El Descenso de La Nueva Jerusalén
El Descenso de La Nueva Jerusalén
El Descenso de La Nueva Jerusalén
Jerusalén
Allí está el altivo Herodes que se burló de su título real y mandó a los
soldados escarnecedores que le coronaran. Allí están los hombres
mismos que con manos impías pusieron sobre su cuerpo el manto de
grana, sobre sus sagradas sienes la corona de espinas y en su dócil mano
un cetro burlesco, y se inclinaron ante él con burlas de blasfemia. Los
hombres que golpearon y escupieron al Príncipe de la vida, tratan de
evitar ahora su mirada penetrante y de huir de la gloria abrumadora de su
presencia. Los que atravesaron con clavos sus manos y sus pies, los
soldados que le abrieron el costado, consideran esas señales con terror y
remordimiento.
Los sacerdotes y los escribas recuerdan los acontecimientos del Calvario
con claridad aterradora.
Seguridad y paz en el conflicto de los siglos, cap. 41 La liberación del
pueblo de Dios, pág. 701
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Será audible