Teoria General Del Proceso
Teoria General Del Proceso
Teoria General Del Proceso
los brasileños:
Adolfo Rivas
(“Teoría General del Derecho Procesal”,
editorial Lexis – Nexis, 2005).
Osvaldo Gozaini
(“Tratado de Derecho Procesal Civil”, Tomo
I, editorial La Ley, Buenos Aires, 2009).
Fernando De la Rúa
(“Teoría General del Proceso”, editorial
Depalma, Buenos Aires, 1991)
-dentro de los uruguayos:
Enrique Véscovi
(“Elementos para una teoría general del proceso civil
latinoamericano”, editorial Universidad Nacional
Autónoma de México, 1978).
No obstante, nos parece oportuno formular la advertencia
que ya hiciera Alcalá Zamora y Castillo de que la unidad del
Derecho Procesal no significa identidad de sus distintas
ramas, ni menos propósito de adueñamiento o de
absorción de unas sobre otras.
¿Por qué una teoría general del proceso como piedra
angular?
Porque a ella le corresponde como función la búsqueda de
las reglas y principios comunes, con prescindencia de la
casuística de los diversos tipos de procesos.
En el sentido apuntado, la teoría general debe constituir la
parte general del derecho procesal y comprender el estudio
y exposición en forma sistemática de sus nociones
esenciales – conceptos, instituciones y principios comunes
a las distintas ramas, es decir, los componentes del tronco
del cual todas las ramas se desprenden.
Debemos procurar, como lo ha indicado Fairén Guillén “…la
unidad científica hasta donde ella sea posible, sin forzar la
esencia de los conceptos, fijándonos ante todo, en sus
semejanzas y diferencias, ahondando en ellas, extrayendo
la falta de contradicciones fundamentales y de ahí
caminando por la vía de la síntesis hasta donde sea
metódicamente posible”.
Aplicaciones prácticas de la teoría general
En el ámbito del derecho interno, la teoría general nos
permitirá conocer y entender mejor la lógica de los
conceptos utilizados, facilitará la comprensión de las
diversas situaciones, estructuras y funciones, y con relación
a la actividad procesal nos ayudará a discernir respecto de
los principios que la informan y a determinar la finalidad que
con ella se persigue.
La existencia de una teoría general del proceso aceptada
por el legislador posibilitaría que el ordenamiento jurídico de
un determinado país, tuviera en razón de su armonía una
mayor coherencia lógica y sistemática.
Resulta casi obvio destacar cuanto más sencilla resultaría la
labor docente en función de la simplificación procesal que se
opera a vía de consecuencia.
La teoría general nos permitirá, además, analizar
críticamente nuestros derechos positivos y juzgar si se
realizan en ellos los principios fundamentales para la
efectividad de la justicia, sin desmedro, obviamente, del
respeto a las debidas garantías.
En el ámbito del derecho procesal internacional, y
fundamentalmente entre los países integrantes del
MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, a los
que se han incorporado con un estatuto especial, Chile y
Bolivia) ella nos facilitará la tarea de armonizar nuestras
legislaciones y nos permitirá apreciar que son más las
coincidencias fundamentales existentes que las
diferencias.
Por otra parte, el proceso de integración por su propia
dinámica nos obligará en el futuro a revisar conceptos
tradicionales del Derecho Público, como el de soberanía, y
a ir aceptando gradualmente la cesión de parcelas de ella
hacia órganos supranacionales.
- Norma
- Objeto
- Sujetos
- Situaciones jurídicas
- Actos
- Funciones
- Estructuras
- la ley genética y
- la ley funcional
Supuestos del sistema y del proceso