Conectividad Ecológica Del Territorio y Conservación de La Biodiversidad
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Mikel Gurrutxaga
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NEKAZARITZA DEPARTAMENTO DE
ETA ARRANTZA SAILA AGRICULTURA Y PESCA
Vitoria-Gasteiz 2004
GURRUTXAGA SAN VICENTE, Mikel
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad : nuevas perspectivas en ecología del
paisaje y ordenación territorial / Mikel Gurrutxaga San Vicente. - 1ª ed., 1ª reimp - Vitoria-Gasteiz : Eusko
Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia = Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 2004
p. ; cm. - (Informes Técnicos ; 103)
ISBN 84-457-2133-X
1. Paisaje-Protección. 2. Ordenación del territorio-Aspectos ambientales. I. Euskadi. Departamento de
Agricultura y Pesca. II. Título. III. Serie.
504.54.06
711:504
Internet: www.euskadi.net
Impresión: Lankopi
Ibañez de Bilbao, 11-48012 BILBAO
ISBN: 84-457-2133-X
D.L. BI-1374-04
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1. INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.1. Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.2. Resumen de contenidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.3. Objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.4. Enfoque de estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
AGRADECIMIENTOS
AGRADECIMIENTOS 5
1. INTRODUCCIÓN
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
SUMARIO
1.1. ANTECEDENTES..........................................................................................................................9
1.2. RESUMEN DE CONTENIDOS ....................................................................................................... 11
1.3. OBJETIVOS .............................................................................................................................. 12
1.4. ENFOQUE DE ESTUDIO.............................................................................................................. 13
1.4.1. Ecología del Paisaje y estudio integrado del territorio .................................................................. 13
- Aplicación al estudio de la problemática de los procesos de fragmentación de hábitats ........ 15
1.4.2. Análisis del paisaje desde la integración de sus componentes espacial y funcional........................... 18
- Estructura espacial del paisaje: el modelo matriz-mancha-corredor .................................. 18
- Atributos espacio-funcionales de los patrones paisajísticos .............................................. 19
Fragmentación....................................................................................................... 20
Conectividad.......................................................................................................... 20
Heterogeneidad ..................................................................................................... 23
INTRODUCCIÓN 8
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
1.1. ANTECEDENTES
INTRODUCCIÓN 9
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
una especie entre las teselas con recursos. Si bien las plantas poseen eficaces medios
de dispersión y satisfacen sus necesidades vitales en el área inmediata donde se
asientan, en el caso de las especies faunísticas la capacidad de desplazamiento a
través del territorio es un factor clave en su accesibilidad a numerosos recursos.
De esta manera, dentro del dominio vital de la especie, ésta debe ser capaz de
acceder a sus lugares de alimentación, refugio o cría y, en su caso, de realizar los
desplazamientos estacionales que requiera.
INTRODUCCIÓN 10
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
INTRODUCCIÓN 11
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
Tras explicar los enfoques desde los se estudia la conectividad, se propone una
metodología de diagnóstico de la conectividad ecológica a escala regional basada en la
consideración de las resistencias al desplazamiento de especies sensibles a la
fragmentación que oponen los diferentes usos del suelo, utilizando Sistemas de
Información Geográfica. Como caso práctico se analiza la permeabilidad de la matriz
paisajística en la que se insertan las manchas remanentes de bosque autóctono en el
País Vasco para especies de fauna forestal no voladora. Además, se calculan rutas de
máxima permeabilidad (mínimo coste de desplazamiento) para la fauna forestal entre
manchas de bosque.
1.3. OBJETIVOS
INTRODUCCIÓN 12
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
INTRODUCCIÓN 13
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
Así, bajo la idea básica de que la Ecología del Paisaje analiza los patrones
paisajísticos como resultado de la interacción dinámica entre las actividades antrópicas
y la naturaleza, dicha disciplina integra el estudio de las relaciones entre las
variaciones de los patrones espaciales del paisaje, sus causas y sus consecuencias
sobre los procesos ecológicos. Concretamente, trata de estudiar tanto la manera en
que las actividades antrópicas modifican los elementos que conforman el paisaje, sus
características y sus relaciones espacio-funcionales, como la forma en que los
organismos silvestres y los ciclos geoquímicos se comportan ante la calidad y
disposición de dichos elementos.
INTRODUCCIÓN 14
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
INTRODUCCIÓN 15
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
INTRODUCCIÓN 16
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
INTRODUCCIÓN 17
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
Más allá de la estructura espacial del paisaje, los flujos entre los elementos son
fundamentales para explicar el funcionamiento del territorio. El papel conector de los
corredores entre las manchas afines es uno de los aspectos a considerar.
INTRODUCCIÓN 18
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
mancha
corredor
matriz
Figura 1. Ejemplo esquemático de estructura del paisaje: matriz agrícola con manchas y
corredores de bosque insertos. Fuente: Forman y Godron (1986).
INTRODUCCIÓN 19
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
Fragmentación
Conectividad
INTRODUCCIÓN 20
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
INTRODUCCIÓN 21
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
Especie de borde
Figura 2. Relación entre la conectividad espacial y funcional según la movilidad de las especies
asociadas al hábitat fragmentado. Modificado de Burel y Baudry (2002).
INTRODUCCIÓN 22
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
Heterogeneidad
Por ejemplo, las especies multihábitat, que son aquellas que requieren de
diferentes elementos paisajísticos para realizar sus funciones y completar su ciclo
vital, se asocian necesariamente a paisajes heterogéneos. Además, la coexistencia de
distintos grupos de especies, asociados a diferentes biotopos, es una circunstancia que
incrementa la biodiversidad global y que se produce en paisajes estructuralmente
heterogéneos (Atauri y de Lucio 2001).
INTRODUCCIÓN 23
I. PROBLEMÁTICA DE LOS PROCESOS
DE FRAGMENTACIÓN DE HÁBITATS
2. LOS PROCESOS DE FRAGMENTACIÓN DE HÁBITATS Y LA DINÁMICA
ESPACIAL DE LOS PATRONES DEL PAISAJE
Conectividad ecológica del territorio y conservación de la biodiversidad
SUMARIO
2.1. CAMBIOS EN LOS USOS DEL SUELO CAUSANTES DE LA FRAGMENTACIÓN DE HÁBITATS ............... 29
2.1.1. Intensificación de la agricultura........................................................................................ 30
2.1.2. Explotación forestal intensiva........................................................................................... 31
2.1.3. Degradación de zonas húmedas ....................................................................................... 32
2.1.4. Deforestación por incendios ............................................................................................. 32
2.1.5. Infraestructuras y captaciones en los cursos fluviales .......................................................... 32
2.1.6. Actividades extractivas ................................................................................................... 33
2.1.7. Urbanización ................................................................................................................. 34
2.1.8. Construcción de infraestructuras lineales ........................................................................... 34
2.1.9. Vallados ....................................................................................................................... 35
2.2. FRAGMENTACIÓN DE HÁBITATS Y EVOLUCIÓN DE LOS PATRONES ESPACIALES DEL PAISAJE ......... 35
Los medios agrarios ocupan gran parte del territorio en numerosas regiones y,
por ello, sus características internas tienen una gran influencia en el grado de
alteración de los procesos ecológicos esenciales.
Las áreas afectadas sufren la degradación del hábitat que introducen prácticas
como la tala a hecho del estrato arbóreo, la corta excesiva del estrato arbustivo, la
explotación de zonas con alta pendiente y de márgenes de los cursos fluviales, con el
consiguiente aumento de la erosión edáfica, o la plantación de grandes masas
arbóreas monoespecíficas.
Los usos anteriores a los que se destinaban las zonas donde se asientan estas
explotaciones son diversos. Cuando se disponen sobre antiguas áreas de bosque poco
o parcialmente manejadas por el hombre, contribuyen de forma importante a la
pérdida y fragmentación de estos hábitats forestales.
Por otro lado, la construcción de azudes y presas en los cauces fluviales tiene
un efecto fragmentador de este hábitat acuático, en la medida en que impiden o
limitan el libre flujo de organismos asociados al mismo. En el caso de organismos sin
capacidad de movimiento en el medio terrestre, como los peces, estas barreras físicas
pueden aislar completamente a poblaciones en ciertos tramos del río o impedir la
entrada y ascensión por el río de especies migradoras desde el medio marino. Otros
organismos como la nutria (Lutra lutra) y el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus),
tambien sufren un efecto barrera provocado por las presas. En el apartado 3.3.3.2. se
explica con mayor detalle los impactos negativos de las presas y azudes sobre la fauna
ligada al medio fluvial.
2.1.7. Urbanización
2.1.9. Vallados
Por otro lado, debido a los procesos de división y reducción de los fragmentos
se produce un aumento de la relación perímetro/superficie de los mismos (figura 3),
incrementándose así la presencia en el paisaje de zonas de borde entre los fragmentos
de interés natural y los espacios periféricos. Dependiendo de la naturaleza de la
intervención que los ha creado y del grado de contraste entre las unidades
paisajísticas que separan, los bordes serán más o menos graduales.
SUMARIO
El predominio de las áreas de borde incide sobre las interacciones entre las
especies de la comunidad biológica (Fagan et al. 1999; Matlack y Litvaitis 1999). A
través de los bordes los fragmentos pueden recibir la penetración de organismos
generalistas y la invasión de especies exóticas, así como sustentar una mayor
presencia de especies asociadas al propio ecotono o a la matriz.
Fruto del efecto borde, plantas invasoras pueden llegar a desplazar a especies
nativas que proveen alimento a la fauna forestal. A su vez, depredadores que habitan
Entre los efectos de borde sobre las áreas de hábitat que se derivan de las
actividades antrópicas desarrolladas en su periferia se encuentra el producido por las
actividades agrícolas intensivas, que provocan la contaminación del suelo mediante el
uso los fertilizantes y fitosanitarios en los campos de cultivo adyacentes. Además, la
ocurrencia de plagas en los fragmentos puede aumentar por su proximidad a las zonas
agrícolas.
Paralelamente, cabe citar que estos fenómenos se ven también favorecidos por
la introducción por el hombre de especies alóctonas que ocupan el mismo nicho que
organismos autóctonos, pudiendo provocar en éstos procesos de exclusión
competitiva, hibridación o transmisión de enfermedades. Por ejemplo, el visón
americano (Mustela vison), especie explotada en Europa en granjas peleteras,
desplaza al visón europeo (Mustela lutreola) de ecosistemas fluviales y ribereños, de
forma que la competencia interespecífica entre ambos es la hipótesis más manejada
para explicar la notable regresión del visón autóctono en Europa (Maran y Henttonen
1995). Además, el visón americano transmite al visón europeo el virus de la
enfermedad aleutiana del visón (ADV), mermando las poblaciones de éste en mayor o
menor medida según la cepa de que se trate.
causando una gran mortandad en sus poblaciones (Gydemo 1992). Todo ello ha
favorecido la notable regresión de las poblaciones peninsulares de Austrapotamobius
pallipes en las últimas décadas.
Por último, si el flujo de organismos entre los fragmentos es muy bajo o nulo,
cada parche contiene una población distinta.
infraestructuras viarias en Nortemérica (Thiel 1985, Jensen et al. 1986; Mech et al.
1988, Weaver et al. 1996, Mladenoff et al. 1997).
La importancia del efecto barrera que ejerce una infraestructura sobre la fauna
depende tanto de las características físicas de la vía como de las pautas de
comportamiento de las especies (Rosell y Velasco 1999).
En general, las autopistas y las líneas de tren de alta velocidad son las barreras
físicas más importantes, dada la existencia de una valla perimetral a ambos lados de
dichas infraestructuras.
Por ejemplo, la autopista A-8 y las autovías N-1 y N-622 han frenado la
expansión del corzo (Capreolus capreolus) desde el norte de Burgos hacia el este
(Fernández 1999), de forma que la velocidad de dispersión de la especie hasta los
valles situados al oeste de dichas infraestructuras (situados en Álava oriental y Bizkaia
suroriental) ha diferido en gran medida de la que se ha desarollado al este de las
mismas. El paso significativo de individuos a través de estas barreras no ha tenido
lugar hasta que se han alcanzado poblaciones aceptables en la vertiente oeste de las
vías (Markina 2000). Tras la práctica desaparición del corzo en el territorio de la
Comunidad Autónoma del País Vasco a finales del siglo XIX (Reija et al. 1991), la
recolonización del área desde los núcleos de distribución de la Cordillera Cantábrica y
Pirineos, a través del norte de Burgos por el este y del norte de Navarra por el oeste
respectivamente, podría llegar a unir ambos núcleos que se han visto aisladas durante
varias décadas. Dejando a un lado los patrones no naturales de distribución de la
especie motivados por repoblaciones realizadas con fines fundamentalmente
cinegéticos en divesos puntos del País Vasco, el efecto barrera de las infraestructuras
lineales menos permeables resulta clave en la ralentización de la reocupación del
espacio.
Por otra parte, en cuanto a las carreteras no segregadas, cuanto más ancha es
la vía y más tráfico soporta, el efecto barrera es potencialmente más intenso.
Otras especies fuertemente afectadas por los atropellos son las que buscan
alimento en las márgenes de la carreteras o en los animales muertos que yacen en la
calzada. La lechuza (Tyto alba) presenta notables tasas de mortalidad (Fajardo 1990,
Illana y Paniagua 1998), por esta razón, al igual que el zorro (Vulpes vulpes), la
urraca (Pica pica) y el milano negro (Falco tinnunculus), entre otros. Asimismo las
serpientes muestran un gran incremento de la mortalidad en otoño, ya que utilizan,
preferente en esta estación, el asfalto para calentarse.
Las especies piscícolas más afectadas por el efecto barrera de las presas son
las migradoras diadromas, que realizan desplazamientos entre el mar y los cursos
fluviales por razones reproductivas. Entre éstas destacan por su grado de afección
negativa las especies anadromas, que crían en los cursos fluviales y desarrollan su
etapa de crecimiento en el mar, de forma que necesitan ascender a sus frezaderos en
la madurez para reproducirse. Las especies catadromas, en cambio, se reproducen en
el mar y crecen en los cursos fluviales, de forma que si bien ciertas presas no les
impiden descender a sus lugares de cría, su efecto barrera en sentido ascendente
restringe notablemente su área vital. Este es el caso de las anguilas (Anguilla
anguilla), especie cuya área de distribución en la Península Ibérica se ha reducido a
una franja costera que supone menos del 20 % del área que ocupaba a principios del
siglo XX (Prenda et al. 2003).
En general, la fuerte regresión que han sufrido las especies diadromas ibéricas
se ha debido en gran medida a la proliferación de presas en el último siglo (Doadrio et
al. 1991). Dos de estas especies ibéricas, la lamprea de río (Lampetra fluviatilis) y el
esturión común o sollo (Accipenser sturio), ambas anadromas, se consideran extintas
en la Península Ibérica.
Lorencio 1991; García- González y Utrilla 2002). Accipenser sturio es una especie
emblemática que habitaba los ríos europeos al oeste de los Urales. Actualmente sólo
existe una población documentada en la cuenca del río Garona (Francia) en precario
estado de conservación (Gasent et al. 2001).
información de los sondeos realizados para la nutria, concluyendo que la mayor parte
de los embalses coincide con el límite de distribución de la especie. Además, diversas
poblaciones de nutria que quedaron aisladas tras la construcción de un embalse se
extinguieron en el periodo de estudio.
SUMARIO
Las definiciones del concepto corredor que han utilizado los diferentes autores
han confundido a menudo la forma y la función, siendo necesaria una
homogeneización de criterios. En un intento de clarificar el significado de dicho
concepto, Rosenberg (1997) postula que un corredor es un elemento lineal del paisaje
que proporciona movimiento entre manchas de hábitat, pero no necesariamente sirve
como lugar de reproducción. Por tanto, no todas los requerimientos ecológicos del
ciclo vital de una especie pueden ser cubiertos en un corredor. La diferencia entre un
corredor y un hábitat para una especie es que éste le proporciona todos aquellos
requerimientos para la supervivencia, la reproducción y el movimiento, estando
formado por una o varias manchas.
corredor
mancha mancha
Figura 5. Estructura esquematizada de un corredor lineal que conecta dos manchas de hábitat.
Modificado de Rosenberg et al. (1997)
Como resultado del interés creado entre los investigadores y gestores por los
corredores como elementos paisajísticos que permiten la dispersión de individuos y el
intercambio genético, se han acuñado diversos términos para referirse a ellos:
“corredores ecológicos”, “corredores verdes”, “corredores biológicos”, “corredores de
fauna”, “corredores de dispersión”, etc. En cambio, el término de “vías verdes” tiene
un significado diferente, ya que se refiere principalmente a espacios lineales para el
paseo y esparcimiento humano en el medio natural, rural o periurbano.
Por ello, a preguntas que ya se hacían los científicos y planificadores como qué
longitud máxima, anchura mínima o calidad de hábitat ha de tener un corredor para
permitir el desplazamiento de una especie determinada entre dos manchas de hábitat,
se añaden otras no menos trascendentes como qué patrones paisajísticos son más
eficaces para garantizar la continuidad de los flujos biológicos de una especie a través
del territorio.
Los vínculos están constituidos por zonas de interés conector entre hábitats de
interés natural y pueden darse a muy diferentes escalas espaciales. La estructura y
funcionalidad de estos espacios de interés conector pueden ser diversas como se
explica a continuación.
Por otro lado, una situación específica susceptible de ser resuelta por la
presencia de corredores se produce cuando se crea una barrera lineal que fragmenta
localmente el hábitat. La presencia de corredores que atraviesen la barrera lineal
permite la permeabilización de ésta a los desplazamientos de la fauna no voladora y la
conexión física del hábitat situado en ambas vertientes de la misma.
Figura 6. Movimientos a través del paisaje asistidos por puntos de paso. Modificado de Bennett
(1999).
Los mosaicos paisajísticos que poseen potencial como áreas de interés conector
están en general constituidos por una serie de hábitats naturales y seminaturales que
en su conjunto mantienen una elevada permeabilidad biológica. Así, diversos
organismos silvestres se desplazan a través del mosaico paisajístico en base a una
relativa tolerancia a los diferentes hábitats que lo componen. Por tanto, estos
mosaicos permeables no pertenecen a la tipología de paisajes fragmentados, en los
cuales la heterogeneidad espacial que presentan incide negativamente sobre la
conectividad funcional de los mismos.
Asimismo los mosaicos cumplen una función importante para aquellas especies
multihábitat que requieren de recursos de diferentes unidades del mosaico. En este
SUMARIO
Por ejemplo, las aves en la época de cría se desplazan desde los nidos a
hábitats próximos para buscar alimento con qué nutrirse y alimentar a las crías. La
distancia desde el lugar de cría a los espacios con recursos alimenticios y la presencia
de estructuras de hábitat por los que efectuar los desplazamientos entre ambos son
factores críticos para la elección del lugar de nidificación de diversas especies de aves,
afectando directamente al estado de conservación de las mismas.
Se han señalado diversos factores intrínsecos y extrísecos que inciden sobre los
patrones de dispersión animal. Diversas especies presentan una gran tendencia innata
a dispersarse independientemente de las condiciones del medio (Allen y Sargeant
1993; Hansson 2003). Asimismo en ciertos taxones se atribuye un papel notable a
aspectos como la densidad de población de la especie en el área de nacimiento
(Ruxton 1996; Jánosi y Scheuring 1997; Travis y Dytham 1999), el comportamiento
territorial de los adultos (Grenwood y Harvey 1982) y la estructura de edades de la
población (Johst y Brandl 1999).
Dentro de este tipo de desplazamientos, destacan los que a medio y largo plazo
podrían verse obligados a realizar numerosas especies en respuesta al cambio
climático (Pitelka et al. 1997; Wuethric 2000). Si las previsiones de calentamiento
global del planeta se cumplen, se producirán profundos cambios en la cubierta vegetal
y por consiguiente en las áreas de distribución natural de numerosas especies de flora
y fauna.
Por otro lado, la presencia de conexiones facilita que especies no nativas que
han sido introducidas por el hombre amplíen sus áreas de distribución, potenciando
fenómenos ecológicos no deseados como la competencia interespecífica. La
proliferación de ciertas especies invasoras puede ocurrir incluso en ausencia de
conexiones ecológicas de calidad en el paisaje, ya que gracias a su extraordinaria
capacidad de adaptación y colonización pueden ampliar con relativa facilidad sus áreas
de distribución. Asimismo, las conexiones pueden favorecer la transmisión de plagas,
parásitos y enfermedades. Ambas circunstancias se han dado en la expansión de
ciertas especies introducidas como el visón americano (Mustela vison) y el cangrejo
rojo americano (Procambarus clarkii) en Europa (ver apartado 3.3.1).
5.2.1. Funciones
Conducto
Filtro o barrera
Por otro lado, las conexiones en forma de corredor lineal pueden interceptar el
viento y las sustancias que éste transporta en suspensión, favoreciendo la disminución
de la velocidad del mismo y la sedimentación de dichas sustancias. Así, los setos y
riberas actúan controlando la erosión eólica de las tierras agrícolas a las que protegen.
Por último, hay que tener en cuenta que una estructura de hábitat que para
ciertas especies puede actuar como conexión entre diferentes fragmentos, para otras
puede suponer un espacio hostil que actúa como filtro o barrera. Por ejemplo, la
existencia de un corredor de bosque puede favorecer el desplazamiento de ciertas
especies forestales (p. ej. la marta Martes martes) mientras que limita el movimiento
de otras especies que dependen de la presencia de espacios abiertos para desplazarse
(p. ej. ciertas especies de mariposas).
Hábitat
Si bien la función que caracteriza a una conexión ecológica respecto a una
especie silvestre es la de permitir el movimiento de sus individuos a través del paisaje,
dicha conexión puede cumplir la función de hábitat reproductor para otras especies
con una menor movilidad y dominio vital.
Fuente
Sumidero
Conducto
Filtro
Hábitat
Fuente
Sumidero
Como posibles efectos negativos que las conexiones pueden provocar sobre la
integridad ecológica del paisaje, se apuntan las siguientes:
Por otro lado, el enfoque que adopta cada estudio concreto depende de la
función beneficiosa de la conexión cuyo grado de cumplimiento pretenda analizar. En
función de que se quiera comprobar el movimiento de los individuos, el aumento
poblacional o el incremento de la variabilidad genética de la población, el muestreo o
el seguimiento de la especie objeto de estudio se realizará de diferente manera.
Para obtener conclusiones válidas estos estudios deben documentar que las
conexiones son utilizadas como vías preferenciales de movimiento por los individuos,
de forma que se ha de registrar una frecuencia de los desplazamientos
significativamente mayor por medio de las conexiones que a través de la matriz. Así,
las investigaciones que se limitan a demostrar la presencia de individuos en las
conexiones, sin documentar desplazamientos preferenciales a través de las mismas,
no tienen interés probatorio de la eficacia de las conexiones para el movimiento de
individuos y por tanto para la conservación de poblaciones y especies.
Existe una serie de factores que influyen de manera decisiva sobre la eficacia
de las conexiones para las diferentes especies. En el caso de los corredores lineales, la
eficacia depende de su calidad de hábitat, de su configuración espacial (anchura,
forma, longitud), del tipo de áreas que conecta, de su ubicación en el paisaje y de las
caracteríticas de la matriz periférica (Harrison 1992; Lindenmayer y Nix 1993;
Anderson y Danielson 1997; Rosenberg et al. 1997).
1991) y los que presentan una longitud excesiva tienen menos probabilidades de
cumplir su función conectora, sobre todo si la especie beneficiaria no cría en el mismo
(Wilson y Linderayer 1995). A los corredores rodeados de una matriz de cierta calidad
o de usos extensivos que funcionan como áreas de amortiguación se les asocia una
mayor eficacia conectora (Harrison 1992, Rosenberg et al. 1997).
Las plantas se dispersan por el viento, el agua o los animales, siendo por tanto
las especies cuyas semillas presentan esta última forma de dispersión las que
mayormente pueden beneficiarse de las conexiones. Asimismo algunos autores
sugieren que en caso de que la conexión tenga una mayor calidad de hábitat que las
manchas que conecta diversas especies vegetales tenderán a establecerse y
reproducir dentro de la misma (Tilman et al. 1997).
Los organismos que se alimentan del polen de las flores juegan un papel
importante en la reproducción de especies vegetales. Ciertas especies de insectos que
transportan el polen pueden utilizar conexiones como vías preferenciales de
movimiento, favoreciendo la polinización y la consiguiente fecundación de los óvulos
estigmáticos de plantas que de otra manera podrán tener dificultades para producir
frutos y semillas.
sentido, las aves frugívoras y los mamíferos destacan por su potencial dispersor de
semillas.
Por otro lado, Hess (1994) advirtió mediante un modelo de simulación del
riesgo de la presencia de estructuras de hábitat que permitieran el incremento del
movimiento de individuos entre poblaciones en la transmisión de enfermedades, de
forma que podría verse comprometida la supervivencia de la totalidad de la
metapoblación.
5.3.4. Conclusiones
Las mayores dudas existentes entre los científicos atañen al grado de validez
atribuible a extrapolar las conclusiones obtenidas en estudios experimentales sobre el
uso de las conexiones en condiciones determinadas a la definición de la forma de
actuar en la práctica conservacionista en situaciones reales diversas.
SUMARIO
zonas agrícolas (Ibero 1998) favorece la funcionalidad del paisaje para numerosos
organismos silvestres, tanto los que encuentran en dichos elementos alimento, refugio
o lugar de reproducción (paseriformes, pequeños mamíferos), como los que se
desplazan a través de los mismos para poder atravesar la matriz agrícola. Entre éstos
se encuentran la ardilla Sciurus vulgaris (Wauters et al. 1994), el tejón Meles meles
(Broekhuinzen 1986), el sapo común Bufo bufo (Müller y Steinhwarz 1987) y diversos
murciélagos (Limpens y Kapteinj 1991; Verboom y Huitema 1997), aves (Clair et al.
1998) e insectos (Charrier et al. 1997).
Por otro lado, el diseño de redes de corredores fluviales se presenta como una
de las principales potencialidades del territorio para favorecer la conectividad (Baschak
y Brown 1994, Wenger 2000). No obstante, diversos autores han alertado sobre la
excesiva confianza con que a menudo se ha atribuido la función de corredores
ecológicos a los ecosistemas fluviales, ya que numerosas especies no acuáticas
requieren hábitats mínimos para atravesar distancias significativas de una
envergadura superior a la que presentan comúnmente los bosques de ribera (Elosegi y
Diez 1999). Así, la existencia de discontinuidades, estrechamientos y barreras o una
mala calidad en el hábitat en los corredores lineales, así como una elevada presión
ejercida sobre éstos por los usos del suelo adyacentes puede favorecer la mortalidad
de las especies que los utilizan para desplazarse (Harrison 1992, Lindenmayer y Nix
1993). Por ejemplo, las tasas de predación de nidos aumentan en los bordes de los
corredores, afectando especialmente a corredores estrechos en paisajes agrícolas con
elevada incidencia antrópica (Andren y Angelstam 1988; Keyser 2000).
Figura 10. Paisaje agrícola en mosaico que conserva una tupida red de setos.
A menudo los estudios sobre vida silvestre en medios urbanos se han centrado
en aves (p.ej. Tilghman 1987). En general, cuanto más intenso es el desarrollo
urbano, la comunidad de aves que habita las ciudades presenta una mayor proporción
de especies generalistas respecto a las especialistas. La diversidad de aves presentes
en la región en la que se asienta la ciudad tiene escasa incidencia sobre la diversidad
de aves que ésta presenta, de forma que la riqueza de especies en paisajes urbanos
se asocia en mayor medida a las características de los elementos de hábitat que
existen en el núcleo urbano y el entorno periurbano (Clergeau et al. 2001). La
diversidad de especies en parques urbanos se asocia fundamentalmente a la
diversidad de hábitats que éstos ofrecen y al tamaño de los mismos (Tilghman 1987;
Natuhara e Imai 1996; Jokimäki 1999; Savard et al. 2000). La intensidad en la
urbanización de la matriz (Tilgman 1987; Frieser et al. 1995) y las molestias
provocadas por las actividades humanas en los parques urbanos afectan también a la
Figura 12. Las calles arboladas favorecen la movilidad de las aves entre parques urbanos.
Por ejemplo, Rodríguez (1996) estudió la eficacia de los drenajes y otro pasos
no específicos para fauna como estructuras que atenúan el efecto barrera de
infraestructuras lineales, de forma que encontró el uso de los mismos por mamíferos
carnívoros depende en gran medida de que dichos pasos se sitúen cerca de manchas
de vegetación arbustiva y presenten cobertura en las entradas. Asimismo se están
realizado experiencias de control en pasos de diferentes carreteras (Cachón 2002;
Navàs y Rosell 2002) y líneas de tren de alta velocidad (Atienza y Hernáez 2002) de
reciente construcción.
Como medida correctora del efecto barrera de presas y azudes, las escalas
para la remontada de peces facilitan que los peces puedan ascender río arriba. Se
componen de una serie de artesas o depósitos dispuestos sucesivamente uno después
de otro comunicados entre sí por vertederos. En el diseño y ubicación de estas escalas
hay que tener en cuenta diversos factores, como el comportamiento, el tamaño y la
capacidad de salto de las especies que se pretenda proteger. La correcta ubicación de
la entrada a la escala (primera artesa) es fundamental para el buen funcionamiento
del paso. El pez, en cuando se topa con el obstáculo de la presa, ha de encontrar la
entrada a la escala sin dificultad y lo mas rápidamente posible, con objeto de que no
pierda energía y disponga de todas sus fuerzas para ascender (García de Jalón 2001).
El caudal ecológico marca el caudal mínimo que debe circular y define qué
características ha de tener el régimen de caudales para que se conserven las
comunidades fluviales de la ribera y del medio acuático del tramo derivado por la
minicentral. Aunque en las dos últimas décadas se ha investigado mucho sobre los
efectos de la regulación de caudales, todavía existe un notable desconocimiento
científico, especialmente sobre los requerimientos de muchas especies ibéricas, de las
que se carece de datos cuantitativos (García de Jalón 2001).
SUMNARIO
Existen muy pocos estudios sobre los efectos de los cambios de escala en el
análisis del paisaje. Debido a la desaparición de elementos del paisaje pequeños a
escalas de escasa resolución, cabe esperar mayores valores de conectividad del
hábitat al aumentar la resolución, máxime teniendo en cuenta que la resolución en el
análisis del paisaje debe ser varias veces menor que el tamaño de los elementos de
interés (O´Neill et al. 1996).
Los diferentes tipos de usos del suelo presentes en el territorio inciden sobre la
movilidad de los organismos silvestres entre las teselas con recursos, dificultándolos o
facilitándolos en diferente grado según la especie considerada, de forma que las
características y la configuración espacial de la matriz del paisaje son factores
determinantes de la conectividad funcional del paisaje y las metapoblaciones. Los
diferentes estudios experimentales que se han realizado en los últimos años sobre
conectividad funcional entre subpoblaciones y conexiones ecológicas para diversas
especies silvestres han servido para evaluar el papel de la matriz en el
comportamiento móvil de las especies. Estos estudios experimentales han aportado
datos necesarios para incorporar en el análisis del paisaje medidas de conectividad
ecológicamente escaladas (Vos et al., 2001).
Valores de
resitencia:
Valores de
costo-distancia:
Figura 14. Cálculo de distancias de coste de desplazamiento mediante SIG. Elaboración propia.
Bosques 1
Fase juvenil de bosque 5
Matorrales 10
Plantaciones forestales 15
Prebrezales 20
Vegetación herbácea 30
Prados y cultivos atlánticos 40
Erosiones margo-arcillosas 50
Roquedos 60
Cultivos leñosos 60
Cultivos de cereal, patata y remolacha 65
Parques urbanos y jardines 100
Zonas sin vegetación 100
Elementos lineales Valor de resistencia
Bosques de ribera 1
Carreteras de tráfico medio 40
Carreteras de tráfico alto 60
Autovías y autopistas 100
Tabla 2. Valores relativos de resistencia asignados a los diferentes usos del suelo.
Por otro lado, a partir de los mapas de permeabilidad es posible determinar las
rutas de mínimo coste de desplazamiento entre las fuentes, con importantes
implicaciones en la selección de áreas de interés conector y en el diseño de redes de
conexiones ecológicas entre manchas de hábitat. En los siguientes ejemplos se
obtienen las rutas de mínimo coste entre varios pares de puntos situados en los
bosques-fuente.
La ruta de mínimo coste entre las masas boscosas de los montes Urdaburu y
Otsabio pone de manifiesto la importancia conectora de las riberas del río Leizaran y
de diversos fragmentos de bosque inmersos en la matriz de plantaciones forestales,
así como la presencia de los túneles de la autovía Irurzun-Andoain junto al monte
Urdelar.
Urdaburu
Puntos a
conectar
Otsabio
Sierra de Cantabria
Montes de Vitoria
Montes de Vitoria
San Formerio
Cerro
Cerro
deSaldisale
Cerro deAlmurrain
Montes de Iturrieta
Montes de Vitoria
Usakoatxa
Sierra de Elgea
Altzaina
Sierra de Elgea
Llanada Alavesa
Entzia
Altzaina
Alto el Paletón
Iturrieta
Montes de Vitotia
Llanada Alavesa
Entzia
Iturrieta
Montes de Vitotia
Badaia
Badaia
Más allá de las medidas correctoras que se toman a nivel de ciertos tipos de
proyectos, como carreteras y líneas de tren de alta velocidad, la incorporación de los
criterios de prevención y mitigación de la fragmentación de hábitats y poblaciones ha
de realizarse en las primeras etapas de la planificación territorial, jugando la
Evaluación Estratégica Ambiental o Conjunta un papel decisivo en este sentido.
Esta Estrategia tiene una relevancia añadida por constituir el marco para la
coordinación de los recursos encaminados a conservar la diversidad biológica y
paisajística en toda Europa, por lo que aspira a ser un marco de referencia común
para otras estrategias de cariz territorial más reducido (nacional, regional, local) que
se desarrollen para dar cumplimiento al Convenio sobre la Diversidad Biológica
(Naciones Unidas 1992).
Por otro lado, cabe destacar la referencia de la Directiva 92/43/CEE del Consejo
Europeo relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora
silvestres o Directiva Hábitats a la necesidad de mejorar la coherencia ecológica de la
Red Natura 2000 mediante la gestión de aquellos elementos del paisaje que resulten
fundamentales para garantizar la migración, distribución geográfica y el intercambio
genético de las especies silvestres.
Para el caso de especies con poblaciones fragmentadas que son indicadoras del
buen estado de conservación de las teselas que habitan, pueden diseñarse redes de
corredores ecológicos que favorezcan a un amplio grupo de organismos asociados al
mismo tipo de hábitat.
Necesidades de investigación:
• Ante la clara dinámica regresiva que han sufrido las poblaciones de numerosos
taxones en medios fragmentados, existe una urgente necesidad de investigar
aspectos poco estudiados de la ecología espacial de las especies: patrones de
dispersión, dominios vitales, capacidad de desplazamiento en hábitats más o
menos hostiles, etc.
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