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4.1. Antonio Machado (1627)

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4.1. ANTONIO MACHADO.

INTRODUCCIÓN.

Su nombre es un referente de la poesía y la cultura de la primera mitad del siglo XX. Fue un hombre
que evolucionó ideológicamente hacia la izquierda y de un profundo humanismo existencial que le llevó
al exilio tras su apoyo a la República. Su bondad y honestidad parecen fuera de dudas. Hombre de gran
sencillez, pero a la vez irónico y escéptico.

Machado, superando la tradición poética existente con los procedimientos simbolistas, creó una poesía
de intensa emoción y de gran introspección.

· ETAPAS EN LA POÉTICA DE ANTONIO MACHADO.

Rafael Ferres distingue cuatro etapas en la producción poética de Antonio Machado:

· Primera etapa: de 1899 a 1902; es su período modernista, al que pertenece Soledades (1903).

· Segunda etapa: de 1903 a 1907, año en que publica Soledades. Galerías y otros poemas; el
poeta elimina, aunque no del todo, la poderosa influencia del Modernismo y aparece por primera
vez una breve visión del paisaje castellano.

· Tercera etapa: de 1907 a 1912; es el período de los poemas castellanos, de la preocupación por
España, donde se produce en él una mayor confluencia con los autores del Grupo del 98. A esta
etapa pertenece Campos de Castilla (1912).

· Cuarta etapa: en ella predomina la preocupación filosófica y folclórica; es el momento de Nuevas


canciones (1924).

Nosotros agruparemos las etapas primera y segunda en un mismo apartado para su estudio.

· POÉTICA. TEMAS. MÉTRICA.

Machado definió la poesía como el “diálogo de un hombre con su tiempo”. El pensamiento poético
parte de la intuición vivida, temporal, a diferencia del pensamiento lógico, que se basa en conceptos. El
tiempo se erige así en uno de los grandes temas machadianos; los otros, el sueño y el amor, tienen una
raíz común: la preocupación por lo temporal.

· El tiempo. A Machado le interesaba el tiempo en cuanto tiempo vivido, no como mera


abstracción. En sus versos, el poeta dialoga con su tiempo: con la mañana, la tarde, la noche,
con el agua o con la fuente, símbolos de la temporalidad.

Su poesía nace de un sentimiento de angustia ante el paso del tiempo. Se produce una
superposición temporal, según Carlos Bousoño, en la que se superponen tiempos sin
compararse entre sí. Transmitiría así la impresión del paso irreparable del tiempo (tempus
irreparabile fugit) y el consecuente sentimiento de melancolía.

· El sueño. Para el poeta, el sueño es la única forma posible de conocimiento, tanto los sueños de
la vigilia, los que se sueñan “con los ojos abiertos”, como los que se sueñan durmiendo. En ellos,
el hastío es la nota emocional predominante.

· El amor. En su obra hay poco erotismo. La figura femenina aparece de manera etérea, casi
fantasmal, como surgida de una ensoñación. Hay amargas alusiones a la falta de amor, que se
entrevé como causa de su tristeza, junto a la idea de que ha pasado ya su juventud, su
oportunidad.
En cuanto a la métrica, la poesía de Machado presenta gran variedad en la disposición de versos y
estrofas.

En su primera obra, predomina la asonancia lírica en los versos pares: utilizó sus formas tradicionales,
sobre todo los romances, y la empleo en todo tipo de versos. El poema típico de esta época es la silva-
romance, combinación ilimitada y caprichosa de versos de 7 y 11 sílabas, con asonancia en los pares.

La consonancia aparecerá especialmente en Campos de Castilla; con ella la dicción adquiere robustez,
frente al tono melancólico de Soledades. La empleará en liras, silvas, cuartetas…

· SOLEDADES. SOLEDADES GALERÍAS Y OTROS POEMAS.

Soledades (1903) aparece en pleno apogeo del Modernismo. Es un libro influido por el poeta francés
Verlaine. Los rasgos característicos de esta obra son:

· El tono intimista: el poeta se esfuerza por expresar las propias reacciones frente a la naturaleza
y la muerte.

· La presencia de temas como la angustia por el paso irreparable del tiempo; la muerte; el sueño,
que muestra la realidad que se encuentra más allá de la experiencia cotidiana; y el recuerdo, que
devuelve purificado un pasado que de otro modo se perdería.

· El constante diálogo del poeta consigo mismo y con el paisaje; habla con otro (desdoblamiento
de su propia personalidad) o diálogo con la fuente, con la tarde de la primavera, etc.

· La utilización de algunos símbolos: el camino que representa la vida y el paso del tiempo; la
tarde, su espacio temporal preferido, símbolo del declive y del decaimiento; el agua y la fuente: el
agua clara y bulliciosa es símbolo de la vida en su juventud, pero también la canción del agua es
el tedio de la vida y la fuente invita al recuerdo, pero que es triste; el huerto y el jardín: el huerto
simboliza la ilusión, mientras que el jardín se vincula con la tarde y la fuente; los sueños, que
expresan lo más profundo de la conciencia.

La segunda edición Soledades, galerías y otros poemas (1907) enlaza con el libro anterior, pero
incorpora novedades. Machado suprime los poemas más modernistas y añade muchos nuevos (de 47 a
más de 90) incrementando la línea intimista.

En la sección de “Soledades” hay 29 poemas del primer libro. Aparecen imágenes nuevas como las
abejas que hacen miel, que expresa los procesos mentales inconscientes del alma, o la noria, que hace
referencia a la paciente elaboración de los sueños.

Los poemas incluidos en “Galerías” son breves y en ellos el poeta indaga es sí mismo y en sus
sentimientos.

En la sección “Otros poemas” comienza ya a mirar al mundo exterior y enlaza con él sus
preocupaciones personales.

· CAMPOS DE CASTILLA.

Campos de Castilla (1912), con posteriores adiciones (1917) hasta llegar a los 56 poemas es un libro
de gran heterogeneidad. Han ocurrido hechos dolorosos como la muerte de su esposa o la Primera
Guerra Mundial. Se aprecia en los poemas de este libro una evolución desde una actitud inicial más
individualista a otra de mayor acento social, Temáticamente se caracterizan por prestar mayor atención
al paisaje y a los temas político-sociales. Campos de Castilla es la obra en la que, como ya hemos
señalado, más se acerca el autor a las preocupaciones noventayochistas. Sin embargo, su amor a
Castilla no excluye una actitud crítica frente a la realidad histórica del país al que ve empobrecido,
despoblado, inculto.

También incluye una serie de “Elogios” dedicados a aquellos hombres a los que admira (Giner de los
Ríos, Ortega y Gasset, Unamuno…)

Tras la muerte de Leonor, Machado recuerda las tierras castellanas desde Baeza en unos poemas
llenos de lirismo, emotividad y un paisaje teñido de emotividad.

En los “Proverbios y cantares” aparece un nuevo tipo de poesía sentenciosa de tipo filosófico y moral
que contiene preocupaciones vitales y existenciales en versos y estrofas populares envueltas en cierta
ironía.

Aparecen también poemas descriptivos como “A un olmo seco” y otros donde expresa sus inquietudes
religiosas.

La obra incluye también el extenso romance “La tierra de Alvargónzalez”, sobre el tema de la envidia y
la sed de tierra: unos hijos matan al padre para quedarse con sus tierras.

· ÚLTIMAS COMPOSICIONES.

Su último libro Nuevas canciones, aunque publicado en 1924, recoge poemas escritos desde 1917.
Algunos poemas recuerdan a Campos de Castilla; en otros aparece el campo andaluz, a veces con
adornos mitológicos. En este poemario, además de sonetos, abundan las composiciones breves,
inspiradas en la tradición folclórica, y poemas sentenciosos y aforísticos donde expresa sus inquietudes
filosóficas.

También aparecen en sucesivas ediciones de Poesías completas sus preocupaciones literarias vertidas
a través de apócrifos, entre ellos Abel Martín y Juan de Mairena, que son las voces del propio autor.

A esta tercera época pertenecen dos grupos de poemas que no llegaron a publicarse en libro:
Canciones a Guiomar, dedicados a su nueva musa de madurez y Poesías de guerra donde muestra su
compromiso cívico y político.

· OTRAS OBRAS.

Su único libro en prosa es Juan de Mairena (1936), una colección de escritos diversos aparecidos en
prensa. El mismo apócrifo seguirá publicando artículos a partir de 1936. También al frente de las
ediciones de sus libros y de las Poesías completas seguirá expresando sus ideas: su rechazo hacia las
nuevas tendencias literarias, ideas sobre arte, filosofía, el amor, el olvido… Puede mencionarse el
volumen Los complementarios, publicado póstumamente y que reproduce los textos de un cuaderno
fechados entre 1912 y 1926 que, además de algunos poemas y una antología de apócrifos, contiene
comentarios sobre temas literarios y filosóficos.

Tenemos que mencionar las siete obras teatrales que escribió en colaboración con su hermano
Manuel: Julianillo Valcárcel, Juan de Mañara, Las adelfas, La Lola se va a los puertos, La prima
Fernanda, La duquesa de Benamejí y El hombre que murió en la guerra, estrenada después de su
muerte. Se trata de un tipo de teatro modernista poético que los Machado intentan reflotar inyectando en
el espectáculo mayor profundidad psicológica, más ingenio y modernidad, aunque sin logarlo del todo
porque la acción y las situaciones dramáticas no están a la altura de sus versos.

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