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Educación actual Ensayo

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Educación actual

En la actualidad, la educación se rige como un pilar fundamental para el desarrollo de las


sociedades modernas. No se trata únicamente de adquirir conocimientos técnicos, sino de
formar ciudadanos críticos, informados y capaces de enfrentar los retos globales. En un
mundo interconectado y en constante cambio, la educación empodera a los individuos para
adaptarse, innovar y contribuir positivamente a sus comunidades.

Además, en un contexto de desigualdad social, la educación se presenta como un vehículo


de equidad, brindando oportunidades para quienes se encuentran en situación de
desventaja. Una educación inclusiva y de calidad puede romper el ciclo de la pobreza,
fomentar la cohesión social y promover el desarrollo sostenible.

Más allá de lo económico, la educación también tiene un impacto significativo en la salud, la


participación cívica y el bienestar general de las personas. Por ello, invertir en educación no
solo es un imperativo moral, sino una estrategia esencial para el progreso humano.

La gran mayoría de temas relacionados con el proceso educativo son de suma


importancia porque la educación despliega una realidad que gestiona la
transformación y el desarrollo de la sociedad.
La educación emerge como la herramienta que no solo traslada el legado a las
actuales y futuras generaciones, sino que también es el entorno por medio del cual
se debe inculcar y despertar la curiosidad (por saber más), se deben forjar los
medios para implementar (para utilizar lo ya aprendido) y posicionar como elemento
la crítica constructiva.
La educación es considerada un derecho universal para todos los niños, niñas y
adolescentes, tal como se consagra en la Convención sobre los Derechos del Niño
, y dado que es el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante, todos los
estados parte se comprometen en erradicar la
ignorancia y analfabetismo.
El principal pilar se encuentra afianzado en el hecho que la educación es
considerada actualmente como de vital importancia para el progreso social
, lo que quiere decir, la educación es considerada mundialmente como imprescindible para
lograr avanzar en la eliminación de los
problemas más apremiantes de la sociedad, y proponiendo posteriormente una hoja
de ruta para lograrlo por medio de un marco de acción y sus mecanismos de monitoreo y
rendición de cuentas.
En el siglo XXI podemos observar con gran asombro cómo la globalización está
influyendo en nuestra sociedad, economía, cultura, política, ciencia, tecnología, la
educación, etc.
Al analizar todos estos cambios que están produciéndose, nos damos
cuenta que la educación siempre seguirá jugando un papel muy importante y que
cada docente tiene en sus manos el futuro de los niños y jóvenes en su quehacer
educativo.
Es necesario que los docentes actuales y futuros, descubran que la tarea es ardua cuando
se trata de orientar el aprendizaje de los alumnos permitiéndoles ser capaces de
enfrentar la realidad que le rodea siendo críticos, creadores, constructores de su
aprendizaje logrando desarrollar habilidades tales como: la reflexión, análisis, síntesis
crítica, innovación y creatividad.

Vincular la tecnología existente creando nuestros propios modelos que se ajusten a


la realidad donde nos desenvolvemos, permitir que los alumnos piensen
estratégicamente reflexionando sobre cómo están aprendiendo, generando en ellos un
pensamiento lateral y descubran qué les puede servir del aprendizaje dado.
Es indispensable lograr que los alumnos encuentren gusto por aprender y que ese
aprendizaje sea transferido a situaciones propias de la vida cotidiana, que la
disponibilidad y el proceso los lleve a la elaboración de nuevos aprendizajes y de
atribuir sentido a lo que aprenden.

Se cree conveniente desarrollar la sensibilidad de los alumnos, creando disciplinas


integradoras; respondiendo a una auténtica atención a la diversidad en la que se
puedan identificar y establecer retos, ayudas y valoraciones propias de las
características personales de cada uno de nuestros alumnos, permitiéndoles la
interacción entre ellos, aumentando sus posibilidades de aprendizaje, trabajando en
equipo entre otros el desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo, así
como la adquisición de valores.
Que no se pierda en cada uno de nosotros y sociedad en general, el valor más grande, que
es el amor, valor que abarca todo bien y nos lleva a progresar pues nos permite
descubrirnos, cuidarnos a nosotros mismos, cuidar y amar la naturaleza, ver a los demás
como a nosotros mismos, así tendremos más conciencia de lo que nuestro mundo necesita.

Durante la primera mitad del siglo actual se han realizado considerables reformas a
la educación, aumentadas después para darle a la misma caracteres fundamentales
basados en los valores científicos y sociales.
Otra característica es la universalización de la educación pública, conservando el
sentido nacional. Pero, una educación universal no es solamente la que extiende sus
beneficios a todos, sino fundamentalmente la que conviene o satisface la gran
variedad de las necesidades sociales, las capacidades e intereses individuales.
Es conocida la preocupación por la educación en el siglo actual y, especialmente, en
las últimas décadas.
Se intensifica el conocimiento psicológico del educando en forma científica; se
estudia y profundiza la influencia del ambiente escolar sobre la educación; se
establecen los valores de los educandos nivel normal, subnormal y del superdotado a
los efectos de una educación adecuada a cada nivel; se estudian y aplican técnicas
pedagógicas con criterio científico; se organiza la educación con criterio social
económico, desde la preescolaridad hasta el nivel superior; se ilustra al docente a los
efectos de su perfeccionamiento cultural y educativo para el mejor conocimiento de la
importancia de su función específica y para actuar con más seguridad en el difícil arte
de educar; se promueve la investigación científica en la educación; se favorece y
estudia con criterio social pedagógico la educación técnica; se valora la personalidad
del educando y se la guía oportunamente para su desarrollo total; se intensifica el
estudio y la aplicabilidad de la educación integral; se aprecia más ampliamente la
objetividad de la enseñanza y se valoran científicamente los resultados del
aprendizaje y del rendimiento; se advierte un considerable interés de la docencia por
superar su acervo cultural y pedagógico, a la vez, para valorar lo útil, lo positivo de su
actuación y actualización educativa; se acuerda al niño su función social y se le
estima como elemento de la comunidad para su educación; se extiende la misma a
los padres y adultos; se promueve la igualdad de oportunidades en educación; se
concreta en sus realidades cualitativas y cuantitativas la escuela pública; se estudian
con mayor profundidad los sistemas de educación para adaptarlos a los cambios
sociales, aunque los cambios de estos sistemas son insuficientes para satisfacer las
exigencias de futuras generaciones aun proyectándose con miras al futuro y, tanto
es así, que son numerosos los problemas sociales existentes sin solución, a pesar de
los cambios de los sistemas de educación.

¿Quiere decir esto que los cambios sociales se producen tan rápidamente que
impiden a los cambios de la educación alcanzarlos?

En este aspecto, la educación tiene la responsabilidad de desarrollar y formar los tipos


inteligentes para valorar y dirigir las fuerzas nuevas hacia la felicidad, y los cambios en
educación deben de estar de acuerdo con los valores de los cambios sociales.

Nuestro actual sistema de educación asigna mucha importancia el aprobar o no un


examen, o un curso, pasar al próximo, o incluso permanecer en la escuela, dependen
del dominio o de la memorización de ciertos fragmentos de información, que ya
conoce al maestro. De esta manera, la función de la enseñanza parece reducirse a
formar gente capaz de coleccionar partes de información y repetirla a una señal
dada. Una vez que el estudiante haya formado cierta competencia para proporcionar
los fragmentos de información apropiados en el momento oportuno se lo considera
apto para graduarse en esa escuela. Lo más molesto de esta situación es que esa habilidad
para repetir información puede tener muy poca relación con aquello útil que creíamos estar
formando.
No pretendemos dar la impresión de que por el simple hecho de desarrollar un buen
programa de creación artística en las escuelas se salve la humanidad; pero los
valores que son significativos en un programa de educación artística son los mismos
que pueden ser básicos en el desarrollo de una nueva imagen, una nueva filosofía, e
incluso de una estructura totalmente nueva de nuestro sistema educacional.
Además, el aprendizaje es un proceso muy complejo; por lo tanto, probablemente no exista
un único método “mejor” de enseñanza. La inteligencia, tal como ahora la medimos, no
abarca todo el amplio rango de aptitudes intelectuales que son necesarias para la
supervivencia de la humanidad. La capacidad de preguntar, de hallar respuestas, de
descubrir forma y orden, de volver a pensar, reestructurar y encontrar nuevas relaciones,
son cualidades que generalmente no se enseñan; en realidad parece que no se toman en
cuenta en nuestro sistema educacional.

Probablemente, una de las habilidades básicas que se debería enseñar en nuestras


escuelas sea la capacidad de descubrir y de buscar respuestas, en lugar de esperar
pasivamente las contestaciones e indicaciones del maestro. Esto es
así tanto en el caso de un niño del jardín de infantes que está realizando una
construcción llamada “primavera”, con paja, papeles de colores y tapitas de botellas,
como en el de un estudiante cuando pinta un cuadro que requiere mezcla de colores
e invención de nuevas formas.
En la educación formal vemos que la base para el desarrollo de la enseñanza descansa en
28 letras y 10 números. Son 38 figuras abstractas, letras y números, se manipulan y se
barajan desde el primer grado hasta el final del colegio secundario. El proceso del desarrollo
mental tiende, pues, a ser una función abstracta, en la medida en que estas figuras
adquieren significados diferentes y más complicados. Evidentemente, no son estas figuras
ni su redistribución lo que impulsa el desarrollo mental, sino más bien lo que dichas figuras
representan. Por lo tanto, el desarrollo mental depende de una rica y variada relación
entre el niño y el ambiente, esta relación es un ingrediente básico para llevar a cabo
una experiencia de creación artística.
El hombre aprende a través de los sentidos. La capacidad de ver, sentir, oír, oler y
gustar proporciona los medios para establecer una interacción del hombre y el medio.
El desarrollo de la sensibilidad perceptiva debería, pues, convertirse en una de las partes
más importantes del proceso educativo.
Sabemos demasiado bien que el aprendizaje y la memorización de hechos, si no
pueden ser utilizados por una mente libre y flexible, no beneficiarán ni al individuo ni
a la sociedad. Mientras los notables avances en campos especializados, particularmente en
el de las ciencias, en un aspecto han mejorado nuestro nivel material de vida, en otro nos
han apartado de aquellos valores que son responsables de nuestras necesidades
emocionales y espirituales. Han introducido una falsa escala de valores que no atiende a las
necesidades espirituales más íntimas del individuo. La educación artística, como parte
esencial del proceso educativo, puede ser muy bien la que responda por la diferencia que
existe entre un ser humano creador y sensible y otro que no tenga capacidad para aplicar
sus conocimientos, que no disponga de recursos espirituales y que encuentre dificultades
en sus relaciones con el ambiente.

Si los niños pudieran desenvolverse sin ninguna interferencia del mundo exterior, no sería
necesario proporcionarles estímulo alguno para su trabajo creador. Todo niño
emplearía sus impulsos creadores, profundamente arraigados, sin inhibición, seguro
de sus propios medios de expresión.

Conclusión.

El objetivo principal de cualquier centro educativo es cuidar el desarrollo integral del


ser humano. En la práctica, abundan las excepciones. Es imposible pensar que un alumno
prefiere no asistir a clases por miedo a sus compañeros. Es imposible que un alumno sufra
maltrato por sus compañeros y el profesor no se dé cuenta, y dándose cuenta no actúe, ni
prevenga, sino propicie el abuso.
Al final de cuentas el bullying es una aberración escolar más, causada por la
irresponsabilidad de alumnos, maestros, dirección y padres de familia. Ante una
situación de esta categoría cada uno quedamos en jaque. Es una culpa compartida.
Quedan más dudas que respuestas, pero esto es precisamente filosofar la educación: poder
preguntarnos es signo de avance.

Referencias.

Revista Internacional de Apoyo a la Inclusión, Logopedia, Sociedad y Multiculturalidad.


Volumen 1, Número 3, Julio 2015, ISSN: 2387-0907, Dep. Legal: J-67-2015
http://riai.jimdo.com/

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