LA TERAPÉUTICA REICHIANA
LA TERAPÉUTICA REICHIANA
LA TERAPÉUTICA REICHIANA
CARRERA – PSICOLOGÍA
TEMA: LA BIOENERGÉTICA
DE ALEXANDER LOWEN
GRUPO: #1
ESTUDIANTES: Yenny Janeth Ocampo Siácara
Jhordana Colque López
David Vargas Quisbert
Gladys Aguirre Cahuaya
Cochabamba, 11-03-2024
LA BIOENERGÉTICA DE ALEXANDER LOWEN
4. EL DESARROLLO DE LA BIONERGÉTICA
Después de las primeras experiencias de bioenergética, alrededor de 1952 las comunidades
médicas y científicas enfrentaban las ideas de Reich lo que provocó que deje de practicar
las terapias personales y se dedique a la “Física de la Orgona”, adquiriendo más
importancia la aplicación de la energía orgona (energía orgánica cósmica que forma parte
de toda materia viviente). Debido a esto Lowen se separa durante 5 años de Reich para
seguir desarrollando ejercicios bioenergéticos básicos.
34 años después que conoció a Reich, llega a la conclusión que la vida de un individuo, es
la vida de su organismo.
Como el cuerpo viviente incluye la mente, el espíritu, el alma, vivir plenamente la vida del
cuerpo es ser mental, espiritual y anímico. Si fallamos en estos aspectos de nuestro ser, eso
significa que no estamos plenamente en contacto con nuestro cuerpo, que lo tratamos como
un instrumento o máquina.
La bioenergética, es una técnica terapéutica, cuyo objeto es ayudar al individuo a
recuperarse y a gozar en el mayor grado posible de la vida corporal, y en este campo se
incluye la sexualidad, que es una de sus funciones básicas. Pero además comprende las
funciones más básicas todavía de respirar, mover, sentir y expresarse a sí mismo. El que
no respira profundamente reduce la vida de su cuerpo, el que no se mueve con libertad
restringe la vida de su cuerpo, el que no siente profundamente limita la vida de su cuerpo.
Y si está reprimida la expresión de uno mismo, queda disminuida la vida de su envoltura
corporal. (Lewin).
5. OBJETIVO DE LA BIOENERGÉTICA
El objetivo de la bioenergética es ayudar al hombre a reconquistar su naturaleza primaria,
que es la condición de la libertad, el estado de gracia y la calidad de la belleza. Libertad,
gracia y belleza con los atributos de todo organismo animal. La libertad consiste en la
ausencia de trabas internas a la expansión de sentimientos, la gracia es la expresión de esta
expansión y la belleza es la manifestación de la armonía interior que engendra dicha
expansión. Son los valores que denotan y evidencian un cuerpo y mente sana.
La naturaleza primaria del ser humano es estar abierto a la vida y al amor. Mantenerse
protegido, escudado en una armadura, desconfiado y aislado, es la segunda naturaleza de
nuestra cultura. Adoptamos estar posturas para defendernos de cualquier daño, pero
cuando estas actitudes se hacen habituales o se instalan en la personalidad, provocan un
daño muy grave y perjudican e imposibilitan más a la persona que el daño que tratan de
evitar.
6. CONCEPTO DE ENERGÍA
Entendiendo que la bioenergética es el estudio de la personalidad humana en función de los
procesos energéticos del cuerpo, cabe decir que existe energía necesariamente en el
movimiento de todas las cosas, energía que procede de la combustión de alimentos y esa
combustión depende de la cantidad de oxígeno que se consume.
La relación de la energía con la personalidad se manifiesta de manera más evidente en
una persona depresiva, por ejemplo. Aunque la reacción y la tendencia a la depresión
derivan de la interacción de factores psicológicos y físicos relacionados, hay algo que está
muy claro. El individuo que se encuentra deprimido también lo está en su energía. De
hecho, existen filmaciones que demuestran que estas personas solo realizan
aproximadamente la mitad de los movimientos espontáneos que efectúa un sujeto que no se
siente deprimido. Si el caso es grave, puede incluso quedarse sentado, inmóvil, sin realizar
apenas movimiento alguno, como si no tuviese energía para moverse. Su estado subjetivo
responde muchas veces a esta imagen objetiva. Generalmente cree que le falta energía para
seguir moviéndose. A veces se lamenta de sentirse sin fuerzas, aunque no está cansado. La
depresión de su nivel de energía se observa en la disminución de todas sus funciones
vitales: su respiración, su apetito y su ímpetu sexual también están deprimidos. En tal
estado quizás no pueda reaccionar a nuestros consejos para que se sienta atraído por algo:
literalmente, no tiene la energía necesaria para sentir interés por nada.
CARGA Y DESCARGA
Los organismos únicamente pueden funcionar cuando existe equilibrio entre la carga y la
descarga de su energía. Mantienen un nivel de energía adecuado a sus necesidades y
oportunidades. El desarrollo requiere energía, pero además de esto generalmente la
cantidad de energía que se carga corresponde a la que se descarga gracias a la actividad.
Toda actividad requiere y utiliza energía, lo mismo el palpitar del corazón, el movimiento
de los intestinos, hablar, trabajar, etc. Sin embargo, los organismos vivos no son máquinas.
Sus actividades fundamentales no se realizan de forma mecánica, sino son expresiones de
su ser. la persona se expresa en sus actos y movimientos, y cuando esta expresión de uno
mismo es libre y adecuada a la realidad del momento, experimenta un sentimiento de
satisfacción y placer con la descarga de su energía. Este placer y satisfacción estimulan al
organismo para llevar a cabo una mayor actividad metabólica, que inmediatamente se
refleja en una respiración más profunda y completa. Las actividades rítmicas e
involuntarias de la vida funcionan óptimamente con el estímulo del placer. Cuando la
capacidad individual de expresarse uno mismo, o de expresar las ideas y sentimientos, está
limitada por fuerzas internas, tensiones musculares, se reduce también la capacidad
individual del placer. En este caso, el sujeto reduce su carga de energía inconscientemente,
para mantener el equilibrio energético de su cuerpo, no solo por la respiración sino también
por el movimiento corporal, la voz, los ojos para producir descarga mayor.
CIRCULACIÓN Y MOVIMIENTO
Teniendo en cuenta que el 70% del cuerpo está compuesto por agua, una parte distribuida,
pero en gran cantidad líquida, pueden describirse las sensaciones, sentimientos y emociones
como corrientes u olas de este cuerpo líquido. Las sensaciones, sentimientos y emociones
son las percepciones de movimientos internos en el cuerpo relativamente fluido. Los
nervios sirven de intermediación en estas percepciones y coordinan las reacciones, pero los
impulsos y movimientos interiores son intrínsecos y esenciales en la carga energética del
organismo.
La vida emocional del individuo depende de la movilidad de su cuerpo; se encarga de esta
función la propagación o flujo de deseo a través de él. Las anomalías o trastornos de esta
expansión constituyen obstáculos o bloqueos, los cuales se manifiestan en las áreas en las
que se reduce la movilidad corporal. Estas áreas pueden palparse fácilmente o explorarse
con los dedos, para observar las contracturas de la musculatura. Las expresiones zona
muerta, sirven para explicar el mismo fenómeno.
Al ser el cuerpo un sistema energético, es natural que esté en interacción con su entorno de
forma energética. Además de la energía derivada de la combustión de los alimentos, el
individuo se estimula o carga en virtud del contacto con fuerzas positivas. Todos somos
sensibles a las fuerzas o energías que nos rodean pero el impacto que producen no es igual
en todos nosotros. Una persona más cargada es más resistente a las influencias negativas y,
al mismo tiempo, constituye una influencia positiva para los demás. Especialmente cuando
el entusiasmo fluye libre y plenamente por todo su cuerpo. Estos individuos son una
bendición, es una alegría esta con ellos, e intuitivamente todos lo sentimos.
7. EL LENGUAJE DEL CUERPO
La bioenergética tiene como fundamento la idea de que el individuo es su cuerpo. No
existen personas separadas del cuerpo vivo en el que tienen su ser y a través del cual se
expresan y se relacionan con el mundo que los rodea. La mente, espíritu y almo son
aspectos de todo cuerpo vivo.
El lenguaje del cuerpo puede dividirse en dos partes:
Una trata de las señales y expresiones corporales que proporcionan información
sobre el individuo.
La otra, de las expresiones verbales basadas en funciones del cuerpo.
El cuerpo tienen diferentes canales de comunicación, pero todos esos canales tienen su
origen en el corazón, el corazón bombea a todo el cuerpo:
El primer canal de comunicación del corazón es: LA GARGANTA Y LA BOCA, es el
primero del bebé que lacta con la boca del pecho de la mamá.
El segundo canal de comunicación del corazón es: LOS BRAZOS Y LAS MANOS, que se
alargan para tocar, en este caso la caricia suave y delicada de la mano de una madre, que
constituye la imagen de amor.
El tercer canal de comunicación: CINTURA, PELVIS HASTA LOS ÓRGANOS
GENITALES, el acto sexual es un acto de amor
Otras zonas:
Sentidos: Ver, Oír, Hablar su uso nos conduce al control y contacto sobre el entorno, que es
la función que habitualmente tienen, sus alteraciones se relacionan frecuentemente con
autismo, amenaza, desconfianza y paranoidismo.
Pierna y Pies: Soporte, estabilidad, movimiento. Contacto con la tierra, la realidad. Nos
permiten mantenernos erguidos, con lo que supone esto en nuestra carga filogénetica de
cara a la relación social, de poder y dominio. Nos permiten el movimiento y la autonomía
personal. Su disfuncionalidades apuntan a insatisfacciones en las áreas mencionadas
Pelvis: Micción y defecación relaciona su incapacidad con dependencias infantiles
vergonzosas. Temor al descontrol o a la dependencia.
Genitales: Incapacidad sexual y de placer genital, privándonos no sólo de este último sino
afectando también a la intimidad y calor afectivo de la relación sexual.
Pecho: Con él y los brazos, abrazamos, entramos en contacto más afectivo con los demás,
en él, percibimos: sentimientos y emociones, ternura, pena, melancolía y vitalidad, su
rigidez las difumina.
Corazón: Simbolizamos nuestros sentimientos respecto a la vida y el temor a la muerte.
Función: Liberación de energía, homeostasis biológica y psicológica.
Espalda: Somatizamos y acusamos la tensión por la obligación o responsabilidad. De sus
músculos arranca la fuerza de la agresividad y la voluntad. Su discapacidad puede hacernos
sentir débiles y muy incapaces.
Brazos: Abrazos, contacto social, manejo de la realidad y la herramienta del golpe violento.
Manos: Utilizar herramientas, hacer cosas, acariciar. Su torpeza apunta hacia sentimientos
de inutilidad.
Cuello: Control de lo que pasa a nuestro alrededor y sobre nosotros mismos (mareos).
Cara: Identidad, autoimagen, autoestima. Cabeza: Control personal, raciocinio.
8. LA TERAPIA BIOENERGÉTICA
La bioenergética trata el desarrollo de la personalidad humana y procura entenderla en
función de la situación social en que se produce, por lo tanto la bioenergética no puede
separarse de la terapia bioenergética.
Supone un viaje al descubrimiento de si mismo, supone peligros y riesgos. Por lo tanto el
terapeuta tiene que haber emprendido este viaje con anterioridad, tiene que conocer a
profundidad la teoría de la personalidad y saber manejar problemas como la resistencia y la
transferencia, debe tener un sentimiento real del cuerpo, para leer con exactitud su lenguaje,
la dedicación al crecimiento requiere la dedicación al cuerpo, la conciencia de sí mismo y
del cuerpo.
Para ello es necesario el conocimiento y experiencia sobre las capas de defensas que son un
proceso de desarrollo del individuo.
Debe conocer las fuerzas dinámicas que intervienen en la personalidad humana.
9. LA ESENCIA DE LA TERAPIA
El corazón es el órgano más sensible de nuestro cuerpo. Nuestra vida depende de su
actividad rítmica y constante. Cuando se perturba, aunque solo sea momentáneamente ese
ritmo, experimentamos una ansiedad que llega hasta el seno más recóndito de nuestro ser.
El que ha experimentado esta ansiedad en una etapa temprana de su vida desarrolla
numerosas defensas para proteger su corazón del peligro de un trastorno en su
funcionamiento. Estas defensas se van elaborando en el curso de la vida, hasta que llegan a
desarrollar una barrera que impide cualquier intento de llegar al corazón. En un buen
tratamiento terapéutico, estas defensas se estudian y analizan en relación con la experiencia
vital del individuo y se trabaja sobre ellas para llegar al corazón.
Las capas pueden resumirse de la manera siguiente, empezando por el exterior:
• La capa del ego, que contiene las defensas psíquicas, que son la negación, la
proyección, el reproche, la desconfianza y las racionalizaciones.
• La capa muscular, donde se encuentran las tensiones musculares crónicas que
apoyan y justifican las defensas del ego, y al mismo tiempo protegen al individuo
contra la capa interior de sentimientos reprimidos que no se atreve a expresar.
• La capa emocional de sentimiento, en que se incluyen las emociones reprimidas de
cólera, pánico o temor, desesperación tristeza y dolor.
El centro o corazón, del cual emana el sentimiento de amar y ser amado. El
grito, el llanto, los sollozos, el dar rienda suelta a la cólera, etc., consiste en
tratar de liberar emociones, porque su desahogo pone en juego la energía
necesaria para el proceso del cambio.
La Gestalt toma el tipo de abordaje corporal rescatando el mapa topográfico descrito por
Reich y el ciclo de la respiración. El trabajo propuesto por Reich que consiste en el trabajo
corporal con el paciente con el objeto de desestructurar lo que denominó “Coraza Muscular
del Carácter”, no es compartido totalmente por la Gestalt que sostiene que la
desestructuración de la coraza debe ir acompañada por el “Afecto” del terapeuta de modo
que brinde la contingentación necesaria tras la experiencia de profunda movilización que
supone dicha desestructuración.
La Gestalt es una de las herederas espirituales de las teorías de Reich por su acento en la
sensación, la experiencia orgásmica y la expresión inmediata y directa.
La psicología de la Gestalt y la terapia bioenergética comparten una perspectiva holística
del ser humano, integrando aspectos mentales, emocionales y físicos en el proceso
terapéutico. La Gestalt, centrada en la conciencia del aquí y ahora, toma de la bioenergética
la idea de que las emociones reprimidas se reflejan en la tensión y la postura corporal. Esta
terapia considera que la energía vital fluye a través del cuerpo y que los bloqueos
emocionales pueden manifestarse como rigidez, dolor o enfermedad. En la terapia Gestalt,
se utilizan técnicas para explorar y liberar estas tensiones físicas, permitiendo así una
mayor expresión emocional y un mayor contacto con uno mismo.
La terapia bioenergética, por su parte, incorpora ejercicios corporales y respiratorios para
desbloquear la energía reprimida y promover la liberación emocional. La Gestalt adopta
estas prácticas como complemento a su enfoque experiencial, utilizando la exploración
corporal para acceder a emociones profundas y promover la integración de la persona en su
totalidad. Ambas disciplinas enfatizan el papel del cuerpo como vehículo de expresión y
transformación, reconociendo la interconexión entre las experiencias emocionales y físicas.
En resumen, la psicología de la Gestalt toma de la terapia bioenergética la valoración de la
integración mente-cuerpo y la exploración de la energía como herramientas para el
crecimiento personal y la sanación emocional.
Tanto la terapia Bioenergética como la terapia Gestalt parten desde una perspectiva global
y holística (del griego holos, el todo) del ser humano. El hombre es aprehendido en su
globalidad, en sus cinco dimensiones principales: física, afectiva, racional, social, y
espiritual. Se trata en todo momento de trabajar al mismo tiempo el plano físico, emocional,
intelectual, social, espiritual. No se trata de momentos de trabajo corporal alternados con
otros de intercambio verbal. Ambas terapias proponen un enfoque global, holístico.
La psicología gestalt, desarrollada por Fritz Perls, Laura Perls y Paul Goodman en la
década de 1940, se enfoca en la conciencia del "aquí y ahora", la integración de las partes
de la persona y la responsabilidad personal en el proceso de cambio y crecimiento personal.
Su énfasis en la experiencia presente y la conexión entre mente y cuerpo la vincula con la
corriente más amplia de la psicoterapia humanista, que pone énfasis en el potencial humano
para el crecimiento y la autorrealización.
La terapia bioenergética, desarrollada por Alexander Lowen y John Pierrakos en la década
de 1950, se centra en la liberación de la energía bloqueada en el cuerpo para promover la
salud emocional y el bienestar. Utiliza ejercicios físicos, respiración y técnicas de expresión
emocional para desbloquear esta energía y facilitar el crecimiento personal. Aunque la
bioenergética también enfatiza la conexión entre mente y cuerpo, su enfoque específico en
la energía corporal y la liberación de tensiones físicas puede haber tenido un impacto en el
desarrollo de la gestalt.
Si bien la psicología gestalt no se derivó directamente de la bioenergética, hay influencias
de la bioenergética que podrían haber contribuido al desarrollo de la gestalt en el contexto
más amplio de la psicoterapia humanista y existencial.
Algunas de estas influencias podrían incluir:
1. Enfoque en la integración mente-cuerpo: Tanto la bioenergética como la gestalt
comparten un enfoque en la interconexión entre la mente y el cuerpo. La idea de que la
salud emocional está influenciada por la liberación de tensiones físicas y emocionales
podría haber resonado con los fundadores de la gestalt.
Desde la bioenergética se trabaja más la parte corporal, pero sin olvidar en ningún caso
todo el trabajo de integración posterior. La simple práctica de los ejercicios bioenergéticos
no es suficiente para reducir los patrones de tensiones y bloqueos musculares y resolver los
problemas que produjeron las tensiones. Hay que comprender esos patrones. Esto se realiza
por una doble vía. Por un lado la práctica de los ejercicios o técnicas que el terapeuta
propone y por otro el análisis concienzudo de todos los factores que han contribuido al
problema.
Para hacer un tratamiento bioenergético, el cuerpo terapéutico es la clave de todo. Al
cuerpo terapéutico como algo diferente al cuerpo terapéutico se llega a él por muchos
caminos: la actividad muscular, el reblandecimiento del diafragma, la entrada de la
respiración abdominal y torácica, el desbloqueo de las articulaciones… Desde la Gestalt el
cuerpo no tiene tanta preponderancia. En Gestalt el síntoma corporal se utiliza como puerta
de entrada permitiendo un contacto directo con el cliente. En realidad en Gestalt se trabaja
atendiendo en todo momento, con un darse cuenta constante, lo que surge de forma
espontánea, tal como vienen y cuando viene. Están especialmente atentos a todas las
manifestaciones corporales de su cliente: a las posturas y movimientos aparentes, pero
también a los micro gestos semiautomáticos una especie de “lapsus del cuerpo” que revela
procesos a menudo inconscientes… también controlan el tono de voz, el ritmo de la
respiración, así como la circulación sanguínea perceptible por la palidez o enrojecimiento
de la piel. No pierden de vista que el cuerpo es a la vez expresión personal (estoy cansado)
y lenguaje o comunicación interpersonal (te demuestro que estoy cansado). Como dice S.
Ginger: Un trabajo emocional que luego no se comparta verbalmente suele dejar pocas
huellas duraderas y aprovechables mientras que un trabajo verbal que no va acompañado de
una participación emocional y corporal conlleva pocas modificaciones profundas a corto
plazo y precisa de numerosas repeticiones. Sólo la conjunción de ambas-emoción y
verbalización- parece permitir transformaciones que son al mismo tiempo
rápidas, profundas y duraderas. No basta con la palabra, para que resulte eficaz debe estar
habitada: necesita “encarnarse”.