Reconocimiento de Formas Celulares
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Reconocimiento de Formas Celulares
Unidad Didáctica:
Tema:
Protozoos – Generalidades
Especialidad:
Laboratorio Clínico
Ciclo:
IV
Docente:
Alumnas:
Se supone, de acuerdo a las evidencias paleontológicas, que los protistas, proceden del
Precámbrico y constituyen un conjunto polifilético y han evolucionado a través de largos
períodos; algunos lograron diferentes adaptaciones a diversos medios, en tanto otros no
lograron una amplitud ecológica.
En los protistas, se encuentran las formas parasitarias más antiguas que habitaron en
la tierra hace millones de años y que han continuado evolucionando como organismos
unicelulares. La taxonomía de esos está sufriendo cambios importantes debido a los avances de
la biología molecular. Actualmente, se dividen en tres grandes grupos: los protozoos, los
mixomicetos y ficomicetes y las algas.
JUSTIFICACIÓN
Los protozoos son organismos microscópicos con características similares a las de los
animales, son organismos diversos, en su mayoría heterótrofos unicelulares que ingieren su
alimento.
Ellos pasan la mayor parte de su vida como formas asexuales, pero algunos atraviesan
etapas sexuadas, con meiosis y fusión de gametos haploides, dando lugar a zigotos diploides. Se
encuentran en todo el mundo, en muy diversos hábitats. La mayoría son de vida libre, pero
todos los animales superiores pueden estar infectados por uno o más géneros de protozoos.
Muchas especies causan enfermedades (por ejemplo, la malaria), otras son comensales
en el tracto digestivo de los rumiantes y de los insectos. Se han descrito varios miles de
especies, la mayoría de vida libre, posibles de hallarse en todos los hábitats. Anton van
Leeuwenhoek fue la primera persona que los observó y lo hizo en sus propias heces. Se
considera que metamonadas (Giardia spp.) y microsporidios (Nosema sp.) son los protozoos
más antiguos, mientras que los del Phylum Ciliophora son los más recientes. Como parásitos o
comensales son muy ubicuos, pueden hallarse en distintos órganos y tejidos, por lo cual todos
los humanos y animales albergan protozoos endoparásitos en algún momento de su vida o están
permanentemente infectados.
Algunas especies se consideran comensales mientras que otras son patógenas y
ocasionan desde enfermedades leves hasta potencialmente mortales. Los individuos
inmunocompetentes pueden controlar la infección parasitaria, ser portadores, constituir riesgo
para otros individuos y contaminar el ambiente. En áreas endémicas de parasitosis humanas o
animales se prefiere mantener bajas cargas parasitarias a fin de evitar reinfecciones. (Álvarez,
2017; Nagoba & Pichare 2020).
Infecciones por protozoos leves o subclínicas en individuos sanos, pueden ser graves o
mortales en pacientes inmunodeprimidos, niños, ancianos, malnutridos, personas con
enfermedades concomitantes, síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), medicados en
forma prolongada con corticoides e individuos trasplantados. En ocasiones los individuos tienen
cierta inmunidad a cepas locales, pero no hacia las de otras regiones (Rojo & Gonzalez, 2016).
Así ocurre con Trypanosoma cruzi, Pneumocystis carinii, Toxoplasma gondii y
Cryptosporidium spp. entre otros. Estos parásitos son entonces oportunistas, por afectar a
hospedadores vulnerables o inmunosuprimidos en distintos grados. Las especies de
Acanthamoeba sp. son amebas de vida libre que habitan suelo y el agua, cuyos quistes pueden
transmitirse por el aire. Se han reportado úlceras corneales graves y pérdida de visión debidas a
especies de Acanthamoeba en individuos que usan lentes de contacto debido a la colonización
del protozoo, ya que forma parte de los biofilms formados en los estuches de almacenamiento y
también se halla en las soluciones de limpieza, especialmente las preparadas en forma
doméstica.
Las amebas del género Naegleria sp. habitan en masas de agua superficiales, ocasionan
meningoencefalitis amebiana primaria, enfermedad que suele ser mortal. Las amebas ingresan al
cuerpo a través del agua que salpica el tracto nasal superior, al zambullirse, o durante la
natación o el buceo. Estas infecciones por Acanthamoeba se observaron primeramente in vitro,
en cultivos celulares y en animales de laboratorio. Posteriormente se comenzaron a reconocer y
notificar como agentes de patologías en humanos.
Se supone, de acuerdo a las evidencias paleontológicas, que los protistas, proceden del
Precámbrico y constituyen un conjunto polifilético y han evolucionado a través de largos
períodos; algunos lograron diferentes adaptaciones a diversos medios, en tanto otros no lograron
una amplitud ecológica.
En los protistas, se encuentran las formas parasitarias más antiguas que habitaron en la
tierra hace millones de años y que han continuado evolucionando como organismos
unicelulares. La taxonomía de esos está sufriendo cambios importantes debido a los avances de
la biología molecular. Actualmente, se dividen en tres grandes grupos: los protozoos, los
mixomicetos y ficomicetos y las algas.
Los estudios sobre biología molecular evidencian que existen diferencias génicas entre
ellos, que en algunos casos superan las diferencias que se observan entre un animal superior y
una planta verde.
Los protozoos se diferencian de los procariotas en que, incluso las formas más
elementales, tienen núcleo, retículo endoplásmico y citoesqueleto. Las mitocondrias
polimórficas limitadas por dos membranas, están presentes en todos los protozoos aerobios, ya
que proporcionan la energía para las actividades biosintéticas y motoras. Por otra parte, se
diferencian de las plantas en que estas tienen en su citoplasma cloroplastos con doble membrana
y almidón en el propio plástido o en el citoplasma y la casi universal ausencia de fagotrofismo.
Los protozoos son organismos unicelulares de tipo eucariota, con núcleo y citoplasma.
Aunque también pueden estar compuestos por un grupo de células idénticas entre sí. Todos ellos
se encuentran en entornos húmedos, tanto en aguas saladas como dulces, o bien, siendo
parásitos de otros seres vivos. Por lo tanto, suelen ser sensibles ante la falta de oxígeno.
Objetivo
Clasificación
Podemos encontrar más de 50.000 especies diferentes entre sí con una morfología muy
variable. A continuación, se muestran las características más comunes:
Aunque sean unicelulares también pueden ser coloniales. No obstante, cada individuo
se desenvuelve por sí mismo sin depender de la colonia si esta llega a fragmentarse.
Su cuerpo puede adquirir diversas formas, algunos prácticamente desnudos, otros con la
presencia de cubiertas esqueléticas.
Tienen una capacidad de enquiste para protegerse cuando el agua escasea o también con
fines reproductivos.
1. Rizópodos
2. Flagelados
4. Esporozoos
Muchos protozoos poseen citostoma o microporo, a través del cual ingresan los
alimentos ingeridos, que son incluidos en vacuolas alimentarias. La pinocitosis es un
mecanismo similar, mediante el cual se introducen líquidos. Las vías metabólicas presentan
similitud con las de los animales superiores. También poseen semejantes requerimientos
nutritivos. Numerosos protozoos se han logrado cultivar en el laboratorio.
Los protozoos se incluyen dentro del subreino Protozoa y constituyen los organismos más
primitivos que existen. La mayoría de ellos son unicelulares de tipo eucariota, es decir,
provistos de un citoplasma que se halla separado del exterior y del núcleo por sendas
membranas, plasmática y nuclear, respectivamente. Puesto que existen protozoos de vida libre y
protozoos parásitos, tanto de animales como de plantas, su taxonomía es complicada. Además,
el carácter parasitario de algunos de ellos, como es el caso de Pneumocystis, ha sido de reciente
descubrimiento. En las asignaturas de Parasitología y Enfermedades Parasitarias, el objeto de
estudio son solamente los protozoos parásitos. El primer parásito que se descubrió fue Eimeira
stiedae, un protozoo de la vesícula biliar de un conejo (Leewenhoek,1674). En la actualidad se
conocen entre 45.000 y 70.000 especies de protozoos; de ellos, la mayoría son de vida libre;
otros (entre 20.000 y 25.000) son fósiles y el número de protozoos parásitos tanto de plantas
como de animales es de 7.000 a 10.000. Dentro de los protozoos parásitos animales existen
grupos, como los Apicomplexa, donde son todos integrantes son formas parásitas. Otros grupos
están formados por formas de vida libre y de vida parasitaria; tal es el caso de los flagelados, de
los cuales la 6ª parte son parásitos y el resto son formas de vida libre. El hábitat de los protozoos
es muy amplio. Los de vida libre pueden estar en el suelo, agua, etc., mientras que otros pueden
actuar en simbiosis o comensalismo con animales (por ejemplo, determinados protozoos
ciliados que viven en la panza de los rumiantes sin causar ningún problema). Los protozoos
parásitos pueden ser transmisores de ciertas enfermedades o productores de enfermedades en
animales por sí mismos. Algunos de los más patógenos son Plasmodium, agente causal de la
malaria y Trypanosoma, productor de grandes pérdidas en la ganadería.
Morfología
Membrana plasmática
Citoplasma
Bibliografía