Tema 6. Teoria Constitucción
Tema 6. Teoria Constitucción
Tema 6. Teoria Constitucción
Artículo 16: «Toda sociedad en la que no esté asegurada la garantía de los derechos ni
determinada la separación de los poderes carece de Constitución»
ORÍGENES.
El movimiento liberal establecerá las bases del moderno concepto de Constitución, con la
finalidad de asegurar la libertad ciudadana frente al poder político, con un carácter garantista
tendente a consagrar el respeto a los derechos individuales y la división de poderes.
Hitos históricos:
EL CONCEPTO DE CONSTITUCIÓN.
Tres conceptos:
Concepto sociológico: configura la Constitución como la forma de ser de un pueblo, como la manera
de existir de una sociedad o de una nación.
EL PODER CONSTITUYENTE.
La teoría del poder constituyente tiene su origen en el proceso revolucionario francés y va unida a la figura de
Sieyès y al concepto de soberanía nacional.
La nación es la titular del poder constituyente, que únicamente puede ejercerse a través de representantes
extraordinarios, que tienen la condición de comisionados, no pudiendo ejercer funciones propias de los poderes
constituidos. Quien ejerce el poder constituyente no puede actuar como poder constituido.
El poder constituyente es aquel poder originario, creador de un orden nuevo, que no se apoya en ninguna
legalidad anterior y que carece de límites para actuar. Es la expresión de la soberanía, tiene carácter permanente,
creador de un orden nuevo y sólo actúa en momentos fundacionales o de cambio político radical.
Los poderes constituidos son poderes derivados y sujetos a límites. Su existencia deriva de la propia Constitución,
quedando su actuación regulada por ella.
La Constitución no puede ser considerada como un programa político, sino como un marco
jurídico normativo con una dimensión axiológica (de valores), ya que responde a una
determinada concepción valorativa que debe permitir la adaptación de la Constitución a las
nuevas realidades.
La doble condición de la Constitución como norma jurídica y como norma suprema la configura no
sólo como fuente del Derecho, sino como una norma reguladora del propio sistema de fuentes.