Escuela de Franfurck
Escuela de Franfurck
Escuela de Franfurck
Facultad de Historia
HISTORIOGRAFÍA
CONTEMPORÁNEA
Unidad II
Versión Mayo 2015
3) Sociología de la cultura
(Bordieu)
4) Historia sociocultural
(Chartier, Darnton y Burke)
Una consecuencia de esto último ha sido establecer algo así como una línea
ininterrumpida de progreso teórico que va desde la primera formulación de la teoría
crítica por Max Horkheimer en su obra Teoría tradicional y teoría crítica de 1937
hasta Jürgen Habermas y su obra de 1981 Teoría de la acción comunicativa donde
describe el concepto de acción comunicativa, considerándolo una "superación" de
las concepciones anteriores.
Como muestra del error contenido en esta etiqueta unificadora, basta citar que en el
año 1983 se celebraron dos congresos sobre el pensamiento y la obra de Theodor
Adorno: uno en Frankfurt, auspiciado por Jürgen Habermas y otro en Hamburgo,
auspiciado por el grupo reunido en torno a la revista Zeitschrift für kritische Theorie.
El énfasis del proyecto sustentado por el Instituto de Investigación
Social estaba puesto en la crítica y renovación de la teoría marxista de
la época, haciendo hincapié en el desarrollo interdisciplinario y en la
reflexión filosófica sobre la práctica científica.
Max Weber ejerció una notable influencia, así como Sigmund Freud
(particularmente en la obra de Herbert Marcuse). El énfasis de la escuela en
el componente crítico de la teoría se derivaba de su intento por sobrepasar los
límites del positivismo, el materialismo vulgar y la fenomenología mediante un
retorno a la filosofía crítica de Immanuel Kant y sus sucesores en el idealismo
alemán, principalmente Georg Wilhelm Friedrich Hegel.
Por lo anterior, podemos afirmar que la Historia a fines del siglo XX contempla
la producción de una nueva manera de hacer Historia en la posmodernidad,
una de ellas es gracias al estudio de las Industrias culturales o «Escuela de
Frankfurt» con teóricos como Adorno, Horkheimer, Benjamin, Marcuse y
Habermas.
Industrias Culturales (1960-2012)
«Escuela de Frankfurt»
El objetivo teórico de esa obra queda reflejado en su prólogo: "Lo que nos
habíamos propuesto era nada menos que comprender por qué la humanidad,
en lugar de entrar en un estado verdaderamente humano, se hunde en un
nuevo género de barbarie".
Otra obra fundamental lo es Dialéctica negativa (1966), que puede
considerarse «el buque insignia» de todo su proyecto filosófico.
Emigró de Alemania ese mismo año, yendo primero a Suiza y luego a los
Estados Unidos, donde obtuvo la ciudadanía en 1940. Durante la Segunda
Guerra Mundial trabajó para la Oficina de Servicios Estratégicos de los
Estados Unidos (US Office of Strategic Services), precursora de la CIA,
analizando informes de estrategia sobre Alemania (1942, 1945, 1951).
En 1952, Marcuse inició una carrera docente como teórico político, primero
en la Universidad de Columbia y en Harvard, luego en la Universidad
Brandeis desde 1958 hasta 1965, donde fue profesor de filosofía y política, y
finalmente (ya jubilado), en la Universidad de California, San Diego.
Trabajando como profesor en esta universidad participó activamente en los
debates sociopolíticos de las décadas de 1950 y 1960, en los que se llegó a
hablar de las 3M: Marx, Mao y Marcuse. Fue amigo y colaborador del
sociólogo e historiador Barrington Moore Jr. y del filósofo político Robert Paul
Wolff.
En 1950 pudo por fin regresar a Frankfurt junto con Horkheimer, participando
en el restablecimiento del Instituto de Investigación Social, tomando de
nuevo el papel de director. De 1951 a 1958 fue profesor de economía
nacional y sociología en la Universidad de Fráncfort.
Durante los años 40 Fromm desarrolló una importante labor editorial, pues
publicó varios libros luego considerados clásicos sobre las tendencias
autoritarias de la sociedad contemporánea y se desvió marcadamente de la
teoría original freudiana.
Se alejó de todo apoyo al socialismo real, sobre todo del modelo totalitario del
Estado soviético, al mismo tiempo que criticó la sociedad capitalista.
Esto, junto con sus perspectivas sobre la libertad personal y el desarrollo de una
cultura libre, lo acercó notablemente a la línea anarquista, cuestión que se hace
evidente al comparar las temáticas de sus libros con las de los autores clásicos
de esa escuela. De sí mismo se decía partidario de un socialismo humanista y
democrático.
Entre 1957 y 1961 Fromm compaginó su actividad en la UNAM con una cátedra
en la Universidad Estatal de Míchigan. En 1965 se retiró; tras unos años de
viaje, en 1974 se instaló en Muralto, Suiza hasta su muerte.
Dos libros son particularmente importantes para conocer el pensamiento del
sabio alemán. El primero es El miedo a la libertad y el segundo es El corazón
del hombre. En ellos se manifiesta inconforme con su pertenencia a una
“escuela” nueva de psicoanálisis, para concluir diciendo que él propone una
estructura filosófica de referencia diferente, la del humanismo dialéctico.
Otras obras de gran importancia son Del tener al ser (ser o tener); El amor a la
vida, El arte de amar; La vida auténtica; El arte de escuchar; Lo inconsciente
social, Sobre la desobediencia, Psicología y religión, La revolución de la
esperanza: hacia una tecnología humanizada, La sociedad industrial
contemporánea, Marx y su concepto del hombre, etc.
Walter Benjamin (1892 –1940) fue un filósofo y crítico literario alemán judío de
tendencia marxista, estrecho colaborador de la Escuela de Frankfurt a la que sin
embargo nunca estuvo directamente asociado.
Su trabajo está orientado a poner los fundamentos de la teoría social con los
que busca analizar las sociedades del capitalismo avanzado.
El pensamiento de Kant y de Marx desempeñan un papel decisivo en la obra de
Habermas. El estrecho vínculo entre una filosofía de la razón muy ambiciosa en
términos normativos y una teoría empírica de la sociedad es una característica
del pensamiento de Marx que Habermas hace suya y que lo distingue de otros
contemporáneos y lo distancia en particular, del sociólogo Niklas Luhmann
(teoría de los sistemas-entorno ahistóricos de comunicación) y del filósofo John
Rawls (filosofía político-liberal con características morales como el consenso
superpuesto, la razón pública y la justicia como equidad), con quienes, no
obstante, comparte preocupaciones comunes.
Su primera gran obra fue Historia y crítica de la opinión pública (1962). En este
analiza la transformación estructural de la esfera pública y se aproxima de forma
crítica al concepto de opinión pública, recuperando la visión eminentemente
democrática del mismo, con su distinción entre opinión pública manipulada y
opinión pública crítica.
Luego de este momento inicial, Habermas repensará esta distinción entre trabajo
e interacción como dos momentos irreductibles de la acción y tratará de incluir
en la labor productiva (el trabajo) componentes de la interacción, por lo que dirá
que es posible pensar un cambio social desde el campo del trabajo.
Comenzó a estudiar con Martin Heidegger, quien aún no era profesor titular
pero sí un brillante profesor asistente. A través de Heidegger se insertó en un
grupo de estudiantes que luego destacarían intelectualmente, entre ellos se
encontraban: Leo Strauss, Karl Löwith y Hannah Arendt. La amistad entre
Gadamer y Heidegger se hizo tan estrecha que cuando Heidegger recibió una
plaza en Marburgo, lo siguió hasta allí, aunque con el tiempo difirieron
políticamente, pues Gadamer siempre rechazó el nazismo y el comunismo.
Otro intento similar de debate fue intentado con Jacques Derrida pero éste
fue menos instructivo porque ambos pensadores tenían pensamiento con
muy pocos puntos en común.
Por un lado, fue crítico con los enfoques modernos que buscan modelar el
método de las ciencias humanas en base al método científico.
También fue crítico con el método tradicional de las humanidades cuyo enfoque
se hace explícito en la obra de Wilhelm Dilthey, quien creía que para lograr una
interpretación correcta de un texto era necesario desentrañar la intención
original que manejaba el autor cuando lo escribió.