Ensayo - Literatura - D'addona

Colegio Nuestra Señora de La Merced
ENSAYO
1984: Entre Distopía y Realidad
Alumna: D’addona Malena

Curso: 6to Naturales
Profesor: Moral Rodrigo
Asignatura: Literatura
20 de septiembre de 2023
Introducción
Mientras la Segunda Guerra Mundial dejaba cicatrices profundas en la humanidad, el

mundo se encontraba inmerso en una era de creciente hostilidad ideológica, la Guerra Fría.
Este período, caracterizado por la confrontación entre bloques políticos opuestos, alimentó la
desconfianza, el miedo y la imposición de medidas de seguridad en muchas naciones, y es en
este adverso contexto donde George Orwell, un escritor comprometido con la verdad y
profundamente influenciado por estos acontecimientos históricos, decide canalizar su
inquietud en la creación de “1984”, una novela de ciencia ficción que nació como una
ardiente crítica hacia la opresión totalitaria, la manipulación del lenguaje y el menosprecio de
la libertad en un mundo donde el control se había vuelto asfixiante.
La ciencia ficción, un género que durante ese período aún se hallaba en sus inicios,
surgió como el vehículo perfecto para la crítica y la exploración de las preocupaciones
sociopolíticas de la época. Orwell, con su gran talento literario tomó las riendas de este
género para construir un mundo ficticio que, irónicamente, se sentía aterradoramente real.
En este ensayo exploraremos la complejidad de "1984" examinando tanto el contexto
histórico y político en el que Orwell la escribió, como la manera en que plasmó sus críticas
hacia el poder y la política. Además, profundizaremos en el desarrollo de los personajes
principales y lo que cada uno de ellos representa en este escenario tan oscuro. Abordaremos
también los ejes fundamentales de la novela, como la vigilancia masiva y la manipulación del
lenguaje, desentrañando su relevancia y su eco en la actualidad. Por último, investigaremos
en el inquietante paralelismo entre los elementos distópicos de la novela y nuestra realidad
contemporánea, recordándonos que las advertencias de Orwell aún resuenan como eco en un
mundo donde el control y la manipulación continúan acechando en las sombras del poder.
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Contexto histórico y crítica política de Orwell reflejada en su obra
George Orwell, el autor de esta novela distópica, se encontraba inmerso en un período

de profundos cambios históricos y políticos. La obra se desarrolló en la posguerra de la
Segunda Guerra Mundial y en medio de la Guerra Fría, dos eventos que dejaron una huella
imborrable de la conciencia colectiva y que moldearon la perspectiva de Orwell sobre la
política y el poder.
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto global que se extendió desde 1939 hasta
1945, marcando un hito en la historia de la humanidad. La guerra dejó a su paso el rastro de
la devastación, muerte y sufrimiento a escalas impensables. Las atrocidades cometidas por los
regímenes totalitarios, como el nazismo en Alemania, repercutieron profundamente en la
mente de este autor. Orwell también luchó en la Guerra Civil Española, por lo que se podría
decir que experimentó de cerca la brutalidad y el totalitarismo. Estas experiencias personales
lo llevaron a desarrollar una repulsión profunda hacia cualquier forma de persecución política
y abuso de poder, temas centrales en su obra.
Orwell plasmó sus ideas en 1984 a través de la creación de un mundo donde un
partido autoritario controla todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos. La figura
imponente de "Gran Hermano" representa la omnipresencia del Estado, vigilando cada
movimiento y pensamiento de las personas. En este sentido, la novela se convierte en una
advertencia aterradora sobre los peligros de permitir que el poder se concentre en manos de
políticos sin restricciones.
Durante la posguerra también fue testigo del surgimiento de regímenes totalitarios,
como el estalinismo en la Unión Soviética, que ejemplificaba el control absoluto del Estado
sobre la vida de sus ciudadanos. Orwell, como el gran crítico del comunismo y el
autoritarismo que era, también utilizó esta novela como un medio para denunciar las
violaciones a los derechos humanos y la manipulación de la verdad que caracterizaban a estos
regímenes.
La Guerra Fría, comenzó inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial
extendiéndose hasta la década de 1990, y añadió una capa adicional de temor y paranoia a la
vida cotidiana. La lucha ideológica entre Estados Unidos y la Unión Soviética generó un
clima de tensión global, donde muchas personas dependían de la amenaza nuclear constante,
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y en 1984 se refleja este miedo a la aniquilación nuclear a través de la descripción de un
mundo dividido en tres potencias mundiales que están constantemente en conflicto.
En medio de esta Guerra Fría, la censura y la vigilancia masiva se convirtieron en
cuestiones normalizadas en la cultura popular y la política. La idea de ser vigilado
constantemente y la manipulación de la información ya eran preocupaciones existentes. Estos
temores se reflejan en la novela a través del concepto de la vigilancia omnipresente y la
manipulación de la verdad por parte del Partido, tal como se señala en el libro: "La libertad es
la libertad de decir que dos más dos son cuatro. Si se concede esto, todo lo demás fluye por sí
mismo"
Además, la sociedad de posguerra experimentó una ola de conformidad y dominación
Las personas parecían ser fácilmente manipulables por el poder, y la libertad e individualidad
estaban siendo sofocadas. La crítica de Orwell a esta alienación social se refleja en el
personaje principal de la novela, Winston Smith, quien lucha por mantener su propia
identidad en un mundo donde la disidencia es castigada atrozmente.
Manipulación, vigilancia y la sombra de Gran Hermano
En esta obra se exploran temas cruciales que nos ayudan a plantearnos preguntas
profundas sobre la naturaleza de la sociedad y el poder. Estos se entrelazan a lo largo de la
historia y contribuyen a la construcción de un mundo aterrador ideado por Orwell.
Uno de los temas más destacados es la manipulación del lenguaje. El Partido en
Oceanía utiliza la neolengua como una herramienta poderosa para ejercer control sobre el
pensamiento y la comunicación. Este lenguaje es diseñado para reducir la capacidad de
expresar ideas subversivas y para eliminar la más mínima posibilidad de una rebelión.
Algunos ejemplos sobre este tipo de manipulación son la creación de la palabra “crimental”
que hace alusión a un crimen mental, para que las personas sientan una culpa similar a la de
haber cometido un crimen tan solo por tener un pensamiento “incorrecto”, o la eliminación de
palabras como "libertad" y "rebeldía". En este sentido, la neolengua refleja el control del
Partido sobre la mente de las personas y su capacidad para definir la realidad según sus
intereses.
La vigilancia masiva es otro elemento central de la trama. Como ya mencionamos, en
este mundo, la sociedad vive bajo la mirada omnipresente del Gran Hermano y el Partido.
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Las telepantallas, ubicadas en todos los lugares públicos y privados, crean un ambiente de
observación constante. Esta vigilancia genera en los ciudadanos un sentido de paranoia y
temor, cumpliendo con su objetivo de inhibir cualquier intento de rebelión. Winston, el
protagonista, intenta encontrar espacios ocultos de privacidad para escapar de esta mirada
invasora, pero incluso un acto como tal es considerado peligroso y arriesgado.
La pérdida de la privacidad es un aspecto profundamente perturbador de la sociedad
descrita en "1984". Los ciudadanos no tienen un solo momento de soledad o libertad de
observación. Incluso sus pensamientos y sueños son susceptibles de ser monitoreados y
castigados. Esta pérdida de privacidad elimina la esencia misma de la individualidad y la
libertad, ya que las personas no pueden ser ellas mismas ni expresar pensamientos contrarios
al Partido sin temor a represalias. Junto a esto también se puede mencionar la distorsión de la
verdad, otro eje central de esta obra. El Ministerio de la Verdad se dedica a la reescritura de la
historia y la manipulación de los hechos para que coincidan con la narrativa que quiere
adoptar el Partido según su conveniencia. Un ejemplo muy claro sobre esto es la frase: "LA
GUERRA ES LA LAZ, LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD, LA IGNORANCIA ES LA
FUERZA”. Esta contradicción muestra cómo el Partido utiliza el doblepensar para controlar
la mente de las personas y hacer que acepten la falsedad como verdad.
La representación de Gran Hermano y el Partido es fundamental. Gran Hermano es el
líder supremo y enigmático del Partido, un símbolo de control absoluto y vigilancia
constante, aunque su existencia real es cuestionable. El Partido es una entidad política que
busca el poder y el control total sobre la sociedad a través de toda una estructura conformada
por ministerios, departamentos y metodologías de opresión como las que ya fueron
mencionadas. Los miembros del Partido son adoctrinados para adorar a Gran Hermano y se
dividen en el Partido Interior, conformado por solo el 2% de la población, quienes poseen
todo el poder y control sobre Oceanía, y el Partido Exterior conformado por el 13% de la
población, y son los encargados de ejecutar las órdenes provenientes del Partido Interior.
Personajes principales y la resistencia al totalitarismo
Winston Smith es el corazón de la novela. Desde el inicio, se presenta como un

individuo desencantado y descontento con la opresiva y controlada sociedad en la que vive.
Como empleado del Ministerio de la Verdad, su tarea es reescribir la historia y manipular la
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realidad para que coincida con la versión oficial que quiere el Partido. Winston representa la
lucha individual contra el sistema totalitario. Su falta de confianza en un inicio y su deseo de
recordar el pasado lo llevan a cuestionar la autoridad del Partido. Su relación con Julia es un
acto de rebelión contra las normas sexuales del Partido, y simboliza su búsqueda de amor y
libertad en un mundo dominado por el control del estado. A medida que avanza la historia, su
transformación es evidente; de un discreto pensador pasa a ser un disidente abierto que busca
la verdad y la justicia. Su evolución demuestra la capacidad de un individuo para resistir la
opresión y desafiar la narrativa impuesta por el totalitarismo. Por otro lado, Julia es su
contraste. Desde un inicio se la presenta como alguien antipática que solo busca placer y
escape en lugar de la rebelión ideológica. Su deseo de desafiar al Partido se basa en una
búsqueda de la liberación individual y la satisfacción momentánea. En el personaje de Julia
vemos representada una forma más práctica y hedonista de resistencia, aunque su rebeldía no
está arraigada en una ideología sólida, su mera existencia y su relación con Winston desafían
las normas impuestas por el Partido. La coexistencia de Winston y Julia, con sus diferentes
enfoques para resistir, resalta cómo diferentes formas de resistencia pueden florecer incluso
en un régimen totalitario.
A su vez, otro personaje importante en esta narrativa es O’Brien, un miembro del
Partido Interior aparentemente aliado de Winston y Julia, que termina simbolizando la
traición y el engaño de este régimen. O'Brien demuestra cómo el poder y la ideología pueden
corromper incluso a personas con buenas intenciones. A lo largo de la historia, este personaje
cambia la trama en un giro donde se revela como un agente del Partido que utiliza la rebelión
de Winston y Julia para atrapar a los disidentes y someterlos a tortura y “reeducación”.
En conjunto, estos tres personajes principales forman un triángulo complejo que
representa diferentes facetas de la resistencia y la lucha contra un gobierno totalitario.
Winston encarna la búsqueda de la verdad y la transformación política, Julia representa la
rebeldía individual y la búsqueda del placer, y O'Brien personifica la traición y la corrupción
inducidas por el poder. En mi opinión su presencia en la trama contribuye a la riqueza de
"1984", a la exploración de las diferentes dinámicas individuales y las distintas formas de
resistencia ante tanta opresión.
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Paralelismos con la realidad actual del mundo
Esta novela de George Orwell se ha instituido como un abanico de advertencias sobre

lo peligroso que puede ser ceder el poder de una sociedad ante mentes tan opresivas y
totalitarias.
A pesar de haber sido escrita en 1949, sus elementos distópicos siguen haciendo eco
de una manera sorprendente en la realidad actual, y más cuando con la creciente popularidad
de teorías como la de estar viviendo en una simulación.
Uno de los aspectos más inquietantes de 1984 es la vigilancia extrema ejercida por el
Partido sobre sus ciudadanos. A través de cámaras de seguridad, escuchas telefónicas y la
omnipresencia. Esto se asemeja alarmantemente a la vigilancia digital que padecemos hoy en
día, donde la tecnología permite que nuestras acciones y comunicaciones sean monitoreadas
constantemente. Desde la recopilación de datos por parte de grandes empresas tecnológicas
hasta redes de cámaras de seguridad y persecución económica.
La manipulación de la verdad es una herramienta poderosa para el Partido. La verdad
es maleable y se adapta a la conveniencia del régimen. En la actualidad, la divulgación de
noticias falsas y la manipulación de la información en la web plantean cuestiones similares
sobre la verdad y la confianza en los medios de comunicación. Esto nos hace reflexionar que
lamentablemente existe una línea muy difusa entre la realidad y la ficción, dejándonos a las
personas confundidas y desconfiadas sobre el futuro que nos espera a las nuevas
generaciones.
Ya se ha demostrado en muchos casos que la ficción es capaz de traspasar los libros y
las pantallas, que la imaginación no es algo imposible de traer a la realidad. ¿Será este otro
caso en el que esto sea posible y la distopía sea nuestra realidad? ¿Será la distopía nuestra
actual realidad y aún no somos capaces de identificarla?
La teoría de vivir en una simulación agrega una concepción adicional a estas
preocupaciones. Si consideramos la posibilidad de que nuestra realidad sea una construcción
artificial controlada por una entidad superior, surgen preguntas fundamentales sobre la
autonomía y la percepción de la verdad. ¿En qué medida somos los arquitectos de nuestra
propia realidad? ¿Qué control tenemos sobre nuestra existencia y lo que nos rodea? ¿Son
Winston y Julia unos verdaderos disidentes de su realidad o solo un pequeño margen de error
en una simulación?
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