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Verificacion Tardia - Graciela Cuneo

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VERIFICACION TARDIA DE CREDITOS

Preparado por la
Prof. Graciela Cuneo Banegas.

Aclaración previa:
El presente tiene por objeto tratar el procedimiento
de verificación tardía en el concurso preventivo.
No obstante, y para dar respuesta a interrogantes
que seguramente se plantearán a medida que se avance en
el estudio de la asignatura, se han efectuado algunas
breves consideraciones, del tema, en la quiebra.

I. LA VERIFICACION. PRINCIPIO GENERAL


Y EXCEPCIONES:
El concurso preventivo y la quiebra son
procedimientos “colectivos” que se desarrollan en
protección de la totalidad de los acreedores. Por ello,
los acreedores que pretenden reclamar créditos o derechos
de carácter patrimonial contra el concursado o el fallido
tienen que insinuarse en tales procesos.
A los fines de esa insinuación, la Ley de Concursos
y Quiebras contempla, en el Título II, “Concurso
preventivo”, arts. 32 y ss, el régimen de verificación
tempestivo u oportuno, siendo -el principio general- que
todos los acreedores por causa o título anterior a la
presentación (en concurso), deben recurrir al
procedimiento allí regulado.
La regla que establece la necesidad de la
verificación tiene excepciones:
a) Acreedores laborales a los que se les
reconoce el derecho de pronto pago (art.
16).
b) Acreedores que tenían entablado juicios de
conocimiento contra el concursado y
ejercen la opción de continuarlos ante el

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juez de la radicación originaria hasta el
dictado de sentencia (art. 21 inc. 2).
c) Acreedores laborales que opten por
continuar los juicios iniciados antes de
la presentación o que promuevan nuevas
acciones laborales (art. 21 inc. 2).
Estos procesos habrán de seguirse ante el
tribunal de su radicación originaria o
ante el que resulte competente (si se
tratara de acciones laborales nuevas).
d) Acreedores cuya pretensión se dirija
contra un litisconsorcio pasivo necesario
y decidan entablar el respectivo juicio de
conocimiento (art. 21 inc. 3 LCQ). En ese
supuesto, el juicio se sigue –también-
ante el juzgado de su radicación hasta el
dictado de sentencia.

Modo en el que ingresan al pasivo concursal los


acreedores exceptuados de verificar tempestivamente
Los acreedores mencionados en el ítem a) anterior,
gozan de protección especial respecto de los acreencias
de las que son titulares así como del beneficio de la
celeridad en el reconocimiento de sus derechos y pago a
través del denominado “pronto pago de los créditos
laborales”, mientras que los aludidos en b), c) y d) y
quienes no pudieron o no quisieron insinuarse en el plazo
fijado para efectuar la verificación en la resolución de
apertura del concurso cuentan con el denominado
procedimiento de

II.- VERIFICACION TARDIA DE CREDITOS

I.1 Generalidades:
La Ley Concursal no cuenta con una sección especial
en la que se regulen los pasos que deben seguir los
acreedores que no insinuaron sus créditos en forma
tempestiva. Por el contrario, las disposiciones respecto

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de la verificación tardía están dispersas en distintos
artículos: 50, 56, 223, 231 y 287.
Lo inadecuado de la metodología utilizada por el
legislador se patentiza si se repara que el art. 56 (que
en su 5to párrafo trata la “verificación tardía”) está
ubicado en el Capítulo V de la Ley (Impugnación,
homologación, cumplimiento y nulidad del acuerdo),
Sección III (Efectos del acuerdo) y que tampoco existe
una disposición específica que refiera a la posibilidad
de peticionar la verificación tardía en la quiebra.
A pesar de la omisión apuntada, no caben dudas que
en la quiebra, al igual que en el concurso preventivo,
existe el derecho a insinuarse tardíamente, conclusión a
la que se llega a partir de lo dispuesto en los
artículos:
 110 (que da al fallido la posibilidad
de intervenir en los incidentes de
verificación tardía)
 223, en cuanto alude a los acreedores
que se presentaron a reclamar sus
acreencias después de haberse
presentado el proyecto de distribución
final y
 231, que dispone que después de la
clausura del procedimiento, los
acreedores no presentados podrán suplir
su omisión si denuncian la existencia
de nuevos bienes.

II.2. El procedimiento verificatorio tardío y sus


partícipes:
Si bien el presente tiene por objeto referenciar el
procedimiento de verificación tardío en el concurso
preventivo, vale dejar sentado –desde ya- algunos
aspectos del mismo respecto de la quiebra.
Así, debemos destacar que tanto en el concurso
preventivo como en la quiebra, una vez que concluye el
plazo fijado por el juez para la presentación de los
pedidos de verificación tempestiva (etapa necesaria), los

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acreedores que no concurrieron en forma oportuna, pueden
incoar sus demandas de verificación tardía.
Los arts. 50 y 56 de la LCQ refieren el
procedimiento que corresponde imprimir a esos pedidos;
la primera de las normas –que regula la posibilidad de
impugnación del acuerdo preventivo- establece que la
facultad impugnativa la tienen los acreedores con derecho
a voto y quienes hubieran deducido incidente de
verificación por no haberse presentado en término o por
no haber sido admitidos sus créditos quirografarios, en
tanto que en el art. 56 dice: “... El pedido de
verificación tardía debe deducirse por incidente mientras
tramite el concurso ...” Y “Cuando la verificación
tardía tramite como incidente durante el concurso, serán
parte en dicho incidente el acreedor y el deudor ...”
De estas disposiciones resulta con absoluta claridad
que el procedimiento que debe seguirse a los fines de la
verificación no tempestiva es el de los incidentes (arts.
280 a 287) y que las partes en el incidente interpuesto
en el concurso preventivo son: el pretenso acreedor y el
deudor.
En la quiebra, en cambio, el art. 110 dispone que el
fallido, pierde la legitimación procesal respecto de los
bienes desapoderados pero puede hacerse parte en los
incidentes de verificación tardía. Por ello, el deudor
cesante podrá participar en el trámite de verificación,
participación que no excluirá al síndico al quien se le
correrá traslado de la demanda verificatoria y podrá
ofrecer y producir pruebas.
En concreto:
 En el concurso, participan: el pretenso
acreedor y el deudor mientras que el síndico
se limita a producir su informe después de
rendida toda la prueba.
 En la quiebra participan: el promotor del
incidente de verificación, el fallido (si así
lo dispone) y el síndico o sólo el pretenso
acreedor y el síndico (para el caso que el
deudor decidiera no participar).

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II.3. Trámite incidental:
Habiendo dejado sentado que la verificación no
tempestiva se efectúa a través de incidente, corresponde
mencionar que el mismo se sustancia por pieza separada
(art. 280 ) y que “En el escrito en el que se plantee …
debe ofrecerse toda la prueba y agregarse la documental”
(art. 281)
De ello resulta:
a) Que el pedido que formula el acreedor debe
hacerse por escrito ante el juez del
concurso.

b) Que en el escrito de inicio del incidente


tiene que ofrecerse toda la prueba de la que
pretenda valerse su promotor y acompañarse
la documental (contratos, facturas, remitos,
sentencia dictada por el juez ante el que
tramitaron los juicios aludidos en los incs.
2 y 3 del art. 21, etc).

El juez, al recibir la demanda de verificación (que


necesariamente debe llevar firma de un abogado que
patrocine al verificante), tendrá que analizarla. Y si la
“ ... estima manifiestamente improcedente la petición,
debe rechazarla sin más trámite” (art. 281 LCQ).
Ello significa que el juez podrá disponer que no se
sustancie el incidente si los hechos en los que se
pretende fundar el reclamo no se ajustan a la normativa
concursal de la que –el incidentista- pretende valerse.
Ejemplo: reclamo del pago del precio de servicios de
televisión por cable cuando la contratación fue hecha
quien ocupa, como inquilino, un inmueble de propiedad del
concursado y es él el que ha venido utilizando la
prestación.
Por el contrario, “ Si (el juez) admite formalmente
el incidente, corre traslado por diez días, el que se
notifica por cédula”.
Ya se dijo que las partes son el acreedor que
solicita que se verifique su crédito y el deudor. Por
tanto, el traslado se corre a este último que contará con
10 días para contestar por escrito, adjuntar la prueba

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documental y ofrecer toda la demás de la que quiera
valerse.
En el caso que las únicas pruebas que se hubieran
ofrecido fueran documentales, el juez tendrá que correr
una vista al síndico para que dé su opinión fundada
sobre la procedencia o no de la verificación del crédito
y, en su caso, del privilegio pretendido. Después de que
el síndico haya informado, el juez dictará sentencia en
el incidente.
Si se ofrecieron otras pruebas (aparte de la
documental), el art. 282 de la LCQ determina que ellas
deben de diligenciarse en el término que el juez señale
dentro de un máximo de veinte días.
Si las probanzas no se produjeran en el término
fijado por el juez o dentro del plazo del plazo máximo de
20 días (si no se dispuso uno menor), el tribunal podrá
declarar la negligencia en la producción y la prueba –en
ese caso- se perderá.
Producida toda la prueba o declarada la
negligencia, el juez correrá vista al síndico para que se
expida sobre el pedido de verificación; el síndico
emitirá su informe (en base a lo pretendido y probado en
el incidente) y después de recibido ese informe, el juez
dictará sentencia.
En cuanto a las pruebas, ya hemos señalado que la
documental debe adjuntarse a la demanda de verificación o
al escrito de contestación. Las otras, podrán ser:
pericial, testimonial, confesional, informativa.
Con relación a la pericial, el art. 283 dispone
que debe ser practicada por un solo perito (designado de
oficio y por sorteo de la lista obrante en la
jurisdicción). Pero si la naturaleza del asunto lo
justifica (por ejemplo, por su complejidad) en lugar de
un único perito, pueden designarse tres.
En ese caso, dentro de los días posteriores a la
designación, las partes pueden proponer en conjunto y por
escrito, la designación de dos peritos. De ese modo, se
dejará sin efecto la designación de los peritos sorteados
en segundo y tercer término y la pericia será llevada a
cabo por el sorteado en primer término y los dos
propuestos por las partes de común acuerdo.

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Si se ofreciera prueba testimonial, se admitirán
hasta cinco testigos por cada una de las partes pero si
por la complejidad del asunto se hiciera necesario un
mayor número, las partes podrán ofrecer más testigos; el
ofrecimiento de la totalidad de los testigos debe hacerse
en el momento de interponer la demanda de verificación
tardía o al contestarla (art. 284).
La limitación que establece la ley en relación al
número de testigos resulta lógica ya que con ella se
evita la dilación que podría provocar el hecho de tomar
declaración a personas que poco o nada nuevo podrían
arrimar al proceso. El que decide respecto de la
posibilidad de ampliar la cantidad de testigos a deponer
es –siempre- el juez.
Después de producida la totalidad de la prueba, o
declarada la negligencia en su producción, el síndico
emitirá su opinión.
Cabe aclarar que si el incidente de verificación
tardía tramitara como consecuencia de un proceso de
quiebra, las funciones de la sindicatura serán más
amplias. En ese supuesto, el síndico será notificado de
la presentación del pedido de verificación y se le
correrá traslado pues –en la quiebra- el deudor pierde la
legitimación procesal respecto de los bienes objeto de
desapoderamiento y es reemplazado por el síndico.
El escrito a través del cual el síndico emite su
opinión en relación a la pretensión esgrimida por el
peticionante de la verificación y las pruebas producidas
tiene similares características a las del informe
individual de la verificación tempestiva.
Tras el informe de la sindicatura, el juez dictará
sentencia declarando verificado, admitiendo o rechazando
el crédito o privilegio del mismo modo en que lo hace
respecto de la verificación tempestiva.
La resolución que se dicte en el incidente es
apelable.

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III.- PLAZO PARA LA PRESENTACION DEL PEDIDO
VERIFICACION TARDIA:

III. 1. Dispositivo general:


El art. 56 de la L.C. determina que el pedido de
verificación tardía debe deducirse por incidente mientras
tramite el concurso o, concluido éste, por la acción
individual que corresponda, dentro de los dos años de la
presentación en concurso y que vencido ese plazo,
prescriben las acciones del acreedor respecto del
concursado así como a los terceros vinculados al acuerdo
salvo que el plazo de prescripción (del crédito) sea
menor.
La disposición implica la no aplicabilidad de los
plazos comunes o especiales de prescripción, salvo que
ellos sean menores al término de dos años.

III.2. Los juicios no atraídos por el concurso:


El plazo de prescripción breve (dos años contados a
partir de la presentación del concurso preventivo) no
rige en el caso de los procesos no atraídos por el
concurso.
En ese supuesto, el acreedor puede insinuarse “en
término” hasta seis meses después de que recaiga
sentencia firme en el proceso seguido ante el juez
originario.
Esto significa que los acreedores que siguieron sus
juicios ante un tribunal distinto (conforme las
excepciones de art. 21), deben presentarse ante el juez
concursal –por lo general- varios años después con la
sentencia dictada por el juzgado donde tramitó el proceso
y pedir la verificación.
Distinta es la cuestión si la sentencia (obtenida en
juicio que tramitó en sede diferente de la concursal) se
obtiene cuando el concurso finalizó. En este caso, la
ley dispone, que el reclamo debe hacerse por el juicio
individual que corresponda.

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Vale aclarar que la norma es de aplicación exclusiva
en el procedimiento del concurso preventivo; no en la
quiebra.
Ello es así porque:
1.- el art. 56, está ubicado en la sección de Ia de
la ley que lleva por título “Efectos del Acuerdo
homologado” y en la quiebra no existe posibilidad de
contar con un “acuerdo homologado”;
2.- de lo legislado en la parte de quiebras, no
resulta remisión al art. 56, razón por la que no puede
considerarse que sea de aplicación a ese tipo de procesos
toda vez que no es posible establecer términos de
prescripción por analogía.
En consecuencia: el término de prescripción breve
rige sólo para el concurso preventivo exitoso, es decir,
aquel que no se frustra por haber terminado por
desistimiento o por quiebra indirecta.
En la quiebra, los acreedores pueden presentarse a
verificar de manera tardía hasta que se dicte la
resolución de conclusión pero con la particularidad de
que aquellos acreedores que reclamen verificación
después de que se hubiere presentado el proyecto de
distribución final, sólo tendrán derecho a participar de
los dividendos de las futuras distribuciones
complementarias en la proporción que corresponda al
crédito total no percibido (ver art. 223 L.C.Q.).

III. 3. Fundamento dela prescripción breve en el


concurso preventivo:
El fundamento está dado en que el trámite concursal
requiere de la “cristalización” del pasivo y para
concretar dicha cristalización es necesario evitar las
alteraciones que podrían producirse de aparecer pasivos
cuya existencia se mantuvo oculta no sólo durante el
trámite del concurso sino durante varios años después de
haberse promovido el mismo.

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IV. LAS COSTAS DEL INCIDENTE
Como la LCQ contempla un procedimiento de
verificación tempestivo que no genera costas, la
jurisprudencia ha consagrado el principio general de que
en el incidente de verificación tardía los gastos y
costas se imponen al acreedor, cualquiera sea el
resultado.

La solución pretoriana se basa en que no es justo


tratar de igual modo a aquél que se ocupó de insinuarse
en debido plazo y a quien fue displicente y obligó a un
mayor desgaste procesal.

No obstante la razonabilidad del fundamento, la


regla de “costas al verificante tardío” no es de
aplicación absoluta, siendo profusa la jurisprudencia que
la ha relativizado a través de la admisión de una serie
de excepciones. Así, en cada caso, el juez tendrá que
valorar las circunstancias que han determinado que la
presentación se haga en forma tardía y si advirtiera que
no medió negligencia sino que existió una causal
impeditiva, el principio cederá y se impondrán las costas
en el orden causado.

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Bibliografía:
 Casadío Martínez Claudio A., “Insinuación en el
pasivo concursal”, Bs. As. 2001, Ed. Astrea.
 Fassi, Santiago C- Gebhardt, Marcelo “Concursos y
quiebras”, Capital Federal, 1996, Ed. Astrea.
 Galíndez, Oscar, “Verificación de créditos”, segunda
edición, Bs. As. 1997, Ed. Astrea.
 García Silvana M. “Prescripción abreviada concursal
–art. 56 ley de concursos y quiebras- supuestos en
los que se aplica” en De la insolvencia, “in
memoriam” de Héctor Cámara y Francisco Quintana
Ferreyra, Córdoba, Ed. Advocatus, 2000, pág. 239.
 Maffía Osvaldo J. “La verificación de créditos en la
nueva ley de concursos”, Bs. As. 1996, Ed. Depalma.

10
 Rivera Julio C.- Roitman Horacio- Vitolo Daniel R.
“Concursos y quiebras. Ley 24.522, Santa Fe 1995,
Ed. Rubinzal Culzoni.
 Rouillon Adolfo A.N. “Régimen de concursos y
quiebras. Ley 24.522, 17ª edición, 2015, Ed. Astrea.

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