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    Fréderick Cuento

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    Daniela Soledad Schroeder Alvial
    Este documento narra la historia de una familia de ratones de campo que vive en un muro de piedra cerca de un granero. Mientras los otros ratones almacenan comida para el invierno, Frederick dice que está recolectando rayos de sol, colores y palabras. Cuando llega el invierno y se acaba la comida, Frederick usa sus "provisiones" para entretener y alimentar a los demás con historias y poesía, revelándose como un poeta. Los otros ratones quedan asombrados por sus habilidades.

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    Fréderick Cuento

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    Daniela Soledad Schroeder Alvial
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    Este documento narra la historia de una familia de ratones de campo que vive en un muro de piedra cerca de un granero. Mientras los otros ratones almacenan comida para el invierno, Frederick dice que está recolectando rayos de sol, colores y palabras. Cuando llega el invierno y se acaba la comida, Frederick usa sus "provisiones" para entretener y alimentar a los demás con historias y poesía, revelándose como un poeta. Los otros ratones quedan asombrados por sus habilidades.

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    Este documento narra la historia de una familia de ratones de campo que vive en un muro de piedra cerca de un granero. Mientras los otros ratones almacenan comida para el invierno, Frederick dice que está recolectando rayos de sol, colores y palabras. Cuando llega el invierno y se acaba la comida, Frederick usa sus "provisiones" para entretener y alimentar a los demás con historias y poesía, revelándose como un poeta. Los otros ratones quedan asombrados por sus habilidades.

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    Este documento narra la historia de una familia de ratones de campo que vive en un muro de piedra cerca de un granero. Mientras los otros ratones almacenan comida para el invierno, Frederick dice que está recolectando rayos de sol, colores y palabras. Cuando llega el invierno y se acaba la comida, Frederick usa sus "provisiones" para entretener y alimentar a los demás con historias y poesía, revelándose como un poeta. Los otros ratones quedan asombrados por sus habilidades.

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    A lo largo del prado donde las

    vacas pastaban y los caballos


    trotaban había un viejo muro hecho
    de piedras
    En ese muro, cerca de las cuadras y el granero,
    Tenía su hogar una parlanchina familia de ratones de campo.
    Pero como los granjeros se habían marchado, las cuadras estaban
    abandonadas, y el granero vacío. Y cuando el invierno se acercaba, los
    ratoncitos empezaron a almacenar el maíz, nueces, trigo y paja.
    Trabajaban todos noche y día. Todos menos Frederick.
    -¿Y tú, por qué no trabajas Frederick?- , le preguntaban los demás.
    -Yo trabajo- Les respondía Frederick.
    -Recojo rayos del sol para los días fríos de invierno-
    Y cuando veían a Frederick sentado, mirando el prado le decían:
    “¿y ahora Frederick?”, el simplemente respondía:
    -Recojo colores para los días grises de invierno-
    Y una vez vieron a Frederick que parecía adormilado.
    ¿Estás soñando Frederick?, le reprocharon.
    -No, estoy recogiendo palabras. El invierno es largo y temo que nos
    quedemos sin cosas que contar.
    Los días de invierno llegaron, y cuando cayó la primera
    nieve, los cinco ratoncitos se instalaron en su escondite
    entre las piedras del muro.
    Al principio había comida suficiente y los ratoncitos
    contaban historias de zorros estúpidos y gatos tontos.
    Era una familia feliz.
    Pero poco a poco, se fueron comiendo casi todas
    las nueces, la paja se acabó y el maíz era apenas
    un recuerdo. Hacía frío y ya no les apetecía hablar
    Entonces se acordaron de lo que Frederick había dicho
    sobre los rayos de sol, los colores y las palabras.
    "¿Qué hay de las provisiones Frederick?, le preguntaron.
    "Cierren los ojos", dijo Frederick, mientras se subía en una gran piedra.
    "Ahora les envío los rayos de sol” ¿Sienten su dorado resplandor?
    Y a medida que Frederick hablaba del sol, los cuatro ratoncitos volvían a
    sentir su tibieza. ¿Era la voz de Frederick?¿Era magia?
    "¿Y qué hay de los colores, Frederick?" preguntaron ansiosamente.
    "Cierren los ojos otra vez" dijo Frederick.
    Y cuando les habló de las azules flores pervincas, de las rojas amapolas
    entre los trigos amarillos y del verde de las hojas de los arbustos, ellos
    veían los colores con tanta claridad como si estuvieran plantados en sus
    mentes.
    "¿Y las palabras Frederick?" ¿Quién esparce los copos de nieve?
    ¿Quién derrite el hielo?
    Frederick aclaró su garganta, ¿Quién estropea el tiempo? ¿Quién lo hace bonito?
    esperó un momento, y ¿Quién hace brotar en Junio la cuarta hoja de trébol?
    ¿Quién nubla la luz del día? ¿Quién enciende la luna?
    entonces, como desde un Cuatro ratoncitos de campo, que viven en el cielo.
    escenario, dijo: Cuatro ratoncitos de campo, como tú y como yo.

    Uno es Ratónprimavera, que danza en el aguacero


    Viene entonces el Verano, y pinta en las flores.
    Otoñoratón le sigue, con trigo y castañas.
    Y el último es Invierno. con los pies fríos.
    "Pero, Frederick, le
    dijeron."¡Tú eres un poeta!"
    Fredrick se ruborizó, hizo
    una reverencia y dijo
    Cuatro estaciones, ¡Qué tímidamente: "Ya lo sé."
    suerte tenemos!. Ni una de
    más ni una de menos!
    Cuando Frederick terminó,
    todos le aplaudieron.

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