Resumen
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Resumen
El fútbol sala tiene sus raíces en Uruguay en la década de 1930, cuando Juan Carlos Ceriani
desarrolló un juego similar al fútbol, pero adaptado para jugarse en interiores. A partir de
entonces, el fútbol sala se extendió rápidamente por Sudamérica, y en la década de 1980, la
Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) reconoció y reguló oficialmente el deporte
(López, 2015).
El fútbol sala se juega en una cancha más pequeña que la del fútbol tradicional, generalmente en
un gimnasio, con equipos de cinco jugadores cada uno. Las reglas del juego incluyen:
Balón: Más pequeño y con menor rebote en comparación con el balón de fútbol (FIFA,
2022).
Desarrollo y Popularidad
El fútbol sala no solo es un deporte popular, sino que también ha tenido un impacto cultural
significativo, especialmente en países de América Latina y Europa. Este deporte ha influido en la
manera en que se entrenan y desarrollan los jóvenes futbolistas, proporcionando una alternativa al
fútbol tradicional que favorece el desarrollo de habilidades técnicas y tácticas (González, 2019). El
fútbol sala ha evolucionado desde sus humildes comienzos hasta convertirse en un deporte con
una rica historia y un futuro prometedor. Su influencia en la formación de futbolistas, su creciente
popularidad global y su impacto cultural lo convierten en una disciplina esencial dentro del
panorama deportivo actual.