Marizas
Marizas
Marizas
1. Oración: Señor, te damos gracias porque nos reúnes una vez más en tu presencia.
Señor, tú nos pones frente a Tu Palabra, ayúdanos a acercarnos a ella con reverencia,
con atención, con humildad. Envíanos tu espíritu para que podamos acogerla
con verdad, con sencillez, para que ella transforme nuestra vida.
Que tu Palabra penetre en nosotros como espada de dos filos; que nuestro corazón esté
abierto, que esta Palabra tuya se transforme en obras de vida según tu voluntad.
Amén.
Pecado que debo confesar/actitud que debo cambiar: Señor, perdóname por no haber estado
dispuesta a que me uses. He creído que no podrías usarme a causa de mis debilidades. He
argumentado mi ineficiencia como una excusa para la pereza. Ayúdame a recordar que confiar
en mí misma ocasionará fracasos, pero que confiar en ti me fortalecerá y me dará la victoria.
Usa mis debilidades para darte la gloria a ti mismo.
3. Aplicación
4. Memorización:
Recordaré que Dios le dijo a Gedeón: «Yo estaré contigo» (v. 16).
Gedeón era un hombre pobre de la tribu de Manasés.
Desobedeció a Jehová y permitió que los madianitas se llevaran sus animales y alimentos.
Cuando los israelitas oraron a Jehová, él envió un ángel para llamar a Gedeón a liberar a Israel.
Gedeón no creía que pudiera hacerlo, pero Jehová le dio sabiduría y fortaleza.
Gedeón lideró a un grupo de 300 hombres en guerra y venció al ejército de los madianitas.
Gedeón destruyó el santuario de Baal y levantó un altar a Dios