TEMA 2
TEMA 2
TEMA 2
FACTORES ETIOLÓGICOS
Por otra parte, la autonomía para realizar las actividades de la vida diaria es muy
frecuente que esté disminuida. Es frecuente que el entorno familiar y social se
adapte con dificultad a las grandes demandas que este tipo de problemas suele
plantear. Sobreprotección o una atención disminuida a las necesidades de
comunicación y atención. Todo ello puede producir problemas en el desarrollo de la
motivación, la autoimagen y la personalidad.
Engloba trastornos muy diversos que tienen en común una alteración o pérdida del
control motor secundaria a una lesión encefálica producida antes de que el sistema
nervioso central haya alcanzado su desarrollo completo.
Sus efectos no implican sólo los derivados de dicha lesión, sino que también afectan
a la maduración neurológica. No se incluyen en este trastorno lesiones en zonas
distintas del encéfalo (tercer año de vida).
Algunos signos que ayudan a la identificación del bebé con parálisis cerebral son:
parece que no oye y que no ve, succiona de forma débil, su llanto es débil, no
balbucea a los seis meses, el niño no se mueve, no sostiene la cabeza a los cuatro
meses, no se sienta solo al año, mueve mucho más una mano que otra, tiene
siempre la cabeza hacia atrás y las piernas extendidas o cruzadas.
Según la sintomatología:
Las causas de este trastorno no se conocen con certeza. Actualmente se acepta que
se debe a una predisposición hereditaria poligénica sobre la cual factores
ambientales diversos determinan la aparición de la malformación en el embrión.
Torácico superior
Torácico inferior
Lumbar superior
Lumbar inferior
Sacro
Las heridas en la cabeza son muy frecuentes en niños y adolescentes. Las causas
más comunes son accidentes de coches, motos o bicicletas, caídas, heridas por
disparos y castigos físicos. En la actualidad los accidentes son una de las causas
más frecuentes de incapacidad en los países desarrollados.
Dentro de las distrofias musculares las más comunes son las siguientes:
o Distrofia muscular de Becker: es una forma más leve que aparece entre
los 2 y los 16 años y se centra en los varones por estar ligada al cromosoma
X. La afección comienza por la pelvis, y la parte superior de brazos y piernas.
Primeras manifestaciones a los once años. Su avance es más lento y menos
severo.
Afectando a uno de cada 600 niños, la diabetes, trastorno metabólico que implica
una deficiencia para descomponer la glucosa y la incapacidad para retener la
energía de los alimentos. Estos alumnos precisan un seguimiento de sus
necesidades insulínicas y una vigilancia ante la posibilidad de ocurrencia de shock
diabético.
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida es la incapacidad del sistema
inmunitario para defenderse de los agentes infecciosos. Los casos de esta
enfermedad en niños están descendiendo de manera notable y las expectativas de
vida de los afectados son mayores que hace unos años.
El hecho de que un niño tenga limitaciones motrices más o menos importantes para
operar y manipular físicamente el entorno, puede tener implicaciones importantes
en su desarrollo.
Los estudios en niños con parálisis cerebral e inteligencia conservada han intentado
investigar el posible efecto del trastorno motor sobre el desarrollo cognitivo. Han
llegado a la conclusión de que un déficit físico no es suficiente por sí mismo para
causar un déficit cognitivo. Si se analiza la comprensión que estos niños tienen
sobre los objetos, y la construcción de la permanencia, encontramos que la
manipulación directa sobre los objetos no es absolutamente necesaria para llegar a
conseguir estos logros.
Existen consecuencias ambientales que pueden ser limitantes como, por ejemplo,
que los padres mantengan una percepción alejada de la realidad y desarrollen un
tipo de interacciones poco beneficiosas que conducen a un nivel de estimulación
muy pobre.
El aspecto cuantitativo de la inteligencia en los niños con parálisis cerebral ha
mostrado un porcentaje variable de niños, que tienen afectada también su
capacidad intelectual situándose entre el 30% y el 50%.
DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN
DESARROLLO EMOCIONAL
Las limitaciones físicas son particularmente frustrantes para el niño que, por la
conservación de sus capacidades. Ello les lleva a experimentar niveles de depresión
y ansiedad más altos que sus iguales. Los problemas emocionales aumentan con el
crecimiento y a medida que el niño va adquiriendo conciencia de sus limitaciones,
de su dependencia con respecto a otras personas y de sus diferencias con respecto
a otros niños.
Los niños con menor grado de disminución son los que presentan mayores
problemas, no sólo por su mayor nivel de conciencia, sino también porque sus
padres suelen tener expectativas menos ajustadas.
La falta de control supone una falta de sincronía entre las respuestas y sus
consecuencias sobre el ambiente, lo cual puede desembocar en distorsiones
motivacionales, cognitivas y emocionales, provocando problemas como la
indefensión aprendida o la falta de expectativas de autoeficacia.
DESARROLLO PSICOLÓGICO
Los niños con espina bífida son normales en relación con sus funciones
intelectuales, pueden presentar dificultades de aprendizaje en su primera infancia y
de integración social. Las causas pueden ser: la hidrocefalia que puede producir
trastornos de las funciones intelectuales, falta de experiencias ocasionadas por las
largas hospitalizaciones, las dificultades de desplazamiento y manipulación,
alteraciones de carácter y de la conducta como resultado de las actitudes de padres
y educadores hacia estos niños. Se ven sometidos desde muy pequeños a
situaciones dolorosas y a sentimientos de miedo y ansiedad, se produce en ellos
una fuerte sensación de dependencia, y de fracaso personal.
MOTRICIDAD FINA
RESPUESTA EMOCIONAL
En los casos de distrofia muscular, entre los dos y los cinco años comienza a
manifestarse la sintomatología. Deterioro de la musculatura de la zona pélvica y de
las extremidades inferiores lo que supone dificultades para jugar, correr, saltar y en
general retraso psicomotor.
Entre los nueve y trece años se produce la pérdida casi total de la capacidad de
caminar y la bipedestación, se producen deformaciones en la columna vertebral y
contracciones severas y permanentes. Entre los quince y veinticinco años tiene
lugar una pérdida sustancial y grave del tejido muscular con la consiguiente
incapacidad motora y la necesidad de silla de ruedas. Progresivamente se produce
una disminución de la capacidad pulmonar, la respiración se va tornando más
dificultosa y la posibilidad de paro cardiaco se hace presente.
FISIOTERAPIA
o Inicio precoz, los resultados son mejores cuanto más pequeño sea el niño.
o Intensidad del tratamiento, los ejercicios deben hacerse diariamente y
varias veces al día.
o Debe plantearse el tratamiento exigiendo siempre rendimientos más
elevados de los que el niño puede cumplir sin mucho esfuerzo.
TERAPIA OCUPACIONAL
La terapia ocupacional utilizada a partir del primer año de vida produce
estimulación sensorial encaminada al entrenamiento de actividades manipulativas
(motricidad fina) y a la adquisición de hábitos de autonomía para actividades de la
vida ordinaria (alimentarse, asearse, vestirse, etc.). Aumento de habilidades que le
permitan la escritura y el control del material escolar. El empleo del material
estándar no sea posible será necesario el empleo de material alternativo como
máquina de escribir eléctrica u ordenador. Para la utilización de este material
también se realizan adaptaciones.
La higiene personal es un aspecto muy importante puesto que estos niños están
más indefensos ante ciertas enfermedades. Pueden adaptarse los utensilios
correspondientes y emplearse soluciones desinfectantes para la higiene oral. El
entrenamiento en el vaciado de la vejiga es otro de los objetivos a conseguir.
LOGOPEDIA
Los trastornos del habla y la comunicación son muy frecuentes entre los niños con
minusvalías físicas. Las dificultades funcionales afectan a la articulación del habla,
influyendo en la inteligibilidad de la misma o impidiendo por completo la fonación.
En el desarrollo del lenguaje es necesario intervenir desde finales del primer año de
vida. Se admite que el entrenamiento en otras técnicas auxiliares de comunicación
no verbales facilita y no interfiere con la adquisición del habla.
Es tarea del logopeda implementar las técnicas necesarias para superar las
dificultades expresivas del niño cuando éste tenga capacidad para la producción
lingüística. El tratamiento logopédico se centra en la utilización de la relajación,
ejercicios de succión, deglución y masticación para preparar la musculatura
fonatoria, desarrollo de la discriminación auditiva, control de la respiración, emisión
de sonidos y articulación de palabras y frases.
Cuando la producción del lenguaje resulta alterada se deben proporcionar recursos
que permiten la expresión a través de símbolos distintos a la palabra articulada,
bien ayudando a su comprensión (sistemas aumentativos), bien sustituyéndola
totalmente (sistemas alternativos). Dentro de estos sistemas los hay que utilizan
movimientos, gestos, etc., son los llamados sistemas no asistidos al no precisar
soporte físico o material, y sistemas que requieren algún tipo de asistencia,
instrumento o ayuda que haga posible la comunicación. Estos últimos son mucho
más utilizados en el caso de los paralíticos cerebrales y se componen de un
conjunto de símbolos o formas de representar la realidad, de un sistema de reglas
para combinar esos símbolos y de un mecanismo o ayuda para transmitir el
mensaje.
Estos sistemas constituyen un medio, nunca un fin, por lo que la terapia del habla
deberá continuar siempre que exista la más mínima posibilidad de desarrollar
parcial o totalmente un lenguaje oral funcional. Instaurar cualquier sistema de
comunicación necesita la adquisición previa de unos requisitos cognitivos que
suponen la intencionalidad en el niño (relación entre medios y fines) y el desarrollo
de la función pragmática de la comunicación.
INTERVENCIÓN EDUCATIVA
Estos niños necesitan una educación integrada en aulas ordinarias. Debe asistir al
colegio más cercano a su entorno familiar. Su emplazamiento en el aula se realizará
en función de su edad, madurez socioafectiva y nivel de desarrollo. Se deben
analizar las adaptaciones que el entorno requiera a nivel de infraestructura
(rampas, servicios, etc.), aula (tipo y distribución de mobiliario) y material didáctico
(máquina de escribir, ordenadores, etc.)
El niño debe ocupar una posición cercana al maestro para corregir su falta de
atención. El que necesite silla de ruedas usará una mesa adaptada más alta que la
de sus compañeros. El maestro deberá tener en cuenta y explicar a los compañeros
de forma adecuada el problema de incontinencia que presenta el niño.
hay que tener en cuenta su frecuente absentismo escolar. Habrá que coordinar los
trabajos de los distintos profesionales que intervienen en su tratamiento, sin privar
al niño de aquellas actividades escolares que le resulten gratificantes y favorezcan
su integración social.
En relación con los alumnos que han sufrido daño cerebral hay algunas
modificaciones:
AFECCIONES TRAUMÁTICAS
Los niños que presentan enfermedades físicas tendrán una serie de necesidades
específicas relacionadas con sus patologías. Por ejemplo, en el caso de los alumnos
con asma se requiere evitar la presencia de agentes alergénicos, prestar atención a
su participación en actividades físicas o la administración de medicación en caso de
necesidad. En alumnos con diabetes hay que cuidar la dieta, disponer de alimentos
ricos en azúcar, considerar su necesidad de ir al baño, y vigilar el equilibrio entre
ejercicio e ingesta.
2. DISCAPACIDADES VISUALES
Se ha descrito la visión como el sentido coordinador y organizador de percepciones
secuenciales e impresiones sensoriales hacia un conjunto perceptible.
En el sistema visual podemos distinguir varias partes: los ojos y las estructuras
asociadas, las vías neurológicas (nervio óptico y zona cerebral)
Estrabismo
Ambliopía u ojo vago
Miopía progresiva
Hipermetropía
Aniridia
Catarata
Alteraciones retinianas
Se considera legalmente ciego a quien tiene una pérdida de agudeza visual igual
o menor de 1/10 (0.1) (un objeto visto por el ojo normal a una distancia de 10
metros solo es visto por el sujeto a 1 metro de distancia) o una restricción de su
campo visual a 10 grados con corrección óptica en el mejor de sus ojos y con
carácter permanente.
a) Baja visión moderada: agudeza visual situada entre 1/4 y 1/8. Pueden
realizar con ayudas ópticas casi las mismas tareas de lectura que una
persona con visión normal, aunque suelen presentar algunas dificultades en
tareas escolares.
b) Baja visión severa: agudeza visual situada entre 1/10 y 1/20. Mayores
dificultades en todas las áreas, aunque pueden leer textos impresos,
ejecutan las tareas visuales con gran lentitud, especialmente las que
implican la discriminación de detalles, se casan a menudo y suelen ser poco
precisos.
c) Baja visión profunda: agudeza visual que oscila entre 1/25 y 1/50.
Dificultades para las tareas visuales y no pueden realizar tareas que
requieran ver o discriminar detalles. Tienen problemas para leer incluso con
ayudas ópticas y presentan dificultades de orientación y movilidad.
El profesor ocupa una posición privilegiada para detectar signos que puedan indicar
la existencia de problemas visuales en los alumnos. El diagnóstico psicopedagógico
consistirá en un proceso de recogida de información mediante instrumentos y
técnicas adecuados en el que intervendrán el profesor y los profesionales
pertinentes (psicólogos, pedagogos, médicos).
Las técnicas que se pueden emplear para el proceso evaluativo son la observación,
la entrevista, escalas de calificación, escalas de desarrollo y técnicas
estandarizadas que evalúan las capacidades intelectuales, el rendimiento y el
potencial de aprendizaje y las características de personalidad.
El oído es utilizado por las personas ciegas con funciones telerreceptoras, es decir,
de localización e identificación de objetos en el espacio. Es mucho menos preciso
que la vista. El olfato sirve a los invidentes para reconocer personas y ambientes. El
sistema propioceptivo proporciona una información indispensable para la
orientación y movilidad en ausencia de la visión.
Características:
Los padres han de recibir información sobre las capacidades de relación de sus hijos
y de las vías alternativas de que disponen para conocer el mundo. Los padres
presentan una carencia de información sobre las características del hijo y sobre la
importancia de la estimulación temprana, con lo que se suele perder un tiempo
irrecuperable.
ALUMNOS HIPOVISUALES
Cuando existan dificultades para leer la letra impresa se puede recurrir al aumento
óptico que se consigue por medio de proyectores de aumento, teniendo en cuenta
que, el aumento del tamaño reduce el campo efectivo de visión y por tanto la
cantidad de material que se percibe al mismo tiempo y la velocidad de lectura.
Hay que tener en cuenta: tener una iluminación apropiada, el uso de medios
audiovisuales, y evitar el aislamiento social.
ALUMNOS CIEGOS
El programa educativo debe cubrir las mismas áreas y actividades que cualquier
programa ordinario, trabajando en el desarrollo de técnicas de comunicación oral y
escrita a partir del oído y del tacto. Sólo en el terreno de los métodos empleados la
educación de los ciegos difiere de la de los videntes.
ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE
3. DISCAPACIDADES AUDITIVAS
El oído es el sentido más activo desde antes de nacer y durante toda nuestra vida.
A través del oído podemos activar procesos tan importantes como la atención y el
lenguaje.
El sonido es una sensación en el órgano del oído por el movimiento vibratorio de los
cuerpos, transmitido por un medio aéreo en el oído externo, mecánico en el oído
medio y líquido en el oído interno. Nuestro oído recoge las vibraciones en forma de
ondas y las transmite como señales bioeléctricas al cerebro a través del nervio
auditivo.
Las cualidades del sonido son: intensidad, tono, timbre y duración. La intensidad
depende de la amplitud de las vibraciones y se mide en decibelios. El oído normal
puede percibir sonidos hasta una intensidad máxima de 120 decibelios. Por encima
de este límite la sensación es dolorosa. La voz susurrada tiene una intensidad de
unos 25 decibelios mientras que la conversación normal se sitúa alrededor de los
60dB.
La frecuencia se mide en hertzios y corresponde al número de veces por segundo
que se repite la onda vibratoria. Uno hertzio corresponde a un ciclo por segundo. Si
la frecuencia es más baja los tonos son más graves y a medida que aumenta la
frecuencia los tonos son más agudos.
Para evaluar la pérdida auditiva, no basta una medida global del deterioro auditivo,
hace falta saber además a qué espectro de frecuencias afecta la sordera y en qué
medida. Es preciso hacer una exploración audiométrica del grado de pérdida a
través de un espectro de frecuencias que vaya de 125 a 4000 hertzios, que son las
frecuencias más utilizadas en el habla humana.
Clasificación:
Clasificación cualitativa:
INCIDENCIA
Al hablar del desarrollo de los niños sordos nos referimos a los niños sordos
profundos y prelocutivos, en los que el efecto de la pérdida auditiva puede ser más
claro.
El lenguaje oral de los niños sordos se caracteriza por emisiones verbales menos
numerosas, más limitadas y distorsionadas. Su vocabulario es sensiblemente
inferior, así como la cantidad de palabras función: preposiciones, adverbios,
conjunciones o pronombres.
Algunas de las principales pautas de actuación en el aula con niños que presentan
discapacidad auditiva son:
Con relación a la educación de las personas sordas existe una gran variedad de
modelos con diversas opciones en lo que se refiere al contexto educativo más
adecuado y al modo de comunicación a emplear en el proceso de E-A. Existen dos
tendencias bien diferenciadas:
Los enfoques bilingües tienen en cuenta que los niños sordos son miembros
potenciales de dos comunidades y por ello enfatizan la incorporación de adultos
sordos que sirvan como modelo lingüístico, social y cultural a esos niños
4. SORDO-CEGUERA
La sordoceguera es la discapacidad que resulta de la combinación de dos
deficiencias sensoriales la visual y la auditiva, que se manifiestan en mayor o
menor grado. Afecta gravemente las habilidades diarias necesarias para una vida
mínimamente autónoma y requiere servicios especializados, personal
específicamente formado para su atención y métodos especiales de comunicación.
La persona con sordoceguera tiene más restringidos los estímulos que si sufriera
limitaciones en uno solo de los sentidos. Es necesario poner en práctica otras
metodologías, basadas en el aprovechamiento no sólo de los posibles restos de
vista y oído, sino también de los demás sentidos, fundamentalmente el tacto