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Trabajo Guerra Contra Chile COMPLETO

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Asignación de Historia

del Guerra
Perú contra
Chile

Alumna: Karlyth Fernanda Salcedo


Muñico.

Profesor: Julio Cesar Hidalgo


Balbuena

Grado: Tercero de secundaria

2024
.
DEDICAT
ORIA
Este trabajo se lo dedico a
mis padres y mi gato
quienes estuvieron
conmigo durante el
desarrollo de esta
INTRODUC
CION
a Guerra del Pacífico (1879-1884) es un conflicto
crucial en la historia de Sudamérica, que enfrentó a
Chile contra una alianza de Perú y Bolivia.
En ella se pusieron de manifiesto nuestros mas
graves defectos y contradicciones nacionales.
La increíble ceguera de los gobernantes quienes
ciegos por sus propias preocupaciones no quisieron
comprender la real situación del país.
La a ineficacia de la diplomacia peruana para utilizar
el único terreno en el que se podía haber
neutralizado el afán de expansión chileno.
Durante la guerra con Chile se demostró también
que había en el Perú un sinnúmero de hombres de
honor que no vacilaron en entregar su vida en
defensa de la patria. La lista de nuestros héroes es
muy grande como fue el coraje y la voluntad de
resistencia del pueblo peruano. En las guerrillas
campesinas o en las montoneras de Cáceres que
lavaron con su sangre las manchas que empeñaron
el honor nacional.
Marco teórico
Causas de la
guerra
1.-Chile, Perú, Bolivia y Argentina colindaban sin haber
definido sus fronteras en tratados mutuos, más bien siguieron
un acuerdo implícito de Uti possidetis, común para todos los
países latinoamericanos.
Los límites eran los que ya habían sido definidos durante la
colonia, que eran vagos, a veces contradictorios y a menudo
sobre territorios desconocidos, inhabitados o inhabitables por
su clima o lejanía.
2.- En 1873 Bolivia y Perú firmaron un tratado militar al que
trataron de incorporar a Argentina bajo promesa de darles
salida al Pacífico por territorios chilenos. Ese tratado agresivo
tenía a nuestro país como único destinatario. Argentina no se
incorporó pues su Senado no lo aprobó para lo cual se tuvo
muy en cuenta que ese tratado militar iba a producir su
contraparte con Chile, Ecuador y Brasil , dividiendo a América
Latina en dos.
3.- Bolivia se negó a recurrir a arbitraje como se lo pidió Chile
insistentemente. Este procedimiento estaba expresamente
contemplado en el tratado de 1874. Bolivia anunció
públicamente que sacaría a remate a la empresa chilena,
expulsaría a los obreros (hoy le llamaríamos limpieza étnica
que es un Crimen de Lesa Humanidad) chilenos. Por último se
señaló que no se haría el remate sino que simplemente se
confiscarían los bienes. Esto si era un robo y Chile no lo podía
tolerar.
Pretextos
En febrero de 1878, Hilaron Daza estableció un impuesto de
diez centavos por cada quintal de salitre exportado del puerto
de Antofagasta. Para los chilenos, Daza estaba violando el
acuerdo de 1874. Chile rompió relaciones diplomáticas con
Bolivia y ocupo militarmente Antofagasta. El Perú trato de
mediar en un inicio, pero ante su negativa de declararse
neutral, fue también envuelto en vuelto en el conflicto desde
abril de 1879.

El Perú envía a José Antonio de Lavalle rumbo a Santiago


donde se lee el texto del tratado secreto con Bolivia, que el
desconocía. Llega a Valparaíso el 4 de marzo ante la actitud
hostil de la población y la prensa. Mientras Lavalle se
entrevistaba con el presidente de Chile, Aníbal Pinto, el
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La idea de una mediación estuvo presente apenas iniciado el


conflicto. En 1879, los Estados Unidos, Gran Bretaña y
Alemania no logran conformar un bloque mediador Las
naciones sudamericanas también ofrecieron sus oficios.
Brasil fue rechazado como mediador, el presidente de
Ecuador, General José María Urbina y Viteri realizó diversos
viajes a los países en conflicto y terminó su misión cuando
Chile no aceptó el pedido de los aliados de retornar a la
situación anterior al inicio de las hostilidades. Colombia envió
al diplomático Pablo Arosemena, quien concluyó su labor en
octubre de 1879 al rechazar Chile el pedido de Bolivia de
recuperar Antofagasta.

Campaña naval
La guerra sostenida contra España en 1866 había permitido
al gobierno de Chile comprender la importancia que una
vigorosa fuerza naval proporcionaba desde el punto de vista
diplomático, táctico y estratégico. Así comenzó a renovar y
perfeccionar sus embarcaciones de guerra, y hacia 1879, su
armada era la mejor equipada de América del Sur, al menos
en cuanto a medios materiales. Su escuadra, al mando del
Almirante Juan Williams Rebolledo, se integraba con las
fragatas blindadas gemelas Cochrane y Blanco Encalada, y
cinco naves de madera: corbetas Chacabuco, O’Higgins y
Esmeralda, cañonera Magallanes y goleta Covadonga. Las
primeras acciones navales se redujeron a la toma de
Antofagasta por parte de los chilenos y a su desembarco en
los puertos de Cobija, Tocopilla y Mejillones, con lo que
quedaron dueños de todo el litoral boliviano.
Uno de los principales problemas al inicio de la guerra fue el
de las largas distancias existentes entre Valparaíso, puerto
base de la escuadra chilena, y la zona de Antofagasta, teatro
de las operaciones. Un desplazamiento por tierra era
prácticamente imposible dado el enorme esfuerzo logístico
que supondría. Más rápido y económico resultaba trasladar
efectivos y pertrechos bélicos por mar, para lo que se debía
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El plan originario del gobierno chileno consistía en atacar por


sorpresa a la escuadra peruana en el Callao con el propósito
de hundirla o, al menos, bloquear el puerto para permitir la
invasión de Tarapacá por el ejército.
La estrategia de Williams era otra: por información
proveniente de sus servicios de inteligencia tenía
conocimiento que las potentes baterías de tierra del Callao,
modernizadas luego de la guerra contra España, estaban
prontas para actuar por lo que prefería bloquear el puerto
salitrero de Iquique para esperar allí a la escuadra peruana
para dar batalla en altamar. Además estimaba que con el
bloqueo de Iquique y el hostilizamiento a las poblaciones de
la costa de Tarapacá se lograría impedir el comercio del
guano y el abastecimiento de salitre a Perú, por lo que para
proteger sus intereses la escuadra debería forzosamente
rumbear hacia esa región. En la mañana del 5 de abril
bloqueó Iquique, en cuya defensa acudieron las unidades
peruanas Huáscar e Independencia. En el combate del 21 de
mayo de 1879 el Huáscar, al mando del Capitán de Navío
Miguel Grau Seminario, logró hundir a la corbeta chilena
Esmeralda, comandada por el Capitán de Fragata Arturo Prat
Chacón, quien murió heroicamente en el combate y se
convirtió en el mayor héroe naval chileno. La fragata
Independencia encalló en unos arrecifes de Punta Gruesa al
perseguir a la goleta Covadonga, la que huyó al aproximarse
el Huáscar.
Estas acciones navales proporcionaron una victoria táctica al
Perú: se levantó el bloqueo del puerto de Iquique y las naves
chilenas fueron hundidas o abandonaron el área; pero con el
hundimiento de la Independencia la armada peruana perdió
al más grande y potente de sus navíos.
El Huáscar quedó prácticamente solo contra la escuadra
chilena. Si bien su tamaño y capacidad operativa eran
menores que los de sus adversarios, durante cinco meses
mantuvo la lucha como dueño del mar. Grau le realizaba
frecuentes tareas de reparación y de carena, dado que su
principal ventaja táctica era su velocidad superior a los
blindados de la flota chilena. Este hecho le permitió
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El combate naval decisivo tuvo lugar el 8 de octubre en


Punta Angamos. Allí el Huáscar fue finalmente capturado por
los chilenos, pese al intento de hundirlo por parte de su
propia tripulación. Durante el combate murió heroicamente
el Comandante Grau, convirtiéndose a su vez en el héroe

Campaña
terrestre
Comenzó en noviembre de 1879, cuando Perú ya había
perdido su escasa fuerza naval. El departamento de
Tarapacá era el centro de los recursos económicos
peruanos, por lo que su ocupación y dominio se convirtió
en un objetivo prioritario para el gobierno chileno.
Bolivia y Perú, aliados en la guerra, habían establecido su
fortín en Iquique. Con la supervisión de los presidentes
Prado y Daza, reunieron catorce mil hombres. Estimaban
que Chile no se atrevería a invadir Perú a través de los
tórridos desiertos. Sin embargo, esa fue la estrategia
adoptada por los chilenos, quienes el 2 de noviembre
desembarcaron 10.000 soldados en el puerto de Pisagua,
desde donde alrededor de 6.500 hombres bajo las órdenes
del coronel Emilio Sotomayor se internaron en las pampas
de Dolores con el objetivo de conseguir los pozos de agua
de su oficina salitrera. Las fuerzas aliadas al mando del
general Juan Buendía, avanzaron hacia al norte de dicha
pampa, situándose en el cerro de San Francisco. Frente al
dilema de arriesgarse a atacar o a morir de sed en el
desierto, el 19 de noviembre Sotomayor adoptó la primera
opción. Tras varios ataques infructuosos, y frente a la
superioridad numérica chilena y al accionar de sus
modernos cañones Krupp, las fuerzas aliadas se vieron
obligadas a emprender la retirada y retrocedieron hasta la
quebrada de Tarapacá para poder fortificarse.
Finalmente, el 27 de noviembre tras nueve horas de
cruento combate, pudieron derrotar a los chilenos
causándoles numerosas bajas (576 muertos, 176 heridos y
100 prisioneros), además de capturarles 8 cañones. Entre
los aliados hubo 236 muertos y 261 heridos. La pérdida de
10
Estos acontecimientos provocaron la renuncia de Prado a la
presidencia de Perú, remplazado por Nicolás de Piérola. En
Bolivia, el presidente Daza fue sustituido por el general Narciso
Campero. Si bien la campaña naval había concluido, los
chilenos efectuaban diversos ataques a las costas peruanas
para impedir su aprovisionamiento.
El 27 de febrero el monitor Huáscar, (que luego de ser
capturado en Angamos pasó a integrar la escuadra chilena), y
la cañonera Magallanes se acercaron a las baterías del puerto
de Arica e intercambiaron un fuerte cañoneo con las defensas
de tierra. Pese a estos hostigamientos se lograban
desembarcar víveres, fusiles y torpedos especialmente en el
puerto de Mollendo, para ser enviados a Tacna y Arica. Con la
finalidad de impedir estas acciones y anular además el
comercio exterior del Perú, realizado principalmente a través
del puerto del Callao, el 18 de marzo de 1880 el gobierno de
Chile ordenó su bloqueo al Comandante en Jefe de la Escuadra,
Almirante Galvarino Riveros, hecho que se concretó el 10 de
abril y se mantuvo hasta la ocupación de Lima por el ejército
chileno el 17 de enero de 1881.
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En esta batalla murieron más del 30 por ciento de los


soldados peruanos que defendían la plaza, y el 10 por ciento
de los chilenos atacantes. Con la conquista de este fuerte y
los de la playa, el puerto de Arica quedó finalmente en poder
de las tropas chilenas. La capital peruana vivía desconectada
del resto del país y subestimó completamente la situación
bélica, lo que contribuyó a desestabilizar completamente a su
clase política y a evitar una preparación efectiva para
enfrentar el desembarco enemigo. La población limeña no
podía admitir que un ejército atrincherado en una posición
aparentemente inexpugnable, parapetado detrás de
fortificaciones erizadas de artillería, hubiese caído al choque
de tropas agotadas por una marcha de más de tres meses por
desiertos arenosos, diezmadas por las fiebres, obligadas a
transportar los víveres, el agua y a arrastrar ellas mismas su
artillería. Luego de las acciones de Tacna y Arica, los
gobiernos de Bolivia, Chile y el Perú iniciaron conversaciones
para intentar finalizar la guerra; pero al mismo tiempo, el
Almirante Lynch partía desde Arica con el objetivo de destruir
las haciendas azucareras que aportaban financieramente al
Perú y exigir contribuciones de guerra a los hacendados
peruanos. El secretario de estado norteamericano William
Evarts, tuvo especial interés en promover las negociaciones
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Campañas de Tacna y Arica


Mientras tanto el comandante Lizardo Montero Flores había
logrado armar y entrenar al ejército peruano en Tacna y Arica,
totalizando 5.800 hombres. A su vez el ejército boliviano
poseía 4.200 soldados, pero las relaciones entre ambos países
no tardaron en descomponerse al tratar de decidir quién
comandaría el ejército aliado. Para apoderarse de esas
provincias el gobierno chileno preparó durante tres meses una
invasión al departamento de Moquegua, para la que destinó
un ejército al mando del general Manuel Baquedano, quien
desembarcó en el puerto de Ilo, a casi 80 millas de Tacna, y de
allí marchó a Los Ángeles, donde halló breve resistencia.
Sus fuerzas totalizaban alrededor de 14.000 hombres, con
artillería y caballería mejor equipadas que las de sus
adversarios. En el ejército aliado cundía la discordia, no solo
entre los soldados, sino también entre los mandos. Finalmente
escogieron una posición para dar batalla y ocuparon la
meseta de Intiorco, en las afueras de Tacna, bautizada con el
nombre “Alto de la Alianza”.
El 26 de mayo se iniciaron las hostilidades. El ataque chileno
fracasó hacia el mediodía, pero al retroceder la izquierda y el
centro entró en acción la reserva y se logró la victoria luego
de cuatro horas de combate. El número de muertos y heridos
revela la fiereza de la lucha: 1.130 chilenos y 3.150 aliados.
Este enfrentamiento sería el último en que participarían las
tropas bolivianas, las cuales al mando de su presidente
Narciso Campero se retiraron hacia su país. En adelante, su
participación se limitaría al nivel de las negociaciones
diplomáticas. El puerto de Arica, artillado desde abril, contaba
con el monitor Manco Cápac como batería flotante, pero
después de la derrota aliada en Tacna, la pequeña guarnición
del Morro con 2.100 hombres al mando del Coronel Francisco
Bolognesi, quedó rodeada de chilenos, cuyos mandos
enviaron dos parlamentarios a solicitar la rendición,
enérgicamente rechazada por Bolognesi y sus oficiales, entre
los que se encontraba el argentino Roque Sáenz Peña, futuro
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Tratados de paz
La guerra concluyó oficialmente el 20 de octubre de 1883
con la firma del Tratado de Ancón, mediante el cual el
departamento de Tarapacá pasó definitivamente a manos
chilenas y la soberanía de los departamentos de Tacna y
Arica pertenecería a Chile por un lapso de 10 años, al cabo
del cual un plebiscito de sus habitantes decidiría a cuál de
los dos países desearían pertenecer.
El que resultase vencedor, cancelaría al otro diez millones
de pesos. Durante 1879 y 1883 murieron 23 mil soldados,
entre bolivianos, chilenos y peruanos. El salitre, razón y
motivo del conflicto, pasó en su mayor parte a manos de
capitalistas británicos. Lima permanecería ocupada hasta
1884, las tropas chilenas se retiraron de la capital peruana
dejando al frente del gobierno nacional a Miguel Iglesias
Finalizada la lucha, las diferencias entre Cáceres e Iglesias
dieron origen de una guerra civil entre los partidarios de
ambos líderes peruanos, que finalizó en 1885 con el triunfo
del primero. En abril de 1884, se firmó en Valparaíso un
tratado de paz entre Chile y Bolivia, mediante el cual se
entregaba indefinidamente a Chile la otrora provincia de
Antofagasta En el momento de firmarse el tratado de
Ancón, el departamento de Tacna contaba con tres
provincias: Tacna, Arica y Tarata.
Acto seguido inició un proceso de chilenización dirigido a la
población de Tacna, Arica y Tarapacá, interviniendo en las
organizaciones privadas y públicas de la zona. Este proceso
de transculturación dirigida fue más intenso y compulsivo
desde inicios del siglo XX, provocando actitudes
desmesuradas de ciertos grupos de población civil chilena,
de naturaleza nacionalista, que organizaron la creación de
"ligas patrióticas" con la finalidad de hacer desaparecer. los
rasgos culturales peruanos de los territorios de Tacna,
Tarata, Arica y Tarapacá. En 1885, Chile ocupó Tarata, que
fue devuelta al Perú el 1 de septiembre de 1925 por
resolución del árbitro Calvin Coolidge, presidente de los
Estados Unidos.
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Ocupacion de Lima
La partida del ejército chileno se verificó entre noviembre y
diciembre de 1880. La infantería desembarcó en Pisco y la
artillería en Curayaco, una caleta situada una legua al sur de
Lima. El presidente Piérola hizo grandes esfuerzos para
defender la capital: creó el ejército popular, llamado “nación
en armas”. Todos los habitantes de Lima de 16 a 60 años
fueron llamados a las filas. Las colonias de extranjeros,
principalmente la italiana, hicieron causa común contra el
invasor, calculándose que este improvisado ejército contó con
alrededor de 26.000 hombres. Las vecindades de Lima fueron
cubiertas con fuertes y artillería. Se tendieron dos líneas de
defensa, una desde el elegante balneario de Chorrillos, en la
que se apostaron los soldados veteranos, y la otra en el de
Miraflores donde se hallaba la reserva, milicias ciudadanas
organizadas sobre base gremial. La propia población civil
defendió sin éxito su ciudad cuando el ejército chileno atacó
tres de sus doce reductos. El 13 de enero de 1881 las tropas
chilenas tuvieron un decisivo triunfo en Chorrillos, aunque con
700 hombres muertos y más de 2.500 heridos. Las acciones
se reanudaron dos días más tarde en Miraflores. Luego de una
primera etapa favorable a los peruanos, el ataque de la
derecha y del centro se malogró por falta de tropas de
refresco y la victoria fue para los chilenos. El trágico precio de
esta lucha fue de tres mil peruanos y dos mil chilenos muertos
o heridos. Piérola tomó el camino de la sierra. Las villas de
Miraflores y Barrancoa fueron saqueadas por los chilenos.
Lima tal vez hubiera corrido suerte análoga de no haber
7 El presidente peruano Mariano Prado conciente de que sus
fuerzas eran inferiores en velocidad y potencia de fuego a las
chilenas, ordenó evitar un ataque frontal y acometer a la línea
de abastecimiento del enemigo en retaguardia, salvo casos en
donde las probabilidades de éxito estuvieran de parte de los
peruanos. El plan original del gobierno chileno consistía en
atacar por sorpresa a los peruanos en el Callao con el propósito
de hundirla o bloquear el puerto para permitir la invasión de
Tarapacá por el ejército. La estrategia de Williams era otra: por
información proveniente de sus servicios de inteligencia tenía
conocimiento que las potentes baterías de tierra del Callao,
modernizadas luego de la guerra contra España, estaban
prontas para actuar por lo que prefería bloquear el puerto
salitrero de Iquique para esperar allí a la escuadra peruana
para dar batalla en altamar.
Además estimaba que con el bloqueo de Iquique y el
hostilizamiento a las poblaciones de la costa de Tarapacá se
lograría impedir el comercio del guano y el abastecimiento de
salitre a Perú, por lo que para proteger sus intereses la
escuadra debería forzosamente rumbear hacia esa región. En la
mañana del 5 de abril bloqueó Iquique, en cuya defensa
acudieron las unidades peruanas Huáscar e Independencia.
En el combate del 21 de mayo de 1879 el Huáscar, al mando
del Capitán de Navío Miguel Grau Seminario, logró hundir a la
corbeta chilena Esmeralda, comandada por el Capitán de
Fragata Arturo Prat Chacón, quien murió heroicamente en el
combate y se convirtió en el mayor héroe naval chileno.
La fragata Independencia encalló en unos arrecifes de Punta
Gruesa al perseguir a la Covadonga, la que huyó al aproximarse
el Huáscar.
Estas acciones navales proporcionaron una victoria táctica al
Perú: se levantó el bloqueo del puerto de Iquique y las naves
chilenas fueron hundidas o abandonaron el área; pero con el
hundimiento de la Independencia la armada peruana perdió al
más grande y potente de sus navíos. El Huáscar quedó
prácticamente solo contra la escuadra chilena. chilena. Este
hecho le permitió repetidas veces escapar a las largas
persecuciones efectuadas por el almirante Williams a bordo del
Blanco Encalada. El momento culminante de la actuación del
Huáscar fue el 23 de julio de 1879, cuando capturó al
CONCLU
SION
En conclusión la Guerra del Pacifico es
recordada como un conflicto que dejo
heridas en las relaciones entre los países,
afectando a sus poblaciones y su
desarrollo. Hoy en dia, es una lección
sobre la importancia del dialogo y la
diplomacia para resolver conflictos,
evitando la perdida de vidas y las
consecuencias a largo plazo para las
Bibliografía
 Diario Uchile

 Por. Rafael Zúñiga


Abogado Corporativo/Labora
l
 Frías Valenzuela, Francisco: Historia de Chile. Desde la Prehistoria
hasta 1973. Santiago de Chile: 1986 S.A. 11ª edición: noviembre
de 1993.

 Basadre, Jorge: Historia de la República del Perú. 1822 – 1933.


Santiago de Chile, 1998

 Roel Pineda, Virgilio: El Perú del siglo XIX. Lima 1986.

 Fellman Velarde, José: Historia de Bolivia. La Paz 1970.

 Ahumada Moreno, Pascual: Guerra del Pacífico: recopilación


completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y
demás publicaciones referentes a la guerra, que ha dado a luz la
prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos
de importancia. Valparaíso 1892.

 Barros Arna, Diego: Historia de la guerra del Pacífico. Santiago


1881.

 Bonilla, Heraclio: El Perú entre la independencia y la guerra con


Chile. En: Mejía Baca, Juan: Historia del Perú. Tomo VI. Lima 1981.
Antecedent
es:
En Chile se fortalecían los grupos de poder. Desde
los tiempos del libre comercio y las reformas
borbónicas, los comerciantes de Valparaíso
acrecentaron su riqueza y buscaron expandir sus
dominios al norte y al sur. En los años que existió
la confederación, la burguesía chilena saboteo
este proyecto y se afianzo comercialmente al
pacifico sur, mientras que la burguesía comercial
dominaba el Perú se mostrara fragmentada como
grupo gobernante y por ello recurrirían a los
caudillos militares.
En Bolivia existía un gobierno ¨chilenofilo¨ que
permitió la formación de enclaves salitreros de
capital anglo chileno en Antofagasta, este
gobierno lo dirigió el dictador Mariano Melgarejo
hasta que fue derrocado en 1871. En 1876,
Hilarión Daza asumió el gobierno.
Por otra parte, en el Perú se vivía una bancarrota
después del periodo del boom guanero. Las
grandes cantidades de divisas obtenidas por la
explotación de recursos fueron derrochadas en
suntuosidades y en una burocracia ineficiente,
demostrándolas mediocridades y ambiciones de
un sector importante en la clase dominante.

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