9. El Consolador_A
9. El Consolador_A
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El Consolador LA HERMOSA
Introducción
Unas horas antes de que fuera crucificado, Cristo hizo una promesa vital a sus
discípulos: “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros” (Jn 14.18). Jesucristo no se
refería aquí a su segunda venida al final de los tiempos; sino que más adelante lo aclara
diciendo: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre,
él os enseñará todas las cosas...” (Jn 14.26). El Espíritu Santo vendría a ocupar el lugar
que Jesucristo dejaría en la tierra. Cristo dijo: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro
Consolador, para que esté con vosotros para siempre” (Jn 14.16). Este otro Consolador
es el Espíritu Santo, el cual vino para morar en el corazón de todo cristiano y realizar,
en nosotros, la labor que Cristo mismo hizo con sus apóstoles. Él es el verdadero
representante de Cristo en la tierra. Él es el Consolador (gr. Parakletos), que significa,
“uno que es llamado al lado de otro para ayudarlo”, y por lo tanto, está a nuestro lado
para hacer lo que Cristo prometió. Cuando leemos el libro de los Hechos, podemos ver
la maravillosa labor que el Espíritu Santo hizo, a través de los primeros cristianos, para
el extendimiento del evangelio en el mundo. Dicha labor, registrada en ese libro
histórico, fue única y la llevó a cabo en una época de transición, caracterizada por la
reciente partida de Cristo, la acreditación y difusión masiva del evangelio, y el proceso
de escritura del Nuevo Testamento (N.T.).
Debido a esto, no podemos basar la doctrina del Espíritu Santo solamente en este libro,
pues, hacerlo, nos conduciría a malas interpretaciones. Sólo cuando analizamos dicha
enseñanza, valiéndonos de todo el Nuevo Testamento, obtenemos la luz de lo que el
Espíritu Santo es y la obra que está desarrollando en nuestro mundo, y en las vidas de
los cristianos en la actualidad.
En esta lección analizaremos lo que la Biblia nos enseña acerca de las cualidades de
esta divina persona, su obra para con el mundo y para con nosotros los creyentes.
A. Es una persona
La personalidad existe donde existe la inteligencia, la voluntad y determinación propias,
la mente y la conciencia propia. Dichas características las posee el Espíritu Santo; por
lo tanto, es una persona. No es una ____________________, Una _______________
o una influencia impersonal como algunos creen, debido a que estas cosas no tienen ni
voluntad, ni inteligencia, ni conciencia propia. Cuando vemos las evidencias bíblicas
podemos confirmar que Él es una persona. La bendita Tercera Persona de la Trinidad.
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Jn 14.26
Jn 15.26
Jn 16.8
Jn 16.13
Hch 5.3-4
Hch 16.6-7
Ro 8.26
1 Co 12.11
Ef 4.30
B. Es Dios
El Espíritu Santo no sólo es una persona, también es Dios. Lo sabemos, porque la Biblia
nos da pruebas de que posee las cualidades de la divinidad.
1. Se le llama Dios Hch 5.3-4
2. Se le llama Señor 2 Co 3.17
3. Tiene atributos divinos
Es ____________________ He 9.14
Es ____________________ Sal 139.7-10
Es ____________________ 1 Co 2.10-11
Es ____________________ Jn 14.26
Es ____________________ Jn 14.17
4. Comparte Oficicios Divinos
Se le atribuye la creación (Job 33:4; Sal. 104:30). Se le atribuye la resurrección
de Cristo (Ro. 8:11). Se le atribuye la inspiración de las Escrituras (2 Pe. 1:20,21;
Jn (16:13). Se le atribuye la regeneración (Tito 3:5; Jn. 3:5-8). Vino a tomar el
lugar exacto de Cristo (Jn .14:16,26; 16:7)
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E L E SP IR IT U S A NT O
II. ¿CUÁL ES LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO?
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1. Bautiza
El Bautismo “en el Espíritu Santo” se verifica en el momento mismo de ser salvos.
Es una obra ___________________ desde el momento en que creímos, y en ella
participan Cristo y el Espíritu Santo.
Algunos relacionan erróneamente 1 Corintios 12.13 con lo sucedido en Hechos
2, para enseñar que el bautismo “en el Espíritu” debe ser una repetición de lo que
pasó en Pentecostés; por lo tanto, creen que dicho bautismo es posterior a la
salvación y debe ir acompañado de experiencias sobrenaturales como el hablar en
lenguas. Pero, esto no tiene sustento por las siguientes razones:
• Por otro lado, en capítulos previos (1 Co. 3:1-3), Pablo se refiere a los
Corintios como “carnales” y “niños en Cristo”. Así pues, cuando el apóstol
habla del bautismo en el Espíritu, no se refiere a una experiencia posterior
a la conversión; experiencia que algunos llaman equivocadamente “la
segunda bendición” o “segunda gracia”, en la cual se supone que los
creyentes que la experimentan son llevados repentinamente (por medio de
la experiencia de hablar en lenguas) a un “nivel más alto de espiritualidad”.
Si así fuera, ¿por qué Pablo llamó a los corintios “carnales” Los llamó así,
porque el bautismo en el Espíritu no lleva a nadie a un “nivel más alto de
espiritualidad”. Ellos ya habían sido bautizados con el Espíritu desde que
creyeron, y eso no los hizo más espirituales, sino solamente los integró al
cuerpo de Cristo.
Lo que la Biblia nos enseña, es que este bautismo se trata de una experiencia en
la cual todos los creyentes participan “en un solo cuerpo”. El versículo dice: *...
fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o
libres...”. Por tanto, el bautismo en el Espíritu lo obtienen los cristianos en el
momento de su conversión y tiene como propósito integrarnos al cuerpo de Cristo.
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Cristo nos bautiza con el Espíritu, convirtiéndonos en miembros de Su cuerpo (Mt
3.11; Jn 1.33; Ro 12.4-5). Además, la Biblia enseña claramente que el Espíritu
Santo ya nos ha sido dado. No necesitamos una segunda experiencia para recibir
más de Él (Ro 5.5; 1 Jn 3.24; Jn 3.34)
2. Sella
Antiguamente el sello significaba _____________, autenticidad, _____________
o seguridad. En el momento de aceptar a Cristo, Dios nos selló con el Espíritu
Santo. Él es la garantía de que le pertenecemos a Dios, y de que somos
auténticamente sus hijos; por lo tanto, tenemos la seguridad de salvación eterna
y cuando Cristo venga por sus escogidos nos iremos con Él (Ef 4.30).
4. Habita (1 Co 6.19)
Desde el momento en que aceptamos a Cristo, Dios nos dio su Espíritu Santo. Él
______________ en nuestro ser convirtiéndonos en sus _____________. La
presencia de Dios ya no está en un templo hecho con manos humanas. Los
cristianos ahora somos templos donde el Espíritu Santo habita, de manera que
podemos rendir culto y adoración a Dios en todo momento. Esta es la razón
principal para mantener nuestro cuerpo ajeno a cualquier hábito nocivo o práctica
que lo corrompa. Nuestro cuerpo es santo, puesto que el Espíritu Santo lo habita
y así debemos mantenerlo (1 Co 3.16).
5. Guía Ro 8.14
Los cristianos contamos con la guía _________________ del Espíritu Santo en
nuestras vidas. Él está dispuesto a guiarnos durante toda nuestra vida. En el
griego, la palabra “guiados” (ago), en este versículo, significa también “Llevados”.
El Espíritu Santo no sólo está para decirnos por dónde ir, sino que literalmente
quiere llevarnos a donde su voluntad lo desea. En medio de las decisiones de la
vida, en medio de los problemas, Dios quiere guiarnos a lo mejor: A su voluntad,
que es buena, agradable y perfecta; la cual, está en armonía con los principios de
su Palabra (Ro 12.2). Lo único que debemos hacer es dejarnos llevar por Él, como
un poeta decía: “Señor, hazme hoja seca de tu árbol, para que pueda ser juguete
de tu viento”
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6. Unge (1 Jn 2.27)
La unción del Espíritu Santo nos comunica tres cosas: Primero, hemos sido
_______________ por Dios. La unción es un símbolo de consagración en la Biblia
(Ex 28.41; Lv 8.12; 1 Sa 10.1; ls 61.1). Segundo, Dios nos ha dado la
capacidad de ___________________ por medio de su Espíritu para comprender
la verdad de Dios en su Palabra (1 Jn 2.27). Y, tercero, Él nos ha dado
________________, así como lo hizo con Cristo (Lc 4.18; Hch 10.38). Estas
tres cosas se nos comunican en la unción del Espíritu, con el propósito de
capacitarnos para cumplir con la misión de ministrar la Palabra de Dios a otros
por medio de la enseñanza y la predicación. Así como Cristo fue ungido con el
Espíritu Santo y con poder para cumplir su misión, así nosotros, cuando nos
decidimos a hacer el trabajo que Él nos ha asignado, Dios nos da, por su Espíritu,
el discernimiento y el poder para desarrollar ese servicio (2 Co 1.19-22).
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Para Pensar
- ¿Estás buscando la guía del Espíritu Santo en tu vida? ¿En qué áreas te
hace falta buscar su dirección?
- ¿Has asumido tu misión como cristiano y estás cumpliéndola con la ayuda
de Dios? ¿Por qué?
- ¿Sabes cómo ser lleno del Espíritu? ¿Por qué lo necesitas?
Leer Gálatas 5:16-26 y Romanos 8:1-27. Haz una lista de los beneficios
de andar en el Espíritu.
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