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C-210-21

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Sentencia C-210/21

RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACION EN MATERIA


CIVIL-Improcedencia de recurso contra auto que inadmite la demanda

En conclusión, para la Corte no se vulnera la igualdad, el debido proceso, el


acceso a la administración de justicia y la prevalencia del derecho sustancial ,345F345F

dado que hace parte del margen de configuración normativa procesal el


consagrar por el legislador la procedencia de un recurso en relación con
determinadas actuaciones judiciales y la vez excluir expresamente de las mismas
tal recurso, a partir de la evaluación de la necesidad y razonabilidad de plasmar
tal distinción . Entonces, el aparte impugnado goza de un principio de razón
302F

suficiente que justifica desde la razonabilidad y proporcionalidad la limitación


al derecho de defensa y contradicción para beneficio del interés superior de la
celeridad procesal, respecto de una providencia interlocutoria como es la que
inadmite la demanda de casación civil, no selecciona o declara desierto el
recurso extraordinario.

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Informalidad y
requisitos mínimos

CONCEPTO DE VIOLACION EN DEMANDA DE


INCONSTITUCIONALIDAD-Razones claras, ciertas, específicas,
pertinentes y suficientes

ACCION PUBLICA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Ponderación


entre eficacia del principio pro actione y cumplimiento de requisitos

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD POR


VULNERACION DEL PRINCIPIO DE IGUALDAD-Requisitos en la
carga argumentativa

JUICIO DE IGUALDAD-Inexistencia de término común de


comparación

INHIBICION DE LA CORTE CONSTITUCIONAL POR


INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA-Incumplimiento de
requisitos de certeza y suficiencia en los cargos

JUICIO INTEGRADO DE IGUALDAD-Criterio de comparación,


patrón de igualdad o tertium comparationis

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Cumple con los


requisitos de aptitud sustantiva en cargo por violación del principio de
igualdad

PRINCIPIO PRO ACTIONE EN DEMANDA DE


INCONSTITUCIONALIDAD-Examen de los requisitos no debe ser
sometido a un escrutinio excesivamente riguroso y debe preferirse una
decisión de fondo antes que una inhibitoria

DERECHO A LA IGUALDAD-Criterio indispensable a la concreción de


los demás derechos
AMPLIO MARGEN DE CONFIGURACION LEGISLATIVA EN
MATERIA DE PROCEDIMIENTOS JUDICIALES-Reiteración de
jurisprudencia

LIBERTAD DE CONFIGURACION LEGISLATIVA EN RECURSO


PROCESAL-Alcance

LEGISLADOR EN RECURSO DE CASACION-Regulación

AMPLIA FACULTAD LEGISLATIVA EN MATERIA DE


PROCEDIMIENTOS JUDICIALES-Límites

IGUALDAD-Triple papel en el ordenamiento


constitucional/IGUALDAD-Pilar fundamental del Estado Social de
Derecho

IGUALDAD-Dimensión formal/IGUALDAD-Dimensión sustantiva o


material

IGUALDAD-Concepto relacional/IGUALDAD-Concepto relativo

DERECHO A LA IGUALDAD-Trato diferente

PRINCIPIO DE IGUALDAD-Mandatos que comprende

PRINCIPIO DE IGUALDAD PROCESAL-Alcance

NORMA PROCESAL-Determinación de cuándo resulta


discriminatoria/ACTUACION PROCESAL-Trato legal discriminatorio
entre personas relacionadas

PRINCIPIO DE IGUALDAD PROCESAL-Excepciones/PRINCIPIO


DE IGUALDAD PROCESAL-Parámetros

JUICIO INTEGRADO DE IGUALDAD-Etapas de su análisis y


modalidades del test de igualdad según el grado de intensidad

DEBIDO PROCESO-Aplicación a todo tipo de actuaciones judiciales y


administrativas

DERECHO AL DEBIDO PROCESO-Derechos que comprende

DERECHO DE DEFENSA-Garantía del debido proceso

DERECHO DE ACCESO A LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA-


Concepto y contenido
PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL EN NORMA
PROCESAL-Alcance
RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACION-Jurisprudencia
constitucional

RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACION-Origen y funciones

RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACION-Definición


RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACION-Procedencia
excepcional

RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACION DENTRO DEL


SISTEMA CONSTITUCIONAL-Expresión del carácter unitario del
Estado

RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACION-No involucra un


concepto vacío o neutro, sino que se trata de un instituto cuya naturaleza
no puede ser alterada de manera antojadiza por el legislado

JUICIO DE IGUALDAD-Intensidad leve

DERECHO DE ACCESO A LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA-


Exige celeridad, economía y eficacia en los procesos

RECURSO DE CASACION-Cada régimen procesal está sometido a


reglas específicas

Aunque se sostuvo que las finalidades generales del recurso de casación son
comunes a las tres especialidades -laboral, penal y civil-, sin embargo,
observados los procedimientos establecidos el legislador puede regular de
forma diferente los procesos con base en los diversos bienes jurídicos objeto de
protección .
306F306F

DERECHOS DE DEFENSA Y CONTRADICCION-No son absolutos


y pueden ser limitados por el legislador, siempre que no se afecte su
núcleo esencial, observe criterios de razonabilidad y proporcionalidad y no
desconozca otros derechos fundamentales

DERECHO AL DEBIDO PROCESO-Tensiones entre diferentes


garantías que lo integran

PRINCIPIOS DE CELERIDAD Y EFICIENCIA-Deben encontrar un


equilibrio con el derecho al debido proceso

PROCESOS JUDICIALES-Rol del juez en el Estado Social de Derecho

FACULTAD DE CONFIGURACION LEGISLATIVA EN


MATERIA DE PROCEDIMIENTO JUDICIAL-Condiciones para fijar
modelos de procedimiento que prescindan de determinadas etapas o
recursos

INADMISION DE RECURSO DE CASACION-Motivada y tramitada


conforme las reglas y requisitos que establezca la ley

El derecho a la tutela judicial efectiva implica una respuesta de inadmisión por


la Sala de Casación Civil debidamente fundamentada, en acatamiento del
principio pro actione, que impida que determinadas interpretaciones y
aplicaciones obstaculicen o eliminen sin justificación el derecho a conocer y
resolver en derecho y de fondo sobre la pretensión sometida. De lo contrario,
podrían resultar comprometidos derechos como la igualdad en la aplicación del
derecho, el debido proceso, el acceso a la administración de justicia y la
prevalencia del derecho sustancial.
Referencia: expediente D-13796.

Demanda de inconstitucionalidad contra el


artículo 346 (parcial) de la Ley 1564 de 2012,
Código General del Proceso.

Accionante: Luis Heladio Jaimes Flórez.

Magistrado Ponente:
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS.

Bogotá, D.C., primero (1) de julio de dos mil veintiuno (2021).

La Sala Plena de la Corte Constitucional, en ejercicio de sus atribuciones


constitucionales, una vez cumplidos los requisitos y trámites establecidos en el
Decreto ley 2067 de 1991, profiere la siguiente:

SENTENCIA

I. ANTECEDENTES

1. En ejercicio de la acción de inconstitucionalidad, el ciudadano Luis


Heladio Jaimes Flórez demandó el artículo 346 (parcial) de la Ley 1564 de 2012,
Código General del Proceso (CGP). Por auto de 01 de septiembre de 2020 se
inadmitió la demanda 1, la cual una vez corregida se admitió en proveído de 25
0F0F0F

de septiembre, disponiendo la práctica de pruebas 2; comunicación de iniciación 1F1F1F

del asunto 3; fijación en lista 4; invitación a participar a organizaciones,


2F2F2F 3F3F3F

autoridades y universidades 5; y, finalmente, correr traslado a la Procuraduría


4F4F4F

General de la Nación 6. 5F5F5F

II. NORMA PARCIALMENTE ACUSADA

2. El aparte demandado reza:

“LEY 1564 DE 2012 7 6F6F6F

(julio 12)

1 Falta de especificidad, pertinencia y suficiencia.


2 Se solicitaron antecedentes legislativos y concepto del Instituto Colombiano de Derecho Procesal.
3 A la Presidencia del Congreso de la República, a la Presidencia de la República y al Ministerio de Justicia y del Derecho.
4 A efectos de la intervención ciudadana.
5 A la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia; al Consejo Superior de la judicatura; a la Defensoría del

Pueblo; al Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal; a la Academia Colombiana de Jurisprudencia; a la Escuela de


Actualización Jurídica; y a los decanos de las facultades de derecho de las universidades de los Andes, Libre de Colombia,
Pontificia Universidad Javeriana, Nacional de Colombia, de Caldas, de Manizales, Externado de Colombia, del Rosario, Santo
Tomás, de La Sabana y Sergio Arboleda.
6 Emitir el concepto de rigor.
7
Diario Oficial No. 48.489 de 12 de julio de 2012
Por medio de la cual se expide el Código General del Proceso y se dictan otras
disposiciones.

EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA

DECRETA:

ARTÍCULO 346. INADMISIÓN DE LA DEMANDA. La demanda de casación será


inadmisible en los siguientes casos:
1. Cuando no reúna los requisitos formales.
2. Cuando en la demanda se planteen cuestiones de hecho o de derecho que no fueron
invocadas en las instancias.
A la Sala de Casación Civil le compete dictar el auto que inadmite la demanda. Contra
este auto no procede recurso”. [Resaltado al margen del texto transcrito]

III. DEMANDA

3. El accionante refiere que lo impugnado desconoce el preámbulo y los


artículos 1°, 2°, 5°, 13, 29, 228, 229, 366 de la Constitución, así como los
artículos II y XVIII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, 1º y 6º de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano,
2.1, 3º y 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 1º y 24 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

4. Trayendo a colación distintas decisiones de este tribunal, estructura la


extensa demanda presentada 8 en cuatro cargos de inconstitucionalidad, que se
7F7F7F

sintetizan así:

Violación del principio de igualdad

5. Inicialmente precisa que el auto que inadmite la demanda de casación es


propiamente de rechazo que en últimas declara desierto el recurso extraordinario,
con el agravante de que contra él no procede recurso y no hay término legal para
subsanarla. Al hacer improcedente el recurso contra el auto que inadmite
(rechaza) la demanda de casación, afirma que siguiendo el test de comparación 9 8F8F8F

es factible desprender un trato discriminatorio, pues el legislador sí lo concede


frente a otras actuaciones, a saber: (i) autos inadmisorios y/o de rechazo de
demandas de menor entidad 10; (ii) autos de menores implicaciones en el trámite
9F9F9F

del recurso extraordinario de casación 11; (iii) autos que inadmiten demandas de
10F10F10F

casación (rechazo) en otras especialidades de la jurisdicción ordinaria 12; y (iv) 11F11F11F

autos que inadmiten y/o rechazan demandas en el trámite del recurso


extraordinario de revisión en las especialidades civil, de familia y laboral 13. 12F12F12F

6. Asegura que al negar el recurso ordinario al auto que inadmite la demanda


de casación queda frustrada toda aspiración de realización los fines de la

8 Consta de 125 folios (escrito de subsanación).


9 Alude a las situaciones comparables y al presunto trato discriminatorio introducido (iniciales dos criterios de comparación).
10 Así acontece frente a los autos que rechazan la demanda en cualquier proceso de las especialidades civil y de familia (inciso

quinto art. 90 CGP), inadmiten la demanda en cualquier proceso en las especialidades civil, de familia y laboral (inciso quinto
art. 90 CGP), rechazan la corrección, aclaración y reforma a la demanda en esas especialidades (arts. 93, 31 y 321 CGP),
rechazan la contestación de la demanda, corrección y aclaración o reforma en las especialidades señaladas (arts. 96, 97, 318 y
321 CGP), declaran probada una excepción previa que finaliza la actuación y devuelve la demanda en tales especialidades
(arts. 100, 101, 318 y 321 CGP) y niegan mandamiento ejecutivo en las especialidades anotadas (arts. 430, 438, 318, 321
CGP).
11 Así ocurre frente a los autos que niegan el recurso de casación (reposición y queja, arts. 352 y 353), deciden sobre la

admisión del recurso de casación (arts. 342 y 318 CGP), resuelven sobre la admisión del recurso de casación (arts. 331 y 318
CGP), se profieran por el magistrado sustanciador dentro del trámite del recurso de casación (arts. 331 y 318 CGP), admiten
la demanda de casación (arts. 348 y 318 CGP) y declaran prematura la concesión del recurso (art. 318 CGP).
12 Así se presenta en las especialidades laboral (arts. 93 y 63 CPT y SS) y penal (184 y 176 CPP).
13 Así acaece ante los juzgados de circuito, tribunales superiores y Corte Suprema de Justicia (arts. 358, 90 y 318 CGP, civil y

familia, y arts. 31 a 34 Ley 712 de 2011(sic) y art. 63 CPT y SS).


casación 14, porque contrariamente el legislador le concede recursos, en
13F13F13F

particular el de reposición, a otras actuaciones con evidente trato discriminatorio


y en claro perjuicio de quien lo presente. El legislador vulnera el principio de
igualdad al regular lo relativo al recurso frente al señalado auto de manera
diferente a como lo realiza en la otra cara de los escenarios comparados, siendo
que se trata, todos ellos, de situaciones jurídico procesales iguales, por lo que
encuentra inadmisible que tengan trato distinto cuando cada uno de los cuatro
paralelos muestra que el tratamiento debe ser igual.

7. De las actuaciones que permiten conceder recursos desprende que


permiten identificar los sujetos y bienes comparables, así como el
desconocimiento de la igualdad formal, relacional y relativa en relación con los
sujetos (recurrentes) y la materia (improcedencia del recurso).

8. En cuanto al criterio empleado (juicio de proporcionalidad) 15 considera 14F14F14F

que el fin perseguido no es válido constitucionalmente, al no ser posible suprimir


la actividad litigiosa o alguna área de ella o de reducirla, menos para reivindicar
simplemente la autoridad de las decisiones de la Sala de Casación Civil.
Particularmente, contrarían los fines esenciales del Estado, desdice del deber de
las autoridades de proteger a todas las personas en sus bienes y derechos,
quebranta la dignidad humana, inobserva la primacía de los derechos
inalienables de la persona, desatiende la igualdad de trato y de oportunidades.
Adicionalmente, hay una falta de relación causal entre el medio y el objetivo.

9. De llegar a ser válido el objetivo encuentra que en todo caso el trato


desigual carece de razonabilidad, porque no satisface la proporcionalidad en
sentido estricto entre el medio y el fin. El medio escogido no es adecuado para
acelerar el trámite de los procesos y que tengan una duración razonable, toda vez
que está después de haber transitado las dos instancias, cuando ha sido concedido
y admitido el recurso de casación. Explica que la celeridad procesal está
realmente en el rendimiento operativo de la Sala de Casación, además que en
perspectiva de la administración de justicia es una noción macro que se conciben
para la generalidad de los procesos 16. 15F15F15F

10. Afirma que el medio escogido tampoco es necesario al ser posible acelerar
el trámite de procesos y que tengan una duración razonable mediante otras
medidas que logren eficazmente ese fin. La estructura del proceso es la que
determina la dinámica y con recurso o sin él tienen una duración razonable
prevista en la ley (arts. 90 inciso sexto, 121 y 317 CGP). Por último, no hay
proporcionalidad en sentido estricto al sacrificar valores y principios
constitucionales más relevantes como la igualdad, justicia y dignidad humana,
privando de que su derrota judicial sea consumada desde una perspectiva
sustancial.

Violación del acceso a la administración de justicia

14 Unificación de la jurisprudencia nacional y realización del derecho objetivo.


15 Tercer criterio de comparación. Informa que en la Gaceta 119 de 2011, el proyecto original presentado por el Gobierno
nacional se contemplaba la procedencia del recurso de reposición contra la Sala de Casación civil respecto del auto que
inadmite la demanda de casación. Más adelante, en la Gaceta del Congreso 114 de 2012, Senado, en el informe de ponencia
aparece como objetivo de la norma: “Artículo 346. Inadmisión de la demanda. En este artículo se elimina la posibilidad de
recurrir el auto que inadmite el recurso de casación, en aras de evitar la litigiosidad y de reivindicar la autoridad de las
decisiones proferidas en este escenario por la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia”. Enfatiza que el
proyecto original giró en torno a una motivación y propósito diferente.
16 Refiere a la incorporación del pro-recurso (art. 318 CGP): “Cuando el recurrente impugne una providencia judicial

mediante un recurso improcedente, el juez deberá remitir la impugnación por las reglas del recurso que resultare
procedentes”.
11. Siguiendo los argumentos por desconocimiento del derecho a la igualdad,
agrega que la norma atacada frustra el eficaz acceso a la administración de
justicia, pues al no poder discutir la legalidad del auto de inadmisión por medio
del recurso de reposición (art. 318 CGP), no hay un legal y definitivo
pronunciamiento sobre el derecho por el cual el recurrente acudió a la
jurisdicción, clausurando toda posibilidad para que por sentencia se les resuelva
de fondo (verdad material) sobre las razones por las cuales acude a la senda
extraordinaria. Considera que se contrarían las garantías procesales por carencia
de mecanismos ante la improcedencia del recurso, no materializar la igualdad
procesal y menos garantizar el examen razonado de los argumentos del
recurrente.

Violación del debido proceso

12. Bajo el contexto anterior determina que al no poder controvertir las


razones de la inadmisión por la imposibilidad de interponer el recurso de
reposición, se impide la materialización del derecho de defensa y,
particularmente, de contradicción, así mismo, al no estar precedida de una razón
suficiente y, por ende, al no ser válida se termina por despojar del principio de
legalidad. Halla que se prohíbe el mecanismo impugnatorio, suprimiendo la
mínima garantía a través de la cual se pudiera controvertir ese específico auto de
inadmisión de la demanda de casación civil.

Violación de la prevalencia del derecho sustancial

13. En línea con lo anterior refiere que, al no contemplarse el recurso de


reposición contra la inadmisión de la demanda de casación, el legislador prefirió
darle trascendencia a una situación puramente instrumental y sin razón valedera
desatender el deber de abrir el espacio procesal adecuado en orden a que
prevalezca el derecho sustancial. Precisa que la norma procesal no puede
constituirse en una barrera infranqueable para la materialización de este principio
constitucional, dado que el procedimiento judicial en sí mismo no es un fin sino
un medio para alcanzarlo en la pretensión de un orden justo. Al suprimir el
recurso de cara a una determinación judicial se impide, con rotundidad, el
reclamo efectivo del derecho sustancial.

IV. INTERVENCIONES
17
Ministerio de Justicia y del Derecho 16F16F16F

14. Solicita a la Corte que declare la exequibilidad del aparte cuestionado,


además de considerar que la demanda no es apta para emitir un pronunciamiento
de fondo. En cuanto al primer aspecto señala que el legislador en ejercicio de la
libertad de configuración estimó que la eliminación de la posibilidad de recurrir
el auto que inadmite el recurso de casación contribuye a disminuir la litigiosidad
en esta sede y a reivindicar la autoridad de los fallos de la Sala de Casación Civil
de la Corte Suprema de Justicia.

15. Estima que el accionante deja de lado la posibilidad de presentar la acción


de tutela contra el auto que inadmite la demanda de casación, además de no
presentarse un acto arbitrario, pues sus decisiones deben estar debidamente
fundamentadas. Explica que el objetivo del legislador resulta plausible en tanto

17
Directora de Desarrollo del Derecho y del Ordenamiento Jurídico, Dra. Olivia Inés Reina Castillo.
consideró la congestión judicial que aqueja a la jurisdicción ordinaria (civil),
además de la necesidad de evitar dilaciones injustificadas.

16. Encuentra que no se formuló un verdadero cargo por violación del principio
de prevalencia del derecho sustancial, al incumplir los requisitos de
especificidad, pertinencia y suficiencia, porque el accionante se limitó a repetir
las razones con las que pretende fundamentar los demás cargos propuestos y,
adicionalmente, expuso una apreciación personal sobre el contenido de la
disposición estudiada.
18
Consejo Superior de la Judicatura 17F17F17F

Informa que los recursos extraordinarios de casación representan una demanda


significativa en la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, desde
la expedición del Código General del Proceso, para lo cual acompaña los
siguientes cuadros sobre ingresos y egresos reportados por los despachos durante
los años 2015-2019:

Sobre la causal de “rechazados o retirados” señala que incluye las inadmisiones


de la demanda sin que el sistema de información identifique la cantidad que
corresponde a cada una de ellos. Para el año 2015 la participación en salidas por
esta causal corresponde a un 32% equivalente a 103 recursos, en el 2016
asciende al 38%, en el 2017 es del 32%, en el 2018 es del 36% y en el 2019
equivale al 28%.
19
Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal 18F18F18F

17. Defiende la exequibilidad del aparte acusado. Inicialmente aduce que el


Tribunal Constitucional español ha sostenido insistentemente con argumentos no
solo aplicables a su ordenamiento jurídico que “el derecho a la tutela efectiva, en
su núcleo principal, implica la obtención de una respuesta jurisdiccional
debidamente fundada, aunque también satisfaga este derecho fundamental una

18
Presidenta, Dra. Diana Alexandra Remolina Botía.
19Catedrático de Derecho Procesal de la Universidad de Salamanca y Coordinador del Programa de Doctorado
Administración, Hacienda y Justicia en el Estado Social, Dr. Lorenzo-Mateo Bujosa Vadell.
respuesta de inadmisión” 20. Añade que “el principio pro actione opera en este
19F19F19F

caso sobre los presupuestos procesales establecidos legalmente para el acceso a


la justicia, impidiendo que determinadas interpretaciones y aplicaciones de los
mismos eliminen u obstaculicen injustificadamente el derecho a que un órgano
judicial conozca y resuelva en derecho sobre la pretensión a él sometida” 21. 20F20F20F

18. Observa que la tutela judicial efectiva (art. 24 CE) al corresponder a “un
derecho prestacional de configuración legal, su ejercicio y efectividad están
supeditados a la concurrencia de los presupuestos y requisitos que, en cada
caso, haya establecido el legislador, que no puede, sin embargo, fijar obstáculos
o trabas arbitrarias o caprichosas que impidan la tutela judicial garantizada
constitucionalmente” 22. En armonía con ello, asegura que el derecho a los
21F21F21F

recursos es de configuración legal que incorpora obtener del órgano judicial


una resolución sobre el fondo de las pretensiones “aunque también se satisface
con una decisión de inadmisión, por razones formales o materiales, siempre que
sea motivada y se funde en la existencia de una causa legal que resulte aplicada
razonablemente” 23. 22F22F22F

19. En el caso planteado recuerda que cuando se trata de acceder a la casación


es porque ha existido una respuesta en primera instancia y, otra, en segunda, solo
entonces cabe acceder a la interposición del recurso extraordinario el cual
cumple fines de alcance constitucional (art. 333 CGP). Quien presenta una
demanda de casación ya ha visto primariamente otorgado el derecho de acceso a
la justicia (tutela judicial efectiva), incluso al recurso configurado legalmente
(apelación y en principio casación), no obstante, es cierto que sería contrario a
las exigencias supranacionales y a las garantías constitucionales si hubiera una
previsión legal y/o una aplicación desproporcionada e injustificada que
restringiera indebidamente los medios de impugnación por establecer causales
irrazonadas o por aplicarlas de manera arbitraria 24. 23F23F23F

20. Encuentra conveniente enmarcar en sus debidos términos la imposibilidad


de recurrir el auto de inadmisión de la demanda de casación. En su concepto se
alega de forma inadecuada la infracción al principio de igualdad, por cuanto “los
términos de comparación no deben ser el auto de inadmisión de la demanda
inicial del proceso, que cumple otras finalidades y protege otros derechos, o los
autos de inadmisión de la demanda de casación en otros órdenes
jurisdiccionales, pues las peculiaridades de cada órgano jurisdiccional pueden
exigir una conformación legal distinta de los actos procesales pues de lo
contrario tendríamos un único proceso para toda la jurisdicción ordinaria”.
Entiende que el legislador tiene margen para valorar los trámites en cada
especialidad procesal, y no se afecta la igualdad porque se configuran como
cauces para la tramitación de pretensiones y resistencias de naturaleza distinta.

21. Comenta que el legislador debe valorar si la configuración de los trámites


favorece o no la celeridad. Subraya que no son solo los medios personales y
materiales, y la voluntad de los operadores jurídicos los que hacen efecto en “el
derecho a un proceso en un plazo razonable. También la configuración legal de
20 Se afirma que “el control constitucional de las decisiones de inadmisión se realiza de forma especialmente intensa cuando
aquéllas determinan la imposibilidad de obtener una primera respuesta judicial (118/1987 (…) 16/1999, entre otras”.
21 STC 63/1999 de 26 de abril.
22 STC 17/2008 de 31 de enero.
23 STC 99/2020 de 22 de julio. Esta decisión agrega que implica, en virtud del artículo 117.3 CE, que “la decisión sobre el

cumplimiento de los requisitos exigidos por las normas para la admisión de los recursos, como materia de legalidad
ordinaria, está reservada a los jueces y tribunales, salvo que sea consecuencia de una aplicación arbitraria de la legalidad,
resulte manifiestamente no razonada o irrazonable o incurra en un error patente”.
24 Aclara que en el derecho comparado no está generalizado el derecho a interponer un recurso de casación, a diferencia de lo

dispuesto en el CGP colombianos (art. 334). Anota que “hay una tendencia hacia la restricción de las posibilidades de
impugnación, sobre todo por los problemas de sobrecarga de asuntos en los tribunales”.
los trámites afecta el derecho fundamental a que la satisfacción procesal se
otorgue sin dilaciones indebidas”. Por ello, infiere que no pude considerarse
irrazonable el eliminar algunos trámites que objetivamente pueden llevar a
alargar la duración del proceso.

22. Ello encuentra que debe relacionarse con las peculiaridades del remedio de
la reposición, como medio de impugnación que debe ser interpuesto y resuelto
por el mismo órgano que resolvió la inadmisión. Advierte que “si fuera
impugnable y se impugnara, el resultado más frecuente sería la reiteración del
contenido del auto de inadmisión. Lo que se pide solo es la posibilidad de
interponer un medio de impugnación no devolutivo, por tanto, es una simple vía
de reconsideración. Sorprende que en una mera petición de reconsideración
cuya respuesta no puede tener, a su vez, ningún control ulterior por otro órgano
de la jurisdicción ordinaria, estén implicados tantos principios fundamentales y
tantos derechos como los que alega el demandante”.

23. En últimas, desprende que la posibilidad de recurrir en reposición no


elimina en absoluto la eventualidad de una arbitrariedad, además que la
resolución sobre la reposición podría ser tan arbitraria como el auto recurrido y
no por ello se está desasistido en un Estado de derecho frente a la arbitrariedad
de los poderes públicos. Así evidencia que “hay otros medios mucho más
eficaces que un recurso de reposición frente a decisiones irrazonadas e
irrazonables de inadmitir una demanda de casación: la aplicación de normas
disciplinarias, e incluso penales, que operan un efecto de prevención general, y
por tanto un efecto disuasorio mucho mayor que la previsión de la posibilidad
que el demandante reclama en el artículo 446 in fine CGP”.
25
Universidad del Rosario 24F24F24F

24. Solicita declarar la inexequibilidad del aparte demandado, con base en las
consideraciones del promotor de la acción de inconstitucionalidad, además de las
que advierte a continuación. En primer lugar, considera que no se le brinda al
justiciable la posibilidad que enmiende los yerros que afectan su demanda, a
pesar de que existe consenso acerca de que lo inadmisible tiene vocación de ser
subsanado (arts. 90 y 358 CGP).

25. Evidencia que la norma adolece de dos inconsistencias: una, que sin mediar
ninguna razón lesiona el principio de igualdad “no solo debido a que discrepa
injustificadamente del tratamiento que a este similar asunto se le da en primera
instancia, sino además porque tampoco resulta coherente con lo que (…) se
regula en ejercicio de ese otro recurso de raigambre extraordinaria como es el
de revisión”; otra, al no observarse qué racionalidad está detrás del hecho de que
mientras el auto que rechaza una demanda -bien sea de plano o posterior- “es
susceptible de ser apelado, el que la inadmite se torne inimpugnable y produzca
la (…) declaratoria de deserción del recurso de casación”.

26. Sin desconocer que el artículo 90 del CGP establece que el auto inadmisorio
de la demanda no es susceptible de reposición, estima que la misma norma
permite controvertirlo de forma indirecta a través de la apelación (cfr. art. 321
CGP). Anota que aun cuando existen escenarios en los que no se contempla la
procedencia del recurso de reposición, en esos casos excepcionales “los sujetos
procesales no quedan huérfanos de tutela judicial efectiva”, en tanto “(i) la
decisión sí admite otros medios para ser impugnada o, en su defecto, porque (ii)
25Decanatura Facultad de Jurisprudencia y Dirección Especialización en Derecho Procesal, Dres. José Alberto Gaitán
Martínez y Gabriel Hernández Villarreal.
la dinámica del obrar procedimental no afecta sus intereses, o (iii) afectándolos
se les dota de otros mecanismos para expresar su disentimiento y ejercer la
contradicción”.

27. Sostiene que la norma cuestionada no solo desconoce el principio de razón


suficiente, sino que supone un ataque frontal para la parte que interpuso el
recurso de casación en el escenario que resulta más sensible al no haber obtenido
lo pretendido en las respectivas instancias, lo cual contraviene el debido proceso
y la dignidad, así como los instrumentos encaminados a materializar el derecho
de impugnación de las providencias 26. Deduce un diseño de corte autoritario que
25F25F25F

privilegia el eficientismo sobre el acceso a la justicia y se decanta por una


irreflexiva apuesta a favor del juez, acogiendo una visión inquisitiva pese a ser
rogado. Permitir que un auto sea escrutado lejos de constituir una afrenta a la
majestuosidad de la Corte Suprema de Justicia, legítima aún más sus decisiones,
fortalece el Estado de derecho y contribuye a una paz con justicia social.

Ciudadano Romario Vergara Castilla

28. Acompaña los argumentos de inexequibidad que plantea el actor. Respecto


a la violación de la igualdad señala que debido a la rigurosidad en su trámite de
la casación es necesario un recurso que permita subsanar las falencias
(formalidades) en que se pueda incurrir. Considera que, aunque exista un margen
de configuración legislativa en la materia, no resulta igualitario que se permita
acudir a la reposición en sede de casación en algunos eventos (laboral y penal),
mientras que en otros no (civil). Agrega que la reivindicación de la autoridad de
la Sala de Casación Civil y la intención de evitar la litigiosidad no serían
argumentos suficientes para justificar el trato desigual, máxime cuando no
encuentra una finalidad constitucional, ni que constituyan el medio para obtener
los objetivos pretendidos.

29. En cuanto al acceso a la administración de justicia manifiesta que resulta


una arbitrariedad que el legislador hubiera suprimido la actividad litigiosa sin
tener un objetivo constitucional, además de apreciar que el establecimiento de un
sistema estrictamente exegético y cerrado subvierte el acceso a la justicia en
condiciones de igualdad. Sobre la afrenta al debido proceso reitera que la medida
legislativa no brinda razones suficientes ni soluciones adecuadas, precisando que
al final las leyes son accesorias a la hora de solucionar problemas acerca de la
eficiencia y la eficacia de las mismas.

30. Por último, destaca la protección y el efectivo ejercicio del derecho


sustancial, más aun teniendo en cuenta que el legislador no debe limitar los
intereses jurídicos de aquellos usuarios que buscan la resolución del conflicto
jurídico, que resulta afectado con la improcedencia del recurso.

V. PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN

31. En su concepto pide declarar la exequibilidad de la expresión demandada.


Al realizar el análisis de constitucionalidad encuentra configurado el tertium
comparationis solamente en cuanto se propone una comparación entre usuarios
de la justicia que presentan demanda de casación en las diferentes especialidades
laboral, penal y civil, y la misma debe ser calificada por la respectiva Sala de
Casación mediante auto interlocutorio. Además, halla como supuesto común el
entendimiento del rechazo de la demanda por incumplir los requisitos formales o
26Artículos 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 8º de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.
presentar un debate que no fue invocado en las instancias procesales, a partir de
la inadmisión de la demanda, su no selección o declaratoria de desierto del
recurso de casación.

32. En esa medida, sostiene que los restantes criterios de comparación que
presenta el accionante no son compatibles con un patrón de igualdad, dado que i)
los autos de inadmisión y/o rechazo de las demandas civiles en primera o única
instancia, responden a requisitos y finalidades “diametralmente opuestas a la
técnica rigurosa (…) para la demanda de casación, en tanto (…) debe demostrar
los yerros de hechos o de derecho en que incurrió el fallo del Tribunal y cumplir
con determinados requisitos formales, para que la Sala de Casación Civil pueda
adelantar el juicio de legalidad que unifique la jurisprudencia, sin constituir una
tercera instancia procesal” 27; ii) los autos dictados en el trámite del recurso de
26F26F26F

casación civil, son proferidos en su mayoría por el magistrado sustanciador 28 27F27F27F

según el Código General del Proceso, lo cual se diferencia de la competencia


radicada en la Sala de Casación Civil, que otorga mayor legitimidad a la
decisión 29; y iii) los autos que inadmiten y/o rechazan demandas en el trámite
28F28F28F

del recurso extraordinario de revisión en la especialidad civil y familia, en cuanto


el objeto de este recurso se dirige contra sentencias ejecutoriadas (excepcionar
cosa juzgada), cuando de forma posterior a su firmeza se establezca con certeza
la existencia de pruebas que no pudieron ser tenidas en cuenta o el carácter
demostrativo varió siendo posible reparar la decisión judicial. Por lo tanto, la
finalidad del recurso, causales y requisitos formales de admisión son
sustancialmente diferentes a los definidos para la demanda de casación y las
razones que pueden motivar su inadmisión.

33. A continuación, determina que la expresión cuestionada genera un trato


desigual respecto a la posibilidad que tienen quienes recurren a la justicia en sus
especialidades laboral, penal y civil, de presentar el recurso de reposición contra
el auto que “en el plano jurídico se asemeja a un rechazo de la demanda de
casación por incumplir los requisitos formales o por plantear cuestiones de
hecho o de derechos que no fueron esbozados en las instancias,
independientemente de que tal rechazo se materialice a través de autos de
inadmisión de la demanda de casación, de no selección de la misma, o de
declaratoria de recurso desierto” 30. 29F29F29F

27 Deduce así que la procedencia de recursos contra autos interlocutorios en el trámite de las instancias, en cualquiera de los
procesos de las especialidades civiles y de familia, como son aquellos que resuelven sobre la inadmisión y/o rechazo de la
demanda, el rechazo de la contestación de la demanda, el declarar probadas las excepciones, entre otros, no constituyen
situaciones de la misma naturaleza que sean susceptibles de compararse con el contexto que apareja el precepto censurado.
28 Artículos 342 y 343 CGP.
29 Aduce que tampoco resulta predicable un patrón de igualdad con el auto que materializa el principio de selección en el

trámite del recurso de casación (art. 247 CGP.), que si bien es dictado por la Sala de Casación Civil y se incluye en la regla
general de procedencia del recurso de reposición, parte de la base del cumplimiento de los requisitos formales por el
recurrente para que sea admitida la demanda de casación, pero es esa Sala la que decide inadmitirlo porque el asunto presenta
una identidad esencial con la jurisprudencia reiterada de la Corte, o porque los errores procesales aducidos no existen o fueron
saneados por las partes sin afectar sus garantías, o cuando no es evidente la trasgresión del ordenamiento jurídico en
detrimento del recurrente. Aclara que lo propio acontece con los autos que fijan audiencia en el trámite de casación, que
decretan pruebas de oficio o que acumulan los fallos (arts. 349 y 351 CGP), los cuales, a pesar de ser proferidos por la Sala de
Casación Civil, tienen una finalidad diferente al contexto que presenta la norma acusada.
30 Anota que en la especialidad laboral el art. 93 del CPT y SS, establece que una vez admitido el recurso de casación se corre

traslado al recurrente para que dentro de 20 días hábiles siguientes presente la demanda de casación, la cual una vez radicada
la Sala de Casación Laboral debe resolver mediante auto interlocutorio si se ajusta a los requisitos formales. El inc. final del
art. 49, Ley 1395/10 establecía que, si la demanda no reúne los requisitos, o no se presentare en tiempo, se declarará desierto
el recurso, y se impondrá al apoderado judicial una multa. La expresión “la demanda no reúne los requisitos, o” fue
demandada y la Corte en sentencia C-203 de 2011 la declaró inexequible aclarando que la presentación en tiempo de la
demanda de casación sin el lleno de los requisitos de ley “es una carga procesal pura, consistente en sustentar de manera
técnica y con las exigencias argumentativas previstas en la ley y por la jurisprudencia de casación laboral, este recurso
extraordinario y de difícil acceso. Más por lo mismo, por ser una carga y no deber ni obligación procesal, las consecuencias
de su incumplimiento no pueden ser sino las desfavorables para sí mismo (el declarar desierto el recurso)” y no la multa
prevista. Contra esta decisión procede el recurso de reposición (art. 63 CPT y SS: recurso ordinario se puede interponer contra
todos los autos interlocutorios). Por su parte, en la especialidad penal (arts. 183 y 184, Ley 906/04) se establece que la
demanda de casación -precisando causales invocadas y fundamentos- se debe presentar ante el respectivo tribunal, quien la
remite a la Sala de Casación Penal para que decida sobre la admisión. Dicha Sala es competente para no seleccionar la
demanda de casación en casos en que i) el demandante carece del interés, ii) no se señala la causal de casación, iii) no se
desarrolla ni se sustenta los cargos, o iv) del contexto se advierte fundadamente que el recurso contra el fallo del Tribunal no
34. Luego se ocupa de presentar los motivos por los cuales la diferencia de
trato está constitucionalmente justificada, para lo cual adelanta un juicio de
intensidad intermedia. De acuerdo con el trámite legislativo asegura que la
finalidad está dada en garantizar la tutela judicial efectiva de los derechos
(duración razonable de los procesos para generar mayor confianza en la justicia y
disminuir la congestión judicial) 31. Advierte que la finalidad de la medida es
30F30F30F

fortalecer el principio de celeridad de la administración de justicia para evitar la


congestión judicial y el uso inadecuado del recurso extraordinario. Es admisible
por ser legítima e importante al efectivizar la justicia, asegurar la convivencia
pacífica y la vigencia de un orden justo (definición pronta de los procesos
judiciales que han agotado las instancias ordinarias).

35. Estima que la consagración expresa que contra el auto que inadmite la
demanda de casación civil no proceden recursos, es un medio adecuado y
efectivamente conducente para garantizar la celeridad procesal y evitar la
litigiosidad innecesaria, y la congestión judicial, máxime cuando esta
providencia es proferida por todos los magistrados de la Sala de Casación Civil,
que blinda y reivindica la autoridad de esa Corte Suprema 32. Precisa que aun 31F31F31F

cuando las finalidades generales del recurso de casación son comunes a las tres
especialidades, “en cada una de ellas el legislador puede regular de forma
diferente los procedimientos porque los principios y los bienes jurídicos que se
protegen son diversos” 33. En principio, en las especialidades laboral y penal los
32F32F32F

bienes jurídicos involucrados son derechos constitucionales de mayor


afectación, cuestión que no acontece de forma representativa en la casación civil,
lo cual justifica aún más el trato diferenciado consagrado autónomamente por el
legislador. Colige así que la expresión censurada no es arbitraria ni caprichosa,
sino que se fundamenta en principios de razonabilidad y proporcionalidad que
justifican el trato diferenciado, no existiendo violación a la igualdad.

36. En línea con ello, estima que no se desconoce el derecho de acceso a la


administración de justicia, el debido proceso y la prevalencia del derecho
sustancial, toda vez que el legislador es competente para establecer la
procedencia de un recurso frente a ciertas decisiones y excluir del mismo otras

se dirige a cumplir las finalidades de la casación. La no selección de la demanda de casación penal equivale a un rechazo por
incumplir requisitos legales y contra esa decisión interlocutoria proceden dos recursos: el de insistencia que se puede
presentar por alguno de los magistrados de la Sala o el Ministerio Público y el de reposición que se puede presentar por el
recurrente por cuanto el art. 176, Ley 906/04 consagra su procedencia contra todas las decisiones que se dictan en el marco
del proceso penal. De tal forma, que el auto de no selección de la demanda es susceptible de reposición. Por último, en la
especialidad civil que incluye familia, comercial, agrario y propiamente civil, el art. 346 del CGP establece que contra el auto
interlocutorio que inadmite la demanda de casación por incumplir los requisitos formales o porque la demanda plantea
cuestiones de hecho o de derecho que no fueron invocados en las instancias, que en la práctica apareja el rechazo de la
demanda de casación, expresamente no procede ningún recurso, ni siquiera el de reposición. Lo anterior, configura una
diferencia de trato en el plano jurídico y fáctico, respecto al trámite que se surte en las especialidades laboral y penal.
31 Informa que se amplió la procedencia del recurso de casación a todos los procesos verbales (Gaceta del Congreso 119 de

2011. Pp. 93-96). Durante el trámite legislativo en la Cámara el art. 346 se contemplaba expresamente la posibilidad de
interponer el recurso de reposición contra el auto que inadmitía la demanda de casación (Gacetas del Congreso 250 y 499 de
2011). En el informe de ponencia para primer debate en comisión primera del Senado (tercer debate) se aludió como finalidad
relevante el fortalecimiento del rol de la Sala de Casación Civil en tanto se amplió la procedencia del recurso de casación no
solo a los procesos verbales sino a todos los declarativos. En procura de facilitar el trabajo de esa Sala, se permitió descartar el
estudio de demandas de casación que sustancialmente no merecen el esfuerzo de la Corte, es decir, la inadmisión de la
demanda de casación a partir del principio de selección. En cuanto al art. 346 se eliminó la posición de presentar recurso
contra el auto de inadmisión de la demanda, incluyendo expresamente que no proceden recursos, para evitar la litigiosidad y
reivindicar la autoridad de las decisiones de la Sala de Casación Civil (Gaceta del Congreso 114 de 2012, pp. 7, 10 y 43). En
el tercer y cuarto debate en el Senado fue aprobada la norma acusada, lo cual motivo que fuese conciliado y finalmente
acogido el texto aprobado en el Senado (Gaceta del Congreso 316 de 2012).
32 Reafirma que según el Consejo Superior de la Judicatura la interposición del recurso de casación civil ha aumentado

significativamente en los últimos años a partir de la ampliación de su procedencia en el CGP, con lo cual ha incrementado la
presentación de demandas que tienen que ser controladas desde su admisión, para que “los esfuerzos de la Corte Suprema de
Justicia se concentren en vivificar las finalidades específicas de la casación en esta especialidad (…) art. 333 del CGP”.
33 Trae a colación que en materia de casación laboral los bienes jurídicos que se garantizan se relacionan con derechos

laborales y de la seguridad social de los trabajadores, pensionales, de sindicalización y de libre asociación. Por su parte, en la
especialidad de casación penal el bien comprometido es la libertad personal y de locomoción. Mientras que en el marco de la
casación civil los bienes jurídicos protegidos mayoritariamente corresponden a asuntos económicos asociados a contratos
civiles y comerciales, bienes muebles e inmuebles y temas patrimoniales que incidente en los integrantes de la familia.
providencias judiciales, a partir de una evaluación de necesidad y conveniencia
de esa decisión, por ejemplo, apelando a la especialidad del asunto materia del
litigio. En este punto, los bienes jurídicos protegidos en casación civil no tienen
la misma afectación de los que son garantizados en la casación laboral y penal,
siendo una diferenciación significativa al momento de juzgar su
constitucionalidad, sobre todo la posibilidad de manifestar contraargumentos y
plantear las inconformidades en las otras especialidades.

37. Afirma que el artículo demandado busca fortalecer el principio de celeridad


para evitar la congestión judicial y el uso inadecuado del recurso de casación
ante el incumplimiento de la carga procesal que tiene el recurrente frente a los
requisitos formales. El legislador dentro del margen de configuración puede
limitar la procedencia del recurso de reposición, porque con ello evita la
litigiosidad innecesaria frente a demandas que carecen del contenido legal
mínimo para habilitar un análisis de fondo. Desprende así que la norma acusada
goza de un principio de razón suficiente que justifica desde la razonabilidad y
proporcionalidad la limitación al derecho de contradicción de una providencia
interlocutoria.

38. Pone de presente que el derecho de acceso a la administración de justicia se


garantiza con el acceso a las instancias procesales ordinarias y que solo
excepcionalmente se cumple en sede de casación. Precisamente, encuentra que la
disposición impugnada contribuye a que los litigios sean concluidos y definidos
con procura de otorgar seguridad jurídica a las partes, ante el incumplimiento de
la técnica propia que se exige para presentar la demanda de casación civil. El
auto que inadmite la demanda debe estar debidamente motivado y, en tal sentido,
el recurrente tiene conocimiento de los argumentos que empleó la Sala de
Casación Civil para arribar a su decisión. Aunque no cuente con los recursos
ordinarios para controvertir esa providencia judicial, si lo estima procedente
puede presentar la acción de tutela señalando en qué consiste la afectación a sus
garantías fundamentales, por lo que cuenta con otro medio para defender los
derechos fundamentales considerados conculcados.

VI. CONSIDERACIONES

Competencia

39. La Corte Constitucional es competente para conocer de la demanda de


inconstitucionalidad presentada contra una ley de la república, en virtud de lo
dispuesto en el numeral 4 del artículo 241 de la Constitución.

Cuestión preliminar: la aptitud parcial de la demanda

Respecto a la igualdad procesal y sus repercusiones en el debido proceso, el


acceso a la administración de justicia y la prevalencia del derecho sustancial

40. Esta Corporación ha determinado 34, en términos del artículo 40.6 de la


33F33F

Constitución, que todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación,


ejercicio y control del poder político, pudiendo interponer acciones públicas en
defensa de la Constitución. Ello permite caracterizar la acción de
inconstitucionalidad como una herramienta de naturaleza pública e informal,
que abandona los excesivos formalismos técnicos o rigorismos procesales en
virtud de la prevalencia del derecho sustancial y del interés general 35.
34F34F

34 Sentencia C-294 de 2019, C-505 de 2020 y C-022 de 2021.


35
Artículos 1º y 228 superiores.
41. Empero, la presentación de dicha acción no está exenta del cumplimiento
de unos requerimientos mínimos 36 que exigen expresar las razones por las
35F35F

cuales se estima violado el texto constitucional 37. De ahí que la acusación debe:
36F36F

i) ser suficientemente comprensible (clara); ii) recaer verdaderamente sobre el


contenido normativo acusado (cierta); iii) mostrar la manera como la
disposición legal vulnera la Carta Política (especifica); iv) exponer argumentos
de naturaleza constitucional y no legal ni doctrinario (pertinente); y v) suscitar
una duda mínima en la pretensión de desvirtuar la presunción de
constitucionalidad (suficiente) 38. 37F37F

42. Sin embargo, el Tribunal al verificar el cumplimiento de la carga mínima


de argumentación no puede llegar al punto de hacer nugatorio el derecho
fundamental a interponer acciones públicas en defensa de la Constitución, por lo
que el análisis de los requisitos de la demanda debe atender el principio pro
actione de tal manera que ante una duda se debe resolver a favor de la
habilitación -regla general- y no de la inhibición -excepción-.

43. Además de los requisitos generales que deben cumplir las demandas de
inconstitucionalidad, como lo reiteró la Corte en la sentencia C-345 de 2019 39, 38F38F

tratándose de la violación del derecho a la igualdad -bajo el requisito de


suficiencia- 40 se deben cumplir unos presupuestos específicos para activar el
39F39F

control de constitucionalidad -tercio de comparación-, a saber: “i) los términos


de comparación –personas, elementos, hechos o situaciones comparables- sobre
los que la norma acusada establece una diferencia y las razones de su
similitud 41; ii) la explicación, con argumentos de naturaleza constitucional, de
40F40F

cuál es el presunto trato discriminatorio introducido por las disposiciones


acusadas y iii) la exposición de la razón precisa por la que no se justifica
constitucionalmente dicho tratamiento distinto, es decir por qué es
desproporcionado o irrazonable 42. Esta argumentación debe orientarse a
41F41F

demostrar que ‘a la luz de parámetros objetivos de razonabilidad, la


Constitución ordena incluir a ese subgrupo dentro del conglomerado de
beneficiarios de una medida’ 43”. 42F42F

44. La Sala, entonces, procederá a analizar si dichos requisitos se cumplen en


los cargos formulados.

Contexto general de la norma acusada

45. Preliminarmente la Corte estima pertinente, aunque ello se desarrollará


con mayor profundidad, reseñar esquemáticamente la regulación del recurso
extraordinario de casación anterior y hoy vigente a efectos de comprender
adecuadamente el contexto en el que se inscribe la disposición parcialmente
acusada. Ello se acompañará de algunas conclusiones a las cuales llegó la
36 Artículo 2º del Decreto ley 2067 de 1991.
37 La carga mínima de argumentación en las demandas de inconstitucionalidad resulta indispensable por cuanto de no
atenderse dicho presupuesto procesal podría frustrarse la expectativa ciudadana de obtener una decisión de fondo. Su
exigencia permite hacer un empleo adecuado y responsable de los mecanismos de participación. Conforme al artículo 241
superior, no corresponde a la Corte revisar oficiosamente las leyes, sino examinar las que efectivamente hubieran sido
demandadas, lo cual implica que solo se pueda adentrar en el estudio y resolución de un asunto una vez se presente en debida
forma la acusación. Cfr. sentencias C-022 de 2021, C-480 de 2020, C-292 de 2019, C-266 de 2019, C-042 de 2018, C-688 de
2017, C-422 de 2016, C-499 de 2015, C-081 de 2014, C-281 de 2013, C-610 de 2012, C-1052 de 2001 y C-447 de 1997.
38
Así lo ha recogido la Corte desde la sentencia C-1052 de 2001, al señalar que las exigencias del artículo 2º del Decreto ley
2067 de 1991 constituyen una carga mínima de argumentación que debe cumplir todo ciudadano.
39 Cfr. sentencias C-283 de 2014, C-257 de 2015, C-372 de 2019, C-513 de 2019 y C-084 de 2020.
40 En la sentencia C-513 de 2019 se señaló que también comprendían los requisitos de especificidad y pertinencia.
41 Sobre el carácter relacional de la igualdad se pueden consultar, entre otras, las sentencias: T-530 de 1997 (…); C-1112 de

2000 y C-090 de 2001 (…).


42 Ver las sentencias C-099 de 2013 (…); C-635 de 2012 y C-631 de 2011 (…), entre otras.
43
Sentencia C-1052 de 2004 (…).
sentencia C-213 de 2017 al comparar tales regímenes y evidenciar los cambios
generados. Veamos:

Casación Código de Procedimiento Civil Código General del Proceso Sentencia


civil Decreto ley 1400 de 1970 Ley 1564 de 2012 C-213 de
2017
Fines de la El recurso de casación tiene por El recurso extraordinario de casación Ampliación
casación fin primordial unificar la tiene como fin defender la unidad e
jurisprudencia nacional y proveer integridad del ordenamiento jurídico,
a la realización del derecho lograr la eficacia de los instrumentos
objetivo en los respectivos internacionales suscritos por Colombia en
procesos; además procura reparar el derecho interno, proteger los derechos
los agravios inferidos a las partes constitucionales, controlar la legalidad de
por la sentencia recurrida. los fallos, unificar la jurisprudencia
nacional y reparar los agravios irrogados
a las partes con ocasión de la providencia
recurrida.
Procedencia El recurso de casación procede El recurso extraordinario de casación Ampliación
y cuantía contra las siguientes sentencias procede contra las siguientes sentencias, temática
del interés dictadas en segunda instancia por cuando son proferidas por los tribunales significativa
para recurrir los tribunales superiores, cuando superiores en segunda instancia:
el valor actual de la resolución 1. Las dictadas en toda clase de procesos
desfavorable al recurrente sea o declarativos.
exceda de cuatrocientos 2. Las dictadas en las acciones de grupo
veinticinco (425) salarios mínimos cuya competencia corresponda a la
legales mensuales vigentes así: jurisdicción ordinaria.
1. Las dictadas en procesos 3. Las dictadas para liquidar una condena
verbales de mayor cuantía o que en concreto.
asuman ese carácter, salvo los PARÁGRAFO. Tratándose de asuntos
relacionados en el artículo 427 y relativos al estado civil sólo serán
en los artículos 415 a 426. susceptibles de casación las sentencias
2. Las que aprueban la partición en sobre impugnación o reclamación de
los procesos divisorios de los estado y la declaración de uniones
bienes comunes, de sucesión y de maritales de hecho.
liquidación de cualesquiera
sociedades civiles o comerciales y Cuando las pretensiones sean
de sociedades conyugales. esencialmente económicas, el recurso
3. Las dictadas en procesos sobre procede cuando el valor actual de la
nulidad de sociedades civiles o resolución desfavorable al recurrente sea
comerciales. superior a un mil salarios mínimos
4. Las sentencias de segundo legales mensuales vigentes (1.000
grado dictadas por los tribunales smlmv). Se excluye la cuantía del interés
superiores en procesos ordinarios* para recurrir cuando se trate de sentencias
que versen sobre el estado civil, y dictadas dentro de las acciones populares
contra las que profieran en única y de grupo, y las que versen sobre el
instancia en procesos sobre estado civil.
responsabilidad civil de los jueces Cuando respecto de un recurrente se
que trata el artículo 40. cumplan las condiciones para impugnar
PARAGRAFO 1o. Estas reglas se una sentencia, se concederá la casación
aplicarán a aquellos recursos interpuesta oportunamente por otro
interpuestos a partir de la vigencia litigante, aunque el valor del interés de
de la presente ley. este fuere insuficiente. En dicho evento y
PARAGRAFO 2o. Cuando la para todos los efectos a que haya lugar,
parte que tenga derecho a recurrir los dos recursos se considerarán
por razón del valor de su interés autónomos.
interponga el recurso, se
concederá también el que haya
interpuesto oportunamente la otra
parte, aunque el valor de interés de
ésta fuera inferior al indicado en el
primer inciso.
Causales 1. Ser la sentencia violatoria de (i) La violación directa de una norma Coincidentes
una norma de derecho sustancial. jurídica sustancial; en buena
La violación de norma de derecho (ii) la violación indirecta de la ley medida
sustancial, puede ocurrir también sustancial, como consecuencia de error
como consecuencia de error de de derecho derivado del desconocimiento
derecho por violación de una de una norma probatoria, o por error de
norma probatoria, o por error de hecho manifiesto y trascendente en la
hecho manifiesto en la apreciación apreciación de la demanda, de su
de la demanda, de su contestación contestación, o de una determinada
o de determinada prueba. prueba;
2. No estar la sentencia en (iii) no estar la sentencia en consonancia
consonancia con los hechos, con con los hechos, con las pretensiones de la
las pretensiones de la demanda, o demanda, o con las excepciones
con las excepciones propuestas propuestas por el demandado o que el
por el demandado o que el juez ha juez ha debido reconocer de oficio;
debido reconocer de oficio. (iv) contener la sentencia decisiones que
3. Contener la sentencia en su hagan más gravosa la situación del
parte resolutiva declaraciones o apelante único; y
disposiciones contradictorias. (v) haberse dictado sentencia en un juicio
4. Contener la sentencia decisiones viciado de algunas de las causales de
que hagan más gravosa la nulidad consagradas en la ley, a menos
situación de la parte que apeló o la que tales vicios hubieren sido saneados.
de aquélla para cuya protección se
surtió la consulta siempre que la
otra no haya apelado ni adherido a
la apelación, salvo lo dispuesto en
el inciso final del artículo 357.
5. Haberse incurrido en alguna de
las causales de nulidad
consagradas en el artículo 140,
siempre que no se hubiere
saneado.
Inadmisión Presentada en tiempo la demanda, La demanda de casación será inadmisible
de la se examinará si reúne los en los siguientes casos:
demanda requisitos formales, sin calificar el 1. Cuando no reúna los requisitos
mérito de los cargos, y en caso formales.
negativo se declarará desierto el 2. Cuando en la demanda se planteen
recurso y ordenará devolver el cuestiones de hecho o de derecho que no
expediente al tribunal de origen. Si fueron invocadas en las instancias.
los encuentra cumplidos, dará A la Sala de Casación Civil le compete
traslado por quince días a cada dictar el auto que inadmite la
opositor que tenga distinto demanda. Contra este auto no procede
apoderado, con entrega del recurso.
expediente para que formule su
respuesta, o a todos
simultáneamente cuando tengan
un mismo apoderado.

Ineptitud de la demanda sobre los supuestos (i), (ii) y (iv). Incumplimiento del
tercio de comparación y, con ello, los requisitos de certeza y suficiencia

46. Como se expondrá a continuación, para la Corte el juicio por vulneración


del derecho a la igualdad en relación con tres de las cuatro actuaciones
predicables de los usuarios de la administración de justicia que identifica el
accionante, no se inscriben en un mandato de trato idéntico, tampoco de un trato
similar, sino de un trato diferente a destinatarios cuyas situaciones no comparten
ningún elemento en común y, a lo sumo, de trato diferenciado pero en la cual las
diferencias son más relevantes. Por tal razón, la Corte comparte el concepto
presentado por la Procuraduría General de la Nación al referir que no cumplen el
tercio de comparación, lo cual permite derivar en el incumplimiento de los
requisitos de certeza y suficiencia en la formulación de los cargos.

Supuesto (i). Inadmisorios y/o de rechazo de demandas de menor entidad -


instancias ordinarias en la especialidad civil-

47. Encuentra la Corte que el criterio equiparación empleado por el


accionante para arribar a la conclusión de que se trata de sujetos comparables a
partir de las actuaciones judiciales que identifica, no es compatible con un patrón
de igualdad, por cuanto se asimila respecto del usuario de la administración de
justicia actos judiciales diferentes, que se desarrollan en etapas procesales
distintas, sobre medios de impugnación que han debido distinguirse, sin observar
el órgano que lo profiere y su carácter o no colegiado.

48. Las actuaciones judiciales en materia civil concernientes a la inadmisión o


rechazo de la demanda por el juez de instancia 44; la corrección, aclaración y
234F43F43F

reforma de la demanda 45; las competencias de las salas civiles de los tribunales
235F44F44F

44 Inciso quinto artículo 90 CGP.


45
Artículo 93 CGP.
superiores 46; la procedencia de los recursos de reposición contra los autos que
236F45F45F

profiera el juez, el magistrado sustanciador y la Sala de Casación Civil, y de la


apelación de las sentencias y autos 47; la contestación de la demanda y la falta de
237F46F46F

contestación o deficiente de la misma 48; las excepciones previas y la 238F47F47F

oportunidad y trámite de las mismas 49; y el mandamiento ejecutivo y los


239F48F48F

recursos contra el mismo 50; atienden para la Sala a una naturaleza, contenido y
240F49F49F

alcance diferentes al previsto para el recurso de casación que inadmite, no


selecciona o declara desierto el recurso. Así mismo, tales actuaciones se cumplen
ante los jueces de única, primera y segunda instancia -sede ordinaria- a
diferencia de la casación -recurso extraordinario- que tiene un objeto diferente
consistente en el control de legalidad con fines primordialmente de unidad e
integridad del ordenamiento jurídico, unificación de la jurisprudencia nacional y
protección de derechos constitucionales 51. 241F50F50F

49. Incluso el actor predica tales actuaciones no solo del recurso de reposición
a pesar de que en ello centra su argumentación 52, sino también de la apelación, 242F51F51F

sin distinción y fundamentación alguna. Menos se puede advertir alguna


similitud respecto a las actuaciones y autos emitidos en las instancias ordinarias
con la providencia que profiere el órgano límite o de cierre de la jurisdicción
ordinaria 53, dictada por los integrantes de la Sala de Casación Civil y, por tanto,
243F52F52F

no solo por el juez o magistrado sustanciador. Adicionalmente, las actuaciones


procesales identificadas constituyen trámites judiciales que se desarrollan en
momentos procesales diferentes -única, primera y segunda instancia-, que no
pueden interrelacionarse con las etapas posteriores, que la distinguen más del
recurso extraordinario de casación civil.

50. Tampoco resulta de recibo la comparación que efectúa el actor entre los
ciudadanos que presentan una demanda de casación y que no pueden presentar el
recurso de reposición contra la decisión a través de la cual se inadmite su
reclamo, y aquellos que tienen la posibilidad de acudir a la reposición cuando
inician el proceso judicial. Ello es así al no tenerse en cuenta las diferencias que
existen entre estos dos sujetos a partir de los supuestos mencionados, que
terminan siendo más relevantes que sus similitudes. Como se explicó, la
casación es un recurso extraordinario que tiene esencialmente una función
sistémica, por lo cual no se la puede confundir con una tercera instancia o con un
mecanismo para enfrentar errores judiciales. En esa medida, la situación procesal
en la que se encuentran quienes inician un proceso judicial en las instancias
ordinarias correspondientes, no es la misma de quien presenta un recurso
extraordinario de casación -no activa una nueva instancia judicial-, pues este
último ha tenido la oportunidad de acceder al sistema de administración de
justicia, esto es, que en dos instancias sus reclamos fueron escuchados, variando
el objeto al control de legalidad limitado y extraordinario sobre los actos del juez
-errores in iudicando o in procedendo-.

51. Como lo manifestó la Procuraduría General, tratándose de los autos


inadmisorios y/o de rechazo de demandas que se formulan en primera o única
46 Artículo 31 CGP.
47 Artículos 318 y 321 CGP.
48 Artículos 96 y 97 CGP.
49 Artículos 100 y 101 CGP.
50 Artículos 430 y 438 CGP.
51 Artículo 333 CGP.
52 Además de los señalamientos en la demanda de inconstitucionalidad presentada, el accionante trajo a colación que en los

dos primeros debates surtidos en la Cámara de Representantes, se había aprobado el proyecto de ley que dio lugar al CGP bajo
la procedencia del recurso de reposición.
53 Corte Suprema de Justicia es una institución encargada de una función pública del mayor rango al disponer que por

intermedio del recurso extraordinario se establezcan correctivos a la diversidad de interpretaciones del derecho por los
distintos jueces de la república, se construya la certeza jurídica en el plano de las decisiones judiciales, se protejan los
derechos constitucionales, entre otros. Cfr. sentencia C-372 de 2011.
instancia, obedecen a unos requisitos y finalidades completamente opuestos a la
técnica rigurosa que se exige para la demanda de casación, que parte del
cumplimiento de requisitos formales y el no planteamiento de cuestiones de
hecho o de derecho no invocados en las instancias -causales de inadmisión- 54, 244F53F53F

para que la Sala de Casación Civil pueda llevar a cabo el control de legalidad
que, entre otros fines, unifique la jurisprudencia nacional, sin que constituya una
tercera instancia procesal. De este modo, la procedencia de recursos contra autos
interlocutorios proferidos en el trámite de las instancias que enlista el accionante,
no constituye para la Corte una situación -usuarios de la justicia- de la misma
naturaleza que el trámite de la casación que, por ende, resulte comparable con las
particularidades y contexto que apareja el precepto legal acusado. Así, se está
ante un mandato de trato diferente a destinatarios cuyas situaciones no
comparten ningún elemento en común, por lo que no es factible habilitar un
juicio integrado de igualdad.

Supuesto (ii). De menores implicaciones en el trámite del recurso de casación


civil

52. Se debe señalar por este tribunal que el criterio de comparación utilizado
para concluir que se está ante sujetos comparables a partir de las actuaciones
procesales que se relacionan no resulta compatible con un patrón de igualdad,
dado principalmente por la asimilación de actos judiciales diferentes -aunque lo
fueran durante el trámite de la casación-, que se cumplen en el desarrollo de
distintas fases de la misma, sobre medios de impugnación disímiles que han
debido distinguirse y sin observar el órgano que lo profiere y su carácter o no
colegiado.

53. Las actuaciones judiciales en el trámite de la casación civil concernientes a


la negativa del recurso de casación por el Tribunal Superior y la procedencia de
los recursos de reposición y queja 55; la decisión sobre la admisión del recurso de
245F54F54F

casación dictado por el magistrado sustanciador 56; la súplica sobre el auto que
246F55F55F

resuelve la admisión del recurso de casación y proferida por el magistrado


sustanciador 57; el que una vez admitida la demanda de casación dispone el
247F56F56F

traslado común 58 y hacen procedente el recurso de reposición 59; para la Sala


248F57F57F 249F58F58F

responden a un contenido y alcance diferente al previsto para el auto que


inadmite, no selecciona o declara desierto la casación. Así mismo, tales
actuaciones en su mayoría se cumplen en la etapa inicial del trámite del recurso
extraordinario, bajo la competencia inicial del tribunal superior que se desarrolla
en su mayoría por el magistrado sustanciador o posterior cuando la demanda de
casación ha sido admitida y se dispone su traslado común.

54. También el actor predica tales actuaciones procesales no solo del recurso
de reposición a pesar de que en ello centralizó su argumentación, sino también
de la queja y la súplica, sin distinción y fundamentación alguna. Menos puede
observarse alguna similitud de los autos mencionados con la providencia que
inadmite, no selecciona o declara desierto la casación, al ser proferidos por la
Corte Suprema de Justicia como máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria y
firmada por los integrantes de la Sala de Casación Civil. Adicionalmente, se
debe precisar que las actuaciones identificadas por el accionante constituyen

54 Artículo 346 CGP.


55 Artículos 352 y 353 CGP.
56 Artículos 342 y 318 CGP.
57 Artículos 331 y 318 CGP.
58 Artículos 348 y 318 CGP.
59
Artículo 318 CGP.
trámites judiciales que se desarrollan en momentos procesales diferentes, aunque
fueran solamente predicables del trámite de casación.

55. Como lo anotó el Ministerio Público, no resulta factible generar un tertium


comparationis a partir de la procedencia del recurso de reposición contra otros
autos que son proferidos en el trámite del mismo recurso de casación civil, por
cuanto la mayoría de las providencias son proferidas por el magistrado
sustanciador 60, lo cual resulta distinto al auto que inadmite la demanda de
250F59F59F

casación civil cuya competencia radica en la Sala de Casación Civil, en procura


de otorgar mayor legitimidad a la decisión. En sentido similar, no resulta
exigible un patrón de igualdad con el auto que materializa el principio de
selección en el trámite del recurso de casación 61, ya que si bien es proferido por 251F60F60F

la Sala de Casación Civil y se incluye en la regla general de procedencia del


recurso de reposición, parte de la base del cumplimiento de los requisitos
formales por el recurrente para que sea admitida la demanda de casación, sin
embargo, es dicha sala la que decide inadmitirlo por verificarse los eventos
mencionados. Lo mismo acaece respecto a los autos que fijan audiencia en el
trámite de la casación y que decretan pruebas de oficio o los que acumulan los
fallos 62, los cuales, aunque son dictados por la Sala de Casación Civil tienen una
252F61F61F

finalidad diferente al contexto que presenta la norma acusada.

56. En suma, se está ante un mandato de trato diferente a destinatarios cuyas


situaciones no comparten elementos comunes aun cuando hagan parte del trámite
de la casación. Como máximo se estaría ante un mandato de trato diferenciado,
pero en cuyo caso las diferencias son más relevantes que las similitudes, como se
ha podido establecer.

Supuesto (iv). Autos que inadmiten y/o rechazan demandas en el trámite del
recurso extraordinario de revisión en las especialidades civil, de familia y
laboral

57. Para esta corporación el criterio de comparación para señalar que se está
ante sujetos comparables a partir de las actuaciones judiciales identificadas, no
resulta compatible con un patrón de igualdad, ya que se asimilan actos diferentes
-aunque tengan un punto común por el carácter extraordinario-, que se
desenvuelven bajo mecanismos con una naturaleza y alcance jurídico totalmente
distinto, y sin observar el órgano que lo profiere y su carácter colegiado.

58. Las actuaciones procesales que comprende el trámite de revisión ante la


Corte o el tribunal que reciba la demanda 63; los recursos contra el auto que 253F62F62F

inadmita o rechace la demanda 64; la procedencia general del recurso de


254F63F63F

reposición en la especialidad civil 65; las causales de revisión, el término para


255F64F64F

interponer el recurso, la formulación del recurso y el trámite ante la Corte o el


tribunal en la especialidad laboral 66; y la procedencia del recurso de reposición
256F65F65F

60 El artículo 342 del CGP establece la procedencia del recurso de reposición contra el auto que resuelve sobre la admisión del
recurso extraordinario de casación, que es proferido por el magistrado sustanciador. Igualmente, el artículo 343 del CGP
determina que, si la demanda de casación es presentada de forma extemporánea, el magistrado sustanciador debe declarar
desierto el recurso y, acudiendo a la regla general del recurso de reposición, contra esa decisión se puede formular el recurso.
61 Artículo 347 del CGP: “Selección en el trámite del recurso de casación. La Sala, aunque la demanda de casación cumpla los

requisitos formales, podrá inadmitirla en los siguientes eventos: 1. Cuando exista identidad esencial del caso con
jurisprudencia reiterada de la Corte, salvo que el recurrente demuestre la necesidad de variar su sentido. 2. Cuando los errores
procesales aducidos no existen o, dado el caso, fueron saneados, o no afectaron las garantías de las partes, ni comportan una
lesión relevante del ordenamiento. 3. Cuando no es evidente la trasgresión del ordenamiento jurídico en detrimento del
recurrente”.
62 Artículos 349 y 351 del CGP.
63 Artículo 358 CGP.
64 Artículo 90 CGP.
65 Artículo 318 CGP.
66
Artículos 31 a 34 de la Ley 712 de 2001, que reforma el Código Procesal del Trabajo.
contra los autos interlocutorios 67; para la Sala tienen una naturaleza jurídica,
257F66F66F

contenido y alcance diferente al auto que inadmite, no selecciona o declara


desierto la casación en materia civil. De igual modo, las actuaciones procesales
identificadas por el accionante parten de una procedencia, causales y trámites
disímiles por la naturaleza del mecanismo extraordinario -revisión y casación- al
interior de la especialidad civil y, con mayor razón, respecto a la laboral.
Adicionalmente, algunas de las actuaciones son predicables del tribunal superior,
mientras que otras solo de la Corte Suprema de Justicia.

59. Aunque la revisión tenga un carácter extraordinario como la casación -


punto de encuentro-, son dos figuras no asimilable 68, como lo ha decantado la 67F

jurisprudencia de este tribunal constitucional 69. Igualmente, tratándose de la


68F68F

casación en materia laboral los bienes jurídicos involucrados son el trabajo y la


seguridad social, entre otros, mientras que en la especialidad civil principalmente
son de orden económico y patrimonial.

60. Como lo señaló la Procuraduría General, no es compatible con un patrón


de igualdad la procedencia del recurso de reposición contra los autos que
inadmiten y/o rechazan demandas en el trámite del recurso extraordinario de
revisión en las especialidades civil, familia -también en laboral-, en tanto dicho
mecanismo se dirige contra sentencias ejecutoriadas, por lo que su finalidad es
excepcionar la cosa juzgada y la inmutabilidad de los fallos judiciales, cuando de
manera posterior a la firmeza y ejecutoria se establezca con certeza la existencia
de pruebas que no pudieron ser tenidas en cuenta o respecto de las cuales el
carácter demostrativo varió, siendo factible reparar la decisión judicial. De allí
que la finalidad del recurso de revisión, como las causales y los requisitos
formales de admisión, difieran sustancialmente a los contemplados para el
recurso de casación, así como las razones que pueden motivar su posible
inadmisión, no selección o declaratoria de desierto.

61. De este modo, se está ante un mandato de trato diferente a destinatarios


cuyas situaciones no comparten elementos comunes, por lo que no es posible
habilitar un juicio integrado de igualdad. Si bien son situaciones jurídico
procesales que pudieran inicialmente asimilarse por constituir mecanismos

67 Artículo 63 del CPTySS (Decreto ley 2158 de 1948).


68 Casación (arts. 333 fines, 334 procedencia del recurso, 336 causales de casación y 343 trámite del recurso, CGP) y revisión
en civil (arts. 354 procedencia, 355 causales y 358 trámite, CGP) y en laboral (arts. 31 causales, 32 término para interponer el
recurso, 33 formulación del recurso y 34 trámite Ley 712 de 2001, CPT) y artículo 63 procedencia recurso de reposición,
CPTySS. De la preceptiva mencionada puede señalarse que mientras la casación tiene por objeto ejercer un control de
legalidad de las decisiones de instancia con fines de unificación de la jurisprudencia nacional, la revisión procede contra
sentencias ejecutoriadas (cosa juzgada judicial) esencialmente ante nuevas evidencias (documentos y sentencias) que habrían
variado la decisión.
69 En la sentencia C-1046 de 2001 se puso de presente las diferencias entre la casación y la revisión en materia procesal civil:

“Así, la casación, (…), no pretende ´enmendar cualquier yerro ocurrido en las instancias, sino que es ´un recurso
extraordinario que pretende lograr la mayor coherencia posible del sistema legal, al lograr el respeto del derecho objetivo y
una mayor uniformidad en la interpretación de las leyes por los funcionarios judiciales´. Es, pues, un recurso extraordinario,
que tiene esencialmente una función sistémica, por lo cual no puede confundírsela con una tercera instancia (…). Por su parte,
la revisión tiene una finalidad distinta pues, como lo destacó la (…) sentencia C-269 de 1998, ella es ´un mecanismo
excepcional contra la inmutabilidad de la cosa juzgada, por la ocurrencia de hechos y conductas contrarios a derecho que, una
vez configurados, desvirtúan la oponibilidad de la sentencia, y por ende, la seguridad jurídica que le sirve de fundamento, al
carecer de un elemento esencial: la justicia que debe inspirar toda decisión judicial´. La revisión no tiene entonces una
finalidad sistémica, como la casación, sino que busca evitar que existan sentencias injustas, y por ello prevé que, dadas ciertas
causales, pueda revisarse el proceso”. De otra parte, en la sentencia C-252 de 2001, también fue puesta de presente la
distinción entre la casación y la revisión. Entre otras consideraciones, se indicó: “la casación no puede confundirse con la
acción de revisión, aunque ambas sean medios de impugnación extraordinarios, pues en la primera se cuestiona la juridicidad
del fallo, es decir, la estricta observancia de la ley y la Constitución y, en la segunda, se cuestiona la decisión judicial porque
la realidad allí declarada no corresponde a la verdad objetiva o real, debido al surgimiento de hechos nuevos que no se
conocieron durante el trámite del proceso penal y que, necesariamente inciden en ella. De ahí que se haya afirmado que la
casación tiene como objetivo ´desvirtuar la doble presunción de acierto y legalidad´, en tanto que ´en la revisión el objetivo es
desvirtuar la presunción de verdad, que ampara la cosa juzgada; por ello en la revisión no hay lugar a considerar errores in
iudicando, ni in procedendo, los que se enmarcan dentro de las causales de casación, ni vicios sobre las pruebas soportes de la
sentencia, ora por falsos juicios de existencia, o de falsos juicios de identidad, o por errores de derecho por falsos juicios de
legalidad. En la revisión la controversia gira entre verdad formal o verdad jurídica y la verdad real o acontecimiento histórico
realmente dado”.
extraordinarios, ciertamente, como se ha establecido, están precedidos de
mayores contenidos de diferencia.

62. Por lo anterior, en cuanto a las tres situaciones advertidas (i), (ii) y (iv)
por el accionante respecto a los usuarios de la administración de justicia, se
debe concluir que el cargo por vulneración del principio de igualdad incumple
los términos de comparación, pues las particularidades de las actuaciones
procesales identificadas determinan un trámite procedimental diferente, de lo
contrario tendríamos un único proceso para toda la jurisdicción ordinaria, por lo
que no es factible derivar un trato desigual. Teniendo en cuenta que para poder
avanzar a la siguiente etapa era un presupuesto necesario haber superado el
tercio de comparación -sujetos equiparables respecto a las actuaciones judiciales
identificadas y establecimiento de un trato desigual-, lo cual no se cumplió, no
resulta posible continuar la siguiente fase del juicio integrado de igualdad.

63. Ello repercute nocivamente en la aptitud sustantiva de los demás cargos


formulados por violación del debido proceso, el acceso a la administración de
justicia y la prevalencia del derecho sustancial, ya que el actor centra su
argumentación en un trato discriminatorio con repercusiones sobre otras
garantías procesales constitucionales, tal como se sostuvo en el proveído
admisorio de la demanda 70. De este modo, al no configurar adecuadamente el
69F69F

concepto de la violación respecto a los tres supuestos por violación de la


igualdad procesal, los restantes cargos soportados en los demás principios y
derechos constitucionales pierden fuerza en su fundamentación para un
pronunciamiento de fondo.

64. Halla la Corte que el accionante incumplió los requisitos generales de


certeza y suficiencia tratándose de demandas de inconstitucionalidad por
violación del derecho a la igualdad. En efecto, los argumentos expuestos
respecto a los tres supuestos advertidos en relación con la norma parcialmente
acusada no resultan ciertos, al partir el actor de una simetría inexistente entre los
procedimientos judiciales respecto a los sujetos procesales, que le permiten
inferir unas supuestas desventajas -trato desigual injustificado- que, sin embargo,
según se ha explicado no se derivan del aparte impugnado al efectuar el ejercicio
de comparación. De esta manera, la demanda de inconstitucionalidad no recae
sobre proposiciones jurídicas reales y existentes, sino sobre planteamientos
hipotéticos productos de la individual percepción del actor.

65. Incumple el requisito de suficiencia porque, además de incumplir los dos


presupuestos formales iniciales del tercio de comparación, las afirmaciones
realizadas en la demanda no permiten advertir una duda mínima de
inconstitucionalidad -desde el incumplimiento del requisito de certeza-, que
hiciera necesario un pronunciamiento de fondo ante la presunción de
constitucionalidad que ampara al precepto cuestionado. Ni aun aplicando el
principio pro actione es posible desprender una demanda apta para un
pronunciamiento de fondo, dado el alcance y la magnitud de las falencias
encontradas.

Aptitud de la demanda sobre el supuesto (iii). Cumplimiento del tercio de


comparación y, con ello, los requisitos de claridad, certeza, especificidad,
pertinencia y suficiencia

70Sobre el particular el auto admisorio de la demanda (29 sept./20) sostuvo: “Analizada la demanda encuentra el magistrado
sustanciador que se plantea una vulneración al principio de igualdad que termina por afectar los derechos al debido proceso,
acceso a la administración de justicia y prevalencia del derecho sustancial”.
66. Resta por establecer si el supuesto (iii) mencionado por el accionante
cumple el tercio de comparación, el cual radica en que los usuarios de la
administración de justicia a quienes se les “rechaza” la demanda de casación en
las diferentes especialidades laboral, penal y civil, bien sea bajo la figura de la
inadmisión de la demanda, la no selección de la misma o la declaratoria de
desierto del recurso por incumplir primordialmente los requisitos formales,
cuentan en algunas especialidades -laboral y penal- con la posibilidad de
controvertir esa decisión interlocutoria a partir primordialmente del recurso de
reposición, mientras que en la civil no resulta procedente.

67. Con la finalidad de establecer si respecto a este último supuesto la


demanda resulta apta, la Sala para una mayor comprensión y claridad
acudirá al escrito de subsanación de la demanda en los acápites principales.
Como primer cargo de inconstitucionalidad -violación de la igualdad procesal- el
accionante refiere inicialmente que en el Código General del Proceso el auto de
inadmisión de la casación en últimas declara desierto el recurso extraordinario,
con el agravante de que contra él no procede recurso, no hay término legal para
subsanar las anomalías, ni está concebido auto de rechazo de la demanda
propiamente dicho 71. Luego de destacar la naturaleza y trascendencia del recurso
70F70F

de casación y las cotejas demostrativas de desigualdad y discriminación 72, 71F71F

vislumbra “un trato discriminatorio y, por ende, desigual a quien la presentó,


pues, en sentido contrario, el derecho a recurrir el legislador sí lo concede frente
(…) (iii) a autos que inadmiten (rechazan) demandas de casación en las otras
especialidades de la jurisdicción ordinaria)” 73.
72F72F

68. Precisa el actor que a pesar de la inocultable trascendencia de la casación


como única vía procesal para la creación de jurisprudencia orientada a hacer
tangibles aquellos fines, la disposición acusada “con evidente trato
discriminatorio y, por ende, desigual, en claro perjuicio de quien la presente, le
niega recurso ordinario al auto en que la Sala de Casación Civil inadmita
(rechaza) la demanda de casación, con el cual queda frustrada toda aspiración de
realización de dichos fines; porque por el contrario el legislador le concede
recursos a autos que inadmiten (rechazan) demandas de casación en las otras
especialidades de la jurisdicción ordinaria, como ocurre (a) en la especialidad
laboral, a tono con los artículos 93 y 63 del Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social y (b) en la especialidad penal, en la cual, pese a regular en esa
área del derecho un recurso de casación discrecional, en todo caso estableció
recursos contra el auto que inadmite (rechaza) la demanda de casación penal,
incluso el de insistencia, según los artículos 184 y 176 del Código de
Procedimiento Penal (Ley 906/04)” 74.
73F73F

69. Explica que “aunque la función primordial del recurso extraordinario de


casación es la misma en las tres especialidades de la jurisdicción ordinaria:
unificar la jurisprudencia nacional y proveer a la realización del derecho objetivo
y, por ende, el tratamiento en los respectivos códigos de procedimiento en torno
a los recursos ordinarios contra el auto que inadmita (rechaza) la demanda de
casación ha de ser igual, en las especialidades civil y de familia la norma acusada
se aparta de ello para engendrar una asimetría de trato respecto de lo que sobre la
materia acontece en las otras especialidades de la jurisdicción ordinaria” 75.
74F74F

71 P. 10.
72 Pp. 10-12.
73 P. 12.
74 P. 14.
75
P. 14.
70. Ello le permite al accionante sostener que responde a los dos primeros
interrogantes sobre “¿igualdad entre quienes? (los sujetos pueden ser todo,
muchos o pocos) e ¿igualdad en qué? (los bienes a repartir pueden ser derechos,
ventajas), indispensables, según esa Corte, para patentizar el tratamiento desigual
de la norma acusada” 76. Lo anterior, porque “en una cara dichas cotejas
75F75F

evidencian insoslayable discriminación contra los promotores de recursos de


casación a quienes la Sala de Casación Civil les inadmita (rechaza) su demanda
de casación, que tienen que vivir la impotencia de no poder recurrir el respectivo
auto. Mientras en la otra cara esas cotejas, (…), los allí interesados sí pueden
recurrir autos de esa misma naturaleza, en trámites incluso de la misma
índole” 77.76F76F

71. Más adelante desprende el actor “una medida desigual, amén


discriminatorio, valorada ella bajo la óptica ya de la igualdad formal, ora de la
igualdad relacional o de la igualdad relativa, y tanto en relación con los sujetos
como en relación con la materia” 78. Acto seguido se ocupa de referir a la
77F77F

evaluación del criterio usado por el legislador para instalar el trato desigual,
valiéndose del test de razonabilidad para denotar la presunta inconstitucionalidad
al carecer supuestamente de un objetivo constitucionalmente válido y si
eventualmente lo fuere en todo caso desproporcionado 79. 78F78F

72. Al estudiar el objetivo a través del trato desigual presuntamente fijado


desprende el accionante que no es válido a partir de los antecedentes legislativos,
al hallar que la disposición acusada no hizo parte de los debates iniciales en la
Cámara de Representantes que preveían la procedencia del recurso de reposición.
Aludió a que no se puede suprimir el derecho a ejercer la actividad litigiosa o
reducirla para reivindicar la autoridad de las decisiones de la Sala de Casación
Civil, desatendiendo que toda persona tiene el derecho de recibir la misma
protección y trato, y de gozar de los mismos derechos y oportunidades 80. 79F79F

73. Afirmó que si llegare a ser válido el objetivo en todo caso no resulta
proporcionado, porque el medio escogido no es adecuado para acelerar el trámite
de los procesos y que tengan una duración razonable 81. Tampoco el medio 80F80F

escogido es necesario para obtener ese fin, ya que es posible acelerar el trámite
de procesos y que tengan una duración razonable mediante otras medidas, como
la establecida por el legislador al estructurar por etapas y actos procesales que se
cumplen en los plazos concebidos 82. Igualmente, asegura el actor que entre el
81F81F

medio escogido y el fin perseguido no hay proporcionalidad, porque la celeridad


del proceso y duración razonable sacrifica valores y principios más importantes
al no poder recurrir el auto respectivo pese a que en la otra cara de la
comparación sí lo permite 83. 82F82F

74. Como segundo, tercero y cuarto cargo de inconstitucionalidad, el


accionante con fundamento en el supuesto trato desigual injustificado establecido
76 P. 15.
77 P. 15. Agrega que “La norma acusada propicia una odiosa diferencia entre los recurrentes en casación a quienes la Sala
de Casación Civil les inadmita (rechaza) su demanda de casación y aquellos a quienes se les inadmita o rechaza (…) en
alguna de las otras especialidades de la jurisdicción ordinaria (…) respecto del derecho para recurrir tales autos, originada
en el hecho de que los primeros no lo pueden recurrir, mientras que estos sí”.
78 P. 16. Añade que “Por lo primero, porque a los recurrentes a quienes la Sala de Casación Civil les inadmita (rechaza) la

demanda de casación, les impide recurrir el respectivo auto, mientras que ese derecho se lo concede (…) a los recurrentes de
recurso extraordinario de casación a los cuales el tribunal les niegue conceder ese recurso o con relación a los cuales esa
Sala de Casación resuelva sobre la admisión de ese recurso o declarase prematura la concesión de dicho recurso. Por lo
segundo, porque hace improcedente recurso contra el señalado auto, que inadmita (rechaza) la demanda de casación; pero
lo concede frente a los autos que inadmita o rechacen demandas (…) de casación en la especialidad laboral (…)”.
79 Pp. 16-18.
80 Pp. 18-21.
81 Pp. 24-27.
82 Pp. 27-29.
83
Pp. 29-33.
con la norma legal parcialmente acusada encuentra también la violación del
derecho de acceso a la administración de justicia 84, el debido proceso 85 y la 83F83F 84F84F

prevalencia del derecho sustancial 86, como lo recoge en sus consideraciones


85F85F

principales la presente decisión -acápite de la demanda presentada- 87. 86F86F

75. De conformidad con la reseña de la demanda formulada, la Corte


procederá a verificar si se cumplen las dos primeras etapas del juicio integrado
de igualdad, esto es, (a) si se comparan sujetos de la misma naturaleza o
supuestos susceptibles de cotejarse y (b) si en los planos fáctico y jurídico existe
un trato desigual entre iguales o igual entre desiguales. De cumplirse las
anteriores fases a la luz de los requisitos mínimos de toda demanda de
inconstitucionalidad -claridad, certeza, especificidad, pertinencia y suficiencia-,
(c) se procederá, previa determinación de la intensidad del juicio de
proporcionalidad, a estudiar si los supuestos objeto de la comparación ameritan
un trato diferente al dispensado por la norma legal acusada -igualdad procesal-,
así como si se desconocieron las demás garantías procesales -debido proceso,
acceso a la justicia y prevalencia del derecho sustancial-.

(a) Sujetos a comparar o supuestos susceptibles de cotejarse

76. La Sala encuentra que este presupuesto se cumple, ya que del recuento de
la demanda de inconstitucionalidad se puede advertir, de un lado, están los
usuarios de la administración de justicia 88 en la especialidad civil que no tienen
87F87F

la oportunidad de presentar el recurso de reposición y, de otra parte, los usuarios


de la administración de justicia en las especialidades laboral y penal (Ley
906/04) que sí disponen de la oportunidad de presentar dicho recurso, contra el
auto inadmisorio del recurso extraordinario de casación -decisión que procede en
las tres especialidades-, pertenecientes a la misma jurisdicción ordinaria 89. 88F88F

77. Entonces, el criterio de comparación relevante para determinar que se trata


de sujetos comparables es la calidad de usuarios de la justicia 90, atendiendo que 89F89F

ambos grupos tienen en principio igual derecho de acceder a la administración.


De allí el alegato de presunta violación del principio de igualdad procesal, en
particular respecto a la necesidad de otorgar un trato paritario entre categorías de
sujetos equiparables. En esa medida, su calidad de sujetos procesales dentro de
cada especialidad los hace sujetos comparables, a partir de un patrón de igualdad
que apunta no a comparar los procedimientos judiciales como un todo, sino un
84 Pp. 60-66. El cargo de inconstitucionalidad está dado en que deja al recurrente en imposibilidad de impugnar tal decisión y
así procurar que se enmiende un posible error (p. 4, escrito de corrección de la demanda).
85 Pp. 90-95. El cargo de inconstitucionalidad está dado en que impide la posibilidad de impugnar una decisión de inferior

categoría a la sentencia, que deviene en una decisión condenatoria que niega la posibilidad de lograr la defensa de la unidad e
integridad del ordenamiento jurídico, la eficacia de los instrumentos internacionales, la protección de los derechos
constitucionales, el control de legalidad de los fallos, la unificación de la jurisprudencia nacional y la reparación de los
agravios irrogados a las partes con ocasión de la providencia recurrida, todo ello como consecuencia de la imposibilidad de
impugnar un auto que contenga un posible error (pp. 4-5, escrito de corrección de la demanda).
86 Pp. 120-123. El cargo de inconstitucionalidad está dado en que al prohibir que se cuestione cualquier error cometido por la

Sala de Casación civil al inadmitir el recurso de casación desconoce la prevalencia del derecho sustancial (p. 5, escrito de
corrección de la demanda).
87 Pp. 3-4.
88 Un tratamiento legal discriminatorio no se configura respecto de actuaciones procesales en sí mismas consideradas -como

actos sucesivos en el tiempo son diferentes por naturaleza-, sino que surge entre personas relacionadas con tales actuaciones
(cfr. sentencia C-420 de 2020). Si bien es cierto que el accionante en principio coteja actuaciones procesales finalmente la
demanda los predica de los usuarios de la administración de justicia que son a quienes se les impide poder presentar el recurso
de reposición -especialidad civil-, mientras que en las otras especialidades se les permite -laboral y penal-. En efecto, revisado
el escrito de subsanación de la demanda se observan referencias repetitivas en cuanto a los vocablos “impedir que los usuarios
del servicio de justicia a quienes dicha sala les inadmita (rechace) la demanda de casación”, “legislador prive a los usuarios de
la justicia del bienaventurado derecho a recurrir”, “¿cómo podría ser adecuado a ese objetivo macro sacrificar el derecho
fundamental de unos pocos usuarios del servicio?”, “el legislador prive a algunos usuarios del servicio de justicia del derecho
a recurrir”, “el legislador no puede coartar los intereses jurídicos del puñado de usuarios”, “en evidente perjuicio de esos
usuarios de la justicia, que impotentes ven inadmitidas (rechazadas) sus demandas de casación” y “esa supresión quebranta,
sin justificación, aquellos derechos fundamentales de los usuarios concernidos”.
89 Cfr. párrafos 66-67 y 69-71 de esta decisión.
90 El actor alude a una igualdad entre los sujetos como en relación con la materia bajo una óptica formal, relacional o relativa

(cfr. párrafo 70 de esta decisión).


aspecto específico de los mismos -procedencia o no de la reposición ante el auto
que inadmite la casación-, lo cual genera una duda razonable que se debe abordar
por la Sala Plena 91. 90F90F

(b) Trato desigual establecido

78. Este tribunal también halla cumplido este presupuesto, toda vez que en la
demanda formulada se identifica un trato desigual no justificado por el legislador
al conceder el derecho a recurrir en las especialidades laboral y penal, mientras
que ello no se prevé en la especialidad civil, respecto del proveído inadmisorio
de la casación 92. Este señalamiento parte para el accionante de un común
91F91F

denominador -semejanzas-, a saber, la naturaleza y trascendencia de la casación,


particularmente en cuanto a sus fines primordiales que verifica son los mismos
en las tres especialidades -unificación de la jurisprudencia nacional, realización
del derecho objetivo y protección de los derechos constitucionales, además de la
pertenencia a una misma jurisdicción como es la ordinaria 93. Además, la 92F92F

demanda predica el cuestionamiento -improcedencia de recurso- sobre un acto


procesal específico, aunque común a las tres especialidades, esto es, la
inadmisión (rechazo) de la demanda de casación, que se presenta
primordialmente ante el incumplimiento de los requisitos formales.

79. Como la Corte lo ha sostenido “el juicio sobre la eventual violación al


derecho a la igualdad o sobre la mejor forma de aplicar este principio, no parte
entonces de presupuestos idénticos, ni tampoco de situaciones completamente
diferentes, sino que se efectúa en relación con igualdades y desigualdades
parciales, a partir de propiedades relevantes desde el punto de vista jurídico-
constitucional” 94. Siguiendo este criterio, en los eventos en que concurren tanto
93F93F

igualdades como desigualdades “debe el juez determinar si existen razones


suficientes para mantener un trato igual frente a situaciones en alguna medida
disímiles o si existen razones suficientes para establecer un trato distinto entre
situaciones con algún grado de similitud” 95. Por consiguiente, una vez 94F94F

establecida la existencia de características o criterios de comparación relevantes


entre los grupos a ser cotejados, corresponde a la Corte determinar el juicio de
igualdad por aplicar 96. 95F95F

80. De allí que el planteamiento formulado por el accionante expone un


mandato de trato similar a destinatarios cuyas situaciones presentan similitudes
y diferencias, pero donde las semejanzas son más relevantes a pesar de las
distinciones. Ello es así porque es factible verificar que parte de una institución
jurídico procesal única de rango constitucional (art. 235), que se atribuye al
máximo tribunal dentro de la jurisdicción ordinaria dividida en tres salas (art.
234 superior), lo cual ha permitido sostener que la casación tiene como
características esenciales las siguientes: i) es extraordinario, ii) es excepcional y
iii) es riguroso y formalista, aunque sujeta a la prevalencia del derecho
sustancial 97. En efecto, con independencia de la especialidad, acarrea como
96F96F

hecho común que es un medio extraordinario de impugnación que no activa una


nueva instancia judicial y, por tanto, se centra en realizar un control jurídico

91 Así se sostuvo en la sentencia C-053 de 2018 al sostener la aptitud de la demanda por infracción del artículo 13
constitucional, que permitió abordar como problema jurídico el establecimiento de un trato desigual injustificado y más
gravoso para los militares en comparación con los demás servidores públicos -régimen común-, respecto del grado de consulta
-distintos procedimientos disciplinarios-.
92 Cfr. párrafos 66-70 de esta decisión.
93 Cfr. párrafos 66-68 de esta decisión.
94 Sentencia C-203 de 2011.
95 Ibídem.
96 Desde la sentencia C-040 de 1993 esta Corporación ha señalado que la igualdad constitucionalmente protegida no supone

una paridad “mecánica o aritmética”. Cfr. sentencia C-203 de 2011.


97
Cfr. sentencias C-203 de 2011, T-052 de 2018, SU.113 de 2018 y SU.143 de 2020.
sobre la sentencia -legalidad de los actos del juez de instancia-. Por su función
sistémica, tiene por finalidad general proteger la coherencia del ordenamiento
jurídico, la aplicación del derecho objetivo y la garantía de los derechos
constitucionales, para que el órgano de cierre unifique esencialmente la
jurisprudencia para asegurar la igualdad ante la ley, como medio para construir
certeza jurídica. Además, la inadmisión de la demanda de casación, sin distinguir
la especialidad, se presenta primordialmente por incumplimiento de los
requisitos formales, bajo la égida de la protección efectiva de los derechos
constitucionales.

81. El precepto legal acusado prevé un trato desigual entre sujetos en principio
equiparables o supuestos susceptibles de cotejarse, al beneficiar a las
especialidades laboral y penal que prevén la posibilidad de interponer el recurso
de reposición contra la providencia inadmisoria de casación, sin que ello se
hubiere previsto para la especialidad civil. Ello puede constatarse tratándose de
la casación laboral, ya que en el capítulo XV del Código Procesal del Trabajo y
de la Seguridad Social 98 se contempla el recurso de casación, estableciendo los
263F97F97F

artículos 87 las causales o motivos de procedencia 99, el 90 los requisitos de la 264F98F98F

demanda 100, el 92 la estimación de la cuantía 101 y el 93 admisión del


265F99F99F 266F100F100F

recurso 102, determinando que la si la demanda no reúne los requisitos o no se


267F101F101F

presentare en tiempo la respectiva Sala de Casación declarará desierto el recurso


extraordinario. Por ende, podrá declarar la inadmisión de la demanda que
equivale a su rechazo, decisión contra la cual procede el recurso de reposición,
porque el artículo 63 103 del CPTySS establece que se puede interponer contra
268F102F102F

todos los autos interlocutorios.

82. Por su parte, en la casación penal la Ley 906 de 2004 104 establece en el 269F103F103F

capítulo IX la casación, cuyos artículos 180 y 181 contemplan su finalidad 105 y 270F104F104F

98 Decreto ley 2158 de 1948, sobre los procedimientos en los juicios del trabajo.
99 “1. Ser la sentencia violatoria de la ley sustancial, por infracción directa, aplicación indebida o interpretación errónea. El
error de hecho será motivo de casación laboral solamente cuando provenga de falta de apreciación o apreciación errónea de un
documento auténtico, de una confesión judicial o de una inspección judicial; pero es necesario que se alegue por el recurrente
sobre este punto, demostrando haberse incurrido en tal error y siempre que éste aparezca de manifiesto en los autos. 2.
Contener la sentencia de decisiones que hagan más gravosa la situación de la parte que apeló de la de primera instancia, o de
aquella en cuyo favor se surtió la consulta”.
100 “1. La designación de las partes; 2. La indicación de la sentencia impugnada; 3. La relación sintética de los hechos en

litigio; 4. La declaración del alcance de la impugnación; 5. La expresión de los motivos de casación, indicando: a) El precepto
legal sustantivo, de orden nacional, que se estime violado, y el concepto de la infracción, si directamente, por aplicación
indebida o por interpretación errónea. b) En caso de que se estime que la infracción legal ocurrió como consecuencia de
errores de hecho o de derecho en la apreciación de pruebas, citará éstas singularizándolas y expresará qué clase de error se
cometió”.
101 “Cuando sea necesario tener en consideración la cuantía de la demanda y haya verdadero motivo de duda acerca de este

punto, el tribunal o juez, antes de conceder el recurso, dispondrá que se estime aquella por un perito que designará él mismo.
El justiprecio se hará a costa de la parte recurrente, y si dejares de practicarse por su culpa se dará por no interpuesto el
recurso y se devolverá el proceso al juzgado de primera instancia o se archivará, según el caso”.
102 “Repartido el expediente en la Corte, la Sala, dentro de los veinte días hábiles siguientes, decidirá si es o no admisible el

recurso. Si fuere admitido, dispondrá el traslado al recurrente o recurrentes para que dentro de este término presenten las
demandas de casación. En caso contrario se procederá a la devolución del expediente al sentenciador de origen. Presentada en
tiempo la demanda de casación, la Sala resolverá si se ajusta a los requisitos antes señalados. Si así lo hallare ordenará el
traslado de ella a quienes no sean recurrentes, por quince días hábiles a cada uno, para que formulen sus alegatos. <Apartes
tachados INEXEQUIBLES> Si la demanda no reúne los requisitos, o no se presentare en tiempo, se declarará desierto el
recurso, y se impondrá al apoderado judicial una multa de 5 a 10 salarios mínimos mensuales”. La Corte en la sentencia C-
203 de 2011 declaró inexequible las expresiones “”no reúne los requisitos, o”, aclarando que la presentación en tiempo de la
demanda de casación laboral pero sin el lleno de los requisitos de ley, “es una carga procesal pura, consistente en sustentar de
manera técnica y con las exigencias argumentativas previstas en la ley y por la jurisprudencia de casación laboral, este
recursos extraordinario y de difícil acceso. Más por lo mismo, por ser una carga y no deber ni obligación procesal, las
consecuencias de su incumplimiento no pueden ser sino las desfavorables para sí mismo (el declarar desierto el recurso”, y no
la multa establecida. En la sentencia C-492 de 2016, la Corte declaró inexequible la expresión “y se impondrá al apoderado
judicial una multa de 5 a 10 salarios mínimos”.
103 “Procedencia del recurso de reposición. El recurso de reposición procederá contra los autos interlocutorios, se interpondrá

dentro de los dos días siguientes a su notificación cuando se hiciere por estados, y se decidirá a más tardar tres días después.
Si se interpusiere en audiencia, deberá decidirse oralmente en la misma, para lo cual podrá el juez decretar un receso de media
hora”.
104 “Por la cual se expide el código de procedimiento penal”.
105 “El recurso pretende la efectividad del derecho material, el respeto de las garantías de los intervinientes, la reparación de

los agravios inferidos a estos, y la unificación de la jurisprudencia.


procedencia 106, 183 107 y 184 108 refieren a que vencido el término para
271F105F105F 272F106F106F 273F107F107F

interponer el recurso la demanda se remite a la correspondiente Sala de Casación


para que decida sobre la admisión. Dicha sala es competente para no seleccionar
la demanda, por auto debidamente motivado, que equivale a un rechazo de la
demanda por incumplir requisitos legales, procediendo dos recursos contra la
decisión interlocutoria: el de insistencia que puede ser presentado por algunos de
los magistrados de la sala o por el ministerio público, y el de reposición por el
recurrente en casación. Ello dado que el artículo 176 del CPP instituye que
“salvo la sentencia la reposición procede contra todas las decisiones y se sustenta
y resuelve de manera oral e inmediata en la respectiva audiencia” 109. De otro 108F108F

lado, se precisa que el auto que inadmite una demanda de casación, proferido
dentro de un proceso adelantado según la Ley 600 de 2000 110, no es 274F109F109F

impugnable, como se sostuvo en la sentencia T-133 de 2010, siguiendo la


jurisprudencia reiterada de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia 111.
275F110F110F

83. Por último, en la casación civil el capítulo IV del título único de la sección
sexta del CGP instituye el recurso de casación en materia civil, mercantil, agraria
y de familia. Particularmente, el artículo 346, parcialmente demandado, establece
que contra el auto interlocutorio que resuelve inadmitir la demanda de casación
por no reunir los requisitos formales o plantear cuestiones de hecho o de derecho
no invocadas en las instancias, no procede recurso contra dicho auto de carácter
interlocutorio 112. 111F111F

84. Se configura así una diferencia de trato en el plano fáctico y jurídico en


relación con la especialidad civil de casación, dada la previsión legal
106 “El recurso como control constitucional y legal procede contra las sentencias proferidas en segunda instancia en los
procesos adelantados por delitos, cuando afectan derechos o garantías fundamentales por: 1. Falta de aplicación,
interpretación errónea, o aplicación indebida de una norma del bloque de constitucionalidad, constitucional o legal, llamada a
regular el caso. 2. Desconocimiento del debido proceso por afectación sustancial de su estructura o de la garantía debida a
cualquiera de las partes.
3. El manifiesto desconocimiento de las reglas de producción y apreciación de la prueba sobre la cual se ha fundado la
sentencia. 4. Cuando la casación tenga por objeto únicamente lo referente a la reparación integral decretada en la providencia
que resuelva el incidente, deberá tener como fundamento las causales y la cuantía establecidas en las normas que regulan la
casación civil”.
107 “Oportunidad. El recurso de interpondrá ante el Tribunal dentro de los cinco (5) días siguientes a la última notificación y

en un término posterior común de treinta (30) días se presentará la demanda que de manera precisa y concisa señala las
causales invocadas y sus fundamentos. Si no se presenta demanda dentro del término señalado se declara desierto el recurso,
mediante auto que admite el recurso de reposición”.
108 “Admisión. Vencido el término para interponer el recurso, la demanda se remitirá junto con los antecedentes necesarios a

la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia para que decida dentro de los treinta (30) días siguientes sobre la
admisión de la demanda. No será seleccionada, por auto debidamente motivado que admite recurso de insistencia presentado
por alguno de los magistrados de la Sala o por el Ministerio Público, la demanda que se encuentre en cualquiera de los
siguientes supuestos: Si el demandante carece de interés, prescinde de señalar la causal, no desarrolla los cargos de
sustentación o cuando de su contexto se advierta fundadamente que no se precisa del fallo para cumplir algunas de las
finalidades del recurso. En principio, la Corte no podrá tener en cuenta causales diferentes de las alegadas por el
demandante. Sin embargo, atendiendo a los fines de la casación, fundamentación de los mismos, posición del impugnante
dentro del proceso e índole de la controversia planteada, deberá superar los defectos de la demanda para decidir de fondo.
Para el efecto, se fijará fecha para la audiencia de sustentación que se celebrará dentro de los treinta (30) días siguientes, a la
que podrán concurrir los no recurrentes para ejercer su derecho de contradicción dentro de los límites de la demanda”. Cfr.
sentencias C-713 de 2008 y C-880 de 2014, que refirieron a la selección como norma general reconocida en la ley estatutaria
de la administración de justicia. También se sostuvo que “incorporar un estándar de finalidad a la selección de la casación no
es otra cosa que privilegiar un análisis sustancial de dichos recursos sobre cualquier límite formal. La Sala considera que esto
redunda en un beneficio para el ciudadano, pues no reduce la selección para revisión extraordinaria de un proceso penal que lo
involucra a una interpretación literal y restrictiva de las normas procesales”.
109 La Sala de Casación Penal ha identificado unos supuestos en los que no procede el recurso de reposición (cfr. proceso

número AP3113-2020).
110 Código de Procedimiento Penal.
111 Cfr., entre otros, autos de agosto 20 de 2002, rad. 17.804; octubre 27 de 2004, rad. 22.807 (Sala Plena); enero 30 de 2008,

rad. 27.965; mayo 15 de 2008, rad. 28.889; y octubre 7 de 2008, rad. 29.063.
112 En materia civil el artículo 278 del CGP establece que “las providencias del juez pueden ser autos o sentencias. Son

sentencias las que deciden sobre las pretensiones de la demanda, las excepciones de mérito, cualquiera que fuere la instancia
en que se pronuncien, las que deciden el incidente de liquidación de perjuicios, y las que resuelven los recursos de casación y
revisión. Son autos todas las demás providencias”. Por su parte, el artículo 279 del CGP estatuye: “Salvo los autos que se
limiten a disponer un trámite, las providencias serán motivadas de manera breve y precisa (…)”. Por último, el artículo 318
del CGP señala: “salvo norma en contrario, el recurso de reposición procede contra los autos que dicte el juez, contra los del
magistrado sustanciador no susceptibles de súplica y contra los de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia,
para que se reformen o se revoquen”. En la sentencia T-024 de 2010 se hizo referencia a los autos de trámite (dan curso al
proceso sin que se decida nada de fondo) y los interlocutorios (contienen decisiones y resoluciones, no meras órdenes de
trámite).
establecida para las demás especialidades -laboral y penal- que permiten
interponer el recurso de reposición contra la providencia que inadmite la
demanda de casación.

85. De conformidad con lo expuesto, la Sala Plena encuentra que se cumplen


los dos primeros pasos del tertium comparationis, al haber sido posible
establecer los sujetos a comparar o supuestos susceptibles de cotejarse y que la
expresión demandada genera un trato desigual respecto a la posibilidad que
tienen los usuarios de la administración de justicia en las diferentes
especialidades -laboral-penal y civil- de poder controvertir mediante el recurso
de reposición el auto inadmisorio, que en el plano jurídico se asemeja al rechazo
de la demanda de casación, por incumplir los requisitos formales, con
independencia de que se materialice a través de autos de inadmisión de la
demanda de casación, de no selección de la misma o de declaratoria de desierto
del recurso extraordinario. Adicionalmente, se expuso las razones por la cual
considera el actor que la diferencia de trato no está constitucionalmente
justificada, al proceder incluso a realizar un test de proporcionalidad como se ha
señalado 113.112F112F

86. Ello también habilita un pronunciamiento de fondo sobre los demás cargos
formulados, esto es, respecto al debido proceso, el acceso a la administración de
justicia y la prevalencia del derecho sustancial 114, ya que como se ha 113F113F

mencionado el cargo por desconocimiento de la igualdad procesal (trato desigual


injustificado) irradia y transita (impacta) sobre las demás garantías procesales
que se estiman violadas. En esa medida, los otros cargos presentados a partir de
su interdependencia también exponen los mínimos argumentativos para un
pronunciamiento de fondo.

87. Lo anterior permite develar que la demanda es apta al cumplir los


requisitos mínimos establecidos por la jurisprudencia constitucional para un
pronunciamiento de fondo. En efecto, el concepto de la violación se expone de
manera i) clara al permitir comprender con nitidez la pretensión de
inconstitucionalidad consistente en el establecimiento de un trato desigual
injustificado con repercusiones en otras garantías constitucionales respecto de
quienes pueden presentar el recurso de reposición contra el auto que inadmite la
demanda de casación -laboral y penal-; ii) cierta al partir del contexto normativo
acusado que no permite interponer el recurso en la especialidad civil; iii)
específica al exponer la manera como se contrapone la norma parcialmente
cuestionada a cada una de las disposiciones constitucionales consideradas
infringidas -igualdad, debido proceso, acceso a la justicia y prevalencia del
derecho sustancial-; iv) pertinente al evidenciar razones de naturaleza
constitucional; y v) suficiente ya que al partir de los elementos de juicio
mencionados permite vislumbrar una duda mínima de inconstitucionalidad.

88. El que exista, como lo afirmó esta corporación, “un amplio margen de
configuración del legislador en materia procesal, no implica que, al haber una
diferencia de trato, como en efecto la hay en [la norma demandada], no pueda
afectarse la igualdad. Esta afectación, si bien tal circunstancia debe
establecerse a partir de un análisis, no puede negarse ab initio, con el
argumento de que, al haber un amplio margen de configuración una mera
diferencia de trato no desconoce el principio de igualdad. Como puede verse en
la argumentación de los (…) cargos, la demanda brinda elementos de juicio

113Cfr. párrafos 70-72 de esta decisión.


114En cuanto a este principio constitucional, más adelante la Corte procederá a despachar de manera concreta la solicitud de
inhibición presentada por el Ministerio de Justicia.
para generar dudas sobre la constitucionalidad de [la norma demandada] y,
además, estos elementos son suficientes para adelantar el juicio de
constitucionalidad” 115. 114F114F

89. Así mismo, ha sentado la Corte que cuando los supuestos contemplados en
la demanda involucran la problemática central del asunto, “al tribunal le asiste,
en principio, el deber de examinar de fondo el asunto, como garantía para el
ejercicio de los derechos ciudadanos” 116. Lo anterior ha permitido sostener que
115F115F

una inhibición no puede terminar por suplir el debate constitucional -litigio


formulado- 117, lo cual obedece al principio pro actione ya que ante una duda se
116F116F

debe resolver a favor de la habilitación de una providencia de mérito (regla


general) y no de la ineptitud sustancial de la demanda (excepción) 118. Como se 117F117F

advirtió en la sentencia C-666 de 1996, “la Constitución Política impuso a los


jueces la obligación primordial de adoptar, en principio, decisiones de fondo en
los asuntos”, en acatamiento del derecho de acceso a la administración de
justicia y la prevalencia del derecho sustancial.

90. Finalmente, la posición acogida en esta oportunidad por la Sala Plena de


propender por una decisión de fondo antes que una inhibición responde a la línea
jurisprudencial de la Corte sobre la materia, particularmente a las sentencias C-

115 Sentencia C-605 de 2019.


116 Sentencia C-568 de 2019. En la sentencia C-415 de 2020 se sostuvo que una decisión de fondo posibilita el derecho
ciudadano a participar en el control del poder público y, con ello, el juicio de validez constitucional de las leyes (art. 40.6 y
241.4 C. Pol.), máxime cuando el asunto reviste relevancia constitucional.
117 En la sentencia C-422 de 2016 se sostuvo que “una solicitud de inhibición no puede sustentarse en lo que debe ser objeto

precisamente de discusión y respuesta constitucional, (…) la obligación de este Tribunal e(s) proceder a valorar y responder
de fondo el asunto que nos ocupa” (cfr. sentencias C-294 de 2019 y C-568 de 2019). Así mismo, la Corte ha referido a las
cargas impuestas a los accionantes cuando exceden el ámbito de admisibilidad, pues se inscriben en el estudio de fondo del
asunto (cfr. sentencias C-266 de 2019 y C-109 de 2020).
118 Cfr. sentencias C-568 de 2019, C-064 de 2018, C-094 de 2017, C-584 de 2016, C-499 de 2015, C-081 de 2014, C-511 de

2013, C-589 de 2012, C-978 de 2010 y C-814 de 2009. Sobre el carácter excepcional de las providencias inhibitorias dijo este
Tribunal: “La inhibición, aunque es posible en casos extremos, en los cuales se establezca con seguridad que el juez no tiene
otra alternativa, no debe ser la forma corriente de culminar los procesos judiciales. Ha de corresponder a una excepción
fundada en motivos ciertos que puedan ser corroborados en los que se funde objetiva y plenamente la negativa de resolución
sustancial. De lo contrario, es decir, mientras no obedezca a una razón jurídica valedera, constituye una forma de obstruir, por
la voluntad del administrador de justicia, el acceso de las personas a ella” (sentencia C-666 de 1996). En El Salvador al
ejercer el control abstracto de constitucionalidad la causa de la pretensión lo constituye los motivos de inconstitucionalidad o
fundamento material de la misma, que en términos filosóficos constituyen el título ontológico. SSC CSJ del 14-XII-1995, Inc.
17-95, Considerando II 2.
090 de 2002 119, C-492 de 2016 120, C-493 de 2016 121, C-053 de 2018 122 y C-
118F118F 119F119F 120F120F 121F121F

091 de 2018 123, que han examinado asuntos similares al que nos ocupa.
122F122F

La solicitud de inhibición sobre el cargo por violación de la prevalencia del


derecho sustancial

91. Antes de entrar al estudio de fondo sobre la disposición acusada -supuesto


(iii) mencionado por el accionante-, la Sala Plena debe determinar si como lo
solicita el Ministerio de Justicia se debe inhibir respecto a uno de los cargos
formulados -violación del principio de prevalencia del derecho sustancial (art.
228 C. Pol.)-, al presuntamente incumplir los requisitos de especificidad,
pertinencia y suficiencia dado que el actor se limitó a replicar las razones que
fundamentan los demás cargos -principalmente el derecho igualdad-,
fundamentado en una apreciación subjetiva.

92. Observada la demanda presentada, el accionante al configurar el cargo de


inconstitucionalidad parte de alegar como eje transversal de la demanda la
violación de la igualdad procesal respecto a las cuales estructura un test de
comparación 124 y culmina con un juicio de proporcionalidad 125, lo cual
35F123F123F 36F124F124F

encuentra que repercute en el quebrantamiento de otros principios y derechos, a


saber, el acceso a la administración de justicia, el debido proceso y la prevalencia
del derecho sustancial.

93. La centralidad de la argumentación expuesta por el accionante consistente


en la desigualdad de trato procesal no justificada y su impacto sobre otras
garantías procesales 126 como la prevalencia del derecho sustancial, no puede
37F125F125F

constituirse en un motivo válido constitucionalmente para solicitar la ineptitud


sustantiva de la demanda, como lo pretende el Ministerio de Justicia.
119 Esta corporación estudió si resulta discriminatorio que mientras el Código Contencioso Administrativo prevé la consulta a
favor del Estado cuando el monto de la condena ha excedido los 300 salarios mínimos mensuales y en los casos en los que la
entidad no ha ejercido defensa alguna de sus intereses, el Código de Procedimiento Laboral la estipule para todas las
sentencias de primera instancia adversas a la Nación. Artículos 69 del Decreto ley 2158 de 1948 y 57 de la Ley 446 de 1998.
120 Resolvió como problema jurídico si la norma legal acusada “era incompatible con el principio de igualdad, con el debido

proceso y con el derecho de acceso al sistema de justicia. Esto, por las siguientes razones: (i) primero, porque el derecho
positivo atribuye efectos jurídicos diferenciados a un mismo supuesto de hecho, con fundamento en un criterio de
diferenciación inadmisible; en efecto, mientras en materia civil y en materia penal la consecuencia jurídica por no presentar la
demanda de casación en el plazo legal es la declaratoria de desierta del recurso, en materia laboral el efecto jurídico es,
además de este, la imposición de una multa al apoderado judicial, que oscila entre cinco y diez salarios mínimos mensuales;
(iii) asimismo, la previsión legal seria contraria al debido proceso, en la medida en que prevé una suerte de responsabilidad
objetiva, no contempla un trámite específico para garantizar el derecho de defensa de los abogados sujetos de la medida, y se
superpone al régimen disciplinario, en detrimento del principio de non bis in ídem; (iii) finalmente, la multa se convierte en
una barrera de acceso al sistema de administración de justicia, en contravía del derecho de acceso al aparato judicial, como
mecanismo para la garantía jurisdiccional de los derechos sociales”, declarando la inexequibilidad parcial de la disposición
acusada. Artículo 49, Ley 1395 de 2010.
121 Este tribunal se cuestionó si el legislador al establecer en el artículo 10 de la Ley 1149 de 2007 la sustentación oral del

recurso de apelación dentro de la audiencia de fallo, vulneró el derecho de trato legal igualitario de los usuarios de la
jurisdicción ordinara laboral y de la seguridad social frente a los ciudadanos que acuden a la jurisdicción penal, en tanto estos
últimos cuentan mayores beneficios en lo atinente al tiempo y al modo para sustentar el recurso de alzada. En segundo lugar,
si dicha medida legislativa resulta desproporcionada al establecer una carga procesal que hace nugatorios el derecho a la doble
instancia y al acceso efectivo de la administración de justicia.
122 Se analizó una norma que ordenaba tramitar el grado jurisdiccional de consulta en caso de proferirse fallos disciplinarios

absolutorios en primera instancia en contra de miembros de las Fuerzas Militares, lo cual, de acuerdo con los demandantes
violaba la igualdad porque en ningún otro régimen disciplinario procedía la consulta en esos casos. En dicha providencia se
dijo que “es claro que el patrón de igualdad está marcado por el tratamiento que se da a la procedencia del grado de consulta,
ya que el derecho a un trato igual ante la Ley es predicable de todos los servidores públicos, como una categoría general. […]
Atendiendo a ese patrón de igualdad, la Corte estima que en efecto hay un trato desigual respecto del grado de consulta en los
distintos procedimientos disciplinarios. Por ende, pasa a revisar si ese trato desigual que se presenta respecto del grado
jurisdiccional de consulta entre los distintos regímenes disciplinarios supera o no un test de igualdad”. Artículo 146, Ley 836
de 2003. Esta decisión fue citada en la sentencia C-084 de 2020.
123 El problema jurídico consistió en determinar si: “¿Al impedir el reconocimiento oficioso de la prescripción extintiva por

parte del juez, a diferencia de lo que ocurre en la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, los artículos 282 del Código
General del Proceso y 2513 del Código Civil desconocen el principio de igualdad respecto de los justiciables?”, declarando la
exequibilidad de las disposiciones acusadas.
124 Menciona las actuaciones comparables, el presunto trato discriminatorio introducido y la razón por la que no se justifica el

tratamiento distinto.
125 Indica que la medida legislativa no tiene una finalidad válida constitucionalmente, ni resulta adecuada, necesaria y

proporcional.
126 Como se explicó, el auto admisorio de la demanda (29 sept./20) sostuvo que la demanda plantea un desconocimiento del

principio de igualdad que termina por afectar el debido proceso, el acceso a la justicia y la prevalencia del derecho sustancial.
94. La Corte ha señalado que el derecho a la igualdad “discurre a lo largo y
ancho de toda la Constitución, como un criterio indispensable a la concreción de
los demás derechos previstos a favor de los habitantes del país” 127. En igual 38F126F126F

sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha


manifestado que el principio de igualdad y no discriminación es considerado un
principio básico y general para la salvaguarda de los derechos humanos tanto en
el derecho interno como en el internacional 128. 39F127F127F

95. Y no podría ser de otra manera, concibe este tribunal, dado que constituye
uno de los pilares de cualquier sistema democrático y una de las bases
fundamentales del sistema de protección de los derechos humanos. De esta
manera, la igualdad como principio rector del ordenamiento constitucional
repercute en los demás derechos y libertades fundamentales. Una manifestación
específica de la igualdad se da en el ámbito de la actividad judicial, en el cual
dicho derecho se entrelaza para asegurar las debidas garantías procesales como el
acceso a la justicia, el debido proceso y la prevalencia del derecho sustancial,
que fundamentan un juicio justo 129. 41F128F128F

96. En esa medida, el cargo por vulneración del artículo 228 de la


Constitución resulta específico, pertinente y suficiente, al encontrar esta
corporación, respectivamente, que el accionante: i) explicó de manera precisa
cómo el fragmento acusado se confronta con el principio de prevalencia del
derecho sustancial, ya que al no prever el recurso de reposición contra la
inadmisión de la demanda de casación civil, el legislador supuestamente prefirió
otorgar mayor relevancia a una situación meramente instrumental sin razón
válida, en lugar de abrir el espacio procesal para que prevalezca el derecho
sustancial; ii) desarrolló argumentos que buscan preservar la vigencia de la
Constitución, toda vez que expuso que la norma procesal no se puede constituir
en una barrera infranqueable para la materialización del principio constitucional,
además de estimar que el procedimiento judicial constituye un medio para
alcanzar la finalidad del orden justo; y iii) brinda suficientes elementos de juicio
para generar dudas mínimas de inconstitucionalidad ante la presunción que
ampara al precepto cuestionado, haciendo necesario un pronunciamiento por este
tribunal. Además, los requisitos de claridad y certeza también se satisfacen, ya
que la demanda formulada permite comprender con nitidez la pretensión de
inconstitucionalidad y parte del contexto normativo acusado que considera
desatiende la prevalencia del derecho sustancial, al hacer improcedente el
recurso de reposición en casación civil mientras que sí lo permite en las demás
especialidades -laboral y penal-.

97. De esta manera, resulta procedente un pronunciamiento de fondo por la


Sala Plena sobre el cargo por violación del artículo 228 de la Constitución, al no
configurarse la ineptitud sustantiva de la demanda.

Problema jurídico y metodología de decisión

98. Conforme a los planteamientos formulados en la demanda de


inconstitucionalidad, corresponde a la Corte examinar si el artículo 346 del
Código General del Proceso, al establecer que contra el auto que inadmite la

127 Sentencia C-963 de 2003.


128 OC-18/03 de 17 de septiembre. Serie A No. 18. Cfr. Cuadernillo de jurisprudencia de la Corte IDH. No. 14. Igualdad y no
discriminación.
129 Cfr. Informe No. 176/10. Casos 12.576, 12.611 y 12.612. Chile. 5 de noviembre. Cfr. Igualdad y no discriminación.

Estándares Interamericanos. CIDH. 2019.


demanda de casación civil no procede recurso, viola el principio de igualdad (de
trato procesal), ya que dicha posibilidad –recurrir—sí fue prevista para otras
actuaciones judiciales similares, a saber, en las especialidades laboral y penal de
la jurisdicción ordinaria, lo cual repercute en el desconocimiento del acceso a la
administración de justicia, el debido proceso y la prevalencia del derecho
sustancial 130.43F129F129F

99. Las intervenciones de la Universidad del Rosario y del ciudadano Romario


Vergara Castilla acompañan la inexequibilidad del fragmento demandado, en
tanto que el Ministerio de Justicia y el Instituto Iberoamericano de Derecho
Procesal solicitan la exequibilidad, lo cual es compartido por el concepto de la
Procuraduría General de la Nación.

100. A efectos de resolver el interrogante formulado la Sala Plena desarrollará


como dogmática: (i) la potestad de configuración legislativa en procedimientos
judiciales y sus límites constitucionales; (ii) la igualdad procesal (juicio
integrado), el debido proceso, el acceso a la administración de justicia y la
prevalencia del derecho sustancial; (iii) el recurso extraordinario de casación
civil; para así ingresar a (iv) la resolución del fondo del asunto.

La potestad de configuración legislativa en procedimientos judiciales y sus


límites constitucionales. Reiteración de jurisprudencia

101. En virtud de la cláusula general de competencia normativa prevista en el


artículo 150.2 131 de la Constitución, ha sentado la Corte 132 que el legislador
44F130F130F 45F131F131F

goza de “amplia libertad para definir el procedimiento en los procesos,


actuaciones y acciones originadas en el derecho sustancial” 133. A partir de 46F132F132F

ella, le corresponde al Congreso de la República “regular los procedimientos


judiciales y administrativos” 134 y, particularmente 135, “regular y definir 136,
47F133F133F 48F134F134F 49F135F135F

entre los múltiples aspectos de su resorte legislativo, algunos de los siguientes


elementos procesales: (i) el establecimiento de los recursos y medios de defensa
que pueden intentar los administrados contra los actos que profieren las
autoridades, -esto es, los recursos de reposición, apelación, u otros -, así como
los requisitos y las condiciones de procedencia de los mismos 137. (ii) Las etapas 50F136F136F

procesales y los términos y formalidades que se deben cumplir en cada uno de


los procesos. (iii) La radicación de competencias en una determinada autoridad
judicial, siempre y cuando el constituyente no se haya ocupado de asignarla de
manera explícita en la Carta 138. (iv) Los medios de prueba 139 y (v) los deberes,
51F137F137F 52F138F138F

obligaciones y cargas procesales de las partes, del juez y aún de los terceros
intervinientes, sea para asegurar la celeridad y eficacia del trámite, o para
proteger a las partes o intervinientes, o para prevenir daños o perjuicios en unos
u otros procesos 140”. (Énfasis por la Sala)
53F139F139F

130 El accionante identificada la vulneración del preámbulo y los artículos 1°, 2°, 5°, 29, 228, 229, 366 de la Constitución, así
como los artículos II y XVIII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1º y 6º de la Declaración
de Derechos del Hombre y del Ciudadano, 2.1, 3º y 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 1º y 24 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
131 “Corresponde al Congreso hacer las leyes. Por medio de ellas ejerce las siguientes funciones: (…) 2. Expedir códigos en

todos los ramos de la legislación y reformar sus disposiciones”.


132 Entre los pronunciamientos más recientes y pertinentes pueden citarse la C-031, C-163 y C-290 de 2019.
133 Sentencia C-927 de 2000. Cfr. C-203 de 2011, en la cual la Corte examinó el artículo 49 de la Ley 1395 de 2010 (medidas

en materia de descongestión judicial), en cuyo aparte establecía que si la demanda no reunía los requisitos se declararía
desierto el recurso.
134 Sentencia C-290 de 2019.
135 Cfr. sentencias C-146 de 2015 y C-159 de 2016.
136 Sentencia C-1104 de 2001.
137 Sentencias C-742 de 1999, C-384 de 2000, C-803 de 2000, entre otras.
138 Sentencia C-111 de 2000.
139 Sentencia C-1270 de 2000.
140
Sentencia C-1104 de 2001.
102. Sobre el punto destacado esta corporación 141 precisó que “es la ley, no la 54F140F140F

Constitución, la que señala si determinado recurso -reposición, apelación, u otro-


tiene o no cabida respecto de cierta decisión, y es la ley, por tanto, la encargada
de diseñar en todos sus pormenores las reglas dentro de las cuales tal recurso
puede ser interpuesto, ante quién, en qué oportunidad, cuándo no es procedente y
cuáles son los requisitos -positivos y negativos- que deben darse para su
ejercicio 142”. En correspondencia también ha señalado 143 que “puede instituir
55F141F141F 142F142F

recursos diferentes al de apelación para la impugnación de las decisiones


judiciales o establecer, por razones de economía procesal, las circunstancias y
condiciones en las que proceden y la oportunidad procesal para incoarlos y
decidirlos, e incluso definir cuándo no procede ningún recurso 144”. 57F143F143F

103. En esta medida, este tribunal ha sostenido que “si el legislador decide
consagrar un recurso en relación con ciertas decisiones y excluye del mismo
otras, puede hacerlo según su evaluación acerca de la necesidad y conveniencia
de plasmar tal distinción, pues ello corresponde a la función que ejerce, siempre
que no rompa o desconozca principios constitucionales de obligatoria
observancia. Más todavía puede, con la misma limitación, suprimir los recursos
que haya venido consagrando sin que, por el solo hecho de hacerlo, vulnere la
Constitución Política 145. También hace parte del poder de configuración
58F144F144F

legislativa en materia procesal, con relación a los recursos contra las decisiones
judiciales, precisamente el no consagrarlos” 146. 59F145F145F

104. Incluso en materia penal, donde la doble instancia es trascendente, la


Corte 147 ha evidenciado que “no es forzosa para todos los asuntos que son
60F146F146F

materia de decisión judicial, ´pues el legislador, dentro de la facultad que tiene


de regular su trámite, bien puede decidir en cuáles procede la segunda instancia y
en cuáles no, siempre y cuando con esa determinación no vulnere normas
constitucionales, especialmente, las que consagran derechos fundamentales de
las partes procesales´ 148”. Por lo tanto, se ha colegido que se trata de un
61F147F147F

amplio poder de definición de las reglas procesales en cada juicio, que


sujetan a todos los usuarios y pueden delimitar los derechos de las partes, según
las exigencias constitucionales, como efecto de la valoración legítima que
efectúa el legislador para resolver los conflictos a instancia de los jueces 149. 62F148F148F

105. En cuanto a la regulación de la casación, esta corporación ha manifestado


que por su carácter extraordinario del recurso se justifica “la imposición por el
legislador de ciertas restricciones en cuanto a su procedencia y al modo de

141 Cfr. sentencia C-203 de 2011.


142 Se citan allí, las sentencias C-742 de 1999, C-384 de 2000 y C-803 de 2000, entre otras.
143 Cfr. sentencia C-203 de 2011.
144 Tal como lo ha reconocido (…) en la sentencia C-005 de 1996, fallo en el que la Corte declaró la exequibilidad de varias

normas que establecían la improcedencia de recursos contra ciertas providencias judiciales.


145 “Sentencia C-005 de 1996 (…). Así mismo, cuando en sentencia C-316 de 2001 se dijo que ´la eliminación de una

estructura procedimental no quebranta per se los derechos sustanciales que con ella se vinculan´, pues al ser las normas y las
instituciones procesales entidades que sirven de instrumentos para garantizar la realización del derecho, esto es, ´no fines en sí
mismas, sino vías a través de las cuales se realiza la justicia, su desaparición no afecta automáticamente ningún derecho
sustancial´”. Cfr. C-315 de 2012.
146 Sentencia C-203 de 2011. Cfr. C-492 de 2017.
147 Ibídem.
148 Sentencia C-179 de 1995, donde la Corte declaró la exequibilidad de una norma que establecía la no procedencia de ciertos

recursos en el proceso verbal sumario y en el proceso de ejecución de mínima cuantía. También en sentencia C-377 de 2002,
en (…) que (…) estimó conforme a la Constitución la norma según la cual el auto que inadmite la demanda de una acción
popular era inapelable. En igual sentido, la sentencia C-788 de 2002 en la que se consideró que el hecho de no concederse
ningún recurso contra la decisión de revisión de legalidad por parte del juez de la medida de aseguramiento y las decisiones
que afecten a la propiedad, posesión, tenencia o custodia de bienes muebles o inmuebles, proferidas por el Fiscal General de
la Nación o su delegado no era contrario a la Carta. Lo anterior, pues ´tal limitación no impide cuestionamientos a otras
decisiones distintas de la del control de legalidad que puedan afectar sus derechos´, ´cumple una finalidad legítima,
constitucionalmente relevante, cual es, asegurar la eficacia de la justicia y la celeridad del proceso´, ´el control de legalidad
establecido en la norma cuestionada es adicional al control interno que ejerce la propia Fiscalía´ y ´como quiera que los
fiscales pertenecen a la rama judicial, el control regulado es ejercido por un juez externo a la Fiscalía respecto de la
providencia proferida por otro funcionario judicial´”.
149
Sentencia C-203 de 2011.
ejercitarlo” 150. Ha precisado que la Constitución establece “simplemente
63F149F149F

directrices generales, mas no fórmulas procesales acabadas que regulen su


procedencia y los requisitos para su interposición, trámite y decisión” 151, por lo 64F150F150F

que conforme al artículo 150.2 de la Constitución es competencia del legislador


instituir “los medios de impugnación ordinarios, en desarrollo del principio de
las dos instancias, y los extraordinarios” 152. Puede, entonces, el Congreso
65F151F151F

determinar “qué recursos proceden contra las decisiones judiciales, así como los
requisitos necesarios para que los sujetos procesales puedan hacer uso de ellos,
las condiciones de admisibilidad o de rechazo y la manera en que ellos deben ser
decididos” 153. 66F152F152F

106. Ahora bien, tal potestad de configuración normativa como prerrogativa


esencial de la democracia, ha afirmado la Corte, no está concebida bajo la
fórmula clásica del Estado de derecho y de la soberanía nacional para un legibus
solutus 154, porque el legislador bajo el Estado constitucional, aún con el poder
67F153F153F

que le es reconocido y que el juez constitucional habrá de preservar, se encuentra


sujeto a los valores, principios y derechos constitucionales de la organización
político institucional, debiendo también asegurar la protección ponderada de
todos los bienes jurídicos involucrados, siguiendo los principios de razonabilidad
y proporcionalidad frente a las finalidades para los cuales fueron concebidos 155. 68F154F154F

107. Entonces, el Congreso de la República no dispone de una potestad


omnímoda, ni arbitraria en materia procesal, “sino que en su ejercicio para elegir,
concebir y desarrollar la ley con la que regula los distintos procesos debe
someterse a los límites que impone la Carta” 156. Esto significa que la 69F155F155F

competencia general conferida por el constituyente “permite una regulación


variada de los diferentes procesos, en razón de los bienes jurídicos objeto de
protección y a las distintas finalidades perseguidas en cada caso” 157, sin 70F156F156F

embargo, al no ser dicha facultad absoluta, se debe ejercer “de acuerdo con la
naturaleza de la acción o recurso respectivo” 158 y tampoco podría impedir “el 71F157F157F

desarrollo y desempeño cabal de una entidad de rango constitucional” 159, por 72F158F158F

cuanto “si bien es cierto que el legislador cuenta con atribuciones para establecer
los recursos ordinarios y extraordinarios que preceden contra las decisiones
judiciales, ello no implica que pueda modificar las características esenciales de
cada uno de ellos” 160. 73F159F159F

150 Sentencia C-596 de 2000, en la cual se estudió una demanda contra disposiciones de los códigos de procedimiento del
trabajo, penal y civil, en cuanto a la procedencia de la casación por la cuantía, la pena privativa de la libertad impuesta o error
en la apreciación de la prueba (violación de la norma sustancial) y la cuantía del valor actual de la resolución desfavorable al
recurrente, respectivamente. Cfr. sentencia C-213 de 2017.
151 Ibídem. Esta decisión agregó que aunque la Constitución se reduce a establecer de modo general la competencia funcional

de la Corte Suprema de Justicia como tribunal de casación, “lo erige como un recurso de rango constitucional”, por lo que su
regulación en cuanto a la procedencia, las formas y términos para interposición, las condiciones de admisión, los trámites del
recurso y el contenido de la decisión, son asuntos que competen “al legislador autónomamente, aunque respetando los límites
(…) señalados”. Se trae a colación la sentencia C-017 de 1996, donde se expuso: “(…) una regulación diferenciada del
trámite de los procesos judiciales y administrativos por la ley no vulnera en sí misma el principio de igualdad. En
particular, esta Corte ha señalado que los recursos son de creación legal y, por ende, es una materia en donde el legislador
tiene una amplia libertad, puesto que salvo ciertas referencias explícitas de la Carta (…), corresponde al legislador instituir
los recursos contra las providencias judiciales, señalar la oportunidad en que proceden y sus efectos”.
152 Ibídem. Cfr. sentencias C-252 de 2001 y C-880 de 2014.
153 Ibídem.
154 Cfr. Del Estado absoluto al Estado constitucional. Benjamín González Alonso. Revista d´història moderna ISSN 0213-

2397, ISSN-e 2014-6000 No. 4-5, 1987. En un aparte del texto se señala: “(…). Como lo es, en fin, que el rey se sitúe por
encima del derecho, legibus solutus. El monarca no está necesariamente sometido a las leyes positivas. No olvidemos que nos
hallamos ante un rey legislador e irresponsable (salvo ante Dios). Dentro de este orden de cosas lo ilógico y extraño hubiera
sido partir del principio inverso de sujeción del monarca al derecho”.
155 Así se sostuvo en la sentencia C-203 de 2011. Cfr. sentencia C-496 de 2015.
156 Ibídem.
157 Sentencia C-163 de 2019.
158 Sentencia C-372 de 2011. Cfr. C-146 de 2015.
159 Sentencia C-146 de 2015.
160
Ibídem.
108. Esta corporación 161 ha agrupado dichos límites constitucionales en cuatro
74F160F160F

categorías, a saber: a) la fijación directa por la Constitución de determinado


recurso o trámite judicial 162; b) el cumplimiento efectivo de los fines esenciales 75F161F161F

del Estado y los principios, particularmente, de la administración de justicia 163; 76F162F162F

c) la vigencia de los derechos fundamentales como las garantías que conforman


el debido proceso, la igualdad y el acceso a la justicia, entre otros 164; y d) la 77F163F163F

satisfacción de los principios de razonabilidad y proporcionalidad 165. 78F164F164F

109. Por último, también la Corte ha observado que “los derechos


fundamentales no pueden entenderse de manera absoluta y, por tal razón, el
legislador, en ejercicio de su potestad de configuración normativa, en el diseño
de los procedimientos puede prescindir de etapas, recursos, trámites e instancias,
siempre y cuando su determinación atienda a criterios de razonabilidad y
proporcionalidad” 166. 79F165F165F

La igualdad procesal (juicio integrado), el debido proceso, el acceso a la


justicia y la prevalencia del derecho sustancial. Reiteración de
jurisprudencia
167
La igualdad procesal y el juicio integrado 80F166F166F

110. La Corte 168 ha señalado que en la Constitución la igualdad tiene una triple
81F167F167F

naturaleza, toda vez que es un valor 169, un principio 170 y un derecho 82F168F168F 83F169F169F

fundamental 171, por lo cual se le ha considerado como “uno de los pilares sobre
84F170F170F

los cuales se soporta el Estado colombiano” 172. Bajo la concepción 85F171F171F

aristotélica 173 ha reconocido que el principio de igualdad “no supone un


86F172F172F

161 Recientemente las sentencias C-031 de 2019, C-163 de 2019 y C-290 de 2019. Cfr. C-203 de 2011.
162 Cuando el constituyente ha definido de manera directa un determinado procedimiento judicial no les es posible al
legislador modificarlo. Sentencias C-870 de 2014 y C-025 de 2018.
163 Los procedimientos judiciales no constituyen un fin en sí mismo sino un medio para alcanzar la materialización del

derecho sustancial (como el orden justo, la igualdad, la dignidad y la buena fe). Las formas procesales han de propender por la
eficacia de los principios de independencia y autonomía judicial, la publicidad de la actuación, el acceso a la administración
de justicia y la prevalencia del derecho sustancial. Sentencias C-870 de 2014 y C-025 de 2018. Cfr. C-203 de 2011.
164 En cada procedimiento se reflejen la eficacia de los principios de legalidad, defensa, contradicción, publicidad y primacía

del derecho sustancial. Así mismo, las no dilaciones injustificadas, la igualdad de trato ante las mismas circunstancias, entre
otros. Sentencias C-124 de 2011, C-870 de 2014 y C-025 de 2018.
165 Normas procesales deben responder a un criterio de razón suficiente relativo a un fin constitucionalmente admisible, por

medio de un mecanismo adecuado para el cumplimiento de dicho objetivo y que no afecte desproporcionadamente un valor,
un principio y un derecho como la justicia y la igualdad. Sentencias C-428 de 2002, C-124 de 2011, C-870 de 2014 y C-025
de 2018. Cfr. C-233 de 2016.
166 Sentencia C-492 de 2017.
167 El fundamento principal de este acápite está en la sentencia C-345 de 2019, en la cual se examinó el artículo 32

(indemnizaciones preestablecidas) de la Ley 1915 de 2018 (derechos de autor y conexos). La Sala Plena precisó y unificó los
componentes del juicio integrado de igualdad. SPV magistrado Antonio José Lizarazo Ocampo y AV magistrado Alejandro
Linares Cantillo.
168 Sentencia C-084 de 2020. Cfr. C-250 de 2012, C-519 de 2019 y C-605 de 2019.
169 “Establece fines dirigidos a todas las autoridades creadoras del derecho, en especial al legislador”.
170 “Se trata de un deber específico, un mandato de optimización que debe ser materializado en el mayor grado posible”.
171 “Hace referencia a deberes de abstención como la prohibición de discriminación y (…) obligaciones de acción como la

consagración de tratos favorables [a] grupos en situación de debilidad manifiesta”. Cfr. Preámbulo y artículos 13, 42, 53, 70,
75 y 209, entre otros. Particularmente, el artículo 13 superior, establece: “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley,
recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin
ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El
Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos
discriminados o marginados. (…)”. También la igualdad está reconocida en disposiciones que hacen parte del bloque de
constitucionalidad (art. 93 superior), a saber: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (arts. 3 y 26) y la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (arts. 1, 8 y 24), entre otros.
172 Sentencia C-335 de 2016.
173 Defiende que “la justicia es igualdad, y lo es, pero no para todos, sino para los iguales. Y la desigualdad parece ser justa, y

lo es en efecto, pero no para todos, sino para los desiguales”. Cfr. Política. Aristóteles. Madrid. Editores Gredos. 1988. P. 174.
Desde la sentencia C-221 de 1992 se manifestó: “El actual principio de igualdad ha retomado la vieja idea aristotélica de
justicia, según la cual los casos iguales deben ser tratados de la misma manera y los casos diferentes de diferente manera. Así,
salvo que argumentos razonables exijan otro tipo de solución, la regulación diferenciada de supuestos iguales es tan violatoria
del principio de igualdad como la regulación igualada de supuestos diferentes. Ese principio de la igualdad es objetivo y no
formal; él se predica de la identidad de los iguales y de la diferencia entre los desiguales. Se supera así el concepto de la
igualdad de la ley a partir de la generalidad abstracta, por el concepto de la generalidad concreta, que concluye con el
principio según el cual no se permite regulación diferente de supuestos iguales o análogos y prescribe diferente normación a
supuestos distintos. Con este concepto sólo se autoriza un trato diferente si está razonablemente justificado. Se supera
también, con la igualdad material, el igualitarismo o simple igualdad matemática”.
mandato de simetría absoluta en el trato y en la protección que deben recibir las
personas y situaciones. Por consiguiente, el trato desigual no siempre es
contrario a la Carta Política” 174. Del artículo 13 constitucional ha deducido
87F173F173F

variados contenidos normativos que ordenan:

“(i) la igualdad ante la ley, comprendida como el deber estatal de imparcialidad en la


aplicación del derecho frente a todas las personas; (ii) la prohibición de discriminación,
previsión que dispone que las actuaciones del Estado y los particulares no deban, prima
facie, prodigar tratos desiguales a partir de criterios definidos como “sospechosos” y
referidos a razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión
política o filosófica; y (iii) un mandato de promoción de la igualdad de oportunidades o
igualdad material, comprendido como el deber de ejercer acciones concretas destinadas a
beneficiar a los grupos discriminados y marginados, bien sea a través de cambios políticos
a prestaciones concretas. A este mandato se integra la cláusula constitucional de promoción
de la igualdad, que impone al Estado el deber de proteger especialmente a aquellas
personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia
de debilidad manifiesta, al igual que sancionar los abusos que contra ellas se cometan” 175. 88F174F 174F

111. A la igualdad se le ha asignado dos dimensiones: una formal 176, según la 89F175F175F

cual no se distinga entre sujetos y excluya toda forma de discriminación directa o


indirecta, que implica para el Estado “el deber (…) de abstenerse de concebir
normas que diseñen, promuevan o ejecuten medidas o interpretaciones del
derecho, que conduzcan a agravar o perpetuar la situación de exclusión,
marginación o discriminación de grupos tradicionalmente desventajados en la
sociedad” 177. Otra material 178, que opera cuando “por las condiciones de los
90F176F176F 91F177F177F

sujetos implicados en la regulación, se torna imperativo discriminar


positivamente (…). Esto, a partir del supuesto de la diferencia, como forma de
garantizar condiciones de igualdad real y efectiva, de tener un trato con
resultados equiparables por (…) la ley. Es un principio destinado a incluir (…)
reglas que permitan superar las desigualdades que, de hecho, enfrentan diversos
grupos tradicionalmente discriminados o marginados, o las personas que (…) se
encuentran en situación de vulnerabilidad o debilidad manifiesta” 179. Así las 92F178F178F

cosas, tales dimensiones exigen que los derechos, privilegios, deberes y cargas se
distribuyan de manera justa y equitativa 180. 93F179F179F

112. A las mismas se le han sumado la igualdad como concepto relacional, ya


que su estudio presupone “la determinación de una [comparación], característica
o elemento común entre dos situaciones, personas o grupos poblacionales” 181 y 94F180F180F

como concepto relativo, porque “ninguna situación, persona o grupo son


idénticos a otros y, (…) por tanto, determinar la igualdad y la desigualdad
supone siempre un juicio de valor sobre cuál característica o propiedad resulta
relevante para establecer el examen de igualdad requerido para las normas
procesales” 182. 95F181F181F

113. Lo anterior ha permitido a la Corte 183 sostener que las situaciones de 96F182F182F

igualdad o desigualdad entre las personas o los supuestos “no son nunca

174 Sentencia C-345 de 2019. Cfr. C-519 de 2019.


175 Sentencia C-221 de 2011. Cfr. C-519 de 2019 y C-084 de 2020.
176 Artículo 13 inciso primero C. Pol. Trato igual ante la ley y en la ley que se concreta en la prohibición de discriminación

basada en motivos definidos como prohibidos por la Constitución (C-420 de 2020). Cfr. sentencia C-519 de 2019.
177 Sentencia C-203 de 2011.
178 Artículo 13 incisos segundo y tercero C. Pol. Estado debe implementar políticas a través de prestaciones concretas o

cambios en el diseño institucional (C-420 de 2020). Cfr. sentencia C-519 de 2019.


179 Sentencia C-203 de 2011.
180 Sentencia C-505 de 1999.
181 Sentencia C-203 de 2011. En la sentencia C-605 de 2019 se reiteró que: “´a diferencia de otros principios constitucionales

o derechos fundamentales, no protege ningún ámbito concreto de la esfera de la actividad humana, sino que puede ser alegado
ante cualquier trato diferenciado injustificado (…)´. Justamente, por no tener un contenido material específico, la principal
característica de la igualdad es su carácter relacional”.
182 Ibídem.
183
Cfr. sentencia C-420 de 2020.
absolutas sino siempre parciales” 184. El principio de igualdad no exige que el
97F183F183F

legislador brinde un trato “mecánico y matemáticamente” 185 paritario o que 98F184F184F

establezca “una multiplicidad de regímenes jurídicos atendiendo todas las


diferencias” 186. Al contrario, el legislador está autorizado para “ordenar de
99F185F185F

manera similar situaciones de hecho diferentes” 187, en la medida en que dicho 100F186F186F

tratamiento se fundamente “en un criterio de comparación 188 y sean razonables 101F187F187F

en atención a la finalidad que la norma en particular persigue 189”. Entonces, el 102F188F188F

examen de violación a la igualdad o la mejor forma de aplicar este principio no


parte “de presupuestos idénticos, ni tampoco de situaciones por completo
diferentes, sino que se efectúa en relación con igualdades y desigualdades
parciales, a partir de propiedades relevantes desde el punto de vista jurídico-
constitucional” 190. 103F189F189F

114. Ello ha derivado en cuatro mandatos específicos 191 aplicables a normas 104F190F190F

que otorgan derechos 192 e imponen deberes y cargas 193: “(i) un mandato de
105F191F191F 106F192F192F

trato idéntico a destinatarios que ´se encuentren en circunstancias idénticas´ 194; 107F193F193F

(ii) un mandato de trato diferente a destinatarios ´cuyas situaciones no


comparten ningún elemento en común´ 195; (iii) un mandato de trato similar a108F194F194F

destinatarios ´cuyas situaciones presentan similitudes y diferencias, pero las


similitudes sean más relevantes a pesar de las diferencias´ 196; y, por último, 109F195F195F

(iv) un mandato de trato diferenciado a destinatarios que ´se encuentren en una


posición en parte similar y en parte diversa, pero en cuyo caso las diferencias
s[o]n más relevantes que las similitudes´ 197”. 110F196F196F

115. Ahora bien, el mandato en virtud del cual toda persona puede ejercer sus
derechos en igualdad de oportunidades y condiciones dentro de un proceso se
manifiesta en el principio de igualdad procesal 198. Este mandato supone que 111F197F197F

“debe existir simetría para las partes en sus oportunidades de ataque y defensa,
(…) probatorias, (…) alegación y (…) de impugnación” 199. 112F198F198F

116. Ello significa que “una norma procesal resulta discriminatoria cuando las
personas que deben tomar parte de una determinada actuación procesal se verían
afectadas positiva o negativamente por ella, reciben un trato distinto a quienes se
encuentran en una situación similar, sin que (…) encuentre una justificación
constitucionalmente aceptable. En otras palabras, un trato legal discriminatorio
no se configura frente a las actuaciones procesales en sí mismas, puesto que
estas, en tanto actos jurídicos sucesivos en el tiempo, son diferentes entre sí por
naturaleza; un trato legal discriminatorio surge entre las personas relacionadas

184 Sentencia C-1146 de 2004.


185 Sentencia C-090 de 2001.
186 Sentencia C-818 de 2010.
187 Ibídem.
188 Al respecto, ver sentencia C-663 de 2009: “Esta corporación ha sostenido en diferentes oportunidades que el derecho a la

igualdad es un derecho relacional, por lo que presupone necesariamente una comparación entre dos o más regímenes que
actúan como términos de comparación. Así un determinado régimen jurídico no es discriminatorio en sí mismo, sino
únicamente en relación con otro régimen jurídico. La comparación intrínseca al principio de igualdad no afecta, sin embargo,
a todos los elementos de los regímenes jurídicos en cuestión, sino únicamente a aquellos aspectos que son relevantes para la
finalidad de la diferenciación. Ello implica, por tanto, que la igualdad también constituye un concepto relativo: dos regímenes
jurídicos no son semejantes o diferentes entre sí en todos sus elementos, sino únicamente respecto al criterio utilizado
para la comparación”.
189 Sentencia C-540 de 2008: “[T]oda diferenciación que se haga en ella [la ley] debe atender a fines razonables y

constitucionales”.
190 Sentencia C-203 de 2011.
191 Sentencias C-138 de 2019, C-605 de 2019 y C-420 de 2020.
192 Sentencia C-520 de 2016.
193 Sobre el principio de igualdad en las cargas públicas cfr., las sentencias C-333 de 1996 y C-038 de 2006.
194 Sentencias C-179 de 2016, C-551 de 2015, C-601 de 2015 y C-1125 de 2001.
195 Ibídem.
196 Ibídem.
197 Ibídem.
198 Sentencias C-561 de 2004 y C-078 de 2006. Cfr. C-420 de 2020. El Código General del Proceso refiere a la igualdad de las

partes (art. 4º) y la interpretación de las normas procesales bajo la garantía de la igualdad (art. 11).
199
Sentencia C-345 de 2019.
con dichas actuaciones procesales. Una determinada regulación legal del proceso
resultará lesiva del principio (…) de igualdad, cuando las personas que se
relacionan (…) con tal proceso son tratadas por la ley en forma diferente, a pesar
de que deberían recibir un trato igual por mandato de la Constitución” 200. 113F199F199F

117. No obstante, la simetría procesal “no es absoluta y existen circunstancias


que permiten tratos diferentes sin que ello viole la igualdad procesal. Surgen al
menos tres circunstancias (…). Primero, la igualdad procesal no puede solo
analizarse desde las garantías o instancias aisladas, se debe ver desde el
procedimiento como un todo. (…) Segundo, otro factor (…) es la disparidad real
y material que existe entre las partes procesales. (…). Tercero, el parámetro con
el cual se mide la igualdad procesal varía cuando existe información asimétrica
entre las partes procesales o cuando los incentivos que tienen para actuar son
diversos. (…) En suma, el parámetro con el cual se mide el respeto del principio
de igualdad procesal no siempre es el mismo, pues depende del proceso en el
cual se inserta la norma que aparentemente establece una desigualdad evaluado
como un todo, es decir, visto en contexto” 201. 114F200F200F

118. De manera que una norma acusada de desconocer el principio de igualdad


procesal no contraviene la Constitución cuando: “(i) el derecho al debido proceso
de las partes procesales se mantiene incólume; y (ii) se privilegien principios
como la celeridad (…) y el principio de economía procesal. Además, (…) debe
analizar (iii) el prototipo del esquema procesal adoptado, (iv) la pretensión de
proteger a la parte débil de la relación procesal y (v) la búsqueda de la superación
de anomalías como la información asimétrica y los incentivos para impedir o
retardar el impulso del proceso” 202. Por el contrario, cuando la Corte encuentra
115F201F201F

que la simplificación del trámite judicial “envuelve la anulación del derecho en


función del cual fue instituida la garantía o el mecanismo procesal, ha declarado
la inexequibilidad de la respectiva disposición” 203. 116F202F202F

119. Para examinar las razones de inconstitucionalidad por violación del


principio de igualdad la jurisprudencia constitucional ha desarrollado el juicio
integrado de igualdad 204. Este impone, en primer lugar, determinar la
117F203F203F

existencia de una afectación prima facie al principio de igualdad, verificando si


la norma afecta una posición jurídica adscrita prima facie al principio de
igualdad 205, para lo cual (i) se define el criterio, término o patrón de
118F204F204F

comparación -tertium comparationis- 206, que involucra personas, elementos,


119F205F205F

hechos o situaciones y (ii) se valora si, conforme a dicho criterio de


comparación, los sujetos y situaciones son comparables desde la perspectiva

200 Sentencia C-561 de 2004. Cfr. C-420 de 2020.


201 Sentencia C-345 de 2019.
202 Ibídem.
203 Sentencia C-443 de 2019, que trae a colación sobre el punto mencionado las sentencias C-203 de 2011, C-863 de 2012, C-

425 de 2015, C-337 de 2016 y C-492 de 2016.


204 Ibídem. Reiteró la posibilidad del uso del juicio integrado de igualdad que combina el juicio de proporcionalidad europeo

con los niveles de escrutinio norteamericano. El juicio integra dos metodologías de escrutinio: de un lado, la de distinta
intensidad (débil, intermedio y estricto) desarrollado por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos
y, de otro, el juicio de proporcionalidad del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Tribunal Constitucional español y
Tribunal Constitucional alemán, compuesto por los subprincipios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido
estricto. Cfr. C-084 de 2020.
205 En las sentencias C-345 de 2019 y C-521 de 2019 se refirió a la estructura del test integrado de igualdad al indicarse que

se desarrolla a través de dos presupuestos: en el primero, se debe determinar cuál es el criterio o término de comparación -
tertium comparationis-, que involucra personas, elementos, hechos o situaciones que efectivamente son comparables y, en el
segundo, se requiere definir si desde la perspectiva fáctica y jurídica la medida analizada configura un tratamiento desigual
entre iguales o igual entre desiguales.
206 Sentencia C-345 de 2019. En relación con el criterio de comparación en la C-109 de 2020 se precisó que el juez

constitucional debe evitar: (i) fijar un criterio de comparación que, por su carácter genérico, conduzca siempre a concluir que
los sujetos son comparables, lo cual supondría una “profunda limitación del margen de configuración del legislador”; y (ii)
emplear “rasgos que por su grado de especificidad conducen siempre a diferenciar” lo cual podría “afectar la vigencia del
mandato de igualdad como expresión básica de justicia”.
fáctica y jurídica 207, por lo que se ha determinado que existe una afectación
120F206F206F

prima facie si la norma objeto de control prevé una carga o beneficio


diferenciado entre sujetos comparables 208. A estos dos pasos iniciales del juicio 121F207F207F

integrado de igualdad la Corte se refirió profusamente al estudiar la aptitud


sustantiva de la demanda.

120. En segundo lugar, establecer si se encuentra constitucionalmente


justificada, para lo cual se debe definir la intensidad del juicio (débil, intermedio
o estricto) 209, a partir del grado de libertad de configuración que la Constitución
122F208F208F

reconoce al legislador en función de: (i) la materia regulada 210, (ii) los valores, 123F209F209F

principios y derechos fundamentales comprometidos 211, (iii) los sujetos 124F210F210F

perjudicados o beneficiados por la medida procesal 212 y, (iv) el precedente 125F211F211F

constitucional 213. Y, en tercer lugar, se habrá de determinar si la carga o


126F212F212F

beneficio diferenciado que impone la medida está justificada


constitucionalmente a partir de la aplicación del juicio de proporcionalidad, por
lo que el juez debe valorar si la medida legislativa satisface las exigencias de los
subprincipios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto,
cuyo alcance varía según la intensidad del escrutinio 214. 127F213F213F

121. El test débil está dirigido a verificar que “la actividad legislativa se ejerza
dentro del marco de razonabilidad y que, por ende, no se adopten decisiones
arbitrarias y caprichosas” 215. En esa medida, el juez debe valorar: (i) “si la
128F214F214F

finalidad y el medio utilizado no se encuentran prohibidos por la


Constitución” 216 y (ii) si es “idónea o adecuada para alcanzar el objetivo
129F215F215F

propuesto” 217. Por regla general, este juicio se aplica a “materias en las que el
130F216F216F

legislador tiene un amplio margen de configuración, como es el caso de aquellas


relacionadas con el diseño de los procesos judiciales” 218. 131F217F217F

122. En el test intermedio 219, el juez debe valorar si la medida legislativa: (i) 132F218F218F

persigue una finalidad “constitucionalmente importante” 220, (ii) el medio para 133F219F219F

lograrlo es “efectivamente conducente” 221 y (iii) la medida “no es 134F220F220F

evidentemente desproporcionada” 222. Este juicio ha sido utilizado de manera 135F221F221F

207 La Corte ha manifestado que las personas, grupos y situaciones “pueden siempre tener rasgos comunes y siempre también
rasgos diferentes” (C-109 de 2020). Por ello, para determinar si dos grupos de sujetos o categorías son comparables “es
necesario examinar su situación a la luz de los fines de la norma” (C-841 de 2003 y C-018 de 2018).
208 Se presenta cuando la norma en principio desconoce cualquiera de los cuatro mandatos (trato idéntico, diferente, similar y

diferenciado) que derivan del principio de igualdad (C-420 de 2020).


209 Sentencia C-345 de 2019.
210 Sentencia C-748 de 2009.
211 Sentencia C-521 de 2019.
212 En el juicio integrado, a los subprincipios “se les cualifica de conformidad con el nivel de intensidad”. Sentencia C-109 de

2020.
213 Sentencia C-420 de 2020.
214 En la sentencia C-345 de 2019 se sostuvo que: “Dadas estas divergencias, la Sala considera pertinente aclarar y unificar la

jurisprudencia en este punto y advertir que la proporcionalidad en sentido estricto debe estudiarse por el juez constitucional
con algunos matices, por regla general, tanto en el juicio intermedio como en el estricto, mas no en el débil, de manera que se
sigan los pasos del test europeo, que incluye la proporcionalidad en sentido estricto, así como la lógica de las intensidades del
juicio estadounidense”.
215 Sentencia C-345 de 2019. Cfr. C-084 de 2020.
216 Ibídem.
217 Ibídem. Además, la Corte señaló que: “esta intensidad de escrutinio (leve) se usa como regla general, debido a que existe,

en principio, una presunción de constitucionalidad de las normas expedidas por el legislador. En la sentencia C-673 de 2001,
esta corporación recordó hipótesis en las que ha aplicado el escrutinio de intensidad leve, como, por ejemplo, en casos
relacionados (i) con materias económicas y tributarias, (ii) con política internacional, (iii) cuando está de por medio una
competencia específica definida por la Carta en cabeza de un órgano constitucional, (iv) cuando se examina una norma
preconstitucional derogada que aún produce efectos y (v) cuando no se aprecia, en principio, una amenaza para el derecho en
cuestión”.
218 Sentencia C-420 de 2020.
219 El estándar de este juicio se precisó en la sentencia C-345 de 2019. Cfr. C-084 de 2020.
220 Ibídem.
221 Ibídem.
222 Ibídem. Además, este tribunal indicó: “esta intensidad del juicio se aplica: ´1) cuando la medida puede afectar el goce de

un derecho constitucional no fundamental o 2) cuando existe un indicio de arbitrariedad que se refleja en la afectación grave
de la libre competencia´. Asimismo, se aplica en los casos en que existen normas basadas en criterios sospechosos, pero con el
fin de favorecer a grupos históricamente discriminados. Se trata de casos en los que se establecen acciones afirmativas, tales
como las medidas que utilizan un criterio de género o raza para promover el acceso de la mujer a la política o de las minorías
étnicas a la educación superior”.
excepcional por esta corporación 223 para “valorar medidas legislativas
136F222F222F

relacionadas con el diseño legal de los procesos judiciales, en aquellos eventos


en los que aquellas entran en fuerte tensión con ciertos derechos (…)
fundamentales. (…) Si bien los procedimientos pertenecen al amplio margen de
configuración legislativa, el grado de escrutinio judicial se hace más estricto
cuando se alega que a partir de los efectos del trámite se estaría ante una posible
afectación de derechos constitucionales. En otras palabras, cuando la Corte
evidencia que la regulación procesal puede afectar estos derechos, eleva el grado
de intensidad del juicio, pasándose del leve al intermedio 224”. 137F223F223F

123. Y en el test estricto, el juez debe valorar 225 si: (i) la finalidad perseguida 138F224F224F

por la norma es imperiosa; (ii) si el medio escogido, además de ser efectivamente


conducente, es necesario, es decir, si no puede ser reemplazado por otros menos
lesivos para los derechos de los sujetos pasivos de la norma; y (iv) si “los
beneficios de adoptar la medida exceden o no las restricciones impuestas sobre
otros valores o principios constitucionales; es decir si la medida es proporcional
en sentido estricto” 226. Por lo general, este juicio es aplicado a “medidas que se
139F225F225F

fundamentan en criterios sospechosos de discriminación, y, precisa la Sala, no


existe un precedente acerca de la aplicación de este nivel de escrutinio en el
diseño de procesos judiciales” 227. 140F226F226F

El debido proceso

124. Este derecho fundamental 228 comprende “un conjunto de garantías


141F227F227F

destinadas a la protección del ciudadano vinculado o eventualmente sujeto a una


actuación judicial o administrativa, para que durante su trámite se respeten las
formalidades propias de cada juicio” 229. Bajo esta concepción, se desenvuelve
142F228F228F

en el principio de legalidad en la medida que “representa un límite al poder del


Estado. De esta manera, las autoridades estatales no pueden actuar a voluntad o
arbitrariamente, sino únicamente dentro de las estrictas reglas procedimentales y
de contenido sustancial definidas en la ley 230. La manera de adelantar las 229F229F

diferentes etapas de un trámite, de garantizar el derecho de defensa, de


interponer los recursos y las acciones correspondientes, de cumplir el principio
223 Así lo sostuvo en la sentencia C-420 de 2020.
224 Sobre esta tendencia a aumentar la rigurosidad del juicio de proporcionalidad, por ejemplo, la Corte en la sentencia C-1195
de 2001 utilizó un test intermedio porque estimó que las disposiciones examinadas (los artículos 35, 36, 37, 38, 39 y 40 de la
Ley 640 de 2001) imponían una restricción significativa al acceso a la administración de justicia al imponer un plazo de tres
meses dentro del cual las partes debían acudir a una audiencia de conciliación, antes de llevar la controversia ante la
jurisdicción. En la sentencia C-372 de 2011, donde revisó la constitucionalidad del artículo 48 de la Ley 1395 de 2010, “por la
cual se adoptan medidas en materia de descongestión judicial”, implementó un test de intensidad intermedia, teniendo en
cuenta el amplio margen de configuración del legislador para reglamentar procedimientos judiciales y, a la vez, la posible
restricción de derechos fundamentales alegados en el caso concreto. En similar sentido, en la sentencia C-031 de 2019 la Sala
analizó la constitucionalidad del artículo 421 del CGP con base en el juicio intermedio de proporcionalidad, habida
consideración del compromiso de los derechos fundamentales de acceso a la administración de justicia y a la tutela judicial
efectiva sobre el cual los demandantes sustentan su censura.
225 Sentencia C-345 de 2019.
226 Ibídem. Además, este tribunal sostuvo: “esta modalidad de escrutinio se aplica a hipótesis en las que la misma

Constitución señala mandatos específicos de igualdad, lo que se traduce en una menor libertad de configuración del legislador
y, por consiguiente, en un juicio de constitucionalidad más riguroso. De esta forma, la Corte Constitucional ha aplicado el
escrutinio estricto o fuerte cuando la medida: (i) contiene una clasificación sospechosa como las enumeradas no taxativamente
en el inciso 1° del artículo 13 de la Constitución; (ii) afecta a personas en condiciones de debilidad manifiesta o grupos
discriminados o marginados; (iii) en principio, impacta gravemente un derecho fundamental; o (iv) crea un privilegio”.
227 Sentencia C-420 de 2020.
228 Artículos 29 C. Pol., 14 y 15 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y 8º y 25 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos. Particularmente, la norma constitucional establece: “El debido proceso se aplicará a
toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que
se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio. (…) Toda
persona se presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable. Quien sea sindicado tiene derecho a la
defensa y a la asistencia de un abogado escogido por él, o de oficio, durante la investigación y juzgamiento; a un debido
proceso público sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra; a impugnar
la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho. (…)”.
229 Sentencia C-163 de 2019. Cfr. C-173 de 2019. En la sentencia C-131 de 2002 se sostuvo: “[E]l constitucionalismo ha

rescatado las garantías centenariamente elaboradas como contenidos del derecho procesal para vincularlas inescindiblemente a
la realización de las normas sustanciales. (…). Las ha redimensionado para darles ahora el carácter de facultades
irrenunciables, históricamente consolidadas y positivizadas; esto es, para advertir en ellas derechos fundamentales”.
230
Sentencia C-980 de 2010.
de publicidad, etc., se encuentra debidamente prevista por el legislador y con
sujeción a ella deben proceder los jueces o los funcionarios administrativos” 231. 144F230F230F

125. No solo define un cauce de actuación dirigido a las autoridades, sino


también un marco de estricto contenido prescriptivo que sujeta la producción
normativa del legislador 232. De allí que, al diseñar los procedimientos en todas
145F231F231F

sus especificidades, no esté habilitado “para hacer nugatorias las garantías que el
constituyente ha integrado a este principio (…). [E]l debido proceso comporta al
menos los derechos i) a la jurisdicción, que a su vez conlleva las garantías a un
acceso igualitario de los jueces, a obtener decisiones motivadas, a impugnar las
decisiones ante autoridades de jerarquía superior y al cumplimiento de lo
decidido en el fallo; (ii) al juez natural (…), de acuerdo con la naturaleza de los
hechos, la calidad de las personas y la división del trabajo establecida por la
Constitución y la ley; y (iii) al derecho a la defensa. (…) [T]ambién hacen parte,
los derechos a (iv) las garantías mínimas de presentación, controversia y
valoración probatoria 233; (v) a un proceso público, llevado a cabo en un tiempo
146F232F232F

razonable y sin dilaciones injustificadas; (vi) y a la independencia e


imparcialidad del juez” 234. 147F233F233F

126. Tratándose del derecho de defensa, con su ejercicio se busca “impedir


la arbitrariedad de los agentes estatales y evitar la condena injusta, mediante la
búsqueda de la verdad, con la activa participación o representación de quien
puede ser afectado por las decisiones que se adopten sobre la base de lo actuado.
Acorde con ello, (…) es una garantía del debido proceso de aplicación general y
universal, que ´constituyen un presupuesto para la realización de la justicia como
valor superior´” 235. Esta garantía supone “la posibilidad de emplear todos los
148F234F234F

medios legítimos y adecuados para ser oído y pretender una decisión favorable.
(…). En virtud de su contenido, todo ciudadano ha de contar con el tiempo y los
medios adecuados para la preparación de su estrategia y posición (…).
[C]omporta, además, la facultad procesal de pedir y allegar pruebas, de
controvertir las que se aporten en su contra, de formular peticiones y alegaciones
e impugnar las decisiones que se adopten (…)” 236. 149F235F235F

El acceso a la administración de justicia

127. Incorporado al núcleo básico del debido proceso 237, este derecho 152F236F236F

fundamental 238 involucra 239 “la posibilidad reconocida a todas las personas
153F237F237F 154F238F238F

residentes (…) de acudir, en condiciones de igualdad, ante los órganos de


investigación, los jueces y los tribunales de justicia, ya sea para demandar la
debida protección o el restablecimiento de sus derechos (…), o para propugnar
por la integridad del orden jurídico con estricta sujeción a los procedimientos
previamente establecidos y con plena observancia de las garantías sustanciales y

231 Sentencia C-163 de 2019.


232 Ibídem.
233 En la sentencia C-496 de 2015 (…) la Corte expresó: “[a]un cuando el artículo 29 de la Constitución confiere al

legislador la facultad de diseñar las reglas del debido proceso y, por consiguiente, la estructura probatoria de los procesos,
dicha norma impone a aquél la necesidad de observar y regular ciertas garantías mínimas en materia probatoria…”.
234 Sentencia C-163 de 2019.
235 Sentencia C-799 de 2005. Cfr. C-315 de 2012.
236 Sentencia C-163 de 2019. Cfr. C-031 de 2019.
237 En la sentencia C-031 de 2019 se señaló que “el derecho de acceso a la justicia y a la tutela judicial efectiva, guarda

estrecha relación con el derecho al debido proceso, así como con otros valores como (…) la igualdad (…)”. En la C-086 de
2016 se reiteró que el vínculo de la tutela judicial efectiva con el preámbulo es de primer orden al estar directamente
relacionada con la justicia, como valor fundamental de la Constitución.
238 Arts. 229 C. Pol., 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y 25 de la Convención Americana sobre

Derechos Humanos. Cfr. Ley 270 de 1996 y modificaciones (estatutaria de la administración de justicia). Particularmente, la
norma constitucional establece: “Se garantiza el derecho de toda persona para acceder a la administración de justicia. (…)”.
239 Cfr. sentencia C-159 de 2016. En la C-203 de 2011 se expresó que “el legislador al configurar las formas, los términos, los

derechos, las cargas y obligaciones procesales o en definitiva, las características de cada juicio, como los incidentes y los
recursos, en definitiva lo que concreta son los alcances y restricciones del derecho de acceso a la administración de justicia”.
adjetivas (…). Incorpora (…) una garantía real y efectiva para los individuos,
previa al proceso, que se orienta a asegurar que éste cumpla con sus cometidos
de justicia, previniendo (…) que pueda existir algún grado de vacío del orden
jurídico o indefensión frente a la inminente necesidad de resolver de manera
pacífica los conflictos 240”. 155F239F239F

128. Implica, por tanto 241, “no solo la posibilidad de que toda persona solicite 156F240F240F

la protección de sus legítimos intereses ante los jueces competentes, sino


también de que pueda contar con reales mecanismos para presentar sus reclamos
ante la administración de justicia, y obtener una decisión de fondo mediante la
cual se resuelvan las controversias sobre los derechos, cargas y obligaciones que
le corresponde 242. [La Corte] ha subrayado la importancia de que el acceso a la
157F241F241F

justicia sea en sí mismo, no meramente nominal o enunciativo, sino efectivo


(…) 243”. Tal definición “guarda unidad de sentido con el alcance que el derecho
158F242F242F

internacional de los derechos humanos otorga al derecho a tener un recurso


judicial efectivo” 244. 159F243F243F

129. De esta forma, el acceso a la administración de justicia comprende, por lo


menos, los derechos 245 “(i) de acción o promoción de la actividad jurisdiccional,
160F244F244F

los cuales se concretan en la posibilidad de todo sujeto de ser parte en un proceso


y de utilizar los instrumentos que allí se prevén para plantear sus pretensiones
(…) en defensa del orden jurídico o de sus intereses (…); (ii) a que la promoción
de la actividad jurisdiccional concluya con una decisión de fondo en torno a las
pretensiones que han sido planteadas; (iii) a que existan procedimientos
adecuados, idóneos y efectivos para la definición de las pretensiones y
excepciones debatidas; (iv) a que las controversias planteadas sean resueltas
dentro de un término prudencial y sin dilaciones injustificadas, (v) a que las
decisiones sean adoptadas con el pleno respeto del debido proceso, (vi) a que
exista un conjunto amplio y suficiente de mecanismos [acciones y recursos] para
el arreglo de controversias, (vii) a que se prevean mecanismos para facilitar los
recursos jurídicos a quienes carecen de medios económicos y (viii) a que la
oferta de justicia cobije todo el territorio nacional 246”. 161F245F245F

La prevalencia del derecho sustancial

130. El debido proceso también debe ser interpretado en armonía con el


principio de prevalencia del derecho sustancial 247. En virtud del mismo, “(i) la 166F246F246F

norma adjetiva debe buscar la garantía del derecho [sustantivo] y, por ende, no se
puede convertir en una barrera de efectividad de éste; (ii) la regulación procesal
debe propender por la realización de los derechos sustanciales al suministrar una
vía para la solución de controversias (…); (iii) el derecho adjetivo al cumplir una
240 Sentencia C-1177 de 2005.
241 Así se manifestó en la sentencia C-163 de 2019.
242 En la sentencia T-954 de 2006 (…) se indicó (…): “De la misma manera, como parte fundamental del ejercicio del derecho

al debido proceso y al acceso a la administración de justicia, resulta de vital importancia, que la administración de justicia, no
se limite exclusivamente al cumplimiento fiel de los procedimientos previamente establecidos por la ley, para garantizar una
adecuada administración de justicia, pues si bien con dicho comportamiento se es fiel al principio de celeridad, es
imprescindible tener en cuenta otros elementos fundamentales en el proceso de impartir justicia, como es que las
decisiones que se tomen en ejercicio de ésta deber constitucional, debe ser igualmente eficaces, es decir, que las
mismas deben contener una resolución clara, cierta, motivada y jurídica de los asuntos que generaron su expedición,
teniendo claro, que la finalidad de toda la actuación es la de maximizar el valor justicia contenido en el preámbulo de la
Constitución”.
243 Ver, sentencia C-227 de 2009 (…).
244 Sentencia C-159 de 2016. En la sentencia C-1195 de 2001 se expresa que “el derecho a acceder a la justicia guarda

estrecha relación con el derecho al recurso judicial efectivo como garantía necesaria para asegurar la efectividad de los
derechos, como quiera que ´no es posible el cumplimiento de las garantías sustanciales y de las formas procesales establecidas
por el legislador sin que se garantice adecuadamente dicho acceso´”. Cfr. C-031 de 2019.
245 Sentencia C-163 de 2019. Cfr. C-159 de 2016.
246 Ver, sentencias C-426 de 2002 (…) y C-227 de 2009 (…).
247 Artículo 228 C. Pol.: “La administración de justicia es función pública. Sus decisiones son independientes. Las actuaciones

serán públicas y permanentes con las excepciones que establezca la ley y en ellas prevalecerá el derecho sustancial. Los
términos procesales se observarán con diligencia y su incumplimiento será sancionado. (…)”.
función instrumental que no es un fin en sí misma, debe ceñirse y estar al
servicio del derecho sustancial el cual se debe privilegiar para proteger las
garantías fundamentales” 248. 167F247F247F

131. Prevalencia del derecho sustancial que en palabras de la Corte 249 no 168F248F248F

implica “que los jueces puedan desconocer las formas procesales 250 y mucho 169F249F249F

menos que puedan discutir la validez de las normas que establecen requisitos y
formalidades. Dichas normas también cuentan con un firme fundamento
constitucional y deben ser fielmente acatadas por los jueces 251, salvo que estos 170F250F250F

adviertan la necesidad de hacer uso de la excepción de inconstitucionalidad, en


casos concretos. Solo así resulta posible garantizar la igualdad de las partes en el
terreno procesal, posibilitar el derecho de defensa en condiciones de equidad, dar
seguridad jurídica y frenar posibles arbitrariedades o actuaciones parciales de los
funcionarios judiciales 252”. 171F251F251F

El recurso extraordinario de casación civil. Reiteración de jurisprudencia

132. El artículo 235 de la Constitución acopió el instituto procesal de la


casación, al señalar que dentro de las atribuciones de la Corte Suprema de
Justicia está la de “1. Actuar como tribunal de casación”. Por su parte, el artículo
234, ejusdem, reconoce en dicha corporación “[A]l máximo tribunal de la
jurisdicción ordinaria (…)”, destacando que ésta dividirá la Corte “en salas y
salas especiales, señalará a cada una de ellas los asuntos que deba conocer
separadamente y determinará aquellos en que deba intervenir la Corte en
pleno” 253.
185F252F252F

133. En lo que respecta al origen del recurso de casación esta Corte ha seguido
de cerca el estudio realizado por el profesor Piero Calamandrei 254. En este 186F253F253F

sentido, ha sostenido que se ubica en el derecho romano, pues allí “se encuentra
el fenómeno que constituye la base de todo el instituto de la casación y
constituye el germen de ella, que es la extensión del concepto de nulidad a los
casos más graves de iniustitia proveniente de errores de derecho
particularmente graves” 255. 187F254F254F

134. Sin embargo, como instituto jurídico procesal se debe buscar en Francia en
tanto es en la obra legislativa de la revolución donde se “asignó nuevos
cometidos y dio nuevos alientos de expansión vital a un instituto que ya existía
bajo l’ancien régime” 256. Fue allí donde se consagró como un mecanismo
188F255F255F

extraordinario de revisión de la estructura lógica interna de la decisión judicial


vertida en una sentencia, que tiene como objetivos primordiales unificar la

248 Sentencia C-193 de 2016. En la sentencia C-173 de 2019 se añadió que “se proyecta sobre el ámbito de las regulaciones
procesales, para adecuarlas a la búsqueda de la vigencia de un orden justo, y tiene por destinatario, principalmente, a los
jueces. Supone que ´el proceso [judicial] es un medio´, que se fundamenta en el carácter instrumental de las normas
procedimentales, razón por la cual deben interpretarse teleológicamente al servicio de un fin sustantivo: el de la efectividad de
los derechos y garantías reconocidos en las ´leyes sustantivas´”. Artículo 11 CGP (interpretación de normas procesales).
249 Sentencia C-173 de 2019.
250 En la sentencia C-029 de 1995 la Corte señaló: “es un error pensar que esta circunstancia [que las normas procesales

tengan una función instrumental] les reste importancia o pueda llevar a descuidar su aplicación. Por el contrario, el derecho
procesal es la mejor garantía del cumplimiento del principio de la igualdad ante la ley. Es, además, un freno eficaz contra la
arbitrariedad. Yerra, en consecuencia, quien pretenda que en un Estado de derecho se puede administrar justicia con olvido de
las formas procesales. Pretensión que solo tendría cabida en un concepto paternalista de la organización social, incompatible
con el Estado de derecho”.
251 Cfr. sentencia C-215 de 1994.
252 Cfr. sentencias C-029 de 1995, C-1069 de 2002 y C-499 de 2015.
253 Cfr. sentencias C-037 de 1996 y C-713 de 2008 (ley estatutaria de la administración de justicia).
254 Sentencias C-1065 de 2000, C-252 de 2001, C-998 de 2004, C-372 de 2011 y SU.635 de 2015.
255 Piero Calamandrei, Casación Civil. Trad. Santiago Sentís Melendo y Mariano Ayerra Redín. Buenos Aires, Ediciones

Jurídicas Europa-América, 1959, p. 23.


256
Ibídem. P. 30.
jurisprudencia nacional, promover la realización del derecho objetivo y la
reparación de agravios inferidos a las partes por la decisión 257. 189F256F256F

135. En términos generales, el recurso de casación ha sido considerado como


“un medio extraordinario de impugnación de algunas providencias judiciales,
cuya interposición no activa una nueva instancia judicial” 258. Tal carácter tiene 190F257F257F

como punto de partida “la diferenciación entre las competencias ejercidas por las
autoridades judiciales de instancia y la Corte Suprema cuando se pronuncia
como tribunal de casación” 259. 191F258F258F

136. Ha explicado este tribunal que al paso que los jueces de primera y segunda
instancia examinan la conducta de los particulares frente al derecho vigente, ello
no sucede al tramitar el recurso de casación dado que en este evento “varía el
objeto de control, pues el tribunal o corte de casación realiza control jurídico
sobre la sentencia que puso fin a la actuación de los juzgadores de instancia, para
decidir luego si se ajusta o no a lo ordenado por la ley” 260. Esto supone que en 192F259F259F

la casación “se efectúa un control de legalidad sobre los actos del juez para
decidir si en ellos se produjo un error in iudicando o un error in procedendo de
tal naturaleza que no exista solución distinta infirmar, destruir, casar, la sentencia
impugnada” 261. 193F260F260F

137. Entonces, la institución de la casación, como lo reiteró la Corte 262, “no es 194F261F261F

(…) una tercera instancia, ni un recurso que pueda ser equiparable a los llamados
recursos ordinarios 263. Su función (…) es más de orden sistémico, para proteger
195F262F262F

la coherencia del ordenamiento y la aplicación del derecho objetivo, por lo cual


ha sido denominado por algunos sectores de la doctrina y la jurisprudencia como
´nomofilaquia´ 264”. 196F263F263F

138. Constituye, entonces, “un juicio de legalidad limitado y extraordinario, a


partir de los errores en que puedan incurrir los jueces de instancia en la
aplicación del derecho sustancial frente a las reglas de procedimiento 265”. 197F264F264F

También, la Corte ha resaltado el valor que tiene para proteger los derechos
fundamentales, toda vez que “constituye un instrumento para que el órgano de
257 Ver, Piero Calamandrei. La casación civil. Madrid: Editorial Bibliográfica Argentina, 1945, Tomo II, capítulos II y III. Pp.
4 y ss.
258 Sentencia C-213 de 2017, que declaró la exequibilidad de la expresión “sea superior a un mil salarios mínimos legales

mensuales vigentes (1000 smlmv)”, contenida en el primer inciso del artículo 338 de la Ley 1564 de 2012, Código General
del Proceso. Salvamento de voto del Magistrado (e.) José Antonio Cepeda Amaris.
259 Ibídem.
260 Sentencia C-372 de 2011, que declaró la inexequibilidad del artículo 48 (modifica código procesal del trabajo y de la

seguridad social) de la Ley 1395 de 2010 (adopta medida en materia de descongestión judicial), que establecía que solo eran
susceptibles del recurso de casación los procesos cuya cuantía excediera los 220 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Salvamento de voto de la magistrada María Victoria Calle Correa y Humberto Antonio Sierra Porto. Cfr. sentencia C-213 de
2017.
261 Ibídem. Cfr. sentencia SU.113 de 2018. Además, en la sentencia C-372 de 2011 se explicó: “Tal acto [sentencia], entonces,

puede contener errores de juicio o de actividad, que los doctrinantes denominan errores in iudicando y errores in procedendo.
Es decir, ´que la voluntad concreta de la ley proclamada por el juez como existente en su sentencia, no coincida con la
voluntad efectiva de la ley (sentencia injusta), porque, aun habiéndose desarrollado de un modo regular los actos exteriores
que constituyen el proceso (inmune, así, de errores in procedendo), el juez haya incurrido en error durante el desarrollo de su
actividad intelectual, de modo que el defecto inherente a una de las premisas lógicas haya repercutido necesariamente sobre la
conclusión. En este caso, en el que la injusticia de la sentencia se deriva de un error ocurrido en el razonamiento que el juez
lleva a cabo en la fase de decisión, los autores modernos hablan de un 'vicio de juicio' que la doctrina más antigua llamaba un
'error in iudicando'." Los errores in iudicando son entonces errores de derecho que se producen por falta de aplicación o
aplicación indebida de una norma sustancial o por interpretación errónea. Los errores in procedendo, por el contrario, nacen
de la ´inejecución de la ley procesal, en cuanto alguno de los sujetos del proceso no ejecuta lo que esta ley le impone
(inejecución in omittendo), o ejecuta lo que esta ley prohibe (injecución in faciendo), o se comporta de un modo diverso del
que la ley prescribe: esta inejecución de la ley procesal, constituye en el proceso una irregularidad, que los autores modernos
llaman un vicio de actividad o un defecto de construcción y que la doctrina del derecho común llama un error in procedendo".
Cfr. Hernando Morales Medina, Técnica de Casación Civil, Bogotá, Lerner. Salvamento de voto de los magistrados Alfredo
Beltrán Sierra y Álvaro Tafur Galvis a la sentencia C-252 de 2001.
262 Sentencia C-213 de 2017.
263 Sentencia C-596 de 2000.
264 Sentencia C-1065 de 2000. Esta idea ha sido recogida también, entre otras, en la sentencia C-372 de 2011.
265 Sentencias C-595 de 2000 y C-998 de 2004, entre otras. Cfr. C-880 de 2014, que declaró la exequibilidad de apartes del

artículo 184 (admisión) de la Ley 906 de 2004 (Código de Procedimiento Penal) así como del artículo 347 (selección en el
trámite del recurso de casación) de la Ley 1564 de 2012 (Código General del Proceso).
cierre realice (…) un control material a las sentencias judiciales y unifique la
jurisprudencia como forma de asegurar el mandato constitucional de igualdad
ante la ley” 266 265F265F

139. En esa medida, su carácter extraordinario y dispositivo le ha permitido


sostener que “la regla general es la improcedencia del recurso; la excepción, su
procedencia, en los casos previstos en la ley 267. Nótese entonces que en la
199F266F266F

génesis de este recurso está su naturaleza excepcional y por ello su regulación


estricta. La naturaleza de este medio de impugnación, así como el sometimiento
de su procedencia al cumplimiento de estrictas condiciones, se refleja en las
normas que lo disciplinan” 268. Un diseño abierto y un acceso universal
200F267F267F

desnaturalizarían su carácter extraordinario, impactando de manera frontal en sus


fines pero además congestionado a tal punto la instancia final que tales fines
resultarían inalcanzables.

140. En la sentencia que se alude, C-213 de 2017, se manifestó igualmente que


aun cuando la naturaleza del recurso extraordinario de casación civil se ha
conservado en las diferentes regulaciones expedidas sobre la materia, la
contenida en el Código General del Proceso (Ley 1564 de 2012), “evidencia
varios cambios que sugieren una comprensión distinta de asuntos
históricamente nucleares”. Así, se trajo a colación que en la exposición de
motivos del proyecto de ley presentado al Congreso de la República se indicaba
que en el nuevo régimen “se incluyen trascendentales reformas a la casación
para que sea más accesible (…) 269”. 201F268F268F

141. También, se advirtió que se ampliaron los fines de la casación 270 al 202F269F269F

establecerse en el artículo 333 del CGP que dicho recursos extraordinario


persigue “defender la unidad e integridad del ordenamiento jurídico, lograr la
eficacia de los instrumentos internacionales suscritos por Colombia en el derecho
interno, proteger los derechos constitucionales, controlar la legalidad de los
fallos, unificar la jurisprudencia nacional y reparar los agravios irrogados a las
partes con ocasión de la providencia recurrida”. Determinó esta corporación que
“la reconfiguración legal de los fines de la casación se evidencia al considerar
que en el régimen jurídico preexistente los propósitos consistían en unificar la
jurisprudencia nacional, proveer la realización del derecho objetivo en los
respectivos procesos y procurar la reparación de los agravios causados a las
partes” 271. Agregó que se trata de “una variación importante que exige, a juicio
203F270F270F

de la Corte, avanzar en una comprensión diferente de la casación, de una parte, y


de las nuevas figuras que la referida ley ha establecido en esta materia” 272. 204F271F271F

142. Así mismo, este tribunal encontró que las providencias sobre las cuales
procede el recurso de casación “fue también objeto de modificación”. En efecto,
el artículo 334 del CGP instituye que el recurso extraordinario procede contra las
siguientes sentencias, cuando son proferidas por los tribunales superiores en
segunda instancia: “1. Las dictadas en toda clase de procesos declarativos. 2. Las
dictadas en las acciones de grupo cuya competencia corresponda a la jurisdicción
ordinaria. 3. Las dictadas para liquidar una condena en concreto. Parágrafo.
Tratándose de asuntos relativos al estado civil sólo serán susceptibles de
casación las sentencias sobre impugnación o reclamación de estado y la
declaración de uniones maritales de hecho”.
266 Sentencia C-880 de 2014.
267 Sentencia C-058 de 1996.
268 Sentencia C-213 de 2017.
269 Gaceta del Congreso 119 de 2011.
270 Cfr. sentencia T-052 de 2018.
271 Sentencia C-213 de 2017.
272
Ibídem.
143. En la mentada C-213 de 2017 también se hizo mención de la cuantía del
interés para recurrir (art. 338 del CGP): “cuando las pretensiones sean
esencialmente económicas, el recurso procede cuando el valor actual de la
resolución desfavorable al recurrente sea superior a mil salarios mínimos legales
mensuales vigentes (1.000 smlmv). Se excluye la cuantía del interés para recurrir
cuando se trate de sentencias dictadas dentro de las acciones populares y de
grupo, y las que versen sobre el estado civil”. Ello para destacar por este tribunal
las “notables diferencias” con “la regulación precedente” y, concluir, que la
variación en esta materia “supone la ampliación temática significativa de los
asuntos que podrían ser conocidos por la Corte” 273. 205F272F272F

144. Seguidamente, se hizo alusión a las causales que hacen posible el recurso
extraordinario de casación (art. 336 CGP), que catalogó esta Corte “en buena
medida coincidentes” con las previstas en el anterior Código de Procedimiento
Civil (Decreto 1400 de 1970) 274: “1. La violación directa de una norma jurídica
206F273F273F

sustancial. 2. La violación indirecta de la ley sustancial, como consecuencia de


error de derecho derivado del desconocimiento de una norma probatoria, o por
error de hecho manifiesto y trascendente en la apreciación de la demanda, de su
contestación, o de una determinada prueba. 3. No estar la sentencia en
consonancia con los hechos, con las pretensiones de la demanda, o con las
excepciones propuestas por el demandado o que el juez ha debido reconocer de
oficio. 4. Contener la sentencia decisiones que hagan más gravosa la situación
del apelante único. 5. Haberse dictado sentencia en un juicio viciado de algunas
de las causales de nulidad consagradas en la ley, a menos que tales vicios
hubieren sido saneados”.

145. Así, la sentencia C-213 de 2017 hizo énfasis en que a pesar de la similitud
de las causales, el inciso final de la disposición transcrita prevé que la Corte
Suprema de Justicia -Sala de Casación Civil- no podrá tener en cuenta causales
de casación distintas de las que han sido expresamente alegadas por el
demandante, “sin embargo, podrá casar la sentencia, aún de oficio, cuando sea
ostensible que la misma compromete gravemente el orden o el patrimonio
público, o atenta contra los derechos y garantías constitucionales” 275. 207F274F274F

146. Ahora bien, respecto al significado constitucional del recurso


extraordinario de casación, este tribunal ha determinado que si bien la Carta
Política solo hace mención en el artículo 235.1, su reconocimiento superior
“comporta la obligación de interpretar esta figura a partir de una perspectiva que
tome en consideración las diferentes normas de la Carta. (…) [L]a competencia
de la Corte Suprema de Justicia para actuar como tribunal de casación, no es
aséptica al influjo de la Constitución” 276. 208F275F275F

147. En este sentido, con fundamento en decisiones anteriores, esta corporación


ha expresado que “no solo puede considerarse que está permitida la existencia de
la casación dentro de una competencia legislativa general, sino que se encuentra
ordenada de manera directa y clara en la Carta” 277, recabando que la relación
209F276F276F

originada en el propio texto de la Constitución entre la Corte Suprema de Justicia


y la casación, convierte a aquella en “una institución encargada de una función
pública del mayor rango, al disponer, de manera implícita, que a través del
recurso se pongan correctivos a la diversidad de las interpretaciones del derecho
273 Ibídem.
274 Ibídem.
275 Artículo 336 del CGP.
276 Sentencia C-213 de 2017.
277
Sentencia C-215 de 1994.
por los distintos jueces de la república, y a las transgresiones en que éstos puedan
incurrir contra la legislación. Ejercicio (…) de interpretación y control de
legalidad que consulta la fundamental característica unitaria del Estado
colombiano (…). Se define así, ese máximo tribunal, con una especialísima
función político-jurídica que, además de amparo de la legalidad, traduce, el
sapiente y bien probado mecanismo judicial, como medio para construir la
certeza jurídica en el plano de las decisiones judiciales” 278. 210F277F277F

148. Este mecanismo procesal “a pesar de la reducida densidad de la regulación


constitucional” 279, no involucra para la Corte “un concepto vacío o neutro, sino
211F278F278F

que se trata de un instituto cuya naturaleza no puede ser alterada de manera


antojadiza por el legislador” 280. Dados los propósitos de la casación, la
212F279F279F

jurisprudencia constitucional también ha denotado la importancia que tiene “en


el surgimiento del Estado moderno y en la formación del Estado de derecho,
como una manifestación de los postulados de la igualdad ante la ley y de
sometimiento de los poderes públicos al orden jurídico” 281. Ha aunado a los 213F280F280F

fines tradicionales de la casación, como tarea en el Estado social de derecho el


“velar por la realización del ordenamiento constitucional -no solamente legal- y,
en consecuencia, por la [efectividad] de los derechos fundamentales de los
asociados” 282. Esto último, atendiendo el principio de prevalencia del derecho
214F281F281F

sustancial 283, que constitucionalizó la casación como mecanismo para la


215F282F282F

materialidad de los derechos ciudadanos 284. 216F283F283F

149. El recurso de casación es un control jurídico realizado por el tribunal


supremo de la justicia ordinaria, con la finalidad de garantizar la unidad e
integridad del ordenamiento jurídico. La Constitución le confiere a la Corte
Suprema de Justicia “la competencia de estudiar las providencias recurridas para
lograr la eficacia de los instrumentos internacionales suscritos por Colombia en
el derecho interno, proteger los derechos constitucionales, controlar la legalidad
de los fallos, unificar la jurisprudencia nacional y reparar los agravios irrogados
a las partes con ocasión de la providencia recurrida” 285, como se ha explicado. 219F284F284F

150. En lo concerniente al control constitucional de la regulación que desarrolla


el recurso de casación, la Corte ha determinado que el juzgamiento de los
diferentes regímenes procesales debe tomar en cuenta, como lo demuestra la
práctica decisional, que su adopción “i) constituye una expresión de la
competencia del Congreso de la Republica para expedir códigos en todos los
ramos de la legislación (150.2); (ii) concreta la obligación constitucional de
establecer las competencias de las diferentes autoridades judiciales (arts. 6 y
116); (iii) complementa el ejercicio de la atribución del legislador estatutario
para regular la administración de justicia; y (iv) desarrolla varias de las
dimensiones de los derechos al debido proceso, a la tutela judicial efectiva y al
derecho de acceso a la administración de justicia” 286. 220F285F285F

151. La concurrencia de estas variadas dimensiones, ha dicho esta corporación,


“impide definir de manera general y para todos los casos, el alcance de la
potestad de configuración del legislador, el correlativo margen de acción que a
tal potestad se vincula y, en esa medida, la intensidad del control constitucional.
278 Sentencia C-215 de 1994, que examinó la constitucionalidad de los artículos 373 (trámite del recurso de casación) y 374
(requisitos de la demanda) del entonces Código de Procedimiento Civil. Cfr. sentencia C-372 de 2011.
279 Sentencia C-213 de 2017.
280 Sentencia C-372 de 2011.
281 Ibídem.
282 Ibídem. Cfr. sentencia C-880 de 2014.
283 Sentencias SU.241 de 2015 y SU.113 de 2018.
284 Sentencia C-880 de 2014.
285 Ibídem.
286
Sentencia C-213 de 2017.
(…) [P]or vía de ejemplo (…) no puede ser equivalente el juzgamiento de una
disposición procesal que regula el trámite de solicitud de una persona sometida a
un proceso penal, que el examen de una disposición referida a los requisitos
formales que debe cumplir una persona a efectos de solicitar a la jurisdicción
civil la admisión de una demanda” 287. 221F286F286F

152. Tratándose del control abstracto de la ley, ha sostenido la Corte, es


necesario identificar “la materia objeto de regulación, el tipo de competencias
constitucionales al amparo de la cual es expedida, los efectos de las normas
juzgadas en contenidos constitucionales de especial importancia y la densidad de
la regulación constitucional” 288. Con independencia de la conclusión a la que se
222F287F287F

llegue en cada asunto respecto a la intensidad del control judicial, la


jurisprudencia constitucional ha evidenciado “una orientación prima facie [por]
un juicio dúctil como forma de asegurar el principio democrático, que subyace al
reconocimiento de competencias precisas al legislador en esta materia” 289. 223F288F288F

153. En este sentido, el precedente constitucional advierte que “i) respecto a los
medios de impugnación en el curso de procesos judiciales ´la Constitución señala
simplemente directrices generales, mas no fórmulas procesales acabadas que
regulen su procedencia y los requisitos para su interposición, trámite y
decisión´ 290; (ii) con fundamento en lo dispuesto en el numeral 2 del artículo
224F289F289F

150 de la Constitución, es competencia del Congreso ´establecer los medios de


impugnación (…) y los extraordinarios´ 291; y (iii) se trata de un recurso 225F290F290F

extraordinario, [por lo que] puede concluirse que se encuentra habilitado para


definir ´qué recursos proceden contra las decisiones judiciales, así como los
requisitos para que los sujetos procesales puedan hacer uso de ellos, las
condiciones de admisibilidad o de rechazo y la manera en que ellos deben ser
decididos” 292. 226F291F291F

154. En lo relativo a la casación aseguró este tribunal que “su regulación en lo


correspondiente con procedencia del recurso, en razón de la cuantía del interés
para recurrir, de la naturaleza de las sentencias que pude ser objeto de éste; las
formas y los términos para su interposición, su sustentación y condiciones de
admisibilidad, los trámites del recurso y el contenido de la decisión, son
cuestiones que compete regular al legislador autónomamente, aunque respetando
los límites (…) señalados” 293. 227F292F292F

155. Finalmente, en cuanto a las decisiones susceptibles de impugnarse en sede


de casación, la Corte reiteró que “como al legislador corresponde dictar las
normas procesales, regular el trámite de los procesos, para concluir que una
norma procesal es inconstitucional hay que demostrar por qué quebranta un
mandato de la Constitución. No basta, por ejemplo, hacer afirmaciones sobre la
igualdad en sentido abstracto, porque esta clase de razonamientos llevaría a
sostener tesis ostensiblemente absurdas, como la de que todos los asuntos se
sometieran al mismo trámite. (…) A todo lo cual, cabría agregar que tampoco la
inexistencia de un recurso contra una providencia, implica que se viole el
derecho de toda persona para acceder a la administración de justicia (art. 229 de
la Constitución). La ley procesal al fijar el trámite de cada asunto, establece los
recursos. Y si en un caso, como lo permite el artículo 31, determina que una

287 Ibídem.
288 Ibídem.
289 Ibídem.
290 Ibídem.
291 Ibídem.
292 Ibídem.
293
Sentencia C-596 de 2000.
sentencia sea inapelable, no por ello quebranta la Constitución, y concretamente
el art. 229” 294. 228F293F293F

El asunto sub examine. La expresión demandada es compatible con la


igualdad procesal, el debido proceso, el acceso a la administración de
justicia y la prevalencia del derecho sustancial

156. Corresponde a la Corte examinar si el artículo 346 del CGP al establecer


que contra el auto que inadmite la demanda de casación civil no procede recurso
-reposición-, viola el principio de igualdad procesal, ya que fue previsto para
otras actuaciones judiciales similares, a saber, autos (iii) inadmisorios de
demandas de casación (rechazo) en otras especialidades de la jurisdicción
ordinaria 295, lo cual encuentra el accionante termina por repercutir en el
231F294F294F

desconocimiento del debido proceso, acceso a la administración de justicia y la


prevalencia del derecho sustancial 296. 233F295F295F

157. Como se explicó, las situaciones de igualdad o desigualdad entre las


personas o situaciones al no ser nunca absolutas sino siempre parciales, han
derivado en varios mandatos específicos aplicables a normas legales, los cuales
servirán de parámetro a efectos de determinar la procedencia del test de
comparación, en el supuesto iii) alegado por el accionante. En consecuencia,
superado el tercio de comparación se procederá, previa determinación de la
intensidad del juicio a aplicar, a estudiar si la diferencia de trato está
constitucionalmente justificada, es decir, si los supuestos objeto de la
comparación ameritan un trato diferente al dispensado por la norma legal
acusada.

Determinación de la intensidad del juicio de igualdad a aplicar

158. Para determinar si la diferencia de trato se encuentra constitucionalmente


justificada se dará aplicación al juicio de proporcionalidad en la intensidad leve,
como ha procedido esta Corte en asuntos similares según se expuso en la parte
dogmática de esta decisión.

159. La jurisprudencia constitucional ha evidenciado la amplia potestad de


configuración legislativa para definir los procedimientos judiciales y sus límites
constitucionales, entre otros, si determinado recurso tiene o no cabida respecto
de cierta decisión, según su evaluación sobre la necesidad de establecer tal
distinción, sin que por el solo hecho de hacerlo se quebrante la Constitución. Se
debe insistir que el control constitucional de los regímenes procesales debe tener
en cuenta que su adopción responde a una expresión de las funciones del
Congreso de la República para expedir códigos en todos los ramos de la
legislación.

160. Tratándose de la regulación de la casación la Constitución solamente


instituye directrices generales, por lo que se justifica la competencia del
legislador para establecer ciertas restricciones a los recursos que procedan contra
las providencias judiciales, siempre bajo los límites constitucionales. De allí que
la Corte ha evidenciado una orientación en principio por un juicio dúctil como
forma de garantizar el principio democrático y tácito al reconocimiento de

294 Sentencia C-056 de 1996. Cfr. C-596 de 2000.


295 Así se presenta en las especialidades laboral (arts. 93 y 63 CPT y SS) y penal (184 y 176 CPP).
296 Particularmente, el accionante refiere a la vulneración del preámbulo y los artículos 1°, 2°, 5°, 29, 228, 229, 366 de la

Constitución, así como a los artículos II y XVIII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1º y 6º
de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, 2.1, 3º y 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y 1º y 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
competencias precisas al legislador en materia del diseño de los procedimientos
judiciales.

161. En esta ocasión el juicio débil también se justifica en que inicialmente el


grado de afectación de las garantías constitucionales no se expone intenso, al no
apreciarse que se comprometa de manera profunda la efectividad de los
principios y derechos constitucionales mencionados por el accionante.

162. Debe anotarse que la facultad para inadmitir la demanda de casación


finalmente se encuentra delimitada por las causales expresas, la necesaria
fundamentación, la emisión por la totalidad de los magistrados integrantes de la
Sala y la adopción por el máximo órgano de la jurisdicción ordinaria como es la
Corte Suprema de Justicia. Adicionalmente, la naturaleza y alcance del recurso
de reposición termina esencialmente por insistir en los planteamientos iniciales
del recurrente.

163. Ahora bien, aunque esta corporación en algunas ocasiones ha aplicado un


test intermedio lo ha sido de manera excepcional y bajo unas características que
difieren sustancialmente a los que se presentan en esta oportunidad, dadas
fundamentalmente en que restringían significativamente la efectividad de las
garantías procesales constitucionales, lo que a primera vista permitía avizorar
que comprometía de forma notoria y sustancial los elementos cardinales del
proceso y generaba fuertes tensiones entre valores, principios y derechos.

164. A continuación, la Corte procederá a verificar i) si la finalidad y el medio


utilizado no se encuentran prohibidos por la Constitución y ii) si es idónea o
adecuada para alcanzar los objetivos propuestos.

(i) La finalidad y el medio empleado no se encuentran prohibidos por la


Constitución

165. De acuerdo con el trámite legislativo que surtió el proyecto de ley 159 de
2011 Senado y 196 de 2011 Cámara, el cual luego de ser sancionado como ley
de la república se convirtió en el actual Código General del Proceso, puede
constatarse lo siguiente:

(a) Desde la exposición de motivos se dejó claro que la finalidad perseguida


por el proyecto de ley consistía en garantizar una verdadera tutela efectiva de
los derechos, de manera que los procesos tengan una duración razonable sin
detrimento de la garantía de los justiciables, para que los ciudadanos
adquieran mayor confianza en un órgano judicial célere que administre justicia
y disminuya la congestión judicial latente en el país. Se puso de presente la
desjudicialización de asuntos, la introducción de sistemas orales, el tránsito de
todos los procesos declarativos en verbales, entre otros 297. 281F296F296F

297 Gaceta del Congreso 119 de 29 de marzo de 2011, pp. 93 a 96, publicación del proyecto de ley con la exposición de
motivos en la Cámara de Representantes. En los informes de ponencia para primer y segundo debate ante la Cámara de
Representantes sobre el proyecto de ley 196 de 2011 (comisión primera y plenaria), se pusieron de presente la necesidad
de reformar las normas del Código General del Proceso para efectos del acceso y descongestión judicial. No obstante, la
propuesta tramitada en la Cámara estuvo dada en que respecto al auto que inadmite la demanda de casación civil “cabe el
recurso de reposición” (art. 346), como puede observarse en la Gaceta del Congreso 745 de 2011, p. 160. Ante la pregunta de
¿cuál es la necesidad de contar con un nuevo código? se advirtió por el viceministro de justicia que “los indicadores de
medición de la administración de justicia de Colombia, como los internacionales muestran [que la situación es dramática], en
el indicador doing bussines (…). [O]cupamos el puesto ciento cincuenta dentro de ciento ochenta y tres países examinados,
ocupamos en América Latina y del Caribe el puesto veinticinco en la justicia más lenta (…), no estamos sino por encima de
Santa Lucía, Dominica, Granada, Trinidad y Tobago, Belice, Honduras y Surinam (…), así nos mira el mundo, así nos tienen
calificados y eso hace que nosotros tengamos que adoptar las legislaciones que nos permitan superar esa situación de absoluto
retardo e ineficacia en nuestro aparato judicial. Una de esas herramientas, será el Código General del Proceso, para darles una
idea, en Colombia uno de los procesos tipo que se analizan en este indicador del doing bussines se demora en ser resuelto mil
trescientos cuarenta y seis días, cuando el promedio latinoamericano son setecientos siete días; nosotros nos demoramos el
triple del tiempo que se demora Brasil, el triple del tiempo que se demora Chile, dos puntos cinco veces más de lo que se
(b) Durante el trámite del proyecto de ley en la Cámara de Representantes, el
artículo 346 contemplaba expresamente la posibilidad de interponer el recurso
de reposición contra el auto que inadmite la demanda de casación 298. 282F297F297F

(c) En el informe de ponencia para primer debate en la comisión primera del


Senado de la República (tercer debate), se indicó como finalidad relevante el
fortalecimiento del rol de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de
Justicia, dado que se amplió la procedencia del recurso de casación no solo a
los procesos verbales sino a todos los declarativos. Además, en procura de
facilitar el trabajo de la sala de casación, se permitió descartar el estudio de
demandas de casación que sustancialmente no merezcan el esfuerzo de la
Corte, esto es, la inadmisión de la demanda de casación a partir del principio
de selección. Respecto al artículo 346 censurado, se eliminó expresamente la
posibilidad de presentar el recurso de reposición contra el auto que inadmite la
demanda de casación por razones formales, lo cual se fundamentó en la
necesidad de evitar la litigiosidad en esta sede y de reivindicar la
autoridad de las decisiones proferidas en ese escenario por la Sala de
Casación Civil 299. 283F298F298F

demora Ecuador (…). Otra razón por la que hay que adoptar un Código General del Proceso, porque el código que
actualmente nos rige, el código de procedimiento civil, se volvió una colcha de retazos, tenemos un código totalmente
asistemático, bastante difícil de comprender, supeditados a innumerables reformas (…). Mucho más cuando el Congreso de la
República del año pasado, expidió la Ley 1395 de 2010, que volvió todos los procesos declarativos, los volvió procesos
verbales, procesos por audiencias, procesos orales (…). [N]ecesitamos introducir en Colombia un código, que desde el
artículo 1º hasta el último artículo piense en la oralidad. (…) Hay también una imperiosa necesidad de cumplir con los
mandatos de la ley estatutaria (…), este Congreso de la República envío tres mensajes fundamentalmente: 1. Desjudicializar
asunto. 2. Entregar funciones jurisdiccionales a las autoridades administrativas, de conformidad con lo establecido en el
artículo 116 (…) 3. Introducir sistemas orales en los procesos, nuevos códigos que conduzcan a la oralidad, simplifiquen
procedimientos y le impriman celeridad. En febrero de este año, el Instituto Colombiano de Derecho Procesal hizo entrega al
Ministerio del Interior y de Justicia del proyecto de Código General del Proceso (…). De manera tal que este es un proyecto
de muchos años de trabajo, más de siete años (…). Son muchas las innovaciones que este código trae (…). Frente a las
disposiciones generales o los principios, se introduce un principio fundamental que es el acceso a la justicia con un proceso de
duración razonable, que introdujo la Ley 1395 que ustedes aprobaron de descongestión, en virtud de la cual se le han puesto
límites temporales a los procesos, en Colombia tienen que acabarse los procesos eternos, por eso ese artículo segundo, habla
de una duración razonable y el artículo 121 del pliego de modificaciones indica que los procesos no podrán durar más de un
año en la primera instancia y seis meses en la segunda instancia (…). El proyecto que debe ser aprobado como ley por el bien
de la administración de justicia, por la celeridad de los procedimientos y porque los colombianos al final del camino podamos
contar con una justicia eficaz, pero sobre todo pronta y oportuna como instrumentos de pacificación social (…)”. Aprobada en
comisión primera Cámara en las gacetas del Congreso 499 de 11 de julio 2011 (pp. 25-30) y 745 de 04 de octubre de 2011.
Aprobación en plenaria Cámara en la Gaceta 995 de 2011 y 19 de 2012.
298 Gacetas del Congreso 250 de 2011, 499 de 2011, 745 de 2011 y 822 de 2011.
299 Gaceta del Congreso 114 de 28 de marzo de 2012. Pp. 7, 10 y 43. En los informes de ponencia para tercer y cuarto debate

ante el Senado de la República del proyecto de ley 159 Senado y 196 Cámara (comisión primera y plenaria, gacetas del
Congreso 114, 188 y 261 de 2012), inició el trámite de la ponencia para tercer debate disponiendo respecto al artículo 346 del
CGP que “se elimina la posibilidad de recurrir el auto que inadmite el recurso de casación, en aras de evitar la litigiosidad en
esta sede y de reivindicar la autoridad de las decisiones proferidas en este escenario por la Sala de Casación Civil de la Corte
Suprema de Justicia” (Gaceta del Congreso 114 de 2012, p. 43). La ponencia para tercer debate inicia por recalcar la
“situación actual de la administración de justicia y la legislación procesal”, a efectos de evidenciar que “resulta preocupante la
situación que atraviesa la administración de justicia. De tiempo atrás está presentando graves problemas relacionados con la
celeridad y eficacia en la solución de controversias, de una parte, y de la otra, por la evidente congestión que presenta la rama
judicial” (Gaceta del Congreso 114 de 2012, p. 2). Como “resumen de las principales novedades del proyecto de ley,
incluyendo las modificaciones para tercer debate” se relacionan las diez principales novedades del proyecto de ley: “1.
[A]doptar un procedimiento oral en el cual predomina la inmediación y la concentración en el proceso por audiencias. 2. Se
armonizan las normas procesales con los postulados de la Constitución de 1991, en particular, en cuanto a la plena realización
del derecho de acceso a la justicia sin desmedro del debido proceso. Para hacer efectivo el derecho a la tutela judicial efectiva
con sujeción a un debido proceso de duración razonable se adoptan diferentes estrategias. Por ejemplo, (…) se simplifican y
unifican los procesos, y se eliminan trámites o etapas procesales innecesarias”. 3. Procura la efectividad de las decisiones
judiciales (…). 4. Aumenta el acceso a la justicia y la hace más asequible para el ciudadano de a pie, por ejemplo, mediante el
establecimiento del proceso monitorio (…). 5. Incorpora las tecnologías de la información y las comunicaciones en la gestión
de los procesos (…). 6. Apuesta por una mayor visibilidad del juez frente a la comunidad jurídica debido a la mayor
inmediación en la conducción de las diligencias y práctica de pruebas. (…)” (Gaceta del Congreso 114 de 2012, pp. 5-6).
Luego en el informe de ponencia para tercer debate ante la comisión primera de la Cámara, en cuanto a las disposiciones
generales y los sujetos del proceso, se informa que “3. El código establece un diseño del proceso que apunta a la celeridad sin
desmedro del debido proceso. En este sentido, el código: (…) c) Elimina etapas procesales (…). (…) 5. Se fortalece el rol de
la sala civil de la Corte Suprema de Justicia, pues el código amplia la procedencia del recurso extraordinario de casación
respecto de todos los procesos declarativos y por consagración de una institución que permitirá a la Sala de Casación Civil
(…), por decisión mayoritaria, aprehender la competencia para decidir procesos pendientes de fallo de segunda instancia en
los tribunales superiores, con el fin de unificar la jurisprudencia nacional, proteger los derechos constitucionales
fundamentales, reparar el agravio que la sentencia de primera instancia pueda causarles a las partes, o se trate de un asunto de
trascendencia económica o social” (Gaceta del Congreso 114 de 2012, pp. 6-7). Como cambios que se proponen al proyecto
de ley en el pliego de modificaciones integrado, se reseñan: “Artículo 334. Procedencia del recurso de casación. (…) [S]e
amplió el espectro de aplicación del recurso extraordinario de casación al incluir la expresión ´declarativos´ en lugar de
´verbales´ (…). En el segundo inciso del literal a) se introduce una modificación que busca reivindicar la posibilidad oficiosa
de la Corte Suprema de Justicia para interpretar la demanda de casación y fusionar o escindir los cargos; por ello se elimina la
prohibición del entremezclamiento y la confusión de errores de hecho y de derecho. (…). Artículo 346. Inadmisión de la
demanda. En este artículo se elimina la posibilidad de recurrir el auto que inadmite el recurso de casación, en aras de evitar la
litigiosidad en esta sede y de reivindicar la autoridad de las decisiones proferidas en este escenario por la Sala de Casación
(d) En el tercer y cuarto debate cumplido en el Senado de la República fue
aprobado el artículo 346 con la modificación de que no procede recurso contra
el auto que inadmite la demanda de casación por criterio formal e incluir
situaciones de hecho o de derecho que no fueron expuestas en las instancias
procesales. Ello motivó que este artículo fuera conciliado y, finalmente,
acogido el texto aprobado en el Senado 300. 284F299F299F

166. Como lo expuso la Corte frente a la expedición de Código General del


Proceso, se presentaron varios cambios que incluyen importantes reformas a la
casación civil para hacerla más accesible a los ciudadanos. De este modo, i) se
ampliaron los fines de la casación -reconfiguración legal- (art. 333), ii) las
providencias sobre las cuales procede el recurso extraordinario fue objeto de
modificación -dictadas en toda clase de procesos declarativos- (art. 334), iii) al
igual la cuantía del interés para recurrir que supone una ampliación temática
significativa de los asuntos que podría conocer la Corte Suprema de Justicia-
(art. 338) y iv) dentro las causales que hacen posible el recurso extraordinario se
permite la posibilidad de casar la sentencia aún de oficio cuando sea ostensible
que comprometa gravemente el orden o el patrimonio público, o atente contra los
derechos y garantías constitucionales- (art. 336) 301. 285F300F300F

167. Así, encuentra esta corporación que la finalidad que persigue la medida
legislativa de no hacer procedente el recurso contra el auto que inadmite la
demanda de casación, se centra en fortalecer el principio de celeridad para evitar
la congestión judicial que aqueja a la jurisdicción ordinaria en la especialidad
civil, así como impedir el uso inadecuado del recurso extraordinario ante
dilaciones injustificadas, de forma que las decisiones emitidas en las instancias
ordinarias adquieran firmeza para otorgar confianza y seguridad jurídica a los
asociados, como categorías propias del Estado de derecho 302. 286F301F301F

168. Esta finalidad y el medio empleado es constitucional al hacer efectivo el


debido proceso público sin dilaciones injustificadas (art. 29 superior), que los
términos procesales se observen con diligencia y su incumplimiento sea
sancionado- (art. 228 superior), el acceso oportuno a la administración de justicia
(art. 229 superior) y la garantía de los principios eficacia, economía y celeridad
de la función administrativa (art. 209 superior) 303. Este tribunal, desde sus 287F302F302F

primeras decisiones, ha identificado la celeridad como uno de los principios que


debe regir la administración de justicia bajo la Constitución de 1991 304. 288F303F303F

Adicionalmente, se debe tener en cuenta que el principio de celeridad fue


recogido por la ley estatutaria de la administración de justicia en el artículo 4º,

Civil de la Corte Suprema de Justicia. Artículo 347. Selección en el trámite del recurso de casación. Se elimina la
consagración expresa del recurso de reposición en este artículo, para remitirse a las reglas generales que así lo prevén”
(Gaceta del Congreso 114 de 2012, pp. 21, 42, 43, 44, 59 y 153).
300 Gacetas del Congreso 316 y 317 de 2012.
301 Cfr. sentencia C-213 de 2017.
302 En la sentencia C-838 de 2013, la Corte avaló como una finalidad constitucionalmente importante el “garantizar la

celeridad procesal y la pronta administración de justicia para quienes acuden a ella esperando una solución de los asuntos
sometidos a su conocimiento, lo que a su vez es fundamento del Estado social de derecho”. Resaltó que “los términos en
materia procesal no pueden ser ilimitados en el tiempo porque ello generaría un elevado volumen de congestión judicial”.
También evidenció la medida como “necesaria para contribuir a la realización de los derechos fundamentales de acceso a una
administración de justicia pronta y sin dilaciones injustificadas representados en el principio de celeridad procesal y en el
acatamiento del debido proceso, y porque es la única posible y capaz de contribuir con mayor idoneidad a la consecución del
fin legítimo e importante que se persigue”.
303 La Corte ha determinado que los principios de la función administrativa son aplicables a la administración de justicia como

manifestaciones que son del poder del Estado. Cfr. sentencias C-416 de 1994, C-543 de 2011, C-583 de 2016 y C-443 de
2019.
304 En la sentencia C-543 de 2011 se sostuvo: “Recuérdese que uno de los temas tratados en las discusiones de la Asamblea

Nacional Constituyente relativos a la Administración de Justicia fue, precisamente, la necesidad de introducir el principio de
celeridad en este campo de la actividad estatal ya que ´es por todos sabido que uno de los mayores males que aquejan a la
administración de justicia es la morosidad en la prestación de este servicio público. Procesos de índole penal, civil, laboral y
contencioso administrativo demoran en los despachos respectivos un considerable tiempo haciéndose nugatoria la
administración de justicia y causándose con ello gravísimas consecuencias de todo orden a la convivencia social de los
ciudadanos´”. Gaceta Constitucional No. 88 de 3 de junio de 1991.
tanto en su versión original (ley 270 de 1996) 305 como en la reforma introducida
289F304F304F

por la Ley 1285 de 2009 306, en cuyas ocasiones la Corte avaló la


290F305F305F

constitucionalidad de la inclusión del mencionado principio al corresponder a un


desarrollo de los artículos superiores mencionados.

(ii) Idoneidad o adecuación para alcanzar los objetivos propuestos

169. La Corte considera que la prohibición expresa consistente en que contra el


auto que inadmite la demanda de casación civil no procede recurso, constituye
un medio idóneo o adecuado para lograr la finalidad constitucional de la
celeridad procesal que, como se recogió en los antecedentes legislativos, busca
evitar la litigiosidad innecesaria y la congestión judicial en sede de casación
civil, máxime cuando dicha providencia es proferida por los magistrados que
integran la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, órgano límite
de esa jurisdicción ordinaria. Ello permite blindar, a la vez que reivindicar, la
autoridad de esa sala para proferir una decisión, cuando es el recurrente quien
incumple la carga procesal de satisfacer los requisitos de forma que han sido
establecidos por el legislador ante la naturaleza extraordinaria y rigurosa que
tiene la casación civil.

170. Como lo informó el Consejo Superior de la Judicatura en el trámite de


intervención ciudadana en el presente asunto, la interposición del recurso
extraordinario de casación civil representa una demanda significativa en la Sala
de Casación civil, incluso con posterioridad a la expedición del Código General
del Proceso, observados los cuadros de ingresos y egresos reportados durante los
años 2015 a 2019. A partir de la ampliación de su procedencia en el Código
General del Proceso, se ha incrementado la presentación de demandas de
casación que tienen que ser verificadas desde su admisión, para que los esfuerzos
de la Corte Suprema de Justicia se centren en impulsar las finalidades específicas
de la casación en esta especialidad.

171. El trato diferenciado que la medida otorga a los usuarios de la


administración de justicia, en consideración a si tienen acceso a la interposición
de recurso de reposición contra el auto inadmisorio de la demanda de casación,
que no selecciona o declara desierto, es una medida efectivamente conducente
para brindar celeridad y seguridad jurídica al trámite del recurso extraordinario y
así materializar el acceso a la justicia -confianza legítima y seguridad jurídica-,
indispensable para el ejercicio de las libertades y asegurar la vigencia de un
orden justo. Lo anterior, aunque también pudiera predicarse de las salas de
casación laboral y penal la existencia de una congestión judicial.

305 “La administración de justicia debe ser pronta y cumplida. Los términos procesales serán perentorios y de estricto

cumplimiento por parte de los funcionarios judiciales. Su violación constituye causal de mala conducta, sin perjuicio de las
sanciones penales a que haya lugar. Lo mismo se aplicará respecto de los titulares de la función disciplinaria”. En la sentencia
C-037 de 1996, que examinó tal disposición estatutaria, se dijo que: “el derecho fundamental de acceder a la administración
de justicia implica necesariamente que el juez resuelva en forma imparcial, efectiva y prudente las diversas situaciones que las
personas someten a su conocimiento. Para lograr lo anterior, es requisito indispensable que el juez propugne la vigencia del
principio de la seguridad jurídica, es decir, que asuma el compromiso de resolver en forma diligente y oportuna los conflictos
a él sometidos dentro de los plazos que define el legislador. Por ello, esta corporación ha calificado, como parte integrante del
derecho al debido proceso y de acceder a la administración de justicia, el ´derecho fundamental de las personas a tener un
proceso ágil y sin retrasos indebidos´”.
306 “La administración de justicia debe ser pronta, cumplida y eficaz en la solución de fondo de los asuntos que se sometan a

su conocimiento. Los términos procesales serán perentorios y de estricto cumplimiento por parte de los funcionarios
judiciales. Su violación injustificada constituye causal de mala conducta, sin perjuicio de las sanciones penales a que haya
lugar. Lo mismo se aplicará respecto de los titulares de la función disciplinaria. Las actuaciones que se realicen en los
procesos judiciales deberán ser orales con las excepciones que establezca la ley. Esta adoptará nuevos estatutos procesales con
diligencias orales y por audiencias, en procura de la unificación de los procedimientos judiciales, y tendrá en cuenta los
nuevos avances tecnológicos. (…)”. Cfr. sentencia C-713 de 2008 que examinó la reforma introducida al proyecto de ley
estatutaria de la administración de justicia.
172. La medida legislativa no se debe mirar de forma aislada sino dentro del
contexto de la reforma legal introducida al Código General del Proceso. El no
permitir la interposición de recurso facilita otorgar mayor celeridad en el
proceso, por lo que es idónea o adecuada la adopción de la norma al fin
constitucional ya que potencializa el derecho de acceso a una tutela judicial
efectiva, al evitar dilaciones prolongadas y la resolución a las partes sobre sus
derechos.

173. Garantizar una adecuada administración de justicia implica también una


correspondencia con el principio de celeridad, que aunque corresponda solo a
uno de los elementos fundamentales en el proceso de impartir justicia, permite
que las decisiones que se adopten también puedan ser eficaces, esto es, que
contengan una resolución clara, cierta, motivada y jurídica de los asuntos, en la
pretensión de maximizar el valor de la justicia y que resulte más favorable al
logro y realización del derecho substancial.

174. Aunque se sostuvo que las finalidades generales del recurso de casación
son comunes a las tres especialidades -laboral, penal y civil-, sin embargo,
observados los procedimientos establecidos el legislador puede regular de forma
diferente los procesos con base en los diversos bienes jurídicos objeto de
protección 307. Como se sostuvo en la sentencia C-203 de 2011, “cada régimen
306F306F

procesal del recurso de casación, sea este civil, penal, laboral, está sometido a
reglas específicas, por responder a principios y bienes jurídicos (…) que
reportan sus características y reclaman diversos mecanismos de protección,
diversas garantías y, en esa medida, diversos tratamientos normativos”.

175. Así, por ejemplo, en la especialidad laboral los bienes jurídicos que
protegen se relacionan directamente con valores, principios, derechos y
obligaciones constitucionales, reconocidos también en los convenios
internacionales del trabajo, que comprenden a los trabajadores, a la seguridad
social, a los pensionados, a los sindicalizados, entre otros 308. Por su parte, en la 293F307F307F

especialidad penal, el bien jurídico comprometido por excelencia es la libertad


personal y de locomoción, involucrando también la presunción de inocencia, el
debido proceso, los derechos de las víctimas, etc. 309. Por último, en la 308F308F

307 Cfr. sentencia C-163 de 2019.


308 Preámbulo y artículos 1, 2, 25, 38, 39, 48, 53 superiores, entre otros. Cfr. sentencia C-203 de 2011, C-372 de 2011 y C-492
de 2016. Particularmente, la sentencia C-583 de 2016 destacó los especiales intereses que se debaten en los procesos
laborales.
Recientemente en la SU.143 de 2020 se refirió al recurso extraordinario de casación laboral, observando que la Sala de
Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional han definido este recurso como “un medio de
impugnación extraordinario, de naturaleza rogada y especial, en el que se enfrenta la sentencia recurrida con la ley, en procura
de su derribamiento”. De igual manera, dicha decisión estableció que este recurso extraordinario tiene cuatro características
esenciales: (a) es extraordinario, (b) es excepcional, (c) es riguroso y formalista, y (iv) es dispositivo. (…) [P]recisó que la
interpretación del recurso de casación a partir de su dimensión constitucional “supone una modificación en el entendimiento
del recurso y, en particular, en la interpretación y alcance de los requisitos formales. (…) [E]xige que en la verificación del
cumplimiento de los requisitos técnicos el juez de casación deba aplicar un estándar más flexible en aquellos casos en los que
esté en juego la protección de los derechos fundamentales o algún otro interés constitucional superior (…). [A]unque la
violación de los derechos fundamentales no se formule expresamente “es obligatorio para el tribunal de casación pronunciarse
oficiosamente”. Por último, la mencionada decisión, siguiendo la jurisprudencia de la Sala de Casación Laboral, estableció
que la flexibilización de las cargas técnicas significa que siempre que el recurrente cumpla con unos requisitos mínimos de
argumentación, la Corte Suprema “debe proceder al análisis de fondo, si los errores de técnica en el recurso en los que pudo
haber incurrido el recurrente son superables con un esfuerzo interpretativo de parte del juzgador”.
309 Artículos 24 y 28 superiores. En la sentencia SU.635 de 2015 se refirió al recurso extraordinario de casación penal. Puso

de presente que la Sala de Casación Penal ha indicado que es “un medio procesal de enjuiciamiento de la legalidad de la
sentencia para determinar su conformidad con la ley, en su correcta aplicación e interpretación”. Así mismo, afirmó que esa
sala ha expresado como deber de la Corte Suprema de Justicia “verificar en la formulación y censuras (…) por los
casacionistas, si se cumplen las exigencias de lógica y demostración exigidas por el legislador y desarrolladas por la
jurisprudencia, para evitar que el recurso (…) se convierta en una instancia adicional a las ordinarias. Adicionalmente, (…) se
pretende que las demandas tengan unos mínimos lógicos y de coherencia para postular y demostrar los cargos que en ellas se
proponen”. En esta decisión se acopió que la Sala de Casación Penal es guardiana de los fines primordiales legales del recurso
extraordinario y que la demanda de casación debe cumplir ciertos requisitos para su admisión, como formular y desarrollar los
cargos correspondientes para acreditar la afectación de derechos o garantías fundamentales, siendo necesaria la intervención
de la Corte Suprema de Justicia para la efectividad del derecho material, así como el respeto por las garantías de los
intervinientes, la reparación de los agravios sufridos por éstos y la unificación de la jurisprudencia. La misma Sala de
Casación Penal ha manifestado que el recurso extraordinario de casación “no puede ser interpretado solo desde, por y para las
especialidad civil los bienes jurídicos comprometidos mayoritariamente
corresponden a temas económicos, asociados a contratos civiles y comerciales, a
bienes muebles e inmuebles, a temas patrimoniales que inciden en los integrantes
de la familia, también agrarios, aun cuando también comprometa el estado civil
de las personas.

176. Lo anterior, permite a la Corte afirmar que en las especialidades laboral y


penal los bienes jurídicos comprometidos en principio son derechos
constitucionales de mayor afectación, motivo que justifica la conducencia de la
medida adoptada en la especialidad civil, y que fue consagrada en ejercicio de la
potestad de configuración del procedimiento judicial.

177. En suma, la Sala Plena ha podido determinar a partir de un juicio dúctil de


proporcionalidad que la expresión demandada resulta válida a la luz del principio
y derecho a la igualdad procesal.

El no desconocimiento del debido proceso, el acceso a la administración de


justicia y la prevalencia del derecho sustancial

178. Respecto al debido proceso este tribunal ha admitido que “algunas


garantías procesales -y entre ellas el derecho de defensa y contradicción- no son
absolutas y pueden ser limitadas por el legislador, siempre que no se vea
afectado su núcleo esencial, la limitación responda a criterios de razonabilidad y
proporcionalidad, y no se desconozcan otros derechos fundamentales. En todo
caso, ha señalado que la función tanto de legislador como del juez constitucional,
es tratar de lograr que todos los principios y derechos que eventualmente puedan
entrar en tensión a la hora de regular los términos judiciales sean garantizados en
la mayor medida posible” 310. De igual modo, ha señalado que su consagración
150F309F309F

como derecho fundamental “no puede derivarse, en manera alguna, una idéntica
regulación de sus distintos contenidos para los procesos que se adelantan en las
distintas materias jurídicas, pues en todo aquello que no haya sido expresamente
previsto por la Carta, debe advertirse un espacio apto para el ejercicio del poder
de configuración normativa” 311. 151F310F310F

179. Tratándose del ejercicio de la función pública de administrar justicia, ha


reiterado esta corporación 312 que “debe ser eficaz, es decir, que debe
162F311F311F

garantizarse una administración de justicia pronta y cumplida, lo que se concreta


en el principio de la celeridad, deducido del mismo artículo 228 superior, al
establecer que ´[l]os términos procesales se observarán con diligencia y su
incumplimiento será sancionado´. || Por lo anterior, (…) ha reconocido como
derecho fundamental de las personas ´tener un proceso ágil y sin retrasos
indebidos´ 313, que se instituye en premisa básica de la efectividad del derecho a
163F312F312F

la administración de justicia (…)” 314. Adicionalmente, ha indicado que el164F313F313F

causales, sino también desde sus fines, con lo cual adquiere una axiología mayor vinculada con los propósitos del proceso
penal y con el modelo de Estado en el que se inscribe”. Además, la Sala de Casación Penal ha establecido de acuerdo con la
jurisprudencia constitucional que una demanda de casación para ser inadmitida se debe fundamentar en tres aspectos: “en
principio, cuando el demandante no tenga interés para acceder al recurso; en segundo lugar, cuando se trate de una
demanda infundada, es decir que su fundamentación no evidencia una eventual violación de garantías fundamentales; y, por
último, cuando de su inicial estudio se descarte la posibilidad de desarrollar en la sentencia alguno de los fines de la
casación”. Ello ha permitido a la Corte Constitucional manifestar que el recurso de casación constituye “un mecanismo de
control legal y constitucional que ejerce la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, el cual debe cumplir una
serie de requisitos exigidos por la ley para su admisión, por lo que en caso de no cumplirse la Corte Suprema de Justicia está
facultada para inadmitirlo”. Así mismo, la Corte ha sostenido que la casación penal, entendida como medio de impugnación
extraordinario, “tiene elementos estructurales y de contenido propios que no permiten confundirla con otras instituciones”.
310 Sentencia C-371 de 2011, que examinó la constitucionalidad de varios artículos de la Ley 1395 de 2010, que adopta

medidas en materia de descongestión judicial.


311 Sentencia C-131 de 2002.
312 Sentencias C-568 de 2000 y C-159 de 2016.
313 Sentencia T-006 de 1992.
314
Sentencia C-568 de 2000 y C-159 de 2016.
derecho de acceso a la justicia “no es ilimitado y absoluto, pues la ley
contempla ciertas restricciones legítimas en cuanto a las condiciones de modo,
tiempo y lugar para impulsar las actuaciones judiciales o administrativas” 315. 165F314F314F

180. Y en cuanto a la prevalencia del derecho sustancial ha destacado la Corte


que la tarea de los jueces es mayúscula: “por un lado, deben garantizar que el
proceso se surta según las etapas señaladas por el Legislador y, por el otro, deben
conseguir que las formalidades del proceso no se conviertan en un impedimento
para la efectividad del derecho sustancial. Todo, asegurándose de llegar a una
solución justa frente a la controversia que las partes han sometido a su
consideración, en el marco de los postulados del Estado de derecho” 316. 172F315F315F

181. De esta manera, en el presente asunto es evidente que pueden entrar en


tensión diferentes derechos que hacen parte del debido proceso y del acceso a la
administración de justicia, a saber, el derecho a la defensa y contradicción con
respecto al principio de celeridad del proceso, al restringirse alguno de aquellos
frente al otro 317. Frente a esta colisión la Corte ha indicado 318 “como punto de
174F316F316F 175F317F317F

partida que ´el derecho al debido proceso, como todos los derechos
fundamentales, no es un derecho absoluto. Su ejercicio (…) puede ser objeto de
limitaciones que resultan ser necesarias para realizar otros principios superiores
o para garantizar otros derechos fundamentales que en cierto momento pueden
verse confrontados con aquel´, tales como la celeridad procesal, el derecho a un
proceso sin dilaciones indebidas y el derecho al acceso a la justicia 319”. 76F318F318F

182. Posibilidad de limitación que encuentra sentido si se entiende que un


enfoque según el cual no fuera factible restringir el derecho de defensa, llevaría a
situaciones extremas que harían imposible avanzar el proceso para llegar al
cometido de esclarecer la verdad, además de hacer nugatorio el debido proceso
sin dilaciones injustificadas y su resolución en un plazo razonable 320. Sin 177F319F319F

embargo, los principios de celeridad y eficiencia deben encontrar un punto de


equilibrio con el debido proceso -derecho a la defensa y a impugnar las
decisiones-, que “puede ser diseñado de muy diferentes formas” 321 y con 178F320F320F

sujeción al juicio de proporcionalidad 322. 179F321F321F

183. En la sentencia C-319 de 2013 323 se afirmó que “es común que, con el
180F322F322F

ánimo de otorgar mayor dinámica al sistema de administración judicial,


tradicionalmente signado por su lentitud e incluso mora en la resolución
definitiva de los conflictos, el legislador opte por prescindir de determinadas
etapas o por eliminar la posibilidad que las partes presenten determinados
recursos”. En el análisis de constitucionalidad de este tipo de medidas, ha
manifestado de manera general que “son expresiones constitucionalmente
válidas del amplio margen de configuración legislativa, a condición de que se
315 Sentencia C-146 de 2015. En la C-159 de 2016 se sostuvo que “bien puede el Congreso disponer ´límites temporales

dentro de los cuales debe hacerse uso de las acciones judiciales, o los requisitos de procedibilidad para poner en
movimiento el aparato judicial (…), o condiciones de acceso a la justicia, como (…) la observancia de determinados
requisitos de técnica jurídica´. El legislador (…) está llamado a sopesar las razones de conveniencia socioeconómica, la
distribución adecuada de recursos, la naturaleza de las pretensiones y la evaluación de la eficiencia y eficacia de cada
procedimiento, a efectos de definir cuál es el mecanismo procesal más idóneo”.
316 Sentencia C-173 de 2019. Cfr. C-163 de 2019.
317 La Corte en anteriores ocasiones ha referido a esta colisión, por ejemplo, en las sentencias C-543 de 2011, C-319 de 2013,

C-929 de 2014, C-031 de 2019, C-443 de 2019 y C-420 de 2020.


318 Sentencia C-543 de 2011.
319 Sentencia C-648 de 2001.
320 Ibídem. Cfr. C-543 de 2011. En la sentencia T-052 de 2018 este tribunal refirió al principio de plazo razonable

desarrollado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Convención Americana sobre Derechos Humanos, arts.
8º -garantías judiciales- y 25 -protección judicial-). Así mismo, refirió al acceso a la administración de justicia en caso de
mora injustificada.
321 Sentencia C-803 de 2000. En el mismo sentido, la C-699 de 2000.
322 Sentencia C-543 de 2011.
323 Estudió la constitucionalidad del artículo 16 de la Ley 393 de 1997 que estableció la improcedencia de recursos en el

trámite de las acciones de cumplimiento, con excepción de la sentencia.


muestren razonables y proporcionadas (…). Así, se ha considerado por la
jurisprudencia que ´es usual que las reformas legales que busquen disminuir la
duración de los procedimientos judiciales apelen a la reducción de términos
judiciales o, inclusive, a la eliminación de etapas, lo cual puede llegar a actuar en
desmedro de las posibilidades de las partes para controvertir (…) las decisiones
que se adopten en el trámite. En estos casos, se ha considerado (…) que
limitaciones, proporcionadas y razonables, a las oportunidades de contradicción
y defensa, no se oponen prima facie a la Constitución, cuando estas están
enfocadas a evitar las dilaciones injustificadas en los procedimientos judiciales.
No obstante, tales restricciones a la oportunidad y/o duración de los términos
para el ejercicio de los derechos de contradicción y defensa no pueden ser de una
entidad tal que se muestren incompatibles con el núcleo esencial del derecho
fundamental al debido proceso´ 324”. 181F323F323F

184. De este modo, la Corte determinó en la sentencia mencionada que “el


legislador está facultado para fijar modelos de procedimientos que prescindan de
determinadas etapas o recursos, a condición que (i) la limitación no verse sobre
una instancia procesal prevista específicamente por la Constitución; (ii) la
restricción correspondiente cumpla con criterios de razonabilidad y
proporcionalidad; y (iii) la limitación no configura una barrera injustificada para
el acceso a la administración de justicia” 325. 182F324F324F

185. Por su parte, en la sentencia C-443 de 2019 326 se manifestó que cuando la
183F325F325F

Corte ha encontrado que la simplificación del trámite judicial involucra la


anulación del derecho en función del cual fue instituida la garantía o el
mecanismo procesal, se ha declarado la inexequibilidad de la disposición. De
esta forma, ha establecido que el análisis de constitucionalidad de las medidas
que regulan la estructura y el funcionamiento de los procesos judiciales con el
propósito de garantizar la consecución de un plazo razonable y la descongestión
en el sistema judicial debe tener en cuenta las siguientes variables:

“(i) el control constitucional debe partir del reconocimiento de las potestades con las que
cuenta el legislador para diseñar los mecanismos encaminados a materializar los principios
de economía y celeridad en el marco de los procesos judiciales, y de su comprensión a
partir de la propia lógica y de los propósitos asignados por el Congreso a estos
mecanismos; (ii) esta aproximación debe ser confrontada con un análisis prospectivo de la
disposición legal, orientado a identificar y evaluar sus efectos directos e indirectos en el
proceso judicial objeto de la regulación, en el despacho o corporación que los tiene a su
cargo, y en el sistema judicial en su conjunto; a la luz de esta pauta, las medidas que
disponen directamente la simplificación de los trámites que se surten en la rama judicial, en
principio resultan compatibles con los principios de economía y celeridad y con el derecho
a un plazo razonable, mientras que las medidas que condicionan el acceso a los
instrumentos del sistema al cumplimiento de un carga, o las de tipo sancionatorio, exigen
un análisis exhaustivo e integral; (iii) finalmente, para evaluar la constitucionalidad de las
disposiciones legales que al promover la celeridad en los procesos judiciales podrían poner
en peligro el derecho al debido proceso o el derecho de acceso a la justicia, se tienen en
cuenta dos pautas básicas: primero, en el marco de un ejercicio de ponderación, se debe
confrontar la contribución de la medida legislativa a la materialización del derecho al plazo
razonable de los procesos y a la descongestión de la rama judicial, con el sacrificio
iusfundamental generado por la medida; y segundo, debe establecerse si las normas legales
que limitan las garantías procesales preservan el sustrato del derecho subyacente, y si las
medidas restrictivas, correccionales o sancionatorias que se imponen en el marco del
proceso judicial para racionalizar el acceso a los instrumentos del sistema, resultan
consistentes con el comportamiento procesal del sujeto afectado” 327. 18 4F326F32 6F

324 Sentencia C-315 de 2012. Cfr. C-319 de 2013.


325 Sentencia C-319 de 2013. Cfr. C-492 de 2017.
326 Examinó el artículo 121 (duración del proceso, incisos segundo, sexto y octavo) del Código General del Proceso.
327 Sentencia C-443 de 2019, que trae como precedentes sobre el punto relacionado las sentencias C-203 de 2011, C-863 de

2012, C-425 de 2015, C-337 de 2016 y C-492 de 2016.


186. Ingresando al fondo del asunto, la expresión cuestionada no se expone
arbitraria, sino que puede advertirse que se soporta en los principios de
razonabilidad y proporcionalidad, que justifican el trato diferenciado otorgado
por el legislador a la casación civil respecto a las demás especialidades, esto es,
laboral y penal. El legislador al poseer una mayor amplitud en el diseño de los
procedimientos judiciales está habilitado para establecer modelos que prescindan
de determinados recursos en la búsqueda de asegurar la celeridad y eficacia del
trámite por razones de economía 328, y respondan aun cuando partan de un
295F327F327F

común denominador a las particularidades de los regímenes en que se inscriben -


distintas especialidades-.

187. En la sentencia C-140 de 1995 329 la Corte determinó que “el hecho de que 296F328F328F

la Constitución y la ley hubiesen establecido la posibilidad de que los asociados


puedan presentar una demanda de casación ante la Corte Suprema de Justicia, no
significa que esa institución deba regularse por unos principios y procedimientos
idénticos para los asuntos penales, civiles y laborales. Así mismo, en la sentencia
C-443 de 2019 330 se declaró exequible un amplio repertorio de medidas
297F329F329F

procesales que persiguen la celeridad en la función jurisdiccional y la


materialización del derecho a un plazo razonable, sin pretender brindar un
carácter absoluto a dicho principio. Sobre esta base, ha avalado diferentes tipos
de medidas como aquellas que simplifican directamente los procesos o eliminan
algunas de sus fases, por ejemplo, la prohibición de interponer recursos contra
las providencias que se dictan en el marco de las acciones de cumplimiento,
incluido el auto que dicta pruebas 331, la supresión del recurso extraordinario de
298F330F330F

súplica en la jurisdicción de lo contencioso administrativo 332, entre otras. 299F331F331F

188. Además, en la sentencia C-838 de 2013 se expuso que “aunque el derecho


a la defensa debe ser garantizado por el Estado en el ámbito de cualquier proceso
o actuación judicial, la jurisprudencia y la doctrina han coincidido en sostener
que éste se proyecta con mayor intensidad y adquiere mayor relevancia en el
escenario del proceso penal 333, sin que por ello merezca exclusión en otro tipo
300F332F332F

de actuaciones judiciales o administrativas” 334. 301F333F333F

189. De esta forma, los efectos sobre el derecho de defensa no se observan en


esta oportunidad irrazonables ni desproporcionados, ya que se trata de una
restricción de modo y tiempo que se impuso en materia de procedimientos
judiciales en virtud de privilegiarse la celeridad y la economía procesal, en
ejercicio de una competencia específica del legislador definida por la
Constitución y que está orientada a materializar aspectos centrales de la reforma
procesal adelantada con la Ley 1564 de 2012, vista en su integralidad y contexto,
que permitieron la ampliación temática significativa de los asuntos que podrían

328 Sentencias C-203 de 2011 y C-290 de 2019.


329 Declaró exequible el artículo 7 (error de echo como motivo de casación laboral solo cuando provenga de falta de
apreciación o errónea de un documento auténtico, confesión judicial o inspección ocular) de la Ley 16 de 1969
330 Al resolver sobre el artículo 121 (duración del proceso) del CGP, correspondió a este tribunal establecer si la nulidad de

pleno derecho de las actuaciones realizadas por el juez que pierde la competencia por el vencimiento de los plazos para la
conclusión de los litigios, y la obligación de tener en cuenta la expiración de términos como criterio de calificación de los
funcionarios judiciales, amenazaba los principios constitucionales en función de los cuales se estructura la función
jurisdiccional, en particular el derecho a una resolución oportuna de las controversias judiciales, la eficiencia en el aparato
jurisdiccional, la prevalencia del derecho sustancial, el derecho al debido proceso y el acceso a la administración de justicia.
331 Sentencia C-319 de 2013. En este fallo se declaró la exequibilidad del artículo 16 de la Ley 393 de 1997, en el cual se

estableció que las providencias que se dicten en el trámite de la acción de cumplimiento, con excepción de la sentencia,
carecerán de recurso alguno.
332 Sentencia C-180 de 2006. En este fallo se declaró la exequibilidad del artículo 2 de la Ley 954 de 2005, en el que se

derogó el artículo 194 del código contencioso administrativo, que consagraba el recurso extraordinario de súplica.
333 Ver, entre otras, C-025 de 2009, C-127 de 2011, T-799ª de 2011 y C-315 de 2012.
334 En la sentencia C-315 de 2012 se reiteró: “el derecho a la defensa (…) se proyecta con mayor intensidad y adquiere mayor

relevancia en el escenario del proceso penal, en razón de los intereses jurídicos allí comprometidos, las materias de las que se
ocupa y las graves consecuencias que tiene para el procesado la sentencia condenatoria”.
ser conocidos por la Corte Suprema de Justicia en su Sala de Casación Civil.
Con ello, además, se ha garantizado y no desconocido la prevalencia del derecho
sustancial.

190. El legislador ha considerado necesario prescindir de la procedencia de


recurso contra la providencia que inadmite la demanda de casación civil, sin que
por ello se haga menos eficaz el recurso extraordinario conforme a las
finalidades que se le atribuyen. Quien presenta una demanda de casación ha
agotado en buena medida el derecho de acceso a la administración de justicia -
respuesta en primera y en segunda instancia-, bajo los fines constitucionales y
legalmente establecidos. La apertura sugerida por el accionante incrementaría la
congestión en la Sala de Casación Civil, contrariando la prestación oportuna y
efectiva del servicio de administración de justicia. Ello aun cuando también
pudiera predicarse de las salas de casación laboral y penal la existencia de una
congestión judicial.

191. En este caso el Congreso de la República consideró que se debía dar


prelación a los principios de celeridad y eficiencia, sin que ello implicara una
renuncia definitiva a los derechos de defensa y contradicción. El sacrificio que
representa se encuentra en una relación de equilibrio con el objetivo perseguido,
cual es garantizar que el trámite del recurso extraordinario se adelante con
rapidez y en condiciones de igualdad. Se precisa que no se expone de manera
evidente que el prescindir de la interposición del recurso haga irrisorio los
derechos materiales de las partes del proceso a la defensa o acción.

192. El derecho de defensa, que debe ser garantizado en el ámbito de cualquier


proceso o actuación judicial, se proyecta con mayor intensidad y adquiere mayor
relevancia en escenarios como el penal y el laboral, en razón de los intereses
jurídicos comprometidos o las materias de las que se ocupa. Por ejemplo, en el
proceso penal se resuelven procesos de alto impacto para la comunidad donde se
pueden imponer sanciones que limitan la libertad personal, así como en el
proceso laboral se comprometen asuntos de trabajo y de la seguridad social en el
cual transitan principios y derechos del trabajador, entre otros.

193. De esta manera, aunque se provoque una restricción al debido proceso


proceso -defensa y contradicción- y al acceso a la administración de justicia al no
permitir interponer recurso de reposición contra el auto inadmisorio de la
casación civil -racionalización en la utilización de los recursos-, la validez
constitucional del aparte impugnado está dado en la necesidad imperiosa de
garantizar un procedimiento ágil, la materialización del derecho a un plazo
razonable y la eficacia en la justicia. Además, se preserva el sustrato de los
derechos presuntamente desconocidos, ya que finalmente responde al
comportamiento procesal del usuario de la administración de justicia -
incumplimiento esencialmente de los requisitos legales-.

194. La Corte destaca que el auto inadmisorio de la demanda de casación debe


ser motivado para que el recurrente tenga conocimiento de los argumentos que
utilizó la Sala de Casación Civil para arribar a su decisión. En la sentencia C-713
de 2008 335 al atribuirse a las salas de casación de la Corte Suprema de Justicia la
303F334F334F

facultad de seleccionar las sentencias objeto de pronunciamiento para los fines


de unificación de la jurisprudencia, protección de los derechos constitucional y

335Estudió la constitucionalidad de la reforma introducida a la ley estatutaria de la administración de justicia (Ley 270 de
1996). Inciso tercero del artículo 7 del proyecto de ley estatutaria No. 023 de 2006 Senado y No. 286 de 2007 Cámara”. SV
Jaime Araujo Rentería y SPV Humberto Antonio Sierra Porto y Nilson Pinilla Pinilla.
control de legalidad de los fallos 336, se sostuvo su constitucionalidad en el
304F335F335F

entendido que “la decisión de no selección adoptada al momento de decidir sobre


la admisión del recurso de casación, deberá ser motivada y tramitada conforme a
las reglas y requisitos específicos establezca la ley (…)”. Por tanto, la
determinación de selección negativa debe fundamentarse adecuadamente en un
auto, cuando se acredite el advenimiento de algunos de los eventos del artículo
347 337 del CGP.
305F336F336F

195. Ya en la sentencia C-252 de 2001 338 la Corte había determinado al 306F337F337F

declarar la constitucionalidad condicionada de la norma que autorizaba inadmitir


la demanda de casación en materia penal, que “el auto mediante el cual se
inadmite el recurso debe contener los motivos o razones que sustentan tal
decisión”, como garantía derivada de los derechos al debido proceso y al acceso
a la administración de justicia 339. 307F338F338F

196. En términos similares, en la sentencia C-880 de 2014 al referirse a la


posibilidad de rechazar una solicitud de selección de un recurso de casación en
materia civil por identidad esencial de hechos (art. 347 CGP) la encontró
razonable, atendiendo el carácter extraordinario del recurso y que su limitación
no afecta el debido proceso, pues “todas las actuaciones que se desprendan de la
selección deben ser motivadas, tanto en el proceso penal como en el civil”. En
esa medida, la Corte subrayó que “el auto que tome la decisión sobre la selección
debe estar debidamente argumentado (…) por las obligaciones generales y
específicas que el código general del proceso y el código de procedimiento penal
imponen a todos en los procesos de esa naturaleza”.

197. El derecho a la tutela judicial efectiva implica una respuesta de inadmisión


por la Sala de Casación Civil debidamente fundamentada, en acatamiento del
principio pro actione, que impida que determinadas interpretaciones y
aplicaciones obstaculicen o eliminen sin justificación el derecho a conocer y
resolver en derecho y de fondo sobre la pretensión sometida. De lo contrario,
podrían resultar comprometidos derechos como la igualdad en la aplicación del
derecho, el debido proceso, el acceso a la administración de justicia y la
prevalencia del derecho sustancial.

336 Inciso tercero del artículo 7 del proyecto de ley: “Las Salas de Casación Civil y Agraria Laboral y Penal, actuarán según su
especialidad como tribunal de casación, pudiendo seleccionar las sentencias objeto de su pronunciamiento, para los fines de
unificación de la jurisprudencia, protección de los derechos constitucionales fundamentales y control de legalidad de los fallos
(…)”.
337 Selección en el trámite del recurso de casación.
338 Salvamento parcial de voto de los magistrados Alfredo Beltrán Sierra y Álvaro Tafur Galvis. Aclaración de voto del

magistrado Manuel José Cepeda Espinosa.


339 En efecto, se señaló: “Estas consideraciones son particularmente importantes de cara al estudio de la norma demandada,

pues en ella se conjuga la protección de un derecho fundamental –debido proceso, acceso a la justicia- con el cumplimiento de
una garantía procesal contenida en la ley –la admisión o rechazo de la demanda de casación-. No cabe duda de que dentro del
´íter procesal, el acto mediante el cual se admite o rechaza la demanda presentada por un particular adquiere especial
trascendencia, puesto que constituye no sólo el inicio de la intervención estatal en la resolución de un conflicto jurídico, sino
la delimitación –y primera consideración por parte del juez- del problema de derecho que se ventila ante las autoridades
judiciales. En ese orden de ideas, resulta lógicamente necesario que en los eventos en los que la demanda presentada por los
particulares no sea procedente, la autoridad competente señale y explique las razones que sustentan su decisión pues, de lo
contrario, el ciudadano se vería innecesariamente obligado a interpretar el silencio de la autoridad en perjuicio de sus propios
intereses, haciendo del proceso judicial un mecanismo incierto, incluso arbitrario, para la protección de los derechos. Lo que
está en juego, entonces, es el derecho mismo al debido proceso, que a través de la motivación de los actos sustanciales –
sentencias o autos- emanados de las autoridades judiciales-, asegura la efectiva administración de justicia a los particulares.
En palabras ya expresadas por esta corporación: ´Una de las dimensiones del debido proceso es la motivación del acto, según
se desprende de la expresión "con observancia de la plenitud de las formas´, de que trata el artículo 29 de la Constitución.
Todo acto definitorio debe ser motivado con expresión de las razones justificativas, como desarrollo del principio de
legalidad, para determinar si este se ajusta a la ley o si corresponde a los fines señalados en la misma”. Añadió la sentencia C-
252 de 2001 que: “las decisiones que toma el juez, que resuelven asuntos sustanciales dentro de un proceso (…), deben
consignar las razones jurídicas que dan sustento al pronunciamiento; se trata de un principio del que también depende la cabal
aplicación del derecho al debido proceso, pues en efecto si hay alguna justificación en la base de las garantías (…) ha de ser
precisamente la necesidad de exponer los fundamentos que respaldan cada determinación, la obligación de motivar
jurídicamente los pronunciamientos que profiere el funcionario judicial. Siempre será necesario, entonces, aportar razones y
motivos suficientes en favor de la decisión que se toma, mucho más si de lo que se trata es de garantizar el derecho a la
igualdad (…)”.
198. En esa medida, la imposibilidad de recurrir -recurso de reposición- el auto
inadmisorio de la demanda de casación civil se encuentra debidamente
enmarcado por el Código General del Proceso. La providencia que inadmite el
recurso extraordinario de casación, no lo selecciona o declara desierto, debe
contener con claridad, certeza, precisión y suficiencia 340 los supuestos que 308F339F339F

generan la inadmisión del recurso y su no subsanación, guiadas por valores,


principios y derechos constitucionales como la igualdad procesal, el debido
proceso, el acceso a la administración de justicia y la prevalencia del derecho
sustancial.

199. Adicionalmente, la sentencia C-713 de 2008 también condicionó esta


disposición 341 a que “en ningún caso impide interponer la acción de tutela
309F340F340F

contra la sentencia objeto del recurso, la decisión de no selección o la decisión


que resuelva definitivamente el recurso de casación” 342. En la C-319 de 310F341F341F

2013 343 se subrayó que ante una hipótesis extrema en la que la decisión de
311F342F342F

rechazo de la demanda esté basada en el capricho o arbitrariedad del juez, se


estaría ante defectos sustantivo y procedimental, incompatibles con el debido
proceso y acceso a la administración de justicia, haciendo procedente la acción
de tutela como mecanismo excepcional. Por último, en la sentencia C-213 de
2017 344 se hizo explícito “la procedencia de la acción de tutela para controvertir
312F343F343F

todas las actuaciones judiciales que comporten violaciones iusfundamentales”.

200. Aunque no se cuente con recursos ordinarios para controvertir esa


providencia judicial, si resulta procedente presentar excepcionalmente la acción
de tutela bajo los requisitos generales y específicos establecidos por la
jurisprudencia constitucional 345, justificando en qué consiste la afectación
313F344F344F

arbitraria y caprichosa a sus derechos fundamentales, por lo que se cuenta con


otro medio de defensa judicial que opera con una finalidad de prevención general
y remedio judicial. De esta manera, para la Corte se preserva el sustrato del
derecho subyacente.

201. También es claro para la Corte que la celeridad procesal tampoco es un


principio absoluto, toda vez que debe mirarse en correspondencia con los demás
intereses superiores, a saber, la igualdad procesal, el debido proceso, el acceso a
la administración de justicia y la prevalencia del derecho sustancial, entre otros.
Lo que acaece en esta ocasión es que la restricción que pudiera darse
principalmente sobre el derecho de defensa y contradicción y demás garantías
alegadas, es menor a la consecución de los fines constitucionales de una pronta y
cumplida justicia.

202. Adicionalmente, por las características del recurso de reposición es un


medio de impugnación que se debe interponer y resolver por el mismo órgano
que profirió el auto inadmisorio de la demanda de casación, cuya finalidad se
limita a insistir en los planteamientos iniciales del recurrente. Menos podría

340 Cfr. AC936-2017 (claridad, precisión, exactitud y completitud). AC4370-2017 (claridad, precisión, exactitud y
completitud). AC617-2017 (certeza). SC3271-2020 (certeza). Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia.
341 Inciso tercero del artículo 7 del proyecto de ley por el cual se reforma la Ley 270 de 1996 estatutaria de la administración

de justicia No. 023 de 2006 Senado y No. 286 de 2007 Cámara.


342 Ya en la sentencia C-590 de 2005, la Corte había declarado inexequible la expresión “ni acción” (art. 185, Ley 906 de

2004) que impedía interponer la acción de tutela contra sentencias de casación en materia penal.
343 Declaró exequible la disposición que hace improcedente cualquier recurso contra las providencias que se dicten en el

trámite de la acción de cumplimiento, con excepción de la sentencia (art. 16, Ley 393 de 1997).
344 Declaró exequible la expresión “sea superior a un mil salarios mínimos legales mensuales vigentes (1000smlmv)”, del

primer inciso del artículo 338 de la Ley 1564 de 2012 (código general del proceso).
345 Atendiendo los artículos 86 y 229 de la Constitución, las decisiones de los jueces en ejercicio de la función jurisdiccional

pueden ser excepcionalmente controvertidas mediante la acción de tutela, lo cual halla respaldo igualmente en los artículos 25
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 2.3.a del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En la
sentencia C-590 de 2005 se sistematizaron los supuestos para la procedencia excepcional de la tutela contra una providencia
judicial bajo las denominadas condiciones genéricas y las causales específicas de procedibilidad que se mantienen a la fecha.
aludirse a la exclusión del recurso de apelación. Debe insistirse, como lo expone
la norma demandada, que la inadmisión de la demanda de casación civil es
proferida por la totalidad de los magistrados integrantes de la sala. De allí que se
repare que una solicitud de reconsideración cuya respuesta no puede tener, a su
vez, ningún control ulterior por otro órgano de la jurisdicción ordinaria, resulten
implicados tanto principios y derechos fundamentales como los alegados por el
accionante.

203. En conclusión, para la Corte no se vulnera la igualdad, el debido proceso,


el acceso a la administración de justicia y la prevalencia del derecho
sustancial 346, dado que hace parte del margen de configuración normativa
345F345F

procesal el consagrar por el legislador la procedencia de un recurso en relación


con determinadas actuaciones judiciales y a la vez excluir expresamente de las
mismas tal recurso, a partir de la evaluación de la necesidad y razonabilidad de
plasmar tal distinción 347. Entonces, el aparte impugnado goza de un principio de
302F346F346F

razón suficiente que justifica desde la razonabilidad y proporcionalidad la


limitación al derecho de defensa y contradicción para beneficio del interés
superior de la celeridad procesal, respecto de una providencia interlocutoria
como es la que inadmite la demanda de casación civil, no selecciona o declara
desierto el recurso extraordinario.

VII. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Sala Plena de la Corte Constitucional,


administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,

RESUELVE:

Declarar EXEQUIBLE, por los cargos formulados, la expresión “contra este


auto no procede recurso”, prevista en el artículo 346 de la Ley 1564 de 2012.

Cópiese, notifíquese, comuníquese, cúmplase y archívese el expediente.

ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO


Presidente

DIANA FAJARDO RIVERA


Magistrada
Salvamento de voto

JORGE ENRIQUE IBÁÑEZ NAJAR


Magistrado

346 El accionante los inscribe en el preámbulo y los artículos 1°, 2°, 5°, 29, 228, 229, 366 de la Constitución, así como los
artículos II y XVIII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 1º y 6º de la Declaración de
Derechos del Hombre y del Ciudadano, 2.1, 3º y 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 1º y 24 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
347
Cfr. sentencia C-005 de 1993 y C-384 de 2000.
ALEJANDRO LINARES CANTILLO
Magistrado

PAOLA ANDREA MENESES MOSQUERA


Magistrada
Salvamento de voto

GLORIA STELLA ORTÍZ DELGADO


Magistrada
Salvamento de voto

CRISTINA PARDO SCHLESINGER


Magistrada
Con impedimento aceptado

JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS


Magistrado

ALBERTO ROJAS RÍOS


Magistrado

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ


Secretaria General
SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
A LA SENTENCIA C-210/21

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Inhibición en relación


con el cargo por vulneración del derecho a la igualdad (Salvamento de
voto)

DERECHO A LA IGUALDAD-No todo trato desigual conlleva


discriminación (Salvamento de voto)

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD POR


VULNERACION DEL DERECHO A LA IGUALDAD-Carga
argumentativa adicional (Salvamento de voto)

JUICIO INTEGRAL DE IGUALDAD-Determinación del patrón de


igualdad o tertium comparationis (Salvamento de voto)

TRATOS DIFERENTES EN MATERIA PROCESAL-Jurisprudencia


constitucional (Salvamento de voto)

RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACION-Contenido y


alcance (Salvamento de voto)

RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACION-Diferencias en


régimen civil, laboral y penal (Salvamento de voto)

(…) En el diseño actual del recurso de casación en las especialidades civil,


laboral y penal se comparten elementos relacionados con las finalidades, las
causales y, en general, la estructura del trámite. Sin embargo, las diferencias en
los bienes jurídicos y el marco normativo sustancial generan las siguientes
particularidades: (i) cuando se trata de asuntos patrimoniales las cuantías de
acceso al recurso son ostensiblemente diferentes entre la especialidad laboral y
civil, pues la primera involucra las relaciones de trabajo con respecto a las
cuales la Constitución asumió especiales, profundas y particulares
precauciones; (ii) el recurso de casación en materia penal es el único que prevé
la posibilidad de insistencia para la admisión en cabeza de los Magistrados de
la Sala o el Ministerio Público; (iii) a pesar de que el CGP amplió
ostensiblemente la procedencia del recurso y redujo las exigencias formales
para su formulación, prevé la regulación con las mayores exigencias sustantivas
para el recurrente, las cuales se derivan de las cargas precisas en la
estructuración de la demanda y la definición de la censura; (iv) los términos de
presentación de la demanda varían entre las especialidades; (v) los efectos de la
admisión del recurso en el cumplimiento de la sentencia. Así, en materia civil la
regla general es el cumplimiento de la sentencia cuestionada, esto es, el efecto
devolutivo, mientras que en materia laboral la admisión del recurso suspende el
efecto de la sentencia objeto del recurso. Finalmente, la diferencia más
relevante está relacionada con la posibilidad de actuación oficiosa de la sala de
casación, la cual se prevé en los términos más amplios en materia penal. Lo
anterior, por cuanto señala de forma expresa que el recurso implica un control
constitucional y habilita la ampliación del examen por fuera de las causales
propuestas.
JUICIO DE IGUALDAD-Carencia de parámetros de
comparación (Salvamento de voto)

Referencia: D-13796

Asunto: Demanda de inconstitucionalidad


contra el artículo 346 (parcial) de la Ley 1564
de 2012, Código General del Proceso.

Magistrado Ponente:
José Fernando Reyes Cuartas.

Con el acostumbrado respeto por las decisiones de la Corte Constitucional a


continuación, presento las razones que me llevaron a salvar el voto en la
Sentencia C-210 de 2021, adoptada por la Sala Plena de esta Corporación, en
sesión del 1º de julio de este mismo año.

1. En la providencia se decidió un cargo por violación del mandato de igualdad,


dirigido en contra del artículo 346 (parcial) de la Ley 1564 de 2012 348, que
define las causales de inadmisión del recurso extraordinario de casación en
materia civil y precisa que contra el auto inadmisorio no proceden recursos. La
mayoría de la Sala consideró que se presentó un cargo apto, el cual propuso la
comparación entre dos grupos de usuarios de la administración de justicia, a
saber: (i) quienes formulan el recurso extraordinario de casación en materia civil
y no tienen la oportunidad de presentar el recurso de reposición contra el auto
inadmisorio; y (ii) quienes formulan el recurso extraordinario de casación en las
especialidades laboral y penal, que sí cuentan con la posibilidad de presentar el
recurso de reposición contra el auto inadmisorio. En el examen de este cargo se
concluyó que:

En primer lugar, los sujetos son comparables, por cuanto son usuarios de la
justicia, acuden al mismo medio extraordinario de impugnación, la casación
tiene la finalidad común de preservar la coherencia del sistema jurídico, y la
inadmisión del recurso en todos los casos obedece al incumplimiento de
requisitos formales. En segundo lugar, comprobó un trato diferenciado entre los
sujetos, debido a que las especialidades laboral y penal prevén la posibilidad de
interponer el recurso de reposición contra el auto inadmisorio de casación, sin
que ello se hubiera previsto para la especialidad civil. En tercer lugar, evaluó la
justificación del trato diferenciado a la luz de las exigencias del test de intensidad
leve en atención al amplio margen de configuración del Legislador en el diseño
de los procedimientos.

En el desarrollo del test comprobó que la medida acusada persigue una finalidad
constitucional, por cuanto pretende dar prevalencia a la celeridad y duración
razonable de los asuntos, y generar confianza en los usuarios de la justicia.
Asimismo, encontró que el medio es conducente por cuanto evita la litigiosidad
innecesaria y la congestión judicial, y de esta manera contribuye a materializar el
acceso efectivo a la administración de justicia. En consecuencia, concluyó que la
norma acusada no transgredió los derechos a la igualdad y al debido proceso.

“Por medio de la cual se expide el Código General del Proceso y se dictan otras disposiciones.”
348
Finalmente, señaló que los tres cargos de igualdad restantes, aunque cumplieron
los requisitos de aptitud, emprendido el examen de fondo no se comprobó el
tercio de comparación. Estos cargos plantearon una confrontación entre el
régimen de contradicción de los autos inadmisorios de casación en la
especialidad civil y los autos: (i) inadmisorios y/o de rechazo de demandas de
menor entidad; (ii) de menores implicaciones en el trámite del recurso de
casación; y (iii) que inadmiten y/o rechazan demandas en el trámite del recurso
extraordinario de revisión.

2. Contrario a lo señalado por la mayoría de la Sala considero que en el presente


asunto la Corte debió inhibirse para pronunciarse de fondo, por ineptitud de la
demanda, debido a que los sujetos identificados no son comparables y, en esa
medida, no era posible adelantar el juicio de igualdad en los términos descritos.
Los elementos admitidos en la sentencia no son suficientes para establecer la
comparabilidad requerida y omitieron el criterio principal: la especialidad, que
justifica tanto la existencia de regímenes procesales independientes como un
diseño disímil de las instituciones correspondientes.

En concordancia con lo anterior para explicar mi disenso desarrollaré breves


consideraciones dirigidas a: (i) identificar los criterios jurisprudenciales sobre las
comparaciones entre regímenes procesales; (ii) evidenciar la incidencia de la
especialidad en el diseño de las figuras procesales; y finalmente (iii) a partir de la
relevancia de la especialidad demostrar cómo esta se proyecta en el recurso de
casación.

Los criterios jurisprudenciales sobre la confrontación de regímenes


procesales desde una perspectiva del derecho a la igualdad

3. Esta Corporación ha reconocido que el principio de igualdad previsto en el


artículo 13 superior no supone un mandato de simetría absoluta en el trato y en
las medidas de protección. Por consiguiente, el trato desigual no siempre es
contrario a la Carta Política349. En efecto, el respeto por la dignidad humana y la
materialización de los principios y derechos exigen el reconocimiento de las
diferencias entre los sujetos y las situaciones de hecho, y un trato consecuente. Lo
contrario, esto es, una concepción formal de la igualdad sacrifica las múltiples
dimensiones del ser humano y de su diversidad, así como las distinciones y
fenómenos relevantes que concurren en la vida en sociedad y que impactan
directamente en la realización de los derechos350.

En los diferentes métodos empleados por esta Corporación para establecer si es


admisible constitucionalmente que una norma otorgue un trato diferente se han
mantenido dos premisas invariables:

La primera, los cargos que cuestionan la violación del mandato de igualdad


exigen una mayor carga argumentativa351. Este presupuesto se justifica en el
reconocimiento de las diferencias entre los sujetos y las situaciones, y el carácter

349
Sentencia C-345 de 2019 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
350
“El principio de la justa igualdad exige precisamente el reconocimiento de la variada serie de desigualdades
entre los hombres en lo biológico, económico, social, cultural, etc., dimensiones todas que, en justicia, deben ser
relevantes para el derecho.” Sentencia T-432 de 92 M.P. Simón Rodríguez Rodríguez, reiterada en Sentencia C-
475 de 2003. En ese mismo, sentido se ha considerado que el reconocimiento de las diferencias relevantes y el
trato correspondiente se nutre del pensamiento de Aristóteles, quien defiende que “la justicia es igualdad, y lo es,
pero no para todos, sino para los iguales. Y la desigualdad parece ser justa, y lo es en efecto, pero no para
todos, sino para los desiguales”.
351
Sentencias C-531 de 2015 M.P. Mauricio González Cuervo; y C-264 de 2008 M.P. Clara Inés Vargas
Hernández.
rogado de la acción pública de inconstitucionalidad352. En efecto, los cargos que
cuestionan un trato disímil tienen la carga de evidenciar la distinción cuestionada
y su falta de justificación. Adicionalmente, el control de constitucionalidad que
adelanta este Tribunal se activa, por regla general, por la acción ciudadana, de
manera que si se admite cualquier elemento de comparación se genera una suerte
de examen oficioso, que afecta de manera desproporcionada las competencias del
Legislador.

La segunda, la imperiosa identificación del patrón de comparación entre los


elementos, sujetos o situaciones entre los que se predica el trato desigual 353. En
línea con lo explicado previamente, la jurisprudencia ha destacado que no existen
sujetos o situaciones idénticas, sino que concurren igualdades y desigualdades
parciales. Por lo tanto, quien plantea la violación del mandato previsto en el
artículo 13 superior debe: “escoger cuáles características son relevantes, sin
basarse exclusivamente en juicios de valor. La escogencia de esas cualidades
debe efectuarse evaluando su relevancia jurídica, y ponderando, en cada caso, si
las semejanzas superan a las diferencias.” 354

4. Ahora bien, en el marco del juicio de igualdad se ha propuesto la comparación


entre los regímenes procesales. Con respecto a este tipo de comparaciones la
Corte, en el desarrollo de su jurisprudencia, ha adoptado por lo menos dos
criterios.

4.1. El primer criterio, considera que las diferencias entre las jurisdicciones o
las especialidades que integran una misma jurisdicción impiden una comparación
conducente de sus instituciones en términos constitucionales, en la medida en que
obedecen a lógicas, orígenes e intereses distintos. Así, por ejemplo, en la
Sentencia C-662 de 2004355 en relación con un cargo que propuso la violación
del mandato de igualdad por diferencias en la regulación de la interrupción de la
prescripción y la operancia de la caducidad entre la jurisdicción administrativa y
la civil, la Sala Plena indicó que adelantar un test de igualdad “resultaría a todas
luces desacertado” por cuanto “no se puede comparar lo incomparable”. En esa
oportunidad, resaltó la diferencia entre las instituciones de cada jurisdicción
propuesta y recordó que la comparación “sólo puede llevarse a cabo frente a
circunstancias o instituciones que reúnan las mismas condiciones y los mismos
supuestos de hecho aplicables en todos sus elementos, porque la igualdad se
predica entre iguales y la desigualdad entre desiguales.”

En ese mismo sentido, la Sentencia C-800 de 2005356 se inhibió para decidir un


cargo por violación del principio de igualdad que cuestionaba las diferencias en la
regulación procesal definida para los laudos arbitrales nacionales y los laudos
arbitrales proferidos en el extranjero. La Sala Plena advirtió la ausencia de un
patrón de comparación: “para entenderlo bastará precisar que una cosa es un
laudo arbitral nacional y otra un laudo no nacional y el trámite del exequátur.”

Por su parte, la Sentencia C-820 de 2011357 en cuanto a la comparación entre la


procedencia del recurso extraordinario de casación con respecto a las excepciones

352
En la Sentencia C-104 de 2016 M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez, se manifestó que: “el control de
constitucionalidad de las leyes es una función jurisdiccional que se activa, por regla general, a través del
ejercicio del derecho de acción de los ciudadanos, para lo cual se exige la presentación de una demanda de
inconstitucionalidad, sin perjuicio de los casos en los que la propia Constitución impone controles automáticos,
como ocurre con las leyes aprobatorias de tratados internacionales o las leyes estatutarias.”
353
Sentencia C-818 de 2010. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
354
Sentencia C-220 de 2017. M.P. José Antonio Cepeda Amarís.
355
M.P. Rodrigo Uprimny Yepes.
356
M.P. Alfredo Beltrán Sierra.
357
M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
de prescripción y cosa juzgada en el proceso civil, respecto de la restricción de
las mismas excepciones en el proceso laboral reiteró:

“el criterio que consistentemente ha sostenido esta Corporación frente a


acusaciones por presunta vulneración al principio de igualdad en las
diversas regulaciones de los procesos judiciales, en el sentido que no son
extremos comparables en la medida que regulan supuestos fácticos
distintos, y las diferencias entre unos y otros se introducen en función de
los procesos y no en función de las partes que intervienen en ellos. De
manera que al predicarse el principio de igualdad de las personas y no de
los procesos, no resulta procedente aducir la violación del derecho a la
igualdad mediante la comparación de normas procesales pertenecientes a
diversos estatutos.”

En consecuencia, un primer criterio de la jurisprudencia constitucional consideró


que los regímenes procesales no son comparables desde la perspectiva del
mandato de igualdad. Lo anterior, en atención a los bienes jurídicos protegidos,
los sujetos y los principios que justifican las jurisdicciones y las especialidades
independientes.

4.2. El segundo criterio, admite la confrontación desde una perspectiva de


igualdad entre regímenes procesales mediante la identificación de los elementos
que comparten los sujetos que concurren a las jurisdicciones o especialidades
cuya comparación se propone. En ese sentido, se admite que situaciones comunes
de los sujetos como su calidad de usuarios de la administración de justicia, la
formulación del mismo recurso o la exigencia de la misma figura procesal
configuren el patrón de comparación.

Bajo este criterio se adelanta un ejercicio cuantitativo de semejanzas entre los


sujetos que concurren a las jurisdicciones o a las especialidades correspondientes
en cada jurisdicción. En consecuencia, al constituir la especialidad solo un
elemento se abre paso la comparación que, en oportunidades, ha llevado a
condicionamientos para la equiparación de las medidas procesales entre los
diferentes códigos, o un examen de fondo en el que se concluya que la distinción
se justifica por la especialidad.

Esta aproximación se aplicó en el presente asunto y se ha desarrollado por la


jurisprudencia reciente de la Corte como lo reflejan las sentencias C-043 de
2021358, C-091 de 2018359, 493 de 2016360 y 492 de 2016361.

5. Tal y como lo he expresado en otras oportunidades considero que sólo, de


forma excepcional, procede una comparación entre regímenes procesales desde
una perspectiva de igualdad. Por lo tanto, comparto el criterio primigenio de la
jurisprudencia constitucional sobre la improcedencia de dicha confrontación
porque se trata de instituciones que no son asimilables. Las razones que
justificaron la creación de jurisdicciones independientes y de diferentes
especialidades en el marco de una misma jurisdicción impiden pretensiones de
homogeneización de las figuras procesales definidas por el Legislador para cada
especialidad o jurisdicción.

358
M.P. Cristina Pardo Schlesinger.
359
M.P. Alejandro Linares Cantillo
360
M.P. Alejandro Linares Cantillo.
361
M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
En efecto, el régimen sustancial, el tipo de sujetos, la naturaleza de los
conflictos, los bienes jurídicos involucrados en cada especialidad y jurisdicción
varían, y esta distinción fundamental justifica el régimen procesal particular, el
cual se concreta en reglas procesales diferenciadas en las que la actividad del
juez, las posibilidades de contradicción, las cargas procesales y las garantías del
debido proceso adoptan formas disímiles. Estos elementos, a mi juicio, impiden
una confrontación para igualar las reglas procesales. Asimismo, esta pretensión
de uniformidad: (i) desconoce el margen de configuración reconocido en la
Constitución Política al Legislador para el diseño de los procedimientos
judiciales; (ii) puede tener impactos en el acceso efectivo de la administración de
justicia, pues se introducen elementos ajenos a la regulación sistemática que
afecten los intereses y principios que rigen la jurisdicción o especialidad; y (iii)
prima facie no involucra una discusión de rango constitucional, sino una
aspiración de perfectibilidad de los diseños ajena al control de
constitucionalidad.

En consecuencia, en el presente asunto destacaré algunas de las principales


diferencias entre las especialidades que la mayoría de la Sala desconoció en el
presente asunto para evidenciar cómo estas se proyectan en el diseño procesal y,
en consecuencia, en la regulación del recurso de casación.

Los usuarios de la administración de justicia que acuden a la jurisdicción


ordinaria en su especialidad civil no son comparables con los que acuden a
la especialidad laboral y penal en relación con el diseño del recurso de
casación

6. El cargo examinado en esta oportunidad planteó una comparación del trámite


del recurso extraordinario de casación, particularmente del escenario de
impugnación del auto inadmisorio de la demanda, entre estatutos procesales. De
una parte, el de la especialidad civil, que corresponde al Código General del
Proceso362. De otra parte, el de la especialidad laboral definido en el Código
Procesal del Trabajo y la Seguridad Social363, y el de la especialidad penal, que
corresponde al Código de Procedimiento Penal364. La comparación de regímenes
se adelantó a partir de los sujetos que acuden a los procesos en mención.

Para evidenciar la distinción entre las especialidades propuestas haré una breve
referencia a las principales características de los estatutos que la Sala confrontó.

7. El Código General del Proceso regula la actividad procesal en los asuntos


civiles, comerciales, agrarios y de familia, y constituye el marco supletivo en
materia procesal cuando el ordenamiento no prevé norma especial 365. Las
controversias en las áreas en mención están determinadas por circunstancias que
difieren ostensiblemente de las lógicas y particularidades de la normatividad del
trabajo y en materia penal, lo que se evidencia en sus instituciones principales. En
efecto, los debates dilucidados en la jurisdicción ordinaria civil366 parten de:

(i) La premisa de igualdad de las partes del litigio. Este principio general
admite excepciones en tanto se autoriza al juez a utilizar facultades

362
Ley 1564 de 2012.
363
Decreto Ley 2158 de 1948.
364
Ley 906 de 2004.
365
Artículo 1º CGP.
366
Con excepción de las controversias de familia en las que la intervención del Estado es más intensa a través de
la definición de normas imperativas sobre las relaciones de familia y, principalmente, la protección de los niños,
niñas y adolescentes.
oficiosas, especialmente en materia probatoria, para hacer real esta
igualdad cuando se presentan desequilibrios materiales367.

(ii) La primacía de la autonomía de la voluntad, privada368. Como


quiera que las obligaciones civiles, comerciales y agrarias369 cuentan
con un amplio margen de definición de los sujetos derivado de la menor
intervención del Estado. Con todo, la autonomía de la voluntad privada
no es omnímoda. La jurisprudencia constitucional ha precisado que esta
facultad, en su concepción moderna, involucra las libertades de
selección, conclusión, negociación y configuración de las relaciones
contractuales sometidas a los límites que se derivan de la Constitución
Política370.

(iii) Las controversias en el marco de las relaciones civiles, comerciales y


agrarias guardan íntima relación con los derechos a la personalidad
jurídica (artículo 14 CP), propiedad privada (artículo 58 CP), asociación
(artículo 38 CP), y la libertad económica, la libre iniciativa privada y la
libertad de empresa (artículos 333 y 334 CP).

(iv) El carácter disponible de los derechos. Las materias que se debaten al


estar relacionadas, principalmente, con asuntos de económicos y
derechos patrimoniales, tienen por regla general una mayor
disponibilidad de las partes. Por lo tanto, el juez no está obligado a
verificar o reconocer de oficio contenidos mínimos que superen las
pretensiones definidas en el litigio.

(v) La diversidad de los asuntos que se resuelven en la jurisdicción a


través de la regulación del CGP determinan un mayor número de
procedimientos, de carácter general y especial, y reglas específicas con
respecto a las subespecialidades correspondientes.

En consecuencia, el régimen procesal definido para solventar las controversias en


materia civil, comercial, agraria y de familia responde a intereses, bienes y
derechos en los que la autonomía de los asociados tiene un rol preponderante y,
en la mayoría de casos están relacionadas con derechos disponibles por las partes,
principalmente de carácter patrimonial. Esta situación incide en el tipo de
procesos, su estructura, la actividad del juez y el diseño de las instituciones
correspondientes.

8. El Código Procesal del Trabajo y la Seguridad Social regula las


controversias relacionadas con el contrato de trabajo, el fuero sindical, los
conflictos colectivos de trabajo, las relaciones entre los afiliados y las entidades
del sistema de seguridad social, las relaciones de servicios personales de carácter
privado, el derecho de asociación de los trabajadores, entre otros371. Estas

367
Mandato previsto en el artículo 4º del CGP y que se materializa en facultades como la carga dinámica de la
prueba regulada en el artículo 167 ibídem.
368
La autonomía de la voluntad privada ha sido reconocida como la facultad de las personas “para disponer de
sus intereses con efecto vinculante y, por tanto, para crear derechos y obligaciones, con los límites generales del
orden público y las buenas costumbres, para el intercambio de bienes y servicios o el desarrollo de actividades
de cooperación” Sentencia C-341 de 2006 M.P. Jaime Araujo Rentería.
369
En relación con las controversias de familia la autonomía de la voluntad tiene importantes restricciones
principalmente derivadas de las normas imperativas relacionadas con la protección de la familia y,
particularmente, de los menores de edad.
370
Sentencias C-069 de 2019 M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez, C-345 de 2017 M.P. Alejandro Linares
Cantillo.
371
El artículo 2º del CPTSS define las competencias generales de la especialidad laboral y de la seguridad social
del CPTSS.
controversias tienen las siguientes particularidades que justifican el régimen
sustantivo y procesal independiente:

(i) La premisa de asimetría entre las partes por cuanto el contrato de


trabajo implica una situación de subordinación del trabajador con
respecto al empleador372, y por la naturaleza de las actividades
económicas de las partes.

De un lado, actúan principalmente como demandantes los


trabajadores, quienes tienen una relación de subordinación con
respecto al empleador y su actividad económica principal suele estar
relacionada con el contrato laboral. Igualmente, los afiliados se
encuentran en una situación de asimetría con respecto a las entidades
administradoras del sistema de seguridad social derivada del carácter
profesional y de la especialidad de la función de estas entidades, así
como de la imposición de las condiciones de la relación. De otro lado,
fungen principalmente como demandados los empleadores, personas
naturales o jurídicas, cuyo patrimonio está afecto en la mayoría de las
ocasiones al desarrollo de una actividad económica, que involucra no
sólo los intereses del litigio concreto sino que se extiende sobre otros
trabajadores y la sociedad en general. Asimismo, son parte de estas
controversias las entidades administradoras del sistema de
seguridad social, cuyo patrimonio e intereses responden a las
prestaciones de otros afiliados, y en su actividad se involucra el interés
general.

(ii) El significado y las implicaciones de la relaciones laborales para los


individuos y para la sociedad en su conjunto determinan una serie de
garantías de rango constitucional, dirigidas principalmente a
resguardar al trabajador y al afiliado, tales como el carácter
irrenunciable de la seguridad social y de los derechos de los
trabajadores (artículos 48 y 53 de la CP), los principios mínimos
fundamentales de la regulación del trabajo (artículo 53 CP), la
protección constitucional de los derechos a la negociación colectiva y a
la huelga (artículos 56 y 57 CP), el reconocimiento del derecho de
asociación de los trabajadores (artículo 39 CP), entre otros.

(iii) Los elementos en mención se articulan en disposiciones sustanciales


especiales, tal y como sucede con el Estatuto del Trabajo, cuyos
principios rectores están definidos en el artículo 54 superior. La
especialidad y las medidas de protección concretas se extienden al
ámbito procesal, en el que se traducen en garantías como: (a) las
facultades ultra y extra petita del juez para ordenar el pago de las
prestaciones al trabajador o afiliado, probadas en el proceso, por
cuantías superiores a las demandadas o que no fueron reclamadas373; (ii)
la consulta oficiosa de las sentencias de primera instancia adversas a las
pretensiones del trabajador, afiliado o beneficiario374; (iii) la obligación

372
De acuerdo con el artículo 23 del Código Sustantivo del Trabajo uno de los elementos esenciales del contrato
de trabajo es: “La continuada subordinación o dependencia del trabajador respecto del empleador, que faculta a
éste para exigirle el cumplimiento de órdenes, en cualquier momento, en cuanto al modo, tiempo o cantidad de
trabajo, e imponerle reglamentos, la cual debe mantenerse por todo el tiempo de duración del contrato. Todo
ello sin que afecte el honor, la dignidad y los derechos mínimos del trabajador en concordancia con los tratados
o convenios internacionales que sobre derechos humanos relativos a la materia obliguen al país”.
373
Artículo 50 del CPTSS.
374
Artículo 69 CPTSS.
del juez de examinar los derechos mínimos irrenunciables del
trabajador375, y (iv) la práctica oficiosa de medidas cautelares376.

(iv) Finalmente, por tratarse de un sistema procesal su diseño responde a


una definición en conjunto, en el que sus instituciones no se prevén de
manera aislada, sino que se determinan en armonía con el régimen al
que pertenecen.

En consecuencia, las relaciones del trabajo y la seguridad social presentan


particularidades en su surgimiento, definición y desarrollo que involucran
importantes intereses constitucionales, principalmente desde una perspectiva de
dignidad humana. El fundamento de las reglas especiales que gobiernan las
relaciones laborales es la dignidad en tanto el trabajo es la herramienta a través de
la que el ser humano asegura su sustento, ejerce un rol en la sociedad, desarrolla
su potencialidad, y porque la situación de subordinación laboral puede generar
situaciones de abuso. Estas circunstancias exigen un marco normativo particular
y concreto, tanto en la definición sustancial de la relación como en las reglas
procesales para definir esos conflictos, las cuales actualmente se condensan en el
CPTSS.

9. Por su parte, el Código de Procedimiento Penal previsto en la Ley 906 de


2004, define las normas de procedimiento en el marco del sistema penal
acusatorio. Los bienes jurídicos involucrados como la dignidad humana y la
libertad personal definen garantías procesales cualificadas, las cuales se prevén
directamente en la Carta Política y tienen un desarrollo en el estatuto procesal en
mención. En concreto, el diseño procesal parte de las siguientes premisas:

(i) El respeto por la dignidad humana y libertad personal es un


elemento axial del proceso377. Aunque este mandato es predicable de
cualquier procedimiento y actuación lo cierto es que en materia penal se
robustece por cuanto involucra el ejercicio del poder punitivo del
Estado y la restricción legítima de derechos fundamentales378.

(ii) La definición de un amplio catálogo garantías sustanciales de rango


constitucional, que se proyectan en el procedimiento. En ese sentido,
entre el plexo de garantías se encuentran, entre otras, la necesaria
intervención judicial en la definición de las medidas de restricción de la
libertad, el principio de legalidad, el respeto por el juez natural, el
principio de favorabilidad, la presunción de inocencia, el derecho a la
defensa técnica379, el debido proceso público sin dilaciones
375
Artículo 66 A CPTSS.
376
Artículo 85 A CPTSS.
377
Como se desprende de la garantía de libertad personal prevista en el artículo 28 superior, en el que se
establecen las garantías de legalidad y definición judicial en las medidas de restricción de la libertad, se
proscriben las medidas de detención, prisión o arresto por deudas.
378
En relación con la cualificación de las garantías del debido proceso en el marco del procedimiento penal, la
Sentencia SU-433 de 2020 precisó que “configuran verdaderos límites al ejercicio del poder punitivo, y
constituyen principios esenciales del Estado de Derecho: “el derecho penal es la expresión del ius puniendi del
Estado que, a través de un conjunto de normas jurídicas, establece cuales son los bienes jurídicos susceptibles de
protección penal, las conductas constitutivas de delitos y aquellas penas o medidas de seguridad que deben
imponerse a quienes las cometen, mediante los procedimientos dispuestos para tal fin y los instrumentos
jurídicos y administrativos diseñados para su ejecución. La facultad punitiva del Estado encuentra límites en la
Constitución, la cual ha proyectado en sus instituciones sustantivas, procedimentales y de cumplimiento de la
sanción, la observancia de garantías que protegen los derechos fundamentales de las personas destinatarias del
mismo y legitiman el ejercicio del poder punitivo de la estructura estatal dentro del orden constitucional. (…)”
379
El estándar del derecho a la defensa técnica en el proceso penal se cualifica y con base en los criterios
definidos en la Carta Política y en instrumentos internacionales de derechos humanos se ha precisado que tiene
un contenido doble: “el defensor debe estar presente para hacer valer todas las garantías formales dentro del
trámite judicial y, adicionalmente, debe actuar para representar los derechos sustanciales de su prohijado.
Puede pedir y aportar pruebas, controvertir las que han sido allegadas al proceso e impugnar las decisiones que
injustificadas380, y el derecho a no ser juzgado dos veces por el mismo
hecho381.

(iii) Las competencias de las autoridades que intervienen en el desarrollo


del proceso penal y los poderes fueron objeto de una regulación
constitucional expresa382. Por ejemplo, mediante la previsión de las
competencias principales del juez de control de garantías, la Fiscalía
General de la Nación y el Ministerio Público383.

(iv) La definición constitucional de rasgos estructurales del procedimiento a


través de la distinción estricta entre la fase de investigación y de
juzgamiento384.

(v) En el procedimiento penal la intervención y protección de los


derechos de las víctimas se acentúa. Esta consideración se ha
desarrollado ampliamente por la jurisprudencia constitucional385.

(vi) En concordancia con lo expuesto, esta Corporación ha señalado que el


sistema penal acusatorio que se introdujo con el Acto Legislativo 03 de
2002 pretendió: (i) fortalecer la función investigativa y de acusación de
la Fiscalía General de la Nación; (ii) estructurar un juicio público, oral,
contradictorio y concentrado en el juez de conocimiento; (iii) distinguir
de forma clara los funcionarios encargados de investigar, acusar y
juzgar; (iv) descongestionar los despachos judiciales mediante un
sistema procesal basado en la oralidad, en el que se garantiza el derecho
a tener un juicio sin dilaciones injustificadas; (v) modificar el principio
de permanencia de la prueba por el de la producción de ella durante la
etapa del juicio oral386.

En general, como se ve, el procedimiento penal está sujeto a una serie de


garantías e instituciones definidas directamente por la Carta Política en atención a
los bienes jurídicos que involucra. Por lo tanto, las competencias, las etapas
procesales y el tipo de intervinientes tienen una definición de rango
se adopten en el mismo. No se trata simplemente de una presencia formal, el derecho a la defensa exige que el
Estado y las autoridades judiciales garanticen que, tanto los defensores de confianza como los de oficio, cuenten
con todas las condiciones materiales y formales para desplegar una actividad procesal dirigida a hacer valer
ante el juez los derechos e intereses jurídicos del imputado, de modo que pueda predicarse del proceso una
verdadera igualdad de armas.” Sentencia T-463 de 2018 M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo.
380
La jurisprudencia constitucional ha precisado que la garantía del plazo razonable hace parte integral del
derecho fundamental al debido proceso en general y, por lo tanto “aplicable a toda índole de procedimientos,
pero, sobre todo, al proceso penal. En este sentido, su función esencial consiste en ‘impedir que los acusados
permanezcan largo tiempo bajo acusación y asegurar que ésta se decida prontamente.” Sentencia C-272 de 1999
M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
381
Artículos 29 y 31 de la Carta Política.
382
Sentencia C-591 de 2005 M.P. Clara Inés Vargas Hernández.
383
La intervención del Ministerio Público pretende “(…) armonizar sus funciones con aquellas que le confiere el
artículo 277 de la Carta y permitir, fundamentalmente, la conservación y protección de las garantías
sustanciales y procesales, de contenido individual y público, en el desarrollo de los procesos penales tramitados
en el país.”
384
Esta distinción se advierte en las competencias asignadas a la Fiscalía General de la Nación y los controles
judiciales definidos en la Carta Política. En la Sentencia C-591 de 2005 M.P. Clara Inés Vargas Hernández al
examinar las características del Acto Legislativo 03 de 2002 y sus elementos relacionados con las fases del
proceso indicó que “el trabajo investigativo de la Fiscalía constituye más una preparación para el juicio, que es
público y oral, durante el cual (i) se practicarán y valorarán, en forma pública y con participación directa del
imputado, las pruebas que se hayan podido recaudar, en aplicación de los principios de inmediación judicial y
contradicción de la prueba, (ii) se aplicará el principio de concentración, en virtud del cual las pruebas serán
evaluadas en su integridad y de manera global durante una etapa procesal de corta duración que otorgue al
juez, y al jurado según el caso, una visión de conjunto y le permita fundamentar sus decisiones en la totalidad de
las pruebas existentes, y (iii) se adoptarán, con igual publicidad, las decisiones definitivas a las que haya lugar
respecto de la responsabilidad penal del acusado.”
385
Sentencias C-603 de 2016 M.P. María Victoria Calle Correa; C-096 de 2017 M.P. Alejandro Linares Cantillo,
SU-479 de 2019 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
386
Sentencia C-067 de 2021 M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
constitucional que responden a los derechos fundamentales en juego y a la
intervención del Estado, en ejercicio de su poder punitivo, circunstancias que
cualifican las garantías en el proceso.

10. Las distinciones generales descritas se proyectan en el diseño de los


procedimientos y de las instituciones concretas. Por esta razón, la regulación del
mismo medio de impugnación, en este caso, el recurso extraordinario de casación
presenta particularidades en los regímenes procesales de cada especialidad de la
jurisdicción ordinaria, las cuales no pueden homogenizarse por vía del mandato
de igualdad.

11. El recurso extraordinario de casación surgió como un mecanismo de


defensa del ordenamiento jurídico, cuyas primeras manifestaciones se remontan
al derecho romano387, y se consolidó en su concepción contemporánea en la
Revolución Francesa388. Este mecanismo se introdujo en el ordenamiento jurídico
colombiano mediante el artículo 151 de la Constitución de 1886, que le asignó a
la Corte Suprema de Justicia la función de tribunal de casación. Desde entonces,
ha tenido diferentes desarrollos389. En su definición normativa actual tiene
consagración constitucional mediante de la competencia de la Corte Suprema de
Justicia como tribunal de casación prevista en el artículo 235 superior390.
Asimismo, en su previsión legal se proyectan, en mayor o menor medida, los
principios constitucionales que irradian la administración de justicia391. Con todo,
las particularidades de las especialidades al interior de la jurisdicción ordinaria
determinan características singulares en la definición del recurso y en su trámite.

12. El Código General del Proceso, que corresponde al estatuto más reciente en
materia procesal de las especialidades que conforman la jurisdicción ordinaria,
prevé como finalidades del recurso extraordinario de casación la defensa de la
unidad e integridad del ordenamiento jurídico, la eficacia de los instrumentos
internacionales suscritos por Colombia, la protección de los derechos
constitucionales, el control de legalidad de los fallos, la unificación de la
jurisprudencia y el reparo a los agravios irrogados a las partes con ocasión de la
providencia recurrida. En concordancia con estas finalidades establece como
causales de casación la violación de una norma sustancial, el error manifiesto en
la apreciación probatoria, la incongruencia, el desconocimiento de la prohibición

387
En efecto, aunque se coincide en que el surgimiento del recurso extraordinario de casación en su concepción
moderna se remonta a la Revolución Francesa, lo cierto que antecedentes del recurso se encuentran en la
consultatio, la supplicatio y la restitutio que facultaban al Emperador a asumir el conocimiento de las
controversias y unificar el derecho. En ese sentido, la Sentencia SU-635 de 2015, con base en las consideraciones
de Hernando Devis Echandía en los Estudios de Derecho Procesal, señaló que “El derecho romano analizó los
problemas que podían presentar las sentencias judiciales respecto a su validez, nulidad e impugnación, para lo
cual creó las figuras de appelatio, juz constitucionis, los rescriptos imperiales y la supplicatio; asimismo, el
derecho germánico aplicó la figura de la querella nullitatis.”
388
La Revolución Francesa y la implementación del principio de separación de poderes permitió que esta figura
adquiriera una forma contemporánea mediante la creación del Tribunal de Casación. “Este nuevo Tribunal fue
creado por la Asamblea Constituyente Francesa, mediante la Ley del 27 de noviembre de 1790, en torno a la
cual se entendía que: (i) sus miembros debían ser ajenos al orden judicial y dependientes de órgano legislativo;
(ii) sus funciones se enmarcaban dentro de un estricto control sobre la interpretación de las leyes expedidas por
la Asamblea Legislativa, aplicadas en sentencias judiciales; y (iii) en caso de hallarse inconsistencias en la
aplicación de alguna norma, el tribunal procedía a casar la sentencia y devolvía el expediente al juzgado
originario para que éste emitiera el respectivo pronunciamiento.” Sentencia SU-635 de 2015 M.P. Jorge Ignacio
Pretelt Chaljub. En ese mismo sentido, la Sentencia C-
389
Las leyes 61 de 1886, 153 de 1887, 135 de 1888, 105 de 1890, 100 de 1892, 169 de 1896, 104 de 1923.
Decreto Ley 2158 de 1948, Decreto 400 de 1970, Ley 600 de 2000, Ley 712 de 2001, Ley 906 de 2004, Ley 1395
de 2010, Ley 1564 de 2012, entre otras.
390
Esta competencia ha sido destacada en la jurisprudencia constitucional para señalar que se trata de un recurso
de rango constitucional. Sentencia C-596 de 2000 M.P. Antonio Barrera Carbonell.
391
En efecto, la mayoría de los elementos del recurso de casación en materia laboral se derivan de la regulación
original del CPTSS (Decreto Ley 2158 de 1948) o de modificaciones preconstitucionales (Decreto 528 de 1964 y
Ley 16 de 19689). Por su parte, la definición del recurso más reciente es la desarrollada en materia civil en el
Código General del Proceso.
de reformar la decisión en perjuicio del apelante único y que la sentencia se dicte
en un proceso viciado por nulidades no subsanadas. Igualmente, aunque delimita
con precisión las causales, habilita la casación de oficio cuando sea ostensible el
compromiso del orden o patrimonio público, o se advierte la violación de
derechos y garantías constitucionales392.

El tipo de sentencias contra las que procede el recurso están definidas en el


artículo 334 ibídem (procesos declarativos, acciones de grupo, que versen sobre
el estado civil y liquidación de condena en concreto) y, cuando las pretensiones
son esencialmente económicas el interés para recurrir en casación se determina a
partir de la resolución desfavorable al recurrente por cuantía superior a 1000
SMLMV393.

Los motivos de inadmisión de la demanda de casación corresponden al


incumplimiento de los requisitos formales exigidos para su presentación y la
advertencia de que no concurren los especiales motivos para los que está
instituido el recurso394. En cuanto al trámite, los recurrentes deben presentar la
demanda en el término de 30 días desde la admisión del recurso y, por regla
general, la admisión de la demanda no suspende el cumplimiento de la
sentencia395.

13. El Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social define el trámite


de casación de forma menos detallada, así, por ejemplo, no establece las
finalidades del recurso de casación. En cuanto a las causales prevé la violación de
la ley sustancial por vía directa, el error de hecho por la falta de apreciación o
apreciación errónea de ciertos medios probatorios (un documento auténtico, de
una confesión judicial o de una inspección judicial)396 y la violación de la
prohibición de agravar la situación del apelante único.

El recurso procede contra las sentencias dictadas en procesos en los que la


cuantía exceda los 120 SMLMV397. Con respecto al trámite se precisa que
concedido el recurso por el Tribunal se ordenará la remisión de los autos a la Sala
de Casación Laboral, disposición con base en la que se ha interpretado el efecto
suspensivo del recurso398.

Finalmente, se establece el término de 20 días hábiles para presentar la demanda


de casación y se establece como motivo de inadmisión, en general, el
incumplimiento de los requisitos previstos en la definición del recurso
extraordinario en los artículos 86 y siguientes del CPTSS.

392
Artículo 336 del CGP.
393
Artículo 338 del CGP.
394
Artículo 437 del CGP.
395
Artículo 341 del CGP.
396
Artículo 187 del CPTSS.
397
En relación con el cálculo del interés para recurrir, a partir del artículo 86 del CPTSS la Sala de Casación
Laboral ha señalado que está: “determinado por el agravio que sufre el impugnante con la sentencia acusada
que, tratándose del demandado, como es el caso en estudio, se traduce en la cuantía de las resoluciones que
económicamente lo perjudiquen y, respecto del demandante, el monto de las pretensiones que hubiesen sido
negadas por la sentencia que se intenta impugnar, en ambos casos, teniendo en cuenta la conformidad o
inconformidad del interesado respecto del fallo de primer grado.”
398
Este efecto del recurso no se previó directamente en el CPTSS. Sin embargo, la jurisprudencia pacífica y
reiterada de la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia sostiene que “el recurso de casación en
materia laboral se concede en el efecto suspensivo, y por tanto, no se puede hacer efectiva la ejecutoria de las
sentencias proferidas en primera o segunda instancia”. Por lo anterior, la interposición de este recurso impide el
cumplimiento provisional de los fallos e incluso de aquellos aspectos que no fueron objeto de la censura. Sala de
Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia. Radicación número: 46718, Acta Nro. 12, Auto del 3 de mayo
de 2011. MP. Carlos Ernesto Molina
14. En el Código de Procedimiento Penal, la casación pretende asegurar otras
finalidades, que no se limitan a los motivos que fundamentaron el surgimiento del
recurso. En ese sentido, el artículo 180 ibídem precisa que el recurso
extraordinario está dirigido a asegurar la efectividad del derecho material, el
respeto de las garantías de los intervinientes, la reparación de los agravios
inferidos a estos, y, por último, la unificación de la jurisprudencia. De acuerdo
con esas finalidades, el recurso procede para cuestionar: (i) el desconocimiento de
las normas del bloque de constitucionalidad, de la Carta Política o de rango legal
que debieron gobernar el caso; (ii) la afectación sustancial de la estructura del
proceso o de la garantía de debido proceso; (iii) el desconocimiento de las reglas
de producción y apreciación de las pruebas; y (iv) en materia de reparación
integral remite a las causales del procedimiento civil399.

En la definición del trámite, se establece que el recurso es un medio de control


constitucional y legal, que procede contra las sentencias proferidas en segunda
instancia en los procesos adelantados por delitos. De otra parte, la demanda de
casación se presenta directamente ante el juez de instancia en el término de 30
días, quien la remite a la Sala de Casación Penal que, a su vez, cuenta con 30 días
para decidir sobre su admisión. En este examen, no se pueden tener en cuenta
causales diferentes a las alegadas. Sin embargo, en atención a los fines de la
casación, la fundamentación del recurso, la posición del impugnante dentro del
proceso e índole de la controversia planteada deberá superar los defectos de la
demanda para decidir de fondo400.

Finalmente, es necesario destacar con respecto a este diseño que es el único que
prevé el recurso de insistencia, en cabeza de los Magistrados y del Ministerio
Público, para la selección de una demanda401 y establece que el término de
decisión de fondo para la Sala es de 60 días siguientes a la audiencia de
sustentación402.

15. En el diseño actual del recurso de casación en las especialidades civil, laboral
y penal se comparten elementos relacionados con las finalidades, las causales y,
en general, la estructura del trámite. Sin embargo, las diferencias en los bienes
jurídicos y el marco normativo sustancial generan las siguientes particularidades:
(i) cuando se trata de asuntos patrimoniales las cuantías de acceso al recurso son
ostensiblemente diferentes entre la especialidad laboral y civil, pues la primera
involucra las relaciones de trabajo con respecto a las cuales la Constitución
asumió especiales, profundas y particulares precauciones403; (ii) el recurso de
casación en materia penal es el único que prevé la posibilidad de insistencia para
la admisión en cabeza de los Magistrados de la Sala o el Ministerio Público404;
(iii) a pesar de que el CGP amplió ostensiblemente la procedencia del recurso y
redujo las exigencias formales para su formulación, prevé la regulación con las
mayores exigencias sustantivas para el recurrente, las cuales se derivan de las
cargas precisas en la estructuración de la demanda y la definición de la censura;
(iv) los términos de presentación de la demanda varían entre las especialidades;
(v) los efectos de la admisión del recurso en el cumplimiento de la sentencia. Así,
en materia civil la regla general es el cumplimiento de la sentencia cuestionada,
esto es, el efecto devolutivo, mientras que en materia laboral la admisión del

399
Artículos 180 y 181 del CPP.
400
Artículo 184 del CPP.
401
Artículo 184 del CPP.
402
Artículo 185 del CPP.
403
Sentencia C-372 de 2011 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
404
Artículo 184 Ley 906 de 2004.
recurso suspende el efecto de la sentencia objeto del recurso405. Finalmente, la
diferencia más relevante está relacionada con la posibilidad de actuación oficiosa
de la sala de casación, la cual se prevé en los términos más amplios en materia
penal. Lo anterior, por cuanto señala de forma expresa que el recurso implica un
control constitucional y habilita la ampliación del examen por fuera de las
causales propuestas.

Como se ve, el recurso de casación es un mecanismo que surgió para la


protección del ordenamiento jurídico y que, en su evolución normativa, ha
ampliado su procedencia. Igualmente, en el propósito de restablecer los derechos
de las partes agraviadas por la infracción del ordenamiento en el caso concreto y
en atención a los mandatos de la Carta Política que irradian todo el ordenamiento
hoy también constituye un mecanismo de protección de los derechos
fundamentales y del orden constitucional. Con todo, la intensidad en el desarrollo
de estas finalidades comunes varía en cada especialidad de la jurisdicción
ordinaria según los bienes jurídicos involucrados. De ahí que no sea viable una
equiparación entre cada elemento del trámite del recurso.

16. En síntesis, los elementos descritos, que no agotan las diferencias en los
regímenes procesales, evidencian que el recurso extraordinario de casación
definido en el CGP, CPTSS y CPP no responde a las mismas condiciones y
supuestos de hecho que permitan su comparación desde una perspectiva de
igualdad. En efecto, las diferencias sustanciales de las materias, los procesos y
las garantías constitucionales involucradas en los litigios determinan diseños
procesales diferenciados que, por lo tanto, no podían compararse desde una
perspectiva de igualdad. En contraste, la mayoría de la Sala emprendió la
confrontación entre una etapa del trámite del recurso -el escenario de
confrontación de la inadmisión- y concluyó que la diferencia en la posibilidad de
impugnación del auto inadmisorio entre los regímenes comparados obedecía a la
especialidad y estaba justificada para evitar la congestión ante la ampliación del
recurso de casación en materia civil. Esta conclusión confirma que la institución
procesal analizada responde a las particularidades de la especialidad y, por lo
tanto, no procedía el examen de fondo de la pretensión de equiparación del
recurso desde una perspectiva de igualdad.

De esta manera, expongo las razones que me conducen a salvar el voto respecto
de la Sentencia C-210 de 2021, adoptada por la Sala Plena de la Corte
Constitucional.

Fecha ut supra

GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO


Magistrada

405
Este efecto del recurso no se previó directamente en el CPTSS. Sin embargo, la jurisprudencia pacífica y
reiterada de la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia sostiene que “el recurso de casación en
materia laboral se concede en el efecto suspensivo, y por tanto, no se puede hacer efectiva la ejecutoria de las
sentencias proferidas en primera o segunda instancia”. Por lo anterior, la interposición de este recurso impide el
cumplimiento provisional de los fallos e incluso de aquellos aspectos que no fueron objeto de la censura. Sala de
Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia. Radicación número: 46718, Acta Nro. 12, Auto del 3 de mayo
de 2011. MP. Carlos Ernesto Molina.
SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA
PAOLA ANDREA MENESES MOSQUERA

INHIBICION DE LA CORTE CONSTITUCIONAL-Incumplimiento


de requisitos exigidos en cargo por violación al principio de igualdad
(Salvamento de voto)
DERECHO A LA IGUALDAD-Implica un concepto relacional
(Salvamento de voto)

Referencia: Sentencia C-210 de 2021

Magistrado ponente:
José Fernando Reyes Cuartas

Con el debido respeto por las decisiones adoptadas por la Sala Plena de la Corte
Constitucional, suscribo el presente salvamento de voto en relación con la
sentencia de la referencia. En mi criterio, la Sala Plena debió declararse inhibida
para emitir un pronunciamiento de fondo, puesto que el cargo por vulneración al
principio de igualdad propuesto por los actores no era apto para emitir fallo.

La Corte Constitucional ha resaltado que la formulación de un cargo por


vulneración al principio de igualdad (art. 13 de la CP) está sujeto al
cumplimiento de exigencias argumentativas específicas. En estos casos, no basta
con que el actor afirme que las disposiciones acusadas establecen un trato
diferenciado o son discriminatorias406. Por el contrario, éste debe: (i) determinar
cuál es el criterio de comparación o tertium comparationis, (ii) definir “si desde
la perspectiva fáctica y jurídica existe tratamiento desigual entre iguales o igual
entre disímiles”407 y (iii) presentar argumentos que demuestren, por lo menos
prima facie, que el tratamiento diferenciado carece de justificación
constitucional408. El cumplimiento de estas exigencias de argumentación es un
requisito de aptitud y, por lo tanto, una condición para que la Corte pueda emitir
un pronunciamiento de fondo.

A diferencia de lo decidido por la mayoría, encuentro que la demanda que dio


lugar al presente proceso de constitucionalidad no satisfacía estas exigencias de
argumentación, incluso, respecto del argumento relacionado con la procedencia
del recurso de reposición en los procesos de casación laboral, penal y civil. Esto
es así, al menos, por tres razones:

1. La solicitud de los actores estaba soportada en la existencia de diferencias


entre tres regímenes procesales, no en la acusación de una diferencia de trato
injustificada entre sujetos. El principio de igualdad (art. 13 de la CP) le impone
al legislador la obligación de otorgar un trato paritario a sujetos que se
encuentren en una misma situación fáctica y jurídica. De este principio no se
deriva un mandato que exija que situaciones de hecho o procedimientos, en
abstracto, tengan una misma regulación legal. Por el contrario, la Corte
Constitucional ha sostenido en reiterada jurisprudencia que el legislador cuenta
con un amplio margen de configuración para diseñar los regímenes procesales.
406
Corte Constitucional, Sentencia C-1031 de 2002.
407
Corte Constitucional, Sentencias C-826 de 2008, C-886 de 2010, C-240 de 2014 y C-002 de 2018.
408
Ib.
En el caso sub examine, los actores fundamentaron la solicitud de
inexequibilidad a partir de una comparación entre los regímenes de procedencia
del recurso de reposición previstos en el Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social (CPTSS) y en el Código de Procedimiento Penal (CPP), con
aquel del Código General del Proceso (CGP). En mi criterio, dicha
argumentación no configuraba un cargo de inconstitucionalidad por vulneración
al principio de igualdad, porque (i) la existencia de diferencias entre estos
regímenes procesales no implica un trato diferenciado entre sujetos409 y (ii) los
actores no expusieron argumentos suficientes que demostraran que las
diferencias entre dichos regímenes procesales excedían el margen de
configuración del legislador.

2. Los regímenes de procedencia de los recursos ordinarios del CPTSS y del


CGP no son comparables con aquel previsto en el CPP. Considero que entre
estos regímenes procesales existen diferencias relevantes, a saber: (i) el CPTSS,
el CGP y el CPP tienen ámbitos de aplicación específicos; (ii) regulan la
solución de controversias y pretensiones de distinta naturaleza; y (iii) a
diferencia de los jueces civiles, en los procesos laborales y penales los jueces
cuentan con poderes reforzados que le permiten equilibrar las cargas y garantías
procesales de las partes. Después de revisada la demanda sub examine, observo
que los actores no expusieron razones suficientes que demostraran que, a pesar
de las diferencias que existen entre las tres regulaciones, los regímenes de
procedencia de los recursos ordinarios eran comparables y debían ser
equiparados.

3. Los demandantes en procesos ordinarios laborales y penales que se


tramiten bajo las reglas de procedimiento previstas en el CPTSS y en el CPP no
son sujetos comparables con los demandantes en procesos que se adelanten de
acuerdo con lo dispuesto por el CPP. El derecho a la igualdad es un derecho de
“carácter relacional”410, lo que significa que su protección presupone la
existencia de una relación jurídica o fáctica entre grupos de sujetos. Los
demandantes en procesos ordinarios laborales y penales no tienen ninguna
relación jurídica procesal ni fáctica con los demandantes en un proceso civil y,
por esta razón, el derecho a la igualdad no exige otorgarles un trato paritario. De
este modo, la existencia de diferencias en torno a la procedencia del recurso de
reposición contra el auto inadmisorio del recurso de casación, no generaba una
duda mínima de constitucionalidad de la norma objeto de cuestionamientos.

Las exigencias mínimas de argumentación desarrolladas por la jurisprudencia


constitucional no son simples requisitos procesales que desconozcan la
informalidad de la acción pública de inconstitucionalidad y el principio pro
actione. Por el contrario, el cumplimiento de estas cargas se deriva del carácter
rogado de esta acción y tiene por objeto evitar que la Corte adelante un control
oficioso de las normas legales que afecte la separación de poderes. De igual
forma, protege el acceso a la justicia de otros ciudadanos, debido a que impide
que los debates constitucionales en torno a una determinada disposición legal se
cierren como resultado de demandas de baja calidad. En consecuencia, considero
que, en casos como este, en los que los actores no cumplen con exigencias
mínimas de argumentación en la formulación del cargo, la declaratoria de
409
La Corte Constitucional ha estudiado de fondo la constitucionalidad de tratos diferentes en materia procesal
(Sentencias C-820 de 2011 y C-091 de 2018). Sin embargo, ha precisado que dicho examen requiere de un patrón
de comparación relativo a los sujetos involucrados, circunstancia que no ocurre en este evento ya que los
accionantes no lograron argumentar de manera específica cómo se afecta el grupo de los justiciables con la
disposición acusada.
410
Corte Constitucional, Sentencias C-178 de 2014 y C-818 de 2010, entre muchas otras.
inhibición se justifica pues permite proteger importantes intereses
constitucionales.

Fecha ut supra,

PAOLA ANDREA MENESES MOSQUERA


Magistrada
SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA
DIANA FAJARDO RIVERA
A LA SENTENCIA C-210/21411

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD POR


VULNERACION DEL PRINCIPIO DE IGUALDAD-Incumplimiento
de carga argumentativa (Salvamento de voto)

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Incumplimiento de
requisitos de especificidad, pertinencia y suficiencia (Salvamento de voto)

Referencia: D-13796

Demanda de inconstitucionalidad contra el


artículo 346 (parcial) de la Ley 1564 de 2012
“por medio de la cual se expide el Código
General del Proceso y se dictan otras
disposiciones”

Magistrado ponente:
José Fernando Reyes Cuartas

1. Con el respeto acostumbrado por las decisiones adoptadas por la Sala Plena, a
continuación presento las razones que me apartan de la posición mayoritaria en
la Sentencia C-210 de 2021. En mi criterio, la Corte Constitucional debió
proferir un pronunciamiento inhibitorio, pues la demanda no satisfizo los
requisitos argumentativos mínimos que exige la acción pública de
inconstitucionalidad.

2. La Corte ha señalado que para cumplir el requisito de concepto de la violación


previsto en el artículo 2 del Decreto 2067 de 1991412, la demanda debe satisfacer
las cargas de claridad, certeza, especificidad, pertinencia y suficiencia.413 La
exigencia de estos requisitos responde al carácter rogado de la acción pública de
inconstitucionalidad, a la imposibilidad de asumir por medio de esta acción un
estudio oficioso de la constitucionalidad del ordenamiento jurídico, y al
imperativo de salvaguardar la integridad y supremacía de la Carta, lo cual solo
puede hacerse adecuadamente a partir de razones que susciten una verdadera
controversia constitucional.414

3. Así mismo, la jurisprudencia ha precisado que al formular un reproche por


violación del derecho a la igualdad es necesario agotar una carga argumentativa
especial de suficiencia. En concreto, esta se compone de tres elementos: (i)
identificar con claridad cuáles son los grupos o situaciones involucradas en la

411
M.P. José Fernando Reyes Cuartas. SV. Diana Fajardo Rivera. SV. Paola Andrea Meneses Mosquera. SV.
Gloria Stella Ortiz Delgado.
412
“Por el cual se dicta el régimen procedimental de los juicios y actuaciones que deban surtirse ante la Corte
Constitucional.”
413
Sentencia C-1052 de 2001. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
414
Sentencias C-107 de 2021. M.P. Alejandro Linares Cantillo; C-292 de 2019. M.P. José Fernando Reyes
Cuartas; C-752 de 2015. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. SV. Alejandro Linares Cantillo. SV. Jorge Ignacio
Pretelt Chaljub. SV. Gloria Stella Ortiz Delgado. SV. Alberto Rojas Ríos; C-886 de 2010. M.P. Mauricio
González Cuervo. SV. María Victoria Calle Correa, Juan Carlos Henao Pérez, Jorge Iván Palacio Palacio y Luis
Ernesto Vargas Silva; C-520 de 2002. M.P. Álvaro Tafur Galvis; C-1298 de 2001. M.P. Clara Inés Vargas
Hernández; y C-447 de 1997. M.P. Alejandro Martínez Caballero.
controversia y explicar por qué estas serían comparables; (ii) indicar en qué
consiste el trato diferencial creado por la norma demandada y, en ese sentido,
definir si desde la perspectiva fáctica y jurídica existe un tratamiento desigual
entre iguales o igual entre disímiles; y (iii) explicar por qué dicho trato no se
encuentra justificado constitucionalmente.415

4. La exposición de estos elementos le permite a la Corte informarse sobre el


contenido y alcance del problema jurídico constitucional que se somete a su
consideración, y establecen las bases para el diálogo público y participativo que
se inicia con la admisión de la demanda. Esta carga argumentativa adicional
encuentra sustento en la presunción de constitucionalidad que cobija a la
legislación y en el amplio margen de configuración que la Constitución le
confiere al Legislador.416

5. En efecto, en su condición de órgano de representación política el Congreso de


la Republica cuenta con un apreciable marco de libertad para establecer
prioridades y definir los aspectos de la realidad que requieren su intervención,
conforme a la complejidad de cada materia objeto de regulación. Por este
motivo, la sola adopción de medidas distintas frente a un determinado escenario
fáctico no constituye una violación del derecho a la igualdad, ya que lo que
censura la Constitución es el tratamiento discriminatorio e injustificado y no el
simple trato desigual. En esa dirección, la Sentencia C-190 de 2008417 sostuvo
que,

“En principio, el legislador es el único autorizado para decidir a qué


tipo específico de regulación se somete una determinada relación
fáctica. Por ello, la acusación de que el legislador ha regulado de
manera diversa dos hipótesis jurídicas no es, en sí misma, una
acusación constitucionalmente relevante. El legislador está autorizado
para regular la realidad fáctica de conformidad con sus diferencias
intrínsecas, por lo que un cargo por violación del principio de igualdad
no puede sustentarse, sencillamente, en que dos situaciones distintas
han sido reguladas de manera diversa. Para que un cargo por violación
del principio de igualdad sea sustancialmente apto se requiere que el
demandante demuestre que las hipótesis distintamente reguladas
debieron someterse a la misma regulación. En estos casos el
impugnante soporta una carga de argumentación adicional, pues debe
desvirtuar la premisa según la cual el Legislador está autorizado para
regular de manera diversa la realidad puesta a su consideración; al
mismo tiempo, debe llevar al intérprete a la conclusión de que dicha
diferenciación implica una verdadera discriminación, es decir, una
violación al mandato de trato equitativo que impone la Carta.”

6. Bajo tales premisas, estimo que en el presente asunto el demandante no


cumplió la carga de argumentación requerida para formular un cargo por
violación del derecho a la igualdad contra el artículo 346 (parcial) de la Ley
1564 de 2012 “Por medio de la cual se expide el Código General del Proceso y
se dictan otras disposiciones.” La norma censurada consagra las causales de
inadmisión de la demanda de casación en la jurisdicción ordinaria, especialidad
civil. Establece que esta se inadmitirá cuando (i) no reúna los requisitos de forma
415
Sentencias C-096 de 2021. M.P. Alejandro Linares Cantillo; C-006 de 2017. M.P. María Victoria Calle
Correa. SV. Alberto Rojas Ríos; C-635 de 2012. M.P. Mauricio González Cuervo; C-854 de 2009. M.P. Juan
Carlos Henao Pérez. SV. María Victoria Calle Correa y SV. Jorge Iván Palacio Palacio; y C-1009 de 2008. M.P.
Marco Gerardo Monroy Cabra.
416
Ibídem.
417
M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
o (ii) plantee cuestiones de hecho o derecho que no fueron invocadas en las
instancias. El accionante acusó, en concreto, el aparte normativo que señala que
contra el auto que inadmite la demanda “no procede recurso alguno.”

7. En su criterio, la imposibilidad de formular recursos contra el auto que


inadmite la demanda de casación civil lesiona el derecho a la igualdad, el
derecho al debido proceso y el principio de prevalencia del derecho sustancial.
Respecto de la violación del derecho a la igualdad, el actor estructuró el reproche
a partir de dos premisas principales.

8. En primer lugar, sostuvo que el texto legal atacado consagra un trato


discriminatorio por cuanto el Legislador sí previó la procedencia de recursos
contra otra clase de actuaciones como (i) los autos inadmisorios y de rechazo de
demandas civiles de primera instancia418; (ii) otros autos del trámite de casación
civil419; (iii) los autos que inadmiten o rechazan demandas de casación en las
especialidades laboral y penal420; y (iv) los autos que inadmiten demandas en el
trámite del recurso extraordinario de revisión en las especialidades civil, familia
y laboral421. En segundo lugar, indicó que la norma cuestionada no otorga la
posibilidad de presentar recursos contra el auto de inadmisión de la demanda de
casación civil, pese a que las cuatro situaciones procesales recién referidas son
semejantes al escenario previsto para la casación civil.

9. Según se advierte, el demandante se limitó a establecer cuatro categorías de


actuaciones procesales que a su juicio eran equiparables al escenario de
inadmisión de la demanda de casación civil, pero no desarrolló argumentos que
permitieran analizar por qué estas resultaban comparables entre sí. Para sustentar
el cargo no bastaba con señalar determinados actos procesales y afirmar que
estos eran asimilables. El actor tenía la carga de indicar por qué los grupos o
situaciones objeto de confrontación eran efectivamente comparables, lo cual
incluía valorar no solo sus similitudes generales y aparentes, sino además sus
diferencias específicas.

10. En particular, el accionante no explicó por qué la improcedencia del recurso


de reposición contra el auto que inadmite la demanda de casación civil resultaba
comparable a situaciones tan disímiles como la procedencia de recursos contra
autos de rechazo de demandas ordinarias de primera instancia; otros autos del
trámite de casación civil; los autos que inadmiten demandas en el trámite del
recurso extraordinario de revisión en las especialidades civil, familia y laboral; y
los autos que inadmiten o rechazan demandas de casación en las especialidades
laboral y penal. En relación con este último aspecto, tampoco valoró la
naturaleza y propósitos diferentes de la casación civil frente a la laboral y penal,
y no argumentó por qué estos escenarios procesales serían asimilables a pesar de
proteger bienes jurídicos de distinta entidad.

418
Se refirió a los autos que rechazan la demanda en cualquier proceso de las especialidades civil y de familia
(inciso quinto art. 90 CGP); inadmiten la demanda en cualquier proceso en las especialidades civil, de familia y
laboral (inciso quinto art. 90 CGP); rechazan la corrección, aclaración y reforma a la demanda en esas
especialidades (arts. 93, 31 y 321 CGP); rechazan la contestación de la demanda, corrección y aclaración o
reforma en las especialidades señaladas (arts. 96, 97, 318 y 321 CGP); declaran probada una excepción previa
que finaliza la actuación y devuelve la demanda en tales especialidades (arts. 100, 101, 318 y 321 CGP); y niegan
mandamiento ejecutivo en las especialidades anotadas (arts. 430, 438, 318, 321 CGP).
419
Se refirió a los autos que niegan el recurso de casación (reposición y queja, arts. 352 y 353 CGP); deciden
sobre la admisión del recurso de casación (arts. 342 y 318 CGP); resuelven sobre la admisión del recurso de
casación (arts. 331 y 318 CGP); se profieran por el magistrado sustanciador dentro del trámite del recurso de
casación (arts. 331 y 318 CGP); admiten la demanda de casación (arts. 348 y 318 CGP); y declaran prematura la
concesión del recurso (art. 318 CGP).
420
Se refirió a las especialidades laboral (arts. 93 y 63 CPT) y penal (184 y 176 CPP).
421
Se refirió a los artículos 358, 90 y 318 del CGP y 63 del CPT.
11. Del mismo modo, el cargo por violación del derecho a la igualdad carecía de
pertinencia, ya que al momento de explicar la falta de justificación de la supuesta
diferencia de trato, el demandante acudió a argumentos subjetivos y de
conveniencia que no tenían respaldado argumentativo ni probatorio. En ese
sentido, señaló que la supresión del recurso de reposición contra el auto que
inadmite la demanda de casación no contribuía a descongestionar la justicia, a
disminuir la litigiosidad o a recortar la duración de los procesos, cuando lo cierto
es que la menor carga de trabajo en la resolución de estos asuntos permite que la
Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia concentre sus esfuerzos
en otras cuestiones y reduzca la duración del trámite al eliminar una etapa de
este.

12. Por otra parte, los cargos por violación del derecho al debido proceso, el
derecho de acceso a la administración de justicia y el principio de prevalencia del
derecho sustancial tampoco cumplían los presupuestos de aptitud sustantiva de la
demanda. En relación con estos reproches el accionante tan solo señaló que la
imposibilidad de proponer recursos contra el auto de inadmisión de la demanda
de casación no permitía discutir su legalidad, impedía la resolución de fondo del
derecho sustancial pretendido e imposibilitaba la materialización de los derechos
a la defensa y contradicción.

13. Esas afirmaciones, sin desarrollo alguno, no eran aptas para estructurar el
reproche por cuanto no cumplían los requisitos de especificidad, pertinencia y
suficiencia. En particular, el actor tenía la carga de explicar de qué manera se
transgredían las disposiciones constitucionales invocadas, tomando en
consideración que la inadmisión de la demanda representa en sí misma una
respuesta de la administración de justicia y que el recurso extraordinario de
casación tiene un carácter excepcional y restringido. Sin embargo, al formular la
censura el actor aludió a afirmaciones generales y globales que no respondían a
estas cuestiones y que no permitían despertar siquiera una duda mínima sobre la
constitucionalidad del texto legal atacado.

14. Pese a las notables deficiencias argumentativas antes reseñadas, la mayoría


decidió emitir un pronunciamiento de fondo. En mi criterio, lo procedente habría
sido adoptar una decisión inhibitoria que diera cuenta de las falencias de la
demanda, pues ni aun acudiendo al principio pro actione era posible superarlas.

15. Por estas razones, salvo el voto en la presente oportunidad.

Fecha ut supra,

DIANA FAJARDO RIVERA


Magistrada

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