FT 73933
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3. FORMA FARMACEUTICA
4. DATOS CLINICOS
En anestesiología:
- Premedicación y mezclas anestésicas.
La dosis que se sugiere a continuación son sólo promedios y siempre se debe tratar de ajustar la
dosis a la respuesta del paciente. Esto generalmente implica un aumento de la dosis durante la
fase aguda y una reducción gradual durante la fase de mantenimiento, al objeto de determinar la
mínima dosis eficaz. Sólo se deberán administrar altas dosis en pacientes que no respondan
adecuadamente a dosis bajas.
Uso en adultos
Como neuroléptico:
En la agitación psicomotriz:
Fase crónica: Se emplearán dosis de 0,5-1mg tres veces al día por vía oral, que podrán
aumentarse hasta 2-3 mg tres veces al día en caso de que no se obtenga respuesta.
Como antiemético:
Vómito inducido de origen central: se empleará una dosis de 5 mg por vía intramuscular.
Profilaxis del vómito postoperatorio: se administrarán 2,5 – 5 mg por vía intramuscular al final
de la intervención quirúrgica.
Uso en ancianos
Se deberá iniciar el tratamiento empleando la mitad de la dosis indicada para adultos, y en caso
necesario, se ajustará de acuerdo con los resultados obtenidos.
Uso en niños
Se empleará una dosis de 0,1mg/3 kg de peso corporal tres veces al día, que deberá ser ajustada
en caso necesario.
Se han comunicado casos, clasificados como raros, de muerte súbita en pacientes psiquiátricos
en tratamiento con medicamentos antipsicóticos entre los que se incluye el haloperidol.
Poblaciones especiales
Efectos cardiovasculares
Se han comunicado casos, clasificados como muy raros, de prolongación del QT y/o arritmias
ventriculares, además de raros casos de muerte súbita con el uso de haloperidol. Estas
reacciones adversas pueden ocurrir con mayor frecuencia cuando se emplean dosis elevadas en
pacientes predispuestos.
Por este motivo, se recomienda precaución en pacientes en situaciones que lleven implícita una
prolongación del QT (síndrome del QT prolongado, hipopotasemia, desequilibrio electrolítico,
tratamiento con medicamentos que producen prolongación del QT, enfermedades
cardiovasculares, antecedentes familiares de prolongación del QT), especialmente si haloperidol
se administra por vía intramuscular. El riesgo de prolongación del QT y/o de sufrir arritmias
ventriculares puede verse incrementado cuando se usan dosis elevadas. En caso de
administración intramuscular se debe tener especial precaución por la posibilidad de aparición
de alteraciones graves del ritmo cardiaco.
Se han notificado casos aislados de taquicardia e hipotensión en pacientes en tratamiento con
haloperidol.
Discinesia tardía
Al igual que ocurre con otros antipsicóticos, en algunos pacientes en tratamientos prolongados,
o tras la suspensión del tratamiento, puede aparecer discinesia tardía. El síndrome se caracteriza
principalmente por la aparición de movimientos rítmicos involuntarios de la lengua, la cara, la
boca o la mándíbula, que pueden ser permanentes en algunos pacientes. Este síndrome puede ser
enmascarado cuando se reinstaura el tratamiento, cuando se aumenta la dosis o cuando se
cambia a otro antipsicótico. Se debe suspender el tratamiento tan pronto como sea posible.
Síntomas extrapiramidales
De forma común a lo que ocurre con todos los neurolépticos, durante el tratamiento con
haloperidol pueden producirse síntomas extrapiramidales, p.ej. temblor, rigidez, hipersalivación,
bradicinesia, acatisia, distonía aguda.
Crisis/convulsiones
Existen evidencias de que haloperidol puede actuar como desencadenante de convulsiones. Por
tanto, se recomienda precaución en pacientes con historia conocida de epilepsia u otras
alteraciones predisponentes a las convulsiones (por ejemplo, abstinencia alcohólica y daño
cerebral).
Trastornos hepatobiliares
Puesto que haloperidol se metaboliza en el hígado, se recomienda precaución en pacientes con
enfermedad hepática, ajustando la dosis según el grado de funcionalismo hepático. Se han
notificado casos aislados de alteraciones de la función hepática o hepatitis colestásica
fundamentalmente.
Como con todos los agentes antipsicóticos, haloperidol no debe usarse aisladamente cuando la
depresión sea predominante. Puede combinarse con antidepresivos para tratar aquellas
alteraciones en las que coexisten psicosis y depresión.
Por sus efectos anticolinérgicos, aunque mínimos, pueden agravarse patologías como el
glaucoma de ángulo cerrado, la hipertrofia prostática o la retención urinaria.
Debe ser administrado con precaución cuando se use en combinación con medicamentos que
produzcan un desequilibrio electrolítico
De forma común a lo que ocurre con todos los neurolépticos, Haloperidol puede potenciar la
depresión del Sistema Nervioso Central (SNC) producida por otros depresores del SNC,
incluyendo el alcohol, hipnóticos, sedantes o analgésicos potentes. Se ha descrito un efecto
aumentado sobre el SNC cuando se ha usado en combinación con metildopa.
Los estudios en animales han mostrado que haloperidol tiene efectos teratógenos (ver sección
5.3).
Los recién nacidos expuestos a medicamentos antipsicóticos (incluyendo haloperidol) durante el
tercer trimestre del embarazo pueden presentar reacciones adversas extrapiramidales y/o
síntomas de abstinencia que pueden variar en severidad y duración después del parto, por lo que
se aconseja un cuidadoso control. Se han notificado casos de agitación, hipertonía, hipotonía,
temblor, somnolencia, dificultad respiratoria y trastornos alimentarios.
Haloperidol puede producir cierto grado de sedación o deterioro del estado de alerta,
particularmente con dosis altas y al principio del tratamiento. Estos efectos pueden ser
potenciados por el alcohol. Debe aconsejarse a los pacientes que no conduzcan o manipulen
maquinaria durante el tratamiento hasta conocer la susceptibilidad a estos efectos.
En base a los datos de seguridad obtenidos de los ensayos clínicos anteriores, las reacciones
adversas comunicadas con mayor frecuencia (% incidencia) fueron: trastorno extrapiramidal
(34), insomnio (19), agitación (15), hipercinesia (13), cefalea (12), trastorno psicótico (9),
depresión (8), peso aumentado (8), hipotensión ortostática (7) y somnolencia (5).
Muy frecuentes (≥1/10), frecuentes (≥1/100 a <1/10), poco frecuentes (≥1/1.000 a <1/100), raras
(≥1/10.000 a <1/1.000), muy raras (<1/10.000), frecuencia no conocida (no puede estimarse a
partir de los datos disponibles)
Trastornos endocrinos
Raras: hiperprolactinemia
Frecuencia no conocida: secreción inadecuada de hormona antidiurética
Trastornos psiquiátricos
Muy frecuentes: agitación, insomnio
Frecuentes: depresión, trastorno psicótico
Poco frecuentes: estado confusional, libido disminuida, pérdida de la libido, inquietud
Trastornos oculares
Frecuentes: deterioro visual
Poco frecuentes: visión borrosa
Trastornos cardiacos
Poco frecuentes: taquicardia
Frecuencia no conocida: fibrilación ventricular, Torsade de pointes, taquicardia ventricular,
extrasístoles
Trastornos vasculares
Frecuentes: hipotensión ortostática, hipotensión
Trastonos gastrointestinales
Frecuentes: estreñimiento, boca seca, hipersecreción salival, náuseas, vómitos
Trastornos hepatobiliares
Frecuentes: prueba anormal de función hepática
Poco frecuentes: hepatitis, ictericia
Frecuencia no conocida: insuficiencia hepática aguda, colestasis
Exploraciones complementarias
Frecuentes: peso aumentado, peso disminuido
Raras: QT prolongado en el electrocardiograma.
4.9. Sobredosis
Síntomas
Las manifestaciones consisten en una exageración de los efectos farmacológicos así como de las
reacciones adversas. Los síntomas más prominentes son reacciones extrapiramidales graves,
hipotensión y sedación. Una reacción extrapiramidal se manifiesta por rigidez muscular y
temblor generalizado o localizado. Es también posible que aparezca hipertensión antes que
hipotensión.
En casos extremos, el paciente podría parecer comatoso con depresión respiratoria e hipotensión
que podría ser lo suficientemente grave como para producir un estado similar al estado de
shock. Debe también considerarse el riesgo de arritmias ventriculares, posiblemente asociadas
con una prolongación del QT.
Tratamiento
En los pacientes comatosos debe establecerse una vía aérea mediante un tubo orofaríngeo o
endotraqueal. La depresión respiratoria puede precisar respiración asistida.
Deben monitorizarse los signos vitales y el ECG hasta que éste se normalice. Las arritmias
graves deben tratarse con fármacos antiarrítmicos apropiados.
5. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS
Como consecuencia directa del bloqueo dopaminérgico a nivel central, haloperidol tiene un
efecto potente sobre los trastornos delirantes y las alucinaciones (probablemente debido a la
acción sobre la neurotransmisión dopaminérgica en los sistemas límbico y mesocortical) y una
actividad sobre los ganglios basales (haz nigroestriado). Produce también una potente sedación
psicomotriz, que le hace apropiado para el tratamiento de la manía y otros estados de agitación
(ver sección 4.1).
La actividad sobre los ganglios basales probablemente sea la causa de los efectos motores
extrapiramidales (distonía, acatisia y parkinsonismo).
Los efectos dopaminérgicos a nivel periférico explican la actividad frente a las náuseas y los
vómitos (vía zona gatillo quimiorreceptora), la relajación de los esfínteres gastrointestinales y el
aumento de la liberación de prolactina (por medio de la inhibición de la actividad del factor
inhibidor de prolactina a nivel de la adenohipófisis).
Absorción
La biodisponibilidad, tras la administración oral, es del 60-70%. Las concentraciones
plasmáticas máximas de haloperidol se alcanzan entre las 2 y las 6 horas tras la administración
oral y alrededor de 20 minutos después de la administración intramuscular.
Distribución
La unión a proteínas plasmáticas es del 92%. El volumen de distribución en el estado
estacionario es grande (7,9±2,5 L/kg). Haloperidol atraviesa fácilmente la barrera
hematoencefálica.
Metabolismo
Haloperidol se metaboliza a través de varias rutas metabólicas incluyendo el sistema enzimático
citocromo P450 (particularmente CYP 3 A4 o CYP 2D6) y glucuronidación.
Eliminación
La semivida plasmática media (eliminación terminal) es de 24 horas (variando entre 12 y 38
horas) tras la administración oral y de 21 horas (variando entre 13 y 36 horas) tras la
administración intramuscular. La excreción se produce a través de las heces (60%) y la orina
(40%). Alrededor del 1% de la dosis ingerida se excreta de forma inalterada a través de la orina.
Concentraciones terapéuticas
Se ha sugerido que para obtener respuesta terapéutica se requieren concentraciones plasmáticas
de haloperidol de 4 µg/L a 20-25 µg/L (como límite máximo)
Los datos de estudios preclínicos no muestran riesgos especiales para los seres humanos según
los estudios convencionales de toxicidad, genotoxicidad y carcinogenicidad. En roedores, la
administración de haloperidol mostró un descenso de la fertilidad, teratogenicidad limitada, así
como efectos embriotóxicos.
En varios estudios in vivo publicados, se encontró que haloperidol era capaz de bloquear el
canal HERG cardiaco. En un número de estudios in vivo, la administración intravenosa de
haloperidol en algunos modelos animales produjo un aumento significativo del QTc, a dosis de
aproximadamente 0,3 mg/kg IV, obteniéndose unas concentraciones plasmáticas máximas 3 a 7
veces las concentraciones plasmáticas eficaces en humanos de 4 a 20 ng/ml. Estas dosis
intravenosas capaces de prolongar el QTc no causaron arritmias. En algunos estudios la
administración de dosis intravenosas mayores, de 1 a 5 mg/kg de haloperidol, produjeron una
prolongación del QTc y/o arritmias ventriculares, con valores de concentraciones plasmáticas
máximas de 19 a 68 veces las concentraciones plasmáticas eficaces en humanos.
6. DATOS FARMACEUTICOS
6.1 Lista de excipientes
6.2. Incompatibilidades
No procede
3 años
Ninguna especial.
La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en
contacto con él, se realizará de acuerdo con la normativa local.
Haloperidol Pensa 2mg/ml gotas orales en solución se presenta en un frasco gotero con tapón a
prueba de niños, cuyas instrucciones de apertura son las siguientes:
27 de Abril 2011
Julio 2012