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DOSIER FINAL Sinodo 2021 2024

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Concluding

DOSIER FINAL
Concluding
Sínodo 2021-2024
DOSSIER
Asamblea Continental Europea
DOSSIER
conclusivo
conclusivo Praga, 5-12 de febrero de 2023
Sinodo 2021-2024
Assemblea continentale europea
Sinodo 2021-2024
© Editorial EDICE
Edificio «Sedes Sapientiae»
C/ Manuel Uribe, 4
28033 Madrid
Tlf.: 91 171 73 99
edice@conferenciaepiscopal.es
ÍNDICE

Prólogo....................................................................................................... 5
Consideraciones finales........................................................................... 6
Documento final....................................................................................... 10
1. Introducción: la experiencia de la Asamblea Continental
Europea................................................................................................ 10
1.1. La composición de la Asamblea y la organización de los
trabajos.......................................................................................... 11
1.2. Algunos aspectos del contexto en el que se mueven las
Iglesias europeas.......................................................................... 14
2. Por una iglesia sinodal desde una perspectiva europea............... 16
2.1. En camino con Cristo, llenos de su Espíritu............................ 17
2.2. Se ha de redescubrir la común dignidad bautismal............... 18
2.3. La sinodalidad al servicio de la misión.................................... 19
2.4. Crecer como Iglesia del diálogo................................................. 21
2.5. Afrontar las heridas abiertas, superar los prejuicios,
reconciliar la memoria................................................................ 23
2.6. Prestar especial atención a las familias, las mujeres y los
jóvenes........................................................................................... 26
2.7. Hacer que el método sinodal sea ordinario y estructural...... 27
3. Las iglesias europeas ante la sinodalidad: interrogantes y
tensiones............................................................................................... 29
3.1. Verdad y misericordia................................................................. 30
3.2. Tradición y renovación................................................................ 32
3.3. La liturgia como perspectiva para leer las tensiones en la
Iglesia............................................................................................. 34
3.4. La comprensión de la misión..................................................... 35
3.5. Corresponsabilidad de todos en la variedad de carismas
y ministerios................................................................................. 36
3.6. El ejercicio de la autoridad en una Iglesia sinodal.................. 38
3.7. Unidad en la diversidad: entre lo local y lo universal........... 40
4. Perspectivas y prioridades................................................................ 41
Nota final de los obispos......................................................................... 45
5

PRÓLOGO

El presente dosier recoge los diversos documentos finales de la Asam-


blea Continental Europea que tuvo lugar en Praga del 5 al 12 de febrero
de 2023:
1. Las Consideraciones finales, aprobadas por la Asamblea Conti-
nental Europea en la sesión final de los trabajos (9 de febrero) y difun-
didas inmediatamente. Constituyen una especie de resumen ejecutivo
del Documento final, que es más extenso.
2. El Documento final, aprobado como borrador por la Asamblea
Continental Europea en la sesión final del 9 de febrero e integrado a
continuación por el Comité de Redacción con las enmiendas recogidas
por escrito tras el intercambio asambleario.
3. La Nota final de los obispos, aprobada en la sesión final del En-
cuentro de los Presidentes de las Conferencias Episcopales (11 de fe-
brero) y difundida inmediatamente.
Todos los documentos, junto con el resto de material relativo a la Asam-
blea Continental Europea, están disponibles en la página web del Sínodo:
https://prague.synod2023.org y en la web del CCEE: www.ccee.eu.
6

CONSIDERACIONES FINALES

Al final de cuatro días de escucha y diálogo a partir de las resonancias


provocadas por el Documento de trabajo para la etapa continental (DEC)
dentro de las Iglesias de las que procedemos, como Asamblea Conti-
nental Europea nos damos cuenta de que hemos vivido una experien-
cia profundamente espiritual a través del método sinodal.
Este es el fruto por el que damos gracias al Espíritu que nos ha
guiado y que queremos compartir aquí. Hemos profundizado en las
intuiciones que las comunidades eclesiales de nuestro continente han
madurado gracias al proceso sinodal, así como en las tensiones e inte-
rrogantes a las que se enfrentan las Iglesias europeas1.
Hemos vuelto a sentir sobre todo el dolor de las heridas que marcan
nuestra historia reciente, partiendo de las que la Iglesia ha infligido con
los abusos perpetrados por algunas personas en el desarrollo de su mi-
nisterio o de su encargo eclesial, para terminar con las provocadas por
la monstruosa violencia de la guerra de agresión que está tiñendo de
sangre a Ucrania y por el terremoto que ha devastado Turquía y Siria.
Este trabajo ha sido rico y apasionante, pero no han faltado proble-
mas ni dificultades y nos ha permitido mirar a los ojos a la Iglesia que
está en Europa, con todos los tesoros de las dos grandes tradiciones
que la componen, la latina y la oriental. Con una conciencia acrecenta-
da durante el desarrollo de la Asamblea, hoy sentimos que podemos
afirmar que nuestra Iglesia es bella, portadora de una diversidad que
es también nuestra riqueza. Sentimos que la amamos más profunda-
mente si cabe a pesar de las heridas que ha causado y por las que ne-
cesita pedir perdón para poder pasar de verdad a la reconciliación, a la
sanación de la memoria y a la acogida de las personas heridas. Estamos
convencidos de que estos sentimientos llenan también el corazón de
1
De este trabajo dará testimonio un documento más articulado que será enviado a la Secretaría
General del Sínodo como contribución para los próximos pasos del proceso sinodal a partir de la
redacción del Instrumentum laboris de la Asamblea Sinodal del próximo octubre. Este documento
estará disponible en la web de la Asamblea Continental de Praga, https://prague.synod2023.org,
y en las webs de las conferencias episcopales que quieran publicarlo en las distintas lenguas na-
cionales, junto con numerosas informaciones sobre nuestros trabajos y los registros de todas las
sesiones plenarias.
Consideraciones finales 7

todas las personas que desde septiembre de 2021 se han dejado impli-
car en el camino del Sínodo 2021-2024.
A lo largo de la realización de la Asamblea, hemos vivido una expe-
riencia espiritual que nos ha llevado a experimentar por primera vez
que es posible encontrarnos, escucharnos y dialogar partiendo de nues-
tras diferencias y yendo más allá de los numerosos obstáculos, muros y
barreras que nos pone nuestra historia en el camino. Necesitamos amar
la variedad dentro de nuestra Iglesia y sostenernos en una mutua esti-
ma, fuertes en la fe en el Señor y en el poder del Espíritu Santo.
Por eso deseamos seguir caminando en un estilo sinodal: más que
una metodología, lo consideramos un estilo de vida de nuestra Iglesia,
de discernimiento comunitario y de discernimiento de los signos de
los tiempos. En concreto, deseamos que esta Asamblea Continental no
sea una experiencia aislada, sino que se convierta en una reunión pe-
riódica, basada en una adopción generalizada del método sinodal que
impregne todas nuestras estructuras y procesos a todos los niveles. En
este estilo será posible afrontar los temas sobre los cuales nuestros es-
fuerzos necesitan madurar e intensificarse: acompañar a las personas
heridas, dar protagonismo a los jóvenes y las mujeres, abrirse a apren-
der de las personas marginadas…
El estilo sinodal permite asimismo afrontar las tensiones en una
perspectiva misionera sin quedarse paralizado por el miedo, sino
aportando la energía necesaria para proseguir a lo largo del camino.
Dos han surgido en particular en nuestros trabajos. La primera em-
puja a vivir la unidad en la diversidad, huyendo de la tentación de la
uniformidad. La segunda relaciona la disponibilidad con la acogida
como testimonio del amor incondicional del Padre por sus hijos con
la valentía de anunciar la verdad del evangelio en su integralidad: es
Dios quien promete que «la misericordia y la fidelidad se encuentran»
(Sal 85,11).
Sabemos que todo esto es posible porque lo hemos experimentado
durante esta Asamblea, pero todavía más porque la vida de las Iglesias
de las que venimos da testimonio de ello. Pensamos de manera par-
ticular en el diálogo ecuménico e interreligioso cuyo eco ha resonado
con fuerza en nuestros trabajos. Pero creemos que es sobre todo posible
8 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

porque tenemos la gracia: construir una Iglesia cada vez más sinodal
es en realidad un modo de concretar la igualdad en dignidad de todos
los miembros de la Iglesia que se fundamenta en el bautismo, que nos
configura como hijos de Dios y miembros del Cuerpo de Cristo, corres-
ponsables de la única misión de evangelización confiada por el Señor
a su Iglesia.
Confiamos en que la continuación del Sínodo 2021-2024 podrá sos-
tenernos y acompañarnos, afrontando de manera especial algunas
prioridades a nivel de Asamblea:
– profundizar en la práctica, la teología y la hermenéutica de la
sinodalidad. Hemos de redescubrir algo antiguo que pertenece
a la naturaleza de la Iglesia y que es siempre nuevo. Esto es un
deber para nosotros. Estamos dando los primeros pasos de un
camino que se abre a medida que lo recorremos;
– afrontar el significado de una Iglesia completamente ministerial
como horizonte en el que insertar la reflexión sobre carismas y
ministerios (ordenados y no ordenados) y sobre las relaciones
entre ellos;
– explorar modos para un ejercicio sinodal de la autoridad, es decir,
del servicio de acompañar a la comunidad y custodiar la unidad;
– aclarar los criterios de discernimiento para el proceso sinodal y
el nivel en el que se han de tomar las decisiones, del local al uni-
versal;
– tomar decisiones concretas y valientes sobre el papel y sobre una
mayor implicación de las mujeres dentro de la Iglesia a todos los
niveles, también en los procesos de decisión (decision making and
taking);
– considerar las tensiones en torno a la liturgia de manera que se
vuelva a comprender sinodalmente la eucaristía como fuente de
la comunión;
– cuidar la formación en sinodalidad de todo el pueblo de Dios,
con especial atención al discernimiento de los signos de los tiem-
pos en vistas al desempeño de la misión común;
Consideraciones finales 9

– renovar el sentido vivo de la misión, superando la fractura entre


fe y cultura para volver a llevar el evangelio al sentir del pueblo,
encontrando un lenguaje capaz de articular tradición y renova-
ción, pero caminando sobre todo junto a las personas en vez de
hablar de ellas o a ellas. El Espíritu nos pide escuchar el grito de
los pobres y de la tierra en nuestra Europa y de manera especial
el grito desesperado de las víctimas de la guerra que piden una
paz justa.
Amar la Iglesia y la riqueza de su diversidad no es una forma de
sentimentalismo que se tiene como fin a sí mismo. La Iglesia es bella
porque así la quiere el Señor para la misión que le ha confiado: anun-
ciar el evangelio e invitar a todas las mujeres y a todos los hombres a
entrar en la dinámica de comunión, participación y misión que cons-
tituye su razón de ser, animada por la perenne vitalidad del Espíritu.
Amar nuestra Iglesia europea significa por tanto renovar nuestro em-
peño en hacer que esta misión avance, también en nuestro continente,
en una cultura marcada por las numerosas diferencias que conocemos.
¡Confiamos la continuación de nuestro camino sinodal a los santos
patronos y mártires de Europa!
Adsumus Sancte Spiritus!
10

DOCUMENTO FINAL
1. Introducción: la experiencia de la Asamblea
Continental Europea
1. La Asamblea Continental Europea se reunió en Praga en el ámbi-
to de un trayecto iniciado en 2021: el Sínodo 2021-2024 «Por una Igle-
sia sinodal: comunión, participación, misión». Los frutos de la primera
fase del Sínodo dedicada a consultar al pueblo de Dios, que implicó
a millones de personas, fueron resumidos en el Documento de trabajo
para la etapa continental (DEC). Este documento fue sometido a nuestras
Iglesias locales —así como a las de cada uno de los demás continen-
tes— con el objetivo de recoger sus resonancias y facilitar un diálogo
entre las Iglesias en Europa.
2. Era la primera vez que se reunía en Europa el pueblo de Dios
—obispos, sacerdotes, diáconos, consagradas y consagrados, laicos y
laicas— para escucharse recíprocamente y dialogar en un clima de ora-
ción y de escucha de la Palabra de Dios2. Resultó ser una experiencia
nueva e inesperada. Durante los días de trabajo, la alegría de formar
parte de la Iglesia que habían experimentado en la etapa diocesana
volvió a surgir y se multiplicó. Cada uno pudo confrontarse con rea-
lidades distintas a las que vive y juntos descubrimos una común ad-
hesión a Cristo. A veces experimentamos tensiones e incertidumbres,
pero somos conscientes de que, teniendo como fundamento la fe en el
Señor, podemos seguir caminando juntos. Al final de los cuatro días
de escucha y diálogo a partir de las resonancias suscitadas por el DEC
dentro de las Iglesias de las que provenimos, como Asamblea Conti-
nental nos hemos dado cuenta de haber vivido una experiencia pro-
fundamente espiritual a través del método sinodal. Este es el fruto por
el que damos gracias al Espíritu que nos ha guiado y que queremos
compartir aquí.
3. Hemos profundizado en las intuiciones que las comunidades
eclesiales de nuestro continente han madurado gracias al proceso sino-

2
CCEE y UCESM (Unión de Conferencias Europeas de Superiores Mayores) invitaron a las co-
munidades de vida contemplativa del continente a acompañar loas trabajos de la Asamblea con
la oración, en especial con la oración continua y silenciosa.
Documento final 11

dal, así como en las tensiones y los interrogantes a los que se enfrentan
las Iglesias europeas. Este trabajo, rico y apasionante, aunque no au-
sente de problemas ni dificultades, nos ha permitido mirar a los ojos
a la Iglesia que está en Europa, con todos sus tesoros, partiendo de los
de las grandes tradiciones latina y oriental que la componen. En este
camino de escucha recíproca hemos comprendido que podemos estar
unidos en la diversidad:

Las diferencias, que no faltan por historia, cultura, tradiciones, contextos


sociales, constituyen una gran riqueza. No olvidemos que hemos experi-
mentado la belleza del diálogo en 360 grados, no solo de este a oeste, sino
también de norte a sur: desde Chipre y Malta hasta los países nórdicos.
Estamos intercambiando dones preciosos que generan fraternidad y nos
disponen a la misión (libre intervención de un invitado).

4. Con una conciencia incrementada durante el desarrollo de la


Asamblea, hoy creemos poder afirmar que nuestra Iglesia es bella,
portadora de una variedad que es también nuestra riqueza. Pensa-
mos que la amamos de modo aún más profundo a pesar de las heri-
das que ha causado y por las que necesita pedir perdón para poder
pasar de verdad a la reconciliación, a la sanación de la memoria y a
la acogida de las personas heridas. Estamos convencidos de que es-
tos sentimientos también llenan el corazón de todas las personas que
se han dejado implicar desde septiembre de 2021 por el camino del
Sínodo 2021-2024.

1.1. La composición de la Asamblea y la organización


de los trabajos

5. Las Iglesias en Europa se caracterizan por una gran diversidad


lingüística, cultural y ritual. La Asamblea estaba compuesta por 200
personas en total: 140 delegados de los 39 miembros del CCEE (cada
uno podía nombrar hasta un máximo de cuatro) a los que se han
añadido 42 invitados en representación de la Secretaría General del
Sínodo, de las comisiones del CCEE y de una serie de instituciones,
redes, asociaciones y movimientos de la Iglesia católica activos a ni-
vel continental. Además, cada miembro del CCEE ha elegido hasta
un máximo de diez delegados (para un total de 269 participantes)
12 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

que han participado en los trabajos a distancia a través de Internet


aportando su contribución en los trabajos de grupo en línea. Por últi-
mo, para contribuir a los trabajos estaban presentes los componentes
del Secretariado del CCEE y de la Secretaría General de la Conferen-
cia Episcopal Checa, el Comité de Redacción del presente Documento
y el Equipo de Medios.

6. Cada delegación aportaba el fruto del trabajo de preparación, es


decir, de las reacciones al DEC recogidas en cada Iglesia local, a partir
de las cuestiones formuladas en el n. 106 del mismo documento. Cada
Iglesia local organizó la recogida de las reacciones al DEC de la manera
más oportuna y apropiada a las circunstancias.

7. Los trabajos de la Asamblea Continental Europea de Praga se


han desarrollado en cinco idiomas (francés, inglés, italiano, polaco y
alemán). Tras la sesión introductoria, los trabajos se han dividido en
tres unidades, cada una de las cuales estaba estructurada como una
amplia conversación espiritual: toma de la palabra de las delegaciones
en la Asamblea plenaria; compartir las resonancias en los grupos de
trabajo; expresión y recogida de los puntos compartidos de nuevo en
sesión plenaria (informes de los grupos y libres intervenciones). Los
delegados que participaban a distancia se subdividieron en grupos
que trabajaron a través de una plataforma, aportando un informe de
sus intercambios en una sesión específica.

8. Con una elección precisa de transparencia con el fin de facilitar


la participación más amplia posible, todas las sesiones plenarias de la
Asamblea Continental Europea de Praga fueron transmitidas en di-
recto y las grabaciones están disponibles en el canal de YouTube de la
Oficina de Comunicación del CCEE en la página https://www.you-
tube.com/@CCEEMediaoffice/streams. El texto de las contribucio-
nes de las delegaciones y del resto de intervinientes, los discursos y
homilías, así como los informes de los trabajos de grupo, están dispo-
nibles en la página web oficial de la Asamblea Continental Europea,
https://prague.synod2023.org. De ahí provienen las citas que jalo-
nan el presente documento3, que pretende así representar la riqueza
3
En lo que respecta a los miembros del CCEE, se indica simplemente el nombre del país, ex-
cepto la eparquía de Mukachevo, Ucrania (donde se distingue entre Iglesia grecocatólica e Iglesia
Documento final 13

y la vitalidad del intercambio a través de la voz directa de quienes


han participado en la Asamblea. Han sido elegidas porque expresan
de manera concisa, poderosa o precisa los sentimientos compartidos
también por otras contribuciones y no para indicar la adhesión a una
determinada postura4.

9. Este documento fue escrito por un Comité de Redacción encar-


gado expresamente por la Presidencia del CCEE a partir de la escucha
de todas las contribuciones, los informes y las intervenciones presen-
tados durante los trabajos y basándose en el esquema sugerido por la
Secretaría General del Sínodo. Un primer borrador fue leído durante
una de las sesiones de la última jornada de los trabajos, obteniendo
la aprobación por parte de la Asamblea. Por lo tanto, se han recogido
las reacciones y las propuestas de enmiendas tanto durante la Plena-
ria como a través del envío de textos escritos. El Comité de Redacción
procedió a examinar y modificar el texto donde fuera necesario hasta
darle la forma definitiva.

10. El fin del presente documento es únicamente el de aportar un


informe sintético de los trabajos de la Asamblea Continental Europea y
ofrecer la aportación de las Iglesias europeas al diálogo a nivel univer-
sal, en especial en vistas a la redacción del Instrumentum laboris de la
Asamblea Sinodal de octubre de 2023. Da por ello voz a las principales
intuiciones y a las concordancias registradas, pero también a las di-
vergencias y las tensiones que han surgido con el fin de identificar las
prioridades que plantear al discernimiento de la Asamblea Sinodal en
preparación. Se trata de un informe que la Asamblea Continental Euro-
pea ha reconocido como fiel al trabajo desarrollado. El documento no
ofrece soluciones o interpretaciones teológicas, sino que pretende pre-
sentar las tensiones que han mostrado las Iglesias locales. Por lo tanto,
no puede ser interpretado como la expresión de una postura definitiva
o la indicación de estrategias operativas de las Iglesias europeas sobre

latina), y las dos conferencias episcopales plurinacionales: países nórdicos (Suecia, Dinamarca,
Noruega; Finlandia e Islandia) y la Conferencia Episcopal Internacional de los Santos Cirilo y
Metodio (Serbia, Macedonia del Norte, Montenegro y Kosovo). Para las citas de los informes de
los trabajos de grupo, se indica la lengua en la que han trabajado.
4
Para considerar estas citas, es necesario tener en cuenta que a menudo se trata de la traducción
en uno de los cinco idiomas de trabajo de un texto formulado en su origen en una lengua distinta.
14 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

cuestiones que se reenvían al discernimiento de las siguientes fases del


proceso sinodal.
11. Después de haber esbozado algunos elementos fundamentales
del contexto en el que viven y trabajan las Iglesias europeas y en los
que, por tanto, también ha de situarse la Asamblea Continental de Pra-
ga, el texto proseguirá con la identificación de siete intuiciones sobre
las que fundamentar el camino hacia una Iglesia sinodal en una pers-
pectiva europea y siete tensiones a las que se sienten interpeladas las
Iglesias europeas para proseguir su trayecto; se concluirá por ello con
la formulación de aquellas que las Iglesias europeas consideran priori-
tarias para el trabajo de la Asamblea Sinodal de octubre de 2023.

1.2. Algunos aspectos del contexto en el que se mueven


las Iglesias europeas

12. Durante los trabajos de la Asamblea recibimos la noticia del dra-


mático terremoto que golpeó el sur de Turquía y el norte de Siria el 6
de febrero de 2023. Decenas de miles de personas perdieron la vida.
En la oración, la Asamblea expresa su solidaridad con quienes fueron
especialmente golpeados por el terremoto.
13. Golpean profundamente a Europa el dolor y el sufrimiento cau-
sados por la guerra de agresión desencadenada hace un año contra
Ucrania. La Asamblea se ha sentido profundamente afectada por la
presencia de personas procedentes de las regiones golpeadas. La situa-
ción ha hecho surgir nuevas preguntas: «Sería bueno reflejar junto con
la Iglesia universal cómo mostrar a Cristo en condiciones de guerra y
postbélicas. ¿Cómo hacer llegar la buena nueva a personas golpeadas
por la violencia y las violaciones?» (Ucrania, Iglesia latina).
14. Las Iglesias europeas se ven profundamente afectadas por la cri-
sis de los abusos sexuales y de otro tipo. Se ha subrayado sobre todo
que la valiente voz de las víctimas «ha ido al centro de lo que es nece-
sario para nuestra Iglesia: la conversión» (Irlanda). Como está en juego
la credibilidad de la Iglesia, es necesario afrontar tanto los casos de
abusos y las heridas que provocan estos como la cuestión de su gestión
por parte de las autoridades eclesiásticas.
Documento final 15

15. La experiencia sinodal se desarrolla dentro del contexto peculiar


que caracteriza a las Iglesias europeas, a partir de las diversidades que
la recorren, creando también tensiones entre sus partes: entre Europa
oriental y occidental, herencia de la división del continente en bloques
opuestos tras el final del segundo conflicto mundial, pero también
entre norte y sur, entre países de tradición católica y otros donde los
católicos o incluso los cristianos representan una minoría desde hace
siglos. Sin embargo, el trabajo de la Asamblea restituye una imagen
de Europa y de las Iglesias europeas bastante más variada que los tra-
dicionales estereotipos de grandes bloques homogéneos antagónicos.
El pluralismo confesional que caracteriza desde hace siglos a Europa
representa en la actualidad el terreno sobre el que florecen iniciativas
ecuménicas de todo tipo a partir del ecumenismo de la praxis.
16. El contexto religioso de la Europa contemporánea está marcado
sobre todo por el fenómeno de la secularización:
Nuestra rica tradición cristiana europea comporta asimismo un bagaje que
llevamos con nosotros en un contexto de marcada secularización. En este
contexto, hemos de abrir nuevos caminos al deseo de “ir al encuentro de
todos con la lámpara del evangelio encendida”» (Malta).

Es estéril una actitud negativa de condena con respecto al mundo y la so-


ciedad. Tenemos mucho que ofrecer al mundo, pero también mucho que
recibir. La apertura al mundo puede ayudarnos a comprender mejor el
evangelio. [...] Todo el proceso sinodal nos invita a comprender los signos
de nuestro tiempo, incluidos los signos de la sociedad contemporánea se-
cularizada (Bélgica).

Entre los desafíos actuales está la necesidad de implicarse en un


«diálogo con la cultura y el pensamiento contemporáneo sobre temas
como la inteligencia artificial, la robótica o las cuestiones relativas a la
identidad de género (LGTBQIA+)» (Portugal). A pesar de las dificulta-
des, el proceso sinodal es considerado como una oportunidad dentro
de una cultura secularizada: «Ampliando nuestra tienda, hemos de ser
capaces de acompañar al mayor número de personas posible por el
camino de la experiencia cristiana» (Mónaco).
17. Las Iglesias en Europa también han de afrontar el problema de
las migraciones. Causadas por guerras o por desastrosas situaciones
económicas, sustraen miembros también a las comunidades cristianas,
16 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

empobreciéndolas y haciendo que sean casi irrelevantes. Algunas «co-


rren el riesgo por diversos motivos, en primer lugar, por la pobreza
y el fenómeno migratorio, de desaparecer y de ver interrumpida la
transmisión de la tradición de la fe» (Moldavia). En cambio, en otros
lugares, las comunidades han de hacer frente a un repentino flujo de
extranjeros que pueden constituir incluso la gran mayoría:
La nueva realidad de la Iglesia católica en Grecia: cincuenta mil católicos
griegos y ciento cincuenta mil católicos inmigrantes y prófugos. [...] Al-
gunas parroquias son de mayoría extranjera (95 % en las tres parroquias
del centro de Atenas, en Rodas y en Mikonos), con una escasa presencia
de griegos. Centenares de africanos son clandestinos por carecer de docu-
mentos. Otras parroquias tienen un rostro multinacional. Solo en las islas
con una presencia católica multisecular son todos griegos. El problema se
agrava porque muchos miles de inmigrantes viven en la ciudad y los cam-
pesinos y las islas carecen de la presencia de un párroco católico y, por lo
tanto, de vida de Iglesia católica (Grecia).

18. En varias ocasiones se ha subrayado que las Iglesias en Euro-


pa son Iglesias del martirio, registrando también la petición de redac-
tar un martirologio común europeo «para difundir la memoria de los
mártires de nuestro continente y dejarnos guiar por su testimonio para
crecer en la fe y en la fidelidad a nuestra identidad cristiana y católica»
(libre intervención de un invitado).
19. En medio de desafíos tan complejos, la mayoría de las delegacio-
nes ha expresado la necesidad de revitalizar la escucha de la Palabra de
Dios: «Es esencial que la Iglesia dé a la Palabra de Dios todo el espacio
que merece, reintegrando la dimensión espiritual en su vida ordinaria,
en todas sus actividades pastorales y también en el desempeño de la
actividad de gobierno».

2. Por una Iglesia sinodal desde una perspectiva europea

20. El diálogo y el intercambio a partir del DEC han llevado a la


identificación de siete puntos de referencia para el camino de cons-
trucción de una Iglesia sinodal en una perspectiva europea. Se trata de
intuiciones compartidas desde las que podemos extraer inspiración y
que podemos aplicar encarnándolas en los concretos contextos locales:
1) la dimensión espiritual de la sinodalidad en una óptica de continua
Documento final 17

conversión a Cristo; 2) el descubrimiento de la común dignidad bau-


tismal y de sus implicaciones; 3) el intrínseco lazo entre sinodalidad y
misión; 4) el diálogo como estilo de vida de la Iglesia; 5) el empeño por
superar los prejuicios y reconciliar la memoria; 6) la atención preferen-
cial a familias, mujeres y jóvenes; 7) la adopción del método sinodal
para todos los procesos eclesiales.

2.1. En camino con Cristo, llenos de su Espíritu

21. El estilo de vida de Jesús, su existencia kenótica al servicio de


la humanidad, es un camino que están invitados a emprender cada
cristiano y cada comunidad cristiana: «La conversión, entendida como
conformación interior y exterior a Cristo servidor, tendría que ser el
primero y el último criterio del camino sinodal que modela el estilo
de la Iglesia del futuro» (Turquía). El mismo término de «sínodo» hace
referencia a la persona de Jesús:
En nuestro camino sinodal se ha subrayado la imagen de la Iglesia como
comunidad de todos los fieles de Cristo. Los fieles que están con Cristo,
que ha dicho de sí mismo: “Yo soy hodos” = el camino (también la verdad
y la vida). [...] Los cristianos son synodoi (Ignacio de Antioquía). De este
modo, la sinodalidad es ante todo la “cocristiandad”. Y los synodoi son
todos los “con-Cristo”. Es decir, precisamente por estar con Cristo y solo
desde esta base cristológica, todos los bautizados son synodoi en el tiempo
de la salvación, en el seguimiento de Cristo y en el servicio a los hermanos
y a las hermanas, en su peregrinación hacia Cristo resucitado (Bosnia y
Herzegovina).

22. De manera complementaria, numerosísimas intervenciones en


las sesiones plenarias y en los trabajos de grupo han indicado al Espíri-
tu Santo como el principal protagonista y el motor del camino sinodal.
Lo señalaba el teólogo checo Tomáš Halík desde su reflexión espiritual
introductoria: «Es sobre todo a través de la espiritualidad —la experien-
cia espiritual de cada creyente y de toda la Iglesia— que el Espíritu nos
introduce gradualmente en toda la verdad». Lo hemos experimentado
directamente durante la Asamblea de Praga, meditando sobre el ico-
no de Pentecostés mostrado por la Iglesia eslovaca: todos los presentes
están unidos, aunque los colores de su ropa sean distintos. La imagen
refleja todo lo vivido: la diversidad de las opiniones expresadas no es
18 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

un obstáculo al deseo declarado por todos de ser fieles a Cristo y de


participar juntos en la construcción de una Iglesia de la unidad en la
diversidad guiada por el Espíritu Santo, cum Petro et sub Petro.

23. Proceder a lo largo del camino sinodal exige «mantener un espí-


ritu de discernimiento continuo para que la Iglesia pueda ser siempre
un lugar de encuentro personal y comunitario con Jesús y su evange-
lio, y un punto de partida para la misión» (Portugal). Si Cristo es nues-
tro modelo y el Espíritu la fuente de la energía que nos impulsa, son
indispensables la actitud de conversión y el cuidado de la dimensión
espiritual para permanecer atentos a su voz. Por tanto, en el corazón
de una Iglesia sinodal solo puede estar la relación personal con Dios:
«Solo si tenemos una experiencia personal de Dios Padre podemos ser
hermanos y hermanas en Cristo los unos de los otros, yendo por el
mundo con el contenido del evangelio y revelando la riqueza de la fe»
(Eslovenia). Cultivar esta relación exige comprometerse en un camino
de conversión que implica también a las comunidades en su conjunto y
también a otras: «Creemos que el fundamento de todas nuestras accio-
nes, deseos y propuestas han de ser la conversión personal y comuni-
taria y la comunión con Cristo entre nosotros y con nuestros hermanos
y hermanas» (España).

24. La fidelidad a Cristo ha de vivirse también como unión espiritual


con quienes han dado su propia vida por el evangelio: «El martirio de
hombres y mujeres, consagrados o no, nos enseña que la comunión es
posible a pesar de las duras pruebas; que ser fiel a Dios es el testimonio
más bello que se pueda ofrecer a la humanidad de todos los tiempos»
(Albania). En efecto, «los mártires cristianos no han dado su vida por
una costumbre, sino por la verdad: por Cristo» (Hungría).

2.2. Se ha de redescubrir la común dignidad bautismal

25. «En el bautismo hemos sido insertados a Cristo» (Eslovenia).


Muchas reacciones al DEC subrayan el vínculo con Cristo a través del
bautismo y las consecuencias que derivan de ello: «Todos somos lla-
mados a la santidad y compartimos la responsabilidad de edificar la
Iglesia» (grupo de trabajo en lengua inglesa). Por eso:
Documento final 19

Hemos de reconocer y reafirmar nuestra común dignidad bautismal como


base para la renovación de la vida y del servicio dentro de la Iglesia. Cada
bautizado ha de ser más consciente de su propia identidad, dignidad y
vocación en Cristo. [...] Cada vocación tiene que ser mejor entendida y más
ampliamente apreciada si queremos cultivar la naturaleza colegial de la
Iglesia (Escocia).

El proceso sinodal ha sido muy útil para todos como ocasión de re-
apropiación a través de la experiencia de este conocimiento: «La intui-
ción que ha surgido con fuerza en este camino sinodal ha sido el des-
cubrimiento de la dignidad bautismal y de la responsabilidad común
que deriva de ella para la edificación y la misión de la Iglesia» (Italia).
26. La idéntica dignidad debida al bautismo ha sido recordada
en varias ocasiones. Esta afirmación teológica asume una dimensión
más concreta y urgente cuando nos empuja a interrogarnos sobre el
lugar y el papel de las mujeres en la Iglesia: «La actual experiencia
sinodal es un importante signo de esperanza para muchos y los ani-
ma en la búsqueda común de nuevas vías creíbles. Esto incluye el
reconocimiento de la dignidad y la vocación de todos los bautizados,
en especial de las mujeres» (Suiza). En otras palabras, «la implicación
de las mujeres no es una sustitución de la escasez masculina, sino
una aplicación responsable de la teología del sacerdocio común de
los fieles» (República Checa). El desafío es todavía más crucial en lo
relativo a los jóvenes.

2.3. La sinodalidad al servicio de la misión

27. La sinodalidad tiene una dimensión esencialmente misione-


ra. Descubriendo el dinamismo de la evangelización y renovándose,
nuestras Iglesias locales comprenden que la sinodalidad y la misión
son interdependientes y constituyen una tarea permanente para la
Iglesia. La sinodalidad es un camino común a distintos niveles, es un
nuevo estilo de ser Iglesia misionera y constituye el marco de nuestra
participación en la misión divina:
Si tomamos en serio el principio de sinodalidad, entonces la misión no
puede ser entendida como un proceso unilateral, sino más bien como un
acompañamiento en un espíritu de diálogo, una búsqueda de comprensión
20 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

recíproca. La sinodalidad es un proceso de aprendizaje en el que no solo


enseñamos, sino que también aprendemos (Tomáš Halík, Reflexión espiri-
tual introductoria).

28. Caminando como Iglesia sinodal misionera, encontramos a com-


pañeros que aprendemos a amar y a apreciar porque todos hemos sido
llamados a dar testimonio del amor de Cristo en un mundo herido. Las
expectativas de la gente con respecto a la Iglesia son grandes. Los fieles
quieren dar forma a esta Iglesia misionera y quieren que se escuche su
opinión, su vida cotidiana, sus preocupaciones, sus sufrimientos.
29. Ser una Iglesia misionera significa al mismo tiempo escuchar
como seguidores de Cristo, ver las heridas existenciales de las perso-
nas, de la humanidad y de la creación y actuar para afrontarlas: «Una
Iglesia sinodal puede ayudar a remediar y a recoser estas heridas. Pue-
de ayudarnos a reconciliarnos con nosotros mismos, con Dios, los unos
con los otros y con la creación» (Irlanda). El énfasis del DEC en el carác-
ter diaconal de una Iglesia sinodal misionera ha sido acogida con gran
favor. Para expresar su importancia, a menudo recurre a la imagen de
la Iglesia como un hospital de campaña.
30. No faltan las heridas en nuestros días, en Europa y en el mundo:
la guerra en Ucrania, las crisis existenciales de las personas, la degra-
dación del medioambiente, la pandemia y las heridas causadas a las
personas por la Iglesia por los abusos y por cualquier forma de violen-
cia, exclusión y humillación.
Muchas voces expresan agradecimiento por la focalización del documento
sobre las crisis acuciantes del presente. En especial, pensamos en las crisis
existenciales de la protección de lo creado, de la justicia climática, de las
guerras, de la pobreza y de las enfermedades. Como Iglesia en Suiza, pode-
mos empeñarnos de un modo creíble en estas crisis si trabajamos también
en nuestros problemas internos y los resolvemos (Suiza).

31. La sinodalidad sostiene a la Iglesia en el proceso de hacerse cada


vez más misionera, pero también revela rápidamente obstáculos y ten-
siones que han de ser superados o soportados a lo largo del camino.
Una Iglesia sinodal adopta criterios de valoración diferentes; no evita
el diálogo, lo busca; no devalúa, sino que se esfuerza por salir de las
propias seguridades y abrirse a debatir; abre espacios de experimenta-
ción y busca soluciones subsidiarias si es necesario.
Documento final 21

2.4. Crecer como Iglesia del diálogo

32. Para la Iglesia, el diálogo es un estilo de vida con sólidos funda-


mentos trinitarios y eclesiológicos que ha de plasmar nuestras relacio-
nes en todos los niveles, partiendo de las relaciones dentro de nuestras
Iglesias locales y entre ellas. Atañe luego a las relaciones ecuménicas e
interreligiosas, las relaciones con la sociedad y al modo de ocuparse de
los marginados y de las personas heridas.
33. Nuestras Iglesias locales se caracterizan por una rica diversidad,
pero que no siempre es sencilla de vivir: conviven nacionalidades y
grupos étnicos diversos, así como creyentes de tradición occidental y
oriental de nuestra Iglesia. Esta diversidad interna está marcada en
especial en las Iglesias de Moldavia, Rumanía y Ucrania:
En un contexto de minoría, una dificultad ulterior está representada por la
diferencia de culturas entre los católicos pertenecientes a una misma comu-
nidad eclesial, que viven la separación de las tradiciones, las lenguas y la
cerrazón en el sentido de pertenencia, lo que genera división (Moldavia).

En cualquier caso,
la diversidad no ha de ser vista solo como un problema, sino como un re-
curso (los ritos de las diferentes Iglesias, la liturgia, la historia y las tradi-
ciones de las Iglesias nacionales en Europa, etc.). Todas estas realidades
reclaman una transformación de nuestros corazones y del lenguaje que se
utiliza con respecto a la cultura actual. Nos sentimos comprometidos en el
camino del encuentro que inicia con nuestra metanoia (grupo de trabajo en
lengua italiana).

34. Con respecto a las relaciones con las demás confesiones cristia-
nas y creencias religiosas, se ha recalcado que, en muchas partes de
Europa, los católicos son una pequeña minoría y tienen una rica expe-
riencia de lo que significa pensar y vivir ecuménicamente con las Igle-
sias tanto protestantes como ortodoxas. Muchas Iglesias locales están
implicadas en el diálogo con el judaísmo y en el diálogo interreligioso,
sobre todo con el islam (por ejemplo: Turquía, Bosnia y Herzegovina,
Albania):
El esfuerzo ecuménico de la comunidad católica con respecto a los cristia-
nos ortodoxos (hay poquísimos cristianos de otras confesiones en el país)
y el trabajo de diálogo con los musulmanes y con la comunidad judía son
22 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

parte de la vida de la Iglesia en una sociedad religiosa y étnicamente mixta


(Bosnia y Herzegovina).

35. Las Iglesias de los países de Europa oriental y sudoriental son


conscientes de encontrarse en la frontera con el mundo ortodoxo o de
vivir junto a fieles de la Iglesia ortodoxa que representan la mayoría
de la población. No siempre ha sido fácil la convivencia y todavía hay
heridas que curar. Las Iglesias locales quieren afrontar esta tarea:

El camino sinodal ha reactivado la conciencia ecuménica. La Iglesia greco-


católica tiene en su ADN la vocación ecuménica y sufre dolorosamente la
falta de unidad de los cristianos. Nosotros no estamos simplemente en la
frontera geográfica con la religión ortodoxa, sino sobre todo con los herma-
nos y hermanas ortodoxos con los que compartimos el mismo patrimonio
ritual y cultural. Evidentemente, queremos intensificar nuestro compro-
miso con el ecumenismo con todas las confesiones, pero sobre todo con
nuestra Iglesia hermana, mostrando espíritu de iniciativa y de creatividad,
yendo más allá de las heridas y las injusticias del pasado a través de una
auténtica sanación de la memoria (Rumanía).

36. Las Iglesias de Europa occidental y septentrional están en ven-


taja por sus buenas relaciones ecuménicas con las Iglesias protestantes.
Se ha subrayado que los encuentros de oración, pero también de cami-
no conjunto, no tendrían que limitarse a la conmemoración anual de la
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, sino que tendrían
que ir más allá, identificando nuevas posibilidades. La delegación le-
tona, por ejemplo, nos ha hablado de la tradición de un viacrucis ecu-
ménico que tiene lugar el día del Viernes Santo en Riga desde hace ya
dieciocho años y que también se organizó durante la pandemia con la
participación de las comunidades luterana y baptista.

37. El estilo de diálogo afecta también a las relaciones con la socie-


dad secularizada:

En Europa, [el] cambio asume una forma específica por medio de la con-
frontación con una sociedad cada vez más secularizada. En realidad, ya no
existen sociedades cristianas homogéneas. No es bueno limitarse a obser-
var esta situación o a vivirla como una amenaza o como algo a lo que hay
que oponerse. Como Iglesia, vivimos en el mundo, pero no necesariamente
en un mundo cristiano. Esto exige un cambio de mentalidad y una verda-
dera conversión por nuestra parte (Bélgica).
Documento final 23

Al mismo tiempo, ante la secularización y el pluralismo cultural,


algunos expresan el temor de que las enseñanzas de la Iglesia se dilu-
yan y cambie, por ejemplo, la comprensión tradicional del matrimonio
y de la familia, invitando a la Iglesia a permanecer en el diálogo con el
mundo sin hacerse mundana.
38. Las Iglesias locales en Europa son conscientes de que es necesa-
rio entrar y permanecer en el diálogo con la sociedad. El diálogo con
el mundo ayuda a la Iglesia a ser misionera, a conocer y comprender
los sufrimientos y las heridas de las personas y de lo creado, y a actuar
en consecuencia, sobre todo en su interior: se ha revelado una tensión
«entre cambios socioecológicos que pedimos a la sociedad en tiempos
de múltiples crisis con el fin de una convivencia pacífica en la justicia
y nuestra ausencia de capacidad de conversión hacia una mayor justi-
cia» (grupo de trabajo en línea en lengua inglesa). El tiempo apremia
para comprometerse con la justicia, la paz y la reconciliación.

2.5. Afrontar las heridas abiertas, superar los prejuicios,


reconciliar la memoria

39. La Iglesia ha causado heridas profundas y, al mismo tiempo, está


profundamente herida. Muchas aportaciones rinden homenaje a «mu-
jeres y hombres que han dado con valentía un paso hacia delante para
hablar de abusos sexuales, institucionales, emotivos, psicológicos, físi-
cos y espirituales por parte de miembros de la Iglesia» (Irlanda) y sub-
rayan que las heridas causadas por los abusos erosionan la credibilidad
de la Iglesia. Expresando decepción con respecto a las autoridades de la
Iglesia por el trato despectivo y no empático reservado a estas personas,
algunos se preguntan: «¿Hasta qué punto se hace todavía una distinción
entre los miembros de una institución y la propia institución?» (países
nórdicos). Otros consideran las responsabilidades del encubrimiento de
los casos de abuso tanto individuales como sistémicos:
Existen graves faltas individuales; demasiados miembros del clero han
abusado de su poder y los responsables, especialmente los obispos, han
cubierto las atrocidades. Pero también existen causas sistémicas del abuso
de poder. No podemos negarlas. Estamos decididos a sacar de ello las con-
secuencias espirituales y estructurales (Alemania).
24 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

Algunos piden pasos más decididos para afrontar el problema de


modo más transparente: «El abuso es una herida abierta y seguirá sien-
do una barrera para la comunión, la participación y la misión hasta que
no se haya afrontado de manera completa» (Irlanda).
40.
Solo cuando nos ponemos a la escucha de las voces que a menudo no son
escuchadas, somos capaces de crecer y de discernir. En particular, desea-
mos escuchar la voz de algunos grupos específicos dentro de la Iglesia:
los pobres, los marginados, quienes se sienten excluidos o no deseados, la
comunidad LGTBQIA+, los divorciados vueltos a casar, los inmigrantes
y aquellos cuya vida no ha ido como hubieran querido que fuera (Países
Bajos).

Es necesario mantener la relación entre la reforma sinodal y la pre-


ocupación por las víctimas y los marginados en la Iglesia: «En las lu-
chas por el futuro de la Iglesia, queremos poner en primer lugar a las
personas concretas y sus sufrimientos» (grupo de trabajo multilingüe).
También son mencionados a menudo los enfermos y las personas dis-
capacitadas. Es urgente pasar a la acción ya que muchas personas y
grupos «se sienten rechazados, despreciados y discriminados en nues-
tra Iglesia y a menudo con razón. Piden la posibilidad de encontrarse
sin miedo y en un diálogo honesto de igual a igual. El tiempo apremia:
¡reconozcamos que es necesaria una verdadera conversión!» (Suiza).
41. Durante la Asamblea no solo han surgido diversidad de opi-
niones, sino también de acusaciones recíprocas. Pero para las Iglesias
de Europa, todavía está abierta la vía del encuentro y de la confianza
recíproca: «Subrayamos la alegría de estar en el mismo camino entre
países e Iglesias de Europa, de poder descubrir que todos vivimos su-
frimientos y experiencias distintos, pero teniendo en común el amor de
Cristo» (grupo de trabajo en lengua francesa). La Asamblea de Praga
no está en el final de este recorrido, sino apenas un paso después del
comienzo: todos necesitamos tiempo para una comprensión más pro-
funda de lo que los demás dicen, que a veces para algunos es difícil de
aceptar y que exige una reflexión posterior, un estudio y discernimien-
to y escuchar la voz del Espíritu Santo que quiere conducirnos a un
futuro común: «Caminemos juntos en el modo en el que el Espíritu de
Dios conduce nuestra Iglesia: en muchos lugares, con muchas perso-
Documento final 25

nas, de muchas formas. Es un kairós de la Iglesia descubrir y dar forma


a la propia sinodalidad» (Alemania).
42. El encuentro y el intercambio entre los delegados, en particular
durante los trabajos de grupo, han hecho ver que las diferencias de
visión del mundo no solo existen entre el este y el oeste y entre el norte
y el sur. A pesar de las diferencias reales entre las Iglesias locales, no
es posible trazar un cuadro simplista de una Europa anclada en viejas
divisiones. La contribución de Luxemburgo menciona
la gran brecha entre quienes buscan reformas o incluso transformaciones
y quienes tienen miedo de los cambios hasta el punto de rechazarlos. Que
estas divisiones nos hagan ser curiosos por descubrir los argumentos del
otro, que nos hagan vigilar para respetarnos recíprocamente y construir
juntos el futuro de nuestras comunidades y no ponernos los unos contra
los otros, viendo en la diversidad una riqueza.
43. La llamada a la conversión ha resonado en el contexto de los
prejuicios recíprocos por parte de individuos particulares o incluso de
comunidades enteras, incluidas las Iglesias locales. Todos necesitamos
«reconocer la diversidad de los ambientes de vida y de las experiencias
históricas» (Croacia) para borrar de la memoria histórica lo que nos
impide acercarnos los unos a los otros con una actitud de apertura y
confianza: «Leyendo el DEC nos quedamos fascinados por la diversi-
dad global de las realidades de nuestra fe común en Cristo. La relación
entre escuchar y expresar se ha equilibrado y todos nosotros somos
más conscientes del valor del modo específico que tiene cada uno de
expresarse» (Rumanía).
44. Algunos delegados han expresado abiertamente la necesidad
de que todos nos convirtamos y de que purifiquemos la memoria para
reconciliar nuestras Iglesias locales y hacernos más creíbles para la so-
ciedad secularizada. Todos necesitamos poner en cuestión nuestras
duras posturas teológicas y pastorales para responder mejor a los re-
tos contemporáneos. «El proceso de secularización no ha provocado la
desaparición del cristianismo, como algunos esperaban, sino su trans-
formación» (Tomáš Halík, Reflexión espiritual introductoria). Necesitamos
una eclesiología kenótica para no tener miedo de la muerte de algunas
formas de Iglesia: «La misión supera tantos problemas porque significa
salir de sí mismos. En el peligro de perder está la mayor posibilidad de
recibir» (grupo de trabajo en lengua italiana).
26 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

2.6. Prestar especial atención a las familias, las mujeres y los jóvenes

45. Muchas intervenciones se han concentrado en el apoyo a las fa-


milias, que son responsables del fortalecimiento y la transmisión de
la fe y la formación litúrgica, alimentan a los jóvenes y son agentes de
evangelización:
El lugar de formación más importante es la familia, que está en crisis por
diversos motivos: es necesario hacer hincapié en los esfuerzos pastorales
hacia las familias (Eslovaquia).

La familia es la célula fundamental de la sociedad donde se aprende la


tolerancia y la aceptación recíproca y donde podemos regresar en los mo-
mentos de crisis. Por eso, estamos llamados a trabajar por el matrimonio y
la familia (Hungría).

Este empeño reviste asimismo un valor ecuménico e interreligioso:


Las cinco confesiones religiosas (islam, bektashi, ortodoxos, evangélicos y
católicos) reconocidas oficialmente por el Estado han constituido conjunta-
mente un Consejo Interreligioso. Más allá del monoteísmo que nos carac-
teriza, lo que nos une principalmente y por lo que pensamos que podemos
ofrecer algo al hombre de hoy son los valores humanos de los que nos sen-
timos portadores (Albania).

Esto es afirmado con especial referencia a las familias.


46. Las aportaciones de prácticamente todas las delegaciones dedi-
can espacio al tema de la participación y el papel de las mujeres en la
Iglesia.
Muchas mujeres han comunicado su dolor por la negación de su participa-
ción en la vida de la Iglesia y han hablado de sentimientos de exclusión y
de discriminación. Las mujeres desempeñan un papel crucial en la vida de
la Iglesia, pero muchos hombres y mujeres han hablado de una Iglesia que
«excluye» la plenitud de los dones de las mujeres (Irlanda).

Se trata de uno de los puntos que se repiten con mayor frecuencia


y con palabras bastante similares: desde Bielorrusia, que subraya «la
mayor atención dada al papel de las mujeres en la vida de la Iglesia.
En virtud del sacramento del bautismo, como miembros del pueblo de
Dios con igual dignidad, estas han de ocupar el puesto que les corres-
ponde en la realización de la misión y de las actividades de la Iglesia»;
Documento final 27

a Luxemburgo, que pide «fortalecer el papel de las mujeres y su parti-


cipación a todos los niveles de la vida de la Iglesia, teniendo en cuenta
por último de sus carismas y talentos».
47. No ha faltado la atención a los jóvenes que representan el pre-
sente más que el futuro de nuestras Iglesias. «Más que nunca, los jóve-
nes buscan pertenencia, autenticidad y autonomía. Muchos sufren de
depresión y soledad y nadie se ocupa realmente de ellos ni los escucha.
Los jóvenes ya están ahora en la Iglesia, no solo en el futuro» (Países
Bajos). Eslovaquia lamenta «la ausencia de los jóvenes en la vida de
la Iglesia», mientras necesitamos «a jóvenes que acepten esta misión
de Cristo, den testimonio, conduzcan un diálogo y presenten a otras
comunidades y naciones todos estos valores que llevamos en nuestra
vida de jóvenes católicos» (Conferencia Episcopal Internacional de los
Santos Cirilo y Metodio).

2.7. Hacer que el método sinodal sea ordinario y estructural

48. A medida que se iban sucediendo los trabajos, ha pasado a pri-


mer plano la conciencia de la profundidad y la fecundidad del método
de la conversación espiritual, llamado también por algunos «método
sinodal»:
El proceso sinodal es un don del Espíritu Santo que nos llama a una es-
cucha activa, a un diálogo profundo y a un discernimiento comunitario a
través de la metodología de la conversación espiritual (España).

Como también da testimonio la experiencia directa de los trabajos


de la Asamblea de Praga, la conversación espiritual promueve una pro-
funda dinámica en las personas implicadas: permite ser escuchadss y
pide aprender a escuchar saliendo de los propios prejuicios y acogien-
do modos de expresar que también pueden herir. Estimula sobre todo
la escucha personal y profunda de la Palabra de Dios, la oración comu-
nitaria y la conversión. Se escucha a los hermanos y las hermanas, pero
todavía más se escucha al Espíritu, que es el verdadero protagonista, y
se impulsa a concentrarse en el estilo del Señor y no en la propia ideo-
logía, para identificar los pasos que hay que dar juntos. A esto se refiere
el término de discernimiento, que para algunos queda incluso poco
28 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

claro. Con las oportunas modificaciones, el método sinodal puede ser


aplicado también en el ámbito ecuménico, interreligioso y social.
49. Con el fin de que la sinodalidad no sea un término abstracto
ni formal, el método sinodal «necesita de una profundización, de una
formación y de una institucionalización» (Austria). Por una parte, es
necesaria una elaboración más completa de una teología de la sino-
dalidad; por otra, muchos subrayan la importancia de la «formación
conjunta en sinodalidad para el clero y para los laicos» (Inglaterra y
Gales), en especial a través de procesos de learning by doing (aprender
haciendo). Podemos crecer en un estilo sinodal a través de la práctica
bajo la guía del Espíritu y con el acompañamiento por parte de perso-
nas con preparación. De este modo, la delegación maltesa pide:
Dada la neta diferencia que hemos observado entre los procesos en los que
la «conversación espiritual» era central y los que parecían contrarrestar
con las normales encuestas, ¿qué competencias y qué espiritualidad son
necesarias para que la sinodalidad no se quede solo en un concepto, sino
que se convierta en una inspiración para nuestras estructuras para que se
conviertan en verdaderos espacios de discernimiento comunitario donde la
voluntad esté de verdad en el centro?

50. El uso del método sinodal está por tanto llamado a ser estructu-
ral, entrando en la vida ordinaria de las comunidades «como el enfo-
que correcto en cada encuentro eclesial y en la realización de los planes
pastorales locales» (Moldavia) hasta configurar un nuevo estilo de ser
Iglesia. Según la delegación eslovaca, es prioritario «llevar el espíritu
sinodal a la vida de las comunidades locales, introducir la escucha ac-
tiva y el discernimiento espiritual en los procesos de decisión». Para
ello se sugiere una reflexión sobre las modificaciones en el derecho ca-
nónico para favorecer el desarrollo de estructuras y procedimientos
basados en el método sinodal. Una de las prioridades es hacer de «las
parroquias un lugar de verdadera “cultura sinodal” donde todos están
invitados a participar, a manifestarse y a dar su aportación en la acción
pastoral en los consejos o en las asambleas asumiendo una efectiva
corresponsabilidad» (Portugal). También es un modo de hacer que la
Iglesia sea menos clerical, fría y burocrática, como piden algunos, en
especial los jóvenes.
51. La apuesta es seguir aprendiendo a ser una Iglesia sinodal sin
contentarse con los pasos ya conseguidos por mucho que sean boni-
Documento final 29

tos, dando concreto testimonio de que es posible vivir las tensiones


sin verlas como oposiciones sin solución que se aplastan. Para ello «es
necesaria la formación en la práctica concreta de la sinodalidad y en la
escucha auténtica del otro y del Espíritu Santo» (Países Bajos).

3. Las Iglesias europeas ante la sinodalidad:


interrogantes y tensiones

52. En el centro del proceso sinodal se da la identificación de las


tensiones que atraviesan las Iglesias en Europa. Como afirmaba un de-
legado austriaco, las tensiones pueden ser una oportunidad, pero de-
pende de cómo se las encara: pueden ser escondidas bajo la alfombra,
transformarse en un conflicto con vencedores y vencidos o convertirse
en un camino hacia la sinodalidad que exige luego la apertura de es-
pacios de experimentación. «Europa tiene una historia de conflictos
religiosos, pero las tensiones se reducen cuando se escucha a todas las
partes; por lo tanto, agradezcamos a Dios por esta escucha sinodal»
(grupo de trabajo en línea en lengua inglesa).
53. Múltiples tensiones de diverso tipo son a menudo fuente de gran
preocupación. La imagen de la tienda propuesta por el DEC aclara sin
embargo que no son necesariamente negativas: sin tensión, la tienda se
cae, mientras que demasiadas tensiones la dañan. Las tensiones corren
el riesgo de transformarse en polarizaciones, pero «la polarización hie-
re a la Iglesia, Cuerpo de Cristo» (grupo de trabajo en línea en lengua
inglesa). Por lo tanto, estamos ante un importante desafío: «habitar las
tensiones» (grupo de trabajo en lenguas francesa e italiana). «Las ten-
siones nos permiten tener una oportunidad de cambiar de manera más
creativa y juntos podemos buscar cómo conseguir hacerlo» (grupo de
trabajo en lengua inglesa). En esta línea, algunos prefieren hablar de
complementariedad o de capacidad de mantener un equilibrio entre
polaridades. Bajo este prisma se han de interpretar las siete tensiones
expresadas por la Asamblea de Praga: 1) la relación entre la procla-
mación de la verdad del evangelio y el testimonio de la infinita mi-
sericordia de Dios; 2) la articulación entre fidelidad a la tradición y
renovación bajo el impulso de la voz del Espíritu; 3) la liturgia como
espejo de la vida de la Iglesia donde también se reflejan sus tensiones;
30 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

4) el pluralismo de las concepciones de la misión; 5) la capacidad de


ejercer la corresponsabilidad de todos en la diversidad de carismas y
ministerios; 6) las formas de ejercicio de la autoridad en una Iglesia que
es esencialmente sinodal y, al mismo tiempo, esencialmente jerárqui-
ca; 7) la articulación entre lo local y lo global para salvaguardar tanto
la unidad católica de la Iglesia como la posibilidad de encarnarse en
la variedad de contextos y culturas. En la continuación del camino,
las Iglesias europeas están llamadas a descubrir su potencial dinámico
evitando el riesgo de deflagraciones.

3.1. Verdad y misericordia

54. Para expresar esta tensión, algunas delegaciones recurren a las


palabras del n. 30 del DEC: «El sueño es el de una Iglesia que viva de
manera más plena una paradoja cristológica: proclamar con audacia
su enseñanza auténtica y, al mismo tiempo, ofrecer un testimonio de
radical inclusión y aceptación». Otros, usando un lenguaje diferente,
hablan de una tensión entre pastoral y doctrina que ha de afrontarse
con el diálogo dentro del pueblo de Dios.
55. En cualquier caso, la actitud de apertura y de acogida sugeri-
da por la imagen de la ampliación de la tienda es considerada como
una característica fundamental de una Iglesia auténticamente sinodal,
una medida de su coherencia que no conoce límites. Se reconoce la
urgencia de una aproximación real a todos los pobres, excluidos, a las
víctimas de injusticias y de prejuicios cuya dignidad es pisoteada: «No
basta con proclamar su acogida, hemos de descubrir con ellos su lugar
en la Iglesia» (República Checa). Al mismo tiempo, se pone de mani-
fiesto el riesgo de que esto lleve a diluir las exigencias del evangelio
que la Iglesia es llamada a anunciar, «se advierte la necesidad de que
la Iglesia comunique la verdad cristiana de manera auténtica y clara»
(Hungría) y se ha expresado el temor de que «considerar las soluciones
pastorales relativas a estos temas pueda ser el preludio de “cambios
doctrinales”» (Polonia).
56. Las palabras de los jóvenes eslovenos expresan bien la tensión
entre ambas exigencias:
Documento final 31

Los jóvenes quieren una Iglesia cercana a las personas, incluidas las que se
encuentran en los márgenes, que esté abierta a las cuestiones de los sepa-
rados vueltos a casar, de las personas LGTBQIA+. ¡Pero quieren asimismo
que la Iglesia diga claramente que no todo es aceptable! Por tanto, la Iglesia
tendría que escuchar, ¡pero también decir toda la verdad con gran amor!
(Eslovenia).

57. Ambos énfasis son un modo de responder a la necesidad de au-


tenticidad de los discípulos que quieren comportarse como su Señor:
La convergencia entre el DEC y el discernimiento de las Iglesias locales
fortalece la preocupación por una Iglesia abierta a todos porque sus ojos
están fijados en Cristo: los jóvenes, los pobres y los excluidos, las personas
discapacitadas, los homosexuales, los divorciados vueltos a casar, cada uno
ha de sentir que se le espera en la Iglesia y que tiene un lugar en ella porque
es miembro del mismo cuerpo, el Cuerpo de Cristo (cf. 1 Cor 12) (Francia).

58. La acogida de todos como signo del amor incondicional de Dios


y el anuncio de la verdad del evangelio son exigencias radicadas en
la única misión de la Iglesia: «Dios es la verdad, por lo tanto, quiere
que cada persona pueda conocer esta verdad y vivirla. [...] Solo Jesu-
cristo es el único Señor y el salvador del mundo. Y el modelo de todas
las relaciones interpersonales es Dios en la Trinidad de las Personas»
(Ucrania, Iglesia latina).
59. Esta tensión no puede ser resuelta de una vez por todas, pero
ha de ser habitada responsablemente, resistiendo a las tentaciones de
enfoques ideológicos y dando en cambio un paso hacia la dirección de
una mayor profundidad espiritual:
La tensión entre pastoral y doctrina [...] puede corresponder a la que existe
entre amor y verdad. Más que oponerlas, ¿no deberíamos más bien articu-
lar su complementariedad en el sentido del salmo 85: «Amor y verdad se
encuentran»? (grupo de trabajo en lengua francesa).
El camino es el de una mirada contemplativa que nos permita co-
nocer mejor al Señor Jesús y el modo como ha sabido articular las dos
presiones: «La verdad fundamental de Jesucristo es un momento de
gracia y de misericordia porque la misericordia lleva a la verdad» (gru-
po de trabajo en línea en lengua inglesa). Esta actitud contemplativa es
la base para el necesario discernimiento: «La aceptación incondicional
no impide el discernimiento para articular misericordia y verdad en
algunas situaciones específicas» (Francia).
32 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

60. Consecuencia de ello es la necesidad de una «formación en la


verdad y la misericordia: una formación que mantenga en tensión la
autoridad de la Escritura, de la tradición, del magisterio y de la expe-
riencia personal» (Inglaterra y Gales). Pero todavía más en la raíz, aquí
encontramos una llamada a la conversión personal y comunitaria:
Mientras se esfuerza en ampliar el espacio de su tienda y ser más inclusiva,
¿de qué forma tendría que modificarse la Iglesia a sí misma, modificar su
doctrina o su praxis? ¿En qué medida tendría que pedir a sus miembros
modificar su corazón y su mentalidad llamando a todos a la conversión?
Un camino de conversión compartido se convierte en una de las primeras
formas de inclusión (Malta).

3.2. Tradición y renovación

61. «Quizá la tensión más generalizada en Europa es la creciente


brecha entre la Iglesia y la cultura secular. Para colmar esta brecha,
el lenguaje de la Iglesia ha de ser accesible a todos, sin que se diluya
el mensaje evangélico» (Escocia). Hemos de darnos cuenta de que «el
lenguaje de la fe utilizado en la Iglesia es a menudo muy distinto del
que la gente entiende y del que usa la sociedad contemporánea en la
vida cotidiana» (Países Bajos). Ante esta constatación, se ha repetido
con frecuencia y de formas diversas la pregunta: «¿Qué quiere hoy Je-
sucristo de su Iglesia?», formulada por la delegación portuguesa.
62. El temor a una ruptura con la tradición ha surgido con especial
evidencia con respecto a las diferencias entre sensibilidades teológicas
sobre la relación entre la referencia a la tradición y a la lectura de los
signos de los tiempos. «La brecha entre “tradición” y “modernidad” se
está haciendo cada vez más grande y más agresiva. Esto es especial-
mente doloroso en el ámbito de la liturgia» (países nórdicos).
63. Muchos delegados han invocado cambios rápidos y radicales
como resultado del encuentro entre teología y cultura contemporánea:
Necesitamos convertirnos en una Iglesia de la presencia, que sabe escu-
char y hacerse escuchar. Transformar la Iglesia no solo mirando a nuestro
interior, sino abriendo los ojos al mundo [...] [manteniendo] un doble di-
Documento final 33

namismo: un proceso de reforma interna y una respuesta a los desafíos


del mundo contemporáneo, renovando y conservando nuestra identidad
cristiana (Luxemburgo).

64. Otros han tomado distancia por la introducción de cambios que


podrían comprometer la integridad de la enseñanza de la Iglesia. Por
ejemplo, la delegación rumana «desea que la Iglesia esté abierta al diá-
logo con el mundo sin hacerse “del mundo”. Que los miembros de la
Iglesia hablen con valentía y sin compromisos en materia de fe y de
moral». Algunas intervenciones han dado voz al temor de una refor-
ma inadecuada de la Iglesia que disminuya el mensaje del evangelio:
«Sostenemos que no es correcto para la Iglesia adaptarse al “mundo”
solo para no sentirse perseguida o considerada “fuera de la moda”»
(Albania).
65. También en este caso, habitar la tensión entre tradición y renova-
ción sin quedarse aplastada exige la capacidad de articular dinámica-
mente las relaciones entre los dos polos: «Todos deseamos desarrollar
y llevar a cabo ideas nuevas, pero es necesario encontrar un equilibrio
entre la tradición de la Iglesia y las novedades» (Estonia).
El problema urgente parece ser encontrar un sabio consenso entre las di-
vergencias y las soluciones pastorales que, sin comprometer la coherencia
doctrinal, permitan una respuesta más adecuada a los desafíos pastorales
contemporáneos (Polonia).

Para conseguirlo, se ha afirmado:


Ha de dedicarse una serie atención a la teología de la tradición viva (DV 8)
que incluye, cierto, una memoria histórica, pero también un cuidado dis-
cernimiento y un juicio dirigido a los nuevos desafíos de nuestra sociedad.
Por este motivo, el punto de partida se encuentra en la escucha al Espíritu
Santo y en el discernimiento de los signos de los tiempos (GS 4) que va más
allá de la experiencia histórica (República Checa).

La sinodalidad no puede ser manipulada y plegada a la defensa de


posiciones ideológicas, ni equivale a consagrar cada opinión expresada
durante las consultas. Se trata más bien de un modo dinámico de escu-
charse recíprocamente con humildad y plena apertura de corazón a lo
que propone el Espíritu Santo.
34 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

3.3. La liturgia como perspectiva para leer las tensiones en la Iglesia

66. La centralidad de la liturgia, donde se recoge y se alimenta toda


la vida de la Iglesia, la convierte en un espejo en el que se refleja toda
la comunidad, incluidas sus tensiones. Por ejemplo, es significativo y
estimulador para el discernimiento en Europa el hecho de que la li-
turgia se cite muy a menudo en relación con tensiones complejas o a
dificultades pastorales, mientras que casi nunca se haga con respecto
a la alegría de la liturgia en general o de la eucaristía en particular.
Puede ser que sea algo demasiado obvio, pero sigue siendo necesario
interrogarse a este respecto.
67. Desde un punto de vista fundamental, es posible resaltar el vín-
culo entre Iglesia y liturgia, entre eclesiología y teología de la liturgia:
La dimensión litúrgica en la Iglesia es un lugar de fuertes tensiones. Estas
tensiones forman parte de una tensión más profunda de naturaleza eclesio-
lógica. La tensión eclesiológica nace a menudo de una visión de la Iglesia
basada en las propias expectativas (grupo de trabajo en lengua italiana).

En este contexto han de comprenderse las tensiones y los sufrimien-


tos relacionados con la forma antigua de la liturgia romana, con refe-
rencias explícitas a la liturgia preconciliar según el misal de 1962 en
Francia, Inglaterra, Gales y los países nórdicos.
68. Muchas veces se cita la liturgia en relación con los sacramen-
tos de la iniciación cristiana, y en especial con la confirmación, que
representa un gran desafío de contextos en los que no corresponde a
una inserción en la vida y la misión de la Iglesia, sino a un alejamien-
to. En diversos países se invita a reflexionar y a actuar en aras a un
lenguaje litúrgico renovado y, de manera más profunda, a desear una
renovación que articule el misterio de la fe y la liturgia por un lado, y
la relación entre liturgia y vida, por el otro. «Algunos fieles recalcan en
líneas generales que, en Bulgaria, los sacerdotes y la Iglesia no usan el
lenguaje contemporáneo, mientras que los tiempos han cambiado y
las iglesias están medio vacías» (Bulgaria). En otros lugares se registra
asimismo una tensión entre el deseo de espiritualidad y una liturgia
demasiado formal. Una dificultad particular está representada por la
homilía: es necesario «prestar atención a la formación y al apoyo a los
sacerdotes [...] que han de ser cercanos al pueblo de Dios expresando
Documento final 35

también la cercanía de toda la Iglesia a través de la sencillez en la pre-


dicación, que debe estar en todas partes» (Mukachevo).
69. En conclusión, «la liturgia es el espacio donde Dios nos invita a
formar un solo pueblo y nos da la fuerza de su Espíritu para unirnos a
Jesús en su misión. Hemos de profundizar en la comprensión de cómo
la manera de celebrar nuestras liturgias pueda formarnos posterior-
mente como Iglesia sinodal» (Malta).

3.4. La comprensión de la misión

70. A una mayor profundidad, las tensiones mencionadas anterior-


mente se relacionan con las que afectan a la comprensión de la misión:
¿Para qué estamos convocados? Algunos podrían confundir la pertenencia
a la Iglesia con el retiro en un cómodo capullo. Otros la imaginan más como
un espacio en el que cada uno puede mezclar y colocar las cosas a su gusto
sin ningún sentido de compromiso o conversión. Algunos de nosotros no
tenemos claro lo que comporta la misión. Y si la Iglesia es totalmente mi-
nisterial, ¿cómo podemos entender los dones específicos de los ministros
ordenados dentro del único pueblo santo de Dios? (Malta).

Sobre las implicaciones de estas tensiones, es necesario emprender


un camino de maduración: «En líneas generales, parece que se nece-
site una completa apropiación y asimilación de conceptos como “mi-
sionariedad” y “dimensión misionera” de la actividad de la Iglesia»
(Ucrania, Iglesia grecocatólica). Encontramos aquí un pluralismo de
interpretaciones: algunas Iglesias locales sostienen que la tarea de una
Iglesia misionera es el fortalecimiento de la catequesis y el crecimien-
to de la práctica religiosa; otras entienden la misión como una salida
al mundo para hacer tangible el amor de Dios a todas las personas,
especialmente a los excluidos y a aquellos a quienes ha herido la Igle-
sia; otros añaden que la Iglesia tendría que ser un hogar para todas
las personas, en especial para los jóvenes. En síntesis, se percibe una
tensión «entre el estar cerrados en la propia comunidad (elitismo) y la
necesidad de salir en misión» (Eslovaquia).
71. Una tensión en la comprensión de la misión es también evidente
en las intervenciones de las Iglesias locales gravemente golpeadas por
36 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

los casos de abusos sexuales: ¿cómo pueden ser Iglesias misioneras


cuando han infligido graves sufrimientos a muchas personas? Afecta
a la credibilidad de la Iglesia. Reconociendo el dolor de las víctimas,
las graves tensiones se reconocen y se expresan. Por último, entre las
tensiones relacionadas con la misión «se expresa siempre el temor de
que el proceso sinodal se quede sin consecuencias estructurales con-
cretas, que son vistas como un prerrequisito para una misión creíble»
(Austria).

3.5. Corresponsabilidad de todos en la variedad de carismas y


ministerios

72.
La sinodalidad de la Iglesia reclama también el reconocimiento de los do-
nes y carismas de cada fiel, la igual dignidad de cada uno, buscando la
articulación sinfónica de las diversas vocaciones dentro de la Iglesia. Si es
necesario reconocer la autoridad de los pastores y la misión que han reci-
bido, es igualmente necesario reconocer el sensus fidei de cada fiel, ya sea
clérigo o laico. El ministerio ordenado puede ser entendido más bien como
estar al servicio de la vida bautismal, dando a cada fiel bautizado y confir-
mado la plena participación en la vida y la misión de la Iglesia (Francia).

73. Una de las manifestaciones más visibles del sacerdocio común


en el marco de la sinodalidad es el ejercicio de ministerios y cargos de
responsabilidad específicos, así como la participación en el gobierno
de la Iglesia en diversos niveles, como modalidad de realización de la
corresponsabilidad de todos los bautizados para la misión de la Igle-
sia que está fundamentada en la común dignidad bautismal. Por eso
hablamos de una Iglesia ministerial como de un desafío concreto, ante
todo por nuestra capacidad de imaginación de formas concretas para
su realización. El proceso sinodal lleva al deseo de una Iglesia fraterna
«sin desviaciones clericales» (Bélgica) en el ejercicio de todos los minis-
terios, ordenados y no ordenados: «En una Iglesia “totalmente ministe-
rial”, repensar la tarea y la identidad de los sacerdotes» (Italia); o bien,
con distinto énfasis, «la implicación de los laicos es una oportunidad
para integrar, que no sustituir, la misión de las personas ordenadas»
(Hungría).
Documento final 37

74. En esta perspectiva, la Asamblea de Praga reitera que «el mi-


nisterio sacerdotal es un gran don de Dios para la Iglesia» (Francia) y
expresa de diversas formas una profunda solicitud por los sacerdotes.
Relanza su deseo de «una imagen positiva de la figura del sacerdote»
(Austria), pero también el deseo de los fieles de que haya quien se ocu-
pe de los sacerdotes y de su preocupación por su soledad: «Los jóvenes
observan que los sacerdotes están en su mayoría poco formados para
trabajar con las personas, pero también que a menudo están solos y sin
interlocutores apropiados» (Eslovenia). En cambio, se ha de señalar la
falta de reflexiones sobre el diaconado ordenado excepto en los casos
en los que se presenta su apertura a las mujeres.
75. Otras contribuciones señalan también la existencia de interro-
gantes con respecto a los límites del acceso al ministerio ordenado: «La
variabilidad histórica de la figura del sacerdote ha de estar abierta al
debate sobre la ordenación de hombres casados» (República Checa).
Otro punto concierne la ordenación de las mujeres al diaconado, aun-
que no se trate de una cuestión sencilla: «Existen asimismo tensiones
relativas a temas que dividen, como el acceso de las mujeres al sacra-
mento del orden y la ordenación de hombres casados» (Portugal). En
particular, «las opiniones están divididas con respecto a la ordenación
de las mujeres al diaconado/presbiterado» (grupo de trabajo en len-
gua inglesa). Algunas aportaciones señalan que «se ha de profundizar
en la cuestión del acceso de las mujeres a los ministerios ordenados»
(Luxemburgo).
76. En un nivel más extenso, muchas delegaciones han afrontado
la cuestión del acceso de las mujeres al ejercicio de la autoridad: «La
cuestión del sacerdocio femenino no es un tema candente, pero hemos
tenido muchos debates sobre la participación de las mujeres en los pro-
cesos de decisión» (Lituania). Para algunos se trata de una condición
para una mayor fecundidad de la Iglesia en Europa:
No hay duda: se siente como prioridad la participación de los laicos y, so-
bre todo, de las mujeres en todos los niveles de la Iglesia. [...] La Iglesia
tiene necesidad de la voz y de las cualidades específicas de liderazgo y de
construcción de la comunidad de las mujeres (Países Bajos).

77. En cualquier caso, se registra una gran convergencia: «Promover


la real y efectiva corresponsabilidad del pueblo de Dios, superando el
38 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

clericalismo. Es importante promover los ministerios laicales» (Espa-


ña). No se trata solo de una cuestión relacionada con el lugar de las
mujeres en la Iglesia, sino de una comprensión de la diversidad de
ministerios como expresión de la naturaleza sinodal de la Iglesia.
78. Esto exige profundizar en la cuestión de la colaboración entre
sacerdotes y laicos en la misión de la Iglesia: «Todavía falta no solo la
experiencia de una comunidad de vida, sino también una sana colabo-
ración entre sacerdotes y laicos» (Lituania). Muchas intervenciones la
identifican como un lugar de tensión o de frustración, llegando incluso
a verla como una tensión entre instituciones y carismas. Por este mo-
tivo, «resulta importante modelar la cooperación y la asunción de los
ministerios en función de las capacidades» (países nórdicos).
79. Para que esta colaboración sea fructífera, se insiste en la nece-
sidad de una formación específica para los seminaristas (formación
inicial) y los sacerdotes (formación continua), pero no solo: «Es indis-
pensable la formación de todos los bautizados para ayudarlos a redes-
cubrir el sentido de su vocación y de su misión en la Iglesia, en una
lógica de corresponsabilidad y no de sustitución» (grupo de trabajo en
lengua italiana). Esta formación ha de ser permanente e implicar con-
juntamente a sacerdotes y a laicos, lo que pide la creación de espacios y
oportunidades de experimentación. Por último, la delegación turca ha
sido la única en mencionar la formación de sacerdotes procedentes del
extranjero, un fenómeno que afecta a casi todos los países europeos,
que «han de aprender muy bien el idioma y la cultura para poder en-
carnarse y encarnar la buena nueva en la cultura local» (Turquía).

3.6. El ejercicio de la autoridad en una Iglesia sinodal

80. Muchas intervenciones han tratado varios aspectos del ejercicio


de la autoridad en la Iglesia. La total renovación eclesial y misionera
a la que apunta el proceso sinodal en curso radica en dos principios:
en la Iglesia, toda autoridad específica proviene de Cristo y es guiada
por el Espíritu Santo: «Toda verdadera renovación y fortalecimiento
de la sinodalidad de y en la Iglesia debe partir de los principios fun-
damentales de la misma Iglesia, de las bases según las cuales ha sido
fundada la Iglesia por nuestro Señor Jesucristo» (países nórdicos). La
Documento final 39

consecuencia atañe a la propia naturaleza de la Iglesia en la cual el


Espíritu Santo sigue actuando. «La Iglesia es esencialmente jerárquica.
Las tareas y los retos que dependen de ello pueden ser descritos como
decision-making y decision-taking. No debe haber ni vencedores ni ven-
cidos. El Espíritu Santo [...] es a menudo la tercera opción» (Austria).

81.
Existen rigideces que hay que superar: modos de entender el ejercicio de la
autoridad demasiado verticales, formas de clericalismo a varios niveles (y
no solo entre los presbíteros) que olvidan que cuando algo afecta a todos se
ha de discutir con todos. Quien tiene una responsabilidad en la comunidad
tiene el deber de implicar y valorar la aportación de todos porque todos
hemos de aprender de todos (Italia).

Por lo demás, «el sacerdocio común de todos no contradice el sa-


cerdocio ministerial y viceversa. Experimentamos ya la deliberación
en común del proceso sinodal. ¿Cómo podemos conseguir decidir jun-
tos?» (Alemania).

82. Por lo tanto, es necesario un cambio profundo: «Se tendría que


construir un modelo institucional sinodal para el ejercicio del poder y
de la autoridad de la Iglesia con estructuras y órganos que reflejen el
espíritu de la sinodalidad [...] y que no solo tengan funciones consulti-
vas» (Mukachevo).

83. Este cambio ha de reflejarse en decisiones concretas sobre las


que la Iglesia está llamada a discernir. «Serán indispensables la auda-
cia y la sabiduría del Espíritu para obrar una revisión e inspirar cada
necesario cambio doctrinal, estructural, canónico y pastoral sin des-
truir la comunión o perder de vista a la persona ni las enseñanzas de
Jesucristo» (Irlanda). Está claro que los obispos son actores esenciales
en este cambio hacia un ejercicio renovado y sinodal de la autoridad.
«Creemos en el valor del ministerio episcopal» (Italia).

84. La autoridad ha de ser desplegada en una gobernanza más fra-


terna y participativa: «Para vivir una mejor gobernanza en la Iglesia,
muchos piden repensar en una gestión más participativa que dé espa-
cio a la escucha y al discernimiento, concibiendo la autoridad como un
acto de amor y servicio» (Francia), pero también se indica «una tensión
40 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

entre autoridad y ministerio» (grupo de trabajo multilingüe). Existen


además algunas exigencias peculiares de las sociedades europeas:
Para ser un socio fiable y creíble en la arena pública y con la gente, la Iglesia
europea ha de satisfacer los estándares de funcionamiento y de gobernanza
adquiridos en la sociedad. De ahí la necesidad de transparencia, responsa-
bilidad y liderazgo participativo (Bélgica).

Por este motivo, «se tendrían que instituir o renovar mecanismos de


consulta regular entre el clero, los laicos y los religiosos, garantizando
transparencia, una mejor comunicación y corresponsabilidad» (Escocia).
85. La característica más esencial revelada por muchas aportacio-
nes es el vínculo entre autoridad y escucha con respecto a los que la
tradición teológica hace referencia en la noción del sensus fidei fidelium
(instinto de fe de los fieles). El Sínodo 2021-2024 hace hincapié con re-
novada fuerza sobre este tema y esto «es motivo de gran alegría, estí-
mulo y esperanza para todos los que aman la Iglesia como pueblo de
Dios» (Irlanda).

3.7. Unidad en la diversidad: entre lo local y lo universal

86. La Asamblea Continental Europea de Praga ha sido la ocasión


para experimentar la unidad en la diversidad. «La diversidad en la
Iglesia católica es una riqueza. Sabemos que hay dos pulmones, el ca-
tólico oriental y el occidental. Cada uno tiene su modo de pensar, de
hablar e incluso de gobernar» (Chipre). El camino sinodal ha constitui-
do la ocasión para darse cuenta y apreciar esta diversidad:
Aunque no siempre ha sido fácil reunirse y dialogar, muchos católicos ru-
sos han percibido el proceso sinodal como enriquecedor y de ayuda. Ha
permitido descubrir que la Iglesia en Cristo es una única familia y que es
una riqueza ser multiétnicos, multiculturales y multirrituales (Rusia).

De ello se deriva una invitación «a tener más en cuenta la diversi-


dad de las maneras de vivir la fe que, en nuestra opinión, se expresa
bien en la valoración de las tradiciones, tanto rituales como teológicas,
que al mismo tiempo están unidas en el fundamento de la única fe de
la Iglesia universal» (Mukachevo). Las Iglesias orientales han conser-
vado instituciones que dan expresión de la sinodalidad de la Iglesia:
Documento final 41

estas «pueden aportar muchos elementos positivos a la comprensión


del camino sinodal de la Iglesia, sobre todo a través de la adaptación
de mecanismos ya existentes para el gobierno de la Iglesia sui iuris»
(Ucrania, Iglesia grecocatólica). Sin embargo, también las Iglesias
orientales están invitadas a renovar las instituciones existentes y a re-
cuperar algunas desaparecidas o caídas en desuso: se pide «además de
la deseada conversión sinodal en la comunión de la Iglesia, una posi-
ble revisión también de algunas normas canónicas para poder reflejar
mejor la identidad de esta Iglesia y facilitar y sostener su misión en sus
territorios canónicos y en la diáspora» (Rumanía).
87. La llamada a vivir la unidad en la diversidad resuena también
cuando las Iglesias han de afrontar temas que afectan a un contexto
específico y en un momento específico y que podrían por tanto necesi-
tar de una respuesta contextual: es la cuestión de la descentralización
en una Iglesia que es al mismo tiempo local y universal. Se necesita
claridad y transparencia sobre quién puede decidir qué cuestión ha
de ser gestionada a nivel local, regional o universal. Numerosas apor-
taciones han pedido instituciones y estructuras canónicas adecuadas
que ayuden a poner en práctica la sinodalidad de manera que, en cada
nivel, los procesos de discernimiento se desarrollen de manera autén-
ticamente sinodal.
88. A la luz también de la experiencia positiva de la Asamblea de
Praga, se ha avanzado la propuesta específica de instituir una Asam-
blea Eclesial para Europa:
Podría realizarse en 2025. A sesenta años de la promulgación por parte del
Concilio de la constitución pastoral Gaudium et spes, esta Asamblea eclesial
podría reunirse para compartir «las alegrías y las esperanzas, las tristezas y
las angustias de los hombres de nuestro tiempo». Podríamos escuchar el grito
de los pobres y de la tierra en Europa y en el mundo, podríamos orar y traba-
jar conjuntamente por la justicia y la paz (libre intervención de un invitado).

4. Perspectivas y prioridades

89. Hemos vivido a lo largo de los días de la celebración de la Asam-


blea una experiencia espiritual que nos ha llevado a sentir por primera
vez que es posible encontrarnos, escucharnos y dialogar a partir de
42 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

nuestras diferencias y más allá de los muchos obstáculos, muros y


barreras que nuestra historia nos pone sobre el camino. Necesitamos
amar la diversidad dentro de nuestra Iglesia y apoyarnos en una es-
tima recíproca, fuertes de la fe en el Señor y del poder de su Espíritu.
90. Por eso deseamos seguir caminando en un estilo sinodal: más
que una metodología, lo consideramos un estilo de vida de nuestra
Iglesia, de discernimiento comunitario y de discernimiento de los sig-
nos de los tiempos. Concretamente, deseamos que esta Asamblea con-
tinental no se quede en una experiencia aislada, sino que se convierta
en una cita periódica basada en la adopción generalizada del méto-
do sinodal que impregne todas nuestras estructuras y procedimien-
tos a todos los niveles. En este estilo será posible afrontar los temas
sobre los que nuestros esfuerzos necesitan madurar e intensificarse:
el acompañamiento de las personas heridas, el protagonismo de los
jóvenes y de las mujeres, la apertura para aprender de las personas
marginadas...
91. El estilo sinodal permite también afrontar las tensiones en una
perspectiva misionera, sin quedarse paralizados por el miedo, sino
aportando energía para proseguir el camino. Dos en particular han
surgido en nuestros trabajos. La primera lleva a hacer unidad en la
diversidad, huyendo de la tentación de la uniformidad. La segunda
relaciona la disponibilidad con la acogida como testimonio del amor
incondicional del Padre por sus hijos con la valentía de anunciar la
verdad del evangelio en su integralidad: es Dios quien promete que «la
misericordia y la fidelidad se encuentran» (Sal 85,11).
92. Sabemos que todo esto es posible porque lo hemos experimen-
tado durante esta Asamblea, pero todavía más porque da testimonio
de la vida de las Iglesias de donde procedemos. Aquí pensamos en
particular en el diálogo ecuménico e interreligioso, cuyo eco resuena
con fuerza en nuestros trabajos. Pero sobre todo creemos que es posible
porque está de por medio la gracia: construir una Iglesia cada vez más
sinodal es en realidad un modo de concretar la igualdad en dignidad
de todos los miembros de la Iglesia, fundamentada en el bautismo que
nos configura como hijos de Dios y miembros del Cuerpo de Cristo,
corresponsables de la única misión de evangelización confiada por el
Señor a su Iglesia.
Documento final 43

93. Confiamos en que la consecución del Sínodo 2021-2024 pueda


sostenernos y acompañarnos, afrontando en especial algunas priorida-
des durante la Asamblea sinodal de octubre de 2023:
– profundizar en la práctica, la teología y la hermenéutica de la
sinodalidad. Hemos de redescubrir algo antiguo que pertenece
a la naturaleza de la Iglesia y que es siempre nuevo. Esto es un
deber para nosotros. Estamos dando los primeros pasos de un
camino que se abre a medida que lo recorremos;
– afrontar el significado de una Iglesia completamente ministerial
como horizonte en el que insertar la reflexión sobre carismas y
ministerios (ordenados y no ordenados) y sobre las relaciones
entre ellos;
– explorar modos para un ejercicio sinodal de la autoridad, es decir,
del servicio de acompañar a la comunidad y custodiar la unidad;
– aclarar los criterios de discernimiento para el proceso sinodal y a
qué nivel se han de tomar las decisiones, del local al universal;
– tomar decisiones concretas y valientes sobre el papel y sobre una
mayor implicación de las mujeres dentro de la Iglesia a todos los
niveles, también en los procesos de decisión (decision making and
taking);
– considerar las tensiones en torno a la liturgia de manera que se
vuelva a comprender sinodalmente la eucaristía como fuente de
la comunión;
– cuidar la formación en sinodalidad de todo el pueblo de Dios,
con especial atención al discernimiento de los signos de los tiem-
pos en vistas al desempeño de la misión común;
– renovar el sentido vivo de la misión, superando la fractura entre
fe y cultura para volver a llevar el evangelio al sentir del pueblo,
encontrando un lenguaje capaz de articular tradición y renova-
ción, pero caminando sobre todo junto a las personas en vez de
hablar de ellas o a ellas. El Espíritu nos pide escuchar el grito de
los pobres y de la tierra en nuestra Europa y de manera especial
el grito desesperado de las víctimas de la guerra que piden una
paz justa.
44 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

94. Amar la Iglesia y la riqueza de su diversidad no es una forma de


sentimentalismo que tiene como fin a sí misma. La Iglesia es bella por-
que así la quiere el Señor para la misión que le ha confiado: anunciar el
evangelio e invitar a todas las mujeres y a todos los hombres a entrar
en la dinámica de comunión, participación y misión que constituye
su razón de ser, animada por la perenne vitalidad del Espíritu. Amar
nuestra Iglesia europea significa por tanto renovar nuestro empeño en
hacer que esta misión avance, también en nuestro continente, en una
cultura marcada por las numerosas diferencias que conocemos.
95. ¡Confiamos la consecución de nuestro camino sinodal a los san-
tos patronos y a los mártires de Europa!
45

NOTA FINAL DE LOS OBISPOS

Agradecemos al Señor por la experiencia de sinodalidad que, por pri-


mera vez a nivel continental, nos ha visto —a obispos, sacerdotes, per-
sonas consagradas, laicos— los unos junto a los otros. Nos alegramos
porque también hemos encontrado en estos días en Praga momentos
de oración vividos juntos y, aún más, los trabajos asamblearios han
sido una experiencia profundamente espiritual y realmente sinodal.
La escucha recíproca, el diálogo fecundo, el relato de cómo nuestras
comunidades eclesiales han vivido la primera fase del proceso sinodal
y se han preparado a esta cita continental son el signo evidente de la
única pertenencia a Cristo.

Los informes nacionales, los trabajos de grupo y las numerosas in-


tervenciones que hemos escuchado han confluido en el Documento fi-
nal presentado en la Asamblea y que será la aportación de las Iglesias
que están en Europa para la redacción del Instrumentum laboris del Sí-
nodo. Agradecemos a todos los que han compartido sus experiencias
con franqueza y en el respeto de las distintas sensibilidades; agradece-
mos también al Comité de Redacción por el gran trabajo desempeñado
en la redacción del documento.

Como fruto de esta experiencia sinodal, los obispos nos comprome-


temos a seguir viviendo y promoviendo el proceso sinodal en las es-
tructuras y en la vida de nuestras diócesis. Esta experiencia de solicitud
por toda la Iglesia en Europa nos ha alentado en nuestro compromiso
por vivir con fidelidad nuestra misión universal. Nos comprometemos
a sostener las indicaciones del santo padre, sucesor de Pedro, por una
Iglesia sinodal alimentada por la experiencia de la comunión, la parti-
cipación y la misión en Cristo.

Queremos caminar juntos, como pueblo santo de Dios, laicos y pas-


tores, peregrinos por los caminos de Europa para anunciar la alegría
del evangelio que surge del encuentro con Cristo y queremos hacerlo
junto a tantos hermanos y hermanas de las demás confesiones cris-
46 Dosier final. Sínodo 2021-2024. Asamblea Continental Europea

tianas. Queremos comprometernos en ampliar el espacio de nuestras


tiendas para que nuestras comunidades eclesiales sean un lugar donde
todos se sientan acogidos.

Praga, 11 de febrero de 2023


Memoria de la santísima Virgen de Lourdes
Adsumus Sancte Spiritus!

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