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La Estructura Social de Chile Finisecular

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LA ESTRUCTURA SOCIAL DE CHILE

FINISECULAR

Describan qué diferencias sociales se pueden


evidenciar entre los tres grupos
representados. ¿En qué elementos visuales se
notan esas diferencias?

¿Cuáles serán las fuentes de ingresos de


cada grupo social?

¿A qué nivel educativo podrán acceder los


miembros de cada grupo?

¿Qué tipo de vivienda ocupará cada grupo?


¿te lo puedes imaginar? Descríbanla.
LA OLIGARQUÍA
A fines del siglo XIX, Chile vivía importantes cambio sociales producto de la
consolidación de la producción salitrera, el crecimiento del aparato estatal y la
consolidación de una oligarquía que manejaba los destinos políticos y económicos
del país.

La riqueza que genera la actividad


minera, provoca que empresarios y
comerciantes aumenten
enormemente sus ingresos
conformando una pujante burguesía
que al unirse por medio de vínculos
comerciales y matrimoniales con la
antigua aristocracia, dan vida a la
denominada oligarquía chilena.
La elite oligárquica, pese a estar dividida en su
mayoría entre liberales y conservadores, en la
práctica no mostraba importantes distancias
ideológicas, lo que le permitió gobernar sin
contrapeso el país, siendo el Congreso el principal
símbolo del dominio de esta clase
LA CLASE MEDIA

La clase media era en el siglo XIX difusa y sin una presencia masiva. Sin
embargo a fines del siglo XIX y principios del XX se incrementó gracias sobre
todo a la ampliación de la cobertura educativa
LA CLASE MEDIA
Hijos de campesinos y obreros urbanos accedieron con mayor facilidad
a la educación pública, lo que les otorga mayores posibilidades laborales
y les permitió un ascenso social.

Así mismo, la ampliación del


Estado producto de un mayor
ingreso fiscal, permitió que la
administración pública generara
nuevos puestos de trabajo para
profesionales y técnicos.
LA CLASE MEDIA

Profesores, abogados,
ingenieros, militares, artistas,
pequeños comerciantes, entre
otros, conforman la creciente
clase media.
CLASES BAJAS

Los beneficios económicos de la riqueza minera y del salitre en


particular, no tuvieron las mismas consecuencias para todos.

Cuando hablamos de clases bajas o sectores populares, nos referimos


principalmente a trabajadores urbanos de las grandes ciudades y puertos,
obreros del salitre en sus distintas facetas y al campesinado chileno, que
en conjunto representan más del 50% de la población en Chile.
CLASE BAJA: LOS CAMPESINOS

El campesinado mantuvo prácticamente las mismas


condiciones de vida que en la Colonia. La aristocracia
mantenía grandes extensiones de tierra agrícola en su poder
(haciendas o latifundios) y el inquilino y los peones
conformaban la gran masa de trabajadores, los que se sometían
a las reglas que el patrón establecía en sus dominios.
CLASE BAJA: LOS CAMPESINOS

Precariedad, pobreza y escaso acceso a servicios como educación y


salud, marcaban la vida del campesinado chileno y muchos optaron
por migrar hacia el norte salitrero, “enganchados”, para buscar
mejores condiciones de vida
CLASE BAJA: EL PROLETARIADO

Constituido por obreros urbanos, trabajadores de puertos y mineros, su


cantidad aumenta con fuerza en la segunda mitad del siglo XIX y sobre
todo con el auge salitrero. La actividad de los puertos se intensifica, las
urbes están creciendo y las oficinas salitreras se convierten en un fuerte
polo de atracción para miles de trabajadores que provenientes sobre todo
del campo, buscan un salario para mejorar sus condiciones de vida.
CLASE BAJA: EL PROLETARIADO

El proletariado fue la principal fuerza laboral y gracias a éste la actividad


económica aumenta su potencial, pero al mismo tiempo es el que menos se
beneficia.

Sus jornadas laborales se extendían entre 12 y 14 horas diarias, no tenían


ningún tipo de seguro social ni regulación laboral, estaban expuestos a
accidentes y despidos sin ninguna indemnización y recibían muy bajos
salarios, lo que hacía que no solo sus condiciones laborales sino también sus
condiciones de vida fueran paupérrimas.
CLASE BAJA: EL PROLETARIADO

La mala situación de trabajo y vida provocó un creciente


descontento, lo que aceleró los movimientos reivindicativos a
través de numerosas organizaciones obreras que emergen sobre
todo en el norte salitrero, lo que comenzará a provocar los
primeros conflictos sociales y los primeros enfrentamientos con la
autoridad.

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