Este documento describe los elementos esenciales de los sacramentos (materia y forma) según el Concilio de Florencia, y discute los tipos de mutaciones o cambios que pueden ocurrir en estos elementos. Explica que una mutación sustancial invalida el sacramento, mientras que una mutación accidental no lo invalida, aunque debe evitarse. También cubre el tema de la materia dudosa y la importancia de considerar la totalidad del rito litúrgico, no solo los elementos esenciales.
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Este documento describe los elementos esenciales de los sacramentos (materia y forma) según el Concilio de Florencia, y discute los tipos de mutaciones o cambios que pueden ocurrir en estos elementos. Explica que una mutación sustancial invalida el sacramento, mientras que una mutación accidental no lo invalida, aunque debe evitarse. También cubre el tema de la materia dudosa y la importancia de considerar la totalidad del rito litúrgico, no solo los elementos esenciales.
Este documento describe los elementos esenciales de los sacramentos (materia y forma) según el Concilio de Florencia, y discute los tipos de mutaciones o cambios que pueden ocurrir en estos elementos. Explica que una mutación sustancial invalida el sacramento, mientras que una mutación accidental no lo invalida, aunque debe evitarse. También cubre el tema de la materia dudosa y la importancia de considerar la totalidad del rito litúrgico, no solo los elementos esenciales.
Este documento describe los elementos esenciales de los sacramentos (materia y forma) según el Concilio de Florencia, y discute los tipos de mutaciones o cambios que pueden ocurrir en estos elementos. Explica que una mutación sustancial invalida el sacramento, mientras que una mutación accidental no lo invalida, aunque debe evitarse. También cubre el tema de la materia dudosa y la importancia de considerar la totalidad del rito litúrgico, no solo los elementos esenciales.
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Materia y forma de los
sacramentos I. Concilio de Florencia
1. «Todos estos sacramentos se realizan por tres elementos:
de las cosas, como materia; de las palabras, como forma, y de la persona del ministro que confiere el sacramento con intención de hacer lo que hace la Iglesia. Si uno de ellos falla no se realiza el sacramento.» (DH 1312)
a) Las «cosas», a las que llama materia, son: tanto los
elementos materiales (agua, aceite, pan, vino) como las acciones sensibles, ya sean las relativas al uso de tales elementos (ablución, unción, etc.) o bien las acciones de otro género, como la imposición de las manos, la confesión de los pecados, etc. b) Las «palabras», a las que llama forma, son las que pronuncia el ministro al realizar el sacramento. c) Materia y forma constituyen la parte esencial del signo sacramental, distinta a la parte ceremonial que es de institución eclesiástica. León XIII: «En el rito de administrar y realizar cualquier sacramento, con razón se distingue entre la parte ceremonial y la parte esencial, que suele llamarse materia y forma» (DH 3315 ). 2. Si falta una de las dos no se realiza el sacramento. Faltan no solo cuando se prescinde de ellas, sino también cuando se modifican de tal manera que son otras. Se distingue, por eso, entre mutaciones sustanciales y accidentales. II. Mutación sustancial
1. La mutación de la materia es sustancial cuando esta es otra
(leche en vez de agua); es accidental cuando no hace que la materia sea otra (20 o 25 grados). No hay que juzgar el cambio con análisis de laboratorio, sino respecto a la significación sacramental (hielo es agua pero no sirve para lavarse). Los teólogos suelen decir que las mutaciones de la materia de los sacramentos se juzgan de acuerdo a la apreciación de los hombres.
2. También la forma sacramental cambia sustancialmente
cuando varían las palabras hasta el punto de significar otra cosa. En cambio, si las variaciones no cambian el significado de la fórmula, quiere decir que son accidentales. Este es el caso de las traducciones a las diversas lenguas. 3. La variación sustancial de la materia o de la forma hace nulo el sacramento, porque lo que se realiza tiene un significado sustancialmente diverso.
4. El ministro que conscientemente usa una
materia ciertamente inválida o usa una forma (fórmula) sustancialmente diversa, peca gravemente (CEC 2120) de sacrilegio; a esto se añade el pecado de escándalo. III. Mutación accidental
1. La mutación accidental de la materia o de la forma no
invalida el sacramento. No obstante hay que tener presenta la ley de la Iglesia: «en la celebración de los sacramentos deben observarse fielmente los libros litúrgicos aprobados por la autoridad competente; por consiguiente, nadie añada, suprima o cambie nada por propia iniciativa» (CIC 846, 1). Esta norma obliga gravemente, especialmente en lo que se refiere a lo esencial del sacramento. La mutación accidental de la materia y de la forma que quebrantan lo que dicen los libros litúrgicos son ilícitas. 2. Salva la sustancia del signo sacramental, las determinaciones accidentales constituyen una ley positiva de la Iglesia, que en caso de grave necesidad pierde su carácter obligatorio. En efecto, cuando se trata de la administración de los sacramentos es menester atender a dos cosas: a) Que se guarde la debida reverencia al sacramento b) Que se provea a la salvación de los hombres De todas formas, los casos más ordinarios de grave necesidad ya están previstos en los libros litúrgicos con las debidas simplificaciones. IV. Materia dudosa
1. La materia puede ser dudosa respecto a la
validez del sacramento. Nunca es lícito usar materia dudosa en el caso en que esté disponible materia ciertamente válida. 2. A falta de materia ciertamente válida, si hay urgente necesidad del sacramento, es lícito usar materia dudosa, pero se debe realizar el sacramento de modo condicionado (sub conditione). 3. La necesidad urgente del sacramento de valora con referencia a la salvación. V. Materia y forma en la totalidad del rito
1. La celebración ordinaria de los sacramentos
no se limita a realizar los elementos esenciales imprescindibles; estos se encuadran en un marco litúrgico más amplio, el cual, aun sin ser completamente necesario y admitiendo cambios, contribuye notablemente a alcanzar la finalidad de los sacramentos. 2. Los sacramentos significan los dones sobrenaturales que se dan por medio de ellos. Se trata de una significación muy rica de contenido, que se condensa en la parte esencial del signo del sacramento, pero que, a la vez, aparece desplegada e ilustrada en los elementos eucológicos que componen la liturgia sacramental. Estos elementos no hay que asignarlos distributivamente a los varios momentos de la celebración litúrgica (por ejemplo, sacerdocio común con unción, Don del ES en la imposición de manos sin haber recibido la unción, etc.). 3. La determinación de la parte esencial es, sin duda, conveniente; pero a la vez hay que evitar considerar esa determinación con mentalidad estrecha, dando importancia solo al núcleo esencial y despojando de valor a todo el resto de la celebración.
4. Precisamente la totalidad de los ritos de la
liturgia sacramental constituye una fuente copiosa de inspiración para la teología de los sacramentos.
Selections from the Book of Common Prayer / Selecciones del Libro de Oración Común: Bilingual Edition, 2022 Translation / Edición Bilingüe, Traducción de 2022