P356 - Balsamo en Galaad
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BÁLSAMO EN GALAAD
Jer. 8:18-22, A causa de mi fuerte dolor, mi
corazón desfallece en mí. 19 He aquí voz del
clamor de la hija de mi pueblo, que viene de
la tierra lejana: ¿No está Jehová en Sion?¿No
está en ella su Rey? ¿Por qué me hicieron ai-
rar con sus imágenes de talla, con vanidades
ajenas? 20 Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros no hemos sido salvos. 21 Que-
brantado estoy por el quebrantamiento de la
hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, es-
panto me ha arrebatado. 22 ¿No hay ……….
2
bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico?
¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija
de mi pueblo?
Israel bien entendió a Jeremías.
Gén. 37:25, Y se sentaron a comer pan; y
alzando los ojos miraron, y he aquí una
compañía de ismaelitas que venía de Galaad,
y sus camellos traían aromas, bálsamo y
mirra, e iban a llevarlo a Egipto. 26 Entonces
Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho
hay en que matemos a nuestro hermano y
encubramos su muerte? 27 Venid, y ……….
3
vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra
mano sobre él; porque él es nuestro hermano,
nuestra propia carne.
4
La enfermedad es el pecado
Las síntomas:
Isa. 1:6, Desde la planta del pie hasta la
cabeza no hay en él cosa sana, sino herida,
hinchazón y podrida llaga; no están curadas,
ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
Rom. 1:28-32, Y como ellos no aprobaron
tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a
una mente reprobada, para hacer cosas que
no convienen; 29 estando atestados de toda
injusticia, fornicación, perversidad, avaricia,
maldad; llenos de envidia, homicidios,
contiendas, engaños y malignidades ……….
5
30 murmuradores, detractores, aborrecedo-
res de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, in-
ventores de males, desobedientes a los pa-
dres, 31 necios, desleales, sin afecto natu-
ral, implacables, sin misericordia; 32 quie-
nes habiendo entendido el juicio de Dios, que
los que practican tales cosas son dignos de
muerte, no sólo las hacen, sino que también
se complacen con los que las practican.
6
Rom. 3:9-18, ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros
mejores que ellos? En ninguna manera; pues
ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que
todos están bajo pecado. 10 Como está es-
crito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay
quien entienda. No hay quien busque a Dios.
12 Todos se desviaron, a una se hicieron in-
útiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni
siquiera uno. 13 Sepulcro abierto es su gar-
ganta; Con su lengua engañan. Veneno de
áspides hay debajo de sus labios ……………
7
14 Su boca está llena de maldición y de
amargura. 15 Sus pies se apresuran para
derramar sangre; 16 Quebranto y desventura
hay en sus caminos; 17 Y no conocieron
camino de paz. 18 No hay temor de Dios
delante de sus ojos.
8
Es una enfermedad universal
Rom. 3:10,23, Como está escrito: No hay
justo, ni aun uno …. 23 por cuanto todos pe-
caron, y están destituidos de la gloria de Dios.
1 Jn. 5:19, Sabemos que somos de Dios, y el
mundo entero está bajo el maligno.
Al escuchar las noticias diarias esto se hace
evidente.
Esta “enfermedad” es de nivel epidémico.
9
Es una enfermedad fatal
Rom. 6:23, Porque la paga del pecado es
muerte.
Ezeq. 18:20, El alma que pecare, esa morirá;
el hijo no llevará el pecado del padre, ni el pa-
dre llevará el pecado del hijo; la justicia del
justo será sobre él, y la impiedad del impío
será sobre él.
Ningún pecador escapará esta paga del pe-
cado. 1 Ped. 4:17,18, Porque es tiempo de
que el juicio comience por la casa de Dios; y
si primero comienza por nosotros, ¿cuál ….
10
será el fin de aquellos que no obedecen al
evangelio de Dios? 18 Y: Si el justo con di-
ficultad se salva, ¿En dónde aparecerá el im-
pío y el pecador?
11
Esta enfermedad es incurable
12
El Médico es Jesucristo
¡Hay buenas nuevas para el pecador!
Heb. 7:25, por lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a
Dios, viviendo siempre para interceder por
ellos.
Mat. 11:4-6,28, Respondiendo Jesús, les
dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que
oís y veis. 5 Los ciegos ven, los cojos an-
dan, los leprosos son limpiados, los sordos
oyen, los muertos son resucitados, y a los
pobres es anunciado el evangelio …………..
13
6 y bienaventurado es el que no halle
tropiezo en mí ….. Venid a mí todos los que
estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.
Cristo sanaba para probar su derecho de
perdonar pecados.
Mar. 2:9-11,17, ¿Qué es más fácil, decir al
paralítico: Tus pecados te son perdonados, o
decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? 10
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre
tiene potestad en la tierra para perdonar pe-
cados (dijo al paralítico): 11 A ti te digo: ……
14
Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa ….
Al oir esto Jesús, les dijo: Los sanos no tie-
nen necesidad de médico, sino los enfermos.
No he venido a llamar a justos, sino a pecado-
res.
En irrisión y mofa los enemigos de Jesús
dirían (Luc. 4:23): El les dijo: Sin duda me
diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo;
de tantas cosas que hemos oído que se han
hecho en Capernaum, haz también aquí en tu
tierra. -- Es decir, hacer milagros allí para
verificar su reputación en partes lejanas.
15
El Remedio: La Sangre De Cristo
La Justicia de Dios demanda la muerte.
Heb. 9:14, ¿cuánto más la sangre de Cristo,
el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció
a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vues-
tras conciencias de obras muertas para que
sirváis al Dios vivo?
Efes. 1:7, en quien tenemos redención por
su sangre, el perdón de pecados.
Isa. 53:4-6, Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y
nosotros le tuvimos por azotado, por herido
de Dios y abatido. 5 Mas él herido …………
16
fue por nuestras rebeliones, molido por nues-
tros pecados; el castigo de nuestra paz fue
sobre él, y por su llaga fuimos nosotros cura-
dos. 6 Todos nosotros nos descarriamos co-
mo ovejas, cada cual se apartó por su cami-
no; mas Jehová cargó en él el pecado de to-
dos nosotros.
17
La Razón Por Qué Israel No Fue Sanado:
¡No Quiso!
Jer. 8:22, Ver. Moderna, “¿Por qué pues no
han sido curadas las heridas de la hija de mi
pueblo?” ¡Israel no tenía respuesta, excusa!
La gente de hoy rehusa contestar la
pregun-ta: ¿”Por qué no he sido salva”?
Mat. 23:37, ¡Jerusalén, Jerusalén, que ma-
tas a los profetas, y apedreas a los que te son
enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus
hijos, como la gallina junta sus polluelos de-
bajo de las alas, y no quisiste!
18
Mat. 13:14,15, De manera que se cumple en
ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído
oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y
no percibiréis. 15 Porque el corazón de este
pueblo se ha engrosado, Y con los oídos
oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos;
Para que no vean con los ojos, Y oigan con
los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se
conviertan, Y yo los sane.
“No hay hombre más ciego que el que rehu-
sa ver”.
19
Algunos dudan, pero no investigan.
Compárense 1 Tes. 5:21, Examinadlo todo;
retened lo bueno.
Hech. 17:11, Y éstos eran más nobles que
los que estaban en Tesalónica, pues
recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver
si estas cosas eran así.
Algunos siguen los placeres.
2Tim.3:4, traidores, impetuosos, infatuados,
amadores de los deleites más que de Dios.
20
Algunos aman el dinero.
1 Tim. 6:9,10,17, Porque los que quieren en-
riquecerse caen en tentación y lazo, y en mu-
chas codicias necias y dañosas, que hunden
a los hombres en destrucción y perdición; 10
porque raíz de todos los males es el amor al
dinero, el cual codiciando algunos, se extra-
viaron de la fe, y fueron traspasados de mu-
chos dolores..A los ricos de este siglo manda
que no sean altivos, ni pongan la esperanza
en las riquezas, las cuales son inciertas, sino
en el Dios vivo, que nos da todas las cosas
en abundancia para que las disfrutemos.
21
Algunos son vanagloriosos.
1 Jn. 2:15-17, No améis al mundo, ni las co-
sas que están en el mundo. Si alguno ama al
mundo, el amor del Padre no está en él. 16
Porque todo lo que hay en el mundo, los de-
seos de la carne, los deseos de los ojos, y la
vanagloria de la vida, no proviene del Padre,
sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus
deseos; pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre.
22
Algunos son como Naamán.
2 Reyes 5:12, Abana y Farfar, ríos de Damas-
co, ¿no son mejores que todas las aguas de
Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré tam-
bién limpio? Y se volvió, y se fue enojado.
En lugar de obedecer al evangelio, ofrecen
hacer algo por substituto, expresando así su
propia voluntad.
¡Se enojan cuando se les llama la atención a
lo que en realidad están haciendo!
23
El tiempo es corto.
Jer. 8:20, Pasó la siega, terminó el verano, y
nosotros no hemos sido salvos.
Ya era tarde para Israel para evitar el castigo
de Dios.
El pecador de hoy no debe menospreciar su
oportunidad para salvarse.
2 Cor. 6:2, He aquí ahora el tiempo acepta-
ble; he aquí ahora el día de salvación.
24
2 Ped. 3:9, El Señor no retarda su promesa,
según algunos la tienen por tardanza, sino
que es paciente para con nosotros, no que-
riendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento.
Los pecadores que creen que Jesús es el
Hijo de Dios, se arrepienten de todos sus pe-
cados, y, confesando su fe en Jesús, se bau-
tizan para perdón de los pecados, serán sal-
vos.
Así enseña la doctrina del Gran Médico,
Jesucristo. “Sed salvos de esta perversa ge-
neración”, Hech. 2:40
25
CONCLUSION
¿Por qué no había sanado Israel?
1. No por falta de medicina
2. No por falta de médico
3. La culpa estaba en ellos mismos
¿Por qué, amigo, no ha sanado de la enfer-
medad de pecado?
1. ¿No murió Jesús por usted?
2. ¿No ha oído el evangelio predicado?
3. La respuesta está en usted.
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