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Lenguaje Jurídico y Realidad-Karl Olivecrona-Salida

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Fue profesor en la Universidad de Lund,

y uno de losjuristas m£s importantes de

de las concepciones contemporáneas sobrel


multiplicidad de usos dcl lenguaje Oli
ptj ørø ¡c¡ón; 1968, Demo Editnr dv Amèrica Latins, S- Ł, I. INTROOGCGIÓN
Buenos Aims, Argentina
Primers cd¡cídn: I99t, Dis‹ribucioncs Fo• - •. *- *-
S4ptirna reimpmsi6n: 2007
Nuestro lenguajc jurídi es substancialmcnte una par-
te de enguaje corrientc. En la vida cotidiana, todos te-
nemos ‘que realizør un buen nfìmero de actos jurfdícos:
comprar algo en una tienda, extended un cheque, ąlqui-
lar un departamcnto, etcétera. Al lenguaje qcs usamos
en estas ocasiones nos parece perfectamentc compren-
sible:. Mås afin, no podrfarnos saber gut sueede en el
mundo sinuna cierta cnmprensión dcl lenguaje jurídi-
co. I eemos en losperiódicos noticias accrca de actos
de gobiernoy pailamentos, acerca de la sanción do Ice
yesy la imposicidn de gravămenes. Nos enteramos de
9uc un grupo de personas en alguna parte remota del
globe ha declarado la independencía de su paísy ha
estableeido un gobicrno propio, etcétcra. Todos cstos
sucesos cstän mås o inonos dcscriptos en tèrminos jurI-
dicos.
Algunas zonxs del lcnguajc jurídico son alțamcnte
técnicas y, por consiguiente, incomprensibles papael
leg e o susełenientos rnås irnportantes nos son .fa-
žžłbï'd ŒØ-47b-tZ8-7 m ams y neccsarios para nuestta oricntación en cl
mundo.
Los conceptos fundamentales de nuextro lcnguajc
a Dżatrîbuaiouoe Poatam• a,S.A. jurfdico 9Oß rećbos (siibjetivos)y los debcres. El
Av.ž- •deJgoȚ• Ï¢x47-b, G‹:dc¥ńadsłCbmssn
principal objcto del deiccho pareee ser, en vcrdad, la
+oI s6s9•z1j y sóô9•79z8 F• Só »•ł3aZ dcterminación de los derechosy dcberes de los indívi-
duosy su aplicaci6n práctiea. Pero también hablamos
lmpzoøoy kocho en Móxîco
úe from.stndes jurídicasy de muchos ti pos de r,ali:tado.‹ crita del propietario; cuando se ha hecho esta declara-
jiJrídicas, tales como lade serjurídicamente capaz, ca- ción, nos sentimos seguros de que el beneficiario de
sado, hijo lcgítimoo ilegítima, fideicomisario, represen- ella es realmente propietario del inmueble. Cuando dos
tante de otro, miembro delgohicrno, funcionario público, personas cumplcri con la csremonia del matrimonio ad-
etcétera. hieren, por este hecho, un nuevo imz«.r jurídico, el de
Í labl amos dc estas cosas comosi estuvieran rcal- casados, que a su vcz implíca muchas ritras consecuen-
n4en te presentes. Nuestros derechos nos parchen pcr- cias jurídicas. Se designaa un ahogado para ‹icupar un
fect*merite reales. 1,a ncgación de su existencia excita juzgadoy de esta manera se transforma en juez.
nuestra ira. Lris deberes, al menos losde losdemás, nos Sc considera que íos cfcctos jurídicos sc producen
parecen también reales. En cuantoa lascalidades jurí- port{ue el dcrecho dice que ellos deben prod ucirse.
dicas,j nro es algo muy re2l estar casado, ser juez, obis- Hablamos como si el dcrceho tuviese cl ¡Poder de esta-
po o profesor? blecer tina relación causal ontrc Íos hechos operativosy
Sin embargo, es obvio que lris derechosy deberes, los efectos jurídicos. Los derechos (subjetivos)y íos de-
ul igual que las nulidadesy potestades jurídicas, no per- beres song ni; (os derechos son m‹iiisferiitos mediante
tenecen al mtin dra sensible, al m lindo etc íos hechos. declaraciones verbales. 1.as calidadeso potestades jurí-
Nadie puede comprobar en forma directa su presencia dicas son con rrdus a personaso cosas mcdiantc cere-
en un caso particu lar, Si un astronauta de un distantc moniaso declaraciones de mis autoridades. La causalidad
planeta dcscendiese algún día en la Yierra, no podría puede, también, afectar el pasado, tsl como ocurre cuan-
pcrci bir dcrechos ni deberes, calidades ni potestades do las consecuencias jurídicas de un acto son anuladas
jurídicas. con efecto retroactivo.
’l'odo lo quc se dice acerca de estas cosas está basa- Cuando usamos este lenguaje parece que nos mo-
do, en última instancia, en inferencias. Se considera que viéramos en una esfeta de la realidad diferentea la del
el deiectyo vincula efectos jurídicos con ciertos sucesos mundo sensible. Sin embargo, esto no molesta en lo más
llamados hechos operativos. Cuando sabemos que se míniiiioa los juristas nia los legos. Parece perfectamen-
ha realizado un hecho operativo, nos sentimos autoriza- te naniral que, en cuestiones jurídicas, se hable de esta
dosa inferir itue el efecto también scha producido, siem- manera. t)tilizamos cl lenguaje corriente en nuestra ac-
pre que otra circunstancia no lo haya impedido. (Ina tividad práctica,y lo hacernos con éxito evidente. Ce-
promesa, scgún las normas jurídicas, hace surgir un de- lebramos un'contrato para un fincualquiera, por ejemplo,
bera quien prometey un derechoa favor de aquela quien para obtener eÍ uso de un automóvil,y este fin es alcan-
se promete. .Si sabemos que una cierta promesa ha sido zado: recibimos el automóvil. Asf, pues, nadic se pre-
hecha en debida forma por una persona dotada de capa- ocu pa por plantear ninguna cuestión referentea la
cidad juñdica, inferimos que quien promete ha contraí- conexión del lenguaje jurídico con la realidad. E,ste len-
do un debery que el destinatario de la promesa ha guaje es un medio útil para un fin,y esto es suficiente
adquirido el derecho correspondiente. Las normas jurí- para los pr‹ipfisitos prácticos.
dicas establecen que el derecho de propiedad sobre un El teórico se encuentra cn una situación diferente.
inmueble debe sertransferido mediante declaración es- Está inclinadoa preguntar qué es todo esto. ash ponga-
• • lue quiere utilizar sólo› ctince¡ tos cicntíficarnen tc
correctos, entendiendo por talcs aquellos r¡ue correspon-
den a la rcalidad. En csre caen ticne que t›rcgunrar c¡iié
ce realm ente un dcrecho (sti bjetivn)o U n deher,en
r] tlé Cons istCn en real idad las calidaties jurídicasy cóni‹i
pueden sercreadas por hechosnperativos, tales como las
dccl aracioFlCS VcfbalcS. f'ero aquí conti en zan las pcr¡?leji-
II. RL ENFOQUE METAFÍSICO
PU problema ha sido tratado,a li› largo de los siglos,
por la ciencia del derecho. Pueden distinguirse dos co-
rrientes larincipales: larnCta físicay la flattiral ista. Desde etpunto de vista mctafísico, el derecho,y todo lo
que a él pcrtcnece, correspondea una esfera suprascnsible.
l•.st‹› cr:i cvidente para los grandes macstros del dcrecho
natural del siglo XVI I, tales como( rociriy P tittndorf.
l In r)erecho (subjetivo›) crcado por las nerirías ju ríd icas
incluyc, según ellos, un poder csJirítiial, una /oreirnJ cjuc
Está colocada por encima de loshechos de la vida real.
Es concebido como un poder inherentea Ía voluntad de
r}iiien uscc cl derecho. l.o c¡tic este ¡›odúr significa se
muestra con mayor claridad en el caso dc u na prctcnsión
fundada en una promesa. Cuando se hace una promesa,
por ejemplo, la de pagar una suma dc dinero, el que pro-
mete enajenau na parte de su libertady la transfiere at
acreedor. Esto significa que el acreedor adquiere un po-
der sobre eí deudor, pero no solamentc eri el sentido de
que puede sopieter al deudora la coacción legal en caso
de incumplimiento. GB/ryu al deudor mediantc su preten-
sión. Esto es, crea una necesidád intern2 en el deudor: la
de actuar según su promesa. Este poder del acreedor so-
bre el espíritu del deudor es de naturaleza mística; el
acreedor no tiene poder real para crearu na necesidad
interna, es decir, una obt ilación moral.‘

' Groci u,Dc iure hcty rzcper/i, 1, 1. 4: 2,1 1, 4; 2, 11, 1; Pufendorf, De


iiirr traumas rr »rrrm, 1, 1, 19. Hàgcrstrom hs prcscntadou ri snfil is i* de
los ‹’onccpios de Grocioy 1°ufcndoife n unc nsayo pu blicado cu sueco (2

10
I•“. stu idea de los derechosy deberes como podetcs
m ísticosy de los vínculos Correspondientes, se extien-
de hasta nuestro ti cmpo, atinq ue a menudo en forma
velada,l heringy Salmond, (Por eje mplo, de finen al de-
recho (subjetivo) como fln interés jurídicamc nte pro-
tegido.' Pero es ot›vio que este “iiitcrús” no esu n interés
en sentido psíeclógico, Sc puede tcncr un derecho sin
III. EL ENFOQUE NATURALISTA
saberlo. Iva palabra “intente” sólo puede serentendida
como una enp;añosa expresión que se refiere al poder
místico. Pur lo tanto, la dcfinición dice qtie un derecho
ledc clyunEnde diste
es rin poder místico que ¡Puede hacerse valer, en casri Lppccpto prÍruáfÍO} C)
de nccesidad, mediante cl aparato dct derecho.
deber jurídica cs la Contrapartida de
derecho siibjc-
do como siestuviese derermin0do SOI El
tivo. I.osnaruralistas o antimetafisicns. P*°
suelen partir del concepto de jem. f.odct'incn crt tér-
mi nos dc hechos cmpfricos estrictosy hacen del dere-
cho subjetivo un simple reflejo del deber.

Según Austin —el más destacado de los antimetafisico ,


rener un deber no es otra cosa que ostar b8jO el mandato
signifi-
de otra personao de un grupo de personas;y esto
cz recibir la intimación del deseo de otra persona que
tiene el podery elpiop6sito de causar un mal si el hecho
deseado no serealiza. El concepto dederechosubjetivo,
a su vez, es definido por el de deber. Todo derecho sub-
jetivo descansa sobre un deber; un derecho es en cOrOla-
rio de un deber, es conferido mediante la impnSiCÍÓYl de
un deber.”

' Yr›n thcring,(jc)sydgs rü’iaisrfi:ei Rer2ys \3” eó., 877), pág. ó0 \oxistc
tradu¢:rifin castellanad Enrique Princi po y ñatorrca, Madrid 1 B9I};
h:yj nJ c›ncI,/zvijsfi›izzzfr.src, 10“ cd., cd iLacta por Ú lanvillc Wi(ti6wrs, t947, Hart, 1954),págs. 14, 158, 278 y ?8S.
De estu manera, !os derechosy deberes son traídosa ¡perjudiciales que piobablemcntc han dCp roducirse en
lu ’l'ierra. lil término “debcr” significa una posición de caso de desviación de 1 conducta prescnpta. Tampoco
verdadera coacción de una persona sobre otra,y la ‹ex- losenunciados acerca de derechossubjetivos pueden
presión “derecho subjetivo” coirespondca la ventaja dc serinterpretados como enunciados acerca de las mcdi-
la otra persona. Las afirmacioni:s referentesa la exis- tías coactivasq ire probablementc scrén ap licadas en
hencficio de una persona '\' Cn crjuicio de ufra.
tencia de derechosy debercs son consideradas como afir-
naciones que sc refierena ciertas situaciones ñácricas. II na crítl£:8 si mi l»r ¡›tieclcd irigifsc cnn tr:i nrr9s ford
A ticne un derecho con respectoa B es lo mis- mas de teorías antimctafisicas o naturalístas quc aspiran
mo que decir que E puede verse expuestoa algunas con- a idcnti'ficara los derechosy deberes jurídicos con cier-
secuencias desagrddables si no se comporta de acilcrdo tos hechos emptriCos. Es característico de citas teorías
con los deseos tteA respecto de cícrto acto. el ir#/izrfieramrra Íos hechos„y decir que nos referimos
Esta teoría ha si do objcto de críticas diversas. E lla a esteo aquel conjunto de hechos cUarido hablamos de
pretende afirmar cuáles 5on los hechos observables que underecho subjetivoy de una oblÍgdClÓn jurídica.
hallamos en una situación en la que se considcra que existe das estas renríxs están cundenadas al fracaso. Üorrer-
un deber jurídico. Puede sercorrecto gire sólo encontre- p‹indea la esencia misrj3a dc nuestras nociones jurídicas
mos una sittiacifin real de coacción. f'in todo caso, sin cl que tus derechos y debcres no sc identifiquen con
embargo, no es ésta la situacidna la que nos referimos Poseer un derecho no es nunca la mismo
cuando hablamos de deber jurídico. lil profesor hart la de una ventaja real; la importancia del
ha llamado la “situación del asaltante”.4 Nadie diría que derecho es especialmente notable cuando uno se ve prt-
tengo el deber de entregar mi libreta dc apuntes simplc- vado de la ventaja que implica su posesión.Y viceversa.
mente porque un asaltante me amenaza con una pistola tener una obligación jurídica de hacer a_lgoO dfr .abste-
para que se la entregue. Es, pot cierto, verdad que cuan- nerse de algo no es nunca la misma cosa que estar ex-
do se considera que una persona está jurídicamente obli- puestoa un mandato,ü CIIUá menazao a lq probabilidad
gadaa hacer algo. ella se halla normalmente en una situación de sufrir cualquier otra fotma de coerción. Equiparar de-
de coacción. Cuando elacreedor puede probar la existen- rcchosy deberes con [os meros hechoeimporta negar-
cia de la obligación, et deudor corre un serio peligro de les su substBftCll iTitstzta.
sufrir medidas coactivas si rio cumple con ésta. Pero es
esencial, en la idea de obligación jurídica, que esa obliga-
ción sea e( antecedente de las medidas coactivas. Fstas El realismo norteamerr“can*
son aplicadas porque el deber no ha sido cumplido.
Por lo tanto, es evidente qtie los enunciados acerca El movimiento realista en los EstadosUnidos reconoce
de deberes jurídicos no pueden serinterpretados co- que nuesuo lenguaje jvirídico tsstá abrumadopor el peso
rrectamente como enunciados acerca de consecuencias de nociones rrietaftsiCilS. Su objetivo es
situara la eiencía jurídica sobre bases realmente eieJirí-
ticas. La ciencia jurídíca tiene que ocuparse de hechos
y no de entidades mGtafíSÍCáS.
Han, 7Zr ó'oxrzp/ o//.os. t961, pégs.6 y 80 (existe raducción
casrcTlana dc Genato R.Üas‹i6, fi/rosczp7 z/cd' , Bucnos Aires, t9ó3).

14
N*f*S°*O sistensa jurídic< tjstó Tcjj] iiIO dtj ij(j Rce¡jtf)s deber jurídico no es nada más que la predicción de que
sutarunscuralcs, es dccir, etccnnccptns ‹que no pueden ser si un hombre hace ii deja de hacer cierras cosas se verá
dCfinidos en términos de experiencia,y de los cuales se

¡›ocgu e hayan sidou iilizsdasy repetidas con frecuencia

Iros derechosy deberes primarios de los que se


ocupa la teorfa jurídica nO son nada más que profecías.
Uno de los numerosos efectos perjudiciales de la con-
fiisiéin entre Jas ideas jurídicasy moteles, sobre lo que
habré de decir algo enseguida, es que la teoría puede
brincar el cairo delante del eaballti,y considerar al de-

’” dnENNomCnsGsnddcPum:üosMAppmanh"/5
Av.p4g. 824 (ts35) ‹cxietc traducción caezcllana de Conaro R. Carri6

i 1930-31). C"ohen dice *[M• I•Sco*CCptos jui'Idicos (pqr cjc, iplo “persona
j$rfdica”o “derecho de propiedad”l u›n entidades sebrcnarurai qpg qq
’^*^*• un•«x›stcnc'• vcrificablc, cxcuptu ante Iusojo* de lafc,J-'tpol. /..
de sus órganos ejecutivos, haráo n‹› hará em favor de nno les son los hechos empíricos que encontramos normal-
y en contra de otro”." mente en una situación en la que se atribuye un dere-
Esta teoría, que ha sido llamada la teoría de la predic- cho o un debera una .persona. El único hecho que
ción, puede ser entendida de dos maneras diferentes. encontramos cuando se considera que una persona está
1) Puede ser tomada como una interpretación de lbs obligada es que probablcmentc está expuestaa una san-
nóciónes tradicionales de derechosy dcbercs. F n cstc ción jurídica en caso de conducta contrariaa aquella qtie
caso la teoría dice que lo que queremos afirmar al atri- i:s calificada como su deber. Los hechos quc están pre-
buir, en un cierto caso, un derechoo nm debera una sentes en el caso de un derecho subjetivo consisten en
persona, es que los tribunalesy los órganos ejecutivos la probabilidad de que un tribunal, si quien posee cl de-
del Estado, bajo ciertas condiciones, probab lemente recho lo solicita, actuará de ciena manera en su favor.
harán algo en Su faVoro cu su contra. fisCa,s in em bar- Esta última interpretación de la posición realista me
go,nO puede serlaintención del lego cuando invoca un parece la mejor, aun cuando el lenguaje usado sugierea
derecho en contra de otro. Si atego tener derechoa g»c menudo laprimera. Su sentido es, por consiguiente, se-
otra persona me pague una indemnizacidn por dañosy ñalar acerca de qué tenemos que hablar cn ía teoría jurí-
perjuicios, rio formulo una prediccidn acerca de lo c}ue dica si i¡tieremos atenernosa loshechos: “traducir nuestras
pasará si el otto no Satisface de inmediato mi reclamo. palabrasa los hechos que éstas representan”,o utilizar pa-
Quiero decir que soy titular de una pretensidn que el labras que “¡Pueden pagar con moneda de hechos”. 1.a
otro debe satisfacery que estoy facultado para obtener “redefinición” de los conceptos jurídicos implica enton-
un fallo fgvorabledcl tribunal, porque tengo un derecho. ces un cambio de conceptos metafisicos sobrenaturales
El abog8do que defiende ance un tribunal el dere- por otros conceptos con una base empírica.
cho de su cliente no predice dg qué manera el tribunal Es una verdad evidente que hablamos de hechos em-
vaa decidir el caso: procura influir en la decisión, con- píricos cuando calculamos la probabilidad de acciones
VDflCÍBndoa los jueces acerca del derecho de su clien- futuras por parte de los tribunales, en casos individuales
te. Al fallar en favor del demandante, e( Tribunal no o en en cierto tipo de casos. Sin embargo, pueden for-
predice lo que otros tribunales harán en elfuturo; adju- mularse las siguientes obervacionesa esta teoría:"'
dica un derecho aldemandante. Como interpretacidn a) No explica el valory la función real dq los con-
de las nocionescorrientes, la teoría de la predicción es, ceptos tradicionales.
por consiguiente, un obvio fracasq. b) Es discutible que la redefinición nos dé conceptos
, .’ 2) II sentido de i@reoría no es interprctar las nçc{0- utilizables. Habrá muchos “si” condicionantes aun*en el
,‹ nes usuales sobre derechos y deberes, sino afirmar cué- caso simple de una deuda en dinero: si se intcrponc una
demanda ante un tribunal de manera adecuada, si ciertos
testigos dicen la verdad, si el tribunal cree lo que ellos
í:J,pág.*63yfip.
(lI l9); ta ratb ión en Ha]l, (1938).p4g.473.F}/.
Gorbia,
U owm, pág, 4: Las relacioneb jurídicas son simplementc he-
chos czistcntes de lavida vist s q }g ¡py dc q¡g pasada uniformidad de '° Como sefials Llcwcllyn, laforma de considerar cl derecho como
OCCÍÓrl ff-OU1Dt@fiA t}l3D nOS Qcftnitepredecir uns acción similar en el futuro una“predicci6n de laacci6n oficial" no es una for>° *9”* *' P** °
con *c»pcctOa doso más pers py" incompleta. 40 do/. 7., Re., pfig. 59.5 (1949).

18 19
dicen, si cl tribunal actua de acucrdu con la prueba prodii- mu. El juez, por consiguientc, no es un Atlas que sostic:-
cida, si înterpreta el derecho correctamente, ctcütera, cl ne al fnUndO del dcrecho sobre sus hombros. Se encuen-
fallo scrá pronunciado cn contra de ß y en favor dc A; si, trasiniarlo dcntro dC1 siStCrrtă jurídico; est^a condicít›nado
además, es posiblc incautarse dc algunos bicnes c¡ue țacr- ¡for otros elemen tr›s del sistema a cuyo funcionamien-
teneccna it, etcérera, estos bienes sçrán cniliargadosy tocontribtiyc en C‹iłabofacídn cOfi muchosOtros ór-
vendidos y, finalmente, con el products de la vao ta se pan os.
eotregará ma suma de dineroa A. In ct caso dcl derc- Podrían, así, continuarse las observacioncs posibles
cho de propiedad, los “si” condÍCionantes sE mtilriplicun a la teoita de la prcdicción. Lo esencial es señalar que
varias vicesy el tribunal piiede actuai de rnaneras muy las tradicionałes nociones jurídicas, digamos, las ideas
diferentes. iCuándoy con qué fines serź iieccsario ha- corrienŁos de derechos subjecivosy doberes, ercćtera,
blar dc situaci‹ines fáo-ticas tan enormcmen tcc• r '- ¡iertenecon al contcxtr› de Ía realidad social; son, en
cadas! vcrdad, un elemento importance de ésta. Por consiguien-
c) Las posibilidades de un falloa favor dcl deman- tc, es ímposible eliminarlas de la ciencia del derecho.
dante son caTculadas sobre la hase del conocímiento del Í'icncn su liigar cn eJ la: cl problcma cs sólo descubiir
dereeho (cuando no ünicamcrite sobrc lit base de la qiié {ugar hay r|uc asignarlcs, si es quc sc quîcre ¡ir‹›cc-
idiosincrasia del juezo del hccho de tțue üste ha si du c]cr etc ntíficamcnte.
so borna do, ctcćtera). Pero lasieglas jur IdİCas r¡uc se
retiorcna prctensíonesy al deieiiho de propiedad son
concebídas como reglas acerca de derechos subjetivos h..“1 pytito de vista de Hägerstr‘o‘m '
y deberes. Sin embargo, estas reglas no son eniincia-
dos sobre probabilidades: el derecho no ptedice las ac- IN ägerström compartió con ios reali stvs la tend encia
ciones probables de los tribunales; se ío concibe como antimCtãffsica. Ñu lemzbrit: praełerea censeo m¢(aft s0c4m
ifnponiendo Ciertas accionesa estos últimos. Cuando ecscdilrsdam. Pero tenía un agudo interés en las ideas
estudiamos losprecedences cncontramos decisiones que metafísicas como hechos psicológicos. Gran parte de su
se refierena los derechosy deberes de las partes en los çrabajo,e n todas Îas ralTlãS de la filosofla, estuvo dcdi-
licigios; como sewñaló, lasdccisiones judiciales no son cadaz analizar estas ideasy a explicarlas psicołógicae
predicciones de la conducta futura de los tribu nales. has históii(ameh¥g Y no due poCo su interns potestas ideas
nociones jurídìcas son aquí utilizadas en su sentido co- en su conexión con eÎ dereclio.
rfiente. L• idea de dørecho subjetivo fue examİnada por
d) La teorfa estź basada en la stiposíción de que las Hägerström en varios conccxtos,peto no publieó nunca
reglas jurldicas son reglas impuestas por los tribuna- unaexposiCión sistemática de sus concepciones. Podre-
les; por beta razón se dice que los enu nciados que se pos comprenderlo mejor st seguimos su rasonamiento
reUeren at derecho son profecías de loq ue los trih- desde el comienzo.
nales haiån. Peto, qué es un tribunal? (1n tribunal Se pueden distinguir ues diferentes etapas en sum
estź consńtuido por unoo mźs jucces designados para esta gumentaci6n aun cuando Hägerström mismo no hiciera
funcíón de una manera legal, por una autoridad lcgíti- En la primera ctapa, la idea de derecho
subjetivo es confrontada con hechos objetivos.' En la razón aducida es que su der¢cho ha sido infringido. Si la
SOglJnda, intenta aclarar cuźl es el contenÍdo_de1a pea
’d parte contraria creyó, de buena fe, que tenía derecho,
de derocho subjetivo. Este es enfocado, por así decirlo, no puede decirse que ha desobedecido: pues en cste
desde dentrp.' El anãlisìs de la idea de deber Jurídico se easo no sabfa que existiera alguna orden dirigida contra
iealiza siguiendo líneas similares.$ En la tercera etapa, elia,y nadie puede desobedecer una orden SI ftO sabe
estasideas son consideradas críticamente desde afuers.4 que existe”.
A este analisis se agrega una explîćaciŒn ps‹cotógica y Hägcrström pone én£asis en el hecho de que se cree
Uflã histórica.' que un derecho es creadoa través de hechos operativos
1) Ante todo, Hägerström sostiene que un derecho sin tener en cuenta cuälcs pueden sersus consecuen-
subjetivo, taJ como se to concibe generalmente, no pue- cias reales. Dice at respecto:
desetidentificado con ningún hecho. Seíiala que la cíen- “De aeuerdo con ìa manera corricnte de vcr las co-
Cia moderna trata de usar sólo aquelios conceptos que sas, tan pronto como existen hechos que están conecta-
corresponded a hechosi pero en el caso de los concep- dos por la leyo por la costumbre con laaparición de un
ttls de cierechos subjctivosy debcres no es posible en- ‘detecho'o de uri ‘deber’ dentio de la esfeta del deie-
COfltfdr tales hechos. cho privado, el derecho’o cl 'deber’ en cuestión se
*Vc5tiga todas las posibilidades concebibles de iden- transfotma en una realidad, aun cuando lapersona que
de un derecho con unb siniaciõn fäctica, pero tien# el ‘dctecho’ no goza d¢ la ventaja que aquél impli-
todas son fØChazadax. No es necesaiio repetir los argu- ed sinrecurrìra los tribunales,y tampoco puede llcnar las
mentos en toda su extensidn. Hägerström dice: “Mi eondiciones requeridas para obtener algo equíúalente
derccho de piopiedad sobre una casa no puede consintir mediante un proceso legal.”'' —
en ei hecho de que ct Estado gurantice mi posesión tran- Hëgerström conclude que no es posible descubiir he-/
9> de la Casa. El Estado no hace nada de csto. Los chos que corrcspondana la idea de dctecho subjetivo:
drganos del Estado actóanúnicømente si mi posesidn “La base fáctica que busmmos no puede serencontra-
ha sido violada por alguien que no tiene fundamento da, pues, ni en la Øroórriffn garret&n& nicfi 1 œ
jurídico para tomar posesión. L,ø que el Estado puede di¡pvafo por una autońdad externa. Penn, por otra parte,
haeer es sdlo facultaime a recuperar la posesión de la no podemos encontrar ningúñ otiò hecho del que pueda
essa. Mãs aíìri, jquićn podría hacer depended la existen- decirsc que cori¢spondea nuestn idea de dcrœho de pro-
cİa del derecho,de propiedad de la prueba de mi título* piedado de pretensión legftima. Esta dificultad insupera-
+‹n Embargo, yo no pucdo obtener ayuda jurldica de las ble para enconmr !œ hechos que correspondena nucstras
autoridades si mi título no está probado”. ideas de tales derechos, nos obligaa suponer que estos
“Tambićn 5e ha dicho —continda Hägeistrõrrt— qug hechos no existeny que aqu( nos ocupamos de ideas que
el derecho de propiedad de una persona significa ct he- no tienen riada que ver con la iealidad.”'°
cho de que el Estado ordenaa todos los demäs respetar
la posesión d¢ aqufiłla,y que amenaza con toMar medi-
day ooactivas en su beneficio en caso de desobediencia '' (Hagcrstr6m, Iu¢uirio ion z& Naførr oflmu a•t forah t19S31
a esta orden. Pero si se fałlaa favor del demandante, (Trad. iogfcsø dc €i. Lï. Broad) päg lZ2. El arguments precedents está
la expuesto en la misma obra, pdg.1 y sgt.
objeto pertenece al mundo *áCrico del riempoy del cs-
j3ãCÍO. POl Ct)fj•ig itHj te, es
y no cs al mism ‹jempO LIn
elemento de este mundo:
considera q ue elderecho
subjetivo hace refe-
renciaa una realidad que se eleva
¡iorÜiic Úa del mun-
do físico. Sin embargo, pfir othd pityç . s sltpone
C.
todo ‘dereCho subjetivo’
tiene como o@pyd pt¢ypjo
al mundn físicoy que todo ‘dc-
bCr’ riene como objetri piopio una
cierta manera de ac-
suar en este mundp.” i”
“I-Iablando con propiedad, las expresiones chos
subjçtivos’, 'deberes', 'obligaciones', ‘relaciones’, ’pre-
te nsinnes' y-'jjemandas* no deberían ser utilizadas n
siquiera como términoso rótulos (para ciertas realida-
¡Precisamente, en un intercambio de dcrechos—o que p2labra “deber”.t lsamos las eKprcsirincs “derecho sri1›-
aÍguno de nosotros rcaliza un neto dc magia al comprar jctivó”y “deber” Cr›mo si sigoificascn )aodercsy vincu-
un periÚdico en la calle. 1 aci ones no fáCtiC• , pero lo haccm ossin pens ar
La segunda objeción se masa en que el derecho es
inconccbíbls sin derechos subjetivosy deberes, ffÍ de- Siesto es correcto, los Otras dos ribjeciones sig ucn
recho es, para nosotros, u n sistema de reglas acerca de siendo válidas. Para aclarar sti HTM Dftáf¥CtA es necesano
derechos subjctivrs y deberes. Como elpfofcsor AÍlen t1n csrud icc n3Ç1flCOclcl lcnguajc jurídica.
La explica-
señala: “No es f4cíl ver en qué pueda consistir el dere- cióh ofrecida tiene que sercorroborada por la ex¡iericn-
cho,si faltan derechos stihjeiivosy deberes”.” consiguiente,a los fin*st e está
C i a.S td ponga!mes, ¡tor
La tercefa objeción scístiene que es imposible anali- argumento, i'' las. e•prcsiones “derecho subjctiv‹i”y
z.ar problemas jurídicos s in usar las ex presiones “dcie- “tt be ” ort rcal mcnte “hucCas” en cl sentido indica-
chri subjetivo”y “deber”. No se puede darun solc paso d‹i. ¡Es posible explicar su función 0 f LtS funciones rea-
en la teoríaj ti ríd ica sin emplear cstos térininos. Esta
objeción esrá ínti fnamen ie vincii lada con la seyu nda; ‹¡ue habráque exafrtinar ahora.
es, en realtdad, s61o su aspecto lingüfstico. (jon respec- Para preparar el terreno son nccesaFids algunas ob-
scrvacinnes ¢:on rcspccCoá las funcioncs dCl lcngu j0•
il
ro si intcnto de I.undstodt de usar Ius rérminus cn un
nuevo sentido realista, se ha considerado que, en laprác-
tica, su terminología no difiere de la usual; esto podría
significarq ue el uso corriente satisface las exigencias
científicas o que Lundstedt no ha logrado establecer
tina nueva terminología en lugar de ía corriente.
la primera de estas objeciones ha sido ya conside-
rada. F.s evidente que no pensamos en poderesy lazos
misteriosos. Más aún, un poder misterioso no significa
nada. Como seacaba de afirmar, la expresión “derecho
subjetivo” es una fórmula hueca en el sentido de que
no expresa ninguna noción. La ilusión de un poder de
tipo no fáctico proviene de un sentímiento de poder.
Este sentimiento se presenta sólo en ocasiones espe-
ciales, sobre todo en situaciones de conÉiicto. La mayo-
ría de las veces no existen sentimientos fperte'sn í
sentimientos de ninguna especie, en el lenguaje jurídi-
co o en la vida diaria, Lo mismo hay que deCir de la

157.

32 33
V. FUNCIONES DEL LENGUAJE

Nucstro a e está modelado para servira nuestros


propósitos. En la filosofía moderna se ha seiialado fre-
cuentemente que estos prop6sitos son multiples. Las
palabras son usadas no sdlo para describir la realidado
info ar acerca de hechos; también se lasusa pará x-.
presar emociones, para provocarlasy para influir en la
conducta.°° En cierta medida, las mismas funciones son
llevadas con miradasy gestos. Con respecto al lengua-
je, es particularmente importante señalar que no hay
razón para que losiaZaoás sean utitizados únicamen-
te para denotar realidades. Fácilmente somos inducidos
a creer que tal es el caso, debidoa que el denotar reali-
dades es,indudablemente, la función primaria de los
sustantivos. Pero, jpor qué los sustantivos no han de
set utilizados para estirriular una accióno una omisi6no
para expresaro provocar emociones?
No esnecesario ir muy lejos para enconWar sustantivos
cargados de propiedades emotivas, aparte de la denotación
de realidades.
Es el caso de palabras talcs como “padre”y “ma-
dre”. Pero, ¿no tienen tambiénestas palabras una ten-

" Esto es tenido en cuenta por Glanvillc Williams en su ensayo


Language and theLaw”, en 61y 62 L.p. Bn. (l945•4fi). No tmro de
tomar ningfin partido en la contmversia acema dclsignificado del signifi-
cado. FI rsxmnamicnto ‹|ue sigue es indcpcndicntc de la discusión sobre
denciaa influjo en la conduce
da la pensú que una libra significaba una cierta cantidad de
P* *bra “iglesia”. rs USada en el sentido
concreto para oro de una cierta finura. Se cuenta que Robert Peel dijo
fl8ignar ciertos cdÍfiCÍOs, pero supropied
ad emotÍva es en la Cámara de losComunes que “por más que se es-
eVidente; en ciertas CirCunstanCi•s,
Iii palabra mi sma forzada, no podía concebir otra idea dc una Íibra esterl i-
puedc incitara Ja accidn. Su o
p ngamos que Cntramos «n na que la de un determinado peso de metal oro.24 Esta
una sala de reunión en un edific‹
O moderno que nn he-
iriO5reconocidO como una iglesia, opinión, que en aquella época era compartida por casi
y que atguiep pp in- todos, fue plausiíile cn los días de apogeo del patrfin
forma que es una iglesia:automáticamente
nosquirafzios ‹tro; de cualquier manera, no es posible mantenerla cuan-
SOmbrero. C.a palabra mismaprovoca
las sin intervención del pensamiento. do los billetes no pueden ya serconvertidos en oro.
¿Qué es,pues,u na l ibra?E n el billete dc u na libra
una referencia ;n hechos; a a se lee quc el Banco deI nplaterra promete pagara quien
cidn emotiva. Pcro, jpor estp sc agrega una significu- lo presente la suma deu na libfa. Pero,; qué sucede si
r¡ué no la dc Ser posible quc
existan sustantivOs tjtie carezcan de se pide al venerabÍe Banco de Inglaterra que cu mpla
tal referencia? Esta su promesa? Se recibirá otro bíllete con la misma ins-
posibilidad IO pU deser excluida
É** . Es verdad cripción.y así hasta el infinito. Nunca se reci he la libra
¢j ue, aparen temente, todos I OS SI3Stg fT tivos se refieren
C mpre a realidades. 1‹.1 objeto
SÍ misma.
al cual se reficren t›uc- Parecería que Ía li bra se ma desvanecido en el aire.
de, por *u9ueSto, existir sdlo en la
cn el caso dclsuStantivO C imaginacidn, como EÍ profesor Flawirey la ha comparado con lasonrisa del
“ Cntauro” . Pero, ipor qué no gato Cheshirep que es io único que queda cuando el gato
habrá de ser posibleque este
objeto no exista si quiera mismo tia desaparecido.’"
en la jmaginación? *l"ai sorfa ca
el so de una yalahra “hue- A fin de dar alguna substanciaa la nocidn de unidad
CX” y ésta cS td pp sibilidad
que tenemos que investigar monetaria se ha dicho que la unidad significaba una cierta
ahora.
cantidad de valor. Pero, jqué es una cantidad de valor?
jtiómo se puede representar mentalmenteu na canti-
dad de valor? Es posi ble representar las cosas que se
compran con una tihrao con un dólar; pero csto es algo
Yo creo que aqui nos ocupa diferente. Más aún, lo que se puede comprar con una
mos de un aspecto muy Ifrt- libra depende del número de libras que uno disponga.
portante del len guaje que merece
detenid atencídn.
T'omemos como ejemplo palabras relativasaa Parece que es imposible encontrar lo que denotan
monetarias, tales COmo “dólar” y unidades laspalabras “libra”o “dólar”. ¿No es esto paraddjico?
‘libra”. Esto puede Contamos cantidades de librasy de d6lares; isería posi-
Ser instructivo.
iQuú es una libra? No es, desde ble hacerlo si no hubiera objetos que contar?
luego, idéntica al
billete de pápet. pu¢2s un billete
de una libra se considc-
raque únlcalnente repres nta una
libra,y un billete de
diez lÍbfas represeftta diez libras. Durante " Citado en ellibro dcl autnr, TÁ«predio afthe3fozirt‹rry Unit, Mac
un tiempo se
Mi Han, Nueva York, 1957, pág. B9.

36
Sin embargo, la dl€lCultad de encontrar ohjetos de- sino sus representantes; pero mediante la entrega de
notados por las palabras "libra" o "dólai" paiece ser cstos repiesentantes, se considera que se transfiere el
insuperable. Es necesario buscar otra salida. corres¡jondiente número de unidades.
illasunto sc acłara si consideramos los efectos so- La mayor parte de los pagos son hechos por medio
alesy jufídic«s que tiene la promesa de yagsr iina sums de cheques. Esto significa que el acreedor, en íugar de
de libras. Si hago esta promesa mC Cnlnco en cif3žtposi- em pretensión contra ct deudor, recibe una pretensión
ción dv coacci6n. I ma ttampa se cierra sobre mí,A mc- contra un banco. Ella puede serutìlizada por cl acree-
nos q uc qu ieraexpon erme a consecuenci as fnuy dor, pot ejemplo, para pagar sus propias deudas. Hay
dcsagradables, tengoq tierealizur to que sc llama “¡ia- nut cadena infinita de intercambio de prerensiones, en
gar a su debido tiempo”. Si no hago osto perjudicaré mi la cual Ías pretensiones de grado inferior son cambiadas
reputacidn y sufriré una pérdida dc crédito. Mäs aim, e1 por pretensiones de grado superior contra los bancosy
que piometc xe ve amenazado conconsecuencias jurf- las pretensiones recíproa}s de los bancos son cnmyen-
d İcas muy serias. Puede serdemandadoy sus bienes .sodas mcdiantc cl ș/¢ozfnğ. — ----“-
Ombafgsdos y vendidos parasatisfaceF at acreedor. Los fondos de las cuentas bancarias, al igual que las
Para que suceda todo esto es irrelevance que exis- monedasy losbilletes, no se consiguen fácilmente. Por
cann no los objetos denotados con la pałabra "libra". est8 fiZdn, es un paso muy scrio ct comprometersen
loo que importa es que alguicn haya hecho lapromesa pagar una suma de dinero. ’J'engo que prepcuparme de
dc pagyr tgora•y tancas libras; la opiniónpública, at igual poder realizar uiio de aqucllos actos que se considgran
qtic el derecho, exige una cierta conduccacuando r ha causantes de la transferencia de la suma prometida.
hecho trna promesa de esc tipo. La conductacontraria En ninguna parte se encuenWan laslibras, salvo en
trae aparejadas las mencionadas consecueneias. cl lcnguaje. Pero esta forma de lenguaje es soeia!mente
Pero,j un momentol La eonducta que se me cxige muy importante, No inteiesa que las libras sean obje-
consists en el pago de una suma de libras. jCómo pue- tos. Lo importance cs que hablemos de ellas de una cierta
dO reałizar este acto si no existen objctos que son ca- manera.
ractgrizados COmO li brãs? jNo es iieeesario que yo En realidad, ung de las mgs fecundaş İłtyencîones
entregue algunos objetos, llamados libras, qqe pueden de la mentc łtumzn4 es cl coÉserva‹ las fo‹mas de{ lcn-
scr conrados?' guaje, ‘no obstante haber sido elirninados los objetosa
Para respondera est« objeción basta con que recor- quo”agu eËeren. Serfa imposible manejar miles
demos de QUO manera se realizan los pagos en nuestra de millones de objetos; pcro es fãcil hablar de ellosy
socied•d. Los pagos pequeños se hacen entregando cier- ucilizarlos en la contabilidad.
tos rrosos de papeleso trozos de metat emitidos por un Patapodei cumpl\it sus funciones soeialesp ct !en aje
banco con este fifl. En estas hojas de papely trozos de no puede serdesordeng4mHay ciertas reglas que go-
metal hay una inscripción que reza "una libra", “un che- Keman suuso. Para que una promesa de pağar una suma
lín”, etcetera; en virtud de esta inseripción se dice que de dinero sea jurfdicamente relevance tiene que llener
0Stos objetos representan tantas unidades monetarias. los requisitos que impone el derecho; un cheque, por
No tenemos en nuestras manes las unidades mismas, ejemplo, debe serrcdactado en la forma prcscripta. No

38 39
7
l‹.l caso de la tini dad mo nctaria es altame ntc es - »«ouorri) fue acu ñacio ¡tor cl profesor Austin.’ Es u n
cl.irccc dur. E nc‹›ritraiiios ac¡uí un sustantivo ipic, a¡ia- tcrrnint›y un concc)7to que merccn• la atención dc tos
rentcmcnte, es usarlo Jiara rieiNnaru n olijctci. Pcru no estudiosr›s tlcl de rt:chu.
h3v olijeru ulgunti;Ja palabra ha ccsadr› de denotar atgo.
Sin cnihargn, clcscn peña t1n papcl impurtancc cuando (unciunaiio dice cn la ccrom‹jnia dc juramento, al asU-
se lausa dc cierta manera, de acuerdo› con cl derechoy mcii cl caigo: juro”, cs'o es, “J•*•_ cumpMr con todas
liior›stun h c sriciul. flor su intcrmedio se llevaa cabri Ías obt igat›ones inh eientes al rrlisrrto” Otro ejcinpii› es:
trade ill intercambio nt: ljic nes y ser vicios. l'ara olitcncr doy y ’tego mi ieÍojd mi humano”.
ta entrego de algunos l›iencso la rcal icación de un ser- Recorioec mos ÍntTtcdiatame nte la forma dc lengua
vicisi, \irit› se c‹i1ocna sí mismu cn tina ¡Posicion de criac- je c¡u‹i se utiltza r*'. IO .gcncrBl Gn remesas cr›nraos
iún, II hacer una tJft›mcu de pagar una suma d«d inero tcst'amcntosy '*tros ppm de negociar’ )n‹tJitos. ’\alC5
cu urui cierta fecha; para liberarse de la posición de cr›ac-
ci‹›n ¢:s n«c¢:snti‹› realizar uno dc atjueilns :tcto:s f‹›rntu-
Ic s ‹¡Ue sn ri cnrtsidcrads›s nc es ari‹›ü ¡›:tra loyrtjr ]a
rransfcrcncia dc las uma do dinero prometida. Asj fun-
cirina la mar¡minuria de 1:t econ‹irnía. hattie se intcrcsa ü‹›. I‹ vidcntcmenrc, al r‹›rmular cale.s extJrcsir›nes reali-
¡Srm preguntar acerca de Jr›s sii¡iuostos ‹›l›jctt›s dcsignu- zdmos unaaCcíón. Pero, iqué clase de accifín es la que
dos por l* palabra quc menciona ta unidad rnone*aña; realizamos según la idea que sub haceen la forma
los bienes, los ser vicios, las posiciones de coaccióny los lingüística?
medios para liberarse de e!las es lo que interesa.°" Esto se ve claramente si se repara en tas consecuen-
La función de lu palabra que designa la unidad mo- cias jurídicas vinculadasa estas expresiones. Se considera
netaria es técn ica; no es ni emocional ni volitiva. Ade- que hacen surgir derechos y. deberes o calída4es jurídicas.
más, la función técnica ha sido sumamente afinada por El t¡ue presta itt(amento roma posesión del cargn, esto es,
med io de rcglas ¡Precisas que se refieren a promesas, adquicie et stan jurídico de funcionario.A la muerte de
t›illetcs bancarios, monedas, cheques. íctras de cambio, aquel qxie legó el reloja su hermano, eStG adquiere el de-
contabilidad, etc2tera. Yale la pena preguntar si hay litros rocllo de propiedad del reloj. El vendedor promete laen-
cjc mptos de esto› ronciones técnicas dc las palabras cn trcga de un automóvil prevío pago de mil libras,y el
el campo delderecho.
Antes de entrar en esta cuestión es conveniente exa-
minar una forma lingüística muy usada en las transac- * kczhwtives” es.s›n duda, *• nculofi*smo Pero también lo 08
ciones jurídicas de todo tipo. rrormatiVC" <n inglzs, palabra *sC• de iv8da •! verbo “topl.ffotm”,
q ue significa realizaro ejecutar (una accióno un acto).f N
g n una Confcrcnciy radial pronunciado en 1956y pu bÍicíido en e l
yip\9on} G. j.Warf\€›¢:k,
OxJd, 4’hc Cla rertdor Press. 19f›l, pfig. 220 y figs.

4ü 31
comprador prometepagat esta suma porelautomóvil; reflexionar sobre esto. Pero supongamos que lohace-
Mb8s partes son consideradas entonces como dotadas de mos; supongamos que preguntamos cómo elposible que
derechosy cargadas de deberes de acuerdo con el conte- se produzca un efecto simplemente pronunciando pala-
nido del contrae. brasy diciendo que el mismo HrA tener lugar; ,súbita-
Lu pocas palabras, con last egprcsi‹yle¢ tq¢t¡ t¡pá mente, el lenguaje parece algo absurdo. Es el lenguaje
en el campo delderecho, ostensiblementq realízárños de lz rúagia.
/) la creacidn de derechosy debef s, relaciones l'dad, el sentido de todas las vqr-
i efçj2ie-
dades ju rdr«a». Derechosy deberes son establecid os daderamente reslizátivas es; en verdad, ágico Ée pro-
mediante contratos; el derecho de propiedad ie ttans- ponen crear algo. Lo que se considera que se realiza es
**fl. Se constituye una sociedady se la nostra debi- la creación dc una relaiold n u propedad no física
damente; ella se convierte en persona jurídica. Un - - —- - . -
por el heci¡p de pronunciar atenas palabras. Estos ac-
nmigrante de un pafs extranjero es naturalizado por una tos caen dentro de la categorfa de la magia.
declaracídn de la autoridad competente y, de esta ma- Hageisutim prestd gtan interésa estas observacio-
nera, se convierr. enciudadano. Una persona es dcsig- nes. Hablaba de magia donde ahora otros hablan de ex-
nada profegpry se convierte en tal. presiones realizativas. En uno de sus últimos es'critos
Por consiguiente, °* su pon* que Us expresiones afirma que una ama de casa que compra pescado en el
realizativas jurídicas tienen un efecto creador. Dc acucr- mercado realiza un acto de magia." Lundstedt arguyó
do con nuestra mane pene ,° deberesy de manera muy scmejante en sus ataquesa la teoría
calidadesjurídicas son creados, cambiadoso jurídica.
mediante laformulación de esraa” En su obra sobre cl derecho romano, Hlgerstrtim
fá fl9 JsTiáa el negóéio jurídico. ofrece una prueba abundante de que las wanssccioncs
Sc *°nside*a9 * >8<* no son efectivas en cual- jurfdicai del yor rioiú tenían el cerlcter dé actos mági-
circunstancia. E8 flCCO8gfÍO Obscrvar ciertas condi- cos. Probablemente eso ocurra en rodas partes con las
palabras nusvofunconsño ç’ transacciones jurídicas.
prDftDftCiadas durnntc elacto de asuftcióty O ; Es posible preguntarse por qu‹S, cuando losnorue-
gos comenzarons colonizar Islandia en el síglo lX, no
° * °+ Contrato tiene que - concluido eligieron un lugar más agradable para su residencia. Pero
Cn *}iñtgorias mayores de cdgd esto estaba fuera de la cucstióm El lugar tenía que ser
de incapacidad mental, etcétera. Se considera que las fra- elegido por los dioses. Consecuentemente, cuando el
el efecto deseado sólo cuando so» pronun- barco se aproximaba alnuevo país, los postes en loxque
cladas en una situación de üpo «re•:at:• menudo lap na hablan sido colocados los dioses del hogar eran armja-
que laa pronuncia debe ocupar una c'erm poeici6n dentro dos por lu horda Era necesario radicarse en cl lugar en
de IdOfgMtiZ8Ción social, pero si estos requisitos son cum- que aquéllos llegabana la costa. Pero esto no en sufi-
plÍdog, nsdie duda de que realmente son efccÓvss.
Estamos tan acostumbrados a este lenguajey a esta
forma d< ¡›ensar que no nos detencmos generalmentea

43
cignte. Para apropíarse de un terreno requerían ciertas es el si «eásemos efectos
ceremnn'ias mágicas, tales como disparar flechas encen- ta cl presente. pgtp sería eti6neo re-
invisiblcs. con palabras.
didas por encima delterreno.^ Entonces ta tierra era de
urto. SC hahfa adquirido un yoder místicoo mágico con La importante es tfá-
do sentido. Su medico ‹*Í cOmO
respectoa ella, bajo la guía de los dioses,a través de los nuestro lenguajc y
ritos a¡›ropiados. iPuede dudarse de que uno de los orí- sobre lacues•
qs. Para insentaf C5tO podemm posible comP
genes de la idea de derecho de propiedad ha de ser es
p ntlestra § OCH•
buscado en la creencia de un poder místico obtenido de creencias >ag;• O

esta manera?
Un buen ejemplo de un antiguo acto jurídico con
carácter mágicp cs la ceremonia para ungir reyes refefi-
da en tas leyes provinciales suecas del siglo XIII. Esta
ceremonia es mucho más antigua que lacoronación Que
introdujera la Iglesia. í"fo sabemos cómo eradesignado
el hombre que debfa ser rey; pero era necesario “crear”
al rey mediante un riro comp)ic:gdo. El elegido era cnlo-
cado en una piedra sagrada, los hombres de derecho de
las diferentes provincias recitaban varias veces una fór-
mulay se le enticgaban ías ínsignias de la rcaleza. De
esta manera se suponga que quedaba dotado de los po-
deres místicos pertenecientes al rey.^
La ceremonia de casamiento de nuestras ancigtias
leyes es análoga al rito de “creación” dcl rey." Las ce-
remonias de transferencia del derecho de ptopicdad
sobre la tierra eran tainbíén notoriamcntc mágicas. Por
donde busquemos en losanales del derecho, encontra-
rcmos probablemente casos semejantes. En los prime-
ros estadios de los que nos quedan vestigios, los actos
jurídicos eran actos mágicos.
Esre es un hecho de gran ímportancia para la com-
prensión de nuosWo lenguaje jurídico. En su origen, éste

ffdJersmfy tl928), pág. 198y figs.


^ V6aye cl enaayo del aumr. “Ctss Wcidon cines Kiiriigs nach
altschwcdimhcm Rcnht”, cu fmsfruo iAe'r úNJ, 1947.

45
as reglas de
L.os intentos de baUlizar un barco fuera de 1
con hostiÍi-
la costumbre son iTtal vistosy aun recibidos
Comencemos con otto ejemplo de Austin.'° Al botarse dad.
E e em_plo es instfjjçtivo. De una manera simple
te-
un nuevo barco, la mujer delpresidente de lacompañía s
nemos aqut, ante nOsOtrOS, algUrtáB herr amienta valiO-
navíera rompe una botella de champaña contra la proa
sasde contr0 Y comunicación so cial: una “de5i g...naci6n
de la cmbarcaci6n diciendo: “Bautizoa este barco con
de una persona d¥il.Cealizar
un acto, una cciejqqollÍa des-
el nombre deQ Elia rHH”.A partir de ese aumen- ctyn respecto alaCto y exal-
to, todo el mundo está de acuerdo en que el barco se oración
llama Qorro f/iznórZJ. Peros uporigamos, continúa tar los Se ntímíeiitos de lot asistentes, y tln*
El efcc-
Austin, que a último momento un obrero se adelanta, reaiizativaque es elverdadero níicleo del aCtO.
to de esCe aCtO espsicológico; depende de
que la gente
tomala botellay la rompe contra el casco diciendo: unifor-
estéacostumbrada n respond er de una m ancra
“Bautizoa este barco con ’el nombre de úcnrr«ffiim del 1on-
me al acrg, a Saber, al uso de
una cierta forma
Stalin”. Se consideraría entonces que laceremonia de
llena una función
bau tismo no ha sido realizaday eÍ barco no lleva eii guaje con respccto albtlrco. Ül conjunto
realidad el nombre de tSmeralYsimo Stalin. socialque se considera útil.
discutir si el bar-
¿Cuál es la diferencia? En ambos casos se ha pro- Evidentemente, no tendría sentido
H ablando objeti-
nunciado una oracidn iealizativa con referencia al bar- co tiene realmente o no este nombre.
vamente, el nombre une5tá adherido
al bateo, aun
co. En el primer caso se considera que ha sido formulada en sus cns-
de maneta adecuada. Si la mujer delpresidente, siguien- cuando se pinten algunas [CtffiS i£ t&Í
gente esa el nom-
do la ceremonia acostumbrada, ha pronunciado la ora- tado. Lo único que sucede 0> Q<* °
ción que da el nombre albarco, todo el mundo está de bre con referencia al bateo.
acuerdoy llama al barco por este nombre. En el otro Consideremos ahora el acto del matijITlOrliO. Con ies-
caso, eato no sucede. El bautismo del barco por una acto hay gqierrionias,antiguas y modernas,
persona no designada para realízar esta tarea es consi- palabras ‹<aiizativas que tienen por
objeto tram§43lTfl&f á las partes cu marido
y mujer. iQué
derado como un ultrajey la gente no lo tiene en cuenta.
sucede aquí? El ef0CtO $ ipt-, bgJ¢p gs jnstantáneo, unt-
La difercncia, por consiguiente, reside en el efec-
to de la orscidn realizativa en la mentúde losdemás. formey de largo alcanm- ° ° mondo cstd de acuer-
como mBridoy mujer,
La gente está prepamda para aceptary utilizar, sin la doy considcrna la nueva parCJa
ello quedan social-
menor reflexifin, el nombre dado por Íamujer del presi- usando c9rO5 términos. En virtUd dC
mente clasificados de manera diferente. E8tO imP
lica
dente. Esta disposición es la consecuencia dcl predo- ia1*
minio de una cierta costumbre con respecto al bautismo un gran núm ero de consecuencias de ti O ÉtÍCO•SH
g
jurídico. Sc considera que ahoras aplÍCflflá
de los barcos. La costumbre está enraizada en conside- tratada socialmente
raciones prácticas: es conveniente que losbarcos po- la pareja cÍeft£tS ieglag éticas. Es
gente casada. En
sean nombres que sean universalmente reconocidos. segúncostllmbies que lctO
la estera jurídica SCÍ ápliCa, también, VTfCtcrtonúI
de regla*-

49
Con ct acto del ãtrirnoflin
no se crea ningfip |ø2O 1)a.os efectos jurídicos son los efectos involucrados
místico, suprase”nsibIe. Por est
a razón no nf2C sitãm€łS enTas reglas de dcrecho con respectoa las relacionos
diSØtltİf St es o no una realidad «Iestar casado; esindu- peisonalesy a la propiedad. Para expresàrlo estrìcta-
dableque Io es. Pero la mente, la palabra “efecto” es inapropiado en este con-
reałidad no es suprasensiblc.
COflSİSt¢; enunÿęKotpo de
texto. En este sentido, ningún efecto jurfdico tiene su
texio SOC1al que depends de ta pi •miento en el con-
e n
reaccifin unifo‹me d« i« Musa en el acto del matrimonio. loo que sucede es una
gente conrespecto a la¢ remonia modificación en la situación reala la que se ieñeien las
del casamiento. Si se
SU I łTlC gta reacción, ÍãŞ älabras reali reglas jurídicas. Se ha agregado un nuevo hechoa la
zativas So vuel-
ven vacías. Type estamosacostumbrados situación; este hecho irnplica la aplicabilidad de una se-
a responder
8 Cß8R ãCto de determinadas Maneras y así rie de reglas que se refierena las personas “casadas”.
lo hacemos.
ASI URS, Cuando se sabeo se
suponeque las personas Esto es todo. Nos llamados “efectos” no son otra eosa
hanrealizado laceremonia de la maneraa que el contenido de las reglas. La situaeión jurídica ha
decuada, la
pareja estíí, ppt ilsídØCirlo, circundada
por un ambience sido modificada mediante el acto del matrimonio en el
social que le cł9 una certa posicidn
y le exİge adecuarse sentido en que este acto es relevante de acuerdo con
a ciertas reglas. Bajo todo esrn
subyacen cicrtas iJea6 un complejo de reglas; las reglas que se aplicana la pa-
respects de Ja importancia de la rcja son ahora diferentes de las que existían antes del
estabilídad dC las rela-
cionos familiat¢. acto.
Si el acto esrå llamadoa lograrestos 2} Por “efectos jurídicos” entendemos aquellos efec-
nhjeriv¢łS, es
esencial laobseivancia de la con mbie tos que tienen lugara Wavés de la acción de lostribune-
o de la Korma
prescripta. Ùl ÍãSØalabras realizat
ivas delacto son pro- leso de otros organismos estatales. Por ejcmplo un
nunciadas en cl teatTop en broma,
o por alguplã persoftil hombrc es enviadoa la cfircel pot no proporcionar ali-
queno sealaindicadø,o e. circun mentosa su mujery a sushijos.
stanciãs no adecua-
das, se‹ l•İdCfgQue no se hacelebzado un
matrimonio Los efectos dc este último tipo son efectos reales.
real. SC dice que el acto es Depcnden de laefectividad psicológica de las reglas
del jurfdicas; se llevana cabo porque losórganos del Esra-
nífica que el acto
ara producir 11 .efecto que se intentd do se sienten obłigados per Ías reglas y, por to tanto, las
alcanzar* ^ las palabras. Lo que sucede aplican cuidadosamcnte. Todos estos efectos realcs del
en reali d es,
is pronunciadas fuera del acto del matrimonio son, en tìltima instancia, efcctos
COI te decu do CO Son tenidas psicológicos.
el revers Siguicndo líneas similares puede analizarsc cual-
a responder dc una de-
terminada maneiaa lø CCfgtTlOnia corrects. quicr tipo de actos jurldicos: promesas, transferencias,
Hem@8 llßblado de los efeetos psicolÓgicos designaciones, cieaciones de personas jurídìcas, pro-
del acto
de matrimoqity. p¢¡p i9ué sucede mulgación de leyes, etcétera. Tienen elrasgo comup de
con respecto a sus
efeetosjurfdicos? jNo son tstog d]gp tj)§ seractxis realizativos de tipo mäs o menoói . Sus
S que aquélJos?
Se habla de los efecro.s jurïdicos q/t consecuencias son de doble naturalcza. En primer Îugar,
£erentos, que debenser distingiiido tienen efectos inrnediatos, ife íìyó’ psicoldgicg, Blanc
s:

50
situación sólo puL UL
r.ictcr 1pfOpiod•,«»n cuando esta
izás vivida c‹iiii‹i
sc ü scri¡etavaE•mente o,m3s bícn, qu
1» situacion corrcc*a-
[•tg en Jareccdcnte se ha refefido a los oracir›ncs
ma jUiídi—
tossatisfacen s
Cl'Oft.O rerj uisitos dcl dcrech‹›; son rele- rcalizativas usadas ccmünmentc dentro delsiste
oracionesi “alizativas "" concxión
las g°-
ttcreehoo Con c‹›stumbrc8 sociales, serían Considerac

t: ‹j ‹›. P t fO 1 a y
nraci‹›nesrcalizacivás ñL)fI Usadas tiJe-
J‹: la ccisr iinbrc, Pcr* c‹›n ’^
intención de producir un caM biO
díaso menos radical en
de los coroncles que
tio•ncn t{ue ser pronünciatlus en concxioncs estccíalcs para
nacen huir al retador anteriory adrian cianqHH SC hur* Hecho
c¡uc l ogrcn cl cfoctri psicológico. Este› -s fúcilmcn te
ftasc fctata un he-
comprensi ble. (itialquiera ¡Puede ptoniinciufa Su arl›i- cargo del (Poder. ÜStCflSiblc m Rte esta
la ¡población de
trio or‹iciones realizati vas, pero last:r›n secuencias su-
c ia l es no p ue den ser e n la zad as a formii tacio n e s ra( m‹nera ‹luc s"s int*K'antcs c'c^° "* "" ""°‘" o-
i rregularcs. Es absolutamcnte necesario clasificary ca-
l'odo depende de
expresiones realizativas eri tanto instru-
o encuentra resis-
mentos del controly de la comunicación social. Esto
tencia suficiente, c) poder se entregaráu los“ ol istas í
se hace mediante la referenciaa una cierta formay a
ciertas circunstancias. La gente cs enseñadaa respon- qttgafio contrario, las palabras te ¡›erderun en el ttlT t t*.
él er sólos las fórmulas r¡ue satisfsccn estos rc‹¡uisit‹is.
lin la antigüedad, los acros jurídicos eran, en general,
sumamente formales. La ceremonia debía ser realizada 1.,r funNán de sigue de la exprrsiáii
exactamentey había que pronunciar las palabras preci- “derecho subjetiv o"
sas; originariamente entre los tomamos, como sabemos
de.
por €íaí us, la menor irregularidad anulsba elacto: la magia Volvamos ahoraa la cuestión de saber si el uso teal
en la
no producí;i sus efectos. Gradualmente. se han ido re- lasexprestones “dcreeho subjetivo” y “deÍaei”,
vida diariay en cl lenguaje jU¥ídico,9 ucde serExplica-
d ucícndo los rec¡uisitos íurmales. lin amplios ámbiros
a que estaspa!a-
do sobre la base de lateoría qltG .fl(lIm
cl derecho no prescribe forma algu na; aun cuando sea
de poderes y
hecha de m;tnera totalmente informal,u na promesa pue- btas teníanO'iRnariamentc el significado
han idii
de ser cr›nsiderada como jurídicamc nte válida. Sin em- vineulacirines místiúas, pero qu p*co pocr' °*
ClSerirido indica-
bargo, las palabras en tantn tales no son nunca pensadas transformando En p Hablas huecas en
cumo relevantes desde un puntn de visra jurídíco; la ti
do más arriba. Está cuestión C l e qu e ser resuelta cm-
situación en la que son pronunciadas ha de tener el ca- píricamente.
Tomemos en primer lug¢t un eje jse requiere algo más que la concxidn psicológica
diaria. Supongamos quC he ad mplo de la vida
quirido una cgsa con un entre estos dos conjuntos de ideas? iNecesitamos tener
pequeño jardín. En este caso, fi
e considera que soy g] una noción dcl derecho de propiedad como algo que
escaparcela dc *‹errao que tengo es? No hay ninguna razón para esta suposición. Parece
reeh0 de propiedad sobre el de-
suficiente con que haya ciertas palabras que suenen en
idea en mi prop ’*OOndUcca y en la de nuestros ofdos: ¡Esta es tu propiedad; Esta no es tu pro-
dennis› los
piedadl Es suficiente que estas palabras cv eoqg___idncas
Por supuesto p dOy af
d€‘• fTlj prnpieda‹1. Mi
ecta cuenta de los lfmit con aspectoa aquello que está j¿gjjjji¡J g_p hibi&
tinid con r•st7CCto al tcrrcn
° si- LaspaTaAias derecho de prop ad pueden aerva-
tuado dentro de cfas en el dTque no expresan noción alguna; no
rente de la que Exumo con respectp g es necesario tener en mente nada mts que las palabras
fuera de ellos. Me SiCf›tO IVtarizndo aquelloque estd
a utilizar mi propio mismas; sin embargo, pueden evocar ideas acerca de lo
«omo quiera, siempre q••••a•• its ordenanzas que ye puedey de loque no se puede bacer en ciertos
SÍ fTtÍSJj3tjCopo. inc abi- rcspectos.
tengo dectlelquier actividad Wfl fCSQ9 a los terrenos Esta parece ser la situación real en la vida diaria. Al
Cto
penxu que elvecino es el ptopictario del terreno arma-
urre nunca
dedominio i»bre do mts allí de la verja, uno puede tener en mente una
sus lotes. Es pero confiadamcntc serie de cosas: cl terreno en st mismo, laverja, el re-
QUC Chos adopten la
m s propicdadcg;y ••i•ucte cuerdo de cómo elvecino nos ha contado que compró
niiccdcr por lo genera. su propiedad, una cierta idea acerca de las consecuen-
para que la ido d» cias jurídicas desggradablea que ímplica la violación de
propiedad tenga tales efectosq n la vida diaria? tg la propiedad de los demás, cmétcra. Pero nunca encon-
que hay tramos el derecho de propiedad en st mismo; encontra-
qu• •• de rc»den dei hecho de que yo ten der mos tan sdlo la palabra.
d¢propiedad sobre echo
Le situación podifa ser caracterizada también de lu
pectoa ml J$ ,
que pucdo kacer lo que qujc
quela consecucncja c/ siguiente mancra. La frasc que afirma que A es
pietario de este lote funciona
pectoa i d«»s, que Óenen "" C’ ’CI*C 0; COMÍ fC8-
dady abstcne e de cualquierq • ‹< P >‹mi propi»- con aspectoa A y su relación con c ; emo
*ipo de violación. Aquf tiempo actúa como un con
hay d.osc los dcmás. La frase es luz verde pam el prnpictatioy
* La luz roja para los otros.
cida fi¡memente de
*ifi qUt:inter- Lo que funciona de este manera es la frase misma.
VCft la refíexióiy. ET)9} trasfondo
Está presente en ta mcntey provoca una cierta conduc-
de t
lxviolacidn de la ta. Pam ccner esm í\incl6n no necesita expresar nocidn
pied•d de lot demás; lta es, indudablemen alguna. Las luces verdesy rojas no cxpmsan nociones.
te, una
dÍi2Ídn de la hnnezz Son signos que tienen una función social porquea la

SS
gcntc se le ha enscñadoa reaccionai con respectoa Frentea esta objeción es suficiente contestar lo si-
ellos de detcrniinadas máflHfáS' Íal uz roja provoca que guiente. No es necesario que lasftases en cuestión sean
el conductor detenga su coche. El caso es similar con realmente verdaderaso falsas; basta con que se las con-
respecto a la frase que afirma que esta cosa es propie- sidere verdaderaso falsas. Nuestra creencia en la reali-
dad de alguien. La gente reacciona habitualmente ante dad deÍ derecho de propiedad es lo relevante. Pero esta
frases de este tipo, dc manera uniforme. til resultado es creencia puede sererrónea. Es perfectamente posi ble
que generalmente se deja en la posesión tranquila del que los ascvetaciones con respectoa Ía existencia de
lotea quien es considerado como su propietario. Las derechos sean de tal naturaleza que la cuestíón de la
reacciones han sido inculcadas desde la primera infan- verdad no se apliquea ellas.
Clay son luego refinadasy fortalecidas de diversas ma- Lo que quiero decir es esto. La cuestión de la ver-
neras. dad cs tan i nú riI con respectoa las frases c mcriv as
Dc este modo, la función de estas frases puede ser como con respectoa lasfrases destínadasa provocar
explicada sohrc la base de la suposiciJn dc ‹y ue la cx- una cierta cond ucta, como, por ejemplo, lasórdcnes.
presión “derecho subjctivo” no denota nada. Pero hay No tiene sentido preguntar si una orden es verdadera
q ue agregar lo siguiente. Si la expresidn fuese usada o fat sa. Supongamosa hora que a pesar de su forma
al azar, de m'anera irregular, no podría tener función gramatical ciertas frases en indicativo tengan e! pro-
Socíal. La conexidn psicológica entre las frasesy las pósito de influir en la conductah umanay no de referir
ideasa eÍlas vinciilad as no pod ría ser estableci da ni hechos;que eJ lasíncluyen sustanti vos que no hagan
m zn teo ida sí se dijese arbitrariamente que A y IIy C y rcferenciaa la realidad; en este caso no tiene sentido
oS másson lOs propietarios del terreno. Para mante- preguntar si son verdadcraso falsas. Supongamos, ade-
ner laconexídn psicológica es necesario que la propie- más, que frases de este tipo son usadas regularmente
dad sea atribuida únicamentea A de acuerdo con ciertas por la comunidad de acuerdo con ciertas reglas gene-
reglas, o al menos que sesuponga que es atribuidaa A rales; que a la gente se le ha enseñadoa respondera
de conformidad cOn estas reglas. Reaccionamos frente ellas de determinada manerai que posiblemente se pro-
u la frase que «firma que A es el propietario cuando ducirán consecuencias desagradables si la gente no
suponemos que éles elverdadero propietario; en otros responde como seleha enseñadoa hacerlo: esto basta
casos consideramos a la frase como totalmente pre- para explicar la eficacia psicológica de la frasc para
suntuosa. dirigir la conducta. Al mismo tiempo es fácil compren-
Sin embargo, una objecidn podría aducirsca esta al- der que estas frases pueden dar lailusión de que ex-
tura en contra de toda esta explicación. Si es condicidn presan una realidad. En general, tas,fcases en indicativo
de nuestra reaccidn frencea las frases acerca de la pro- son usadas para informar acerca de la realidad; se consi-
piedad el que ellas sean verdaderas, esto significa que dera que también esto es lo que ocurre con estas frases;
pueden serverdaderaso falsas. Esto, sin embargo, pre- pero cuando tratamos de aprehender la realidad deno-
supone que laexpresión “derecho subjetivo” denota tada por ellas, no encontramos nada; como ya hemos
u na realidad; de otra manera nopodríamos aflfiDar }a visto, todp intento de darles una interpretación natu-
verdad o falsedad de las frases. ralista estíí condenado alfracaso.

56
La conclusión es que la funcidn directiva de las afir- dsd de on terreno no es idénticoa su posesión real dc
maciones acerca de la existencia de derechos puede ser este último o ñ la garantía del Estado de la posesión
explicado suficientemente sinsuponer que la expresión tranquila,o a los mandatos dirigidos a los demás prohi-
“derecho subjetivo” denota una realidad. biendoles que interfieran con la posesión de A. Tampo-
Aceptado que lo dicho es correcto, falta por contes- co se idenl3fica con lasposibilidades jurídicas de Esto
tar, sin embargo,u na cuestión. Aparte de su función de iniciaracciún en c‹sntra de *quellos que violen su
comti signo, las frases accrca de derechos subjetivos posesión. Cromohemos vistp, todas estas interpretacio-
parecen ener una función informativa. ¿Puede negarse nes son equivocadas.
esto? Constantemente nos informamos recíprocamente Parece que estamos frentea un dilema. Por uqapar-
acerca de derechos subjetivos sin tener la menor inten- te, nadie duda que al decir algo acerca del derecho de
ción de influir en la conducta. iNo transmito un conoci- A, estáttansrriitiendo una itifoty aci6n. Por otra p» }«.
miento si digoa B que A es el propietario de una casa, parece imposible descubrir ’cuéÍ es (a situaci‹Sn fáctica
de un cuadro,o de un automóvil?B vive en otra parte dcl acerca de la cual informamos.
país, no tiene contacto con A: yo no tengo la intencidn A finde buscar una 5alida al dilema, e6 aconsejable
de influir en su conducta con respectoa la propiedad de indagar qué es lo que una persona sabeo pretende sa-
U casay
A. QuizáB tiene sólo la curinsidad de saber,o especula ber ¢uando nos dice que A es el propietario de s
con la posibilidad de comprar algo de A. jNo es un he- c6mo se hace paravCiificar este enunciado.
cho, sin cnibargo, que proporciono una información al ka pretensión del informante que afirma saber que
dcciia B que A es el propietario de estoo aqueilo? Es A es propietario de la casa puede basarse, tal vez, úni-
necesario aclarar ahora esta cuestión. camente en el hecho de que loha escuchado de alguna
persona digna de confianza. En ral CasO, PM S\JgUCSCO
cxpresado en la (rase: “A
gs ptoptetaiio de la casa”. NO hemos dado un solo paso
adelante en esta cuestidri. Lo que hace el informante
es,simplemente, repetir una frase cxprssada por una
Aparentemente se proporciona una información median- persona en la que confía.
te loserin nciados acerca de la existencia de dcrechos. Supongamos que esco no me satisface. Antes de en-
Pero, icufil es la información que se comunica? ¿Cuál es mar en una tiansacci6n con respectoa la casa, quiero
es ave-
cl conocímiento que se imparte?
Supongamos que tratamos de interpretar los enun- riguar el modo de adquisicidri de A. Si se MC informa
ciados acerca de los derechos que poseeA como enuncia- qpg compró la cssa,que larecibid en donación, o que
dos acerca dc situaciones indicadas anteriormente. Sin la hercd6, pediré eldocumento que lo defnUgStf0. Ext
duda usamos laexpresión '‘derecho subjetivo” correo si pocas palabras, quiero estar seguro con respectoa 5 U
ésta denotara üna posición real de una persona cong res- título.
pectoa una cosa. Pero sd comprueba que es imposible jQué conocimiento obtengoentonces? Evidente-
defieír este posición real. El derecho deA a la propie- mente, Este se refiere a una transacción jurídica heCha

59
S8
en elpasado que ha tenido elefecto supuesto de trans- no lohacemos. Únicamente repetimos una cierta frase
ÉOffnaFü A Cn propicfario de la CdSd. También necesito que, aparentemente, afirma un hecho. Esta frase pare-
saber sÍA no ha vendido la casa0 nO la ha donado. Fsto cería tetalmente de sentido si fuera usada dc manera
US más difícil; g¡j general, rengo que confiar en lo qtt¢ 5} i rrcgular. Pero e) caso es diferente si es utilizada de
diceo daa entender. conformidad con el uso jurídico. Pues entonces es utili-
Así, pues, parece que ninguna de las informaciones zada únicamente cuando se supone saber que A tiene
que puedo reunir estádirectairiente vinculada con el u n título jurídico con respectoa la casay que no ha
derechod= propiedad cns Misitio. Lo único que puedo transferido su propiedad.
Sáber es algo acerca de cicrtay traztsacciones jurídicas Creo que de esta manera tienen que ser resueltas
que se considera han originado el derecho de propiedad las difiúultadé príncipales que provocap los enuncia-
dc A. dos acerca de derechos. Aparentemente, tales enun-
Podffa sugerirse ahora ciados dan a conocer al go acerca de la exiscencia de
no puede darse ninguna ínformaciÓn con r¢speytp pJ derechos. Cuando se busca definir la realidad aeerca
derecho de propiedad en s'. la comunicación de que A de lz cual se proporciona este conocimiento, la.teorIa
<*0 propietario dg esta casa, significa que comprd la jurídica queda envuelta en infinitas perplcjidades. Sdlo
casa. Con otras palabras, la comunicación sella una in- podemos salir del atolladeroy recuperar terreno firme
formacitin referentea su tífulO8 la CitSa. Pero ésta Sgp{;j si nos damos cuenca de que es vana la biísqunda, de la
una conccpcidn falsa. AL decir que A es el propictario supuesta realidad. La cxprcsidri “derecho subjetivo” no
de la CaSa, no digo nada aCerc8 de la mancrl cómo la denota una realidad; tieñe otras funciones. Piimaiia-
adc§u'*@. y a entender que tiene un título jurídicoa mentc, tiene una funcidn de signo, que pretende in-
la C£lsa; pero no hace falta qus sepa cuál ss et ‹itulo fluir en la conducta. Pero como estamos acostumbrados
jurídico que tiene. a p‹insar que los hechos operativos “crean derechos”,
En realidad,h COf2tUnicación de que A es el propie- los enunciados acerca de derechos son in_d tgntamn -
ta'io d^ !^ *•^• no nos propozcions la Í IIÜOTfY1BCÍ6n Que te informaiivíís’Si uponemos que un enunciado de
aparentemente 1¢ rose pretende dar. Sin embargo,e este po ormulado de acucrd0 Con lasreglfl8 )Uf(di-
DC ggtg frase yo cas acetca de la adqpisíción de derechos, la conclusión
SÍ Cl informante es que A tiene un tftulo jurídico con respectoa cierto
ti€ZtflfQpldamento jurfdico para lo que dice, entonces objeto.°"
A tÍfltle que tencr un ' tu1° jur dico con respectoa la El hábito invetcrado de sacar conclusiones de este
Esa. IiJuya menudo °implcmcntc confío en lo que me tipo hace que los enunciados acerca de derechos sean
dice mi informante; útiles. Hasta es una ventaja poder hablar del derecho
tengo quc averiguar. de propiedad en vez de detallar en todo momento los
HablandoCifitFictnmente, un enunciado quc dice que
A el el propietario de esta casa no es ni verdadero ni
falso; pues aun cuando creemos dar ieformaci6n con g p cscntgdo por A. Wedberg en clenaayo “Some
respectoa la relación real entreA x Problema ofrbc Logicel Analysis nf Legal Science” en 17 23nzrie, pág.
Casa, en verdad 24óy siga.‹t95t},siguctsn caminodiTexcntai pcrocrco que c\ eaukado
final cssomcjanm

6t
hechos relacionados con el título jurídico. Aquf pode- Ig p¡jj•t¢; qt)g 5c reficrea la situacidn en cuestión fu0*&
mos distinguir una fiinci§n técnica de ls palabra “derecho” alterada rad'cnJm/nte— los enunciados de Om ti94 U-
no hace que tales cnuncia-
que es afín con la función técnica de los vocabYoá utíli-
{p qjjp lO$ tribunaÍesh
zados para designar las unidades monetarias. dos
La utilidad de las palabras que designan las unida- »n situa•ione8 hipt›t8icaS. De jueces,
dcs moneiarias depende, como hemos visto, de que sean ien a 108
ensible,
usadas de manera regular de acuerd‹i con ciertas reglas Aparentemente se refierena una realidad supras
p¡$ cada porhechos operativos C» este mundo, con la
del derechoy la costumbre. El caso es similar al de la tribunales de
expresión “derecho subjetivo”. Si es empleada de acuer- j plicacidn dc que Ins acciones de los
como objetivo haeef conc ord ar a
do con el derechoy la costumbre, tiene una imponante
funcidn social,a más de ser un signo que pretende in- conlOs derechos y deberes de las
flué en ía conducta.
M esencial es distinguir entre la rrmñdo e a _

y i‹ariaR,. la vetdad de un enunciado fáctico puede ser


comprobada empirícamente. Aplicar la cuestión de In “derecho subjc-
verdáda enunciados que sdlo aparentemente dicen algo Sc mcstgion6 dc pss• RUC
acetra de hechos, carece de sentido. Pero cuando exis- función
tcñ icgias jurídicasy sociales para el uso de tales frases,
’slición.
es perfectamente sensato indagar si las frases son usa- de f@pleded.
derecho
das de conformidad con estos regíaso no. Hay expertos
a quienes se puede cpnsultar sobre cstc punto. Un abo- Çg;diqj;gp tpg{ag para la adquisicibn dCl derecho de pro-
gado tiene que saber cdmn usar la frase adecuada en el piedad. M propiedad puede acradquiridoiitcdiantc OOm
lugar correcto.
Los enunciados que ahora cxaminamos son cnun-
C8Ú ZO emoii?‹n aóirca dú Ía existen hos;
de
son formulados consianteipgptc cu s b'etivo” "deber’
' vidd*di’aiia por los lcgoJy p oy los abo_gados. No son
forníiílados con cl objeto de dirigir ls conducta.”tuo -
jcdvoes pnópo foz*ioíoñnsc%%. Eonic mcotcio- Approacfi notps is
Cohen ceacálogs alt de L.und*ad*( CI# d bo
Armativos, aun cuando no en elsentido cn que nosocms y zt). La ••cg¢iónacctC8 dC la
creemos que lo aon. Por esta razdn son socialment= ún-
les en grado eminente.
Sólo habiJa que agregar que csms enunciados pre- 8- 82)
deben nadar cos
suponen la existencia conttnuado dcl sistema jurídico. porfootribu•aím. por
Si este sistema fucta abolido de im día para otro —o si
pravcnta, donacióny muchas otras formas difcrentcs. pi2lmc sería necesario cpnscruir muchísimas líneas di-
inales de ambos gru-
Todos estos "títulos" esrán descriptos en las reglas. rectas para conectar los puntos term
impresao implícitamente se establece que eJ derecho pos.
Los ejempÍo9p odrían ser multiplica dor fácilmente;
de propiedad sobre un objeto dcbe correspondera ar¡uel te que la fun-
pgro esto pareCe illnecesario. Es eviden
que tiene un título jurídico con respecto al objeto. erecho 5Ubj0t O”V es,
lista es una cara de la moneda. Ivaotra consiste en cióntécnica de la exp resión "d
hablando prácticamente, indispensable. LalllflfiiÓit tec-
las numerosas reglas que están vinculadas con el “dere- ; aparece también
cho de propieñád”. Ellas hablan acerca de loq ue el pro- nica no está limitada a la lcgislacidn
iStratÍvOS
pietario puedeo no hacer, acerca de cuándoy cómo los en el lenguajcjudicial, en los decretos adiTiif
y en los negocios privados. Pero
sería imposible entrar
demás serán pecados si violan el derecho de propiedad, de
cuándoy córrro se condenaráa pagar danosy perjuicios a considerar ahom esta cuestión.
por la ’violación de este derccho, etcétera.
De esta manera, la expresión “derecho de propie-
dad” sirve comoun nemo entre dos conjuntos de reglas
¡tor una parte, las reglas acerca de 1s adquisición de la
propiedad,’ por otra, las reglas penalesy lasreglas sobre
indemnización de daíios y' perjuicíos, etcétera, quc sc
t‹:ficrena la situación en la que tina persona es¡ mpie-
tarda de un objetoy otra hace algo con respectoa este
objeto.
.Supongamos ahora que se suprimiese este nexo.
iQué pasaría? L.as reglas penalesy las reglas acerca de
Jos daños, ercótera, tendrían que estar conectadas di-
rocramenre con los liamados títulos. Cada una de las
reglas de la segunda clase tendría que referirsea cada
uno de lostítulos. Es difícil imaginar cuál sería el aspec-
to de pn sistema de reglas de este tipo; sin duda sería
sumamente difícil de manejar.
La noción de derecho de propiedad,o más bien esta
expresión, cuando es usada de conformidad con ciertas
reglas, desempeña, por asfdecirlo, el papel de un em-
palme ferroviario. Líneas que vienen en direcciones
diferentes —las reglas acerca de la adquisicíón de la
propiedad— convergen aqui; desdc el empalme paften
en diferentes direcciones numerosas líneas —reglas pe-
nales, regtas acerca de los daños, etcétera—. Sin el em-
Austin, J. 1,. How to Da ThingslViM Wa iN, f1xf‘ord, l9fi2.
Bentham, J. '”l“henry of Fjciions”,e n Ogden, Dcnt5aut 's Thevry of
Niz'rioni, Londres, 19.12.

l'45S (hay traducción castcllana de Gcnaro R. Gu rriú: "l9cfinicióny


tcoría en lac cnc a jurídica" en Il A. I-bart, DoecAov 4foral
1962)

(Chicago, t943
mc Peiiiauz: 3ociedodt Natural, Buenos Aires, 1945.
McElonnald, M. "The L.angu8ge of Political Theory", en Loyic agd
I..aoguaf;«, Fiat 6’ s, ed. pot A. F few, Oxford, 1959.
Olivccrona, K. zzi Fort, 1939 (hay trsduccidn castellana dc Jerdni-
mo Coftes Funes El deret;fo caz'io to Ruenos Aires l9S9).

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