Verificacion Tardia - Graciela Cuneo
Verificacion Tardia - Graciela Cuneo
Verificacion Tardia - Graciela Cuneo
Preparado por la
Prof. Graciela Cuneo Banegas.
Aclaración previa:
El presente tiene por objeto tratar el procedimiento
de verificación tardía en el concurso preventivo.
No obstante, y para dar respuesta a interrogantes
que seguramente se plantearán a medida que se avance en
el estudio de la asignatura, se han efectuado algunas
breves consideraciones, del tema, en la quiebra.
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juez de la radicación originaria hasta el
dictado de sentencia (art. 21 inc. 2).
c) Acreedores laborales que opten por
continuar los juicios iniciados antes de
la presentación o que promuevan nuevas
acciones laborales (art. 21 inc. 2).
Estos procesos habrán de seguirse ante el
tribunal de su radicación originaria o
ante el que resulte competente (si se
tratara de acciones laborales nuevas).
d) Acreedores cuya pretensión se dirija
contra un litisconsorcio pasivo necesario
y decidan entablar el respectivo juicio de
conocimiento (art. 21 inc. 3 LCQ). En ese
supuesto, el juicio se sigue –también-
ante el juzgado de su radicación hasta el
dictado de sentencia.
I.1 Generalidades:
La Ley Concursal no cuenta con una sección especial
en la que se regulen los pasos que deben seguir los
acreedores que no insinuaron sus créditos en forma
tempestiva. Por el contrario, las disposiciones respecto
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de la verificación tardía están dispersas en distintos
artículos: 50, 56, 223, 231 y 287.
Lo inadecuado de la metodología utilizada por el
legislador se patentiza si se repara que el art. 56 (que
en su 5to párrafo trata la “verificación tardía”) está
ubicado en el Capítulo V de la Ley (Impugnación,
homologación, cumplimiento y nulidad del acuerdo),
Sección III (Efectos del acuerdo) y que tampoco existe
una disposición específica que refiera a la posibilidad
de peticionar la verificación tardía en la quiebra.
A pesar de la omisión apuntada, no caben dudas que
en la quiebra, al igual que en el concurso preventivo,
existe el derecho a insinuarse tardíamente, conclusión a
la que se llega a partir de lo dispuesto en los
artículos:
110 (que da al fallido la posibilidad
de intervenir en los incidentes de
verificación tardía)
223, en cuanto alude a los acreedores
que se presentaron a reclamar sus
acreencias después de haberse
presentado el proyecto de distribución
final y
231, que dispone que después de la
clausura del procedimiento, los
acreedores no presentados podrán suplir
su omisión si denuncian la existencia
de nuevos bienes.
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acreedores que no concurrieron en forma oportuna, pueden
incoar sus demandas de verificación tardía.
Los arts. 50 y 56 de la LCQ refieren el
procedimiento que corresponde imprimir a esos pedidos;
la primera de las normas –que regula la posibilidad de
impugnación del acuerdo preventivo- establece que la
facultad impugnativa la tienen los acreedores con derecho
a voto y quienes hubieran deducido incidente de
verificación por no haberse presentado en término o por
no haber sido admitidos sus créditos quirografarios, en
tanto que en el art. 56 dice: “... El pedido de
verificación tardía debe deducirse por incidente mientras
tramite el concurso ...” Y “Cuando la verificación
tardía tramite como incidente durante el concurso, serán
parte en dicho incidente el acreedor y el deudor ...”
De estas disposiciones resulta con absoluta claridad
que el procedimiento que debe seguirse a los fines de la
verificación no tempestiva es el de los incidentes (arts.
280 a 287) y que las partes en el incidente interpuesto
en el concurso preventivo son: el pretenso acreedor y el
deudor.
En la quiebra, en cambio, el art. 110 dispone que el
fallido, pierde la legitimación procesal respecto de los
bienes desapoderados pero puede hacerse parte en los
incidentes de verificación tardía. Por ello, el deudor
cesante podrá participar en el trámite de verificación,
participación que no excluirá al síndico al quien se le
correrá traslado de la demanda verificatoria y podrá
ofrecer y producir pruebas.
En concreto:
En el concurso, participan: el pretenso
acreedor y el deudor mientras que el síndico
se limita a producir su informe después de
rendida toda la prueba.
En la quiebra participan: el promotor del
incidente de verificación, el fallido (si así
lo dispone) y el síndico o sólo el pretenso
acreedor y el síndico (para el caso que el
deudor decidiera no participar).
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II.3. Trámite incidental:
Habiendo dejado sentado que la verificación no
tempestiva se efectúa a través de incidente, corresponde
mencionar que el mismo se sustancia por pieza separada
(art. 280 ) y que “En el escrito en el que se plantee …
debe ofrecerse toda la prueba y agregarse la documental”
(art. 281)
De ello resulta:
a) Que el pedido que formula el acreedor debe
hacerse por escrito ante el juez del
concurso.
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documental y ofrecer toda la demás de la que quiera
valerse.
En el caso que las únicas pruebas que se hubieran
ofrecido fueran documentales, el juez tendrá que correr
una vista al síndico para que dé su opinión fundada
sobre la procedencia o no de la verificación del crédito
y, en su caso, del privilegio pretendido. Después de que
el síndico haya informado, el juez dictará sentencia en
el incidente.
Si se ofrecieron otras pruebas (aparte de la
documental), el art. 282 de la LCQ determina que ellas
deben de diligenciarse en el término que el juez señale
dentro de un máximo de veinte días.
Si las probanzas no se produjeran en el término
fijado por el juez o dentro del plazo del plazo máximo de
20 días (si no se dispuso uno menor), el tribunal podrá
declarar la negligencia en la producción y la prueba –en
ese caso- se perderá.
Producida toda la prueba o declarada la
negligencia, el juez correrá vista al síndico para que se
expida sobre el pedido de verificación; el síndico
emitirá su informe (en base a lo pretendido y probado en
el incidente) y después de recibido ese informe, el juez
dictará sentencia.
En cuanto a las pruebas, ya hemos señalado que la
documental debe adjuntarse a la demanda de verificación o
al escrito de contestación. Las otras, podrán ser:
pericial, testimonial, confesional, informativa.
Con relación a la pericial, el art. 283 dispone
que debe ser practicada por un solo perito (designado de
oficio y por sorteo de la lista obrante en la
jurisdicción). Pero si la naturaleza del asunto lo
justifica (por ejemplo, por su complejidad) en lugar de
un único perito, pueden designarse tres.
En ese caso, dentro de los días posteriores a la
designación, las partes pueden proponer en conjunto y por
escrito, la designación de dos peritos. De ese modo, se
dejará sin efecto la designación de los peritos sorteados
en segundo y tercer término y la pericia será llevada a
cabo por el sorteado en primer término y los dos
propuestos por las partes de común acuerdo.
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Si se ofreciera prueba testimonial, se admitirán
hasta cinco testigos por cada una de las partes pero si
por la complejidad del asunto se hiciera necesario un
mayor número, las partes podrán ofrecer más testigos; el
ofrecimiento de la totalidad de los testigos debe hacerse
en el momento de interponer la demanda de verificación
tardía o al contestarla (art. 284).
La limitación que establece la ley en relación al
número de testigos resulta lógica ya que con ella se
evita la dilación que podría provocar el hecho de tomar
declaración a personas que poco o nada nuevo podrían
arrimar al proceso. El que decide respecto de la
posibilidad de ampliar la cantidad de testigos a deponer
es –siempre- el juez.
Después de producida la totalidad de la prueba, o
declarada la negligencia en su producción, el síndico
emitirá su opinión.
Cabe aclarar que si el incidente de verificación
tardía tramitara como consecuencia de un proceso de
quiebra, las funciones de la sindicatura serán más
amplias. En ese supuesto, el síndico será notificado de
la presentación del pedido de verificación y se le
correrá traslado pues –en la quiebra- el deudor pierde la
legitimación procesal respecto de los bienes objeto de
desapoderamiento y es reemplazado por el síndico.
El escrito a través del cual el síndico emite su
opinión en relación a la pretensión esgrimida por el
peticionante de la verificación y las pruebas producidas
tiene similares características a las del informe
individual de la verificación tempestiva.
Tras el informe de la sindicatura, el juez dictará
sentencia declarando verificado, admitiendo o rechazando
el crédito o privilegio del mismo modo en que lo hace
respecto de la verificación tempestiva.
La resolución que se dicte en el incidente es
apelable.
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III.- PLAZO PARA LA PRESENTACION DEL PEDIDO
VERIFICACION TARDIA:
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Vale aclarar que la norma es de aplicación exclusiva
en el procedimiento del concurso preventivo; no en la
quiebra.
Ello es así porque:
1.- el art. 56, está ubicado en la sección de Ia de
la ley que lleva por título “Efectos del Acuerdo
homologado” y en la quiebra no existe posibilidad de
contar con un “acuerdo homologado”;
2.- de lo legislado en la parte de quiebras, no
resulta remisión al art. 56, razón por la que no puede
considerarse que sea de aplicación a ese tipo de procesos
toda vez que no es posible establecer términos de
prescripción por analogía.
En consecuencia: el término de prescripción breve
rige sólo para el concurso preventivo exitoso, es decir,
aquel que no se frustra por haber terminado por
desistimiento o por quiebra indirecta.
En la quiebra, los acreedores pueden presentarse a
verificar de manera tardía hasta que se dicte la
resolución de conclusión pero con la particularidad de
que aquellos acreedores que reclamen verificación
después de que se hubiere presentado el proyecto de
distribución final, sólo tendrán derecho a participar de
los dividendos de las futuras distribuciones
complementarias en la proporción que corresponda al
crédito total no percibido (ver art. 223 L.C.Q.).
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IV. LAS COSTAS DEL INCIDENTE
Como la LCQ contempla un procedimiento de
verificación tempestivo que no genera costas, la
jurisprudencia ha consagrado el principio general de que
en el incidente de verificación tardía los gastos y
costas se imponen al acreedor, cualquiera sea el
resultado.
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Bibliografía:
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pasivo concursal”, Bs. As. 2001, Ed. Astrea.
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edición, Bs. As. 1997, Ed. Astrea.
García Silvana M. “Prescripción abreviada concursal
–art. 56 ley de concursos y quiebras- supuestos en
los que se aplica” en De la insolvencia, “in
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Ferreyra, Córdoba, Ed. Advocatus, 2000, pág. 239.
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“Concursos y quiebras. Ley 24.522, Santa Fe 1995,
Ed. Rubinzal Culzoni.
Rouillon Adolfo A.N. “Régimen de concursos y
quiebras. Ley 24.522, 17ª edición, 2015, Ed. Astrea.
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