La(s) Psicología(s) Social (Es) Después de La Crisis. Navarrete.
La(s) Psicología(s) Social (Es) Después de La Crisis. Navarrete.
La(s) Psicología(s) Social (Es) Después de La Crisis. Navarrete.
La psicología social era una disciplina aún muy joven, que parecía apenas
consolidada luego del período entre guerras, cuando entró en un período
de intenso debate que se conoce como la “crisis de la psicología social”.
Desde fines de la década de los 60s y durante buena parte de la década de
los 70s, el qué, el cómo y el para qué de la psicología social se volvió
nuevamente objeto de intensa discusión, aunque experimentada de
formas muy distintas según las posiciones teóricas, intelectuales y las
localizaciones geopolíticas de sus protagonistas.
Para simplificar, podemos sostener que lo que entra en crisis es una forma
hegemónica de psicología social que había tomado forma durante las
primeras décadas del siglo XX, pero que consigue su consolidación
definitiva en el periodo de entre guerras mundiales. Esta es una psicología
social que puede ser caracterizada como: una disciplina que se consolida
desde los EEUU, gracias al impulso dado por la llegada de científicos
sociales de origen judío que huyen de Europa. Esta localización geopolítica
es relevante, pues EEUU se convierte en la principal potencia económica y
militar triunfante de la posguerra, y su particular estilo de vida, una
economía capitalista acompañada de una democracia liberal, pasa a
constituirse en un modelo fuertemente defendido por generaciones de
psicólogos, decepcionados de los regímenes autoritarios europeos, tanto
en su cara fascista, como en el fracaso de los proyectos socialistas. En
segundo lugar y ligado a lo anterior, es una psicología social que se adapta
al estilo norteamericano de hacer ciencias humanas, es decir, una
psicología social positivista, preocupada por la búsqueda de leyes simples
y generalizables, y que metodológicamente encuentra en la
experimentación controlada del contexto de laboratorio, su modelo de
trabajo. Esto implica distanciarse tanto de las originarias preocupaciones
de la proto-psicología social europea de fines del siglo xix y comienzos del
siglo xx (Wundt, Le Bon, Freud), como también de la psicología social
desarrollada por los sociólogos (interaccionismo simbólico
principalmente), generando una fractura y escasa comunicación entre los
enfoques psicológicos y sociológicos para hacer psicología social. Por
último, se trata de una psicología social que encontrará principalmente en
los modelos teóricos del cognitivismo su principal referente para alojarse
y desarrollarse. Siendo inicialmente el conductismo el modelo teórico
favorecido por la psicología norteamericana del siglo xx, en psicología
social es evidente que la llegada de los inmigrantes europeos formados en
la psicología de la Gestalt, permite dar un giro hacia los procesos
cognitivos, sin abandonar el modelo del laboratorio y la experimentación.
Así, la artificialidad de la experimentación heredada del conductismo,
junto con el vuelco hacia los procesos mentales permitida por la Gestalt,
permiten el surgimiento de una psicología social cognitiva experimental,
que rápidamente se transformará en el modelo normativo de la disciplina,
relegando a otras formas de hacer psicología social, por ejemplo, ligadas al
psicoanálisis o al marxismo, a un lugar en el mejor de los casos secundario
y, frecuentemente tachado como pseudocientífico.