Ballarin Ejecucion
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Título: La ejecución de sentencia en el proceso de familia: las medidas razonables y los límites del derecho
Autor: Ballarin, Silvana
Publicado en: SJA 07/10/2020, 39 -
Cita: TR LALEY AR/DOC/1199/2020
Sumario: I. Planteo inicial.— II. La ejecución de la sentencia y la ciencia jurídica.— III. Características de la
ejecución de sentencias de familia cuando prescriben obligaciones de hacer de carácter personalísimo.— IV.
Las leyes procesales y la ejecución de la sentencia de familia.— V. Legislación argentina.— VI. Legislaciones
proyectadas.— VII. La ejecución de la sentencia de familia en la jurisprudencia de los tribunales internacionales
de derechos humanos.— VIII. La eficacia de la sentencia más allá de las normas específicas sobre ejecución.
(*)
I. Planteo inicial
Una vez más es necesario insistir en la incorporación de normas específicas sobre la ejecución de sentencia
en el proceso de familia como herramienta de eficacia (1). Y ello en tanto las nuevas leyes procesales
sancionadas en los últimos años por varias provincias, así como algunos proyectos de ley, prevén una escasa
normativa relacionada a esta etapa del proceso cuando de obligaciones de hacer de carácter personalísimo se
trata.
Y es que el Derecho Procesal de Familia cambia porque cambia el Derecho de Familia, al que se alude, cada
vez con más frecuencia, como Derecho de las Familias. Y el Derecho de las Familias cambia porque se
constitucionaliza. Establecer las normas que regirán el proceso requerirá, entonces, observar las mandas
convencionales y constitucionales que exigen garantizar el paradigma de la eficacia material de los derechos que
se consagran: a eso apunta el art. 557 del Cód. Civ. y Com. cuando alude a la necesidad de adoptar medidas
razonables para la eficacia del régimen de comunicación, en un contexto normativo que apunta a propiciar la
tutela judicial efectiva a través de la resolución pacífica del conflicto, oficiosidad e interdisciplina (2).
¿Es la persona del juez la que decidirá en cada caso acerca de la necesidad de adoptar medidas razonables y,
en tal sentido, cuáles serán estas y en qué oportunidad pueden exigirse? ¿O corresponde que sea el legislador el
que brinde un marco normativo más previsible para garantizar el derecho a la vida familiar?; ¿de qué forma el
cambio legislativo en relación con la responsabilidad parental o a la violencia familiar y de género incide en la
regulación procesal?; ¿cuáles son los límites del derecho con relación a la actitud colaborativa o reticente de las
partes?; ¿constituye la problemática de la ejecución —y, por ende, de la eficacia del derecho— un tema propio
de la ciencia jurídica? En el intento de dar respuesta a estas preguntas, comencemos por esta última.
II. La ejecución de la sentencia y la ciencia jurídica
Señala Albert Calsamiglia que los juristas postpositivistas tienen una visión crítica del dogma de la
separación entre la ciencia de la legislación y la jurisprudencia (3) , y que los legisladores suelen desatender el
tema de las reacciones de los ciudadanos y de la eficacia de las normas jurídicas, considerando necesario
construir lo que denomina una teoría de la función judicial (4): "en los casos difíciles, en los cuales las normas
no ofrecen respuestas seguras, se necesita una concepción de la justicia que proponga razones de peso para
tomar una decisión en un sentido determinado. Entonces el puente entre la ciencia de la legislación y la
jurisprudencia se restablece" (5). En efecto, y en palabras del autor citado, "no es posible separar legislación y
ejecución, porque en los casos difíciles los valores que informan el ordenamiento son muy relevantes" (6).
Cuando no hacemos el hincapié necesario en la etapa de ejecución de sentencia, estamos reproduciendo,
entonces, un comportamiento que insiste en la división clásica entre ciencia y sociología jurídica, dejando para
esta última el tema de las reacciones de los ciudadanos frente a las normas (7). Sin embargo, si una sentencia no
es acatada y, ante ello, el Estado se desentiende de su aplicación, entra en contradicción con su propio concepto
de tal (8).
Tal como señala Jorge W. Peyrano, nuestro país se caracteriza, lamentablemente, por el creciente número de
resoluciones judiciales desobedecidas, circunstancia que atribuye el autor no solamente a razones culturales,
sino, también, a la inexistencia de instituciones que repriman severa y prontamente las desobediencias a
mandatos judiciales, concluyendo que, mientras más se demore en instrumentar cambios sustanciales en el
régimen de ejecuciones judiciales, más se desprestigiará el aparato judicial, ya fuertemente cuestionado por su
ineptitud (9).
La ejecución de la sentencia forma parte del derecho fundamental a la tutela efectiva de los jueces: "en caso
contrario las decisiones judiciales y los derechos que en las mismas se reconocen o declaran no serían otra cosa
que meras declaraciones de intenciones sin alcance práctico ni efectividad alguna" (10). No es este el lugar para
reflexionar sobre las causas sociológicas de la anomia en nuestro país, pero sí es necesario reafirmar que la
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conducta incumplidora de la sentencia no siempre es advertida como una afrenta al orden y al Estado de
Derecho (11).
También cabe extender la reflexión sobre los límites propios de la ejecución, que no son otros que los
límites propios del derecho en la regulación del comportamiento humano. Esta circunstancia —a veces
subvalorada en cuanto a los efectos negativos que desencadena— tiene que ser expuesta claramente por los
efectores judiciales: qué puede esperarse del proceso y, en particular, de la sentencia y cuáles son los límites de
las prescripciones judiciales cuando están dirigidas a imponer a los justiciables determinados comportamientos.
III. Características de la ejecución de sentencias de familia cuando prescriben obligaciones de hacer de
carácter personalísimo
En muchas legislaciones procesales actualmente vigentes —tal el caso de los Códigos Procesales Civiles y
Comerciales, tanto de la Nación como de la Provincia de Buenos Aires— no existe un proceso especial que
contemple las singulares características de estos procesos de familia y las dificultades y riesgos que puede
ocasionar el eventual uso de la fuerza, a través del dictado de una orden de allanamiento y auxilio de la fuerza
pública.
Esta problemática excede la realidad nacional: Alude a ella María Virginia Salvo Cittadino al analizar la
legislación vigente en el Uruguay (12), y es puesta de manifiesto en las conclusiones del III Encuentro de
Magistrados y Jueces de Familia y Asociación de Abogados de Familia de España, en el que se recomendara la
reforma de la legislación procesal en materia de familia, así como la regulación del proceso de ejecución
"específicamente para adecuarse y poder llevar a cabo la efectividad de las medidas decretadas en procesos de
familia" (13).
Con el objeto de vislumbrar un proceso de ejecución eficaz en materia de sistemas de comunicación y
visitas Pérez Martín dedica uno de los capítulos de su obra La ejecución de las resoluciones dictadas en
procesos de familia a la ejecución de la sentencia que establece un régimen de visitas, evidenciando una
preocupación similar respecto del Derecho español ante la ausencia de normas específicas al objeto del proceso:
"Ninguno de los supuestos que se contemplan en el tít. V del Libro III de la LEC, dedicado a la ejecución no
dineraria, se adapta a las exigencias del cumplimiento del régimen de visitas. Por si fuera poco, tampoco
resultan aplicables a estos supuestos las causas de oposición que se prevén por el legislador cuando el título
ejecutivo es una resolución judicial" (14). Con relación en la ejecución misma de la sentencia, luego de enumerar
diversas advertencias o apercibimientos, así como la utilización del recurso de los Puntos de Encuentro
Familiar, refiere: "Acordar la entrega forzosa con asistencia de la fuerza pública. Esta medida, aunque es la más
efectiva, debe aplicarse con suma cautela y solo ante casos muy justificados, pero no puede adquirir carta de
naturaleza en las relaciones familiares. Informes psicológicos han puesto de manifiesto los efectos negativos y
traumatizantes que se producen en los menores cuando asocian la estancia con el progenitor no custodio con la
presencia de la Policía o Guardia Civil" (15).
Dentro del ámbito de la doctrina nacional, señala Mizrahi que, si bien algunos antecedentes
jurisprudenciales recuerdan el uso de la fuerza pública "tal esquema represivo ha sido en la actualidad dejado de
lado en atención a que las situaciones de violencia (por los daños que pueden ocasionar al hijo) podrían
determinar perjuicios de mayor entidad que los que se intenta evitar, y además, porque comportaría la
probabilidad de reforzar más aún la postura de oposición a las visitas que se pretende efectivizar" (16).
Por su parte, Makianich de Basset expone los riesgos de la ejecución manu militari: "En todo caso, debe
tratarse de salvaguardar al hijo de este medio forzado, en razón de los traumas psíquicos que puede entrañar,
logrando tal vez perjuicios graves de distinta índole, superiores al bien que se intenta tutelar", agregando que
"puede resultar, asimismo, ineficaz, pues puede terminar por destruir la corriente afectiva que el derecho de
visitas pretende salvaguardar" (17).
También Rivero Hernández plantea el ríspido tema de la ejecución de la sentencia a través de medidas "de
coerción directa", refiriendo los riesgos de las mismas. No obstante, concluye que "si se usa cierta habilidad y
cuidado en la realización (que se debe recomendar y extremar siempre), y como esa ejecución forzada va
dirigida contra el guardador del menor y no contra este (lo que conviene dejar en claro), no veo inconveniente o
dificultad insuperable en emplear ese medio para que se cumpla lo que debe cumplirse (no solo el derecho
subjetivo, sino el Derecho objetivo, el deber ser jurídico), sobre todo en casos extremos de resistencia poco
razonable, en una primera ocasión y a título de ensayo, tratando de evitar, con la discreción y habilidad precisas,
los posibles perjuicios, hasta donde quepa" (18).
IV. Las leyes procesales y la ejecución de la sentencia de familia
IV.1. Derecho extranjero
La mención expresa al allanamiento del art. 317 constituye, otro signo de la voluntad del legislador por
brindar herramientas claras a la jurisdicción:
"Para la ejecución de lo resuelto, la autoridad judicial podrá ordenar el cumplimiento por medios
coercitivos, incluso el allanamiento y el apercibimiento de las sanciones penales que correspondan, en caso de
negativo".
Resulta obvio que el allanamiento será dispuesto en última instancia (lo evidencia la propia redacción a
través de la palabra incluso), pero no puede descartarse de antemano.
Finalmente, el art. 319 hace una referencia especial a los sistemas de comunicación asistidos, cuya ejecución
deja a cargo de un organismo público (23), previendo su funcionamiento en horarios no hábiles y la disposición
de lugares adecuados.
IV.1.c. Otras leyes procesales de familia iberoamericanas: EL Salvador, Yucatán y Morelos (México)
Bolivia y Nicaragua
La Ley Procesal de Familia de El Salvador (24) fue dictada hace más de dos décadas, por lo que es
comprensible advertir una terminología acorde al estado de la evolución de los nuevos paradigmas en aquellos
años. Tal como señala Marroquín Martínez, existe un problema de falta de suficiencia normativa en materia de
ejecución (25). El art. 177 es el único que alude expresamente a la ejecución de sentencias de cuidado personal y
convivencia:
"Ejecución de sentencia sobre el cuidado personal y convivencia: Cuando la sentencia confiare el cuidado
personal de un menor a uno de los padres u otra persona determinada, el Juez ordenará día y hora para hacer
efectiva la entrega del menor, para lo cual citará a la persona con quien convive este, salvo que estuviere bajo el
cuidado de la persona a quien se le confió. Si el citado no compareciere, el Juez solicitará al Instituto
Salvadoreño de Protección al Menor la localización del menor para hacer efectiva la entrega. En todo caso se
respetará la integridad física y moral del menor. De igual manera se procederá cuando se resuelva sobre el deber
de convivencia de un menor, inclusive cuando este se negare a cumplir la sentencia".
Al analizar las modalidades de ejecución de la sentencia —aunque en forma general, para todo tipo de
ejecuciones— propone la citación a audiencia con las partes como herramienta de cumplimiento pacífico del
conflicto en el art. 175, párr. 2º:
"El Tribunal podrá fijar una audiencia para que comparezcan las partes, con el objeto de establecer la forma
más rápida y eficaz de dar cumplimiento a la sentencia, observándose lo previsto para los incidentes".
Más recientemente, los Códigos de procedimiento familiar mejicanos de los Estados de Chihuahua (26) y
Yucatán (27) remiten con relación a la ejecución de sentencia de obligaciones de hacer a los apremios
establecidos por los mismos cuerpos legales en forma general, aludiendo, entre otras medidas, al uso de la
fuerza pública y aún, al arresto. En particular, el Código de Procedimientos Familiares del Estado de Chihuahua
regula asimismo, medidas especiales que podrán dictar los jueces como herramienta de eficacia de estas
resoluciones: a) Prohibir en los casos de sustracción y retención de niñas, niños o adolescentes, alimentos y
violencia familiar, la salida del territorio nacional; b) Solicitar a la autoridad competente la negativa de
expedición del pasaporte o la suspensión o retención, si ya se hubiere expedido; c) Variar de oficio la guarda y
custodia, régimen de convivencia o visitas, cuando quien la ejerce incumpla la orden judicial en la que se fijó
dicha medida" (art. 96).
Al igual que Nicaragua, Bolivia incluye la regulación procesal y de fondo en un mismo código (28). El
Código de las Familias y del Proceso Familiar de Bolivia (29) dedica un Capítulo a la Ejecución de Sentencias y
establece que "Sin perjuicio del régimen de impugnación, las sentencias relativas a entrega de personas, régimen
de visitas, asistencia familiar y otras de carácter personal y declarativas podrán ejecutarse de manera provisional
a cargo de la autoridad judicial de primera instancia, y se la determinará junto con la remisión del expediente al
tribunal de apelación" (art. 409, párr. II). Prevé también el dictado de medidas coercitivas respecto de las
sentencias que establecen "el cambio de responsable de una persona", "para lo cual podrá dictar, incluso, orden
de allanamiento de domicilio y auxilio de la fuerza pública o cualquier otra medida necesaria para asegurar la
ejecución" (art. 410). En estos casos, se ordenará la supervisión correspondiente, a través de "valoraciones
periódicas por parte del equipo interdisciplinario, otras instituciones estatales o aquellas especializadas
debidamente autorizadas, según se trate de menores de edad u otras personas en situación de vulnerabilidad, por
un periodo que fijará la autoridad judicial y que no excederá los dos [2] años" (art. 412).
V. Legislación argentina
V.1. Código de Procedimiento de Familia de Córdoba (30)
Si bien en su art. 15 refiere entre los caracteres del proceso de familia regulado su extrapatrimonialidad
—salvo que estos últimos no puedan escindirse y resulten expresamente contemplados en la competencia
material asignada por esta Ley—, al introducir normas específicas sobre ejecución de sentencias —Capítulo IV
Cumplimiento de la sentencia— lo circunscribe a la ejecución de la sentencia que tenga por objeto dar sumas de
dinero (31). En cuanto a la ejecución de la sentencia que establece obligaciones de hacer de carácter
personalísimo, debe estarse a la aplicación subsidiaria del Código de Procedimientos en lo Civil y Comercial
(32).
En el cap. III (arts. 366 a 368) se alude a las medidas conminatorias pecuniarias (46) y no pecuniarias (47) que
pueden imponerse no solamente para el cumplimiento de las sentencias, sino en cualquier etapa del proceso.
Respecto de las medidas no pecuniarias, el proyecto opta por referirse a "medidas más idóneas para persuadirlo
a cumplir la orden judicial en tiempo razonable".
Al legislar el proceso de violencia familiar, prevé en su art. 675 medidas ante el incumplimiento de la
sentencia: citación al incumplidor, sanciones pecuniarias, evaluación del cambio o ampliación de las medidas y
auxilio de la fuerza pública.
VI.2. Bases para la Reforma Procesal en materia de Familia (48)
Por resolución 301/2018 el Ministerio de Justicia de la Nación designa una comisión de expertos a los
efectos de la redacción de un documento de bases procesales en materia de familia, como primer paso en la
elaboración de un Anteproyecto de Ley Procesal de Familia.
En dichas bases se prevé la existencia de una normativa específica con relación a la ejecución de la
sentencia, diferenciando los supuestos en que la prescripción está dirigida a cuestiones de índole patrimonial, de
aquellas en las que el objeto se relaciona a obligaciones de hacer de carácter personalísimo, ello teniendo en
cuenta "las dificultades que se plantean en la experiencia judicial, tanto con relación a la ausencia de eficacia de
la sentencia, como respecto de su aplicación contra la voluntad de los miembros de la familia implicados" (49).
Las Bases aluden a la necesidad de una normativa específica facilitadora de la ejecución de las resoluciones
con el menor empleo posible de coacción, en pos de la pacificación del conflicto familiar (50). Propicia la
inclusión de una norma que expresamente prevea la convocatoria a audiencia, en la que el ejecutado pueda
oponerse a la ejecución, alegando circunstancias que no hayan sido expuestas oportunamente en el proceso y
valoradas en la sentencia (51). Esta convocatoria se aconseja como facultad del juez, quien considerará las
circunstancias de cada caso, actividad procesal desplegada y el factor tiempo (52).
En el caso de que existiera oposición y ofrecimiento de prueba, su producción —de resultar pertinente—
debe disponerse en forma inmediata (53).
La consideración temporal de la sentencia también está presente en la introducción del principio de tutela de
la realidad: producido un cambio en las circunstancias que redundara en perjuicio del interés de niñas, niños o
adolescentes, es el reconocimiento de la incidencia de la temporalidad de la sentencia el que permite al juez
apartarse de su ejecución o disponer su cumplimiento progresivo, si procediera, según su objeto (54).
Se alude expresamente al empleo de la fuerza pública como último recurso ante la reticencia del accionado
cuando el juez evalúe "que su incumplimiento ocasiona un mayor perjuicio que la violencia propia de la
ejecución", y con la intervención de un equipo especializado (55).
Al referirse al auxilio de equipos especializados que puedan colaborar en el cumplimiento de la sentencia
dedicados a la promoción y protección de los derechos de NNA, enumera entre ellos a los Puntos de Encuentro
Familiar y Servicios de Coordinación de Parentalidad, dispositivos de reciente creación en el ámbito nacional,
pero de reconocida trayectoria en otros países.
VI.3. Proyecto de Código Procesal Civil, Comercial y de Familia de la Provincia de Buenos Aires (56)
En 2019 se remitió a la Legislatura de la Provincia un proyecto de Código que incluye a los procesos de
derecho de las familias entre sus materias. El tratamiento de la ejecución de sentencias resulta típico de este tipo
de regulaciones que incluyen materias tan diversas como las propias de los derechos comercial, civil y de las
familias: pormenorizado tratamiento de ejecuciones de obligaciones de dar —en particular, condenas a pago de
suma líquida—, y alusiones a las obligaciones de hacer y no hacer en dos artículos de cuyos contenidos no
resulta aplicación posible a las temáticas familiares y obligaciones de carácter personalísimo: ejecución a costa
del deudor u obligación a resarcir los daños constituyen dos claros ejemplos de ello (art. 502).
No obstante, ello, el Libro VIII —Proceso de familia— comienza refiriéndose a su finalidad: la efectiva
operatividad de las normas de fondo: "Los tribunales tendrán en consideración el principio de la primacía de la
realidad, la tutela de acompañamiento y el control de la ejecución de las medidas que dispongan.
Como en el caso de legislaciones vigentes —Código Procesal de Familia y Violencia Familiar de Mendoza,
Ley Procesal de Familia de Entre Ríos, Código Procesal de Familia de Río Negro— y proyectadas —Código
Procesal Modelo para la Justicia de Familia de la Ciudad de Buenos Aires—, alude a la ejecución de la
sentencia en el proceso de violencia familiar, doméstica y de género: previsión de supervisión del cumplimiento
voluntario de las resoluciones, posibilidad de auxilio de la fuerza pública para asegurarlo y audiencia con la
"para resolver sobre distintas opciones para la mejor ejecución" (art. 801).
Luego, en art. 802 establece, ante el incumplimiento, la citación a la denunciada (57), modificación o
La efectividad de la sentencia requiere que "la ejecución debe ser completa, perfecta, integral y sin demora"
(59),y que "Los procedimientos de ejecución deben resultar accesibles para las partes y sin obstáculos o demoras
indebidas, a fin de que alcancen su objetivo de manera rápida, sencilla e integral" (60).
También la Corte Europea de Derechos Humanos se ha expedido respecto de la necesidad de una ejecución
en tiempo razonable como garantía de eficacia del derecho reconocido en la sentencia: "las decisiones judiciales
no pueden permanecer inoperantes en detrimento de una de las partes"; por lo que no pueden "evitarse,
invalidarse, o retrasarse indebidamente" (61).
VII.1. La CEDH, el derecho a la vida familiar y la ejecución de la sentencia
En particular respecto de decisiones judiciales cuyo objetivo era la revinculación familiar, muchas son las
veces que la CEDH ha señalado la necesidad de lograr una ejecución oportuna de las sentencias, con el fin de
evitar que el transcurso del tiempo perjudique los lazos familiares (62) condenando a los Estados en los que el
Poder Judicial no ha respondido en forma efectiva e idónea: resalta la necesidad de medidas coercitivas
sistemáticas y de mayor severidad, así como a la imposición de multas de mayor envergadura, calificando las
medidas a adoptar en un marco de razonabilidad, librado a cada caso. En "Bordeianu vs. Moldavia" analiza, en
particular, las vicisitudes del procedimiento de ejecución de sentencia y las actitudes de los funcionarios del
Estado —en el caso, el oficial de justicia— que contribuyeron a obstaculizar el cumplimiento de la sentencia, a
través de peticiones aclaratorias al juez innecesarias e inconducentes, imputando al Estado las demoras
injustificadas:
"El Tribunal constata que (...) el oficial de justicia restituyó el título ejecutivo a la demandante, sin motivar
su decisión. Los tribunales internos constataron que esta decisión carecía de fundamento jurídico y la anularon,
ordenando al oficial de justicia reanudar la ejecución (...) El Tribunal señala, a este respecto, que la sentencia en
cuestión no presentaba una dificultad especial de interpretación y que la aclaración de la sentencia no parece
justificada por una necesidad objetiva. La reiterada denegación de aclaración de la sentencia por las instancias
judiciales confirma aún más esta conclusión (...). Evidentemente, en ausencia de cualquier otra medida
complementaria, la demora resultante ciertamente no contribuyó a facilitar la ejecución (...) Por tanto, el
Tribunal considera que el período comprendido entre el 13 de diciembre de 2006 y el 27 de marzo de 2007 es
imputable al Estado" (63).
En "Piazzi vs. Italia" la Corte refiere que las autoridades nacionales no adoptaron medida alguna para hacer
frente al incumplimiento de la sentencia de régimen de comunicación paterno filial y crear en el futuro las
condiciones necesarias para ello. Considera que debieron tomar medidas más directas y específicas para el
restablecimiento del contacto y ejemplifica con la terapia familiar bajo mandato judicial y el cumplimiento del
régimen en una estructura especializada: "En particular, la mediación de los servicios sociales debía haber sido
utilizada para hacer que las partes cooperaran" (64).
VII.2. "Fornerón e hija vs. Argentina": una sentencia que dice cómo materializar el derecho de
comunicación y su etapa de supervisión
Ya con relación en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la sentencia "Fornerón e hija vs.
Argentina", constituye un hito obligado en el análisis de la responsabilidad del Estado por la violación de los
derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial (65) respecto del derecho a la protección de la
familia (art. 17.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos) y al deber de adoptar disposiciones de
derecho interno con relación en las obligaciones de garantizar y respetar los derechos de las niñas y niños (arts.
1º, 2º y 19).
Se aludirá en particular únicamente a aquellos tópicos relacionados con el tema en tratamiento.
concretas de los justiciables, partiendo de esa misma experiencia judicial se propone su introducción en las
leyes procesales para que la suerte de los justiciables no quede a resultas de la voluntad de cada juez, y se
requiera, luego, y a destiempo, modificar una realidad que fue construyéndose de espaldas a los derechos de los
NNA y de otros integrantes de la familia: el caso "Fornerón" constituye un claro ejemplo de la ausencia de
estrategias de eficacia, y las herramientas propuestas por la Corte Interamericana, otro ejemplo, en este caso, de
instrumentos posibles.
Como en oportunidades anteriores (93), y en línea con las legislaciones de Nicaragua y Costa Rica, así como
con las Bases para la Reforma Procesal en materia de Familia, consideramos que resultaría de gran utilidad,
promovida la ejecución de sentencia, la convocatoria a audiencia a las partes, a fin de que el ejecutado pueda
oponerse a la ejecución, pero nunca alegando circunstancias ya expuestas oportunamente en el proceso y
valoradas en la sentencia (94).
En el supuesto —frecuente en este tipo de proceso de familia— de ejercicio de derechos de personas en
situación de vulnerabilidad, debe preverse, además, el contacto personal del juez y del titular de la Asesoría o
Ministerio Público Tutelar. Dicho contacto no debe entorpecerse, resultando conveniente la facultad judicial de
comparecencia de las partes a la audiencia con el auxilio de la fuerza pública.
Ahora bien: en su resolución el juez deberá tener presente el principio de tutela de la realidad y así, cuando
el objeto de la sentencia que se pretende ejecutar lo sea una obligación de hacer relacionada con la atribución
del hogar familiar o la residencia, cuidados personales o sistema de comunicación respecto de niñas, niños o
adolescentes o personas en condición de vulnerabilidad, y el transcurso del tiempo ha modificado la situación
tenida en consideración al tiempo de su dictado, podrá limitar o desestimar la ejecución pretendida en beneficio
del mejor interés de las personas involucradas.
En particular respecto de los sistemas de comunicación, debe contemplarse la incorporación de normativa
que aluda a herramientas específicas, tales como servicios de protección de los derechos del NNA, puntos de
encuentro familiar y servicios de coordinación de parentalidad, entre otros. Es cierto que muchos de estos
servicios no están aún disponibles en la mayoría del territorio nacional, pero, justamente, su mención resulta
pedagógica, en este caso, para los poderes del Estado encargados de velar por la materialización de los derechos
de sus ciudadanos. Así, en la ciudad de Mar del Plata (Pcia. de Buenos Aires) y Rosario (Pcia. de Santa Fe), los
dispositivos funcionan desde hace más de cinco años a partir de un trabajo conjunto promovido desde las
Universidades Nacionales en coordinación con el Poder Judicial y ONGs (95). Han dictado hace algunos años
sus leyes de Puntos de Encuentro Familiar las provincias de Chubut y Mendoza, comenzando a funcionar en
esta última el primer PEF en 2019 (96).
La mención expresa al auxilio de la fuerza pública, también merece una normativa que aluda a ella
expresamente, contraponiendo en este caso la violencia propia de la medida a la violencia de la transgresión.
Solo para aquellos supuestos de extrema gravedad en los que el juez ha evaluado que el riesgo para la salud
psíquica o física del niño es aún mayor de persistir la situación de hecho, para lo cual los informes del equipo
técnico del tribunal resultan trascendentes: cuando el incumplimiento de la sentencia pudiera poner en riesgo la
salud física o psíquica de un NNA, cuando se impida al tribunal, incluso, acceder al contacto con el niño, y, en
consecuencia, no exista posibilidad de escucharlo y de evaluar su estado de salud, tales actitudes parentales
serán indicadoras de la necesidad de ejecutar la sentencia, en tanto la conducta del incumplidor puede importar
una violencia aún mayor que la del procedimiento judicial.
Resulta obvio que el allanamiento será dispuesto en última instancia, pero no puede descartarse de
antemano. Es aquí donde el juez valorará la razonabilidad de la medida: si una niña o niño permanece encerrado
durante días con su progenitor o progenitora con padecimiento mental, quien se niega a que funcionarios y
equipo técnico del juzgado acceda a tomar contacto: ¿debe el juez desechar de antemano la posibilidad del
allanamiento? ¿Y si la sentencia ha dispuesto la exclusión del hogar de una persona violenta que resiste la
medida? En estas situaciones la valoración de la razonabilidad de la medida se liga al menor menoscabo de las
personas involucradas: ¿cuál de las conductas resulta más perjudicial para los derechos de los integrantes de esa
familia?: ¿la resistencia al cumplimiento de la sentencia —y eventual riesgo que pudiera derivar de ello—, o la
violencia propia de la ejecución? No caben aquí manifiestos teóricos y abstractos, sino análisis de situaciones
particulares.
VIII.4. Los límites del derecho
La CIDH ha señalado en la resolución ya aludida (punto VII.2.b.) de fecha 28 de noviembre de 2018, los
límites de la función jurisdiccional frente a aspectos que la exceden: en el caso "Fornerón", las acciones propias
de los progenitores adoptivos para involucrarse en el procedimiento y brindar información al progenitor no han
existido. Pero esta falta de iniciativa de los adoptantes —perjudicial para el bienestar de su propia hija— en la
ejecutivas en materia de familia tramiten, como máximo, mediante tres tipos procesales: a) pensiones
alimenticias, pago de hipoteca y cargas familiares; b) medidas personales (visitas y custodia) y c) lanzamiento
(punto 8vo, conclusiones de la misma Mesa 4). (Madrid, 28 al 30 de octubre de 2008). La preocupación es
reiterada en las conclusiones del IV Congreso de Magistrados, Jueces y Abogados de Familia celebrado en
Madrid en octubre de 2009. www.icam.es/docs/ficheros/200912110004_6_0.pdf Madrid, 28 al 30 de octubre de
2009, concluyendo que deberá acudirse a su ejecución "según criterios de agilidad y celeridad".
(14) PÉREZ MARTÍN, Antonio J., "La ejecución...", ob. cit., p. 746.
(15) Ibidem, p. 751.
(16) MIZRAHI, Mauricio, "Familia...", ob. cit., p. 676.
(17) MAKIANICH de BASSET, Lidia, "Derecho de visitas", ob. cit., p. 189. La autora hace referencia a un
congreso de Tribunales de Familia celebrado en 1983 en la localidad alemana de Bruehl, en el que se concluyó
que resultaba inaceptable el "apoderamiento violento de un niño", aunque existieron ponencias minoritarias que
apoyaban esta última postura: "que fueron descalificadas cuando otro colega propuso, ante el aplauso general,
que quienes así pensaban deberían haber vivido y visto con sus propios ojos la situación en la cual un niño
resulta arrebatado de su padre o madre con ayuda policial" (ps. 189-90). Sin embargo, en casos extremos en los
que la salud del niño está en juego, y si bien la descripción de la situación concita el rechazo, una evaluación
más profunda nos recuerda que el drama del niño rehén de su padre conviviente no es menor, aunque pueda
resultar menos "espectacular" a los ojos de los adultos. Y el juez, que ha evaluado el mejor interés del niño en la
sentencia, debe velar por la consideración del niño como sujeto independiente de sus padres.
(18) RIVERO HERNÁNDEZ, Francisco, "El derecho de visita", ob. cit., ps. 294-5.
(19) Ley 870 del 24/06/2014, publicada el 08/10/2014.
(20) Ley 9747, sancionada el 27/09/2019 y publicada el 12 de febrero de 2020 (La Gaceta, Diario Oficial, Costa
Rica).
(21) BALLARIN, Silvana, "El proceso de familia y el tiempo", Ed. Juritexto, San José, Costa Rica, 2014.
(22) BENAVIDES SANTOS, Diego, "Curso de Derecho Procesal de Familia Costarricense", en prensa (febrero
2020), p. 799.
(23) "[S]in perjuicio del compromiso que adquiera algún ente privado acreditado ante dicha institución" (art.
cit.).
(24) Dec. 133, año 1994.
(25) MARROQUÍN MARTÍNEZ, Alex D., "El proceso de familia de El Salvador: a casi veinticinco años de su
implementación", en GALLO QUINTIAN, Gonzalo J. - QUADRI, Gabriel H. (dirs.),ob. cit., p. 551.
(26) Publicado en el Periódico Oficial del Estado 59 del 23/07/2014, en vigencia a partir del 28/20/2015 (estado
de Morelos) y 24/02/2016 (resto de distritos judiciales). Enumera entre los apremios (y sin necesidad para el
juez de disponerlos en ese orden: "(...) Amonestación; II. Multa de hasta 100 salarios mínimos; III. El uso de la
fuerza pública; IV. Arresto hasta por treinta y seis horas; V. En casos graves o urgentes, cateo por orden escrita"
(art. 95).
(27) Diario Oficial del Gobierno del Estado el 30 de abril de 2012, disponible en
https://poderjudicialyucatan.gob.mx/publicaciones, última consulta: 21 de febrero de 2020. en su art. 413 remite
para el caso de incumplimiento de la obligación de carácter personal a los apremios establecidos con carácter
general en el art. 83: multas, auxilio de la fuerza pública y arresto por hasta 36 horas, pudiendo asimismo el juez
solicitar directamente el auxilio de la fuerza pública a la autoridad que corresponda.
(28) BENAVIDES SANTOS, Diego, "Antecedentes Extranjeros", en GALLO QUINTIAN, Gonzalo J. -
QUADRI, Gabriel H. (dirs.),ob. cit., p. 530.
(29) Ley 603, dictada el 19/11/2014.
(30) Ley provincial 10.305, BO 08/10/2015.
(31) Art. 121.— El presente trámite es aplicable a la ejecución de la sentencia que tenga por objeto imponer una
obligación de dar sumas de dinero, con excepción de aquellas relativas a honorarios regulados o que impongan
multas, las que se regirán por el trámite prescripto por el Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de
Córdoba. Cuando verse sobre la liquidación del régimen patrimonial del matrimonio son aplicables las normas
que regulan el juicio sucesorio. Art. 177.— En todo lo que no esté expresamente previsto en esta Ley se
aplicarán las disposiciones de la Ley Orgánica del Poder Judicial y del Código Procesal Civil y Comercial de la
Provincia de Córdoba y las leyes que los modifiquen o complementen.
(32) Art. 177.— En todo lo que no esté expresamente previsto en esta Ley se aplicarán las disposiciones de la
Ley Orgánica del Poder Judicial y del Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba y las leyes
que los modifiquen o complementen.
(33) Ley Provincial 9120, BO 21/11/2018.
(34) "Art. 170— Obligaciones de hacer y de no hacer. En los casos que la sentencia o acuerdo homologado
contuviese la obligación de desplegar una actividad que sea derivada del ejercicio de la responsabilidad
parental, el Juez o Jueza deberá verificar que la misma este especificada o determinada, y posteriormente
emplazar al ejecutado a cumplir según la naturaleza de la obligación en el plazo que estime razonable. Podrán
disponerse emplazamientos e imponerse sanciones conminatorias u otro tipo de sanciones para el incumplidor.
Atento a la naturaleza y la particularidad de la obligación que se ejecuta, podrá oírse a las niñas, niños y
adolescentes cuyos intereses estén involucrados en la ejecución. En todo lo demás, deberá estarse al trámite
previsto para la ejecución de las obligaciones de hacer previstas en el Cód. Proc. Civ. y Com. y Trib. siempre
que sean compatibles con la naturaleza de la obligación".
(35) Las medidas de protección enumeradas por el art. 92 son: a) exclusión del denunciado de la vivienda; b)
prohibición de acceso del denunciado a los lugares de permanencia habitual de las víctimas; c) reintegro de las
víctimas al domicilio; d) tratamientos terapéuticos; e) retiro de efectos personales y f) alimentos, régimen de
cuidados personales o sistemas de comunicación provisorios, en la medida que resulten necesarios para el
cumplimiento o sostenimiento de la medida. Como se advierte, se trata, en la mayoría de los casos, de
obligaciones de hacer o no hacer de carácter personalísimo (incs. a, b, c, d y, parcialmente, f), por lo que la
alusión al uso de la fuerza pública en la ejecución resulta oportuna.
(36) "Art. 94— Medidas de protección. Incumplimiento. En caso de incumplimiento de las medidas de
protección dispuestas, la Jueza o Juez deberá: a) Evaluar la conveniencia de modificar o ampliar las medidas de
protección; b) Cuando configure un delito penal deberá remitir inmediatamente compulsa de las actuaciones al
Ministerio Público Fiscal; c) Requerir el auxilio de la fuerza pública para asegurar el acatamiento de las
medidas de protección; d) En el caso que lo estime necesario, imponer al denunciado por violencia, entre otras,
las siguientes sanciones: I. Hacerse cargo de los gastos generados por sus actos de violencia; II. Cumplir con
trabajos comunitarios, cuya duración razonable debe determinar la Jueza o Juez de conformidad con las
constancias de la causa y la gravedad de la situación planteada; III. Asistir de manera obligatoria a programas
reflexivos, educativos o terapéuticos tendientes a la erradicación-eliminación de conductas violentas; IV. Pagar
multas pecuniarias, cuyo monto establecerá la Jueza o Juez según la gravedad del caso y la situación patrimonial
del autor y de la persona en situación de violencia".
(37) "e) Cuando lo estime pertinente, la Jueza o Juez ordenará hacer uso de la fuerza pública para la ejecución
de la medida de protección".
(38) Ley 2950, BO 07/01/2019, en vigencia a partir del 01/02/2019.
(39) Arts. 94 (medidas ante el incumplimiento. Apelación), 95 (retención directa sobre sueldo y otra
remuneración), 97 (Salida del país), 98 (Registro de Deudores Alimentarios), y 102/4 (Ejecución de alimentos).
(40) Art. 166.
(41) BO 08/04/2019.
(42) BO 10/10/2019, en vigencia a partir del 02/03/2020 (conf. art. 2º, ley cit.).
(43) Ed. Jusbaires, Buenos Aires, 2014, www.editorial.jusbaires.gob.ar.
(44) Los dos restantes regulan la ejecución de la condena a escriturar (art. 384) y la liquidación de sociedades
(art. 386).
(45) Los restantes contienen las soluciones tradicionales relacionadas a la entrega de cosas (primer párrafo) y a
las obligaciones de hacer y de no hacer (párrs. 3º, 4º, 5º).
(46) Art. 367: "Sanciones conminatorias pecuniarias. Las conminaciones económicas o astreintes se fijan por el
juzgado en una cantidad de dinero a pagar por cada día que demore el cumplimiento, teniendo en cuenta la
naturaleza del asunto y las posibilidades económicas del obligado, de modo que signifiquen una efectiva
constricción al cumplimiento. El juez puede, en cualquier momento, de oficio o a pedido de parte, aumentar,
moderar o suprimir la sanción pecuniaria fijada. Una vez liquidada y firme es ejecutable contra el obligado. El
destino de las sanciones pecuniarias compulsivas es establecido por el juez, por resolución fundada, a favor de
la contraparte o de algún organismo estatal de protección de la niñez y adolescencia. En cualquier caso, la
sanción es independiente del derecho a obtener el resarcimiento del daño causado por el incumplimiento".
(47) Art. 368: "Sanciones conminatorias no pecuniarias. El juez puede imponer al responsable del
incumplimiento de las decisiones judiciales las medidas más idóneas para persuadirlo a cumplir la orden judicial
en tiempo razonable. Estas medidas no deben lesionar los derechos de las personas vulnerables involucradas".
(48) Res. 301 del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, 2018.
(49) Bases para la Reforma Procesal de Familia, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación,
Ediciones SAIJ, abril de 2018.
(50) "Bases...", ob. cit., p. 44.
(51) Ibidem. Tal como se explica en la nota 3 de las Bases, "En las reuniones de comisión surgió la posibilidad
de regular un incidente de ejecución que previera un traslado al ejecutado. Con relación en ello, al no haberse
tratado aún los procesos ordinario y extraordinario como formas generales, se carecía de elementos para decidir
sobre la necesidad de regulación, o bien de remisión al proceso incidental".
(52) De tal manera, cuando la ejecución resulta inmediata al dictado de la sentencia, no ha existido posibilidad
material alguna de cabio en las circunstancias valoradas por el juez en dicha oportunidad.
(53) "Bases...", ob. cit., p. 45.
(54) Ibidem, p. 46: "cuando el objeto de la sentencia que se pretende ejecutar sea una obligación de hacer,
relacionada con la atribución del hogar familiar o la residencia, cuidados personales o sistema de comunicación
respecto de NNA o personas en situación de vulnerabilidad, y el transcurso del tiempo ha modificado la
situación tenida en consideración al momento de su dictado, el juez podrá limitar o desestimar la ejecución
pretendida en beneficio del mejor interés de las personas involucradas".
(55) Del mismo organismo o de otro organismo oficial. También se prevé la colaboración de un cuerpo especial
de la policía, con la formación necesaria para actuar en tales supuestos ("Bases...", ob. cit., p. 47).
(56) Elaborado por la Comisión para la elaboración del proyecto de ley de reforma y actualización integral del
Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires, creada por Res.
2017-399-E-GDEBA-MJGP y cuyos miembros fueron designados por Res. 2017-690-E-GDEBA-MJGP.
(57) Bajo apercibimiento de ser llevada con el auxilio de la fuerza pública y comunicar el hecho al Fiscal en
turno ante la posible comisión del delito de desobediencia (art. 802).
(58) "Furlan y familiares vs. Argentina", 31/08/2012, párr. 209,
https://jurisprudencia.mpd.gov.ar/Jurisprudencia/Furlan%20y%20familiares%20v.%20Argentina.pdf, última
consulta: 28/02/2020.
(59) "Furlan vs. Argentina", cit., párr. 210.
(60) "Furlan vs. Argentina", cit., párr. 211.
(61) "Vrtar vs. Croacia", 07/01/2016, párr. 95.
(62) "Saleck Bardi vs. España" (TEDH, 24/05/2011).
(63) "Bordeianu vs. Moldavia" (11/01/2008), párrs. 73 a 75. https://hudoc.echr.coe.int/eng#{%22itemid%22:
[%22001-102702%22]} última consulta: 20/02/2020.
(64) "Piazzi vs. Italia" (12/10/2010), párr. 61 http: //hudoc.echr.coe.int/sites/eng/pages/search.aspx?i=001-
101546. Última consulta: 20/02/2020.
(65) Consagrados en los arts. 8.1 y 25.1 de la Convención Americana.
(66) Punto dispositivo 2do. de la sentencia,
http://www.corteidh.or.cr/cf/jurisprudencia2/ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=203&lang=es, última consulta: 6 de
febrero de 2020.
(67) Punto 161: "el proceso de vinculación debe estar guiado e implementado por uno o más profesionales
expertos en la materia. El Estado debe designar inmediatamente a dicho experto o establecer el equipo, y en este
último caso, nombrar a una persona responsable del mismo quien, sin demoras, deberá realizar e implementar
un plan de trabajo. Asimismo, el Estado debe garantizar la imparcialidad e idoneidad del o los expertos que
participen en el proceso de vinculación, quienes, además, deben conocer la presente sentencia, así como las
demás circunstancias relevantes sobre lo ocurrido al señor Fornerón".
(68) Punto 162.
(69) Punto 163: "... incluyendo, entre otros aspectos, licencias laborales, gastos de traslado, estadía y
alimentación del señor Fornerón y, eventualmente, de la niña, espacios físicos adecuados en caso que se
requieran, así como también cualquier recurso que sea necesario".
(70) Punto 165.
(71) Punto 167.
(72) La CIDH continuará con el seguimiento de su sentencia: "Para continuar valorando el cumplimiento de esta
medida, se solicita a Argentina y a las representantes del señor Fornerón que se refieran, en forma actualizada y
detallada, a la implementación de esta reparación durante el 2018, así como que obtengan, por los medios
legales procedentes, las declaraciones del señor Fornerón y de M., en las cuales expresen su parecer respecto al
desarrollo del proceso de vinculación y sobre la continuidad de los diferentes componentes que implica la
implementación de esta reparación, tales como la realización de los encuentros y el apoyo terapéutico" (consid.
32, resol. cit.).
(73) La actividad de la CIDH en el seguimiento de la sentencia resulta tan importante como sus
pronunciamientos: no se trata —solamente— de un Tribunal que orienta a las legislaciones y jurisprudencias
nacionales, sino de un organismo que está pendiente del cumplimiento de sus resoluciones. Sin embargo, no
suele repararse en ello con la misma frecuencia con la que se cita su jurisprudencia. Tal vez se deba ello al
menor interés que suscitan las temáticas relacionadas a la eficacia material de las sentencias frente a otros
análisis orientados a la consagración formal de los derechos. Y esta circunstancia, finalmente, repercute en la
ausencia de normativas especiales, particularmente, en los Códigos de procedimiento de familia.
(74) "... ya que estableció y ha implementado durante más de siete años un procedimiento de apoyo para el
desarrollo progresivo del vínculo entre el señor Fornerón y su hija M., en el cual se tuvo en cuenta el parecer del
señor Fornerón y la voluntad y opinión de la niña" (punto 30 de la resolución del 28/11/2018).
(75) Resolución del 28/11/2018 cit., consids. 11 ("Entonces, la obligación impuesta a Argentina era la de
brindar los medios y contribuir, a través de ese procedimiento, con el desarrollo de los vínculos familiares, no la
de asegurar que con su implementación se alcanzaran determinados resultados") y 30.
(76) Consid. 11, resol. cit.
(77) Consid. 26, resol. cit.
(78) Punto 28, Resol. cit.
(79) "Este Tribunal valora positivamente la referida decisión judicial, pues en ella se reconoció expresamente
que el cumplimiento de esta reparación "est[aba] dirigid[o] a [...] autoridades judiciales, entre otras", lo cual es
una muestra del importante rol que —en el ámbito de sus competencias—, tienen los tribunales nacionales en el
cumplimiento o implementación de las Sentencias de la Corte Interamericana" (consid. 13 de la resol. cit.).
(80) Referenciado en los consids. 9º y 14 de la Resol. cit.: "Acuerdo de Ejecución de la Sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. 'Caso Fornerón e Hija vs. Argentina'. Sentencia de 27 de abril de 2012"
suscrito por autoridades de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, de la Secretaría de
Derechos Humanos del Ministerio de Justicia de la Nación, del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y
del Ministerio de Gobierno y Justicia de la Provincia de Entre Ríos el 22 de agosto de 2012" (consid. 9º).
(81) Consids. 9º y 14 de la res. cit. La SENAF y el Centro Fernando Ulloa tendrían a su cargo la coordinación
de los encuentros de vinculación y los profesionales que brindarían el apoyo terapéutico a Fornerón y a su hija.
(82) Punto 17, resol. cit.: "... En lo que respecta a los encuentros realizados durante el 2018, el Estado indicó en
el 2017 que las partes acordaron la realización de un encuentro el 24 de enero de 2018, "manteniendo la
periodicidad mensual; sin embargo, no ha sido presentada a la Corte información respecto a los encuentros
realizados en este año".
(83) El sistema de comunicación se efectiviza durante la adolescencia de la joven, quien expresó en 2015 no
desear continuar con tales encuentros, resultando más satisfactorios a partir de 2017 (consid. 19, resol. cit.).
(84) Consid. 21, res. cit.
(85) Consid. 22, res. cit.: "... incluso al margen de los intereses y expectativas del señor Fornerón, quien en todo
momento ha procurado con sus acciones resguardar el bienestar de la niña y el adecuado desarrollo del proceso
de vinculación".
(86) BALLARIN, Silvana, "El lenguaje en el proceso de familia como garantía de tutela judicial efectiva", JA
2018-I-1138.
(87) BALLARIN, Silvana, "La eficacia...", ob. cit., ps. 199-200.
(88) GALLARDO, Roberto, "El lenguaje del cangrejo", Ediciones Madres de Plaza de Mayo, Buenos Aires,
2008, p. 7.
(89) NAVARRO, Pablo E., "Eficacia y normas jurídicas", Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1990,
p. 18.
(90) NAVARRO, Pablo E., "Los límites del derecho", Ed. Temis, Bogotá, 2005, p. 32. Como lo advierte
Taruffo, el uso de un cierto lenguaje caracterizado por la acumulación de términos técnicos o por la frecuencia
de cláusulas estereotipadas puede revelar una función de enmascaramiento del discurso, o bien la función de
selección sociocultural de los posibles usuarios y controladores del discurso (TARUFFO, Michele, "La
motivación de la sentencia civil", Ed. Trotta, Madrid, 2011, p. 97).
(91) HABERMAS, Jürgen, "Facticidad y validez", Ed. Trotta, Madrid, 2005, 4ª ed., p. 477.
(92) Juzgado de Familia Nº 1, Consejero Damián Ferola, causas "A. M. G. c. L. L. A. s/ régimen de visitas
47887" y "C. M. D. c. F. F. A. M. A. s/ régimen de visitas 54000".
(93) BALLARIN, Silvana, "Ejecución de sentencia en el proceso de familia: por qué incorporar una normativa
específica con relación en la sentencia que prescribe obligaciones de hacer de carácter personalísimo", en RDF
81, Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, setiembre de 2017, AP/DOC/672/2017; Ponencia presentada en las
XXVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil, La Plata, 2018, Comisión 12: "Incorporación de una normativa
específica en relación con la sentencia que prescribe obligaciones de hacer de carácter personalísimo".
(94) En el supuesto de que la ejecución se promoviera en forma inmediata al dictado de la sentencia, el juez
podrá obviar la convocatoria precedente si resultaran improcedentes atendiendo a la actividad procesal de los
autos principales y conexos y a las circunstancias del caso.
(95) BALLARIN, Silvana, "Coordinación de parentalidad y puntos de encuentro familiar: nuevas herramientas
de eficacia y pacificación del proceso de familia", en RDF, 76, Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2016;
MINNICELLI, Mercedes - BALLARIN, Silvana - LAMPUGNALI, Silvia, "Fraternidades y parentalidades
malheridas. Puntos de encuentro familiar: implementación, abordajes y acciones interdisciplinarias", Homo
Sapiens, Rosario, 2018.
(96) "Comenzará a funcionar en Godoy Cruz el primer Punto de Encuentro Familiar", disponible en la web
oficial de Godoy Cruz
(https://www.godoycruz.gob.ar/funcionara-godoy-cruz-primer-punto-encuentro-familiar-mendoza/).
(97) BOAVENTURA DE SOUSA, Santos, "Sociología jurídica crítica", Ed. Trotta, Madrid, 2009, p. 126.