ARAUJO MARTUCCELLI, 2015b
ARAUJO MARTUCCELLI, 2015b
ARAUJO MARTUCCELLI, 2015b
Kathya Araujo
Universidad Academia Humanismo Cristiano
Danilo Martuccelli
Universite Paris Descartes, USPC, lUF, CERLIS-CNRS
Resumen: Las ciencias sociales por 10 general han propuesto lecturas de las clases po-
pulares y de 10 popular que han tendido a minimizar la existencia de formas de indivi-
dualidad en su seno, dando lugar a visiones altamente colectivistas de sus miembros.
Sobre la base de dos investigaciones empiricas de tipo cualitativo para el caso de Chile,
realizadas mediante entrevistas semidirectivas y tecnicas grupales, este articulo discute
que, sin desconocer la comunidad de experiencias observable entre sus miembros, es
posible dar cuenta de ciertos procesos individualizadores especificos en este grupo social.
Frente a las numerosas adversidades de su existencia en un contexto de alta inestabilidad
posicional y exigencia de hiperactuaci6n, los miembros de los sectores populares urbanos
tienden a afirmar su individualidad a partir de tres dimensiones: la fortaleza de caracter;
la habilidad y el sentido de oportunidad; y el goce y la irreverencia humoristica.
1. Agradecemos los comentarios de los evaluadores anonimos de LARR de la primera version de este
articulo.
2. La primera es un estudio sobre el proceso de individuacion en la sociedad chilena, basado en la
realizacion de noventa y seis entrevistas semidirectivas en las ciudades de Santiago, Concepcion y Val-
paraiso (Proyecto FONOECYT N° 1085006). Las entrevistas estuvieron destinadas a identificar, a partir
de las experiencias de los individuos, los desafios sociales que enfrentan, la jerarquizacion que hacen de
ellos y las modalidades de individuacion al que son impulsados al enfrentarlas. Este texto se basa en el
analisis de las cuarenta entrevistas correspondientes a hombres y mujeres de entre treinta y cincuenta
y cinco anos de sectores populares urbanos de la region metropolitana. La segunda es un estudio des-
tinado a identificar las formas de ejercicio de la autoridad y las razones para la obediencia tanto en el
trabajo como en la familia en el contexto de la democratizacion social en Chile (Proyecto FONOECYT N°
1110733). Se realizaron entrevistas semidirectivas y grupos de conversacion dramatizacion a hombres y
mujeres entre treinta y cinco y cincuenta y cinco anos. Para este articulo se ha utilizado el analisis de las
entrevistas (dieciseis) y grupos (seis) correspondientes a los sectores populares. Todos los entrevistados,
en ambas investigaciones, pertenecen esencialmente aillamado sector 0, pero tambien a las fronteras
de C3. Para caracterizar la posicion social de los entrevistados se tuvo en cuenta profesion, barrio de
residencia, trayectoria escolar y autopercepcion de los entrevistados.
Latin American Research Review, Vol. 50, No.2. © 2015 by the Latin American Studies Association.
Habiendo evocado estas tres grandes dificultades resta preguntarse, Les po-
sible proponer una interpretaci6n de 10 popular que logre evitarlas y que logre,
sobre todo, dar cuenta anaHticamente de las especificidades de sus miembros?
Para esbozar una respuesta positiva a esta pregunta, propondremos la noci6n de
individualidad popular. La noci6n, construida inductivamente a partir de un im-
portante material cualitativo, busca proponer una articulacion entre las estructu-
ras y las experiencias, en 10 que puede denominarse un nivel mesosociologico de
analisis. En este sentido, la nocion se diferencia, por un lado, de aquellos trabajos
que estudian 10 popular desde las grandes figuras macrosociales del sujeto 0 de
la identidad popular (subrayando usualmente en exceso las homogeneidades in-
tragrupales); y por el otro lado, de trabajos que intentan dar cuenta de la singula-
ridad de los actores populares unicamente como una consecuencia idiosincratica
de una serie altamente personalizada de eventos biograficos (0 disposiciones).
Para perfilar la nocion de individualidad popular a este nivel meso-sociologico,
nos apoyaremos -recreandolos- en un conjunto dispar de estudios que, desde
hace decadas, han intentado romper con las tres grandes dificultades que veni-
mos de mencionar (el estricto posicionamiento de clase de los sectores populares;
la dicotomia entre cultura legitima y dominada; el encierro de todos sus miem-
bros en una cultura comun estereotipada y homogenea).
En primer lugar, este estudio de las individualidades populares se inserta en
la familia de trabajos que subrayan la autonomia cultural relativa de los sectores
populares, y por ende, la existencia de actitudes especificas entre sus miembros
en 10 relativo a la construccion de un sentido "propio" del mundo. Hace ya mas de
cincuenta afios, los cultural studies de la escuela de Birmingham, -yen particular,
el trabajo pionero de Richard Hoggart (195~ 1988)- impusieron la vision de una
cultura popular con una fuerte autonomia simbolica. Si bien Hoggart ni nego ni
descuido la referencia a la "otra" cultura -los burgueses-, no hizo de esta re-
lacion la clave interpretativa de la cultura popular. Es el reconocimiento de esta
autonomia cultural relativa 10 que permite el estudio de las practicas culturales
populares en si mismas, privilegiando, por ejemplo, la valorizacion de las formas
sensibles de la vida social de la "gente de poco" para retomar la expresion de
Pierre Sansot (1991), la valorizacion especifica que los sectores populares hacen
del hogar y de ciertos bienes de consumo (Schwartz 1990) 0 de pasatiempos u ocu-
paciones especificas (p. ej. jardineria, construccion) que efectuan fuera dellugar
de trabajo pero en relacion con el (Weber 1989). En breve, desde esta dimension
se trata sobre todo de subrayar 10 que de especifico con respecto a otros grupos
sociales tiene la individualidad popUlar.
En segundo lugar, y en este punto acentuando 10 afirmado por ciertas pers-
pectivas, el estudio de las individualidades populares hace eco de la necesidad de
rechazar toda reificacion de "la" cultura de los sectores populares en beneficio de
orientaciones normativas indisociables de la experiencia social e historica de sus
miembros. Todo rasgo de "la" cultura popular debe pasar por el tamiz de las ex-
periencias sociales, 10 que Ie otorga una fuerte historicidad. Es asi como, por ejem-
plo, pero central para nuestro argumento, es preciso relativizar la observacion
hecha en el senD de las clases obreras y populares europeas de los afios sesenta
y setenta en las que se observo un predominio en "la" cultura popular del valor
de 10 colectivo sobre 10 individual. Esto no es un rasgo atemporal de las clases
populares: fue una orientacion cultural fruto de una experiencia politica y social
particular (conciencia de clase, partidos politicos de clase, fuerte comunidad de
estilos de vida). En el caso ingles, asi, esta orientacion normativa se construyo y
mantuvo durante decadas al calor de la conciencia historica que en esta sociedad
forjo la clase obrera (Thompson [1963] 1988); en otros paises esta misma orienta-
cion se apoyo mas bien en un "obrerismo" identitario (Verret y Creusen 1995). En
este segundo registro, dar cuenta de las individualidades populares supone, sin
menoscabo de 10 que Ie corresponde a la nocion de cultura popular, comprender
sus rasgos desde la fuerte porosidad observable de las orientaciones normativas
hacia las experiencias sociales (Araujo 2009).
En tercer lugar, el reconocimiento de las individualidades populares invita a
subrayar y radicalizar la existencia de iniciativas y actitudes alternativas que no
pueden asociarse enteramente ni con la resistencia ni con el conformismo (Martuc-
celli 2001). En este sentido, el estudio de las individualidades populares requiere
prolongar la reflexion que, por 10 general desde trabajos etnograficos, subrayan,
como 10 ha hecho Michel de Certeau (1980), el claroscuro de las tacticas populares
para "resistir" desde la cotidianidad a la imposicion de modelos culturales domi-
nantes, 0 el claroscuro de las maneras sesgadas y distintivas por las que los miem-
bros de los sectores populares hablan de la politica en claro contraste -pero no
siempre conscientemente- a como 10 hacen otros grupos sociales (Eliasoph 1998).
Una actitud politicamente inclasificable y tambien visible en la atraccion que tie-
nen los miembros de los sectores populares por los hechos diversos (faits divers),
los "accidentes", el "azar", incluso por 10 sordido y 10 macabro, abundantes en la
denominada "prensa amarilla", la que denota sin duda una posicion ambivalente
y en homologia con la fragilidad de sus experiencias de vida (Dubied y Lits 1999;
Goulat 2010). En muchas, pero no en todas sus practicas, las individualidades po-
pulares, y es una de sus caracteristicas a la vez colectiva y singular, se oponen sin
conciencia expresa a otros modos culturales.
En resumen: el estudio de las individualidades populares, y su caracteristica
mesosociologica, se desprende de estos tres factores: (1) su autonomia cultural
relativa permite comprender que si sus miembros comparten orientaciones cultu-
rales de mas 0 menos fuerte especificidad grupal, esto no les impide compartir,
al mismo tiempo, elementos de la cultura mainstream; (2) la autonomia cultural
relativa de las orientaciones normativas de este grupo social deben ser siempre
interpretadas desde su naturaleza historica, esto es, es preciso interrogarse por la
experiencia social efectiva, colectiva e individual, que las producen, mantienen 0
transforman; (3) finalmente, los dos factores anteriores, deben entenderse como
elementos de una actitud que proporciona a sus miembros claves singulares de
comprension tanto de situaciones como de personas y que es, por extrafio que
parezca, todo a la vez: una actitud de resignacion, de conformismo, de toma de
distancia y de resistencia.
La nocion de individualidad popular apunta, pues, a describir la existencia
de una experiencia social y posicional comun entre sus miembros; remite, den-
tro de una evidente continuidad, a la acentuacion historica de ciertas tenden-
cias hacia la individualizacion en este grupo social en las ultimas decadas; y,
por ultimo, se interesa por las variaciones intragrupales e interpersonales de sus
miembros. Vale decir que las individualidades en cuestion, sin que en ningun
momenta se deniegue su aspecto colectivo, permiten declinaciones singulares
puesto que estan constantemente abiertas al cambio y a la revision historica y
experiencial.
Segun nuestros resultados, los individuos consideran que en las ultimas de-
cadas, la sociedad chilena ha sido el teatro de dos grandes revoluciones. 3 Por un
lado, un conjunto de transformaciones asociadas con el giro hacia el neolibera-
lismo efectuado en los afios setenta, tanto en un plano politico como economico.
Con la transformacion de los principios de la proteccion social, la privatizacion
de la educacion, la prevision social y de la salud, y el consumo y el credito con-
vertidos en elementos estructurantes de las relaciones sociales y de la vida per-
sonal, se difunde la imagen de una sociedad perfectamente movil y competitiva,
la valorizacion de la ambicion personal, de la confianza en el esfuerzo propio, la
importancia del "empuje", de las "ganas" de tener exito. Por el otro, un conjunto
de reivindicaciones asociadas con la democratizacion dellazo social: aspiraciones
de horizontalidad relacional que entran en choque con una variedad de funcio-
namientos institucionales e interpersonales que las contradicen, particularmente
condensadas en las experiencias de abuso cuya denuncia es expandida. La per-
dida de legitimidad de logicas sistemicas que ordenaban las relaciones sociales
obliga a la busqueda de formas, muchas veces solitarias y no siempre exitosas, de
gestionar las relaciones sociales tanto simetricas como asimetricas. La interpene-
tracion de estos dos procesos describe una condicion historica particular que se
declina de manera muy variada a nivel de las experiencias, segun los distintos
ambitos de la vida social. Algunos de ellos, en funcion de su relevancia para la
argumentacion, los detallamos a continuacion.
Para empezar, se encuentra una generalizacion del sentimiento de desasosiego
entre los individuos, derivado de la percepcion que los emplazamientos que ocu-
pan son porosos e inestables. La inconsistencia posicional encontrada se define por
el sentimiento de que todas las posiciones sociales pueden sufrir procesos activos
de desestabilizacion, 10 que implica una "transferencia" hacia los individuos de la
3. Una presentaci6n exhaustiva de estos resultados ha sido realizada en Araujo y Martuccelli (2012).
LA HABILIDAD Y LA OPORTUNIDAD
£1 elogio de La habiLidad
Verdadera filosoffa de vida, saber aprovechar la oportunidad es una habilidad,
contrariamente a 10 que muchas veces se indica, profunda mente optimista e indi-
de pago, eso fue un regalo". El culto de la suerte es una esperanza que no requiere
de ninguna prueba tangible para sobrevivir. Al contrario. La denegacion de la
realidad estimula su fuerza imaginaria.
Pero,la suerte no es el oportunismo. Si este ultimo presupone por 10 generalla
primera, para poder aprovechar la oportunidad se requiere ademas otra cosa que
la mera suerte. Hay que tener genio. Habilidad. La suerte es la suerte pero hacer
uso de la oportunidad es un merito. El oportunismo, cuya realizacion es por 10
general exclusivamente individual, es, yaqui reside su especificidad, un autentico
valor colectivo, aunque sin duda ambivalente. La astucia individual es profunda-
mente celebratoria y una fuente de admiracion tanto para si mismo como para los
otros, incluso cuando se sospecha de su ineficacia a mediano plazo. En la opor-
tunidad atrapada hay un sentido particular de intensidad temporal. No es que la
accion oportunista se desinterese del futuro, pero el jubilo del presente y del gesto
obtenido es un valor en si mismo. Un obrero de construccion nos conto como la
oportunidad se dio afios atras cuando un amigo cartero Ie cedio un pedazo de
su territorio. "Me hice amigo del cartero que me cedio un pedazo del territorio
de el porque son cuadrantes los que tienen y me dio una villa que tenia, siempre
me acuerdo, doscientas ochenta y nueve casas, iba las repartia (las cartas) dos 0
tres veces por semana y mensualmente me hacia entre cuatrocientos cincuenta
y cuatrocientos mil pesos en ese tiempo, y yo mas que cobrar la carta, cobraba el
servicio que entregaba". Un buen "negocio" que requiere empero su "tecnica". El
negocio, nos explico, es "un asunto de piel", razon por la cual a veces se quedaba
hablando mas tiempo que 10 necesario con alguien, un tiempo que despues se
hacia pagar a fin de mes: "Los carteros tienen mafias. Por ejemplo, hay un paquete
que a ti te molesta, no 10 Bevan. Llevan un aviso para que 10 vayan a buscar al
correo. Yo esos paquetes los Bevaba ... y por ejemplo 10 traia donde la vieja, me
venia hasta tres veces, pero las tres veces Ie cobraba porque Ie dejaba el aviso. Son
una serie de servicios que el usuario te paga".
Vale la pena subrayar que el imperativo de saber aprovechar la oportunidad no
puede ejercerse a cualquier precio. Aqui se traza, por sinuosa que sea, la linea de
division con la transgresion. A diferencia de la transgresion de la ley que puede a
veces ser percibida como una manifestacion de poderio personal y de impotencia
colectiva, pero que, inseparable del abuso, genera tarde 0 temprano rechazo, el
oportunismo puede ser objeto de una franca admiracion. La distincion es sutil
pero tiene sentido para muchos entrevistados. La primera suscita en todo caso
condena: "Hay maestros que se quieren ganar 10 que usted gana en un mes se
10 quieren ganar en una semana, en tres dias, no yo, yo soy de los que a poquito
hago bien el trabajo" (plomero); mientras que el segundo, incluso cuando puede
ser considerado como un vicio colectivo, es siempre una virtud personal.
El elogio del oportunismo como elemento de la individualidad popular opera,
pues, dentro de una gradiente moral. Una forma particular de excelencia personal
se revela al actor a partir de una version particular de la voluntad, en donde la
"astucia" prima. Un hombre de treinta y seis afios, encarnacion estereotipada del
"vivo", 10 expresa al evocar jocosamente un periodo de su vida en el que trabajo
haciendo mudanzas. "En las zonas de Las Condes, Lo Barnechea, Providencia ...
ahi viven casi puras personas mayores de edad y son ... como mas abiertas, Ie
llevabamos un colch6n a veces y nos daban propinas de cinco lucas".5 Pero otras
veces, dice, "nosotros ibamos a los departamentos, subiamos veinte pisos, y ni un
vasa de agua nos daban". Mal negocio. Para controlar esta contingencia desarro-
llaron una "tecnica": alargaban el asunto, y alli el, que era "el cerebro del asunto,
empezaba a chicharrear una propina ... Y a veces nos haciamos harto, si, un dia
viernes, un dia sabado nos haciamos como veinte lucas". Lo importante no es el
monto: es el golpe de mano.
La caracteristica que venimos de evocar, el saber aprovechar la oportunidad en
todas las circunstancias, es un rasgo mayor de la individualidad popular en Chile:
un rasgo distintivo de la frontera moral propia a este grupo social y que si 10 di-
ferencia, solo en parte de miembros de las capas medias, los distingue sobre todo
fuertemente de miembros de sectores populares de otras sociedades (Lamont
2002). En el, por supuesto, son visibles rasgos de 10 que puede denominarse un
presentismo popular, una actitud que, no hay que olvidarlo fue -y es- muchas
veces estigmatizada como una tara moral (Lewis [1961] 1982). Sin embargo, leido
en otra clave, el oportunismo revela un individuo que hace un ejercicio particular
de la voluntad en medio de un contexto social percibido como hostil. El oportu-
nismo es un merito.
La picaresca espiritual
En primer lugar, este rasgo de la individualidad popular se expresa en el do-
minio religioso. Sin que sea necesario estar de acuerdo, como Larrain (1996) 10 ha
subrayado con razon, con los aspectos mas esencialistas de la tesis del sustrato
catolico de la identidad chilena, es preciso reconocer la fuerza decisiva de esta
matriz cultural en la espiritualidad de los miembros de los sectores populares. La
existencia de una cultura popular de contenido religioso es una realidad activa
en Chile, muchas veces asociada a una vision maternal, holistica, barroca (Mo-
rande 1984; Parker 1993; Veliz 1994). Si la espiritualidad de los sectores populares
comparte muchos aspectos con aquella activa en otros grupos sociales, posee em-
pero una caracterfstica distintiva: se presenta como una variante ingeniosa de la
picaresca. En ella, se mezclan crfticas ironicas a la Iglesia, con creencias altamente
personalizadas de la Virgen 0 Jesucristo.
Esta espiritualidad picaresca se expreso muchas veces, por ejemplo, a traves de
anecdotas mas 0 menos jocosas. Una aparadora de calzado, quien nos declaro que
"rezaba todas las noches", confeso por que hace unos anos termino alejandose de
la Iglesia. Fue, nos dice, cuando el padre Manolo, "bien guapo por eso me quedo
grabao, me dijo 'pues mira que se van los feligreses y pasa ...' lPa' que pase? y yo
entonces me dije un poco negocio esto". El tono jocoso puede dar paso a relatos
incluso abiertamente irreverentes: "No voy a la iglesia", nos dice una empleada
domestica, "porque 10 que pasa es que cuando he ido me da ataque de risa [se rie].
Como que aparte que digo, no me merezco ir a la iglesia a persignarme todos los
domingos, porque uno ... uno es pecadora, y como me da risa, prefiero no ir".
En otras la adscripcion a la fe, y a los mandamientos divinos, no esta exenta de
cierta coqueteria moral. "Yo soy una de las personas que Ie tengo mucho respeto
a Dios, a la vez son valores muy fuertes, porque trato de hacer cosas que no son
condenables, y por ejemplo ahora que estoy sola [su marido esta en el extranjero],
me paso aranda, que me niegue toda tentacion carnal, porque humano soy", nos
conto riendo otra empleada domestica.
Esta picaresca aparece en otros relatos, como en el de una educadora popular
de ninos que cuenta que "yo iba a ser monja segun yo, pero me gustaban mas los
hombres [se riel ... y no era compatible". Un empleado de supermercado evoco
como de joven participo, sobre todo por razones de amistad, en actividades de
"una iglesia, los mormones", y nos relato como progresivamente el trago hizo que
dejara "de lado la iglesia". Una experiencia a partir de la cual guardo una vision
socarrona de los creyentes. Para convencernos nos cuenta, "Hay una senora que
es evangelica, y cuando hicimos una fiesta en mi casa, hicimos una cuota de tres
lucas, y dijo 'oh, pero si yo no como carne, no como esto y 10 otro'. Ya Ie dijimos,
'vaya no mas, pa' que se va a amargar'. Pero igual ella comio, bailo, todo eso ...
[riel. Ella Ie decfa a mi mama 'oiga pero es que soy evangelica, lPodre bailar?' Pa-
recia pirinola ahf ... [rie]". Incluso cuando la fe ha producido cambios importan-
tes en la vida personal, la experiencia se narra en un tono alegre y desenvuelto.
Por supuesto, esta caracterfstica de la individualidad popular no elimina otros
aspectos de la religiosidad popular, tanto en Chile como en America Latina, como,
por ejemplo, la importancia de las imagenes, de los objetos 0 de los talismanes
en la recreacion de la creencia; como las formas peculiares de participacion en
las asociaciones religiosas y su recurso en tanto que red de sociabilidad 0 apoyo
informal; como el fuerte y plurisecular sincretismo espiritual y religioso (Parker
2005). Todo esto es profundamente cierto. Pero incluso en ellos, y en parte a causa
la vida por el buen lado. Tomar, sobre todo, 10 que la vida da, cuando viene y
como viene. Una posicion muchisimo menos presente en los sectores medios y
medios-altos.
Nada de sorprendente por eso que la risa haya aflorado con tanta naturali-
dad en las entrevistas realizadas. "Yo creo que la risa es 10 mejor para mejorar
el espiritu", aconsejo -riendose- una trabajadora de la salud. Los proverbios
jalonan este tipo de sabiduria vital, aqui como en otros casos (Hoggart 1957). Una
empleada domestica trato de darnos la formula. "Trato de ser alegre y no andar
amarga, porque igual uno se tiene que alegrar la vida ... Cuando uno tiene un
problema tratar de tirar pa' arriba, no se, es que yo soy buena para reirme, en-
tonces cuando tengo problemas trato de reirme de mis problemas, igual a veces
ando enoja, pero es muy rara vez ... Como dice mi hija, andar triste envenena el
alma". La vida social, la verdadera, la que se busca con ahinco, es inseparable de
un buen momento, y saber reir es un necesario recurso personal. "lQue me gusta?
Salir, tener amigos, conversar con mis amigas, reunirnos con sus maridos ...
Me encanta reunirme con todo tipo de gente", cuenta una encargada de ventas,
quien, poco antes y poco despues, nos conto los maltratos que sufrio durante afios
de parte de su marido. "Tengo un grupo aca, mis amigas van a la capilla, ellas
son educaditas para hablar, regias, pero tengo un monton de viejas que no te las
aconsejo, son zafas, toman copete, son buenas para echar garabato, y me siento
comoda en los dos lados, yo Ie digo 'ioh que horror y yo me vine a meter aqui, que
atroz!', porque yo no soy grosera, no me gusta echar garabato, claro, de repente
iguallos echo, pero en general no echo mucho garabato ... ipero yo me mato de
la risa!"
CONCLUSI6N
generalizaci6n tanto menos justificada cuanto que tendi6, incluso en ese periodo
y en esas sociedades, a minimizar factores de divisi6n interna, como 10 fueron
el racismo u otras formas de heterogeneidad y pugnas de poder en el senD de
los sectores populares (Noirie11988; Merton [1968] 1987; Elias y Scotson 1965), asi
como su porosidad a las experiencias sociales hist6ricamente definidas. La noci6n
de individualidad popular propone una interpretaci6n de ciertas orientaciones .de
acci6n de los miembros de los sectores populares que subraya, en el marco de una
experiencia comun del mundo social actual, la afirmaci6n creciente y progresiva
de rasgos de individualidad entre ellos. Sin desconocer la permanencia de otros
elementos culturales, e incluso de la vigencia de una cierta identidad popular,
comunitaria 0 de clase en Chile, la noci6n de individualidad popular destaca la
especificidad del proceso de afirmaci6n individualizadora que se observa hoy en-
tre sus miembros.
Desde un punto de vista epistemol6gico, es 10 propio de esta noci6n que se em-
plaza a un nivel mesosociol6gico rompiendo por un lado, con las grandes figuras
macrosociales del sujeto 0 de la identidad popular (y sus supuestas homogenei-
dades grupales), y por el otro, con la galeria interminable de retratos socio16gicos
o de biografias (y la suposici6n de una singularizaci6n meramente idiosincratica).
La individualidad popular permite dar cuenta de la manera en que la conciencia
de compartir experiencias comunes "dificiles" y muchas. veces subalternas, da
paso, en el marco de recientes cambios societales, a tomas de conciencia en las
que, rompiendo con antiguos estereotipos culh.~ralistas, se consolidan tendencias
individualizadoras en terminos de fuerza personal, de habilidad y sentido de
oportunidad 0 de goce subjetivo.
REFERENCIAS
Araujo, Kathya
2009 Habitar 10 social: Usos y abusos en la vida cotidiana en el Chile actual. Santiago: LOM
Ediciones.
2010 "Experiencia social y metaforas espaciales". En Trans*Chile: Cultura-historia-
itinerarios-literatura-educaci6n: Un acercamiento transareal, compilado por Ottmar
Ette y Horst Nitschack, 38-58. Madrid: Iberoamericana; Frankfurt: Vervuert.
Araujo, Kathya, y Danilo Martuccelli
2012 Desafios comunes: Retrato de la sociedad chilena y sus individuos. Santiago: LOM
Ediciones.
Bajtin, Mijail
(1941) 1974 La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento. Traducci6n de Julio Forcat
y Cesar Conroy. Barcelona: Barra!.
Barozet, Emmanuelle, y Vicente Espinoza
2009 "(De que hablamos cuando decimos clase media? Perspectivas sobre el caso chi-
leno". En £1 arte de clasificar a los chilenos: Enfoques sobre los modelos de estratificaci6n
en Chile, editado por Alfredo Joignant y Pedro Giiell, 103-130. Santiago: Ediciones
Universidad Diego Portales.
Bell, Daniel
1982 Las contradicciones culturales del capitalismo. Traducci6n de Nestor Miguez. Madrid:
Alianza.
Bernstein, Basil
1975 Langage et classes sociales. Paris: Minuit.
Bourdieu, Pierre
1979 La distinction. Paris: Minuit.
Lechner, Norbert
2006 Obras escogidas. Torno 1. Santiago: LaM Ediciones.
Lewis, Oscar
1961 (1982) Los hijos de Sanchez. Mexico, DF: Grijalbo.
Martinez, Javier, y Margarita Palacios
1996 Informe sobre la decencia: La diferenciaci6n estamental de la pobreza y los subsidios publi-
cos. Santiago: SUR.
Martuccelli, Danilo
2001 Dominations ordinaires: Explorations de la condition moderne. Paris: Balland.
2010 j,Existen individuos en el Sur? Santiago: LaM Ediciones.
Martuccelli, Danilo, y Maristella Svampa
1997 La plaza vacia: Las transformaciones del peronismo. Buenos Aires: Losada.
Merton, Robert K.
(1968) 1987 Teoria y estructuras sociales. Mexico, DF: Fondo de Cultura Econ6mica.
Morande, Pedro
1984 Cultura y modernizaci6n en America Latina: Ensayo sociol6gico acerca de la crisis del de-
sarrollismo y de su superaci6n. Santiago: Pontificia Universidad Cat6lica de Chile.
Moulian, Tomas
1997 Chile actual: Anatomia de un mito. Santiago: LaM Ediciones.
Noiriel, Gerard
1988 Le creuset fran(ais: Histoire de l'immigration, XIxe-XX'siecles. Paris: Seuil.
Parker, Cristian
1993 Otra 16gica en America Latina: Religi6n popular y modernizaci6n capitalista. Santiago:
Fondo de Cultura Econ6mica.
2005 "l America latina ya no es cat6lica? Pluralismo cultural y religioso creciente". Ame-
rica Latina Hoy 41 (diciembre): 35-56.
PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo)
2009 Desarrollo humano en Chile: La manera de hacer las cosas. Santiago: PNUD.
Politzer, Patricia
2006 Chile: j,De que estamos hablando? Retrato de una transformaci6n asombrosa. Santiago:
Sudamericana.
Ramos, Claudio
2009 La transformaci6n de la empresa chilena: Una modernizaci6n desbalanceada. Santiago:
Universidad Alberto Hurtado.
Robles, Fernando
2000 El desaliento inesperado de la modernidad: Molestias, irritaciones y frutos amargos de la
sociedad del riesgo. Santiago: RIL Editores.
Salazar, Gabriel, y Julio Pinto
2002 Historia contemporanea de Chile. Torno 2, Hombria y feminidad. Santiago: LaM
Ediciones.
Salinas, Maximiliano
1998 En el chileno el humor vive con uno: Ellenguaje festivo y el sentido del humor en la cultura
oral popular de Chile. Santiago: LaM Ediciones.
2010 La risa de Gabriela Mistral: Una historia cultural del humor en Chile e Iberoamerica. San-
tiago: LaM Ediciones.
Sansot, Pierre
1991 Les Gens de peu. Paris: Presses Universitaires de France.
Schwartz, Olivier
1990 Le monde prive des ouvriers: Hommes et femmes du Nord. Paris: Presses Universitaires
de France.
2011 "Peut-on parler des classes populaires?" La vie des idees, 13 septembre. http://www
.laviedesidees.fr/IMG/pdf/20110913_schwartz.pdf.
Scott, James C.
(1990) 2000 Los dominados y el arte de la resistencia. Mexico, DF: Era.
Soto, Alvaro, compo
2008 Flexibilidad laboral y subjetividades: Hacia una comprensi6n psicosocial del empleo
contemporaneo. Santiago: LaM Ediciones.
Soto, Hernando de
1986 El otro sendero: La revoluci6n informal. Lima: EI Barranco.
Thompson, Edward P.
(1963) 1988 La formation de la classe ouvriere anglaise. Paris: Editions de Maison des Sciences
del'Homme.
Valenzuela, Samuel J., Eugenio Tironi y Timothy R. Scully, comps.
2006 El eslab6n perdido: Familia, modernizaci6n y bienestar en Chile. Santiago: Aguilar.
Veliz, Claudio
1994 The New World of the Gothic Fox: Culture and Economy in English and Spanish America.
Berkeley: University of California Press.
Verret, Michel, y J. Creusen
1995 La culture ouvriere. Paris: L'Harmattan.
Weber, Florence
1989 Le travail a-cote: Etude d'ethnographie ouvriere. Paris: Institut National de la Recherche
Agronomique, Editions de l'Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales.