Una Experiencia Enriquecedora
Una Experiencia Enriquecedora
Una Experiencia Enriquecedora
Sin embargo, una de las dificultades que encontré fue la dinámica con la profesora titular
del grupo. A pesar de mi disposición a colaborar y trabajar en equipo, hubo cierta tensión
y exigencias excesivas por su parte, lo que dificultó la creación de un ambiente armonioso
y colaborativo. A causa de esto la primera semana me cansaba demasiado, la docente
me pedía elaborar con el grupo evidencias de trabajos para que ella las entregara, trabaje
con el grupo toda la jornada, decore el salón navideño mientras daba la clase a los niños.
A pesar de esto, me esforcé por mantener una comunicación respetuosa y desempeñar
mis funciones con el bienestar y el aprendizaje de los estudiantes siempre a la
vanguardia.
Obtuve el reconocimiento de las madres y padres de familia quienes constantemente se
dirigían a mi diciéndome:
“Maestra, quédese ya a darles clases siempre”
“Maestra Fer muchas gracias, por la paciencia”
Sentí una profunda satisfacción al recibir el reconocimiento de los padres de familia por
mi labor.
Este reconocimiento es muy importante para reafirmar mi dedicación y compromiso con
la docencia.
La interacción con los padres es un aspecto importante de mi experiencia docente.
Mantuve una comunicación constante y abierta con ellos, compartiendo el progreso,
logros y desafíos de sus hijos en el aula. Esta relación estrecha y colaborativa con los
padres me permitió comprender mejor las necesidades individuales de los estudiantes y
adaptar mi enfoque pedagógico para satisfacer esas necesidades.
El apoyo y los comentarios positivos de los padres fueron un gran impulso para mi
confianza como maestra en formación. Sus palabras de aliento y reconocimiento a mi
trabajo no sólo fortalecieron mi motivación, sino que también me recordaron la
importancia de la conexión entre la escuela y el hogar en el proceso educativo.
En resumen, mi práctica docente en primer grado fue una experiencia en la que enfrenté
desafíos relacionados con la dinámica dentro del profesorado, particularmente con la
docente titular. A pesar de esto, siempre estuve comprometida con brindar una
educación de calidad y siempre me preocupé por el bienestar y progreso académico de
mis alumnos.
Para abordar esta situación, tomé la iniciativa de implementar el “Kit aventuras en papel”,
una herramienta que presenta desafíos y actividades más complejas que requieren un
mayor nivel de análisis y pensamiento crítico por parte de los estudiantes. Este kit brinda
espacio para la exploración, la resolución de problemas y el desarrollo de habilidades
creativas.
Decidí implementar estas actividades ya que tuve la oportunidad de asistir a un curso
intensivo para directivos, (fui invitada por el director de la primaria) donde reafirmaba la
importancia de trabajar estos contenidos ya que propicia que los alumnos sean lectores
natos, y puedan dominar la lectoescritura de manera más fácil.
Además, integre actividades matemáticas que previamente habían sido analizadas y
aprobadas por el docente de Caracheo, reconociendo su experiencia y apoyo en esta
área específica. Estas actividades cuidadosamente seleccionadas ofrecen a los
estudiantes la oportunidad de aplicar conceptos matemáticos de una manera más
desafiante y aplicada, estimulando su capacidad para resolver problemas de una manera
más compleja y profunda. (En este caso los temas seleccionados fueron sumas y restas
ya que era el tema que la docente titular me pedía abordar)
Un seceso que siempre tendré muy presente es cuando una mañana en la que
explorábamos los conceptos básicos de las formas geométricas. Tenía planificada una
actividad donde los niños tenían que crear formas geométricas utilizando materiales
reciclados.
Mientras explicaba la actividad, noté que uno de los alumnos, era un poco tímido y
parecía inseguro al manejar el material. Se distanció de sus amigos y evitó la
participación activa en tales actividades. Decidí comunicarme con él para comprender
mejor cómo podía ayudarlo a sentirse más cómodo y comprometido con la tarea.
Al ver su interés, decidí adoptar un enfoque más práctico y propuse el uso de técnicas
de enseñanza más visuales y manipulativas. Usamos bloques de construcción
geométricos más grandes que yo lleve eran muy coloridos para que el alumno pudiera
identificar y experimentar con formas básicas más fácilmente.
Poco a poco, se volvió más seguro y emocionado al ver cómo las formas geométricas
que construíamos cobraban vida. Pronto empezó a participar más activamente,
mostrando sus creaciones a sus compañeros y compartiendo ideas sobre cómo hacer
diferentes figuras.
Al finalizar la actividad, él niño se acercó con una sonrisa radiante y orgulloso me mostró
su trabajo, sintiéndose cada vez más seguro y satisfecho con su actividad. Esta
experiencia me recordó la importancia de adaptar las estrategias de enseñanza para
satisfacer las necesidades individuales de cada estudiante y cómo un enfoque
personalizado puede marcar una gran diferencia en su aprendizaje y confianza en sí
mismo.
Debo mencionar que durante la segunda semana de mi práctica como docente,
experimenté un crecimiento significativo y una mejora notable en mi rendimiento
académico. Desde el principio trabajé mucho para adaptarme al ritmo de la clase y
establecer dinámicas efectivas con los alumnos.
Después de reflexionar sobre mis experiencias durante la primera semana, decidí hacer
cambios y mejoras en mi enfoque de enseñanza. Decidí abordar mis desafíos anteriores
con una mentalidad más proactiva y buscar estrategias que pudieran beneficiar tanto a
los estudiantes como a mi propio desarrollo como docente.
Una de las áreas en las que me centré fue la planificación de actividades como mencioné
anteriormente. Aprendí a estructurarlos de forma más clara y atractiva, utilizando
métodos de enseñanza más interactivos y dinámicos que mantenían el interés de los
estudiantes. Además, exploré y me familiaricé más con los intereses de los estudiantes,
lo que me permitió personalizar las actividades para adaptarlas a sus preferencias y
estilos de aprendizaje. A pesar de ser un grupo numeroso (39 alumnos), logre realizarlo.
Otra mejora significativa fue mi capacidad para gestionar el tiempo en clase. Implemente
estrategias para mantener un equilibrio entre explicaciones, participación activa de los
estudiantes y desarrollo de actividades prácticas. Esto ayudó a mantener un flujo
constante de aprendizaje y maximizar el tiempo de interacción productiva con los
estudiantes.
Después de dedicar tiempo y esfuerzo para implementar estos cambios, comencé a notar
una diferencia significativa en mi trabajo como docente. Los estudiantes estaban más
comprometidos y entusiasmados en las clases, y pude desarrollar una conexión más
fuerte con ellos, lo que resultó en un ambiente de aprendizaje más colaborativo y
estimulante.
Al final de la segunda semana, sentí una sensación de logro y satisfacción al ver cómo
mis habilidades se habían desarrollado y cómo mi compromiso con el crecimiento
continuo me había permitido superar obstáculos y mejorar significativamente mi
desempeño como estudiante de magisterio.
Por otro lado, viví un momento gratificante cuando los estudiantes demostraron sus
conocimientos de manera notable. Trabajamos en un proyecto que se centró en la
comprensión lectora y la expresión creativa.
Una de las tareas clave fue que cada estudiante eligiera un platillo típico de Guanajuato
y luego presentaran a través de dibujos y una breve presentación oral a sus compañeros.
Esta actividad fue diseñada para mejorar la comprensión lectora, estimular la expresión
artística y fortalecer las habilidades comunicativas.
Al final de todas las presentaciones, sentí una gran satisfacción al ver a los estudiantes
aplicar con éxito lo que habíamos estado trabajando en clase. Demostraron no sólo
comprensión lectora, sino también capacidad para expresarse eficazmente y compartir
sus ideas. Fue un momento significativo que demostró el progreso y dedicación de los
estudiantes, lo que me llenó de orgullo como docente en ejercicio.
Alcancé un impacto notable en la implementación de estrategias de enseñanza basadas
en el canto y la participación activa de los niños. Estas estrategias no sólo resultaron
efectivas, sino que también dieron como resultado una alta participación de los
estudiantes.
Una de las estrategias que encontré particularmente útil fue utilizar canciones didácticas
en el aula. La canción “Candadito” se convirtió en una valiosa herramienta para reforzar
conceptos básicos como el abecedario, los números o incluso las rutinas diarias. La
melodía pegadiza y los movimientos asociados con la canción ayudaron a captar la
atención de los niños mientras internalizaban el contenido de una manera divertida y
memorable.
Una de las experiencias más gratificantes fue que al finalizar mi primera práctica, los
niños expresaron su agradecimiento de diversas formas. Recibí comentarios de
agradecimiento que me llenaron de emoción y confirmaron que mi dedicación y esfuerzo
habían dejado una huella positiva en ellos.
Además, tuve el honor de recibir palabras de reconocimiento por parte del director de la
escuela. Me sentí halagada cuando la maestra Rosa Ma, la maestra Lucina a quien
admiro por su trayectoria y el director de la primaria, me dieron elogios por mi desempeño
con el grupo.
Sentí la mayor satisfacción al saber que dejé una impresión positiva en los niños y el
personal de la escuela. El hecho de que el director expresara interés en que regresara a
la primaria fue un verdadero honor y una prueba de que mi trabajo era valorado.