El documento describe la oposición del poder militar ecuatoriano al militarismo extranjero en los primeros años de la independencia, cuando Flores formó un ejército ecuatoriano disciplinado y enfrentó varias sublevaciones militares impulsadas por el deseo de reconstruir la Gran Colombia.
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El documento describe la oposición del poder militar ecuatoriano al militarismo extranjero en los primeros años de la independencia, cuando Flores formó un ejército ecuatoriano disciplinado y enfrentó varias sublevaciones militares impulsadas por el deseo de reconstruir la Gran Colombia.
El documento describe la oposición del poder militar ecuatoriano al militarismo extranjero en los primeros años de la independencia, cuando Flores formó un ejército ecuatoriano disciplinado y enfrentó varias sublevaciones militares impulsadas por el deseo de reconstruir la Gran Colombia.
El documento describe la oposición del poder militar ecuatoriano al militarismo extranjero en los primeros años de la independencia, cuando Flores formó un ejército ecuatoriano disciplinado y enfrentó varias sublevaciones militares impulsadas por el deseo de reconstruir la Gran Colombia.
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UNIVERSIDAD ESTATAL
AMAZONICA REALIDAD NACIONAL
LA OPOSICIN DEL PODER MILITAR ECUATORIANO AL MILITARISMO
EXTRANJERO
Es frecuente en nuestra historia la alusin al militarismo, causa de tantos
males y desgracia en los primeros aos republicanos, pero la falta de conocimientoy la exageracin dan lugar a muchos errores deconcepto.
El militarismo, segnla cienciapoltica, "el predominio del elemento militar
en elGobierno" y en sentido ms vulgar, los abusos propios de la clase militar, desptica o indisciplinada contra lasociedadpuesta a su custodia.
La separacin del Sur de Colombia puso en manos de Flores un
ejrcito compuesto por unos dos mil efectivos y conformado por unidades como el batalln "Quito", que estaban integrados totalmente por ecuatorianos, que bajo laautoridadde jefes competentes, como Len de Febres Cordero, Ignacio Torres, AntonioEspaa, Juan B. Pereira, Antonio Martnez Pallares, Sandes y Whittle, se fue conformando con un alto grado de disciplina.
pero la agudacrisisfiscaly la falta depresupuesto, hizo que el ejrcito se
fuera disolviendo sistemticamente; para evitarlo hubiera sido necesario pagar el atraso en los haberes de oficiales y tropa; adems, el viaje a su patria de aquellos veteranos de Colombia y Venezuela que combatieron por nuestra independencia y la falta dedineropara esto provoc las tres insurrecciones que tuvo que enfrentar Flores en sus primeros aos de gobierno.
En su tercer ao de gobierno, los peridicos de oposicin, como el
"Quiteo Libre", no dejaron de publicarnoticiasfalsas sobre supuestos "abusos propios del militarismo". Nuestra historia no recuerda militarismo ms horrendo que el del ejrcito restaurador antifloreano en 1834. Por otra parte, todos convienen en que Flores fue siempre quien impuso la disciplina militar en su ejrcito y quien escoga a sus oficiales superiores; as, la eleccin del mulato General Otamendi en dos momentos crticos no significa militarismo, sino represin a sublevaciones militaristas, como en el caso especfico del General Urdaneta, quien vctima otra vez de su genioaventurero, haba perecido enPanam, fusilado en unin de varios conjurados y del mismo Coronel Alzuru, que se haba levantado con el mando.
El Ejecutivo dispuso que todos aquellos batallones sublevados que fueron
derrotados por Otamendi, acudiesen en perfecto orden al cuartel general, donde fueron disueltos y borrados de la lista militar, en presencia de los que haban permanecido fieles a la Institucin, al mismotiempo, se expidieron licencias para el extranjero a ms de 150, entre jefes y oficiales, reos de haber violado sus juramentos. De este modo termin la granrevolucinque expuso a fracasar la nave del Estado.
concluida la revolucin liderada por Urdaneta y propiciada por el
verdadero militarismo extranjero, son dos sublevaciones ms las que intranquilizaron al pas, con los mismos afanes, el sueo de reconstruir la Gran Colombia. La primera fue propiciada por el glorioso batalln "Vargas". Agobiado por una situacin calamitosa se insurreccion contra el gobierno ecuatoriano, el 11 de octubre de 1832. Flores entreg raciones a los insurrectos y cancel la suma de 5.698 pesos, con lo cual 433 hombres emprendieron la marcha hacia su pas.
El 12 de agosto de 1832, en la ciudad de Latacunga, 538 hombres del
batalln "Flores" se sublevaron contra el gobierno ecuatoriano. Las causas: la falta de apoyo y el deseo de volver a sutierra. Los insurrectos fusilaron a los oficiales, saquearon la ciudad y se dirigieron a Ambato, donde hicieron lo mismo, para luego marchar hacia la costa en busca de algn puerto y salir a su tierra, pero en Baha de Carquez fueron alcanzados y liquidados por el entonces Coronel Otamendi. Es as como el Poder Militar ecuatoriano enfrent al militarismo extranjero, que en nuestro inicio como Estado busc su desaparicin ymuerteal pretender reincorporarlo a Colombia.