Unidad 4. Los Orígenes Del Movimiento Obrero (1789-1914)
Unidad 4. Los Orígenes Del Movimiento Obrero (1789-1914)
Unidad 4. Los Orígenes Del Movimiento Obrero (1789-1914)
En los temas anteriores vimos cómo la burguesía ha conquistado el poder político y cómo
ha realizado una impresionante transformación de la economía y la sociedad. Una de las
consecuencias más importantes es el fin de la sociedad estamental y su sustitución por una
sociedad de clases. La burguesía industrial tiene como lema el conseguir el mayor beneficio al
menor coste, es una exigencia de la libre competencia. Pues bien, para ampliar su competitividad y
abaratar costes explotará a los obreros que trabajan en sus fábricas, sometiéndolos a duras y
largas jornadas laborales a cambio de un salario miserable, no en vano son los burgueses los que
hacen las leyes.
Con el triunfo del liberalismo y de la industrialización se fue imponiendo una nueva división
social, denominada sociedad de clases, en la que las diferencias entre las clases se derivarán de la
desigualdad económica y no de los privilegios heredados o adquiridos al acceder al estamento
privilegiado. Así, la antigua división estamental va a desaparecer, consolidándose, en cambio, una
sociedad clasista.
Por tanto, desaparecidas las trabas legales para el ascenso o la movilidad social de los
individuos, se abrió paso a una sociedad abierta donde las posibilidades de promoción quedaban
abiertas a todos, al menos en teoría. La realidad, en cambio, fue otra.
Poco a poco, los obreros fueron tomando conciencia de los abusos de la burguesía
(empresarios) y decidieron protagonizar movimientos de protesta contra esta situación: aparecen las
primeras asociaciones de obreros o sindicatos, las primeras huelgas, la quema de máquinas
consideradas responsables de la falta de trabajo…
A menudo las mujeres y los niños trabajaban igual que los hombres por la mitad del salario.
Como ya sabemos, esa doctrina defendía que el Estado no debía intervenir en las cuestiones
económicas y sociales y debía dejar que la empresa privada funcionara sin trabas ni impedimentos.
Los resultados son muy conocidos. La nueva clase obrera comenzó su andadura en una
situación de explotación absoluta: la jornada laboral era de 12 a 14 horas diarias y los salarios eran
insuficientes para mantener una familia, lo que obligaba al trabajo de mujeres y niños, por un
salario inferior al de los hombres.
Las condiciones de vida eran, asimismo, muy duras: cuando el trabajador llegaba a casa le
tocaba vivir hacinado en un espacio reducido y en precarias condiciones higiénicas.
El origen del movimiento obrero e ideologías.
3. Los orígenes del movimiento obrero británico: el ludismo, las asociaciones de trabajadores
y el cartismo.
El ludismo.
Las primeras asociaciones que se crearon fueron las Sociedades de Socorros Mutuos, donde
los mutualistas cotizaban para atender situaciones de accidente, enfermedad o muerte. En 1825 se
crearon las asociaciones de oficios o Trade Unions, en las que los obreros de un mismo oficio, de
una localidad, se organizaban para obtener mejores condiciones de trabajo. Por tanto, con el
nacimiento de las Trade Unions hacía su aparición el sindicalismo.
El movimiento cartista tuvo como objetivo la mejora de la condición obrera través de la vía
parlamentaria. Si los trabajadores constituían la mayoría de la población, se pensaba que
reformando la ley electoral se podría conseguir desde el Parlamento las necesarias medidas de
reforma social. Con ese objetivo, en 1838, la Asociación de Trabajadores de Londres redactó la
Carta del Pueblo con peticiones de tipo político, para avanzar hacia la democratización del Estado:
el sufragio universal, la supresión del requisito de poseer propiedades para ser elegido diputado, el
voto secreto...
Remitida en varias ocasiones al Parlamento (en 1839, 1842 y 1848), las peticiones de la
Carta fueron continuamente rechazadas.
Contamos, entre los pensadores, al inglés Robert Owen (1771-1858) y a los franceses Saint-
Simon (1760-1825), Charles Fourrier (1772-1837), Louis Blanc (1811-1882) y Proudhon (1809-
1865). Este último rechazaba al Estado como institución, y al defender la libre asociación de los
individuos contribuyó al desarrollo de las ideas anarquistas.
Toma el nombre de Karl Marx (1818-1883), quien en colaboración con su amigo Friedrich
Engels (1820-1895), escribió diversas obras que constituyen el soporte teórico de la ideología
socialista. Las de mayor influencia fueron el Manifiesto comunista (1848), y El capital, obra de
Marx, que es la crítica más seria al sistema capitalista.
Según Marx, esta lucha terminará con la victoria del proletariado que instaurará una
dictadura del proletariado para organizar el tránsito de la propiedad privada a la colectiva; el nuevo
Estado obrero se encargaría de la dirección de la actividad económica, eliminaría las desigualdades
como paso previo a una sociedad sin clases y sin Estado, la sociedad comunista, que sería el
objetivo final de Marx.
El anarquismo. Se desarrolla en la segunda mitad del XIX y es una alternativa distinta del
marxismo. Sus principales teóricos fueron: Proudhon, Bakunin (1814-1876) y Kropotkin (1842-
1921). Aunque no tienen una ideología tan definida como los socialistas y dentro de ellos hay
muchas variantes ideológicas distinguiremos varios principios:
A finales de siglo el papa León XIII publica la encíclica Rerum Novarum (1891) donde
critica la explotación de los obreros y sugiere la creación de sindicatos de corte católico. Estos
sindicatos fueron muy minoritarios porque el obrero asociaba la Iglesia con la burguesía en el poder
y consideraba que estas asociaciones estaban manipuladas y dirigidas por el poder burgués.
6. La I Internacional.
Ambas perseguían lo mismo: una sociedad igualitaria a través de una revolución que
destruyese el Estado burgués, pero les diferenciaba el método a seguir para su consecución. Marx
estimaba que el proletariado debería organizarse en un partido obrero para dirigir la revolución
hacia la conquista del Estado. Bakunin, por el contrario, rechaza la formación de partidos obreros y
se muestra partidario de una revolución inmediata contra el Estado, para crear una sociedad
organizada en comunas.
Toma de París durante los sucesos de la Comuna, primera revolución obrera que triunfó, aunque
durante poco tiempo.
9. La II Internacional.
Tras varias tentativas por reconstruir la AIT, en 1889, en París, durante los actos
conmemorativos del centenario de la Revolución francesa, en un congreso donde se dieron cita
representantes de distintos partidos socialistas, se decidió fundar la II Internacional. En él se acordó
realizar una campaña a favor de la jornada laboral de 8 horas para lo que se organizarían
manifestaciones el día 1 de mayo (de 1890, que fue la primera).
Otro tema de debate fue el colonialismo, que se veía como una necesidad para la pervivencia
del capitalismo con la consiguiente explotación de los habitantes de las colonias. También hubo un
intento de oposición a la guerra europea, que se adivinaba desde 1900. A pesar de los acuerdos y las
declaraciones solemnes, en agosto de 1914 estallaba la Primera Guerra Mundial. Los partidos
socialistas olvidaron sus postulados pacíficos y decidieron votar los créditos de guerra y ponerse al
lado de sus respectivos gobiernos. Tal hecho terminó provocando la ruptura de la II Internacional.