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https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/icsa/n10/e1.

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EDUCACIÓN SEXUAL EN MÉXICO ¿MISIÓN DE LA CASA O DE LA ESCUELA?


En México, como en muchas otras partes del mundo, los embarazos adolescentes y
las ITS son un grave problema de salud, que a pesar de todas las políticas públicas
diseñadas para disminuirlo, se sigue manifestando, e incluso, pareciera que van en
aumento en edades más tempranas.
Durante mucho tiempo, los padres de familia han estado en contra de que la
educación sexual se enseñe en las escuelas, argumentando que esa es labor de
ellos. Pero, sería ilógico que las escuelas se adjudicaran esta tarea si los padres la
estuvieran realizando adecuadamente, asunto que se ve, ellos no han
comprendido bien.
El objetivo de este ensayo es explicar el rol que juega cada sector (familia y
escuela) en la educación sexual de los jóvenes, además de analizar con quiénes
ellos se sienten más cómodos en tratar estos temas.
Asimismo, se hará un recorrido por la historia de la educación sexual en México
dentro de la escuela, se analizará la epidemiología de los embarazos adolescentes
y las ITS, para finalmente, mencionar las funciones de cada área y estudiar
estadísticamente cómo los jóvenes abordan estos temas.

DESARROLLO
La educación sexual en México se incluyó en los programas de educación básica
desde 1974, siendo este acontecimiento pionero en América Latina. Los temas de
pubertad y la reproducción humana se comenzaron a discutir en quinto de
primaria, mientras en secundaria se abordaban temas como la prevención de
embarazos e ITS. Sin embargo, este evento no quedó exento del rechazo, puesto
que desde ese entonces generó polémica en los padres de familia, provocando que
se quemaran los libros de texto gratuito, no obstante, esto no frenó a las
políticas [1].
En 1982 el tema dio un giro a un enfoque más preventivo, promoviendo el uso del
condón, debido a la amenaza de la epidemia del VIH. De 1994 hasta ahora, aún sin
éxito, se ha planeado implementar temas de género, diversidad sexual y derechos
sexuales y reproductivos [1].
A pesar de los esfuerzos por parte del Estado, los embarazos en adolescentes (ya
considerados una epidemia) [2] y las ITS siguen en aumento:
Las estadísticas señalan que siete de cada diez embarazos se dieron entre las
mujeres de 15 y 29 años, de los cuales, uno de cada seis fue de una adolescente
de entre 15 y 19 años de edad durante el trienio 2011-2013 [3]. De acuerdo con la
Encuesta de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012), del total de mujeres adolescentes
de 12 a 19 años de edad que tuvieron relaciones sexuales, el 51.9% alguna vez ha
estado embarazada y el 10.7% estaba cursando un embarazo al momento de la
entrevista [4].
Los embarazos adolescentes son un problema serio de salud, ya que ponen en
peligro el bienestar biopsicosocial de la madre y el recién nacido, se incrementan
las posibilidades de muerte materna y se despliegan menos oportunidades para
mejorar la calidad de vida de la población, por lo que la pobreza y sus
consecuencias aumentan, sin olvidar los efectos negativos de abortos clandestinos.
En lo que respecta a las ITS, la OMS reporta que a nivel mundial, cada día, un
millón de personas contrae una ITS y que anualmente se estiman 357 millones de
personas contraen: clamidiasis, gonorrea, sífilis y tricomoniasis [5]. En México, las
ITS se ubican entre las primeras 10 causas de morbilidad en general en el grupo de
15-44 años de edad. Los estudios epidemiológicos son escasos, aunque, diversos
estudios manifiestan que la prevalencia de herpes 2 es de 9 y 4% en hombres y
mujeres respectivamente de entre 15 y 18 años de edad, también han
comprobado que alumnos universitarios se encuentran constantemente expuestos
a VPH y los casos de VIH en jóvenes de 15-19 años van en aumento [6].
El 25.5% de los hombres de entre 12 y 19 años de edad ha tenido relaciones
sexuales, de los cuales el 14.7% no uso un método anticonceptivo. En el caso de
las mujeres, 20% ya inició su vida sexual y el 33% no se protegió contra
embarazos [4]. Las estadísticas están enfocadas en conocer el uso de métodos
anticonceptivos, y no así en el uso del condón, lo cual no especifica si están
previniendo realmente las ITS. Además, 12% de los jóvenes ha tenido de dos a tres
parejas sexuales y 4% cuatro o más [7]. Recordemos que estas infecciones al
principio no manifiestan ningún síntoma, pero eso no significa que no puedan
contagiarse silenciosamente, convirtiéndolas en más peligrosas.
Dada la problemática, es comprensible la preocupación del gobierno por controlar
estas dos cuestiones, empero, las medidas tomadas en lo que se refiere a
educación sexual en las escuelas, no han sido aprobadas por los padres de familia,
porque creen que atentan con su derecho de educar a sus hijos como mejor les
plazca, aparte de que consideran que las temáticas se orientan solo a evitar los
embarazos y las ITS, y no en promover la abstinencia sexual y la madurez [8]. De
hecho, piden que se les permita estar presentes durante las clases, las preguntas
son ¿para qué quieren entrar a las clases? ¿Para asustarse, incomodarse, hacer
gestos y cuchichear entre ellos? ¿A sus hijos les gustaría que ellos estén
presentes? ¿Qué tanto los jóvenes se sentirían en confianza para expresar sus
dudas?
Los padres tienen razón en cuanto a cuál es la responsabilidad de cada área, no
obstante, la escuela no está haciendo un mal papel. Técnicamente, la segunda es
la encargada de formar académicamente a los niños y adolescente, además de ser
el contexto idóneo para poner en práctica lo aprendido en la casa, es decir, es la
responsable de la socialización secundaria, mientras, la familia es la encargada de
trasmitir, a partir de la socialización primaria [9], actitudes, valores morales, roles,
normas sociales, etc. que ayuden a integrarse a una sociedad, ya instituida. La
sexualidad, vista holísticamente, es parte de la socialización primaria, pero ¿Hasta
qué punto estos mismos valores morales que se transmiten de generación en
generación, intervienen para que la educación sexual no se trate en casa o se
brinde información a medias?
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Juventud del 2000 (ENJUVE 2000) [7], que
ha sido la que ha arrojado resultados más completos, el 13% habla con su madre
de sexo y solo el 5% trata estos temas con su padre, el reto es incrementar la
comunicación con los papás, a través de programas de nuevas masculinidades [1].
Bueno, pero si muy pocos tratan estos temas con papá y mamá ¿De quién reciben
la mayor parte de la información de sexualidad? La respuesta se encuentra en la
escuela, pues el 34% señala siempre a los maestros como sus principales
informantes, seguido por los padres con un 24%, por sí mismos 20% ¿Qué tan
confiable puede ser la información a la que se acercan estos jóvenes?, 9% por los
amigos, 6% los medios de comunicación y 1% la iglesia. Asimismo, con quien han
hablado de embarazos y anticoncepción han sido nuevamente los maestros con un
57 y 65% [7].
La influencia de los maestros sobre la educación sexual de los jóvenes se ve
reflejada en que jóvenes de 15 a 19 años de edad sin escolaridad han decidido
empezar su vida sexual más tempranamente (38.67%) en comparación con los que
concluyeron la secundaria (18.9%) [7].
https://tecscience.tec.mx/es/salud/educacion-sexual-integral/

A México le falta educación sexual integral


En el país, son pocas las escuelas que cuentan con programas de
educación sexual adecuados para jóvenes e infancias.
Inés Gutiérrez Jaber

 septiembre 4, 2023

La educación sexual en México aún es insuficiente. Son pocas las


escuelas que incluyen programas integrales que abarquen los aspectos
físicos, psicológicos, emocionales, sociales, conductuales y cognitivos de
la sexualidad humana.

De acuerdo con Karla Urriola, miembro de la Federación Mexicana de


Educación Sexual y Sexología (FEMESS) y líder nacional de la Oficina de
Género y Comunidad Segura del Tec de Monterrey, las principales
razones detrás de esto son el tabú y la falta de una estructura social
adecuada que la sustente.

“En nuestro país mucho de lo que ha acontecido alrededor de la


educación sexual se debe a que todavía vemos la sexualidad desde una
mirada reproductiva, heteronormada y de tabú”, explica en entrevista
con TecScience.
Para la experta, una de las raíces de esto es la influencia de la ideología
judeocristiana que ha ocasionado que exista una gran vergüenza y
desconocimiento alrededor de la sexualidad. “Se ha llenado de mitos y de
castigos y se ha visto de una sola manera”, dice.

Esta falta es uno de los motivos por los cuáles, a nivel mundial, somos el
primer país en embarazos adolescentes y en abuso sexual infantil.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la


Ciencia y la Cultura (UNESCO), alrededor del mundo, solo el 34% de los
jóvenes tienen conocimientos suficientes sobre la prevención y
transmisión del VIH, dos de cada tres niñas no tienen idea de lo que les
pasaba cuando tuvieron su primera menstruación.

La educación sexual integral

Durante décadas, cientos de estudios han demostrado que una educación


sexual integral es fundamental para la salud y el bienestar de la juventud.
Esta no solo reduce los embarazos no deseados y el impacto de las
enfermedades de transmisión sexual, también previene la violencia de
pareja, así como la violencia y el abuso sexual en todas las edades.

Además, aumenta la apreciación de la diversidad sexual y propicia el


desarrollo de relaciones sexoafectivas saludables.

De acuerdo con Urriola, los jóvenes que tuvieron una educación sexual
adecuada toman decisiones informadas sin dañar a otros, lo cual hace que
vivan una vida más feliz en general.

“Son jóvenes que conocen sus derechos sexuales, que son más críticos y
que a la hora de decidir tener actividad sexual lo hacen con información e
inteligencia emocional y sexual”, explica.

¿Desde qué edad debe enseñarse?

La edad a la que debe iniciarse la educación sexual escolarizada ha sido


debatida durante años. La mayoría de los expertos, incluyendo a Urriola,
concuerdan en que debería de comenzar desde preescolar, con niveles
de información apropiados para cada edad.
Sin embargo, los padres de familia y las sociedades se han opuesto a
hablar sobre sexualidad con las infancias por una preocupación no
fundamentada de que podría incitarles a tener actividades sexuales antes
de tiempo o promover la promiscuidad.

“No hay ningún fundamento para eso”, expresa Urriola.

En una revisión de programas de educación sexual realizada por la


UNESCO, descubrieron que ninguno de estos llevaba a una actividad
sexual más temprana. De hecho, encontraron que estos pueden retrasar
su inicio hasta un año.

Independientemente de si la atrasan o no, de acuerdo con Urriola lo que es


un hecho es que cuando los jóvenes deciden iniciar su vida sexual, lo
hacen de una forma más informada, segura y respetuosa.

La revisión también encontró que más de un tercio de estos programas


aumentaron el uso de condones y anticonceptivos, mientras que más de la
mitad redujeron las conductas sexuales riesgosas.

“Somos seres sexuados desde que nacemos hasta que nos morimos,
entre más temprano se inicie esta educación, mejor”, dice Urriola.

El futuro de la educación sexual en México

Para la experta, que la educación sexual cumpla su propósito necesita de


una estructura social sólida que incluya políticas públicas actualizadas, así
como un cuerpo de expertos certificados en implementar estos cursos.

Actualmente, ante la falta de una educación apropiada, los jóvenes


obtienen su información sobre la sexualidad de redes sociales, blogs,
páginas de internet y pornografía.

Afortunadamente, en el país y el mundo ya se cuenta con la información


necesaria para crear programas basados en evidencia que sean efectivos
y adecuados para las distintas edades y etapas que va viviendo el ser
humano.

Cuando se habla de educación sexual en las infancias, se propone


enseñar conceptos básicos sobre el conocimiento del cuerpo y de la
higiene. Conforme va avanzando la edad, la información se va
especializando, contemplando temas como los cambios del cuerpo, las
relaciones interpersonales, la reproducción, cuestiones de género, el
consentimiento, el respeto y el placer.

“Es como cuando alguien empieza a aprender matemáticas, primero van


los números y las sumas, después las ecuaciones”, dice Urriola.

En un escenario ideal, la educación sexual no debería frenarse, pues las


relaciones interpersonales y las situaciones que vivimos van volviéndose
más complejas con el paso del tiempo. En México, la mayoría de los
programas inician en cuarto o quinto de primaria y terminan en tercero de
secundaria.

Además, a los padres debería de enseñárseles cómo hablar con sus hijos
sobre sexualidad de una forma apropiada y segura, para reforzar lo que
aprenden en las escuelas.

“Hoy hablamos de una corresponsabilidad entre la escuela, los padres y la


sociedad para garantizar que las infancias y juventudes del mundo puedan
vivir vidas plenas y libres de violencia”, concluye Urriola.

https://www.gob.mx/sipinna/articulos/la-importancia-de-hablar-sobre-educacion-integral-en-
sexualidad-desde-la-ninez

La importancia de hablar sobre educación integral en


sexualidad desde la niñez

Las personas adultas en familias, escuelas y sociedad tenemos un


papel fundamental para erradicar mitos alrededor de la sexualidad y
para fomentar la educación sexual integral de la niñez y adolescencia,
de la que todas y todos somos responsables.

¿Alguna vez has pensado cómo enseñar a una niña o niño a caminar de
manera autónoma por las calles de tu comunidad?, ¿cómo enseñarles a
conocer los nombres de símbolos y calles?, ¿cómo hacer que identifiquen los
caminos seguros y los que no lo son?, ¿cuáles son las precauciones que deben
atender y qué riesgos deben evitar? Lo mismo sucede con la sexualidad, las
personas adultas debemos guiarles y ofrecerles la información adecuada
conforme a su desarrollo evolutivo y cognoscitivo; lo que, además de ser un
derecho humano de niñas, niños y adolescentes, es también una herramienta
para la prevención de enfermedades, embarazos no planeados, abuso sexual y
discriminación por orientación sexual.

Las personas adultas debemos comprender que niñas, niños y adolescentes


tendrán que tomar algún día decisiones cruciales sobre su salud sexual y
reproductiva. En este sentido, las investigaciones revelan que la mayoría de las
y los adolescentes carecen de los conocimientos necesarios para tomar estas
decisiones de manera responsable, por lo que son vulnerables a la coacción,
las infecciones de transmisión sexual y los embarazos no deseados.

 Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición ENSANUT (2018-19)


señalan que, entre las y los adolescentes mexicanos de 12 a 19 años de
edad, uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres ya
iniciaron su vida sexual.
 Cada día ocurren mil nacimientos de madres menores de 19 años en el
país; y nacen cerca de doce mil anualmente, de madres menores de 14
años.
 De acuerdo con estimaciones empleando las estadísticas vitales, en
2020 la mayoría de los nacimientos en menores de 15 años ocurren
entre las adolescentes de 14 años (84.9%), seguido por las niñas de 13
años, donde ocurre 13.2 por ciento de los nacimientos.
 El embarazo y el matrimonio es la tercera causa de deserción escolar en
el nivel medio superior, al que solamente llega 70 por ciento de
adolescentes.

La niñez y adolescencia son etapas fundamentales en la que muchas personas


sientan las bases de lo que será su propia trayectoria de vida, en la que se
define una vocación que les permita realizar sus sueños y las aspiraciones para
el presente y el futuro, de allí la importancia que las personas adultas
proporcionemos la información adecuada para que ellas y ellos puedan tomar
sus propias decisiones acerca de la sexualidad de una manera informada y
segura.

Bajo este panorama, te ofrecemos algunas orientaciones a preguntas básicas


que las personas adultas debemos conocer acerca de la sexualidad y cómo
abordar el tema para evitar mitos y estar bien informados sobre el tema.

¿Qué es la sexualidad?

La sexualidad es una dimensión central del ser humano que está presente en
todas las etapas de la vida incluyendo la primera infancia y la niñez; sin
embargo, es durante la adolescencia y la juventud en la que se toman
decisiones importantes al respecto.
¿Qué es la educación integral en sexualidad?

Es un proceso educativo basado en los derechos humanos y con perspectiva de


género que integra aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales de la
sexualidad en la que se proporciona información científicamente adecuada al
desarrollo evolutivo y cognoscitivo de cada persona.

Su objetivo es proveer a niñas, niños, adolescentes y jóvenes de


conocimientos, habilidades, actitudes y valores que les empoderen para cuidar
su salud, bienestar y dignidad; entablar relaciones sociales y sexuales basadas
en el respeto; analizar cómo sus decisiones afectan su propio bienestar y el de
otras personas y comprender cómo proteger sus derechos a lo largo de su
vida.

¿Quiénes somos responsables de esta educación?


Las personas adultas en las familias, docentes y autoridades a nivel federal,
estatal y municipal debemos garantizar los derechos humanos de niñas, niños
y adolescentes conforme lo descrito en la Ley General de los Derechos de
Niñas, Niños y Adolescentes, que refiere en el Derecho a la Protección de la
Salud y a la Seguridad Social que se debe desarrollar: atención sanitaria
preventiva; así como orientación a quienes ejerzan la patria potestad, tutela o
guarda y custodia de niñas, niños y adolescentes en materia de salud sexual y
reproductiva.

Asimismo, el Derecho a la Educación señala que se debe promover la


educación integral en sexualidad conforme a su edad, desarrollo evolutivo,
cognoscitivo y madurez de las niñas, niños y adolescentes que le permitan
ejercer de manera informada y responsable sus derechos.

¿Qué ideas debemos evitar respecto a la educación integral en


sexualidad?

Las personas adultas podemos guiar a la niñez y adolescencia a resolver sus


inquietudes acerca de la sexualidad con respuestas adecuadas a la edad y
desarrollo cognitivo para evitar que sean presa de la desinformación y mitos
que les pueden generar prejuicios y estereotipos como son:

 La educación integral en sexualidad no sólo es hablar de sexo, ni debe


ser un tabú que sólo se habla en la intimidad de cada familia o incluso
en ocasiones no se habla de ello.
 Esta educación no interfiere con los valores y educación que cada familia
proporciona a sus hijas e hijos, no vulnera su inocencia, ni estimula la
iniciación sexual temprana.
 Dar información sobre métodos anticonceptivos a las y los adolescentes,
no es fomentar que los usen. Las niñas, niños y adolescentes informados
sobre educación integral en sexualidad no son cada vez más precoces y
sexualmente irresponsables.
 Creer que la educación integralen sexualidad no es prioritaria en la
currícula educativa contribuye de manera negativa al desempeño de las
y los estudiantes.
 Creer que las adolescentes que se embarazan sin planearlo, es porque
fueron irresponsables o no se cuidaron.
 No todas las mujeres que se embarazan finalmente acaban deseando la
maternidad y aceptando el embarazo.

Creer en ideas como "a mí nadie me enseñó sobre sexualidad, aprendí sola o
solo y me fue bien" legitima discursos que estigmatizan la educación integral
en sexualidad y con ello limitan el acceso de niñas, niños y adolescentes a
obtener información objetiva y científica para lograr su bienestar, ejercer sus
derechos de protección a la salud, educación y desarrollo pleno.

¿Dónde podemos obtener más información?


• “¡Yo decido! Mi futuro”
Un cuadernillo diseñado por el Consejo Nacional de Población #CONAPO que
ofrece información sobre el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos;
la prevención de embarazos no planeados; el uso de anticonceptivos; la
prevención de la violencia de género y el consumo de sustancias adictivas.
Enlace: http://ow.ly/NKWJ50DpBTM
• “La Regla de Kiko”
Una guía del Consejo de Europa con recomendaciones para prevenir el abuso
sexual infantil. Enlace: https://goo.gl/nxqHtJ
• Plataforma Digital ¿Cómo le hago?
Una página donde adolescentes y jóvenes pueden encontrar información sobre
sexualidad de una manera sencilla. Aquí podrás aprender distintas maneras de
prevenir un embarazo no planeado; así como sobre infecciones de transmisión
sexual. Enlace: https://comolehago.org/
• Línea telefónica #Planificatel #YoDecido.
Obtén información sobre: prevención de embarazos no planeados, prevención
de Infecciones de Transmisión Sexual y uso de métodos anticonceptivos de una
forma amigable. Acércate a los #ServiciosAmigables a través del teléfono: 800
624 64 64
• Micrositio de la Estrategia Nacional de Prevención del
Embarazo en Adolescentes #ENAPEA
En este sitio digital encontrarás información de relevancia para fortalecer los
conocimientos de las y los jóvenes sobre sus derechos sexuales y
reproductivos y contribuir a la prevención del embarazo en adolescentes.
Enlace: http://ow.ly/haWS50BZ0hp
Las personas adultas en las familias, las escuelas y la sociedad tenemos un
papel fundamental para erradicar ideas erróneas y mitos alrededor de la
sexualidad; así como fomentar la educación integral en sexualidad de la niñez
y adolescencia. El respeto a los derechos de las demás personas, la igualdad
de los géneros, la resolución pacífica de los conflictos, el respeto a la
diversidad y la inclusión también forman parte de esta educación de la que
todas y todos somos responsables. Además #EsSuDerecho

https://education-profiles.org/es/america-latina-y-el-caribe/mexico/~educacion-
integral-en-sexualidad

. Contexto/antecedentes

En México, el primer intento documentado de introducir la educación sexual en las


escuelas primarias de la Ciudad de México data de 1932, iniciativa que tuvo una
fuerte resistencia por parte de las asociaciones conservadoras de padres de escuelas
privadas e instituciones religiosas. Los argumentos en contra de la educación sexual
en las escuelas afirmaban que las madres, padres y la familia debían impartir la
educación sexual, ya que eran los más capacitados para evaluar las necesidades de
información de sus hijos en función de la edad y que sólo las familias tenían derecho
a transmitir a sus hijos los valores relativos a la sexualidad. En 1970, la educación
sexual se introdujo en los planes de estudio de la enseñanza primaria y secundaria
nacional. Se integró en varios cursos obligatorios, como la biología y la educación
cívica. Se añadieron capítulos sobre la pubertad, los ciclos menstruales, el embarazo
y el parto a los libros de texto de la escuela primaria, y se añadió información sobre
la prevención de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual a los
libros de texto de la escuela secundaria. Estos libros de texto se distribuyeron
gratuitamente a todos los niños de las escuelas públicas. Los profesores de primaria
y secundaria recibieron formación previa en centros de formación de profesores
para incorporar el contenido de los libros de texto al plan de estudios. En 1993 con la
creación de la Ley General de Educación, los libros de texto de primaria sobre
ciencias naturales, educación cívica y ética se ampliaron para incluir aspectos
sociales, emocionales y éticos de la sexualidad, incluyendo información sobre
género, derechos sexuales y placer. En el 2015, se implementó la Estrategia Nacional
de Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) intersectorial.

En México, como en otros países del mundo, la educación sexual ha sido territorio de
disputas entre posturas que manifiestan estar de acuerdo o en desacuerdo. Las
organizaciones se oponen a la educación sexual por motivos distintos, aunque en su
mayoría se oponen a que se imparta la educación sexual en las escuelas y luchan por
mantener la autoridad familiar y paterna en la educación de sus hijos. La
descentralización educativo y grupos de oposición han influido en que, por un lado,
se niegue o se limite la educación sexual en ciertas entidades federativas. Según
el Mapeo de Organizaciones, Instituciones y Personas que Ofrecen Educación
Integral para la Sexualidad en México (2020) existe una enorme disparidad respecto
al lugar en el que radican las Instituciones y organizaciones que brindan EIS en
México, en algunos estados no se registran ninguna instancia que trabaje con EIS.

2. Terminología

La Secretaría de Educación Pública (SEP) utiliza el término educación integral en


sexualidad y lo define como un «proceso educativo basado en los derechos
humanos y con perspectiva de género que integra aspectos cognitivos, psicológicos,
físicos y sociales de la sexualidad en la que se proporciona información
científicamente adecuada al desarrollo evolutivo y cognoscitivo de cada persona. Su
objetivo es proveer a niñas, niños, adolescentes y jóvenes de conocimientos,
habilidades, actitudes y valores que les empoderen para cuidar su salud, bienestar y
dignidad; entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto; analizar
cómo sus decisiones afectan su propio bienestar y el de otras personas y
comprender cómo proteger sus derechos a lo largo de su vida».

Acuerdos internacionales/regionales pertinentes de los que el país es


signatario

INTERNACIONAL

Convención sobre la eliminación de todas Reconoce la necesidad de garantizar una


las formas de discriminación contra la mujer educación sexual libre de discriminación y
(CEDAW) estereotipos, transmitiendo los valores de la
igualdad de género.
Ratificado en 1981

Convención sobre los Derechos del Niño Se compromete a respetar el derecho de


(CRC) acceso a la información sanitaria adecuada.

Ratificado en 1990

Convención sobre los Derechos de las Se compromete a alcanzar el máximo nivel de


Personas con Discapacidad (CRPD) salud posible para las personas con
discapacidad.
Ratificado en el 2007

Pacto Internacional de Derechos Reconoce que el derecho a la salud sexual y


Económicos, Sociales y Culturales reproductiva es parte integrante del derecho a
la salud.
Ratificado en 1981

Conferencia Internacional sobre Población y Solicita educación sexual, asesoramiento y


Desarrollo (CIPD, El Cairo 1994) mecanismos de apoyo para los adolescentes,
e identifica los temas esenciales.
Asistió

REGIONAL

Declaración Ministerial “Prevenir con Acuerda garantizar la aplicación efectiva de la


educación” (América Latina y el Caribe) "educación sexual integral" desde una edad
temprana, haciendo hincapié en la
participación y los enfoques interculturales

Consenso de Montevideo sobre población y Se compromete a garantizar la aplicación


desarrollo (2013) (América Latina y el efectiva, desde la primera infancia, de
Caribe) programas integrales de educación sexual
sexualidad, reconociendo la dimensión
emocional de las relaciones humanas, con
respeto a la capacidad evolutiva de los niños y
niñas y a las decisiones informadas de los
adolescentes y jóvenes respecto a su
sexualidad, desde una perspectiva
participativa, intercultural, con sensibilidad de
género y de derechos humanos.

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