenerse siempre a barlovento (parte donde sopla el viento).
—Los equipos de protección individual incluirán: era de presión positiva,
vestimenta y equipos de protección estándar para bomberos (que cumplan
la norma une-en 469), máscara de cara completa (que cumpla une-en
137), y guantes de protección (que cumpla la norma une-en 659).

10.6.1.2. Recomendaciones y medidas de seguridad específicas para hidrógeno


En el caso de instalaciones con hidrógeno, y una vez valorados e identificados
sus riesgos asociados, una de las primeras medidas más eficaces que se propone
es la de establecer en el diseño de la planta o instalación unas distancias de se-
guridad entre equipos adecuada. Dicha distancia deberá cumplir inicialmente
con la normativa establecida al efecto, y ampliarse en base a los estudios de se-
guridad realizados. Por tanto, deberá considerar:
—Las distancias de seguridad o zonas de exclusión en base a la normativa
aplicable.
—Las distancias adecuadas entre equipos que prevengan la propagación de
incidentes y el efecto dominó.
—Las distancias atex que eliminen todas las posibles fuentes de ignición
por diseño.
—Las distancias de protección frente a peligros externos o ambientales.
—Las distancias debidas a riesgos individuales o sociales establecidas según
criterio de protección civil.
Se recomienda, en base a los estudios de seguridad, que los equipos estén dis-
tribuidos en planta teniendo en cuenta las distancias de seguridad establecidas.
En el supuesto de que se pudiese producir una afectación de los equipos, se de-
berá priorizar la instalación de medios de protección pasivos,13 frente a medios
de protección activos.14 En este sentido se recomienda emplear las medidas pro-
porcionadas por la nfpa 2 como reductoras del riesgo.

13
Por ejemplo, muros con alto nivel de resistencia al fuego o a sobrepresiones.
14
Sistemas pci.
498 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

Para mejorar la seguridad en plantas de producción de hidrógeno, es aconse-


jable separar físicamente las diferentes áreas y sistemas. Esta separación atiende
a las necesidades de distancias de seguridad previamente mencionadas y facilita
el diseño de sistemas eficientes de detección y control de emergencias. Al inde-
pendizar las zonas, se reducen los tiempos de respuesta ante situaciones críticas
y se facilita el aislamiento de áreas específicas, lo que es crucial para una gestión
efectiva de emergencias. Esta estrategia de diseño permite una respuesta rápida
y focalizada, mejorando significativamente tanto la seguridad como la eficien-
cia de la planta.
Al utilizar soluciones contenerizadas en plantas de hidrógeno, es crucial so-
licitar a los proveedores los estudios de seguridad pertinentes. Estos estudios
deben incluir la definición de los sistemas de detección y corte, así como la eva-
luación de posibles medidas de protección contra explosiones, tales como pa-
neles de venteo o estructuras resistentes.
Debido a la baja energía mínima de ignición del hidrógeno, se aconseja im-
plementar un sistema de gestión de tierras diferenciado en la instalación, uti-
lizando un sistema tns para las tierras eléctricas (Tierra Sucia), un sistema it
para las tierras asociadas a la instrumentación de seguridad intrínseca (Tierra
Limpia), y una garantía de la equipotencialidad de todas las masas metálicas de
equipos e instalaciones.
Aunque son obligaciones legales derivadas de la itc bt 029 del Reglamento
de Baja Tensión, es importante recordar, por su importancia y porque no siem-
pre son de conocimiento general que:
—Es obligatorio realizar el Documento Descriptivo del Sistema, que define
y valida los circuitos de seguridad intrínseca instalados.
—Los instaladores y mantenedores de instalaciones eléctricas y equipos en
zonas atex deben cumplir con la formación especificada en el anexo B de
la norma une 60079-17.
—Se requiere la realización de inspecciones periódicas en equipos e instala-
ciones, conforme a lo establecido en la une 60079-17.
—Se recomienda realizar la clasificación de zonas atex conforme a la une
60079-10-1, si bien se debe tener en cuenta los criterios aportados por la
nfpa2 y nfpa55.

A pesar de que, a nivel nacional, la obligación de instalación de protección


frente al rayo viene definida por el db sua 8 del Código Técnico de Edificación,
seguridad en la industria del hidrógeno 499

se recomienda su implementación en proyecto siguiendo las directrices recogi-


das en la nfpa2 y la nfpa55.
En relación con los sistemas de tuberías (y materiales) se aconseja seguir las
instrucciones de la une-iso 19880-1 y las referencias en ella definidas, comple-
mentada con las indicaciones dadas en el documento 121/14 de eiga «hydro-
gen pipeline systems».
También se recomienda, para el diseño de los sistemas de venteo y descargas
de válvulas de seguridad, tener en cuenta los apartados de la une-iso 19880-1,
así como la eiga 211/17 y la cga g-5.5.
En caso de ser posible la exposición de recipientes de hidrógeno gas a fue-
go externo, se deberá considerar la posible instalación de un sistema de despre-
surización cara a garantizar una rápida reducción de la presión en el equipo
por si estas situaciones se llegasen a materializan. Si el operador no dispone de
tiempo suficiente para actuar, hay que considerar el accionamiento automático
(api 521). En caso de identificarse riesgo de contrapresión, también habrá que
considerar la instalación de dos válvulas antirretorno en serie.
Asimismo se recomienda, en la medida de lo posible y siempre que no com-
prometa otros factores de seguridad, el diseño de edificaciones que favorezcan
la ventilación natural (diseños abiertos o parcialmente abiertos) que minimicen
el riesgo de confinamiento y de explosión.
A su vez es muy aconsejable, independientemente de la aplicación o no de la
normativa de accidentes graves (rd 840/2015), que este tipo de instalaciones
dispongan de un Plan de Autoprotección que incluya un cálculo de consecuen-
cias y que éstas queden cubiertas bajo un Sistema de Gestión de Seguridad, se-
gún se describe en el anexo ii de dicho real decreto.
En caso de que la nueva planta se ubique dentro de una instalación industrial,
se recomienda realizar un estudio de cargas de trabajo, con objeto de evaluar si
la nueva instalación es compatible con la estructura organizativa dispuesta an-
tes de su instalación.
En el caso de disponer de depósitos o tanques de almacenamiento, es crucial
establecer un programa de inspección regular para los mismos, preferentemen-
te cada cinco años o menos. Este plan debe considerar variables críticas como el
número de ciclos de carga y descarga, las condiciones ambientales y climáticas
y, la presión operativa del depósito.
Asimismo, se deberá realizar una evaluación exhaustiva de los factores de ries-
go, utilizando métodos como el análisis de árbol de fallos para identificar los
500 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

elementos más susceptibles a estos y enfocar las inspecciones en ellos. Además,


se debe garantizar un mantenimiento óptimo y periódico de todos los compo-
nentes críticos, especialmente los eléctricos, debido a los riesgos de atmósferas
explosivas generadas por el hidrógeno. También es vital realizar controles com-
pletos del 100 % de las soldaduras, siguiendo los mismos estándares que en las
pruebas iniciales, cara a asegurar la integridad y el correcto funcionamiento de
los depósitos.
Actualmente, cualquier empresa cuya actividad comprenda la expedición o el
transporte de mercancías peligrosas por carretera, o las operaciones conexas de
embalaje, carga, llenado o descarga relacionadas con estos transportes, designa-
rá a uno o a varios consejeros de seguridad. Ellos serán los encargados de ayudar
en la prevención de riesgos asociados tanto a las personas como a los equipos o
al medio ambiente. Solo estarán exentas de nombrar al Consejero de Seguridad
aquellas empresas que, a pesar de realizar actividades implicadas, estén afecta-
das por algún tipo de exención en las condiciones y cantidades previstas en el
adr (unece 2023).
En las actividades correspondientes a la carga y descarga de hidrógeno, se de-
berán comprobar una serie de ítems enfocados a disminuir las posibilidades de
accidente durante estas operaciones. Así pues, existirá un documento que, pu-
diendo estar redactado en forma de lista de chequeo, tomará en consideración
todas las medidas relacionadas con la documentación, el vehículo y la propia
actividad de carga o descarga. En este caso, el Real Decreto 97/2014 regula los
procedimientos de seguridad en las operaciones de carga y descarga de materia-
les peligrosos, incluyendo el hidrógeno, en consonancia con las normativas del
adr (unece 2023). Por tanto, establece que las comprobaciones de seguridad
durante la carga son responsabilidad del expedidor o del cargador, mientras que
en la descarga corresponden al destinatario. Asimismo, el rd obliga a los conse-
jeros de seguridad a realizar al menos una visita técnica anual a cada instalación
para evaluar el cumplimiento de las normas de seguridad, utilizando un mode-
lo de informe técnico detallado en el Anexo VI.

10.6.2. Barreras de seguridad


Las barreras de seguridad son medidas o sistemas implementados para preve-
nir accidentes o mitigar las consecuencias de eventos peligrosos en entornos in-
dustriales, incluidas las instalaciones de hidrógeno. Estas barreras pueden ser de
naturaleza física, técnica o administrativa y están diseñadas para proteger tanto
seguridad en la industria del hidrógeno 501

a las personas como a los activos y el medio ambiente. Las barreras de seguridad
se clasifican generalmente en dos categorías:
—Barreras preventivas: Estas barreras están destinadas a prevenir la ocurren-
cia de un evento peligroso. Esto puede incluir controles de ingeniería como
sistemas de contención, alarmas, sistemas de detección de fugas, y proce-
dimientos operativos que eviten situaciones peligrosas. También pueden
involucrar formación y capacitación de empleados, mantenimiento regular
de equipos y sistemas de gestión de seguridad.
—Barreras reductoras: Estas barreras están diseñadas para reducir el impacto
o las consecuencias de un evento peligroso una vez que ha ocurrido. Esto
puede incluir sistemas de supresión de incendios, equipos de protección
personal, sistemas de evacuación de emergencia, y planes de respuesta an-
te emergencias.

El concepto de barreras de seguridad es fundamental en la gestión de riesgos


y la seguridad operacional y, es una parte integral de un enfoque holístico para
garantizar la seguridad en industrias de alto riesgo. La efectividad de las barreras
de seguridad depende de su diseño adecuado, implementación correcta, man-
tenimiento regular y la integración efectiva dentro de los procesos operativos y
sistemas de gestión de seguridad. La independencia entre las barreras es crucial
para evitar que el fallo de una no comprometa la eficacia de otra.
Cara a alcanzar un nivel de seguridad optimo y una aceptación social de los
riesgos de seguridad globales de una aplicación en particular, es crucial la fun-
ción combinada de todas las barreras de seguridad implementadas.
El concepto de «barreras de seguridad» en el contexto de la tecnología y la
sociedad es amplio y complejo, involucrando una interacción entre la tecnolo-
gía, el fallo en las funciones de seguridad y el impacto humano en el sistema.
Este concepto se ve influenciado por las políticas de seguridad de una empresa,
las guías, estándares y regulaciones dentro de la respectiva industria, así como
las leyes nacionales e internacionales.
La clasificación de las barreras de seguridad también se puede llevar a cabo
agrupándolas principalmente en dos categorías:
—Las barreras pasivas son medidas de seguridad que funcionan continua-
mente sin necesidad de activación o intervención humana. Su objetivo
principal es prevenir la ocurrencia de eventos peligrosos o reducir sus efec-
tos. Ejemplos comunes incluyen contenciones físicas tales como muros,
502 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

barreras, revestimientos de seguridad, y dispositivos que limitan automá-


ticamente la propagación de un peligro, tales como válvulas de retención.
Generalmente están diseñadas para ser robustas y duraderas, capaces de re-
sistir condiciones extremas sin deteriorarse y no requieren energía o con-
trol activo para funcionar. No obstante, aunque requieren menos manteni-
miento que las barreras activas, es esencial inspeccionarlas periódicamente
para asegurar su integridad estructural y funcional.
—Las barreras activas, por su parte, requieren de algún tipo de activación o
intervención para funcionar. Estas barreras se activan en respuesta a una
condición específica o evento. Ejemplos comunes son los sistemas de alar-
ma, sistemas de supresión de incendios, detectores de gas y humo y, pro-
cedimientos operativos que involucran acciones humanas, tales como la
evacuación de emergencia. Estas barreras suelen ser más dinámicas y adap-
tativas y pueden proporcionar una respuesta inmediata a un evento peli-
groso, siendo a menudo parte de un sistema de control más amplio. Tam-
bién requieren de un mantenimiento regular y pruebas para asegurar que
siempre se encuentren en condiciones óptimas de funcionamiento. Por
ello se incluye en este apartado la verificación de sistemas electrónicos, la
realización de simulacros de emergencia y la capacitación del personal en-
tre otros.

Se puede indicar que las barreras de seguridad técnicas no son esenciales pa-
ra el funcionamiento del proceso primario. Generalmente, se diseñan para ser
independientes de las medidas de control del proceso y con cierta redundan-
cia, dependiendo del riesgo existente. Estas barreras necesitan ser diseñadas pa-
ra las diferentes etapas de la cadena de suministro de hidrógeno, incluyendo las
instalaciones de producción de hidrógeno, el transporte a granel por camiones
cisterna, barcos, trenes, tuberías, y almacenamientos a pequeña, mediana y gran
escala, tanto presurizados como criogénicos.
Por lo tanto, las estrategias de gestión para las barreras de seguridad requieren
planificación operativa y procedimientos de prueba y control. Las inspecciones
y el mantenimiento adecuados de las barreras son esenciales y, los factores or-
ganizativos y humanos deben reconocerse adecuadamente como parte de cual-
quier sistema de barrera de seguridad. Solo con la implementación de barreras
de seguridad completamente funcionales, el nivel de riesgo general predicho
por la evaluación de riesgos es válido.
seguridad en la industria del hidrógeno 503

10.6.3. Sistemas seguros


Los sistemas seguros son aquellos diseñados para eliminar o reducir signifi-
cativamente los riesgos en lugar de controlarlos mediante barreras de seguri-
dad adicionales. Este enfoque de seguridad se centra en la prevención de riesgos
desde la etapa de diseño, en lugar de solo confiar en medidas de protección o
mitigación. La idea es que un sistema inherentemente seguro es más confiable
porque depende menos de controles y sistemas de seguridad que podrían fallar.
Tradicionalmente, los 10 principios básicos que permiten disponer de siste-
mas seguros son:
—Evitar la acumulación de energía. Por ejemplo, evitando acumular hidró-
geno, cara a eliminar la cantidad de gas liberado que puede llegar a la igni-
ción, en caso de accidente.
—Reducir la cantidad de energía reunida. Por ejemplo, reduciendo la can-
tidad de hidrógeno que se producirá, transportará o almacenará cerca de
áreas residenciales.
—Prevenir la liberación de energía.
—Modificar la tasa de distribución espacial de liberación de energía desde
su fuente.
—Separar la energía en el espacio o en el tiempo de personas y objetos vul-
nerables.
—Establecer la separación mediante barreras materiales efectivas.
—Modificar la superficie de contacto entre la fuente y las estructuras o el
personal.
—Fortalecer las estructuras susceptibles de sufrir accidentes.
—Reducir el daño desde el mismo momento en que se produce.
—Establecer medidas que permitan una rápida recuperación al estado pre-
vio al evento.

Enfoques más recientes relativos a los sistemas seguros, también nos indican
las características en las que estos deben basarse:
—Minimización o reducción de la cantidad de materiales o procesos peligro-
sos en la planta. Esto podría significar usar menor cantidad de determina-
dos productos químicos.
—Sustitución o reemplazamiento de sustancias o procesos peligrosos por
otros menos peligrosos. Por ejemplo, usar un solvente no inflamable en lu-
gar de uno inflamable.
504 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

—Moderación o utilización de condiciones de operación menos severas, co-


mo presiones y temperaturas más bajas para reducir el riesgo.
—Simplificación o diseño de sistemas lo más simples posible, eliminando po-
sibles fuentes de error y facilitando su mantenimiento y operación segura.
El concepto de «inherentemente seguro» es fundamental en la industria
química y en el diseño de procesos, pero también es aplicable en otros secto-
res industriales, tales como el de la energía nuclear o el del petróleo y gas. Este
enfoque se centra en la raíz de los peligros potenciales, buscando eliminarlos
o reducirlos al máximo, en lugar de solo controlarlos una vez que están pre-
sentes.

10.6.4. Factores organizacionales


La interacción entre factores humanos y sistemas técnicos es un factor crí-
tico en la gestión de riesgos de seguridad en instalaciones y sistemas de hidró-
geno. Las estadísticas indican que, si bien los fallos en los equipos constituyen
la principal causa de incidentes con hidrógeno, el error humano también juega
un papel importante y no debe subestimarse. Este factor humano frecuente-
mente contribuye a diversas causas de accidentes, más allá de los fallos técnicos
evidentes.
En el ámbito del diseño de instalaciones, la aplicación de principios de dise-
ño inherentemente seguro resulta fundamental. Esto abarca no solo el diseño
del equipo físico sino también la interfaz hombre-máquina, que debe estructu-
rarse de manera que se minimicen los errores durante la operación de sistemas
de hidrógeno.
Históricamente, el error humano se consideraba como una causa directa de
incidentes y accidentes. Sin embargo, la perspectiva actual es más holística, re-
conociendo que los errores operativos son frecuentemente el resultado de una
compleja interacción de factores humanos y organizativos (hof). Contraria-
mente a la visión tradicional, que veía los sistemas técnicos como fundamental-
mente seguros y los principales riesgos como emergentes de la variabilidad hu-
mana, ahora se entiende que la seguridad es un producto de una gestión efectiva
de los hof. De esta manera, la seguridad se convierte en un objetivo a alcanzar
mediante la comprensión y la influencia de la interacción entre las personas, las
herramientas, las tareas y el entorno operativo.
Los hof comprenden una gama de aspectos organizativos críticos que influ-
yen significativamente en la seguridad y fiabilidad de las operaciones. Entre es-
seguridad en la industria del hidrógeno 505

tos factores se incluyen la cultura corporativa de seguridad, las limitaciones de


carga de trabajo y tiempo, la motivación del personal, la calidad de la formación,
la efectividad de los procedimientos establecidos y una supervisión adecuada.
Para prevenir accidentes en sistemas de hidrógeno, es fundamental imple-
mentar procedimientos de seguridad básicos. Estos deben aplicarse en la mani-
pulación de hidrógeno tanto en la producción a pequeña y gran escala como en
el almacenamiento y transporte. El éxito de estos procedimientos de seguridad
radica en la capacitación adecuada de los profesionales y en una combinación
de medios técnicos y rutinas de comportamiento, que todos los interesados de-
ben seguir al manejar sistemas de hidrógeno. Estos procedimientos suelen es-
tar descritos en los reglamentos, códigos y estándares aplicables a estos sistemas.
Así pues, seguir estos procedimientos de seguridad y capacitar al personal pro-
fesional involucrado en el manejo de sistemas de hidrógeno es probablemente
la medida preventiva más importante para reducir la ocurrencia y las posibles
consecuencias de incidentes o accidentes.

10.6.5. Actuación ante emergencias


Tal como hemos mencionado anteriormente, es crucial contar con planes de
emergencia bien definidos, que incluyan rutas de evacuación, equipos de res-
puesta rápida y procedimientos claros de actuación.
Actualmente, cualquier titular o responsable de un centro de trabajo que sea
susceptible de resultar afectado por situaciones de emergencia deberá dispo-
ner de suficientes medios humanos y materiales para prevenir y hacer frente a
las situaciones de emergencia que puedan producirse en el interior del mismo.
Para poder prever las emergencias que pueden acontecer en un centro de tra-
bajo, primero hay que identificarlas. Algunos aspectos a tener en cuenta para
dicha identificación serán:
—El tamaño de la empresa.
—Su actividad.
—Las materias primas y productos utilizados, los productos intermedios, los
productos finales y los residuos generados.
—El tipo de trabajadores junto con la presencia o no de personal externo y
sus características.
—La ubicación del centro de trabajo, …
Las causas de las emergencias pueden proceder:
—De la propia actividad: incendio, explosión, fuga, derrames, etc.
506 francisco javier iglesias rodríguez y gregorio fidalgo valverde § 10

—Del entorno tecnológico: industrias anexas, obras de construcción próxi-


mas, accidente de tráfico, etc.
—Del entorno natural: inundación, rayo, incendio forestal, nevadas, grani-
zo, vendaval, etc.
—Del entorno social: huelga, sabotaje, atraco, atentado, incendio provoca-
do, etc.
El art. 20 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece que, una vez
analizadas las posibles situaciones de emergencia, se determinarán los medios
materiales y humanos necesarios, así como las directrices necesarias a llevar a
cabo, especialmente en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y
evacuación de los trabajadores, para actuar de forma efectiva frente a cada una
de ellas.
La estructura mínima tanto de un plan de emergencia es la siguiente:
—Introducción y documentación general: Descripción del propósito y al-
cance del plan, documentación y normativa aplicada e identificación de
los titulares y el emplazamiento.
—Identificación de Riesgos: Descripción de las actividades realizadas y del
medio físico, así como análisis de los riesgos potenciales en el lugar de tra-
bajo.
—Medidas de prevención: Estrategias para prevenir o minimizar los riesgos,
así como descripción del programa de mantenimiento de las instalaciones.
—Plan de actuación en emergencias: Detalle de las acciones a seguir en caso
de emergencia, incluyendo evacuación, primeros auxilios, y lucha contra
incendios.
—Organización y recursos: Designación de roles, responsabilidades, y recur-
sos disponibles para la gestión de emergencias.
—Formación y capacitación: Programas de formación para empleados y per-
sonal involucrado en el plan.
—Integración del plan en otros de ámbito superior.
—Implantación.
—Mantenimiento y revisión del plan: Procedimientos para la revisión y ac-
tualización periódica del plan.
Es necesario indicar que en ambos casos, plan de emergencia y plan de auto-
protección, la estructura puede variar según las necesidades específicas y los re-
quisitos legales de cada empresa o entidad.
bibliográficas 507

11.

Referencias bibliográficas
Air Liquide. 2023. «Ficha de datos de seguridad del hidrógeno». Madrid. ‹https://
es.airliquide.com/.›.
Área Académica de Metalurgia. 2020. «Fragilidad del acero por hidrógeno». Área
Académica de Metalurgia. 2020. ‹https://www.areametalurgia.com/post/fragili-
dad-del-acero-por-hidrógeno.›.
Belzunce, J. 2023. «Materiales para la industria dle hidrógeno. Hidrógeno Combus-
tible Sostenible.»
Bequinor. 2023. «Guía técnica: Seguridad del hidrógeno». www.bequinor.org.
Center for Hydrogen Safety. s. f. «Hydrogen Tools». Accedido 4 de enero de 2024.
‹https://h2tools.org/.›.
cic. 2021. «2021 International Building Code (ibc) | icc Digital Codes». ‹https://
codes.iccsafe.org/content/ibcsp2021p1/prefacio.›.
Det Norske Veritas. 2001. «Human resistance against thermal effects, explosion
effects, toxic effects, and obscuration of vision». Oslo, Norway. ‹https://preven-
tor.no/u/tol_lim.pdf.›.
Dräger España. s. f. «Tecnología médica y de seguridad desde 1889 | Dräger». Acce-
dido 15 de enero de 2024. ‹https://www.draeger.com/es_es/Home.›.
Health and Safety Executive. 2013. Managing for health and safety hsg65. Part 1, pp.
162. ‹https://www.hse.gov.uk/pubns/priced/hsg65.pdf.›.
Houssin, Deborah, Sile Brennan, Tom Van Esbroeck, y Didier Bouix. 2021. «Deli-
verable D1.1 Report on hydrogen safety aspects of technologies, systems and in-
frastructures pertinent to responders», n.o 875089: 54. ‹https://hyresponder.eu/
wp-content/uploads/2022/01/HyResponder_d1_1_h2-systems-and-safety-featu-
res_Final-21122021.pdf.›.
Hübert, T., L. Boon-Brett, y W.J. Buttner. 2016. Sensors for Safety and Process Con-
trol in Hydrogen Technologies. Boca Raton, fl: crc Press. ‹https://www.routled-
ge.com/Sensors-for-Safety-and-Process-Control-in-Hydrogen-Technologies/Hu-
bert-Boon-Brett-Buttner/p/book/9781138894341.›.

— 509 —
510 referencias § 11

HySafe. s. f. «hiad 2.0 – free access to the renewed hydrogen incident and accident
database – HySafe». Accedido 4 de enero de 2024. ‹https://hysafe.info/hiad-2-0-
free-access-to-the-renewed-hydrogen-incident-and-accident-database/.›.
icc. 2018. «International Fire Code». ‹https://codes.iccsafe.org/content/ifcs-
p2018P1/uso-efectivo-del-codigo-internacional-de-proteccion-contra-incen-
dios#:~:text=El Código Internacional de Protección,%2C instalaciones%2C al-
macenamiento y procesos.›.
imo. 2017. «International Code of Safety for Ship Using Gases or Other Low-flas-
hpoint Fuels (igf Code)». ‹https://www.imo.org/en/MediaCentre/PressBrie-
fings/Pages/26-msc-95-ends.aspx.›.
insst. 2003. «Evaluación de Riesgos Laborales insst». Instituto Nacional de Segu-
ridad e Higiene en el Trabajo. ‹https://www.insst.es/documentacion/material-tec-
nico/documentos-tecnicos/evaluacion-de-riesgos-laborales-2003.›.
Jallais, S., D. Houssin, y et. alt. 2022. «International Maritime Dangerous Goods (im-
dg) Code, International Maritime Organization.» ‹https://www.imo.org/en/pu-
blications/Pages/imdg Code.aspx.›.
Kotchourko, A., y J. Thomas. 2022. Hydrogen Safety for Energy Applications. Elsevier.
‹https://doi.org/10.1016/C2018-0-00342-4.›.
nfpa. 2024. «nfpa1: Código de Incendios». ‹https://www.nfpa.org/es/co-
des-and-standards/1/1.›.
Office of Safety and Mission Assurance. 1997. «Safety standard for hydrogen and hy-
drogen systems. Guidelines for hydrogen system design, materials selection, ope-
rations, storage, and transportation. Technical report nss 1740.16.» ‹https://ntrs.
nasa.gov/api/citations/19970033338/downloads/19970033338.pdf.›.
Reyes Delgado, Gabriela, Juan Santos Remesal, y Pablo Navarro González. 2015.
«La Seguridad En La Industria Del Hidrógeno Verde». Maphre, Inc., 1-10. ‹ht-
tps://www.mapfreglobalrisks.com/gerencia-riesgos-seguros/articulos/la-seguri-
dad-en-la-industria-del-hidrógeno-verde/.›.
Ruíz, S. 2022. «How to do a Quantitative Risk Assessment (qra)». ‹https://www.
gexcon.com/blog/how-to-do-a-quantitative-risk-assessment-qra/.›.
Sagastagoitia, P. 2023. «Seguridad del Hidrógeno. Hidrógeno, combustible sosteni-
ble». Oviedo.
Stoffen, Publicatiereeks Gevaarlijke. s. f. «Methods for the calculation of Physical
Effects Due to releases of hazardous materials (liquids and gases) - Yellow Book».
Tno, I.V. 1992. «Methods for the determination of possible damage to people and
objects resulting from releases of hazardous materials (GreenBook), cpr16e».
bibliográficas 511

The Hague. The Netherlands. ‹https://www.semanticscholar.org/paper/Me-


thods-for-the-determination-of-possible-damage-to-Tno/92d54a552fd45efa8e-
11299d963646ad0db2f45b.›.
un. 2009. «European Agreement Concerning the International Carriage of Dan-
georus Good by Inland Waterways (adn)». ‹https://unece.org/about-adn.›.
—. 2015. «R134.Uniform provisions concerning the approval of motor vehicles and
their components with regard to the safety-related performance of hydrogen fueled
vehicles». ‹https://unece.org/fileadmin/dam/trans/main/wp29/wp29regs/2015/
R134e.pdf.›.
unece. 2013. «gtr13 Global technical regulation on hydrogen and fuel cell vehicles,
ece/ trans/180/ Add.13». ‹https://unece.org/fileadmin/dam/trans/main/
wp29/wp29wgs/wp29gen/wp29registry/ece-trans-180a13e.pdf.›.
—. 2020. «Agreement Concerning the International Carriage of Dangerous Goods
by Road (adr)». ‹https://unece.org/transportdangerous-goods/adr-2021-files.›.
—. 2023. «adr 2023 - Agreement concerning the International Carriage of Dange-
rous Goods by Road». ‹https://doi.org/10.18356/9789210014328c002.›.
Villacourt, Mario. 1992. «Failure Mode and Effects Analysis (fmea): A Guide for
Continous Improvement for the Semiconductor Equipment Industry». Sematech.
Org, 36. ‹http://dewihardiningtyas.lecture.ub.ac.id/files/2012/09/fmea-Guideli-
ne.pdf.›.
Voort, M.M. Van der, K.B. Holm, P.O. Kummer, J.A. Teland, J.C.A.M. van Door-
maal, y H.P.A. Dijkers. 2016. «A new standard for predicting lung injury inflicted
by Friedlander blast waves». Journal of Loss Prevention in the Process Industries 40
(marzo): 396-405. ‹https://doi.org/10.1016/j.jlp.2016.01.014.›.

También podría gustarte